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CHOSICA - OCTUBRE
2019
Esté trabajo está dedicado a nuestras madres por su arduo
labor en todo momento, en apoyarnos siempre a salir
a delante y fortaleciéndonos con sus palabras de
aliento para poder culminar nuestra carrera
universitaria
ÍNDICE
DEDICATORIA
INTRODUCCIÓN……………………………………………………………………....5
1.1.¿Qué es la Depresión?.....................…………………………………………………6
1.2.Signos y Síntomas de la Depresión………………………………………………….6
1.3.Tratamiento Psicológico y Farmacológico…………………………………..……...7
1.4.Régimen Alimentario……………………………………………………………....12
CONCLUSIONES…………………………………………………………………..….31
BIBLIOGRAFÍA………..……………………………………………………………...32
Contenido
Una acción humana para ser considerada de tipo moral tendrá las siguientes
características:
es aquella que se realiza, ajustándose a un código o conjunto de normas y
valores morales, las cuales designan lo que debe ser considerado como moralmente bueno
o malo, egoísta o generoso, etc. Más adelante veremos en qué consiste un valor y una
norma moral.
Este código moral no debe ser impuesto por la sociedad a las personas, sino que
el individuo lo debe poder elegir libremente, por ejemplo, yo debo ser libre de elegir si
acepto moralmente la eutanasia o no, no se me puede imponer mi forma de valorar ciertas
cuestiones. Por este motivo, la moral es, sobre todo, una cuestión individual. Podemos
definir la libertad como la capacidad de la voluntad humana para elegir y decidir.
El hecho de ser libre cuando actúo, es de total importancia a la hora de ser valorada
moralmente una acción porque, si la realizo libremente, entonces soy responsable
moral de lo que hago y de lo que dejo de hacer. La responsabilidad, es la obligación de
responder acerca de nuestros actos. En este sentido, si las acciones de una persona se
ajustan a las normas morales existentes en una sociedad, se la considera moralmente
buena, etc. pero, si por el contrario, una persona conoce las normas y valores morales de
una sociedad y, a pesar de ello, las transgrede, entonces estamos ante un
individuo inmoral.
Llegamos así, a una condición fundamental para que podamos juzgar si un
individuo actúa moralmente bien o no, que sepa lo que hace, sólo de esta forma, podemos
decir que actúa libremente y que, por lo tanto, es responsable de sus actos.
Efectivamente, a diferencia de los animales, que actúan movidos por sus instintos, el ser
humano es un ser moral precisamente porque es racional, es decir, cuando actúa, sabe lo
que hace, elige entre varias posibilidades de acción o los medios para conseguirlo, se
propone un fin concreto, analiza y valora los pros y los contras, juzga, si le conviene o
no, es incluso capaz de preveer con anticipación las posibles consecuencias o resultados,
etc. En conclusión, cuando una persona actúa racionalmente y lo hace, además,
libremente, es por ello que podemos aplicarle valores morales a su acción (generoso o
egoísta, justo o injusto, etc.).
Dado que las personas no viven aisladas, sino que son ciudadanos de una
comunidad, no sólo son responsables de sus propios actos y para consigo mismos sino,
también, de su repercusión en las personas con las que convivo. Por ello, la moralidad
tiene también una dimensión social.
Nacemos en una sociedad que posee una serie de normas, creencias, ideas, valores,
prohibiciones, pautas de conducta, etc. que caracterizan su forma de vida. Nuestras
acciones morales se dan en sociedad, en nuestra convivencia con los demás, quienes las
aprueban o las rechazan en función de estas normas y valores válidos para todos. Por ello,
el ser humano necesita convivir con los demás para desarrollarse como ser moral. No
obstante, como ya hemos dicho, el individuo debe interiorizarlas, es decir, debe
reconocerlas como suyas, no como algo impuesto desde fuera, de modo que las cumpla
de modo libre, conscientemente y habiéndolas pensado racionalmente.
Nos encontramos, en conclusión que, a diferencia de los animales que se rigen por
unas pautas instintivas que no les permiten elegir su modo de actuar, el ser humano, por
el contrario tiene libertad de acción, esto es, puede elegir y decidir por propia voluntad,
cómo actuar. Esta libertad no es total, está condicionada por su naturaleza genética y por
el medio sociocultural, la época y el lugar en el que vive. Pero aún así, le queda bastante
libertad para decidir racionalmente cómo actuar, lo cual, le convierte en responsable
moral de sus actos.
Finalmente, decía el filósofo griego Aristóteles que "la virtud moral es un
hábito" ¿qué quería decir?. Veamos, un hábito es un comportamiento que se repite, una
forma de actuar estable. Según Aristóteles, "un solo acto no hace a uno virtuoso", es decir,
una persona no se convierte en generosa porque un día dé limosna a un necesitado o
sincera porque un día dijo la verdad. Por el contrario, la virtud moral hay que conquistarla
en el día a día, habituándose a actuar bien, repitiendo actos generosos o sinceros y es, este
hábito, lo que me convierte en una persona buena, sincera, honrada, etc.
Pero esta actitud permanente a actuar bien no es fácil de conseguir, requiere:
-Conocer lo que se debe hacer
-Tener voluntad para hacerlo
A lo primero te va a ayudar la Ética, lo segundo, lo tendrás que poner tú.
Normas jurídicas
Constituyen el principio del Derecho, el sistema mediante el cual se ordenan los actos
humanos a fin de que estos se ajusten a las exigencias y necesidades de la sociedad. Las
normas jurídicas se suscriben a caracteres sociales, que todos los individuos (o al menos
la mayoría de ellos) que componen una sociedad, han aceptado. Pero se le agrega la
obligatoriedad para conseguir que sus preceptos sean obedecidos.
Del mismo modo en que el Derecho pretende regular la conducta humana, así mismo las
normas morales son imperativas; pero a diferencias de las jurídicas; no son obligatorias.
La moral surge cuando el hombre deja atrás su naturaleza puramente instintiva y forma
parte de una colectividad. La moral requiere forzosamente que el hombre se halle en
relación con los demás y una conciencia de esa relación, con el fin de poder conducirse
de acuerdo con las normas o prescripciones que lo rigen. Pero esta relación hombre -
hombre, no puede desvincularse de la relación hombre - medio.
Ante esta nueva situación (el hombre pasa de ser un individuo a ser un ser social), se hace
necesario ajustar la conducta de cada miembro a la comunidad, determinándose de esta
manera que se considere como bueno o beneficioso todo aquello que contribuye a reforzar
la unión o actividad común, y se ve como malo lo que contribuye a debilitar dicha unión.
Se establece pues una división entre lo bueno y lo malo, así como una tabla de "deberes"
basada en lo que se considera bueno y beneficioso para la comunidad, perfilándose una
moral colectivista.
Con todo lo dicho anteriormente, podemos concluir en que la moral de las sociedades
primitivas, no existen cualidades morales personales, ya que la moralidad del individuo
era propiedad de la tribu, es decir, que la colectividad absorbe la moralidad individual del
hombre.
