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...1
Tres periodos. Crítica al comienzo de la filosofía. Gnoseologia de la intuición. Yo, ser y pliegue.
1- Orientarse en el
pensamiento....................................................................17
Coordenadas del pensamiento. Cartografía y noología. Noología e intuición. Nou=ç poihtikóç del ser
unívoco.
1.3 La cartografía en
Descartes........................................................................34
Sustancia pensante y sustancia extensa. Representación subjetiva. Crítica de Deleuze a la representación
subjetiva.
1.5 La representación
órgica............................................................................42
La representación órgica como análisis de los juicios y proposiciones. Vice-dicción y mónadas en
Leibniz. La representación órgica en Hegel. Lo Infinito de la Idea como diferencia.
1.7
Intensidad...................................................................................................51
La intensidad como diferencia. Ser de lo sensible. Intuición de la intensidad. Lo profundo. La intensidad
como esencia de modo.
1.11 El pensamiento no
representativo............................................................73
Diferentes características del pensamiento no representativo. Univocidad. Intensidad. Acategorial. Los
tres sentidos del fundar. Pensar sin fundamento.
1.17 Nietzsche y el
pensar..............................................................................109
Pensamiento trágico. Valor y sentido del pensar. Lo verdadero como cartografía del pensar.
1.24 El agencement o la
disposición..............................................................150
Territorio y comportamiento. Desterritorialización. Definición de agencement. Su relación con el pliegue.
2- El yo y el sujeto en el conocimiento
intuitivo.........................................156
3- El Ser en el conocimiento
intuitivo.........................................................203
4- El
pliegue..................................................................................................287
sustrato.
4.4
Haecceidad...............................................................................................306
Singularidad en el plano de inmanencia. Principio de individuación. Grados, intensidad y tiempo.
Expresión y semiótica particular de la haecceidad. Determinación en Deleuze.
4.5 El pliegue en la
materia............................................................................310
Idea de universo y fuerza activa en Leibniz. Materia, cuerpo elástico, pliegue. El plegar como mecanismo
de resorte. Concepto de expresión en Leibniz.
4.6 El concepto de expresión en Espinosa. Desarrollo del pliegue
deleuziano......................................................................................................3
15
Expresión como producción de la naturaleza. Etimología de la expresión. <<Explicare>> e
<<involvere>>. <<Complicatio>>. Expresión e inmanencia.
5- La última
ontología..................................................................................322
5.1 El caos ya es
ser.......................................................................................323
Virtualidad del caos. Opinión. El pensamiento-cerebro. Los tres planos: inmanencia, referencia y
composición. Caoideas y caoideas. Superjeto, injeto y ejeto.
5.2 Inmanencia.
Pliegue.................................................................................328
Imagen del pensamiento y pensar histórico. Características del pensar intuitivo. Dos facetas del pliegue:
nou=ç y fúsiç. Geología y haecceidad.
5.3
Geofilosofía..............................................................................................333
Estados y ciudades como componentes de la tierra. Relación histórica de la filosofía y su relación
geográfica: trascendencia e inmanencia. Desvinculación de lo geográfico
Bibliografía...................................................................................................3
66
Confianza........................................411
Introducción
filósofo, sino más bien la explicación de los conceptos creados por él. La
sobreentiende. Por eso, Deleuze piensa que la filosofía tiene una función
identidad Espinosa-Nietzsche.
1
Deleuze G.: Pourparlers, pág. 185, París: Ed. De Minuit, 1990
periodo, donde Deleuze se esfuerza en crear conceptos. Sus libros AO y
MP, escritos junto con F. Guattari, están llenos de ellos. Propone con este
libros de cine, hasta QCP. Pero, a pesar de tratar sobre el cine, son libros de
otras dos dimensiones, que son la del afecto y la del percepto. Mas adelante
pensamiento.
ontológicas.
trata de explicar cómo hay que pensar para comprender lo que significa el
adentro.
parte, el yo y las cosas son las otras dos ideas que pretende explicar el
tercer género de conocimiento de Espinosa2. Deleuze considera estos temas
inmanente y neutro, lo cual admite una unidad de sentido. El sentido del ser
Entonces, para comprender bien el ser de Deleuze hay que explicar qué
2
Deleuze G.: Spinoza et le probleme de l’expression, pág. 283, París: Ed. De Minuit, 1968.
significa la univocidad. La univocidad es expuesta por Aristóteles, pero
pero es, según Deleuze, Duns Escoto quien, confiriéndole neutralidad, hace
Espinosa y Nietzsche. Ahora bien, si para Duns el ser era neutro, no es así
3
Oñate,T.: Para leer la metafísica de Aristóteles en el siglo XXI, Madrid., Dykinson,2001.
AAVV En torno a Aristóteles ,homenaje al profesor Pierre Aubenque. Coordinadores Angel Álvarez y
Rafael Martínez, Santiago de Compostela, Universidad de Santiago, 1998
4
Deleuze G.:Différence et répétition, pág. 57, París: PUF, 1968.
Badiou ha destacado la ontología del ser unívoco de Deleuze,
en su propia identidad y así claudica con respecto a los demás seres, entes
trata de pensar más en una sustancia única de carácter positivo, como diría
una última forma como la haecceidad de Duns Escoto, mientras que el ser
concepto.
lo real actual y lo imposible; es decir: todo lo que puede ser dicho, hecho y
Es la fuerza activa que se mueve, que se pliega para producir más que para
pensamiento que hay que entender como una identidad conjunta entre
Entonces, el ser como deseo sin propiedades que manifiesten una tendencia
misma, sin ser nada concreto; deseo como acontecimiento con el tiempo
del Aión.
sentido único del ser. El primer plano es el de los estratos, donde todas las
y longitud que determinan una topología, una cartografía que dará lugar a
los afectos y sus relaciones entre sí, lo que recuerda claramente a Espinosa.
y relaciones que son movimiento. Por esto, Deleuze nombra al ser: ser de
pliegue. Así, para comprender el pliegue hay que realizar un análisis en una
Ponty.
comprende el pliegue como una visión, una iluminación del aparecer del
ser en cuanto al pensar que dice que algo es. Es decir, el pliegue es ese
momento del ser en que lo que se piensa toma fuerza en la palabra para que
algo sea dicho, como una iluminación interior. Esta situación primigenia se
ente y esta por su ser. Así, tanto el ser como el pensar el ente como
LP.
no es una representación.
ella no se puede tener conciencia sin pensar, que es percibir. Entonces, esta
ser para sí al ser del mundo y no un puro ser para sí ideal que comulga con
un ser del mundo. Hay una diferenciación de las dos formas ontológicas
del ser para sí y del ser del mundo, con una trascendencia que ocurre del
con el objeto como ser del mundo. A pesar de esto, según Deleuze, las dos
Deleuze, hay dos planos ontológicos y no de dos formas. Son dos maneras
que invagina la materia son como el arte del plegado del papel japonés u
origani, figura que representa la materia inorgánica, compuesta de pliegues
una materia continua y que tiene su expresión en el pliegue del alma del
sustancia para que se expresen los modos intensivos. Tanto en uno como en
raíces etimológicas del ser, considera las palabras holandesas y latinas que
implicar. Para Deleuze, estas palabras significan una síntesis, que es una
del caos de las ideas indefinidas con velocidades infinitas. El caos ya es ser
virtual, pero de este caos solo surgen velocidades infinitas, que no pueden
poco de orden para este ser virtual, al que también se le añaden cierta
sensación de espacio y tiempo. Pero continúa Deleuze diciendo que el ser
cerebro, un sujeto no orgánico que piensa en relación con los tres planos
intuición
pensamiento-cerebro5.
que el llama la imagen del pensamiento. Por eso Deleuze no puede admitir
que su pensar sea un método, sino más bien una utilidad, una práctica.
Por eso dice Deleuze que el pensamiento no reivindica una opinión basada
5
Deleuze G.: Qu´est-ce que la philosophie?, pág. 235, París: Ed. De Minuit, 1991
un objeto, ni a un sujeto que quiera buscar el infinito con el movimiento del
porque es pliegue (pli). Entonces, para Deleuze, pensar y ser como una
misma cosa, donde hay movimiento como imagen del pensamiento, porque
pensar la materia. Por eso, las dos facetas del pliegue en el plano de
nou=ç y fúsiç.
6
Kant E. Kritik Der Reinen Vernunft, A854, B882 (Traducción española de Pedro Ribas,Crítica de la
razón pura, Madrid: Ed. Alfaguara, 1993.)
entendimiento general del pensar contiene la singularidad de la nou=ç
su filosofía. Así, Deleuze comienza con la distorsión del pensar a través del
7
Aristóteles: Etica a Nicómaco, VI, 6, 1140 b 31
8
Bergson H. L´Évolution Créatrice, PUF, Paris, (en la traducción española, La evolución creadora, pág.
280, Barcelona::Ed. Planeta, 1994
9
En Analíticos posteriores II,19, 100 b 13, Aristóteles habla sobre la intuición como el principio de la
ciencia cuando fuera de ella no hay ningún conocimiento. Lo confirma en Et. Nic. VI, 6, 1141 A 6,
cuando explica que es la que capta los primeros principios. En Segundos Analíticos, II, 19,100b 15,
afirma que esta intuición es lo divino, que con respecto a la vida es divina con relación al hombre.
Todavía es más conciso cuando se refiere al nou=ç poihtikóç. En De Anima III,5, 430 a 10 la intuición
productora es separable y es e1nérgeia Ya se hablará lo que significa acto o ενεργεια para Aristóteles.
Por eso, posiblemente está por desarrollar una revisión del nou=ç poihtikóç no como inteligencia
agente, sino como intuición productora, un pensamiento que se aleja de la escolástica y que se acerca a
una exposición más actual del pensamiento posmoderno.
1.1 Cartografía en Aristóteles y Platón
10
<<Maquina deseante>> es un término que apela a una singularidad variable como productora de deseo
que nada tiene que ver con una subjetividad propia. Este deseo o energía libre es algo similar al conatus
de Espinosa, que en realidad es la esencia de la sustancia espinosista. Deleuze G.: L´Anti-Oedipe, pág.11,
París: Ed. De Minuit, 1972.
expresar el pensamiento como representación orgánica. Entonces hay que
Deleuze.
11
Metafísica 1029a 34, b 3.
12
Analíticos segundos, sección quinta 7,8.
conocimiento de su esencia13. El conocimiento de esa esencia o forma solo
puede ser universal. Esta será una de las críticas que aportará Deleuze a la
representación en Aristóteles14.
(dia’noia)17.
una especie, se atribuye a Sócrates y a Platón, entre los que no hay una
17
Met. 1021a 30.
representación adquiere un lugar donde la analogía, la semejanza, la
ente19.
unidad.
18
Met. 1040a.
19
Según Aubenque, Aristóteles es consciente de esta situación. Incluso manifiesta que para Aristóteles el
universal es solo de derecho, como una especie de precursor de Bergson en cuanto a la descalificación del
lenguaje por la falta de precisión, que supone una variedad de cosas infinitas a las que solo se conoce por
la ambigüedad de sus términos, Op. cit, pág.114 y n. 83. Aubenque en esta afirmación de Aristóteles, ve
cómo se relacionan dos clases de discursos: el referido a la esencia y el de la proposición. Op cit, pág.
456, Met. 1039 b, 34, 31.
En Platón todo conocimiento es recuerdo (a1na’mnesiç)20. Así, a
aspecto que ofrece una cosa, su límite, la apariencia común, significado que
aspecto o apariencia cuando se refiere a lo común que posee una cosa con
hasta alcanzar la pureza de éste en la medida que sea posible. Estas cosas
cosa, las que parecen semejantes por algo que está por encima de ellas. Es
20
Menón 81c.
21
Fedón 65b.
como si las cosas fueran semejantes a algo y este algo son las ideas a las
que nunca alcanzarán tanto como para ser idénticas. Se trata de la imitación
predicado, las ideas aparecen como entidades lógicas. Aparte de esto, son
de las realidades últimas, que son las ideas. El problema aparece en el tipo
o del conocimiento intelectual del alma por una especie de actividad de esta
salvar el difícil escollo de la inmutabilidad. Solo nos dice que las cosas
22
Grube, G.M.A.:El pensamiento de Platón, pág.55, Madrid: Gredos, 1987.
23
La participación, méqexiç, es un concepto importante para explicar el sentido del ser en Platón con
relación a Deleuze, ya que Badiou ha insinuado que Deleuze, en realidad, es un platónico (ver Deleuze el
Para comprender mejor el trazado del pensamiento dialéctico hay
identidad y la semejanza.
clamor del ser, pág. 55, Buenos Aires: Manantial, 1997.). En un sentido la participación se ha entendido
como mezcla en la que lo limitado, el péraç, limita a lo ilimitado, el a6peiron, dando esa expresión
como resultado de un tercer elemento como mezcla (súmmiktoç). En este sentido es donde se puede
encontrar una similitud ontológica entre la mezcla y la idea a través del péraç. Por otra parte, Aubenque
habla de dos variaciones, como la participación por la mezcla y una participación por de imitación, siendo
esta o reduplicación o una relación jerárquica. Op. cit., pág. 146.
A partir de aquí, Deleuze analiza la diferencia específica como
explica nada más que una universalidad, y para nada hace singulares las
identidad.
diferencia que puede ser interna, perteneciente a la idea, pero que no tiene
ser más que predicaciones que, dentro del concepto de identidad que da la
todas formas, esta diferencia específica apela a una mayor, que es la de los
26
DR.,50.
primera de la que dependen los géneros en última instancia. Así, las
paso de uno a otro sea más bien un reparto, que según Deleuze Aristóteles
la representación28.
diferencias, sino que completa una división sin que sea mediada, más bien
27
DR.,50.
28
DR.,52.
acerca a la idea pura no mediatizada por la especie. Así, dice Deleuze, que
al problema en Aristóteles29.
29
DR.,84.
30
Entre las dos ciencias de la medida que exhibe Platón, la dialéctica explica las relaciones de la justa
medida. La matemática, por otra parte, es también otra ciencia de la medida en la que se determinan las
proposiciones básicas hacia una conclusión. Pero la dialéctica es la que busca el fundamento, desde la
génesis hasta la esencia, desde el devenir hasta la idea. La cosa es vista por el dialéctico en su globalidad,
en su referencia al fundamento.
Se distinguen dos momentos de la dialéctica, una primera ascendente (sunagwgh’) que elimina todas
las hipótesis hasta llegar al fundamento, desde lo múltiple a lo uno, Rep. VI, 509. El otro es el momento
de la dialéctica descendente (diaíresiç), que por la lógica reconstruye el fundamento en sus
consecuencias sin basarse en la experiencia. (Brun,J.: pág. 72, Platón y la Academia, Barcelona: Paidós,
1992.). Para Deleuze, la dialéctica platónica posee cuatro figuras: la selección de la diferencia, la
instauración de un círculo mítico, el establecimiento de un fundamento y el planteamiento de un complejo
pregunta-problema. Aunque de todas formas para él sigue la diferencia supeditada a lo mismo y lo uno en
cuanto busca la idea como fundamento. Op.cit. pág. 91. Hay que comprender que para Platón la dialéctica
que se basa en la razón pertenece al segmento superior del conocimiento. En La República también hay
otras formas de conocimiento como la imaginación, la creencia, por abajo, y la inteligencia, por arriba,
todos ellos respectivos a las imágenes, los fenómenos y el conocimiento de formas superiores (Rep.
511b). En la inteligencia es donde se puede hallar el pensamiento discursivo, diánoia, como ese diálogo
capaz de preguntas y respuestas que es la base de la dialéctica, y también el nou=ç como entendimiento
intuitivο.
deja de ser una relación jerárquica orgánica en cuanto que apela al sentido
ordenan al ser entendido desde fuera del sujeto pensante, ya que en ese
31
Para Descartes, el método era en realidad una cuestión de reglas para ejercer las cualidades de la razón.
Estas se basan en unas operaciones fundamentales que son la intuición y la deducción. La primera se
formula como una disposición de atención constante. Lo que se presenta en la mente está fuera de toda
duda, siendo claro y distinto. La deducción surge a partir de los hechos conocidos como una inferencia.
La deducción posee cierto movimiento, pero la intuición está libre de ello, aunque la deducción necesita
de la intuición para llevar a cabo cada proposición como clara y distinta. En este sentido, emplea las dos
operaciones mentales, un método de análisis que descompone los datos que se presentan al conocimiento
en partes más sencillas, una especie de descubrimiento (ver Reglas para la dirección de la mente: III,V).
Por otra parte, Descartes describe un método de composición como síntesis a partir de proposiciones
intuitivas simples, como proceso para demostrar lo que ya se conoce en Principios de filosofía.
conseguir una relación o un orden entre la sustancia extensa y la pensante
en el conocimiento.
por el sujeto representante. Este mantiene una relación ordenada entre las
cosas, que él intuye como clara y distinta. Esta será una regla general como
cosa, de idea que representa al sujeto. Hay otras ideas que no contienen
32
Meditaciones Metafísicas. 3, Madrid: Gredos, 1987.
Para Descartes, la imagen que se le presenta a la mente de la cosa
que esa idea es semejante a lo que debe de ser la realidad objetiva. El sujeto
la sustancia extensa33.
33
Ibíd., pág. 39.
34
DR, pág.169-170.
35
DR, pág. 170.
En realidad, Deleuze explica que tanto el filósofo como el
presupuestos tanto objetivos como subjetivos, que dan lugar a una forma de
36
DR, pág. 172.
lo que llama la imagen dogmática de pensamiento. Esta expresión del
37
DR, pág. 176.
principio de la representación, elemento que se presenta con sus cuatro
toujours par rapport à une analogie jugée, a une opposition imaginée, a une
la representación.
38
DR, pág. 180. <<Es siempre por relación a una identidad concebida, a una identidad juzgada, a una
oposición imaginada y a una semejanza percibida como la diferencia se convierte en objeto de la
representación>>
o falso39. En realidad, se dice poco o mucho pero no lo que se tendría que
soluciones41.
aprender y el saber que más que una diferencia es una subordinación del
saber busca un método que le permita afrontar con reglas las soluciones, no
39
DR, pág. 199.
40
DR, pág. 210.
41
Este es un problema que surge en el conocimiento con relación a una adaequatio. Es un criterio de
verdad para todo conocimiento verdadero que tenga una adecuación con el objeto,. Es decir que la verdad
está en la asimilación y correspondencia por el intelecto de la naturaleza del objeto.
las relaciones universales de la idea, sino de la generalidad del concepto y
dominado por este modo de pensar, del sentido común de la doxa que no
Por eso, Deleuze presenta al ser como la esencia del problema o la pregunta
42
DR, pág. 214. El saber que acompaña la imagen del pensamiento está descrita en cierta forma por
Ortega en cuanto se refiere al conocimiento como forma del saber con respecto al pensamiento griego. Él
decía que la filosofía es solo un modo de pensar que se refiere al saber, y todos los modos del saber se
desarrollan como un método, cuya forma de pensar la realidad es un saber y esta forma de saber se
particulariza en las ciencias. Ortega y Gasset: La idea de principio en Leibniz, pág., 22-23, Madrid: Rev.
de occidente en Alianza, 1992.
en los problemas la expresión de otra forma de pensar fuera de los
orden las ideas, para faire une opinion44. En realidad, la imagen dogmática
representación órgica.
en todos los individuos del mundo de alguna manera. Para que hubiera
una relación de sus predicados con un mundo posible, donde tendrían una
48
LP, pág. 80.
en un mundo composible, mientras que si no convergen estas
al individuo51.
49
LP, pág. 85.
50
DR, pág. 339.
51
J.L. Pardo: Deleuze: Violentar el pensamiento, pag 89, Madrid: Ed. Cincel, 1990.
esta posición la que obliga al infinito a expresarse de las dos maneras tanto
la identidad no llegan a ser lo mismo, sino que <<le négatif est á la fois le
52
DR, pág. 63.
53
DR, pág. 64, <<pero lo positivo no es sino la contradicción en sí, mientras que la negación es la
contradicción como puesta>>.
En Leibniz este tipo de representación se entenderá mejor bajo la
por la trascendencia que supone su creación por Dios. Para eso, hay que
Platón que hay dos clases de cosas con respecto al pensamiento: las
primeras las que forman parte del modelo de reconocimiento, que dan lugar
una facultad de trascender hacia los objetos del mundo, sino más bien de
captar del mundo solo lo que afecta para que pueda ser sentido como
pensado de una manera diferente del sentido común. Estos tres caracteres
las que cada una propiamente consigue esa violencia del pensamiento56. Lo
empirismo trascendental.
facultad. Cada facultad encuentra lo que es propio del pensamiento, que por
discordante.
que este pensamiento, que surge como idea-problema, tiene que crear
58
DR, pág.190.
