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RESPONSABILIDAD PENAL DE LAS PERSONAS JURÍDICAS

Septiembre 1, 2021
El pasado 28 de agosto entró en vigencia la Ley No. 1390/2021 de
Fortalecimiento Para la Lucha Contra la Corrupción. La mencionada
norma introduce una serie de modificaciones y complementaciones al
Código Penal, cuyo fin es endurecer las medidas contra los actos de
corrupción cometidos por servidores públicos, así como poder atribuir
responsabilidad penal a las personas jurídicas que sean halladas
responsables de la comisión de delitos de corrupción.
 
A partir de la emisión de la referida disposición legal, por primera vez en
Bolivia son punibles las personas jurídicas privadas, que ahora se
encuentran alcanzadas por los siguientes delitos: Legitimación de
Ganancias Ilícitas, Enriquecimiento Ilícito, Cohecho Activo, Contratos
Lesivos, Incumplimiento de Contrato y Sociedades o Asociaciones
Ficticias o Simuladas.
 
La Ley determina que la persona jurídica será responsable penalmente
por los delitos mencionados cuando se reúnan las siguientes
condiciones:
i. Se dedique o haya sido utilizada para su comisión o haya sido
ejecutados en su beneficio o interés; y
ii. El delito haya sido cometido por alguno de sus órganos o
representantes autorizados para tomar decisiones o cuando los
mismos hayan ratificado o tenido dirección o supervisión sobre el
sujeto que los llevo a cabo. Se aclara que la responsabilidad penal
de la persona jurídica es independiente de la persona natural, lo
que significa que tal responsabilidad persiste aun cuando no sea
posible procesar a la persona natural o establecer la participación
de los responsables individuales.
 
Las sanciones penales previstas para estos casos son amplias y variadas
dividiéndose en cuatro tipos:
1. Pérdida de la Personalidad Jurídica.
2. Sanciones Económicas: Desde multas pecuniarias; pérdida
temporal de beneficios estatales, como ser créditos estatales,
subsidios o exenciones tributarias; hasta el decomiso de los
instrumentos y efectos resultantes del delito.
Sanciones Prohibitivas: Como ser suspensión parcial de actividades o
prohibición de participar en procesos de contratación estatales y proveer
bienes y servicios al Estado, entre otras.
Sanciones Reparadoras: Consistentes en reparar o mitigar los daños
sufridos por la víctima del ilícito e implementar mecanismos de
prevención al interior de la entidad para evitar la reiteración de
infracciones en el futuro.
 
Es menester mencionar que, a excepción de las Sanciones Reparadoras,
las sanciones precedentes no serán aplicadas a las personas jurídicas
que desempeñen una función pública o a aquellas que desarrollen una
actividad de interés público. Así mismo, quedan exentas las empresas
públicas mixtas cuya interrupción cause daños a la población, así como
las empresas que produzcan bienes o servicios cuya interrupción pueda
generar consecuencias sociales y económicas.
 
Finalmente, ante la promulgación de Ley No. 1390/2021, recomendamos
que las empresas introduzcan a sus estructuras internas mecanismos
firmes de prevención de actividades delictivas, mediante la
implementación de un modelo de Compliance. Contar con estos modelos
de Compliance ha pasado de ser una opción a una necesidad en varios
países en los que, al igual que en Bolivia, la responsabilidad penal de las
personas jurídicas ha sido incorporada a su regulación penal.
El Corporate Compliance aporta múltiples beneficios desde la reducción
de contingencias legales hasta mejorar la reputación e imagen de la
empresa, incrementar la productividad, las posibilidades de negocio o
mejorar el ambiente laboral.

