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UNIVERSIDAD DE ORIENTE

NUCLEO BOLIVAR
ESCUELA DE CIENCIAS DE LA SALUD
“DR. FRANCISCO BATTISTINI CASALTA”
DEPARTAMENTO DE SALUD MENTAL

EFECTOS DE LAS CLASES VIRTUALES SOBRE LA SALUD MENTAL EN


ESTUDIANTES DE MEDICINA.

Profesor Asesor: Anteproyecto presentado por:


Dra. Norma Conquista Br. Ramos Salazar, Emilia Gabriela
C.I. 26.098.880
Br. Romero Montilla, María José
C.I. 26.262.713

Ciudad Bolívar, septiembre 2021


INDICE
INTRODUCCIÓN .........................................................................................................1
JUSTIFICACIÓN ........................................................................................................16
OBJETIVO GENERAL ...............................................................................................19
OBJETIVOS ESPECÍFICOS .......................................................................................19
METODOLOGÍA ........................................................................................................20
Diseño de estudio. .....................................................................................................20
Universo. ..................................................................................................................20
Criterios de Inclusión................................................................................................21
Criterios de Exclusión. ..............................................................................................21
Instrumentos de recolección de datos. ........................................................................22
Análisis estadístico ....................................................................................................24
ACTIVIDADES PREPARATORIAS ............................................................................25
INSTITUCIONES Y PERSONAL PARTICIPANTE ....................................................25
CALENDARIO ............................................................................................................25
HORARIO DE ACTIVIDADES ...................................................................................25
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS...........................................................................26
INTRODUCCIÓN

La salud mental ha estado oculta tras una cortina de estigmatización y discriminación


durante un largo período de tiempo, sin embargo, en los últimos años el mundo se ha
vuelto más consciente de la enorme carga y potencial que existe para generar progresos
en materia de salud mental (1), en particular desde el siglo XXI, gracias a la
colaboración de organizaciones multilaterales, asociados del ámbito académico,
defensores de los pacientes y de los usuarios, y trabajadores de salud mental (2). Para la
gran mayoría, la salud tanto física como mental y el bienestar social son componentes
vitales inextricablemente ligados; gracias al desarrollo del conocimiento acerca de esta
interrelación, surge más claramente que la salud mental es crucial para asegurar el
bienestar general de los individuos, sociedades y países (1).

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud como “un estado de


completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o
enfermedades”. Según esta definición se puede deducir que la salud mental es un
componente fundamental para alcanzar el completo estado de salud (3), el cual puede
ser definido a su vez, como el estado de bienestar que le permite a los individuos
desarrollar sus habilidades y capacidades, afrontar el estrés cotidiano, trabajar de
manera productiva y lucrativa y realizar contribuciones significativas a sus comunidades
(1). Por lo que es posible sostener que la salud depende no solo de todos los elementos
mencionados, sino que también se encuentra estrechamente relacionada a las
condiciones sociales, demográficas, económicas, al estilo de vida y convivencia, es
decir, en relación inclusiva con la colectividad a la que se pertenece (4).

En este sentido se entrelaza la salud mental con la vida diaria, que en pocas palabras se
refiere a la forma en cómo las personas se relacionan entre sí durante el cumplimiento
de las actividades rutinarias básicas; comprende además la manera en cómo coexisten
compartiendo sus deseos, anhelos, habilidades, ideales, sentimientos y valores morales
requeridos de forma individual y en conjunto para hacer frente a la cotidianeidad (5).
Entonces, la salud mental depende tanto de la forma en cómo se sienta el individuo
frente a sí mismo, como de la forma en que se siente frente a otras personas, y a su vez,
2

esta se expresa del modo en que responde a las exigencias de la vida y de su ambiente
(4). Esto indica que gracias al creciente conocimiento sobre esta interdependencia, surge
de manera más evidente que la salud mental es un pilar central en el bienestar general de
los individuos, sociedades y naciones (1).

En efecto, los problemas de la salud mental afectan a la sociedad en su totalidad y no


solo a un segmento limitado o aislado de la misma, por lo que constituye un desafío
importante para el desarrollo general (1). Actualmente, no existe grupo humano inmune
a padecer de problemas de salud mental, más el riesgo es elevado en las clases sociales
bajas, la pobreza, los “sin techo”, el desempleado, en las personas con poco nivel de
escolaridad, las víctimas de violencia, los migrantes y refugiados, las poblaciones
indígenas, las mujeres maltratadas y el anciano abandonado (1). Pese a ello, en la mayor
parte del mundo no se le atribuye a la salud mental y los trastornos mentales la misma
importancia que a la salud física; por el contrario, la salud mental ha sido objeto de
abandono e indiferencia (1).

En la actualidad, más de 450 millones de personas están afectadas por un trastorno


mental o de conducta (1). De acuerdo a la OMS, más de un millón de personas se
suicidan cada año; cuatro de las seis causas principales de los años vividos con
discapacidad, resultan de trastornos neuropsiquiátricos como: depresión, trastornos
generados por el uso de alcohol, esquizofrenia y trastorno bipolar, y al menos una de
cada cuatro familias tiene por lo menos un miembro afectado por un trastorno mental
(1).

En las Américas, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), los trastornos


mentales representan el 22,4% de la carga general de enfermedades y en conjunto a
otros problemas psicosociales, representan una importante y significativa parte de la
morbilidad que se atiende en los centros de atención primaria (6). Datos recientes
demuestran que la mayoría de los trastornos mentales severos comienzan durante la
niñez y la adolescencia (6). De hecho, el 75% de los trastornos mentales se inician antes
de los 24 años de edad (6). Los trastornos depresivos son la principal causa de
discapacidad seguido por los trastornos de ansiedad, mientras que la autoagresión y los
trastornos del dolor se ubican en el tercer lugar. De la región de las Américas, América
3

del Sur, en general tiene mayores proporciones de discapacidad debido a enfermedades


mentales comunes (2).

Entre los trastornos de salud mental más frecuentes se encuentra la ansiedad que, según
la American Psychiatric Association (APA) en el Manual Diagnóstico y Estadístico de
los Trastornos Mentales 5ta edición (DSM-V, por sus siglas en ingles), define a los
trastornos de ansiedad como aquellos que comparten características excesivas conjuntas
de miedo y ansiedad, así como alteraciones conductuales asociadas. El miedo es una
respuesta emocional a una amenaza inminente, real o imaginaria, mientras que la
ansiedad es una respuesta anticipatoria a una amenaza futura. Es evidente que ambas
respuestas se solapan, aunque también se pueden diferenciar estando el miedo
frecuentemente asociado a accesos de activación autonómica necesarios para la defensa
o la fuga, pensamientos de peligro inminente y conducta de huida y la ansiedad está más
a menudo asociada con tensión muscular, vigilancia en relación a un peligro futuro y
comportamientos cautelosos o evitativos (7).

Según la OMS, el número estimado de personas con trastornos de ansiedad en el mundo


es de 264 millones y continúa en ascenso como consecuencia del crecimiento y el
envejecimiento de la población. Al igual que la depresión, las mujeres son las más
afectadas por este trastorno; específicamente en las Américas, un aproximado del 8% de
la población femenina sufre trastornos de ansiedad. Las tasas de prevalencia no varían
sustancialmente entre los grupos etarios, aunque se puede observar una tendencia de
menor prevalencia en los grupos etarios de mayor edad (8).