59
DR, pág. 192. Esta idea es muy hegeliana
60
QCP, pág. 41. Aquí explicará Deleuze que el plano de inmanencia es la nueva imagen de lo que
significa pensar, no como concepto sino como el uso que se hace del pensamiento, su de modo de
orientarse. El pensamiento remite a su movimiento infinito y no a un puro reflexionar o comunicar. El
1.7 Intensidad
diferenciales a todos los niveles para que haya una razón suficiente de lo
orientarse en el pensamiento no es por su objetividad sino por su movimiento infinito en el plano como un
vaivén, de la intensidad a la idea.
61
Deleuze G.: Empirisme et subjectivité, pág. 3, París: PUF, 1953.
62
DR, pág. 286.
con lo que queda subordinada a esta sin conocimiento de otra cosa en lo
sensibilidad64.
esa otra manera de pensar violentando las facultades. Deleuze habla sobre
profundidad, sin ser parte de la extensión y sin estar recubiertas por ella.
realidad física, es decir, tienen existencia real y actual. Ahora bien, esa
individuación. Con esto Deleuze quiere decir que no hay en Espinosa una
65
DR, pág. 298.
66
SPE, pág. 183.
individuación del género a la especie, o de lo general a lo particular, sino
distinción y singularidad.
67
SPE, pág. 192.
68
SPE, pág. 191.
69
DR, pag 317-318.
Ahora bien, las relaciones diferenciales son determinadas por las
supone las ideas. Mientras que las intensidades aparecen como un continuo,
que expresa la idea. Por ejemplo, el mar, pleno de gotas todas ellas distintas
una claridad en la percepción del ruido del mar, que constituye la confusa
Pero es el pensador el que hace que todas las cosas tengan una diferencia
70
DR, pág. 326.
distinta y oscura y transformarla en una idea que actualiza, como un
partir del cálculo infinitesimal originario del siglo XVIII y del XIX. En un
71
DR, pág. 221.
principio, opone a la contradicción la diferencia en sí misma. Califica de
y ser72.
72
DR, pág. 222.
73
Para Deleuze la dimensión se entiende como las variables o coordenadas de las que depende un
fenómeno. Las ideas aparte de ser multiplicidades, están constituidas por n dimensiones. Así el color, por
con total realidad. La virtualidad está determinada en cuanto a la idea, que
que hay una <<diferentiación>> que integra todas las diferencias y consiste
ejemplo, está constituido por una multiplicidad de tres dimensiones. Dice Deleuze que las ideas son
multiplicidades y cada una de ellas es una multiplicidad y una variedad. Para conseguir hablar de
multiplicidad se tienen que presentar tres condiciones: 1º, que los elementos de la multiplicidad no posean
una forma sensible ni conceptual ni función asignable, por lo que no tienen una existencia actual y
pertenecen a una virtualidad; 2º, los elementos son determinados recíprocamente por relaciones que no
son independientes, es decir, con relaciones que están vinculadas idealmente, por lo que quedan
explicadas intrínsecamente; 3º, la relación diferencial se actualiza en relación espacio-tiempo y sus
elementos se actualizan en términos y formas. De esta manera, la idea queda definida como una estructura
<<une multiplicité interne, c´est-á-dire, un systéme de liaison multiple non localisable entre éléments
différentiels, qui s´incarne dans des relations réelles et des termes actuels>>, <<una multiplicidad interna,
es decir, un sistema de relación múltiple no localizable entre elementos diferenciales, que se encarna en
las relaciones reales y los términos actuales>>, DR, págs. 236-237. Por otra parte, el concepto de
multiplicidad es analizado con respecto a Bergson cuando se refiere a la distinción de dos multiplicidades
y no de oponer lo múltiple con lo uno. De las dos multiplicidades bergsonianas, la numérica pertenece al
objeto en cuanto este es variable, pero sin cambios en su naturaleza. La multiplicidad cualitativa es la
duración, que se divide cambiando de naturaleza y que es sinónimo de subjetivo: es lo virtual en cuanto se
actualiza y es inseparable del momento de actualización y diferenciación. Le bergsonisme, pág. 33, París:
PUF,1ª ed.,1966.
74
DR, pág. 269.
local. Es así como un organismo es una solución, y el ojo, como una
que no quiere decir que existan diferencias separadas, sino que se integra
imagen. Así dice que el hecho de que se hable de dos mitades que
77
DR, pág. 281. El mundo es un huevo dice Deleuze. Con esto quiere decir, que a partir de la polémica
entre Cuvier y Geoffroy con respecto a la idea de un Animal en sí que se pudiera plegar en su desarrollo,
Deleuze introduce el concepto de plegamiento como drama en el tiempo, debido a la posibilidad de
detención en la diferenciación por evolución de diferentes tipos de organismos. La actualización de la
idea de Animal conlleva la posibilidad de realización en el tiempo común de todos los animales, que por
lentificación o precipitación se determinan. Estos son los procesos dinámicos de dramatización de la idea,
del huevo metafórico que se irá plegando en su desarrollo embriogénico.
contenga imagen. Badiou prefiere que Deleuze diga que el ente actual es
y no, como señala Badiou, dos dimensiones del ente a partir de una
al objeto como doble con una imagen virtual y otra actual, desigual e
impar, habla más bien, de los dos aspectos que presenta la diferenciación:
la imagen virtual solo son <<le plus petit circuit intérieur, à la limite une
pointe ou un point, mais un point physique qui n’est pas sans éléments
son los dos aspectos de lo virtual real dos imágenes que recuerden de
actualización de lo real.
En todo caso, habría que retomar los estudios que Deleuze hizo
80
IT, pág. 97.
1.9 Las ideas en Espinosa. Cartografía de la inmanencia
representación por los sentidos de todas las cosas singulares de una manera
exterior. Es una idea de cuerpo que afecta a éste, por el que se tiene un
paralelismo.
verdadero.
memoria parte de una situación repetida que encadena una serie de ideas
83
SPE, pág. 133.
afectados distintamente por una imagen en concreto la de un caballo, en
en que son las ideas de afección del cuerpo las ideas inadecuadas con
razón y consiste en adecuar las cosas por medio del entendimiento. Este
singularidad.
las ideas adecuadas son ideas que se refieren no a una relación con el
84
E II, XVIII, escolio.
85
E II, LXII.
86
E II, LXI, escolio.
objeto, sino a una relación intrínseca. La relación se considera en sí misma
refiere a una relación extrínseca entre los dos atributos distintos o, por el
87
E II, def. IV
88
Guerolt: Spinoza, L´ame pág. 529, tomado de Martínez Martínez F.: Materialismo, idea de totalidad y
método deductivo en Espinosa, pág.199, Madrid: UNED, 1988.
adecuación de la cosa con el intelecto al modo de la Escolástica, sino que lo
una parte, lo verdadero como relación de la idea con lo ideado, y por otra,
propia de las cosas singulares: cuanto más son conocidas son ellas, más se
algo porque expresan la esencia de Dios y su propia causa en tanto que son
89
E V, XXIV.
ideas de cosas verdaderas. Así, la idea verdadera es la que explica la
tiene por causa al objeto que representan, porque expresan su propia causa.
a otras por la potencia del pensar, que en realidad es la base del método de
90
SPE, pág. 125.
91
SPE, pág. 126.
1.10 El paralelismo como expresión de Dios y su correspondencia en
Deleuze
virtuales.
92
SPE, pág. 12.
Por lo tanto, dice Deleuze que la expresión en Espinosa es la vida
misma de Dios, y los atributos son la expresión de la sustancia así como los
modos son expresión de los atributos. Siendo desde este punto de vista los
una conexión entre los diferentes modos del pensamiento y extensión. Son
corren paralelas y que pertenecen a una misma realidad. Incluso son series
93
E II, prop. 7, 2ª parte.
94
E II, 9, demostr.
las causas en su orden atributivo modal de extensión, contienen una serie
que hay una distinción real entre las series, no se presenta una distinción
que tener en cuenta las series atributivas, que son fundamentos de los
virtuales.
que envuelve a lo real, como una imagen con dos caras, en las que ve una
95
IT, pág. 94.
propone estudiar el pensamiento como idea o las ideas como diferenciales
Deleuze juzga como concepto para continuar con una exposición del ser
univocista con relación al ser. Al contrario del ser análogo, que es una
96
Martínez F.: Ontología y Diferencia: La filosofía de Guilles Deleuze, pág. 245, Madrid: Orígenes,
1987.
Por otra parte, el pensamiento no representativo posee un
empirismo trascendental.
anteriormente.
que el ser unívoco solo expresa una categoría, que es la sustancia. Por otra
continuo.
97 El límite como definición conceptual abarca tanto ideas espaciales como acciones o relaciones entre
magnitudes. Es un término que continúa manteniendo el significado equívoco dado por Aristóteles. Ahora
bien, en la Antigüedad el concepto de límite surge de su opuesto, lo ilimitado (tò a6peiron), que tenía
un carácter espacial según sugiere Kirk y Raven (Los filosófos presocráticos, pág. 166, Madrid: Gredos,
1987.). Estos autores aportan varias interpretaciones de lo indefinido o ilimitado, pero optan por una
interpretación espacial del término en Anaximandro. Parménides también identifica el ser de un modo
espacial. En su hexámetro Sobre la naturaleza presenta una esfera como constitución ontológica donde se
plasmaría el ser y en la que, según Kirk y Raven (op. cit. pág. 304), también en su expresión literal y
metafórica presenta una explicación determinista de una realidad más bien extensa en su relación al
concepto de límite. Este sería el que contiene la realidad ontológica de Parménides. Esa esfera limita todo
lo que puede ser y es único. Lo que está fuera sencillamente no puede expresar ni ser porque no es, al no
poder ser pensado. Esta noción de que lo uno es limitado espacialmente es la que confiere al concepto de
límite su valor ontológico, al cual la tradición filosófica ha estado vinculada. No hay ser que no esté
limitado espacialmente.
Con los pitagóricos aparece con más fuerza el límite como característica espacial. Según Barnes (Los
filósofos presocráticos, pág. 459, Madrid: Cátedra, 1992.) los limitantes (peraínonta) son figuras
geométricas y los ilimitantes (a6peira) materia como cobre, estaño etc. empieza a aparecer la distinción
aristotélica de forma y sustancia. Pero quizá lo más importante es que lo ontológico está contorneado, lo
que es está limitado espacialmente. De aquí es donde Platón aplicara el concepto de límite (péraç) a sus
formas.
El límite de Platón es un contorno. La captación de lo material se completa con el par limitado-
ilimitado de la teoría pitagórica con respecto al tema. Las cosas necesitan un límite, una combinación con
lo ilimitado, plasmación de una forma originaria que es el factor limitante (Grube J.,pág. 82,459ss.: El
pensamiento de Platón, Madrid: Gredos, 1987.). En la génesiçdel mundo físico las ideas son el contorno
(pe’raç) que junto con lo ilimitado y por medio de la diferenciación (diaíresiç) aplicada al mundo
físico darán origen a las cosas materiales. Esta mezcla es puntual, de manera que la cualidad queda fijada
en forma material, significando el comienzo de una individuación por medio de lo que es limitado
espacialmente. La medida correcta de lo que es el más y el menos dará lugar a una determinación, un
límite de todo lo que existe materialmente hablando. Lo uno es lo limitado. Es decir, todo lo que es lo
uno, las formas, la esfera, las figuras geométricas de los pitagóricos e incluso lo indefinido tienen un
carácter espacial desde los comienzos de la filosofía. Entonces lo que no es, lo que no está dentro de un
contorno según esta interpretación, es un camino que no se puede seguir ni definir. Lo que no es espacial
no es, es una nada, un pensamiento alienante. Y es que a pesar del carácter abstracto que se le quiere
conferir a las formas no se pueden desembarazar de su carácter espacial material. De ahí que límite sea
sinónimo de realidad.
Aristóteles amplía el concepto de límite. Para él, péraç, límite o término, expresa varios
significados. uno de ellos es que lo primero es lo último de cada cosa y lo primero donde no es posible
tomar nada de ella. Es el sentido convencional, hasta ahora conocido en su relación espacial. Para que
exista un límite es necesario un lugar, que para los griegos es algo que existe. Así, el lugar entendido por
Aristóteles es el límite del cuerpo continente, es decir, el lugar en sí es un límite y a la vez es algo común
a todos los cuerpos, sin el cual no existirían; por lo tanto, lugar y límite tienen un significado sinónimo
(Fis.∆ 4,209,b). También es la sustancia y la esencia de cada cosa como término o límite del
conocimiento. Conoces la cosa mientras esté dentro del límite por su esencia y sustancia. Posteriormente
Kant lo llamará concepto-límite. Ahora bien, para Aristóteles límite también es el fin de cada cosa,
aquello donde se dirige el movimiento y la acción, la causa final (Met. 1022b).
Aubenque arguye que tanto para Aristóteles como para Platón la ciencia, el conocimiento estable
conlleva un límite; es decir: es necesario que las cosas permanezcan estables. Ahora bien, el límite del
que habla Aubenque se refiere más al conocimiento de la substancia y de la esencia en su sentido de
relación entre lo universal, cuyo límite es necesario para que no haya una dispersión del conocimiento, y
lo particular como ciencia (El problema del ser en Aristóteles, pág. 203, Madrid: Taurus, 1989.). Cuando
se habla del límite aristotélico hay que ahondar en un significado conjunto del término. Es decir, si la
substancia como límite de conocimiento es fundamental para el ser, así como la unidad donde el ser es
dentro de su contorno. La acción también es inherente al ser y el límite de esta es la causa final. Hablar de
límite ahora es orientarse hacia donde se dirige la acción de cada cosa. Ahora bien, esta interpretación de
péraç no tiene la fuerza ontológica que posee el término en los otros significados. Darle un mayor
estatuto a esta interpretación significaría que el campo donde es ejercida la acción de cada cosa es
también ser, es decir, una interpretación ontológica más amplia que lo solamente espacial del concepto
aplicado a la materia en sentido extensional. Es el sentido que le conferirán los estoicos posteriormente.
Gorgias ya había explicado en su tratado sobre el no-ser la incongruencia de mantener un uno que
tuviera un lugar sea limitado o ilimitado (Barnes op.cit.pág. 221.). Para Gorgias, lo que existe no puede
ser ni limitado ni ser ilimitado. Con un argumento que a veces sorprende, a pesar de ser acusado de
retórico, explica, anticipándose a Kant en sus antinomias de la razón, la manera en que este tipo de pensar
es una alienación para la razón. El ser para los griegos parte de lo que no tiene límites espacialmente,
según había definido Anaximandro; pero a la vez para que algo exista, dice Gorgias, tiene que estar en
algún lugar, lugar que es algo que existe, entonces significa que lo ilimitado no tiene un término, un
principio o un fin en donde pueda estar y, por lo tanto, al no estar en ningún lugar, entonces no existe. Es
un argumento en contra de lo ilimitado espacialmente de Anaximandro. Lo siguiente sería hacer coincidir
el lugar con lo que existe, es decir, que entonces el uno sería lo limitado, pero el problema surge cuando
coinciden cuerpo y lugar. Lo uno, lo limitado, sería lo contenido en un lugar, pero si el uno parmenídeo
que es una esfera estuviera en un lugar no podrían ser diferentes contenido y continentes ya que todo lo
que existe es uno, y por lo tanto no habría límites. La conclusión que esboza Gorgias es que nada existe, y
en concreto si tomamos la referencia espacial. Kant cuando habla de las antinomias de la razón expone un
argumento bastante similar en referencia a los límites de lo espacial, pero atendiendo que para él el
espacio es una forma de intuición. Las antinomias así como los paralogismos convierten a la razón en una
ilusión de conocimiento. Fichte proseguirá dando a la razón práctica el carácter ontológico que le falta a
la razón pura.
separación, sino de lo que hace que se despliegue la potencia98. Es decir, el
Gorgias tiene el mérito de plantear la alienación del pensamiento occidental a partir de los límites
espaciales. La sustancia quiere ser desde el principio una presencia contorneada, limitada en alguna
forma. Desde entonces y hasta ahora, la visión de la filosofía occidental se ha comprendido bajo el prisma
del límite de la sustancia entendido espacialmente. Puede que la mayoría de las interpretaciones
filosóficas no puedan desembarazarse del concepto cada vez que analizan una filosofía. Espinosa, en otra
línea al margen de esta interpretación espacial de la sustancia, analiza el límite como acción que se
analizará más adelante.
Hasta Aristóteles se comprende lo que existe dentro de lo espacialmente limitado. Lo que es existe
porque es un contorno, un límite. Gorgias ya expuso lo incongruente que puede ser esta medida si se
atiene a que el criterio ontológico de la cosa depende de un contorno espacial. Ilimitado o no lo que existe
no puede ser una cosa espacial ya que lo ilimitado no tendría lugar, algo necesario para que existiese, o lo
limitado sería otra substancia en relación al lugar lo que sería absurdo para Gorgias. Aristóteles lo salvaría
con la exposición del ser de la potencia y el ser de la forma. Ahora bien, el concepto de existencia se
replantea con los estoicos. Para ellos, lo que existe tiene una manifiesta corporalidad. En un principio, se
entrevé que el cuerpo es lo que se puede ver y tocar si lo que existe es lo que deriva de un contorno;
entonces se desecharían las virtudes y la moralidad, criterio que ya expone Platón en El Sofista sobre este
dilema.
Las cosas que existen son cuerpos y no hay un criterio de espacialidad sino de acción. Siguen estando
dentro de una concepción ontológica del límite pero no entendido como contorno sino como acción: lo
que puede la cosa. Explica Long (La filosofía helenística, pág. 153, Madrid: Alianza, 1977.), que Plutarco
ya cita un argumento donde el criterio de existencia es el poder actuar o sufrir la acción de la cosa. Es
decir, que ya toma cuerpo, carácter de existencia, lo que era moral o virtuoso, aunque no es el mismo
género de cosa entre lo moral y lo físico.
Los cuerpos para los estoicos proceden de la mezcla de la materia y de un principio activo que los
compondría. Materia inerte aristotélica y causa como una acción que mueve la cosa serían los criterios de
existencia. El cambio ontológico es evidente. A pesar de entender dos clases de cosas, la introducción de
un nuevo pensar la cosa va a dar un giro en la relación de la cosa con lo que de ella se piensa. El principio
activo es básico para el cuerpo. Para los estoicos este principio activo era el pneuma compuesto de aire y
fuego, que antes era el logos. Ahora bien, tampoco los estoicos renunciaron a un dios que limita la
sustancia. El universo también es una figura geométrica y coincide con una esfera. Pero no deja de ser
importante el giro ontológico. Incluso las cualidades son incluidas dentro de entidades que tienen carácter
material. Los estoicos usaron de las cualidades comunes dentro de categorías materiales, a pesar de que la
sustancia era solamente una (Rist: La filosofía estoica, pág. 221, Barcelona: Crítica, ,1995.).
98
DR, pág. 53-55.
estado de cosas y su relación, siempre con el fondo oscuro de la
99
Para Espinosa las cosas finitas que sean causa de un mismo efecto, es decir, que cooperen en una sola
acción y sean un conglomerado de individuos, se consideran una sola cosa singular (Et.II,def.VII). Y las
cosas singulares son cuerpos (Et.II, lema III, dem .y def. I). El cuerpo implica una expresión de la esencia
de Dios como una cosa extensa necesariamente dada. El atributo extenso no implica que las cosas sean
concretas y limitadas espacialmente sino una calificación que explica la esencia del cuerpo en cuanto
referida a la extensión (Et.II,def.I). Es decir, la cosa singular como conglomerado de individuos, que es
un cuerpo, lo es por su esencia, por su operatividad, y no porque sea una cosa, porque en su extensión
posea una capacidad de por sí misma o por su forma de ser cuerpo. La objetividad no es precisamente una
virtud del cuerpo, sino la expresión de su operatividad, es decir, se constituye gracias a su acción, que es
la potencia de Dios. Su ser objetivo, para Espinosa su idea, depende de estar contenidos en los atributos
de Dios (Et.II,prop.VIII co.), que son expresiones esenciales de la sustancia. El cuerpo es existente por la
esencia divina y por su existencia en acto, que implica cierto concepto del tiempo entendido como
duración.
pretendientes faltos de fundamento. Por eso dice Deleuze que la idea funda
el mundo de la representación100.
respectivamente.
fondo oscuro se puede pensar lo sin rostro, lo sin fondo, ya que desde el
100
DR, pág. 350.
explican de un modo sencillo lo que como forma no es separable de la
Deleuze que para pensar sin fundamento, el pensamiento tiene que afrontar
101
DR, pág. 353.
imagen esta situación tiene que ser planteada en otros términos, así como el
102
Badiou, op. cit., pág. 56.
