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Págs.
Prólogo……………………………………………………………….6
1. ESOTERISMO. La manera no científica de considerar la
realidad .........................................................................................8
La cosmovisión esotérica .....................................................11
El esoterismo como camino .................................................15
La filosofía hermética ..........................................................17
La ley de la analogía: Así como es arriba, así es abajo 19
Cuerpo, alma y espíritu .......................................................22
2. LA HIPNOSIS. Una caricatura de la realidad.....................28
El descubrimiento de la hipnosis y del psicoanálisis. 31
La hipnosis como fenómeno ................................................32
Un modelo de la hipnosis ...................................................35
La terapia de hipnosis ........................................................37
Consecuencias .......................................................................38
3. LA POLARIDAD DE LA REALIDAD. REALIDAD . .............................. 42
La vida es ritmo ....................................................................44
La reconciliación ...................................................................48
La proyección de la culpa ....................................................50
La ley de resonancia ...........................................................51
El medio ambiente como un espejo ...................................53
4. LA ASTROLOGIA. Un sistema de representación
de la realidad ........................................................................58
Los principios primordiales de la realidad .....................60
Los astros como representantes.........................................66
La calidad del tiempo .........................................................69
El horóscopo como instrumento de medición ..................72
El horóscopo como plan de estudios de la vida ..............76
La polaridad del aprendizaje ............................................78
La astrología en base a la reencarnación .......................83
El cumplimiento del destino ..............................................86
10 VIDA Y DESTINO HUMANO
Págs.
La enfermedad como información ............................................ 90
El camino hacia la libertad ........................................................ 92
5 . E N FER MED AD Y CURACION.
CURACION . .................................................. 94
Enfermedad y muerte como signos del destino .............. 97
La homeopatía .................................................................................. 101
La información como medio de curación ............................. 105
El principio de la semejanza .................................................. 108
6. LA CR EAC ION Y EL PEC ADO OR IG INA L . .................... 113
La unidad ............................................................................................ 119
El triple paso de la creación .................................................... 121
La historia bíblica de la creación ............................................. 123
La expulsión del paraíso .......................................................... 125
La enfermedad y el pecado original ........................................ 129
A la salvación a través de la enfermedad ........................... 130
7. LA RE EN CARN ACION . Ritmo de lo vivie nte ................ 134
La muerte — Otra forma del Ser ............................................ 137
La ley del Karma .............................................................................. 139
La maduración a través de la reencarnación ..................... 141
8. LA TERAPIA DE REENCARNACION. Un camino a la
integración ..................................................................................... 148
La vivencia del nacimiento propio y de la concepción… 151
El encuentro con el pasado ..................................................... 153
Culpa y responsabilidad................................................................ 157
El problema primordial: el poder ......................................... 158
Experiencias del más allá ............................................................ 160
La almas atadas a la tierra .................................................... 163
Etapas de la evolución del alma ............................................ 165
Religión y reencarnación .............................................................. 167
9 . L A VID A DIA RIA COMO RITU AL . ............................................... 171
Del sentido de las técnicas ocultas .......................................... 178
Esoterismo y huida del mundo ................................................. 178
El retorno al hogar ..................................................................... 181
PROLOGO
THORWALD DETHLEFSEN
Munich, octubre de 1978
1. ESOTERISMO
La manera no científica de considerar la realidad
HERBERT FRITSCHE
El pensamiento de nuestro siglo está marcado por una visión del
mundo que se denomina "científica" en el sentido de las ciencias
naturales. Este adjetivo "científico" se transformó en un criterio
para tratar de medir la exactitud de una afirmación, una teoría o
un pensamiento. Todos pensamos dentro de categorías científicas
hasta en dominios que nada tienen que ver con la ciencia en su
verdadero sentido. Así es como llegamos a ser "creyentes en la
ciencia" sin darnos cuenta, realmente, del contrasentido que encie-
rran estos términos.
