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COMENTARIOS AL DECRETO LEGISLATIVO N°1243

La corrupción en nuestro país es un fenómeno que ha ido en aumento en los últimos


años, afectando así la legitimidad de las instituciones del Estado, por el cual servidores
y funcionarios públicos hacen un mal uso de las facultades que ostentan, para obtener
determinados beneficios indebidos, para sí mismos o sobre terceros. Estas acciones
corruptoras, vulneran de gran manera además del bien jurídico tutelado en estos
delitos que es la Administración Pública, el logro de objetivos nacionales.

En ese sentido y en aras de lograr poner en práctica el slogan que promulgaban en su


campaña electoral “Cero tolerancia a la corrupción y fin de la impunidad” el 21 de
octubre del año 2016 el gobierno del ex presidente Pedro Pablo Kuczynski promulgó el
Decreto Legislativo N°1243 “Decreto Legislativo que modifica el Código Penal y el
Código de ejecución penal a fin de establecer el plazo de duración de la pena de
inhabilitación principal, e incorporar la inhabilitación perpetua para los delitos
cometidos contra la Administración Pública y crea el registro único de condenados
inhabilitados”; dicha normativa modificó el artículo 38° del Código Penal (Parte
general), incorporando un párrafo en virtud del cual se incrementa la pena de
inhabilitación de cinco a veinte años (Siendo anteriormente entre 6 meses a 10 años)
cuando se trate de la comisión de los siguientes ilícitos: Concusión, cobro indebido,
colusión, peculado, peculado de uso, malversación de fondos, cohecho pasivo propio,
soborno internacional pasivo, cohecho pasivo impropio, cohecho pasivo específico,
corrupción pasiva de auxiliares jurisdiccionales, cohecho activo genérico, cohecho
activo transnacional, cohecho activo específico, negociación incompatible, tráfico de
influencias y enriquecimiento ilícito, siendo perpetua en el los casos que se trate de la
comisión de los referidos delitos como integrante de una organización criminal,
persona vinculada o actúe por encargo de ella y que la conducta recaiga sobre
programas con fines asistenciales, de apoyo o inclusión social o de desarrollo, siempre
que el valor del dinero, bienes, efectos o ganancias involucradas superen las quince
unidades impositivas tributarias.

Sin embargo, se desprenden ciertas críticas de este texto legal; en opinión personal
para su aplicación a la realidad jurídica nacional, debido a que los supuestos en que el
funcionario o servidor cometa el delito en una organización criminal, en su mayoría no
podría ser aplicado, dado que los mismos lo realizan en un perfil discrecional, a fin de
que no se visualice con posterioridad la intervención de más integrantes y puedan
percibir una mayor ganancia y siendo de manera personal sólo podrá imponérsele de
encontrarse responsable una inhabilitación principal dentro del margen mínimo de 5 a
20 años, convirtiéndose en un imposible jurídico.
Asimismo, de la lectura de dicho dispositivo legal se desprende la vulneración al
artículo 139° inciso 22 de la Constitución Política del Perú, el cual señala que el
principio de que el régimen penitenciario tiene por objeto la reeducación, rehabilitación
y reincorporación del penado a la sociedad, el cual se ve afectada con la inhabilitación
perpetua, pese a que señala que dentro de un periodo de 20 años de inhabilitado
podrá ser revisado, porque en ese lapso de tiempo el funcionario o servidor público no
podrá ejercer ningún tipo de cargo estatal.

Entonces, el legislador ha previsto sanciones radicales en estos casos de comisión de


delitos, sin haber evaluado la posibilidad de enfocarse en políticas criminales
preventivas de la comisión de dichos ilícitos, que enfrenten verdaderamente a la
problemática criminal, específicamente en estos delitos de corrupción de funcionarios,
al respecto Moreno (), señala que no se lograrán los objetivos esperados por el Estado
si se atienden dichos conflictos, mientras exista un gobierno que se sirva del Estado,
mas no sirva la población. En ese sentido, las políticas criminales deben estar
orientadas además de la procura del bienestar social y la sana convivencia entre la
sociedad, resguardado bajo un Estado social y democrático de derecho al estricto
cumplimiento del respeto a los Derechos humanos, buscando incansablemente la
reinserción de dichas personas a fin de ser útiles a la sociedad y de esta manera se
contribuya a la construcción de mejores en nuestro país en todos sus sentidos.

Podemos concluir entonces, que el mencionado dispositivo legal, ha sido resultado de


una promesa que forma parte una campaña política, que ha respondido a un clamor
popular, mas no a un estudio concienzudo de la realidad nacional y planes de acción
efectivos en la lucha contra la corrupción, lo que trae consigo muchos peligros de su
aplicación en la práctica judicial, ya que se tratan de derechos fundamentales
inmersos en los condenados por estos delitos, tales como el derecho al trabajo, la
dignidad humana la aplicación del principio de resocialización, trabajo que sin duda
tienen nuestros legisladores, quienes no pueden por ningún motivo olvidar que nos
encontramos en un Estado social de Derecho.
Referencias:

1. Moreno Hernández, Moisés (2018) “Estado de Derecho y Política Criminal”.


Instituto de Investigaciones jurídicas – UNAM.
2. Decreto Legislativo N°1243 “Decreto Legislativo que modifica el Código Penal
y el Código de ejecución penal a fin de establecer el plazo de duración de la
pena de inhabilitación principal, e incorporar la inhabilitación perpetua para los
delitos cometidos contra la Administración Pública y crea el registro único de
condenados inhabilitados”.

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