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Paisajesde la psicoterapia: modelos, aplicaciones y


procedimi�ntos 1 compilado por Héctdr Fernández
ES E Álvarez.- la. ed.- Buenos Aires: Pole�os, 2011.
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296.p. ; 23x15 cm.
RA
ISBN 978-987-649-025-2

el 1. Psicoterapia. I. Fernández Álvarez, Héctor, comp.


CDD 616.891 4
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cea1mientos
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EDICIÓN
HÉCTOR FERNÁNDEZ-ÁLVAREZ I

POLEMOS, BUENOS AIRES, 20I I

(Comp.)
© de esta edición
EDITORIAL POLEMOS S. A.
Moreno 1785, 5° piso,
1093- Buenos Aires, Argentina
www.editorialpolemos.com

editorial@polemos.com.ar

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ISBN: 978-987-649-025-2

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"" d ¡ -<1: o r 1 .a 1 Arte de Tapa: Sergio Luciani, Ruff's Graplf
,
POLEMOS Composición y armado: rn&s estudio

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Capítulo 3 1
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LA FORMACIÓN Y EL ENTR.ENAMIENTO
BEATRIZ GóMEZ y ALEJANDRA PÉREZ

Desde 1960, el entrenamiento en habilidades de ayuda ha sido la for­


ma dominante de formación y entrenamiento para los psicoterapeu
_ ­
tas noveles. Se utiliza el término habilidades de ayuda en la literatura
porque es un término genérico que se aplica ampliamente a hts inter­
venciones psicoterapéuticas. Su utilidad radica en que provee a los
psicoterapeutas un marco de trabajo que les permite entender el pro­
ceso terapéutico y les brinda mayor confianza para afirmarse cuando
se sienten estancados, frustrados o inseguros durante un tratamiento.
Los terapeutas en formación se han comunicado con personas
durante toda su vi�a y seguramente se han involucrado en ayudar
informalmente a amigos y familiares. Para hacerlo usaron algunas
de las habilidades de ayuda intuitiva1nente, incluso sin entrena­
miento formal, tal corno fue demostrado por dos estudios recientes
(Hill & Kellerns, 2002; Hill et al., 2007). Sin embargo, en situacio­
nes informales las personas tienen �lgunos comportamientos que
no son aplicables del mismo modo a la ayuda terapéutica: realizan
muchas preguntas, dan consejo, brindan información personal o
hablan mucho. Por lo tanto, es conveniente enmarcar el entrena­
,,

miento corno un proceso a través del cual los terapeutas afinan sus
habilidades de comunicación aprendiendo a identificar cuáles ya
han utilizado, evalúan el impacto que han tenido, prestan atención
a las experiencias interiores y reacciones tanto propias corno de po­
sibles pacientes.

- 22 -
76 • PAISAJES DE LA PSIC
OTERAPIA
la formadón y el entrenamiento • 77

Es importante en los estadios


iniciales del entrenamiento
se primeramente en sí mismo enfocar­ a los más de 400 enfoques psicoterapéuticos estimados, pueden sen­
s y su desarrollo personal com
de ayuda en lugar de centrar o agentes tirse embargados por la confusión. Incluso limitándose a la lista, en
se en las cuestiones de los pac
hacerlo, logran estar n1ás ate ien tes. Al constante expansión, de tratamientos con apoyo empírico, la tarea
ntos a las cuestiones person
den interferir. Esto no quiere ale s que pue­ de elegir el mejor tratamiento para un paciente no se ve facilitada.
decir que no deban aprend
tiempo cómo es la dinámica er al mis mo Nos queda claro que ningún estudiante puede especializarse en todos
de los pacientes, porque sin
bién es necesario para ser efec dud a tam­ los tratamientos, ni siquiera en todos los tratamientos apoyados em­
tivos en el trabajo. Por ejem
ces los estudiantes perfeccio plo , a ve­ píricamente.
nistas quedan atrapados en
habilidades "correctamente" rea lizar las Sin embargo, una sólida formación teórica es indispensable y
y deben ser ayudados a cam
de "hacerlas bien" a adecua bia r el foco debe abarca r los tres componentes de cualquier modelo: a) una teo·­
rlos al paciente.
Hill y Lent (2006a) notaron ría de la mente, b) un modelo psicopatológico y e) un programa de
que la investigación tempra
componentes del entrenamien na en los cambios que permita conocer cómo se interviene para volver más
to se enfocaba eri la instrucció
lado, práctica y r�troalimenta n, mode­ funcional una situación de padecimiep.to (Fernández Álvarez, 2008):
ción. La instrucción (ej.: un
y lecturas estimulantes en hab buen libro a) La teoría de la mente da cuenta del funcionamiento de la acti­
ilidades de ayuda) ofrece una
base de conocimiento. El mo sólida vidad psíquica. Así, por ejemplo, para el psicoanálisis la actividad
delado brinda ejemplos par
tudiantes puedan aprender a que los es­ psíquica reside en la relación dinámica entre procesos primarios y se­
a tra vés de demostraciones
rapeutas expertos. También de psicote­ cundarios y la interconexión entre la conciencia y el inconsciente,
favorecer que observen a sus
modelado valioso, porque les par es es un para el análisis existencial constituye el potencial para el despliegue
brinda la oportunidad de ver
su nivel aplicando las habilid a otros en de una vida auténtica del hombre enfrentado a su propia existencia.
ades. Señalan que es conven
ñar las com pet enc ias en mic ien te ense­ Para el conductismo son las operaciones de conexión entre estímulos
ron ive les, es dec ir, det eni
interacciones y en intervenci énd ose en · y respuestas y el papel de los reforzamientos sobre la conducta, mien­
ones específicas, reparando
lenguaje verbal como en los tan to en el tras que para el cognitivismo es la actividad de conocer tanto a tra­
gestos y posturas, ya que per
estudiantes mejorar sus des mit e a los vés del intelecto como de las sensaciones · y emociones, es decir, la
trezas y al mismo tiempo
conductas problemáticas o min imi za las tarea de procesar incesantemente la información que proviene de to­
inútiles (ej.: interrumpir, hab
mente, la autodevelación ina lar excesiva­ das las fuentes a las que estamos conectados.
propiada o dar consejos).
Consideraremos en este cap b) El modelo psicopatológico abarca la manera en que se concep­
ítulo tres áreas centrales par
trenamiento eficiente en psic a un en­ tualizan los procesos disfuncionales. Explica las razones por las que
oterapia:
Aprender la teoría de la psi las personas padecen un trastorno, dand0, cuenta tanto de la génesis
coterapia
Entrenarse en la práctica clín como del curso de la perturbación y del p�onóstico que puede espe­
ica
Trabajar sobre sí mismo rarse para cada situación clínica. Estable�e la índole del problema y
su grado de severidad.
e) El programa de cambios permite .identificar las condiciones
psicoterapia que facilitan los cambios, así como las fuerzas de la resistencia que se
contraponen a ello. Orienta acerca de los cambios que habrá que
Un desafío particular que operar para resolver o mejorar el problema y se apbya en un conjun­
pueden enfrentar quienes
mando es la diversidad de enf se están for­ to de herramientas o técnicas consistentes con el modelo psicopato­
oques del tratamiento. Al apr
oximarse lógico.
- 23 -
iento
La formación y el entrenam
• 79