2.2.LA MORAL EN EL ESCLAVISMO
La esclavitud era la condición de cosa a que se rebajaba a las personas, ya sea como
consecuencia de su nacimiento (porque su madre era esclava); porque había cometido el
hombre libre ciertos delitos graves; por no haber podido abonar sus deudas; y sobre todo,
como consecuencia de las guerras, pues los capturados en virtud de ellas, como había
derecho a matarlos, y se les perdonaba la vida, quedaban reducidos a una existencia como
hombres pero no como personas, pues podían ser maltratados, sometidos a trabajos
forzados, vendidos, y hasta asesinados sin motivo, al menos en las primeras épocas de su
vigencia, y en algunos pueblos más que en otros.
Entre las sociedades esclavistas del mundo antiguo podemos citar a Egipto, los pueblos
de la Mesopotamia Asiática, Grecia, y sobre todo Roma, que por sus extensas conquistas
sometió a casi todo lo que hoy conocemos como Europa y el norte africano. Sabios de la
talla de Platón o de Aristóteles, que nos sorprenden por su grandeza moral, aceptaron sin
embargo la existencia de esclavos.
Entre las sociedades esclavistas del mundo antiguo podemos citar a Egipto, los pueblos
de la Mesopotamia Asiática, Grecia, y sobre todo Roma, que por sus extensas conquistas
sometió a casi todo lo que hoy conocemos como Europa y el norte africano. Sabios de la
talla de Platón o de Aristóteles, que nos sorprenden por su grandeza moral, aceptaron sin
embargo la existencia de esclavos
Los siervos cultivaban lo suficiente para mantenerse a sí mismos y para pagar los
diezmos a la Iglesia y la renta al señor.
Las ciudades surgen cuando se desarrollan los Burgos en las orillas de los feudos
representando centros comerciales y artesanales los cuales están organizados
jerárquicamente en maestros oficiales y aprendices.
La base de la riqueza la constituía la propiedad de la tierra ya que era más rico quien
tuviera mayor extensión de tierras y la base de la producciónera la agricultura.
Los mercados urbanos se abastecían con las porciones de los diezmos y la renta.
Sólo reciben educación los miembros del clero, los cuales tienen acceso tanto a lo
religioso como a los demás conocimientos culturales. Los miembros de la nobleza reciben
exclusivamente educación militar con el fin de participar en torneos y en actividades
guerreras. Por lo general la población es analfabeta.
Comercial 22 De 6 Región III: La sociedad medieval (Cuadro) - Prof.: Viviana VECCHI - Historia 2
años.
Hay muchos matices pero en general el Capitalismo aboga por un gobierno no muy
fuerte, que deje actuar a las fuerzas económicas y sin mucho controldel estado
Tanto los propietarios de la tierra y el capital como los trabajadores, son libres y buscan
maximizar su bienestar, por lo que intentan sacar el mayor provecho posible de
sus recursos y del trabajo que utilizan para la producción.
Este es un movimiento que surge a la par del modernismo por lo tanto prosperan los
monopolios paralelamente al crecimiento del sector público.
La clase social conformada por los creadores y/o propietarios que proveen de capital a la
organización económica a cambio de un interés se la describe como "capitalista", a
diferencia de las funciones empresariales cuyo éxito se traduce en forma de ganancia y
de las gerenciales ejecutadas a cambio de un salario.
Concomitante con estos principios el militante comunista tiene como norma de vida
la solidaridad, entendida, esta, en los múltiples aspectos de la actividad y compartida con
los camaradas, con el pueblo, con la familia. Solidaridad comprendida como
una identidad con las clases trabajadoras, opuesta a la caridad y a la bondad religiosa que
practica la moral burguesa.
La honestidad con el partido significa ser transparente, no ocultarle nada, actuar con
sinceridad en las diferentes facetas o aristas de la vida partidaria. Dedicar nuestras
mejores capacidades y recursos a la causa. Llevar una vida modesta, entregar todo el
tiempo posible a la conquista de los objetivos revolucionarios, poner nuestra capacidad
intelectual a esta gran tarea. Poner en segundo plano los intereses personales.
El militante del partido —hombre y mujer— tiene que esforzarse, cada vez más, por
entender que la mujer es un sujeto importante, valioso para la revolución y no un objeto
para la explotación.
El comunista respeta a las masas, utiliza los recursos idóneos para que se incorporen a la
lucha por la emancipación.
En toda actividad individual y colectiva tenemos que poner en primer plano estos valores
para convertirnos en verdaderos referentes de lo que somos y queremos, de lo que es un
revolucionario y la razón por la que luchamos.
La libertad entendida desde el punto de vista de clase, libertad para los de abajo, libertad
para el disfrute de nuestro trabajo, libertad para conducir los destinos de nuestro país.
La democracia como expresión de la voluntad mayoritaria, debe surgir del interés
colectivo del organismo del partido, que esté al servicio de los intereses de la revolución,
de los pueblos, de la nación.
El patriotismo que promueve la defensa de los valores y de los símbolos cívicos que
expresan la historia libertaria de los pueblos, que identifican la composición social y la
lucha de las masas, su ideología e idiosincrasia.
Toda ideología tiene su moral, consecuentemente toda moral, tiene sus valores; la moral
no está separada de la concepción de la vida, al contrario determina la conducta de los
individuos, le da sustento y argumentos para el comportamiento de las clases.
Es idealismo pensar que la moral está por sobre las clases.
Toda actividad de los seres humanos se mueve por intereses, son estos los que marcan el
rumbo de la vida y de la historia; los comunistas tenemos intereses propios,
revolucionarios, emancipadores, nuestra práctica está orientada a terminar con la
burguesía, a liquidar la dependencia, alcanzar la liberación de los pueblos, a lograr una
sociedad sin clases, este es el camino que los comunistas ecuatorianos estamos forjando,
estos son los objetivos que marcan nuestras vidas.
3.1. El Naturalismo
Considera que el bien es todo lo que contribuye a la conservación de la especie y el mal
todo lo que va en contra de esta finalidad. Estima que la tendencia a esta realización de
actos morales se ha ido acentuando a través de las generaciones en virtud del fenómeno
de la transmisión hereditaria. Spencer, dentro de esta corriente, afirmaba que las acciones
morales provocaban transformaciones en el Sistema nervioso, dejando en aptitud de
reproducir posteriormente aquellas con mayor celeridad.
Esta concepción identifica lo natural con lo Ético.
3.2. El Hedoenismo
Sosteniente que el placer es el bien supremo y que el hombre actúa bien cada vez que
realiza acciones que le proporcionan ese estado efectivo. El fundador de esta teoría
fue Aristipo de Cyrene (siglo V a J.C.). Es una doctrina grosera.
Una expresión más elevada del hedonismo es el Epicureísmo, considera que el supremo
bien es el placer superior y espiritual, que por ello debe preferirse al placer sensorial.
