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REVISITANDO SUNYATA Y TATHAGATAGARBHA (I)

Nota inicial, hoy no explicaremos que es Sunyata ni que es Tathagatagarbha. Si


te interesa, puedes leer al respecto picando en las palabras.

Derivado de un comentario. Reflexiones un tanto de aquí y de allá:

Es posible que el concepto de Sunyata haga a la gente tender hacia el nihilismo.

Se suele pensar que ese concepto, la vacuidad, implica que no hay nada o al
menos que ciertas cosas o características están ausentes. En realidad no es así,
nada falta de tu experiencia. Es la misma experiencia exactamente, pero
entendida de otra manera (sin entidades).

Es justo algo que no ves pero asumes que está, lo que sunyata niega: que haya
una esencia de cualquier cosa, por ejemplo de ti (eso que mal, llamamos «yo»)
o de cualquier otra cosa.

Y con Tathagatagarbha puede ocurrir lo contrario, se tiende al existencialismo y


eternalismo: Hay naturaleza búdica, hay Buddhas, existen, son intrínsecamente
existentes. Luego hay entidades. Luego hay ¿yoes búdicos?!

Que por cierto, eso último, es algo que el sutra del corazón en todo su inmenso
aparente nihilismo, no se atrevió a negar.

Ya lo hago yo: No hay Buddhas o al menos los hay tanto como todo lo demás
que niega ese Sutra, por tanto no los hay según ese sutra. Aunque no lo diga.
Porque el Buddha no tiene esencia de Buddha. Por eso tiene tres cuerpos
(kayas) y no uno, y podría tener 15 o 2 o 235,4 porque un Buddha es compuesto
igual que tú.

Por n-sima vez: «La naturaleza búdica es la ausencia de naturaleza» (Dogen)

Sí, suena raro, pero es lo que hay, en su descargo diré que Tathagatagarbha
traducido es el «embrión del buddha», y no la «naturaleza de Buddha»

Así que quizá originalmente Dogen quería decir realmente, más o menos:

«El embrión de los Buddhas es su ausencia de naturaleza intrínseca»

Y oye, eso suena genial. Pues es justo eso. 100% exacto.

La budeidad existe porque puedes realizar que no tienes naturaleza intrínseca.


Luego encaja perfectamente. Y mira, se dice justo lo contrario de que tengamos
«naturaleza búdica intrínseca».

Bastante mejor que lo anterior. Encajaría mucho con Dogen que era
notablemente ortodoxo.

Pero también es posible que dijera lo primero porque a Dogen como a tantos
zenistas, le gustaba jugar con el lenguaje y sus paradojas.

Ambos, Sunyata y Tathagatagarbha son conceptos complejos y no al alcance de


una lectura rápida o superficial o de alguien poco hábil en su transmisión.
Hace falta dedicar cierto tiempo a su estudio para entenderlos bien y no todo el
mundo lo hace, no tiene la oportunidad o no puede hacerlo. Tampoco ayuda el
hecho de que hay muchos textos desviados por ahí, en esta época de caos en
que todo el mundo tiene un atril (para lo bueno y para lo malo, y además mira
quién habla). Por eso siempre recomiendo fuentes clásicas. Y tampoco ayuda
mucho una cierta tendencia a creer que esto de la espiritualidad no requiere de
estudiar demasiado (y es cierto, pero hay que saber al menos en qué estamos
equivocados).

En el blog no se traduce Sunyata ni Tathagatagarbha, pues aunque sus


traducciones son más o menos prcisas, por ejemplo Sunyata significa vacuidad,
ciertamente, Tathagatagarbha debería ser «embrión de Buddha» pero bueno,
creo que las palabras son confusas incluso originalmente, y por ello dejarlas sin
traducir, en este caso, aporta la necesidad de investigar qué se quiere decir y no
quedarse con la idea de «vacío» o «esencia» leída rápidamente, como verdad
absoluta.

