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Querido estudiante:

Te acercamos cuatro textos para que puedas elegir 2 de ellos para el día del
examen oral.

La profesora te pedirá que le relates brevemente el contenido de los textos


seleccionados y te hará preguntas sobre los mismos.

Es importante que puedas expresar tu opinión y dialogar respetando los


tiempos verbales.

¡A prepararse para esta instancia que te acerca un paso más al inicio de tu


carrera universitaria!

Texto 1
LA NACION / Editoriales

El alcohol y los jóvenes


19 de Febrero de 2012

Se necesitan serias estrategias de prevención para evitar que el alcoholismo siga minando a la
juventud

Las vacaciones encierran para los más jóvenes un cúmulo de promesas de entretenimiento y
diversión en escenarios diferentes de los habituales. Lamentablemente, la percepción
extendida entre muchos de ellos es que el alcohol está indisolublemente asociado a los buenos
momentos.

Según datos de la Fundación Manantiales, el consumo promedio de alcohol en verano


aumenta casi un 400 por ciento respecto del invierno. La cerveza es la bebida de mayor
preferencia, con un 75,5%, seguida por las bebidas blancas (18%) y por el vino (6,5%). Si bien
es obvio que las temperaturas estivales favorecen un mayor consumo de líquidos para
hidratarse, ésta es sólo una de las variables que hacen a tan alarmante aumento. Se agregan,
entre otras, un menor control de los padres, un corrimiento de límites, más tiempo libre por
menor cantidad de responsabilidades, mayor influencia del grupo de amigos -los especialistas
lo denominan "presión de los pares"-, mayor apertura a nuevas experiencias y más salidas que
encuentran, a su vez, una mayor oferta de droga y alcohol.

En relación con el consumo juvenil desagregado por sexo, para la franja de 14 a 17 años, el 61
por ciento de los que consumen son hombres y el 39%, mujeres, mientras que entre los de 18 a
22 años, el 57% son hombres y el 43%, mujeres. Resulta interesante observar que a igual
cantidad de alcohol ingerido, éste alcanza mayores niveles en la sangre de las mujeres que en
la de los hombres.

No es la primera vez que, desde estas columnas, advertimos sobre los peligros que encierran
las famosas "previas", encuentros que generalmente se desarrollan en casa de alguno de los
miembros del grupo de amigos o en la calle, con algún quiosco o almacén en la cercanía, a fin
de iniciar antes un consumo a menor precio que en bares o boliches.
A partir de la desinhibición que dispara el alcohol, muchos deambularán luego zigzagueantes
por boliches o calles, proclives a protagonizar escenas de violencia, poniendo en serio riesgo
sus vidas y las de sus pares.

Es cierto, también, que ante la gravedad del problema, hace ya varios años que tanto el
gobierno bonaerense como las autoridades de las zonas de veraneo, juntamente con los
fabricantes de bebidas alcohólicas y muchas asociaciones de padres han optado
inteligentemente por aunar esfuerzos para intentar combatir el consumo abusivo.

Vale destacar el caso de la industria cervecera que promueve el consumo responsable,


implementando programas de educación en conjunto con oficinas públicas, como la Agencia
Nacional de Seguridad Vial, y reconocidas ONG. Resulta fundamental generar cambio de
hábitos no sólo en los consumidores sino también en los comerciantes y empresarios de la
noche, pues no hay duda de que el consumo excesivo tiene su origen en un expendio
excesivo. Tanto el control como el posterior cumplimiento de penas a las contravenciones está
indelegablemente en manos del Estado y sus incumplimientos tienen un correlato importante,
también, en las estadísticas de accidentes viales.

Aún es mucho lo que resta por hacer, pero las primeras estadísticas oficiales de la temporada
revelan que la unión de esfuerzos públicos y privados da sus frutos. Según informaron las
autoridades sanitarias bonaerenses, las consultas en las guardias de los hospitales de la Costa
Atlántica por exceso en el consumo de alcohol entre los menores de 18 años bajaron un 60 por
ciento, y un 80% al considerar personas de todas las edades. Además, se clausuraron 89 de
los 2012 comercios inspeccionados y se secuestraron 6172 botellas por incumplir las leyes de
nocturnidad y expendio de alcohol de la provincia de Buenos Aires.

Es altamente deseable que este tipo de iniciativas sean acompañadas por estrategias serias de
prevención desde las primeras etapas del proceso educativo para que sea más factible que, al
llegar a la adolescencia, se instalen en ellos modelos de identificación y adhesión a grupos de
pertenencia que les permitan abroquelarse adecuadamente frente a la tentación del consumo
abusivo de alcohol.

