Está en la página 1de 32

Marcelo Pedro Russo VERSIÓN ESCRITA | CLASE 4

Salud y enfermedad
Perspectiva neuroinmunoendocrinopsicológica

Concepto de Salud ................................................................................................................................. 2


Síntoma .................................................................................................................................................. 3
Signo ....................................................................................................................................................... 5
Síndrome ................................................................................................................................................ 6
Introducción a la neuroinmunoendocrinopsicología ............................................................................. 7
Sistema endócrino ................................................................................................................................. 9
¿Cuáles son las principales funciones del sistema endocrino? .............................................................. 9
¿Cómo está conformado el sistema endócrino? ................................................................................... 9
Las glándulas endocrinas ..................................................................................................................... 10
La glándula pituitaria ........................................................................................................................... 11
El hipotálamo ....................................................................................................................................... 12
El timo................................................................................................................................................... 12
Los testículos ........................................................................................................................................ 12
Los ovarios............................................................................................................................................ 13
La tiroides ............................................................................................................................................. 13
Las hormonas ....................................................................................................................................... 13
Naturaleza química de las hormonas................................................................................................... 15
Propiedades generales de las hormonas ............................................................................................. 16
Endocrinología de la conducta ............................................................................................................. 16
Sistema inmune.................................................................................................................................... 19
La comunicación en el sistema inmune ............................................................................................... 20
Inmunidad natural o inespecífica ......................................................................................................... 21
Inmunidad específica ........................................................................................................................... 21
Relación neuroinmunoendocrina......................................................................................................... 21
¿Cómo se lleva a cabo esta comunicación? ......................................................................................... 21
La respuesta de estrés .......................................................................................................................... 22
Evidencias ............................................................................................................................................. 25
Síntesis ................................................................................................................................................. 28
Nota de cátedra .................................................................................................................................... 31
Ejercitación ........................................................................................................................................... 31
Bibliografía ........................................................................................................................................... 31
Marcelo Pedro Russo VERSIÓN ESCRITA | CLASE 4

Concepto de Salud

El concepto de salud ha mutado, la OMS (Organización Mundial de la Salud), en la primera


mitad de siglo XX entendió a la salud “como un estado de completo bienestar físico, mental
y social, y no sólo como la ausencia de afecciones o enfermedades”, la salud entonces, no
solamente es lograr los equilibrios biológicos, se piensa desde ese organismo que también
pertenece a un sistema de valores, como una noción en tanto las relaciones humanas con el
orden social.
Esto indica, por ejemplo, que puede por parte de una sociedad, ser aceptado o establecido
que se está enfermo si se sostiene una conducta sexual diferente al condicionamiento
prescrito por nuestras células germinales, según la cultura, o que la obesidad es garantía de
sabiduría o en las mujeres de menos riesgo del niño por nacer.
Estos conceptos deben evolucionar realmente, desde la opinión de cátedra la buena salud o
mala salud es un estado en tránsito y es un recurso, se lo puede promover, prevenir, cuidar y
atender, este recurso es para la vida y no el objetivo de la vida.
Estar sano tiene que ver con no perder el potencial de capacidades homeostáticas y de
adaptación, según la edad y las condiciones sociales. Por ejemplo, un anciano que ha perdido
en promedio el 40% de su potencial de discriminación óptica, puede colocarse lentes y ya “no
padece”, pero si no tiene un sistema de acceso al bien “lentes”, ese mismo anciano
“padecerá”
Conocer el estado de salud de los individuos es estudiar los diferentes determinantes
relacionados con la biología de la persona, con el medio ambiente, con el sistema de salud
que le atiende y con los estilos de vida que caracterizan su comunidad y, por consiguiente,
con su cultura.
Generalmente prefiero y mayormente en el ámbito de la Educación, apelar a la palabra
trastornos, y no enfermedad, las diferencias no son sutiles, el concepto de trastorno sirve
para describir las señales del estado actual del sujeto, mientras que el de enfermedad señala
una relación de causalidad, porque incluye las causas concretas (etiología) e implica en todo
rasgo la falta de salud.
Un niño con hipoacusia tratada, por ejemplo, con un implante coclear, si está controlado su
funcionamiento, presenta un trastorno auditivo no una enfermedad auditiva, pues de nada
impactaría si la causa es malformación genética o un accidente doméstico, lo importante es
si puede recibir, en mayor o menor grado estímulos sonoros, identificarlos, o si hay que
adaptar las estrategias de enseñanza según las cualidades particulares de aprendizaje.
Las representaciones y prácticas de salud no son hechos aislados ni espontáneos, pues tienen
un desarrollo y una ubicación en el tiempo y en el espacio, en estrecha relación con la realidad
económica, política, social y cultural de una comunidad o de un grupo social.
Marcelo Pedro Russo VERSIÓN ESCRITA | CLASE 4

Por otro lado, considero fundamental que pensemos el estatus de salud, como dinámico y
émico, quiero decir, según como sea percibido por el propio sujeto, más allá de las
apariencias o las miradas que podemos tener sobre lo que observamos.
Podemos observar un niño en silla de ruedas, que gana un campeonato de básquet,
¿realmente está enfermo?, pero otro niño en silla de ruedas, pasa el tiempo llorando, no va
al colegio, está deprimido ¿es la silla de ruedas su impedimento?
Desde el punto de vista médico se discrimina, la patología (disease), el padecimiento (illness)
y la enfermedad (sickness), se puede establecer e interpretar los conceptos de salud y de
enfermedad, entendiendo la patología como el “mal funcionamiento” de procesos biológicos
o psicológicos, la cual designa las anormalidades funcionales o estructurales de base
orgánica. Pero en mi concepción teórica no existe la diferencia entre lo biológico y lo
psicológico, puesto que lo psicológico en la serie humana se sostiene y produce biología, y la
biología como un software se modifica, con la improvisación y empleo de las secuencias que
se producen desde la evolución de la psique, existen upgrate.
Es de cuidado que dentro del ámbito de la educación se insertan los procesos de la patología
y paradigmas ideológicas, sociopolíticos y económicos, tengamos en cuenta que sin
diagnóstico no hay cobertura médica y estrategias de acompañamiento profesional.
Los trastornos, padecimientos, incluyen indirectamente siempre procesos de alteración de
la atención, percepción, respuesta afectiva, cognición.
Entonces, para redondear las puntas de esta definición, desde la perspectiva de la educación
“La salud es un hecho individual y social, los agentes educadores son agentes promotores del
bienestar desde ambas perspectivas”.
Síntoma
Foucault, a través de obras “El nacimiento de la clínica (1978)”, ¡Arqueología del saber
(1979)”, “Las palabras y las cosas: una arqueología del saber humano (1979)”, e “Historia de
la locura en la época clásica (2000)”, muestra que nuestras experiencias prácticas y discursos
sobre el enfermo, el loco, el delincuente o la sexualidad son inventos recientes que han
aparecido a partir de ciertas relaciones entre el saber y el poder que las han hecho posibles,
de tal manera que, si estas disposiciones que han permitido su emergencia desaparecieran,
se llevarían consigo dichas realidades.
Es así como Foucault (1978) en “El nacimiento de la clínica” hace una arqueología de la mirada
en la medida en que cada formación-médico histórica, modula una luz primordial y
constituye un espacio de visibilidad de la enfermedad, poniendo de relieve “los síntomas”,
unas veces como la clínica, otras como la anatomía patológica; y, por otro lado, devuelve al
ojo la profundidad y al mal un volumen”. Para Foucault, la enfermedad inicia en una
organización, jerarquización dada por las familias, el género y las especies.
Sigmund Freud, como recordarán, plantea la diferencia entre el sistema consciente, pre
consciente e inconsciente dentro del psiquismo humano, la teoría freudiana sobre el
inconsciente introduce una nueva forma de pensar al ser humano y su comportamiento,
Freud descubre la división del sujeto, ve la presencia del sujeto del inconsciente.
Marcelo Pedro Russo VERSIÓN ESCRITA | CLASE 4

Citando las palabras del autor:


“El psicoanálisis no puede situar en la conciencia la esencia de lo psíquico, sino que se ve
obligado a considerar la conciencia como una cualidad de lo psíquico que puede añadirse a
otras cualidades o faltar. Es de la doctrina de la represión de donde extraemos nuestro
concepto de lo inconsciente. Lo reprimido es para nosotros el modelo de lo inconsciente.
(Freud, 1986, p. 15-17)
Dentro de la clínica psicoanalítica, vemos que el sujeto habla de su síntoma, le genera
malestar, displacer, ocupando un lugar importante en la vida del sujeto. Como el autor
plantea los síntomas son: “actos perjudiciales o, al menos, inútiles para la vida en su conjunto;
a menudo la persona se queja de que los realiza contra su voluntad y conllevan displacer o
sufrimiento para ella”. (Freud, 1978) Desde el psicoanálisis no se tiene como objetivo eliminar
dichos síntomas, sino trabajar desde sus orígenes. Como señala en la conferencia 28: “la
terapia analítica hinca más hacia la raíz, llega hasta los conflictos de los que han nacido los
síntomas y se sirve de la sugestión para modificar el desenlace de esos conflictos”. (Freud,
1978, p. 410).
Aquí expresaré la gran diferencia, cabe mencionar que los sentidos de los síntomas
neuróticos fueron descubiertos por Josef Breuer y Pierre Janet. El síntoma es portador de
sentido Según Freud (1978), el síntoma es muy significativo en su sentido y se relaciona a las
vivencias del sujeto. Tomando los aportes de Miguel Leivi (2001), el síntoma en psicoanálisis
no hace referencia como en la psiquiatría o medicina a determinada enfermedad o lesión,
sino que el psicoanálisis se refiere al síntoma como portador de un sentido, capaz de ser
interpretado.
El estudio de dos formas de manifestación de estos síntomas neuróticos: neurosis obsesiva
y la histeria fueron la base sobre la que se fundó el psicoanálisis (Freud, 1978).
Según Freud: “siempre y dondequiera, el sentido de los síntomas es desconocido para el
enfermo, y el análisis muestra por lo regular que estos síntomas son retoños de procesos
inconscientes, que empero, bajo diversas condiciones favorables, pueden hacerse
conscientes” (Freud, 1978, p255)
En cambio, desde la Medicina, el síntoma es lo que directamente expresa el paciente, dolor,
angustia, frío, falta de estabilidad, opresión, dolor de cabeza, cansancio crónico, náuseas.
En el transcurso del tratamiento analítico, se considera a la transferencia justamente como
un instrumento vital para la cura del paciente, y el síntoma es lo trabajado. Durante la
transferencia, estos adquieren un nuevo significado, diferente al que poseía en sus orígenes,
ya que ahora es parte de la transferencia.
Siguiendo la línea de Freud: “La pieza decisiva del trabajo se ejecuta cuando en la relación
con el tratante, en la “transferencia” se crean versiones nuevas de aquel viejo conflicto,
versiones en las que el enfermo querría comportarse como lo hizo en su tiempo, mientras
que uno, reuniendo todas las fuerzas anímicas disponibles (del paciente), lo obliga a tomar
otra decisión. (Freud, 1978, p.413)”
Marcelo Pedro Russo VERSIÓN ESCRITA | CLASE 4

