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Definiciones importantes:

1. Ley: Es un mandato, debidamente promulgado, dado por el legislador competente a


una comunidad capaz de recibir leyes (persona jurídica) para el bien común de la
misma comunidad. Sus características son: generalidad, abstracción, certeza,
estabilidad y exterioridad.
a. Generalidad: significa que la ley tiene la función de regular la vida de una
comunidad en sus relaciones interpersonales. La destinataria es la comunidad y
sus miembros están obligados a atenerse en su conducta a lo establecido.
b. Abstracción: La ley abstrae las situaciones particulares para abarcar las
exigencias universales de la comunidad, prescinde de las situaciones singulares
para disciplinar situaciones-tipo individuadas hipotéticamente.
c. Certeza: Cualidad que deriva de la naturaleza normativa de la ley. Si la ley debe
regular las relaciones de la comunidad, no sería normativa si no se presenta
como cierta en lo que debe regular o imponer. Una ley incierta no puede ser ley,
porque la incertidumbre hace que se pueda interpretar de diversos modos, por lo
que no sería para todos.
d. Estabilidad: Debe tener una cierta perpetuidad jurídica. Una variación
demasiado frecuente de leyes crea un sentido de inseguridad y de inestabilidad.
Santo Tomás afirma que las leyes obtienen firmeza con la práctica.
e. Exterioridad: Las relaciones entre los hombres, en la medida en que viven en
comunidad, no pueden ser sino relaciones externas, es decir, relaciones que se
tienen mediante el cuerpo y que alcanzan el mundo exterior. Sin embargo, no
significa que se agoten en la exterioridad.
2. Las leyes se distinguen en universales y particulares:
a. Universales: emanadas para toda la Iglesia latina por parte de la autoridad
suprema. Nótese: no se dice para todos los fieles, sino para toda la Iglesia,
porque podrían ser emanadas para una determinada categoría de fieles. Ejemplo:
son universales todas las leyes emanadas para todos los IVC, para todos los
párrocos, etc.
b. Particulares: Leyes que se refieren solamente a una parte territorial (diócesis,
región eclesiástica) o una categoría de personas (un instituto religioso
determinado).
3. Las leyes se distinguen también en razón de su efecto:
a. Imperativas: imponen el cumplimiento de un acto (can. 149).
b. Prohibitivas: prohíben el cumplimiento de un acto (can. 285 §3).
c. Permitentes: cuando conceden la facultad de actuar de un modo determinado
(can. 487,488; 1177)
d. Dispositivas, derogables o supletorias: si su aplicación puede ser sustituida por
otras normas o por voluntad de las partes. En caso contrario se llaman
inderogables, vinculantes o imperativas (can. 1313).
e. Irritantes: cuando la no observancia de las mismas irrita un acto, es decir, lo
priva de validez (can. 474)
f. Inhabilitante: cuando vuelven a la persona inhábil para realizar un acto jurídico
(can. 643 §1)
4. Abrogación: Supresión completa de una ley a través del legislador competente,
hecho que puede darse por medio de una revocación expresa o tácita (a través de
una disposición en contrario o de una ley que regula de forma completamente la
materia) (can. 6 §1, n.1)
5. Derogación: Supresión parcial de una norma jurídica y se expresa a menudo por
medio del agregado de cláusulas generales con efectos supresores. La razón de esto
es que podría entrar en conflicto con nuevas normas (can. 1325 pascite gregem
(2021)
6. Obrogación: Es la abolición parcial (o modificación) de una norma legal o un
decreto en la medida en que contradice a la nueva norma (can. 230: “los laicos” /
antes: “los varones”); can 1311 (ahora tiene 2 parágrafos) (can. 242 con el m.p.
competentias quasdam del 11/02/2022) (antes aprobación, ahora confirmación).
El can. 604 tiene un nuevo parágrafo § 3. La admisión y erección de tales
asociaciones a nivel diocesano es competencia del Obispo diocesano, en el ámbito
de su territorio; a nivel nacional es competencia de la Conferencia Episcopal, en el
ámbito del propio territorio.
7. Presunción “iuris tantum”: una presunción es una “conjetura probable sobre una
cosa incierta” (can. 1584). cuando se juzga que una cosa es tal hasta que se pruebe
lo contrario. Es decir, admite prueba en contrario: “Se presume que todos son
inocentes hasta que se le prueba lo contario”. Se prueba la culpabilidad de uno, ya
se puede decir que no todos eran inocentes. Ejemplos: can. 1095 n.1 en relación al
can. 97, porque regula la capacidad natural de los contrayentes; can. 1061§2
(consumación).

