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Es toda constancia escrita, verbal, o visual que permite captar la existencia de normas
jurídicas.
Ejemplos:
La situación política, económica y social, la pobreza, el desempleo, el
recrudecimiento de la delincuencia, los principios éticos y políticos compartidos por
la comunidad, principios de justicia, de equidad, principios valorativos relacionados
con la seguridad y los intereses generales, como también lo son las opiniones de los
juristas.
Doctrina
2. Fuentes Formales (son las que interesan): Son los modos a través de los cuales el
derecho llega a constituir una norma positiva, vinculante y sancionada dentro de la
sociedad.
1. La Ley
2. La costumbre
3. Jurisprudencia
4. Tratados Internacionales
5. La Potestad Reglamentaria
6. Principios Generales del Derecho
7. La Equidad
1. LA LEY
1. DEFINICIÓN
1. Def. Doctrinarias:
2. Def. Legal.
Art. 1 CC: La Ley es una declaración de la voluntad soberana que, manifestada en la
forma prescrita por la Constitución, manda, prohíbe o permite.
Críticas:
CRITICA DE FONDO (O SUSTANCIAL): se critica a la definición, debido a que no
da una idea clara del objeto de la ley, ni de lo que esta es, en sí misma, ni da
características de ella.
CRITICA DE FORMA: se critica porque tal como está redactada parece decir que
manda, prohíbe o permite por estar manifestada en la forma prescrita en la
Constitución, y no por ser una declaración de la voluntad soberana, aspecto
obviamente más relevante.
*Pero si recae sobre los Capítulos: Son 2/3 Se aprobó en el senado rebajar a 4/7,
faltan los diputados.
1. Bases de la Institucionalidad.
2. D°s y Deberes Constitucionales.
3. Tribunal Constitucional.
4. Fuerzas Armadas, de orden y de seguridad pública.
5. Consejo de Seguridad Nacional
6. Reforma de la Constitución.
3. CARACTERÍSTICAS DE LA LEY
General a toda norma:
1. Imperativa: Es decir, expresa una orden, un mandato que los habitantes están obligados a
acatar.
2. Exterioridad: La ley regulan las conductas exteriores de los sujetos, es decir, las conductas
efectivamente emitidas por estos y no los pensamientos. Si bien esta es la RG el
ordenamiento jurídico reconoce ciertas salvedades. Por ejemplo: en el derecho civil respecto a
la posesión se señala que es la tenencia de una cosa determinada con el ánimo de señor o
dueño. También tanto en materia contractual como extracontractual debe determinarse si la
persona obró con culpa o dolo.
3. Heterónoma: Son heterónomas porque los individuos las obedecen porque son impuestas por
otros o por un poder externo y no por la propia voluntad del individuo como las normas
morales o religiosas que se cumplen por la propia voluntad. Esta característica reconoce
salvedades como la moral y las buenas costumbres, por ejemplo la “objeción de conciencia”
que dice relación p
4. Bilateral: La ley no es una regla de conducta para el individuo aisladamente en su relación
consigo mismo, sino en su relación con los otros.
5. Coercitiva: La norma es coercitiva en virtud que para cumplirla existe la posibilidad de aplicar
un cumplimiento forzado o una sanción en caso de incumplimiento.
6. General: La Ley es obligatoria para todos los habitantes de la república, incluso los
extranjeros.
7. Abstracta: Quiere decir que las normas son generales y no prevén cada caso concreto a
aplicar, ya que en ese caso habría muchas leyes, por eso se plantea una “situación-tipo”. La
ley no dice “El contrato entre José y Pablo deben ejecutarse de buena fe”, sino que señala “los
contratos deben ejecutarse de buena fe”.
4. MATERIAS DE LEY
Están establecidas en el art. 60 de la Constitución, estableciendo 2 principios:
1. Exclusividad: Solo la ley puede regular las materias.
2. Exclusión: Excluye a los demás órganos a que puedan dictar normas sobre estas materias.
En el n° 20 del art. 60, rompe con esta taxatividad que parece representar porque establece que es
materia de ley: “toda otra norma de carácter general y obligatoria que estatuya las bases esenciales
de un ordenamiento jurídico”.
6. CONSTITUCIONALIDAD DE LA LEY
1. Control Preventivo:
Son controles que se realizan antes que una norma entre en vigencia, por ejemplo, tenemos los
controles:
1. TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En las atribuciones del TC se encuentra la de “ejercer el control de la constitucionalidad de las
leyes que interpreten algún precepto de la Constitución, de las leyes orgánicas constitucionales y de
las normas de un tratado que versen sobre materias propias de estas últimas, antes de su
promulgación” (art. 93 n°1 CPR), también sobre la tramitación de los proyectos de ley o de reforma
constitucional y de los tratados sometidos a la aprobación del Congreso (art. 93 n°3 CPR);y también
“Resolver las cuestiones que se susciten sobre la constitucionalidad de un decreto con fuerza de ley”
(art. 93 n°4 CPR).
2. Control Represivo:
Son aquellos que operan después que una norma entra en vigencia. Este tipo de control se ejerce a
través de los recursos como:
1. Inaplicabilidad: Después de resuelta la inaplicabilidad para un caso particular, habrá acción
pública para requerir al TC la declaración de inconstitucionalidad (general).
2. Amparo.
3. Protección.
2. LA CONSTUMBRE
Art. 2 CC: “La costumbre no constituye derecho sino en los casos en que la ley se remite a
ella”.
Art. 4 CComercio: “Las costumbres mercantiles suplen el silencio de la ley, cuando los
hechos que las constituyen son uniformes, públicos, generalmente ejecutados en la República
o en una determinada localidad, y reiterados por un largo espacio de tiempo, que se apreciará
prudencialmente por los juzgados de comercio”.
CLASIFICACIÓNES:
1. Según el país en el que se practica:
2. Según el territorio en el que impera:
3. Según su relación con la Ley
1. Según el País:
1. Nacional.
2. Extranjera.
2. Según el Territorio:
1. General: la que rige en todo el territorio del Estado;
2. Local: la que se observa en determinado lugar.
3. Según su relación con la Ley:
1. Según la Ley.
2. Contra la Ley.
3. Supletoria de la Ley.
1. Según la Ley
La ley recurre a ella y cobra eficacia coercitiva precisamente por la sanción que le da la ley; el
reconocimiento que ella le brinda sirve de antecedente para leyes posteriores.
Ejemplos CC:
- 1.546 cc: Los contratos deben ejecutarse de buena fe, y por consiguiente obligan no sólo a
lo que en ellos se expresa, sino a todas las cosas que emanan precisamente de la naturaleza
de la obligación, o que por la ley o la costumbre pertenecen a ella.
-El Art. 2117 dice que la remuneración del mandatario es determinada por la convención de
las partes, antes o después del contrato, por la ley, la costumbre o el juez.
- El Art. 1986 se dispone que, si nada se ha estipulado sobre el tiempo del pago del
arrendamiento de un predio rústico, se observará la costumbre del departamento (la
referencia debe entenderse a la comuna, pues la ley 18.776, de 18 de enero de 1989, que
dispone la adecuación del Poder Judicial a la regionalización del país, en todas sus
disposiciones reemplazó el antiguo departamento por la comuna).
2. Contra la Ley
Se opone a las normas legales que imponen una conducta distinta. Surge después de la ley que
impugna y trata de destruirla, sea para no observar la ley o imponer una conducta distinta.
Ej: Cuando el semáforo está en rojo y no viene ningún auto y la gente cruza la calle. Es una
costumbre, pero va en contra la ley del tránsito.
CIVIL COMERCIAL
1. Sólo según la ley 1. Según la ley y fuera de la ley o supletoria
de ley
2. No se determinan los requisitos que 2. El Con. Dice que los actos que van a
debe cumplir la costumbre para ser constituir costumbre: deben ser:
fuente del derecho. a) uniformes,
b) públicos y
c) generalmente ejecutados y reiterados
d) por un largo lapso de tiempo.
3. No especifica los medios de prueba por 3. Establece específicamente de qué manera
los cuales se puede acreditar la se prueba. (más estricto)
costumbre. Pueden emplearse todos los ¿Cómo se prueba?
medios que el Derecho establece. 1. Por el testimonio fehaciente de 2 sentencias,
que aseverando la existencia de la costumbre
han sido pronunciado conforme a ella. Es decir,
fue relevante la costumbre para el fallo y ese
fallo quiere decir que la costumbre existe.
2. Mediante 3 escrituras públicas que sean
anteriores a los hechos que motivan el juicio en
que debe obrar la prueba.
El Art. 6º del C. Com agrega que: “Las costumbres mercantiles servirán de regla para determinar
el sentido de las palabras o frases técnicas del comercio y para interpretar los actos o convenciones
mercantiles”.
IMPORTANCIA DE LA COSTUMBRE
En los tiempos actuales, la costumbre tiene notable importancia en el Derecho Internacional
Público, pues constituye su principal fuente.
También tiene considerable importancia en el Derecho Mercantil. De ella no podría prescindir
esta rama jurídica, dada la naturaleza y características del comercio.
En el Derecho Civil la mayoría de las legislaciones y de los autores le reconocen escaso valor.
Se sostiene que ella no puede crear derecho porque esa misión en las sociedades de hoy en día está
confiada a los órganos del Poder Legislativo, en forma exclusiva.
Hasta hace poco, los Códigos de los países, en materia civil, sólo admitían la costumbre “según la
ley”. Pero las codificaciones modernas del siglo XX han reaccionado y señalan la costumbre como
norma supletoria de la ley y, algunas, hasta permiten la costumbre contra la ley. Las legislaciones
suiza y japonesa ordenan al juez a falta de ley aplicable pronuncie su sentencia de acuerdo con la
costumbre.
En el Derecho Penal la costumbre carece de toda fuerza: no hay delito ni pena sin previa ley que
lo establezca. (19 N° 3CPR)
Tampoco se acepta la costumbre en el Derecho Procesal.
PRUEBA DE LA COSTUMBRE
La costumbre DEBE ser PROBADA, ninguna autoridad pública atestigua oficialmente su
existencia. Siendo en materia civil, cualquier medio el idóneo para demostrar que la costumbre es
aceptable: instrumentos públicos o privados, testigos, etc.
El C.Com. señala taxativamente los medios de prueba de la existencia de la costumbre en su Art.
5º, la cual “sólo podrá ser probada por alguno de estos medios:
1º Por un testimonio fehaciente de dos sentencias que, aseverando la existencia de la
costumbre, hayan sido pronunciadas conforme a ella;
2º Por tres escrituras públicas anteriores a los hechos que motivan el juicio en que debe obrar
la prueba”.
3. LA JURISPRUDENCIA
Concepto: Se refiere al conjunto de pronunciamientos de los Tribunales Superiores de justicia,
siendo en nuestro sistema la Corte Suprema de Justicia y la Corte de Apelaciones, los cuales a
través de sus fallos que aplican el derecho a un caso en concreto van formando la uniformidad del
derecho.
Jurisprudencia como fuente del Derecho
En esta materia la doctrina está dividida por lo que hay autores que consideran a la
jurisprudencia como fuente formal del Derecho y otros que no.
1. Tesis que considera a la jurisprudencia como Fuente del Derecho.
Para cierta parte de la doctrina la jurisprudencia es considerada como fuente formal del
derecho debido a que en virtud de la resolución de casos similares en base a un mismo criterio
jurídico por parte de los Tribunales Superiores de Justicia permite la unificación de los criterios
de aplicación del derecho, esto debido a que el derecho no va siempre a cubrir todas las
circunstancias en que deba aplicarse y en virtud del principio de inexcusabilidad de los jueces,
contemplado en el art. 10 del Cot, tendrá que resolver el asunto sometido a su conocimiento,
aplicando un criterio del derecho que puede no estar contemplado en la ley y servirá de base
para la resolución de futuros conflictos jurídicos similares.
2. Tesis que NO la considera como Fuente del Derecho.
Algunos autores niegan a la jurisprudencia la labor creadora de derecho como fuente
formal, esto debido a diferentes razones.
Art. 10 COT. Los tribunales no podrán ejercer su ministerio sino a petición de parte, salvo los casos
en que la ley los faculte para proceder de oficio.
Reclamada su intervención en forma legal y en negocios de su competencia, no podrán
excusarse de ejercer su autoridad ni aún por falta de ley que resuelva la contienda sometida a su
decisión.
4. TRATADOS INTERNACIONALES
Concepto: Es un acuerdo internacional celebrado por escrito entre Estados y regido por el
derecho internacional, ya conste en un instrumento único o en dos o más instrumentos conexos y
cualquiera que sea su denominación particular. (Art. 2, letra a) Convención de Viena sobre el
Derechos de los Tratados).
Convención: actualmente se utiliza en general para los tratados multilaterales formales con
un gran número de partes. Normalmente cualquier miembro de la comunidad internacional, o
un gran número de Estados, pueden ser parte de una convención.
Protocolo: Supone un addendum a un tratado, manteniendo la validez del cuerpo principal,
pero modificándolo, ampliándolo o complementándolo en algunos aspectos. Son un conjunto
de normativas que rigen las relaciones entre los ciudadanos.
Cartas: El término “carta” se usa para designar instrumentos oficiales de especial solemnidad,
como el tratado constitutivo de una organización internacional. El término en sí tiene
connotaciones que se remontan a la Carta Magna de 1215. La Carta de las Naciones
Unidas de 1945 y la Carta de la Organización de los Estados Americanos de 1952 son
notables ejemplos recientes del uso de este término
Declaraciones: Se utiliza para designar distintos instrumentos internacionales, pero no
siempre son jurídicamente vinculantes. Se utiliza generalmente para indicar que las partes no
desean establecer obligaciones vinculantes sino simplemente dan a conocer determinadas
aspiraciones, por ejemplo, la Declaración de Río de 1992 sobre el Medio Ambiente y el
Desarrollo. No obstante, las declaraciones también pueden constituir tratados en sentido
genérico que han de tener carácter vinculante con arreglo al derecho internacional, como la
Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948.
Fuerza normativa: Se entiende la cualidad del texto de un tratado en virtud de la cual éste es
efectivamente considerado por un operador jurídico, en especial el operador jurisdiccional, en el
proceso de integración de las fuentes encaminado a formular una regla como regla vigente del
ordenamiento jurídico nacional.
TTII como Fuente del Derecho
Historia:
En una tradición que siguió el texto original de la Constitución de 1980, ni la Carta
Fundamental de 1833, ni la de 1925, abordaron la regulación de los tratados internacionales al
interior del ordenamiento jurídico chileno, limitándose regular las respectivas atribuciones
presidenciales y la intervención del Congreso en la aprobación, previa a la ratificación, de los
mismos.
Previo a esto como primera fuente regulatoria encontramos al Decreto Supremo N° 132, de
21 de junio de 1926, sobre promulgación de acuerdos internacionales, que sigue la misma
fórmula que se usa para los proyectos de ley aprobados por el Congreso, el cual ordena a cumplirlos
“como Ley de la República”.
Vigencia
Para la Vigencia de un Tratado debe estar publicado, ya sea de acuerdo a la fórmula que
señala el Código Civil, ya sea de acuerdo a la Ley Nº 18.158, que autoriza una forma especial de
publicación de tratados de gran extensión, mediante el depósito de ejemplares autenticados en el
Ministerio de Relaciones Exteriores y en la Contraloría General de la República, y el deber de ésta de
mantener un ejemplar en cada una de sus oficinas regionales.
La doctrina jurisprudencial en este sentido puede encontrarse a partir de 1921 en la sentencia
Juan Gardaix con Fisco, en la que se afirma la regla de que “…para que los tratados tengan fuerza
obligatoria deben ser sometidos a la aprobación del Congreso y promulgados en la misma forma que
las leyes.
Proceso de Ratificación de un TTII
Son atribuciones especiales del Presidente de la República
Art. 32 N° 15. Conducir las relaciones políticas con las potencias extranjeras y organismos
internacionales, y llevar a cabo las negociaciones; concluir, firmar y ratificar los tratados que estime
convenientes para los intereses del país, los que deberán ser sometidos a la aprobación del
Congreso conforme a lo prescrito en el artículo 54 Nº 1º. Las discusiones y deliberaciones sobre
estos objetos serán secretos si el Presidente de la República así lo exigiere.
Son atribuciones del Congreso
5. LA POTESTAD REGLAMENTARIA
Es la atribución especial que tiene el Presidente de la República para dictar unilateralmente
normas jurídicas y generales o especiales (reglamentos, decretos o instrucciones) destinadas al
Gobierno y Administración del Estado, cuando ellas no hayan sido entregadas por la Constitución al
dominio del legislador, o bien a fin de reglamentar la aplicación o ejecución de las leyes.
Sin perjuicio de la potestad subreglamentaria de órganos de la administración del Estado y la
potestad reglamentaria de otros órganos como las cámaras, Corte Suprema, Banco Central, entre
otros. La competencia de estos organismos para dictar normas puede ser entregada por la
Constitución o la Ley.
Potestad reglamentaria del PR
Es aquella que faculta al Presidente para dictar las normas que estime necesarias para
desarrollar, detallar y complementar las disposiciones legales, a fin de garantizar su
óptima ejecución. Esta potestad se subordina a la ley, en tanto existe para asegurar su plena
y efectiva aplicación.
Art. 63, N° 20 CPR: “Toda otra norma de carácter general y obligatoria que estatuya las
bases esenciales de un ordenamiento jurídico.”
En virtud de esto la potestad reglamentaria autónoma es reducida al máximo, por lo que diversos
autores señalan que no habría cabida para la potestad reglamentaria autónoma, sin embargo otros
señalan que dicha potestad está referida exclusivamente a los reglamentos que se refieren a la
organización de la administración.
Entonces, actualmente la Constitución entrega al Presidente ambas variantes, aunque en la
práctica la autónoma tiene un campo de aplicación muy acotado (por ejemplo, para regular las
comisiones asesoras presidenciales). Luego, respecto de su variante de ejecución ha recibido mayor
aplicación, constituyéndose hoy en día en una fuente normativa de máxima importancia.
Potestad Reglamentaria de los demás Órganos del Estado
1. Congreso
2. Poder judicial
En virtud del principio de separación de poderes se consideró que el Congreso y el Poder Judicial
tuvieran la facultad de dictar sus propias normas reglamentarias, de manera de no obstruir su función
a través de la intromisión de otro poder público.
1. Congreso:
Art. 56 inc final: “Cada una de las Cámaras establecerá en su propio reglamento las
cláusulas del debate por simple mayoría”.
Es decir, el Congreso se encuentra facultado para dictar normas vinculantes para sus
miembros de rango inferior a la legal, para organizar su funcionamiento y estructura interna, no
pudiendo ser materia de reglamento lo que está normado por la Constitución o las leyes, ya que este
reglamento es inferior a la Ley.
*Reglamento de la Cámara de Diputados: 10 de marzo de 2022.
2. Poder Judicial:
La potestad reglamentaria se entiende asignada a la Corte Suprema en virtud del artículo 82,
inc 1 CPR:
Art. 82, inc 1 CPR: La Corte Suprema tiene la superintendencia directiva, correccional y económica
de todos los tribunales de la Nación. Se exceptúan de esta norma el Tribunal Constitucional, el Tribunal
Calificador de único Elecciones y los tribunales electorales regionales.
Clasificación:
1. A.A Interno: Se refieren a materias que afectan únicamente a los funcionarios judiciales.
Ejemplo: A.A que reglamento las labores de los días sábados, A.A de distribución de las
causas en sala.
2. A.A Externo: Estos afectan a terceros. Ejemplo: A.A sobre tramitación y fallo del recurso
de amparo, del recurso de queja, recurso de protección, etc.
Respecto a la Responsabilidad del Estado Juez, en el Art.19 N° 7, letra i) de la Constitución
que trata sobre la acción de indemnización por error judicial no fue autosuficiente como
intentó ser, y por eso fue necesario establecer a través de un A.A, el año 1996, un plazo de
interposición de la acción de 6 meses contados desde la resolución que dicta
sobreseimiento definitivo o la sentencia que declara absuelto al imputado (o procesado).
*La calidad del imputado se adquiere desde la primera actuación del procedimiento dirigida
en su contra y hasta la completa ejecución de la sentencia. (confirmar).
1. Tribunal Constitucional.
2. Ministerio Público. Ej: Organización de los Fiscales Adjuntos.
3. Contraloría General de la República.
4. Consejo de Seguridad Nacional.
5. Banco Central. Normas sobre política cambiara.
6. Justicia Electoral.
1. Principio de Buena Fe: Es aquella norma jurídica que impone a los Estados miembros el
deber de ajustar su propio comportamiento al arquetipo de conducta reclamado por los
ideales morales vigentes en aquellas organizaciones internacionales.
La buena fe objetiva se basa en lo que los romanos denominaban “pacta sunt
servanda”: Los Estados se sujetan en su palabra empeñada en cualquier convenio,
tratado, pacto y normas estipuladas en la normativa de la Carta de Naciones Unidas,
que han de cumplir lealmente con imparcialidad. “Lo pactado obliga”.
3. El Estado reconoce y ampara a los grupos intermedios a través de los cuales se organiza y
estructura la sociedad y les garantiza la adecuada autonomía para cumplir sus propios fines
específicos (artículo 1° inciso 3°). Se relaciona con el principio de “Subsidiariedad del Estado”.
5. El fin del Estado es promover el bien común. Para ello debe contribuir a crear las condiciones
sociales que permitan a todos y a cada uno de los integrantes de la comunidad nacional su
mayor realización material y espiritual posible, con pleno respeto a los derechos y garantías
que la Constitución establece (artículo 1° inciso 4°).
6. Son deberes del Estado resguardar la seguridad nacional, dar protección a la población y a la
familia, propender al fortalecimiento de ésta, promover la integración armónica de todos los
sectores de la Nación y asegurar el derecho de las personas a participar con igualdad de
oportunidades en la vida nacional (artículo 1° inciso 5°).
10. La soberanía reside esencialmente en la Nación. Su ejercicio se realiza por el pueblo a través
del plebiscito y de elecciones periódicas y, también, por las autoridades que la Constitución
establece.
Se reconoce como limitación a su ejercicio el respeto a los derechos esenciales que emanan
de la naturaleza humana - siendo deber del Estado respetar y promoverlos - garantizados por la
Constitución, así como por los tratados internacionales ratificados por Chile y que se encuentren
vigentes (artículo 5°).
11. Los órganos del Estado deben someter su acción a la Constitución y a las normas dictadas
conforme a ella, y garantizar el orden institucional de la República (artículo 6° inciso 1°).
Los preceptos de la Constitución obligan tanto a los titulares o integrantes de dichos
órganos como a toda persona, institución o grupo (artículo 6° inciso 2°).
12. Los órganos del Estado actúan válidamente previa investidura regular de sus integrantes,
dentro de su competencia y en la forma que prescriba la ley. Ninguna magistratura (se refiere
a todo tipo de autoridad u órgano estatal), ninguna persona ni grupo de personas pueden
atribuirse, ni aun a pretexto de circunstancias extraordinarias, otra autoridad o derechos que
los que expresamente se les hayan conferido en virtud de la Constitución o las leyes. Todo
acto en contravención a los dos párrafos anteriores es nulo y originará las responsabilidades y
sanciones que la ley señale (artículo 7°).
13. El ejercicio de las funciones públicas obliga a sus titulares a dar estricto cumplimiento al
principio de probidad en todas sus actuaciones (artículo 8° inciso 1°).
14. El terrorismo, en cualquiera de sus formas, es por esencia contrario a los derechos humanos
(artículo 9° inciso 1°). Los delitos terroristas siempre serán considerados comunes y no
políticos, y no procede respecto de ellos indulto particular (artículo 9° inciso 3°).
Responder:
1) ¿Qué son?
2) ¿Cuántos son?
3) ¿Cuál es el más importante?
4) Fundamento Legal
De ello resulta el conocido aforismo de que “en Derecho Privado se puede hacer todo aquello que
no está prohibido”, encontrándose una aplicación clara de estas ideas en el artículo 12 CC, según el
cual “podrán renunciarse los derechos conferidos por las leyes, con tal que sólo miren al interés
individual del renunciante, y que no esté prohibida su renuncia”.
La faceta anterior es aquella que puede denominarse subjetiva; sin embargo, el principio también
tiene una faceta objetiva (normativa), es decir, como creador de estatutos jurídicos particulares. La
autonomía de la voluntad cumple un rol fundamental dentro de nuestro derecho patrimonial y muy
particularmente, en el campo de la contratación, tal como lo corrobora, por ejemplo, el artículo 1560:
“Conocida claramente la intención de los contratantes, debe estarse más a ella que a lo literal de las
palabras”.
Tan esencial es el rol que se le reconoce a la autonomía de la voluntad en materia de contratos,
que se entienden incorporados a ellos las leyes vigentes al tiempo de su celebración; así lo reconoce
expresamente el artículo 22 inciso 1º de la Ley sobre el Efecto Retroactivo de las Leyes. Lo anterior
no significa que en otros ámbitos del derecho civil no tenga influencia. Incluso, la tiene dentro del
derecho de familia; así, por ejemplo, basta pensar en el matrimonio en que, a pesar de que su
estatuto se encuentra fijado en términos imperativos por el legislador, es fundamental el
consentimiento libre y espontáneo de los contrayentes. Lo mismo sucede con la protección de la
denominada “autonomía progresiva del menor”, basada en su interés superior, y con las
convenciones probatorias en materia de juicios de familia. Por último, el Código Civil, en diversas
normas se ha encargado de señalar las siguientes limitaciones generales a la autonomía de la
voluntad: la ley, las buenas costumbres, los derechos de terceros y la buena fe.
Límites:
1. La Ley
2. Derecho Ajeno: art. 582, donde yo puedo usar, gozar y disponer de ella arbitrariamente, no
siendo contra la ley ni contra el derecho ajeno.
3. La Moral o el Orden Público: Art. 1.004: A propósito de los requisitos del Objeto. También en
el art. 12 respecto a la Renuncia de Derechos, en donde dice: podrán renunciarse los
derechos con tal que, entonces la ley está poniendo límites a la autonomía de la voluntad, o
autonomía privada. Entonces, el límite es “Con tal que solo miren al interés individual del
renunciante, y no esté prohibida su renuncia.
Otros Artículos:
336: Renuncia de Alimentos devengados.
150, inc 7
1461
1545 tiene una crítica: que confunde la resciliación con la nulidad. Ya que la invalidez tiene que ver
con una causal de nulidad, la que solamente puede declarar el juez.
En el mismo error incurre el art. 1567, que dice que toda obligación puede extinguirse por una
convención en que las partes consienten en darla por nula. Recordemos que el título de la nulidad se
llama “de la nulidad y de la rescisión”. Cuando se habla de la nulidad en el Código se habla de
nulidad absoluta, cuando hablamos de rescisión hablamos de nulidad relativa, de hecho, el CC ni
siquiera menciona la nulidad relativa como tal, ya que es la doctrina la que la denomina de esa forma.
Recepción legal:
- El art. 12, en relación a la facultad para renunciar derechos, siempre que miren al solo interés del
renunciante;
- El art. 1445, referido a lo requisitos de los actos jurídicos, cuando se alude al consentimiento exento
de vicios;
- El art. 1437, al aludir a la voluntad de la persona que se obliga, en el marco de las fuentes de las
obligaciones;
- El art. 1450, respecto de la promesa de hecho ajeno;
- El art. 1444, relativo a los elementos de los actos jurídicos;
- El art. 1560, en el marco de la interpretación de los contratos;
- El art. 1545, que consagra el principio de "la ley del contrato".
-548 inciso 1°
-582 inciso 1°
-880 inciso 1°
-1093 inciso 1°
-1126
-1461 inciso 3°
-1466
-1467 inciso 2°
-1475 inciso 2°
-1661 inciso 1°
-1717
-1723 inciso 2°
-1810.
2. Principio de Buena Fe
Concepto: Consiste en el estado de mental de honradez, de convicción en cuanto a la verdad,
veracidad o exactitud de un asunto.
Este ppio nos establece estándares de comportamiento.
RG: la buena fe se presume y la mala fe se comprueba.
La doctrina construye una clasificación de la buena fe.
Clasificación: Buena Fe:
1. Objetiva: Supone que debo comportarme como una persona promedio, es decir, como los demás
esperan que uno se comporte. Esta es la exteriorización de un pensamiento interno (BF subjetiva).
2. Subjetiva: Supone que el comportamiento interno, es decir, la intención, debe responder a un
estándar de corrección, responde a la convicción. En cambio, la objetiva, es la exteriorización de este
comportamiento interno.
El ppio de la buena fe supone que las personas han de comportarse bajo estándares
corrección, honradez, veracidad en sus relaciones entre privados.
Manifestaciones:
-1546 CC
-706 CC
-707 CC
Art. 1546 cc: Los contratos deben ejecutarse de buena fe, y por consiguiente obligan no sólo
a lo que en ellos se expresa, sino a todas las cosas que emanan precisamente de la naturaleza de la
obligación, o que por la ley o la costumbre pertenecen a ella.
Señala que deben ejecutarse de buena fe, es decir, sin mentiras, con honradez, honestidad, etc.
En materia posesoria:
Art. 706 cc: La buena fe es la conciencia de haberse adquirido el dominio de la cosa por medios
legítimos, exentos de fraude y de todo otro vicio.
Así en los títulos translaticios de dominio la buena fe supone la persuasión de haberse recibido la
cosa de quien tenía la facultad de enajenarla, y de no haber habido fraude ni otro vicio en el acto o
contrato.
Un justo error en materia de hecho no se opone a la buena fe.
Pero el error en materia de derecho constituye una presunción de mala fe, que no admite prueba en
contrario.
O sea, si yo adquirí el dominio teniendo la convicción de que ese modo de adquirir el dominio
estuvo exento de fraude o de cualquier otro vicio, yo estoy actuando de buena fe, en cambio, si yo
adquirí la posesión de la cosa, sabiendo que esta cosa no era de propiedad de quien me la vendió,
es decir, la adquirí sabiendo del vicio, ya no voy a ser poseedor de buena fe, seré poseedor de mala
fe.
La mala fe tiene que probarse siempre que no exista una presunción de mala fe.
4) Al renunciar a la facultade de
disposición, el d° carecería de
titular. No tendría sentido la
cláusula.
4. Principio de la Responsabilidad
Es un principio general y transversal del CC, que supone que todo aquel sujeto que comete un
daño, debe repararlo. El daño que sufrió una persona debe ser compensado por el responsable de
dicho daño.
Esa es la RG, pero debemos precisar para que estemos en la presencia de la obligación de
indemnizar el daño causado. Deben concurrir ciertos requisitos.
Esto se tratará en la Responsabilidad contractual y extracontractual.
Esta mal llamarlo ppio del enriquecimiento sin causa. Ya que si lo presentan así suena
como que eso es lo que quiere el legislador (que la gente se enriquezca sin causa y no es así).
Concepto: El enriquecimiento sin causa es el empobrecimiento de un patrimonio a propósito
del enriquecimiento de otro, sin que exista una causa legal que así lo justifique, habiendo una
relación de causalidad entre esa fluctuación de patrimonios.
Regla general: En el d° privado se permite que una persona se enriquezca a costa de otra,
siempre que sea justificada, es decir, emane de una fuente de las obligaciones.
Excepción: El d° privado no tolera el enriquecimiento injustificado, es decir, enriquecerse a
costa de otro, sin que medie una causa justificatoria o una fuente de las obligaciones.
Requisitos:
1. Existencia de un patrimonio que se enriquezca.
2. Debe haber un patrimonio que se empobrezca.
3. Debe faltar la causa de justificación del enriquecimiento: el legislador busca evitar que
alguien se enriquezca sin una causa, sin un antecedente que te de un título o alguna
situación jurídica que lo habilite para poder enriquecerse.
-Acción que otorga: Acción de Reembolso (actio de in rem verso).
Ejemplo: en el pago de lo no debido, este acto por el cual alguien le paga algo a alguna
persona (dinero) excediéndose evidentemente de lo que tuvo que pagar, esa persona que
recibió ese dinero no devolvió ese excedente, esa situación genera 2 consecuencias:
1. Se activa el ppio del rechazo y reparación del enriquecimiento sin causa, y nos entrega una
acción civil, que es la Acción de reembolso, que debe ser subsidiaria, es decir, yo no tengo
que tener la posibilidad a través de otro medio de obtener esa reparación.
Esta acción se ejerce en un juzgado de letras.
Los principios se pueden explicar como uno quiera, ya que todos están vinculados entre sí, y no se
realiza una jerarquización ni una clasificación.
6. Ppio de Represión de la Lesión
El derecho privado, por regla general, no reprime las fijaciones de precios en el ámbito
propiamente contractual. En función de la Autonomía de la Voluntad y en particular de la libertad
contractual, las partes pueden perfectamente fijar el precio que ellos convengan, el vendedor es
quien fija su precio y nadie puede reprocharle que ese precio es alto, si estás conforme con ese
precio, lo pagas, si no estás conforme no lo pagas, esa es la regla general, que el d° privado no
puede reprimir la fijación de precios.
Por excepción, sin embargo, frente a desequilibrios groseros en cuanto a las prestaciones de
las partes, el Derecho puede reprimir, prohibir o sancionar. A esto, se le denomina LESION
ENORME.
RG → No se puede reprimir la fijación de precios que determinan los propios contratantes.
Exc. → Cuando el desequilibrio es demasiado grosero, el d° privado si lo puede reprimir (LESION
ENORME).
La LESIÓN ENORME en nuestro ordenamiento jurídico está objetivizado, esto quiere decir,
que la ley va a señalar expresamente cuando estaremos en presencia de una situación
extremadamente abusiva.
Existe una determinación de la lesión enorme en abstracto, que la realiza el legislador, no el
juez, entonces en el CC se establecen 7 situaciones de lesión enorme. La más importante de
todas dice relación con la compraventa voluntaria de bienes inmuebles.
LESIÓN ENORME PARA EL COMPRADOR → Cuando el precio pagado sea más del doble
del justo precio.
LESIÓN ENORME PARA EL VENDEDOR → Cuando el precio de venta es inferior a la mitad
del justo precio.
La Sanción → Es la NULIDAD RELATIVA o Recisión.
En virtud del principio de rechazo y reparación del enriquecimiento sin causa ejercer la acción de
restitución.
Podríamos pedir al tribunal que no declare la nulidad, pero pedir el saldo insoluto para llegar al
justo precio.
1) No existe: Porque el d° de propiedad alcanza al más amplio ejercicio del derecho (tesis
minoritaria). Es una tesis excesivamente liberal.
2) Si existe:
a) Tesis Social: Señala que habrá un abuso del derecho cada vez que haya un propósito
antisocial en vistas al interés social, o sea hay que contrastar la final del abusador con el
interés social y cuando se contradicen existe un abuso del d°.
b) Tesis Liberal: Solamente habrá abuso del d° cuando en el ejercicio de él se transgreden los
ppios básicos de sociabilidad con un fin dañoso a otra persona. Entonces, es cuando en el
ejercicio de mi d° transgredo derechos ajenos, en ese caso habrá abuso del d°.
Art. 582 CC: “El dominio (que se llama también propiedad) es el derecho real en una cosa
corporal, para gozar y disponer de ella arbitrariamente; no siendo contra la ley o contra derecho
ajeno.
La propiedad separada del goce de la cosa, se llama mera o nuda propiedad.”:
Yo puedo tener propiedad sobre mis propios derechos, en ese sentido tengo propiedad sobre
cosas incorporales en conformidad a lo que dispone el 583.
Este principio protege a todos los derechos reales en términos globales, pero al que más protege
será al derecho de propiedad.