En la Medicina, lo síntomas, son manifestaciones subjetivas, las que el paciente experimenta


y que el agente de salud no percibe y le es difícil comprobar y a cuyo conocimiento se llega
sobre todo por la semiología (entrevista médica) y se construyen junto a los signos el perfil
diagnóstico presuntivo.
Por ej. siento un dolor aquí, señalando el pecho, según el paciente, sexo, edad, antecedentes,
profesión, incluso, grado de instrucción, experiencia previa, circunstancias afectivas,
antecedentes de aparición un mismo tipo de dolor, la expresión de la cara, puede inducir a
presuponer la magnitud del síntoma experimentado y buscar con los signos sumar
evidencias.
Signo
Primero veamos ¿qué entiende Lacan por símbolo? en la primera etapa de la enseñanza,
ubica al símbolo como aquello que “humaniza” al ser humano: “un mundo humanizado,
simbolizado, constituido por la trascendencia introducida por el símbolo en la realidad
primitiva.” (Lacan, 1954/1981). Es estos primeros desarrollos, podemos advertir que Lacan
sigue en parte desarrollos de Levi-Strauss sobre las estructuras simbólicas (Levi-Strauss,
1984) y también desarrollos desde la filosofía, sobre todo desde Hegel: “El intercambio
simbólico es lo que vincula entre sí a los seres humanos, o sea la palabra, y en tanto tal
permite identificar al sujeto.
No hay ahí metáfora: el símbolo da a luz seres inteligentes, como dice Hegel.” (Lacan,
1954/1981). El símbolo entonces es entendido como aquello que “media”, que se instala en
el lugar de “la cosa”, que la negativiza y abre el juego de presencia – ausencia.
Instala un nuevo orden distinto del “natural”. El símbolo excede a la palabra escrita o hablada.
Puede ser un objeto, incluso un túmulo: “el “túmulo o cualquier otro signo de sepultura
merece muy exactamente el nombre de símbolo; es algo humanizante. Llamo símbolo a todo
aquello cuya fenomenología he intentado mostrar.” (1953/2005)
Otro carácter importante que destacará de este mundo simbólico, es que no está en relación
biunívoca con “las cosas reales”. El mundo de las cosas no está recubierto por el mundo de
los símbolos, sino que es retomado así: a cada símbolo corresponden mil cosas, y a cada cosa
mil símbolos.” (Lacan, 1954/1981).
En esa época, en varias ocasiones asemejará símbolo a significante, y planteará que no se
puede hablar de símbolo aislado, sino que el símbolo implica ya el funcionamiento de un
sistema, del orden simbólico. “El orden simbólico se da primitivamente en su carácter
universal. No es que se vaya constituyendo poco a poco. Cuando el símbolo aparece, hay un
universo de símbolos. “(Lacan, 1954/1983).
Entonces, otra característica importante del símbolo como lo está entendiendo Lacan, es
que actúa también sincrónicamente, en un sistema (por tanto, no podría pensarse con rigor
un símbolo aislado.
En principio, el signo implica una relación triádica (no reductible a relaciones diádicas), entre
tres componentes: El Representamen, el Objeto, y el Interpretante. Un signo o
Representamen es algo que representa algo para alguien en algún aspecto o carácter. Se
Marcelo Pedro Russo VERSIÓN ESCRITA | CLASE 4

dirige a alguien, es decir, crea en la mente de esa persona un signo equivalente o, quizás, aún
más desarrollado. A este signo creado, yo lo llamo el Interpretante del primer signo. El signo
está en lugar de algo, su Objeto. Representa a este Objeto no en todos sus aspectos, sino con
referencia a una ida que he llamado a veces el Fundamento del representamen dice Peirce
(1987)
El signo en el campo médico tiene una posición muy clara y precisa dentro de un orden que
media entre el síntoma y el síndrome, definiendo su posición, función y especificidad
respecto de ellos. Se ubica como el término que necesariamente articula el puro fenómeno
mórbido (síntoma) y la caracterización racional de un cuadro (síndrome).
La primera propiedad que aparece en la mayoría de las definiciones es su objetividad, en
contraposición a la subjetividad con la se caracteriza al síntoma. Esta distinción se mantiene
constante y unánime, sin opiniones que difieran.
El signo es aquello plausible de ser objetivado de lo que se presenta como fenómeno, es la
“apreciación crítica del síntoma, después de ser analizado e interpretado por el médico”.
La objetividad se define como una señal, un indicio, una prueba, una evidencia, una
manifestación, un hallazgo, un carácter, un dato o un elemento, que se ha logrado
individualizar y universalizar una vez apartado lo singular y subjetivo del síntoma.
El recuento de hematíes bajo es anemia cuando los síntomas son compatibles, como
cansancio, entonces, es: síndrome anémico (abreviando para que el ejemplo sea plausible).
El signo es el indicador de un cambio, señala una alteración de aquello que no está dentro del
normal funcionamiento del organismo. Puede ser una anomalía observable por el médico.
Esta observación objetiva realizada por el médico se distingue primeramente de las
sensaciones subjetivas que trae el paciente “síntomas”
Signo es cualquier hallazgo objetivo perceptible al examinador (psicopedagogo, docente,
médico) en contraposición a las sensaciones subjetivas del estudiante, paciente, etc.
Espero hayan sido claras las contraposiciones. El estudiante es sujeto de las sensaciones
sintomáticas que luego trasmitirá en un relato. Son signo para el analista de la educación.
Síndrome
Como venimos planteando, es un conjunto de síntomas y signos que son comunes a varias
enfermedades, vinculados genética, etiológica o patogénicamente, esto en el campo de la
salud, el mismo está presente en diferentes enfermedades, se llama síndrome característico
por ejemplo de la neumonía, que afectan distintos órganos y son producidos por diferentes
causas (infecciosas, parasitarias, degenerativas, neoplásica, etc.)
Los síndromes no son directamente considerados enfermedad y a la vez pueden estar
relacionados con una o más enfermedades. Para comenzar, un síndrome es un cuadro de
síntomas y signos conocidos e identificados que pueden tener una o varias causas.
Marcelo Pedro Russo VERSIÓN ESCRITA | CLASE 4

El síndrome de Down es un buen ejemplo. Se trata de un síndrome del que se conocen


condicionantes y las personas que tienen este síndrome, no se consideran enfermas. Dicho
de otro modo, se trata de una condición y no de una enfermedad.
En este sentido, aclarar que, cuando nos referimos a un síndrome, nos estamos refiriendo a
un conjunto de síntomas y signos que ayudan a reconocer al especialista que se trata de
un trastorno. En el caso de trastorno, que nos concierne en esta especialidad, el concepto
incluye la idea de conjunto de síntomas, generalmente manifiestos. Es en esta cátedra que
hablo de trastorno porque sirve simplemente para describir las señales del estado
momentáneo de alteración en el que se encuentra una persona (estudiante), mientras que el
de enfermedad señalaría una relación de causalidad (etiología) y generalmente implica
carencia (insano).
Introducción a la neuroinmunoendocrinopsicología

Ya nos habían dejado boquiabiertos Nicholas Cohen y Robert Ader1 al plantear una hipótesis
que hoy no necesita ser contrastada, pues actualmente, sabemos que una función o
disfunción del sistema nervioso, no sólo puede afectar la función del sistema inmunitario,
sino el sistema hormonal y el digestivo, entre otros tejidos y órganos.

Entonces, nos preguntaremos aquí y ahora; ¿Podemos afirmar que es una variable de
desequilibrio inmunológico y hormonal, la acción de nuestras emociones?

Según Hipócrates (460-370 a.C) “Las enfermedades son a consecuencia de un desequilibrio


de los "humores internos", que puede ser restablecido con buena alimentación y con reposo
del cuerpo y del espíritu.

Para Aristóteles (384-322 a. C.) “Un cambio en el estado de la psique produce un cambio en
la estructura del cuerpo, y a la inversa, un cambio en la estructura del cuerpo produce un
cambio en la estructura de la psique.”
De igual manera se puede resaltar a Galeno (129-199 d.C.), quien expresaba que “Cada
emoción está asociada con un fluido específico del cuerpo (bilis negra, bilis amarilla, sangre
y flema)”

Pero si entramos en la modernidad, desde hace más de 40 años, gran número de evidencias
experimentales y clínicas han demostrado la existencia de una comunicación constante y
bidireccional entre el sistema neuroendócrino, y la respuesta inmunológica.

Luego de los primeros trabajos en Rochester, en el año 1977, los investigadores H.


Besedovsky y E. Sorkin observaron que la activación inmune desencadenaba una conducta

1
El término psiconeuroinmunología, nace en el año 1975, como resultado de un experimento realizado en la
Universidad de Rochester por el psicólogo Robert Ader y el inmunólogo Nicholas Cohen. Estos basándose en el
condicionamiento clásico de Pávlov, demostraron que produciendo una señal aversiva a través del sistema
nervioso condicionaba las respuestas del sistema inmune.
Marcelo Pedro Russo VERSIÓN ESCRITA | CLASE 4

inmunológica del eje hipotalámico-hipofisario-adrenal (HHA), demostrando con ello la


relación existente entre cerebro y sistema inmunológico.

Más adelante, en 1981, David Felten de la Universidad de Indiana, descubrió por primera vez,
que una red de nervios llegaba a los vasos sanguíneos y al sistema inmune. Dicho
descubrimiento aportó las primeras pruebas de cómo ocurre la interacción entre sistema
nervioso y sistema inmune.

En el año 1985, el investigador J. E. Blalock, descubrió un circuito bidireccional entre el


sistema inmune y el sistema endocrino. Esté operaría a través de péptidos comunes. El
Sistema Inmunológico actuaría como una especie de sensor que operaría en respuesta a
estímulos no cognitivos, comunicándose con el sistema endocrino mediante señales de
linfocitos, a través de hormonas inmunorreactivas, provocando a su vez una modificación de
la homeostasis corporal.

En ese mismo año, mediante la recopilación de una serie de trabajos históricos se produce la
fundación científica de la Psiconeuroinmunología, plasmándose en la edición del libro
Foundations of Psychoneuroimmunology.

Según Ekman P, (1985) “En general se ha tendido a pensar que las emociones inciden en las
respuestas físicas y fisiológicas, pero se ha comprobado que el circuito también funciona, al
contrario.”
Así como la meditación, la relajación, ciertas terapias psicoanalíticas y
cognitivoconductuales, pueden evidenciar mejoras en el estado de ánimo y luego verse
reflejado en la salud general de los pacientes; el duelo, el divorcio, una época prolongada de
exámenes académicos, el inicio en un desafío laboral, un atraco con violencia, o la pérdida
sostenida de empleo son algunos de los factores que alteran el sistema
neuroinmunoendocrino y por lo tanto las potencialidades de aprendizaje.
Estas comunicaciones se denominan “interacciones neuroendocrinoinmuno lógicas” (NEI),
nos permiten mantener la homeostasis ante los estímulos estresantes, tanto de tipo
sistémico –lesiones tisulares, infecciones mediadas por bacterias virus y parásitos– como de
tipo psicológico, secundarios a la percepción y procesamiento del estímulo por cada sujeto.