La ciencia en su labor persigue la finalidad de penetrar la reali-
dad con el pensamiento y, mediante el descubrimiento de leyes,
introducir un orden en la diversidad de las formas aparentes. Para
esto se establecen teorías que se supone comprenden de la mejor
manera posible la realidad.
Cada teoría cuando aparece constituye un fiel reflejo del estado
de conciencia de sus creadores. Como se sigue investigando perma-
nentemente, también se sigue desarrollando el estado de conciencia
y pronto las teorías anteriores aparecen como demasiado estrechas.
Se torna necesaria una nueva teoría más amplia y así sucesi-
vamente. De este modo, resulta como ley obligatoria que a causa
del permanente avance y ampliación de la conciencia de la humani-
dad, tarde o temprano toda teoría perderá vigencia y tendrá que
dejar lugar a nuevos conocimientos, porque la verdad de hoy es el
error de mañana. Una mirada a la historia de la ciencia ratifica de
manera categórica esta aseveración.
La historia de la ciencia es la historia de los errores humanos.
No hay que avergonzarse por ello, porque todo el mundo sabe que
de donde más se aprende es de los errores. Lo grotesco es que cada
generación parece estar absolutamente segura que los errores
han sido cometidos únicamente en el pasado y nada hace
perder la profunda convicción de haber encontrado —ahora sí—
la verdad absoluta y terminante. En este punto la fuerza de
la fe en la ciencia sobrepasa con facilidad a la de cualquier secta
religiosa.
También el comportamiento frente a todos aquellos que
tengan convicciones nuevas y en función de las mismas pongan
en duda la verdad "absoluta", válida para todos, tiene una
similitud sorprendente con el fanatismo religioso. Por cierto, una
de las debilidades humanas cardinales es la de fijarse
mentalmente y defender este punto de vista propio con todas
sus fuerzas hasta el final de su vida. Aquí la ciencia, al poner
el acento en forma (sospechosamente) intensa en la
objetividad, se encuentra en una discrepancia especialmente
atractiva.
La ciencia empezó su trabajo investigando el mundo visible cir-
cundante. Este se nos presenta como materia, por ende la
ciencia ha adaptado su método de trabajo a las condiciones de
la materia. Esto seguramente es correcto, mientras se
investiga solamente materia. En el mejor de los casos, los
resultados hallados son válidos dentro del mundo de la
materia. Aquí es donde ya encontramos las dos fallas
fundamentales que nos autorizan a dudar del derecho de la
ciencia a creerse representante exclusiva de la verdad:
1. El método de trabajo de la ciencia se ha adaptado
conscientemente a las exigencias de investigación de la
materia. Pero ese método, de manera no consciente, se
sigue usando hoy en día, ampliándolo a dominios que
no necesariamente tienen que ver con la materia.
2. Se deduce del hecho resultante del punto 1 que la ciencia
solamente puede tratar y medir la materia y que
fuera de ella no puede haber otra cosa.
Este círculo diabólico sólo se puede romper cuando se
reconocen las limitaciones y los métodos propios, o cuando se
encara el dominio no-material con métodos adecuados,
desacostumbrados para la manera de pensar científica. Los
tiempos actuales parecen propicios para dar un paso semejante,
pues en muchos lugares se multiplican las voces que no quieren
seguir dando a la ciencia el derecho único para representar la
realidad. Las razones que parecen justificar dicho paso
pueden residir en parte en las preguntas siguientes: ¿A pesar
de sus éxitos innegables en el campo técnico, ha conseguido la
ciencia hacer más feliz a la humanidad? ¿Puede la ciencia ayudar
al hombre a solucionar sus problemas? ¿Puede contestarle sus
preguntas más íntimas referidas a su "condición de ser humano"?
¿El desarrollo de la conciencia humana ha ido a la par con el
desarrollo técnico externo?
