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POLICIA NACIONAL DEL

PERU
DIRECCION DE EDUCACION Y DOCTRINA

ESCUELA DE SUBOFICIALES
PNP
PUENTE PIEDRA
UNIDAD ACADEMICA

Asignatura:
Docente:
Tema:
Alumno: Leon Hinostroza, Brad Dristan
Sección:

LIMA- PERU
2023
Se la dedico a mi madre y a mi padre por todo el
apoyo que me brindan, para poder seguir con mis
metas
MARCO TEORICO

1. Definiciones
2. Las crisis convulsivas
3. Etiología de las crisis convulsivas según la edad
4. Sintomas y signos
5. Síntomas Prodrómicos
6. Personalidad epiléptica
7. La epilepsia psicomotora
8. Consejos
9. Delincuencia
10. Violencia
11. Perfil Criminal
12. Métodos de Definición de Perfiles Criminales
12.1 Método deductivo 
12.2 Método inductivo 
12.3 Perfil geográfico
12.4 Método científico
13. Escena del Crimen
14. Formas de Evaluación de la escena
15. Tipos de escenas
16. Violencia
17. Agresividad
Definiciones
La epilepsia es uno de los trastornos que mayores discusiones ha provocado desde el
punto de vista criminológico debido a que se le ha asociado comúnmente con las
conductas impulsivas especialmente en los crímenes violentos. Pero ésta asociación
derivada probablemente de la similitud del descontrol psicomotor e indudablemente
cuestionable.
Debe entenderse que la personalidad epiléptica no presenta “factores o
disposiciones” criminales por el sólo hecho de presentar trastornos en la actividad
electro físico-química de las células del cerebro que producen la descarga
psicomotora, sino que evidentemente existe en la historia personal del epiléptico, una
serie de problemas psicosociales que lo conducen en un determinado momento a
realizar una conducta antisocial. Estas personalidades epilépticas presentan además
una clara distorsión de los valores sociales.
La epilepsia es un complejo de síntomas que se caracterizan por episodios periódicos
y transitorios de alteración en el estado de la conciencia, los cuales pueden asociarse
a movimientos convulsivos, trastornos emocionales y de la conducta.
En términos generales se considera que el epiléptico presenta: una personalidad
rígida, egocéntrica, marcada irritabilidad por su situación y depresión. En la
personalidad del epiléptico se observa una acentuada rigidez, probablemente por los
temores que presenta al exhibir descontrol. El lenguaje es rígido, infantil con cierta
perseverancia. La percepción y la atención están alteradas, el nivel intelectual es
inferior a lo normal, y se caracteriza por un progresivo deterioro de las facultades
intelectuales.
Freud en Dostoievski y el parricidio, distingue una epilepsia orgánica y una epilepsia
“afectiva”, en la cual la segunda es una neurosis, en la que la reacción epiléptica se
pone a disposición de la neurosis, cuya esencia consiste en derivar por el camino
somático aquellas magnitudes de excitación que le es imposible manejar
psíquicamente.
Si tratamos de explicarnos por qué se ha acentuado esta relación epilepsia-crimen
con consecuencias graves para una mayor comprensión de la personalidad epiléptica,
podemos pensar en la crisis epiléptica que sufre inesperadamente, que se caracteriza
por movimientos bruscos e incontrolables, y en donde predomina una impulsividad
en la que el sujeto no es consciente de lo que sucede.
El tipo de conductas delictivas que se proyecta en las personalidades epilépticas con
acentuados rasgos paranoides y agresivos, son crisis violentas caracterizadas por
agresiones (lesiones, homicidios, daños), por lo común a los familiares. El instrumento
empleado es casi “primitivo”, objetos al alcance o armas blancas.
Casos repentinos impulsivos en los que la víctima del delito queda inhibida,
paralizada por lo sorpresivo del ataque y por la mínima motivación que lo
desencadena. El epiléptico no recuerda lo acontecido, aunque en algunos casos
manifiesta que agredió, pero no recuerda cómo y por qué.
Las crisis convulsivas
Son las manifestaciones más frecuentes, se inician con la pérdida de
conciencia y del control motor, y convulsiones tónicas o clónicas de todas las
extremidades, aunque hay otros patrones diferentes de crisis epilépticas.
En muchos trastornos, las convulsiones son sólo transitorias y no recidivan
una vez finalizada la enfermedad que las produjo, pero en otros casos, las
convulsiones pueden repetirse a intervalos durante años o de forma indefinida
si hay una lesión permanente, estableciendo el diagnóstico de enfermedad
epiléptica.