Existen relaciones mutuas entre los sistemas endocrino y nervioso, de hecho, al menos dos
glándulas secretan sus productos en respuesta a estímulos nerviosos como son la médula
suprarrenal y la hipófisis nerviosa y pocas hormonas adenohipofisarias son secretadas en
cantidad importante si no es en respuesta a la actividad nerviosa del hipotálamo. Además, el
sistema inmunológico está sujeto a una modulación nerviosa y hormonal y la formación de
citocinas por los linfocitos puede modificar la función endocrina.
Entonces definimos el campo de atención de esta ciencia: estudia la interacción entre los
procesos psíquicos, el Sistema Nervioso (SN), el Sistema Inmune (SI) y el Sistema Endocrino
(SE) del cuerpo humano, es decir, entre Mente - Cuerpo y trata de explicar cómo los sistemas
psicológicos, biológicos, culturales, sociales y ecológicos interactúan contextualmente e
Marcelo Pedro Russo VERSIÓN ESCRITA | CLASE 4

influyen en el inicio, curso y recurrencia de las enfermedades y en la recuperación hacia la


salud.

Hasta aquí hemos establecido contacto y descrito, ejemplificado y aprendido de las


funciones y estructuras del sistema neurológico, a partir de ahora definiremos algunas de las
características principales del sistema inmunológico y del sistema endócrino, para luego
discutir y evidenciar a propósito de la clínica normal, cómo se llevan a cabo las
comunicaciones y cooperación de los diferentes sistemas integrados.
Sistema endócrino

El sistema endocrino, es un conjunto de órganos y tejidos encargados de mantener el


equilibrio químico del organismo, controlando su normal funcionamiento.

Su principal componente son las glándulas endocrinas, las que liberan hormonas al torrente
sanguíneo; estas sustancias regulan el crecimiento, el desarrollo y las funciones de varios
tejidos, así como también la reproducción sexual.

¿Cuáles son las principales funciones del sistema endocrino?


Son tres:

1) Homeostasis, estimula o inhibe los procesos químicos celulares, garantizando la


estabilidad del organismo.
2) Reproducción, estimula la producción de células sexuales femeninas (óvulos) y
masculinas (espermatozoides), que participan en la reproducción humana. Además,
en las mujeres prepara el cuerpo para el embarazo. Por ejemplo, después de la
fecundación mantiene las paredes del útero en condiciones para el desarrollo del
bebé, prepara las glándulas mamarias para que produzcan leche y propicia el
nacimiento.
3) Desarrollo corporal, comienza y controla los cambios que llevan a la madurez física
y sexual del individuo, como el aumento de estatura, de peso y contextura
El sistema endocrino está regulado por el sistema nervioso, como venimos trabajando, esto
quiere decir que las glándulas endocrinas están sometidas al control nervioso autónomo
(vegetativo), la médula suprarrenal y el lóbulo posterior de la hipófisis, por ejemplo, la
corteza suprarrenal, la tiroides y las gónadas responden a estímulos nerviosos, son glándulas
que poseen varias inervaciones.

¿Cómo está conformado el sistema endócrino?


Marcelo Pedro Russo VERSIÓN ESCRITA | CLASE 4

Principalmente por las glándulas endócrinas (GE) y hormonas


Las GE son verdaderas fabricantes de hormonas que secretan a la sangre. Están ubicadas en
la cabeza, cuello y tronco.

Estas son: hipotálamo, hipófisis, glándula tiroides, glándulas paratiroides, páncreas,


glándulas suprarrenales y gónadas.

El adjetivo endocrino es una formación científica moderna a partir del griego endo = "interior"
(del adverbio ἔνδον dentro) y "crino" = "referido a la excreción" (derivado del verbo κρίνω
separar, dividir). El sentido que se pretende es "que vierte hacia dentro".

Todas producen sustancias que apoyan el funcionamiento de los órganos del cuerpo, como
el corazón, los riñones y los intestinos, entre otros.

Las glándulas endocrinas


Las glándulas endocrinas se caracterizan por haber perdido su unión con el epitelio que las
originó, por lo cual, están desprovistas de conductos excretores y la secreción la vierten
directamente a la corriente sanguínea o linfática.

Suelen estar constituidas por grupos de células que se disponen en forma de acúmulos,
cordones y folículos, incluidos en un tejido de sostén integrado por fibras reticulares finas y
asociados con una red sinusoidal o capilar.
Las glándulas endocrinas están reguladas por el sistema nervioso, o bien por otras glándulas
endocrinas o por combinación de factores nerviosos y endocrinos. Aparte de las glándulas
endocrinas especializadas para tal fin, existen otros órganos como el riñón, hígado, corazón
y las gónadas, que tienen una función endocrina secundaria, por ejemplo, el riñón secreta
Marcelo Pedro Russo VERSIÓN ESCRITA | CLASE 4

hormonas endocrinas como la eritropoyetina (fábrica de glóbulos rojos) y la renina


(angiotensinogenasa). Según este concepto también son glándulas endocrinas los riñones al
producir eritropoyetina, el hígado, el mismo intestino, los pulmones y otros órganos que
producen hormonas que actúan a distancia.

La glándula pituitaria
La glándula pituitaria a veces se denomina "glándula maestra" porque ejerce gran influencia
en los otros órganos del cuerpo. Su función es compleja e importante para el bienestar
general. La glándula pituitaria está dividida en dos partes, la parte anterior y la posterior.
La pituitaria anterior produce diversas hormonas:

• Prolactina. La prolactina (o PRL por sus siglas en inglés) estimula la secreción láctea
en la mujer después del parto y puede afectar los niveles hormonales de los ovarios
en las mujeres y de los testículos en los hombres.
• Hormona del crecimiento. La hormona del crecimiento (GH por sus siglas en inglés)
estimula el crecimiento infantil y es importante para mantener una composición
corporal saludable. En adultos también es importante para mantener la masa
muscular y ósea. Puede afectar la distribución de grasa en el cuerpo.

• Hormona estimulante de la tiroides. La hormona estimulante de la tiroides (TSH por


sus siglas en inglés) estimula la glándula tiroides para que produzca hormonas
tiroideas, las cuales, a su vez, regulan el metabolismo del cuerpo, la energía, el
crecimiento y el desarrollo, y la actividad del sistema nervioso.
• Hormona estimuladora de folículos. Esta hormona (también llamada FSH por sus
siglas en inglés) fomenta la producción de espermatozoides en los hombres y
estimula los ovarios para que suelten los óvulos en las mujeres. La hormona
luteinizante y la estimuladora de folículos trabajan conjuntamente para permitir el
funcionamiento normal de los ovarios o los testículos.
La pituitaria posterior produce dos hormonas:

• Oxitocina. La oxitocina causa el reflejo de lactancia materna (eyección) y causa


contracciones durante el parto.
• Hormona antidiurética. La hormona antidiurética (ADH por sus siglas en inglés),
también llamada vasopresina, se almacena en la parte posterior de la glándula
pituitaria y regula el equilibrio de fluido en el cuerpo. Si la secreción de esta hormona
no es normal, pueden producirse problemas entre el equilibrio de sodio (sal) y fluido,
y también puede afectar los riñones de manera que funcionen deficientemente.

La pituitaria tiene un lóbulo medio (intermedio) que libera una hormona que estimula los
melanocitos, las células que controlan la pigmentación (el color de la piel) a través de la
producción de melanina.
Marcelo Pedro Russo VERSIÓN ESCRITA | CLASE 4

El hipotálamo
El hipotálamo es la parte del cerebro situada arriba de la glándula pituitaria. Libera hormonas
que inician o paran la secreción de las hormonas pituitarias. El hipotálamo controla la
producción de hormonas en la glándula pituitaria por medio de varias hormonas
"liberadoras." Algunas de éstas son: la hormona que libera la hormona del crecimiento, o
GHRH (que controla la liberación de la hormona del crecimiento); la hormona liberadora de
tirotropina o TRH (que controla la liberación de la hormona estimulante de la tiroides); y la
hormona liberadora de corticotropina, o CRH (que controla la liberación de
adrenocorticotropina).

La hormona liberadora de gonadotropina (GnRH) le indica a la glándula pituitaria que


produzca la hormona luteinizante (LH) y la hormona estimuladora de folículos (FSH), que son
importantes para una pubertad normal.

El timo
El timo es una glándula que se necesita en los primeros años para tener una función inmune
normal. Es bastante grande inmediatamente después de que nace un niño y tiene un peso
máximo cuando el niño llega a la pubertad, momento en que su tejido es reemplazado por
grasa.

La glándula del timo secreta hormonas llamadas humores. Estas hormonas ayudan a
desarrollar el sistema linfoide o sistema inmune, que es el sistema que ayuda al cuerpo a
tener una reacción inmune madura en las células para protegerlas contra la invasión de
cuerpos invasores, tales como la bacteria.

Los testículos
Los hombres tienen glándulas reproductivas gemelas, llamadas testículos, que producen la
hormona testosterona. La testosterona ayuda a que el niño varón se desarrolle y mantenga
sus características sexuales.
Durante la pubertad, la testosterona ayuda a producir los cambios físicos que hacen que el
niño se convierta en un hombre adulto, tales como el crecimiento del pene y los testículos, el
crecimiento del vello facial y púbico, el engrosamiento de la voz, el aumento de masa
muscular y fuerza, y el aumento de tamaño.

Durante la vida adulta, la testosterona ayuda a mantener el vigor sexual, la producción de


espermatozoides, el crecimiento del cabello, y la masa muscular y ósea.

El cáncer testicular, que es el cáncer más común en varones de 15 a 35 años, puede ser tratado
por la extirpación de uno o ambos testículos. La reducción o falta de testosterona puede
causar una disminución del impulso sexual, impotencia, una imagen alterada del cuerpo y
otros síntomas.
Marcelo Pedro Russo VERSIÓN ESCRITA | CLASE 4

Los ovarios
Las dos hormonas femeninas más importantes producidas por las glándulas reproductivas
gemelas, los ovarios, son el estrógeno y la progesterona.

Estas hormonas son las responsables de desarrollar y mantener las características sexuales
femeninas y de mantener el embarazo. Junto con las gonadotropinas pituitarias (FH y LSH),
también controlan el ciclo menstrual.