Las respuestas a estas preguntas son inequívocas y
conmovedoras: no hay éxitos a la vista. Cuantos más medios
desarrolla el hombre para ahorrar tiempo, menos tiempo tiene.
La enfermedad en sí no ha podido ser reducida por la,
así llamada, medicina moderna, ni en un mínimo porcentaje.
No hay que dejarse engañar por estadísticas que comprueben
la declinación de las enfermedades infecciosas o de la
mortalidad infantil sin que al mismo tiempo se informe sobre las
enfermedades que han aumentado durante el mismo período o,
incluso, sobre nuevas enfermedades que se han manifestado desde
hace poco.
Las estadísticas de medicina tienen sentido solamente si se
toma en cuenta a la "enfermedad" como tal y no cuando se
consideran por separado sus formas de manifestación
específicas. Así, tenemos un aumento enorme de
enfermedades psíquicas, que aún no se han conseguido
suprimir en la misma medida en que se suprimen algunos
síntomas somáticos.
Todas estas observaciones no proponen tanto criticar
ampliamente a la ciencia, sino que pretenden más bien aclarar
la necesidad y el derecho de encaminarnos de ahora en
adelante a una manera de pensar de polaridad
diametralmente opuesta a la científica, a la que designaremos
con el concepto de esoterismo, concepto en gran medida idéntico a
lo que se conoce con otros nombres: ciencia secreta, sabiduría,
ocultismo, etc. Pero ocurre que la mayoría de las asociaciones que
desde siempre se relacionan con estos conceptos están
equivocadas, y será tarea de este libro introducir, paso a paso, al
sistema de pensamiento del esoterismo.
La cosmovisión
cosmovisión esotérica
La filosofía hermética
La ley de la analogía:
Así como es arriba, así es abajo
G. GURDIEFF
El tema hipnosis no pertenece necesariamente al
esoterismo. Sin embargo, si lo tratamos aquí hay varias razones
para ello:
1. La hipnosis ejerce una fascinación especial sobre todas las
personas interesadas en el ocultismo,
2. en este momento. se presenta una vez más la hipnosis al
público como "medio de curación" especialmente efectivo
y frecuentemente no se repara en envolver la terapia de
hipnosis con un velo esotérico;
3. si se usan los fenómenos de la hipnosis como una
"parábola", de manera análoga se pueden sacar
conclusiones importantes para la realidad.
4. Last not least , yo hice mis primeras experiencias con la
reencarnación, ayudándome con la hipnosis para inducir la
regresión. El hecho de que yo haya trabajado con hipnosis,
tan sólo en la primera etapa experimental, y que hace
años que ya no uso esta ayuda en la terapia de
reencarnación, se ha divulgado tan poco, que para el gran
público mi nombre aparece todavía fuertemente conectado
con el tema hipnosis.
Hay una literatura copiosa sobre la así llamada "hipnosis cien-
tífico-médica" donde, sin excepción, se nos informa ya desde
los primeros capítulos, que la historia de la hipnosis empieza
alrededor del año 1775. Por entonces vivía en Viena un médico
llamado Friedrich Anton Mesmer que trataba de curar
enfermedades y dolores con la aplicación de imanes de hierro.
Pero esta idea es antiquísima; ya la encontramos en Paracelso y
hasta en la Biblia. (Compárese "Mahrah" del Dr. Stark.)
Mesmer, quien cosechaba grandes éxitos con este método de los
imanes, trató cierto día de reemplazar el imán de hierro por la
mano humana. Como también tuvo éxito con este tratamiento,
Mesmer dedujo que el hombre posee una fuerza parecida a la del
magnetismo. Llamó a esa cualidad: "Magnetismo animal". Animal
significa en este contexto "viviente y animado". Lo que quería ex-
presar era solamente la diferencia entre el ferromagnetismo del
hierro y la fuerza análoga de la mano humana. Es testimonio de
bastante estupidez que se haya traducido magnetismo animal como
"magnetismo de los animales."