De acuerdo a la OPS, en Venezuela alrededor de los 20 años de edad surge un patrón


estable en donde los trastornos comunes como: ansiedad, depresión, autolesiones y
trastorno somatomorfe, representan el 42% de la carga de enfermedades por grupo
etario, seguidos por los dolores de cabeza, los trastornos por consumo de sustancias y
los trastornos mentales graves, los cuales representan el 21%, 14% y 8%
respectivamente (9). En Venezuela se habla muy poco sobre la salud mental, por lo
general reina el desconocimiento sobre las enfermedades psiquiátricas, quienes la
padecen son víctimas del estigma de una sociedad que está luchando con demasiados
problemas a la vez, lo que deja poco espacio para la reflexión y la empatía. Aunado a
esto en el país, no han elaborado un plan de salud mental en la última década o al menos
4

uno que sea conocido por el gremio médico, y pese a que no se publican datos sobre el
tema se estima que más de 1.000 pacientes psiquiátricos agudos no poseen atención
especializada (10).

Es importante resaltar que uno de los muchos temas que hasta hace pocos años no era
materia de discusión relevante entre docentes y académicos, ha sido el de la salud
mental de los estudiantes universitarios. El ingreso a una institución de educación
superior tiene lugar en una fase decisiva del ciclo vital de todo ser humano: el final de la
adolescencia y el comienzo de la adultez joven. Es en esta etapa donde nace la esencia
de la vida universitaria y con ella, en los primeros años, se experimenta la mezcla
diversos retos tanto positivos como negativos (complejidad del área de estudios
escogida, el reto cotidiano a la autenticidad y la solidez de la vocación, competitividad
con las nuevas amistades o enemistades, la diferente urdimbre del bullying, conflictos,
romances, entre otros) y el eventual uso de factores de autoprotección (una gama de
recursos que cumplen roles de defensa, de afrontamiento, de manejo individual o
colectivo de situaciones estresantes, de fomento y forja de fuentes de esperanza,
tenacidad, empatía y coraje) (11).

No obstante, todo ello puede no ser suficiente para refrenar vivencias irritantes que
puedan manifestarse desde rasgos o síntomas atípicos más o menos aislados, hasta
manifestaciones psicopatológicas que requieran la urgente necesidad de tratamiento
primario o especializado (11). La mayoría de las investigaciones centradas
específicamente en la salud mental de los estudiantes universitarios se han focalizado en
estudiar la presencia de síntomas emocionales, particularmente de sintomatología
ansiosa y, especialmente, de la depresiva (12), así como también, de abuso de sustancias
ilícitas o legales, acentuación de rasgos de personalidad anormal, trastornos
conductuales, conducta sexual promiscua, agresividad, retraimiento y humor fluctuante
(11).

La situación en el caso de los estudiantes de medicina es alarmante y poco amena, ya


que se encuentran expuestos a un sinfín de trastornos mentales a causa de las exigencias
impuestas por la carrera (13) que exigen del estudiante grandes esfuerzos de adaptación,
a lo que se añade la necesidad de una preparación óptima, siendo fundamental para un
futuro profesional en un mercado laboral muy competitivo, lo que lleva al estudiante de
5

medicina a soportar un nivel de estrés extremadamente elevado durante su


adiestramiento, con riesgo de deterioro de su salud mental (14).

En la Escuela de Medicina “José María Vargas” en Caracas, Venezuela, se realizó un


estudio en el año 2017, cuyo objetivo era determinar la incidencia de patologías
psiquiátricas menores en 210 estudiantes de medicina de primer a cuarto año, siendo
casi un 60% del sexo femenino y en edades comprendidas entre los 18 y 21 años. De
acuerdo a los resultados obtenidos se determinó que 121 estudiantes califican como
casos psiquiátricos, de los cuales el 65% eran mujeres. La mayor proporción de casos se
detectó en los estudiantes de segundo año con un 66%, mientras que en el tercer año
predominaron los no casos con un 56% y apenas un 11% de los estudiantes presentan
antecedentes de patologías psiquiátricas. Más del 80% refiere no presentar hábitos
tabáquicos, más del 40% manifestaron no poseer hábitos alcohólicos y solo 3 refirieron
el consumo de drogas, sin embargo, no se encontró relación estadística entre alguna de
estas variables y la condición de ser o no ser caso. De igual forma más del 50% refirió
realizar actividad física y más del 80% de los individuos pertenecían a los estratos de
Graffar I y II, pero de igual forma esto no afectó estadísticamente el hecho de ser o no
ser caso. Se concluye que la incidencia de patologías psiquiátricas menores es mayor
entre primer y segundo año siendo el grupo etario más frecuente entre los 17 y 19 años
de edad, debido a los altos niveles de estrés relacionados con factores académicos,
especialmente aquellos vinculados a la autopercepción de posibles fracasos (14).

En el año 2018 en Ciudad Bolívar, Estado Bolívar, Venezuela se realizó un estudio de


tipo transversal, que estuvo conformado por una muestra de 424 estudiantes de
medicina del tercero al sexto semestre de la Universidad de Oriente Núcleo Bolívar,
cuya finalidad consistió en evaluar la salud mental de sus estudiantes mediante la
aplicación del test de Goldberg, donde el 63,9% presentó alteración de la salud mental
con un test de Goldberg positivo, donde el 88,3% resultó ser del sexo masculino. El
quinto semestre se ubicó con el mayor número de estudiantes con alteraciones de la
salud mental con 89,6% de su total, representando el 29% de los estudiantes con
alteración, cabe destacar que solo se tomaron en cuenta los estudiantes del área
preclínica (15).
6

Para el año 2016 fue publicado un estudio descriptivo de tipo transversal por la Facultad
de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), cuyo objetivo
era cuantificar la ansiedad (de rasgo y estado) antes de iniciar el internado médico en los
alumnos de una escuela pública de medicina en México y además determinar si el
promedio de calificaciones tiene relación con la ansiedad. Utilizaron una muestra de
479 estudiantes, donde la mayoría correspondían al sexo femenino, a quienes se les
aplicó el instrumento IDARE, que evalúa ansiedad de rasgo (IDARE R) y estado
(IDARE E). De la muestra, los estudiantes con ansiedad de rasgo fueron 21,82%, con un
promedio de calificaciones de 84.1, con ansiedad de estado 27,55% y un promedio de
calificaciones de 84.0, sin ansiedad de rasgo 78,07%, sin ansiedad de estado 72,44%.
Pese a las limitaciones, como la pequeña proporción de estudiantes que contestaron la
encuesta, tomando la índole del IDARE como prueba de escrutinio y no como consulta,
los autores concluyeron que la ansiedad reportada excede a la población general, tanto
de rasgo como de estado y que existe un menor porcentaje de ansiedad de rasgo,
comparada con la ansiedad de estado (16).