El pensamiento intuitivo que usa Deleuze tiene mucho de
Bergsonisme.
filosofía que Bergson entiende como precisa, cuya exposición del método
problemas, ya que, según Deleuze, para Bergson los problemas se nos dan
hechos. Así, para que haya una verdadera libertad hay que decidir sobre
103
La duración en Bergson es uno de sus mas importante conceptos. Esta no puede ser captada si no es
por medio del pensamiento intuitivo. Consiste en en un flujo sucesivo de estados como paquetes pero que
no pueden ser separados. Es un devenir cualitativo que se presenta en lo que para Bergson es la existencia
nuestra, que es de lo que mas seguros estamos. Es decir, la existencia comprendida desde la duración
sería un proceso de maduración y creación del Moi (yo pasivo) y eso atañe también a la evolución en
general.
104
LB, pág. 10.
problemas escogidos, de singular constitución. Con esto, la primera regla
105
LB, pág. 13.
implica siempre un sentido de positividad más que de negación. Por otra
en donde los términos difieren por naturaleza. Así, los falsos problemas
relación con el grado de más o menos cuando en realidad los términos son
de diferente naturaleza.
naturaleza, que son origen de los términos de los problemas, y una lucha
ya que para Bergson todo es mezcla de ellas. Por eso para él, se ha olvidado
que existen por derecho. Por eso, en relación con los falsos problemas, hay
106
LB, pág. 27.
posteriormente acepta esta forma de pensar, que expone en DR y la
desarrolla hasta llegar mucho más lejos. En DR desarrolla bajo esta óptica
crítica kantiana107.
107
Ver <<La idea problema>>
figurativo a lo abstracto como un proceso de lo incorporal de lo profundo.
ser con relación a lo actual. Una evolución del mismo par virtual-actual del
objeto que se concebía a través del pensamiento acategorial, pero con una
relación con el ser unívoco y más con el desarrollo del pliegue que se
cual las cosas eran como una imitación de las formas con respecto a su
108
LS, pág. 253.
límite superficial, que contiene unas imágenes que se reflejan. Hay otro arte
esta producción. Estos son los simulacros que son copia de copia. También
las copias de copias tienen unas imágenes que son reflejadas, en cuanto que
son copias de copias producidas, como sueños que se presentan a los ojos,
que son los fantasmas. Con todo esto Platón jerarquiza la forma a través de
pensamiento en LS.
de las acciones y pasiones que dan por efecto un acontecimiento puro. Este
109
Sofista 236b/237c, 266c/268a. Guthrie habla sobre lo que Platón refiere como ei6dwlon, como
cualquier cosa que ofrecía la apariencia de algo sin ser la cosa misma. Contiene un significado como
fantasma, pintura, reflejo o estatua y también sinónimo de ei1kwn en referencia a lo falso, donde lo
parecido o semejante adquiere un compromiso más bien de no verdad en esta situación de figura o
imagen. Especifica Guthrie que en la división de ei5koneç y fantásmata, Platón se inclina con respecto
al ei5dwlon por un tipo engañoso de imitación. De todas formas Platón no distingue claramente un
significado conciso a las palabras por su aversión al lenguaje, según Guthrie. Por esto, tanto ei1kóneç,
fantásmata, ei5dola aparecen con el significado de reflejos (Guthrie: Historia de la filosofía V, pág.
149, Madrid: Gredos, 1992.).
110
DR, pág. 167.
acontecimiento se efectúa por relación a un estado de cosas corporales por
111
LS, pág. 246.
112
Hay dos tipos de narcisismo: el primario y el secundario. En el narcisismo primario no hay ninguna
representación de ningún objeto. Las reacciones a los estímulos son más bien cinestésicas, donde el
cuerpo identifica el percibir con una reacción motora, incluso las percepciones visuales (Fenichel O:
Teoría de las neurosis, pág.52, Barcelona: Paidós, 1984.). Este tipo de narcisismo recuerda más al
referido por Merleau-Ponty en Le visible et le invisible, pag 183, París: Gallimard, 1964. La percepción
narcisismo secundario, hay una ausencia de objeto, pero el yo es, por su
castrado y castra, mata al padre y es matado, con lo que esa situación física
resultado de la actividad y la pasividad como valor del yo, sino más bien el
acontecimiento.
concluye que los fantasmas solo tienen una relación indirecta con el
simbolismo115. Pero para Deleuze el origen del fantasma es más tardío, por
114
LS, pág. 250.
115
LS, pág. 252. Segal H. dice en su Introducción a la obra de M. Klein, pág.16, Barcelona: Paidós, 1984,
que la posición esquizoide-paranoide y la posición maníaco-depresiva son subdivisiones de la etapa oral,
que corresponderían a los tres o cuatro primeros meses de vida con respecto a la primera y la última a la
segunda mitad del primer año de vida. A pesar de que son fases sucesivas, nunca son elaboradas del todo,
con lo cual el individuo adulto mantiene las dos posiciones. En la primera no se reconoce al objeto total,
es decir, a la madre como persona, sino que se caracteriza por un reconocimiento parcial de los objetos.
En realidad, estos objetos internos son las fantasías inconscientes, que siempre estarán presentes en el
individuo. Con Freud, la diferencia es que estas fantasías surgen a partir de la etapa fálica, es decir, en el
segundo o tercer año de vida. En cambio, para M. Klein, estas aparecen desde el principio ya que son
expresiones de las pulsiones o instintos, que son buscadores de objeto. Para M.Klein estas fantasías son
funciones del yo, por lo que se supone más elaborado que el yo fálico freudiano. Así, desde el principio
de su nacimiento el yo es capaz de establecer relaciones objetales en la fantasía y en la realidad.
Por otra parte, el simbolismo es parte de la formación de los conceptos del pensamiento prelógico y es
una característica del pensamiento arcaico. Por el lenguaje se consigue que este prepensamiento se ajuste
más a un pensamiento lógico, que por medio de los símbolos que se dan a las cosas, se cambie el pensar
primitivo, donde se toman las partes por el todo o las semejanzas por identidades. El pensamiento
preconsciente fantástico es en forma de imágenes como un tipo mágico de pensamiento donde el objeto y
su idea, el objeto y su imagen no se distinguen de la realidad. Lo semejante no se distingue de lo idéntico
(Fenichel O.:Teoría psicoanalítica de las neurosis, pág. 65, Barcelona: Paidós, 1984.)
lo que el fantasma, con el daño que produce la herida narcisista, considera
muchos sinónimos del pliegue para dar razón de lo múltiple con lo uno,
116
LS, pág. 220.
grueso-delgado, etc., dirá Deleuze. El objeto bueno, el de la altura, el ídolo
objeto reminiscente.
vinculación que contienen los objetos introyectados con las pulsiones. Pero
más importante es la relación entre las zonas elegidas del cuerpo como
117
LS, pág. 230.
situación de parcialidad del cuerpo en zonas pulsionales, la superficie actúa
en concreto es el falo el que vincula toda las demás zonas parciales, que
como órgano bueno y completo determina todas las demás zonas parciales,
reparando las pulsiones de los objetos internos malos, en este caso, los
una sola que es el cuerpo del niño. De esta forma, los objetos internos, los
cuerpo del niño, que incluso es una expresión de las superficies parciales,
surge otro camino que el del enlace de superficies parciales, que traza no la
118
LS, pág. 256.
en la vida sexual acontece la superficie que intermedia la superficie física
et symbolisent>>119.
física que deriva del ídolo platónico, cuyo componente primordial será su
119
LS, pág. 259, <<donde todos los acontecimientos se inscriben y simbolizan>>.
120
El atributo noemático Deleuze lo toma en cierta forma de Husserl. En LS, pág. 32, habla sobre este
tema.
Para explicar lo que supone el acontecimiento, Deleuze parte del
algo que podía sufrir una acción o tener capacidad de actuar, con lo que, si
el cuerpo era capaz de esto, entonces tenía que ser analizable en este
sentido. De esta forma, las cualidades morales eran cuerpos en cuanto que
forma: los efectos de los cuerpos causados por cualidades no son estados
de acciones y pasiones.
Para Deleuze, los estoicos son los que más destacan la dicotomía
mezclas entre ellos, y los acontecimientos son sus efectos. Son efectos
también del fantasma, que los estoicos utilizan de un modo nuevo, como
relación concreta.
123
LS, pág. 17.
que se representa por mediación de las imágenes concuerda con lo que se
del yo, que hacen de la creencia una causalidad interna y externa del
estado de cosas. Por una parte causalidad de una imagen con respecto a un
124
LS, pág. 24.
de un ideal en la superficie de las cosas. El sentido no es un estado de cosas
fuera de todo esto, con carácter neutral. Gracias al empirismo, este sentido
que está fuera de las ideas, dice Deleuze, es capaz de superar el límite de lo
trascendental.
125
LS, pág. 31.
fantasma126. De esta forma, lo profundo del simulacro sin límites físicos,
individuo y de la persona
126
LS, pág. 33.
El campo trascendental es una superficie metafísica constituida
127
Las singularidades son expresiones que Deleuze utiliza mucho. En LS aparece claramente su
significado a partir de la diferencia que se exhibe entre el campo trascendental y en el empírico, Deleuze
enfatiza la no indiferencia de la profundidad, no determinada como una conciencia. Por eso, necesita de
una singularidad que no sea una síntesis como el yo, nada individual o personal. Estas singularidades no
individuales ni personales, se mueven por este campo trascendental, con un principio de autounificación
inmanente que Deleuze llama distribución nómada. Ya se vio anteriormente lo que significaba este tipo
de distribución nomádica o nómada, en donde el despliegue y el pliegue eran propios y territoriales, sin
fijaciones ni particiones. A partir de esa idea se describió el concepto de cuerpo con relación al límite
griego, donde el pensamiento no representativo, haciendo referencia a lo virtual, se descubría
territorialmente, sin lindes en oposición al pensamiento categorial, cuyos límites territoriales eran las
categorías. Estas singularidades son acontecimientos trascendentales que presiden la génesis de los
individuos y de las personas, así como lo virtual como universal de la idea. Las singularidades siendo
virtuales se actualizan y pierden su parecer al efectuarse y de modo que solo unas pocas singularidades
son capaces de conseguir la síntesis personal. LS, pág. 124.
128
LS, pág. 134.
Estos cuerpos se construyen como mezclas sin orden, y por eso,
dice Deleuze, los predicados inmediatos que se expresan en esa mezcla del
estructura física del cuerpo. Esa situación es la que, según Deleuze, permite
que forman su propio mundo, con las personas que se expresan por ellos129.
por el sentido entre los mundos incomposibles. Ahora bien, para Deleuze
aleatorio donde está ese ego como x vago e impersonal, común a muchos
que como frontera se coloca entre proposiciones y cuerpos con sus límites.
129
LS, pág. 135.
130
LS, pág. 141.
Es la superficie de los lugares de la expresión y del continuum sonoro de la
la superficie metafísica.
131
LS, pág. 149.
series. En tercer lugar, se halla la superficie topológica de las membranas,
132
LS, pág. 126.
portador del yo superior. Según Deleuze, este yo es coextensivo de la
libre, anónima, nómada fuera de los hombres, pero que los recorre aparte
de su materialidad y de su formalidad133.
133
LS, pág. 131.
aura de nihilismo, del resentimiento que, según Nietzsche, es la forma que
oponga a la vida, sino que la afirme. Es la vida la que se erige como una
134
Deleuze G.: Nietzsche y la filosofía, pág. 55, Barcelona: Anagrama, 1986.
inventar nuevas posibilidades de vida>>135. En realidad, es el pensamiento
vida.
sentido porque nunca piensa por sí mismo, sino por las fuerzas que se
determinan.
135
Ibíd. ,pág. 143.
136
DR, pág. 193.
El nuevo pensar como pensamiento de lo trágico significa que lo
con las fuerzas que lo acompañan. Una vez que lo verdadero se comprende
para situar la verdad. Por eso, se necesita un mapa, una cartografía para
pensar, para situarse en un elemento, un lugar o una hora, para asistir donde
137
NP, pág. 148.
un modo de violentar la forma del pensar. El pensamiento activo tiene que
ser violentado para que se pueda pensar, para obligar a pensar y que se
hable de cultura138.
diferentes sentidos del decir en un único sentido del ser. Es el ser con sus
138
NP, pág. 152.
1.18 El fantasma y la representación en L´anti-Oedipe
que se desea sin saber qué. Era una situación descriptiva del deseo
139
AO, pág. 31.
energía libidinal por un vínculo con la representación inconsciente. Es una
hombre y de la naturaleza>>.
encuentra más allá, como fin por ejemplo, el Bien, entonces se halla bajo
carencia, carencia del objeto real140. Es el origen del fantasma que describe
imaginaria o real, virtual o actual, que impide el flujo de las líneas de fuga,
desterritorializado.
140
AO, pág. 32.
explicado como en lo sentido, en el lenguaje o en lo sensible. Por eso, el
mismo el fin. De esta forma, Deleuze dice que el deseo como adquisición
propicia una realidad del objeto, pero como realidad psíquica. Por eso, para
Deleuze, Kant no supera la visión del deseo como carencia del objeto real,
separado del deseo, con lo que este se comporta como una verdadera
Deleuze define lo real como <<le résultat des synthéses passives du désir
el ser objetivo del deseo, con lo que desear es sencillamente producir. Así,
fantasma.
141
AO, pág. 33.
142
AO. pág. 34, <<el resultado de las síntesis pasivas del deseo como autoproducción del inconsciente>>.
El fantasma es de grupo y no individual, dice Deleuze, es social y
que se expresa en los fantasmas de grupo. Por eso, explica Deleuze que hay
fantasma.
mensaje de que cuanto más se piense con la razón del Estado el sujeto es
más dueño de sí mismo143. Por este motivo, supone Deleuze que el sentido
común del que ya había hablado en DR, así como todas las facultades
Estado, que puede dar lugar a que haya expresiones de estas dos cabezas:
pensar para ser expresión del Estado que piensa por nosotros y da lugar a
ello no es necesario pensar, sino que más bien se piensa por nosotros.
143
MP, pág. 465.
de la perspectiva del Estado. Esta nueva manera de pensar que violenta la
Deleuze que no hay método porque el pensamiento del afuera, con todos
144
MP, pág. 468.
imagen clásica del pensamiento que quiere lo universal. Lo universal del
fundamenta el ser como ser último por una parte y por otra, el sujeto que
<<c´est toute la pensée qui est un devenir, un double devenir, au lieu d´etre
que quiere decir Deleuze con esto. En primer lugar, Deleuze dice que el
este sentido, Espinosa hizo una definición de cuerpo que asemejaba lo que
una latitud, que son las partes intensivas o los afectos capaces según el
que bajo una relación o acción conjunta, componen lo que Deleuze llama
un agenciamiento. Sobre esto dirá Deleuze que los afectos son devenires146.
145
MP, pág. 470, <<Todo el pensamiento es un devenir, un doble devenir, en lugar de ser el atributo de
un sujeto y la representación de un todo>>.
146
MP, pág. 314.
Son estos afectos los que componen la acción o el grado de intensidad de
pasión. Así, el cuerpo no se define por ser sujeto sustancia, sino que se
ser.
des formes qu´one a, du sujet qu´on est, des organes qu´on posséde ou des
devenir. De la forma molar del sujeto se pasa a captar, por la violencia del
147
MP, pág. 334. <<Devenir es, a partir de las formas que se tiene, del sujeto que se es, de los órganos
que se posee o de las funciones que se desempeña, extraer partículas, entre las que se instauran relaciones
de movimiento y de reposo, de velocidad y de lentitud, las más próximas a lo que se está deviniendo, y
por las cuales se deviene>>.
Son procesos de creación de una multitud, de eliminación de lo
disjunta que capta las relaciones, los afectos los devenires no en relación
con un plano de composición de formas, sino con el otro plano del que
solo referencia.
pensamiento
Deleuze que las verdades, en realidad, tienen una fecha y un lugar. Cuando
enunciable a través de cada época, más allá de las maneras de actuar y los
lugar a las formas de una sustancia. Deleuze considera que esta situación
148
F, pág. 56.
bien puntual, es decir: lo constituyen puntos que se aplican de una manera
el pensar como poder que procede del afuera, a partir de las estrategias. No
lo que el adentro está en una relación activa con el afuera en el límite de los
mismo es independiente, con lo que cada una de ellas produce algo nuevo
relación con lo finito y lo limitado. Son las fuerzas del hombre que entran
en relación con las fuerzas del afuera, que es la fuerza de lo infinito como
del pensamiento del siglo XIX, donde el hombre, como fuerza finita,
comprende las fuerzas del afuera como fuerzas de la finitud y explica como
151
F, pág. 127.
lingüística y la economía política. Es fuera del sí mismo donde se
finito, con lo que la relación del hombre con el afuera compone la forma-
Hombre.
donde las fuerzas del hombre se adaptan a una profundidad, que hace que
que libera la vida, por lo que las fuerzas de la finitud que pertenecen al
hombre que son la Vida, el Trabajo y el Lenguaje son las fuerzas que se
tienen que liberar. Las nuevas fuerzas son las de la Biología genética, la del
152
F, pág. 139.
que Deleuze expresa con relación a Foucault como el sobrepliegue. Así el
superhombre pasa a ser un compuesto formal de las fuerzas del hombre con
de Deleuze. Para eso, es preciso definir lo que significa ese pensar intuitivo
Espinosa, y así comprender las tres ideas que a partir de Espinosa, del yo,
las cosas y Dios, tienen su símil en Deleuze, con el Cuerpo sin órganos
descrito en QCP.
1.21 El pensar intuitivo como conocimiento en filosofía
representación. Por otra parte, se hallan las cosas que, como modos, con su
153
SPE, pág. 283.
con el yo o como base para un concepto de pliegue-despliegue de una
en Deleuze. En QCP, se expone una ontología del ser unívoco donde el ser
espíritu puede ser por las acciones y pasiones que soporta la naturaleza
154
ES, pág. 12.
imaginación es fantasía, ya que todas las ideas que se forman en la
155
ES, pág. 22.
determinación de sus efectos; el sistema de la moral y el del entendimiento.
causalidad. Pero también hay una existencia distinta y continua que se cree
en la fantasía. Por eso lo dado que se funda en la fantasía y esta que se basa
156
ES, pág. 146.
en la imaginación por los principios de la naturaleza humana, entonces se
dan lugar a una clase de pensar que solo puede ser intuitivo acategorial, y
tiene que captar como una relación sintética de los principios activos de la
naturaleza humana.
157
ES, pág. 148.
representación en el pensamiento supone un modelo de división entre lo
para pensar, dice Deleuze, hay que romper con lo idéntico, lo formal, lo de
158
DR, pág. 174.
1.22 El conocimiento del acontecimiento. Gnoseología del sentido
conoce como un saber enunciado, necesita del sentido para poder ser
de Wittgenstein159.
estoico implica una física con una moral. Son cuerpos tanto las acciones y
159
LS, pág. 171.
incorporales y es por su relación con estas casi-causas de las que se
efectuado, pero con el tiempo del Aión, inmemorial y eterno. Por otra
acontecimiento, un comprenderlo160.
acontecimientos o más bien los quiere, los efectúa y los comprende. Los
160
LS, pág. 173.
preindividuales y personales. De lo que se trata al adivinar el
sentido del morir en que, por una parte, es un morir de un estado de cosas,
claro los que explican el Aión es que, a pesar de ser eterno, es finito porque
pluralismo163.
161
LS, pág. 192.
162
Martínez F., op. cit., pág. 69.
163
Ibíd., pág. 70.
acontecimientos puros y su verdadera existencia está en ese lenguaje que
lenguaje con sus tres expresiones pueda ser mantenido en: el yo, el mundo,
forman a través de los pedazos de yo, el mundo, Dios, una línea de tiempo
164
LS, pág. 207.
preciso que el individuo se aparte de la forma y de la manifestación para
una sola voz, la del ser unívoco. Dice entonces Deleuze que el ser es lo
ser unívoco donde el sentido como superficie interior del lenguaje se pone
relación de la superficie interior del lenguaje con la exterior del ser lo que
posible, lo real y lo imposible. Con las tres determinaciones del ser unívoco
165
LS, pág. 211.