Mesmer escribió una voluminosa obra en la cual explica las ba-
ses teóricas del magnetismo animal. Gracias a sus grandes éxitos
de curación se transformó en el médico milagroso de su tiempo,
ensalzado tanto como odiado. Tuvo que dejar Viena y a
continuación vivió en París, donde trataba a la gente más
importante con su método, también llamado "Mesmerismo" en
conformidad con su nombre.
La Academia de Ciencias francesa empezó al fin a investigar
científicamente este polémico magnetismo animal, para decidir en
definitiva respecto de la discusión pública sobre este nuevo método
de curación. Tras minuciosas investigaciones esta corporación cien-
tífica llegó a la conclusión de que la existencia de esta fuerza mag-
nética, afirmada por Mesmer, no era comprobable. Con esto se dic-
tó la sentencia de muerte científica sobre Mesmer, quien una vez
más tuvo que cambiar su lugar de residencia y finalmente murió
en soledad y pobreza.
Motivada por un justificado sentimiento de culpa, nuestra cien-
cia actual trata de rehabilitar a Mesmer. Hoy se lo celebra en todos
los libros de enseñanza como "el verdadero padre de la hipnosis,
cuya tragedia fue haber descubierto las fuerzas milagrosas de la
hipnosis, pero haberlas interpretado equivocadamente como mag-
netismo". Aquí se crucifica científicamente a Mesmer por segunda
vez. Este pobre hombre nada tenía que ver con la hipnosis. No se
puede hacer de un difunto el padre fundador de algo de lo que él en
toda su vida nunca se ocupó.
La ciencia no comprendió entonces el magnetismo y sigue sin
comprenderlo hasta el día de hoy. El magnetismo es un método de
tratamiento independiente que sigue siendo practicado por magne-
tizadores. El magnetismo nada tiene que ver con la hipnosis. La
medicina haría bien en estudiar a fondo la obra de Mesmer sobre el
magnetismo, para cerrar finalmente una laguna del conocimiento
vieja, demasiado vieja. También llegará ese día, ya que
actualmente se investigan con mucha aplicación los efectos
curativos de los campos magnéticos y con esto lentamente se está
llegando, por lo menos en un área parcial, al nivel de evolución de
un Paracelso.
El descubrimiento
descubrimiento de la hipnosis y del psicoanálisis
Un modelo de la hipnosis
La terapia de hipnosis
Consecuencias
"KYBALION"
La ley de la polaridad es la base de la filosofía hermética.
Muchos errores humanos se podrían evitar con una mejor
comprensión de la ley de la polaridad. El camino del hombre
pasa por el análisis de la polaridad. La meta del camino es la
superación de la polaridad.
"¿Qué es esto: a la mañana camina en cuatro patas, al
mediodía en dos y a la noche en tres?" Este era el enigma de
la esfinge. Al que no podía resolverlo, le esperaba la muerte
y la aniquilación. Edipo sabía la respuesta. Es el hombre. En
la infancia gatea en cuatro patas, en el mediodía de la vida
camina en dos piernas y en la vejez su bastón se convierte en la
tercera.
Pero esto no es más que la explicación exotérica de la
pregunta. Tampoco sería ni por asomo adecuado castigar con
la muerte no contestar a una pregunta burlona. Lo que sucede es
que aquí se pregunta por las estaciones principales del camino
del hombre, que al no ser superadas son literalmente mortales.
El número cuatro es desde los tiempos antiguos un símbolo de
la materia, que representa la cruz del hombre. A través de la
interacción con lo tangible y lo material, que constituye el
comienzo de la evolución (la mañana), el hombre debe aprender
a comprender la polaridad que está simbolizada por el número
dos. Pero ahora la "re-solución" (Erloesung) de la polaridad en
un tercero lo lleva al anochecer de la perfección. Sólo quien
resuelve este problema, logra la vida eterna.