78 • PAISAJES DE LA PSICOTERAPIA
do de desarrollo
nd o un a dis cip lin a alcanza semejante gra
Estos comp�pentes constituyen la base de todas las estrategias de Cua va sucediendo algo posi­
er an los mo del os y al hacerlo también
tratamiento y p-geden guiar a los terapeutas en la selección de las me­ ··prolif nes. Al mismo tiempo , se va
ha­
y es que van apareciendo opcio ría co mo a la
jores para cada paciente. Incluso el entrenamiento con manuales de . civ o, to a la teo
r motivos referidos tan
.
o ne ce sar io, po
tratamiento específicos no debe realizarse sin una base sólida de co­ ciend mitan articu-
tra tar de enc on tra r puntos en común que per
nocimientos psicológicos, de la· cual derivan su significado las inter­ práctica, ciones.
iar mutuamente esas op
venciones manualizadas. lar y potenc qu e mejorar la formación y
el entrena-
sen tid o, pen sam os
La teoría de la_ psicoterapia es, entonces, un conjunto de enuncia­ En este do con la integra­
de los ter ap eu tas está fuertemente asocia
dos que están coptenidos en-el esquema mental con que trabaja el te- miento se ha ido concretandO de
. rapeuta para id�ntificar cómo s·e· conforma la demanda, cómo se . En el pla no conceptual, la integración
ción nes académicas y
ra pro gre siv a a me dida que en las institucio
configuran las s�tuaciones clínicas en los contextos involucrados en mane de diferentes· orientacion
es.
sisten cia les co nfluyen psicoterapeutas da d, las
dicha demanda y cómo se articulan con la oferta asistencial disponi­ a os de la especiali
en los eventos científic
ble. Se observa através de preguntas que sirven de guía en el accio­ Al mismo tiempo, delos se han ido aflojan­
araban los distintos mo
nar del terapeuta>ttales como: membranas que sep a en la que se obser­
eso s enc uen tro s son , hoy en día, una ventan
do y cción recíproca de los
q
::� ión que procura la tradu
va una fuerte vocac
j

• ¿Qué vien��a buscar la persona que tengo enfrente?


¿Qué espera de mí? enunciados teóricos. una realidad en.
coterapia es hoy en día

La integración de la psi ón, no habla­


¿Cómo habrá llegado a esta situación? ha bla mo s de la integraci

do . Po r eso , cu an do
¿Qué aspectos de su persona pueden contribuir al problema? el mun una actitud para crear
erencias, hablamos de

mos de disolver las dif nes, que sir­


¿Qué circunstancias del entorno pueden ayudar a hacernos· s patrones básicos, comu

en el cu al ha ya cie rto
entender lo que le ocurre? un campo cientificidad de los
pa ra de fin ir los alc ances de la práctica, la
van s. Las pro­
¿De qué procedimientos dispongo para ofrecerle ayuda? de evaluación que usamo

ien tos y los cri ter ios


¿Cómo ini�gino que reaccionará frente a la propuesta tera­ procedim pueden mejorarse y
entes hasta el momento

est as int egr ati va s vig


pu panora­
péutica?
va lid ez. pe ro má s qu e apostar a ello, un nuevo
aumentar su nos para abordar
se ab re a pa rti r de ah ora: debemos preparar
ma terapia co­
La constatación en la década del 70 de que todas las psicotera­
sit ua da má s all á de la integración. La psico
pias pueden ser efectivas si cumplen con algunas premisas básicas una instancia de su territorio (Fer-
en za a mo ver se en dir ección a la unificación
tuvo una consec��ncia notable (y tal vez impensada en un primer mi
nández-Álvarez, 2003). es para las que
momento), y es q';ie abrió un nuevo frente ·de discusión: ¿son todas de las fuertes innovacion
las terapias igualmente efectivas y para todas las situaciones clínicas? Por otra parte, en la línea cambios revolucio­
apeutas se inscriben los
En estos casi 35 años que transcurrieron desde entonces, vamos acu­ deberán prepararse los ter a en que progre­
s en el cam po de la psi copatología. En la medid
mulando datos q1¡1e nos permiten afirmar que lo sustentado por Lu­ nario los resultados de la
es sobre la efectividad de
borsky (1975) es :sólo cierto parcialmente y referido a los aspectos saron las comprobacion copatológico ba­
ap ia, fue ha cié nd ose claro que el sistema psi
básicos de la terapia. Algunas terapias son mejores que otras para psicoter hace rp.ucho tiem-
os venido usando desde
determinadas situaciones clínicas y por ello vale la pena seguir inves­ sado en categorías que hem
debilidades.
tigando para encontrar programas de tratamiento aún más eficientes po adolece de numerosas
en el futuro. • ;
- 24 -
8o o PAISAJES DE LA PSI COTERA PIA La formación y el entrenamiento • 8r
:1