Entonces, expresa Deleuze que para comprender el pliegue hay
mismo en Leibniz.
lo individual. Así, dice Deleuze que todo está pleno de concrescencias. Por
parte del acontecimiento que necesita de algo psíquico para que sea
forma subjetiva como una manera activa de prehender el dato y que, según
segundo lugar, hay una intención de prehensión que comunica una con otra
último, se halla lo que Deleuze entiende como fase de llenado del sí mismo
proyecto y la conciencia.
168
LP, pág. 107.
posibilidad que se realiza o una virtualización que se actualiza en una
prehensión, ya que esta no puede captar otra sin captar objetos eternos169.
flujo que se supone que es. Las vibraciones sonoras contienen unas
sonoras que proceden de unas fuentes son mónadas, se llenan de gozo ellas
169
LP, pág 108.
propias percepciones. Son acordes que sustituyen las conexiones
horizontales170.
un mismo mundo, que no está constituido por unidades como las mónadas,
imposible y lo real, que al fin y al cabo eran las expresiones del ser unívoco
las mónadas, que expresaban todo un único mundo posible, como unidades
170
LP, pág.110.
de expresión. Así, el acontecimiento era un acorde musical que
explicación intensiva.
Beckett como un basurero posee una territorialidad: una casa que construye
como los gestos o los olores que marcan a un individuo como perteneciente
171
MP, pág. 629.
que en cierta forma son acontecimientos. Más bien parece que el territorio
ese motivo, marca distancias, y trata de alejar el caos del territorio. Los
medios y los ritmos surgen del caos, donde cada medio es un bloque de
172
MP, pág. 630.
membranas y límites, anexionado de fuentes de energía. Los medios están
173
J.L.Pardo, op.cit., pág. 179.
temporal. Por otra parte, la expresión lingüística es expresión de lo virtual-
real de lo que consta el pliegue, aquí definido por el agenciamiento con sus
Deleuze.
2-El yo y el sujeto en el conocimiento intuitivo
Ahora bien, esto indica que hay una subjetividad antes de reconocerla o
Por otra parte, antes de llegar a LP, parece que Deleuze adopta
pliegue del afuera lo que supone una nueva subjetividad, donde pensar es
vista que cambia y que presenta una variación. El pliegue del alma en
relación con Leibniz comprende una inclusión del mundo que supone la
cerebro.
2.1 Hume y el yo. La subjetividad en el empirismo
decir que, dada una percepción, el sujeto no solamente cree más allá de lo
que es dado (César existió y murió) sino que, además, establece una
subjetividad que centra esa inferencia y trasmite más de lo que percibe, por
Hume.
naturaleza humana que crea e inventa. Por eso, el sujeto es síntesis, síntesis
y crea unas reglas que hacen posibles los acuerdos entre individuos, que
174
ES, pág. 91.
Así, la costumbre es para el individuo la guía por la que se rige.
Por eso, el pasado que se plantea como regla del porvenir presenta al sujeto
al pasado, sino que es lo que determina el presente y forma esa síntesis del
experiencia que refleja el pasado, otra el hábito que refleja el tiempo como
porvenir. La creencia es la relación entre las dos. Pero hay que considerar
que las impresiones sensibles son las que forman el espíritu y que las
175
ES, pág. 103.
Con esto, hay que comparar el espíritu con el sujeto y
Los principios son de dos clases, según Hume: los que hacen del espíritu un
pasión que considera de utilidad. De esta forma, el sujeto considera que los
fin. Con los principios de asociación puede el sujeto relacionar ideas entre
sí. Ahora bien, está claro que el sujeto establece la relación entre las ideas,
variar sin alterar las ideas como las de identidad, relaciones de tiempo y
saber cuales son las normas de ese juicio y, por tanto, del sujeto que las
relación que surge entre las ideas complejas y el sujeto que las relaciona se
176
ES, pág. 109.
presenta como el lenguaje, ya que el hablar supone la designación del
semejanza, una relación conforme a un género en una idea, cada vez que se
adentro del afuera, precisamente como pliegue del alma. Ahora bien, la
177
ES, pág. 112.
concreción de una subjetividad yoica con relación a un <<Moi>> se explica
en DR.
una síntesis de instantes que salen del tiempo, según Deleuze, que se
del Aión, donde el presente es un instante que se limita del pasado y del
futuro. No pertenecen al instante presente, sino que lo dimensionan, lo
del pasado al futuro por el presente. Deleuze desarrolla una idea kantiana
elemental, que remiten a las síntesis pasivas. Por orden del plegado, de la
178
DR, pág. 97.
reconnaitre ou de les représenter, mais avant de les sentir>>179. ¿Quiere
pliegue.
este sentido hay que considerar que tanto la contracción o el pliegue como
Moi180.
yos que contemplan, que componen un yo de una síntesis activa que actúa.
un espíritu atomizado.
180
DR, pág. 102.
inmanente, como la manera en que se explica el ser uno en un todo, que se
Para Deleuze, Kant comprende a partir del yo soy (Je suis) como
pensamiento a favor del tiempo. Según Deleuze, Kant no prosigue por esta
vía, ya que la identidad que puede darse por síntesis pasiva pronto se
envolvimiento
181
DR, pág. 116-117. Se ha traducido el Moi como sí mismo o como yo pasivo indistintamente. Para
Deleuze el Moi es la receptividad de lo sensible en Kant que cuando es pasividad de una pasividad, el
tiempo, que se correlaciona con el Je fêlé o yo fallido, que es lo que Kant comprende como lo
trascendental. El Je es el yo pienso o yo activo espontáneo del núcleo de la identidad sintética aciva.
sucede en ese campo necesita una ligazón para resolverse. De este primer
se contrae. El ello está lleno de todos estos yos que se pliegan y despliegan.
Son yos narcisistas en el sentido de que rellenan una imagen del Moi que se
Más allá del principio del placer, la ligazón que representa una
182
DR, pág. 129. En un principio, el narcisismo se refiere en psicología a un estado llamado narcisismo
primario donde no hay representación de objeto y la percepción primitiva es más bien motora, es decir,
representa cambios cinestésicos en el cuerpo.
Ahora bien, en Merleau-Ponty el narcisismo se refiere a la visibilidad que es una propiedad de la
Carne (Chair). Una cualidad que posee el par de visible y táctil. Este par es a lo que se refiere Merleau-
Ponty, como ver y ser visto, mirar y ser mirado, visible y vida, palpación por la mirada. Solo el hecho de
mirar ya se compromete lo visible con lo táctil, ya que lo que puede ser visto también puede ser tocado.
Le visible et le invisible, pág. 177, París: Gallimard.
La visibilidad de la Carne que se expresa en su par narcisista visible-táctil tiene su origen en el
concepto de reversibilidad o quiasma, que es la expresión del pliegue merleaupontiano. En un principio
esta reversibilidad pertenece al ser para sí y el ser para otro. Merleau-Ponty los describe como un dedo de
guante que se vuelve al revés, que por un lado se ve y por el otro se toca: el adentro y el afuera de la
reversibilidad. En el quiasma, el ser para sí y el ser para otro se presentan como el adentro y el afuera,
donde no hay identidad, ni no-identidad.
contrario de los yo pasivos, que se elaboran de las síntesis pasivas de la
integración total. Es decir, que el principio de realidad surge del intento del
compuesta esa situación por el único objeto real y sus relaciones, porque la
de la pasiva con relación al objeto real, pero por otra aparece el objeto
constituido como virtual que regula y compensa la actividad del objeto real.
Hay dos series de objetos: uno real, correlato de la síntesis activa, otro
imagen de Moi narcisista. Los focos virtuales, como objetos son parciales,
183
DR, pág. 130.
el objeto por la superación hacia un <<más allá>> del objeto, mientras que
no existen sin que exista alguna de ellas. Así, el yo activo no termina de ser
sin la presencia del intento globalizador del yo activo. Por eso, Deleuze se
imagen que se presenta es la del cruzamiento del ocho, del círculo de las
series de los objetos virtuales y de los objetos reales. ¿No es este yo activo
Así, hay una primera síntesis pasiva con respecto al placer, que
184
DR, pág. 133.
Ahora bien, hay otra síntesis pasiva que, según Deleuze, es la de Eros-
segunda.
185
DR, pág. 147.
diferenciación. Si Deleuze habla de especificación psíquica para definir el
propias, que comprenden al yo. Es una concepción del Moi como extensión
disuelto.
palabra. De todas formas, este pliegue es solo una parte del desarrollo del
envolvimiento.
188
DR pág. 334. Para comprender lo que significa este <<otro>>, a priori, Deleuze presenta el ejemplo
del rostro, la rostridad de la que hablará en MP. Si observamos un rostro aterrorizado se podrá entender
que dicho rostro atañe a la expresión de un mundo posible como mundo aterrorizado. De esta forma,
presenta en el rostro dos conceptos muy importantes para Deleuze. En primer lugar, la expresión que
considera la de dicho rostro. Una expresión que es la que expresa y la del expresado, la doble vertiente de
la expresión, la reciprocidad que hay entre lo expresado y el expresante, situación que se presenta en toda
su ontología de inmanencia. Por otra parte, lo posible del mundo aterrorizante es lo heterogéneo de la cara
con respecto a aquello que lo aterroriza, pero que a la vez queda implícita y envuelta en lo que la
aterroriza.
de subjetividad impersonal que describe Nietzsche en Voluntad de poder.
productora del deseo, asociada con los yos larvarios, pasivos, con el yo
concepto
189
MP, pág. 186.
superación de la organicidad de lo biológico, del concepto, se extiende a lo
puede un cuerpo.
que les autres corps ont au sien, et par conséquent exprimant plus
una idea de relación de los cuerpos por continuidad de todas las cualidades
relación que posee el cuerpo con sus partes no es separable del poder ser
varía en su relación con el poder ser afectado en forma activa o pasiva, por
190
DR, pág. 68. <<el alma al expresar, en cierto modo, la totalidad del universo y de acuerdo con la
relación que los otros cuerpos mantienen con el suyo y expresando en el alma al expresar, en cierto modo,
la totalidad del universo y de acuerdo con la relación que los otros cuerpos mantienen con el suyo y
expresando en consecuencia, de manera más inmediata lo que pertenece a las partes de su propio cuerpo,
debe en virtud de las leyes de relación que le son esenciales, expresar determinados movimientos
extraordinarios de las partes de su cuerpo>>.
191
SPE, pág. 198.
192
Badiou, op.cit., pág. 92 y sig. Badiou comenta que para Deleuze el todo-uno como intemporalidad
fundadora del tiempo es relación. Para eso cita las frases de Deleuze en IM pág. 20, donde el todo como
definición es relación. Así, el objeto, es un corte inmóvil del que es la duración o el presente vivo. Como
presente vivo del objeto este es incapaz de tener relación con otro objeto ya que es su presente, su
momento de inmovilidad. Con esto. el presente sin relación entonces comprende la relación como pasado,
como cambio, y este es diferenciación o cualidad. Por eso, al considerar la relación tiempo, Badiou siente
que Deleuze está más cerca de Heidegger de lo que Deleuze cree. Incluso piensa que la relación en cuanto
a tiempo como pasado o como virtual es el ser-ahí del Concepto.
poder de actuar en el cuerpo. Es el mecanismo por el que se rigen los
intensidades que circulan, que son producidas por él mismo. Por esto,
Deleuze arguye que la Ética de Espinosa es el libro del Cso. Así, los
partir de una intensidad cero. Deleuze considera que son Cso. los atributos
conjunto Deleuze habla del continuum, que no es más que aquella relación
195
MP, pág. 195.
trascendencia. De esa forma, Deleuze opone a los estratos la
constituyen. En todo caso, hay también un Cso. del organismo, que, como
un cáncer se propaga como un Cso. del Estado, del ejército, que en cada
196
MP, pág 199.
subjetivación, que no permite liberar ni hacer subsistir una distinción entre
rostridad.
197
Martínez F., op. cit., pág. 325.
Así, Deleuze considera que cualquier forma de significancia
entonces esto supone romper, atravesar la pared del significante y salir del
198
MP, pág. 230.
abstracta de la rostridad se consideraba de dos formas, en L´Image-
rostro es intensivo, los rasgos escapan del contorno, como una serie
autónoma que franquea el umbral. Son las cabezas buscadoras, con sus
fugas, como series intensivas, que van de un lugar a otro, pasan de una
significa en el caso de una afección positiva deseo. Por otra parte, el rostro
199
IM, pág. 134.
lo actual es el estado de lo real de todos los elementos de lo existente. A
objeto real causal, sino que más bien es una pasión, en el sentido de que la
conexiones a través de las líneas de fuga. De todas formas, los dos términos
200
IM, pág. 144.
son formas donde se pliega el pensamiento. Así, sería conveniente
Badiou, uno de los filósofos que más ha estudiado el ser y el pliegue con
pone en movimiento201. Así, para Badiou, el pliegue explica el lazo que hay
apertura ilimitada del uno. Con esto, para Badiou, Deleuze exige que se
201
Op. cit., pág. 40. Para Kant, la síntesis es reunir diferentes representaciones y entender su variedad en
un único conocimiento. Para Deleuze, la síntesis es reunir o comprender lo que hay con el pensamiento
intuitivo, ese tercer género de conocimiento. Así, lo que supone la síntesis disyuntiva es comprender la
disyunción del ser con el pensamiento intuitivo. Es que el ser es neutro y se expresa en la diferencia. La
disyunción sería que el ser es la relación que mantiene lo que no es relación, que es el pliegue o los
diferentes sinónimos a través de toda la obra de Deleuze. En suma, la síntesis disyuntiva es el ser y los
pliegues. Para Badiou pensar la síntesis disyuntiva es comprender la divergencia de lo neutro con lo
mismo, lo que conlleva la no intencionalidad del pensamiento de Deleuze entre el sujeto y el objeto, que
es la superación de la intencionalidad que todavía limita el pensamiento de Heidegger .
son el ser y el uno. No se reflexiona sobre la síntesis por su efecto
persona, sino que llega a ser por verse forzado al juego del mundo202.
topología del afuera, que por su acción recíproca producen lo que él llama
202
Badiou, op. cit., pág. 26.
afirmar como una sustitución de la fenomenología por una fenómeno-
topología.
desarrolla.
La idea sugiere que todo lo que puede ser pensado es ser. Deleuze intenta
203
Sobre el límite ver n. 94
Moira. Si bien Badiou lo describe, no se acerca a las últimas
nombres del ser. Por último, para Badiou el plegamiento del afuera en un
del afuera, como pliegue que es del ser. Y en tercer lugar, que mantenga la
relación entre el ser del afuera y el plegado del adentro. Así, Badiou afirma
nombres del ser, memoria del afuera. Así, aclara con palabras de Deleuze-
sujeto204.
204
Badiou, op.cit., pág. 127.
La conclusión de Badiou es que el pliegue, en primer lugar, es un
que haya sido, sino más bien repetición de la diferencia. Por otra parte, para
del fundamento de la representación como ser del tiempo pasado, que surge
como pasado.
expuesto por Badiou. Es una parte del conocimiento intuitivo del ser y, en
205
Heidegger, M: Schelling y la libertad humana, pp. 93-96, Caracas: Monte Avila, 1985. El desarrollo
del concepto de identidad de Schelling según Heidegger, supone un paso adelante de una nueva
comprensión de la identidad. Así Heidegger dice que, según Schelling hay un malentendido entre lo que
significa la identidad y la cópula del juicio. Ahora bien, según Heidegger, Schelling plantea con el
<<es>> de la proposición una construcción del predicado. Según esto, en la forma A es A hay una
copertenencia, y esto quiere decir que la identidad no es solo ser uno y lo mismo sino que existe una
fundamentación del sujeto con el predicado. Schelling piensa que la identidad también es un ser uno y lo
mismo, aunque este uno sea un todo que como algo, todo su contenido se dé en abstracto, y por así decirlo
sería una identidad vacía, que en realidad sería indiferencia, que para Heidegger es la copertenencia que
no puede ni busca ser tal.
Heidegger plantea la opción de Schelling de una identidad donde el sujeto es predicado que funda la
posibilidad de <<ser>> de P en una proposición donde S es P y es fundamento de P. En las reflexiones
que realiza Heidegger sobre el concepto de identidad, arguye que Schelling explica una identidad del es,
pero que no tiene que ser entendida como un ser uno y lo mismo por incompleta, sino como copertenencia
de lo diverso en lo uno, y fundamento de su posibilidad. De esa forma, admite Heidegger que la identidad
de Schelling es no una referencia al uno y a lo mismo, sino que es una unidad productiva que avanza
hacia lo diverso, es decir, creadora. Lo uno es lo otro y lo otro es lo uno.
Según Deleuze-Foucault la subjetivación se hace por plegamiento y son
nosotros o el cuerpo, y sus placeres para los griegos, o la carne y los deseos
del afuera, más allá de los diagramas de poder. La memoria permite que
Por eso, el tiempo subjetivado es memoria. Pero hay que explicar que el
206
F, pág. 113.
comprende un sentido de alejamiento de la intencionalidad de la
fenomenología.
no logra ver más allá de las cosas hacia las visibilidades inmanentes del ser
luz, o más allá de los significantes que se dan en una conciencia hacia los
enunciados de un ser lenguaje. Existe una producción del ser lenguaje y del
ser luz, que es una no-relación entre ellos, aunque están vinculados por su
en un espacio euclidiano.
207
F, pág. 116,
visible del lenguaje y lo visto, que para Heidegger y Merleau-Ponty
constituido de dos formas, ser lenguaje y ser luz, es difícil entender para
objeto, ya que no hay un objeto, como, por ejemplo, la locura, que sea
mirado por una conciencia. Lo que hay es una historia de la locura que se
la primera figura del ser que se expresa con dos formas: hablar y ver. No es
Ponty como expresión del pliegue, sino que para Foucault ocurre un
intencionalidad208.
Como segunda figura del ser, se explica el ser poder, que se halla
en contraposición al ser saber. Las relaciones del ser poder se reflejan sobre
las dos formas del ser saber, lo visible y lo enunciable. Si el ser saber se
viene del afuera, que aparece cuando ya hay un entrecruzamiento entre las
208
F, pág. 120.
situación de poder ni de saber sino de sí mismo. El sí mismo se determina
mismo. Hay que considerar que tanto Deleuze como Foucault coinciden en
todas formas, para Deleuze es una parte del pliegue, concebido como el
209
LP, pág.14.
2.8 Los pliegues del alma
con respecto al alma. Ahora exponemos el pliegue del alma, ya que es una
parte del conocimiento intuitivo del yo, del cual Deleuze habla cuando se
representan la variación. De esa forma, dice Deleuze que será sujeto lo que
espacio “comme order des distances entre points de vue, qui rend cette
intuye que existe una envoltura del pliegue, un pliegue que encierra a otro
que se halla incluido como algo virtual, que solo existe en una envoltura.
no es condición suficiente para que las haya. Así, expresa Deleuze, lo que
sujeto es lo que contiene este pliegue o los muchos pliegues que, como
212
LP, pág. 31.
múltiple y se despliega en su desarrollo. Pero para Leibniz la mónada es
mundo que envuelven, pero al ser este anterior a ellas son producciones de
Dasein que se halla siempre abierto en el mundo sin ventanas, ya que por
mundo, constituyen el pliegue del mundo y del alma. Por eso, el alma es
213
Sobre lo que significa el acorde para Leibniz ver <<El acorde como acontecimiento>>. En este
sentido se refiere Deleuze a una prehensión como contigüidad de lo contiguo, de algo psíquico para el
acontecimiento. El acontecimiento es un nexo de prehensiones y es un acorde.
214
LP, pág. 36..
superior de una distinción entre dos pisos para explicar la armonía
segundo lugar, los pliegues del alma, como multiplicidad plegada son de
muchas maneras215.
que corresponde al piso de abajo, remiten al pliegue: son pliegues del alma
se vuelve sujeto, no como hombre sino como algo que se llena del mundo
215
LP, pág . 5.
216
LP, pág. 42.
en el sujeto y desarrolla el mundo. Ya se habló de esto como la doble
donde los conceptos de la filosofía, los perceptos del arte y las funciones de
como ser unívoco. Así, para Deleuze hay solo una ontología, que es la de
Duns Escoto, como única voz del ser, en el sentido abstracto del ser neutro.
sola esencia sin variarla, que es la esencia del ser unívoco, lo que supone
entiende que el ser unívoco convoca una jerarquía de los modos y de los
de poder superar su límite, para llegar con su potencia hasta donde se pueda
217
DR, pág. 55.
