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ENSAYO
PRESENTADO A
2023
INTRODUCCIÓN
Es importante resaltar que durante todo el ciclo vital del ser humano se crea el
apego mediante el vinculo afectivo con aquellas personas con las que se tiene una
interacción privilegiada y que satisfacen las necesidades emocionales,
generalmente las figuras de apego son los progenitores “madre y/o padre” u otros
familiares “abuelos, hermanos mayores”. Los diferentes tipos de apego se
desarrollan en la infancia y estos pueden influir en la forma en que una persona
establece relaciones interpersonales en el futuro.
Inicialmente este ensayo tiene como objetivo explicar la manera en que las
personas a travès de las relaciones interpersonales proporcionan seguridad
afectiva y bienestar psicològico, también se dará a conocer lo que requiere el ser
humano a lo largo de su desarrollo evolutivo, teniendo en cuenta todas las etapas
y los factores que influyen en su proceso de crecimiento social, personal y
cognitivo. Se abarcarán diferentes teorías aportadas por autores que han
suministrado información relacionada con los temas anteriormente mencionados.
Desarrollo afectivo
La teoría Etológica ayudó a desarrollar lo propuesto por Bowlby acerca del apego
ya que utilizó este termino para plantear sus ideas en las cuales propone que el
niño nace con una tendencia biológicamente predeterminada hacia la interacción
con los seres humanos. Bowlby expone tres componentes básicos que conforman
este vínculo afectivo (conductas, modelo mental y sentimientos).
Según la investigadora Mary Ainsworth existen ocho episodios para evaluar los
estilos de apego; los cuales son: Figura de apego, niño y observador, figura de
apego y niño, extraña, figura de apego y niño, extraña y niño, figura de apego y
niño, niño solo, extraña y niño, figura de apego y niño.
Las emociones están presentes a lo largo de nuestra vida ejerciendo una función
mediadora, organizadora y motivadora del comportamiento humano, además
mediatizan las actividades humanas favoreciendo su desarrollo y, en ocasiones,
interfiriendo en determinados procesos psicosociales. Por lo cual estas actúan
como señales efectivas de comunicación interpersonal proporcionando a los
demás información sobre nuestros estados de ánimo. Gran parte de la utilidad que
tienen las emociones tiene que ver con la regulación de nuestras relaciones
sociales. Debido a que existen emociones, como la vergüenza, el orgullo y la
culpa, a las que se denomina emociones sociomorales. En el desarrollo emocional
influyen competencias directas como la empatía, la comprensión y la regulación
emocional, las cuales generan las relaciones interpersonales, las competencias
como la empatía, junto con el reconocimiento y autoconocimiento afectivo, la
automotivación y los aspectos que regulan la vida emocional conforman la
inteligencia, la cual evoluciona con la edad y con el desarrollo de las capacidades
cognitivas. Su evolución se da desde el nacimiento, allí el bebé no es consciente
de las expresiones afectivas, por lo tanto, demuestra “señales emocionales”, estas
sirven como medio de interacción social y comunicación, a los 8-10 meses los
niños comienzan a conocer el mundo físico y social a través de las expresiones
emocionales que le proporciona su entorno familiar, en esta etapa la empatía
juega un rol importante como mediador de las relaciones interpersonales y un
gran motivador de la conducta prosocial de ayuda a los demás, durante el
segundo y tercer año se produce un avance a nivel cognitivo lo que posibilita que
el desarrollo afectivo se vea favorecido por las capacidades del niño, también
aparecen nuevas formas de regulación emocional a través del juego y la
exploración; el desarrollo del yo permite la nueva conciencia de los estados
emocionales, el desarrollo del yo aporta la experiencia emocional subjetiva, es
decir, aparecen la toma de conciencia, la interpretación y la evaluación de los
estados emocionales, lo que supone una base importante para la autorregulación
emocional.
Aparece además otro instrumento desarrollado para poder expresar las emociones
y compartirlas, y es el desarrollo del lenguaje, que permite al niño verbalizar sus
estados de ánimo, tomar conciencia de sus emociones al expresarlas y utilizar
menos el llanto en sus interacciones, también posibilita el desarrollo de la empatía
ampliando la capacidad de compartir y comprender emociones mediante el
lenguaje, facilitando la comunicación en las interacciones sociales. En los 3 y 6
años se ponen en práctica las habilidades emocionales aprendidas en el entorno
familiar, suele aparecer el enfado como consecuencia de los problemas de
posesión de objetos y espacios, a los 4 años los niños son capaces de
comprender sus emociones y las de los demás, sin embargo, aún no son capaces
de tener en cuenta las creencias de los demás a la hora de inferir sus emociones.
A partir de los 6 años ellos comprenderán esto, tomarán posición emocional y
comprenderán que los demás son capaces de leer sus emociones y que pueden
disimular sus expresiones en determinadas situaciones. En los años preescolares
los niños van aprendiendo que para adaptarse a la sociedad deben controlar sus
emociones para así adaptarlas al entorno, ya que los años escolares son clave
para el desarrollo de la capacidad de regular las emociones y las conductas
asociadas, los niños en estos años aprenden a ajustar su vida emocional,
controlando las distintas situaciones sociales con los demás, dejando que se
muestren sus emociones de forma que interactúen satisfactoriamente, es
importante señalar que el desarrollo de la empatía en estas edades sufre un salto
cualitativo entre los años de la educación infantil y primaria, viéndose influida por
el desarrollo cognitivo. Todos estos aspectos desarrollados forman parte del
concepto inteligencia emocional, término desarrollado por diversos autores como
Goleman, quien la define como la capacidad que tiene la persona para reconocer
sus sentimientos y los sentimientos de los demás, para motivarse y manejar bien
las emociones, es una capacidad que une el pensamiento y los sentimientos hacia
el mismo objetivo de interacción socioemocional. Para lograr una buena
inteligencia emocional Shapiro (2001) expone que los factores que influyen en el
éxito personal provenientes de la inteligencia emocional son: reconocer las
emociones, saber manejarlas, utilizar el potencial existente dentro de sí mismo
(perseverancia, optimismo, autoconfianza, etc.), saber ponerse en el lugar de los
demás y crear interacciones sociales.
