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Se suele pensar que ese concepto, la vacuidad, implica que no hay nada o al
menos que ciertas cosas o características están ausentes. En realidad no es así,
nada falta de tu experiencia. Es la misma experiencia exactamente, pero
entendida de otra manera (sin entidades).
Es justo algo que no ves pero asumes que está, lo que sunyata niega: que haya
una esencia de cualquier cosa, por ejemplo de ti (eso que mal, llamamos «yo»)
o de cualquier otra cosa.
Que por cierto, eso último, es algo que el sutra del corazón en todo su inmenso
aparente nihilismo, no se atrevió a negar.
Ya lo hago yo: No hay Buddhas o al menos los hay tanto como todo lo demás
que niega ese Sutra, por tanto no los hay según ese sutra. Aunque no lo diga.
Porque el Buddha no tiene esencia de Buddha. Por eso tiene tres cuerpos
(kayas) y no uno, y podría tener 15 o 2 o 235,4 porque un Buddha es compuesto
igual que tú.
Sí, suena raro, pero es lo que hay, en su descargo diré que Tathagatagarbha
traducido es el «embrión del buddha», y no la «naturaleza de Buddha»
Así que quizá originalmente Dogen quería decir realmente, más o menos:
Bastante mejor que lo anterior. Encajaría mucho con Dogen que era
notablemente ortodoxo.
Pero también es posible que dijera lo primero porque a Dogen como a tantos
zenistas, le gustaba jugar con el lenguaje y sus paradojas.
Vamos que más bien han habido solamente dos giros de la rueda del Dharma.
Como mucho sumemos a ellos el tantrismo… sería una tercera rama, pero no
filosóficamente diferente, en este caso solo es diferente en las prácticas.
Tal como alguna vez hemos dicho, Sunyata realizada, permite desapegarse de
todo lo percibido en una sola realización, cosa que antes no pasaba (pre-
Nagarjuna).
Es decir, cuando ves toda tu fenomenología como vacía de substancia o siendo
«solo mente», (ambas cosas no son exactamente lo mismo, pero tienen un
efecto liberador equivalente, uno es el método Madiamika y el otro el Yogacara)
no queda nada a lo que apegarse, pues todo está vacío de substancia o bien es
mente (y uno no se apega a su propios procesos mentales más que cuando no
sabe que lo son -> ignorancia).
Por eso se hacía (y se hace en ciertos budismos) mucho más foco en la pureza
de la acción de cuerpo, habla y mente de lo que lo hacen las doctrinas
Mahayana. Pues esa es la forma de purificar los apegos: no comas delicias, no
mires mujeres, no disfrutes de tal cosa. Incluso puede estar sujeto a debate (lo
está) si disfrutar de una puesta de sol o de la música es adecuado o no.
Ese depurado es lento y costoso como sabe también cualquier buen cristiano.
Pero en budismo ya inicialmente se dan ayudas, como las meditaciones samatha
y vipassana. No es que se pretendan equiparar ambas posiciones.
Unos ejemplos:
Así que ocurre al revés, primero se realiza y luego se purifica. Después de las
realizaciones, los patrones antiguos de reacción siguen vivos y debe haber una
intención por cambiarlos. Pero no es difícil.
Reitero que no es que sea absolutamente así, pero las tendencias son esas en
cada caso.
Por ejemplo, tras realizar Sunyata, uno puede ya no tener apego por las
comilonas, pero si tenía costumbre de «comer fuerte», deberá plantearse un
cambio de rutinas, que será fácil. Sino seguirá haciéndolas por costumbre, y
alguien comentará (se oye mucho) «cómo va a estar realizado, si es un glotón».
Eso pasa. Son famosos algunos maestros zen algo borrachines… 🙂 O Jnanis
como Nisargadatta fumando. Cabe decir que el Vedanta sigue la filosofía
Mahayana en esto y no la Theravada.
