28 DE MAYO AL 10 DE JUNIO DE 2020

AÑO 11 / NUMERO 192

$ 30.-
@El_Estadista

BUENOS AIRES
ARGENTINA
www.elestadista.com.ar

Escriben Calvo, De Luca, Leiras,

Malamud, Múgica, Tonelli, Zuletay P3-6, 8-9, 12-13 y 16-17

Rodríguez Larreta Dilemas del hacedory P10-11

Uruguay Luna de miel complicada y P7

Mundo Después de la tormentay P16-17

Región Antes y después del Covid-19y P8-9

Medios La agenda del Gobiernoy P15

LA POLITICA
EN TIEMPOS
DE PANDEMIA
 opinión.
Q
ue el futuro fue y será una
Virus versus distopía ya lo sabíamos, pero
simios: un tango se nos cruzó un murciélago y
la distopía es hoy, problemá-
de superioridad tica y febril. El coronavirus
no distingue: da lo mismo ser
democrática cura, colchonero, rey de bastos, caradura o
Bacterias, virus polizón. Para enfrentarlo, ¿da lo mismo el
que mata o el que cura o está fuera de la ley?
y pestes siempre ¿Nos protege mejor la democracia o un ré-
gimen no democrático? ¿Debemos esperar
hubo. Pero en respuestas más eficaces de liderazgos con-
sensuales o de líderes autocráticos? Estas
este Siglo XXI de preguntas pueden formularse en cualquier
maldá insolente, tiempo, sea pasado, presente o futuro, real,
utópico o distópico.
la pandemia nos Estrenado en 1968, el distópico El pla-
neta de los simios es un ejemplo de las posi-
ha igualao. Con bilidades –de procesos y de resultados– que
ofrece un orden político y de las ventajas y
el barbijo contra desventajas de cada tipo de liderazgo. En la
el vidrio de la comunidad retratada en la película convi-
ven gorilas, orangutanes y chimpancés. Los
política ¿cuánto gorilas, impetuosos, arrogantes y proclives
al uso de la fuerza, son guerreros y cazadores
importa encarar de humanos. Los orangutanes, conservado-
res y tradicionalistas, ofician como jueces,
esta crisis en profesores y sacerdotes. Los chimpancés,
democracia? inquietos, curiosos y creadores, se desempe-
ñan como científicos y artistas. Frente a una
crisis grave e inesperada, ¿cuál especie podrá
guiar a los simios a un futuro mejor?
Los regímenes autocráticos, de los que
China es el principal exponente, pueden
presentarse como más aptos para tomar
decisiones veloces y para imponer severas
condiciones de vida a su población, lo que
aparentemente conviene en caso de emer-
gencia. Sin embargo, un factor en la expan-
sión global de la pandemia puede adjudicar-
se, precisamente, a que nació en un régimen
no democrático. La primera reacción de los
gobernantes chinos fue, como en la epide-
mia del SARS en 2003, ocultar, negar, cen-
surar. Incluso hoy son poco fiables las cifras
de contagios y defunciones difundidas por el
régimen comunista. A su vez, la labor de los
por Miguel De Luca científicos, desde la agenda de investigación
y Andrés Malamud hasta la divulgación de los hallazgos, está
sometida a la autoridad del partido único.
Casi como el control del orangután Zaius, al
mismo tiempo Ministro de Ciencia y Jefe de
Defensa de la Fe, sobre el laboratorio donde
trabaja la pareja de chimpancés científicos
Zira y Cornelius.
Lo mismo puede decirse de otras varie-
dades de regímenes no democráticos, sean
el estadista 3
28 de mayo al 10 de junio de 2020
teocracias como Irán o autoritarios como
Rusia. La fórmula de su“éxito”es una com-
binación de jerarquía, secreto, prohibición,
represión y propaganda. ¿Pero cuánto sa-
bemos, en realidad, de su desempeño ante
la pandemia?
En los regímenes democráticos, en
cambio, una parte significativa del proceso
de toma de decisiones es más lenta porque
requiere de negociaciones en asambleas re-
presentativas.Y también porque los líderes
saben que sus decisiones están sujetas al
voto popular, a la crítica de otros partidos
políticos, al control del poder judicial, a la
denuncia de los medios de comunicación y
al escrutinio de la sociedad civil. En otras
palabras, porque tienen que rendir cuentas
de lo que hacen y, en consecuencia, invier-
ten tiempo en auscultar pareceres para an-
ticiparse a esas reacciones y evitar costos
–en particular, el de perder el cargo.
Así y todo, no todas las democracias
han reaccionado de la misma forma ni con
iguales niveles de eficiencia. Algunas, como
las lideradas por Donald Trump o Jair Bol-
sonaro, tendieron inicialmente a desenten-
derse de los consejos de especialistas y a
afrontar el problema a lo macho, a lo gorila,
para seguir con El planeta de los simios.
Sin embargo, a diferencia de las autocra-
cias, que suelen mantenerse mucho tiempo
después de probada su incompetencia, las
democracias –incluso lideradas por gori-
las— pueden mejorar gracias a procesos de
ensayo, error y aprendizaje.
A largo plazo, las decisiones de los go-
biernos democráticos son más efectivas
porque se basan en la doble lectura, la ren-
dición de cuentas y la posibilidad de co-
rrecciones sin derramamiento de sangre.
La democracia, en definitiva, sacrifica la
rapidez al servicio de sustentabilidad pa-
cífica en el largo plazo.
Los países más efectivos en el combate
contra la pandemia se concentran en dos
grupos: los del Asia Pacífico y los gober-
nados por mujeres. Entre los primeros no
brilla China sino las democracias que la
circundan: Taiwán, Corea del Sur y Japón.
Entre los segundos se repite Taiwán y se
suman Alemania, Nueva Zelanda y cuatro
países nórdicos. Estos dos grupos rectifi-
can a Discépolo: uno labura noche y día
como un buey y el otro no vive de las minas
–sino gracias a ellas. Aunque parezcan la
biblia y el calefón, ambos tienen algo en
común: la democraciay