La ley de la polaridad parece inicialmente demasiado simple,
demasiado obvia, parecería no valer la pena ocuparse más
detalladamente de ella. Todo lo que el hombre encuentra en el
mundo de las formas fenoménicas y todo lo que el hombre puede
imaginar, se le presenta siempre en dos polos. Al ser humano le
resulta imposible imaginarse una unidad fuera de la
polaridad. Hablando en simbología numérica esto significa
que el número uno no es imaginable sin la creación del número
dos, el uno presupone el dos.
Esto es más fácil de seguir en el nivel de la geometría. El
símbolo geométrico del uno es el punto. Un punto no tiene
extensión espacial ni superficial, de lo contrario sería una
esfera o una placa. El punto no tiene dimensión. Pero un
punto así, el hombre no puede ni imaginarlo, pues toda
representación de un punto tiene siempre una extensión, por
más pequeña que sea. Por lo que esta unidad es incomprensible
para el hombre.
Su conciencia está sujeta a la ley de la polaridad, está
subordinada al número dos. Por eso tenemos: más o menos,
hombre y mujer, eléctrico y magnético, ácido y alcalino, modo
mayor y modo menor, bien y mal, luz y oscuridad. La serie se
podría extender al infinito, porque frente a cada concepto
surge un polo opuesto. Nosotros llamamos contraposiciones a
tales pares de conceptos y estamos acostumbrados a preguntar
en cada caso concreto si existe "el uno o el otro". Tratamos
constantemente de ordenar todos los fenómenos en pares de
conceptos. Las cosas son grandes o pequeñas, claras u oscuras,
buenas o malas. Pensamos que estos polos contrapuestos se
excluyen mutuamente: aquí reside nuestro error de
pensamiento.
La realidad se compone de unidades, pero a la conciencia
humana se le presentan únicamente de manera polar. No
podemos percibir la unidad como tal, pero esto no nos permite
deducir que no existe. La percepción de la polaridad requiere
forzosamente la existencia de una unidad. Siempre el dos puede
sólo ser consecuencia del uno. Siempre vemos a la unidad bajo
dos aspectos que nos parecen contrapuestos. Pero las
contraposiciones forman justamente una unidad y dependen una
de otra para su existencia.
La vida es ritmo
La reconciliación
La proyección de la culpa
La ley de resonancia
Tras una frase así hay menos reflexión que un deseo de aceptar
las teorías de las ciencias naturales y al mismo tiempo
introducir de contrabando también la astrología. La
educación y el medio ambiente no son más que un nivel
concreto en el que se manifiestan los principios primordiales.
El medio ambiente es el órgano ejecutor. Pues ¿cómo habría de
vivencias una persona un "factor cósmico (es decir principio
primordial) sino a través del medio ambiente? ¿Cómo se
puede ser atropellado sin un automóvil, cómo puede uno
enfermarse sin un virus, cómo se puede ser asesinado sin un
asesino? Pero todos estos factores del medio ambiente no son
nunca la causa, sino que siempre son únicamente los "ejecuto-
res" del destino.
Los factores hereditarios son otro nivel de la realidad, en
la que también se encuentran los representantes de todos los
principios primordiales. En el nivel de la información celular
podemos leer la realidad, de la misma manera que en el cielo. Por
eso los genetistas humanos se manifiestan como colegas de los
astrólogos. Si hasta los astrólogos pueden creer en un efecto
causal de los astros, quién tomaría a mal que los genetistas
humanos están firmemente convencidos de que la estructura
genética sea la "causa" de los así llamados caracteres
hereditarios. El hombre lleva su "horóscopo" en cada célula
individual, porque el todo siempre se halla en cada detalle, tal
como la planta está en la semilla.
Esto nos lo enseña de manera muy gráfica la acupuntura,
que en sus principios se refería al cuerpo entero, después
descubrió al hombre completo en la oreja, luego en la nariz,
en la mano, en pie, en cada una de sus células. El idioma
simbólico difiere, lo que dice es siempre lo mismo. Porque todo
representa una sola realidad.