Otros derechos reales son: el derecho de usufructo, derecho de habitación, d° de uso, d° de
hipoteca.
El d° de dominio otorga las más amplias facultades que se pueda tener sobre una cosa. Es decir,
usar, gozar y disponer de una cosa, que son los atributos del dominio.
El d° de usufructo dan las atribuciones de usar y gozar de una cosa, este d° se tiene solamente de
bienes inmuebles.
El d° de habitación da solo el atributo de usar una cosa inmueble.
Art. 700 cc: La posesión es la tenencia de una cosa determinada con ánimo de señor o
dueño, sea que el dueño o el que se da por tal tenga la cosa por sí mismo, o por otra
persona que la tenga en lugar y a nombre de él.
El poseedor es reputado dueño, mientras otra persona no justifica serlo.
Posee 2 elementos:
1) Objetivo: Tenencia material de la cosa.
2) Subjetivo: Ánimo de señor o dueño.
Lo que buscan las acciones posesorias a propósito de la protección de inmuebles es proteger la
posesión de los sujetos que posean este d°.
Al poseedor se le reputa dueño hasta que otro justifique ser el verdadero dueño.
c) de Precario: Son aquellas que se tienen en contra de aquél que tiene la cosa por mera
tolerancia o ignorancia de su dueño.
De las acciones de precario surgen las de comodato precario que son las típicas
acciones que entabla el verdadero dueño en contra de los arrendatarios que no pagan
un alquiler.
9. Igualdad ante la Ley:
“Se trata de una igualdad jurídica que impide que se establezcan excepciones o privilegios que
excluyan a unos de los que se conceden a otros en iguales circunstancias”.
Lo que este principio excluye son las diferencias arbitrarias, es decir, aquellas que, dicho en
términos amplios, no se fundan en la razón, en la justicia o en el bien común. Esta igualdad se
encuentra constitucionalmente garantizada en el artículo 19 número 2. Sin embargo, es un
principio que tiene gran influencia en nuestro Código Civil; así, por ejemplo, establece la
obligatoriedad de la ley para todos los habitantes de la República, incluso los extranjeros (artículo
14); considera personas a todos los individuos de la especie humana, cualquiera sea su edad,
sexo, estirpe o condición (artículo 55); no reconoce diferencias entre chilenos y extranjeros en
cuanto a la adquisición y goce de los derechos civiles que regla (artículo 57)13, y establece que la
prescripción, tanto adquisitiva como extintiva, opera en favor y en contra de toda clase de
personas, sean naturales o jurídicas (artículo 2497). Esta última regla fue establecida por razones
históricas, ya que algunas de las instituciones que señala el artículo 2497 estaban sometidas a
reglas especiales en el derecho español antiguo, que las favorecían con plazos muy largos o
declaraba sus bienes imprescriptibles.
En todo caso, el legislador tiene ciertas limitaciones constitucionales en esta materia. Fuera del
“principio de legalidad en materia penal”, consagrado en el art. 19 n° 3 de la Constitución, en el
ámbito civil se establece una importante limitación en el art. 19 n° 24, el cual consagra la garantía
fundamental del “derecho de propiedad sobre toda clase de cosas corporales o incorporales”. Es
decir, si una ley afecta retroactivamente al dominio o alguno de sus atributos o facultades esenciales,
tal ley será inconstitucional.
7. LA EQUIDAD
Concepto: Es aquella fuente supletoria del d° civil que consiste en otorgar a cada cual lo suyo,
intentando alcanzar un estado de justicia para cada caso particular.
La equidad es lo justo para cada caso particular (Aristóteles).
La Corte Suprema remitiéndose a la Rae señala que: “El Diccionario de la Real Academia
Española asigna a la voz equidad, en su acepción jurídico-procesal, la de “justicia natural por
oposición a la letra de la ley positiva”.
Por ello, aun cuando una sentencia, al apreciar la prueba, incurra en la diferencias que se le
puedan atribuir, no comete infracción de ley susceptible de servir de fundamento a un recurso de
casación en el fondo. La ley no ha señalado normas sobre la equidad a las que el tribunal deba
sujetarse y, consecuentemente, cualesquiera que sean los reparos que la apreciación de la prueba
merezca al recurrente, no son constitutivos de errores legales o de derecho, por lo que el recurso de
casación de fondo, en estos casos, no puede prosperar.
No se debe olvidar que es el propio Código Civil, en su artículo 24 el que dispone que a falta
de las demás reglas sobre interpretación de las leyes “se interpretarán los pasajes oscuros o
contradictorios del modo que más conforme parezca al espíritu general de la legislación y a la
equidad natural”, o sea, que nunca se ha dudado de que la equidad natural constituye una fuente
interpretativa o también integradora en los casos de lagunas legales, tal como lo reconocen los
tratadistas como Ducci, Claro, Arturo Alessandri.
Cabe destacar que el concepto de equidad ha sido profusamente utilizado para interpretar las
leyes por nuestra Corte Suprema, habitualmente se hace en conjunto con el elemento sistemático y
con el principio espíritu general de la legislación, ya que la misma Corte es temerosa de sentenciar
exclusivamente en base a la equidad. Nos parece correcta la posición que en general mantiene la
Corte Suprema respecto de este principio, y los requisitos que impone para su aplicación, llama la
atención que en cuanto a la definición de este principio no se pronuncia, entendiendo que debemos
estar a lo sostenido por la doctrina a este respecto.
La equidad se aplicará en los asuntos civiles contenciosos. No así en los asuntos de naturaleza
penal, en que rige sin contrapeso el principio de reserva legal, expresado en el aforismo jurídico nulle
crime nulla pena sine lege, que significa no hay delito ni pena sin ley.
Tampoco se aplica la equidad en asuntos civiles no contenciosos por cuanto conforme a lo
dispuesto en el artículo 817 del cuerpo jurídico citado pueden los tribunales excusarse de conocer
este tipo de asuntos si no existe una ley sustantiva en que el tribunal sea llamado expresamente a
conocer y resolver dicha clase de casos.
Lo justo legal, sin embargo, para un determinado caso puede resultar injusto, de allí entonces que
la equidad natural surge como un correctivo paleativo para la generalidad de la ley de tal suerte
entonces que debe ser justo en ese caso particular.
La equidad se encuentra expresamente contemplada en el Código de Procedimiento Civil (art.
170, N° 5). Pero se objeta que la equidad no puede ser fuente del derecho objetivo porque cuando
corresponde aplicarla por no haber ley que resuelva el caso, su eficacia se limita a la valoración de
las circunstancias particulares del caso concreto por resolver.
Reconocimiento Legal:
-76, inc 2 Cpr: “Reclamada su intervención en forma legal y en negocios de su competencia, no
podrán excusarse de ejercer su autoridad, ni aun por falta de ley que resuelva la contienda o asunto
sometidos a su decisión”.
-24 CC: En los casos a que no pudieren aplicarse las reglas de interpretación precedentes, se
interpretarán los pasajes obscuros o contradictorios del modo que más conforme parezca al espíritu
general de la legislación y a la equidad natural.
-1734 CC: “Todas las recompensas se pagarán en dinero, de manera que la suma pagada tenga,
en lo posible, el mismo valor adquisitivo que la suma invertida al originarse la recompensa.
El partidor aplicará esta norma de acuerdo a la equidad natural.”.
-170 N° 5 CPC: Las sentencias definitivas de primera o de única instancia y las de segunda que
modifiquen o revoquen en su parte dispositiva las de otros tribunales, contendrán: […]
N°5: La enunciación de las leyes, y en su defecto de los principios de equidad, con arreglo a los
cuales se pronuncia el fallo;
Funciones de la equidad en nuestro Ordenamiento Jurídico.
1) es un mecanismo supletorio de la interpretación de las leyes
2) es un mecanismo de integración para solucionar las lagunas legales.
3) es un mecanismo supletorio para solucionar las antinomias jurídicas o contradicciones
4) sirve de fundamentos a los fallos cuando la ley lo autoriza y no tenga el juez norma para dictar
su sentencia
¿Se reconoce la equidad natural en nuestra legislación?
Sí, tanto en materia civil como en materia procesal.
En Materia civil: está reconocida en el artículo 24 del Código Civil y se reconoce como un
mecanismo de interpretación de la ley.
Art. 24. “En los casos a que no pudieren aplicarse las reglas de interpretación precedentes, se
interpretarán los pasajes obscuros o contradictorios del modo que más conforme parezca al espíritu
general de la legislación y a la equidad natural”.
En Materia procesal: se reconoce la equidad natural como fundamento de los fallos, eso se
desprende del artículo 170 Nº 5 del Código de Procedimiento Civil.
Art. 170 (193) C.P.C. Las sentencias definitivas de primera o de única instancia y las de segunda
que modifiquen o revoquen en su parte dispositiva las de otros tribunales, contendrán: […]
N°5: La enunciación de las leyes, y en su defecto de los principios de equidad, con arreglo a los
cuales se pronuncia el fallo;
Diferencias entre La Equidad Natural y Los Principios Generales del Derecho.
1. Los principios generales del Derecho son propios del ordenamiento jurídico, se encuentran
dentro de él implícitamente. La equidad natural, en cambio resulta del estudio del cada caso
particular y concreto y deriva de la conciencia valorativa del juez.
2. Los principios generales del Derecho son principios normativos de alcance general, en cambio, la
equidad natural, es de alcance particular pues crea normas jurídicas concretas que se aplican al
caso particular y concreto.
3. El conocimiento de los principios generales del Derecho se logra inductivamente, e decir a partir
de una norma particular se elabora y enuncia un principio general. La equidad natural se obtiene
deductivamente, esto es, se deduce de los principios generales de justicia, esto implica que la
solución para el caso concreto se obtiene aplicando estos principios. Sin perjuicio de la
diferencia, existe una relación entre ambas fuentes toda vez que la equidad natural se sirve de
los principios generales del derecho.
Semejanza: La única semejanza que existe entre ambos es que los dos constituyen las fuentes
supletorias o secundarias del Derecho a las que va a recurrir el juez cuando no tenga norma que le
permita resolver el conflicto, aquello por aplicación del principio de inexcusabilidad, según el cual
sometido un asunto al conocimiento de un tribunal y siendo de su competencia, no podrá éste
excusarse de conocerlo y resolverlo con el pretexto de que no tiene norma que le permita hacerlo.
2. Principios informativos del Derecho Civil: (Autonomía de la Voluntad, buena fe, libre
circulación de los bienes y responsabilidad).
*Se repiten los mencionados anteriormente
1. Autonomía de la Voluntad o Autonomía Privada: Se llama Autonomía Privada porque el
que es autónomo es el individuo y no la voluntad.
Concepto: Este principio consiste en que las personas pueden ejecutar y celebrar los actos
jurídicos que estimen convenientes, siempre que no vayan contra la ley, el orden público, la moral y
las buenas costumbres.
De ello resulta el conocido aforismo de que “en Derecho Privado se puede hacer todo aquello que
no está prohibido”, encontrándose una aplicación clara de estas ideas en el artículo 12 CC, según el
cual “podrán renunciarse los derechos conferidos por las leyes, con tal que sólo miren al interés
individual del renunciante, y que no esté prohibida su renuncia”.
La faceta anterior es aquella que puede denominarse subjetiva; sin embargo, el principio también
tiene una faceta objetiva (normativa), es decir, como creador de estatutos jurídicos particulares. La
autonomía de la voluntad cumple un rol fundamental dentro de nuestro derecho patrimonial y muy
particularmente, en el campo de la contratación, tal como lo corrobora, por ejemplo, el artículo 1560:
“Conocida claramente la intención de los contratantes, debe estarse más a ella que a lo literal de las
palabras”.
Tan esencial es el rol que se le reconoce a la autonomía de la voluntad en materia de contratos,
que se entienden incorporados a ellos las leyes vigentes al tiempo de su celebración; así lo reconoce
expresamente el artículo 22 inciso 1º de la Ley sobre el Efecto Retroactivo de las Leyes. Lo anterior
no significa que en otros ámbitos del derecho civil no tenga influencia. Incluso, la tiene dentro del
derecho de familia; así, por ejemplo, basta pensar en el matrimonio en que, a pesar de que su
estatuto se encuentra fijado en términos imperativos por el legislador, es fundamental el
consentimiento libre y espontáneo de los contrayentes. Lo mismo sucede con la protección de la
denominada “autonomía progresiva del menor”, basada en su interés superior, y con las
convenciones probatorias en materia de juicios de familia. Por último, el Código Civil, en diversas
normas se ha encargado de señalar las siguientes limitaciones generales a la autonomía de la
voluntad: la ley, las buenas costumbres, los derechos de terceros y la buena fe.
Límites:
4. La Ley
5. Derecho Ajeno: art. 582, donde yo puedo usar, gozar y disponer de ella arbitrariamente, no
siendo contra la ley ni contra el derecho ajeno.
6. La Moral o el Orden Público: Art. 1.004: A propósito de los requisitos del Objeto. También en
el art. 12 respecto a la Renuncia de Derechos, en donde dice: podrán renunciarse los
derechos con tal que, entonces la ley está poniendo límites a la autonomía de la voluntad, o
autonomía privada. Entonces, el límite es “Con tal que solo miren al interés individual del
renunciante, y no esté prohibida su renuncia.
Otros Artículos:
-336: Renuncia de Alimentos devengados.
-150, inc 7
-1461
-1545 tiene una crítica: que confunde la resciliación con la nulidad. Ya que la invalidez tiene que ver
con una causal de nulidad, la que solamente puede declarar el juez.
En el mismo error incurre el art. 1567, que dice que toda obligación puede extinguirse por una
convención en que las partes consienten en darla por nula. Recordemos que el título de la nulidad se
llama “de la nulidad y de la rescisión”. Cuando se habla de la nulidad en el Código se habla de
nulidad absoluta, cuando hablamos de rescisión hablamos de nulidad relativa, de hecho, el CC ni
siquiera menciona la nulidad relativa como tal, ya que es la doctrina la que la denomina de esa forma.
Recepción legal:
- El art. 12, en relación a la facultad para renunciar derechos, siempre que miren al solo interés del
renunciante;
- El art. 1445, referido a lo requisitos de los actos jurídicos, cuando se alude al consentimiento exento
de vicios;
- El art. 1437, al aludir a la voluntad de la persona que se obliga, en el marco de las fuentes de las
obligaciones;
- El art. 1450, respecto de la promesa de hecho ajeno;
- El art. 1444, relativo a los elementos de los actos jurídicos;
- El art. 1560, en el marco de la interpretación de los contratos;
- El art. 1545, que consagra el principio de "la ley del contrato".
-548 inciso 1°
-582 inciso 1°
-880 inciso 1°
-1093 inciso 1°
-1126
-1461 inciso 3°
-1466
-1467 inciso 2°
-1475 inciso 2°
-1661 inciso 1°
-1717
-1723 inciso 2°
-1810.
2. Principio de Buena Fe
Concepto: Consiste en el estado de mental de honradez, de convicción en cuanto a la verdad,
veracidad o exactitud de un asunto.
Este ppio nos establece estándares de comportamiento.
RG: la buena fe se presume y la mala fe se comprueba.
La doctrina construye una clasificación de la buena fe.
Clasificación: Buena Fe:
1. Objetiva: Supone que debo comportarme como una persona promedio, es decir, como los demás
esperan que uno se comporte. Esta es la exteriorización de un pensamiento interno (BF subjetiva).
2. Subjetiva: Supone que el comportamiento interno, es decir, la intención, debe responder a un
estándar de corrección, responde a la convicción. En cambio, la objetiva, es la exteriorización de este
comportamiento interno.
El ppio de la buena fe supone que las personas han de comportarse bajo estándares
corrección, honradez, veracidad en sus relaciones entre privados.
Manifestaciones:
-1546 CC
-706 CC
-707 CC
Art. 1546 cc: Los contratos deben ejecutarse de buena fe, y por consiguiente obligan no sólo
a lo que en ellos se expresa, sino a todas las cosas que emanan precisamente de la naturaleza de la
obligación, o que por la ley o la costumbre pertenecen a ella.
Señala que deben ejecutarse de buena fe, es decir, sin mentiras, con honradez, honestidad,
etc.
En materia posesoria:
Art. 706 cc: La buena fe es la conciencia de haberse adquirido el dominio de la cosa por medios
legítimos, exentos de fraude y de todo otro vicio.
Así en los títulos translaticios de dominio la buena fe supone la persuasión de haberse recibido la
cosa de quien tenía la facultad de enajenarla, y de no haber habido fraude ni otro vicio en el acto o
contrato.
Un justo error en materia de hecho no se opone a la buena fe.
Pero el error en materia de derecho constituye una presunción de mala fe, que no admite
prueba en contrario.
O sea, si yo adquirí el dominio teniendo la convicción de que ese modo de adquirir el dominio
estuvo exento de fraude o de cualquier otro vicio, yo estoy actuando de buena fe, en cambio, si yo
adquirí la posesión de la cosa, sabiendo que esta cosa no era de propiedad de quien me la vendió,
es decir, la adquirí sabiendo del vicio, ya no voy a ser poseedor de buena fe, seré poseedor de mala
fe.
La mala fe tiene que probarse siempre que no exista una presunción de mala fe.
4) Al renunciar a la facultade de
disposición, el d° carecería de
titular. No tendría sentido la
cláusula.
Requisitos de la Responsabilidad:
1. Incumplimiento del deudor.
2. Perjuicios al acreedor o víctima.
3. Relación de causalidad entre el incumplimiento y los perjuicios (nexo-causal).
4. Imputabilidad al deudor (dolo-culpa).
5. Que no concurra causal de exención de la responsabilidad.
6. Que el deudor se encuentre en mora por la interpelación.
Entonces, cumpliéndose estos requisitos estaremos en presencia de la obligación de
indemnización de perjuicios.
En el Derecho Civil se distinguen 2 clases de responsabilidad:
1. Responsabilidad Contractual: Es la responsabilidad de aquellas personas que no han
cumplido oportunamente la obligación derivada de un contrato: esta es más amplia, pues
comienza en la fase precontractual (por ejemplo, la responsabilidad que la ley eventualmente
impone al oferente, aunque se retracte oportunamente) y se prolonga en la fase
postcontractual (por ejemplo, tratándose de la obligación de saneamiento de la evicción);
2. Daño Moral: El daño no patrimonial o moral tiene una serie de conceptos, pero se
entiende como todo dolor, pesar o molestia que sufre una persona en su sensibilidad
física o en sus sentimientos, creencias y afectos. En otras palabras, es aquel daño
que sufre una persona afectando sus atributos o facultades morales o espirituales.
Por ejemplo, si de un accidente de tránsito fallece una persona, los herederos
pondrán exigir una indemnización por la pérdida de un ser querido que a todas luces
produce un daño psicológico irreparable.
Diferencia entre Daño Moral y Daño Patrimonial.
La diferencia entre los daños patrimoniales y no patrimoniales está en su reparación respecto del
dinero: en los daños patrimoniales lo que se busca con la indemnización es que la persona pueda
volver económicamente al estado lo más parecido posible, en que estaba antes de incumplido el
contrato u ocurrido el hecho que le produjo un daño.
Por el contrario, en el daño moral claramente no hay una relación directa con el dinero, ya que el
sufrimiento de una persona no es avaluable en dinero. Es por ello que se dice que las
indemnizaciones por daño moral son muy peligrosas pues van a quedar a criterio del juez, quien
deberá traducir a un monto de dinero por ejemplo cuánto cuesta la perdida de un hijo. En este
sentido, se dice que la indemnización del daño moral tiene una función compensatoria más que
reparatoria.
Reconocimiento Legal:
1. Responsabilidad Contractual:
Artículo 1547 (grados de culpa de los que se responde por los deudores);
En el artículo 1548 (cuidado de la especie o cuerpo cierto que se debe);
Artículo 1553 (opciones del acreedor, cuando el deudor de una obligación de hacer se
encuentra en mora);
Artículo 1555 (opciones del acreedor, cuando el deudor de una obligación de no hacer se
encuentra en mora);
En el artículo 1556 (qué comprende la indemnización de perjuicios);
Artículo 1557 (desde cuándo se debe indemnización de perjuicios);
Artículo 1558 (perjuicios de que se responde en caso de culpa o de dolo);
En el artículo 1559 (indemnización en caso de una obligación de dinero).
2. Responsabilidad Extracontractual:
Artículo 2314 (quien infiere daño a otro por un delito o cuasidelito, debe responder);
Artículo 2315 (quienes pueden exigir la reparación del daño);
En el artículo 2316 (quienes están obligados a reparar el daño);
Artículo 2317 (solidaridad en la reparación del daño causado por dos o más personas);
Artículo 2318 (el ebrio es responsable del daño que causa);
En el artículo 2319 (capacidad en materia extracontractual);
Artículo 2320 (terceros civilmente responsables);
Artículo 2321 (los padres por los delitos o cuasidelitos de sus hijos menores);
En el artículo 2322 (los patrones por los delitos o cuasidelitos de sus criados);
Artículo 2323 (responsabilidad de los dueños por el daño causado por un edificio ruinoso);
Artículo 2324 (daño causado por la ruina de un edificio proviene de un vicio de construcción);
En el artículo 2326 (responsabilidad del dueño o tenedor de un animal);
Artículo 2327 (responsabilidad del que tenga un animal fiero);
Artículo 2328 (daño causado por una cosa que cae o se arroja de la parte superior de un
edificio);
En el artículo 2329 (reparación integral del daño).
Todas estas normas forman parte del Título XXXV del Libro Cuarto del Código Civil, “De los
delitos y cuasidelitos”.
*La Responsabilidad se estudiará en Obligaciones.
3. Promulgación, publicación y fecha de ley.
Primero hay que empezar señalando que aquí estamos dentro de las etapas de formación de la ley.
En el capítulo IV del Congreso se regula la formación de la ley.
Etapas:
1. Iniciativa:
Es el acto por medio del cual un proyecto de ley se somete a la consideración del Poder
Legislativo.
La iniciativa de ley tiene lugar por medio de:
a) Mensaje del Presidente al Congreso.
b) Moción de cualquiera de sus miembros: No pueden ser firmadas por más de 10
diputados, ni más de 5 senadores.
El art. 65 de la CPR establece las iniciativas exclusivas del Presidente de la República.
Tramitación en el Congreso de la Iniciativa:
Por RG puede iniciar su tramitación en la Cámara de Diputados, como en el Senado, pero el art. 65
de la CPR establece excepciones estableciéndose una “cámara de origen” y una “cámara revisora”.
Por ejemplo:
-Cámara de Origen de Diputados: Leyes sobre tributos de cualquiera naturaleza que sean, sobre los
presupuestos de la Administración Pública y sobre reclutamiento.
-Cámara de Origen Senado: Leyes sobre amnistía y sobre indultos generales.
2. Discusión:
Es el conjunto de actos que tienen lugar al interior de ambas cámaras, tanto en las salas como en
las distintas comisiones, cuya finalidad es el análisis del proyecto de ley respectivo, de modo que los
parlamentarios puedan realizar argumentaciones a favor o en contra del mismo, así como
proposiciones que permitan mejorar el proyecto de ley. Esta materia sigue su regulación en la
Constitución.
3. Aprobación:
Es el acto mediante el cual cada cámara manifiesta su conformidad con el proyecto de ley,
debiendo reunir para ello los distintos quórums que se establecen en la Constitución para cada tipo de
ley (art. 66 CPR).
5. Promulgación:
Es aquel acto que ejecuta el Presidente y tiene por finalidad certificar la existencia de la ley,
dotarla de fuerza obligatoria y ordenar que sea cumplida como tal.
La promulgación deberá hacerse en el plazo de 10 días contados desde que ella es procedente
(art. 75 CPR).
El decreto debe ir a trámite de toma de razón en la Contraloría general de la República.
Art. 6 CC: “La ley no obliga sino una vez promulgada en conformidad a la CPR y publicada de
acuerdo a los preceptos que siguen”.
6. Publicación:
Es el acto mediante el cual se informa el contenido de la ley mediante la inserción del texto
completo de la ley en el Diario Oficial, lo cual debe hacerse dentro del plazo de 5 días hábiles
contados desde la Contraloría haya dado razón al respectivo decreto promulgatorio.
Desde la fecha de publicación en el Diario Oficial se entenderá conocida por todos y será
obligatoria. *Excepción: las vigencias diferidas que pueda tener la ley (art. 7 CC).
7. Fecha de Ley:
La fecha de Ley será la de su publicación en el Diario Oficial. Sin embargo, podrán establecerse
reglas diferentes sobre su publicación y la fecha o fechas en que será vigente la ley (art. 7 CC).
Art. 1546 CC: dispone que los contratos (cualquiera sea) deben ejecutarse de buena fe, y en
consecuencia obligan no sólo a lo que en ellos se expresa, sino a todas las cosas que emanan
de la naturaleza de la obligación, o que por la ley o la costumbre pertenecen a ella.
Art. 2117 CC: el cual la remuneración del mandatario se determina por la convención de las
partes, antes o después del contrato, por la ley, la costumbre o el juez.
Art. 1940, inc 2: El CC entiende por “reparaciones locativas”, entre otras, las que según la
costumbre del país son de cargo del arrendatario.
2. VALOR DE LA SENTENCIA JUDICIAL
Principio del efecto relativo de las sentencias
Este principio dice relación con que las sentencias judiciales tendrán fuerza obligatoria solo
respecto de las partes, es decir, solo respecto del caso en concreto en que se pronunció. Tal como
señala el inciso segundo del art. 3 del CC, que es lo que conoce como el principio del efecto
relativo de las sentencias.
Art. 3 inc 2 CC: “Las sentencias judiciales no tienen fuerza obligatoria sino respecto de las
causas en que actualmente se pronunciaren”.
*Excepción: Las excepciones en virtud de las cuales se amplía la fuerza obligatoria a toda la
sociedad (erga omnes) son las que señala expresamente la ley. Como por ejemplo, la sentencia
judicial que declara verdadera o falsa la paternidad o maternidad del hijo, la que no solo vale
respecto de las personas que han intervenido en el juicio, sino respecto de todos, solo en lo relativo a
los efectos que esa paternidad o maternidad acarrea (315 CC).
Art. 315 CC: El fallo judicial pronunciado en conformidad con lo dispuesto en el Título VIII que
declara verdadera o falsa la paternidad o maternidad del hijo, no sólo vale respecto de las personas
que han intervenido en el juicio, sino respecto de todos, relativamente a los efectos que dicha
paternidad o maternidad acarrea.
Costumbre jurisprudencial:
No obstante lo anterior, si los tribunales superiores fallan determinadas materias de manera
uniforme se produce lo que se denomina, “jurisprudencia uniforme” sobre esa materia. Sobre todo si
emana de la Corte Suprema mediante una casación en el fondo unifica la jurisprudencia.
La Corte Suprema actualmente tiene la superintendencia directiva de todos los tribunales de la
República (art. 82 CPR), aunque los tribunales inferiores no estén obligados a ajustarse a una
determinada interpretación de la ley emanada de la Corte Suprema, en virtud de la razón de
subordinación hace que por lo general se acate al criterio del más alto tribunal.
Por otra parte, los abogados generalmente se apoyan a la tesis expuesta, en favor de su
pretensión, sobre todo si la jurisprudencia emana de la Corte Suprema. Esto no significa que se
mantenga un criterio invariable de interpretación de la ley. Ejemplo: Respecto al art. 1554 del CC en
relación al contrato de promesa durante mucho tiempo por parte de la jurisprudencia se le reconoció
al plazo un carácter extintivo, pero en virtud de los problemas prácticos que daba esta interpretación
provocó que ahora se le reconozca un carácter suspensivo al plazo.
5. Interpretación de la ley.
La interpretación de la ley consiste en fijar su sentido o alcance respecto de situaciones jurídicas
concretas, incluyendo un conjunto de actividades indispensables para aplicar el derecho.
Mediante la interpretación se adapta una norma legal a la realidad, ya que a pesar de su
contenido general y abstracto estas no siempre logran incluir de una forma clara e inequívoca dentro
de su supuesto de hecho todas las posibles situaciones subsumibles a su antecedente.
Contiene 2 elementos:
1. Abstracto: Es la interpretación propiamente tal, radica en fijar el sentido de la ley.
2. Concreto: Es la aplicación, es decir, adaptar la ley al caso concreto.
En la interpretación judicial ambos procesos incluyen un todo unitario.
Regulación
Del art. 19 al 24 del CC.
Clasificación de la interpretación
A) Según la autoridad, institución u órgano de quien emane la interpretación, distinguiéndose
entre privada y pública.
1. Doctrinal o privada
Es aquella interpretación que hacen los juristas, abogados, profesores como autores de obras de
derecho. Esta interpretación se manifiesta en los tratados, las revistas jurídicas, en las cátedras y en
la práctica profesional.
Esta interpretación no tiene fuerza obligatoria, ya que la doctrina no es fuente formal del derecho.
Sin embargo, la doctrina constituye una fuente material y su valor dependerá del prestigio del
intérprete como de la solidez de sus argumentos y fundamentos.
La doctrina como fuente material se desarrolla libremente y no se detiene a enfocar cuestiones
aisladas sino que examina los problemas en toda su amplitud. Por eso presta grandes servicios al
desarrollo y evolución del derecho; orienta e inspira a jueces y legisladores.
2. De autoridad o pública
Es aquella que realiza:
a) El legislador en virtud de las leyes interpretativas (interpretación legal).
b) Los tribunales de justicia en sus sentencias (interpretación judicial)
c) y la que realiza la autoridad administrativa en resoluciones y decretos (interpretación
administrativa).
Pasaremos a hablar de cada una de ellas:
1. Legal o auténtica.
Es aquella interpretación que hace una ley de otra ley anterior cuyo sentido es oscuro, ambiguo o
controvertible; así, la ley interpretativa viene a fijar el verdadero, genuino o auténtico sentido de la ley
interpretada.
A esta interpretación se le denomina auténtica por provenir del mismo órgano (Poder Legislativo)
que dictó la ley interpretada.
Art. 3 inc 1 CC: Sólo toca al legislador explicar o interpretar la ley de un modo generalmente
obligatorio.
La obligatoriedad es de carácter general.
La ley interpretativa se entiende incorporada en la interpretada (art. 9 inc. 2° CC). Por tanto, los
efectos obligatorios de la ley interpretativa rigen no desde su fecha, sino desde el día que entró en
vigencia la ley interpretada. O sea, la ley interpretativa en realidad es retroactiva, porque sus efectos
alcanzan a situaciones o relaciones jurídicas surgidas antes de su entrada en vigor.
Art. 9 CC: La ley puede sólo disponer para lo futuro, y no tendrá jamás efecto retroactivo.
Sin embargo, las leyes que se limiten a declarar el sentido de otras leyes, se entenderán
incorporadas en éstas; pero no afectarán en manera alguna los efectos de las sentencias judiciales
ejecutoriadas en el tiempo intermedio.
3. Administrativa:
Es aquella interpretación que realizan determinados órganos y servicios públicos que cumplen
funciones fiscalizadoras de diversa naturaleza, tales como Contraloría, Servicio de Impuestos
Internos, Dirección del Trabajo, las Superintendencias, etc., y suele ella expresarse en dictámenes de
su competencia.
Esta interpretación no obliga a los jueces.
B) Interpretación Declarativa, Restrictiva y Extensiva
Esta interpretación atiende al resultado a que conduce la interpretación.
1. Declarativa: Mediante esta se reconoce que los términos literales o fórmula de la ley coincide
con la voluntad del legislador. Se llama así ya que solo se limita a manifestar o declarar lo que
dice la ley. Ejemplo: art. 1796 CC que señala que no es válida la compraventa entre cónyuges
no separados judicialmente.
2. Restrictiva: Restringe la aplicación de la ley, ya que expresa más de lo pretendido por el
legislador o no refleja con exactitud la intención del legislador.
3. Extensiva: Extienden el alcance de la ley, en virtud de que no reflejan la intención del
legislador.
Art. 19, inc 1: Cuando el sentido de la ley es claro, no se desatenderá su tenor literal, a pretexto
de consultar su espíritu.
Se diferencia de la gramatical en virtud de que la claridad a la que se refiere este precepto es una
claridad de sentido, contenido y alcance jurídico de la norma, no de su calidad gramatical. De este
modo, una ley puede ser gramaticalmente perfecta, sin embargo, su sentido jurídico puede ser
ambiguo, oscuro o contradictorio.
Esta idea se reafirma además en las siguientes normas:
Art. 22: “el contexto de la ley servirá para ilustrar el sentido de cada una de sus partes”;
Art. 23 señala que para su interpretación “la extensión que deba darse a toda ley se determinará
por su genuino sentido”.
De este modo, en el Código Civil existe una perfecta concordancia entre las diversas reglas de
interpretación jurídica: en materia de interpretación de la ley, prima su sentido por sobre las palabras
(art. 19); en lo que toca a la interpretación de los contratos, prima la intención claramente conocida
de los contratantes por sobre el tenor literal de las palabras (art. 1560); finalmente, en lo que respecta
a la interpretación de testamentos, prevalece la voluntad del testador por sobre las palabras que
hubiese empleado (art. 1069).
De este modo, para buscar el sentido de la ley puede considerarse su razón o espíritu, es decir,
realizar una interpretación teleológica buscando la finalidad de la ley o ratio iuris.
Esta intención o espíritu (finalidad de la ley) es un concepto de carácter objetivo, por lo que debe
buscarse la finalidad manifestada claramente en la propia ley, sin que tenga cabida el subjetivismo de
buscar una supuesta voluntad del legislador. Así lo establece el art. 19, que señala que la finalidad de
la ley se busca “en ella misma” (y no en el legislador), frase agregada por Bello y que no se
encontraba en la norma del Código de Luisiana de la que se tomó la redacción de esta norma.
2) Gramatical:
“Es aquel elemento que permite el alcance y sentido de la ley atendiendo el tenor de las palabras
de la ley, es decir, de los términos y frases de que se valió el legislador para expresar y comunicar su
pensamiento normativo.”.
Sólo una vez que sea claro el sentido de la ley, procede aplicar el elemento gramatical, atendido
que el art. 19 expresa que “no se desatenderá su tenor literal”.
El CC establece ciertas reglas acerca de la forma de establecer el significado de las palabras:
1. Palabras de la Ley
Art. 20 CC: Establece que “las palabras de la ley se entenderán en su sentido natural y obvio,
según el uso general de las mismas palabras; pero cuando el legislador las haya definido
expresamente para ciertas materias, se les dará en éstas su significado legal”.
Ordinariamente, el sentido que a las palabras da el uso general de ellas una comunidad coincide
con alguna de las acepciones que señala el Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua
(RAE).
El 10 de junio de 2022 la Corte Suprema y la RAE presentaron una Red Prehispánica de
Lenguaje Claro, el cual promueve la transparencia, probidad y el acceso a la información pública.
Pero, como afirma una sentencia de la Corte Suprema, cuando es necesario atenerse al
sentido natural y obvio, no es forzoso recurrir al registro de voces que contiene el Diccionario de la
RAE, y así, en un caso es legítimo acudir al significado que, en las circunstancias en que se dictó la
ley, tenían las palabras expresivas del concepto que se trata de esclarecer, porque el sentido natural
de una palabra o frase es el que se le atribuye en el medio en que se emplea y que conoce lo
designado por ella.
2. Palabras técnicas:
Art. 21 CC: Las palabras técnicas de toda ciencia o arte se tomarán en el sentido que les den los
que profesan la misma ciencia o arte, a menos que aparezcan claramente que se han tomado en
sentido diverso.