218
<<desplegar toda su potencia>>. Ver n. 97.
llegarlo. En este sentido, el límite como pe’raç se comprende como
despliegue del pliegue, lo que despliega la potencia. Por eso, para Deleuze,
desde el sentido único del ser que despliega, saltando los límites de las
esto, para Deleuze el ser es igual y hay solo una jerarquía ontológica. Lo
diferente se basa en el ser igual no mediado para todas las cosas, pero
que una igualdad, donde las cosas, en una proximidad absoluta, no son más
evaluable; para Deleuze, las cosas son desiguales en el ser igual. Por otra
cosas sean diferentes por su ser más o menos, ya que este es un carácter del
juicio analógico, sino porque hay una jerarquía ontológica que las unifica,
el ser unívoco, que, con su fuerza, es capaz de unir a todas las diferencias
en anarquía coronada. Por eso, para Deleuze, siendo el ser igual para todas
anárquico diferente.
espacio sin límites donde nada pertenece a nadie. Las cosas se despliegan
posible que los factores individuantes, los modos, sean desde algún punto
219
DR, pág. 54.
desnaturaliza la tesis de ser de lo particular y específico. Deleuze dice que
elementos entre sí, de tal forma las cosas se relacionan con los principios.
220
El sentido de la individuación de los modos en Deleuze se explicó en el apartado sobre la
<<Intensidad>>. Con respecto a los yos y lo individuante se habló en el apartado << El yo y el Moi
específicos. Lo individuante. Centros de envolvimiento.>>.
Es una manera simple de exponer el tema, pero se pretende explicar de una
manera simple lo que se entiende por ser análogo. En este sentido, Deleuze
221
DR, pág. 50.
supremo que lo origina. Son las reglas del pensamiento por analogía las que
juicio por analogía. Precisamente las dos funciones esenciales del juicio
los sujetos y el buen sentido. Ahora bien, en la analogía del juicio persiste
la identidad del concepto, es decir, que lo análogo con respecto al juicio por
los géneros222.
222
DR, pág. 51.
Ahora bien, parece que esta exposición del ser análogo no es
que hace que se desarrolle el ser análogo, ya que Deleuze no parece indicar
que el ser de Aristóteles sea análogo. Así, dice Deleuze que Aristóteles no
habla de analogía en relación con el ser, sino en una relación con las
como e1fexh<ç. Para Deleuze, los pròç e6n lo son por relación con un
cada categoría se relaciona con su ser. Así, el carácter distributivo del ser es
descrito por Aristóteles por las diaire’siç, como reparto, pero donde las
223
Aubenque: op.cit., pág. 191. Según Aubenque, la pretendida analogía del ser en Aristóteles no es tal,
precisamente por el significado de los pro1ç e5n . No es unívoco ni equívoco accidental sino en relación
con un término único. La situación de una relación con un término único es una especie de univocidad,
pero univocidad objetiva, que relaciona las cosas con ese término como fundamento y naturaleza única.
Este fundamento es la ou1sía, por la cual toda significación no sería, ya que es ella la que mantiene a
escolástica ve en la idea de los e6fexh<ç una idea de jerarquía que implica
virtualmente224.
todas las significaciones en una relación de interioridad. Esta relación de interioridad, de presencia es el
pro1ç, relación a la esencia. Ahora bien, no es la esencia el ser sino que en las cosas, las categorías se
relacionan directamente con el ser por relación a la esencia. El problema surge porque los pro1ç e5n
legómenon, que son la relación con lo que significa, parece que es una univocidad que se expresa en la
relación del pro1ç e5n. Entonces, para Aubenque, el discurso de la doctrina aristotélica del pro1ç
e5n presenta una situación en que, no siendo una homonimia accidental (homonimia, explica siempre él,
ya que la equivocidad y la univocidad son un término escolástico) y siendo imposible eliminar una
concepción del ser equívoco por inevitable, entonces presenta como pregunta al discurso del ser, qué es la
ontología, si la solución no sería <<la radical homonimia del ser>>
224
DR, pág. 50.
225
La analogía es un término que, como se ha dicho, fue usado por Platón y Aristóteles pero en sentido
matemático de igualdad de relaciones, en el sentido de proporción. Para Platón era una cuestión de
relación de conocimientos de entre los cuatro que él destacaba, ciencia y dianoia, conjetura y creencia. En
Aristóteles, tó a1nálogon aparece como una igualdad de las cosas en acto con respecto a la analogía,
a1nalogía, ya que entre ellas no son iguales. Entonces, para Aristóteles los elementos y principios de las
cosas no son los mismos, sino que son análogos por el sentido de que son iguales las relaciones que tienen
entre sí. Ahora bien, es más bien en la escolástica donde el término adquiere una connotación ontológica.
Para Santo Tomás, Dios es el ser necesario, idéntico por su esencia, mientras que las criaturas son el ser
separable de su esencia y por lo tanto creado. Así, el ser en sus dos significados es análogo en cuanto a
que estos son iguales, pero de proporciones diferentes. De esta forma, el ser de Dios es por él mismo,
mientras que el ser de las criaturas es por participación. Estas son similares a Dios, pero Dios no es
similar a ellas. Lo que supone esta relación es la analogía. Con respecto a la analogía está la analogía de
proporción, a1nalogía,que es respecto a un término que se dice del ser necesario o del ser por
participación. Por ejemplo, el término sabio que se dice de los dos implica diferentes significados, una
jerarquía de proporción, que según Deleuze es un concepto distributivo serial que se refiere a otro término
principal, formal, eminentemente, y en un grado menor a otros. Por otra parte, la analogía de
proporcionalidad, a1nálogon, se refiere a la relación de significado entre el ser y las criaturas, que en
realidad no es una igualdad, sino una relación de interioridad.
aplica al ser a pesar de que la interpretación de Deleuze sobre Aristóteles le
una imitación. Con relación al ser, por el nombre se comparte con muchas
226
Cat. 1, 5.
cosas, por ejemplo, por su modo de ser, ser por accidente o ser por esencia.
el ente o de si el ser de las categorías, ser por accidente, que da lugar a una
30, 2 dice que <<el ente se dice de muchas maneras ( to1 de1 o6n légetai
me1n pollacw8ç) aunque en relación (pròç e7n) a una sola cosa y a una
227
Cat. 1,1.
228
Met. 1003b 15.
un enunciado que se refiera al hombre puede ser uno y ente a la vez, ya que
con lo cual en la esencia solo cabe la necesidad, que significa que una
esencia229.
ser primero al cual tuvieran referencia, del que fueran predicados con algún
229
Met. 1006b 30.
sustancia y no de otro accidente. La afirmación acepta la univocidad de la
esencia que pertenece a la cosa, al ente, del cual se define su esencia. Por
ente, corresponderían a una misma cosa, lo cual sería absurdo si cada cosa
decir que <<todo es uno>>. Para Aubenque declarar que no hay esencias es
manifestar que solo hay una esencia231. Así señala que una infinidad tal de
esencia y, por lo tanto, del ser. Según Aubenque, a esto se reduce la crítica
sustancia.
los que forma parte la equivocidad, solución que impone Aristóteles ante la
que hay entre esencia, sustancia y ser confiere un valor semántico más allá
232
Ibíd. pág. 139.
3.4 El ser y el ente en Aristóteles
ente uno por accidente (sumbebhkòç) y otro por sí mismo kaq 1au2tò. Se
el accidente de una cosa existe, cuando se predica de otra cosa o porque los
dar en una misma cosa. Así, dice Aristóteles que cuando se presentan dos
233
Met. 1017ª15. Para Heidegger se ha olvidado el sentido de la coseidad de la cosa, o lo que es lo
mismo, el ser del ente. La pregunta por el ente es la coseidad de la cosa, y esta se expresa de tres maneras:
como sujeto, como accidente y como representación. Esta es la manera en que ahora se interpreta la cosa,
ya que el núcleo o lo que los griegos llamaban el u2pokeímenon es la parte del ente que es ser, cuyo
sentido está olvidado. Se ha visto en la cosa el mero presenciar, el aspecto, pero no la cosa en cuanto cosa
o lo que el ser expresa en ella. De todas formas, la cosa comprende una materia y una forma que
responden por medio de su aspecto. Con esto la cosa se acerca al ente, comprendido como sustancia en el
sentido de que está compuesta de materia y forma como figura.
también se refieren a lo que se dice del ser cuando afirma que algo es
no ser234.
ve, supone tanto la potencia como la entelequia, así como el que está en
unas veces por ser, otras por ente, pero para Heidegger no es lo mismo tò
o5n, que, tò ei1=nai . Es decir, para el ente se aplica tò o6n, que posee dos
234
Met. 1017ª 30.
235
Met. 1017 b 1-5.
blanda y blancuzca. En un segundo significado de tò o6n, pertenece a la
tò o6n es algo más concreto que el ser. El segundo significado del ente es el
tò ei1=nai es algo más abstracto y parece el fondo oscuro del ente por su
significado.
Así, cuando se habla del ser como nombre, se comprende como algo
ocupa a todos los entes y se muestra común a todos ellos, pero es una
oscuridad.
tò o6n para describir al ente como ente por accidente y ente de por sí (tò
dos primeros significados del ente serían por accidente y por sí mismo.
236
Heidegger M.: Introducción a la metafísicapág 34, Barcelona: Gedisa, 1993.
Ahora bien, si el ente por accidente es descrito como, tò o6n , algo más
respecto a ti’ e1sti’ es no solo algo concreto, sino que pertenece a lo que es
en el sentido determinado del término, que por ser es; es decir, algo que
explica que todas las cosas que se acompañan del es se interpretan como
etc.238. Con ese doble sentido, parece claro que el ser en Aristóteles es
ente y, por otro, el ente concreto como manifestación determinada del ser.
como no ser que se explica en 1017ª 30. El ejemplo que expone es que
que no sea. Sin embargo, no es necesario que todo lo que es sea, ni que
239
Severino E.: Esencia del nihilismo, pág. 34, Madrid: Taurus Humanidades, 1991. <<Tò mèn ou=1n
einai tò o5n o6tan h=1, kaì tó mh> o6n mh> ei3nai o6tan mh> h3, a1nágkh. Ou1 méntoi ou5te tò o6n a5pan
a1nágkh ei3nai. Ou1 gar tau1ton e1sti tò o6n a5pan ei3nai e1x a1nágkhç o5te e6stin, kaì tò aplw<ç
ei3nai e1x a1nágkhç. 2 Omoíwç dè kaì e1pì tou< nh> o6ntoç>> De la interpretación 19a, 23-27.
Desde el punto de vista de Aristóteles, la primera frase esta clara,
definición, ya que una cosa no puede ser nada más que lo que es definido
1017 a 30 de la Metafísica habla del ser del juicio verdadero y del falso; se
necesario que sea, ei1=nai, y cuando <<lo que no es>>, mh1 o6n, no es
necesario que no sea, mh1 ei1=nai. Esto tiene un significado al que Severino
tiene ser no puede dejar de ser, es decir, que <<lo que es>> no puede ser y
género241.
240
<<Ou1 méntoi ou5te tò o6n a5pan a1nágkh ei3nai o5ute tò mh>o6n mh< ei3nai>>
241
Met.1027 b 31.
Como se ve, Aristóteles, en este sentido distingue el ser en
cuanto verdadero o falso, ya que no se halla en las cosas, en los entes, sino
comprender las causas y principios del ente. De ese modo, al final parece
formas, Severino no duda en afirmar que el ser en cuanto a ser, para él o6n h2
como todo243. Para Severino, las determinaciones del ser tienen la misma
como crítica a Aristóteles, por cuanto el ente no es necesario que sea y, por
potencia de Aristóteles.
242
. Op. cit., pp. 164 –165. Aubenque considera importante no dejar tan de lado la tesis del ser verdadero.
Suscribe las tesis de Brentano en cuanto que el ser verdadero es el ser de la cópula en la proposición, con
lo que no se aparta de una concepción ontológica de la verdad. Si es así, entonces es el fundamento de
toda teoría de los significados del ser, reduciendo estos significados a las formas de predicación
243
Severino E.: op. cit., pág. 53.
3.5 El ser en potencia y en entelequia
o el acto perfecto. Parece que la explicación versa más bien sobre el ser y el
situación244.
En caso de ser afectado por otro, es porque está privado de algo, por lo que
244
Met. 1017 b 1.
potencia o de ser afectado por estar privado de algo, pero en referencia al
aplica Aristóteles al ente como expresión del ser por sí mismo y a ella
Por otra parte, todos los entes incluyen la capacidad de afectar o ser
cambio es una acción que conlleva en sí misma el fin, que es cambiar una
cosa que está en potencia a una cosa que está en acto y dejar que esta
misma cosa sea potencia para concebir otra en acto. Si esta interpretación
247
Met. 1048 b 20. Esta situación se refiere a la kínhsiç que no lleva su téloç en la acción misma. Pero
en Tópica 146 b 13-19, expresa también la desvinculación del téloç a la e1nérgeia y lo comprende como
pura kínhsiç.
248
En realidad, es el sentido más significativo de la e1nérgeia es kínhsiç. Esto quiere decir que hay
una fuerte asociación entre la e1nérgeia y la kínhsiç o, entre acto y movimiento, con un significado casi
sinónimo. En un sentido, kínhsiç viene del verbo kinéw, que significa mover. kínhsiç es la acción
activa de mover y la pasiva de ser movida, es decir, que tanto en acto como potencia se quiere expresar
con kínhsiç el movimiento. Es la expresión de que tanto el agente como el paciente tienen que estar
próximos para lo que estaba en potencia llegue a ser en acto. O la e1nérgeia a dúnamiç (Física. 255 b
35). Está claro que el movimiento es el paso de la dúnamiç a la e1nérgeia, que aparece más explícito en
la Metafísica en 1020 b 19-22, donde surgen como sinónimos la e1nérgeia y la kínhsiç. Así dice <<tà
e1n kinh’sei o6nta tò mèn gàr w2dì dunámenon kinei=sqai h5 e1nergei=n a1gaqòn tò d 1 w2dì kaì
e1nantíwç mocqhrón>>. Lo que en el ente se mueve así como lo que es capaz de ser movido, lo que
actúa u obra es bueno (útil) así como es cierto que lo opuesto es malo. También en 1050 b 29, cuando
habla de los megáricos, el verbo e1nergei=n equivale a kinei=sqai, la pasiva de mover, ponerse en
movimiento. Esta situación implica que el ser como e1nérgeia es kínhsiç, si se llega a comprender el
contenido ontológico de ambos términos, o por lo menos como causa ai5tion. Esto sería la kínhsiç de la
actividad, e1nérgeia, del ser, tò ei3nai, o como principio de donde procede el movimiento, por lo que la
actividad el ser sería el primer principio responsable del movimiento.
dinámico que si fuera en potencia, ya que entonces el acto sería algo más
hecho de que el ser sea acto, lo limitado es actividad del ser y no algo no
acto, e1nérgeia, sería ser por sí mismo, kaq 1au2to tó ei1=nai. En este
249
No es este ni mucho menos el sentido que le han conferido al acto y a la potencia en el estudio de
Aristóteles. Aubenque (op. cit, pág. 422) dice que el acto se distingue del movimiento en el modo en que
designa a un ser inmóvil, que es la inmovilidad de un resultado, lo acabado. Considera que el acto no es la
actividad y que es diferente al movimiento. En este sentido, en realidad habla Aristóteles del movimiento
como una acción que no es perfecta porque no tiene el fin en sí misma (Met. 1048 b 20-30), pero que
sigue siendo una acción pra=xiç. Ahora bien, la distinción entre acto y actividad la destaca Aubenque en
cuanto que los conceptos de e1nérgeiay e1nteléceia, se refieren al acto, a una experiencia de movimiento
en el sentido de una actividad artesanal como obra e5rgon Esta situación no menoscaba el acto como
actividad, ya que incluso Heidegger en <<La pregunta por la técnica>> reflexiona sobre las cuatro causas
de aquello que es responsable de algo donde el téloç <<es el responsable de aquello de lo que la materia
y el aspecto del utensilio sacrificial son correspondientes>> explicando la mala interpretación del
téloç como finalidad (Conferencias y artículo,s pág. 12, Barcelona: serbal, 1994). En <<Ciencia y
meditación>> desarrolla más el sentido de los conceptos griegos de e1nérgeia y e5rgon. En este sentido,
e1nérgeia es traer de y traer delante a la presencia, pro-ducir, obrar, y e5rgon , la obra que se hace
presente. Lo traducido por acto es un obrar, un producir, una actividad que trae su obra a la presencia y la
e1nteléceia el-mantenerse-en-el-acabamiento.
es, en cierta forma, sino una actividad de poder ser actuado250. En cierta
los entes en potencia son activos por poder ser actuados251. De esa forma, el
en Deleuze
250
Por eso se puede hablar de dos sentidos de la potencia. En primer lugar, un sentido de la διναµις como
(1046 a 15), potencia primera prw’thn mían, que sería el principio de movimiento, que es una potencia
que está en la ou1sía y es referida a la especie determinada por la forma,(1046 a 9). En segundo lugar una
potencia en general kat 1e1nérgeian que se define como principio de movimiento y reposo. Este segundo
sentido es el que toma Heidegger para hablar del reposo como movimiento y que en realidad pertenece a
esa potencia en general, o5loç. En este sentido Yepes (op. cit., n. 25 pág. 231) habla de la posibilidad en
el orden real que pertenece al ser en potencia. Este ser en potencia, que es lo contingente, lo que puede ser
y no ser, es el sentido de potencia según el acto como posibilidad kat 1e1nérgeian.
251
Esta situación atañe a la potencia activa y a la pasiva en la que según reale este último sentido cae
dentro de dúnamiçcomo e1nérgeia. (La dottrina aristotelica della potenza, dell´atto e dell´entelechia
nella Metafisica, Studi di filosofia e di storia della filosofia in onore di Francesco Olgiatti, pág.153,
Milano: Vita e Pensiero., 1962.)
que es lo mismo, que toda potencia es realizable y lo que no se realiza no es
considerar que la potencia es cierta forma de acto así como el acto es cierta
252
Met. 1046 b 30.
253
Met. 1047 b 5.
De esto se comprende que lo que se halla en potencia es
expresa con relación al ente. Dice Aristóteles, que cuando los entes no son
ga1r mh1 o6ntwn e6nia dunámei e1stín ou1k e6sti dé o6ti e1nteleceíj
potencia como ser posible en acto, pero no es ser en acto mientras es ser en
de la posibilidad, es decir, de algo que sea y que no sea nada para que
254
Met. 1047 b 2-3.
255
Hay que hacer notar que Aristóteles también pensaba que de la nada no podía salir nada, es decir, que
lo que no es no es. En Física (191 b 10-15) habla de esta situación cuando se refiere a que en sentido
absoluto nada llega a ser de lo que no es, aunque alude al modo de llegar a ser de lo que no es, que es del
accidente. A esto añade que un modo de no ser es la privación, al igual que cuando se hablaba de que la
potencia pasiva es una forma de privación. Si en 191 b 1-5, dice que algunas expresiones se toman en
doble sentido, hay que comprender este no ser como ser de la privación, donde la pasividad es no ser y la
actividad ser. En cierta forma son dos modos de actividad, mientras se tenga la potencia de ser en acto, un
posible real del que pueda surgir el ser manifiesto actual o el ente. Guthrie W.K.C., cuando se refiere a la
esteresiç o privación, señala que esta no es absoluta para los accidentes en la cosa, sino que hay una
retracción de los contrarios donde prevalece uno. El sustrato que permanece en todos los casos es la
materia como sustancia (Historia de la filosofía VI. Introducción a Aristóteles, pág. 135, Madrid: Gredos,
En DR, lo posible es lo opuesto a lo real en el sentido aristótelico
grande para que algo exista o sea real. Entonces Deleuze le confiere al
virtual contiene una realidad plena que se opone a lo actual. Es una parte
del objeto de una doble mitad que no se asemeja a su parte actual, pero que
que surge como un salto brusco, como algo que es un no ser y es posible y
de este no ser surge un algo. Es decir, que este es el mismo problema que
1993). Si se considera la sustancia como e1nérgeia como interpreta Heidegger, lo que permanece es la
actividad. En nuestro caso del ser en potencia o en acto, lo que prevalece sería el ser, y dependiendo de la
privación de uno u otro siempre permanece el ser. Si es actividad, el ser entonces en la potencia siempre
tiene actividad retraída.
puede ser. Deleuze se aferra a este proceder con su ser unívoco, y en cierta
univocidad.