Los ovarios también producen inhibina, una proteína que inhibe la liberación de la hormona
estimuladora de folículos producida por la pituitaria anterior y ayuda a controlar el desarrollo
de los óvulos.
El cambio más común en las hormonas ovarianas ocurre con el inicio de la menopausia que
es parte del proceso natural de envejecimiento. También puede ocurrir cuando los ovarios se
extirpan quirúrgicamente. La pérdida de función ovariana significa la pérdida de estrógeno,
lo cual puede producir sofocos, adelgazamiento del tejido vaginal, suspensión de la
menstruación, cambios de estado de ánimo y pérdida ósea u osteoporosis.

La tiroides
La tiroides es una pequeña glándula dentro del cuello, situada adelante de la tráquea y abajo
de la laringe. Las hormonas tiroideas controlan el metabolismo, que es la capacidad del
cuerpo de desintegrar los alimentos y almacenarlos en forma de energía, y convertir los
alimentos en productos de desperdicio, liberando energía en el proceso. La tiroides produce
dos hormonas, T3 (llamada triyodotironina) y T4 (llamada tiroxina).

Los trastornos de la tiroides resultan de la deficiencia o exceso de la hormona tiroidea. Los


síntomas del hipotiroidismo (deficiencia de hormona) incluyen pérdida de energía, reducción
del ritmo cardíaco, resecamiento de la piel, estreñimiento y sensación de frío a todo
momento.

En los niños, el hipotiroidismo comúnmente conduce a un atraso en el crecimiento. Los bebés


que nacen con hipotiroidismo pueden tener un atraso en el desarrollo y retraso mental si no
se tratan. En los adultos, esta deficiencia muchas veces causa aumento de peso. Puede
producirse un crecimiento de la tiroides o bocio.

Las hormonas
Las hormonas son mensajeros intracelulares elaborados por un tejido, que ejercen sus
acciones sobre otro. Dichas acciones se producen usualmente en una localización lejana del
área donde la hormona es liberada a la circulación tras su síntesis.
Ocasionalmente, el mensajero intercelular es transportado directamente de una célula a
otra.

Para que un tejido diana responda a la hormona es necesario:


a) El reconocimiento de la hormona por un mecanismo receptor.
Marcelo Pedro Russo VERSIÓN ESCRITA | CLASE 4

b) La disposición de una estructura intracelular capaz de traducir el mensaje hormonal en


hechos bioquímicos significativos.

Se definen como receptores a las moléculas específicas, dentro de la membrana celular, el


citoplasma o el núcleo de las células diana que son necesarias para el reconocimiento la unión
de mensajeros extracelulares como son las hormonas.
Posteriormente a esta unión aparecen una serie de sucesos intracelulares que constituyen el
efecto de la hormona sobre el tejido diana. La mayoría de las hormonas esteroideas y
tiroideas atraviesan la membrana, interaccionan con receptores intracelulares y se unen a
secuencias reguladoras específicas del ADN.

Las hormonas se pueden clasificar en cuatro grandes categorías: peptídicas, esteroideas,


amínicas y los ácidos grasos cíclicos. En el caso de las hormonas peptídicas, los genes
codifican el ARNm, que a continuación es traducido en los precursores peptídicos. Las
hormonas esteroideas derivan del colesterol o 7deshidrocolesterol y las amínicas de
aminoácidos como la tirosina. Las prostaglandinas son ácidos grasos cíclicos que se
sintetizan a partir del ácido araquidónico

Normalmente, las hormonas que segrega una glándula se sintetizan en la misma; excepción
clásica a esta regla es el lóbulo posterior de la hipófisis que solo sirve como reservorio de
adiuretina que se forma en el hipotálamo. En cuanto al transporte, la mayor parte de las
hormonas circulan por la sangre asociadas a moléculas proteicas o bien libres. Las hormonas
de naturaleza esteroide normalmente circulan asociadas a una proteína, del mismo modo la
tiroxina circula asociada a una globulina específica; sin embargo, las hormonas peptídicas
circulan libre o débilmente asociadas a proteínas sanguíneas. La hormona unida a proteínas
no puede penetrar en la mayoría de los compartimentos celulares y actúa como reservorio a
partir del cual se libera la hormona libre. No se conocen proteínas portadoras específicas para
insulina, glucagón, parathormona, calcitonina y todas las hormonas del lóbulo anterior de la
hipófisis

Normalmente, las hormonas son catalizadores de diferentes reacciones bioquímicas


celulares. Provocan o inhiben determinadas reacciones enzimáticas; en las hormonas cuya
acción se realiza predominantemente sobre la membrana celular no se produce una
inactivación después de ejercer su acción, sino que se desprenden de la membrana y vuelven
de nuevo a la circulación general.

Así, la insulina no se inactiva en la zona donde ejerce su acción, sino principalmente en el


hígado y en el riñón. Las hormonas peptídicas se descomponen, probablemente, en
pequeños péptidos por proteasas específicas hasta convertirse finalmente en aminoácidos.
De las hormonas esteroideas, sólo una pequeña parte se excreta como tales hormonas y en
forma libre a través de la orina; la mayor parte se eliminan por esta vía, en forma hidrosoluble,
esterificadas con ácido glucurónico, previa apertura de los dobles enlaces.
La secreción hormonal no tiene lugar de manera uniforme y continua, sino que se alternan
periodos de secreción o pulsos con otros de reposo. Cuando la secreción varía
Marcelo Pedro Russo VERSIÓN ESCRITA | CLASE 4

ostensiblemente a lo largo del día se habla de ritmo circadiano, como es el caso del cortisol;
si el ritmo cambia varias veces al día se denomina ultradiano, como la secreción pulsátil de
GnRH. Existen ritmos más amplios, como sucede con las hormonas ováricas que presentan
un ritmo mensual. La secreción hormonal está regulada en la mayoría de los casos por un
mecanismo de retroalimentación (feedback) negativo. Como ejemplo se pueden citar las
hormonas segregadas por la hipófisis anterior: el hipotálamo segrega la hormona
estimulante de la hipófisis a la circulación portal y la hipófisis reacciona con un aumento de
la secreción de las hormonas del lóbulo anterior. Estas hormonas hipofisarias hacen que se
produzca una secreción de hormonas en las glándulas periféricas; la concentración sanguínea
de las hormonas de glándulas periféricas frena a la hipófisis y al hipotálamo. Por el contrario,
cuando la concentración sanguínea de la hormona periférica disminuye por debajo de
determinado nivel, se estimula la producción de las hormonas hipotalámica e hipofisaria
correspondientes.
Existe un determinado “nivel” (set point) para cada una de las hormonas, por debajo del cual
el hipotálamo y la hipófisis estimulan la formación de la hormona; inversamente, superado
este valor la inhiben.

Naturaleza química de las hormonas

De acuerdo a esta particularidad pueden clasificarse en 5 categorías:


a) Estereoides: derivan del colesterol. A este grupo pertenecen los glucocorticoides,
aldosterona y andrógenos de la corteza suprarrenal, estrógeno y progesterona del ovario,
testosterona del testículo, y 1,25-dihidroxi-D3. (metabolito activo de la vitamina D3). Debido
a su carácter poco polar, estas hormonas atraviesan con facilidad (difusión simple) las
membranas celulares.
b) Derivados de aminoácidos: adrenalina o epinefrina y noradrenalina o norepinefrina
(catecolaminas) de la médula suprarrenal, tiroxina y triiodotironina de tiroides son derivados
de tirosina y la melatonina de la glándula pineal es producida a partir de triptófano. No
penetran en las células blanco.

c) Derivados de ácidos grasos: prostaglandinas, tromboxanos y leucotrienos, llamados


genéricamente eicosanoides, se originan de ácidos grasos poliinsaturados. El ácido
araquidónico es el precursor más importante. Sus acciones primarias son de tipo autócrino o
parácrino.

d) Péptidos: en esta categoría se incluyen los factores reguladores y las hormonas


antidiurética y oxitocina del hipotálamo, adrenocorticotrofina y hormona melanocito
estimulante, glucagón del páncreas, gastrina, secretina, pancreozimina y otras hormonas del
tracto gastrointestinal y calcitonina de la glándula tiroides.

e) Proteínas: hormonas paratiroidea, insulina, prolactina, foliculoestimulante,


luteinizante, hormona de crecimiento y tirotrófica de adenohipófisis son de naturaleza
Marcelo Pedro Russo VERSIÓN ESCRITA | CLASE 4

proteica. Todas estas poseen un peso molecular igual o superior a 6000 Daltons o un número
de residuos aminoacídicos igual o superior a 50 aminoácidos.

Propiedades generales de las hormonas

a) Actividad: actúan en concentraciones muy pequeñas dado que una ínfima cantidad
es capaz de generar respuestas notablemente intensas. Los niveles de hormonas circulantes
en sangre suelen ser muy bajos.
b) Vida media: es el tiempo en que la concentración de la hormona desciende a la mitad.
Debido a su actividad biológica las hormonas deben ser degradadas y convertidas en
productos inactivos, pues su acumulación en el organismo tiene efectos perniciosos. El
tiempo promedio de duración de las hormonas en sangre varía de una a otra y puede oscilar
desde segundos hasta días. Será más corta cuanto más rápidamente sea metabolizada y más
prolongada si su metabolismo es lento.

c) Velocidad y ritmo de secreción: la secreción hormonal se produce de forma pulsátil,


con períodos de secreción (pulsos) y otros de reposo. Frecuentemente responden a estímulos
del ambiente y del medio interno. Por ejemplo, la secreción de insulina es promovida por el
incremento de la glucosa en sangre.
d) Especificidad: una de las propiedades más notables de las hormonas es su gran
especificidad de acción. Una hormona determinada solo actúa sobre las células que
constituyen su blanco, objetivo o diana. La hormona es vertida a la circulación general y
alcanza a todos los tejidos, sin embargo, su acción se ejerce únicamente a nivel de un número
limitado de células en las cuales provoca un tipo definido de respuesta. Esta propiedad indica
la existencia de un mecanismo por el cual la hormona reconoce a sus células efectoras y las
distingue de las demás.

Endocrinología de la conducta

Se podría señalar que existe una endocrinología de la conducta que interviene en los procesos
de aprendizaje por ejemplo el Síndrome psíquico endocrino que ocurre en la insuficiencia de
la hipófisis, tiroides o corteza suprarrenal se presentan frecuentemente apatía, falta de
animación, cansancio, falta de concentración y mal humor depresivo; en cambio en el
hipertiroidismo el paciente está insomne e irritado. En el síndrome de Cushing existe una
amplia gama de posibilidades, desde una paranoia grave hasta una esquizofrenia con
mutismo. Estos cuadros generalmente se normalizan después de un tratamiento endocrino
adecuado.
Marcelo Pedro Russo VERSIÓN ESCRITA | CLASE 4

Los cambios en la conducta de un individuo se dan en un contexto de desarrollo, biológico,


podríamos pensar, sin ánimo simplificatorio, ofreciendo cuatro razones principales que
explican dichos cambios.
En primer lugar, la conducta puede cambiar como resultado de variaciones en la
concentración plasmática de hormonas; éste es el caso, por ejemplo, de los cambios de
conducta que tienen lugar cuando el animal llega a la pubertad, y que son consecuencia del
efecto activador de las hormonas sexuales sobre las conductas sexualmente dimórficas.