Etología de las crisis convulsivas según la


edad
En la adolescencia hasta los 18 años, las convulsiones pueden ser
idiopáticas, o deberse a traumatismos, abstinencia de alcohol y drogas,
malformaciones arteriovenosas y enfermedades degenerativas.
En el adulto joven entre 18 y 35 años, las convulsiones se deben a
traumatismos, alcoholismo, tumores cerebrales y enfermedades
degenerativas.
En el adulto mayor de 35 años, las convulsiones se originan por tumores
cerebrales, enfermedad cerebrovascular, trastornos metabólicos renales,
hepáticos, electrolíticos, hipoglucemia, alcoholismo y enfermedades
degenerativas.
El conductor epiléptico tiene un riesgo potencial de accidente, tanto por la
posibilidad de pérdida de conciencia como por los efectos de la medicación
consumida. De hecho, se ha observado mayor incidencia de accidentes de
tráfico entre los conductores epilépticos que entre los controles.

Síntomas y Signos
 Las crisis parciales simples se inician con fenómenos motores,
sensitivos y psicomotores focales específicos, sin pérdida de
conciencia. En ocasiones, son las auras epilépticas que preceden a
una crisis generalizada.
 Las crisis parciales complejas se acompañan de alteración o pérdida
del nivel de conciencia, junto con automatismos como chasquido de
labios, masticación o marcha errante. Puede estimarse que suponen
en torno al 40% de los casos de epilepsia entre conductores.
 Las crisis generalizadas afectan generalmente desde el principio, tanto
el nivel de conciencia como la función motora.
Sintomas Prodrómicos
Los ataques epilépticos, sobre todo los convulsivos, pueden estar precedidos
por síntomas inespecíficos desde horas o días antes de las crisis,
consistentes en irritabilidad, cambio de humor, alteraciones del sueño, del
apetito y del comportamiento en general.
Este pródromo a veces es muy breve y dura sólo unos minutos o momentos,
en los que la paciente nota nerviosismo, incapacidad para concentrarse y
gran ansiedad.
Los pacientes con crisis motoras o sensitivas que afectan una extremidad
notan en ella sensaciones extrañas antes del ataque.
En las epilepsias con crisis del lóbulo temporal, los pródromos suelen ser de
contenido psicosensorial.

Personalidad Epiléptica
Han sido consideradas como manifestación de la personalidad epiléptica:
lentitud en la forma de reaccionar, actitudes emocionales, inflexibles, falta de
respuesta ante los cambios ambientales, egocentrismo, tendencia a la
hipocondría, opiniones rígidas.

Es importante mencionar que con frecuencia se observa un comportamiento


anormal transitorio: inquietud, irritabilidad (auras de tipo psíquico). Sin
embargo, entre las crisis las alteraciones del comportamiento son similares a
las de paciente con una enfermedad crónica, la ansiedad, la depresión, la
agresividad y otras alteraciones emocionales pueden ser muy severas en los
epilépticos.

En la personalidad del epiléptico se observa una acentuada rigidez


probablemente por los temores que presenta al exhibir descontrol. Esta
situación provoca una desarmonía estructural, un descontrol entre sus partes
intelectuales, sus impulsos que emocionalmente provoca una mayor angustia.