LAS LEYES ECLESIÁSTICAS (CANN. 7-22)


El código presenta 16 cánones con los elementos necesarios de la ley en sentido formal:
 Cuando nace (can. 7):
Hay un primer momento que se llama gestación que es cuando la ley es preparada. Es
decir, hay un estudio previo de la realidad que debe ser regulada para determinar cuáles
son los derechos y deberes reales de las personas en una situación determinada.
Hay un momento de redacción antes de la promulgación.
 Cómo es promulgada y cuando entra en vigor (can. 8):
La promulgación es el acto por el cual la autoridad determina que la ley comienza a ser tal
para una comunidad determinada. Es un acto público de la autoridad legislativa a través de
la cual se intima a la comunidad una norma que a partir de ahora será obligante.
Normalmente a la promulgación sigue un periodo llamado vacatio legis, es el periodo
durante el cual la ley nueva, aun existiendo, no tiene eficacia (vacat), y continúa estando en
vigor la ley precedente. Este periodo se requiere para que la comunidad pueda conocer la
ley y preparar todo lo necesario para su ejecución.
Ejemplos:
La constitución Pascite Gregem fue promulgada el 23 de mayo de 2021 y entró en vigor
el 8 de diciembre de 2021.
La Constitución Praedicate evangelium fue promulgada el 19 de marzo de 2022 y entró
en vigor el 5 de junio de 2022.
 La materia que pretende regular (can. 9):
 La fuerza particular de algunas leyes (can. 10):
 Quiénes son los súbditos de la ley (can. 11):
 Quienes están obligados por las leyes universales y particulares (cann. 12-13):
 Regula las situaciones que se pueden verificar en la hipótesis de las leyes dudosas
(can. 14):
 De la ignorancia de la ley (can. 15):
 De la interpretación de la ley (cann. 16-18):
 De las eventuales lagunas (can. 19):
 De los criterios necesarios para comprender la abrogación, revocación y derogación
de las leyes (cann. 20-21):
 Las leyes civiles que son acogidas en el ordenamiento canónico (can. 22):

DECRETOS GENERALES (CANN. 29-33)


Es una norma escrita general, mediante la cual la autoridad establece prescripciones
comunes para una comunidad capaz de ser sujeto pasivo de una ley.
Cuando la autoridad que lo otorga tiene potestad legislativa, el decreto general se considera
propiamente una ley. También puede emanar un decreto general de este tipo la autoridad
con potestad ejecutiva, a la que el legislador competente ha atribuido la competencia para
hacerlo en casos particulares.
Los decretos generales legislativos crean nuevos derechos u obligaciones, o abrogan o
derogan una ley anterior, o contienen prescripciones generales que no complementan o
dependen de otras normas legislativas.

DECRETOS GENERALES EJECUTORIOS (CAN. 33)


Los decretos generales ejecutorios, que son emanados por la autoridad ejecutiva,
contienen una norma general y abstracta que concreta la aplicación de una norma anterior o
urge para su cumplimiento. Obligan a quienes están sometidos a esa ley. No derogan las
leyes, y sus prescripciones que sean contrarias a las leyes no tienen valor alguno, pues sus
normas son de rango inferior.
PRECEPTO SINGULAR (CANN. 35,49, 58, 1319).
Es un decreto por el que directa y legítimamente se impone a una persona o personas
determinadas la obligación de hacer u omitir algo, sobre todo para urgir la observancia
de la ley. Esa obligación legal será de ordinario una ya existente, o bien una no establecida
expresamente en la ley, pero formulada legítimamente en el precepto.
El precepto es, por tanto, una modalidad de decreto cuyo contenido es un mandato o
prohibición, para un destinatario concreto.
Por ser un decreto debe cumplir los requisitos formales de los decretos singulares, como el
de realizarlo por escrito –salvo algunas excepciones– y exponer los motivos, y los que se
refieren a la intimación, notificación, citación y revocación del precepto.
Los preceptos singulares se pueden clasificar en simples, que mandan hacer u omitir algo, y
penales, que contienen la conminación de una pena determinada si no se obedece al
mandato.