La Ley 1390 busca fortalecer los mecanismos y procedimientos


destinados a investigar, procesar y sancionar actos de corrupción
cometidos por distintos actores, entre ellos, servidores públicos,
personas jurídicas privadas y mixtas y representantes legales de
personas jurídicas, que comprometan o afecten recursos del Estado. A
dicho efecto, la norma introduce modificaciones a varios artículos de la
Ley Marcelo Quiroga Santa Cruz (Ley 004) y del Código Penal
incorporando, notablemente, artículos referidos a la atribución y
regulación de la responsabilidad penal de las personas jurídicas.
ASPECTOS RELEVANTES.
Como se ha indicado, el aspecto de mayor interés de la Ley 1390 es la
atribución de responsabilidad penal a las personas jurídicas, esto debido
a que la visión clásica de la responsabilidad penal se basaba en el
principio societas delinquere non potest (la sociedad no puede delinquir).
Las principales características de la responsabilidad penal de las
personas jurídicas establecidas en la mencionada ley son las siguientes:
Responsabilidad especial.
La responsabilidad penal es, en principio, de carácter especial, pues la
norma indica expresamente (Art. 23 Ter I.) las conductas por las cuales
es factible atribuir responsabilidad penal a las personas jurídicas, siendo
ellas consideradas como delitos de corrupción y vinculados, que son: (1)
legitimación de ganancias ilícitas, (2) enriquecimiento Ilícito, (3) cohecho
activo, (4) contratos lesivos, (5) incumplimiento de contratos; y, (6)
sociedades o asociaciones ficticias o simuladas. De las seis conductas
indicadas, únicamente las cuatro finales cuentan con una descripción de
la sanción que sería atribuible a la persona jurídica.
Cabe notar además que el mismo artículo 23 Ter, en su parágrafo II,
expresamente señala que, cuando se trate de ilícitos penales no
contemplados en dicha disposición, la responsabilidad penal se aplicará
de conformidad a lo dispuesto en el Art. 23 Bis, de la misma ley. No
obstante, el aludido Art. 23 Bis sólo determina las condiciones para la
aplicación de la responsabilidad penal autónoma (punto ii siguiente), sin
establecer ninguna normativa relativa a la extensión de la
responsabilidad penal de las personas jurídicas.
Lo anterior puede considerarse como una violación del principio de
taxatividad, pues, aunque no corresponde, da lugar a interpretaciones
sobre el alcance de la responsabilidad penal de las personas jurídicas a
todos los demás tipos penales considerados como delitos de corrupción y
vinculados y no sólo a los seis expresamente detallados por la norma.
Responsabilidad autónoma.
La Ley 1390, determina que la responsabilidad penal de la persona
jurídica es independiente de la responsabilidad penal de la persona
natural y subsiste aun cuando:
1. No sea posible el procesamiento o no resulte condenado el
interviniente, sea éste el órgano, representante o persona natural;
2. La responsabilidad penal de la persona natural se haya extinguido
conforme a las reglas de la extinción de la acción penal;
3. No sea posible establecer la participación de los responsables
individuales;
4. La persona jurídica haya sido objeto de transformación, fusión,
absorción o escisión, en cuyo caso la responsabilidad se trasladará
a las entidades en las que se transforme, quede fusionada o
absorbida o resulten de la escisión, salvando derechos de terceros
de buena fe. En tal caso, la jueza, juez o tribunal moderará la
sanción a la entidad en función de la proporción que la
originariamente responsable guardare con ella; o,
5. Se produzca la disolución aparente de la persona jurídica. Se
entiende por disolución aparente cuando la persona jurídica
continúe su actividad económica y se mantenga la identidad
sustancial de clientes, proveedores y empleados.
Dado que no es imprescindible establecer la participación de los
responsables individuales, nos encontramos ante una responsabilidad de
tipo mixta o híbrida (entre hetero responsabilidad y responsabilidad por
hecho propio); es decir, no se requiere siquiera de un hecho de conexión
realizado por una persona física que actúe como el alter ego de la
sociedad, para determinar la responsabilidad de la persona jurídica, lo
que conlleva cuestionamientos sobre la aplicación del principio de
culpabilidad.
Ello tiene como consecuencia que el sistema de responsabilidad penal
adoptado sea objeto de fuertes cuestionamientos, por no incluir
disposiciones relativas al cumplimiento normativo (compliance) ya que, el