La percepción y la atención están alteradas. El nivel intelectual es inferior a lo


normal y se caracteriza por un progresivo deterioro de las facultades
intelectuales. Claro está que esto debe relacionarse con el ambiente en el
caso concreto de los delincuentes; generalmente proviene de medios sociales
culturales y económicos derivados, por lo que en el caso del epiléptico se
acentúa el deterioro mental.

La perseverarían es el rasgo sobresaliente de la actividad intelectual de los


epilépticos. Consiste en una pérdida de rapidez en la adaptación sensorial o
motriz, con tendencia al automatismo y al estancamiento.
La epilepsia Psicomotora
Se caracteriza por ataques en forma de trance y episodios de confusión. Se
parece al pequeño mal, pero difiere en: los ataques duran más de 2 minutos y
se acompañan de movimientos de los músculos de la masticación, la
deglución o le habla, de modo que el paciente produce sonidos con los labios,
mastica o emite verbalizaciones incoherentes.

La epilepsia psicomotora consiste en ataques a veces con aura de ruidos


extraños en los oídos, o en alucinaciones de sabores y olores desagradables,
en trastornos e n los sentidos corporales, en sentimientos de irrealidad o en
trastornos de la memoria durante los cuales el paciente puede ejecutar actos
automáticos de los cuales tiene poca o ninguna conciencia.

Por último, cabe mencionar la clasificación de la epilepsia por la Liga


Internacional contra la epilepsia que distingue:

1. Crisis epilépticas generalizadas (descargas paroxísticas, bilaterales,

sincrónicas y simétricas).

a) Formas convulsivas: tónico, clónicas, tónicas, clónicas, mioclónicas.

b) Formas no convulsivas: pequeño mal, aquinéticas.

2. Crisis parciales. De semiología elemental: sensorial, motora,

neurovegetativas, etc. De semiología compleja: deja-vi automatismos,

alucinaciones, etc.

3. Crisis parciales secundariamente generalizadas. Todas aquellas que tienen

un inicio focal y que secundariamente se generalizan.

4. Crisis unilaterales o predominantemente unilaterales en el niño.

5. Crisis erráticas en el recién nacido.

6. Crisis no clasificadas por datos incompletos


Consejos

 La función del médico es controlar las características individuales de la


epilepsia, conseguir del paciente la continuidad indispensable del tratamiento
y aconsejar al epiléptico en su adaptación a la vida profesional y social,
teniendo la conducción un protagonismo principal.
 En caso necesario, el médico desaconsejará la conducción por seguridad, y
se lo comunicará a los familiares cercanos para que también colaboren con el
paciente, evitando riesgos al volante.
 Si al conducir la paciente nota síntomas de pródromos epiléptico, debe parar
inmediatamente y pedir ayuda. Nunca acudirá conduciendo al hospital.
 En muchos casos de epilepsia no se identifica un aura previa a la crisis, y es
habitual que exista un periodo amnésico tras la misma, lo que hace difícil la
prevención de la crisis epiléptica durante la conducción.
 Si el paciente lleva un año sin convulsiones o pérdida de conciencia, podrá
conducir siempre que la enfermedad de base, la medicación y su médico se lo
permitan.
 Con informe favorable del neurólogo en el que conste el diagnóstico, el
cumplimiento del tratamiento, la frecuencia de las crisis y la medicación sin
efectos secundarios para la conducción, el paciente puede prorrogar el
permiso de conducir en los periodos que marca la ley.
 Es conveniente que estos conductores lleven el informe médico en lugar
visible dentro del vehículo para que puedan ser correctamente atendidos, y
que también transporten su medicación de urgencia en lugar accesible.