3.3. El Eudemonismo
Considera que el supremo bien es la felicidad. El padre de esta doctrina fue el famoso
filósofo Sócrates (470 - 399), quien sostuvo que la felicidad era una consecuencia de la
virtud y que esta podía ser objeto del conocimiento. Platón, su eminente discípulo, reforzó
esas ideas. Después Aristóteles, discípulo de Platón hizo grandes aportes a esta teoría que
considera que el bien supremo es la felicidad y que a ella se llega por el camino del
conocimiento. Todos estos filósofos, como podemos darnos cuenta, conceden a
la razón una importancia decisiva en el conocimiento de la felicidad, o sea el bien
supremo.
3.4.El Utilitarismo
Según esta doctrina el bien supremo está en la utilidad, o sea en aquellos que sirve para
satisfacer una necesidad y que proporciona bienestar y comodidad. Jeremías Bentham y
John Stuart Mill, filósofos ingleses creadores de esta doctrina, sostuvieron que lo que el
hombre busca siempre es el placer; pero no un placer siego que puede dañar a los demás,
sino más bien un placer que no haga daño a los otros para que a su vez los otros también
hagan lo mismo con respecto a uno. Por eso es que el hombre analiza las consecuencias
útiles o dañinas de sus acciones y se descarta a las que pueden provocar males.
Como podemos apreciar, eta doctrina tiene profundos puntos de contacto con el
Hedonismo. Y es que en realidad es sumamente difícil encasillar de un modo riguroso las
doctrinas éticas.
3.5.El Racionalismo
Esta doctrina sostiene que mediante la razón es posible conocer los principios E ‘ticos y
someter la voluntad a tales principios. A diferencia de las otras doctrinas, Ya no busca un
bien específico, sino sostiene que hay un medio para conocer lo ético. Este medio es la
razón, descartando que el sentimiento tenga igual capacidad. Han sostenido esta doctrina:
los Estoicos, Descartes, Leibnitz, Kant, entre otros.
4. TEORÍAS DE LA MORAL
Fuente: Patricio de Azcárate · Obras de Aristóteles. Madrid 1873, tomo 2, páginas 26-27
4.2.Fatalismo
El significado etimológico mismo del término Fatalismo nos ofrece una luz esclarecedora.
El término proviene dellatínfat1ll11 que significa hado, es decir: predicción, oráculo y de
ahí, destino inevitable". Los estudios sociológicos de autores como Ignacio Martín Baró
han mostrado que en la actualidad a amplios sectores de los pueblos latinoamericanos,
incluyendo Colombia, se les ha atribuido como actitud básica de su gente, una especie de
comprensión fatalista de la existencia. Martín Baró caracteriza esta actitud de la siguiente
manera: "El Fatalismo es aquella comprensión de la existencia humana según la cual, el
destino de todos, está ya predeterminado y todo hecho OCUlTede un modo ineludible".
Los trabajos antropológicos de Osear Lewis, construidos con las propias palabras de las
personas entrevistadas, han logrado transmitir las formas propias del pensar, sentir y
actuar de los sectores populares de países como México, Puerto Rico y Cuba, entre otros
(Lewis y Rigdon, 1977 y 1978). En estos estudios es notable que los rasgos que
caracterizan a estos países son: una creencia más o menos explícita en la irremisibilidad
del destino de las personas y la resignación frente a lo inevitable, entre otras. Igualmente
los análisis psicosociales que Erich Fromm llevó a cabo en un pequeño pueblo mexicano,
junto con Michael Muccoby, arrojaron como resultado que esta gente se caracteriza por
el pesimismo hacia el futuro, la sumisión y la impotencia frente al mundo y la sociedad.
Aunque no son muchos los estudios que se han realizado al respecto, se suele atribuir al
latinoamericano una imagen estereotipada de fatalista; sin embargo, es importante
distinguir entre esto último, y el Fatalismo como forma de relacionarse con el mundo y la
vida. El Fatalismo entendido desde esta última acepción, nos señala una forma de ver la
vida que se traduce en conformismo y resignación ante cualquier circunstancia incluso
las más negativas (Baró, 1985). Es ampliamente conocida la actitud fatalista, en gran
manera coincidente con lo dicho hasta ahora, que expone Viktor Frankl en su obra, como
una manifestación de la Frustración Existencial en la experiencia de un individuo y una
forma que usa el neurótico para eludir su responsabilidad y su libertad (Frankl, 1994).
Frankllo describe de la siguiente forma: (oO.) el neurótico presenta una tendencia
específica para eludir su responsabilidad y su libertad, refugiándose en pretendidas
circunstancias fatales. Obra así, podría decirse, con un sentido de Fatalismo neurótico. Y
este Fatalismo se manifiesta ante todo bajo la forma de un conformismo demostrado por
el neurótico en todas sus tendencias internas, su estado anímico, su "ser así". Frankl
argumenta que el Fatalismo es una especial forma de conformismo fruto de la frustración
existencial presente en las colectividades e individuos que asumen la vida con una actitud
reactiva y pasiva, rehusando hacer LISOde su libertad y responsabilidad frente a su existir
Fuente: Frankl, Viktor (1990) Ante el vacío existencial. Hacia una humanizacián de la
psicoterapia, Barcelona, Herder.
4.3.Existencialismo
El existencialismo es una corriente filosófica que persigue el conocimiento de la realidad
a través de la experiencia inmediata de la propia existencia. De todas formas, no se ha
desarrollado una teoría precisa o exacta que defina claramente este concepto. Lo que está
claro es que este movimiento de la filosofía destaca al ser humano individual como
creador del significado de su vida. La temporalidad del sujeto, su existencia concreta en
el mundo, es aquello que constituye al ser y no una supuesta esencia más abstracta. Los
existencialistas no creen que el individuo sea una parte de un todo, sino que cada ser
humano es una integridad libre por sí misma. La existencia propia de una persona es lo
que define su esencia y no una condición humana general. En otras palabras, el ser
humano existe desde que es capaz de generar cualquier tipo de pensamiento. El
pensamiento hace que la persona sea libre: sin libertad, no hay existencia. Esta misma
libertad convierte al individuo en un ser responsable de sus actos. Hay, por lo tanto, una
ética de la responsabilidad individual. La persona debe hacerse cargo de los actos que
realiza en el ejercicio de su libertad. Surgimiento de este pensamiento
Este término fue el resultado de un intenso trabajo filosófico desarrollado entre los siglos
XIX y XX; en una búsqueda clara de la razón de la existencia a partir de la individualidad,
las emociones, las acciones y la responsabilidad de cada individuo. Se considera como
padre del existencialismo al filósofo Soren Kierkegaard. Fue él quien determinó que cada
individuo es quien debe encontrarle un sentido a su existencia. Y agregó que la mayor
responsabilidad del ser humano radica en vivir su propia vida de forma pasional y sincera,
pese a los mil obstáculos que puedan presentarse. De todas formas, el término no se acuñó
hasta la década del 40 y quienes lo hicieron fueron los franceses Jean-Paul Sartre (1905–
1980) y Albert Camus (1913–1960). Considerados hoy como los máximos exponentes
del existencialismo. Según lo explicó el propio Sartre el existencialismo es una forma
humana de entender la existencia. Posteriormente, se incluyó dentro de esta ideología a
pensadores de épocas anteriores como Hedegger, Nietzche o el propio Kierkegaard. Esta
corriente puede dividirse en diversas escuelas; entre las mismas podemos destacar: el
existencialismo teísta (reflexiona sobre la existencia de Dios y el Espíritu), el
existencialismo ateo (niega lo divino) y el existencialismo agnóstico (considera que la
existencia de Dios es irrelevante para la existencia humana).