La psicopatología tradicional que hemos venido aplicando em­ tos en la actualidad es "qué funciona en la,terapia". Queremos saber
plea, entre otras herramientas, un sistema de diagnóstico basado en qué procedimientos funcionan efectivamente, para qué tipo de pa­
la identificación de signos y síntomas que permiten, mediante un che­ cientes, bajo qué condiciones de aplicación, operados por qué tera­
queo de puntuaciones positivas y negativas, determinar si una perso­ peutas.
na presenta señas de padecer algún tipo de trastorno mental. En ese La psicoterapia no es igualmente efectiva en todas sus aplicacio­
caso, se la incluye dentro de una categoría diagnóstica definida. Este nes. Esto se comprueba no sólo al compa�arse las indicaciones para
tipo de diagnóstico habilita la elección de un� intervención terapéuti­ distintos trastornos, sino también al examinar condiciones clínicas es­
ca específica, y ha sido compatible con la del modelo médico clásico. pecíficas como la edad de los pacientes o lkí situación socio-cultural.
La creación de un eje especial que aloje las perturbaciones del des­ Una controversia fundamental es la que se deriva de las observa­
arrollo y las disfunciones de la personalidad ha sido el resultado de ciones que realizan los clínicos versus los aportes que realizan los in­
un pacto para salvar la dicotomía entre síntomas somáticos y pertur­ vestigadores. Nadie puede dudar de la importancia que arroja la
baciones psíquicas. investigación a la hora de enseñar cuál es ei camino para elegir un di­
Para los psicoterapeutas, esos sistemas de diagnóstico suelen ser seño o una técnica terapéutica en particular. Los resultados tienen,
inconsistentes, por ejemplo porque lo que guía el diseño de un pro­ en ese sentido, un carácter prescriptivo, que ayuda establecer reglas y
grama de tratamiento no es el conjunto de síntomas que identifican criterios para indicar un tratamiento. Los .clínicos a veces se mues­
una determinada entidad, sino los objetivos de cambio que el pacien­ tran renuente�.a seguir al pie de la letra los hallazgos de la indagación
te tiene. Esto no se restringe a los problemas de un enfoque particu­ científica, pues sospechan que dichos resultados contienen numero­
lar, por lo que existe una opinión extendida entre los expertos según sos sesgos teóricos que distorsionan las c<)ndiciones concretas que
la cual se impone la transformación del modelo categorial hacia un plantean los requerimientos del paciente.
modelo dimensional. Esto ha llevado a la necesidad de repensar los Dos líneas de desarrollo resultaron claras en la búsqueda de la efi­
sistemas de clasificación en el marco de una profunda renovación de ciencia terapéutica: a) atender a las necesidaqes de diferentes contextos
la psicopatología, asociada a los efectos que está produciendo la in­ y aplicaciones y b) identificar principios g dnerales que fundamentan
vestigación en el terreno de las neurociencias y la psicología básica. determinados resultados de un tratamiento, más allá de las condicio­
nes específicas en que se lo aplique.
La psicoterapia es una actividad práctica, del hacer, de allí la
en �a práctica dinka importancia para el entrenamiento de tener una buena experiencia
clínica. Es común escuchar que los médicos con larga trayectoria en
A medida que fue progresando, la práctica.de la psicoterapia dio servicios de hospitales tienen mucha experticia en el "trabajo de
lugar a una gran diversificación de los procedimientos utilizados y al tripchera". Han atendido una enorme variedad de situaciones y de­
mismo tiempo fomentó la preparación de programas de tratamiento sarrollan un juicio clínico que les permite hacer diagnósticos más
específicos. precisos, identificar matices diferenciales que vuelven más certera la
Los terapeutas estamos abocados de manera intensa a la tarea de intervención. Así también, para los terap�utas, alcanzar suficiente
mejorar nuestro instrumento. Esto significa volcar recursos en la in­ experiencia clínica les permite hacer diagn ?sticos diferenciales y te­
vestigación, contar con métodos para evaluar qué ocurre con nues­ ner sensibilidad y rapidez para decidir cuándo un paciente debe ser
tras intervenciones y propiciar un campo de desarrollo teórico sólido derivado haci� otras fuentes de ayuda que resulten más pertinentes,
- 25 - ya sea porque requiere otro profesional mejor entrenado para tra-
que permita refinar las aplicaciones. El lema que rige nuestros inten-
8:2 • PAISAJES DE LA :PSICOTERAPIA
La formación y el entrenamiento • 83
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t�r su problema específico o un tipo de asistencia