Las vacaciones no deben ser un pasaporte al descontrol juvenil, sino un período con límites
propios, distintos a los del resto del año. Una vez más, el ejemplo de los padres y adultos
fomentando un diálogo fecundo y orientador resulta crucial. Sólo si se logra comprometer
seriamente a todos los involucrados en el esfuerzo, no caerán los peligros de la noche sobre
nuestros jóvenes.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/editoriales/el-alcohol-y-los-jovenes-nid1449947/

Texto 2:
CLARÍN / Editoriales

La importancia de la lectura

21/08/1997 Clarín.com
Opinión

Los argentinos leemos poco. La Primera Encuesta Nacional de la Infancia y Juventud


elaborada en 1995 por el UNICEF concluía con un dato preocupante: la mitad de los jóvenes y
adultos encuestados jamás lee. Por ello, y a pesar de que algunos leen mucho, la promoción
de la lectura entre la población debe ser uno de los principales objetivos de la política educativa
y cultural.

Podría suponerse que la lectura resulta un ejercicio anticuado y quizás hasta inútil.
Pero, paradójicamente, los países más desarrollados cuentan con los índices más altos de
lectura y, entonces, la riqueza de esas sociedades se configura desde un elevado umbral
cultural.

Una alumna de una escuela del Gran Buenos Aires decía que le gusta leer porque la
hace soñar y emocionar. Si en forma primaria todos contamos con sueños y emociones, lo
cierto es que la sociedad consigue acumular y transmitir fantasías y realizaciones que nos
integran a una historia. Esto significa que con la lectura los hombres somos iniciados a un
mundo preexistente cuya riqueza puede perderse no bien los libros se desencuentren con sus
lectores. Desde esa historia los hombres pueden comenzar a imaginar y concebir cosas que de
otra forma resultarían inexistentes. Con la información y la formación, con el saber y la emoción
que registran los libros, los hombres adquieren conciencia de que participan de una
comunidad, de un gran emprendimiento cultural.

La lectura es imprescindible para la escritura. La lectura enseña a escribir tanto como a


reflexionar. De ahí la importancia de formar el hábito de leer. A partir de la presencia cotidiana
de la lectura se hace posible exponer, transmitir y recibir análisis, argumentos e informaciones.
Y además es una fuente inagotable de deleite.

Sería parcial entonces localizar la necesidad de la lectura únicamente en las escuelas;


por el contrario, y como bien plantean los especialistas, la cuestión de la lectura debe ser
formulada en relación a la sociedad en su conjunto, replanteando el lugar que se le asigna en
la vida de la población y ayudando a construir políticas de lectura. Pero, claro está, las escuelas
y las bibliotecas tienen que cumplir una función importantísima. Ellas deben compensar las
falencias de los hogares en desventaja económica y cultural; deben brindar posibilidades que la
pobreza o la marginación excluyen. Desde este punto de vista, la lectura y los libros deben
participar en la generación de personalidades que contribuyan a edificar una sociedad mejor.

Fuente: https://www.clarin.com/opinion/importancia-lectura_0_B1f8kWWAFe.html
Texto 3:
GÉNERO
Varones y mujeres: de amores, violencias y derechos

María tiene 13 años, es gitana y ha vivido en muchos lugares, tanto en ciudades


grandes como en el campo. En el último año ha conocido muchas personas caminando por el
pueblito en el que vive ahora.

Hace unas semanas, María se ha enterado de que su familia la ha comprometido en


casamiento con uno de sus primos mayores, Julián, de 25 años. La boda será muy pronto.

En la casa, las mujeres están muy contentas planeando los festejos que están por
llegar: la boda durará dos días, se comerá, bailará y beberá. María ha soñado desde pequeña
con este momento, ha imaginado todos los detalles: el vestido que usaría, los zapatos, cómo se
pintaría las uñas…. Pero ahora que está todo preparado no quiere casarse. El motivo es uno
solo: no le gusta su primo Julián, no está enamorada. María llora a escondidas y siente muchas
cosas contradictorias. Tiene ganas de casarse, pero no con su primo...