Deleuze que entonces es la misma existencia, pero fuera del concepto que
la postmodernidad hermeneútica.
sostiene y sigue presente. Explica que algo es presencia y que para los
decir que Aristóteles pensara igual, pero sí que hay un sentido orientado
256
DR, pág. 278.
que prevalece en el de la sustancia como ser presente257. En otra parte
ou1sía 258.
de Heidegger de lo que está presente, por una parte, y, por otra, se entiende
demás cosas se predican de estas. En este sentido parece claro que hay una
ai6tion tou= ei1=nai, e1nupárcon e1n toi=ç toioútooiç o6sa mh2 légetai
este modo << otra manera de expresarla (la sustancia) sería causa del ser,
257
op. cit., pág. 62
258
Heidegger M.:<<Ciencia y Meditación>> en Conferencias y artículos, pág. 68, Barcelona: serbal,
1994.
259
Met.1017 b10.
dándose dentro de todas esas cosas (cuerpos simples y compuestos) las
caso corresponde a lo que hace que el ente sea, es decir, que la sustancia
particular, que mora allí delante, por sí, pero que no se manifiesta
que se traduce así,<<además esas partes que dándose dentro de las cosas
anula el cuerpo que está dentro se anula la superficie), así como algunos
está dentro de ella. Gracias a esto la cosa puede determinarse. Desde este
sustancia, que sería el ser para todas las cosas, no expresa ninguna relación
relación con la cosa es de univocidad del ser en todas las cosas en que se
presenta, pero el sustrato es particular a la sustancia como entidad natural
basándonos en la analogía.
expresión del ente en el ser. Es decir, que el de sí tó ti2 h4n ei1=nai hace que
hace que por su causa el ser sea o se manifieste como ente, ya que
habíamos dicho que era ai6tion tou= ei1=nai, causa del ser o era
262
Para Heidegger, la e1nérgeia , o mejor dicho, el ser que descansa sobre la e1nérgeia del tóde ti es
donde se puede pensar el ei3doç, como <<especie>>. sería lo determinado de la sustancia, el tóde ti, el
presenciar del ei3doç comprendido como e1nérgeia. Así afirma también Aristóteles que el ente tiene
varios significados y entre ellos el ente en potencia y el ente en acto dúnamei kaì e1nérgeia (Met.1026
b 1-5). Ahora bien, siempre se apela al sentido último de actividad para el ser aunque se hable para el ente
de dos significados que ya se explicó que no eran homónimos (Met.1003 a 30, 2).
263
En realidad lo que dice Aristóteles se refiere a ei3doç que atiende tanto a la forma o la idea así como
a la especie. sería una situación común a una multiplicidad (Aubenque P.:op. cit., pág. 215). La misma
palabra relaciona la idea platónica y la especie aristotélica. En Met. 1059 a 10, hay una referencia a las
ideas platónicas, en la que se comprende que hay una diferencia entre la identidad de una idea
incorruptible con lo que es la cosa y tiene esta de corruptible de la que es idea. Aristóteles juega con el
doble sentido del ei3doç como forma y como especie, ya que la especie es la unidad de los seres que tiene
la misma forma. Así, Aubenque señala que <<o bien la idea es la forma ( ei3doç ) y la esencia de lo
corruptible o bien es incorruptible. La separación de la idea, que hace de ella una realidad incorruptible le
impide ser una idea, es decir, de concentrar en sí lo que son las cosas de las que es idea o bien de ser la
unidad de una multiplicidad a la que define, le impide estar separada>> (op. cit., pág. 307). Aubenque
termina diciendo que Aristóteles se inclina por la separación y no por la unidad.
determinado de la especie, como materia y como compuesto, que es lo que
ei1=nai es algo más que sustancia. Por eso, puede que el ser aristotélico sea
esta la expresión material del ser unívoco(la sustancia es ser, pero este no
sustancia.
todos los accidentes o lo que se explica de ellos, quedaría como algo que
subsiste. En este sentido, está claro que la materia cumple este requisito.
264
Met. 1029 a 1-5.
Ahora bien, para Aristóteles supone que para ser sustancia con todas las
ocurre con la forma, que muchas veces se identifica como ei=1doç y que
hay que partir del conocimiento de lo singular que de entrada poco tiene
que ver con el ente. Ahora bien, la esencia es lo que se considera como
lo que quiere decir que cualquier tipo de proposición sería una definición y
por lo tanto una esencia, ya que cada enunciado según Aristóteles tendrá un
habla de una cosa o de un ente, sino de algo que tenga una presencia se le
265
Met. 1029 b. La cita es la misma que la anterior.
que busca la definición con el enunciado, sino el ser que se comprime en la
para ser primero sea la especie a la que pertenece para que sea única. Con
habrá esencia del ei=1doç que forma parte de la sustancia, y entonces lo que
es266 y es sustancia sin materia. Entonces hay que exponer lo que supone
de este el ei=1doç
bajo la forma como figura o la especie como idea, surge una imagen
relación. Con esto, el ei=1doç se expresa como término de igual manera que
266
Met. 1030 a 1-5, <<o5per gár ti’ e1sti tò ti’ h3n ei3nai>>
267
Met. 1033b 5.
platónico, a no ser que haya una dicotomía en la relación, es decir,
268
reale G. Introducción a Aristóteles pág. 57, Herder: Barcelona, 1985.
representada de la especie que engloba todas las diferencia en ella
universal epistemológico.
ser del ente, tó ti2 h=1n ei=1nai , como presencia, u2pokeímenon, consistencia
por el ver, y no que el ser como idea se comprendiera con el ver. Lo que
que el ser es la idea como algo visual o como aspecto, aspecto que tiene
que darse en la presencia para que sea ente. Esta idea adquiere el carácter
de apta para ser un ente. Por lo tanto, el ser es presencia y posibilidad del
ente, lo que parece bastante ambiguo. Para Heidegger esta situación hace
como expresa reale, que en considerar una interpretación del ei=1doç: se fijó
como la obra final del obrar, considerado como e1nérgeia, que Heidegger
269
Op. cit., pág. 187.
270
Op. cit., pág. 330. Esta situación del reposo parece como si fuera continuidad de movimiento, pero
esto no es lo que quiere decir Aristóteles. Para él, reposo es estar en lo mismo durante cierto tiempo la
presenciar o la e1nérgeia como presenciar final que se demora, que
sustancia como presencia que tiene una forma o aspecto, el ei=1doç, que es
cosa y sus partes. Por tanto, el reposo es cuando la cosa es inmóvil, inmóvil cuantitativamente. Distinto es
si la cosa está implicada en un movimiento cualitativo, si en lugar de cosa hablamos de singularidad. Para
Aristóteles las cosas o están en movimiento o están en reposo o están en movimiento y reposo (Fis. VIII,
3, 253 a 25-30). Es la expresión de una modalidad estática en cuanto lo que es es contingente o necesario
o necesario hipotético, coexistiendo estas tres expresiones. Es decir, no hay una continuidad heraclítea ni
una inmovilidad parmenídea sino cosas que expresan tres posiciones del ser y por lo tanto en el
movimiento. Ahora bien, hay que ver si se refiere a todas las cosas en general este triple sentido y
también a la cosa particular ya que en este sentido lo necesario de la cosa será el enunciado o el nombre
que será unívoco como la casa y lo que significa. Lo contingente sería el noúmeno por interpretar o dar
expresión a lo propio individual contingente y desconocido y la casa como tal experiencia sensible que
cambia en el tiempo o que tiene la potencia de cambiar estando en acto es lo necesario hipotético.
activo para que no sea un límite acabado, inabordable e inmóvil. Por eso,
antes de considerar la esencia como sustancia, que sería el ser del ente,
271
Met. 1022 a 5.
categorías, el límite no solo afecta a las cosas sensibles, sino también a
cuando una cosa no es y pasa a ser, ya que no puede ser las dos cosas a la
no sucede igual en los movimientos cualitativos, que son los únicos en los
que puede haber algo no divisible y, por tanto, indivisible, ya que estos son
que hay en ellos que los haga indivisibles, puesto que en realidad
272
Fis. 236 b
pertenecerían a las categorías. Hay que tener en cuenta que para Aristóteles
por lo que hay que ver cómo se desarrolla el movimiento en las categorías
sino que va hacia él, y que la acción que lleva en sí mismo el fin no es
contenidas el fin, pero acciones al fin y al cabo. Pero las acciones no son
e1nérgeia , o por lo menos hay que plantear ese sentido para comprender la
273
En Tópica IV, 3, 124 a 21 se dice que <<Del mismo modo en la génesis y la corrupción: por ejemplo,
si edificar es actuar (ei1 tò oi1kodomei<n e1nergei<n) haber edificado es haber actuado ( tò
w’ikodomhkénai e1nerghkénai)>>.Εs el sentido de movimiento que adquiere el actuar por parte del
sustrato. Todavía más sorprendente es la traducción que realiza en Tópica 125 b 15- 20 R. Yepes cuando
refiriéndose a la sensación como un movimiento a través del cuerpo expresa claramente que el
movimiento es e1nérgeia, (op. cit., pág. 177).
De anima 431 a 3-8, que se traduce así: <<Es evidente que lo sensible hace
más amplio del que pretenden darle Oñate, Hintikka y otros, en los que
274
Yepes: op.cit., pág. 263
275
Met. 1043 b 2-4 1045 b 20.
explica que en Aristóteles, en el libro 6 de la Metafísica, distingue los dos
límite. Por otra parte, la kínhsiç es una acción, aunque imperfecta acción
que no sea una acción, sino que es una acción que no tiene un fin. Parece
más bien que hay dos tipos de acciones. Uno, que es el de práziç con
extrae Oñate es que hay una diferencia clara entre kínhsiç y e1nérgeia en
276
En todo el corpus aristotélico se ve una asociación entre la kínhsiç y la e1nergeia usando el verbo
mover y actuar como equivalentes y próximos. Así en Fis. 255b, 30, 35, en Met. 1020 b 19-22, 1021 a
19se habla la simultaneidad del agente y paciente para llegar a ser en acto a partir de la potencia o que lo
que es movido o actuar sean sinónimos. Incluso en Met. 1046 b 30, h2 e1nérgeia málista h2 kínhsiç
ei3nai, el acto principalmente es el movimiento. En Fisica 257 a 6- 8 llega a decir que el movimiento es la
e1nteléceia incompleta del móvil o que es la e1nteléceia de un ente en potencia en cuanto tal, en Fisica
201 a 10.
de lo que es propio tò ti h3n ei3nai e6kaston como límite del
a1rch’, también es límite, en cuanto que dice Aristóteles que todo principio
es límite, pero no todo límite es principio, Metafísica 1022 a 10.). Por eso
ser e1nérgeia277. Por otra parte, Heidegger describe que para lo griego, el
principio, a1rch’, como disposición, es el ser del ente, que en este caso sería
277
Hagen describe muy bien esta situación cuando refiere que los movimientos como acciones
imperfectas lo que es inmanente es el límite o péraç a diferencia de las acciones perfectas que la
presencia del téloç es su e5rgon su obra, <<The e1nérgeia-kínhsiçdistinction and Aristole´s conception
of práziç>>,Journal of the History of Philosophy, XXII-3, 1984, pags. 263-280.
de lo que es en cuanto idea con los seres sensibles y limitados. El alcance
del péraç platónico era exiguo en cuanto que solo se refería al límite o
actuando por sí mismo. Por esto, hay que considerar al ei3doç como un
por la mente, pero no que sea ella misma lo que pertenece al sujeto
cartesianismo anacrónico.
enunciado. Para ser conocida la esencia de lo que es propio tiene que ser
dicha. Las esencias tienen una definición, y solo hay esencias de lo propio
sea especie de un género o ei=1doç, que tengan forma. De esta manera, llega
a decir Aristóteles que la definición y la esencia pertenecen a la sustancia,
con lo que solo hay definición de la sustancia. Por esto hay que considerar
278
Met. 1032 b 10.
lo que para Aristóteles es acción para Deleuze es movimiento ya que la
que expresa Deleuze del ser con relación a los demás filósofos del ser como
Aquí, el ser es pensado por Escoto como neutro, <<l’ être est pensé comme
univoque, mais l’ être univoque est pensé comme neutre, neuter, indifférent
Ahora bien, en este ser común neutro, indiferenciado, Escoto propone una
mismo individuo, mientras que la modal es la que hay entre una cosa y sus
univocidad del ser neutro. Por otra parte, la distinción modal establecida
modos. Así, siendo el ser neutro unívoco y los atributos también, esto
280
DR, pág. 58.
quiere decir que tanto Dios como las criaturas comparten atributos y
del sujeto, pero una distinción real que expresa y compone un ente único,
de pliegue.
filosofía con respecto al ser unívoco. Según Deleuze, Espinosa deja aparte
281
SPE, pág. 55.
formalidad y número, de tal manera que las distinciones cartesianas se
sustancia.
que el efecto está en la misma causa. Esto implica una igualdad del ser a
una ontología del ser y del uno, que son correlativos, siendo todo lo que es
como una unidad de lo múltiple, que está presente en Dios, con una noción
282
SPE, pág. 157.
complicatio-explicare. Las cosas se complican con Dios mientras lo
que haber una sustancia plena de los modos y unos modos plenos de la
diferente, del uno, lo múltiple, del ser, el devenir, que según Deleuze es
expresa la diferencia.
siempre ser, pero del devenir, ya que, según Deleuze, retornar es identidad
283
SPE, pág.12. Para Deleuze la palabra <<expresar>> tiene varios sinónimos en Espinosa. Los
sinónimos que presenta en principio en el Tratado de la Reforma Política, 76 es el de <<ostendere>>;
<<mostrar>>, <<exhibir>>. Por otra parte supone unos sinónimos correlativos; el de <<involvere>>;
<<envolver>>, <<ocultar>>, <<rodear>> y <<explicare>>; <<desdoblar>>, <<desarrollar>>(Ética,
I,8,esc.2). Esta palabra todavía es mÁs importante en cuanto que está en relación con el pliegue. El origen
etimológico de la palabra es el de ex-plicare donde la partícula <<ex>> supone el lugar de procedencia de
donde se parte, quizá un comienzo o una apertura; <<plicare>> es <<doblar>>, <<plegar>>, lo que
supone ya en sí misma ,<<explicare>>, una alusión directa a la procedencia el plegar. Así la explicación
como expresión del ser unívoco alude tanto al uno como a lo que se expresa-explica: el pliegue y los
pliegues.
diferencia se entiende por repetición. El eterno retorno de la diferencia que
Badiou para hacer su análisis de lo que piensa con respecto a ella el propio
Deleuze
Deleuze es una ontología. Esta ontología clama para que sea solo una voz
filosofía crítica, sino que supone pensar la diferencia con todos sus sentidos
ontológicamente uno285. Para Badiou, todos los casos que presenta Deleuze,
del ser. Así, partiendo de Deleuze como historiador del ser, Badiou
284
DR, pág. 60.
285
Badiou, op. cit., pág. 37.
pretende explicar bajo dos tesis abstractas el principio del pensamiento
deleuziano.
significa numéricamente que el ser sea uno. Para Badiou, esto es una
aserción vacía, ya que no supone que el ser sea una identidad única para
potencia del uno es pensar la disyunción, y es que los entes son múltiples y
diferentes. Tampoco es cierto para Badiou que el ser sea uno como uno, es
no significa que esta pluralidad le confiera al ser otro valor ontológico que
distinción formal. Ahora bien, ya se dejó claro que tanto para Duns Escoto
como para Espinosa la distinción formal es real, pero es una distinción real
se puede entender que hay un solo ser, aunque para ello se tenga que
ser no es. Esto no goza de sentido más que por ser una sola voz para todos
las múltiples formas de ser en los entes o los modos o los atributos, sean
estos unívocos o no, pero siempre con el sentido claro de que lo ontológico
286
IbÍd., pág. 43.
287
DR, pág. 53.
sea con respecto al ser. La distinción formal es real, y la distinción real
modal, pero nunca real. Por esto, Badiou admite una equivocidad del ser en
cuanto a lo que dice, a sus expresiones modales, pero siempre bajo la tutela
múltiples sentidos, no poseen una distinción real, ya que lo real sería lo que
según Badiou, es que lo múltiple de los entes es la expresión del uno por
288
Las distinciones parten de una elaboración escolástica metafísica, para comprender la alteridad entre
los objetos. En este sentido, Santo Tomás comprende la distinción formal, que es una distinción
específica, la que existe entre dos especies, y la distinción numérica, que es la que ocurre numéricamente
entre dos cosas de la misma especie. La distinción formal que utiliza Duns Escoto sirve para expresar la
diferencia formal de atributos divinos con respecto al individuo, pero sin perder la relación de univocidad
del ser neutro. La distinción real se refiere a lo que puede ser independiente, sin que dependa más que de
ellas mismas. Con respecto a los atributos, se supone entonces que cada uno de ellos es independiente con
respecto a otro solo basándose en que en lo unívoco su realidad se constata por el sentido común del ser
único que al pertenece. En realidad, la distinción real es más bien la capacidad de que puedan pensarse
estos atributos, independientemente ellos, en la univocidad o distinción entre sustancia cuando esta es
equívoca.
sus simulacros. La diferencia de los simulacros consiste entonces en llevar
teoría de las ideas y del Bien, si en algún sentido hay una univocidad, lo
que trasmite Badiou es que los entes, al ser simulacros, son copias que no
diferencia, para Deleuze, es una expresión del ser pero dentro de una
apariencia es real en cuanto que existe. En LS, se verá cómo habla del ser
univocidad del ser común, siendo este el que aglutina el sentido único
289
Badiou, op. cit., pág. 44.
relación con la univocidad a través del acontecimiento puro como vínculo
que se interioriza en él y que se efectúa fuera de él. De esa forma, todos los
haya un solo y mismo ser, ya que para Deleuze, según esta afirmación, los
entes (etants) son seres en LS, sino que hay solo un ser en un mismo
ni activo ni pasivo, sino solo neutro. Por eso, es el mínimo ser común de lo
que también siendo real actualiza lo virtual, por lo cual es ser unívoco. De
materia extensa. De esta forma, Deleuze distingue tres clases de seres con
un ser común, el ser unívoco. Como ser entiende el ser de lo real como
290
LS, pág. 211 y pág.49.
unitario del ser. Habría que pensar que, tanto el ser de lo real como lo
ser. En cierta forma, recuerda la doble univocidad del ente en cuanto a ente
a la metafísica291.
realidad crea comunicaciones entre ellas. Aquí el Cso. (cuerpo sin órganos)
producción deseante, afirmando el todo en cada una de las partes, Cso. Por
continúa siendo una propiedad del ser neutro, que se expresa en todas las
multiplicidades293.
de producción, que son los cuerpos, los objetos parciales y los flujos. Por
293
PP, pág. 198.
como producción de lo real en cuanto a su relación entre objeto y sujeto. El
pertenece a él. Es más bien el sujeto, si lo hay, el que carece de deseo por
memoria histórica del sujeto. Así, dice Deleuze que el ser objetivo del
objetivo fuera del deseo que tenga una necesidad de él. Según Deleuze, se
forma una pasión por ser objetivo y natural, citando a Marx y, por lo tanto,
no hay carencia en el deseo. Ahora bien, no hay deseo por necesidad sino
más bien necesidad por deseo, ya que esta surge de él. El problema de la
pasivas por alejamiento de ellas, y con eso pierde el deseo, entendido como
294
AEO, pág. 34.
cartográfica, es decir, en un plano, que, según Deleuze, se divide en dos:
consistencia
estar dado. Gracias a ese principio se puede ver lo que se ve y oír lo que
relaciones.
pertenecen las formas ni los sujetos, sino los afectos y las relaciones. Son
295
MP, pág. 325.
individuaciones son haecceidades. Se encuentran compuestas por sus
Por otra parte, este plano actúa sobre los estratos del plano de organización
organización296.
unívoco de lo diferente.
materia que no son palpables y están conectadas entre sí. Este plano de
296
MP, pág. 326.
297
MP, pág. 311. En francés tiene el sentido de desplegar un mapa. Se ve siempre el sentido cartográfico
y geográfico que contiene el plan de consistencia para Deleuze. Es un desplegar del ser unívoco en
relación con sus pliegues. Lo cartográfico posee la cualidad de exponer un entredós, que secciona las
formas y supone una relación más que una estratificación. La distancia entre dos puntos es una relación
de velocidad y movimiento, un devenir, pero no un estrato.
agenciamiento infinito298. Las partículas conectadas entre sí componen
género, sino que más bien es la capacidad de potencia que posee con
298
Ver lo que dice Deleuze sobre el agenciamiento.