diferente a la psi­
coterapia. mas de terapia. El entrenamiento, consecuentemente, requiere de
Según Hill (2005), en el desarrollo del terapeuta destrezas específicas.
un componente Por ejemplo, las técnicas de entrevista y comunicación facilitarán
clave es la práctica �ontinuada. Es fundamental tener
la oportunidad que la conversación entre el terapeuta y el paciente se establezca con
de ver muchos pacientes, dado que la investigación
indica que los psi­ fluidez y al servicio de los objetivos de la actividad clínica. Un hecho
coterapeutas atribuyen la mayor parte de su éipren
dizaje a los pacien­ básico para el éxito de cualquier terapia es la habilidad del terapeuta
tes mismos. A me��da que avanza el entrenamiento,
los terapeutas para transmitir su con1prensión de los problemas y sentimientos del
· amplían su experiencia en el campo individual hacia dispositivos más
paciente· y el compromiso en favor de su bienestar. El terapeuta debe
complejos tales carpo terapias vinculares, familiares,
grupales o me­ poseer las competencias lingüísticas necesarias para desentramar las
dioambientales. A.Q.9ra bien, la práctica consiste no
solamente en el frases de los pacientes y escuchar todos los significados posibles de
ejercicio del rol, sino que se entrelaza inextricablemente
con la retro­ su relato, de forma que éstos adquieran un mayor conocimiento acer­
alimentación. Las h�bilidades parecen simples hasta
que uno intenta ca de lo que están experimentando. Tempranamente, Rogers (1972)
practicarlas; sólo entonces uno se da cuenta cuán difícil
es pueden re­ hizo hincapié en estas cualidades al puntualizar que la comunicación
sultar. Con la práctjca se aprende además a nivel exper
iencia!, cómo empática requiere que el terapeuta tenga la capacidad tanto de cap­
trabajar en forma copgruente con el propio estilo
personal y qué difi­ tar el mundo íntimo de las otras personas desde su marco de referen­
cultades pueden deberse a las características partic
ulares que se po­ cia como de expresarlo en un lenguaje adecuado a la situación y a
nen en juego al intep¡-tctuar con el paciente.
sus características personales.
El terapeuta en .formación aprenderá hacer la indicación
de psi­ Se han desarrollado procedimientos específicos de entrenamien-
coterapia, a involuc�ar al paciente en el proceso de tratam
iento, a de­ to para instalar el dispositivo de la psicoterapia y establecer la rela­
finir el contexto significativo en el que se desenvolve
rá el tratamiento ción terapéutica, que incluyen habilidades de escucha, de facilitación
y a utilizar las técnic�s más adecuadas para cada
caso. de la actividad narrativa del paciente, capacidad de conseguir que la
Para llevar a cabo estos procedimientos, el apren
dizaje se am­ conversación terapéutica se amolde a las necesidades del paciente y
pliará con el entren��miento en: a) destrezas en la comu
nicación, b) adopte los ritmos y los énfasis que permitan un trabajo productivo.
procedimientos de i.Qtervención y e) sistemas d� evalu
ación. Se han identificado una serie de competencias verbales que constitu­
yen ingredientes activos en las sesiones exitosas de psicoterapia.
a) Destrezas en laHcomunicación
Tras la práctica de estudiarlas, ejercitarlas mentalmente y en entre­
��
! Las competenci interpersonales, en particular las habilidades
vistas simuladas, los terapeutas en formación pueden adquirir un
de� comunicación def��erapeuta, son un component
e central del éxi­ dominio tal que llegan a volverla� automáticas y apenas se dan
to en la psicoterapia� La herramienta de todos los
psicoterapeutas cuenta de que las están utilizando. Algunas competencias conversa­
es la comunicación simbólica traducida fundament
almente en pala­ cionales son: ensayo, clarificación, paráfrasis, reflexión, ofrecer infor­
bras, aunque también es funda ment al el contacto
no verbal. Esta mación, confrontación, interpretación, recapitulación y preguntas,
última abarca la expresión facial, la postura y gestic
ulación, la po­ e incluyen ser verbalmente activo, utilizar un tono expresivo en
sición que ocupa en,�l espacio (el lugar en que se
sienta, la distan­ consonancia con el clima de la sesión y la capacidad de hablar con
cia física), volumen y;1tono de voz, fluidez de expre
sión (ritmo rápido fluidez.
o lento, balbuceo, silencio), forma de saludo. La comu
nicación tam­ El propósito es la ca-creación, entre el terapeuta y el paciente, a
bién implica activid�des o ejercicios, en particular
en algunas for- través de la conversación terapéutica, de narrativas alternativas a la
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84 •
PA 1 SAJE S---0 E LA PS 1 COTE R A P 1 A
?
La formaci !n y el entrenamiento •
85

que trae el paciente, saturado por un problema que conlleva un sufri­


técnicas disponibles. Lo que sí resulta muy útil (especialmente cuan­
miento innecesario (Fernández Liria y Rodríguez Vega, 2002) . do se trabaja con una mentalidad integrad.o.ra) es que la formación
Entendemos la psicoterapia como un proceso de desarrollo na­
provea el conocimiento general sobre las 4iferentes modalidades y
rrativo, como un relato compartido que será más eficiente cuanto capa cite al terapeuta en el manejo de alguiJ,as técnicas en particular
más amplio y más rico. De allí la necesidad de que el terapeuta en (Castonguay, 2000).
·

formación pueda disponer de un menú de herramientas que le permi­


tan desarrollar al máximo un repertorio comuriicacional.

La formación general contempla acced r al conocimiento de un
repertorio básico de procedimientos que incluya:
La capacidad empática del terapeuta puede c�:mtribuir a ayudar a
este propósito haciendo que el paciente sienta contención, ayudán­
dolo a entregarse y a pensar que está en un ámbito seguro. Se trata
-Técnicas orientadas al insight
de una competencia natural para establecer un puente de resonancia
-Técnicas experienciales y vivenciales
vivenCia! con el paciente que sirva para que éste perciba la conexión
que el terapeuta tiene con su problema y pueda, en consecuencia, -Técnicas orientadas al cambio de conducta

