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Participante

Silveria Mejía

Matricula

100015324

Asignatura
Psiquiatría

Tema
esquizofrenia

Sección

06

Maestro

Dr. Larry Gamalier Gómez Moreno


Esquizofrenia

Trastorno que afecta la capacidad de una persona para pensar, sentir y comportarse de
manera lúcida.
Se desconoce la causa exacta de la esquizofrenia, pero es posible que tenga que ver con
una combinación de factores genéticos y ambientales y de la alteración de las sustancias
químicas y las estructuras del cerebro
La esquizofrenia se caracteriza por pensamientos o experiencias que parecen estar
desconectados de la realidad, habla o comportamiento desorganizados y disminución de
la participación en las actividades cotidianas. También pueden presentarse dificultades
en la concentración y la memoria.
El tratamiento suele ser de por vida e incluir una combinación de medicamentos,
psicoterapia y servicios de cuidado especialmente coordinados.
Historia
A partir de las observaciones de Morel, quien la denominó “demencia precoz”, los
clínicos observan en la esquizofrenia, que los pacientes se caracterizan por presentar
alteraciones en el pensamiento, rareza y extravagancia en la conducta y progresiva
evolución de los síntomas hasta un estado de embotamiento, incoherencia y lentitud
psicomotriz. Hecker la denominó “hebefrenia” al considerarla un estado demencial de
los jóvenes y más tarde, Kalhbaum aportó sus investigaciones clínicas sobre los
trastornos psicomotores (inercia, flexibilidad cérea, cataplexia, hiperquinesia y
manierismos) que incluyó en el término de catatonia.
Además, el clínico alemán al seguir el modelo de investigación de Alzheimer, con quien
trabajó durante algunos años, supuso que los síntomas eran originados por una
alteración de los lóbulos frontal y temporal y de las neuronas situadas en la segunda y
tercera capas cerebrales, alteraciones que serían responsables del “trastorno de atención
que en forma casi constante se desarrolla en nuestros enfermos”.
En 1911, Eugene Bleuler propuso designar con el término esquizofrenia al grupo de
demencias precoces, porque como la mayoría de los clínicos de la época habían
observado que los pacientes no estaban dementes, sino que presentaban cambios en su
capacidad “asociativa”, que alteraba el pensamiento (signos primarios de disociación) y
originaba alteración de la expresión simbólica de los procesos inconscientes (signos
secundarios).
Bleuler consideraba la esquizofrenia como un proceso lento, progresivo y profundo,
caracterizado por un síndrome deficitario (negativo) de disociación y por un síndrome
secundario (positivo) con producción de ideas delirantes, alucinaciones y alteraciones
afectivas. Además, distinguió cuatro formas clínicas: la paranoide, la hebefrénica, la
catatónica y la simple, e identificó síntomas patognomónicos para cada una de ellas.
En 1980, Timothy Crow propone un modelo bidimensional para la esquizofrenia: la
esquizofrenia tipo 1, caracterizada por síntomas positivos (delirios, alucinaciones,
trastornos en la forma del pensamiento y alteraciones en la conducta) y la esquizofrenia
tipo 2, donde los síntomas negativos (pobreza en el pensamiento, afecto plano,
disminución de la actividad voluntaria) son prominentes
Crow observó que los síntomas positivos tienden a ser transitorios, en tanto que la
sintomatología negativa es persistente y postuló que los dos tipos clínicos se presentan
en la esquizofrenia y no constituyen dos categorías diferentes de la enfermedad.
Además, propuso como etiología para los síntomas positivos un déficit en los
neurotransmisores, posiblemente una hiperactividad dopaminérgica, en tanto que los
síntomas negativos son originados por un daño estructural cerebral.
Los trabajos posteriores de otros investigadores muestran otras evidencias; por
ejemplo, los síntomas positivos responden al tratamiento con fármacos bloqueantes de
la actividad dopaminérgica, en tanto que los síntomas negativos no responden a este
tipo de fármacos y presentan una mayor carga genética que los síntomas positivos.
Gottesman y Shields observaron que los familiares de los pacientes con esquizofrenia
pa- ranoide presentaban una mayor frecuencia de cuadros delirantes paranoides, en tanto
que los familiares de pacientes con esquizofrenia no paranoide tenían tendencia a
presentar cuadros no paranoides.
Epidemiología
Se puede afirmar que la esquizofrenia es una enfermedad de distribución universal, que
aparece en todas las culturas, clases sociales, a cualquier edad y en personas con
distintos niveles intelectuales.
Prevalencia e incidencia
Las investigaciones epidemiológicas encuentran un amplio rango de prevalencia para la
esquizofrenia.
La prevalencia mundial oscila entre 0,9 a 3,8 casos por 1000 habitantes y la incidencia
varía entre 0,16 a 0,28 por 1000 habitantes. Las tasas de prevalencia son similares en
todo el mundo, a pesar de la variabilidad cultural, étnica y socioeconómica, lo cual da
peso al concepto de una vulnerabilidad heredada a la enfermedad con una frecuencia
genómica relativamente estable. En Colombia según el Estudio Nacional de Salud
Mental la prevalencia estimada es del 1,0%, pero se describe la existencia de áreas con
mayor número de casos, lo cual podría ser un indicio de la carga genética del trastorno.