En distintas investigaciones se constata que en la población actual existe el consumo


frecuente de diversas sustancias tanto lícitas como ilícitas ante una respuesta al estrés, es
importante resaltar de entre ellas el consumo excesivo de cafeína y tabaco, así como de
otras sustancias psicoactivas y psicofármacos. Existe la inclinación natural de suponer
que, debido a los conocimientos adquiridos durante sus prácticas y teorías, los
estudiantes de Ciencias de la Salud serían más cautos en cuanto al consumo de estas
sustancias. No obstante, se ha constatado un aumento de la tasa de consumo de
psicofármacos durante los últimos años en estos estudiantes, concluyendo que el
conocimiento de los fármacos podría no estar relacionado con el correcto uso de los
mismos (17).

Un estudio de corte transversal realizado en España en el año 2011, fue publicado por
especialistas de la Universidad Miguel Hernández de Elche con el objetivo de describir
y analizar las diferencias en el consumo de sustancias psicoactivas y psicofármacos
entre estudiantes de Medicina y Psicología en época de exámenes. Se reclutaron 103
estudiantes de medicina con edades comprendidas entre los 17 y 25 años. Se aplicó un
cuestionario basado en la encuesta EDADES del Plan Nacional sobre Drogas (España),
asimismo se evaluó la frecuencia de consumo en la última semana de psicofármacos y
7

otras sustancias utilizadas como medio para mejorar la concentración y/o lograr mayor
relajación. La ansiedad y la depresión fueron evaluadas mediante la escala de Ansiedad
y Depresión de Goldberg. De acuerdos a los resultados se pudo concluir que los
estudiantes de medicina presentaron un mayor porcentaje de consumo de psicofármacos
en comparación con otras sustancias como el tabaco y el cannabis, se presume que esto
podría deberse al grado de accesibilidad a dichas sustancias, además, es importante
destacar que el mayor consumo de psicofármacos podría venir motivado por los
mayores niveles de ansiedad y depresión encontrados en los estudiantes de medicina
que podrían estar presentando un mayor nivel de “automedicación” (17).

Es un factor de suma importancia destacar que, para finales del año 2019 en China,
apareció una enfermedad causada por un agente zoonótico emergente; en este caso un
nuevo coronavirus, al cual se le denominó como SARS-CoV-2 o simplemente COVID-
19. Este virus es capaz de ocasionar un síndrome respiratorio agudo grave, que en
algunas personas cursa con una evolución fatal (18). La OMS, para enero del 2020,
declaró oficialmente el brote de este nuevo padecimiento, al cual denominó: la
enfermedad COVID-19. Desde entonces fue identificada como una emergencia
internacional de salud pública, debido al elevado riesgo de propagación y contagio a
otros países del mundo, teniendo a China como epicentro. En marzo de 2020, la OMS
extraoficialmente declaró al COVID-19 como un estado de pandemia debido a la
gravedad y la rapidez de su transmisión (18).

A medida que la pandemia del coronavirus se extendió rápidamente por todo el mundo
y debido a las diversas fuentes de información fidedignas y no fidedignas, esta
enfermedad ha provocado un grado considerable de miedo y preocupación en la
población en general y en ciertos grupos particulares: adultos mayores, proveedores de
atención y en personas con afecciones de salud subyacentes. La pandemia de la
COVID-19 ha cambiado la vida de muchas personas, en particular sus costumbres
diarias, trayendo consigo no solo un ente patológico físico sino también incertidumbre,
rutinas diarias alteradas, presiones económicas, aislamiento social y temor a enfermarse.
Esta situación se agrava ante el desconocimiento de la variabilidad en la duración del
estado de pandemia, y lo que pueda albergar un futuro incierto (18). El exceso de
información y rumores infundados pueden causar que las personas pierdan el control y
la tranquilidad de sus quehaceres, debido a esto, los individuos experimentan una
8

progresiva sensación de estrés, ansiedad, miedo, tristeza y soledad, por lo que aumenta
la certeramente la posibilidad de que empeoren los trastornos de salud mental previos
(18).

Las situaciones de crisis tienden a afectar severamente la vida de las personas y a su


vez, el modo en cómo se desenvuelve en las comunidades, siendo muy probable que
estas produzcan elevados niveles de estrés diario. Se conoce gracias a diversas
investigaciones sobre epidemias anteriores, el efecto negativo de los brotes de
enfermedades infecciosas en la salud mental de las personas. Además, la adversidad es
un factor de riesgo bien establecido para los problemas mentales a corto y largo plazo
(19).

Según la Comisión de Lancet para salud mental global y desarrollo sostenible, un


mensaje clave importante es que los problemas de salud mental se dan en un continuo
que abarca desde una angustia moderada y limitada en el tiempo hasta trastornos
mentales graves, siendo la pandemia de COVID-19 un influyente en la posición de las
personas en ese continuo. Muchos individuos que en el pasado habían respondido
adecuadamente a la situación de crisis son ahora menos capaces de enfrentarse a ella,
esto es debido a los múltiples factores estresantes ocasionados por la pandemia.
Producto a ello, quienes hayan padecido anteriormente episodios de ansiedad y
angustia, en algunas ocasiones pueden experimentar un aumento del número y la
intensidad de los mismos, lo que ha causado como consecuencia el desarrollo de
trastorno mental en algunas personas, mientras que aquellos quienes poseen un
diagnóstico previo de un trastorno mental, experimentan un alarmante empeoramiento y
deterioro de sus funciones cognitivas (19).

A causa de todo lo anterior, no es sorprendente que se hayan registrado en diversos


países síntomas de ansiedad y depresión en escalas más elevadas de lo normal (19). De
acuerdo a un estudio realizado del 31 de enero al 2 de febrero del 2020 con 1210
personas en 194 ciudades de China, se aplicó la Escala de Depresión, Ansiedad y Estrés
(DASS-21), con el objetivo de hacer una encuesta en línea, usando técnicas de muestreo
snowball para comprender mejor, entre otras variables, sus niveles de impacto
psicológico, ansiedad, depresión y estrés en la etapa inicial del brote del COVID-19. El
28.8% de los participantes mostró síntomas de ansiedad de niveles moderados a graves,
9

el 16.5% cursó con síntomas depresivos de moderados a graves y el 8.1% informó


niveles de estrés de moderados a graves. El mal estado de salud se asoció
significativamente con un mayor impacto psicológico en los niveles más altos de
ansiedad, depresión y estrés (20).

Como método defensivo para hacer frente a los factores estresantes, es posible que las
personas recurran a distintos mecanismos nocivos, como el consumo de alcohol, drogas
y/o tabaco, o, por el contrario, que dediquen más tiempo a la implementación de
comportamientos potencialmente adictivos, como las apuestas en línea. Según
estadísticas de Canadá, durante la pandemia se ha incrementado en un 20% el consumo
de alcohol en la población del país, en edades entre 15 y 49 años (19).

Según Marisol Ramírez, presidenta de Psicólogos sin Fronteras (PSF) en Venezuela, es


alarmante el aumento de llamadas de auxilio que están recibiendo por parte de
ciudadanos desesperados, que pierden el control y terminan marcando a su número
telefónico de atención gratuita buscando respuestas. Debido a ello y ante la falta de un
servicio público estatal, organizaciones como la PSF están llevando a cabo un trabajo
voluntariado, donde atienden en la medida de lo posible a personas con algún tipo de
trastorno emocional. Sin embargo, las cifras siguen siendo preocupantes y la pandemia
las ha disparado a niveles exuberantes. El número de llamadas y asistencia en consulta
se ha incrementado en un 40% en apenas siete meses desde el estado de pandemia (21).