Fuente: Autores: Julián Pérez Porto y Ana Gardey. Publicado: 2009. Actualizado: 2013.
Definición de: Definición de existencialismo (https://definicion.de/existencialismo/)
4.4.Fenomenología
La fenomenología es la corriente filosófica nacida propiamente de Edmund Husserl
(1859-1938) a comienzos del siglo XX, y que sin duda ha fecundado amplia y
profundamente casi toda la filosofía continental europea de esa centuria. En torno a él se
reunió un grupo de jóvenes filósofos, al que sucedieron pensadores individuales de la talla
de Martin Heidegger (1889-1976) y muchos otros, recibiendo el influjo de Husserl,
también tras su muerte mediante su impresionante legado póstumo. Por ello, el estudio de
la fenomenología va necesariamente unido al del pensamiento husserliano, si bien a partir
de él ha evolucionado generando otros modos de filosofar que incluso han adoptado
nuevos nombres (existencialismo, hermenéutica o deconstruccionismo). Evolución que
se vio influida, además, en diversos sentidos, por las dos guerras mundiales que
convulsionaron sobre todo el continente europeo. Así pues, no es fácil determinar de
modo preciso cuál es el perfil de la fenomenología que Husserl pensó en realidad como
un método y, si acaso, un conjunto de problemas, ni qué autores pueden y deben llamarse
propiamente fenomenólogos. Por ese motivo, aquí se ha optado por exponer la
fenomenología combinando las perspectivas temática e histórica, ofreciendo una visión
de conjunto. Puede decirse que, mientras el existencialismo se sumerge en el mundo
existencial humano, la fenomenología husserliana trata siempre de “desmundanizarse” —
mediante la reducción fenomenológica o trascendental— intentando adoptar el papel de
filosofía primera, en el sentido de la primera tarea y actitud que debe tomarse para todo
ulterior pensar propiamente filosófico. Y ese no acabar de distanciarse suficientemente
del mundo característico del existencialismo (distanciamiento fenomenológico no para
perderlo —es preciso insistir en ello—, sino para ganar claridad y sentido) vale también
para el vitalismo de Ortega, en buena medida para la filosofía de Scheler, y también para
las doctrinas (o técnicas) hermenéuticas nacidas del existencialismo [García-Baró 1999:
114].
Fuente: Costa, V. – Cimino, A., Storia della fenomenología, Carocci, Roma 2012.
4.5. Materialismo dialéctico
El marxismo abarca un campo más amplio que la economía y la política. Abarca todo el
panorama del desarrollo de la sociedad humana, del pensamiento y de la naturaleza. En
este sentido, el marxismo es una filosofía. Toda filosofía intenta explicar el mundo en que
vivimos y las relaciones entre el ser humano y la naturaleza. La filosofía del marxismo
representa la síntesis más elaborada del pensamiento humano que se ha alcanzado bajo el
capitalismo. El nombre que recibe esta filosofía es el de Materialismo Dialéctico, y es su
método de análisis para conocer, interpretar y transformar la realidad. El materialismo
dialéctico es la columna vertebral del marxismo. Su aplicación a la historia humana es lo
que se conoce como Materialismo Histórico, y su aplicación al estudio de la economía
capitalista es lo que se conoce como Teoría Valor-Trabajo. Aquellos intelectuales de
izquierda que se declaran marxistas, pero que reniegan del materialismo dialéctico o
descartan su aplicación fuera de la política y la economía, son en realidad, son unos
completos ignorantes y demuestran no comprender nada del marxismo. Todas las
corrientes del pensamiento humano siempre estuvieron divididas en dos campos
opuestos: el idealismo y el materialismo. El marxismo, por su propia esencia, es
materialista. Desde el punto de vista filosófico, Idealismo y Materialismo poseen un
significado completamente diferente al que tienen en el lenguaje corriente. Así, se
considera en general que una persona idealista es alguien desprendido, movido por
grandes ideales y la felicidad común. Por el contrario, alguien materialista es considerado
un egoísta, que sólo piensa en el dinero y al que sólo le mueven placeres banales para sí
mismo.
Fuente: Rey, David., Materialismo Dialéctico Spanish 09 July 2018.
4.6. Determinismo
El determinismo es una doctrina filosófica que sostiene que todo acontecimiento físico,
incluyendo el pensamiento y acciones humanas, está causalmente determinado por la
irrompible cadena causa-consecuencia, y, por tanto, el estado actual "determina" en algún
sentido el futuro. Existen diferentes formulaciones de determinismo, que se diferencian
en los detalles de sus afirmaciones. Para distinguir las diferentes formas de determinismo
conviene clasificarlas de acuerdo con el grado de determinismo que postulan: El
determinismo fuerte sostiene que no existen sucesos genuinamente aleatorios o azarosos,
y en general, el futuro es potencialmente predecible a partir del presente. El pasado
también podría ser "predecible" si conocemos perfectamente una situación puntual de la
cadena de causalidad. Pierre-Simon Laplace defendía este tipo de determinismo. El
determinismo débil sostiene que es la probabilidad lo que está determinado por los hechos
presentes, o que existe una fuerte correlación entre el estado presente y los estados
futuros, aun admitiendo la influencia de sucesos esencialmente aleatorios e
impredecibles. Cabe resaltar que existe una diferencia importante entre la determinación
y la predictibilidad de los hechos. La determinación implica exclusivamente la ausencia
de azar en la cadena causa-efecto que da lugar a un suceso concreto. La predictibilidad es
un hecho potencial derivado de la determinación certera de los sucesos, pero exige que se
conozcan las condiciones iniciales (o de cualquier punto) de la cadena de causalidad.
Fuente: Gonzalo Sanz, Luis Mª. Entre libertad y determinismo, 2007.
4.7. Bergsonismo
Henri Bergson luchó con su filosofía contra los hábitos intelectuales, negando todo
sistema. Criticó intensamente los puntos de vista del intelectualismo y creyó necesaria la
orientación del espíritu hacia lo absoluto mediante una intuición que superará cualquier
análisis. La intuición es el método del bergsonismo y sus reglas constituyen lo que
Bergson llama la “precisión” en filosofía. Fruto de este método son las tres grandes etapas
de la filosofía bergsoniana: Duración, Memoria e Impulso vital. El profesor y filósofo
francés Gilles Deleuze trata de determinar la relación y el progreso que implican.