Por ejemplo, si una disposición legal alude a la concepción de las criaturas humanas debemos
darle a la voz concepción el significado que le atribuyen los biólogos.
Si una palabra técnica aparece tomada claramente en la ley en un sentido diverso de los que le
atribuyen los que profesan la respectiva ciencia o el arte correspondiente, es claro que habrá que
atenerse a la inteligencia que ha dicha expresión le confiere el legislador.
Por ejemplo, el Código Civil se refiere en múltiples ocasiones al “demente” para designar a un
enfermo mental que, por la gravedad de su trastorno psíquico (cualquiera que sea éste), debe
estimarse incapaz e inimputable, y así habremos de entenderlo todos, aunque la psiquiatría le dé a la
palabra en cuestión otro significado o la declare hoy totalmente obsoleta.
3) Lógico:
“Consiste en la concordancia que debe existir entre las diversas partes de la ley, pues la ley hace
un conjunto coherente”.
Art. 22, inc 1:
El contexto de la ley servirá para ilustrar el sentido de cada una de sus partes, de manera que
haya entre todas ellas la debida correspondencia y armonía.
Por contexto en general se entiende el conjunto del texto que rodea una frase citada, y del que
depende la verdadera significación de ésta.
Esta norma se funda en que todas las partes de una ley forman una unidad y responden a una
misma intención o espíritu y es natural entonces que guarden armonía y no contradicción. Por tanto,
si en un artículo de una determinada ley cierta expresión puede ser tomada en dos sentidos y en
todos los demás artículos se considera uno de dichos sentidos, a la expresión ambigua habrá que
atribuirle este sentido que demuestra ser el de la voluntad de la ley.
Antinomia en el mismo cuerpo legal:
Consagra el principio de especialidad frente a una antinomia en un mismo cuerpo legal, que
señala:
Art. 13: “Las disposiciones de una ley, relativas a cosas o negocios particulares, prevalecerán
sobre las disposiciones generales de la misma ley, cuando entre las unas y las otras hubiere
oposición”.
4) Histórico:
“Es aquel que permite establecer el sentido o alcance de una ley atendiendo para ello a la historia
fidedigna del texto legal que se trata de interpretar”.
Al efecto, el art. 19 inciso 2 dispone que para interpretar la ley es posible recurrir a la intención o
espíritu de la ley, claramente manifestada en ella misma, “o en la historia fidedigna de su
establecimiento”.
La historia fidedigna de la ley la constituyen las circunstancias existentes a la época de
elaborarse el proyecto de ella, el texto de ese proyecto enviado al Congreso Nacional, el mensaje del
ejecutivo que lo acompaña, las actas de las Comisiones parlamentarias que examinan e informan el
proyecto, las explicaciones y discusiones habidas en ambas Cámaras hasta su aprobación. Cuando
el proyecto antes de ser presentado al Congreso ha sido elaborado por un hombre o por una
Comisión de especialistas, también, por cierto, forman parte de la historia fidedigna de la ley todas
las opiniones de sus autores de las cuales se deja constancia en actas oficiales. Si bien se ha
discutido el tema, en nuestro concepto la historia fidedigna de la ley no es la voluntad subjetiva del
legislador, sino que se trata de un concepto de carácter objetivo.
5) Sistemático:
“Este elemento se basa en la conexión que enlaza a todas las instituciones jurídicas y normas en
una gran entidad. Se trata de ver la relación que hay entre la ley interpretada y el conjunto del
ordenamiento jurídico”.
Se asemeja al elemento lógico en cuanto a establecer la armonía y coherencia de la ley, pero
ahora no entre sus diversas partes sino en su relación con todo el ordenamiento jurídico, y en
especial con aquellas leyes que versan sobre la misma materia o sobre asuntos semejantes.
Art. 22, inc 2: “los pasajes oscuros de una ley pueden ser ilustrados por medio de otras leyes,
particularmente si versan sobre el mismo asunto”.
Antinomia entre 2 o más leyes:
Cabe recordar lo dispuesto en el art. 4, que consagra el principio de especialidad frente a una
antinomia que se dé entre dos cuerpos legales, al señalar que “las disposiciones contenidas en los
Códigos de Comercio, de Minería, de Ejército y Armada, y demás especiales, se aplicarán con
preferencia a las de este Código”.
6) Lo favorable u odioso de una disposición.
Esta regla se encuentra en el art. 23.
Art. 23: Lo favorable u odioso de una disposición no se tomará en cuenta para ampliar o
restringir su interpretación. La extensión que deba darse a toda ley, se determinará por su genuino
sentido y según las reglas de interpretación precedentes.
Este artículo tiene un fundamento histórico; en tiempos antiguos lo odioso se restringía y lo
favorable se ampliaba (odia restringi te favores convenit ampliari). Como esta norma se prestaba
para muchos abusos, se estimó conveniente abolirla en forma expresa.
7) Espíritu general de la legislación y equidad natural.
Art. 24: “En los casos a que no pudieren aplicarse las reglas de interpretación precedentes, se
interpretarán los pasajes obscuros o contradictorios del modo que más conforme parezca al espíritu
general de la legislación y a la equidad natural”.
Pese a la redacción de esta regla, buena parte de la doctrina estima que el criterio del art. 24 no
es supletorio, sino que informan todo el proceso interpretativo, atendido que no sería aceptable una
interpretación que contradijera abiertamente los principios generales del derecho o la equidad
natural.
El “espíritu general de la legislación” es lo que hemos denominado principios generales del
derecho, que integran e informan a todo el ordenamiento jurídico, y cuya función interpretativa se
encuentra expresamente reconocida en el precepto en análisis.
En lo que toca a la equidad natural, nos remitimos al análisis que de la misma hicimos en cuanto
fuente del derecho, sin perjuicio de recordar que ella consiste en la consideración de un caso
particular para darle una solución justa y prudente en atención a sus circunstancias
especiales.
MECANISMOS PARA SUPERAR LAS ANTINOMIAS EN CHILE.
Para solucionar las antinomias normativas se deben aplicar los siguientes principios:
1. Jerarquía. La norma superior prima sobre la norma inferior, conforme al orden jerárquico de
las mismas establecido en la Constitución.
2. Especialidad. La ley especial prima sobre la ley general. En este sentido, el art. 4 del Código
Civil establece este principio frente antinomias entre dos cuerpos legales, al establecer que
“las disposiciones contenidas en los Códigos de Comercio, de Minería, de Ejército y Armada, y
demás especiales, se aplicarán con preferencia a las de este Código”.
Por su parte, el art. 13 CC consagra el principio de especialidad frente a una antinomia que se
dé en un mismo cuerpo legal, al señalar que “Las disposiciones de una ley, relativas a cosas o
negocios particulares, prevalecerán sobre las disposiciones generales de la misma ley, cuando
entre las unas y las otras hubiere oposición”.
3. Temporalidad. La ley más nueva prima sobre la ley anterior, puesto que la deroga, según se
verá al analizar los efectos de la ley en el tiempo (arts. 52 y 53 CC).
4. Principios generales y equidad natural. Finalmente, si tenemos dos normas jurídicas de
igual jerarquía, ambas con el mismo ámbito de vigencia, y con la misma fecha, se deberá
recurrir a los principios generales del derecho y a la equidad natural.
RETROACTIVIDAD DE LA LEY
Es una excepción la ppio de irretroactividad de la ley, siendo aquel efecto de la ley en virtud del
cual la ley regirá hechos acontecidos con anterioridad a su publicación.
Hay ULTRACTIVIDAD cuando se aplica a un hecho acontecido con posterioridad a su derogación.
Pero al ser un simple precepto legal y no constitucional no obliga al legislador. Sin embargo, tiene
limitaciones tanto en materia penal, como civil.
Penal: Art. 19 N° 3 señala que: “nadie puede ser juzgado sino por un Tribunal establecido con
anterioridad a la perpetración del hecho y que "ningún delito se castigará con otra pena que la que
señale una ley promulgada con anterioridad a su perpetración, a menos, que una nueva ley
favorezca al afectado". La ley favorable es siempre retroactiva y, de acuerdo a lo establecido en el
art. 18 del Código Penal, no sólo beneficia al imputado proceso, sino también al condenado.
Civil: Las limitaciones nacen en relación a las garantías que establece la Constitución, en especial
la garantía del d° de propiedad del art. 19 n° 24 al establecer dicha disposición que, salvo el caso de
utilidad pública, nadie puede, en caso alguno, ser privado de su propiedad, del bien sobre que recae,
o de alguno de los atributos o facultades esenciales del dominio, se consigna, como lo dicen varias
sentencias, en forma indirecta la irretroactividad de la ley civil. Lo que abarca tanto a los bienes
corporales como incorporales.
El principio de la irretroactividad de las leyes y el carácter excepcional de la retroactividad se
imponen en cambio al juez, quien debe darles obligadamente primacía en la interpretación y
aplicación de la ley. Así los jueces tienen el deber de interpretar y aplicar las leyes de manera que no
resulte retroactiva.
La retroactividad es una excepcionalidad ya que afecta a la seguridad jurídica.
Este hecho motivó al legislador a dictar dentro de los primeros años de vigencia del Código Civil
una ley que se encargara de estas materias señalando al juez criterios para la aplicación del ppio de
irretroactividad, lo que se conoce como la ley sobre el efecto retroactivo de las leyes (1861).
Doctrinas para determinar si una ley es retroactiva
1. De los Derechos Adquiridos
2. De la Relación jurídica.
3. En cuanto a la extinción:
Se rige por la ley vigente al momento en que ésta ocurre (la antigua).
Nuestra legislación sigue, según las materias, criterios eclécticos: respecto de ciertas instituciones
sigue la doctrina de los derechos adquiridos y respecto de otras se acerca a los principios de la
doctrina de la relación jurídica (toma elementos de una y de otra). Las soluciones están planteadas
con criterio casuístico y no teórico, considerando en cada caso los bienes jurídicos en juego.
*Ecléctico: Que trata de reunir, procurando conciliarlos, valores, ideas, tendencias, etc., de
sistemas diversos.
El d° de propiedad en cuanto a:
1) Su constitución: Se rige por la ley antigua.
2) Efectos y Extinción: Ley nueva.
De modo que la naturaleza del d° está definido por la ley posterior.
La norma puede plantear problemas de constitucionalidad, porque en la medida que la ley nueva
afecte atributos o facultades esenciales del dominio sería contraria a la garantía constitucional
respectiva (Constitución, art. 19 nº 24).
4) Sucesiones:
Art. 18: “Las solemnidades externas de los testamentos se regirán por la ley coetánea a su
otorgamiento; pero las disposiciones contenidas en ellos estarán subordinadas a la ley vigente a la
época en que fallezca el testador. En consecuencia, prevalecerán sobre las leyes anteriores a su
muerte las que reglan la incapacidad o indignidad de los herederos o asignatarios, las legítimas,
mejoras, porción conyugal y desheredaciones."
Art. 19: “Si el testamento contuviere disposiciones que según la ley bajo la cual se otorgó no
debían llevarse a efecto, lo tendrán sin embargo siempre que ellas no se hallen en oposición con la
ley vigente al tiempo de morir el testador."
En el caso de las sucesiones el análisis es diferente, puesto que el derecho nace a la muerte del
testador. Por eso, al cambiarse las leyes que regulan los efectos de un testamento sólo se está
actuando sobre meras expectativas. Por otro lado, al establecer que las formalidades del testamento
se rigen por la ley antigua, se recoge el principio de irretroactividad en la ley que establece requisitos
de forma.
5) Contratos:
Art. 22: “En todo contrato se entenderán incorporadas las leyes vigentes al tiempo de su
celebración. *Exceptúanse de esta disposición:
1º Las leyes concernientes al modo de reclamar en juicio los derechos que resultaren de ellos; y
2º Las que señalan penas para el caso de infracción de lo estipulado en ellos; pues ésta será
castigada con arreglo a la ley bajo la cual se hubiere cometido."
En materia de contratos, el artículo 22 acoge extensamente la doctrina de los derechos
adquiridos, puesto que las leyes vigentes al momento de su celebración se entienden incorporadas
al contrato, definiendo el alcance de los derechos hasta su extinción, por mucho que una ley posterior
modifique estos efectos.
*Exceptúanse de esta regla el modo de reclamar los derechos (esto es, las normas procesales) o
las penas estipuladas para la infracción; en estos casos rige el efecto inmediato de la ley.
6) Prescripción:
La prescripción es una institución de seguridad jurídica que permite adquirir la propiedad (u otro
derecho real) sobre una cosa por el hecho de la posesión durante un lapso de tiempo (prescripción
adquisitiva) o produce la extinción de acciones o derechos por no haber sido ejercidos durante un
lapso de tiempo (prescripción extintiva) (art. 2492).
Es común a la prescripción adquisitiva y extintiva, entonces, que haya transcurrido un plazo. Si la
ley modifica ese plazo de prescripción surge la pregunta por cual resulta ser el plazo aplicable: el
fijado por la ley bajo la cual se comenzó a prescribir o el fijado por la nueva ley? La Ley sobre Efecto
Retroactivo da una solución práctica: el prescribiente puede optar entre el plazo establecido por la ley
antigua o por la nueva. Si opta por la ley antigua, se cuenta el plazo desde que comenzó la
prescripción; si opta por la nueva, el plazo sólo se cuenta desde que ésta entra en vigencia (art. 25).
También se ocupa la ley de la situación de imprescriptibilidad (adquisitiva): si una ley posterior
declara imprescriptible un derecho no se podrá ganar por prescripción, aunque se haya iniciado la
posesión bajo una ley anterior que lo declaraba prescriptible (art. 26). Se trata de un caso de
aplicación del principio de los derechos adquiridos: mientras no se complete el plazo sólo existe la
expectativa de adquirir la cosa o de extinguir una obligación por medio de la prescripción.
Aspectos constitucionales
El principio de los derechos adquiridos ha alcanzado rango constitucional respecto de los derechos
que están amparados por garantías constitucionales. La Constitución garantiza la esencia de los
derechos que ella consagra (art. 19 Nº26), de modo que no puede una ley posterior a su adquisición
afectarlos en su núcleo central y una ley posterior no puede afectar la esencia de esos derechos
adquiridos bajo una ley anterior. En materias civiles, como se ha visto, ello vale especialmente para
el derecho de propiedad, esto es, para todos los derechos incorporados al patrimonio de una
persona. La jurisprudencia de los tribunales ha sido muy extensiva en la definición de la propiedad,
incluyendo bajo este concepto la titularidad sobre muy diversos derechos (como se verá en el curso
sobre Bienes), con la consecuencia de que la garantía constitucional ha devenido en una fuerte y
amplia limitación a la retroactividad.
7. Efectos de la ley en cuanto al territorio.
Territorialidad de la ley
La RG es que en chile rige el ppio de territorialidad de la ley, es decir, la aplicación de la ley dentro
de los límites del Territorio del Estado. Siendo la extraterritorialidad una excepción.
El territorio del Estado está delimitado por sus fronteras, pero la autoridad del Estado comprende
todo el territorio terrestre, con su espacio aéreo y subsuelo, el mar territorial (definido por el artículo
593) y la zona económica exclusiva (definida por el artículo 596).
Regulación: Arts. 14 y 16 CC.
Art. 14 CC: La ley es obligatoria para todos los habitantes de la República, inclusos los
extranjeros.
Art. 16 CC: Los bienes situados en Chile están sujetos a las leyes chilenas, aunque sus dueños sean
extranjeros y no residan en Chile.
Esta disposición se entenderá sin perjuicio de las estipulaciones contenidas en los contratos
otorgados válidamente en país extraño.
Pero los efectos de los contratos otorgados en país extraño para cumplirse en Chile, se arreglarán
a las leyes chilenas.
En consecuencia, la ley es obligatoria para todos los habitantes de la República, incluso los
extranjeros, y los bienes situados en Chile se rigen por la ley chilena.
Art. 17 CC: La forma de los instrumentos públicos se determina por la ley del país en que hayan sido
otorgados. Su autenticidad se probará según las reglas establecidas en el Código de Enjuiciamiento.
2. Requisitos internos:
En general, la ley del país en que se otorgó el acto rige sus requisitos internos, o sea, la
capacidad y voluntad o consentimiento de los que lo otorgan, y el objeto y la causa del acto, con la
limitación del Art. 15 N° 1 CC (en lo relativo al estado de las personas y a su capacidad para ejecutar
ciertos actos, que hayan de tener efecto en Chile).
Art. 15 CC: A las leyes patrias que reglan las obligaciones y derechos civiles, permanecerán
sujetos los chilenos, no obstante su residencia o domicilio en país extranjero.
1. En lo relativo al estado de las personas y a su capacidad para ejecutar ciertos actos, que hayan
de tener efecto en Chile;
2. En las obligaciones y derechos que nacen de las relaciones de familia; pero sólo respecto de
sus cónyuges y parientes chilenos.
3. Efectos: Los efectos, es decir, los derechos y obligaciones que emanan del acto, quedan
sujetos a la ley chilena.
Clases de derogación:
Se puede distinguir en derogación a) expresa, tácita y orgánica; y b) total o parcial.
a) Expresa, tácita y orgánica.
1. Expresa:
“Es aquella que se realiza en virtud de una ley que declara explícitamente la cesación de vigencia
de una ley, mencionando específicamente cual es la ley derogada”.
Art. 52 cc: La derogación de las leyes podrá ser expresa o tácita.
Es expresa, cuando la nueva ley dice expresamente que deroga la antigua.
Ej: el día 6 de junio de 2022, se derogó la ley n° 19.223 sobre delitos informáticos (derogada por la
nueva ley de delitos informáticos).
2. Tácita:
Art. 52, inc 3 cc: Es tácita, cuando la nueva ley contiene disposiciones que no pueden conciliarse
con las de la ley anterior.
“Es aquella que no resulta de una declaración expresa de la voluntad derogatoria por parte del
legislador, sino de la incompatibilidad que existe entre una norma posterior y una precedente”.
3. Orgánica: (clasificación doctrinaria)
“Es aquella que se produce cuando la nueva ley regula completamente toda la materia ya regulada
por una ley anterior, aunque no haya incompatibilidad entre las disposiciones de la ley antigua y la
nueva”
No está mencionada por el CC, pero su procedencia es indiscutible.
Ejemplo: El artículo final del CC, que señala: “El presente Código comenzara a regir desde el 1° de
enero de 1857, y en esta fecha quedaran derogadas aún en la parte que no fueren contrarias a él, las
leyes preexistentes sobre todas las materias que en él se tratan. Sin embargo, las leyes
preexistentes sobre la prueba de las obligaciones, procedimientos judiciales, confección de
instrumentos públicos y deberes de los ministros de fe, sólo se entenderán derogadas en lo que sean
contrarias a las disposiciones de este Código”. En la última parte, desde las palabras “Sin embargo”
hay una derogación tácita de las disposiciones relativas a materias singulares.
*Crítica: Algunos autores consideran que es una especie de derogación tácita, en virtud de que toda
nueva ley viene a reglar totalmente una materia regida por otra ley anterior contiene en sus preceptos
una incompatibilidad implícita con cualquiera otra ley que verse sobre el mismo asunto.
b) Total o Parcial:
Art. 52, inc 4: La derogación de una ley puede ser total o parcial.
1. Total: En virtud de la derogación de la ley en todas sus partes.
2. Parcial: En virtud de la derogación de una parte o partes de la ley, como artículos, incisos, etc.
Derogación tácita total o parcial.
Art. 53 cc: La derogación tácita deja vigente en las leyes anteriores, aunque versen sobre la misma
materia, todo aquello que no pugna con las disposiciones de la nueva ley.
*Pero no puede estimarse la cesación de la ley por el desaparecimiento de los motivos de hecho
que determinaron su promulgación. Por ejemplo: si se establece un impuesto considerando las
penurias de las arcas fiscales, pero más tarde sobreviene un periodo de prosperidad económica,
nadie podrá excusarse de tal gravamen por el cambio de situación.
Desuso de la ley
Es la no aplicación de la ley por el no uso de ella.
En el d° positivo de los distintos países se señala que el desuso no tiene valor alguno, careciendo
de fuerza para destruir una ley, porque esta nace y muere por obra del legislador.
De acuerdo al CC el desuso no permite eludir el cumplimiento de una ley porque la costumbre
(positiva o negativa) no constituye derecho por si misma.
La mayoría de los autores se oponen a concederle fuerza derogatoria al desuso por la incerteza
jurídica que esto provocaría
II. LA PERSONA
*Exclusiones:
-El nombre, la nacionalidad y el estado civil.
-Doctrina de “levantamiento de velo” de la persona jurídica.
-Representación.
9. Concepto y clases.
Clases:
1. Naturales
2. Jurídicas
Art. 54 cc: Las personas son naturales o jurídicas.
Persona Natural
Concepto: Son personas físicas o naturales “todos los individuos de la especie humana,
cualquiera que sea su edad, sexo, estirpe o condición” (art. 55).
Art. 55 cc: Son personas todos los individuos de la especie humana, cualquiera que sea su edad,
sexo, estirpe o condición. Divídense en chilenos y extranjeros.
Persona Jurídica
Art. 545 cc: Se llama persona jurídica una persona ficticia, capaz de ejercer derechos y contraer
obligaciones civiles, y de ser representada judicial y extrajudicialmente.
Las personas jurídicas son de dos especies: corporaciones y fundaciones de beneficencia pública.
Las corporaciones de derecho privado se llaman también asociaciones.
Una asociación se forma por una reunión de personas en torno a objetivos de interés común a los
asociados. Una fundación, mediante la afectación de bienes a un fin determinado de interés general.
Hay personas jurídicas que participan de uno y otro carácter.
Persona
Persona Persona
Natural Jurídica
Corporaciones Fundaciones
Concepto: “Comienza con la concepción o fecundación y termina con el nacimiento, que marca el
inicio de la existencia legal”.
La existencia natural no significa que la criatura concebida y no nacida sea sujeto de derecho, ya
que todavía no es persona, y sólo lo será cuando nazca. Sin embargo, la ley le protege en diversos
sentidos:
1. Protección de la vida del que está por nacer:
a) Constitución: Art. 19, n°1, inc 2 → “La ley protege la vida del que está por nacer”.
b) Código Civil: Art. 75, inc 1 → Los tribunales deben adoptar medidas de protección del no
nacido, cuando este peligre.
Art. 75 inc 1: La ley protege la vida del que está por nacer. El juez, en consecuencia, tomará, a
petición de cualquiera persona o de oficio, todas las providencias que le parezcan convenientes para
proteger la existencia del no nacido, siempre que crea que de algún modo peligra.
Todo castigo de la madre, por el cual pudiera peligrar la vida o la salud de la criatura que tiene en
su seno, deberá diferirse hasta después del nacimiento.
Este artículo permite la intervención del juez incluso de oficio, de lo que se desprende que aquí no
sólo hay un interés particular comprometido. Esos son los hechos que dan origen a las llamadas
acciones populares.
c) Código Penal: Arts. 85, 342 y 343 del CP. Estas normas resguardan la vida de la criatura que
está por nacer cuando la madre ha sido condenada a la pena capital, y sancionan el delito de
aborto maliciosamente causado.
d) Código del Trabajo: Art. 195 CT consagra el periodo de descanso prenatal y postnatal.
e) Ley de abandono de Familia y Pago de pensiones alimenticias : Ley 14.908, art. 2, dispone que
la madre podrá solicitar alimentos para el hijo que está por nacer.
Naturaleza jurídica de los d°s del que está por nacer: Alessandri y Claro Solar estiman que se
trata de derechos sujetos a condición suspensiva. La condición consistirá en que la criatura nazca
con vida. Galecio habla de derechos eventuales, mientras que Somarriva se refiere a un derecho
especial. Finalmente, hay quienes sostienen que se trata de la vinculación de un bien a un titular
futuro, sin que quepa considerar a la criatura como sujeto de derechos subjetivos, encontrándose
éstos, mientras la criatura no nace, sin pertenecer o sin estar vinculados a nadie (Clemente de Diego
y Lyon).
Existencia Legal
Art. 74 cc: La existencia legal de toda persona principia al nacer, esto es, al separarse
completamente de su madre.
La criatura que muere en el vientre materno, o que perece antes de estar completamente
separada de su madre, o que no haya sobrevivido a la separación un momento siquiera, se reputará
no haber existido jamás.
2. Separación completa: Es decir, que no haya una unión física con la madre. Algunos plantean
que el cordón umbilical debe estar cortado y otros que solo basta la separación completa no
importando si el cordón umbilical se ha cortado o no.
3. Sobrevivir un instante siquiera: Para determinar que la criatura ha sobrevivido un instante
siquiera se han planteado 2 teorías:
Época de la Concepción
“La concepción o comienzo del embarazo es el momento en que un óvulo es fecundado por un
espermatozoide”.
Determinar la época de la concepción es de trascendental importancia, atendido que es necesario
estar concebido para que los derechos eventuales del que está por nacer permanezcan en suspenso
hasta el nacimiento.
Por lo que la ley ha establecido una presunción de derecho, la cual determina a partir de un hecho
conocido (nacimiento), un hecho desconocido (la concepción).
Art. 76 cc: De la época del nacimiento se colige la de la concepción, según la regla siguiente:
Se presume de derecho que la concepción ha precedido al nacimiento no menos que ciento
ochenta días cabales, y no más que trescientos, contados hacia atrás, desde la medianoche en que
principie el día del nacimiento.
No menos que 180 días (casi 6 meses) y no más que 300 días (9 meses).
Ej. Si el nacimiento se produjo el día 3 de abril a las 23 horas, debemos contar desde la medianoche
del día 3 de abril.
Normalmente, el nacimiento se produce entre los 270 y 285 días posteriores a la concepción, y por
ello la ley pone como plazo máximo 300 días. También presume la ley el tiempo mínimo de gestación
en 180 días. Se ha criticado sin embargo la presunción citada, porque la experiencia médica
demuestra que hay casos de gestación de más de 300 y de menos de 180 días.
Importancia del art. 76:
1. Para la determinación de los d°s eventuales de la criatura que está por nacer.
2. Para determinar la filiación matrimonial del hijo puesto que será hijo matrimonial aquel
concebido durante el matrimonio verdadero de sus padres, incluso matrimonio putativo (arts.
180, 179, 185 inc.1º).
3. Muerte Presunta:
Concepto: “Es una presunción legal respecto del fallecimiento de una persona que se encuentra
desaparecida y de la cual no se tienen noticias”.
Art. 80 cc: Se presume muerto el individuo que ha desaparecido, ignorándose si vive, y
verificándose las condiciones que van a expresarse.
Es simplemente legal, por lo que admite prueba en contrario.
El Código Civil reglamenta con gran detalle la muerte presunta en los artículos 80 a 94.
Intereses en juego de la muerte: (doctrina)
1. Ausente o desaparecido (mientras no se otorgue la posesión definitiva de sus bienes).
2. Presuntos herederos: De los terceros que tengan derecho a la sucesión del desaparecido o
ausente.
3. Acreedores.
4. Interés social basado en la incertidumbre y actividad de un patrimonio.
Requisitos de la declaración:
1. Que la persona haya desaparecido.
2. Ignore su paradero y no se tengan noticias de ella.
3. Debe transcurrir el plazo (5 años RG), desde las últimas noticias.
4. Deben cumplirse las formalidades legales.
Formalidades legales:
1. Rendición de pruebas: art. 81 n°1 → Se debe probar que se han hecho las diligencias posibles
para averiguar el paradero. (testigos puede ser).
2. Citación: art. 81 n°2 → Debe repetirse por 3 veces en el D.O con una separación de 2 meses
entre cada citación, y la solicitud se puede pedir transcurridos 3 meses desde la última
citación.
PERIODOS
1. Mera ausencia: Es un periodo que normalmente dura 5 años, que se contabiliza desde que
han dejado de tenerse noticias de la persona. Sin embargo, dura menos en los siguientes
casos:
1. Pérdida de nave o aeronave: Se redujo a 3 meses luego del accidente de Juan Fernández
(Ley N° 20.577 / 8 febrero de 2012), Art. 81 n° 8 cc. → Posesión definitiva inmediata.
2. Sismo o catástrofe: Se redujo a 6 meses por el terremoto y tsunami (27 febrero 2010),
antes era 1 año. (Ley 20.577), Art. 81 n°9 cc. → Posesión definitiva inmediata.
*Disolución del Matrimonio: En el caso de los números 8 y 9 del artículo 81 CC (2 anteriores), el
matrimonio se termina transcurrido un año desde el día presuntivo de la muerte. (este plazo no se
disminuye para la disolución del matrimonio.
*En el caso de guerra o peligro semejante también dura 5 años.
Finalidad del periodo: Predominando las posibilidades de vida y de regreso del desaparecido, este
periodo tiende a preservar sus derechos, prevaleciendo el interés del ausente sobre sus bienes.
Personas que administran sus bienes: Sus apoderados o representantes legales. Si no hay
representantes o mandatario, corresponde el nombramiento del curador de bienes (art. 473 a 491).
Término del periodo de mera ausencia:
1. Por decreto de posesión provisoria.
2. Por decreto de posesión definitiva.
3. Cuando el ausente reaparece.
4. Cuando hay certeza de la muerte real del desaparecido.
*Si reaparece, la persona retoma la administración de sus bienes, y si se logra acreditar la muerte
real, se aplican las reglas de esta y no de la muerte presunta.
*Día presuntivo de muerte: El juez lo fijará (art. 81 cc).
1) RG: último día del primer bienio último día del primer bienio contado desde la fecha de las últimas
noticias.
2) Herida grave en la guerra u otro peligro semejante: día de la acción de guerra o peligro; si no es
determinado, término medio entre principio y fin de la época en que pudo ocurrir. Lo mismo en caso
de pérdida de nave o aeronave.
3) En caso de sismo, catástrofe o fenómeno natural: fecha del evento.
2. Periodo de Posesión Provisoria:
Es un periodo que comienza con el decreto de posesión provisoria de los bienes de una persona
desaparecida, y termina con el decreto de posesión definitiva o la reaparición del desaparecido.
Es eventual, pues no existe en ciertos casos:
Casos en que se concede la Posesión Definitiva Inmediata:
1) Guerra o peligro semejante (Transcurridos 5 años)
2) Sismo, catástrofe.
3) Pérdida de nave o aeronave.
4) Persona que se cae de una nave o aeronve.
5) Persona mayor de 70 años.
Ocurre lo mismo en el caso de que, pasados 5 años desde las últimas noticias, se pruebe que han
transcurrido 70 desde el nacimiento del desaparecido.
Duración: 5 años.
Finalidad de la posesión provisoria: La ley busca conciliar los derechos del desaparecido con
los de aquellos a quienes pasarían los bienes del ausente si realmente hubiere fallecido.
Fecha en que se dicta: Transcurrido 5 años de las últimas noticias del desaparecido, el juez
concederá la posesión provisoria (art. 81 n°6).
Quienes pueden solicitarla: Solo los herederos presuntos del desaparecido, tanto los
testamentarios como los legitimarios que lo eran a la fecha de la muerte presunta (art. 84 y 85).
-Testamentarios: Son los instituidos en el testamento otorgado por el desaparecido.
-Herederos legítimos (o legitimarios): Los establecidos por la ley.
*Si no se presentan herederos, el juez a petición de parte o de oficio, declarará yacente la herencia
y le nombrará curador (art. 1240).
*Estos, al igual que los nudos propietarios y los fideicomisarios de bienes usufructuados o
poseídos fiduciariamente por el desaparecido y, en general, todos aquellos que tengan derechos
subordinados a la muerte del desaparecido, no podrán hacerlos valer sino después de decretada la
posesión definitiva (art. 91).
¿Qué comprende el patrimonio?
Comprende la totalidad de los bienes, derechos y acciones del desaparecido que tenía a la fecha
de la muerte presunta (art. 85, 2)
Naturaleza del d° de los herederos presuntos:
Algunos: Usufructo legal.
Otros: Propiedad sujeta a condición resolutoria, la cual sería que el desaparecido aparezca o se
establezca su muerte efectiva.
Efectos del decreto de posesión provisoria:
1. Término de la soc. conyugal o participación en los gananciales.
2. Emancipación de los hijos (Art. 270 N° 2 CC).
3. Apertura de la sucesión (Art. 84 CC): si hay testamento, se abre o publica. Si no hay
testamento se da la posesión provisoria a los herederos presuntivos, si no los hay, se declara
la herencia yacente. Este período termina porque el desaparecido reaparece, o porque se
concede la posesión definitiva.
4. Marca el inicio del cómputo del plazo de 180 días o de un año, para que los herederos y
demás personas actualmente interesadas, provoquen el juicio de impugnación de paternidad
de un hijo atribuido al desaparecido (art. 212 y 213).
*Herencia yacente: es aquélla que ha sido declarada yacente por el juez, cuando no ha existido
aceptación de herencia por ningún heredero en un plazo de 15 días desde la apertura de la sucesión,
no hay albacea a quien, el testador, haya entregado la tenencia de los bienes y que haya aceptado el
encargo, o si lo hay, no ha aceptado el encargo.
Este período termina porque el desaparecido reaparece, o porque se concede la posesión
definitiva.
Obligaciones de los poseedores provisorios:
Estas son encaminadas a garantizar los intereses del desaparecido. Tales son:
1. Formar inventario solemne o revisar o rectificar con igual solemnidad el que exista (art. 86).
Inventario solemne es aquél que se hace, previo decreto judicial, por el funcionario competente
y con los requisitos que las leyes expresan (art. 858 del CPC).
2. Constituir caución de conservación y restitución de los bienes del desaparecido (art. 89). El art.
46 define lo que se entiende por caución. Sólo otorgando la garantía, los poseedores
provisorios se harán dueños de los frutos que produzcan los bienes del desaparecido (cabe
indicar que los intereses a los que alude el art. 89 junto con los frutos, no son sino frutos
civiles).
Venta o hipoteca de los bienes por los poseedores provisorios (Art. 88)
Hay que distinguir si se trata de bienes muebles o inmuebles.
1. Bienes Muebles: Pueden ser vendidos siempre que:
1.1 El juez lo creyere conveniente.
1.2 Sea oído el defensor de los ausentes.
1.3 La venta se efectúe en pública subasta.
2. Bienes Inmuebles: Pueden venderse o hipotecarse pero hay requisitos más estrictos:
1.1 Que la venta o hipoteca obedezcan a causa necesaria o utilidad evidente. Hay causa
necesaria, por ejemplo, en el caso de una parcela que no produjese ni siquiera lo
necesario para solventar los gastos de administración y el pago de las contribuciones;
existiría utilidad evidente, por ejemplo, si se vendiese un inmueble paga pagar una deuda
del desaparecido, por cuyo motivo los acreedores hubieren obtenido el embargo de dicho
inmueble Como se observa, la ley sólo permite la venta. Por ende, los herederos
presuntivos no podrán, por ejemplo, donar los bienes del ausente;
1.2 Que la causa necesaria o la utilidad evidente sean calificadas o declaradas por el juez, con
conocimiento de causa. Es decir, que debe resolver atendiendo a las pruebas que se le
han hecho valer;
1.3 Que sea oído el defensor de ausentes;
1.4 Que la venta se efectúe en pública subasta.
Si se omite un requisito la venta adolece de nulidad relativa (objeto ilícito). La acción de nulidad
prescribe en 4 años contados desde el reaparecimiento del desaparecido.
Término del periodo de posesión provisoria: (art. 90)
1. Con el decreto de posesión definitiva.
2. Con la reaparición del ausente.
3. Si se tuvieran noticias que motivaren la distribución de los bienes del desaparecido, según las
reglas generales (esto alude a la muerte real del desaparecido, debiendo aplicarse por ende
las normas de la sucesión por causa de muerte).