Cabe destacar que antes de la pandemia en el 2019, se atendieron a 900 personas bajo la
modalidad de llamada telefónica, durante todo el año. Pese a ello, solo en el año 2020,
entre el 16 de marzo y el 30 de septiembre del mismo año (fecha en la que se decretó la
cuarentena en Venezuela y que continúa vigente a través de la flexibilización y la
radicalización alternada de semanas para acudir libremente a ciertos sectores en los
horarios establecidos), la organización PSF ha atendido a más de 3000 personas y han
dado más de 5500 citas telefónicas. De todas ellas, un 70% son mujeres, que sin duda
son las más afectadas en Venezuela por la crisis debido al carácter eminentemente
machista de su cultura y su idiosincrasia. Casi todas las llamadas de auxilio a PSF se
ajustan dentro de los cinco trastornos o situaciones más frecuentes en estos meses:
trastorno mixto ansioso-depresivo, conflictividad en la pareja (la violencia doméstica
contra la mujer ha crecido exponencialmente durante el confinamiento), trastorno de
10

adaptación, trastorno de ansiedad generalizada con episodios de pánico e inclinación a


pensamientos suicida; en sí, a episodios depresivos en general (21).

Asimismo, ser adolescente hoy en día es difícil en cualquier circunstancia debido a que
la educación formal se ha visto muy afectada e interrumpida por los efectos de la
pandemia. De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación,
la Ciencia y la Cultura (UNESCO), 107 países han implementado cierres de escuelas a
nivel nacional, una situación que ha afectado a gran parte de los niños y jóvenes.
Además de ello, los jóvenes se ven afectados por el cierre de oportunidades para recibir
educación informal, algo que les impide relacionarse socialmente con sus pares y
educadores. Se hace evidente que, los prolongados periodos de cierre de escuelas y la
restricción de movimiento pueden traducirse en intranquilidad emocional y ansiedades
adicionales (18).

No es complicado inferir por lo tanto que un sector fuertemente afectado por la


pandemia del COVID-19 es el educativo, donde el aprendizaje de los estudiantes se ha
visto alterado e interrumpido por los obstáculos y las medidas impuestas por los
gobiernos, que en su mayoría han suspendido las actividades presenciales de las
instituciones educativas para prevenir la propagación de la enfermedad. Por esa razón,
más del 60% de la población estudiantil a nivel mundial se ha visto afectada, sobre todo
las comunidades más vulnerables que pueden presentar dificultades para continuar sus
estudios a través del aprendizaje remoto y en línea (22). La educación con metodología
no presencial, cuya cualidad principal es la carencia del factor de temporalidad, no es
una novedad en el mundo. Los inicios de la misma se remontan años atrás a la aparición
de la educación por correspondencia, radio y televisión. La educación a distancia,
naturalmente, es más susceptible a incorporar nuevas tecnologías que su predecesora la
educación presencial (23).

Por lo que se puede decir, que la educación virtual es la más reciente modalidad de
educación no presencial vinculada a la utilización de tecnologías de la información y la
comunicación (TIC) para la recreación de la enseñanza y aprendizaje. Suele ser
percibida como un sistema de aprendizaje innovador, basado en la red online, que ha
roto con las brechas de tiempo y espacio que suponen la educación presencial. Sin
embargo, el contexto de postergación de clases presenciales obligó a las instituciones de
11

educación superior a implementar la educación virtual de una manera apresurada.


Aunque algunos universitarios se han visto beneficiados con el acortamiento de las
brechas mencionadas, son muchos los afectados por otro tipo de brechas, de naturaleza
social y digital, ya que la educación tradicional todavía presenta deficiencias en lo
referente a la implementación de TIC y al alcance y calidad de los mismos, sobre todo
en tiempos de pandemia, donde dichas deficiencias se acentúan (24).

Por consiguiente, en la gran mayoría de los países de América Latina, alrededor de 29


de 33 de ellos, han establecido formas de continuidad de los estudios en diversas
modalidades a distancia. Entre ellos, 26 países implementaron formas de aprendizaje
por Internet y 24 establecieron estrategias de aprendizaje a distancia en modalidades
fuera de línea, incluidos 22 países en que se ofrece aprendizaje a distancia en ambas
modalidades (fuera de línea y en línea), 4 que cuentan con modalidades exclusivamente
en línea y 2 con modalidades solo fuera de línea (25). Sin embargo, en enero de 2021,
en Venezuela, el Observatorio Venezolano de Servicios Públicos (OVSP) realizó una
consulta en 12 ciudades del país sobre las fallas en Internet y encontró que solo el
34.2% de los encuestados tiene acceso al servicio en sus hogares, y de ese porcentaje
54.8% reportó padecer fallas diarias en la navegación, lo que ha agudizado la crisis en el
sector educativo desde que el Gobierno Nacional decretó el confinamiento para evitar la
propagación del COVID-19 (26).

Naturalmente, la vida universitaria representa una etapa crucial en donde gran parte de
los estudiantes son adolescentes o adultos jóvenes, con nuevas responsabilidades
sociales y mayores presiones psicosociales. Diversos estudios realizados en China
revelaron que la salud mental de los jóvenes en nivel universitario se ve afectada de
manera significativa al enfrentarse a la pandemia del COVID-19. Por lo tanto, se debe
destacar que los principales estresores relacionados con el COVID-19 son los
económicos, los efectos sobre la vida cotidiana y retrasos académicos que se asocian de
manera positiva con los síntomas de ansiedad en estudiantes universitarios chinos
durante la pandemia. También, los hallazgos recogidos indicaron que el 0.9% de los
encuestados experimentaron ansiedad severa, 2.7% ansiedad moderada y 21.3%
ansiedad leve. Además, se ha determinado que vivir en áreas urbanas con buena
estabilidad de ingresos familiares y en convivencia con los progenitores fueron factores
protectores contra la ansiedad, mientras que contar con familiares o contactos infectados
12

con la COVID-19 fue un factor de riesgo para incrementar la ansiedad en los estudiantes
universitarios (20).

En un estudio realizado en el año 2020, en Perú, de corte transversal publicado en la


Revista de Investigación en Psicología, cuyo objetivo fue determinar la relación entre la
ansiedad por COVID-19 y salud mental en estudiantes universitarios, reclutó 356
estudiantes de universidades públicas y privadas con edades comprendidas entre los 18
y 34 años, en donde el 63.8% correspondía al sexo femenino y el 36.2% restante al sexo
masculino. Se aplicó la versión en español de la Escala de Ansiedad al Coronavirus
(CAS) y el Mental Health Inventory- 5 (MHI) así mismo se comparó la ansiedad por
COVID- 19 y salud mental entre algunas variables demográficas como edad, sexo,
situación laboral, diagnóstico de COVID-19 en familiares, amigos y en el mismo
individuo, diagnóstico y tratamiento contra la ansiedad, así como también el tiempo
dedicado a pensar, ver o escuchar información referente al COVID-19. Los resultados
en función del sexo reportaron diferencias estadísticamente significativas del efecto de
la ansiedad por COVID-19 a favor de las mujeres. Asimismo, los hombres reportaron
una mayor salud mental que las mujeres. Respecto a la comparación de la ansiedad por
el COVID-19 y la salud mental según el estatus laboral, los resultados fueron que los
universitarios que se encontraban desempleados, presentan mayor ansiedad que los
demás grupos. En cuanto a la comparación entre ansiedad por el COVID-19 y salud
mental según los familiares o amigos que han sido diagnosticados con COVID-19, son
mayores los niveles de ansiedad en aquellos estudiantes que tienen personas muy
cercanas que han sido diagnosticadas que aquellos que no tenían (22).