atribuir responsabilidad penal a una empresa independientemente del
actuar de sus personeros, de manera directa o indirecta, implica una
responsabilidad por defectos de estructura u organización que sólo
debería ser constatada, o en su caso atenuada, por la ausencia o
inaplicación, o en su caso por la existencia y aplicación, de un plan de
compliance.
Lo anterior se ve agravado por el hecho de la indeterminación de la
norma con relación a su aplicación a otros tipos penales de corrupción y
vinculados, y no sólo a los seis determinados expresamente.
Responsabilidad condicionada.
Por otra parte, con respecto a las condiciones para que la persona
jurídica sea sancionada, la Ley 1390 determina dos elementos; a) uno
que tiene que ver con la persona jurídica en sí; y b) y otro, con las
personas que actuaban por ella.
1. Sobre la persona jurídica.
La norma determina, con relación al primer elemento, tres condiciones
alternativas indicando que las personas jurídicas son responsables
penalmente cuando:
 Los hechos punibles hayan sido cometidos en beneficio o interés de
aquellas;
 La persona jurídica, al margen de su finalidad y objeto legalmente
declarados, se dedique a la comisión de ilícitos penales de
corrupción o vinculados; o,
 La persona jurídica haya sido utilizada como instrumento para la
realización de infracciones penales.
De los puntos anotados, llama la atención el último punto pues, de
acuerdo con éste, la persona jurídica podría ser utilizada para la
comisión de una conducta delictiva, sin recibir ningún beneficio de ésta y
aun así ser sancionada. 
Sobre las personas naturales que actúan por la persona jurídica
Por otra parte, el segundo elemento para que la persona jurídica pueda
ser sancionada es que los ilícitos penales de corrupción y vinculados
hayan sido cometidos por alguno de los sujetos enumerados a
continuación:
 Sus órganos o representantes, individuales o colectivos, autorizados
para tomar decisiones en nombre de la persona jurídica o que
ostenten facultades de dirección, organización, administración,
gestión y control dentro de la misma;
 Una persona natural que carezca de atribuciones para obrar en
representación de la persona jurídica, y su actuación haya sido
ratificada por los órganos o representantes, aunque sea de manera
tácita; o,
 Una persona natural que, actúe bajo la dirección o supervisión de
alguno de los sujetos mencionados en el primer punto.
Es importante notar que la norma no incluye como criterio
de atribución de responsabilidad que el hecho que los delitos sean
cometidos por cuenta y en beneficio directo o indirecto de las personas
jurídicas.
La atribución de responsabilidad penal a personas jurídicas puede
impactar directamente a las empresas. Al respecto, en caso de que algún
personero o funcionario de ellas cometiere algún delito de corrupción o
vinculado, aun cuando no se beneficie a la empresa, podrán imponerse
las siguientes sanciones: la pérdida de la personalidad jurídica,
sanciones económicas (multa, pérdida temporal de beneficios estatales y
decomiso), sanciones prohibitivas (suspensión parcial de actividades y
prohibición de realizar actividades) y por último, sanciones reparadoras,
que consisten en la implementación de mecanismos de prevención. En el
caso de los ejecutivos, dependiendo del tipo penal que se trate, las penas
incluyen, además de la multa, privación de libertad.
Programas de Cumplimiento - Compliance.
De conformidad al artículo 26 sexies, una de las sanciones reparatorias
es la implementación de mecanismos de prevención, consistente en la
obligación de la persona jurídica de generar mecanismos efectivos para
evitar futuras infracciones penales, en el plazo máximo de un año.
Además, añade que, en la verificación de su efectivo cumplimiento, el
juez en función de ejecución penal solicitará la asistencia técnica
especializada que corresponda.
Por otra parte, si bien la Ley 1390 no incluye a los programas de
cumplimiento como una eximente o atenuante de la responsabilidad
penal, como si lo hacen varios códigos y normas penales de la región, es
previsible nueva regulación al respecto. En este sentido, consideramos
que el realizar capacitaciones y programas de cumplimiento, serán
medios efectivos y hasta necesarios para que todos los trabajadores y
colaboradores (terceros contratistas) de la empresa tengan conocimiento
de que su actuar individual puede exponer a la empresa a sanciones
penales.