299
MP, pág. 314.
300
MP, pág. 318.
3.14 El todo y sus cambios en referencia al movimiento según Bergson
Bergson sobre el movimiento, para explicar el todo con relación a las partes
que es homogéneo y único para todos los espacios. Ahora bien, esta
301
IM, pág. 14.
abstracto. Es una crítica al movimiento unido al espacio recorrido. En
realidad, para Bergson es en el cine donde se expone una tesis que aparece
imagen como imagen media de los fotogramas, que son cortes inmóviles.
donde se veía una remisión a formas o ideas eternas pero inmóviles. Para
302
IM, pág. 15.
303
IM, pág. 18.
Ya no se compone el movimiento de elementos trascendentales como
está dado el todo ni puede darse, ya que entonces el tiempo sería una
momentos cualesquiera. Estas dos tesis del movimiento a partir del cine
dan origen a una nueva, donde se confirma la univocidad del ser a partir del
304
IM, pág. 21.
Para Bergson, el movimiento es cuantitativo y cualitativo. Ahora bien, si
pero uno era de los accidentes y el otro era físico, Bergson supone que el
cambio por el movimiento, supone que el todo no está dado ni puede darse
sino que a través del movimiento este todo se expresa precisamente en que
todo como expresión del ser uno es relación. Para Deleuze, la relación no
es un atributo sino algo exterior a los objetos. Por otra parte, la relación
procede siempre del todo, dando una realidad virtual de los términos. Así,
posición en el todo, pero la relación hace que el todo cambie por cualidad.
305
IM, pág. 23.
que es un todo de relaciones306. Por este motivo, para Badiou el todo de las
fundamento platónico307.
306
IM, pág. 24.
307
Badiou, op. cit., pág. 92.
lo que se trata es de ver si se puede considerar la relación en Aristóteles
como ontológico.
Aristóteles dice <<el ente se dice de muchas maneras pero en relación con
como presencia del ser, como algo más consistente que lo abstracto del ser,
entendido como tò ei1=nai. Por lo tanto, hay una relación del ente unívoco
relación tiene una fúsiç única y que esa naturaleza única le pertenece al
ente. Más adelante dirá que esta naturaleza es la ou1sía, donde todas las
Heidegger). Esta situación la explica, por ejemplo, cuando las cosas sanas
308
Met. 1003 a 30-35.
309
Met. 1003 b 30-35.
Aristóteles con respecto al tò o6n; u2pokeímenon como sustrato material de
morfh’ ei3doç. Por otra parte, se halla la ou1sía como tò ti h1=n ei1=naique
única del ente, la fúsiç. Este término como ser único del ente habría que
fúsiç es el ser mismo, por lo cual el ente llega a ser, ya que desde el
principio al ente en general (lo que es) se le llamó fúsiç310. Sobre la base
presencia del ser. Así, en Aristóteles puede haber una doble univocidad del
ente como tal y del ser en su totalidad. Es precisamente por la relación que
equívoco.
hablaba del pròç e5n , la relación era por la sustancia y no por las
la presencia, y no al ser del ente que es lo virtual real, que puede ser
de interioridad con la sustancia por parte de las categorías que les confieren
unidad y ser311.
Para él, hay varias clases de relación, pero a nosotros nos interesa la
relación por e1nérgeia y dúnamiç. Así, dice Aristóteles, que <<lo que hace
situación diciendo que la relación que hay entre lo que puede calentar y ser
corta está en relación con lo cortado, por lo que actúa o por los que actúan,
los actos que se derivan de las potencias, los que actúan o actuantes, están
kínhsiç.
ser del todo como relación y sobre esta como duración. Para Deleuze los
312
Met. 1021 a 15-20
se incluyen en un todo de relación. Por el todo de relación se transforman
todos los elementos, las posiciones, los cortes, los pliegues. Deleuze piensa
comprende que Deleuze hace una crítica sobre la base de conceptos del ser
ser todo con pensar y lo que supone pensar lo singular. Por eso, nos
este modo sería es muy difícil conocerlo. Entonces, se plantea esa forma de
el ente (e1óntoç).
Parménides como ser, ei3nai, y el ente, e1ón, pensado como el pliegue entre
el ser y el ente. Explica que este ente no es un ente en sí y, que, como una
destaque lo no sensible del ente frente a lo sensible. Esto es algo que como
del ente>> y <<ente del ser>>. Lo que pasa es que al expresarse como ser
del ente y ente del ser, se oculta el pliegue, y lo que explica entonces el
pensar occidental es, más bien, el ser del ente en sí, que identifica al ente en
313
Heidegger M., op. cit., pág. 200.
interpretación del Fragmento VIII. Así, explica que, siendo lo mismo,
e1ón , solo puede ser nombrado como lo que está presente en el pensamiento
por causa del pliegue no dicho. De esta forma, Heidegger explica que el
pliegue, para ser recuperado del olvido, tiene que encontrar su ser como
entender que no hay un ser para sí como representación sola de un ser ente
intercede para que el pliegue como e1ón haga que lo dual, que es el pensar
despliegue se hará más o menos efectivo por la moira, que es el sino del ser
como sentido del e1ón. Aunque, según Heidegger, lo que efectúa el sino es
314
Ibíd., pág. 213.
múltiple para Heidegger, según Parménides, aparece en los tà sh’mata
relación de lo interior con lo exterior, Deleuze aludía a los dos pisos: uno
interior, del alma, y otro exterior, de la materia: así presentaba una escisión
que remite al pliegue. Por una parte, habla de los pliegues del alma como
315
Ibíd., pág. 219.
una exterioridad, ya que los pliegues del alma actualizan los repliegues de
la duplicidad (duplicité) del pliegue que expresa los dos lados del ser que
distingue y relaciona316.
decir expresado en el ente, e1ón , pliegue que por la Moira se hace visible
de la verdad.
316
LP, pág. 42.
4.2 Cómo puede considerarse el pliegue en Aristóteles
relación que existe entre lo nombrado en esencia como ser del ente y el
ser de Aristóteles. Ahora falta ver como son conocidos por su expresión a
para él. Por eso hay una distinción entre la esencia y la sustancia, y
presenta solo puede ser expresada por la esencia y, de ese modo ser
sustrato, u2pokeímenon , que como presencia que mora tiene ei3doç e u5lh’ y
posible que sea pensada y dicha esta singularidad. La esencia es el ser del
como aspecto para que la sustancia, más que como esencia, se tome como
explica que la definición se basa en el ei3doç, es decir que solo hay esencia
en la doble hoja de lo que se dice por una parte y de lo que se presenta por
otra. Al hacer coincidir el ser del ente con el ente del ser, ambas como
318
Heidegger op. cit., pág. 209 <<Dado que la coligación que prevalece en el ser une todo ente, del
pensar en la coligación surge la apariencia inevitable y cada vez más tenaz de que el ser del ente es no
solo igual al ente en conjunto sino que, como lo igual, pero al mismo tiempo lo que une, es incluso el ente
máximo. Para el representar todo se convierte en ente>>.
319
Met. 1029b 10-15, <<o5ti e1sti tò ti’ h3n ei3nai e2kastou o6 légetai kaq 1 au2tó>>.
representar de lo específico y se olvide, como dice Heidegger, el ser del
formas, subsiste el sentido griego del ser pensado con el ser presencia con
explicar el pliegue.
reversibilidad
Ponty presenta la expresión del ser para sí y del ser en el mundo. El ser
320
F, pp. 117-118.
superando la oposición que manifiesta. Para Merleau-Ponty, toda
que posee el ser para sí, aislada, que refleja el algo del objeto como una
percepción que se impone desde afuera. Es toda una teoría que forma parte
lo percibido de la cosa misma, es decir, el ser para sí, que percibe una cosa,
Ahora bien, esto induce a que el ser para sí haga suyo el ser en sí.
321
Merleau-Ponty: La fenomenología de la percepción, pág.404, Barcelona: Ed. Planeta-Agostini, 1993.
322
Ibíd., pág 59.
323
Ibíd., pág. 334.
sí las cosas del mundo, las desprovee de su en sí para convertirse en su
sí. Tener una percepción supone tener conciencia de sí, y esta conciencia de
bien, a pesar de que el cuerpo propio es un sinónimo del ser para sí,
324
Ibíd., pág. 100.
325
Ibíd., pág. 101.
adhesión prepersonal de carácter innato a una existencia anónima y general
del mundo. Hay una unión con diferenciación, una comunión. Es quizá este
comunión recíproca del ser para sí con el ser del mundo. Sin el ser del
una forma radical de idealismo del ser para sí; en el otro caso, un realismo
empírico extremo donde el ser para sí sería víctima de las síntesis pasivas y
mismo tiempo diferencia las dos formas ontológicas. Por eso, dice
para sí, esta percepción conlleva toda una modalidad existencial. Una
fusión del ser para sí con el ser del mundo es una experiencia que se
para sí sin vincular al ser del mundo. Cuando se pronuncia el ser para sí se
manifestación del ser de cada una de estas dos formas, por medio de una
326
Ibíd., pág. 416.
reciprocidad. Por eso Merleau-Ponty explica que tanto el mundo, es decir,
el ser en el mundo, como el cuerpo, es decir, el ser para sí, se fundan en una
manera diferente el ser para sí, eso sí, de un modo bastante ambiguo y entre
Así, dice que en realidad no hay ser para sí ni ser para otro, ya que uno está
necesario que vea los dos lados del guante, ya que una parte se ve y otra se
327
Merleau-Ponty, M.: Le visible et le invisible, pag 317, París: Gallimard, 1997
hay identidad, ni no-identidad o no coincidencias, sino afuera y adentro328.
Con esto, parece que la diferenciación de las cosas pierde su matiz a favor
estadio, para enseñar una faceta más integradora de lo uno y lo otro. El ser
para sí y el ser para otro, más que una comunión es un quiasma, algo que
no puede ser pensado lo uno sin lo otro, en cuyos lazos internos y externos
cultural e histórica, algo que es natural y reposa en este ser salvaje330. Así,
en una primera definición del ser, este aparece como un lugar donde los
328
Ibíd., pág. 317.
329
F, pág. 118.
330
F, pág. 307.
cuerpo, sino un torbellino repentino que produce una caverna, una cueva,
esa forma ya se produce una separación, una disonancia que emerge, que se
comportaría como un elemento que por medio de sus cualidades daría lugar
331
F, pág. 287.
332
F, pág. 264.
333
F, pág. 264..
a los hechos. Merleau-Ponty enfatiza la carne como elemento como medio
toda visión, como una manera de mirar y ser mirado, de ser visto y ver, de
par visible-táctil. Lo que puede ser tocado tiene que ser visto, como una
individual337.
334
Op.cit., pág . 193.
335
Op. cit., pág. 186.
336
Op. cit., pág. 177.
337
Op. cit., pág. 311.
Si lo táctil y lo cinestésico hacen pensar el cuerpo propio, a pesar
cuerpo como algo que funciona como una unidad338. Para Merleau-Ponty,
donde el ser para sí, que es el ser sujeto, y el ser para el otro, que es el ser
o para otro, sino conteniendo todo este ser sin restricción. Por eso, ya no se
Merleau-Ponty. El ser para sí y el para otro son cada uno el lado del otro,
338
Op.cit., pág. 268.
formas339. Ahora bien, si el pliegue en Merleau-Ponty es esa visibilidad de
dos formas, no cabe duda de que hay una evolución del concepto tanto en
4.4 Haecceidad
una forma esencial. Esto quiere decir que un grado de calor, con un grado
El cuerpo para Deleuze era una situación que se definía por las
que no se confunde con una cosa o un sujeto, las haecceidades entonces son
se conocen por sus velocidades y afectos. A estos dos planos, dice Deleuze,
341
MP, pág. 310.
342
MP,. pág. 319
es el tiempo del Aión, al que pertenecen las haecceidades. Es un tiempo del
de la tarde, una estación, una vida que no depende de la duración, etc. Pero
acontecimientos.
especie, sino como acontecimientos que devienen con todo lo que supone
344
MP, pág. 322.
Entonces, tanto en el agenciamiento como en la haecceidad está
sentido de una forma, pero vinculada a un concepto del tiempo como Aión.
espacio-temporales.
pliegue de la materia
en LP como el arte del papel plegado u origani, donde los pliegues del
alma corresponderían a la expresión de una subjetividad monádica, y los
por una fuerza activa donde lo más importante son tres nociones: la de
presenta sin vacíos pero sin partes. Es decir, la diferencia entre Descartes y
345
LP, pp.. 7-8.
del cuerpo, que determina el movimiento, así por la presión de esos
pared de mármol.
tiene algunas parte conexionadas que forman un pliegue, que permite que
346
LP, pág. 9.
encuentra en el plegamiento de la invaginación en la embriogénesis. Por
347
LP, pág. 12.
individualización singular, principio de equivocidad de lo múltiple o
univocidad de lo singular.
expresiones: las que tienen una similitud y las que engloban una ley o
por Dios como las expresiones de lo uno. Entonces, los dos factores que se
de las mónadas creadas por Dios, por lo que Leibniz a través de la creación
348
SPE, pág. 300.
(constitución originaria de las unidades expresivas análogas, las mónadas)
deleuziano
349
SPE, pág. 307.
otra parte, la evolución de este concepto en Deleuze una explicación-
de aparecer del ser por su expresión. Sobre todo, el concepto adquiere una
naturaleza de Dios. Y es que para Espinosa las ideas adecuadas del segundo
350
SPE, pág. 10.
Entonces, Deleuze busca el sentido etimológico de la expresión
expresar que los atributos manifiestan la esencia de Dios. Ahora bien, más
considera Deleuze que estos correlativos a la vez que significan una idea de
engloban, con lo que los modos, al mismo tiempo que expresan el concepto
línea de Heidegger, pero sin alejarse hasta los griegos. Aunque así parece,
que se desarrolla en este trabajo, de tal forma que dejaría ver que el uno, el
351
SPE, pág. 12.
límite-cerebro del que hablará en QCP, superando tanto el concepto de
inmanencia entiende una teoría del ser y del uno como una ontología de
presente en todo lo que es. Por otra parte, la causa y el efecto se presentan
una igualdad del ser. No hay jerarquías sino una participación de igualdad,
formas positivas, pero exige la imanencia un ser unívoco. Ahora bien, este
positividad, lejos del ser unívoco abstracto de Deleuze, que tampoco exige
que sea uno353. El ser no es causa por productividad de un efecto, sino que
tiene más bien carácter atributivo ontológico, es decir, es más bien una
352
SPE, pág. 157.
353
Badiou, op. cit., pág. 42. Esta situación la explica bien Badiou en sus tesis abstractas sobre el uno.
Badiou dice que la univocidad no significa que el ser sea numéricamente uno, ya que es una aserción
vacía. El uno es más bien la potencia que tiene de ser los entes múltiples en síntesis disyuntivas con el ser.
Tampoco el uno es uno, ya que el ser adquiere numerosas formas de despliegue: pero la división no
supone pluralidad en sentido ontológico.
deseo354. Por eso, suprimida la complicación de Dios como causa
implicación.
esta: los conceptos, funciones y perceptos. Por eso, para Deleuze, la Etica
354
PP, pág. 199. Deleuze considera que lo abstracto no explica nada sino que necesita ser explicado,
hacer que los pliegues se desplieguen, ya que lo que explica son procesos, de unificación, de
subjetivación, de racionalización. Por eso dice que lo abstracto no es uno ni universales ni trascendencia
ni razón, sino explicación a través de los procesos activos en las multiplicidades que se desarrollan
productivamente. Por ejemplo, en el plano de inmanencia, que es al que le asigna, como una especie de
distinción formal, un constructivismo de multiplicidad carente de unidad, y de aquí surgirán las
distinciones modales no numéricas de Duns Escoto. En este sentido, se acerca a Heidegger, ya que para él
el ser es una abstracción exuberante, siendo el más abstracto de todos los conceptos. También el ser es el
concepto más vacío. (Heidegger, M.: Conceptos fundamentales, pág 109, Madrid: Alianza, 1989).
5- La última ontología
caos surgen las ideas que no se pueden dominar, que Deleuze considera una
nada silenciosa e incolora que traspasan esas ideas, a las cuales llama
lo que niega todo ente, la omnitud del ente, una omnitud que no se puede
nada, para Deleuze del caos surgen todas las variabilidades, variaciones,
355
Heidegger, M.: ¿Qué es metafísica? y otros ensayos, pág. 44, Buenos Aires: Ed siglo veinte, 1992.
De esta forma, vamos a exponer ahora lo que supone para
de ese pensamiento, que surgen del caos, que son las Caoideas y las
356
QCP, pág. 111. Para una comprensión mejor de lo virtual, ver en este trabajo el apartado <<Sobre la
idea-problema>>. LP, pág. 103. Por otra parte, el caos también es descrito en LP cuando se refiere al
acontecimiento, ya que este se produce en un caos. El caos es una abstracción, ya que no existe dice
Deleuze. Es más bien lo inseparable de lo uno porque es mucho: es lo diverso, ya que lo uno en realidad
es una singularidad. El caos es lo múltiple que constituye lo que anteriormente se explicaba como síntesis
disyuntiva..
Entonces, según Deleuze, para contrarrestar esas velocidades
desorden de la idea huidiza. A esas ideas se les demanda, por las reglas de
para evitar la locura. Si para las ideas hay una protección contra el caos,
esto sirve para hacer una opinión como defensa del caos desordenado357.
que una opinión del pensar y comprende que el verdadero pensar es lo que
planos que seccionan el caos, mientras que los planos, Caoideas, son las
357
QCP, pág. 190.
de una lucha contra la opinión establecida, contra el caos a partir de los
constituyéndose en los diferentes planos, que son las formas del cerebro.
cerebral358.
neurológicas sino una forma en sí, que es la que corta el caos y crea a
358
QCP, pág. 198.
de composición, con lo que el cerebro como sujeto es más bien un injeto,
algo que llena al que contempla. Por otra parte, se halla el sujeto como
cerebro, sino que son los pliegues del cerebro en un plano de referencia,
359
QCP, pág. 202.
estas realidades son formas que crean otras realidades conceptuales. La
ontológicas de los planos como Caoideas las que crean los conceptos. En
en el plano que los constituye. Pero, por otra parte, la unicidad abierta de la
360
PP, pág. 238.
semejanza de un objeto o un sujeto que se quiere representar y no como lo
como inmanencia361.
misma, y abarca entonces al todo-uno sin que sea inmanencia de algo que
imagen del pensamiento, un uso del pensamiento. Por eso, Deleuze dice
que la imagen del pensamiento no es la opinión que uno se hace del pensar
361
El término <<trascendental>> en Deleuze recuerda el sentido de este en el siglo XIII, antes del cambio
kantiano. Lo trascendental eran las propiedades de las cosas en común y que van más allá de lo que se
componen en cuanto a especie y género. En Heidegger el tema de la trascendencia lo aborda en Sobre la
esencia del fundamento (pág. 46, Caracas: Monte Avila, 1968). El escrito original es de 1929 que a pesar
de continuar en la estela de Ser y Tiempo expresa que <<el ideal trascendental marcha junto a una intuitus
original>>. Con esto comprende que el tema de la trascendencia no supone una referencia a lo objetivo o
a lo subjetivo, sino a una interpretación ontológica de la subjetividad.
de la filosofía Eidética, Fenomenológica o Critica. Estas no son mas que
pliegue. Por eso, Deleuze afirma que al ser doble el movimiento y, solo
haber el pliegue se dice entonces que ser y pensar son la misma cosa363.
el plano con la imagen del pensamiento comprende que, a pesar de que solo
362
QCP, pág. 49.
363
QCP, pág. 41. En la traducción española se traduce de <<pli>> por <<leve inclinación>>, con lo que
se pierde el sentido del pliegue que da Deleuze a ese doblez del ser y el pensar, que se acerca a
Heidegger, y por lo tanto a los primeros filósofos griegos. El problema sería el del movimiento del
pensar, pero parece que no es obstáculo para pensar el plano de la inmanencia. De todas formas, esta leve
inclinación recuerda al clinamen de Lucrecio, descrito por Deleuze en LS, que expone JL. Pardo como un
momento del pliegue por el que se deviene algo sentido, una diferencia por lo que algo es percibido,
(Pardo, J.L., op.cit.,pág. 31). LS, pág. 311. En realidad, Deleuze enfatiza que la diversidad de la
naturaleza de los elementos que son de carácter conjuntivo y no atributivo en Epicuro y Lucrecio, es
decir, una suma y no un todo. Así, ese todo en Lucrecio pasa a ser teología más que filosofía. La
explicación de Deleuze de lo diverso en Lucrecio es de coordinaciones y de disyunciones como la
naturaleza de las cosas, siendo el átomo la realidad de lo que es pensado. El diferencial del pensamiento
como determinación original del movimiento del átomo es una especie de conatus.