Asimismo, un estudio realizado en Perú a mediados del 2020, de tipo transversal tuvo
como objetivo analizar las repercusiones en la salud mental de los estudiantes de la
Pontificia Universidad Católica del Perú (PUPC) en el marco de la cuarentena por
COVID-19. Para ello, recogió las percepciones de una muestra de 74 estudiantes de
pregrado de Estudios Generales Letras, se dividió el total de estudiantes de manera no
probabilística y por conveniencia en dos grupos: estudiantes con adecuados recursos
tecnológicos (primer grupo), estudiantes con escasos recursos tecnológicos (segundo
grupo). En el primero participaron 51 estudiantes y en el segundo 23 de manera
voluntaria. Como instrumento se empleó un cuestionario de 13 preguntas para
seleccionar su respuesta. En el primer grupo, el acceso a recursos tecnológicos y
13

probablemente económicos facilitaron, hasta cierto punto, su capacidad para afrontar el


proceso de adaptación a las clases virtuales. Es verdad que este grupo, al poseer tales
características, presentaban una ventaja sobre otros que vieron afectada más
significativamente su salud mental. Sin embargo, no se libraron totalmente de las
consecuencias negativas que una situación de crisis como la actual trajo consigo (24).

Al igual que los estudiantes, muchos de los profesores tuvieron dificultades en su


proceso de adaptación; por ello una de las repercusiones características de acuerdo al
93.2% de este grupo fue la sobrecarga académica por la inexperiencia en el manejo de
las clases virtuales que algunos docentes presentaron. Del mismo modo, el estrés
causado por el proceso de adaptación a la nueva metodología de enseñanza fue otra
repercusión que afectó al 80% de estos estudiantes. En segundo lugar, se analizaron las
afecciones en la salud mental del segundo subgrupo de estudio, el cual estaba
conformado por poseer escasos recursos tecnológicos, con los cuales debieron afrontar
el proceso de adaptación forzosa a las clases virtuales. Ellos enfrentaron muchas más
dificultades en el proceso de virtualización de las clases que el primer grupo. Estas
desventajas favorecen la frustración en los estudiantes, pues no son capaces de
desarrollar a plenitud sus actividades académicas de forma virtual, muchos de los
encuestados refirieron sentir que no logran el aprendizaje, las razones del 46% de los
encuestados fueron los problemas de conexión a la hora de recibir clases sincrónicas
hasta la imposibilidad de utilizar programas u otros requerimientos para el desarrollo de
sus cursos. Estas dificultades resultan, en ciertos casos, más abrumadoras de lo
esperado. Fue tal la presión sentida que una segunda afección típica de este subgrupo es
la ansiedad por el miedo a reprobar el ciclo virtual, ya que esta junto con la frustración
ocuparon el segundo y tercer lugar de las emociones predominantes en este grupo.
Además, aquellos con menos recursos experimentaron tanto las dificultades del primer
subgrupo (sobrecarga académica) como las propias de ellos (24).

Por otro lado, la educación médica se puede conceptualizar como el desarrollo de


conocimientos, habilidades y destrezas que se adquieren durante las diferentes etapas de
formación de médicos generales y especialistas. Esta incluye el ingreso a la carrera de
medicina, la licenciatura, el posgrado en especialidades, los programas de maestría y
doctorado, en lo que se denomina educación médica continua (27). La docencia a
distancia ha tenido un impacto considerable en Medicina, una disciplina académica en
14

la que la adquisición de habilidades prácticas y las experiencias de aprendizaje


colaborativo son fundamentales (28).

Un estudio transversal descriptivo realizado en junio del 2020, en Cataluña, España


cuyo objetivo fue describir las percepciones y grado de satisfacción de los estudiantes
con la docencia del grado a distancia, donde participaron 483 estudiantes entre el 1° a 5°
curso de Medicina, predominando las mujeres (75.6%) y el rango de edad 18-22 años
(75.4%). Las preguntas fueron diseñadas para recoger la percepción de los estudiantes
sobre diversos elementos clave de la docencia virtual: motivación, coherencia
pedagógica, metodología docente, participación, relación profesor- estudiante, carga de
trabajo, aceptación de la modalidad a distancia y grado de aprendizaje. Globalmente,
sobre una escala de Likert de 1 a 5, los estudiantes de 1° y 2° valoraron el aprendizaje a
distancia como aceptablemente satisfactoria mientras que los de 3°, 4° y 5° lo
calificaron como poco satisfactorio siendo la diferencia entre ambos grupos
significativa. En líneas generales estas percepciones no fueron positivas, la excesiva
carga de trabajo, la limitada relación con los profesores y una reducida motivación
fueron percepciones frecuentemente expresadas por los participantes en la encuesta. Por
otro lado, no se puede obviar el posible impacto de las dificultades familiares y sociales
asociadas con la pandemia en el estado de ánimo de los estudiantes y su aceptación del
cambio obligado en el modelo educativo (28).

No obstante, en México, se publicó en septiembre de 2020 un estudio cuyo objetivo era


conocer y evaluar la opinión de los estudiantes que reciben diversos contenidos
educativos en línea como parte del proceso académico que ha sido impactado por las
medidas del distanciamiento social impuestas ante la pandemia. Se realizó una encuesta
en línea a 228 profesionales de la salud, matriculados en programas académicos
formales en México, siendo los participantes invitados a contestar este instrumento
estudiantes de medicina en cursos clínicos (12.3%), médicos internos de pregrado
(3.9%), médicos generales en preparación para el ENARM 2020 (27.2%), médicos
residentes (46.5%) y médicos especialistas que cursan algún programa de educación
médica continua (10.1%). En este grupo de personas evaluadas, 98.7% de los
encuestados afirmó estar recibiendo algún tipo de educación a distancia como
alternativa a la suspensión de actividades académicas presenciales, a pesar de esto el
modelo de enseñanza no se ha modificado, las clases magistrales en formato de
15

diapositivas son las más empleadas. Esto refleja que el cambio en el modelo de entrega
de contenido educativo ha migrado a un medio digital, pero no ha cambiado la
estrategia docente. La experiencia del alumno en las clases a distancia es en general
buena, destaca que 65.4% de los encuestados considera que su experiencia con medios a
distancia es al menos igual o incluso mejor que las opciones disponibles de manera
presencial (27).