En estos últimos dos casos termina todo el proceso de muerte presunta.
3. Periodo de Posesión Definitiva:
Es la posesión que el juez concede transcurridos 10 años desde la fecha de las últimas noticias.
Salvo los casos anteriormente señalados. Ver art. 82 segunda parte.
Inicio:
Se inicia con el decreto del juez que concede la posesión definitiva, el cual se debe inscribir en el
CBR que corresponda al último domicilio que el desaparecido haya tenido en Chile. Si no se inscribe
será inoponible a terceros. (art. 52 n°4 del Reglamento del Registro Conservatorio de Bienes Raíces).
Finalidad esencial:
En este periodo las probabilidades de muerte prevalecen por sobe las de vida, es por eso que
puede conferirse a los presuntos herederos pleno derecho de uso, goce y disposición sobre los
bienes del ausente, como si en realidad éste hubiera muerto.
Casos en que tiene lugar:
RG: 10 años después de la fecha de las últimas noticias
Cualquiera que fuese, a la expiración de esos 10 años, la edad del desaparecido, si viviese (art.
82, segunda parte). En este caso, antecederán al decreto de posesión definitiva el período de mera
ausencia (5 años a lo menos) y el de posesión provisoria (otros 5 años).
Personas que pueden pedir la posesión definitiva:
Los poseedores provisorios y todos los indicados en el art. 91, es decir, en general, los que tengan
derechos subordinados a la muerte del desaparecido.
Efectos del decreto de posesión definitiva:
1. Disolución del matrimonio: En los casos en que no hay posesión provisoria, los plazos son
distintos: 1 año desde el día presuntivo de la muerte en caso de sismo, catástrofe y pérdida de
nave o aeronave; 5 años desde las últimas noticias en caso de herida de guerra u otro peligro
o habiendo transcurrido 70 años desde el nacimiento (Art. 43 LMC).
2. Todos aquellos que tengan derechos subordinados a la condición de muerte del desaparecido
podrán hacerlos valer (Art. 91 CC).
3. Apertura de la sucesión en caso de no haber posesión provisoria (Art. 90 inc. 3º CC).
4. Cancelación de las cauciones constituidas por los herederos provisorios y cesación de las
restricciones impuestas a ellos (Art. 90 inc. 1º y 2º CC).
5. Puede procederse a la partición de los bienes.
6. Se producirán todos los demás efectos de la posesión provisoria, en el caso en que ésta no
hubiera operado.
Este decreto puede rescindirse si el desaparecido reaparece, a favor del desaparecido, de sus
legitimarios habidos durante el desaparecimiento, o de su cónyuge por matrimonio contraído en esa
época (Art. 93 CC). Pronunciada la rescisión, los herederos presuntivos deben restituir los bienes en
el estado en que se encuentren, y son considerados poseedores de buena fe. Respecto a los
terceros, el reaparecido no tiene acciones (Art. 94 reglas 4ª y 5ª CC). Ocultar la verdadera muerte o
existencia del desaparecido constituye mala fe (Art. 94 regla 6ª CC).
Se comparten estos atributos con las personas jurídicas, excepto el estado civil.
*Nombre: designación que sirve para individualizar a una persona en la vida social y jurídica.
2. DE EJERCICIO:
“Consiste en la idoneidad del sujeto para ejercitar por sí solo, con su propia voluntad, los
derechos subjetivos y contraer obligaciones.”
Art. 1445 inc final: La capacidad legal de una persona consiste en poder obligarse por sí misma,
y sin el ministerio ni autorización de otra persona.
Se distingue entre capaces e incapaces.
La RG es que toda persona es legalmente capaz, excepto aquellas que la ley declara incapaces.
Art. 1446: Toda persona es legalmente capaz, excepto aquellas que la ley declara incapaces.
Art. 1447: Son absolutamente incapaces los dementes, los impúberes y los sordos o sordomudos
que no pueden darse a entender claramente.
Sus actos no producen ni aun obligaciones naturales, y no admiten caución.
Son también incapaces los menores adultos y los disipadores que se hallen bajo interdicción de
administrar lo suyo. Pero la incapacidad de las personas a que se refiere este inciso no es absoluta, y
sus actos pueden tener valor en ciertas circunstancias y bajo ciertos respectos, determinados por las
leyes.
Además de estas incapacidades hay otras particulares que consisten en la prohibición que la ley
ha impuesto a ciertas personas para ejecutar ciertos actos.
Incapaces Absolutos:
Art. 1447:
1. Dementes.
2. Impúberes.
3. Sordos o sordomudo que no pueden darse a entender claramente.
1. Dementes: Es aquella persona que, por alteración de sus facultades mentales, carece de la
aptitud necesaria para dirigir su persona o administrar sus bienes.
Para declarar su demencia es necesario una investigación científica que tendrá por objeto
establecer las siguientes circunstancias:
a) Que la persona adolece de una enfermedad mental; y
b) Que esa enfermedad mental produce en el individuo una ineptitud para administrar
competentemente lo suyo
Art. 456: el adulto que se halla en un estado habitual de demencia, deberá ser privado de la
administración de sus bienes, aunque tenga intervalos lúcidos.
Por lo que el demente debe ser privado de la administración de sus bienes por medio de
una sentencia judicial que decrete su interdicción por causa de demencia.
La sentencia produce 2 efectos importantes:
a) Priva al demente de la administración de sus bienes y le nombra un curador general que
vele por sus intereses; y
b) Todos los actos del demente, posteriores al decreto de interdicción, son nulos, aunque
se alegue haberse ejecutado o celebrado en un intervalo lúcido (artículo 465 inc. 1 CC).
Incapaces Relativos:
Art. 1447:
1. Menores adultos.
2. Disipadores que se hallen bajo interdicción de administrar lo suyo.
*Se debe dictar sentencia que decrete el interdicto por disipación, de lo contrario la persona es
plenamente capaz y los actos o contratos que ejecute o celebre serán plenamente válidos.
Efectos de la sentencia de interdicción:
1. Provoca la incapacidad relativa del disipador.
2. Priva al disipador de la administración de sus bienes y le nombra un curador.
3. Trae como consecuencia que todos los actos o contratos del disipador posteriores al decreto
de interdicción adolezcan de nulidad relativa.
¿Cómo actúan en la vida jurídica los incapaces relativos?
Representados o por autorización de su representante legal.
*Excepción: a ley permite que los incapaces relativos ejecuten ciertos actos sin necesidad de
representación o de autorización: por ejemplo, en actos personalísimos como el reconocimiento de
un hijo natural.
Sanción a los actos de los Incapaces Relativos: Nulidad Relativa.
Sin embargo, en atención a que la ley considera que tienen suficiente juicio o discernimiento, las
obligaciones contraídas por éstos tienen la calidad de naturales y pueden ser caucionadas por
terceros (Art. 1470 y 1472 CC).
No obstante, el artículo 1470 N° 1 CC sólo menciona a los menores adultos, siendo objeto de
discusión doctrinaria si abarca también a los interdictos por disipación, pues algunos consideran que
están interdictos precisamente por carecer de suficiente juicio y discernimiento. Pero se debe advertir
que el menor adulto es capaz para administrar su peculio profesional, o industrial (artículo 251 CC).
Sin embargo, debe recabar la autorización judicial para enajenar o gravar los inmuebles que
formen parte del peculio profesional (Art. 254 CC).
Menor adulto que ejerce o ha ejercido una profesión.
La situación del menor adulto que ejerce o ha ejercido una profesión, industria u oficio es bastante
especial, pues no cabe hablar propiamente de una incapacidad de ejercicio. Conforme a lo dispuesto
por el artículo 260 CC, “los actos o contratos del hijo no autorizados por el padre o la madre que lo
tenga bajo su patria potestad, o por el curador adjunto, en su caso, le obligarán exclusivamente en su
peculio profesional o industrial”. De esta manera, dichos actos o contratos no son nulos ni absoluta ni
relativamente. Lo que se dispone, en verdad, no es más que una limitación de la responsabilidad
individual del hijo, puesto que al decir que esos contratos lo obligan solo en su peculio profesional, se
está diciendo que el hijo responde solamente hasta el monto de dicho peculio.
La afirmación anterior se ve corroborada por lo dispuesto en el inciso 2 del mismo artículo que
dispone: “Pero no podrá tomar dinero a interés, ni comprar al fiado (excepto en el giro ordinario de
dicho peculio) sin autorización escrita de las personas mencionadas. Y si lo hiciere, no será obligado
por esos contratos, sino hasta concurrencia del beneficio que haya reportado”. Todo lo cual indica,
que el acto no es nulo sino solamente inoponible al hijo en lo que exceda al monto indicado, con lo
que se produce, en el fondo, otra limitación de la responsabilidad individual del hijo.
B. PATRIMONIO:
Por ejemplo, si una persona tiene bienes que en total valen 20 millones de pesos y deudas que
suman 6 millones de pesos, el activo neto es igual a 14 millones de pesos. Una minoría de autores
identifica el patrimonio con el activo bruto.
D° de Prenda General:
El concepto de patrimonio es el que regula y hace posible la responsabilidad del deudor por sus
obligaciones civiles.
Art. 2465: Toda obligación personal da al acreedor el derecho de perseguir su ejecución sobre
todos los bienes raíces o muebles del deudor, sean presentes o futuros, exceptuándose solamente
los no embargables, designados en el artículo 1618.
Lo anterior deja en claro que el deudor responde de sus obligaciones, no con los bienes que tuvo
al tiempo de contraerlas, sino con los bienes que existan en su patrimonio al tiempo de exigirse el
pago de la obligación. Ello permite al deudor una completa libertad en la vida jurídica; puede contraer
nuevas obligaciones, puede enajenar sus bienes, puede adquirir nuevos bienes. Son los bienes que
existan en el patrimonio al tiempo de exigirse el cumplimiento de la obligación aquellos sobre los
cuales ésta puede perseguirse.
Todo ello porque es el patrimonio el que responde. No el patrimonio en sí mismo, que es atributo
de la personalidad e inembargable, sino los bienes que contenga.
A la inversa, tal como son los bienes en el patrimonio los que responden a la obligación, los
acreedores no pueden perseguir los bienes que ya salieron del patrimonio, salvo el caso muy
excepcional de la acción pauliana (art. 2468 del C. C.), que se fundamenta en otras consideraciones.
Consecuentemente, si determinado patrimonio es el obligado, los créditos no pueden hacerse
valer en un patrimonio distinto. El artículo 150 del Código Civil, que reglamenta el patrimonio
reservado de la mujer casada, señala en sus incisos 6 y 8 que las obligaciones de la mujer en su
patrimonio separado no obligarán el del marido y, a la inversa, que los acreedores del marido no
tendrán acción contra los bienes de la mujer, salvo, en ambos casos, que hayan obtenido beneficio
de las obligaciones.
Otro tanto sucede en la herencia que el heredero ha aceptado con beneficio de inventario, lo que
determina que no se confunda su patrimonio propio con el patrimonio heredado; de acuerdo con los
artículos 1247 y 1263 del Código Civil su patrimonio personal no será responsable de las
obligaciones hereditarias o testamentarias.
Por último, cabe señalar que la responsabilidad del patrimonio se ejerce indistintamente sobre los
bienes que este contenga, no sobre bienes determinados. Cuando existen garantías reales como la
hipoteca, puede perseguirse en primer término el bien gravado, pero ésta es una característica
especial del derecho real. Si el bien hipotecado no alcanza a solventar la obligación el saldo se hace
efectivo en forma indeterminada sobre los demás bienes. Si el bien hipotecado ha pasado a manos
de un tercero puede hacerse efectiva la garantía a través de la acción persecutoria, pero no sobre el
patrimonio del tercero, sino exclusivamente sobre el bien hipotecado. Si quedare un saldo insoluto,
éste no se hará valer sobre el patrimonio del tercer adquirente sino sobre el del deudor original.
Patrimonios Separados
Se dice que hay patrimonios separados cuando dos o más núcleos patrimoniales, mutuamente
independientes entre sí, tienen por titular a un mismo sujeto.
Como resulta de la definición, se trata de masas o núcleos patrimoniales que la ley crea –y no los
particulares- para someterlos a un régimen jurídico propio que esa misma ley juzga adecuado o
conveniente.
Algunos ejemplos:
• En la sociedad conyugal se diferencian: el patrimonio común o social, el patrimonio propio del
marido, el patrimonio propio de la mujer y el patrimonio reservado de la mujer casada (masa de
bienes que se forma cuando la mujer ejerce o ha ejercido un empleo, oficio o profesión, industria o
comercio separado de su marido, constituida por los bienes que obtenga o haya obtenido con dicho
ejercicio y lo que con ellos adquiera).
• El hijo de familia menor adulto sometido a patria potestad tiene un patrimonio general que se lo
administra el padre y puede tener un peculio profesional o industrial (masa de bienes que se forma
con lo adquirido por el hijo con su trabajo y cuyo goce y administración le corresponde a él mismo)
• Se menciona también como caso de patrimonio separado el que resulta de la separación de los
bienes del difunto respecto de los del heredero, beneficio que pueden pedir los acreedores
hereditarios y los acreedores testamentarios y en virtud del cual ellos tienen derecho a que de los
bienes del difunto se les cumplan las obligaciones hereditarias o testamentarias con preferencia a las
deudas propias del heredero.
• También se señala como un caso de separación patrimonial el que deriva del beneficio de
inventario, en cuya virtud no se hace responsables, a los herederos que aceptan de esta forma, de
las obligaciones hereditarias y testamentarias, sino hasta la concurrencia del valor total de los bienes
que han heredado. Algunos afirman que este no es un caso de dualidad de patrimonios, sino de
limitación de la responsabilidad.
Patrimonios Autónomos
Patrimonio autónomo es aquel que transitoriamente carece de objeto.
El interés práctico de la institución es la conservación del patrimonio y, además, evitar que sea
abandonado mientras advenga un titular o sean empleados los bienes que lo forman.
Ejemplos de patrimonios autónomos:
• Herencia yacente
• El que representa la asignación de crear una corporación.
Características:
1. Originarios e innatos: Pues se adquieren con el nacimiento y no hay un medio de adquisición
de los mismos.
2. Son generales: porque todas las personas, por el simple hecho de serlo, se constituyen en sus
titulares.
3. Son absolutos: porque se respeto puede imponerse a todos los demás sujetos.
4. Son extrapatrimoniales: es decir, en sí mismos no son valuables en dinero. Por ejemplo, nadie
puede decir que el derecho a la vida admite una estimación pecuniaria. Cuestión distinta es
que el daño surgido como consecuencia de la violación de un derecho de la personalidad sea
indemnizable en dinero. En este caso no se avalúa el derecho sino el daño que provoca la
infracción.
5. Son esenciales: porque nunca pueden faltar. El ser humano desde que nace los tiene y sólo
se extinguen con su muerte.
6. Son indisponibles: es decir, no pueden renunciarse, cederse, transmitirse ni transigirse.
7. Son imprescriptibles: o sea, no se pierden por el no uso.
Clasificación:
La doctrina presenta variadas clasificaciones de los derechos se la personalidad, pero ninguna
agota a éstos, que son numerosos.
1. Derechos a la Individualidad.
1. Derecho a la Integridad Física: Que implica la protección de la vida y de la integridad corporal
(art. 19 n° 1 CPR).
Los atentados a estos derechos constituyen delitos penados por el CP (como por ejemplo, el
delito de homicidio, de lesiones, la ayuda e instigación al suicidio) pero si no llegan a ser
constitutivos de delito, constituyen generalmente un hecho culpable que determinará la
existencia de un cuasidelito civil.
2. Derechos que dicen relación con la Libertad : Son d°s que el individuo tiene en relación con el
E°.
1. Derecho a la libertad misma (Art. 19 N° 7 CPR). El CP tipifica ciertos delitos que se
pueden cometer contra la libertad de otros.
2. Derecho de reunirse y asociarse (Art. 19 N° 13 y 15 CPR).
3. Derecho de pensar, opinar y creer (Art. 19 N° 6 y 12 CPR).
4. Derecho de residir y trasladarse (Art. 19 N° 7 CPR).
5. Libertad de trabajo (Art. 19 N° 16 CPR), etc.
6. Derecho a la “intimidad privada” (Art. 19 N° 4 y 5 CPR).
1. D° al Nombre: Derecho subjetivo que una persona tiene de usar su nombre y oponerse a su
usurpación o uso indebido por parte de terceros. La usurpación del nombre es un delito penal
(Art. 214 CP).
2. D° al estado Civil: También hay delitos penales que lo protegen, como la usurpación del
estado civil y la ocultación o sustitución de una persona para hacerla perder el estado.
Además, está protegido por diversas acciones civiles: acciones de reclamación de estado,
acciones de contestación de estado. Finalmente, hay sentencias constitutivas de estado.
3. D° a la Propia Imagen: Se ha considerado que la reproducción de los rasgos de una persona
sin su consentimiento es una acción culpable. Pero esto ha tenido que ser limitado por
consideraciones como la libertad de información, el lugar en que se toma la fotografía, etc.
PARTE GENERAL
ORIGEN:
El sistema jurídico ha debido reconocer, junto a la existencia de las personas naturales, la
existencia de otros entes denominados personas jurídicas, de modo de hacer más fluidas las
relaciones jurídicas.
Las personas naturales deben unirse a otras para progresar, aspirar al bien común. Puede ocurrir
que un conjunto de personas formen un todo orgánico, que comienza a demostrar su propia
individualidad, diferente de la de cada uno de sus integrantes. Se formará así un nuevo ente, capaz
de contraer derechos y obligaciones, denominado persona jurídica.
Poseen atributos de la personalidad, salvo el estado civil.
CONCEPTO:
Doctrinario:
SAVINGY: Las define como seres creados artificialmente, capaces de poseer bienes, de tener
patrimonio.
Legal:
Art. 545 CC: Se llama persona jurídica una persona ficticia, capaz de ejercer derechos y contraer
obligaciones civiles, y de ser representada judicial y extrajudicialmente.
NATURALEZA JURÍDICA:
Es de discusión doctrinaria, hay teorías que aceptan y otras que niegan las personas jurídicas.
2. Teoría de la Realidad:
Postula que las personas jurídicas no son entes ficticios, sino poderosas individualidades
sociales, se trata de organismos sociales, es una realidad objetiva. Se vincula esta teoría con la
concepción orgánica de la sociedad, que reconoce la existencia de múltiples órganos intermedios,
entre el Estado y el individuo. Uno de tales, es la persona jurídica.
ELEMENTOS ESENCIALES:
Art. 549 CC: “[…] Lo que pertenece a una corporación, no pertenece ni en todo ni en parte a
ninguno de los individuos que la componen; y recíprocamente, las deudas de una corporación no dan
a nadie derecho a demandarlas, en todo o parte, a ninguno de los individuos que componen la
corporación, ni dan acción sobre los bienes propios de ellos, sino sobre los bienes de la
corporación”.
1) Nombre:
Al igual que las personas naturales, el nombre es para las personas jurídicas un elemento
esencial de la personalidad, porque supone su individualización.
Para efectos de determinar el nombre de las personas jurídicas, es necesario analizar la
naturaleza de las mismas. En efecto:
a) Fundación y corporación: Generalmente la fundación lleva el nombre de su fundador y la
corporación el objeto que persigue (Arts. 4 Nº 1 y 31 letra a) del Reglamento). La
corporaciones y fundaciones establecen su nombre y domicilio desde su origen, pues deben
indicarse en los estatutos.
b) En la sociedad colectiva comercial la razón social es la fórmula enunciativa de los nombres de
todos los socios o de alguno de ellos, con la agregación de la palabra “y compañía” (art. 365
C. Com.).
c) En la sociedad de responsabilidad limitada la razón social podrá contener el nombre de uno o
más socios, o una referencia al objeto de la sociedad, debiendo en todo caso terminar con la
palabra “limitada” (art. 4 de la Ley Nº 3.918).
d) En las sociedades anónimas el nombre de la sociedad debe incluir las palabras “sociedad
anónima” o la abreviatura “S.A.” (art. 8 Ley 18.046).
Si el nombre de una S.A. es igual al de otra, ésta tiene derecho a demandar su modificación.
En las sociedades civiles no hay norma, pero se da por sentado que debe existir una razón social
(Art. 2062 CC).
2) Domicilio:
Las normas del Código Civil que regulan el domicilio de las personas físicas resultan igualmente
útiles para las personas jurídicas.
Sobre la materia, el art. 142 del C.O.T. establece que “cuando el demandado sea una persona
jurídica, se reputará por domicilio, para objeto de fijar la competencia del juez, el lugar donde tenga
su asiento la respectiva corporación o fundación. Y si la persona jurídica tuviere establecimientos,
comisiones u oficinas que la representen en diversos lugares, como sucede con las sociedades
comerciales, deberá ser demandada ante el juez del lugar donde exista el establecimiento, comisión
u oficina que celebró el contrato o que intervino en el hecho que da origen al juicio”.
En caso de litigio, los tribunales pueden determinar si el domicilio efectivo de la sociedad
corresponde al fijado por los estatutos.
Es aplicable a las personas jurídicas el Art. 67 CC: si concurren en varias secciones territoriales
circunstancias constitutivas del domicilio, lo tiene en todas.
3) Capacidad:
Está expresamente reconocida la capacidad de la persona jurídica, pues el Código Civil declara
que es capaz de ejercer derechos y contraer obligaciones civiles (art. 545). Pero por su naturaleza
propia, esta capacidad está restringida a los derechos patrimoniales; los derechos de familia son sólo
compatibles con la persona natural.
Las personas jurídicas son capaces de ejercer derechos y contraer obligaciones civiles, y de ser
representadas judicial y extrajudicialmente (Art. 545 CC).
Aun dentro de los derechos patrimoniales, hay ciertos derechos personalísimos que no entran
dentro de la capacidad de las personas jurídicas: los derechos cuyo ejercicio es enteramente
personal (Art. 1618 N° 9 CC). Ej. Uso y habitación.
Ciertos cargos sólo pueden ser desempeñados por personas naturales. Ej. Partidores, albaceas,
depositarios (salvo excepciones).
En general, la capacidad de la persona jurídica está determinada y subordinada a su tipo y
finalidad.
4) Nacionalidad:
Diversos sistemas se han propuesto para determinar la nacionalidad de una corporación o
fundación, en los cuales se considera el país en que se constituyen y conforme a cuya legislación
obtienen la personalidad jurídica; el país en que se encuentra su sede social; o se indica que la
nacionalidad sería la misma de las personas que controlan sus decisiones (teoría del control).
Tradicionalmente hay 2 criterios:
1. La nacionalidad de una sociedad es la del país en que se ubica su sede social (Europa
continental).
2. La nacionalidad es la del Estado que la autorizó (common law).
Con las guerras mundiales, se estableció una analogía entre las reglas que rigen la nacionalidad
de las sociedades y las que rigen la de los individuos, a fin de otorgarles protección diplomática.
Pero se generaron otros problemas. Ej. Ciudadanos de un país constituían una sociedad en un
país distinto para que tuviera la nacionalidad de éste, y así realizar actos que le era prohibidos o
ilícitos personalmente.
Por ello surge la teoría del control: la nacionalidad de una sociedad está determinada por la
nacionalidad de las personas que controlan sus decisiones. Pero en 1970, la Corte Internacional de
Justicia descartó este criterio. Entre nosotros, es la autorización, o sea, la constitución en Chile lo que
determina la nacionalidad chilena.
5) Patrimonio
Las personas jurídicas tienen un patrimonio propio distinto del de las personas naturales. Pero en
las personas jurídicas puede tener un carácter fundamental que no lo tiene en las personas
naturales: el patrimonio con un valor positivo, como continente de bienes, puede ser indispensable
para la subsistencia de la personalidad. Ej. Causal especial de disolución de las fundaciones.
Dicha separación e independencia patrimonial la consagra nuestro Código Civil. De acuerdo con
sus disposiciones, lo que pertenece a una corporación, no pertenece ni en todo ni en parte a ninguno
de los individuos que la componen; lo que pertenece a la fundación no pertenece ni en todo ni en
parte al fundador, beneficiarios o administradores (arts. 549 y 563).
Por consiguiente, los bienes de la corporación son de su propiedad exclusiva, y no de todos sus
miembros en conjunto o de cada uno de ellos cuotativamente. De aquí que, una vez disuelta la
corporación, los asociados no tienen derecho a dividirse los bienes de ella.
Recíprocamente, las deudas de una corporación no dan a nadie derecho para demandarlas, en
todo o parte, a ninguno de los individuos que componen la corporación, ni dan acción sobre los
bienes propios de ellos, sino sobre los bienes de la corporación (art. 549). Lo mismo rige, en cuanto a
las fundaciones, respecto a sus administradores (art. 563).
DERECHOS DE LA PERSONALIDAD DE LAS PJ:
En general, y atendido que en el artículo 19 de la Constitución se asegura a “todas las personas”
ciertos derechos, la doctrina indica que, salvo aquellos que se refieren exclusivamente al ser humano
(vgr, integridad física), las personas jurídicas son titulares de los derechos de la personalidad que
reconoce la Carta Fundamental.
Lo anterior es de gran relevancia en materia indemnizatoria, pues de ello se sigue que las
personas jurídicas también pueden sufrir daños morales que deberán ser resarcidos, lo que en
general tiene lugar cuando se lesiona su honor, imagen, prestigio, crédito y confianza. Así lo ha
entendido la jurisprudencia a partir del año 1992.
RESPONSABILIDAD DE LAS PJ:
Hay que distinguir entre responsabilidad civil y penal.
A) Responsabilidad PENAL
Este fue un tema discutido en doctrina:
1. Los que opinan que la personalidad jurídica es una ficción: la responsabilidad penal es imposible
porque:
a) Esta responsabilidad se basa en la voluntad del ser humano.
b) Existe el principio de personalidad o individual de las penas.
2. Los que estiman que es una realidad objetiva: tienen responsabilidad penal, pero debe restringirse
a casos excepcionales y a penas determinadas.
3. Los que sostienen que es una realidad abstracta: las personas jurídicas no pueden ser autoras de
delito en el sentido natural; si por parte de una persona jurídica se cometiere un delito, no personal
sino colectivo, debe ser castigado a través del derecho penal administrativo.
Sin embargo, el Art. 58 inc. 2º CPP señala que la responsabilidad penal de las pj.
Art. 58, inc 2 CPP: La responsabilidad penal sólo puede hacerse efectiva en las personas
naturales. Por las personas jurídicas responden los que hubieren intervenido en el acto punible, sin
perjuicio de la responsabilidad civil que las afectare.
Esta misma disposición deja en claro que las personas jurídicas son susceptibles de
responsabilidad civil, de indemnizar los daños que sus órganos o representantes causen.
Ley 20.393 → “Establece la Responsabilidad penal de las personas jurídicas en los delitos de
lavado de activos, financiamiento del terrorismo y delitos de cohecho que indica”. (2009)
Tras la dictación de la Ley 20.393 de 2 de diciembre de 2009 el tema fue zanjado, pues si bien con
anterioridad el ordenamiento chileno había previsto esporádicamente sanciones, ahora se establecen
sanciones de modo abierto y explicito, a través de un verdadero sistema de responsabilidad penal
propio de tales entidades, con explicitación de los presupuestos específicos de la misma y de las
circunstancias que la modifican, con penas y reglas de determinación también específicas y con las
adaptaciones procesales básicas para su aplicación práctica.
En lo que respecta al ámbito de aplicación de la ley, ésta se aplica a todas las personas jurídicas
de derecho privado y a las empresas del Estado (art. 2º de la Ley Nº 20.393), sin distinción de
tamaño, en tanto que, en lo que concierne a los delitos que dan lugar a la responsabilidad penal de
las mismas, en vez de una previsión general, se consagra un catálogo cerrado de tipos penales,
inicialmente los siguientes:
Art. 1, Ley 20.393:
1) Lavado de dinero (art. 27 de la Ley Nº 19.913, Ley que crea la Unidad de Análisis Financiero).
2) Financiamiento del terrorismo (art. 8º de la Ley Nº 18.314, ley sobre conductas terroristas).
3) Soborno o cohecho activo tanto de empleados públicos nacionales (art. 250 del Código Penal [en
lo sucesivo, CP]) como de funcionario público extranjero (art. 251 bis CP).
Como se puede ver, se trata de un catálogo extraordinariamente restringido, que en lo
fundamental abarca sólo las materias respecto de las cuales existía obligación internacional de
sancionar a las personas jurídicas, las que, por lo demás, tienen una relativa escasa aplicación
práctica, sin perjuicio del ámbito no despreciable de aplicación que debería asegurar la consideración
del soborno doméstico. Durante la tramitación de la ley se hizo presente reiteradamente que
quedaban fuera del catálogo los delitos de mayor trascendencia relacionados con la actividad
empresarial. Sin embargo, las iniciativas para revertir esa situación no fueron acogidas, apelándose
para ello a la prudencia inicial que demandaba una innovación tan significativa. Esta razón podrá no
ser muy convincente, pero en cuanto reconoce abiertamente la excesiva circunspección del catálogo,
al menos deja la puerta abierta para la futura incorporación de un conjunto de figuras relevantes.
B) Responsabilidad CIVIL
Se debe distinguir si es materia contractual o extracontractual.
1) Materia Contractual: Las personas jurídicas responden de todas las obligaciones contraídas en
su nombre por sus representantes si éstos han obrado dentro de los límites de su mandato.
El Código Civil dispone que los actos del representante de la corporación o fundación, en
cuanto no excedan de los límites del ministerio que se les ha confiado, son actos de la corporación
o fundación; en cuanto excedan de estos límites, sólo obligan personalmente al representante
(arts. 552 y 563). En el primer caso, pues, la responsabilidad es de la persona jurídica.
2) Materia Extracontractual: La persona jurídica puede incurrir en ella, pues no hay ninguna norma
que la limite a las personas naturales, como la norma del CPP. Además, si el Art. 545 CC señala
que puede contraer obligaciones civiles, no hay razón para excluir una de sus fuentes. En el primer
carácter afecta al individuo que obró y él irá a la cárcel si ésta es la sanción del caso, y la persona
jurídica soportará la indemnización de perjuicios a que haya lugar.
Se ha sostenido que el delito o cuasidelito debe haber sido cometido por los “órganos” de la
persona jurídica, es decir, por las personas naturales o asamblea en que reside la voluntad de la
persona jurídica. Así, el daño inferido por un miembro que no tenga representación sólo puede hacer
responsable a la persona jurídica por el mecanismo de la responsabilidad por el hecho ajeno.
Esta teoría confunde la capacidad para contraer responsabilidad contractual y extracontractual. En
esta última, el Art. 2319 CC dice que los únicos incapaces son los infantes (menores de 7) y los
dementes, lo que es lógico pues nos encontramos ante hechos jurídicos, no actos. En consecuencia,
para que la persona jurídica contraiga responsabilidad extracontractual no es necesario que actúen
las personas que la representan. Incurre en esta responsabilidad por los daños que produzca su
actividad, realizada por medio de cualquiera de sus miembros.
En cuanto a la responsabilidad por el hecho ajeno, el Art. 2320 CC no tiene limitaciones e incluso
señala como ejemplo la de los empresarios por sus dependientes (empresario: persona natural o
jurídica que ejecuta una obra o explota un servicio).
PARTE ESPECIAL
Persona
Jurídica
De d° De d°
Público privado
1) Nación
Con Fines de
2) Fisco Lucro Sin fines de
(Sociedades) Lucro
3) Municiplidades
4) Iglesias y
Comunidade Civiles Comerciales
s Religiosas
5) Establecimientos
que se costean con Corporaciones Fundaciones
fondos del erario, etc.
1. De D° Público.
2. De D° Privado.
Jurisprudencia:
*La jurisprudencia ha adoptado diversos criterios para distinguir entre personas jurídicas de d°
público y de d° privado:
1) Iniciativa para la creación del ente: las personas jurídicas de derecho público obtienen su
existencia en virtud de resoluciones de la autoridad, mientras que las de derecho privado emanan
directamente de la iniciativa de los particulares.
2) Potestad Pública: las personas jurídicas de derecho público están dotadas de potestades públicas,
vale decir, gozan de imperio, en virtud del cual pueden dictar normas de carácter obligatorio.
3) Naturaleza del fin: las personas jurídicas de derecho público tienen por objeto servir fines públicos,
mientras que las de derecho privado cumplen con los objetivos señalados por los asociados o
fundadores o persiguen la obtención del lucro.
4) Fuente de Recursos: en el caso de las personas jurídicas de derecho público provienen por lo
general de todos los habitantes de la nación; en cambio, en las de derecho privado, provienen de
aportes, donaciones, cuotas sociales, etc.
PJ de D° Público:
Son:
1. Nación
2. Fisco
3. Municipalidades
4. Iglesias y comunidades religiosas, etc.
Las disposiciones de los artículos 545 y siguientes del CC no se aplican, como se indica en el
artículo 547, a las pj de derecho público, en cuanto a la organización y administración de las mismas.
En tales aspectos, se rigen por la Constitución, leyes administrativas y reglamentos de los servicios
públicos. Lo anterior, no supone sin embargo, que tales personas jurídicas queden por completo
excluidas del Código Civil: por ejemplo, rige el artículo 2.497 CC, respecto de la prescripción.
Art. 2.497 CC: Las reglas relativas a la prescripción se aplican igualmente a favor y en contra del
Estado, de las iglesias, de las municipalidades, de los establecimientos y corporaciones nacionales, y
de los individuos particulares que tienen la libre administración de lo suyo.
Por lo demás, debemos tener presente que el Fisco, en sus relaciones contractuales con los
particulares, queda sujeto a las normas del Derecho Civil como cualquier otro contratante.
Cabe señalar que la enumeración del artículo 547 CC no es taxativa o limitativa, sino meramente
ejemplar, y por lo demás no podía ser de otra forma, pues las personas jurídicas de derecho público
no son tales por mencionarlas el Código Civil, sino por disponerlo así normas de derecho público. El
Código Civil menciona las siguientes:
1. La Nación y el Fisco: debemos entender que al aludir a la Nación se refiere al Estado, como
lo prueba una nota de Andrés Bello. El Estado representa la organización política, jurídica y
económica de la sociedad y constituye la fuente de todo el derecho (salvo la costumbre); por
ello es la persona jurídica por excelencia y se fija a sí misma las condiciones para el desarrollo
de su actividad y aquellas para el desarrollo de toda actividad pública o privada.
Cuando el Estado interviene como titular de potestades públicas, mantiene su
denominación, y cuando interviene como titular de derechos subjetivos privados, se le
denomina Fisco.
2. Las Municipalidades: Son corporaciones autónomas de derecho público con personalidad
jurídica y patrimonio propio y cuya finalidad es satisfacer las necesidades de la comunidad local
y asegurar su participación en el progreso económico, social y cultural de las respectivas
comunas (Ley N° 18.695, Orgánica Constitucional de Municipalidades).
3. Iglesias y Comunidades religiosas: a pesar de que el Código Civil habla en forma general y
sin distinguir el tipo de culto de que se trata, debe concluirse que se refiere exclusivamente a
la Iglesia Católica, Apostólica y Romana, por una razón muy simple: era la única que podía
existir, conforme a la Constitución de 1833, vigente a la promulgación del Código Civil en
1857.
-Por “Iglesias” se entienden las distintas subdivisiones de la Iglesia Católica a las que el Derecho
Canónico reconoce personalidad, entre ellas: Iglesia Catedral, Iglesia Parroquial, etc.