 Todos los pacientes epilépticos, que a pesar del tratamiento puedan tener
riesgo de pérdida de conciencia, no pueden conducir.
 El paciente con sacudidas mioclónicas que pudieran afectar a la seguridad de
la conducción necesitará un periodo mínimo de 3 meses sin sacudidas, e
informe favorable del neurólogo.
 En el caso de antecedente de trastorno convulsivo único no filiado o
secundario a medicamentos, drogas o posquirúrgico, se debe acreditar un
periodo de 6 meses libre de crisis con informe neurológico.
Delincuencia
Como delincuencia nos referimos a todo aquello relacionado con las
acciones delictivas y con los individuos que las cometen, conocidos como
delincuentes. La palabra, como tal, proviene del latín “delinquentia”.

Los delincuentes son personas que cometen delitos, es decir, que realizan
acciones contrarias a lo que establece la ley y el derecho, y que por ellas
son penados por el sistema de justicia de cada país, lo que implica el
cumplimiento de castigos o sanciones dependiendo de la gravedad de la
falta.

El Estado es el encargado de proteger a los ciudadanos contra la


delincuencia, creando órganos de vigilancia y control social, como la
policía, y aplicando la ley mediante el sistema de justicia.

Violencia
La violencia se define como todo acto que guarde relación con la práctica de
la fuerza física o verbal sobre otra persona, animal u objeto originando un
daño sobre los mismos de manera voluntaria o accidental. El elemento
principal dentro de las acciones violentas, es el uso de la fuerza tanto física
como psicológica para el logro de los objetivos, y en contra de la víctima.
Adicional a esto, puede ser catalogada una agresividad patológica cuando en
ocasiones, el ser humano utiliza los impulsos de agresividad con la intención
de causar daño a otra persona

Perfil Criminales
Un perfil criminal es una hipótesis sobre las características personales y
demográficas (sexo, raza, edad, nivel socio-económico,), estilo de vida y
personalidad del presunto autor de un crimen. El perfil criminal por sí solo no
puede determinar quién es el autor. Sin embargo, puede acercar y orientar a
los investigadores hacia el autor o autores.
El principal objetivo del perfil criminal es establecer algunos puntos de partida
para disminuir al máximo el listado de posibles culpables. Enfocando así a los
investigadores y policías hacia una línea concreta que persiga blancos
realistas. Aun así, cabe destacar que la perfilación criminal no es una ciencia
exacta. Se basa en las huellas psicológicas que puede dejar el autor o
autores en sus crímenes.
Métodos de definición de perfiles
criminales

Para obtener un perfil criminal, los criminalistas utilizan diferentes métodos. A


continuación, te contamos cómo se elabora un perfil criminal a través de cada
uno de los métodos.
 Método deductivo o de agresores desconocidos. Se toman como referencia
datos obtenidos de la escena del crimen. Para ello se realiza una
investigación y estudio exhaustivos de la escena. De ahí se recopilan datos
de la victimo logia, datos científicos y otra información como la localización,
las posibles motivaciones o móvil, etc.
 Método inductivo o de agresores conocidos. La metodología inductiva crea
un perfil profesional a partir del estudio de otros casos similares de los que se
puedan extraer “patrones” de conducta característicos de un agresor o
criminal concreto. En este sentido, se elabora el perfil criminal a través de
características demográficas o conductuales compartidas.
 Perfil geográfico. Es otro método para elaborar el perfil que relaciona la
ubicación de la escena del rimen con la residencia o ámbito de actuación del
criminal.
 Método científico. Es una metodología que basa el perfil en tres pasos
principales: observación, hipótesis y experimentación. En el primer paso se
observa el hecho y escena en su totalidad. Ello da paso a las diferentes
hipótesis, que deben unir toda la información e intentar dar respuesta a las
diferentes preguntas surgidas de la observación. Una vez determinadas las
hipótesis más factibles, en la experimentación se debe tratar de comprobar
que la hipótesis es realista y válida o no.
Escena del crimen
La escena del crimen es el lugar donde ha actuado el criminal para llevar a
cabo su acción, y por ello es de vital importancia su análisis en todos los
aspectos. Puede estar integrado por uno o varios espacios físicos
interrelacionados a través del hecho criminal que se investiga, y se
caracteriza por la potencial presencia de elementos, rastros y o indicios que
puedan develar las circunstancias de lo allí ocurrido, y la posibilidad de
identificación de quienes han actuado en él. La definición conceptual de la
escena del crimen suele referirse sólo al lugar físico y concreto de ocurrencia
de los hechos, mientras que la definición operacional la define como el foco
de interés del hecho criminal, compuesto por la escena propiamente dicha,
más el entorno de interés criminal. Por ello, y a los fines de la investigación
criminal, la definición operacional de la escena del crimen resulta ser más
productiva, porque supone abarcar una dimensión completa del lugar de los
hechos, lo que permitirá determinar la verdad completa del acontecimiento
criminal.