Fuente: De la Cruz, Ramón, 67. Le Bergsionismo, France (1987)
5. ÉTICA O TEORÍA DE LA MORAL
Los términos ética y moral, son empleados generalmente como sinónimos, esto
responde a sus significados etimológicamente confluyentes, donde la palabra ética
procede del griego ethos que significa “el carácter, modo de ser”. Moral procede del
latín mos moris que significa también “carácter o modo de ser”. Dadas estas
coincidencias no resulta extraño el uso inapropiado que pudiera dársele en algunos
textos, sin embargo, en lo sucesivo será empleado el termino ética para hacer
referencia a la filosofía moral y moral para denotar los distintos códigos morales
concretos; debido a que se trata de perspectivas distintas acerca de la “reflexión
moral”. Desde estas distinciones, la ética se refiere a la disciplina filosófica que
constituye una reflexión sobre los problemas morales. Moral, es el conjunto de
principios, normas y valores que cada generación trasmite a la siguiente, en la
confianza de que se trata de un buen legado de orientaciones sobre el modo de
comportarse para llevar una vida “buena” y “justa”. El fundamento conceptual de este
articulo parte de las estructuras que surgen de la interacción social (sociedad-
organización), como sistemas de referencias y concepciones que se complementan
con la actuación gerencial para establecer principios básicos de convivencia, que se
expresan en valores y principios para orientar la conducta del gerente, la cual puede
o no ser sometida a cuestionamiento interno o externo. Sin embargo, es la intención
de estas reflexiones destacar el reto que representa para la gerencia pública, superar
la concepción economicista de las organizaciones, por una racionalidad más humana
que se nutra de los principios de justicia y equidad económica, a objeto de que quienes
conviven en la organización generen una visión compartida y promuevan un
comportamiento cónsono con las exigencias morales de la sociedad y en concordancia
con los principios que promulga la ética pública.
6.1. La moral
Se entiende por ‘acción moral’ cualquier acto que haya sido ejecutado
obedeciendo a los mandatos de las leyes morales. Por tanto, no todas las acciones
humanas son susceptibles de recibir una cualificación moral (por ejemplo, desde
el punto de vista ético el estornudar no puede merecer ninguna valoración moral
propiamente dicha, salvo que lo hagamos encima de una persona para fastidiarla,
con lo cual lo valorable moralmente sería nuestra intención de dañar a esa persona,
no el acto de estornudar en sí). Sólo podemos hablar de acciones morales o
inmorales cuando cumplan al menos un conjunto de condiciones: - Ser una acción
que afecte a normas, principios o valores morales. - Haber sido realizada con
libertad, es decir, haber tenido la oportunidad de elegir entre varias opciones antes
de realizar la acción. En el caso de que no exista esa libertad (por ejemplo, si
alguien me obliga a realizar un acto apuntándome con un revólver), el individuo
no puede ser considerado responsable moral de esa acción. - Que haya sido
realizada voluntariamente y siendo consciente de los efectos que iba a producir
esa acción. Por ejemplo, si yo realizo un acto y, sin que yo lo sepa, ese acto causa
trastornos graves a otra persona, no puedo ser considerado responsable moral del
daño causado involuntariamente. - Las intenciones o fines con los que yo he
llevado a cabo esa acción, puesto que puede darse el caso de realizar un acto bueno
en sí mismo, aunque las intenciones que motivaron ese acto fueran inmorales (por
ejemplo, alguien que ayuda económicamente a una familia pobre, aunque lo hace
con la secreta intención de obtener favores sexuales). O a la inversa: provocar un
daño, aunque mis intenciones sean buenas. El filósofo Kant afirmó al respecto que
sólo podían ser consideradas como buenas moralmente aquellas acciones que
hubieran sido ejecutadas exclusivamente por puro respeto al deber moral, es decir,
sin que nos moviera ningún interés particular en realizarlas. Según él, existen las
‘acciones conformes al deber’, las cuales no son estrictamente acciones morales,
porque el fin que las motivó fue el interés personal y no el respeto al deber. Él
mismo pone un ejemplo de ‘acciones conformes al deber’: un comerciante que no
practica la usura puesto que mantiene bajos sus precios, pero lo hace para tener
más clientes y enriquecerse, no porque considere que ésa es su obligación moral.
Fuente:https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/5/5a/Moral_y_%C3%89tic
a.pdf
6.2. La ética
Término que procede del griego ethos, cuyo significado originario hacía
referencia a las costumbres. Sin embargo, pronto adquirió una nueva significación
filosófica, designando el ‘carácter’ y el ‘modo de ser’ de un individuo, en cuanto
ellos habían sido adquiridos por la educación, las costumbres y los hábitos de la
sociedad en la que vivía. Con la aparición de los primeros filósofos que
reflexionaron sobre las normas morales (los sofistas y Sócrates), el término pasó
a designar la disciplina del saber que versaba sobre la virtud y la justicia. En
nuestros días, el concepto ‘ética’ hace referencia a la reflexión sobre el deber y a
la justificación de por qué deben ser consideradas buenas o malas (justas o
injustas) ciertas acciones. Por tanto, se considera un comportamiento ético a aquel
que está conforme con las normas morales. Desde un punto de vista científico, la
ética es la disciplina de la filosofía que reflexiona sobre cuáles son los principios
teóricos que fundamentan los valores y las normas morales. También se designa
con el término ‘ética’ al estudio de los distintos sistemas morales que han sido
elaborados a lo largo de la historia del pensamiento. En el lenguaje coloquial es
frecuente utilizar como sinónimos los conceptos de ‘ética’ y de ‘moral’. Sin
embargo, desde el punto de vista filosófico, muchos autores establecen una
distinción importante entre ellos dos: mientras la ética sería una reflexión teórica
sobre los fundamentos o principios en los que se inspiran las normas morales
concretas, la moral, en cambio, designaría al conjunto de normas y valores que
una determinada colectividad considera -en un momento histórico concreto- como
justos o correctos, es decir, como pautas del comportamiento virtuoso. En el siglo
V a.C. se inició un debate teórico acerca del alcance de las normas éticas, debate
que no ha sido resuelto satisfactoriamente todavía. Mientras los sofistas defendían
que todas las normas morales eran relativas y, por lo tanto, únicamente válidas
para una sociedad histórica concreta, otros filósofos como Sócrates o Platón
creyeron en el carácter universal de las normas éticas, apelando a la existencia de
una racionalidad humana que nos permitía conocer los fundamentos de las leyes
naturales. A lo largo de la historia de la filosofía, muchas corrientes y pensadores
han defendido el relativismo moral, mientras que otras corrientes han
argumentado a favor de la ley natural o de la posibilidad de alcanzar, mediante la
racionalidad y el consenso entre todos los seres humanos, un código de conducta
mínimo que regule nuestras normas morales. En este último sentido, la
Declaración Universal de los Derechos Humanos significa el reconocimiento de
unas pautas universales de conducta con respecto a nuestros semejantes y al medio
que nos rodea.