confiar en él. Hay otras cualidades intrínsecas y relacionales que un -Técnicas dirigidas al cambio interacciona!
terapeuta en formación tiene y que vuelca intüitivamente en la tarea
con su paciente, como la capacidad para generar motivación, que se
desprende de la energía con que el terapeuta incide sobre el paciente
para elevar su expectativa de curación. Así como la inteligencia, que La elección del diseño terapéutico será más eficiente cuanto ma­
es la dotación que abre las puertas a la comprensión de los proble­ yor sea la cantidad de alternativas instrumentales con que el terapeu­
mas planteados por el paciente y sus posibles soluciones. ta pue�a contar. En el entrenamiento, el terapeuta en formación
Las competencias naturales constituyen habilidades de las que deberá alcanzar el dominio de este conjunto de técnicas que abarca
dispone un terapeuta para su trabajo sin que ·medie ningún entrena­ las condiciones clínicas más habituales, adquiriendo especial conoci­
miento particular. Aunque no son el resultado del aprendizaje, un sis­ miento de cómo y cuándo aplicarlas, qué mecanismos de cambio
tema de entrenamiento eficiente puede �yudar a incrementar el registro promueven y cómo evaluar sus resultados.
consciente de dichas habilidades y asesorar además sobre las mejores Es muy importante destacar que quien se dedique a la clínica
condiciones en que pueden operarse, favoreciendo aplicaciones de debe cuidarse de tomar muchos recaudos para no caer en la tenta­
mayor utilidad (Fernández Álvarez, 2003). ción del tecnicismo, es decir, de aprender sólo técnicas. Recomenda­
mos tratar de estudiar la clínica en un sentido más amplio, ya que es
b) Procedimientos de intervención necesario ser terapeuta en un sentido general . Es indispensable la ar­
En este apartado se incluyen las diferentes técnicas disponibles ticulación con las cuestiones referidas a los factores comunes de
la
que sirven para promover los procesos de cambio. Se trata de un con­ tarea clínica. De lo contrario, aunque el entrenamiento puede llegar
junto muy diverso y extenso: procedimientos verbales, dramáticos, a ser muy potente desde el punto de vista tecnológico, tenderá a
fa­
comportamentales, gráficos, expresivos, lúdicos, corporales, medita­ vorecer muchísimo la creación de tecnócratas de la terapia.
tivas, de la imaginación, etc. De modo que ningún programa de en­ La manera en que se expresa la necesidad de ayuda en cada pa­
trenamiento lo podrá cubrir en su totalidad y tampoco se espera de ciente es absolutamente singular y la relación terapéutica sigue
sien­
un terapeuta que esté calificado para la implementación de todas las - 27 - do el mejor predictor de los resultados. Esto requiere, por lo tanto,
� �.
La formación y el entrenamiento •
87
86 • PAISAJES DE J A PSICOTERAPIA

diseños personali�ados, lo cual no debe excluir atender a los princi­ el uso de las tecnologías de la información, técnicas de realidad vir­
Internet en los
pios generales, qúe contribuyen a la mayor efectividad en nuestros tual, realidad aumentada y telepsicología basadas en
pr ogramas terapéuticos requieren una formación y entrenamiento es­
resultados. La pskoterapia basada en principios aparece como la
propuesta del futuro. Varios programas se desarrollaron en los últi­ pecial, tanto en el conocimiento de sus alcances, e1 uso del instru­
mos años en concordancia con ello. Uno de ellos, ampliamente di­ mental, la comunicación al paciente de su utilidad y la forma de

fundido, es el Sr, tematic Treatment Selection (Beutler y Harwood, funcionamiento como los ajustes en la relación terapéutica.
2000). Se trata de: un modelo que permite evaluar y rastrear el curso
de una psicoterapia sobre la base de una serie de principios que sir­ e) Sistemas de evaluación
ven para testear la marcha del proceso y la calidad de los resultados. La evaluación ocupa en el campo de la psicoterapia actual un lu­
gar muy relevante. Lo primero a tener en cuenta es que un terapeuta
El desarrolloH:le los denominados Tratamientos Empíricamente
es un operador de cambios, alguien interesado en promover ciertas
Sustentados ha si�o de gran relevancia para la práctica. Su principal
modificaciones en la situación de un paciente. Contrasta con un teó­
finalidad es la idefi.tificación de la correspondenciá entre procedimien­
rico o un psicopatólogo, que puede interesarse en el estudio de las
tos específicos y situaciones clínicas específicas. La premisa funda­
condiciones mentales o clínicas de una persona sin tener la responsa­
mental de los TE� es encontrar procedimientos de probada eficiencia
bilidad de producir ciertos cambios. Una consecuencia importante es
con la mejor relación costo-beneficio posible. Los avances logrados
que un terapeuta trabaja bajo la presión de tener la mejor ecuación
en esa dirección s,e traducen actualmente en la existencia de un im­
entre los costos de su intervención y los beneficios a obtener. Esto
portante número 4e programas de tratamiento basados en manuales
vale para todos los aspectos de la terapia, incluida la dedicación que
específicos de int�rvención. Sin embargo, la práctica de la psicotera­
puede darse a la evaluación misma.
pia sigue demostrando que su efectividad no depende de las cualida­
Los terapeutas recurren a ella para cubrir diversas necesidades. Los
des de esos progrf1rnas, sino que requiere también de las habilidades
fines para los que se la utiliza se agrupan en tres grandes categorías:
g
de los terapeutas ue los aplican.
En los últimos años se han desarrollado también de manera con­
siderable otros f9rmatos y dispositivos. Un ejemplo de ello son las
Vinculadas al diseño terapéutico. Son evaluaciones que sirven para
técnicas de escritll,ra y el trabajo del paciente fuera de las sesiones,
la toma de decisiones. Se desdoblan en tres tipos: realizadas en
que fueron ocupq�do un lugar cada vez más importante. Las tareas
el momento inicial, durante la terapia o al finalizar la misma.
intersesión (TIS) $on un elemento de gran utilidad para incrementar
la eficiencia de las, �intervenciones: los cambios más importantes pue­ Diseñadas para conocer los cambios que produce la psicoterapia.
den surgir de una1�area que el paciente realice entre una y otra sesión Se dividen en dos grandes grupos: evaluaciones de proceso y de
y donde pueda re,querirse la ayuda de otros significativos. Los ma­ resultados.
nuales para aplic�ción de tareas intersesión están proliferando en este
Dirigidas a estimar la eficiencia de la terapia y los beneficios
momento, por lo;.que bien puede decirse que asistimos a un nuevo
potenciales que produce. Se las agrupa en dos tipos, según el
tiempo instrumen��l.
modelo de investigación al que se ajustan: de eficacia y de
Acorde con es·� evolución, la psicoterapia se nutre de nuevos de­
efectividad.
sarrollos tecnológ�cos. El empleo de Internet es uno de los mejores
ejemplos. La utilii.�ción de las nuevas tecnologías ha experimentado tk:��..r���-��-�-c"..f.?S.�����"$.���@����:$.1��W.'f..1t�iS�!��':"X::':t.m:t:�&.1t��w.����""��:%