Una mañana, en el recreo de la escuela, María le confesó su secreto a Anahí, su


amiga. Ambas pasan mucho tiempo juntas, a las dos les gusta sentarse en la plaza a mirar a
los chicos, probarse ropa y maquillarse. Anahí escuchó atenta a María sin saber muy bien qué
aconsejarle, porque no comprende demasiado las reglas y las costumbres de la familia de su
amiga.
Anahí también tiene 13 años y piensa que las personas se casan “cuando son
grandes”,
cuando terminan de estudiar y consiguen un trabajo. Había visto el caso de un matrimonio
“arreglado” en una telenovela, por televisión. Era la historia de una muchacha rica enamorada
de un muchacho pobre. Los padres de la muchacha no aceptaban ese amor y querían obligarla
a casarse “por conveniencia” con un señor de una familia adinerada y poderosa. La novela
terminaba con la protagonista escapándose con su enamorado para vivir juntos, pobres pero
felices. Y también se acordó de Susana, una joven de cuarto año que, cuando se enteró de que
estaba embarazada, se fue a vivir con Alberto, su novio, pero no se casaron.

Rápidamente, todos los compañeros y las compañeras de María se enteraron de lo que


estaba ocurriendo y coincidieron en que era importante ayudarla, porque ella “tiene derecho a
sentir diferente y a ser escuchada por los adultos”.

El pueblo era chico y el rumor de que “María se casaría” estaba en boca de todos. Así,
la noticia llegó hasta la jueza de la zona, quien al enterarse de que una niña de 13 años se
casaría, citó al padre y a la madre al juzgado. La jueza les explicó que María aún es niña para
casarse y que la ley no lo permite. Entre enojos y algunos gritos, el padre de María accedió a
posponer el casamiento para más adelante. Sin embargo, Julián y su familia se sintieron muy
deshonrados por lo acontecido y decidieron cortar relaciones con los padres de María.

María está más tranquila. Sigue soñando con casarse, pero piensa que tiene unos años
más para imaginar su futuro.

Fuente: “La escuela media que queremos: cuadernillo para docentes”, Ministerio de
Educación, Presidencia de la Nación.
Texto 4:
Fragmento de “El principito” de Antoine de Saint-Exupéry
Entonces apareció el zorro.

-Buenos días -dijo el zorro.

-Buenos días -respondió cortésmente el principito, que se dio vuelta, pero no vio nada.

-Estoy acá -dijo la voz- bajo el manzano...

- ¿Quién eres? -dijo el principito-. Eres muy lindo...

-Soy un zorro -dijo el zorro.

-Ven a jugar conmigo -le propuso el principito-. ¡Estoy tan triste!...

-No puedo jugar contigo -dijo el zorro-. No estoy domesticado.

-¡Ah! Perdón -dijo el principito. Pero, después de reflexionar, agregó:

-¿Qué significa «domesticar»?

-No eres de aquí -dijo el zorro-. ¿Qué buscas?

-Busco a los hombres -dijo el principito-. ¿Qué significa «domesticar»?

-Los hombres -dijo el zorro- tienen fusiles y cazan. Es muy molesto. También crían gallinas. Es
su único interés. ¿Buscas gallinas?

No -dijo el principito-. Busco amigos. ¿Qué significa «domesticar»?

-Es una cosa demasiado olvidada -dijo el zorro-. Significa «crear lazos».

-¿Crear lazos?

-Sí -dijo el zorro-. Para mí no eres todavía más que un muchachito semejante a cien mil
muchachitos. Y no te necesito. Y tú tampoco me necesitas. No soy para ti más que un zorro
semejante a cien mil zorros. Pero, si me domesticas, tendremos necesidad el uno del otro.
Serás para mí único en el mundo. Seré para ti único en el mundo...

-Empiezo a comprender -dijo el principito-. Hay una flor... Creo que me ha domesticado...

-Es posible -dijo el zorro-. ¡En la Tierra se ve toda clase de cosas...!

-¡Oh! No es en la Tierra -dijo el principito. El zorro pareció muy intrigado:

-¿En otro planeta?

-Sí.
-¿Hay cazadores en ese planeta?

-No.

-¡Es interesante eso! ¿Y gallinas?

-No.

-No hay nada perfecto -suspiró el zorro. Pero el zorro volvió a su idea:

-Mi vida es monótona. Cazo gallinas, los hombres me cazan. Todas las gallinas se parecen y
todos los hombres se parecen. Me aburro, pues, un poco. Pero, si me domesticas, mi vida se
llenará de sol. Conoceré un ruido de pasos que será diferente de todos los otros. Los otros
pasos me hacen esconder bajo la tierra. El tuyo me llamará fuera de la madriguera, como una
música. Y además, ¡mira! ¿Ves, allá, los campos de trigo? Yo no como pan. Para mí el trigo es
inútil. Los campos de trigo no me recuerdan nada. ¡Es bien triste! Pero tú tienes cabellos color
de oro. Cuando me hayas domesticado, ¡será maravilloso! El trigo dorado será un recuerdo de
ti. Y amaré el ruido del viento en el trigo...