Para finalizar, en la Universidad de Oriente, Núcleo Bolívar, a pesar de haber


implementado el método de clases a distancia a través de la modalidad online durante el
confinamiento por COVID-19, no hay información reciente ni específica sobre los
notorios efectos de las clases virtuales en la salud mental de los estudiantes de
Medicina; Teniendo en cuenta su relevancia y severidad y la demostrada influencia de
los factores sociales y accesibilidad a las TIC en el deterioro de la salud mental y
aparición de trastornos psicológicos y psiquiátricos y la actual situación de crisis en el
contexto de la cuarentena por COVID-19 en el país, se espera que este estudio sirva
para detectar estos casos y así mejorar la calidad y consecuente desempeño académico
de sus estudiantes.
16

JUSTIFICACIÓN

Con la aparición del virus SARS-Cov 2 (COVID-19) y su llegada a Latinoamérica y


más específicamente al país, ha generado un gran estado de alerta a nivel nacional que
ha llevado a la activación de diversas medidas de seguridad que incluyen
distanciamiento social sin excepción de amigos, familiares o círculo laboral, el uso de
instrumentos como mascarillas y alcohol para prevenir el contagio, lo cual además de la
preexistente crisis económica y política que atraviesa el territorio nacional ha sido un
detonante para el gran número de casos de personas que empiezan a padecer de
problemas de salud mental, así como también una grave exacerbación de aquellos
previamente diagnosticados. Las expectativas a largo plazo de la situación actual del
país es incierta y variable, existen medidas implementadas por los altos cargos del
gobierno que han determinado la flexibilidad y radicalización de las semanas para
contener la masificación de personas en las calles.

En el Estado Bolívar actualmente se encuentra en ejecución un plan denominado “cerco


sanitario” lo que hace restrictiva la salida y entrada a la región, así como también dentro
de la misma por lo que ha dificultado el traslado de personas de un lugar a otro por
motivos importantes. Debido a todo esto la Universidad de Oriente - Núcleo Bolívar
ubicada en Ciudad Bolívar ha cerrado sus puertas para la continuación de clases
presenciales, por tal motivo se inició un plan de ejecución de clases virtuales para la
continuidad de la misma. Para los estudiantes de medicina la prohibición de clases
presenciales y la implementación de clases online han generado un gran impacto en la
comunidad por la incertidumbre ante la expectativa médica académica que se espera
alcanzar con este método.

Mediante la realización de este trabajo se quiere dar a conocer el impacto psicológico,


con sus distintas manifestaciones clínicas, que se reflejan en los estudiantes de medicina
debido a la alta exigencia en el cumplimiento estricto de las normativas y pautas
impuestas por los profesores en la nueva metodología de clases virtuales dentro de la
situación pandemia Covid-19. A su vez, las posibles repercusiones a corto, mediano o
largo plazo que puedan afectar al alumno tanto en el ámbito educacional como personal,
sabiendo que hay muchos estudiantes que por diversos motivos se han visto obligados a
17

abandonar la carrera por falta de recursos para su subsistencia debido a que por motivos
de pandemia los empleos laborales han decaído significativamente. Ante lo expuesto, se
desea mostrar cómo la situación actual del Covid-19 y la implementación de las clases
virtuales ha repercutido de manera negativa en el estado de salud mental de los
estudiantes, haciendo que estos acudan con mayor frecuencia en busca de apoyo
profesional.

La finalidad de este trabajo es que pueda servir como bases científicas y de


investigación para dar a conocer todas las consecuencias que causa la situación actual
de pandemia de Covid-19 en la generación de estudiantes de medicina y el alto nivel de
estrés, ansiedad, miedo y preocupaciones a la que están sometidos día a día para poder
sobrellevar la carrera y a su vez, adquirir conocimientos teóricos e intentar aplicarlos en
una práctica tipo simulacro a través de videollamadas, notas de voz o videoconferencias
como nueva metodología de clases impartidas. Además, conseguir nivelarse en los altos
estándares de exigencia médica que estas requieren y poner en resguardo su integridad
física ante un posible contagio que pueda poner en riesgo su salud e interferir de forma
directa en la continuidad de su educación, teniendo en cuenta que la gran mayoría están
trabajando para ganar un sueldo que le permita su subsistencia alimentaria, de vivienda
y educativa. Todo por lo cual genera patologías psicológicas que afectan de manera
alarmante su estado de salud y que puedan ocasionar complicaciones negativas y
preocupantes tanto a nivel psicológico como fisiológico.

Sin embargo, y a pesar de todo, los estudiantes precisan de las clases virtuales para tener
más tiempo de generar ingresos económicos por otros medios que le permitan mantener
ambas cosas y muy pocos de ellos son conscientes de las consecuencias que el gran
nivel de estrés, ansiedad y preocupaciones a las que están siendo sometidos causan en
su salud mental y las repercusiones que estas irradian de forma silenciosa y poco
observable en el resto de su organismo y estilo de vida por lo que no son tomados en
cuenta por el estudiante ni por las personas a su alrededor bien sea por no tener los
conocimientos o herramientas para detectarlos a tiempo o por no otorgarle la
importancia significativa que esta requiere lo cual, en muchas ocasiones termina por
avanzar a estados moderados o severos de depresión que pueden cursar con
pensamientos negativos que interfieran con la naturalidad y normalidad del estilo de
18

vida del paciente llegando a ser un factor de riesgo importante para la enorme tasa de
suicidios asociados a grandes niveles de estrés y depresión.

Debido a ello, se espera que esta investigación sirva de futuro modelo para la detección
temprana de posibles síntomas de padecimientos psicológicos a causa de la gran
cantidad de factores estresantes que conllevan las clases virtuales y el COVID 19 en los
estudiantes de medicina y de este modo poder otorgar la ayuda profesional según sus
necesidades.
19

OBJETIVO GENERAL

Evaluar los efectos de las clases virtuales sobre la salud mental en estudiantes de
medicina del área clínica en la Universidad de Oriente, Núcleo Bolívar.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS

● Distribuir la muestra seleccionada de estudiantes de medicina según los datos


sociodemográficos y académicos.

● Determinar el estado de Salud Mental mediante el cuestionario de salud general


de Goldberg en la muestra seleccionada.

● Demostrar la presencia de ansiedad en estudiantes de medicina en la muestra


seleccionada.

● Definir el nivel de ansiedad mediante la aplicación del test de Beck en la


muestra seleccionada.

● Detectar la presencia de diagnósticos previos psiquiatricos en la muestra


seleccionada.

● Describir los factores sociodemográficos, académicos y hábitos psicobiológicos


que influyen en la Salud Mental en la muestra seleccionada.

● Relacionar el acceso a las Tecnologías de Información y Comunicación y cómo


influyen en la Salud Mental de la muestra seleccionada.

● Comparar los resultados obtenidos mediante el Test de Beck con el cuestionario


de Goldberg aplicados en la muestra seleccionada.
20

METODOLOGÍA

Diseño de estudio.
El diseño que se utilizará para la investigación será de campo, de corte transversal.

Universo.
Para el contexto de la investigación se considerará como universo a los estudiantes de
Medicina de la Universidad de Oriente, Núcleo Bolívar, que cursan del 7mo a 12mo
semestre de la carrera durante el semestre I-2021 comprendido de Junio 2021 a
Diciembre 2021, al ser un universo finito se aplicará la fórmula propuesta por Murray y
Larry, para obtener la muestra.