Requiere diagnóstico médico

La esquizofrenia se caracteriza por pensamientos o experiencias que parecen estar


desconectados de la realidad, habla o comportamiento desorganizados y disminución de
la participación en las actividades cotidianas. También pueden presentarse dificultades
en la concentración y la memoria.

Las personas pueden sufrir:

Comportamiento: aislamiento social, comportamiento desorganizado, agitación,


agresión, automutilación, comportamiento compulsivo, excitabilidad, falta de
autocontrol, hostilidad o movimientos repetitivos.

Cognitivos: trastorno cognitivo, delirio, lentitud para realizar actividades, amnesia,


confusión, creencia de que los pensamientos no son propios, creencia de que un evento
común tiene un significado especial y personal, desorientación o falsa creencia de
superioridad.

Estado de ánimo: pérdida de interés o placer en hacer actividades, ansiedad, apatía,


descontento general, enfado, respuesta emocional inadecuada o sensación de
desconexión con uno mismo.

Psicológicos: alucinación, escuchar voces, paranoia, delirio persecutorio, delirio


religioso, depresión o miedo.

Habla: habla circunstancial, habla incoherente, habla rápida y frenética o trastorno del
habla.

También comunes: deterioro de la coordinación motriz, falta de respuesta emocional,


fatiga o pérdida de la memoria.

El tratamiento consiste en medicamentos y terapia

El tratamiento suele ser de por vida e incluir una combinación de medicamentos,


psicoterapia y servicios de cuidado especialmente coordinados.

Medicamentos

Antipsicótico y Anti-temblor

Antipsicótico: Reduce o mejora los síntomas de ciertas afecciones psiquiátricas.

Anti-temblor: Ayuda a controlar los temblores, la agitación y la inestabilidad.


Terapias

Grupo de apoyo: Foro para el asesoramiento de personas y el intercambio de


experiencias entre pacientes con una afección o meta similar, como la depresión o la
pérdida de peso.

Rehabilitación neuropsicológica: Reentrenamiento de las vías del cerebro para


mejorar el funcionamiento físico y mental después de una enfermedad o una lesión. Por
ejemplo, después de un golpe en la cabeza (conmoción cerebral).

Terapia cognitiva: Terapia conversacional que se concentra en reemplazar


pensamientos negativos y desvirtuados en pensamientos positivos y precisos.

Psicoeducación:

Educación sobre la salud mental que permite asistir, validar y fortalecer a los pacientes.

Terapia familiar: Asesoramiento psicológico que ayuda a las familias a resolver


conflictos y comunicarse de manera más eficaz.

Terapia de comportamiento: Terapia que se enfoca en la modificación de conductas


perjudiciales asociadas con trastornos psicológicos.

Terapia de grupo: Terapia conversacional en la que el terapista trabaja con sus


pacientes en grupo en lugar de hacerlo con uno solo.

Especialistas

Psiquiatra: Trata los trastornos mentales principalmente con medicamentos.

Psicólogo clínico: Trata los trastornos mentales principalmente con terapia


conversacional.

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