También es importante ver que desde fuera, no podemos saber de forma fácil si
es glotón por costumbre o por deseo… Por tanto la duda es razonable, pero el
argumento no es correcto siempre.
Y también por eso, en el budismo pre-Nagarjuna nadie puede realizar Anatta o
llegar al Nibbana y ser impuro (porque la pureza va antes) y en Mahayana pasa
al revés sin problema alguno.
Y al Nibbana no se llega, el Nirvana es una forma de vivir este Samsara tal cual
es, de forma gozosa, con compasión y sin sufrimiento.
También por eso se dice (dicen los mahayanistas) que el método Mahayana es
más eficiente, pues es más directo descubrir algo que construirlo y más si
hablamos de perfección…
Descubrir algo que ya está en ti (al menos como potencialidad), que ya es puro y
no ignorante. Y que te permitirá no apegarte con facilidad a las sensaciones
placenteras (pues lo hace casi imposible).
De «descubrir algo que ya está potencialmente en tí», rápidamente, con un
paso muy corto, solo redactándolo de forma algo más «impresionante» (pero
inexacta), se llega a la idea de «descubrir el Buddha que ya llevas dentro». Y eso
es Tathagatagarbha cuando se entiende mal (aunque hay interpretaciones aún
peores como el famoso «ya somos Buddhas» cosa que es bastante ridícula).
Pero visto así ya se ve que eso «no es el Buddha», es una realización, en este
caso de una mente no-dual, el Buddha es o bien todo tú, completo o bien no
existe. En todo caso son los tres kayas.
Y así lo que se creyó que se debía hacer era «bucear» dentro mío hasta
descubrir «eso» que en lugar de llamarlo realización o mente no-dual o esencia
de la mente o base o Alaya realizada o cualquier otras cosa, llaman
Tathagatagarbha y lo traducen como «naturaleza de Buddha».
A partir de aquí tenemos dos posibilidades como vimos aquí: verlo como un algo
eterno pero no-personal (Shentong) o verlo como algo eterno y personal
(Atman).
Aquí hay al menos dos consideraciones a hacer, pero a partir de aqui todo son
hipótesis, si quieres te lo puedes saltar:
La primera es que se asume que con esas ideas presentes en tu mente, vas a
poder realizar tal no-dualidad. Tengo mis serias dudas. Pues esa búsqueda es
demasiado dual (un buscador a la caza de un objeto). Meditar así será un
desastre desde el punto de vista no-dual.
En ese sentido ocurre igual en budismo Theravada, que ya hemos dicho que es
dual (en mi opinión), pues el Nibbana es un lugar al que debe llegarse. Incluso
hasta el último paso final de entrada en el Nibbana, es dual. Luego entiendo que
ya no.
Inicialmente todos meditamos dualmente, pero si no se rompe con la dualidad
del meditador y su objeto más adelante, esa meditación no será productiva, no
al menos en la dirección no-dual. Este puede ser un primer inconveniente.
Pero supongamos que haces las prácticas adecuadas (por ejemplo meditación
de no-acción) pero manteniendo esa idea o creencia en atmanes o realidades
intrínsecamente existentes tal cual las ves. Aunque no parezca tener sentido
pues son prácticas en las que no se busca nada. Si buscas, no la estás haciendo
bien… pero bueno, supongamos que pasa eso que parece raro.
Soh wei Yu, a las dos formas de no-dualidad, con y sin atman, las llama O+ y O-.
Son el «yo soy todo – Brahman» y el «no soy nada concreto – Anatman». Y en
ambos casos «la realidad», es un espejismo de un tipo u otro… y no es externa a
nosotros.
Es una nomenclatura que nos indica que hay dos formas de no-dualidad una con
«un gran sujeto que lo abarca todo» que sería la Vedanta (O+) y otra sin sujetos
(ni propio, ni ajeno) que sería la budista Mahayana (O-).
Es una nomenclatura útil, corta y directa, que nos ayuda a entender lo que
podría implicar «cosificar» la naturaleza búdica.