REVISITANDO SUNYATA Y TATHAGATAGARBHA (II)


Ambos, son pues conceptos que llevan aparentemente en direcciones opuestas
a poco que nos despistemos. Pero no creo que tal contradicción esté en el
fondo de esos conceptos, pues ni un concepto es nihilista, ni el otro
existencialista. Bien entendidos. Ambos siguen en el camino medio budista.

De hecho, pasan muchos siglos entre la aparición de Sunyata y la de


Tathagatagarbha. Paradójicamente es mucho más brillante y complejo el primer
concepto que el segundo. Aunque también deriva del primer giro de la rueda
del Dharma y su Anatta (Anatman).
Y eso creo que ocurre así porque en cierta forma, Sunyata acaba dando pie a
Tathagatagarbha de forma indirecta.

Es decir, en cierta manera, el segundo giro de la rueda del Dharma (cuando


aparece Sunyata) fue el realmente «rompedor», y el tercero (cuando aparece
Tathagatagarbha) es una consecuencia del desarrollo del segundo giro. Por eso
además parece correcto que ambos giros se consideren Mahayana y no un
nuevo budismo.

Vamos que más bien han habido solamente dos giros de la rueda del Dharma.
Como mucho sumemos a ellos el tantrismo… sería una tercera rama, pero no
filosóficamente diferente, en este caso solo es diferente en las prácticas.

Por eso Vajrayana suele considerarse también Mahayana.

Y Sunyata finalmente, además es solamente la extensión de Anatta/Anatman a


todo objeto que se nos ocurra. Es la universalización del concepto reflejado por
Sakyamuni para las personas. Solo eso, una extensión.

Pero veamos como es eso de que de Sunyata se acaba derivando


Tathagatagarbha, cosa que parece contra-intuitiva.

Tal como alguna vez hemos dicho, Sunyata realizada, permite desapegarse de
todo lo percibido en una sola realización, cosa que antes no pasaba (pre-
Nagarjuna).
Es decir, cuando ves toda tu fenomenología como vacía de substancia o siendo
«solo mente», (ambas cosas no son exactamente lo mismo, pero tienen un
efecto liberador equivalente, uno es el método Madiamika y el otro el Yogacara)
no queda nada a lo que apegarse, pues todo está vacío de substancia o bien es
mente (y uno no se apega a su propios procesos mentales más que cuando no
sabe que lo son -> ignorancia).

Eso lleva a un estado mental nuevo, no-dual que probablemente no estaba


presente en los monjes pre-Mahayana. Ese estado, en Mahayana, se identificó
como “si llegas allí no tendrás apegos”, cosa que antes no era así.

Pre-Nagarjuna los apegos se trataban (y tratan) de forma casi ordinaria, no muy


diferente a como tratan los cristianos las tentaciones. Por fuerza de voluntad y
uno a uno (más o menos, con muchos matices).

Por eso se hacía (y se hace en ciertos budismos) mucho más foco en la pureza
de la acción de cuerpo, habla y mente de lo que lo hacen las doctrinas
Mahayana. Pues esa es la forma de purificar los apegos: no comas delicias, no
mires mujeres, no disfrutes de tal cosa. Incluso puede estar sujeto a debate (lo
está) si disfrutar de una puesta de sol o de la música es adecuado o no.

En Mahayana no se plantean tales rigurosidades. Quedan muy lejos. Por


supuesto no se ha de ser hedonista, ni construir nuevos apegos, pero los apegos
existentes se resolverán de otra manera.

El resumen es que en Mahayana, el problema no es el disfrute sino el apego –


Tilopa. Mientras que en budismos de primer giro de la rueda del Dharma, el
disfrute sí es un problema y se trata de erradicar para erradicar el apego.
Obviamente el entrenamiento de la mente es relevante también pre-Nagarjuna,
y la sabiduría, muchísimo, pero dado que su foco a nivel de transformación
mental y sabiduría, es Anatta (Anatman) pero no Sunyata, no cambiará
notablemente lo «aparentemente externo». El cambio será en como te ves a ti
mismo.