-Por “Comunidad religiosa”, se alude a las órdenes y congregaciones.
La parte final del inciso 2 del artículo 547, establece expresamente que las personas jurídicas de
derecho público se rigen por leyes y reglamentos especiales.
Art. 547, inc 2 CC: Tampoco se extienden las disposiciones de este título a las corporaciones o
fundaciones de derecho público, como la nación, el fisco, las municipalidades, las iglesias, las
comunidades religiosas, y los establecimientos que se costean con fondos del erario: estas
corporaciones y fundaciones se rigen por leyes y reglamentos especiales.
Aplicando esta norma a la Iglesia Católica y a las comunidades religiosas, se concluye que las
leyes y reglamentos especiales que las rigen son sus constituciones y leyes canónicas (así ha fallado
la jurisprudencia).
4. Establecimientos que se costean con fondos del erario: sin embargo, del artículo 547 CC
no debe desprenderse que todo establecimiento que se costea con fondos del erario es una
persona jurídica de derecho público. Hay algunas que carecen de personalidad jurídica; por
otra parte, hay instituciones privadas que reciben auxilios fiscales o municipales y no por ello
tienen personalidad jurídica de derecho público. En realidad, son personas jurídicas de
derecho público los “establecimientos públicos”. Estos son ramas de los servicios generales
del Estado o municipios, que se han desprendido del conjunto para erigirse en órganos
dotados de vida propia.
PJ de D° Privado:
REGULACIÓN:
1) CC:
-En los artículos 545 al 564, en los que sólo se regulan las personas jurídicas de derecho privado
que no persiguen fines de lucro, esto es, las corporaciones y fundaciones.
-En los artículos 2053 al 2115, respecto de las sociedades.
-En el apéndice del Código Civil, el Decreto Supremo N° 110 de 1979, que contiene el
Reglamento sobre concesión de personalidad jurídica a corporaciones y fundaciones (ver Anexo I).
2) C.COM:
-Artículos 348 y siguientes acerca de la sociedad.
-En el apéndice del mismo, Ley número 3.918 sobre Sociedades de Responsabilidad Limitada y
también la Ley número 18.046 sobre las Sociedades Anónimas y su Reglamento aprobado por el
Decreto Supremo N° 587 del Ministerio de Hacienda.
3) C. TRABAJO:
Específicamente cuando se alude a las organizaciones sindicales.
4) LEYES ESPECIALES:
-Los Decretos Leyes 2.757 y 3.163, relativos a las Asociaciones Gremiales;
-La Ley número 19.499 sobre saneamiento de vicios formales que afecten a las sociedades; y
-La Ley número 19.857, sobre empresas individuales de responsabilidad limitada.
SE DIVIDEN EN:
1. Con fines de lucro: Son las Sociedades, las cuales según la naturaleza del objeto social pueden
ser:
1) Civiles o Comerciales: según la naturaleza del objeto social.
2) De Personas o de Capital: Según la importancia que se le asigna a la persona de los socios o
la capital otorgado por estos.
3) Colectivas, Comanditas (simples o por acciones), Anónimas y de Responsabilidad Limitada.
Esto según su organización interna y las modalidades de su relación con terceros.
2. Sin fines de lucro: Corporaciones y Fundaciones. A ellas se les aplican las reglas del CC.
LAS CORPORACIONES
1) Concepto: “Son personas jurídicas sin fines de lucro constituidas por la reunión colectiva de
personas para conseguir un fin o interés no lucrativo y común de ayuda a sus asociados o
terceros”.
La Corporación, para efectos legales, se identifica con las figuras de Asociación y O.N.G., por lo
que se aplican las mismas normas en su constitución y administración.
Ejemplo: COANIQUEM: Corporación de Ayuda al Niño Quemado.
4) Voluntad:
Los socios de una corporación expresan directamente sus voluntades en asambleas generales,
que pueden ser ordinarias o extraordinarias. Los estatutos determinan el objeto de unas y otras.
Art. 550 CC: La mayoría de los miembros de una corporación, que tengan según sus estatutos
voto deliberativo, será considerada como una asamblea o reunión legal de la corporación entera.
La asamblea se reunirá ordinariamente una vez al año, y extraordinariamente cuando lo exijan las
necesidades de la asociación
La voluntad de la mayoría de la asamblea es la voluntad de la corporación.
Todo lo cual se entiende sin perjuicio de las modificaciones que los estatutos de la corporación
prescribieren a este respecto.
5) Capacidad:
El artículo 556 permite a las Corporaciones adquirir toda clase de bienes.
Art. 556 CC: Las asociaciones y fundaciones podrán adquirir, conservar y enajenar toda clase de
bienes, a título gratuito u oneroso, por actos entre vivos o por causa de muerte.
6) Representación
Las corporaciones son representadas por las personas designadas al efecto por la ley, los
estatutos o un acuerdo de la corporación (art. 551).
Art. 551, inc CC: El presidente del directorio lo será también de la asociación, la representará
judicial y extrajudicialmente y tendrá las demás atribuciones que los estatutos señalen.
Art. 552 CC: Los actos del representante de la corporación, en cuanto no excedan de los límites
del ministerio que se le ha confiado, son actos de la corporación; en cuanto excedan de estos límites,
sólo obligan personalmente al representante.
Para que los actos de los que obran por la persona jurídica afecten a ésta, necesario es que se
desempeñen en el ejercicio de su cargo y dentro de sus atribuciones.
LAS FUNDACIONES
1) Concepto: “Son personas jurídicas sin fines de lucro constituidas a través de la afectación de
un patrimonio destinado a alcanzar un fin determinado de interés general”.
Estatutos de las Fundaciones:
1. Nombre, domicilio y duración de la entidad.
2. La indicación de los fines a que está destinada.
3. Los bienes que forman su patrimonio.
4. Las disposiciones que establezcan quiénes forman y cómo serán integrados sus órganos de
administración.
5. Las atribuciones que correspondan a los mismos.
6. Las disposiciones relativas a su reforma y extinción, indicándose la institución a la cual
pasarán sus bienes en este último evento.
*Todo lo señalado en los números 3) a 9) respecto a las corporaciones se aplica también a las
fundaciones (Art. 563 CC).
2) Acto Fundacional:
Lo fundamental para la creación de una fundación es la existencia de un fundador que afecte o
destine un conjunto de bienes a un objeto social.
Distintas formas puede adoptar el acto fundacional:
1) Por una asignación testamentaria, dejando un legado para tal efecto (artículo 963, inciso 2).
2) Por una asignación modal, contenida también en un testamento (artículo 1089).
3) Por una donación modal, lo que supone un contrato de donación en el cual se impone al
donatario una carga o modo.
4) Por una declaración unilateral de voluntad del fundador.
Las siguientes gráficas buscan describir la diferencia orgánica entre ambas personalidades
jurídicas sin fines de lucro:
III. EL ACTO JURÍDICO
14.Concepto
Concepto:
“Es una (o más) manifestación de la voluntad, destinada a crear, modificar, extinguir, transferir
derechos y obligaciones (algunos agregan transmitir) cuyo objeto es querido por su autor o las partes
y sancionada por el ordenamiento jurídico”.
La doctrina ha elaborado una teoría del acto jurídico en virtud de vincular las diversas instituciones
del derecho privado, teniendo como fundamento la autonomía de la voluntad y la libertad, así es que
se han tratado de establecer reglas o principios aplicables a todos los actos jurídicos.
TEORÍA DEL AJ EN EL CC
Nuestro Código Civil no consagra ni regula expresamente la Teoría General de los Actos Jurídicos.
Sin embargo, la doctrina chilena, siguiendo los rumbos de la francesa y la italiana, ha construido esta
teoría derivándola de los principios que informan las normas relativas a los contratos y, en parte, al
acto testamentario. Dentro del Código de BELLO tienen especial importancia en esta materia el título
De los actos y declaraciones de voluntad (arts. 1445 a 1469) y el dedicado a la nulidad y rescisión de
los actos y contratos (arts. 1681 a 1697).
Hay consenso, tanto en la doctrina como en la jurisprudencia, que todos los actos jurídicos se
rigen por las mencionadas normas, a menos que el tenor de la disposición o la naturaleza de las
cosas las limiten solamente a las convenciones o contratos.
Ejemplos de hechos jurídicos humanos son: Los hechos realizados por el hombre, por lo general
en forma voluntaria, y a los cuales el ordenamiento jurídico atribuye o reconoce consecuencias o
efectos jurídicos.
Estos se pueden clasificar en:
1. Hechos lícitos: son los hechos jurídicos admitidos y protegidos por el ordenamiento jurídico.
2. Hechos ilícitos: son los hechos prohibidos por el ordenamiento jurídico o que lesionan
injustamente un interés ajeno (delitos, cuasidelitos).
Hay que señalar que la doctrina ALEMANA e ITALIANA distingue dentro de los hechos jurídicos
humanos lícitos, los negocios jurídicos de los actos jurídicos.
El Negocio jurídico se caracteriza porque los efectos por él producidos son los queridos por su
autor o por las partes, de tal modo que dichos efectos surgen como consecuencia inmediata y directa
de la voluntad (v.gr. una compraventa).
El Simple acto jurídico los efectos que éste produce no van necesariamente adheridos a la
voluntad de los autores y, muchas veces, son independiente de ella.
Por ejemplo, la construcción de un edificio en terreno ajeno sin conocimiento del dueño:
Esta clasificación es ajena a nuestra legislación y a la doctrina tradicional, y por lo mismo en
general en nuestro medio se habla indistintamente de acto jurídico y de negocio jurídico.
Dicho propósito en concepto de la doctrina tradicional, debe necesariamente ser jurídico, lo que
significa que el autor o las partes pretenden producir efectos de derecho, es decir, crear, modifica o
extinguir derechos.
Sin embargo, para la doctrina moderna la manifestación de voluntad persigue sólo un fin práctico
denominado propósito empírico o práctico
El derecho, por su parte, toma precisamente en cuenta ese propósito o fin práctico para regular los
efectos jurídicos de la respectiva institución.
1. Conceptos generales:
Este principio consiste en que las personas pueden ejecutar y celebrar actos jurídicos que estimen
convenientes, siempre que no vayan contra la ley, el orden público, la moral y las buenas
costumbres.
En efecto, en el Código Civil Chileno el principio de la autonomía de la voluntad está reconocido en
varias disposiciones legales. La principal es la que consagra la libertad de contratar, consecuencia
del principio de la autonomía privada, llegando a darle al contrato, respecto de las partes, una fuerza
obligatoria como la de la ley (art. 1545), subordinando la eficacia de la voluntad al respeto a las leyes,
a las buenas costumbres y al orden público (arts. 1445, 1461 y 1467).
2. Consecuencias:
1. La persona es libre para obligarse o no: si lo hace es por su propia voluntad. Así lo reconoce el
Código al utilizar las expresiones “acepta” (art. 1386), “concurso real de voluntades de dos o más
personas” (art. 1437), etc.
2. La persona es libre para renunciar por su propia voluntad: a un derecho establecido en su
beneficio, con tal que sólo mire al interés individual del renunciante y que la ley no prohíba su
renuncia (art. 12 CC).
3. La persona es libre para determinar el contenido o fondo de los actos jurídicos que celebre, y
por ello, siempre que respeten las leyes, el orden público y las buenas costumbres, puede
establecer las cláusulas que les plazcan en sus actos o contratos, los cuales pasan a ser ley para
los contratantes, como lo reconoce el art. 1545.
4. La persona es libre para determinar la forma de los actos jurídicos: pueden elegir la forma
escrita, oral o cualquiera otra, salvo que la ley imponga una determinada. Hoy la ley tiende a exigir
cada vez menos el formalismo, tan caro a los romanos, y si para ciertos actos el legislador
prescribe formalidades, es para precaver a las partes de ligerezas o para resguardar derechos de
terceros
5. Como consecuencia de que tanto el acto jurídico como su contenido son fruto de la voluntad del
hombre, la primera regla para interpretar adecuadamente los contratos y determinar su real
sentido y alcance consiste en recurrir a la clara intención de los contratantes, la que prima
sobre la voluntad declarada
1. La autonomía privada faculta a los particulares para disponer de sus propios intereses y no
de los ajenos. Por ende, por regla general todo acto en el que se disponga de un bien ajeno, le
será inoponible a su verdadero dueño (v.gr. art. 1815, sobre compraventa de cosa ajena).
2. Para que el acto o contrato celebrado por los particulares produzca los efectos queridos por su
autor o por las partes, es necesario que se ajuste a los requisitos o condiciones
establecidos por la ley para su valor jurídico.
3. Hay ciertas materias con respecto de las cuales no pueden los particulares crear actos
jurídicos que no correspondan exactamente al tipo establecido por el legislador, como ocurre
en el derecho de familia.
4. La autonomía privada está limitada por el orden público. Si bien este concepto es
habitualmente utilizado por el legislador (v.gr. art. 1461), el mismo no se encuentra definido en
nuestro Código Civil. Al efecto, la jurisprudencia ha señalado que el orden público es “la
organización considerada como necesaria para el buen funcionamiento general de la
sociedad” o bien como “el conjunto de disposiciones establecidas por el legislador para
resguardar los intereses superiores de la colectividad y de la moral social”.
5. La autonomía privada está limitada por las buenas costumbres. Al igual que en el caso del
orden público, el concepto de buenas costumbres es habitualmente utilizado por el legislador,
pero carece de definición legal. Al respecto, la doctrina señala que la noción de buenas
costumbres constituye un aspecto particular del orden público cuyos contornos son
imprecisos; comprende la moral sexual –buenas costumbres stricto sensu- pero asimismo las
ideas morales admitidas en una época determinada. Asimismo se ha señalado que las buenas
costumbres son “los principios que son moralmente predominantes en una determinada
época”.
15.Clases
Esta materia se elabora desde la doctrina a partir de la clasificación que se hace en el Código
Civil respecto a los contratos.
1) UNILATERALES Y BILATERALES
2) CONSENSUALES Y REALES
3) PUROS Y SIMPLES Y SUJETOS A MODALIDADES
4) TITULO GRATUITO A TITULO ONEROSO
5) PRINCIPALES Y ACCESORIOS
6) SOLEMNES Y NO SOLEMNES
7) ENTRE VIVOS Y POR CAUSA DE MUERTE
8) CONSTITUTIVOS, DECLARATIVOS Y TRANSLATICIOS
9) DE EJECUCIÓN INSTANTÁNEA, DE EJECUCIÓN DIFERIDA Y TRACTO SUCESIVO
10)PATRIMONIALES Y DE FAMILIA
11)TÍPICOS, NOMINADOS Y ACTOS ATÍPICOS O INNOMINADOS
1) UNILATERALES Y BILATERALES
En atención a: En número de partes
Esta clasificación atiende únicamente al número de partes, independientes al número de personas
que conforme cada parte. (art. 1438)
1. Unilaterales: Son aquellos que para nacer a la vida jurídica requieren la manifestación de
voluntad de una sola parte.
2. Bilaterales: Son aquellos que para nacer a la vida jurídica requieren la manifestación de
voluntad de dos partes, independiente del número de personas que manifiesten su voluntad.
-Por ejemplo: La compraventa, arrendamiento, los contratos, la tradición, el pago efectivo, el
matrimonio, etc.
2) CONSENSUALES Y REALES
En atención a: la forma en que se perfecciona el acto jurídico.
1) Consensuales: “Son aquellos que para su perfección basta la manifestación de voluntad o el
consentimiento de las partes, cualquiera que sea la forma de la manifestación (oral, escrita o
por señas)”.
El consentimiento es la concordancia de dos declaraciones de voluntad emitidas por dos sujetos
diversos que persiguen fines de interés común o de conveniencia recíproca.
Ejemplos de actos consensuales: compraventa de cosas muebles, arrendamiento, mandato.
2) Reales: “Son los que para perfeccionarse requieren, junto a la declaración de voluntad, la
entrega de una cosa”.
Ejemplos: contratos de comodato, mutuo, depósito, prenda ordinaria, que exige la entrega de la
cosa garante al acreedor. En materia de contratos, esta distinción se encuentra recogida en el art.
1443.
2) TÍTULO GRATUITO:
“O de beneficencia es aquel que sólo tiene por objeto la utilidad de una de las partes,
sufriendo la otra el gravamen”. (1440 CC).
5) PRINCIPALES Y ACCESORIOS
En atención a: Si el ato jurídico subsiste o no por sí mismo.
1) Principal: Es aquel que subsiste por sí mismo, sin necesidad de otro. Por ejemplo, la
compraventa.
2) Accesorio: Es aquel que para subsistir necesitan de un acto principal que les sirva de
sustento.
Subclasificación: Los accesorios se dividen en de garantía y dependientes.
1. Garantía: (Denominadas “cauciones” por el art. 46 cc) “Son los que tiene por objeto asegurar
el cumplimiento de una obligación principal, de manera que no pueda subsistir sin ella.
Por ejemplo: La fianza, la prenda, la hipoteca, etc.
2. Dependientes: Son los que para existir o para producir sus efectos están subordinados a la
existencia de otros, pero no para asegurar el cumplimiento de estos últimos.
Por ejemplo: las convenciones matrimoniales que se celebran antes del matrimonio, no valen
si éste no se efectúa (art. 1716).
*Es necesario precisar que los actos accesorios pueden existir antes que el acto principal,
como ocurre con el ejemplo de las capitulaciones matrimoniales o con la hipoteca constituida para
caucionar obligaciones futuras (art. 2413).
6) SOLEMNES Y NO SOLEMNES
En atención a: si la ley exige o no formalidades para la celebración del acto jurídico.
1) Solemnes o Formales: “Son aquellos que para su perfeccionamiento están sujetos a ciertas
formalidades especiales, de manera que sin ellas no produce ningún efecto civil”.
“Son aquellos para cuyo perfeccionamiento la ley o la voluntad de las partes exige que la
declaración de voluntad se haga en una determinada forma”.
Por ejemplo, la compraventa de bienes raíces debe ser otorgadas por escritura pública. Si un acto
solemne se celebra sin cumplir con la formalidad prescrita por la ley adolece de inexistencia o de
nulidad absoluta (art. 1682), dependiendo si la solemnidad se requiere para la existencia o para la
validez del acto, respectivamente, (Para mí nulidad absoluta en ambos casos).
2) No solemnes: “Son aquellos en que la ley no se exige ninguna forma determinada, o sea, por
lo que la declaración de voluntad puede hacerse en cualquier forma”.
También existen los actos solemnes por determinación de las partes. La RG es que la ley
es la que da a un acto el carácter de solemne o no solemne, pero las partes pueden hacer
solemne un acto que por exigencia de la ley no lo es. Así sucede con la compraventa de cosas
muebles (art. 1802).
Un acto solemne por mandato de la ley no es lo mismo que uno que lo es por voluntad de las
partes; si en el primer caso faltan solemnidades, el acto es nulo absolutamente; en cambio, en el
segundo caso, el acto puede producir efectos aun cuando no se cumplan las formalidades, si se
ejecutan hechos que importan renuncia de éstas.
3) Tracto Sucesivo: “Son aquellos que en el periodo de tiempo establecido por la ley o acordado
por las partes, van renovando sus efectos”. El ctto se cumple íntegramente, pero acto seguido
van renovando sus efectos.
Son aquellos cuyas obligaciones van naciendo y extinguiéndose sucesiva y periódicamente
mientras dure la vigencia de ellos, esto es, aquellos en que la relación contractual se agota y se
renueva por períodos continuos. Por ejemplo, el arrendamiento.
Estos contratos suelen llevar una cláusula en cuya virtud sus efectos se van renovando por
períodos similares, salvo voluntad contraria de las partes. Cuando se verifica la renovación, se
habla de "tácita reconducción".
Ejemplos: ctto de arrendamiento o sociedad.
10)PATRIMONIALES Y DE FAMILIA
Según el contenido de los actos se distingue entre actos de derecho de familia y actos de derecho
patrimonial.
1) Del derecho de familia: Son aquellos que tienden a regular intereses ideales concernientes al
estado o situación de las personas en el círculo de la familia.
En ellos prevalecen sobre los intereses de los particulares los intereses superiores del núcleo
familiar. Por eso el rol de la voluntad de los particulares en estos actos se reduce a constituir el
determinado acto que se quiere celebrar, encargándose la ley de señalar los efectos.
En el matrimonio, por ejemplo, los contrayentes se limitan a expresar su voluntad de tenerse por
cónyuges, y es la ley la que fija los derechos y obligaciones personales de los cónyuges, sin que
éstos pueden alterar tales consecuencias jurídicas.
2) Patrimoniales: son aquellos que tienen por objeto crear, modificar o extinguir relaciones de
carácter pecuniario, esto es, apreciable en dinero. Por ejemplo, la compraventa.
1. Esenciales.
2. Naturales o de la naturaleza.
3. Accidentales.
1. Esenciales: Aquellos sin los cuales o no produce efecto alguno o degenera en otro contrato
diferente.
Son los necesarios y suficientes para la constitución de un acto jurídico. Necesarios porque la
falta de uno de ellos excluye la existencia del negocio; suficientes porque ellos se bastan para darle
esa existencia y, por consiguiente, su concurrencia constituye el contenido mínimo del acto.
No existe uniformidad en doctrina para la enumeración de los elementos de la esencia comunes o
generales. La doctrina tradicional señala en tal carácter a la voluntad, el objeto y la causa.
Se dividen en:
1) Comunes: Son aquellos que no pueden faltar en ningún acto jurídico, cualquiera que sea.
Estos se relacionan con los requisitos de existencia.
2) Específicos: Son los requeridos para cada acto jurídico en especial, constituyendo los
elementos de la esencia propios y característicos del acto jurídico determinado. Por
ejemplo, en el contrato de promesa, se requiere como requisito esencial específico un
plazo o condición que fije la época de celebración del contrato.
Sanción: Según la doctrina
1) Comunes: Al relacionarse con los requisitos de existencia, sería según parte de la doctrina, la
nulidad absoluta, y según otra parte, la nulidad relativa.
2) Específicos: Simplemente degenera en otro contrato diferente, en virtud del cual la voluntad es
idónea para la generación de tal acto. Siguiendo al art. 1444, la omisión de uno de estos
elementos impide que se produzcan los efectos propios del acto jurídico, pero no cierra la
posibilidad de que se produzcan los efectos de otro acto jurídico, para cuya existencia fue
idónea la manifestación de voluntad
Así, el precio en dinero es un requisito esencial en la compraventa, pero no existe en otros actos.
Por ende, si las partes estipulan que el precio se pagará en una especie distinta del dinero, no hay
compraventa, pero sí permuta. Asimismo, es de la esencia del comodato (préstamo de uso) ser
gratuito, por lo que si el comodatario paga un precio por el uso de la cosa, el acto jurídico deja de ser
comodato y degenera o se transforma en arrendamiento.
Art. 1445 CC: Para que una persona se obligue a otra por un acto o declaración de voluntad es
necesario:
1.Que sea legalmente capaz.
2. Que consienta en dicho acto o declaración y su consentimiento no adolezca de vicio.
3. Que recaiga sobre un objeto lícito.
4. Que tenga una causa lícita.
La capacidad legal de una persona consiste en poderse obligar por sí misma, y sin el ministerio o
la autorización de otra.
REQUISITOS
1) Existencia
2) Validez
1) Existencia: “Son los indispensables para que el acto nazca a la vida del derecho, para que
exista como tal y produzca efectos”.
1. Voluntad
2. Objeto
3. Causa
4. Solemnidades
Algunos omiten las solemnidades pues consideran que en los actos solemnes la voluntad debe
manifestarse a través de la solemnidad, con lo cual quedarían éstas comprendidas dentro del
requisito voluntad.
Cierta parte de la doctrina señala que si faltan estos requisitos el acto jurídico es inexistente por lo
que no produce efecto alguno.
Requisitos:
1) Seria: Aquella voluntad que existe el propósito de producir un efecto práctico sancionado por
el Derecho.
Ejemplo legal de voluntad no seria: Art. 1478 CC.
Por ende, no es seria la voluntad que se manifiesta sólo por cortesía, con el propósito de
bromear, etc., cuestión que deberá determinar el juez. Así, carece de seriedad la oferta de celebrar
un contrato que, contenida en el libreto de una obra teatral, es manifestada al público asistente a la
representación de la obra.
2) Manifestarse: Es decir, es necesario que se proyecte externamente, es decir que se declare.
1. Voluntad Expresa:
“Es decir, se exterioriza la voluntad a través de una declaración contenida en palabras (lenguaje
hablado o escrito) o incluso gestos o indicaciones”.
Ejemplo: la celebración de cualquier contrato por escritura pública.
No es posible concebir una declaración sin un destinatario. La claridad es un deber del
declarante. Este principio es acogido por el CC en las reglas de interpretación de los contratos:
2. Voluntad Tácita:
Requisitos:
1. El hecho debe ser concluyente: por ejemplo, art. 1241 del Código Civil, aceptación de una
herencia.
2. El hecho debe ser inequívoco: es decir, que no pueda ser interpretado de manera diferente:
por ejemplo, el mismo art. 1241; o art. 1956 del Código Civil, en el contrato de arrendamiento
de un inmueble, cuando opera la “tácita reconducción”.
3. Que sea incompatible con una voluntad contraria: por ejemplo, arts. 1654, remisión tácita de
la deuda; 2124, aceptación tácita del mandato; 2164, cuando estamos ante la revocación
tácita de un mandato; o art. 1516, a propósito de la renuncia a la solidaridad hecha por el
acreedor, todos del Código Civil.
3. Voluntad Presunta:
“Sería la que la ley deduce o presume de ciertos hechos; una determinada conducta del sujeto,
pero esta vez de carácter pasiva u omisa, se considera en ciertos casos por la ley como una
declaración de voluntad en determinado sentido. No se manifiesta la voluntad pero la ley la da por
manifestada. La ley, la convención o el juez, establecen ciertas circunstancias bajo las cuales la
inactividad de la persona, determina la manifestación de voluntad. A diferencia de la voluntad tácita,
en la presunta dicha voluntad se deduce de un no hacer algo, de abstenerse de ejecutar cierto hecho
o acto”.
Ejemplo:
1. Art. 1767: el no hacer nada, presume que la mujer no renuncia a los gananciales.
2. Art. 1233 del Código Civil: en la sucesión por causa muerte, el asignatario constituido en mora
de declarar si acepta o repudia una herencia o legado, se entenderá que repudia.
3. Art. 898, inc. 2º del Código Civil: el reivindicador que recibe del enajenador lo que se ha dado
a éste por la cosa, confirma por el mismo hecho la enajenación. Este caso también podría
encuadrarse dentro de una manifestación tácita de voluntad, pues hay al mismo tiempo una
acción (recibir el precio) y una inacción (no reivindicar).
4. Art. 666 del Código Civil: en la accesión de mueble a mueble, dispone el Código que el que
haya tenido conocimiento del uso que de una materia suya se hacía por otra persona, se
presumirá haberlo consentido y sólo tendrá derecho a su valor.
5. Art. 1718 del Código Civil: en la sociedad conyugal, a falta de pacto en contrario se entenderá,
por el mero hecho del matrimonio, contraída la sociedad conyugal.
6. Art. 135, inc. 2° del Código Civil: respecto de quienes han contraído matrimonio en el
extranjero, presumiéndose que están separados totalmente de bienes, a menos que al
inscribirlo en Chile, pacten sociedad conyugal o régimen de participación en los gananciales.
7. Art. 770, inc. 2º del Código Civil: si en la constitución del usufructo no se fija tiempo alguno
para su duración, se entenderá constituido por toda la vida del usufructuario.
1. Ley.
2. Partes.
3. Juez.
La propia ley, a veces, reconoce a ese silencio como declaración o manifestación de voluntad.
Por ejemplo, dispone que “las personas que por su profesión u oficio se encargan de negocios
ajenos, están obligadas a declarar lo más pronto posible si aceptan o no el encargo que una persona
ausente les hace; y transcurrido un término razonable, su silencio se mirará como aceptación” (art.
2125). Igual cosa ocurre en el art. 1233 establece que el asignatario que está constituido en mora de
declarar si acepta o repudia una herencia, se presume por la ley que repudia.
2. Las partes le dan valor:
Las partes mismas pueden acordar que el silencio envuelva una manifestación de voluntad. Es
corriente que las partes en los contratos de arrendamiento, de trabajo o de sociedad estipulen que
dichos contratos se entenderán prorrogados por períodos sucesivos si ninguno de los contratantes,
antes de su vencimiento, manifestare su voluntad de ponerle término.
Si bien es admisible que las partes estipulen el silencio como declaración de voluntad, ninguna
puede unilateralmente atribuir un determinado significado al silencio ajeno. Así carece de validez la
propuesta de celebrar un contrato en que el proponente advierte al destinatario que su silencio se
mirará como aceptación.
3. El juez le atribuye valor:
*La voluntad en los distintos tipos de actos jurídicos se verá en la formación de consentimiento.
2) Validez: “Son los requisitos necesarios para que el acto jurídico tenga una vida sana y produzca
sus efectos en forma estable”.
La omisión de un requisito de validez no impide que el acto nazca, que produzca sus efectos.
Pero nace enfermo, con un vicio que lo expone a morir si es invalidado.
Art. 1445, inc final: “La capacidad legal de una persona consiste en poderse obligar por sí misma,
y sin el ministerio o la autorización de otra.”
Sanción:
Nulidad Absoluta:
1. Falta de Voluntad.
2. Falta de Objeto.
3. Falta de Causa.
4. Falta de Solemnidades.
5. Fuerza Física.
6. Error esencial.
7. Objeto ilícito
8. Causa ilícita.
9. Actos celebrados por incapaces absolutos.
Nulidad Relativa:
1. Vicios de la voluntad / Error accidental, error en la persona, dolo principal y determinante.
2. Actos celebrados por incapaces relativos.
3. Lesión enorme en CV de inmuebles.
4. Falta de formalidades habilitantes.
5. Fuerza Moral.
Otros autores sostienen que la distinción entre requisitos de existencia y de validez es artificial,
por cuanto no se encuentra recogida en el Código Civil. Al respecto, se afirma que el art. 1444
únicamente indica que la ausencia de un elemento esencial del acto jurídico implica que “no produce
efecto alguno o bien degenera en otro contrato diferente”. Por ende, al señalar que “no produce
efecto alguno”, únicamente se está manifestando que tal acto será ineficaz en cuanto no generará
ningún derecho y obligación; pero en parte alguna de esta norma se alude a requisitos de
“existencia”.
A su turno, acto seguido, y de modo totalmente coherente con la anterior disposición, el art. 1445
se refiere a los requisitos necesarios “para que una persona se obligue a otra por un acto o
declaración de voluntad”; es decir, para que el acto surta efectos y sea eficaz (en el sentido de
generar obligaciones). Tampoco esta disposición distingue entre requisitos de existencia y de validez.
1. La Oferta:
“Acto jurídico unilateral por el cual una persona propone a otra celebrar una determinada
convención”.
La parte que realiza la oferta se denomina: oferente.
Hay que tener en cuenta que la oferta es un AJ unilateral recepticio, es decir, para que produzca
los efectos jurídicos deseados por su autor es necesario que la persona a la que va dirigida
manifieste su voluntad.
Requisitos:
Al ser un acto jurídico unilateral debe cumplir con los requisitos de existencia y validez del acto
jurídico.
1. Voluntad Seria: esto es con la intención de obligarse.
2. Oferta Completa: entendiéndose por tal aquella que se formula en términos tales, que basta
con la simple aquiescencia o aprobación de la persona a quien la oferta se ha dirigido, para
que la convención propuesta se perfeccione (ej: “te vendo tal cosa a tal precio”)
La propuesta que no indica los elementos esenciales de la convención es una oferta incompleta
(v.gr., “te vendo tal cosa a un precio módico”), y en ellas el oferente pretende establecer una
negociación o conversación preliminar, de la cual puede derivar una oferta completa. La
respuesta del destinatario de la propuesta primitiva, formulando a su vez una oferta, se llama
contraoferta. Si la oferta incompleta se responde con una contraoferta completa, que es aceptada
por el primitivo oferente, se forma el consentimiento.
Clases de Oferta:
1. Expresa: Es la que revela directa y explícitamente la voluntad de contratar. La oferta expresa
puede ser verbal (por palabras o gestos) o escrita.
2. Tácita: Es la que se desprende de un comportamiento que revela inequívocamente la
proposición de celebrar una convención.
Ejemplos: la circulación de vehículos de servicio público (ofrecen celebrar el contrato de
transporte); los restaurantes automáticos; la exhibición en las vitrinas comerciales de mercaderías
con el precio fijado, etc.
3. Hecha a persona determinada: Es aquella que va dirigida a un sujeto debidamente
individualizado, sea o no conocido del oferente.
Art. 105, inc 2 c.com: llevan siempre la condición implícita de que al tiempo de la demanda:
1. No hayan sido enajenados los efectos ofrecidos.
2. No hayan sufrido alteración en su precio.
3. Existan en el domicilio del oferente.
En la Doctrina nacional ROSENDE señala que para que nazca responsabilidad precontractual se
requiere:
1. Que exista consentimiento en las tratativas preliminares o acuerdo en negociar .
Siempre se debe respetar el principio de la libertad para negociar (decidir si se contrata o no), pero
cuidando de respetar el patrimonio ajeno. Las partes deben ejercer su libertad dentro del marco de la
buena fe que morigera lo anterior. Si se viola la buena fe negociando y se causa un daño con culpa,
cabe la indemnización pues se está cometiendo un ilícito civil. Si el hecho es ilícito hay un delito civil.
Si el hecho el lícito también podría haber responsabilidad precontractual, pues puede tratarse de un
caso de enriquecimiento sin causa.
2. Que se hayan efectuado gastos por una de las partes en vía del contrato.
Hay que distinguir:
1. Si las partes si han estipulado la forma en que se han de solventar los gastos, accidentes, etc.,
regirá el acuerdo entre las partes de la negociación habrá, consecuentemente responsabilidad
contractual.
2. Si no se ha estipulado nada al respecto, hay que determinar quién paga por ellos en la etapa
de negociación. Habrá que ver si los gastos se realizaron antes de la negociación o durante
ella.
a) Respecto de los gastos incurridos antes de la negociación, estos son de cargo de quien los
realiza, por ejemplo: gastos por publicidad, esto es así porque van en beneficio propio, salvo
que otro se haya aprovechado también de los gastos pues, en ese caso, habría
enriquecimiento sin causa en la medida que no sea motivo de lucro para quien se empobreció.
b) Respecto de los gastos incurridos durante las tratativas, hay que distinguir quien hizo el gasto y
quien se beneficia. No hay derecho a reembolso respecto de los gastos que se hacen por
iniciativa propia y van en beneficio propio. En cambio, respecto de los gastos que se hacen por
iniciativa propia y benefician a ambos, habrá derecho a repetir cuando existe enriquecimiento
sin causa.
7) El consentimiento en la autocontratación.
Autocontrato: es aquel en que la actividad y la declaración de una sola parte en dos calidades
diversas basta para formar el contrato.
En este caso una misma persona asume las calidades de oferente y aceptante.
Nuestro Código Civil no contiene en esta materia ninguna regla general expresa; pero contempla
casos en que admite la posibilidad del autoconsentimiento y casos en que no lo permite o lo permite
con restricciones. Al respecto, regulando el contrato de mandato, dice “no podrá el mandatario, por sí
ni por interpuesta persona, comprar las cosas que el mandante le ha ordenado vender, ni vender de
lo suyo al mandante lo que éste le ha ordenado comprar, si no fuere con aprobación expresa del
mandante” (art. 2144). Por su lado, otra disposición establece “encargado (el mandatario) de tomar
dinero prestado, podrá prestarlo el mismo al interés designado por el mandante, o a falta de esta
designación, al interés corriente; pero facultado para colocar dinero a interés, no podrá tomarlo
prestado para sí sin aprobación del mandante” (art. 2145).