Formas de evaluación de la escena


El estudio de la escena del crimen es un elemento esencial dentro del
proceso de la investigación criminal. Actividad que se realiza principalmente a
través de dos aproximaciones paralelas y complementarias: la criminalística y
la del perfil criminológico del delincuente. El estudio criminalística de la
escena esta es una de las actividades más importantes dentro de la
investigación criminal y la única que aporta datos objetivos que puedan
ayudar a reconstruir los hechos acaecidos en la escena, así como poder
llegar a la identificación del autor de los mismos. La Criminalística es, de esa
forma, el conjunto de ciencias que coadyuvan en la localización, identificación
y valoración de las evidencias físicas que puedan existir en la escena de un
crimen. Así, alguna de las disciplinas empleadas serían la Otoscopia, la
Biología Forense, la Química Forense, la Balística Forense, la
Grafoscopio y Documentos copia, la Acústica Forense, la Fotografía
Forense, la Informática Forense, la Antropología Forense, la
Entomología Forense, la Lingüística Forense, o la Medicina Forense,
entre otras. A través de la denominada Criminalística de Campo, se busca a
través de la recogida de pruebas en la escena del crimen, y su estudio
posterior (manteniéndose siempre el cuidado de la cadena de custodia,
alcanzar los siguientes objetivos: Investigar técnicamente y demostrar
científicamente la existencia de un hecho en particular, probablemente
delictivo, determinar fenómenos y reconstruir el mecanismo del hecho,
señalando los instrumentos u objetos de ejecución, sus manifestaciones y las
maniobras que pusieron en juego para realizarlo; aportar evidencias o
coordinar técnicas o sistemas para la identificación de la víctima, si existiese;
aportar evidencias para la identificación del o los presuntos autores; y aportar
las pruebas indiciarias para probar el grado de participación del o los
presuntos autores y demás involucrados.
Tipos de escenas
Existen cuatro tipos generales, y cada uno determina la naturaleza y
extensión de las pruebas que se pueden recoger allí
- Escena del crimen interior. Son las escenas del crimen en el interior de una
estructura, protegida de los elementos de la naturaleza: apartamentos, casas,
edificios, garajes, almacenes. etc.
- Vehículos. Se refiere a las escenas del crimen que son móviles: barcos,
trenes, coches, aviones, etc.
-Escena del crimen exterior. Son las escenas del crimen que están expuestas
a los elementos de la naturaleza: campos, bosques, descampados,
desiertos, etc.
- Escena del crimen debajo del agua. Se refiere a las escenas del crimen que
están por debajo de la superficie de cualquier cuerpo de agua: lagos,
estanques, ríos, arroyos, embalses, etc.
A ellas se une un tipo de escena del crimen, que podría denominarse como
mixta, cuando reúne características de varias de otros tipos de escenas.

La Clasificación de los
Delincuentes
Se divide en seis categorías los tipos de criminales

 Criminal nato

Este tipo de delincuente tiene unos rasgos físicos concretos como un


cráneo pequeño, la frente hundida o un abultamiento de la parte
inferior de la cabeza. A nivel psicológico, destaca su carácter
impulsivo, cruel, con falta de sentido moral e insensible.