En segundo lugar, la conducta puede variar como consecuencia de la maduración del sistema
nervioso central. Este mecanismo es especialmente importante en las primeras etapas del
desarrollo postnatal en las especies altriciales. Los individuos de las especies altriciales -en
oposición a las precociales- nacen en un estado de desarrollo sensorial y motor relativamente
atrasado. Los carnívoros domésticos y algunos roedores de laboratorio son ejemplos de
especies altriciales, mientras que los ungulados domésticos son especies precociales.

En tercer lugar, la conducta puede ser objeto de cambios debidos al aprendizaje. El


aprendizaje se define como un cambio en la conducta que es consecuencia de la experiencia
y que no puede por lo tanto explicarse en términos de maduración del sistema nervioso,
fatiga muscular o adaptación de los receptores sensoriales.

Por último, la conducta del animal/hombre se ve modificada como consecuencia del proceso
de envejecimiento, que afecta tanto a la función del sistema nervioso central como a los
órganos efectores de la conducta y a los receptores sensoriales. La temporalidad es un
concepto clave en Neurobiología. Este hecho puede observarse con claridad en el efecto de
las hormonas sobre la conducta, al tratarse de acciones moduladas por el período de
maduración del sistema nervioso en que se ejercen.

El mecanismo neural que facilita la ocurrencia de estas acciones en el tiempo es la plasticidad


cerebral. Es una propiedad del sistema nervioso sobre la que ya hablamos en la cátedra,
permite escapar de las restricciones de su propio genoma, y por ende, adaptarse a las
presiones ambientales, los cambios fisiológicos y la experiencia.
Como cada gen no codifica automáticamente una proteína, no actúa de forma
independiente, sino en conjunto con otras fuentes de información para especificar las
características del individuo. De este modo, la expresión genética es influida por factores
ambientales que incluyen el medio interno del propio organismo. Las hormonas que circulan
en la sangre pueden activar o no la expresión de ciertos genes, pero a su vez la concentración
de hormonas está condicionada por elementos como la nutrición y el stress.

Las hormonas, en su condición de factores epigenéticos, influyen en la conducta mediante


los procesos de plasticidad, y provocan dos efectos principales: el organizador y el activador.

El efecto organizador, se podría explicar, pensando cómo antes del nacimiento ya comienzan
las influencias hormonales en el cerebro.
Marcelo Pedro Russo VERSIÓN ESCRITA | CLASE 4

Alrededor de la séptima semana de gestación, los testículos comienzan su actividad


hormonal, lo que produce una diferencia sustancial en la concentración de hormonas entre
los sexos.
El efecto organizador se refiere a la capacidad de las hormonas de influir en la
citoarquitectura y estructura del cerebro de manera permanente durante el desarrollo, desde
el período fetal hasta el final de la adolescencia, aunque algunos estudios sugieren que este
efecto se mantiene más allá del período de la pubertad.

Inicialmente, Phoenix. (1959) propuso que la conducta sexual típica del adulto (efecto
activador) estaba programada y organizada por las hormonas esteroides que actuaban sobre
el sistema nervioso durante el período sensible del inicio del desarrollo (efecto organizador),
razón por la cual desde el nacimiento existe un dimorfismo sexual funcional en el cerebro que
tiene su expresión en diferentes habilidades cognitivas.

Si bien las pruebas de inteligencia muestran igualdad de rendimiento intelectual general


entre los sexos, los componentes de este rendimiento son diferentes.

El cerebro del varón tiene mejores rendimientos en tareas que exigen inteligencia para el
manejo del espacio. Esta habilidad se evalúa mediante tests en los que el sujeto debe
imaginar la rotación de un objeto, o cómo se vería un objeto desde una perspectiva diferente.
La superioridad masculina en inteligencia espacial es un rasgo consistente a través de
culturas occidentales y orientales, lo que sugiere que sea una propiedad congénitamente
determinada.

El sexo femenino, por su parte, se ve favorecido en habilidades cognitivas de tipo verbal, que
incluyen mejor uso de la gramática, la tasa de adquisición del lenguaje en la niñez y la
habilidad para la comprensión del lenguaje. Otras habilidades cognitivas que muestran
diferencias por sexo son las motrices: el sexo femenino supera ampliamente al masculino en
rapidez y agilidad en la psicomotricidad fina.

El efecto activador se relaciona con la activación de células diana para facilitar conductas en
contextos específicos. Se trata de influencias transitorias, puntuales, determinadas por la
concentración de las hormonas en cada instante.

El cerebro maduro depende también de un suministro adecuado de mediadores químicos


para su funcionamiento. En este sentido, requiere una cantidad precisa de hormonas.
Cualquier desviación fuera de estos límites impide la normal actividad cognitiva. Algunos
modelos lo ilustran. Las hormonas del tiroides, además de la función organizadora ya
descrita, ejercen una importante función activadora a lo largo del ciclo vital. Dos trastornos
extremos de la glándula tiroides, el hipertiroidismo y el hipotiroidismo, ejemplifican su
acción.

El exceso de hormonas del tiroides en la infancia y en la adultez provoca un estado de


intranquilidad generalizada con trastornos de la atención. Ya se ha sustentado
científicamente, que niños y adultos con hipertiroidismo, muestran rendimientos en
atención concentrada inferiores a los de controles sanos pareados. Estas deficiencias en la
Marcelo Pedro Russo VERSIÓN ESCRITA | CLASE 4

atención no están relacionadas con estados de ansiedad u otras variables, sino que son una
consecuencia directa del exceso de estas hormonas en el sistema nervioso central.

El caso inverso es el hipotiroidismo en el adulto, en el que ya el cerebro maduró


correctamente, pero por deficiencias de la glándula tiroides hay una pobre producción de
hormonas. Si el paciente no recibe un tratamiento que sustituya la función de esa glándula,
se produce un deterioro variable de los procesos cognitivos.

La producción excesiva de hormonas del tiroides no es la única que compromete los procesos
de atención. El exceso de hormonas de la corteza adrenal provoca una manifestación similar.
Se han estudiado pacientes con síndrome de Cushing, hiperplasia de la corteza de las
glándulas suprarrenales con la consecuente hiperproducción de cortisol. En estos casos se
observa el mismo patrón deficitario de atención concentrada.

Sistema inmune
Su principal función es la de identificar y eliminar sustancias extrañas al organismo. Estas
sustancias se denominan antígenos y entre ellas se encuentran los virus, las bacterias y toda
estructura química que sea reconocido como no propia, los hongos o los parásitos, así como
sustancias de deshecho del propio organismo.

Las funciones las podríamos clasificar en cinco


• Vigilancia permanente del organismo ante la aparición de peligros inmunológicos
• Detección y eliminación de agentes infecciosos (bacterias, virus, etc.)
• Detección y eliminación de material extraño no infeccioso o no dañino, como las
células muertas en los propios tejidos (apoptosis: muerte programada)
• Curación de heridas y eliminación de residuos
• Detección y eliminación de tumores y tejido neoplásico

Todas las células del sistema inmune provienen de células madre pluripotenciales o stem
cells. Las células madre de la médula ósea siguen dos líneas fundamentales de diferenciación:
Linaje mieloide, Linaje linfoide.

Del primer linaje se diferencian los eritrocitos e inflamocitos, estos derivan en


Megacariocitos: que van a originar las plaquetas. Mastocitos: son un tipo de células que
contienen gránulos de histamina y tienen como misión participar en las reacciones
inflamatorias e inmunológicas del organismo.

-Granulocitos (Eosinófilos -eliminación de infecciones parásitas-,Basófilos y Neutrófilos -


ingieren bacterias y partículas sólidas-).

-Fagocitos (Eosinófilos, Neutrófilos y Monocitos -ingieren cualquier material extraño. Una


vez han penetrado en el tejido desde la sangre, aumentan de tamaño y son denominados
Macrófagos).
Del progenitor linfoide derivan:
Marcelo Pedro Russo VERSIÓN ESCRITA | CLASE 4

Además de algunas células dendríticas, los Linfocitos B, T y NK

Linfocitos B: Producen 5 clases de moléculas denominadas anticuerpos, gamma -globulinas


o inmunoglobulinas: IgG, IgA, IgM, IgD e IgE.

Las IgG, IgA e IgM poseen a su vez subclases (cuatro las IgG y dos las IgA e IgM). Los linfocitos
B llevan el marcador CD40. Los grupos de diferenciación CD (Cluster of Differentiation) son
marcadores que se utilizan para diferenciar a las células del sistema inmune.

Linfocitos T: Existen dos grandes tipos; los cooperadores Th (Thelper) y los citotóxicos (Tc).
Todos los linfocitos T llevan el marcador CD3. Los cooperadores (Th) el marcador CD4 y los
citotóxicos (Tc) el CD8.

Los linfocitos Th se subdividen a su vez en Th1 y Th2, dependiendo del tipo de citocinas que
secreten.

Los Th1 producen IL-2, interferón y factor de necrosis tumoral (TNF tumor necrosis factor).

Los linfocitos Th2 producen interleucinas: IL-4, IL-5, IL-6, IL-10 e IL-13.
Estas citocinas son importantes para inducir en los linfocitos B la producción de
inmunoglobulinas (IgA, IgE, IgG4)
Los Linfocitos NK (Natural Killer, Células Asesinas Naturales): No maduran en el timo ni
secretan inmunoglobulinas. Son grandes células que destruyen tumores y células infectadas
por virus sin necesidad de estimulación antigénica específica. Llevan los marcadores CD3-,
CD16+ y CD56

Los órganos linfoides primarios son la médula ósea y el timo. En la médula ósea se producen
células madre que, bajo la influencia de hormonas y citocinas, se convierten en leucocitos.

El timo, aparte de ser una glándula endocrina, es un órgano linfoide en el que maduran los
Linfocitos T. Los otros leucocitos maduran en la médula ósea. Los tejidos linfoides
secundarios son: el bazo, los nodos linfáticos, tejidos linfoides del tracto intestinal, los
pulmones, las amígdalas, el apéndice, los riñones o el corazón, entre otros. Estos órganos
son el lugar de acción para las células de la inmunidad específica.

La comunicación en el sistema inmune

Los órganos y células del sistema inmune se comunican entre sí por medio de mensajeros
químicos, principalmente por citocinas, sustancias de naturaleza peptídica y que pueden
actuar como: sustancias autocrinas (sobre la misma célula), paracrinas (sobre células
cercanas) o endocrinas (células distantes).