Fuente:
https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/5/5a/Moral_y_%C3%89tica.pdf
6.3. Diferencias
Fuente:http://cmap.upb.edu.co/rid=1GCFQ589BRNNRQV97/eticaymoral%20s%C3%
ADntesis.pdf
La historia de la Ética es tan antigua como la historia del hombre; el más primitivo de
los Homos tenía idea de lo bueno, lo justo, el deber y la virtud, buscando la manera
de determinar y justificar sus acciones.
En el mundo antiguo 4.500 años a.C. los primitivos tenían la preocupación por
determinar lo que está bien o está mal, aplicando un conjunto de valores, principios y
normas concretas que en caso de infringirlos suponía un castigo.
La explicación de lo que está bien o mal basadas en las leyes inmutables de la
naturaleza creando normas o códigos morales marcadas por la tradición.
Desde el antiguo Egipto casi cuatro mil años antes de Cristo, la sabiduría de
Amenope y las normas morales son recogidas en los papiros, como en. El Libro de
los Muertos.
Los Sofistas pre-socráticos estos filósofos dudaban de los códigos morales del mundo
antiguo, se consideraban a sí mismo como maestros de la virtud y afirmaban que
frente a la imposición surge la CONVENCIONALIDAD y EL RELATIVISMO
MORAL, mas claramente estar de acuerdo mas o menos con unos valores, que si no
convienen podemos cambiarlos; todo esto dentro del marco histórico donde surgen
las polis o ciudades estados que se gobiernan a sí mismo, también surge el concepto
“ciudadanos” que se agrupan de acuerdo a sus propios intereses, a muchos intereses
de clases, como la nobleza, la burguesía ( baja nobleza y filósofos),los agricultores y
comerciantes y finalmente los extranjeros y esclavos, estas últimas van
desapareciendo, pero al parecer en algunos grupos de la sociedad actual habría
aceptado y practicado esta posición que va en contra de la misma sociedad.
Otro grupo liderado por Zenón de Citio (siglo III a.C.) en Atenas, crea Los Estoicos,
defiende el “Orden Cósmico” organizado por leyes naturales inmutables y un hombre
virtuoso es aquel que respeta las leyes y se muestra imperturbable ante los
acontecimientos. A diferencias de los Epicúreos, los Estoicos participan en política,
pero permanecen indiferentes ante el éxito o el fracaso. Los Estoicos promueven y
plantean que el hombre debe esforzarse por ser virtuoso, pues la virtud es actuar
conforme el orden cósmico sin temer la muerte. Dicen que los hombres deben tener
una fría racionalidad capaz de eliminar emociones y sentimientos y aceptar
estoicamente lo que les venga encima. En la actualidad estas propuestas han perdido
validez.
Sócrates (siglo V a.C.) en sus “Diálogos” usa la reflexión como una actitud de
búsqueda del verdadero bien, el conocimiento y la sabiduría son
imprescindibles para una conducta y actitudes virtuosas; el auto-conocimiento es la
base de la moral, ya que la verdad habita en cada uno, y podemos y debemos imitar y
practicar la lección del Templo de Apolo en Delfos: “CONOCETE A TI MISMO”
Sócrates implanta la Mayéutica: el arte de ayudar y la asimilación de conocimientos
y definiciones, refiere que la virtud es única, definiendo las virtudes de la ciencia ética
que demuestran la existencia de valores absolutos como el BIEN, la JUSTICIA y
FELICIDAD, inmutables para establecer Leyes que son valores que el hombre puede
alcanzar mediante el uso de la inteligencia y la razón. Si se alcanzan, el hombre es
sabio y virtuoso, la sabiduría suprema distingue los bienes de los males, la
intelectualidad moral identifica el saber con virtud y vicio con ignorancia desde estos
tiempos de la Grecia antigua ya se pensaba que para conseguir una sociedad buena,
justa y virtuosa es necesaria la educación.
Aristóteles (384-322 a.C. médico, biólogo, filosofo), su ética tiene como fin alcanzar
la felicidad buscando la sabiduría y usando la razón ya que en el hombre encontramos
una parte apetitiva (deseos–pasiones) y la parte racional, el hombre deberá ejercitar
las virtudes para dominar la parte apetitiva.
Las virtudes se adquieren mediante el hábito, tanto las intelectuales como las éticas
ya que el hombre es un ser social “animal político” capaz de vivir y organizar una
sociedad.
Para Aristóteles el bien último del hombre es la Felicidad, el dinero, la fama, y los
honores, es decir el Bien perfecto, buscando siempre la autosuficiencia, adquirir
virtudes propias, cumplir y desarrollar las funciones propias del ser humano hasta la
excelencia ya que la felicidad es el ejercicio de la inteligencia.
Platón (428-348 a.C. discípulo de Sócrates), lleva la Ética a nivel de ciencia y defiende
los valores absolutos BIEN-BELLEZA-VERDAD, en sus obras más importantes
“Fedón”, “La República” y el “Banquete”, y plantea que el hombre posee alma
inmortal, defendiendo el mundo espiritual, el mundo de las almas y proclama como
conseguir la purificación mediante las virtudes que deben iluminar siempre la vida
humana, es decir la Ética con:
1.- Esfuerzo físico, gimnasia que anula las tendencias negativas y controlar las
pasiones, el autodominio en defensa del bien y la razón.
2.- Sabiduría, virtud del conocimiento, usar la inteligencia y la razón para conocer los
deberes y que debe ser lo que decide cada acto humano.
3.- El cultivo de las virtudes morales: aptitud para realizar el bien.
a). - Fortaleza para dominar los sentimientos en defensa del bien y la razón.
b). - Templanza para dominar las pasiones, moderación y auto control por la
razón.
c). - Prudencia utilizar la razón para alcanzar el bien.
4.- Justicia que es la virtud de todas las virtudes, y que representa el equilibrio de las
tres virtudes anteriores.
Para los Epicúreos con su escuela “El Jardín”; la finalidad de la vida es el placer
racional, limitando los deseos, superando el dolor y evitando las preocupaciones, para
conseguirlo es necesario una vida sobria, sin crearse necesidades.
Pregonan no tener miedo a la muerte porque mientras estamos vivos, la muerte no nos
afecta y cuando estamos muertos tampoco. Van más halla al decir que no hay que
tener miedo a los dioses, porque ellos no se preocupan por nosotros. Ya que el bien
es fácil de alcanzar y el mal fácil de evitar, solo hay que conformarnos con nuestra
suerte.
Daremos un largo salto hasta el Mundo Medieval desde el Siglo IV al XV después de
Cristo, tiempo en el cual la influencia del Cristianismo que culmina con la presencia
de Santo Tomas de Aquino con sus principios básicos:
El hombre es creado por Dios a su imagen y semejanza y depende de él. La felicidad
consiste en la unión con Dios.