RESCRIPTO (CANN. 59-75)

Es un acto administrativo emitido por escrito por el que la competente autoridad ejecutiva
concede un privilegio, una dispensa u otra gracia, a petición del interesado. Quien
realiza la petición que da lugar al rescripto puede ser el destinatario del acto que se pide, o
un tercero que no tenga prohibido solicitarlo, incluso sin el consentimiento del mismo
interesado.
La petición que se realiza, que suele llamarse preces, ha de incluir los motivos, que serán la
base de la respuesta de la autoridad. En caso de que –siendo necesario su conocimiento–
esos motivos hubieran sido ocultados, el rescripto sería inválido. También conlleva la
invalidez del rescripto la inclusión de motivos falsos con el fin de obtener lo que se pide.
Como es derecho de los fieles realizar la petición, hay obligación de recibirla y estudiarla
para dar una respuesta justa. El interesado tiene la posibilidad del recurso administrativo si
se le deniega lo solicitado.
El rescripto en el cual no se designa ejecutor surte efectos a partir del momento en el que se
ha expedido el documento; los demás, desde el momento de su ejecución.
Un rescripto contiene la concesión de una gracia, es decir, de algo que no se debe en
justicia y corresponde a la discrecionalidad del que la da.
La autoridad puede otorgar una gracia mediante rescripto, o también de otras formas; por
ejemplo, de viva voz, aunque quien la recibe habrá de probarla para que tenga eficacia en el
fuero externo.
Dentro de las gracias que concede la autoridad, hay dos tipos que tienen una regulación
específica y pueden otorgarse mediante rescripto: el privilegio, que es la gracia otorgada
por acto peculiar en favor de determinadas personas, tanto físicas como jurídicas,
concediendo algo que va en contra o más allá del derecho común; y la dispensa, que es la
relajación de una ley meramente eclesiástica en un caso particular, por una causa justa y
razonable.
PRIVILEGIOS (CANN.59, 75-79, 36 §1)
Es una gracia otorgada por acto peculiar en favor de determinadas personas, tanto físicas
como jurídicas, que puede ser concedida por el legislador, y también por la autoridad
ejecutiva a la que el legislador haya dado esta potestad; de ordinario se concede
mediante un rescripto.
El privilegio tiene las características de los actos administrativos, aunque pueda ser dado
también por el legislador. Con el privilegio no se trata de conceder ventajas
discriminatorias, sino de contar con un instrumento más para hacer justicia, otorgando algo
que no determinan las normas y va en contra o más allá del derecho común, pero resulta
justo y favorable para el sujeto en una situación concreta, e indirectamente para la
comunidad.
Tipos de privilegios: según la duración, puede ser perpetuo o temporal (si no se prueba lo
contrario, se presume la perpetuidad); según quién se beneficia, puede ser personal –
favorece directamente a una persona física o jurídica y se extingue con ella–, o real –se
concede a un objeto o lugar de modo inmediato y cesa con él–.
La extinción de los privilegios se puede dar por diferentes causas (revocación, renuncia,
transcurso del plazo, prescripción, etc.).

DISPENSAS (CANN. 59, 85-93)


La dispensa consiste en la relajación de una ley meramente eclesiástica en un caso
particular, por una causa justa y razonable, teniendo en cuenta las circunstancias del caso
y la gravedad de la ley, concedida mediante un acto administrativo.
La dispensa confiere flexibilidad al ordenamiento canónico y no supone innovación ni
revocación de la ley, que continúa siendo obligatoria para los demás casos.
El objeto de la dispensa es una ley meramente eclesiástica: puede tratarse tanto de una ley
en sentido formal, como de una norma administrativa o una costumbre; sólo se excluyen las
leyes divinas naturales y positivas. Tampoco son dispensables los elementos constitutivos
esenciales de las instituciones o de los actos jurídicos, pues forman parte del orden natural
de las cosas (por ejemplo, no se puede dispensar la necesidad de promulgar las leyes).
La previsión de que se trate de un caso particular es algo esencial para la dispensa, e
implica que se refiere a una situación concreta, a determinadas personas físicas o jurídicas,
o a un número limitado de actos.
Se realiza habitualmente por rescripto y puede ser concedida por quien tiene potestad
ejecutiva dentro de su competencia, y por quien tiene potestad de dispensar por propio
derecho o por delegación.
Suele ser temporal, aunque también las hay de tracto sucesivo.

LICENCIA (CAN. 59 §2)


Se llama licencia a la autorización de la autoridad competente para ejercer un poder,
una facultad u otra situación jurídica activa de la que el interesado es titular, pero que no
puede usar de modo válido o lícito sin esa intervención, que asegura la legitimidad y la
oportunidad de lo que se autoriza.
Es un instrumento que sirve para regular el ejercicio de algunos derechos, facultades, etc.,
limitándolo por motivos de bien público.
Mediante la licencia no se concede una gracia o un privilegio –por eso el acto que la otorga
no suele ser llamado rescripto–, sino la posibilidad de ejercer un derecho o un poder que se
posee, después de que la autoridad compruebe que se cumplen los requisitos.
La licencia se concede por acto administrativo que consta en forma escrita, al que también
se conoce como licencia.
Se puede presentar recurso contra la denegación de una licencia.

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