No sin razón se llamaba en tiempos antiguos a la
astrología la "ciencia regia", porque abarca toda la realidad;
puede ser aplicada en todos los niveles con igual éxito, es
universal. No sin razón Kepler escribió un libro con el título
significativo: "Advertencia a los adversarios de la astrología." No
sin razón Paracelso señalaba como charlatán y curandero a
un no versado en astrología. Pero todos estos elogios son
totalmente válidos cuando van dirigidos a una astrología que
todavía tiene sus raíces en una imagen esotérica del mundo,
que todavía es una verdadera sabiduría de los astros, pero no
va dirigida a las caricaturas demasiado frecuentes que
siguen existiendo bajo este nombre.
La homeopatía
El principio de la semejanza
Por más que las formas se hayan creado en ese nivel, los caba-
listas lo llaman Yetzirah, todavía no tiene nada que ver con
nuestro nivel material. Más bien es la creación de la matriz
astral, anímica, que más tarde servirá como modelo para su
realización material. El hombre sigue siendo andrógino en este
nivel, contiene los dos sexos en sí, lo que queda bien claro
cuando se saca el polo opuesto posterior "mujer" desde
dentro del hombre y no es algo que viene de afuera.
Al decir que no reconocían su desnudez, se nos muestra que
en ese nivel el hombre estaba todavía totalmente en la unidad
del alma, todavía no podía reconocer en su conciencia la
polaridad. Por esto se dice de él que aún estaba en el paraíso
y podía hablar con Dios y los animales, lo que no es más que
circunscribir el hecho de que vivía en la conciencia de la
totalidad, que su conciencia todavía no estaba
individualizada, que no se distinguía aún de la conciencia
cósmica. Estar en la unidad quiere decir ser uno con todo, sólo
en la polaridad se separa el Yo del No Yo. El paraíso es el
símbolo de la unidad, en la que el hombre se hallaba
originalmente. Todavía no estaba separado de Dios, su
origen, todavía no había separación de los sexos, todavía no
había conciencia de la individualidad.
MANFRED KYBER
La terapia de reencarnación tiene su raíz en una serie de
experimentos que realicé desde el año 1968. En estos
experimentos logré dejar que a través de una regresión
hipnótica las personas pudiesen revivir no sólo su propio
nacimiento, su evolución en el vientre materno y su
concepción, sino también encarnaciones pasadas. Los
protocolos de estos experimentos y consideraciones sobre sus
posibles consecuencias, los publiqué en mis dos libros: "La vida
después de la vida" y "La reencarnación". En estos
experimentos se usó la hipnosis como medio auxiliar para
lograr la regresión en el tiempo.
Los experimentos no son nuevos, ya los realizó en el siglo
pasado Albert de Rochas. En 1956 el caso de Bridey Murphy
inquietó a la opinión pública, y también los ingleses Arnall
Bloxham y Dennys Kelsey condujeron durante décadas
experimentos de regresión hipnótica a vidas anteriores, y los
publicaron. Durante esta primera fase de las regresiones
puramente experimentales a encarnaciones anteriores pude
aprender que hay una relación obvia entre síntomas actuales y
vidas pasadas. Cuando se pudo consolidar más y más esta
teoría, surgió la idea de la utilización terapéutica del hecho de
tornar conscientes las encarnaciones pasadas. El paso decisivo
para concretar esa idea consistió en el desarrollo de métodos que
permitieran la regresión a encarnaciones anteriores, sin que
la persona sujeto de la experiencia tuviese que ser hipnotizada.
Sólo al renunciar a la hipnosis, resultó posible que cualquier
persona pudiese traer a su conciencia los recuerdos de
encarnaciones pasadas.