un incremento co�siderable en los últimos años. La incorporación y - 28 -


88 PAISAJES DE LA PSICOTERA PIA
La formacion y el entrenamiento


89

Es frecuente que los programas de fr.�rmación y entrenamiento se


asistencia terapéutica. También la encontramos en los restantes terre­
centren en las primeras, dirigidas al desarrollo de las evaleaciones
nos que conforman la práctica de la disciplina: el entrenamiento y la
útiles para el diseño de la psicoterapia. Se trata de las modalidades
supervisión.
más tradicionales, aquellas que se utilizaron desde los comienzos de
El terapeuta deberá aprender sobre sí mismo y encontrar cami­
la práctica, y suelen diferenciarse según el momento de la ·:erapia al
nos apropiados para la autoreflexión, no sólo para potenciar su tra­
que se aplican.
bajo sino para asegurar su cuidado perso · nal. Por tratarse de un
Una primera modalidad está constituida por las evaluaciones que
trabajo emocionalmente tóxico, en que el profesional está expuesto a
se llevan a cabo antes de poner en marcha un tratamiento, una se­
situaciones de sufrimiento, ira, crueldad, etC:, es alto el riesgo de bur­
gunda forma son las · que se llevan a cabo para monitorear el curso
nout. El desgaste psíquico suele ser muy insidioso, ya que el estímulo
de la terapia y una tercera corresponde a los modelos de evaluar los
estresógeno no es visible y sus efectos inciden en la calidad del traba­
procesos al final de la terapia (Fernández Álvarez, H. 2006).
jo, generando .un círculo vicioso de malestar. Ju&tamente por eso el
1. Evaluación en el nivel inicial. Son de dos tipos:
terapeuta debe estar bien preparado. Para ello cuenta con tres valio-
a. Por un lado, la clásica adm inistración de entrevistas y prue­ · ·

sos pilares :
bas psicológicas (y complement a rias) para determinar el a) Cultivo de competencias y cualidades en la vida cotidiana
diagnóstico del paciente. Esto es, recoger datos sobre la es­
b) Terapia personal
tructura psicopatológica, la disposición a la terapia y otras e) Supervisión
dimensiones que pueden servir para realizar un diseño de
psicoterapia. a) Cultivo de competencias y cualidades en la vida cotidiana.
b. Otro tipo es el registro de ciertas dimensiones que pueden ¿Qué cosas de la experiencia cotidiana: �on útiles para estar me­
considerarse relevantes para los principios de la psicotera­ jor preparado?
pía. Por ejemplo: nivel de resistencia, la red social de apo­ Tolerancia frente a la diversidad. La experiencia de vida no con­
yo, la vivencia subjetiva del malestar.
siste en el cúmulo de acontecimientos, sino en el ejercicio de la to­
2. Durante el proceso terapéutico pueden emplearse pruebas que lerancia frente a la diversidad . Supone que el terapeuta sea una
sirvan para chequear los progresos del paciente. person3 libre de prejuicios y logre la may�r plasticidad posible en
3. En el final del tratamiento se realizan pruebas que permiten
relación con las creencias y sistemas de va:lores. Significa entender
constatar la situación del paciente y comparar a su vez con el las diferencias entre cada persona y sus propias experiencias y estar
momento inicial. Este tipo especial de evaluación pre y post lo más abierto posible a aceptarlas. Es importante, para los terapeu­
tratamiento es una de las formas más características de eva­ tas que trabajan con pacientes de culturas diferentes, desarrollar
luación. competencias multiculturales, tales como: tener sensibilidad ante las
diferencias del lenguaje y de los comportamientos no verbales, tener
¡
un comportamiento íntimo adecuado a las expectativas culturales,
r sobre si mismo ser sensible a la estructura de la familia,'cbmprender las diferencias
de valor es , etc. Asimismo, es fundamentafla proximidad verbal. El
Enfocar nuestra atención en la persona del terapeuta, en lugar de lenguaje deberá ser apropiado a las características sociales, culturales
atender exclusivamente al método de tratanüento y las condiciones y nivel de instrucción de los pacientes y es conveniente evitar la jerga
clínicas del paciente, es una tendencia que no sólo se observa en la - 29 - de la disciplina, con la que el consultante no está familiarizado.
La formación y el entrenamiento • ·
9I
90 • PAISAJES DE LA PSICOTERAPIA