Para lo externo, se mantiene su reificación (ceeer que es completamente


existente tal cual) y se aplica una forma de purificación más tradicional que no
extrañaría a un cristiano, por ejemplo. Mientras que el método Mahayana le
parecerá una locura. Eso es así porque la realidad externa en el budismo pre-
Nagarjuna es auténticamente existente tal cual la percibimos y por tanto debe
ser renunciada.

Esto da lugar a una diferencia importante.

Antes de Nagarjuna la budeidad se construía, después de Nagarjuna la budeidad


se descubre (realmente se descubre la mente no-dual asociada). No es que sea
así al 100% pero sí hay cierta tendencia en esa dirección que es perceptible en
cada una de esas doctrinas.

REVISITANDO SUNYATA Y TATHAGATAGARBHA (III)


No es que pre-Nagarjuna toda la budeidad fuera una cuestión de purificación
basada en la voluntad (que además por eso también en estos casos, se suele ver
casi con horror la obvia ausencia de libre albedrío).
Pero gran parte de esa pureza se debe construir de la manera comentada, junto
con la adquisición de una mente bien entrenada y sabia (los tres ejes del
sendero óctuple aplican en todos los budismos).

Ese depurado es lento y costoso como sabe también cualquier buen cristiano.
Pero en budismo ya inicialmente se dan ayudas, como las meditaciones samatha
y vipassana. No es que se pretendan equiparar ambas posiciones.

Así en budismo pre-Nagarjuna primero se purifica y luego se llega a la budeidad


(que se suele entender como llegar a un lugar fuera de este plano llamado
Nibbana) tras realizar Anatta gracias a esa purificación.

Purificar es parte de la senda y debe hacerse desde el principio. Se debe


renunciar progresivamente a toda exposición que deleite los sentidos para
debilitar los apegos a ese deleite (deseos).

Unos ejemplos:

En muchos budismos Theravada el monje no debe ni tocar a una mujer. En el


Tíbet ha habido épocas en que los monjes podían hasta casarse y las práctica
tántricas «con consorte» (sexo, vamos) aunque minoritarias, existen.

En algunos casos, en Theravada no se recomienda el disfrute de los sentidos con


la música. En el Tíbet uno de los grandes buddhas era Milarepa, un poeta
cantante…

Bonitos contrastes para ser la misma religión. ¿Verdad?


En Mahayana, Sunyata realizada, permite, no purificarse de golpe, sino romper
de golpe con los apegos, con lo cual la purificación posterior a esa realización, si
se decide hacerla es mucho más fácil. El deseo es fácil de contrarrestar cuando
has casi anulado el objeto del deseo. Ya no existe o casi.

Así que ocurre al revés, primero se realiza y luego se purifica. Después de las
realizaciones, los patrones antiguos de reacción siguen vivos y debe haber una
intención por cambiarlos. Pero no es difícil.

Reitero que no es que sea absolutamente así, pero las tendencias son esas en
cada caso.

Por ejemplo, tras realizar Sunyata, uno puede ya no tener apego por las
comilonas, pero si tenía costumbre de «comer fuerte», deberá plantearse un
cambio de rutinas, que será fácil. Sino seguirá haciéndolas por costumbre, y
alguien comentará (se oye mucho) «cómo va a estar realizado, si es un glotón».

Eso pasa. Son famosos algunos maestros zen algo borrachines… 🙂 O Jnanis
como Nisargadatta fumando. Cabe decir que el Vedanta sigue la filosofía
Mahayana en esto y no la Theravada.

También es importante ver que desde fuera, no podemos saber de forma fácil si
es glotón por costumbre o por deseo… Por tanto la duda es razonable, pero el
argumento no es correcto siempre.
Y también por eso, en el budismo pre-Nagarjuna nadie puede realizar Anatta o
llegar al Nibbana y ser impuro (porque la pureza va antes) y en Mahayana pasa
al revés sin problema alguno.

