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UNIVERSIDAD DE MARGARITA

SUBSISTEMA DE DOCENCIA
DECANATO DE CIENCIAS ECONÓMICAS

EL MITO DE LA CAVERNA

Ética y Deontología Profesional

Elaborado por: Estefanía Malaver Millán

El Valle del Espíritu Santo, febrero 2023.


En el mito de la caverna, Platón busca representar la actitud de la persona humana que observa
los efectos de la percepción, pero sin preguntarse nunca cuales son las causas. Una obra que da
lugar a un mundo de luces y de sombras, y que nos muestra la relacione entre lo físico y la
percepción de los sentidos.
Entrando en contexto, Platón en esta obra nos pide que nos imaginemos en una caverna
subterránea que tiene una abertura por la que penetra la luz. En la cueva viven algunos seres
humanos que se encuentran con las piernas y los cuellos atados por cadenas desde su infancia, de
tal manera que solo pueden ver el muro del fondo de la cueva, por lo cual, nunca han visto la luz
del sol; por encima de ellos y a sus espaldas hay una hoguera, y el fuego que emana de esta, hace
que se vea como una especie de pantalla en la pared del fondo de la cueva, justo en frente de los
prisioneros, al mismo tiempo al frente de la caverna pasaban hombres portando distintos objetos,
de manera que estas cosas que llevaban aparecen reflejados por encima del borde de la pared; de
esta manera, los prisioneros que se encuentra de frente al fondo de la cueva no pueden verse entre
ellos, ni tampoco los objetos que son transportados a sus espaldas, solo ven la sombra de ellos
mismos y la de los objetos.
Hasta acá, Platón intenta explicar la existencia de dos mundos, el mundo sensible que es el que
podemos conocer por medio de los sentidos, y el mundo de las ideas que es el que podemos alcanzar
por medio de la razón. Platón nos hace ver que los prisioneros perciben su propia realidad a través
de las sombras, ignorando que existe algo más allá de lo que ellos conocen.
Sin embargo, podemos ver que uno de los prisioneros al logra escapar de la caverna, le costaría
adaptarse poco a poco a la luz del sol, pero después de un tiempo seria capaz de ver los objetos
concretos y sensibles, de los cuales antes solo había visto sus sombras o reflejos. Al salir de la
caverna y observar la luz del día se da cuenta de una realidad que antes ignoraba, lo cual le
proporciona una incomprensión de lo que antes creía ser y del mundo que lo envolvía. Después de
esto, decide volver a la caverna y explicarle a los demás lo que ha descubierto para compartir su
conocimiento, pero se encuentra con unas personas que se han convertido en adictos a su forma de
pensar, sin cuestionarse las causas, y sin ganas de adquirir un conocimiento más allá del que ellos
ya perciben.
De esta manera, se puede interpretar que en este mito Platón identifica a los seres humanos como
los prisioneros, las sombras de los objetos representa lo que nosotros vemos o captamos a través
de los sentidos y pensamos que es real, y los objetos que se encuentran fuera de la caverna y que
los prisioneros no logran ver, seria el mundo de las ideas.
Ahora bien, este mito tiene distintos planos de análisis en razón al punto de la historia en el que
decida enfocar. En primera instancia, el mito se refiere a la naturaleza humana y a nuestras propias
limitaciones para alcanzar la plenitud del conocimiento, el paso de la ignorancia al mundo de las
ideas es posible solo si nos liberamos de nuestras ataduras perceptuales y buscamos el
conocimiento a partir de la reflexión intelectual.
Por otra parte, si tomamos al sol como una metáfora del bien y del verdadero conocimiento y al
prisionero liberado como representación de la figura de una persona sabia, podríamos ver en el
mito la postura de Platón en cuanto a la importancia de la sabiduría para guiar a las personas hacia
el conocimiento y del lugar del sabio como aquel que ha alcanzado un estudio superior y estaría en
condición de mostrar a otros la verdad. En este ámbito, el mito también nos muestra cómo no solo
es necesaria la presencia de un maestro que nos guíe, sino, sobre todo, la voluntad para buscar el
conocimiento y el deseo individual de abandonar la ignorancia.
Finalmente, causa curiosidad como esta visión que nos ofrece el mito de la caverna se puede
puede visualizar también la vida real, con respecto al patrón que todos seguimos y por el que, si
nos salimos de lo dictado, empiezan a juzgarnos y a criticarnos. Lo que nos lleva en varias
ocasiones, a pensar que un error es un fracaso, lo cual, puede influir en que abandonemos cualquier
proyecto al primer contratiempo, sin embargo, si no nos dejamos llevar por esta idea, cultivaremos
nuestra curiosidad y el error dejará de ser un demonio asechándonos con negatividad. Así, el
cambio de perspectiva no solo conseguirá que dejemos de temerlo, sino que cuando lo cometamos
estaremos en disposición de aprender de él.

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