Existe una vida futura y eterna después de la terrenal para vivir en amor y su Ética es
practicar las virtudes cristianas:
FE-ESPERANZA y CARIDAD.
Karl Marx (1818-1883) afirma que la Moral cumple una función social, que tiene un
carácter de clase por lo tanto a cada clase social corresponde una moral peculiar que
es relativa mientras se busca una sociedad justa e igualitaria que surgirá de los
cambios de una nueva moral para transformar las relaciones sociales que mantienen
a la mayoría de los hombres humillados, explorados y abandonados.
Es posible que nos falte mencionar y o analizar otras fuentes actuales, el arte de la
Ética será siempre el mismo desde la Filosofía, Psicología, Sociología, Antropología,
Derecho, Historia, Teología o Medicina el estudio de la conducta humana en relación
con los principios universales sobre los valores morales, el deber, la dignidad, la
justicia y benevolencia del Médico frente a sus pacientes y la sociedad.
Fuente: http://www.cardenashistoriamedicina.net/etica/es-Histetica.htm
8. TEORÍAS ÉTICAS
Qué es una teoría ética
Las teorías éticas tienen carácter normativo, pretenden la fundamentación de los
postulados y normas morales.La ética es solamente una reflexión acerca de la moral. No
pretende crear una nueva moral, porque sería una pretensión inútil. Esto es lo que hacen
las teorías éticas: permiten que los seres humanos podamos justificar y fundamentar
nuestros principios y normas.
Teorías cognitivistas
Estas teorías afirman:
que bueno es una cualidad de X
que X es bueno es una oración descriptiva
que una oración así aporta un nuevo conocimiento acerca de X.
8.1.ÉTICAS SUSTANCIALISTAS
Teorías intuicionistas.
Afirman:
1) que los términos morales no son cualidades naturales,
2) que los términos morales solamente pueden ser definidos mediante otros términos
morales,
3) que por lo menos un término moral será indefinible.
Teorías no cognitivistas
Niegan los tres supuestos de las cognitivistas. Son el emotivismo y el prescriptivismo.
8.2.ÉTICAS MATERIALES
• Afirman que el criterio de moralidad para enjuiciar cuándo nos hallamos ante
acciones o normas morales, puede explicitarse mediante enunciados con contenido, ya
que estas éticas suponen que hay un bien, un fin o un valor determinado a la base de la
moral.
• Ya sea que se trate de un bien ontológico, teológico, psicológico o sociológico, lo
primero que una ética de este tipo debe emprender es la tarea de descubrir el bien, fin o
valor supremo, definiéndolos en su contenido. A partir de ello es posible extraer criterios
de moralidad con contenido.
8.3.ÉTICAS TELEOLÓGICAS
• En principio, se entendería por teoría teleológica aquella para la que la corrección
o incorrección de las acciones está siempre determinada por su tendencia a producir
ciertas consecuencias que son intrínsecamente buenas o malas
• Serían éticas teleológicas aquellas que se ocupan en discernir qué es el bien no
moral antes de determinar el deber, y consideran como moralmente buena la
maximización del bien no moral.
8.4.ÉTICAS FORMALES
• No hacen depender el bien moral de un contenido, sino de la forma de unos
mandatos. Aquellas normas que revistan una determinada forma son las que deben ser
realizadas, porque tienen la forma de la razón.
En el caso de Kant, la forma racional de las normas se descubre cuando adoptamos la
perspectiva de la igualdad (en un mundo de personas empíricamente desiguales) y de la
universalidad (en un mundo de individuos dotados de preferencias subjetivas).
8.5.ÉTICAS DEONTOLÓGICAS
Una teoría deontológica consideraría que una acción sería siempre intrínsecamente
correcta o incorrecta, fueran cuales fueran las consecuencias.
• Serían éticas deontológicas las que marcan el ámbito del deber antes de ocuparse
del bien y sólo consideran bueno (o correcto) lo adecuado al deber.
8.6.ÉTICAS PROCEDIMENTALES
• Se consideran, en general, como herederas del formalismo kantiano, aunque
sustituyen algunas de sus ideas más vulnerables ─la conciencia individual es el lugar
privilegiado de la experiencia moral─ por nuevos elementos teóricos que pudieran salvar
las dificultades a que debió enfrentarse la ética de Kant.
• El procedimiento buscado ha de expresar la racionalidad práctica en el sentido
kantiano, es decir, el punto de vista de una voluntad racional entendida como lo que todos
podrían querer.
• Esto significa que aquello que la razón proponga como moralmente obligatorio no
puede identificarse sólo con lo que de hecho deseamos o con lo que subjetivamente nos
conviene, sino más bien con lo que cualquier persona desearía si adoptase la perspectiva
de igualdad y universalidad aludida anteriormente.
8.7.ÉTICAS NATURALISTAS
Sócrates (c. 470-c. 399 a.C.).- Conocemos a Sócrates a través de diversas fuentes, su
discípulo y admirador Platón y otros pensadores coetáneos, aunque dichas fuentes no son
coincidentes. De todas formas, el Sócrates platónico –independientemente de su grado de
fidelidad al Sócrates histórico- es el que ha influido en el pensamiento occidental.
Sócrates aparece como el fundador de la reflexión ética. La base de sus enseñanzas es
la creencia en la existencia de valores objetivos (justicia, amor y virtud y el conocimiento
de uno mismo) así como en nuestra capacidad de comprenderlos. Creía que nadie elige el
mal a sabiendas, sino por ignorancia. La virtud es conocimiento y aquellos que conocen
el bien, actuarán justamente.
Aristóteles sostiene que el bien supremo del hombre es la felicidad, es lo único que se
basta a sí mismo. Esuna actividad del alma conforme a una virtud perfecta. Lo que nos
hace felices es una actividad del alma, y la actividad que nos hace buenos es el
pensamiento.
Para que sea buena la actividad humana debe estar conforme a una virtud perefecta. La
virtud es un hábito selectivo, una disposición permanente a elegir lo más adecuado para
nuestra felicidad y perfección. La felicidad requiere no dejarse llevar por el deseo.
La buena elección consiste siempre en un término medio de todo.
La ética de Aristóteles es de perfeccionamiento del hombre.
Escuela cínica (s. IV a.C. fundada por Antistenes, tiene en Diógenes de Sínope su más
reconocido representante) La felicidad se consigue con una vida sencilla y acorde a la
naturaleza: El hombre tiene en sí mismo su propia fuente de felicidad, por lo que la
autonomía (la libertad, la no dependencia) es el verdadero bien. El hombre con menos
necesidades es más libre y por tanto más feliz. Los cínicos fueron famosos por sus críticas
contra la corrupción y vicios de la sociedad.