Máximo desarrollo del repertorio comunicacional. Comunicarse (R0onnestad & Ladany, 2006). La importancia que se le adscribe se
eficazmente con los pacientes mediante el empleo de un lenguaje asocia a la necesidad de procesar los conflictos personales propensos
apropiado y de comportamientos no verbales. La psicoterapia es un a ser una fuente de dificultad al afrontar el trabajo y a la necesidad
proceso de desarrollo narrativo, un relato compartido; por lo tanto, de incrementar el nivel de autoconciencia del terapeuta. Mucho ha
cuanto más amplio y rico el repertorio comunicacional, más eficien­ cambiado en la disciplina desde que Freud proponía que la terapia
te. En este sentido será útil todo lo que contribuya a aumentar la flui­ personal era la parte más profunda y rigurosa de la formación del te­
dez comunicacional,Ja facilidad de palabra. Para ello, el profesional rapeuta y recomendaba volver a la terapia como modo de aliviar la
apela a un menú de herramientas variadas (ej. relatar situaciones, au­ carga inherente a la prá�tica del psicoanálisis. Más adelante, estas ide­
mentar el vocabulario, lecturas estimulantes). as se volvieron compatibles con los otros modelGs de psicoterapia.
Capacidad para hacer un balance del momento en que se encuen­ Con la expansión de la psicoterapia y su aplicación a una creciente
tra su labor. variedad de problemas en diferentes contextos, es probable que la
Se necesita alta motivación para realizar bien la tarea terapéutica necesidad de terapia personal tienda a incrementarse a la luz del gran
y supone un buen punto de equilibrio entre la necesidad que el tera­ peso emocional y funcional, que recae en los hombros del profesio­
peuta tiene del paciente y la que el paciente tiene de él. Los terapeutas nal. El terapeuta debe atender a su cuidado personal buscando ayuda
más eficientes son los .que se involucran más y tienen más compromi­ y orientación personal y terapéutica para alcanzar el bienestar emo­
so, pero es necesario que puedan hacer un buen balance del lugar que cional y el equilibrio psíquico necesario para realizar su tarea.
ocupa su profesión y la necesidad de reconocimiento social en cada Por cierto, en la actualidad, en algunas partes del mundo y espe­
momento de su desarrollo. cialmente en la mayoría de los países de Europa, es obligatorio tener
La situación vital designa aspectos circunstanciales que afectan la un número de horas de psicoterapia para estar acreditado como te­
participación del terapeuta. Son condiciones particulares que impac­ rapeuta.
Con respecto a la terapia personal, existe consenso acerca de que
tan su vida y que, en muchos casos, son perturbadoras del desempe­
ño profesional. Situaciones de duelo, cambios socioeconómicos deben distinguirse claramente dos funciones: a) mejorar la condición
clínica y b) el aprendizaje del dispositivo. La primera se liga a las ne­
· agudos, modificacion�s de su sistema familiar, enfermedades físicas,
etc., son fenómenos que pueden alterar la práctica de manera signifi­ cesidades particulares de cada terapeuta y está dirigida a su equili­
cativa. Tales circunstancias suelen requerir una atención particular, brio emocional. La segunda se relaciona con el entrenamiento y
para evitar una actuación negativa sobre el paciente. consiste en una transmisión indirecta de conocimiento conectada ai
modelo formal de cambio.
Según Norcross, Strusser-Kirtland & Missar (1988), el propósito
b) Terapia personal
más común de la terapia personal es mejorar el trabajo como clíni­
La gran mayoría de los profesionales de la salud mental, indepen­
cos. Los mecanismos de este proceso son complejos, pero existen por
dientemente de su área- profesional, han hecho una psicoterapia perso­
lo menos seis temas en común en la literatura:
nal, usualmente en más de una ocasión (Geller, Norcross & Orlinsky,
2005). Dada esta prevalencia de la psicoterapia personal entre los te­
rapeutas y su alto reconocimiento como un catalizador del desarro­
llo, es sorprendente que no se haya realizado más investigación sobre
el tema. De todos moc),os, la investigación realizada hasta el momen­
to indica que puede influenciar positivamente el proceso terapéutico - 30 -
92 o PAISAJES DE LA PSICOTERA PIA La formaé!ón y el entrenamiento • 93

e) Supervisión
El proceso de formación se completa con un adecuado sistema de
supervisión. En este caso se obtendrán mejores resultados cuando el
Mejora el funcionamiento emocio-
proceso esté centrado en las competencias :y el nivel de desarrollo del
Convierte la vida del terapeuta en ¡

nal y mental del terapeuta


supervisado.
más gratificante
¿En qué consiste la supervisión? Básicamente, se trata de expo-·
ner lo que pasa en el trabajo cotidiano a1la observación de otros ..
Provee una mejor comprensión de Permite que el terapeuta conduzca
Justamente, el objetivo central es ampliat'la capacidad de observa­
la dinámica personal e interpreta- el tratamiento con perceptiones
ción, generar otros puntos de vista. Esta necesidad se apoya en que
ción de sí mismo más claras y reduce contratransfe­
la experiencia por sí sola no aumenta la eficiencia, ya que las perso­
rencias potenciales
nas tendemos a habituarnos a los modos de comportamiento y nos
volvemos rígidos en el desempeño. Durante la supervisión, el super­
Alivia el estrés y la carga inherente Mejora el manejo de los problemas
visor y el terapeuta pueden examinar sistemáticamente casos especí­
a la profesión impuesto por la tarea
ficos de tratamiento y cuestiones del proceso como un método para
incrementar tanto la conciencia del terapeuta como las habilidades
Sirve como un experiencia profun- Favorece la convicción sobre la efec-
para manejar las complejidades del trabajó con el paciente. La super··
damente socializadora tividad de la psicoterapia y facilita la
visión reduce: la ansiedad del supervisado.:y la ambigüedad del rol e
internalización del rol de curador
incrementa la confianza en la práctica guiada.
Según R0onnestad & Ladany (2006), �os profesionales de varia··
Pone al terapeuta en el lugar del Aumenta la sensibilidad y el respeto
dos antecedentes, en diferentes países y eri todos los niveles de la ca-­
paciente por las dificultades del paciente
rrera, consideran la supervisión como influencias muy importantes en
su desarrollo. Sin embargo, no es fácil establecer cuáles son los bene-­
Ofrece una oportunidad intensiva Modela las habilidades interperso-
ficios que puede extraer un terapeuta corila supervisión. De hecho,
para la observación de métodos clí- nales y técnicas
no existe hasta la fecha investigación sufiCiente que examine la rela­
nicos
ción entre la supervisión y los resultados de los tratamientos para los
pacientes. La famosa pregunta de Paul (19.67) ¿Qué intervención� de
qué superviso� será más efectiva para un terapeuta partícula� en una
supervisión específica� bajo qué circunstancias� para ofrecer el tipo de
tratamiento más efectivo para un paciente específico� con un proble·­
En síntesis, la terapia personal tiene múltiples propósitos que
ma particular? es la mejor expresión del acertijo que implica hoy sa··
convergen hacia las metas de mejorar el trabajo clínico y cuidar al
ber en qué medida y de qué manera es útil la supervisión.
mismo tiempo la propia salud e integridad en el transcurso de nues­ Lo cierto es que también existe cierta evidencia de que los supervi­
tro trabajo. El cuidado de sí mismo se expande conformando parte sores pueden. perjudicar e incluso dañar al terapeuta al punto de afec­
de equipos de supervisión que permitan ponderar y regular las condi­ tar negativamente su trabajo (R0onnestad & Ladany, 2006). En
ciones contratransferenciales en juego. principio, resu]ta contraproducente que el 'supervisor se concentre en
transmitir su propia experiencia. No consiste en una "súper visión", es
- 31 -
94 • PAISAJES DE LA PSICOTERAPIA La formación y el entrenamiento •
95