El zorro calló y miró largo tiempo al principito:

-¡Por favor... domestícame! -dijo.

-Bien lo quisiera -respondió el principito-, pero no tengo mucho tiempo. Tengo que encontrar
amigos y conocer muchas cosas.

-Sólo se conocen las cosas que se domestican -dijo el zorro-. Los hombres ya no tienen tiempo
de conocer nada. Compran cosas hechas a los mercaderes. Pero como no existen mercaderes
de amigos, los hombres ya no tienen amigos. Si quieres un amigo, ¡domestícame!

-¿Qué hay que hacer? -dijo el principito.

-Hay que ser muy paciente -respondió el zorro-. Te sentarás al principio un poco lejos de mí,
así, en la hierba. Te miraré de reojo y no dirás nada. La palabra es fuente de malentendidos
Pero, cada día, podrás sentarte un poco más cerca...

Al día siguiente volvió el principito. -Hubiese sido mejor venir a la misma hora -dijo el zorro-. Si
vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde, comenzaré a ser feliz desde las tres. Cuanto más
avance la hora, más feliz me sentiré. A las cuatro me sentiré agitado e inquieto; ¡descubriré el
precio de la felicidad! Pero si vienes a cualquier hora, nunca sabré a qué hora preparar mi
corazón... Los ritos son necesarios.

-¿Qué es un rito? -dijo el principito.

-Es también algo demasiado olvidado -dijo el zorro-. Es lo que hace que un día sea diferente de
los otros días: una hora, de las otras horas. Entre los cazadores, por ejemplo, hay un rito. El
jueves bailan con las muchachas del pueblo. El jueves es, pues, un día maravilloso. Voy a
pasearme hasta la viña. Si los cazadores no bailaran en día fijo, todos los días se parecerían y
yo no tendría vacaciones.

Así el principito domesticó al zorro. Y cuando se acercó la hora de la partida:

-¡Ah!... -dijo el zorro-. Voy a llorar.


-Tuya es la culpa -dijo el principito-. No deseaba hacerte mal pero quisiste que te domesticara...

-Sí-dijo el zorro.

-¡Pero vas a llorar! -dijo el principito.

-Sí-dijo el zorro.

-Entonces, no ganas nada.

-Gano -dijo el zorro-, por el color de trigo. Luego, agregó:

-Ve y mira nuevamente a las rosas. Comprenderás que la tuya es única en el mundo. Volverás
para decirme adiós y te regalaré un secreto.

El principito se fue a ver nuevamente a las rosas:

-No sois en absoluto parecidas a mi rosa: no sois nada aún -les dijo-. Nadie os ha domesticado
y no habéis domesticado a nadie. Sois como era mi zorro. No era más que un zorro semejante
a cien mil otros. Pero yo le hice mi amigo y ahora es único en el mundo.

Y las rosas se sintieron bien molestas.

-Sois bellas, pero estáis vacías -les dijo todavía-. No se puede morir por vosotras. Sin duda que
un transeúnte común creerá que mi rosa se os parece. Pero ella sola es más importante que
todas vosotras, puesto que es ella la rosa a quien he regado. Puesto que es ella la rosa a quien
puse bajo un globo. Puesto que es ella la rosa a quien abrigué con el biombo. Puesto que es
ella la rosa cuyas orugas maté (salvo las dos o tres que se hicieron mariposas). Puesto que es
ella la rosa a quien escuché quejarse, o alabarse, o aun, algunas veces, callarse. Puesto que
ella es mi rosa.

Y volvió hacia el zorro:

-Adiós -dijo.

-Adiós -dijo el zorro-. He aquí mi secreto. Es muy simple: no se ve bien sino con el corazón. Lo
esencial es invisible a los ojos.

-Lo esencial es invisible a los ojos -repitió el principito, a fin de acordarse.

-El tiempo que perdiste por tu rosa hace que tu rosa sea tan importante.

-El tiempo que perdí por mi rosa... -dijo el principito, a fin de acordarse.

-Los hombres han olvidado esta verdad -dijo el zorro-. Pero tú no debes olvidarla. Eres
responsable para siempre de lo que has domesticado. Eres responsable de tu rosa...

-Soy responsable de mi rosa... -repitió el principito, a fin de acordarse.

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