Y al Nibbana no se llega, el Nirvana es una forma de vivir este Samsara tal cual
es, de forma gozosa, con compasión y sin sufrimiento.

También por eso se dice (dicen los mahayanistas) que el método Mahayana es
más eficiente, pues es más directo descubrir algo que construirlo y más si
hablamos de perfección…

El Mahayanismo ha pecado de cierto complejo de superioridad sobre las


doctrinas pre-Nagarjuna. Quizá no hacía falta y ha sido un error, o quizá se hacía
de forma sincera porque verdaderamente creían que ayudaban proponiendo
métodos más eficientes. Pero ha pasado.

Por otro lado el budismo pre-Nagarjuna no ha entendido el Mahayanismo y a


menudo lo mira con horror. Y a veces hasta se permiten decidir que no es
budismo.

Si pre-Nagarjuna, el caballo de batalla era adquirir sabiduría y purificar nuestra


acción, habla y pensamiento. Construir una mente pura y no ignorante.

Después el foco cambia a entender la mente y realizar esa mente no-dual.

Descubrir algo que ya está en ti (al menos como potencialidad), que ya es puro y
no ignorante. Y que te permitirá no apegarte con facilidad a las sensaciones
placenteras (pues lo hace casi imposible).
De «descubrir algo que ya está potencialmente en tí», rápidamente, con un
paso muy corto, solo redactándolo de forma algo más «impresionante» (pero
inexacta), se llega a la idea de «descubrir el Buddha que ya llevas dentro». Y eso
es Tathagatagarbha cuando se entiende mal (aunque hay interpretaciones aún
peores como el famoso «ya somos Buddhas» cosa que es bastante ridícula).

Por eso Sunyata lleva a un cambio revolucionario que finalmente desemboca en


Tathagatagarbha.

Pero visto así ya se ve que eso «no es el Buddha», es una realización, en este
caso de una mente no-dual, el Buddha es o bien todo tú, completo o bien no
existe. En todo caso son los tres kayas.

Pueden incluso haber Buddhas sin esa mente no-dual.

¿Sorprendido? ¿pueden? Bueno, sí, sobre el papel sí, o eso o estaríamos


diciendo que no hay Buddhas en el budismo Theravada. Buddha no dijo nada de
no-dualidades como requisito estricto en el Canon Pali.

Un Buddha es alguien liberado del sufrimiento, da igual el método seguido e


incluso su configuración mental.

De hecho, si me preguntaran diría que el budismo Theravada es casi siempre,


notablemente dual. Pero si libera, no veo problema.
Lo que realizas en Mahayana, realmente es solamente una configuración mental
más alineada con la verdad reflejada por el budismo Mahayana: una mente no-
dual porque la realidad (Talidad) es considerada no-dual.

No realizas el Buddha. El Buddha no se «encuentra» porque no es un objeto, es


un ser liberado completo. La budeidad son los tres kayas.

Desgraciadamente se dio también un paso más en algunos textos o doctrinas,


pues como decíamos la idea de Tathagatagarbha hace tender al existencialismo
y se cosificó.

Y así lo que se creyó que se debía hacer era «bucear» dentro mío hasta
descubrir «eso» que en lugar de llamarlo realización o mente no-dual o esencia
de la mente o base o Alaya realizada o cualquier otras cosa, llaman
Tathagatagarbha y lo traducen como «naturaleza de Buddha».

Y entonces, si es un objeto (la naturaleza), se suponía que Tathagatagarbha era


un objeto a descubrir. Una cosa, o peor aún un Atman (mi esencia como
individuo). Y ahí empezó cierta degeneración del budismo que sí que me parece
relevante destacar.

A partir de aquí tenemos dos posibilidades como vimos aquí: verlo como un algo
eterno pero no-personal (Shentong) o verlo como algo eterno y personal
(Atman).

Lo primero no es budismo pre-Nagarjuna pues postula algo eterno, pero a


efectos prácticos no implica cambios relevantes efectivos, de hecho monjes
Shentong y no-shentong conviven e incluso hacen las mismas prácticas
Mahamudra, es una desviación a veces tolerada, a veces no, lo segundo es
mucho más delicado.