decir, en un proceso en que un terapeuta que sabe le diga al aprendiz más espontánea y a probar diferentes técnicas. Su aliento me liberó
qué hacer, sino que se trata de un intercambio que ayude al supervisa­ para confiar más en mi intuición como terapeuta.
do a expandir sus propias capacidades y que estimule la auto-reflexión Para finalizar, citaremos a Jennings & Skohvolt (1999) en su des­
sistemática. Los terapeutas se benefician al recibir·supervisión de múl­ cripción de los grandes terapeutas: Existe alguna evidencia que sugie­
tiples fuentes o supervisores con diferentes tipos de énfasis profesiona­ re, que el mejor terapeuta tiene los siguientes atributos: son aprendices
les. Un elemento clave de esta suposición es que cada· supervisión voraces, extraen de la experiencia, valoran la complejidad y ambigüe­
puede proveer una perspectiva ligeramente diferente aunque comple­ dad cognitiva, son receptivos emocionalmente y sanos mentalmente y
mentaria acerca delos fenómenos clínicos. En este sentido, resulta muy pueden atender a su propio bienestar emocional, son conscientes de
recomendable que;se lleve a cabo no sólo con expertos sino también cÓmo su saÍud emocional afecta su trabajo, tienen fuertes habilidades
con grupos de pare�. Esta modalidad tiene algunas ventajas significati­ para relacionarse y son capaces de utilizar estas habilidades para rela­
vas. En primer lug:;¡r, a través del aprendizaje vicario se multiplican las cionarse en la terapia. Todo ello es lo que cada terapeuta buscará esti­
oportunidades de ksimilación de experiencias. Los estudiantes obser­ mular en el estudio, en la práctica y en su trabajo personal.
van modos alternativos en que sus pares encaran y resuelven las situa­
ciones clínicas. Al mismo tiempo, participan con sus aportes en casos
ajenos, favoreciendo que desarrollen procesos cognitivos de percep­ Bibliografía
ción, exploración, análisis, regulación emocional, etc. en calidad de t,W. (2006).
Bambling, M.,King,R.,Raue,P.,Schewitzer,R. & Lamber
observadores. Todo esto contribuye a que el aprendizaje y la evalua­ ted workin g alliance and
Clinical supervision: its influence in client-ra
ción del trabajo se desenvuelvan en un marco de mayor tranquilidad. client symptom reduction in the brief treatment of major
depression.
Se acepta que se pueden cometer errores, tener olvidos y experimentar Psychotherapy Research, 16,317-331.
dudas en el curso de un tratamiento, en un clima de ayuda mutua. Psychotherapy. A
Beutler,L. E. & Harwood,T. M. {2000). Prescrip-tive
Por otra parte, la supervisión requiere un ·adecuado registro de lo Practica! Guide to Systematic Treatme nt Selectio n. New York: Oxford ,
que sucede en las sesiones. Grabar y/o filmar las propias sesiones o University press.
llevar notas escritas constituye un recurso fundamental para optimi­ Boswell ,J.F. & Canstonguay,L.G. (2007) P sychotherapy training: sugges­
zar la tarea. En primer lugar, el terapeuta puede volver a las se�iones tions for core ingredients and future research. Psyrhotherapy Theory,
tal y como fueron,>mientras que al relatarlas apela a su memoria que Research, Practice, Training, 44, 378-383.
selecciona de un modo particular. Esto le permite tener un feedback Castonguay,L.G. {2000). A common factors approach to psychotherapy
muy valioso al verse y escucharse en su interacción con el paciente training. ]ournal of Psychotherapy Integration 10 (3) 263-282.
como otro observador del proceso. El registro, aun con notas escri­ (2004 ). "Los psicoterapeutas,¿nacen o se ha­
Consoli A. J. y Machado P. P.
tas, permite sondefir la evolución de la terapia y da lugar � la super­ cen? Las habilidades naturales y adquiridas de los psicoter
apeutas: im­
visión de procesos ;é:l través del tiempo. plicaciones para la selección,capacitación y desarrollo profesio
nal". En:
Como experta �erapeuta, investigadora y entrenadora de terapeu­ H. Fernández-Alvarez y R. Opazo (Comps .). La integrac ión en Psicote­

tas, Clara Hill (2005) afirma al narrar su experiencia: Decididamente rapia. Manual práctico {pp. 385-451),Buenos Aires: P aidós.

tuve la cantidad de supervisión requerida durante mi posgrado y me entrenamiento en


Fernández Alvarez,H. {2003). Formación de terapeutas,
ayudó a obtener co'nfianza en mis habilidades como terapeuta... ten­ . La Psicotera­
habilidades terapéuticas. En H. Mesones Arroyo (Comp)
l Ananké.
go recuerdos especificas de la ayuda que me proveyó la supervisión pia y las psicoterapias (pp.385-403). Buenos Aires: Editoria
durante mis años de residencia, porque el supervisor me alentó a ser - 32 -

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