Resulta claro que en las normas citadas aparece que el consentimiento puede ser prestado por
una misma persona, actuando al mismo tiempo como vendedor y comprador, o como mutuante y
mutuario. Hay, pues, un contrato consigo mismo o autocontrato, en que el consentimiento se forma
por la declaración de una sola parte que asume las calidades de ambas.
El autocontrato es viable a través de la representación, porque el representante puede actuar, por
un lado, como parte por sí mismo, por sus propios intereses, y, por otro lado, en nombre y por cuenta
del representado, por los intereses de éste. Se habla de un autoconsentimiento del representante en
razón de que las dos voluntades que forman el consentimiento las declara por sí solo.
8) El consentimiento en los Contratos Electrónicos.
El contrato celebrado por vías electrónicas, o contrato electrónico: puede definirse como
aquel en que la oferta y la aceptación, y por tanto, el consentimiento, se verifican mediante impulsos
electrónicos o mensajes (estandarizados o no estandarizados) contenidos en soportes magnéticos o
digitales, entre personas que deben o prefieren comunicarse por ese medio, sin recurrir al lenguaje
verbal o escrito.
En Chile la regulación legal de la contratación electrónica es muy precaria.
Las principales normas que existen sobre la materia son:
1. El Decreto Supremo Nº 81 de 1999 del Ministerio General de la Presidencia, que regula el uso
de la firma digital y los documentos electrónicos en la Administración del Estado.
2. La Ley Nº 19.799 del año 2002, sobre documentos electrónicos, firma electrónica y servicios
de certificación de dicha firma.
3. La Ley Nº 19.955 del año 2004, mediante la cual se modificó la Ley Nº 19.496, de Protección
de los Derechos del Consumidos, introduciendo un art. 12 A que estableció normas sobre la
formación del consentimiento.
4. La Ley Nº 20.217, de 2007, que modificó el Código de Procedimiento Civil y la Ley de Firma
Electrónica, para disponer normas sobre la producción de prueba documental de naturaleza
digital o electrónica.
Atendido que la antedicha regulación es bastante incompleta, para analizar la formación del
consentimiento en la contratación electrónica resultará necesario recurrir a las normas del derecho
común:
1. En cuanto a la Oferta la práctica usual es la de realizar ofertas a través de medios electrónicos
a persona indeterminada (v.gr. mediante catálogos en línea), las que en principio se regirían
por el art. 105 del Código de Comercio, conforme al cual estas ofertas no obligan a quien las
hace.
Sin embargo, el art. 12 de la Ley del Consumidor dispone que todo proveedor estará obligado a
respetar las condiciones y modalidades conforme a las cuales se hubiere ofrecido la entrega del bien
o la prestación del servicio.
Con todo, esta ley tiene un alcance limitada, por cuanto sólo rige a los actos que son comerciales
para el proveedor y civiles para el consumidor. Además, la sanción no consiste en la obligatoriedad
de acceder al contrato ofrecido, sino sólo se impone una multa.
En el derecho común ley impone que el consumidor debe conocer, antes de la celebración del
contrato, la duración de la oferta.
Para las ofertas de contratos electrónicos que se rigen por la Ley del Consumidor existe una
exigencia especial. En efecto, el art. 12 A de dicha ley dispone en los contratos celebrados por
medios electrónicos, y en aquéllos en que se aceptare una oferta realizada a través de catálogos,
avisos o cualquiera otra forma de comunicación a distancia, el consentimiento no se entenderá
formado si el consumidor no ha tenido previamente un acceso claro, comprensible e inequívoco de
las condiciones generales del mismo y la posibilidad de almacenarlos o imprimirlos.
2. En cuanto a la Aceptación en materia de contratación electrónica ésta pueda revestir variadas
formas, como es el llenado de un formulario en línea, presionando la tecla correspondiente o
enviando la aceptación por fax, carta o e-mail después de la recepción de la oferta.
Sobre la materia, la Ley del Consumidor establece que la sola visita del sitio de Internet en el cual
se ofrece el acceso a determinados servicios, no impone al consumidor obligación alguna, a menos
que haya aceptado en forma inequívoca las condiciones ofrecidas por el proveedor. De este modo, lo
importante es que haya un procedimiento en que la manifestación de voluntad de aceptar sea
indubitable o inequívoca.
3. En cuanto al momento de formación del contrato rigen las normas generales del Código de
Comercio, y por ende la aceptación manifestada electrónicamente determina la perfección del
contrato, aunque el mensaje de datos o el impulso electrónico que la contiene no haya llegado
aún a conocimiento del oferente.
La ley del Consumidor impone al proveedor una obligación adicional posterior a la formación del
consentimiento en el contrato electrónico: Una vez perfeccionado el contrato, el proveedor estará
obligado a enviar confirmación escrita del mismo. Ésta podrá ser enviada por vía electrónica o por
cualquier medio de comunicación que garantice el debido y oportuno conocimiento del consumidor, el
que se le indicará previamente. Dicha confirmación deberá contener una copia íntegra, clara y legible
del contrato.
4. En cuanto al lugar de la formación del contrato se aplican las reglas de la legislación
común, conforme a las cuales si los contratantes residen en distintos lugares, el contrato se
reputa perfeccionado en el lugar en donde resude el aceptante (art. 104 del Código de
Comercio). Debe destacarse que la norma se refiere a la residencia del aceptante y no al lugar
donde se encuentra el computador sede donde dio su aceptación.
2. ERROR DE HECHO
Error de hecho: “Es la falsa representación que se tiene, por ignorancia o equivocación, de una
cosa, de un hecho, o de una persona”.
En tres artículos: 1453, 1454 y 1455 el Código Civil regula y describe las distintas hipótesis de
error, las que se analizarán separadamente a continuación.
En todo caso, como cuestión previa, y a pesar de que el Código nada indica al efecto, cabe
consignar que la doctrina nacional y extranjera ha subrayado que el error de hecho en que incurra el
individuo, debe ser excusable, es decir, no imputable a su negligencia. No merece protección
jurídica, concretada en la anulación del negocio, si el que lo sufre ha podido evitarlo empleando una
diligencia normal.
1. Error esencial u obstáculo: “Es aquel que recae sobre la especie del acto o contrato que se
ejecuta o celebra, o sobre la identidad de la cosa específica que se trata”.
“Hay error esencial cuando la diferencia entre la voluntad y la manifestación o declaración de ésta
es objetivamente de tanta importancia que permite considerar que la parte no habría concluido el
acto jurídico de haber conocido el verdadero estado de las cosas”.
El Art. 1453 CC: establece 2 supuestos de error esencial:
1. Error sobre la especie de acto o contrato:
Como si una de las partes entendiese empréstito y la otra donación. Es decir, existe una falsa
representación del acto o contrato.
2. Error sobre la identidad de la cosa específica de que se trata:
Como si en el contrato de venta el vendedor entendiese vender cierta cosa determinada (como un
caballo), y el comprador entendiese comprar otra (como una vaca).
En cuanto a la sanción del error esencial, la doctrina nacional se encuentra dividida en tres
interpretaciones:
1. Hay quienes estiman que el error esencial impide u obsta que se produzca el acuerdo de
voluntades (requisito que para parte de la doctrina es “de existencia” de todo acto jurídico), por
lo cual el acto celebrado en estas condiciones es jurídicamente inexistente.
2. Otros, si bien aceptan que el error esencial impide que el consentimiento se forme (y por ende
que falta un requisito de existencia), son partidarios de sancionar el acto con la nulidad
absoluta, pues estiman que la inexistencia jurídica no estaría considerada como sanción en el
Código Civil.
3. Finalmente, hay quienes creen –fundados en una interpretación literal- que la sanción al error
esencial es la nulidad relativa, fundándose para ello en que el art. 1453 dice que el error
“vicia el consentimiento”, y de acuerdo al inciso final del art. 1682 cualquier otra especie de
vicio que no esté configurado como causal de nulidad absoluta (como ocurre con el error
esencial), “produce la nulidad relativa”.
Adicionalmente, estos autores afirman que el artículo 1453 dice que el error de hecho vicia el
consentimiento cuando recae sobre la especie del acto o contrato que se ejecuta o celebra o sobre la
identidad de la cosa especifica de que se trata. Y el artículo siguiente expresa que el error de hecho
“vicia asimismo el consentimiento...” y se refiere a casos de error substancial que, de acuerdo con el
art. 1682 está sancionado con la nulidad relativa. El empleo de la expresión asimismo estaría
manifestando que el error esencial del art. 1453 vicia de la misma manera el acto que el error
substancial del art. 1454 que conlleva la nulidad relativa. Además, si se piensa que la razón de la
nulidad absoluta dice relación con el interés general o la moral, habría que concluir – según estos
autores - que el error esencial cae, desde este punto de vista, dentro de la nulidad relativa, porque su
incidencia perjudica sólo el interés privado de los individuos.
2. Sustancial.
“En este caso la persona víctima del error atribuye a la cosa objeto del acto o contrato una
sustancia o calidad esencial que en realidad no tiene”.
Art. 1454 cc: El error de hecho vicia asimismo el consentimiento cuando la sustancia o calidad
esencial del objeto sobre que versa el acto o contrato, es diversa de lo que se cree; como si por
alguna de las partes se supone que el objeto es una barra de plata, y realmente es una masa de
algún otro metal semejante.
Sustancia: Materia concreta que constituye una cosa, lo que supone un concepto estrictamente
objetivo y materialista.
Calidad esencial: Dice relación con la intención de las partes y sus motivos para contratar en
relación a las características que le atribuyen a la cosa. Por lo tanto, es un concepto subjetivo.
El error en la sustancia vicia el consentimiento sólo cuando la sustancia o materia que se la
atribuye a la cosa constituye, a lo menos para una de las partes del contrato, una calidad esencial. La
expresión clave del Art. 1454 CC es “calidad esencial”.
No es posible formular una regla jurídica que permita establecer en abstracto qué es lo que
constituye la calidad esencial de una cosa. Depende de la intención de las partes.
Tocará al juez determinar la calidad esencial, remitiéndose a cuestiones objetivas: ¿qué calidades
de la cosa habrían sido consideradas esenciales por un contratante promedio en estas circunstancias
concretas? Así, este concepto subjetivo se “objetiviza” por medio de la figura del contratante
promedio.
Se discute si constituye o no cualidad relevante de la cosa adquirida a título de compraventa la
circunstancia de pertenecer en dominio al vendedor, pues la venta de cosa ajena es válida. Si el
comprador pidiera la nulidad de la compraventa, alegando que para él constituía calidad esencial de
la cosa que ésta le perteneciera al vendedor, el juez podría presumir esa intención si las
circunstancias del caso lo permitieran.
Efectos del error sustancial:
Vicia el consentimiento; su sanción es la nulidad relativa.
3. Accidental.
Art. 1454, inc 2: El error acerca de otra cualquiera calidad de la cosa no vicia el consentimiento de
los que contratan, sino cuando esa calidad es el principal motivo de una de ellas para contratar, y
este motivo ha sido conocido de la otra parte.
Para saber qué son calidades accidentales de una cosa, es preciso determinar primero cuáles son
las calidades esenciales de la misma. Todas las demás son accidentales.
El error en las calidades accidentales no es relevante.
Requisitos para que vicie el consentimiento:
1. Que la calidad constituya el motivo determinante que tuvo una de las partes para contratar, y
2. Que esto haya sido conocido por la otra parte.
Efectos del error sobre las calidades accidentales:
RG → No vicia el consentimiento. A menos que:
1. La calidad accidental sea el motivo principal que determinó a una de las partes a contratar, y
2. Que la otra conozca dicho motivo.
Sanción → Nulidad relativa.
Labor del juez cuando se alegare por una de las partes en un contrato que ha sido víctima
de error sobre las calidades o cualidades de una cosa.
1. Debe deducir cuáles serían las cualidades de la cosa que la mayoría de las personas
consideraría, en esas mismas circunstancias, esenciales y relevantes para contratar, en
términos tales que, de conocer que faltaban, se habría abstenido de contratar.
2. Si se produce una coincidencia entre la apreciación que hace la víctima y la deducción del
juez, deberá rescindir el contrato, a menos que la parte en contra de la cual se declare la
rescisión pruebe que el error no fue determinante para su contraparte.
3. Del proceso deductivo surge, por exclusión, el concepto de calidad accidental, respecto del
cual existe una presunción contraria: no es, por regla general, el motivo principal para
contratar, por tanto, la víctima deberá probar que esa calidad no esencial fue el principal
motivo.
4. En la persona.
“Quien sufre este error tiene una falsa representación de la realidad respecto a la identidad de una
persona o en alguna de sus cualidades personales”.
Este error es, por regla general, irrelevante.
Art. 1455: El error acerca de la persona con quien se tiene intención de contratar no vicia el
consentimiento, salvo que la consideración de esta persona sea la causa principal del contrato.
Pero en este caso la persona con quien erradamente se ha contratado, tendrá derecho a ser
indemnizada de los perjuicios en quede buena fe haya incurrido por la nulidad del contrato.
La doctrina moderna es más amplia: será preciso demostrar en cada supuesto que el error en la
persona ha sido esencial y determinante del consentimiento. En los contratos basados
sustancialmente en el intuitu personae, normalmente no será necesario probar la esencialidad, por la
índole del contrato.
Cualidades personales: Son caracteres objetivos de índole estable o permanente que configuran
la personalidad.
El error en la persona es especialmente relevante en el matrimonio. En él, el error se refiere a la
identidad de la persona del otro contrayente.
La opinión dominante estima que esta identidad comprende no sólo la física, sino también las
cualidades relevantes, interpretadas con criterio restrictivo. Ej. de cualidades relevantes: creer a la
mujer honrada mientras se dedica a la prostitución, no saber que el contrayente ha sufrido condenas
penales o que tiene una enfermedad transmisible a los herederos.
Efectos del error en la persona:
RG → No vicia el consentimiento.
Excepcionalmente → En los contratos “intuito personae” que son aquellos en que la consideración
de la persona es la causa principal para contratar.
Sanción: Nulidad Relativa.
Declarada la nulidad, la persona con que erradamente se contrató tiene derecho a demandar
indemnización de perjuicios, siempre que haya estado de buena fe.
5. Error Común
“Es el error compartido por todos los habitantes de una localidad o por la inmensa mayoría de
ellos”.
Cuando la voluntad o el consentimiento de las partes se encuentra determinado por este error
generalizado y concurren ciertos requisitos, se admite que esa voluntad o consentimiento no queden
viciados y el acto jurídico en que incide sea válido y no nulo, pues se trataría de un error invencible.
El ejemplo clásico es el de los actos autorizados por un funcionario público nombrado con
infracción de algún requisito legal, o después de haber cesado en sus funciones o mientras se
hallaba suspendido. Los actos autorizados por dicho funcionario serían válidos, porque las partes no
tienen obligación de saber las causas que inhiben a un funcionario para desempeñar su cargo ni es
tarea suya averiguarlo.
Concurriendo los tres requisitos enunciados el error se reputa invencible: el o los autores del acto
jurídico han estado en la imposibilidad de sustraerse a él.
Nuestro Código Civil no establece norma que declare que el error común no vicia la voluntad o el
consentimiento.
Por ejemplo, al hablar de las causales de inhabilidad de los testigos en un testamento solemne
otorgado en Chile, dice que si alguna de esas causas de inhabilidad no se manifestare en el aspecto
o comportamiento de un testigo, y se ignorare generalmente en el lugar donde el testamento se
otorga, fundándose la opinión contraria en hechos positivos y públicos, no se invalidará el testamento
por la inhabilidad real del testigo. Pero la habilidad putativa no podrá servir sino a uno solo de los
testigos (art. 1013).
2) LA FUERZA
Concepto: Apremios físicos o morales que se ejercen sobre una persona destinados a que preste
su consentimiento para la celebración de un AJ. Es un vicio de la voluntad porque se opone a la
libertad, sin embargo, se restringe a la fuerza moral porque la fuerza física excluye la voluntad.
CLASES DE FUERZA
1. Física.
2. Moral
1) Injusta o ilegítima.
“Significa que el mal con que se amenaza debe ser ilegítimo, esto es contrario a derecho”.
Ejemplo de amenaza legítima → El acreedor que amenaza legítimamente al deudor moroso con
demandarlo judicialmente o pedir su declaración de quiebra si no paga la deuda de inmediato.
Sin perjuicio de lo anterior, la doctrina moderna también estima que la fuerza es injusta cuando no
siendo en sí mismo ilícito el mal amenazado, él se enlaza a la consecución de una ventaja
desproporcionada e injusta. Por ejemplo, que un acreedor amenace al deudor con denunciar un
delito cometido por éste con el único fin de obtener una ventaja sobre los demás acreedores del
mismo deudor.
2) Grave.
“Es aquella que es capaz de producir una impresión fuerte en una persona de sano juicio, tomando
en cuenta su edad, sexo y condición”.
Art. 1456, inc 1: La fuerza no vicia el consentimiento, sino cuando es capaz de producir una
impresión fuerte en una persona de sano juicio, tomando en cuenta su edad, sexo y condición . Se
mira como una fuerza de este género todo acto que infunde a una persona un justo temor de verse
expuesta ella, su consorte o alguno de sus ascendientes o descendientes a un mal irreparable y
grave.
El temor reverencial, esto es, el solo temor de desagradar a las personas a quienes se debe
sumisión y respeto, no basta para viciar el consentimiento.
Según esta disposición la intensidad del miedo es diversa en el hombre que en la mujer; en el niño
que en el adulto; en el culto que en el ignorante.
La amenaza debe ser verosímil, es decir, que ofrezca posibilidades de realizarse.
No solo la persona puede ser la expuesta al daño, sino también:
1. Su consorte.
2. O alguno de sus ascendientes o descendientes.
Se ha discutido si un sujeto que ha celebrado un contrato podría alegar que lo hizo presionado por
la amenaza a un mal irreparable respecto de otras personas aparte de las que menciona el CC.
Como por ejemplo a una persona que le es muy querida (novia, hijo adoptivo, mujer que hizo las
veces de madre del declarante, etc.). La doctrina responde que sí.
Argumenta que tratándose de las personas mencionadas en forma textual por el Código, hay una
presunción legal de que el mal que se haría a éstas si no se contrataba, infundió un justo temor al
sujeto; pero que, respecto de otras personas que las señaladas en el Código, la presunción legal no
existe, lo cual no obsta para que el contratante pruebe que la amenaza de perjudicar a esas otras
personas le produjo el justo temor de que habla la disposición del Código Civil.
Algunos agregan como otro requisito para que la fuerza vicie el consentimiento el hecho de que
sea actual. Pero esta condición se supone y va implícita en el requisito de la gravedad. Que la fuerza
sea actual significa que debe ser presente a la expresión del consentimiento, aunque el mal haya de
realizarse en el futuro.
3) Determinante.
Es decir, el consentimiento obtenido con la amenaza debe ser consecuencia inmediata y directa
de ella, de modo que, sin la fuerza, la víctima no habría celebrado el acto para el cual se la forzó.
Al respecto, el art. 1457 establece que la fuerza se debe haber empleado “con el objeto de obtener
el consentimiento”.
3) DOLO
Concepto legal: “Consiste en la intención positiva de inferir injuria a la persona o propiedad de
otro”. (art. 44 inc final).
Envuelve siempre la voluntad deliberada de perjudicar a otro.
Concepto doctrinario: “Vicio del consentimiento constituido por la maquinación fraudulenta
destinada a que una persona preste su consentimiento para la celebración de un acto o contrato”.
1) Dolo Malo: Engaño menor, producto de las exageraciones que son normales en el
comercio. Es la jactancia o exageración de las cualidades o del valor de la cosa ofrecida. Es
un comportamiento lícito.
2) Dolo Bueno: Supone un comportamiento ilícito, destinado a engañar a otra persona y que
la induce a una manifestación de voluntad que, sin el dolo, no habría realizado, o habría
realizado en condiciones menos onerosas. Excede de la simple exageración.
1) Dolo Determinante: Induce en forma directa a una persona a realizar una manifestación
de voluntad que, de no mediar el dolo, se habría abstenido de realizar.
Hay dolo principal o determinante si una persona pide al vendedor unos candelabros de plata y
éste le entrega, a sabiendas, unos de cobre plateado. Pero el dolo sería sólo incidental, si el cliente
pide ciertos candelabros y el vendedor, a fin de obtener mejor precio, asegurara que son de plata sin
serlo.
4. Dolo pasado y dolo futuro.
Teoría tripartita del dolo: Parte de la doctrina sostiene que el dolo se manifestaría de 3 formas: el
dolo como vicio del consentimiento, el dolo como agravante de responsabilidad y el dolo como
elemento del delito civil.
Es relevante mencionar que esta teoría tripartita del dolo, sólo contempla estas tres
manifestaciones más importantes. Por lo tanto, no es contradictoria a la teoría unitaria del dolo, la
cual prima en nuestra legislación.
1) Dolo como vicio del consentimiento: En este caso se traduce en el empleo por parte de una
persona de trampas, maquinaciones, mentiras u otros artificios dirigidos hacia otra persona con
el fin de inducirla a otorgar un acto o celebrar un contrato que sin aquellas maniobras, ella no
habría efectuado. Se le suele definir como “la maquinación fraudulenta destinada a que una
persona preste su consentimiento para la celebración de un acto o contrato”.
Como puede observarse, tanto en el dolo como en el error existe una falsa representación de la
realidad; sin embargo, en el primer caso es espontáneo, y provocado en el segundo.
El dolo como vicio del consentimiento se refiere a los AJ bilaterales, más concretamente a los
contratos, pero la voluntad puede también estar viciada en los AJ unilaterales. En este caso, basta
que el dolo sea determinante, pues el dolo provendrá necesariamente de un tercero, siendo
indiferente que ese tercero se beneficie o no. El dolo produce un error, y aunque ese error sea
irrelevante, el dolo se sanciona siempre. Por tener un alcance tan amplio, el dolo se excluye del
matrimonio.
2) Dolo como agravante de la responsabilidad: En este caso se traduce en el uso de
procedimientos ilícitos, por parte del deudor, para burlar al acreedor en el cumplimiento de las
obligaciones. No estamos aquí en presencia de un vicio del consentimiento, sino de hechos
que agravan la responsabilidad del deudor, pues en caso de dolo el contratante incumplidor no
sólo responderá de los perjuicios previstos, que es la regla general, sino también de los
perjuicios imprevistos.
3) Dolo como elemento del delito civil: El delito civil es la comisión u omisión de un hecho
realizada con la intención de dañar la persona o bienes ajenos. Pero cualquiera que sea el
campo en que el dolo se aplique, en esencia siempre envuelve la intención positiva de inferir
injuria a la persona o propiedad de otro.
Se argumenta que se trata de una acción restitutoria, ya que el monto a pagar por el demandado
se encuentra determinado exclusivamente por los beneficios que se ha obtenido por la comisión del
dolo y no los perjuicios causados a la víctima del dolo. De hecho, la norma enfatiza el hecho que el
demandado “sólo es obligado hasta concurrencia de lo que valga el provecho”. En el mismo sentido,
señala Pizarro Wilson señala que no hay una real conexión entre el daño ocasionado a la víctima y la
acción para el pago del provecho.
Los requisitos que se exijan según se le dé una u otra naturaleza son distintos. En este sentido, si
se considera una acción indemnizatoria deberían concurrir todos los requisitos a su respecto, entre
ellos concurrencia de daños y factor de imputabilidad, requisitos que no exigiría la acción restitutoria
para poder dirigirse en contra del tercero enriquecido. En esta línea, Peña dispone que para el éxito
de la acción es indiferente que el título mediante el cual se obtuvo el provecho indirecto sea legítimo
y que no exista mala fe del demandado. Lo que buscan estos artículos es evitar el provecho indirecto
que es producto del dolo y por eso basta el provecho para que la acción prospere.
En el mismo sentido se ha pronunciado la Corte Suprema, que en el marco de los juicios del caso
Inverlink ha expresado que los requisitos para que la acción restitutoria sea procedente son; que
exista una acción dolosa, que un tercero reciba provecho de ese dolo ajeno, y que el que recibe el
provecho no sea cómplice del dolo.
Considerando que la acción del provecho por dolo ajeno es restitutoria, resulta interesante analizar
si sería procedente entablar la acción restitutoria y una indemnizatoria para recuperar tanto las
ganancias como las pérdidas eventualmente sufridas. En efecto, así ha procedido la CORFO en el
caso Inverlink, ejerciendo además acciones civiles indemnizatorias exitosamente.
Considerando que las acciones tienen objetivos distintos, una busca la restitución del provecho
obtenido a través del dolo y la otra la compensación por las pérdidas o daños que el acto doloso ha
producido, en teoría ambas podrían proceder. No obstante ello, algunos han constatado que en caso
que exista un daño ocasionado por el dolo no debiera ser posible para la víctima obtener la
restitución de las ganancias obtenidas por el tercero y a la vez obtener la indemnización de todos los
perjuicios sufridos por parte del autor del daño, ya que se configuraría un doble pago. Así, se ha
afirmado que la acumulación llevar a resultados injustos, proveyendo una reparación excesiva para la
víctima.
4) LESIÓN ENORME
Concepto: Perjuicio que experimenta una persona cuando ejecuta ciertos AJ, y que resulta de la
desigualdad existente entre la ventaja obtenida y el sacrificio hecho para obtenerla.
“La lesión enorme es el perjuicio pecuniario que resulta de la falta de equivalencia de las
prestaciones en un contrato conmutativo oneroso, en los casos establecidos por la Ley
expresamente”.
NATURALEZA JURÍDICA
1) Criterio subjetivo: Es un vicio del consentimiento. Dos posturas:
1. Es un vicio propio y específico: la desigualdad proviene del apremio moral causado por
la imperiosa necesidad de dinero, que coarta la libertad de decisión.
*Crítica: Parece antijurídico que cualquier persona pudiera pedir la nulidad del contrato que
considera desfavorable para sus intereses por la sola razón de haber consentido en él por la
imperiosa necesidad de dinero.
2. Es un vicio asimilable a los demás: la desigualdad revela que la parte que se obliga a dar
más de lo que recibe ha sido víctima de error, fuerza o dolo.
*Crítica: Si la lesión es una consecuencia del error, fuerza o dolo, no hay razones para
considerarla un vicio del consentimiento. Este criterio debe desecharse para resguardar la
seguridad y estabilidad de las relaciones jurídicas. La necesidad puede obligar a contratar en
condiciones desfavorables, pero no por eso se pierde la voluntad de contratar; no coarta la
libertad.
EFECTOS DE LA LESIÓN
“Su sanción no es uniforme. En algunos casos produce la rescisión, y en otros, sin afectar la
validez del acto, trae como consecuencia la rebaja de la prestación que supera los límites permitidos”
(Naranjo).
“En nuestro Derecho, al igual que en el francés, la sanción de la lesión no es siempre la
misma. A veces, puede consistir en la rescisión o nulidad relativa del acto, de la cual, al ganancioso
le es posible escapar en ciertos casos, completando la prestación deficiente en los términos
señalados por la ley, como sucede en la compraventa (art. 1890). En otras ocasiones la sanción de la
lesión es la reducción de la estipulación lesiva a términos razonables, como ocurre en el mutuo o en
la cláusula penal. En general, puede decirse que la sanción de la lesión es la nulidad relativa del acto
en que incide o la reducción de la desproporción de las prestaciones” (Cristián Boetsch).
OBJETO
Concepto: “Corresponde al fin que persiguen el autor o las partes que celebran un acto o contrato.
Se trata de los derechos y obligaciones por él creados”.
La doctrina moderna estima que el objeto es la materia, utilidades o relaciones que caen bajo la
voluntad de las partes.
Art. 1.460 cc: Toda declaración de voluntad debe tener por objeto una o más cosas que se trata
de dar, hacer o no hacer. El mero uso de la cosa o su tenencia puede ser objeto de la declaración.
Distinciones doctrinarias en torno al objeto:
1. Objeto del contrato: Derechos y obligaciones que el acto crea, modifica o extingue, es
decir, lo querido por el autor o las partes.
2. Objeto de la obligación: Es la prestación.
3. Objeto de la prestación: Es aquello que se debe dar, hacer o no hacer.
Crítica al Art. 1460 CC. Nuestro CC se saltaría una etapa al señalar que objeto del contrato es la
prestación.
1. Real:
La cosa es “real” cuando existe actualmente o se espera que exista en el futuro. Dice el Código
Civil:
Art. 1.461: No sólo las cosas que existen pueden ser objetos de una declaración de voluntad, sino
las que se espera que existan; pero es menester que las unas y las otras sean comerciables, y que
estén determinadas, a lo menos, en cuanto a su género.
La cantidad puede ser incierta con tal que el acto o contrato fije reglas o contenga datos que sirvan
para determinarla.
Si la cosa no existe al tiempo de la celebración del acto que versa sobre ella, el acto carece de
objeto. Por eso el Código dispone que “la venta de una cosa que al tiempo de perfeccionarse el
contrato se supone existente y no existe, no produce efecto alguno” (art. 1814); es decir, el acto
jurídico será inexistente, a o lo menos nulo absolutamente, dependiendo de la doctrina que se siga.
Conforme al art. 1813, si la cosa no existe al tiempo de celebrarse el acto pero se espera que
exista, el acto jurídico vale, pero es preciso distinguir, tratándose del contrato de compraventa, según
se venda la cosa futura misma o la suerte.
Cosa futura:
Cuando se vende una cosa que no existe, pero se espera que exista, el contrato es condicional, y
se reputa celebrado bajo la condición suspensiva de que la cosa llegue a existir. Si, por ejemplo, un
agricultor vende a un industrial el trigo que coseche en sus campos a tanto el quintal, celebra un
contrato condicional, sujeto a la condición de que coseche el trigo, de manera que si nada cosecha,
la venta se reputa como no efectuada, por haber fallado la condición. En todo caso, las partes
pueden manifestar expresamente que el acto no será condicional, sino que puro y simple.
A la suerte:
Pero si lo que se vende no es una cosa futura sino la suerte o la contingencia de que una cosa
llegue a existir, el contrato es puro y simple (art. 1813). Se trata de un contrato aleatorio, que se
define como aquel en que la prestación de una de las dos partes depende de un hecho incierto, que
hace imposible la valuación de ésta mientras no se realice. El ejemplo clásico es el de la persona que
se compromete a pagar a un pescador determinada suma de dinero por todos los peces que queden
atrapados en la red; sólo cuando ésta sea alzada podrá ser valuada la prestación del pescador: si
son numerosos los peces logrados, puede que la suma de dinero pactada sea inferior a la que
correspondería; pero si los peces enredados son escasos, la suma será bastante mayor que la que
tocaría pagar si se hubiera sabido antes el número de peces objeto del contrato.
2. Comerciable:
Una cosa, material o inmaterial, para ser objeto idóneo de un acto jurídico no sólo debe ser real,
sino también estar en el comercio, ser comerciable (art. 1461).
Comerciable: “Aquella cosa que es susceptible de propiedad o posesión privada”.
RG → Todas las cosas son comerciables.
Excepción →
1) Las cosas que se encuentran excluidas del comercio humano por su propia naturaleza, como
lo son, conforme al art. 585, las cosas comunes a todos los hombres (la alta mar, el aire).
2) Las cosas que por su destinación –y mientras la conserven– no son susceptibles de dominio o
posesión de los particulares, como lo son los bienes nacionales de uso público, cuyo dominio
pertenece a la Nación y su uso a todos los habitantes –calles, plazas, puentes, caminos, etc.–
(art. 589).
3. Determinada:
RAE: “Alguno en particular”
Según el art. 1.461 quiere decir que la cosa debe ser determinada a lo menos en cuanto a su
género.
La cosa puede determinarse en especie o en género.
La determinación en especie o específica implica que se individualiza determinadamente un
individuo de un género también determinado. Ejemplo: El caballo llamado “Rojo”.
La determinación en género o genérica se indica indeterminadamente un individuo de un género
determinado. Ejemplo: Un caballo.
Basta que la determinación se dé en cuanto al género, pero a un género limitado. Porque si se
diera cabida a un género ilimitado, no habría una declaración seria de voluntad. Si, verbigracia, se
reconoce deber “un animal” sin mayor especificación, no se sabría si el objeto del reconocimiento es
una vaca, un huemul o un cóndor.
La determinación genérica debe ir acompañada de una fijación cuantitativa; lo contrario también
significaría la inexistencia de una declaración seria de voluntad. Pero la cantidad puede ser incierta,
con tal que el acto o contrato fije reglas o contenga datos que sirvan para determinarla (art. 1461 inc.
2°).
Ejemplo, se vende todo el trigo que produzca el fundo del vendedor o el maíz almacenado en una
determinada bodega.
Cuando la cantidad es determinable, es decir, susceptible de una determinación posterior al
acto, los elementos o factores que sirvan para esta determinación deben encontrarse en el mismo
acto o contrato, según lo establece la letra de la disposición recién citada.
Si el objeto no está determinado en la forma exigida por la ley, no hay objeto, y por ende no hay
acto jurídico.
¿Qué sucede si en una obligación de género no se determina la calidad de cualquier individuo que el
deudor puede entregar? El Código responde que:
Art. 1509: En la obligación de género, el acreedor no puede pedir determinadamente ningún
individuo, y el deudor queda libre de ella, entregando cualquier individuo del género, con tal que sea
de una calidad a lo menos mediana.
1) Determinado:
“En el sentido que la persona que se obliga tiene que saber qué hecho debe ejecutar o de qué
abstenerse. Del mismo modo, el acreedor debe saber qué es lo que puede exigir al deudor. De lo
contrario no habría declaración seria de voluntad”.
2) Físicamente posible:
Es decir, el hecho debe ser realizable por todos o cualquier persona media.
El Código señala:
Art. 1461, inc 3: Es físicamente imposible el que es contrario a la naturaleza.
Para estimar que hay imposibilidad física, ella debe ser absoluta, es decir, el hecho a que se
refiere debe ser irrealizable por todos, por cualquier persona. Si la imposibilidad es sólo relativa, o
sea, si el hecho es sólo irrealizable para algunos y específicamente para el deudor, no hay
imposibilidad física y el objeto existe. Y así el que se obligó a pintar un cuadro y no sabe pintar, su
obligación es válida.
Cuando al deudor le es imposible llevar a cabo la prestación a que se obligó, debe indemnizar los
perjuicios resultantes. Pero no ocurre lo mismo si el hecho es absolutamente imposible, pues en tal
caso no hay obligación alguna, ya que, como sostiene el adagio a lo imposible nadie está
obligado: Impossibilium nulla obligatio.
La imposibilidad es un concepto variable, lo que es imposible hoy, puede ser perfectamente
posible mañana; lo que no es posible en un lugar, puede ser posible en otro. Así, los viajes a la Luna,
pura ficción ayer y hoy realidad plena.
3) Moralmente posible:
El objeto debe ser moralmente posible. El CC nos señala:
Art. 1461 parte final: Es moralmente imposible el prohibido por las leyes, o contrario a las buenas
costumbres o al orden público.
OBJETO ILÍCITO
“Hay Hay objeto ilícito en aquellas cosas contrarias a la ley, a la moral o a las buenas costumbres”.