Su producción es inducida por agentes infecciosos y se sintetizan cuando la célula recibe una
señal de activación. Llevan a cabo sus efectos uniéndose a receptores de superficie de las
células y aparte de las funciones inmunológicas intervienen en otras acciones, como: la
diferenciación y crecimiento celular y la síntesis y/o liberación de hormonas.
Marcelo Pedro Russo VERSIÓN ESCRITA | CLASE 4

Inmunidad natural o inespecífica

La inmunidad innata constituye la primera línea de defensa del sistema inmune. La respuesta
natural (no específica) es más primitiva, de acción inmediata, con reconocimiento
inespecífico de los patógenos y sin generar memoria inmunológica.
Los fagocitos (macrófagos / monocitos, eosinófilos y neutrófilos) y los inflamacitos
(mastocitos), tienen receptores innatos (inespecíficos) para múltiples patógenos. Su misión
consiste en reconocer sustancias extrañas y fagocitarlas (comérselas). Si los mecanismos
naturales no son eficaces en la eliminación del agente infeccioso, al menos lo mantienen bajo
control hasta que maduran los mecanismos de respuesta específicos (adaptativos, requieren
una semana).

Inmunidad específica
Esta forma de inmunidad es más reciente en la evolución, tarda una semana en desarrollarse,
tiene unos mecanismos de reconocimiento del patógeno extremadamente específicos
(receptores para antígeno TCR y BCR), presentan memoria y sus responsables son los
linfocitos T y los linfocitos B.

Los linfocitos son capaces de reconocer a los patógenos tanto intactos (Linfocitos B) como
procesados por las células del organismo (Linfocitos T).

La inmunidad específica se ha venido subdividiendo a su vez en:


Inmunidad Mediada por Células (Linfocitos T) e Inmunidad Humoral (Linfocitos B -
anticuerpos-).
Aunque históricamente se ha venido hablando de respuesta celular y humoral
independientemente de que fuesen, o no, específicas, en la actualidad no es muy utilizado
este concepto ya que, por ejemplo, una respuesta humoral por anticuerpos necesita
previamente una respuesta celular mediante células B activadas.

En general, aunque se ha categorizado la respuesta inmune bajo diferentes criterios


(inmunidad innata versus adquirida, específica versus no específica, celular versus humoral)
lo cierto es que la respuesta inmune generalmente implica una combinación de formas de
reacción innatas y adquiridas.

Relación neuroinmunoendocrina

¿Cómo se lleva a cabo esta comunicación?

El eje hipotálamohipófisis-adrenales (HHA) es la columna vertebral de estas interacciones.


Cuando estas interacciones están desreguladas, las implicaciones clínicas que se pueden
Marcelo Pedro Russo VERSIÓN ESCRITA | CLASE 4

presentar abarcan aspectos físicos y conductuales, que se aprecian en patologías tan


variadas como el estrés postraumático, la depresión, la esquizofrenia, la enfermedad de
Alzheimer y trastornos de la alimentación como la anorexia. Estos cuadros clínicos tienen en
común un componente inflamatorio mediado por las citocinas.

Además de los mecanismos de retroalimentación negativos, que son los mismos para la
regulación de la mayoría de las hormonas existen mecanismos de retroalimentación
positivos. Sólo así se puede explicar el hecho de que se produzca la pubertad con una
excitación positiva de testosterona sobre el hipotálamo.
Existen mecanismos sencillos de retroalimentación negativos que explican la regulación de
distintas hormonas de acción periférica. Así, un aumento de la glucosa en sangre estimula la
secreción de insulina por cuya acción se disminuye esta concentración cesando la secreción
de la hormona, aunque el proceso no es tan sencillo porque en el mismo están implicados
otros factores como el nivel de aminoácidos y la presencia de hormonas intestinales. De la
misma manera la secreción de parathormona y de calcitonina se basan en un mecanismo de
retroalimentación negativa que está regulada por la concentración de calcio en sangre. Lo
mismo podríamos decir de la hormona antidiurética y la concentración de sodio

Los trastornos hormonales pueden tener un origen congénito, de secreción, de transporte,


de acción, de regulación

El sistema endocrino y el sistema nervioso van prácticamente de la mano.

El sistema nervioso genera impulsos neurotransmisores y eléctricos, lo que a su vez


estimulan las contracciones de los músculos y provocan que las glándulas produzcan
hormonas. Cada una de ellas tiene su determinada misión en las células, tejidos y órganos
llamados diana. Estas hormonas son portadoras de mensajes químicos. Cuando los tejidos y
las células reconocen estas hormonas, éstas provocan reacciones en las células. En el caso de
los partos, por ejemplo, ese proceso actúa en la pared del útero, provocando la producción
de la oxitocina en el lóbulo de la glándula pituitaria. Ésta a su vez estimula las contracciones
en el útero en el momento de parto.
Vamos a exponer, dada la complejidad de todos los fenómenos posibles de interacción que
impactan en la conducta y el aprendizaje (consecuencias psicosomáticas) sobre el factor
estrés.

La respuesta de estrés

Es un mecanismo de activación fisiológica y de los procesos cognitivos que favorece una


mejor percepción y posterior evaluación de las situaciones y sus demandas, un
procesamiento más rápido y eficaz de la información disponible con la consiguiente
búsqueda de soluciones y consecuente selección de las conductas adecuadas para hacer
frente a la situación, a la vez que, prepara el organismo energéticamente para actuar de
forma más efectiva ante las posibles exigencias de la misma.
Marcelo Pedro Russo VERSIÓN ESCRITA | CLASE 4

El término que originalmente introdujo Selye en 1936 haciendo referencia a una respuesta
del organismo ante una situación estresante (estresor), posteriormente ha sido utilizado
desde distintos enfoques:
1. Teorías basadas en el estímulo: Enfoque psicosocial del estrés o enfoque de los
sucesos vitales (Sandín y Chorot, 1995)
2. Teorías basadas en la interacción: Enfoque que pone especial énfasis en la interacción
entre los procesos cognitivos que median entre estresor (estímulo) y la respuesta de estrés
(Lazarus, 1966, 1993a; Lazarus y Folkman, 1984).
3. Teorías basadas en la respuesta: Este enfoque, original de Selye, entiende el estrés
como una respuesta inespecífica del organismo y que atenta contra la homeostasis del
mismo que tiene una forma y composición característica, pero ninguna causa en particular
(Selye, 1960). Según la teoría, cualquier estímulo que facilite la respuesta de estrés para
equilibrar el organismo se convierte en estresor.
Cómo citamos, el eje fundamental de estas respuestas implica la activación del eje HHC
(hipotalámicohipofisiario-corticosuprarrenal) y del SNA (sistema nervioso autónomo).
Taché y Selye (1977) enfatizaron que tener problemas, ser expuesto a alarmígenos
(estresores) o la comúnmente llamada tensión nerviosa, incluyen al estrés y que en todo
momento existe un cierto grado de estrés en el organismo ya que su ausencia significaría la
muerte.

En realidad, por tanto, cuando un individuo sufre o se queja de estrés (o ansiedad), está
comunicando que tiene un exceso de estrés. Por otro lado, es muy importante tener en
consideración que el estrés no está implicado únicamente en las emociones negativas.
Un acontecimiento positivo (relaciones sentimentales afectivas, sexuales) provoca la
liberación de glucocorticoides a veces de manera más intensa que una descarga eléctrica, a
la vez que una sorpresa positiva repentina puede provocar la misma reacción endocrina que
un suceso desagradable (Selye, 1974; Toates, 1995).

El mecanismo y la fisiología del estrés son en sí mismos complejos, ya que además de las
estructuras del organismo involucradas en las respuestas autonómicas y neuroendocrinas, la
respuesta es variable de acuerdo con la cognición o el procesamiento que el sujeto realice de
la información sensorial y cognitiva.
Existen dos vías de respuesta. La primera es una vía de respuesta rápida, inmediata, que se
produce en segundos, como primera reacción al estresor, facilitando la respuesta de lucha o
huida para mantener en equilibrio el medio interno.

Esta respuesta es la activación del sistema simpático adrenal. Cuando llega información al
hipotálamo, habiéndose realizado ya procesos cognitivos (evaluación de posible peligro), se
produce liberación, a partir del hipotálamo y por vía simpática, de catecolaminas.
Marcelo Pedro Russo VERSIÓN ESCRITA | CLASE 4

La segunda respuesta, más tardía y lenta, pero continua, es la llamada activación


neuroendocrina o vía corticoadrenal, y tiene como característica la secreción de corticoides.

Esta vía neuroendócrina se activa a partir del hipotálamo, después de haber recibido las
informaciones sobre el estresor, y libera un polipéptido llamado CRF o Factor Liberador de
Corticotropina, que activando el lóbulo anterior de la hipófisis provoca la liberación de la
hormona adrenocorticotrópica, estimulando en la corteza de las glándulas suprarrenales
liberación de cortisona, hidrocortisona y corticosterona. Esta respuesta también estimula la
liberación de mineralcorticoides, como la desoxycorticosterona y aldosterona; y
glueocorticoides, como el cortisol.

Uno de los hallazgos más interesantes es que el sistema nervioso central y el sistema inmune
se comunican y comparten un mismo lenguaje molecular: neurotransmisores, hormonas y
citocinas; incluso se considera que existe una gran analogía entre la estructura del sistema
inmune y el sistema nervioso central. Esto se evidenció con el descubrimiento de que los
linfocitos producen neuropéptidos y receptores que se pensaba eran exclusivos de la hipófisis
y otras regiones cerebrales y que hormonas y neuropéptidos mediadores de la respuesta de
estrés se alteran con estímulos antigénicos. También, se han encontrado receptores de
citocinas en neuronas y células endocrinas, y que las citocinas periféricas activan la
producción de interleucinas en las células gliales.
El hipotálamo parece ser una estructura esencial en los procesos de comunicación de los
sistemas endocrino, inmune y nervioso. Tiene como principal función el mantenimiento de
la homeostasis del organismo y recibe más información que ningún otro órgano regulador;
está conectado por vía neural y vascular a la hipófisis y, por tanto, al sistema endocrino.
Marcelo Pedro Russo VERSIÓN ESCRITA | CLASE 4

Lesiones en él producen alteraciones en la función de leucocitos y linfocitos. El hipotálamo


podría considerarse además como importante mediador entre el sistema límbico, cuyos
elementos principales son la amígdala y el hipocampo, y estructuras del tronco cerebral.
El sistema límbico parece estar implicado cuando un estresor precisa de análisis desde
estructuras superiores cerebrales mientras que las proyecciones que van directamente desde
el tronco cerebral hasta los núcleos paraventriculares del hipotálamo se activan ante
estresores que conllevan amenaza fisiológica inmediata.