● Universo:

Número de Semestre Estudiantes

7mo semestre 276

8vo semestre 240

9no semestre 250

10mo semestre 210

11mo semestre 145

12mo semestre 261

Total 1.382

Fuente: Departamento de Admision y Control de Estudios de la Universidad de Oriente


del Nucleo Bolivar.
Muestra.
21

En donde:
❖ n: es el tamaño de la muestra poblacional a obtener.
❖ N: es el tamaño de la población total.
❖ σ: representa la desviación estándar de la población. Se utilizará un valor
constante que equivale a 0,5.
❖ Z: es el valor obtenido mediante niveles de confianza. Su valor varía
dependiendo el grado de confianza que se desee, siendo 95% (este valor
equivale a 1.96) el valor mínimo para investigaciones y seleccionado para esta
investigación.
❖ e: representa el límite aceptable de error muestral, varía del 1% (0.01) al 9%
(0.09), siendo 5% (0.05) el valor estándar y el seleccionado para esta
investigación.

(1,96)2 (0.5)2 1.382


𝑛=
(0.05)2 (1.382 − 1) + (1.96)2 (0.5)2

𝑛 = 300,8 = 301

Criterios de Inclusión.
➢ Estar inscrito en la carrera de Medicina de la Universidad de Oriente, núcleo
Bolívar.
➢ Cursar del 7mo semestre al 12mo semestre de la carrera.
➢ Encontrarse en estatus activo en el semestre 1-2021.
➢ Ser estudiante regular.

Criterios de Exclusión.
➢ Aquellos que formen parte de dichos semestres pero que no puedan contestar la
encuesta.
22

Instrumentos de recolección de datos.


Se creará un formulario de recolección de datos a través de la plataforma en línea,
Google Forms, el cual contará con datos de identificación del estudiante, información
académica y personal, datos socioeconómicos y familiares, antecedentes psiquiátricos y
estresores, como la limitación en el acceso a las TIC, que pudieran afectar la salud
mental del estudiante. Dicho instrumento permitirá obtener los datos necesarios para
efectuar la investigación.
A través de la misma plataforma en línea, Google Forms, se aplicará a la población en
estudio el Cuestionario de Salud General de Goldberg (CGS), el cual fue desarrollado
por el doctor David Goldberg, en la década de los 70, en el Hospital Universitario de
Manchester, Inglaterra. El cuestionario, originalmente, estaba formulado con 60
preguntas cuyo objetivo principal era el de identificar la severidad de los disturbios
psiquiátricos menores que padecían las personas a los que se le realizaba, motivo por el
cual se considera que en realidad lo que mide es el estado de salud mental y no el estado
de salud físico en general. Posteriormente, se han elaborado versiones más cortas del
mismo con 30, 28 y 12 ítems respectivamente que han mostrado una igual efectividad
que el original. La especificidad para detectar alteraciones en la salud mental se ubica
entre 76.9% y 90% mientras que, la sensibilidad resulta ser entre 76.5% y 90%.
Esta técnica fue concebida como un cuestionario autoadministrado dirigido a la
situación actual del examinado. El origen de los ítems de esta escala se fundamentan en
estudios previos sobre enfermedades mentales y la experiencia clínica del grupo de
trabajo de Goldberg. Recorre cuatro áreas psiquiátricas fundamentales: depresión,
ansiedad, inadecuación social e hipocondría.
Esta escala, en cualquiera de sus versiones (60, 30, 28 o 12 ítems), consta de
proposiciones que deben ser respondidas escogiendo una de las posibles respuestas,
planteadas al sujeto en escala de Likert. Cuando el ítem está formulado de manera que
expresa un síntoma, la respuesta “menos que de costumbre” toma el valor 0 y la
respuesta “mucho más que de costumbre” toma el valor 3. Pero si el ítem está redactado
de manera positiva, los valores para calificar cada categoría se invierten. Así se obtiene
un estimado del grado de severidad de la ausencia de salud mental, cuyo puntaje total es
la sumatoria de los valores obtenidos en cada uno de los ítems.
El CGS, es un cuestionario de salud autopercibida, o sea la evaluación que hace el
individuo de su estado de bienestar general, especialmente en lo que se refiere a la
presencia de ciertos estados emocionales. Así los ítems 3, 4, 5, 9 y 12 comienzan
23

preguntando “se ha sentido…” y el 7 “ha sido capaz de disfrutar…”. También este


cuestionario pretende la evaluación de algunas de sus funciones intelectuales y
fisiológicas, como es el caso de los ítems 1 y 2 y la autovaloración del individuo en el
establecimiento y alcance de sus metas y propósitos en la vida (ítems 10 y 11) y del
enfrentamiento a las dificultades (ítems 6 y 8).
En la actualidad el método más utilizado es la escala de Likert, en particular en la
versión castellana, que emplearemos en el presente trabajo, con valores de 0 a 3 en las
categorías de respuesta. Según este método el valor máximo que se puede obtener en la
escala es de 36 puntos y el mínimo de cero puntos. El puntaje total se obtiene por
sumatoria simple de las calificaciones en cada uno de los ítems. Para la calificación del
CGS existe otro método, que es el método original de Goldberg y consiste en asignar un
0 a las 2 primeras respuestas de cada enunciado y un 1 a las 2 últimas. De esta manera el
autor obtiene un puntaje total, que era indicativo de disturbios mentales más severos,
mientras mayor fuese su valor. En esta forma se establece un punto de corte por encima
del cual se consideran “casos”, o personas con disturbios psiquiátricos y por debajo del
cual se consideran “no casos”, o personas sanas. Para esta investigación se utilizará la
versión de 12 ítems y se tomará como punto de corte el puntaje número 6.
El Test de Ansiedad de Beck (BAI) fue desarrollado por Beck en 1988, con objeto de
poseer un instrumento capaz de discriminar de manera fiable entre ansiedad y
depresión. Fue concebido específicamente para valorar la severidad de los síntomas de
ansiedad. Es un inventario autoaplicado, compuesto por 21 ítems, que describen
diversos síntomas de ansiedad. Se centrará en los aspectos físicos relacionados con la
ansiedad, estando sobrerrepresentado este componente. Los elementos que lo forman
están claramente relacionados con los criterios diagnósticos del DSM-IV. El BAI posee
una especificidad y sensibilidad mayores del 70% para detectar niveles de severidad de
la ansiedad.
Cada ítem se puntúa de 0 a 3, correspondiendo la puntuación 0 a “en absoluto” 1 a
“levemente, no me molesta mucho”, 2 a “moderadamente, fue muy desagradable, pero
podía soportarlo” y la puntuación 3 a “severamente, casi no podía soportarlo”. La
puntuación total sería la suma de todos los ítems. Los síntomas hacen referencia a la
última semana y al momento actual. Se trata de una herramienta útil para valorar los
síntomas somáticos de ansiedad, tanto en desórdenes de ansiedad como en cuadros
depresivos. Dada su facilidad de utilización se ha recomendado su empleo en la
población general.
24

El rango de la escala es de 0 a 63. La interpretación de las puntuaciones del BAI se


suele basar en unas puntuaciones de corte que definen diferentes niveles de gravedad de
sintomatología ansiosa siendo estas: 0-7 indica ansiedad mínima, 8-15 ansiedad leve,
16-25 ansiedad moderada y 26-63 ansiedad grave.