Para la validez del acto jurídico se requiere que el objeto sea lícito. Por ende, si el acto jurídico
tiene objeto, pero éste es ilícito, el acto existe (pues se han dado los requisitos de existencia del acto
jurídico), pero nace con un vicio que lo hace susceptible de ser invalidado, en este caso, por ser
absolutamente nulo (art. 1682).
En otras palabras, el acto jurídico, para ser válido, supone que el objeto, entre otros requisitos, sea
lícito (art. 1445 N° 3). Si bien se ha discutido acerca de qué debe entenderse por “objeto ilícito, buena
parte de la doctrina estima que es aquel que versa sobre hechos (no cosas) prohibidos por las leyes,
o contrarios a las buenas costumbres o al orden público.
Si bien el Código no define el objeto ilícito, sí señala algunos casos en que se presenta con
especial relevancia la ilicitud del objeto, los cuales se analizarán a continuación.
CASOS DE OBJETO ILÍCITO
1) Actos que contravienen al Derecho Público Chileno:
Art 1462: Hay un objeto ilícito en todo lo que contraviene al derecho público chileno. Así la
promesa de someterse en Chile a una jurisdicción no reconocida por las leyes chilenas, es nula por el
vicio del objeto.
Hay objeto ilícito en todo lo que contraviene el derecho público chileno, que es el conjunto de
normas que, mirando a un preponderante interés colectivo, regulan la organización y actividad del
Estado y demás entes públicos menores (como las municipalidades, por ejemplo), sus relaciones
entre sí o con los particulares, actuando el Estado y dichos entes en cuanto sujetos dotados de poder
soberano o público. En este punto, es necesario considerar que esta disposición no se refiere al
orden público, sino que al derecho público, conceptos y normas que son distintos.
En virtud de lo anterior, se ha resuelto que adolece de nulidad absoluta por objeto ilícito el contrato
que se funda en un acto administrativo que adolece de nulidad de derecho público.
El art. 1462 señala como ejemplo la promesa de someterse en Chile a una jurisdicción no
reconocida por las leyes chilenas. En razón de lo anterior, ciertos autores han estimado que eran
inválidos los pactos a través de los cuales las partes someten el conocimiento y decisión y decisión
de las controversias que pudieren emanar de un contrato a tribunales extranjeros.
Sin embargo, en la actualidad tales cláusulas son utilizadas frecuentemente, atendido que:
1) el Código de Procedimiento Civil sí reconoce a las jurisdicciones extranjeras (al punto de
reglamentar la ejecución en chile de sentencias extranjeras); y
2) El Código de Derecho Internacional privado reconoce la validez de éstas cláusulas en su art.
318. A ello debe agregarse el reciente auge de los arbitrajes internacionales, que en Chile se
encuentran regulados por la Ley Nº 19.971 (29 septiembre 2004).
En diversas materias, la ley prohíbe que un asunto sea conocido y resuelto por un juez árbitro y de
ocurrir habrá objeto ilícito. Así, por ejemplo, El derecho a pedir alimentos no puede someterse a
compromiso, según lo dispone el art. 229 del Código Orgánico de Tribunales: “No podrán ser
sometidas a la resolución de árbitros las cuestiones que versen sobre alimentos o sobre derecho de
pedir separación de bienes entre marido y mujer”.
Por último, resulta pertinente acotar que si la contravención al derecho público no proviene de un
particular, sino que de un órgano del Estado, la sanción aplicable es la nulidad de derecho público
consagrada en el art. 7 de la Constitución Política, cuya especial fisonomía y características
corresponden han sido latamente analizadas por el Derecho Administrativo.
1) La norma se refiere a los actos que doctrinalmente se denominan pactos sobre sucesión
futura, que son aquellas convenciones que tienen por objeto el derecho de suceder por causa de
muerte, a título de heredero o de legatario, a una persona viva, sea ésta una de las partes o un
tercero. Por ende, el derecho a suceder por causa de muerte a una persona viva no puede ser objeto
de ningún acto jurídico.
En razón de lo anterior son perfectamente válidos los actos que tienen por objeto el derecho a
suceder por causa de muerte a una persona ya muerta. Tanto así, que el Código Civil reglamenta
expresamente la cesión de derechos hereditarios en los arts. 1909 y siguientes.
La doctrina tradicional considera que el acto jurídico, además de la voluntad y el objeto, requiere,
como supuesto esencial para su existencia, que tenga una causa. Para que el acto sea válido, la
causa debe ser lícita. Esta es la posición de los llamados causalistas, refutada por quienes
consideran que, para la existencia del acto jurídico, bastan la manifestación de voluntad y el objeto
sobre el cual ésta recae, constituyendo la causa un requisito artificial y prescindible (anticausalistas).
Una gran dificultad que presenta la causa está constituida por el hecho de ser un término que
admite diversas y variadas acepciones. Las más importantes son las siguientes:
1. Causa eficiente: Es el antecedente o el elemento generador que da vida a lo que antes no
existía. Aquello que da vida a lo que antes no existía. En este sentido se puede afirmar que las
fuentes de las obligaciones, esto es, los hechos jurídicos que les dan origen, son su causa
eficiente. Así, la obligación del vendedor tiene su causa eficiente en el contrato de
compraventa.
2. Causa final: Es el fin directo e inmediato que la parte se propone alcanzar por medio de un
acto, independientemente de los móviles individuales, y es idéntica siempre en los actos y
contratos de la misma especie. Así, en el contrato de compraventa, la causa del comprador es
incorporar a su patrimonio una cosa; la del vendedor obtener dinero a cambio de las cosas
que entrega.
3. Causa ocasional: Son los motivos individuales que han llevado a realizar el acto. Es diferente
para cada individuo. Corresponde a la razón que lo impulsa a celebrar un acto o contrato en
determinadas circunstancias. Por ejemplo, la causa ocasional para el vendedor puede ser la
necesidad de dinero; para el comprador, la necesidad de hacer un regalo.
Debido a lo anterior, la doctrina contemporánea ha denunciado la imposibilidad de saber con
precisión qué es aquello que se denota por medio de la voz causa. Ello, sumado a otras dificultades,
explica el declive histórico que ha experimentado este instituto, tal como se verá a continuación.
Art. 1445: para que una persona se obligue a otra por un acto o declaración de voluntad es
necesario: “4º que tenga una causa lícita”.
Art. 1467: No puede haber obligación sin una causa real y lícita; pero no es necesario expresarla.
La pura liberalidad o beneficencia es causa suficiente.
Se entiende por causa el motivo que induce al acto o contrato; y por causa ilícita la prohibida
por ley, o contraria a las buenas costumbres o al orden público.
Así la promesa de dar algo en pago de una deuda que no existe, carece de causa; y la promesa
de dar algo en recompensa de un crimen o de un hecho inmoral, tiene una causa ilícita.
Tal regulación ha hecho surgir diversos problemas de interpretación, los que a continuación se
examinan.
¿Qué es lo que debe tener causa: el acto o la obligación?
Para algunos autores, al Código le interesa la causa de la obligación, atendido que:
1. El art. 1467 indica que "no puede haber obligación sin una causa”.
2. El art. 1445 indica que la causa es un requisito “para que una persona se obligue a otra”.
3. Además, el Código se dictó en pleno auge de la doctrina clásica, que precisamente se refiere a
la causa de la obligación y no del contrato.
Por su parte, quienes afirman que al Código le interesa la causa del acto o contrato argumentan lo
siguiente:
1. El art. 1445 está requiriendo causa para que una persona se obligue “por un acto o declaración
de voluntad es necesario”.
2. La definición legal de causa contenida en el art. 1467 es clara en señalar que la misma es el
motivo que induce “la acto o contrato”.
¿Cuál es el criterio que adopta en materia de causa: objetivo o subjetivo?
Para algunos, el Código siguió el criterio objetivo en razón de lo siguiente:
1. Porque ése es el criterio de la doctrina clásica, en la cual se habría inspirado BELLO.
2. El art. 1467 exige que exista una causa “real”, admitiendo que es posible que las obligaciones
no tengan causa, cuestión que no admite el criterio subjetivo.
3. El “motivo” a que se refiere la definición de causa del art. 1467 no es de orden subjetivo, sino
que jurídico o abstracto.
Otros sostienen que el Código siguió un criterio subjetivo en virtud de lo siguiente:
1. A diferencia del Código francés que siguió a la doctrina clásica, el Código chileno la definió
precisamente como el motivo que induce al acto o contrato.
2. Al exigirse una causa real y lícita, se está facultando al juez para indagar por el motivo que
realmente determinó la celebración del acto o contrato; así, la “realidad” de la causa significa
que el motivo que se postula como causa sea el que concretamente ha inducido a contratar.
CAUSA REAL
La causa para ser válida debe ser real. Al efecto, el art. 1467 señala que no es necesario que el
autor de un acto jurídico o las partes de una convención expresen la causa, esto es, el motivo que los
induce al acto o contrato.
De lo anterior ciertos autores estiman que la ley presume que todo acto o contrato tiene una
causa, constituida por los motivos que normal y ordinariamente inducen a celebrar dichas especies o
tipos de contrato (v.gr. en la compraventa la causa sería la necesidad o deseo del vendedor de
obtener dinero y la necesidad del comprador de obtener la cosa). Por ende, lo anormal es que el acto
no tenga causa, por lo que la prueba de la ausencia de causa corresponde a quien la alega.
Si bien es difícil encontrar casos en que no haya causa, es posible citar dos situaciones en que
ello ocurre:
1) Falta de causa en los actos simulados. En la simulación, no existe un motivo real que
induzca a la celebración del acto jurídico simulado; en otras palabras, el único motivo para la
simulación es el engaño a terceros, pero no existe motivo alguno para la celebración del
contrato aparente.
2) Falta de causa en los actos que tienen como único motivo la creencia errada de que
existe una obligación. El art. 1467 establece, como ejemplo de ausencia de causa, el
siguiente ejemplo: “la promesa de dar algo en pago de una deuda que no existe, carece de
causa”. La declaración tiene, en este caso, una causa falsa, lo que equivale a decir que carece
de causa real, y por faltar este requisito, debería considerársela inexistente.
Si falta la causa, el respectivo acto o contrato es inexistente para la doctrina que sustenta dicha
tesis; para otros la ausencia de causa sólo da lugar a la nulidad absoluta, ya que el Código no
reconoce la inexistencia de los actos jurídicos.
CAUSA LÍCITA
La causa no sólo debe ser real, sino también lícita (art. 1467 inc. 1º). Causa ilícita es la prohibida
por ley, o contraria a las buenas costumbres o al orden público. Así la promesa de dar algo en
recompensa de un crimen o de un hecho inmoral, tiene una causa ilícita (art. 1467 inc. 2º y 3º).
Según el Código Civil, la causa ilícita produce la nulidad absoluta del acto o contrato de que forma
parte (art. 1682).
Hay una sanción para el que, a sabiendas, haya dado o pagado por una causa ilícita: no puede
pedir la devolución de lo dado o pagado (art. 1468).
PRUEBA DE LA CAUSA
Atendido lo dispuesto en los arts. 1467 y 1698 del CC., puede concluirse que la causa se presume,
desde el momento en que la ley no exige expresarla en el acto o contrato. Como señala nuestra
jurisprudencia, probar que una obligación carece de causa real y licita corresponde a quien alega tal
hecho, ya que si bien es cierto no puede haber obligación sin causa real y lícita, no es menos cierto
que no es necesario expresarla, por lo cual el hecho de que no se exprese no basta para deducir que
la obligación carece de ella. En síntesis, el que pretenda que el acto o contrato o que las obligaciones
en él contendidas carecen de causa, deberá probarlo, prueba muy difícil por cierto.
La falta de causa puede acreditarse:
1) Por cualquier medio de prueba, excepto la testifical, si la causa se expresó en el acto o
contrato, de acuerdo al art. 1709 del Código Civil.
2) Pero si en el acto o contrato no se expresa la causa, su inexistencia podrá acreditarse por
todos los medios, incluso testigos, toda vez que no debe probarse “contra” el documento, dado
que en este nada se dice respecto de la causa.
LA CAUSA SIMULADA
Existe causa simulada cuando las partes, de común acuerdo, para inducir a error a los terceros,
señalan a la convención una causa que es falsa.
Si la simulación es absoluta, si no hay causa, el acto será nulo. Por ejemplo: el caso del deudor
insolvente que reconoce una deuda inexistente, coludido con un tercero, a fin de perjudicar a sus
acreedores en el futuro procedimiento concursal de liquidación (especialmente, cuando la deuda que
se reconoce otorga un crédito preferente).
Si la simulación es relativa, es decir, si hay una causa falsa señalada por las partes para inducir a
error a los terceros, pero existe una causa real y también lícita no expresada, el acto es
perfectamente válido. Por eso, se ha fallado que no obsta a la validez de la obligación la simulación
de la causa, si la causa verdadera u oculta es perfectamente lícita. Si la causa oculta es ilícita,
obviamente que el acto adolecerá de un vicio de nulidad (por ejemplo, si se reconoce deber a título
de mutuo lo que se debe por juegos de azar, habrá causa ilícita; igualmente, si se hace una donación
a una persona para que ésta de muerte a un tercero, y se simula una compraventa en la que el
vendedor declare recibir el precio, la causa es inmoral y por ende hay nulidad absoluta).
SANCIÓN DE LA FALTA O ILICITUD DE LA CAUSA
1) Por FALTA de causa.
Para una parte de la doctrina, la falta de causa acarrea la inexistencia jurídica. Para otros (A. León
entre ellos), la sanción, atendiendo a nuestra legislación positiva, será la nulidad absoluta. La misma
opinión sostienen J. C. Fabres y los dos Alessandri. Los partidarios de la nulidad plantean los
siguientes argumentos
1. El art. 1682 del Código Civil dispone que hay nulidad absoluta si se omite “algún requisito o
formalidad que las leyes prescriben para el valor de ciertos actos o contratos en consideración a la
naturaleza de ellos, y no a la calidad o estado de las personas que los ejecutan o acuerdan”, y
entre tales requisitos está indiscutiblemente la causa.
2. Además, en numerosos casos el legislador sanciona la falta de causa con la nulidad absoluta: arts.
1630; 1814; 2452; 2455, etc.
3. A su vez, el art. 1467 equipara la causa real a la causa lícita, de manera que la falta de causa real
debe tener igual sanción que la causa ilícita.
La jurisprudencia ha llegado a la misma conclusión en forma constante.
La opinión que propugna la inexistencia jurídica en caso de falta de causa se basa principalmente,
citando a Claro Solar, en que “si todo acto o declaración de voluntad requiere esencialmente una
causa, la falta de causa se opone al perfeccionamiento jurídico del acto, y el contrato, por lo mismo no
existe; no es acto nulo sino un acto que no ha podido nacer a la vida jurídica”.
Julio Philippi Izquierdo también se muestra partidario de la inexistencia, porque el art. 1682 no
señala como causal de nulidad absoluta la falta de causa, y como las causales de nulidad son de
derecho estricto, la sanción ha de ser otra y ninguna cabe fuera de la inexistencia. Pero el autor citado
olvida, como expresa Alessandri Besa, que la causa puede quedar incluida entre los requisitos que se
exigen en consideración a la naturaleza del acto o contrato. En otras palabras, no se requiere alusión
explícita a la falta de causa, entendiéndose comprendida en dicha causal genérica.
2) Sanción por ILICITUD de la causa.
Según se desprende del artículo 1682 del Código Civil, la sanción será la nulidad absoluta,
cuestión no discutida en la doctrina.
Cabe indicar que no obstante declararse la nulidad del acto o contrato por falta de causa o causa
ilícita, podrá operar una excepción, conforme al art. 1468 del CC., a los efectos de dicha declaración,
que naturalmente retrotraen a las partes al mismo estado en el que se encontraban al ejecutar o
celebrar el acto o contrato. En el caso del art. 1468, que castiga la mala fe de uno de los
contratantes, no operará el principio general aludido.
23.Formalidades y solemnidades.
FORMALIDADES
Concepto: Las formalidades son los requisitos externos con que deben ejecutarse o celebrarse
algunos actos jurídicos, por disposición de la ley.
Los actos a los cuales la ley no exige ninguna formalidad, se denominan consensuales o no
formales. A contrario sensu, nos encontraremos ante actos formales.
CLASIFICACIÓN
Hay diversas clases de formalidades cuya infracción conlleva sanciones diferentes. Distinguimos al
respecto cuatro clases de formalidades:
1° Las solemnidades propiamente tales.
2° Las formalidades habilitantes.
3° Las formalidades de prueba o “ad probationem”.
4° Las formalidades de publicidad.
5° Solemnidades voluntarias
El género es por tanto la formalidad y la solemnidad es una especie de formalidad.
2. FORMALIDADES HABILITANTES
Concepto: “Son los requisitos externos exigidos por la ley, en atención a la calidad o estado de
las personas que ejecutan o celebran el acto o contrato”.
La ley, velando por los intereses de los relativamente incapaces, exige, para la validez o eficacia
de ciertos actos jurídicos, el cumplimiento de formalidades que tienden a integrar la voluntad de
aquellos o el poder de sus representantes legales.
Se denominan habilitantes, porque habilitan a los incapaces para actuar en la vida jurídica.
En ciertos casos, también protegen a personas capaces, como acontece con la mujer casada en
sociedad conyugal o al cónyuge no propietario, en el caso de los bienes familiares.
CLASIFICACIÓN
Las formalidades habilitantes varían según el incapaz o persona de que se trate. En teoría se
distinguen tres tipos de formalidades habilitantes:
1. Autorización
2. Asistencia.
3. Homologación.
1.Autorización.
“Es el permiso que confiere el representante legal de un relativamente incapaz o la autoridad
judicial para que dicho incapaz ejecute o celebre un acto jurídico. También opera la autorización en
casos en que no intervienen incapaces, como los previstos a propósitos de los bienes familiares y la
sociedad conyugal”.
Ejemplos:
1. Art. 254, autorización al padre o madre para enajenar o gravar los inmuebles o el derecho de
herencia del hijo no emancipado.
2. Art. 393, autorización al guardador para enajenar o gravar ciertos bienes de su pupilo.
3. Art. 398, autorización al guardador para repudiar una donación o legado hechos al pupilo.
4. Art. 402, inc. 2º, autorización al guardador para donar muebles del pupilo.
5. Art. 142, autorización al cónyuge propietario, para que pueda gravar o enajenar el bien familiar.
6. Art. 1749, autorización al marido casado en sociedad conyugal para gravar y enajenar ciertos
bienes de la sociedad conyugal o para celebrar determinados contratos que inciden en los
mismos.
7. Art. 1754, autorización al marido casado en sociedad conyugal para gravar y enajenar ciertos
bienes propios de la mujer o para celebrar determinados contratos que incidan en los mismos.
8. Art. 1759, autorización a la mujer casada en sociedad conyugal para gravar y enajenar ciertos
bienes de la sociedad conyugal o para celebrar determinados contratos que incidan en los
mismos; etc.
2.Asistencia.
“Consiste en la concurrencia del representante legal, al acto que el relativamente incapaz celebra,
colocándose jurídicamente al lado de éste”.
La asistencia y la autorización suponen la actuación del propio incapaz, y sólo difieren en que la
segunda es un asentimiento dado de antemano, mientras que la primera implica un asentimiento
coetáneo al acto mismo. En la práctica, son lo mismo.
Ejemplo:
Un ejemplo de asistencia encontramos en el art. 1721, respecto a las capitulaciones
matrimoniales convenidas por el menor adulto con 16 años cumplidos.
3.Homologación
“Es la aprobación por la autoridad judicial de un acto ya celebrado, previo control de su
legitimidad. Sólo después de este control y la aprobación consiguiente, el acto adquiere eficacia”.
Ejemplos:
1. El art. 1342 del Código Civil, la partición en que intervienen determinadas personas. El juez
debe examinar si se han respetado las exigencias legales que tienden a resguardar los
intereses de las personas protegidas por la ley.
2. Lo mismo ocurre en el caso del art. 2451, que dispone que “La transacción sobre alimentos
futuros de las personas a quienes se deban por ley, no valdrá sin aprobación judicial”.
3. Igualmente, la aprobación por el juez de familia, en el caso de los acuerdos que se adopten
ante el mediador (art. 111 de la Ley sobre Tribunales de Familia).
SANCIÓN
RG → Nulidad Relativa.
Excepcionalmente → Inoponibilidad (1749).
La omisión de las formalidades habilitantes produce, por regla general, la nulidad relativa (art.
1682, inciso final). Excepcionalmente, la sanción podría ser otra (por ejemplo, la inoponibilidad, en
dos de los casos previstos en el art. 1749, referido a la autorización que la mujer debe otorgar al
marido, para ciertos actos o contratos).
SANCIÓN
Si se omiten estas formalidades, la sanción consistirá en privar a las partes de un medio de prueba
que les permita acreditar el contrato y sus obligaciones, y además, eventualmente, hacer fe de lo que
declare una de las partes contratantes por sobre lo que declare la otra de las partes del contrato:
1. En algunos casos, la ley prohíbe acreditar el acto o contrato con un determinado medio
de prueba.
Por ejemplo, los arts. 1708 y 1709 del Código Civil, establecen en qué casos, el acto jurídico debe
constar por escrito, so pena de no poder acreditarlo mediante la prueba de testigos. La omisión de la
formalidad de prueba –que el acto conste por escrito-, por ende, no acarrea la nulidad del acto
jurídico, sino que restringe la forma de probarlo. En el caso indicado, el acto y sus obligaciones
podrán probarse por los demás medios de prueba, excluyendo la de testigos.
2. En otros casos, además de la sanción precedente, la ley presume que lo declarado por una
de las partes contratantes, corresponde a la verdad.
Por ejemplo, el art. 20 de la Ley Nº 18.101 sobre arrendamiento de predios urbanos, dispone que
“En los contratos de arrendamiento regidos por esta ley que no consten por escrito, se presumirá que
la renta será la que declare el arrendatario”. Por ende, la omisión de la formalidad probatoria
perjudicará al arrendador.
De igual manera, el art. 2217 del Código Civil, en las normas del depósito, establece lo siguiente:
“Cuando según las reglas generales deba otorgarse este contrato por escrito, y se hubiere omitido
esta formalidad, será creído el depositario sobre su palabra, sea en orden al hecho mismo del
depósito, sea en cuanto a la cosa depositada, o al hecho de la restitución”.
1) De Simple Noticia:
“Tienen por objeto llevar a conocimiento de los terceros en general, las relaciones jurídicas que
puedan tener interés en conocer”.
Sanción
La falta de publicidad-noticia tiene por sanción la responsabilidad de quien debió cumplir la
formalidad y no lo hizo; debe indemnizar a los que sufrieron un perjuicio a causa de la infracción.
El fundamento de esta responsabilidad reside en el art. 2314 del CC.
Un ejemplo de esta clase de formalidad de publicidad, son las publicaciones que deben efectuar
las sociedades anónimas dando cuenta de “hechos esenciales”; otro caso es el relativo a la
notificación al público por medio de tres avisos publicados en un periódico, de los decretos de
interdicción provisoria o definitiva del demente o del disipador (arts. 447 y 461 del Código Civil).
2) Sustanciales:
Tienen por objeto no sólo divulgar los actos jurídicos sino también precaver a los llamados terceros
interesados, que son los que están o estarán en relaciones jurídicas con las partes.
Sanción
La falta de publicidad sustancial tiene como sanción la ineficacia del acto jurídico respecto de
terceros, o sea, la inoponibilidad.
Un ejemplo de esta clase de formalidad de publicidad es la exigencia del art. 1902 del Código Civil,
en orden a notificar al deudor, cuando operó la cesión del crédito.
Otro ejemplo encontramos en la Ley Nº 20.190, que regula la prenda sin desplazamiento. Su art.
25 dispone que el derecho real de prenda se adquirirá, probará y conservará por la inscripción del
contrato de prenda en el Registro de Prendas sin Desplazamiento, a cargo del Servicio de Registro
Civil e Identificación. Agrega que a partir de esa fecha, la prenda será oponible a terceros. Esta es la
regla general. Puede suceder, sin embargo, que la especie prendada esté sujeta a inscripción
obligatoria en algún otro registro (como en el caso de los automóviles o de las naves menores, por
ejemplo), en cuyo caso la prenda será inoponible a terceros, mientras no se anote una referencia del
contrato de prenda al margen de la inscripción correspondiente. Así, por ejemplo, si lo prendado
fuere un vehículo motorizado, deberán practicarse dos inscripciones en el Servicio de Registro Civil e
Identificación: la primera, en el Registro de Prendas sin Desplazamiento; y la segunda, en el Registro
Nacional de Vehículos Motorizados.
5. SOLEMNIDADES VOLUNTARIAS
La ley es la que da a un acto el carácter de solemne o no solemne. Las partes, sin embargo,
pueden hacer solemne un acto que por exigencia de la ley no tiene tal naturaleza.
Por ejemplo, si se pacta que la compraventa de ciertos bienes muebles se celebrará por escrito:
art. 1802 del CC. En este caso, la ley confiere a las partes el derecho a retractarse de la celebración
del contrato. Lo mismo se contempla en el art. 1921, a propósito del contrato de arrendamiento.
Por lo demás, si las partes celebran el contrato sin cumplir con la formalidad voluntariamente
acordada, se entenderá que han renunciado tácitamente a la señalada formalidad.
1) Terceros Absolutos: Son las personas extrañas a la formación del acto jurídico y que no
están ni estarán en relaciones jurídicas con las partes.
Es decir, son y continuarán siendo extraños al acto jurídico. Respecto a los terceros absolutos, el
acto jurídico no produce efectos, principio que constituye la contrapartida a la norma del art. 1545 del
Código Civil, respecto de las partes del contrato.
2) Terceros Relativos: “Son aquéllos que si bien no han generado el acto jurídico, están o
estarán en relaciones jurídicas con las partes, sea por su propia voluntad o por disposición de
la ley”.
Son también llamados “interesados”.
Dice Giovene que la idea jurídica de terceros relativos presupone, por una parte, un acto al cual el
tercero es extraño, y por otra parte, un nuevo acto o hecho jurídico en general, en el que esta
persona es parte con relación a uno de los sujetos del primer acto y en virtud del cual, llega,
necesariamente, a encontrarse en relación con el otro sujeto que intervino en el primer acto, a
consecuencia del contenido de las dos estipulaciones.
Subclasificación de los Terceros Relativos
A su vez, entre los terceros relativos o interesados distinguimos dos categorías: los
causahabientes y, a juicio de una parte de la doctrina, los acreedores comunes del deudor:
1) Los causa-habientes:
“Son aquellas personas que se le transfieren o transmiten derechos y obligaciones”.
Trata de una expresión genérica empleada para designar cualquiera persona que deriva el todo o
parte de sus derechos de otra persona que se llama su “autor” o “causante” y que, desde el punto de
vista de estos derechos, se encuentra en el lugar y situación de su autor”.
2) A Título Universal:
Son aquellos a quienes se transmiten todos los derechos y obligaciones transmisibles del autor o
de una parte o de una cuota de tales derechos y obligaciones transmisibles (arts. 951 y 1097).
Sólo se puede ser sucesor a título universal por causa de muerte y no por acto entre vivos.
*Crítica → De acuerdo a nuestra legislación, los herederos representan al causante y son sus
continuadores de su personalidad, por lo que, conforme algunos autores, no cabe atribuirles la
calidad de terceros, atendido que asumen jurídicamente la calidad de parte en los actos y contratos
que celebró el causante.
Generalidades:
Concepto: “El efecto relativo de los actos jurídicos dice relación con que estos solo producirán
efectos entre las partes y no aprovecharán ni van a perjudicarán a terceros”.
El efecto relativo de los contratos es una expresión de la autonomía de la voluntad: sólo me obligo
por mí voluntad y sólo los que manifiestan su voluntad (las partes) se obligan. Este ppio se opone al
efecto expansivo de los contratos.
La ley ha consagrado una serie de excepciones al efecto relativo (en que un contrato sí genera
derechos y obligaciones respecto de terceros), y además se ha comenzado a reconocer el
denominado efecto absoluto o expansivo de los contratos.
Excepciones al efecto relativo de los contratos
Tienen lugar cuando un tercero absoluto resulta obligado o favorecido en un contrato ajeno, es
decir, cuando un contrato crea un derecho o una obligación a un tercero absoluto.
Este sería el caso de la estipulación en favor de otro (art. 1449 del Código Civil): en ella son
partes el estipulante y el promitente. El beneficiario no es parte pero es el único que puede solicitar el
cumplimiento pero no la resolución. Así, en este caso habría una excepción al efecto relativo porque
un tercero es acreedor de un contrato ajeno. Sin embargo, ciertos autores afirman que tal excepción
no es tal, atendido que para que siempre se va a requerir la aceptación del beneficiario, con lo cual
pasaría a ser parte del acto jurídico.
En lo que toca a la promesa de hecho ajeno, ésta no es una excepción al efecto relativo, porque
para surtir efectos requiere de la aceptación del tercero y con eso deja de ser un tercero absoluto.
Un caso en que la ley contempla una clara excepción se encuentra en el art. 1645, relativo a la
novación: cuando ésta se produce entre el acreedor y uno de los deudores solidarios, dicha novación
libera a los codeudores solidarios o subsidiarios que no han sido parte en ella, y que, por tanto, no
accedieron a la novación.
26.Inexistencia.
LA INEXISTENCIA JURÍDICA
Concepto: “La inexistencia jurídica es la sanción que tienen los actos jurídicos celebrados con
omisión de uno de los requisitos necesarios para su existencia en el mundo del Derecho”.
En otras palabras, el acto es jurídicamente inexistente cuando falta la voluntad, el objeto, la causa
o las solemnidades establecidas para la existencia del acto jurídico.
La inexistencia jurídica supone la existencia material o de hecho de un acto, pero carente de
existencia en el campo del Derecho. Y como carece de toda existencia jurídica, necesariamente
opera ipso iure, no es susceptible de saneamiento alguno y por ende la acción para solicitar su
constatación sería imprescriptible.
ORIGEN DE LA TEORÍA DE LA INEXISTENCIA
La teoría de la inexistencia jurídica, en los términos con los que hoy se expone, fue formulada a
principios del siglo XIX por el jurisconsulto alemán K.S. Zachariae en sus comentarios al Código de
Napoleón, y la expuso a propósito del matrimonio. En particular, en el ordenamiento francés existe
una regla que tiene contornos de axioma, conforme a la cual “no hay nulidad sin texto” (pas de nullité
sans texte).
Por ende, tratándose del matrimonio no hay más nulidades que las que la ley expresamente
señala. Sin embargo, el texto de la ley no establecía expresamente la nulidad para los matrimonios
entre personas del mismo sexo, lo que, conforme al antedicho axioma, implicaría que el mismo no
era nulo, sino que válido, lo que representaba una incompatibilidad ideológica. Para darle una
solución a este problema, se indicó que, para que el matrimonio exista, la ley supone necesariamente
el acuerdo entre un hombre y una mujer de modo que si el acuerdo es entre dos personas del mismo
sexo, el matrimonio no puede existir y por esto, se concluía, el legislador no necesitó siquiera
declarar su falta de eficacia.
Más tarde, la concepción de la inexistencia jurídica se extendió a los actos patrimoniales.
2. Doctrina que AFIRMA que el Código Civil distingue entre inexistencia y nulidad
absoluta. (postura Luis Claro Solar).
Por su parte, los que afirman la teoría de la inexistencia dentro de nuestro Código dan los
siguientes argumentos:
1) Dos preceptos del Código Civil demuestran claramente que el legislador chileno distingue la
inexistencia de la nulidad.
El primero de ellos (art. 1444) dice que si falta una de las cosas esenciales al perfeccionamiento
de un contrato como tal, no produce efecto alguno, o degenera en otro contrato diferente; no declara
que el contrato al cual falta ese requisito esencial, sea nulo.
El otro precepto (art. 1681) dispone que “es nulo todo acto o contrato a que falta alguno de los
requisitos que la ley prescribe para el valor del mismo acto o contrato, según su especie y la calidad
o estado de las partes”; no dice que el acto o contrato sea nulo si falta alguno de los requisitos
exigidos para su existencia, sino que se refiere a requisitos prescritos para el valor, para la
validez, del acto o contrato.
La distinción entre la inexistencia y la nulidad aparece de manifiesto en muchos artículos del
Código (arts. 1701, 1801, 1802, 1809, 1814, 2027, 2055, 2057, etc.).
Por ejemplo, el art. 1701 dice que la falta de instrumento público, no puede suplirse por otra
prueba en los actos y contratos en que la ley requiere esa solemnidad, y se mirarán como no
ejecutados o celebrados aun cuando en ellos se prometa reducirlos a instrumento público dentro de
cierto plazo, bajo una cláusula penal: esta cláusula no tendrá efecto alguno. Exigido el instrumento
público como solemnidad para el perfeccionamiento del acto o contrato, éste no existe ante la ley y
debe mirarse, no como nulo, como defectuoso, sino como no ejecutado el acto y no celebrado el
contrato; los interesados nada han hecho, aunque se comprometan a reducirlo a escritura pública
dentro de determinado plazo, bajo una cláusula penal; esta cláusula no tendrá efecto alguno porque
no puede garantizar un acto o contrato que no tiene existencia, que no puede producir efecto civil
alguno.
En todos los casos de los artículos anteriormente citados la ley se refiere a la existencia del acto o
contrato y establece que ese acto o contrato no ha llegado a perfeccionarse; no es tal acto o contrato,
y no lo califica de nulo, porque lo que no existe no es válido o nulo, sino que es la nada.
2) Es perfectamente refutable la tesis contraria según la cual los actos y contratos de los
absolutamente incapaces debiera sancionarlos la ley con la inexistencia si ésta se encontrara
en la mente de aquélla, y no, como lo hace, con la nulidad absoluta. Como dice CLARO
SOLAR “la incapacidad absoluta o natural de los dementes, los impúberes y los sordomudos
que no pueden darse a entender por escrito, proviene de su falta de discernimiento e
imposibilidad de tener y manifestar una voluntad consciente.
En el hecho, estas clases de personas no consienten en el acto o contrato que ejecutan, no
pueden dar a conocer su verdadera voluntad y podría decirse que falta en el acto o contrato el
consentimiento y no puede perfeccionarse; pero como pueden aparentemente consentir, la ley
expresamente declara que adolece de nulidad absoluta el acto o contrato de las personas
absolutamente incapaces, y había dicho ya que sus actos no producen ni aun obligaciones naturales
y no admiten caución (art. 1447)”.
3) El art. 1682 no sanciona expresamente la falta de objeto, de causa y de consentimiento y como
las nulidades absolutas son de derecho estricto, habría que concluir que en estos casos la
sanción de los actos o contratos en que faltan esos requisitos sería la nulidad relativa, que es la
regla general, lo cual sería una aberración. A esta conclusión no se arriba si se admite la
sanción de la inexistencia jurídica.
El argumento anterior se rebate observando que el Código Civil establece que “la nulidad
producida por un objeto o causa ilícita, y la nulidad producida por la omisión de algún requisito o
formalidad que las leyes prescriben para el valor de ciertos actos o contratos en consideración a la
naturaleza de ellos, y no a la calidad o estado de las personas que los ejecutan o acuerdan, son
nulidades absolutas” (art. 1682 inc. 1º). Es evidente que la falta de objeto, causa y consentimiento
está incluida en el texto copiado al sancionar con la nulidad absoluta “la omisión de algún requisito…
que las leyes prescriben para el valor de ciertos actos o contratos en consideración a la naturaleza de
ellos, y no a la calidad o estado de las personas que los ejecutan o acuerdan”.
