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Analiza con sumo detalle las entradas, tales como ventas registradas, inversiones, franquicias y
demás. Asimismo, registra las salidas que incluyen: costos de producción, costos de distribución o
de envío, compras a proveedores, mantenimiento, sueldos, pagos por comisiones, renta del local y
gastos generales de la empresa por servicios: energía eléctrica, gas, internet, agua, etc.
Un presupuesto empresarial nos ayuda fundamentalmente a fijar las metas del negocio a corto,
mediano y largo plazo. En el caso de los puestos directivos sirve como referencia para la
administración de las próximas actividades de la organización. También pretende aumentar las
ganancias a través del manejo óptimo de recursos.
A su vez, contribuye a una revisión periódica que permite detectar posibles inconvenientes en la
administración, para encontrar soluciones y tomar decisiones sustentadas. En sí un presupuesto
empresarial muestra exactamente dónde es necesario reducir gastos o aumentar la eficacia de los
recursos de la compañía.
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Para elaborar cualquiera de los anteriores tipos de presupuesto han de seguirse varios pasos. Por
poner el ejemplo de la elaboración de un presupuesto maestro, estas serían las etapas del
presupuesto que habrían de seguirse:
1. Definir la situación financiera de la empresa para poder hacer un presupuesto realista y
alcanzable.
2. Tener claros los objetivos y metas de la organización, porque serán estos los que
determinarán hacia dónde se dirigirán los recursos e inversiones.
3. Analizar los datos históricos de la propia empresa: los ingresos y gastos de años anteriores
serán el punto de partida para hacer una estimación de los del ejercicio que se está
presupuestando.
7. Hacer un control periódico del presupuesto para comprobar si se están cumpliendo las
previsiones o se producen desviaciones.
8. Realizar los ajustes necesarios en el presupuesto confrontando las previsiones con los
datos reales.
TIPOS DE PRESUPUESTOS
Las etapas de la planeación financiera constituyen 4 pasos básicos (Méndez 2000, citado por
Puente, Viñán y Aguilar 2017):
1. Establecer metas.
2. Recopilar información.
4. Implementar el plan.
Además de estas etapas es muy importante que se realice la comparación con lo real y se
justifiquen las variaciones o el presupuesto no estará completo. Cada partida debe comprobarse y
determinar las razones de que sean mejor o peor. Por ejemplo, el ingreso puede cumplirse porque
hubo un aumento de precio de venta, sin embargo, la variación de cantidad vendida podría ser
desfavorable y esto afectará lo producido o el inventario de mercancías.
Tal y como indican los autores, el plan debe ser estratégico y pensado en el largo plazo, pero
adaptado al corto plazo. Cuando se hace presupuestos de capital, para cambio o adquisición de
activos, se recomienda tratar de evaluar muy bien todos los detalles que se tienen, pues los
riesgos son mayores y las pérdidas de mala planificación afectarían varios años.