El hipocampo no parece comunicarse directamente con los núcleos paraventriculares del


hipotálamo (donde se produce la síntesis de CRH), pero sí indirectamente a través de otras
áreas, como el septum lateral, el núcleo de la estría terminalis, el hipotálamo anterior o los
núcleos: arcuato, ventromedial y supraquiasmático del hipotálamo.
Es decir, el hipotálamo sería el modulador básico de la síntesis de neurohormonas del estrés
(principalmente la CRH). Además, al contrario que el hipocampo, la amígdala (implicada en
las respuestas condicionadas de miedo) sí se comunica directamente con los núcleos
paraventriculares del hipotálamo mediante proyecciones de neuronas CRH, ha sido
propuesta como parte importante en la respuesta neuroendocrina del estrés, por tanto en el
control de la activación del eje HHC, así como la región prefrontal medial del córtex, que
parece modular la actividad de la amígdala ejerciendo sobre ella un efecto inhibitorio,
reduciendo las respuestas de miedo y la actividad del eje HHC. Por otro lado, el córtex
prefrontal medial envía proyecciones directas hacia el hipotálamo, única vía nerviosa que
conecta directamente la corteza cerebral con el hipotálamo. A través de esta conexión, el
córtex prefrontal inhibe el eje HHC (C.F. Sandín, 2001).

Evidencias
Veamos cuatro líneas de evidencia que ponen de manifiesto la relevancia de las interacciones
entre el sistema nervioso, inmune y neuroendocrino:

1. Las respuestas inmunes pueden ser condicionadas clásicamente.


2. La estimulación eléctrica o lesiones en zonas específicas del cerebro pueden alterar la
respuesta inmune.
3. El estrés experimental en los animales ha demostrado alterar las respuestas inmunes.

4. La activación del sistema inmune correlaciona con alteraciones en la actividad


neurofisiológica, neuroquímica y neuroendocrina de las células cerebrales.

Como inhibidor, el estrés parece afectar a los principales parámetros inmunológicos, lo cual
se ha observado en la inmunidad específica (Células T), en la inespecífica (Macrófagos y
Células Asesinas), en la inmunidad mediada por células y en la mediada humoralmente.
Sin embargo, este efecto inmunopresor es complejo ya que, dependiendo del tipo de
estresor utilizado o cómo el mismo sea aplicado, así como la respuesta inmune analizada, se
obtienen resultados diferentes.
Marcelo Pedro Russo VERSIÓN ESCRITA | CLASE 4

No obstante, en estudios con animales, así como en humanos, esta supresión parece siempre
estar mediada por la activación del eje HHC (c.f. Sandín, 2001). Los glucocorticoides,
productos finales de este eje, son importantes mediadores de la interacción
inmunoendocrina. Sus acciones inmunopresoras y antiinflamatorias son bien conocidas:

• Alteran los niveles de glóbulos blancos, causando monocitopenia y linfopenia,


además de disminuir la actividad de las células NK.
• Inhiben tanto el procesamiento y la presentación del antígeno por parte de los
macrófagos como la producción de factores activadores de la proliferación de células
T.
• Actúan sobre los mastocitos y basófilos impiden la degradación dependiente de IgE.
• Igualmente inhiben la producción y secreción de interleucinas (IL) que desempeñan
un importante papel en la mediación de la respuesta inmune.
Es significativo que la corteza adrenal, lugar de origen de los glucocorticoides, contenga un
elevado número de macrófagos, lo que sugiere una posible interacción paracrina entre las
células inmunes y las endocrinas.

La función inmune puede afectar al funcionamiento psicológico, nervioso y neuroendocrino.


Las interleucinas parecen tener un efecto activador sobre el eje HHC.

Se han hallado receptores tanto para la IL-1 como para la IL-2 y también para el TNF (Factor
de Necrosis Tumoral) en múltiples áreas del sistema nervioso central, incluyendo al
hipotálamo, hipocampo y tronco cerebral.

En particular la IL-1 parece ser un importante mensajero entre el sistema inmune y el eje
HHC. Aunque se trata de una molécula muy grande y que, por tanto, no atraviesa la barrera
hematoencefálica, se está investigando cómo puede llegar al cerebro. Se ha apuntado a la
lámina terminal como lugar primario de acción, ya que en ese lugar no existe barrera
(Bateman et al., 1989).

También es posible su producción en el mismo cerebro por las microglías y por los astrocitos.
Además, la IL-1 periférica podría afectar al cerebro vía fibras aferentes del nervio vago.

Por otro lado, las citocinas juegan un importante papel en el desarrollo y regeneración de los
oligodendrocitos en la producción de mielina, algo que se relaciona directamente con la
esclerosis múltiple, gliomas y demencias asociadas a VIH, lesiones en el cerebro y tal vez en
la enfermedad de Alzheimer (Ransohoff y Beneviste, 1996).
La citocina proinflamatoria IL-1 y el factor de necrosis tumoral (TNF) son las responsables de
la inducción de sueño, fiebre, anorexia y fatiga durante los procesos de enfermedad, los
microbios crecen menos a altas temperaturas en el cuerpo y así, la IL-1 es facilitada en
reposo.

El bajo contenido de glucosa en sangre -mata de hambre a las bacterias-. La fatiga permite
conservar energía como modo de combatir la infección. Hay evidencias de que el síndrome
de fatiga crónica (SFC), que puede ocurrir mientras se está cursando una infección viral,
Marcelo Pedro Russo VERSIÓN ESCRITA | CLASE 4

agotamiento físico o estrés psicológico y que puede acompañarse de depresión, está


relacionado con la señalización inapropiada de las citocinas que actuarían como si hubiese
una infección y unos elevados niveles de IL-1, según se ha señalado por Goodnick y Klimas
(1993).

Una interesante hipótesis aportada por Rabin (1999) apunta a que el balance entre linfocitos
Th1 y Th2 puede estar desequilibrado a favor de los segundos en situaciones de estrés
crónico. Los elevados niveles de Th1 se asocian a incrementos en la actividad mediada por
células (enfermedades autoinmunes, virus, hongos y bacterias) y decrementos de linfocitos
Th2. Por otro lado, elevados niveles de Th2 se corresponden con aumento de la actividad
humoral que favorece la producción de IgE e IgA (parásitos, enfermedades alérgicas como el
asma e infecciones producidas por las mucosas del cuerpo) y decrementos de Th1.

Es decir, que dependiendo de la dominancia en un determinado individuo de una función u


otra (Th1/Th2) puede verse afectado por un tipo u otro de enfermedad y el estrés estar
implicado en ello. De esto se deduce que los efectos nocivos de los factores ambientales en
el sistema inmune no serían precisamente los de inmunodepresión, sino la alteración del
equilibrio entre ambos tipos de células.

En la actualidad, parece bastante aceptado que el estrés juega un importante papel en la


génesis de la depresión y que es una de las causas fundamentales de ésta (Gotlib y Hammen,
1992).
Gran parte de la evidencia clínica acerca de la depresión depende de una historia previa de
adversidades y estrés psicosocial (Dohrenwend, 1998). También se ha hipotetizado acerca
de la predictibilidad de la depresión a través de la ocurrencia previa de sucesos vitales
estresantes (Gotlib y Hammen, 1992; Kessler, 1997).

Por otro lado, también se sabe que en la depresión se puede observar un perfil bioquímico
similar, endocrino e inmunológico, al que se produce en situaciones de estrés, como:
liberación espontánea de IL-1b, IL-6 e inmunodesviación Th2 así como actividad del eje HHC:
Hipercortisolisemia, perturbación de los ritmos circadianos de cortisol, ausencia de
respuesta al test de supresión de la dexametasona e hiperactividad de la hormona CRH
(Sandín, 2001). El exceso de actividad del eje HHC, especialmente la hipercortisolisemia,
puede agravar los síntomas depresivos directamente deteriorando áreas cerebrales
relacionadas con funciones cognitivas, como el hipocampo (Sapolsky, 2000) o
indirectamente (reduciendo los niveles de estrógenos y andrógenos).

Las situaciones clínicas asociadas con el estrés son muchas en medicina (humana y
veterinaria): infecciones, trauma, cáncer, alergias y autoinmunidad (Klinger et al., 2005).

Además, las relaciones entre el estrés y la depresión son muy variadas, pudiendo existir
vulnerabilidad genética o exposición a eventos estresantes en períodos críticos (gestación o
infancia temprana), así como exposición a situaciones estresantes durante cualquier época
de la vida que para determinado individuo sean experimentadas como -fuera de su control-
y en las que se encuentra con una percepción de no poder o no saber hacerles frente.
Marcelo Pedro Russo VERSIÓN ESCRITA | CLASE 4

La respuesta de estrés va a estar siempre presente en esto casos. Además, la activación del
sistema de estrés también puede producirse por activación del sistema inmune inespecífico,
como, por ejemplo, una infección.

Concentración Tiempo de Efecto sobre la Efecto en el


Estrés
Cortisol duración respuesta inmune Cerebro
Agudo Baja Corto + Sensibilización
Crónico Alta Largo - Apoptosis

Síntesis
Desde hace 20 años, gran número de evidencias experimentales y clínicas ha demostrado la
existencia de una comunicación constante y bidireccional entre el sistema neuroendócrino y
la respuesta inmunológica.

Esta comunicación se denomina “interacciones neuroendocrinoinmunológicas” (NEI),


mismas que nos permiten mantener la homeostasis ante los estímulos estresantes, tanto de
tipo sistémico –lesiones tisulares, infecciones mediadas por bacterias virus y parásitos– como
de tipo psicológico, secundarios a la percepción y procesamiento del estímulo por cada
individuo.

El estrés es un proceso fisicoquímico o emocional inductor de una tensión, que favorece la


liberación de: a) las citocinas proinflamatorias, b) la hormona liberadora de corticotrofina
(CRH) y c) el cortisol, así como de un amplio grupo de neurotransmisores que inducen, en su
conjunto, la aparición de alteraciones conductuales.
La respuesta ante el estrés físico o psicológico que el organismo elabora es equivalente. Los
estímulos estresantes agudos tienen efectos que pueden considerarse como veniales. Sin
embargo, cuando éstos se mantienen por un periodo prolongado se vuelven nocivos y
generan la aparición de alteraciones indeseables.

El organismo inicia una respuesta adaptativa ante los estímulos estresantes (suceso vital) que
consiste en una elevación de los niveles circulantes de citocinas proinflamatorias –factor de
necrosis tumoral alfa (TNF-α), interleucina (IL)-6 e IL-1–, producidas por las células de la
respuesta inmunológica, como los linfocitos y macrófagos.
Al alcanzar una concentración de 10nM, estas citocinas proinflamatorias son capaces de
unirse a sus receptores y estimular al Sistema Nervioso Central (SNC).
El cerebro tiene receptores para estas moléculas distribuidos en diferentes regiones
anatómicas, aunque la mayor densidad de éstos se encuentra principalmente en el
hipocampo.