RESPONSABILIDAD PENAL
DE LAS PERSONAS JURÍDICAS

El pasado 27 de agosto del año en curso, el Gobierno Nacional promulgó


la Ley No. 1390, denominada “LEY DE FORTALECIMIENTO PARA LA
LUCHA CONTRA LA CORRUPCIÓN” por la cual, se establece una serie de
previsiones relacionadas con la responsabilidad penal de las personas
jurídicas en Bolivia, mediante la modificación de los artículos 34, 105,
142, 144, 145, 146, 147, 150, 151, 152, 153, 154, 157, 158, 163, 173,
174, 177, 221, 222, 224, 225 y 229 del Código Penal Boliviano.

Aclarar que, la Ley No. 1390 introduce diversidad de modificaciones a


varios tipos penales, sin embargo, la presente alerta informativa refiere a
lo concerniente a las personas jurídicas.

I. RESUMEN

Responsabilidad penal de las personas jurídicas

La responsabilidad penal, comprende a las personas jurídicas privadas y


aquellas que constituyen empresas mixtas, independiente de su forma
jurídica u organización.

Las penas y responsabilidad atribuibles a las personas jurídicas son


independientes de las penas que se puedan imponer a las personas
naturales, sean estas representantes o dependientes de una empresa.

1.1 Casos en los cuales se aplica la responsabilidad penal de las


personas jurídicas.

Ante la comisión de hechos punibles que hayan sido cometidos en


beneficio o interés de las personas jurídicas.
Cuando las personas jurídicas, se dediquen a la comisión de ilícitos
penales de corrupción y/o aquellos vinculados con este tipo penal.
Cuando las personas jurídicas fueran instrumentos en la realización de
ilícitos penales de corrupción y/o aquellos vinculados con este tipo
penal.
1.2 Delitos atribuibles. Los tipos de delitos atribuibles a las personas
jurídicas son:

Legitimación de Ganancias Ilícitas.


Enriquecimiento Ilícito.
Cohecho Activo.
Contratos Lesivos.
Incumplimiento de Contratos.
Sociedades o Asociaciones Ficticias o Simuladas.
1.3 Personas naturales y entes que pueden generar responsabilidad
penal a las personas jurídicas.

Los órganos o representantes, individuales o colectivos, autorizados a


tomar decisiones en nombre de la personas jurídica o que tenga
facultades de dirección, organización, administración y control dentro de
la misma.
Una persona natural que carezca de atribuciones para obrar en
representación de la sociedad, pero cuya actuación haya sido ratificada
por los órganos o representantes de la persona jurídica.
Una persona natural que, actúe bajo la dirección o supervisión de alguno
de los sujetos mencionados precedentemente.
1.4 Sanciones aplicables a las personas jurídicas.

i. Sanciones Reparadoras

ii. Sanciones Prohibitivas

a) Suspensión parcial de actividades


b) Prohibición de realizar actividades.

iii. Sanciones Pecuniarias.

a) Multa sancionadora
b) Pérdida temporal de beneficios estatales
c) Decomiso.

iv. Pérdida de la Personería Jurídica

1.5 Agravantes y atenuantes.-

Los agravantes son los hechos que afectan de forma negativa la


visualización de un delito, mientras los atenuantes son los que afectan
de manera positiva.
Agravantes.

Existencia de víctimas múltiples.


Reincidencia.
Atenuantes.
Denuncia previa del ilícito ante las autoridades competentes.
Colaboración en la investigación del hecho suscitado.
Reparación o disminución del daño causado.
1.6 CONCLUSIONES.

La Ley No. 1390, incorpora al Código Penal Boliviano, el delito de


“Incumplimiento de Contratos” con el Estado, por parte de las personas
jurídicas, hecho que tiene una connotación jurídica particular que, no
necesariamente está relacionada con hechos de corrupción como la
citada Ley pretende interrelacionar.
Ante la vigencia de la Ley No. 1390, como una medida preventiva, es
altamente recomendable que las empresas implementen un programa de
prevención y cumplimiento o compliance que permita la reducción de
riesgos que puedan afectar a la empresa en su conjunto.

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