El utilitarismo (bien)
Jeremías Bentham intentó mejorar las condiciones de vida del pueblo. Tomó de la obra
De los delitos y las penas la fórmula: la máxima felicidad posible para el mayor número
posible de personas. Este carácter altruista es su mayor aportación a la doctrina moral de
la felicidad, ya que las doctrinas anteriores eran individualistas.
Utilitarismo: utilidad es la propiedad de cualquier objeto de producir beneficio, ventaja,
placer o felicidad.
Principio de utilidad: el principio que aprueba o desaprueba cualquier acción según su
tendencia a aumentar o disminuir la felicidad de la parte interesada.
Los utilitarstas pretendieron convertir la moral en ciencia. No quisieron hacer santos, sino
hombres que colaborasen en una sociedad más feliz.
Si el principio de utilidad se aplica directamente a actos particulares se llama utilitarismo
de los actos. El utilitarismo de las reglas es la norma general, la que cumple el principio
de utilidad.
Utilitarismo (Stuart Mill, Jeremy Bentham, finales del XVIII).- defiende que el criterio
ético debe ser conseguir el mayor bien para el mayor número de personas (en su forma
negativa, evitar la mayor cantidad de dolor para el mayor número de personas). Se trata,
por tanto, de una concepción inspirada en el epicureismo, pero sustituyendo el bienestar
individual por el bienestar mayoritario. En realidad, el utilitarismo consideraba que era
posible construir una moral basada en la razón aceptable por todas las personas,
independientemente de sus creencias religiosas.
"La naturaleza ha colocado a la humanidad bajo el gobierno de dos amos soberanos, el
dolor y el placer. Les corresponde sólo a ellos señalar lo que debemos hacer, así como
determinar lo que haremos. Por un lado, la norma del bien y del mal, por el otro la cadena
de causas y efectos, están sujetos al trono de ellos. Nos gobiernan en todo lo que hacemos,
en todo lo que decimos, en todo lo que pensamos; todo esfuerzo que hagamos para
librarnos de nuestra sujeción servirá solo para demostrarla y confirmarla" (Bentham).
"El principio de utilidad significa aquel principio que aprueba o desaprueba cada una de
las acciones según la tendencia que aparenta tener para aumentar o reducir la felicidad de
la parte cuyo interés está en cuestión; o, lo que es lo mismo en otras palabras, para
promover u oponerse a esa felicidad" (Bentham).
El bien supremo
Siguiendo la Ley moral de origen
Iusnaturalismo Sto. Tomás consiste en el
divino.
acercamiento a Dios.
Fuente:https://www.edu.xunta.es/espazoAbalar/sites/espazoAbalar/files/datos/14937253
40/contido/las_teoras_ticas.html
LOS VALORES ETICOS FUNDAMENTALES
Los valores éticos son estructuras de nuestro pensamiento que mantenemos
reconfiguradas en nuestro cerebro como especie humana de cara a nuestra supervivencia.
Los valores éticos son medios adecuados para conseguir nuestras finalidad. Al hablar de
valores es importante diferenciar entre los valores que podemos llamar finales y los
valores de tipo instrumental.
Los valores instrumentales son modos de conductas adecuados o necesarios para llegar a
conseguir nuestras finalidades o valores existenciales.
La justicia
En cuanta cualidad personal, la justicia es la virtud o hábito bueno de dar a cada uno lo
suyo, lo que le corresponde, lo que se le debe otorgar. Habitualmente se entiende en temas
económicos, pero la justicia abarca otros aspectos más olvidados.
La justicia se refiere a ser equitativo y dar a cada quien lo que le corresponde por derecho.
Las personas que imparten justicia deben hacerlo de manera
imparcial, responsable y aplicando el conjunto de reglamentos
según la ley.
Sin embargo, aunque en situaciones específicas la justicia
pareciera actuar de manera injusta, hay que recordar que se
aplica según lo que la sociedad considere moralmente correcto
o justificable para el bien común.
Por ejemplo, cuando una persona incumple con sus obligaciones y comete algún acto
indebido como robo o estafa, sabe que deberá ser penalizado a través de la justicia por
sus acciones y falta de responsabilidad y ética.
http://tallereticatic.blogspot.com/2010/09/los-valores-eticos-fundamentalesjustici.html
Libertad
La libertad es un derecho humano fundamental e inalienable, es decir, es la capacidad que
poseen los individuos para tomar decisiones, actuar y asumir
sus responsabilidades. La libertad de una persona no limita la
libertad de los demás.
Sin embargo, en muchos casos la libertad se encuentra
limitada a fin de cuidar y proteger el bienestar general y, evitar
el abuso de poder y de autoridad.
Un ejemplo de libertad puede ser: respetar y dejar vivir en
libertad a los animales en su estado natural. Raptar animales salvajes y mantenerlos en
cautiverio es un acto deplorable que viola la libertad de un ser vivo.
Otro ejemplo es la libertad de expresión a través de la cual las personas tienen el deber y
la necesidad de estar informadas y, de expresar sus opiniones y sentimientos sin afectar a
otros individuos.
https://www.significados.com/los-5-valores-eticos-mas-importantes-con-ejemplos/
La igualdad:
Es el valor que exige para todos los hombres el mismo respeto. Es el valor que exige
considerar al hombre semejante a los demás seres humanos,
independientemente de su condición económica, social,
física o mental. La igualdad obliga a que no halle
discriminación alguna pues cada uno de nosotros tiene las
mismas oportunidades y derechos que los demás. La
igualdad exige la eliminación de la pobreza, la explotación,
la esclavitud, la opresión y todas las formas del dolor humano.
La solidaridad:
Es el valor que exige el compromiso de contribuir a la solución de los problemas que
afectan a nuestr o prójimo. La solidaridad se expresa en la
exigencia moral de la cooperación. Es la ayuda recíproca
que permite el desarrollo del desvalido y la formación de la
persona en la bondad. Este valor exige que se vea en cada
uno de los demás hombres seres iguales, todos
comprometidos en la tarea de conseguir su mejor realización. Este valor exige eliminar
desde sus raíces todo egoísmo, todo individualismo, toda competencia.
https://elpais.com/diario/1989/01/03/opinion/599785210_850215.html
Bibliografía
Luis Recasens Siches, Panorama del pensamiento jurídico en el siglo XX, México, Ed.
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Zerpa, Carlos E. Tres teorías del desarrollo del juicio moral: Kohlberg, para la formación
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Experimental Libertador Caracas, Venezuela
Aierbe, A., Cortés, A., y Medrano, C. (2001). Una visión integradora de la teoría
kohlbergiana a partir de las críticas contextuales: implicaciones para la
educación y la investigación en el ámbito moral. Cultura y Educación, 13(2),
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Cortina, A (1998). ¿Qué es una persona moralmente educada?”. En F, García, Felix (Ed.),
Crecimiento moral y filosofía para niños. (pp. 13-33) Bilbao: Editorial Descleé
de Brouwer.
Cortina, A (1997). El mundo de los valores: “Ética mínima” y educación. Bogotá: Editorial
Códice.