Además de que se ha identificado que en el cerebro hay gran variedad de receptores de


citocinas, éste tiene la capacidad de sintetizar y secretar in situ una amplia gama de citocinas,
lo que lo convierte en un órgano susceptible de ser estimulado tanto por las citocinas
sistémicas como por las producidas in situ.
Marcelo Pedro Russo VERSIÓN ESCRITA | CLASE 4

Cuando las citocinas alcanzan una concentración 10nM, se unen a sus receptores específicos
en el cerebro y, por medio de vías fisiológicas diferentes, inducen la generación de los
siguientes procesos:
1) neuroinmunológicos, que activan la liberación de citocinas en el cerebro mismo;

2) neuroquímicos, que empiezan con la liberación de neurotransmisores, como la


norepinefrina y la serotonina;

3) neuroendocrinos, que se inician con la secreción de la CRH, la cual activa el eje


hipotálamo-hipófisis-adrenales (HHA), lo que a su vez induce la liberación de cortisol y
andrógenos anabólicos, como la dehidroepiandrosterona (DHEA), los cuales en su conjunto
llevan a

4) cambios conductuales denominados “conducta de enfermedad” (sickness behavior).


Tanto el cortisol como la DHEA tienen receptores específicos en casi todas las células del
organismo, particularmente en las células de la respuesta inmunológica, como los linfocitos
T, los cuales son altamente susceptibles a las variaciones de los niveles circulatorios del
cortisol y de la DHEA.
Cabe señalar que el cortisol actúa como inmunoestimulante a concentraciones bajas durante
lapsos cortos, estimulando una subpoblación específica de linfocitos T conocida como
linfocitos cooperadores tipo 2 (TH2), que participan como señalamos, en una respuesta
inmunológica de tipo humoral, principalmente mediada por anticuerpos.

La DHEA estimula de forma positiva las células T, que pertenecen a una subpoblación
linfocitaria denominada linfocitos cooperadores tipo 1 (TH1), que favorecen una respuesta
inmunológica de tipo celular.

La diferencia entre las subpoblaciones linfocitarias TH1 y TH2 radica en el perfil de citocinas
que son secretadas por cada una de ellas como ya describimos antes.

Las células TH1 secretan citocinas proinflamatorias como la IL-1, TNF-α e IL-6, en tanto que
las TH2 secretan citocinas antiinflamatorias como la IL-4, IL-10 e IL-13, que son antagónicas
a las secretadas por las TH1.

Este antagonismo presente entre las citocinas es un punto de regulación del sistema
inmunológico dentro de las interacciones NEI.

El cortisol tiene una alta densidad de receptores en el cerebro ubicados principalmente en el


hipocampo, mismos que son sensibles a las variaciones de los niveles en circulación de este
glucocorticoide. En condiciones normales, al desaparecer el estímulo estresante disminuye
la producción de citocinas proinflamatorias y el cortisol lleva de nuevo, a través de sus
receptores específicos, las interacciones NEI a su estado basal.

Cuando los estímulos estresantes de nuestro entorno físico o psicológico se vuelven crónicos,
provocan que los niveles de cortisol se mantengan elevados, con lo que inducen una
desregulación de las interacciones NEI, lo que nos hace susceptibles a la aparición de
Marcelo Pedro Russo VERSIÓN ESCRITA | CLASE 4

enfermedades infecciosas, crónicas o autoinmunes, al igual que de padecimientos


psiquiátricos como la depresión, la esquizofrenia, la enfermedad de Alzheimer o trastornos
de la alimentación como la anorexia.
Los efectos de las citoquinas son variados.

Esta susceptibilidad dependerá de nuestro fondo genético y del aprendizaje adquirido de


nuestro entorno ambiental y social. Es por ello por lo que el estudio de las interacciones NEI
ha adquirido gran interés en los últimos años. El conocimiento que se desprenda de su
investigación permitirá el desarrollo de terapéuticas novedosas y eficientes para el manejo
de padecimientos físicos y mentales como el aprendizaje investigado por la neuropedagogía
y neuroandragogía.

Es decir que como nos señala Ader R. (1981) existe una serie de consideraciones que permiten
relacionar el sistema inmune con el sistema neurológico:
Factores psicosociales e inmunidad
• Papel del estrés en enfermedades infecciosas
• Correlación entre depresión e incidencia de cáncer
• Influencia del apoyo psicosocial en la inmunidad
Moléculas comunes en ambos sistemas
• Regulación de la producción de anticuerpos por neurotransmisores
• Receptores a neurotrofinas en células inmunocompetentes
Inmunoendocrinología
• Regulación de la inflamación por glucocorticoides endógenos
• Efectos de las citocinas en órganos no linfoides
• Papel de las hormonas sexuales en la inmunidad
Neuroanatomía
• Inervación de órganos linfoides
• Papel del nervio vago en la fase aguda
• Expresión de citocinas en células nerviosas
Modelos psicológicos experimentales
• Condicionamiento pavloviano
• Estrés experimental (choque eléctrico, nado en agua fría)
Regulación de la conducta por la respuesta inmune
• Cambios conductuales por fase aguda Opioides en inflamación y percepción
del dolor
• Respuesta a virus Epstein Barr y síndrome de cansancio crónico
Marcelo Pedro Russo VERSIÓN ESCRITA | CLASE 4

Nota de cátedra
Toda la evidencia experimental y clínica han demostrado el efecto neuromodulador de la
conducta a través de las hormonas y la producción de las células del sistema inmune.

El estado de ánimo que es co-responsable de las funciones ejecutivas (cognitivas) que deriva
en la conducta.

Las señales epigenéticas (ambientales) que regulan la secreción hormonal y de coadyuvantes


del sistema inmune a través de influir en glándulas como el hipotálamo, hipófisis, timo,
suprarenales, encuentran diana en áreas del cerebro y provocan cambios visibles (conducta),
que pueden ser revertidos -en su mayoría- si cambian las condiciones ambientales
nuevamente.
Ejercitación

Recomiendo realizar la actividad en grupos constituidos de hasta tres estudiantes.


1- Luego de leída la clase, y de la asistencia al encuentro sincrónico, elabore un concepto
de Salud-Enfermedad. Importante: para ayudar a vuestra reflexión revise el siguiente
video: https://youtu.be/RVDain2cLVA.
2- Diferencie mediante la redacción de un ejemplo situado (en aulas) los conceptos de
Salud y enfermedad.
3- Los siguientes apellidos de científicos aparecen en el texto como citas de autoridad,
ordénelos según su aparición en el texto y cite el tema por el que se los cita. Listado:
Klinger, Ransohoff y Beneviste, Lazarus y Folkman, Sapolsky, Goodnick y Klimas,
Cohen y Ader, Taché y Selye, Besedovsky y Sorkin, Blalock, Ekman, Bateman, Sandín
y Chorot, Selye y Toates, Sandín, Gotlib y Hammen, Felten.
4- Reflexione, y quede listo para continuar indagando: ¿cómo es posible relacionar el
sistema inmune con el sistema neurológico, el sistema endócrino, el sistema nervioso
y la psique. Trate de explicarle a uno de los compañeros del grupo.
5- Imagine una situación de evaluación, el estrés es un condimento, ¿de qué manera
explica técnicamente que pudiera ser condicionante negativo o positivo del
desarrollo de los aprendizajes?

Bibliografía

 AGUADO, L. (2002). Procesos cognitivos y sistemas cerebrales de la emoción. Revista


de Neurología, 34, (12): 1161-1170.
 NELSON, R. J. (1996). Psicoendocrinología: Las bases hormonales de la conducta. Cap.
11: Aprendizaje y Memoria. Barcelona: Ariel, pp. 569-599.
 SANDI, C. (2003). Implicación de los glucocorticoides en la consolidación de la
memoria. Revista de Neurología, 37, (9): 843-848.
 SANDI, C., VENERO, C. & CORDERO, M.I. (2001). Estrés memoria y trastornos
asociados. Cap. 4: Modulación hormonal de la memoria. Barcelona: Ariel, pp. 125-180.
Marcelo Pedro Russo VERSIÓN ESCRITA | CLASE 4

 DE BLAS, M.R. (1998). Sistema neuroendocrino. Del Abril, A., Ambrosio, A., De Blas,
M.R., Caminero, A.A., De Pablo, J.M.,. & Sandoval, E. Fundamentos biológicos de la
conducta. Madrid: Sanz y torres, pp. 839-879.
 GARCIA SEGURA, L. M. (1991). Hormonas sexuales y conexiones cerebrales. Política
Científica, (febrero), 42-45.
 HADLEY, M. E. (1997). Endocrinología. Cap. 6: El hipotálamo endocrino, pp. 119-146.
Madrid: Prentice Hall.
 KRAFT, U. (2005). Estrógenos y cerebro. Mente y Cerebro, 10: 19-23.
 ROSENZWEIG, M. R., LEIMAN, A. I. & BREEDLOVE (2002). Psicología Fisiológica. Cap.
4: Hormonas y conducta. pp. 143-180. Madrid: McGraw Hill.
 SEGOVIA, S.Y GUILLAMÓN, A. (1988). Introducción a la neuroendocrinología. En: A.
Guillamón y S. Segovia (Eds.), Fundamentos biológicos de la conducta II , Vol. II, UNED,
pp. 9-52.
 FOUCAULT, M. El nacimiento de la clínica. México: Siglo Veintiuno Editores; 1978.
 FOUCAULT, M. Arqueología del saber. México: Siglo Veintiuno Editores; 1979, p.81
 FOUCAULt, M. Las palabras y las cosas: una arqueología de las ciencias humanas.
(11°edición). Madrid/ México: Siglo Veintiuno Editores; 1979
 FOUCAULT, M. Historia de la locura en la época clásica. (2 vols.). Santa fe de Bogotá:
Fondo de Cultura Económica; 2000
 LACAN, J. (1981). El Seminario. Libro I: Los escritos técnicos de Freud (1953-54).
Buenos Aires: Paidós. Lacan, J. (1983). El Seminario. Libro II. El yo en la teoría de
Freud y en la técnica psicoanalítica. (1954-55). Buenos Aires: Paidós.
 LACAN, J. (1984). El Seminario. Libro III. Las Psicosis. (1955-56). Buenos Aires: Paidós.
 LACAN, J.(1985). Escritos I. Argentina: Siglo Veintiuno Editores. Lacan, J. (2005). Lo
simbólico, lo imaginario y lo real (1953). De los nombres del padre. Buenos Aires:
Paidós.
 LE GAUFEY, G. (2012). La incompletud de lo simbólico. Buenos Aires: Letra Viva.
 LEVI-STRAUSS, C. (1984). Antropología Estructural. Buenos Aires: Eudeba. Peirce, C.
S. (1987). Obra lógico semiótica. Madrid: Taurus.
 PEIRCE, C.S. (2012 a). Algunas consecuencias de cuatro incapacidades. (1868). Obra
filosófica reunida. Tomo I. México: Fondo de Cultura Económica.
 PEIRCE, C.S. (2012 b). Obra filosófica reunida. Tomo II. México: Fondo de Cultura
Económica
 VEIGA, S., GARCÍA-SEGURA, L.M., AZCOITIA, I. (2004). Propiedades
neuroprotectoras de los esteroides sexuales y los neuroesteroides. Revista de
Neurología, 39 (11): 10431051.

También podría gustarte