Ofrecer apoyo afectivo a los niños cuando tienen un problema con alguna emoción
hace que asocien las emociones con algo positivo, y no con algo negativo de lo
que hay que huir. Ayudar a explorar estrategias para afrontar el problema o la
emoción, además de resolver el problema, suministra al niño estrategias
necesarias para afrontar sus relaciones interpersonales y socioafectivas con su
entorno. Todas estas ayudas por parte de padres y maestros contribuyen a que
los niños comprendan mejor sus propias emociones, desarrollen recursos
efectivos de orden emocional, estimulen su empatía, autoestima y a su vez
promueven las capacidades de su inteligencia emocional y en definitiva muestren
una mejor competencia emocional.
La figura del amigo es especial en la vida del ser humano, el hecho de tener una
persona, cercana en nivel de desarrollo, con la que se pueda compartir las
emociones hace de la amistad un vínculo afectivo necesario para la seguridad
emocional. La concepción de la amistad y la visión que se tiene de un amigo
sufren cambios determinados por las capacidades cognitivas de cada etapa del
desarrollo. Numerosos autores han estudiado, durante los años setenta y ochenta,
este proceso de la evolución de la amistad, como Damon, Youniss, Selman,
Hartup y Furman, entre otros. Estos son algunos de los resultados en base a sus
estudios: la primera etapa de educación infantil va de los (0-6 años), en los dos
primeros años de vida las relaciones que se producen entre niños muestran un
afecto positivo entre ellos sin poder hablar todavía de amistad. A partir del tercer
año cuando se observan preferencias a la hora de elegir amigos, se evidencian
influencias culturales que los padres inculcan en la educación del niño y son
percibidas desde su nacimiento. Durante los 6 y 12 años se presenta la etapa de
educación primaria en la cual el niño logra superar las limitaciones cognitivas, con
lo que las posibilidades de comprender al amigo de forma diferente se comienzan
a distinguir. En esta fase la amistad se define por la ayuda recíproca que se
ofrecen, de modo que el amigo es alguien con quien comparten experiencias, por
lo cual se forma un vínculo de afecto que puede durar la vida adulta. La etapa
adolescente de educación secundaria consiste en la vinculación afectiva de la
amistad la cual esta basada en: la confianza mutua, la intimidad, la comunicación,
la sinceridad, la lealtad, el afecto compartido y el conocimiento mutuo. En esta
fase se valora a los amigos por sus características psicológicas más que por las
externas, y se utilizan cualidades indefinidas.
Entre las funciones del vínculo de la amistad es importante formar lazos afectivos
con los amigos, para que así los niños se integren con más seguridad a un
determinado grupo y se sientan aceptados para que entablen cierto nivel de
comunicación dentro de él, y así la amistad logra cubrir la necesidad interpersonal
de seguridad-pertenencia. La seguridad emocional que aportan las amistades
proporciona una adaptación socioemocional para afrontar su entorno. Las
vinculaciones de amistad favorecen la formación del autoconcepto y el desarrollo
de la autoestima, ayudando a que el niño construya una imagen apta y valiosa de
sí mismo, las amistades permiten que el adolescente experimente con ellas
sentimientos y valores positivos como el cariño, afecto, lealtad, solidaridad y
también emociones negativas como la ira, enfado, tristeza y celos. Estas
emociones pueden verse reflejadas en la relación de amistad y compartidas de
forma implícita logran que el adolescente aprenda estrategias de regulación
emocional efectivas de sus amigos, de modo que el control emocional se ve
favorecido. Estos vínculos influyen en todos los ámbitos del desarrollo, por lo que
es recomendable que los padres y maestros ayuden a que los niños vayan
formando vínculos de amistad con sus compañeros. Al principio serán los adultos
los que vayan guiando estos encuentros, pero progresivamente deben ir dejando
espacio al niño y, sobre todo, al adolescente para que sean ellos mismos quienes
sigan desarrollando sus propias vinculaciones afectivas.
CONCLUSIONES
El desarrollo evolutivo esta influenciado por factores sociales como las relaciones
familiares y las interacciones con el entorno en el cual se encuentra el adolescente
o niño. Estos factores generan impacto en el desarrollo de la personalidad , la
identidad y los valores, ademàs durante el desarrollo se establece un tipo de
apego entre el niño y el cuidador, el cual tiene una gran influencia en los lazos
interpersonales.
Durante las etapas del desarrollo humano se puede evidenciar que a medida que
va evolucionando de forma psicosocial, los niños van estableciendo vinculos
emocionales de amistad basados en la confianza, el respeto y la reciprocidad en
donde comparten intereses y experiencias comunes con determinadas personas,
por lo tanto logran diferenciarlas por sus cualidades, no solo fisicas sino tambièn
internas.
La seguridad emocional se forma cuando el niño crea lazos afectivos con sus
amigos, ya que ellos hacen que se integre con màs confianza en un determinado
grupo, para que asi se sienta aceptado, teniendo en cuenta lo anterior la amistad
logra cubrir la necesidad interpersonal de seguridad-pertenencia.