Pero un budismo con atmanes ya no es budismo. Es respetable cualquier


doctrina, pero si te arrobas la etiqueta de budismo estás faltando a los Buddhas.
Es otra cosa. Llámalo de otra manera.

REVISITANDO SUNYATA Y TATHAGATAGARBHA (Y IV)


Alguien podría decir «¿qué peligro puede tener realizar la mente no-dual como
un «algo» o un «alguien»?» Igualmente sigue siendo la mente no-dual realizada
¿no?

Aquí hay al menos dos consideraciones a hacer, pero a partir de aqui todo son
hipótesis, si quieres te lo puedes saltar:

La primera es que se asume que con esas ideas presentes en tu mente, vas a
poder realizar tal no-dualidad. Tengo mis serias dudas. Pues esa búsqueda es
demasiado dual (un buscador a la caza de un objeto). Meditar así será un
desastre desde el punto de vista no-dual.

En ese sentido ocurre igual en budismo Theravada, que ya hemos dicho que es
dual (en mi opinión), pues el Nibbana es un lugar al que debe llegarse. Incluso
hasta el último paso final de entrada en el Nibbana, es dual. Luego entiendo que
ya no.
Inicialmente todos meditamos dualmente, pero si no se rompe con la dualidad
del meditador y su objeto más adelante, esa meditación no será productiva, no
al menos en la dirección no-dual. Este puede ser un primer inconveniente.

Pero supongamos que haces las prácticas adecuadas (por ejemplo meditación
de no-acción) pero manteniendo esa idea o creencia en atmanes o realidades
intrínsecamente existentes tal cual las ves. Aunque no parezca tener sentido
pues son prácticas en las que no se busca nada. Si buscas, no la estás haciendo
bien… pero bueno, supongamos que pasa eso que parece raro.

Lo siguiente que puede pasar es que, como realizar la mente no-dual no es el


final del camino, podrías realizarla pero quizá bloquear la fase final.

Eso vendría a ser en términos Mahamudra estancarse en el tercer yoga, que no


es poco, pero no es budeidad. Sería algo más parecido al Brahman Vedanta,
doctrina que, de forma muy coherente con todo lo dicho, no tiene «una tercera
etapa». El modelo Vedanta es de dos etapas (Atman-Brahman). No hay nada
más. Y ambas etapas tienen gran similitud con el segundo y tercer yogas
Mahamudra. Y ahí lo dejo.

Soh wei Yu, a las dos formas de no-dualidad, con y sin atman, las llama O+ y O-.

Son el «yo soy todo – Brahman» y el «no soy nada concreto – Anatman». Y en
ambos casos «la realidad», es un espejismo de un tipo u otro… y no es externa a
nosotros.

Es una nomenclatura que nos indica que hay dos formas de no-dualidad una con
«un gran sujeto que lo abarca todo» que sería la Vedanta (O+) y otra sin sujetos
(ni propio, ni ajeno) que sería la budista Mahayana (O-).
Es una nomenclatura útil, corta y directa, que nos ayuda a entender lo que
podría implicar «cosificar» la naturaleza búdica.

En ambos casos uno de los dos polos aparentes previos (fenoménicos) se


expande hasta cubrirlo todo:

Si permanece la idea de sujeto, si es lo que más se ha reforzado, «será todo». El


gran sujeto. «Yo soy aquello», Brahman. Vedanta.

Si esta idea no permanece, «serás nada», Anatman, «en lo visto solamente lo


visto», no hay el polo sujeto. Mahayana.

No voy a entrar en valoraciones sobre la bondad de cada posición, ambas son


suficientemente avanzadas como para tener un gran respeto por ambas y no
hay nadie que conozca ambas, pues o realizas una o la otra. Por eso he dicho al
principio que todo esto eran hipótesis…

Pero si es interesante entender la diferencia.

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