Análisis estadístico
Previo análisis, se realizara un estudio descriptivo para depurar y corregir posibles
errores en la introducción de los datos. Estos seran incluidos en una base de datos
específicamente diseñada en el software SPSS version 21 y analizados.
25

ACTIVIDADES PREPARATORIAS
Debido a la situacion presentada por la pandemia por COVID-19 y a la posterior
instauracion de las clases virtuales en la Universidad de Oriente, se decide el estudio de
los posibles efectos de la modalidad online sobre la salud mental de los estudiantes de
medicina, se establece una busqueda a traves de la plataforma Google Schoolar, en
donde se ubican publicaciones que sirven como antecedentes para este trabajo y luego
se le presenta el proyecto a la Dra. Norma Conquista, quien es escogida como asesora
para esta investigacion y tras una breve discusion sobre el tema se procede a realizar las
actividades correspondientes. A su vez como apoyo en la parte estadistica se solicita la
asesoria de la Dra. Carmen Rodriguez.

INSTITUCIONES Y PERSONAL PARTICIPANTE


• Universidad de Oriente, nucleo Bolivar.
• Estudiantes del 7mo al 12mo semestre de Medicina.
• Dra. Norma Conquista.
• Dra. Carmen Rodriguez.

CALENDARIO
INICIO: Junio, 2021 (Asistencia a charla con la asesora Dra. Norma Conquista)
FINAL: Febrero, 2022 (Entrega de Trabajo de Grado)

HORARIO DE ACTIVIDADES
Lunes a Viernes: de 6:00pm a 8:00pm
Sabado y Domingo: de 8:00am a 10:00am
26

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

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ANEXO I
Hoja de recolección de datos.

● Identificación:
Edad: Sexo: M F Estado Civil: Soltero Casado Divorciado Viudo
Ocupación: Solo estudiante: Si No Trabajo
Semestre en Curso: Estudiante regular: Estudiante irregular:

● Personales
Uso de: Alcohol Cigarrillo: Sustancias Psicoactivas:
Edad de inicio del hábito:

● Socioeconómicos y familiares:
N° integrantes en la familia: N° de hermanos:
N° que ocupa entre los hermanos: Presencia de: Padre Madre Ambos
Nivel de escolaridad de los padres: Primaria Secundaria Bachillerato
Técnico Licenciatura Postgrado
N° de Sueldos que ingresan en la casa:
Situación económica: Muy buena Buena Regular Mala Muy mala

● Antecedentes psiquiátricos:
Diagnósticos previos de: Depresión Esquizofrenia Ansiedad
Trastorno Bipolar: Otro:
Tratamiento/control exitoso: Si No

● Acceso a recursos tecnológicos:


Internet: Si No Fallas en el servicio de internet: Si No
Computadora: Si No Teléfono inteligente: Si No Tablet: Si No
2

ANEXO II
Cuestionario de Salud General de Goldberg
Instrucciones: Leas cuidadosamente estas preguntas. Nos gustaría saber si usted ha
tenido algunas molestias o trastornos y como ha estado su salud mental en las últimas
semanas. Conteste todas las preguntas. Marque la opción de su preferencia de acuerdo a
los síntomas presentados recientemente, no los del pasado.

1. ¿Ha podido concentrarse bien en lo que hace?


● Mejor que lo habitual.
● Igual que lo habitual.
● Menos que lo habitual.
● Mucho menos que lo habitual.
2. ¿Sus preocupaciones le han hecho perder mucho sueño?
● Mejor que lo habitual.
● Igual que lo habitual.
● Menos que lo habitual.
● Mucho menos que lo habitual.
3. ¿Ha sentido que está jugando un papel útil en la vida?
● Mejor que lo habitual.
● Igual que lo habitual.
● Menos que lo habitual.
● Mucho menos que lo habitual.
4. ¿Se ha sentido capaz de tomar decisiones?
● Mejor que lo habitual.
● Igual que lo habitual.
● Menos que lo habitual.
● Mucho menos que lo habitual.
5. ¿Se ha sentido constantemente agobiado y en tensión?
● Mejor que lo habitual.
● Igual que lo habitual.
● Menos que lo habitual.
● Mucho menos que lo habitual.
6. ¿Ha sentido que no puede superar sus dificultades?
3

● Mejor que lo habitual.


● Igual que lo habitual.
● Menos que lo habitual.
● Mucho menos que lo habitual.
7. ¿Ha sido capaz de disfrutar sus actividades normales de cada día?
● Mejor que lo habitual.
● Igual que lo habitual.
● Menos que lo habitual.
● Mucho menos que lo habitual.
8. ¿Ha sido capaz de hacer frente a sus problemas?
● Mejor que lo habitual.
● Igual que lo habitual.
● Menos que lo habitual.
● Mucho menos que lo habitual.
9. ¿Se ha sentido poco feliz y deprimido?
● Mejor que lo habitual.
● Igual que lo habitual.
● Menos que lo habitual.
● Mucho menos que lo habitual.
10. ¿Ha perdido confianza en sí mismo?
● Mejor que lo habitual.
● Igual que lo habitual.
● Menos que lo habitual.
● Mucho menos que lo habitual.
11. ¿Ha pensado que usted es una persona que no vale para nada?
● Mejor que lo habitual.
● Igual que lo habitual.
● Menos que lo habitual.
● Mucho menos que lo habitual.
12. ¿Se siente razonablemente feliz considerando todas las circunstancias?
● Mejor que lo habitual.
● Igual que lo habitual.
● Menos que lo habitual.
● Mucho menos que lo habitual.
4

ANEXO III
Test de Beck para Ansiedad
Instrucciones: en el cuestionario hay una lista de síntomas comunes de la ansiedad. Lea
cada uno de los ítems atentamente, e indique cuánto le ha afectado en la última semana
incluyendo hoy:
0= en absoluto. 1= levemente 2= Moderadamente 3= Severamente

1. Torpe o entumecido. 0 1 2 3

2. Acalorado. 0 1 2 3

3. Con temblor en las piernas. 0 1 2 3

4. Incapaz de relajarse. 0 1 2 3

5. Con temor a que ocurra lo peor. 0 1 2 3

6. Mareado que se le va la cabeza. 0 1 2 3

7. Con latidos del corazón fuertes y acelerados. 0 1 2 3

8. Inestable. 0 1 2 3

9. Atemorizado y asustado. 0 1 2 3

10. Nervioso. 0 1 2 3

11. Con sensación de bloqueo. 0 1 2 3

12. Con temblores en las manos. 0 1 2 3

13. Inquieto, inseguro. 0 1 2 3


5

14. Con miedo a perder el control. 0 1 2 3

15. Con sensación de ahogo. 0 1 2 3

16. Con temor a morir. 0 1 2 3

17. Con miedo. 0 1 2 3

18. Con problemas digestivos. 0 1 2 3

19. Con desvanecimientos. 0 1 2 3

20. Con rubor facial. 0 1 2 3

21. Con sudores, fríos o calientes. 0 1 2 3

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