Como dijimos en el capítulo sobre la hipnosis, el hecho de
que una persona se pueda hipnotizar o no depende mucho menos
del hipnotizador que de la confianza íntima del paciente; —
justamente esa confianza es lo que menos se puede esperar de
pacientes psíquicamente perturbados. Además muchos otros
argumentos hablan en contra de la dependencia de la
hipnosis. No por nada, desde tiempos inmemoriales se oyen
en el campo del esoterismo sólo críticas y advertencias frente a la
hipnosis.
El proceso de hipnotizar se sirve de la sugestión de cansancio,
somnolencia y soñar despierto y lleva así a la persona al
punto contrario de la meta propuesta por el esoterismo.
Justamente el problema del hombre es "dormir" constantemente
y dejarse vivir ciegamente como una marioneta, en lugar de
despertarse a sí mismo y tornarse consciente. Pero todo lo que
pasa en una sesión de psicoterapia debería representar, de una
manera disminuida, lo que esperamos del paciente en la vida
diaria. Es por esto que nuestra meta es hacer que los hombres
sean más conscientes y despiertos, enseñarles a ver la realidad
cada vez con más claridad y no mantenerlos dentro de su
somnolencia e inconsciencia.
Además, es imposible desprender el problema de la hipnosis del
problema del poder. Como veremos más adelante, éste es el
tema central de toda terapia. Finalmente la hipnosis hace que
el paciente se transforme fácilmente en un consumidor
pasivo, que espera de la terapia y del hipnotizador la solución de
sus problemas. Estos argumentos deberían ser suficientes para
entender por qué busqué posibilidades de liberarme e
independizarme de la hipnosis como medio auxiliar para la
regresión en el tiempo, con fines terapéuticos.
El resultado es que en la terapia de reencarnación traemos a la
conciencia de todos los pacientes vidas anteriores, sin
hipnotizarlos jamás. Las regresiones se hacen con plena
conciencia despierta. Para gente ajena al tema esto parece ser
tan inverosímil, que el público sigue relacionando la terapia de
reencarnación con la hipnosis. Pero esto ya no es válido, dado
que la terapia de reencarnación se ha independizado de la
hipnosis.
Es justificada la pregunta de cómo funciona el "nuevo méto-
do". Es bastante difícil describir esto, casi imposible. Todavía
empezamos con una breve distensión, que debe llevar al
paciente a una actitud interna de meditación. El
relajamiento sirve para empobrecer los estímulos externos y
deja que el paciente pueda escucharse a sí mismo. Por tanto,
esta distensión cambia la polarización de la atención desde fuera
hacia dentro, sin que esto produzca cansancio o somnolencia.
Con la ayuda del terapeuta aparecen imágenes o
representaciones internas que el paciente aprende a mirar y al
mismo tiempo a relatar.
Culpa y responsabilidad
Religión y reencarnación
reencarnación
Pero hay que pensar que todo ha nacido de la luz y por eso
tiene que volver por fuerza a la luz. La oscuridad es la falta
de luz. Por eso el camino izquierdo, el sendero oscuro, no lleva
a ninguna meta real, sino que es solamente un desvío muy
largo que finalmente algún día también tiene que terminar en
la luz. No por nada se asocian desde tiempos antiguos la
verdad, el conocimiento, la redención, la iluminación con la
luz, y la mentira, la traición, el error, la enfermedad y el
sufrimiento con la oscuridad. Cada uno tiene que decidirse,
pero recordemos aquí que cuando decimos camino esotérico,
siempre queremos significar el camino de la luz, pues el
camino oscuro en última instancia no es ningún camino, sino
su sombra.
Existen muchas organizaciones y grupos que sirven al
camino oscuro, pero hay muy pocos que lo admiten
oficialmente. Por eso se deberían examinar algunas
características de un grupo antes de incorporarse a él. Los
indicios típicos del polo izquierdo son: todo afán de poder, ya
sea magnitud exterior, misión o similares, todo intento de
atar al individuo a la organización, que haga difícil o hasta
imposible una salida posterior, todo tipo de consumo de
drogas.
El retorno al hogar