 Delincuente loco moral

Físicamente, este criminal tiene un cráneo con una capacidad igual o


superior a la normal, pero suele tener una mandíbula voluminosa.
Los rasgos distintivos se encuentran sobre todo a nivel psíquico:
personas antipáticas, egoístas, vanidosas e inteligentes, así como
crueles e indisciplinadas.
 Delincuente epiléptico

Para Lombroso, la epilepsia es un rasgo de criminalidad y considera


a los delincuentes que la padecen como más peligrosos que los
locos morales. Vagos, destructivos, muy violentos y con tendencia al
suicidio.

 Delincuente pasional

En este caso, Lombroso no fija rasgos físicos concretos, pero sí una


horquilla de edad, entre los 20 y los 30 años. Más de un tercio de los
delincuentes pasionales son mujeres, según el médico italiano. En
general, muestran conmoción tras el acto criminal y tienden a
confesar y suicidarse tras realizarlo.

 Delincuente loco

Este tipo de delincuentes son enfermos mentales que no son


responsables de sus actos al carecer de capacidad de
razonamiento. Hay tres tipos de delincuentes locos: el histérico, el
alcohólico y el mattoide. Este último es el que delinque por impulso,
cruzando la línea de la cordura y la locura.

 Delincuente ocasional

Lombroso divide esta categoría en tres subtipos:

 Pseudo-criminales: son aquellos que cometen delitos involuntarios


y menores como pueden ser hurtos, incendios o actos en defensa del
honor.
 Criminaloides: este tipo de personas tienen empatía y cometen
delitos que no cometerían en una situación normal presionado por las
circunstancias
 Habituales o profesionales: son las personas que delinquen
desde la infancia. Las circunstancias personales les impulsan a
cometer más delitos hasta convertirse en profesionales.

Violencia
Puede producirse a través de acciones y lenguajes, pero también
de silencios e inacciones, y es valorada negativamente por la ética,
la moral y el derecho, que atribuyen generalmente al Estado el
monopolio de la violencia. La violencia puede ser de carácter
ofensivo o defensivo (también se utilizan los conceptos de violencia
proactiva y violencia reactiva), habilitando en este último caso
figuras de justificación ética de la violencia, como la legítima
defensa y el derecho de resistencia contra la opresión.
Se trata de un concepto complejo que admite diversas matizaciones
y graduaciones según el punto de vista desde el que se trate; en
ese sentido, su aplicación a la realidad depende en ocasiones de
apreciaciones subjetivas.
La Agresividad
A pesar de las connotaciones peyorativas del término Agresión, la
agresión es un parámetro de la actividad humana que aparece muy
temprano en el repertorio conductual del niño. Por su enorme
plasticidad, cumple una función adaptativa sumamente importante,
facilita el ajuste social a pesar de la variabilidad constante del entorno,
según Espinet, 1991. Obviamente, no todas las formas en que se
expresa la agresión son tan positivas, también se dan conductas y
actitudes agresivas que son exhibidas con el objeto de dañar o injuriar
a otro ser humano. La investigación de la delincuencia violenta se ha
desarrollado desde múltiples puntos de vista. Contamos con
aproximaciones biológicas, como la estimulación de ciertas zonas
cerebrales, hormonas sexuales, psicológicas, como los instintos,
impulsos, aprendizaje social, pensamiento criminal, valores y actitudes
antisociales, escasa capacidad para controlar la agresión,
microsociales, experiencias infantiles de violencia, falta de cuidados y
atención, lazos sociales poco sólidos y apego a grupos anti-normativos;
micro-sociales, como las experiencias infantiles de violencia, falta de
cuidados y atención, lazos sociales poco sólidos y apego a grupos anti
normativos, macro sociales, como las influencias subculturales,
aceptación social de la violencia y pobres condiciones económicas, y
multifactoriales. Pero quizá la explicación que goza actualmente de
mayor aceptación es la teoría del aprendizaje social, donde se
establece que la agresión y la conducta violenta se aprenden a través
de la experiencia directa y la imitación de modelos reales y simbólicos.
Anexos

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