364
Para Deleuze, se trata de intuir el ser. Si en los griegos la diánoia es el pensar discursivo de la razón
a través de premisas, crítica que ya realiza Deleuze a este tipo de pensar como origen de la doxa, el pensar
intuitivo apela en los griegos a los principios originarios de los que surgen los demás principios y modos
de pensar. En Deleuze no hay principios primeros ni fundamentos, pero sí hay ser. Se trata de pensar el
ser en la corriente que se deriva de lo que está más allá de lo empírico, lo que él entiende por
trascendental, y de la inmanencia que supone el plano donde se origina este pensar, que en filosofía es por
medio de conceptos.
hay un plano, este adquiere diferentes formaciones con respecto a la
razón, no hay que confundir los conceptos creados por los filósofos con el
como intuiciones de las que depende toda filosofía. En segundo lugar, están
otras, ya que en realidad los conceptos tienen que ser creados en el plano de
365
QCP, pág. 42.
duplicaba un concepto actual, y en Heidegger es la comprensión
por los primeros filósofos. Estos instauraron el plano de tal forma que
como materia del ser, y la otra, es el Nous como imagen del pensamiento.
366
QCP, pág. 43.
367
QCP, pág. 46.
La geología apela a un territorio, que según J.L. Pardo es un
terrritorializan para evadir el sinsentido368. Ahora bien, hay que tener claro
368
Pardo J.L., op.cit., pág. 163.
369
Merleau-Ponty: La structure du comportement, pág. 143, París: Quadrige, Presses universitaries du
France, 1990.
que será un concepto filosófico, el de un territorio con la participación de la
tierra.
5.3 Geofilosofía
entre sujeto y objeto, sino más bien una relación entre el territorio y la
elementos territoriales370.
370
QCP, pág. 82.
inmanencia y el medio. En este medio, los filósofos encuentran unas
pensar por figuras es, desde DR, la crítica que Deleuze realiza al
Ahora bien, dice Deleuze que el pensar por conceptos fue la gran
regla es la vecindad, que es puente para otros conceptos. Por eso dice
otro, de tal manera que cuando esto ocurre cambiaría la naturaleza del
371
QCP, pág. 86.
paradigmático sino sintagmático, no es jerárquico sino vecinal, no es
crear conceptos. Por eso, dice que la filosofía es una geofilosofía en cuanto
historia, sino que también es una forma mental que afirma el medio. La
considera el medio griego no solo el límite por tierra, sino también por mar.
que Deleuze llama el devenir, devenir que no es historia, pero que se vuelca
en la historia. Por eso, afirma que los griegos tienen que devenir en
372
QCP, pág. 87.
filósofos en tanto que los filósofos tienen que devenir en griegos373. Son
estas las cuatro formas de la geografía: la del medio, la del devenir, las
el concepto es uno de los puntos más importantes del filósofo como creador
373
QCP, pág. 92. El devenir es un concepto que usa mucho Deleuze y hay que comprenderlo para ver su
implicación general. Francisco Martínez en Ontología y diferencia,( pág. 300), explica muy bien lo que es
este concepto. Como todo concepto deleuziano, el devenir es algo real. Son relaciones que se establecen
entre diferentes elementos por el cambio o el movimiento y señala una vecindad sin ser una síntesis. Estas
relaciones forman una singularidad, donde lo singular es una multiplicidad, como primer carácter. El
devenir se produce por alianza o por pacto, pero no por filiación, que sería el segundo carácter. La tercera
característica es el Anomal, que es la relación privilegiada como lo desigual, lo rugoso dentro de una
banda. La cuarta característica es que es producto del deseo, lo cual favorece el establecimiento de un
rizoma. La quinta es que el devenir se establece en el mundo de los afectos a velocidades lentas o rápidas.
Así, el recuerdo es territorialización y fijación, mientras que el devenir, que pertenece al medio y al
espacio, es una desterritorialización, una ruptura, estableciendo una línea de fuga.
objeto otro no es ni sujeto ni objeto, sino que se presenta sencillamente
presentación de los conceptos como históricos. Así, dice que todo concepto
conceptos, pero que en realidad forman los elementos del nuevo concepto,
374
QCP, pág. 22.
él. Esto presume una condensación de componentes, que singularmente son
describió anteriormente.
problema para expresar una situación más clara. De esta forma, el concepto
conceptos nuevos. Así, Deleuze piensa que más que repetir lo que dijeron
plano seccional, crea las realidades caoideas que son los conceptos, así
como las otras Caoideas; el arte y la ciencia hacen lo propio con el percepto
375
QCP, pág. 29.
singularidad que pasa a ser el principio de la filosofía. Por eso, dice
contribuye a definirlo.
376
QCP, pág. 17.
5.5 El personaje conceptual como agente enunciativo de los conceptos
con los conceptos de Platón a través de los diálogos, sin confundirlo con
el Idiota de Cusa.
tercera persona para exponer ese acto de palabra, por ejemplo <<te hablo
meramente expresado.
377
QCP, pág. 66.
conceptuales es la desterritorialización y reterritorialización absoluta del
fuerza del pensar. Sugiere, entonces, que los rasgos relacionales dan lugar a
justicia valorativa más allá del bien y del mal. Por último, están los rasgos
380
QCP, pp. 72-73.
381
QCP, pág. 73.
cuerpo y rostro de los filósofos se observan esos personajes, que les dan un
necesita de una facultad que pueda hacer una adaptación, una co-
en la regulación de conceptos.
de los tres elementos de la filosofía, que todavía hay que crear, trazar o
inventar. Es el amor por el concepto bien hecho lo que modula esta relación
382
QCP, 78.
potencias de concepto y, las otras son potencias de afectos y perceptos.
idea se constituyen las nociones científicas sobre las que puede reflexionar
383
QCP, pág. 111.
una referencia actual de función. Así, dice Deleuze que la función es una
que les corresponden sin ser inseparables, como pasaba en los conceptos
las que corresponda un límite, para dar lugar a un estado de cosas actual o a
lo que se conoce simplemente por cosa. Deleuze es un pensador del
para poder describir ese cambio constante, siempre en la base del ser. La
estado de cosas es una función en cuanto que se trata de una variable que
funciones, a pesar de que los dos son creados. La primera es que los
en un cuerpo o una cosa. Por eso, Deleuze dice que los conceptos son
384
QCP, pág. 115.
variaciones inseparables, que son acontecimientos en un plano de
actualiza una parte del caos es una mezcla que, por su potencia, ha dejado
385
QCP, pág. 120.
singulares del estado de cosas, de estas variables independientes y
cuerpos, o las diferentes relaciones entre las singularidades que darán lugar
a las cosas en sí. Dice Deleuze que el paso del estado de cosas a la
perceptos son bloques de sensaciones que se valen ellos por sí mismos, que
sensaciones que existe como ente, como ser de sensación387. Pero las
percibe, el arte consigue a través del percepto extraer una sensación real en
sensación. Estos seres de sensación son variedades, mientras que los seres
Por eso, dice Deleuze que se piensa por medio de cada uno de estos
afectos, ya que no hay diferencia entre ellos. A pesar de esto, las tres
variedades, son pliegues del pensar. Así, sugiere que estos elementos son
heterogéneos, sin que aparezca uno sin el otro, es <<el pensamiento como
heterogénesis>>388.
388
QCP, pág. 188.
Conclusión
son dos formas históricas de comprender el ser. No es que haya olvido del
no describir nada más que el ser es, sin más. Hablar del no ser que no es
que es. Con esto, Deleuze quiere decir que la primera frase que suscribe la
referencia.
heideggeriana que deleuziana. Ahora bien, parece entonces que con esto se
actividad a considerar una teología que sustituye por una ontología vertical.
escinde es el ser, que es pensar. Es decir, que el ser es pensar, y una vez
establecer una relación todavía teológica por medio del buen sentido que
hace pensar a esos yos fracturados en una idea conjunta. El argumento
ontológico establece la misma relación virtual con el ser res cogitans por
extensa, ser equívoco de extensión. Esto supone abandonar esa parte del ser
ser así como Dios. De esa forma, la fractura se agudiza en cuanto que hay
la lengua es un camino del que hay que apartarse, ya que lo que se expresa
por el e1ón es el pliegue de ser tó ei=2nai y tó noei<n. El ser pertenece a lo
comprensión como pliegues del ser. Por eso, tanto Severino como Deleuze
apariencia y estaría fuera de los confines del ser. Así, el ente se piensa por
Platón las consideró entonces una no nada, pero sí que las encontró dentro
diferencia del ser y del pliegue se aleja de la línea que se establece en este
trabajo. Ahora bien, para Severino fue Meliso quien introdujo en primer
que es, Deleuze afirma que el e1ón es ser, y es todo, lo que afirma y expresa
sin basarse en la forma, sino en todo lo que puede ser actual, virtual,
a6peiron, que gobierna todo, contiene carácter divino389. Ahora bien, las
389
Severino, E., op. cit., pág. 315,
cosas por oposición y diferencia se determinan y limitan con la identidad
por justicia, díkh. Entonces, lo positivo de las cosas existen por oposición,
Esta situación es la que describe Deleuze pero con relación al ser, como
aquello por lo que algo sale. Así, comprende que es mejor hablar de
390
Heidegger, M., op. cit., pág. 150.
través de una región391. Con respecto al a6peiron, dice Heidegger que la
explica lo suficiente. De esta forma, dice que la disposición para lo que está
ilimitado, que es el a6peiron y no puede ser pensado como ente sino como
391
Heidegger, M., op. cit., pág. 156.
infinito del plegar como acontecimiento que plasma conexiones entre todos
de la materia del ser y la imagen del pensamiento. Son las dos facetas del
divididos entre los fisicalistas, que enfatizan la materia del ser y los
uno en más allá del uno. Con la filosofía cristiana, a pesar de que en la
creativa.
solipsismo392. Pero la inmanencia del ser unívoco, que había surgido con
392
QCP, pág. 49.
una ontología de la inmanencia, pero sin la positividad de la sustancia
Kafka. Pour une littérature mineure (con Guattari), Paris: Minuit, 1975
volúmenes)
Minuit, 2002
pp.292-296, 1956
<<Il a été mon maître>>, on Sartre, en Arts Oct. 28-Nov. 3, 1964, pp.8-9.
janvier-mars, 1966
<<Faille et feux locaux: Kostas Axelos>>, en Critique 26: 275, April, pp.
344-351, 1970
335, 1972
infra).
Deleuze con Félix Guattari: <<Le pire moyen de faire l'Europe>>, (sobre
p.6
<<Le juif riche>>, (sobre el film de Daniel Schmid, L'Ombre des anges),
infra, VI.7)
Deleuze con Félix Guattari: <<Mai 68 n'a pas eu lieu>> en Les Nouvelles
<<Il était une étoile de groupe>> ( Châtelet), en Libération, pp. 21-22, 27-
12-1985
1989
3. ENTREVISTAS
<<L'éclat de rire de Nietzsche>>, entrevista realizada por Guy Dumur, en
1969
pp.47-55, 1972
<<8 ans après: Entretien 1980>> por Catherine Clément en L'Arc 49:
<<La Photographie est déjà tirée dans les choses>>, entrevista realizada
Oct. 1983
entrevista realizada por Claire Parnet, en Les Nouvelles, pp.60-64, Dec. 15-
21, 1983
supra)
<<La vie comme une oeuvre d'art>>, entrevista realizada sobre Foucault
(1990.3 infra)
4-OBRAS EN COLABORACION CON F. GUATTARI EN
CASTELLANO
Kafka. Por una literatura menor, traducido por Jorge Aguilar, Mexico:
textos, 1988
Orígenes, 1987
Entrevista realizada con Jean Ristat sobre: Louis Wolfson, Le Schizo et les
langues, Paris: Gallimard, 1970; (ver 1970.2 supra), en las series Les idées
1970
radiophonique, 1973
Marchais, mieux qu'en 68, ex: Le voyageur, duración 4: 22>>, por el grupo
Marzo 4, 1978
Spring, MD: Cuneiform Records, 1994. Este album también contiene notas
(ver 1976.1 supra), p.35, reimpreso en Mille plateaux [Paris: Minuit, 1980;
ver 1980.1 supra], p.19, y una cita de Différence et répétition, ), p.16, Paris:
Jan. 21, 1986, 34 cassettes. Estas cassettes están en los archivos del Centre
duplicados.
Editado en el album: Folds and Rhizomes for Gilles Deleuze, Brussels: Sub
Rosa, 1996
Zigzag>>
1996
Kim, 1999
Badiou, A.: Deleuze <<la clameur de l´Etre >>, Paris: Hachette, 1997
Scavino, Dadro F.: Nomadología, Buenos aires: Ed. del Fresno, 1991
1998
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Trad. ingl. por Hugh Tomlinson, Nietzsche and Philosophy, pp. 68-72 y
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Trad. it. por Fabio Polidori, Nietzsche e la filosofia, Milan: Feltrinelli, 1992
Trad. al. por Bernd Schwibs, Nietzsche und die Philosophie, Roguer und
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Trad. al. por Mira Köller, Kants kritische Philosophie, Berlin: Merve, 1990
Trad. al. por Ronald Voullie, Nietzsche: ein Lesebuch, Berlin: Merve
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Trad. al. por Martin Weinmann, Bergson zur Einführung, Hamburg: Junius,
1989
Trad. ingl. por Paul Patton, Difference and Repetition, New York:
1993.2 infra
Trad. al. por Joseph Vogl, Differenz und Wiederhölung, Berlin: Wilhelm
Fink, 1992
Trad. al. por Ulrich Schneider, Espinosa und das Problem des Ausdrucks
Trad. Ingl. por Mark Lester con Charles Stivale, The Logic of Sense, New
Páginas 1-3, 148-153, 307-309, 310-311, 312, 313, 315, 316-317, 318, y
319-321, reimpresas en Constantin V. Boundas, ed., The Deleuze Reader,
Trad. cast. por Ángel Abad, Lógica del sentido, Barcelona: Barral, 1970
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Trad. it. por M. De Stefanis, Logica del senso, Milan: Feltrinelli, 1976
Trad. al. por Bernhard Dieckmann, Logik des Sinns, Frankfurt: Suhrkamp,
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Trad. portug. por Abílio Ferreira, Espinosa e os Signos, Rés editora, 1981
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Anagrama, 1972
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Trad. portug. por Joana Morais Varela y Manuel Maria Carrilho, O anti-
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Trías, E.: Los límites del mundo. Barcelona: Ediciones Destino, 1985,
revisada, 2000
creencia.
confianza, hay que recurrir a los orígenes griegos, el cual se entiende como
creencia, pístiç. Así, Platón habla de la creencia como de dar crédito a
como crédito en los fenómenos se presenta por debajo del disfrute de las
de ellos.
Cuando Nietzsche invierte el platonismo, inversión del mundo
misión del valor útil era conformar una regla de uso consensual. Esto
tenga una opinión no es posible que se crea lo que piensa. Pero todavía es
opinión y juicio (la cual solo se puede establecer teniendo en cuenta los
393
De anima 427b-428 a.
VI 3 1039 b, expresa Aristóteles que lo que se cree se basa en lo que se
sabe, y este saber procede de la ciencia que se posee. Es decir, por el juicio
en la confianza ontológica.
del ser del juicio verdadero y del juicio falso. De este modo, dentro de los
confianza del juicio falso es no ser. Por otra parte, la confianza desde el
ontológico, hay que considerar qué representa para Aristóteles el ser del
su forma negativa, es ser, y expresa lo que es. Este ser y este es expresan,
erróneo, equivocado, ya que no desoculta lo que es; es decir, que algo que
en Aristóteles es e1nérgeia.
395
Met. 1051b 1-5 tò dè (kuriw’tata o6n) a1lhqèç h6 yeu=doç. El ente está más con relación a lo que
es tò estin, que al ser, tò ei3nai, entendido como explica Heidegger en la Introducción a la metafísica.
Desde el punto de vista del ser unívoco de Aristóteles lo que explica en 1017 a 30 se puede comprender
como el ente que es de lo verdadero afirmativo y negativo e incluso de lo falso por ser ente, es decir, un
juicio que por el mero hecho de ser dicho es, aunque no tenga significado y sea erróneo. Ahora bien, el
ente como estin es por estar en la verdad de los que manifiestan el pensamiento, lo blanco es blanco no
porque lo piense yo sino porque es blanco. <<ou1 gàr dià to h2ma=ç oi6esqai a1lhqw=ç se leukòn
ei3nai ei3 sù leukóç, a1lla dià tò sè ei3nai leukòn h2mei=ç oi2 fánteç tou=to a1lhqeúomen>>
396
Met. 1051 b 5-10.
397
Aubenque, P., op. cit., pág. 160.
tanto como enunciado y como juicio, es decir, como fásiç y
expresan el ser398. De esa forma, Aristóteles proponía que la verdad del ser
verdad antes de ser dicha (lo oculto diría Heidegger). Pues bien, el juicio
398
Ibíd., pág. 162.
Kirk, Raven y Schovield traducen en ese fragmento la pístiç
por lo que, según ellos, se trata de más bien de una interpretación de lo que
los mortales, que se encuentra lejos de alcanzar la verdad del ser. Así, una
cuando afirma que esa verdad es en la que hay que confiar con el máximo
sentido pleno que lo que es e6sti, es imposible no ser, mh1 ei<2nai Cuando la
todavía mayor consistencia. Así, en el Fragmento III dice que esta verdad
399
Kirk, Raven, Schovield, op.cit., pág. 366.
si el pensamiento y el pensar son lo mismo y estos son expresiones del ser,
sin pensar, sin prestar atención a la presencia, como ente, que expresa el
vacío por el olvido del ser para la gente corriente. Para Heidegger, la
ente. Para los mortales todo lo percibido es mero nombre, o6noma, lejos de
los mortales creen que el ser y el no ser son lo mismo, y ese camino no es
esta es la vía que elige Aristóteles para desarrollar lo que supone el ser del
400
Heidegger, M., Moira en Conferencias y artículos pág. 221.
como afirma Severino en su crítica a Aristóteles401. Si en Parménides todo
y, por lo tanto, sea ser. Es decir, es ser en cuanto a que es una proposición,
que pensar, y hay que confiar en esa verdad, pero para estar en ella hay que
verdadero como los que son iluminados por la claridad del ser (posible
como algo desatendido por al diosa, que por su manera de pensar no son
401
Severino, E.,op. cit., pág.34.
apartarse de ese tipo de gente que no posee la confianza. En realidad,
de una conciencia que piensa. Hegel cree superar esta oposición por la
podrá comprender la fuerza del ser que es. Por otra parte, la no-confianza
verdadero. La confianza es lo que hace que el sentido del ser sea pleno, se
402
Severino E. :Filosofía moderna, pág. 14, , Barcelona: Ariel,1986.
Por otra parte, en la traducción de Heidegger del Fragmento I 35-
Así, la falta de poder confiar es lo que ocupa el pensar de los mortales para
pístiç no como un sustantivo, sino más bien como un verbo, que para
impersonal y eterno como verbo que va unido al ser. Esa verdad es bien
abierto, que es lo no oculto. Con esto Heidegger comprende que para tener
Lichtung hay que poder confiar, tener confianza en la verdad. Así, lo que
se da el ser.
Hegel, como verdad de certeza del saber absoluto, una adaequatio y una
403
Heidegger, M.: Tiempo y ser, pág. 88, Madrid: Tecnos, 2001.
certitudo de absoluta racionalidad dialéctica. Por eso, Heidegger opta por
presencia o de la posibilidad del estar presente por esa claridad, por ese
404
Ibíd., pág. 91.
405
Ibíd., pág. 93.
pliegue que se despliega en el pensar originario de Parménides. Así, cuando
Deleuze.
406
Hume, D. Tratado de la naturaleza humana, pág. 195 (traducido por F. Duque en Madrid: Tecnos, ,
1988).
sujeto pensamiento-cerebro. La confianza no es un concepto proposicional,
muchos es verdad, aunque sea la opinión de una mayoría. Por esa razón,
407
QCP, pp. 132-133.
408
QCP, pág., 139.
comunicación. Son ellos los que crean los nuevos conceptos, que son