4) Es cierto que el Código habla especialmente de la nulidad de los actos jurídicos al tratar de la
declaración de nulidad y de la rescisión como medio de extinguir las obligaciones, pero esto no
significa que los actos inexistentes queden comprendidos entre los actos nulos, pues los actos
inexistentes no producen obligaciones y no puede, por lo mismo, tratarse de la extinción de las
obligaciones con respecto a tales actos que no las producen.
SANEAMIENTO
El acto inexistente no puede sanearse (adquirir existencia).
El acto que tiene un vicio de nulidad puede sanearse o validarse.
NULIDAD
NULIDAD ABSOLUTA
Concepto: “Es la sanción a todo acto o contrato a que falte alguno de los requisitos que la ley
prescribe para el valor del acto o contrato, según su especie”.
CAUSALES
De acuerdo con el art. 1682, las causales de nulidad absoluta son las siguientes:
1) El objeto ilícito.
2) La causa ilícita.
3) La incapacidad absoluta.
4) La omisión de requisitos o formalidades que las leyes prescriben para el valor de ciertos actos
o contratos, en consideración a la naturaleza de ellos.
Para quienes no aceptan la teoría de la inexistencia en el derecho civil chileno, a las causales
anteriormente mencionadas cabe agregar las siguientes:
5) La falta de voluntad.
6) La falta de objeto.
7) La falta de causa.
8) El error esencial (sin perjuicio de que algunos lo sancionan con nulidad relativa).
9) La omisión de requisitos o formalidades que las leyes prescriben para la existencia de ciertos
actos o contratos, en consideración a la naturaleza de ellos.
2. La nulidad absoluta puede y debe ser declarada por el juez, aun sin petición de parte,
cuando aparece de manifiesto en el acto o contrato.
Manifiesto: descubierto, patente, claro. De la simple lectura del instrumento en que consta el acto,
el juez advierte la existencia del vicio, sin necesidad de relacionarlo con ninguna otra prueba o
antecedente.
Principio procesal general: en materia civil, el juez puede actuar sólo a petición de parte. Una de
las excepciones es la obligación de declarar la nulidad absoluta de oficio cuando el vicio aparece de
manifiesto.
Resulta obvio que para que el juez esté obligado a declarar la nulidad absoluta que aparece de
manifiesto en el acto o contrato es que exista un juicio o pleito y que en él se haga valer ese acto o
contrato.
3. La declaración de la nulidad absoluta puede también pedirse por el ministerio público en el
interés de la moral o de la ley.
Conforme al art. 350 del COT, el ministerio público es un organismo auxiliar de la administración
de justicia que se encuentra compuesto por el fiscal de la Corte Suprema y por los fiscales de las
Cortes de Apelaciones.
El ministerio público a que se refiere el Código Civil es el recién indicado, y no el organismo del
mismo nombre que participa del Proceso Penal.
El interés que lo faculta no es pecuniario. La nulidad absoluta es de orden público y mira al interés
general de la sociedad, por lo que se le concede la facultad de solicitar la declaración en el solo
interés de la moral o de la ley. La ley no requiere que el vicio aparezca de manifiesto.
LA NULIDAD ABSOLUTA NO PUEDE SANEARSE POR LA RATIFICACIÓN DE LAS PARTES
Así lo dice expresamente el Código Civil (art. 1683 parte final). La ratificación importa dar por
válido un acto jurídico que no lo es. Se traduce en la renuncia a pedir la declaración de nulidad del
acto legalmente vicioso. La imposibilidad de ratificación se explica porque la nulidad absoluta se
encuentra establecida en el interés general, que no puede quedar supeditado por la voluntad
particular.
DEL “SANEAMIENTO” DE LA NULIDAD ABSOLUTA POR EL TRANSCURSO DEL TIEMPO.
Plazo → 10 años.
Conforme al art. 1683, y de acuerdo a la doctrina mayoritaria, la nulidad absoluta no puede
sanearse por un lapso que no pase de diez años. Después de este plazo no puede alegarse la
nulidad absoluta, y la razón se encuentra en la necesidad de consolidar los derechos al cabo de
cierto tiempo. La prescripción de que se habla pone término al derecho de alegar la nulidad sea como
acción o excepción.
El plazo se cuenta desde la fecha en que se celebró el acto o contrato nulo, porque desde
entonces podía hacerse valer la acción de nulidad. Así se concluye aplicando el mismo principio que
informa al precepto del Código Civil según el cual el tiempo de prescripción extintiva se cuenta desde
que la obligación se haya hecho exigible (art. 2514 inc. final).
Sobre la materia, cabe indicar que parte de la doctrina estima que el art. 1683, más allá de las
palabras que emplee, no contempla realmente una hipótesis de “saneamiento”, ya que
dogmáticamente no es posible que el mero transcurso del tiempo transforme en legal y regular lo que
en principio no lo fue. En este sentido, BARAONA sostiene que esta forma de saneamiento debe
entenderse como una caducidad de derechos, respecto de quienes tenían derecho o la facultad de
impugnar el acto (juez, partes, terceros interesados, ministerio público). Agrega este autor que su
efecto es consolidar los desplazamientos patrimoniales: el acto, al no ser impugnado, se convierte,
por el lapso de 10 años, de título injusto a título justo, permitiendo que pueda operar el modo de
adquirir prescripción adquisitiva. En este sentido, el art. 705 habla de la validación del título posesorio
“por otro medio legal”, que en este caso es el transcurso del tiempo contemplado en el art. 1683.
NULIDAD RELATIVA
DEFINICIÓN Y FUNDAMENTO
Concepto: Nulidad relativa es la sanción legal impuesta a los actos celebrados con prescindencia
de un requisito exigido en atención a la calidad o estado de las partes.
La nulidad relativa no se encuentra establecida en el interés de la moral y de la ley, no protege los
superiores intereses de la colectividad, sino los de ciertas y determinadas personas en cuyo beneficio
el legislador la establece.
CAUSALES
El Código Civil después de enumerar los casos de nulidad absoluta dice: “Cualquiera otra especie
de vicio produce nulidad relativa, y da derecho a la rescisión del acto o contrato” (art. 1682).
Rescisión equivale a anulación.
Los casos en que tiene lugar la nulidad relativa los siguientes:
1) Los actos de los relativamente incapaces.
2) El error sustancial.
3) El error en la calidad accidental, cuando dicha calidad haya sido el principal motivo que tuvo una
parte para contratar y este fue conocido por la otra.
4) El error en la persona, en los casos en que es relevante.
5) La fuerza grave, injusta y determinante.
6) El dolo determinante, que en los actos bilaterales debe ser además obra de una de las partes.
7) La omisión de formalidades exigidas en consideración al estado o calidad de las personas que
celebran o ejecutan el acto.
8) La lesión, en los casos previstos por la ley.
CARACTERÍSTICAS
De la circunstancia de hallarse establecida la nulidad relativa en interés particular, a favor de las
personas que la ley indica, se desprenden las siguientes características:
1) Sólo están legitimados para alegar la nulidad relativa aquéllos en cuyo beneficio la han
establecido las leyes.
2) La nulidad relativa puede sanearse por el transcurso del tiempo, y
3) La nulidad relativa puede sanearse por la ratificación e las partes.
Características de la ratificación:
1) AJ unilateral: Pues únicamente requiere de la voluntad del confirmante.
2) AJ accesorio, y en particular dependiente, pues no puede subsistir sin el acto o contrato que
se convalida, que le sirve de sustento.
3) Irrevocable: Pues quien confirma un acto rescindible no podrá con posterioridad desconocer la
confirmación y solicitar la rescisión del acto que ha convalidado.
4) Opera con efecto retroactivo: Lo que significa que, confirmado el acto, por una ficción legal se
supone que siempre ha sido válido y que jamás ha adolecido de un vicio de nulidad relativa.
Requisitos de la ratificación:
1) Sólo opera tratándose de un vicio que la ley sanciona con nulidad relativa.
2) Tanto la ratificación expresa como la tácita, para ser válidas, deben emanar de la parte o
partes que tienen derecho para alegar la nulidad (art. 1696).
3) La persona que ratifica debe ser capaz de contratar; no vale la ratificación expresa o tácita del
que no es capaz de contratar (art. 1697), a menos que, obviamente, lo haga debidamente
representado o autorizado.
4) Debe realizarse en tiempo oportuno, esto es, antes de la declaración de nulidad.
5) Debe efectuarse después de haber cesado la causa de invalidez. Para ser eficaz la
confirmación no debe estar afectada del mismo vicio que hace rescindible el acto que se trata
de ratificar, y debe hacerse con conocimiento del vicio del acto y del correspondiente derecho
de exigir la nulidad, y con intención de confirmarlo.
6) Tratándose de la confirmación expresa, “deberá hacerse con las solemnidades a que por la ley
está sujeto el acto o contrato que se ratifica” (art. 1694).
EFECTOS DE LA NULIDAD
Conceptos generales:
Para que se produzcan los efectos, es necesaria la existencia de una sentencia judicial firme o
ejecutoriada que declare la nulidad del acto. Antes de la sentencia, el acto produce todos sus efectos,
como si fuera válido. No hay diferencias entre la nulidad absoluta y relativa en cuando a los efectos
de la nulidad judicialmente declarada.
Por eso las disposiciones que tratan de este punto (arts. 1687 y 1689) se refieren a los efectos de
ambas nulidades, sin distinción alguna.
Con anterioridad a la dictación de la sentencia, el acto anulable produce sus efectos, pero
expuesto a que sea declarado inválido.
2) Si el acto o ctto ha sido cumplido total o parcialmente por una o ambas partes:
Opera → Art. 1687.
PRESTACIONES MUTUAS: “Esta institución nace en virtud de acción reivindicatoria, pero en lo
que respecta a la nulidad va a ser el mecanismo que la ley establece para que las partes puedan
exigirse recíprocamente la restitución de todo lo que hubieren entregado en virtud de un acto o ctto,
de manera que las partes queden en un estado como si jamás se hubiera celebrado el acto o ctto”.
Para concretar estas restituciones recíprocas que retrotraen a las partes al estado anterior al del
acto o contrato, habrá que estar a lo dispuesto en los arts. 904 a 915, que reglamentan las
prestaciones mutuas que operan entre el poseedor vencido y el dueño, cuando el último interpuso
acción reivindicatoria. Operan estas normas, pues constituyen “las reglas generales” a que alude el
inciso 2º del art. 1687.
En ciertos casos, sin embargo, no operan estas prestaciones mutuas, o sólo operan parcialmente,
castigándose a los que actuaron de mala o buena fe.
Así, el acto que adolece de un vicio de nulidad produce todos los efectos que le son propios. Pero
declarada judicialmente la nulidad, ésta impide que el acto produzca efectos para el futuro y, al
mismo tiempo, como la nulidad opera con efecto retroactivo, se entiende que el acto nulo nunca
existió, que jamás produjo efecto alguno. Por ende, las personas que celebraron el acto nulo vuelven
al mismo estado o situación en que se hallaban con anterioridad a su celebración, lo que puede
imponer, por una parte, o a ambas, la obligación de efectuar determinadas prestaciones a conseguir
ese retorno al estado o situación anterior.
2) El caso en el que se prohíbe repetir lo que se haya dado o pagado por un objeto o causa ilícita
a sabiendas (art. 1468). Se trata de una sanción a la mala fe del contratante.
3) El que contrató con el incapaz sin los requisitos que la ley exige, no podrá pedir la restitución o
reembolso de lo que gastó o pagó en virtud del contrato (art. 1688).
*Contra-excepción, fundada en el enriquecimiento sin causa: si se prueba que, a consecuencia
del contrato, se hizo más rica con ello el, en ese caso podrá pedir la restitución o reembolsó de lo
que gastó o pagó en virtud del ctto.
Para zanjar dificultades, la ley preceptúa que se entenderá haberse hecho más rico el incapaz:
1. En cuanto las cosas pagadas o las adquiridas por medio de ellas, le hubieren sido necesarias
(por ejemplo, porque invirtió lo que percibió en adquirir otra cosa).
2. O en cuanto las cosas pagadas o las adquiridas por medio de ellas, que no le hubieren sido
necesarias, subsistan y se quisiere retenerlas.
4) Situación de la persona que debiendo restituir la cosa adquiere su dominio por prescripción:
Se refiere a cuando la persona adquiere por tradición, y luego se anula la tradición o el título
traslaticio. La nulidad impide que la tradición transfiera el dominio, pero no obsta a la adquisición
de la posesión.
El poseedor puede adquirir el dominio por prescripción, en este caso extraordinaria, pues su
posesión es irregular (el título en que se funda no es justo, Art. 704 N° 3 CC). Así, el poseedor
puede retener la cosa que debía restituir.
La posibilidad de que a la fecha de la demanda el poseedor ya haya adquirido el dominio se da
en el caso de que el demandante esté en tiempo porque el cuadrienio no había empezado a
correr o quedaba un residuo
5) En el caso de la rescisión del contrato de compraventa por lesión enorme, el vendedor deberá
restituir el precio y el comprador la cosa, con intereses (el precio) y frutos (la cosa), pero sólo
aquellos devengados (los intereses) o percibidos (los frutos) desde la notificación de la demanda
correspondiente
Art. 1890, inciso 2º (el precepto alude a “la fecha de la demanda”, pero debe entenderse por tal la
fecha en que ésta se notifica). La excepción consiste en que no se pagan todos los intereses
devengados o los frutos percibidos desde la fecha del contrato o desde la contestación de la
demanda, sino sólo aquellos devengados o percibidos a partir de la fecha en que se notificó la
demanda.
-En la misma hipótesis de lesión enorme, nada se pagará por los gastos que hubiere
ocasionado el contrato (artículo 1890, inciso 2º).
-También a propósito de la rescisión de la compraventa por lesión enorme, el vendedor,
conforme al art. 1894, no podrá pedir cosa alguna en razón de los deterioros que haya sufrido la
cosa, excepto en cuanto el comprador hubiere aprovechado de ellos (norma similar a la del art.
906). El comprador, entonces, se considera de buena fe, durante el tiempo en que se produjo el
deterioro de la cosa, a menos que se hubiere aprovechado del menoscabo
6) Los casos de obligaciones nulas pero naturales contemplados en los números 1 y 3 del art.
1470: ello, porque el acreedor podrá retener lo que se dio o pagó en razón de tales obligaciones.
Crítica a la distinción en virtud si las obligaciones han sido cumplidas o no por las partes
**Esta distinción tiene imprecisiones, es insatisfactoria para los contratos reales.**
Tal distinción, conforme a VIAL, presenta imprecisiones que no la hacen aconsejable. Así ocurre,
por ejemplo, con los contratos reales, de los cuales emana la obligación de restituir. De seguirse la
doctrina tradicional, de declararse nulo un contrato real en el cual aún no se ha restituido la cosa,
implicaría que la obligación de restituir se extinguiría sin más, lo que a todas luces es injusto y
contradice el espíritu del art. 1687.
Ej. Comodato. Si se declara la nulidad del comodato, ¿significa que la obligación de restituir, cuyo
cumplimiento está pendiente, se extingue sin más? La respuesta negativa se impone por lo injusto
que sería. La obligación de restituir se ha extinguido, pero el efecto retroactivo de la nulidad impone
al comodatario la restitución de la cosa, no en virtud del contrato nulo, sino como consecuencia del
Art. 1687 CC.
Entonces, cabe agregar a la regla de que, si el acto engendró obligaciones que no se han
cumplido, éstas simplemente se extinguen, pero solo si con ello se puede volver al estado anterior. Si
no es así, deberán las partes efectuar las prestaciones tendientes a restituir lo recibido.
Hay casos excepcionales que derivan de textos legales, en que la nulidad judicialmente
pronunciada no da acción reivindicatoria contra terceros poseedores (art. 1689). Estos casos
son:
1) La rescisión de la CV de un bien raíz por lesión enorme.
Se observan 2 excepciones:
1. Dispone la ley que no caducan las hipotecas u otros gravámenes constituidos sobre la cosa (art.
1895). En efecto, si el comprador está obligado a purificar la cosa de los gravámenes, significa
que ellos no han caducado por la sola declaración de rescisión.
2. Además, si el comprador enajena la cosa (en su sentido restringido: transfiere el dominio), no
puede pedirse la rescisión por lesión enorme (art. 1893).
3) El caso del heredero indigno que enajena bienes de la herencia. Víctor Vial del Río, agrega
también el caso del heredero indigno, que había enajenado bienes de la sucesión, caso en el cual
los herederos sólo tendrán acción contra los terceros adquirentes, cuando éstos estaban de mala
fe (artículos 974 y 976 del Código Civil).
Sin embargo, no estamos de acuerdo con que esta hipótesis constituya una excepción a los
efectos de la nulidad judicialmente declarada, pues la enajenación hecha por el heredero indigno
no es nula, sino que inoponible al resto de la sucesión, y por ello, procede contra los terceros
acción reivindicatoria, salvo que éstos hubieren adquirido de buena fe.
4) Algunos autores agregan el caso de los arts. 93 y 94 N° 4, referido a la muerte presunta, pero en
realidad, aun cuando la ley habla de “rescisión” del decreto de posesión definitiva, estaríamos ante
un caso de revocación. No se trataría por ende de una hipótesis de nulidad.
5) Finalmente, también se menciona el caso del art. 1432 N° 2, con relación a los arts. l425 y 1426,
todos relativos a la donación.
29.Saneamiento de la nulidad.
10-4
V. DE LOS BIENES
1) Cosas Corporales: “Son las que tienen un ser real y que pueden ser percibidas por los
sentidos”.
Art. 565: Los bienes consisten en cosas corporales o incorporales.
Corporales son las que tienen un ser real y pueden ser percibidas por los sentidos, como una casa,
un libro.
Incorporales las que consisten en meros derechos, como los créditos, y las servidumbres activas
2) Cosas Incorporales: “Son las que consisten en meros derechos” (art. 565).
Luego el art. 576 nos señala lo siguiente:
Art. 576: Las cosas incorporales son derechos reales o personales.
1. DERECHOS REALES
Art. 577: Derecho real es el que tenemos sobre una cosa sin respecto a determinada persona.
Son derechos reales el de dominio, el de herencia, los de usufructo, uso o habitación, los de
servidumbres activas, el de prenda y el de hipoteca. De estos derechos nacen las acciones reales.
Entonces son derechos reales: (es taxativo, sin perjuicio de los establecidos en leyes especiales).
1. Dominio.
2. Herencia.
3. Usufructo.
4. Uso o habitación.
5. Servidumbres activas.
6. Prenda.
7. Hipoteca.
*Fuera del CC: Está el derecho de conservación, el derecho de aprovechamiento de aguas y el
derecho del concesionario de obras públicas.
2. DERECHOS PERSONALES
Concepto:
Art. 578: “Derechos personales o créditos son los que sólo pueden reclamarse de ciertas
personas, que, por un hecho suyo o la sola disposición de la ley, han contraído las obligaciones
correlativas; como el que tiene el prestamista contra su deudor por el dinero prestado, o el hijo contra
el padre por alimentos. De estos derechos nacen las acciones personales”.
El derecho personal es la contrapartida de la obligación del deudor. Tratándose de esta clase de
derechos, el acreedor tiene la facultad para exigir del deudor el cumplimiento de una prestación, que
podrá consistir en dar, hacer o no hacer.
CARÁCTER ILIMITADO DE LOS DERECHOS PERSONALES
A diferencia de lo que acontece con los derechos reales, los derechos personales son ilimitados,
pueden originarse libremente en la voluntad de los contratantes, sin perjuicio naturalmente del
respeto a la ley, la moral, el orden público y las buenas costumbres.
ELEMENTOS CONSTITUTIVOS DEL D° PERSONAL
En todo derecho personal distinguimos tres elementos:
1. El sujeto activo del d°: Llamado acreedor.
2. El sujeto pasivo del d°: Denominado deudor.
3. El objeto d°: Que puede consistir en una dación, la realización de un hecho positivo o una
abstención.
PARALELO ENTRE LOS D° REALES Y D° PERSONALES
1) En cuanto a las personas que intervienen en la relación jurídica:
1. Derechos Reales: Hay un sujeto activo determinado pero un sujeto pasivo generalmente
indeterminado, constituido por toda la colectividad, obligada a respetar el legítimo ejercicio
del derecho real por su titular (se observa, sin embargo, que hay derechos reales en que
también hay un sujeto pasivo determinado, como acontece en las servidumbres activas y
con el derecho de conservación).
2. Derechos Personales: los sujetos activo y pasivo están determinados (excepcionalmente,
puede ocurrir que no lo estén, sino hasta que se haga efectivo el cobro o el pago de la
obligación.
Así, por ejemplo, el acreedor de un título de crédito al portador, estará indeterminado
hasta el momento en que se presente un tenedor legítimo del mismo y lo cobre; o el deudor
de una obligación consistente en gastos comunes o contribuciones de un inmueble, será
aquél que detente el dominio del predio, cuando el acreedor exija el pago).
4) En cuanto a su número:
1. Derechos Reales: No hay másque aquellos previstos en la ley.
2. Derechos Personales: Son ilimitados, naciendo de la autonomía de la voluntad.
5) En cuanto a su fuente:
1. Derechos Reales: Están protegidos por acciones reales, que persiguen recuperar la
posesión de la cosa o del derecho; se pueden interponer contra cualquiera que tenga en su
poder la cosa. El titular de un derecho real goza, por regla general, del ius persequendi, es
decir, de la facultad de hacer valer su derecho contra cualquiera que se halle en posesión de
la cosa. La facultad, sin embargo, no es absoluta, pues tiene excepciones, como por ejemplo
la imposibilidad de reivindicar ciertas cosas muebles8 (art. 890, inc. 2º).
2. Derechos Personales: Están protegidos por acciones personales, que persiguen obtener el
cumplimiento de la prestación a que está obligado el deudor. Sólo pueden interponerse contra
aquellos que han contraído la obligación.
1. Derechos Reales:
Por regla general, los derechos reales son perpetuos o al menos de prolongada duración,
mientras que los derechos personales tienen usualmente breve existencia. En efecto, una de las
características del dominio es su perpetuidad.
Durará el derecho en cuanto subsista la cosa, independientemente de que el propietario ejerza o
no las facultades que tiene sobre aquella.
Lo mismo ocurre con el derecho de censo, con el derecho de conservación y con el derecho de
servidumbre (aunque ésta última está sujeta a la posibilidad de extinguirse si no se ejerce por un
cierto tiempo, según estudiaremos).
Es cierto que el derecho de usufructo, en cambio, siempre tiene un plazo, pero éste puede
consistir en toda la vida del usufructuario. Lo mismo ocurre con el derecho de uso o habitación.
Los derechos reales de garantía, tienen una vigencia más acotada, pues subsistirán en la medida
que siga vigente el crédito que ellos caucionan.
El derecho de herencia, a diferencia de los anteriores, tiene una vida potencialmente efímera,
pues existirá en tanto cuanto los herederos no lleven a cabo la partición de bienes, pero bien puede
ocurrir que los herederos se mantengan en el estado de indivisarios por muchos años.
2. Derechos Personales:
En cambio, los derechos personales suelen tener una vida más breve, pues se entiende que el
acreedor espera obtener lo antes posible el pago de su acreencia.
A su vez, esto implica que la prescripción extintiva, por regla general, sólo opera respecto de los
derechos personales, o más precisamente, sobre las acciones que de ellos emanan, y no sobre los
derechos reales, con excepción de las servidumbres, que sí pueden extinguirse por este modo, y
de los derechos reales de garantía, los que si bien no se extinguen de manera directa por la
prescripción extintiva, sí se extinguirán indirecta o consecuencialmente, es decir, a consecuencia
de extinguirse la acción que emanaba del crédito por ellos caucionado.
9) En cuanto a la naturaleza jurídica del acto de renuncia al derecho.
1. Derecho Real: El titular de un derecho real puede renunciar a él a través de un acto jurídico
unilateral.
Así, por ejemplo, el propietario puede abandonar la cosa mueble de que es dueño y
transformarla en res derelictae; o el titular del derecho real de usufructo, o de uso o de habitación o
de prenda o de hipoteca, etc., puede renunciar al mismo.
2. Derecho Personal: En cambio, la renuncia gratuita a un derecho personal o crédito, constituye
una remisión de la deuda, entendida como un acto jurídico bilateral, una convención.
Expresa al efecto Luis Claro Solar, refiriéndose a las obligaciones y derechos personales
correlativos cuya fuente es un contrato: “El propietario puede abandonar su derecho de propiedad, es
cierto; más la propiedad y como ella los demás derechos reales, crean un vínculo directo entre la
cosa y el propietario independiente de determinada persona; y el propietario puede romper este
vínculo sin necesidad del consentimiento de nadie, porque nadie se halla ligado especialmente con él
para el mantenimiento de la situación que abandona. Tratándose de un crédito, de un derecho
personal, la situación cambia: su derecho deriva de una obligación personal que se ha formado por el
consentimiento de las partes contratantes; no tiene una sola de las partes que han formado esta
relación, de derecho, el poder de romper el vínculo creado entre ellas: todo contrato legalmente
celebrado no puede ser invalidado sino por el consentimiento mutuo de las partes contratantes (arts.
1545 y 1567).
El derecho personal o crédito es un vínculo jurídico que el concurso de las voluntades de las partes
ha formado; y que sólo el consentimiento mutuo puede romper”.
En la misma línea, Díez-Picazo señala: “La renuncia del derecho real puede hacerse por acto
unilateral del renunciante, pero la renuncia del derecho de crédito no es eficaz si no es aceptada por
el deudor”.
IMPORTANCIA DE LA DISTINCIÓN ENTRE COSAS CORPORALES E INCORPORALES
Dos aspectos fundamentales debemos señalar:
1. La distinción ofrece un interés relevante en cuanto a los modos de adquirir, pues algunos de
éstos sólo se aplican a los bienes corporales: la ocupación y la accesión.
2. Por otra parte, ciertos modos de adquirir están regulados por normas distintas, según se trate de
cosas corporales o incorporales: la tradición y la prescripción.
37. Bienes muebles e inmuebles.
1) BIENES MUEBLES
Concepto: “Son las que pueden transportarse de un lugar a otro (sin cambio o detrimento de su
sustancia)”.
Art. 567: Muebles son las que pueden transportarse de un lugar a otro, sea moviéndose ellas a sí
mismas, como los animales (que por eso se llaman semovientes), sea que sólo se muevan por una
fuerza externa, como las cosas inanimadas.
Exceptúanse las que siendo muebles por naturaleza se reputan inmuebles por su destino, según el
artículo 570.
1. Por Naturaleza:
Son las cosas muebles propiamente tales, las que por su esencia misma calzan con la definición
legal. Se dividen en semovientes y cosas inanimadas.
1. Semovientes: Son las cosas corporales muebles que pueden trasladarse de un lugar a otro
moviéndose por si mismas, como los animales.
2. Inanimadas: Son las que sólo se mueven por una fuerza externa.
Lo que no tiene importancia práctica, pues tienen el mismo régimen. Se exceptúan los inmuebles
por destinación.
Otro distingo aplicable a los bienes muebles por naturaleza dice relación a si están o no
incorporados en un registro público. Se distingue entonces entre muebles registrados y no
registrados. La regla general es que los muebles no estén sujetos a registro público. Sin embargo,
hay importantes bienes muebles que sí lo están, como los vehículos motorizados, las naves, las
aeronaves, las armas, títulos accionarios, etc.
El distingo tiene importancia, pues para que el contrato y la ulterior tradición de muebles
registrados sean oponible a terceros, es indispensable que el contrato se inscriba en el respectivo
registro. Asimismo, en algunos casos, se exige que el contrato se celebre a través de determinada
solemnidad, para que sea válido.
2. Por Anticipación:
Concepto: “De acuerdo al Art. 571 los productos de los inmuebles, y las cosas accesorias a ellos,
como las yerbas de un campo, la madera y fruto de los árboles, los animales de un vivar, se reputan
muebles, aun antes de su separación, para el efecto de constituir un derecho sobre dichos productos
o cosas a otra persona que el dueño.
Lo mismo se aplica a la tierra o arena de un suelo, a los metales de una mina, y a las piedras de
una cantera.”
Dos observaciones:
1. La enumeración no es taxativa.
2. Los bienes que menciona son inmuebles, ya sea por naturaleza o adherencia.
Art. 571, inc 1: “Cuando por la ley o el hombre se usa de la expresión bienes muebles sin otra
calificación, se comprenderá en ella todo lo que se entiende por cosas muebles, según el artículo
567.”
Es decir, se excluyen los muebles por anticipación y los incorporales.
2) BIENES INMUEBLES
1. Específicos:
“Es la cosa individualmente determinada, dentro de un género también determinado”.
Se distingue por sus caracteres propios que la diferencian de todas las demás de su mismo
género o especie.
Ej: La chaqueta que usó Michael Jackson en su concierto en Chile.
2. Genéricos:
“Es la cosa indeterminada, pero de un género determinado”.
Ej: Un auto rojo.
Clasificación de cosas específicas y genéricas en el CC
El Código Civil no formula esta clasificación de manera expresa, aunque sí lo hace desde el punto
de vista de las obligaciones. Alude también a las cosas específicas o genéricas en diversas materias
y disposiciones:
1. En materia sucesoria, legados de especie o cuerpo cierto y de género, arts. 951, inc. 3º.
2. En los legados de género, art. 1115.
3. En cuanto al error en la identidad de la cosa específica de que se trata, art. 1453.
4. En materia de obligaciones de género, arts. 1508 a 1510.
5. En las obligaciones indivisibles, cuando lo que se debe es una especie o cuerpo cierto, art. 1526,
Nº 2.
6. En los efectos de las obligaciones, obligación de conservar la especie o cuerpo cierto que se debe,
art. 1548.
7. También en los efectos de las obligaciones, en materia de riesgo por la especie o cuerpo cierto
debido, art. 1550.
8. Para determinar el lugar en que debe hacerse el pago, según si lo que se debe es una especie o
cuerpo cierto o una cosa determinada sólo por su género, art. 1588.
9. En las reglas del pago, cuando se debe una especie o cuerpo cierto, art. 1590.
10. En la pérdida fortuita de la especie o cuerpo cierto que se debe, como modo de extinción de las
obligaciones, arts. 1670 a 1680.
11. En la compraventa, riesgo de la cosa objeto del contrato, art. 1820
12. En la compraventa, cuando el inmueble se vende como especie o cuerpo cierto, arts. 1831 y
siguientes.
13. En el contrato de permutación, art. 1897.
14. En el contrato de sociedad, obligación de saneamiento que recae en quien aporta una especie o
cuerpo cierto, art. 2085.
IMPORTANCIA DE LA CLASIFICACIÓN
Dice relación, principalmente, a los siguientes aspectos:
1) Prueba de la identidad de la cosa que se debe, que recae en el deudor, determinante tratándose
de las cosas específicas.
2) La conservación de la cosa: el deudor de un cuerpo cierto está obligado a conservar la cosa hasta
entregarla al acreedor, y esto exige que se emplee en su custodia el debido cuidado (arts. 1548 y
1549); el deudor de cosas genéricas, en cambio, puede enajenarlas o destruirlas, sin que el
acreedor tenga derecho a oponerse, mientras subsistan otras del mismo género, para el
cumplimiento de la obligación (art. 1510); por lo tanto, el deudor de cosa genérica no tiene la
obligación de conservar y cuidar la cosa.
3) Si las partes nada han estipulado acerca del lugar en que debe hacerse el pago, el art. 1588
resuelve la materia, distinguiendo según se trate de una especie o cuerpo cierto o de una cosa
determinada sólo por su género: “Si no se ha estipulado lugar para el pago y se trata de un cuerpo
cierto, se hará el pago en el lugar en que dicho cuerpo existía al tiempo de constituirse la
obligación. / Pero si se trata de otra cosa se hará el pago en el domicilio del deudor.
4) La pérdida de la cosa: la pérdida fortuita del cuerpo cierto extingue la obligación (art. 1670), lo que
no acontece adeudándose una cosa genérica, pues el género no perece (art. 1510), a menos que
ocurra el caso muy excepcional de que perezcan todos los individuos de un género determinado.
5) Cumplimiento de la obligación: en las obligaciones de cuerpo cierto, el deudor sólo cumplirá su
prestación entregando la cosa específica que se debe (arts. 1568 y 1828); En las obligaciones de
género, el deudor queda libre de ellas entregando cualquier individuo del género, con tal que sea
de una calidad a lo menos mediana (art. 1509). v.- Los derechos reales y la posesión sólo pueden
ejercerse sobre cosas específicas. Los derechos personales, en cambio, pueden tener por objeto
cosas específicas o genéricas.
6) Conforme al art. 1453 del Código Civil, sólo puede haber error esencial en la identidad de la cosa,
cuando ésta fuere una especie o cuerpo cierto: “identidad de la cosa específica de que se trata”.
7) No puede haber compensación legal, cuando se debe una especie o cuerpo cierto; en cambio, si
lo que se deben recíprocamente las partes son cosas indeterminadas de igual género y calidad,
puede haberla (art. 1656).
2) Consumibles y no consumibles.
Clasificación aplicable a los bienes muebles.
Por su naturaleza, esta clasificación es aplicable sólo a los bienes muebles. Se encuentra
contenida en forma confusa en el art. 575, que alude erróneamente a las cosas fungibles y no
fungibles, la que constituye otra categoría de bienes. Además, según ya lo indicamos, nada impide
visualizar bienes inmuebles fungibles, como serían 200 lotes de iguales características y superficie,
originados en la subdivisión de un fundo.
1. Consumibilidad o no consumibilidad objetiva:
1) Son objetivamente consumibles las cosas que, en razón de sus caracteres específicos, se
destruyen natural o civilmente por el primer uso.
La destrucción natural importa el desaparecimiento físico o la alteración sustancial de la
cosa. La destrucción civil (o jurídica) se traduce en la enajenación del objeto.
Ejemplo: Así, el primer uso de un alimento o bebida o de un combustible, trae consigo su
destrucción natural; a su vez, el primer uso de las monedas o billetes, implica, para su
propietario, su destrucción civil, su enajenación.
2) Son objetivamente no consumibles las cosas que, en razón de sus caracteres específicos,
no se destruyen natural o civilmente por el primer uso, como el vestuario, un mueble, un
automóvil, etc.
La distinción anterior se basa, objetivamente, en el destino natural de los bienes, y ofrece interés
en los actos y derechos que sólo facultan el uso o goce de una cosa y no su disposición. No pueden
recaer ellos sobre cosas consumibles que se utilizan como tales.
Así, por ejemplo, el usufructo sólo puede recaer sobre cosas no consumibles; cuando se establece
sobre cosas consumibles, no estamos en realidad ante un usufructo verdadero, sino ante un
cuasiusufructo (arts. 764 y 789).
También presenta interés la distinción en el comodato o préstamo de uso, ya que no pueden darse
en comodato cosas consumibles, pues el comodatario está obligado a restituir la misma especie
después de terminado el uso (art. 2174), y tal obligación no podría cumplirse en las cosas cuyo
primer uso implica su destrucción.
Lo mismo ocurre en el contrato de arrendamiento, que necesariamente ha de recaer en cosas
objetivamente no consumibles (art. 1916). El mutuo, en cambio, sólo puede recaer sobre cosas
consumibles (art. 2196).
2. Consumibilidad o no consumibilidad subjetiva:
3) Fungible y no fungible.
Concepto:
El CC confunde las cosas fungibles con las consumibles.
“Son aquellas que pueden sustituirse por otras, que tienen idéntico poder liberatorio, es decir, un
carácter y valor similar” (Doctrina).
Tienen un mismo poder liberatorio.
La expresión fungir, denota la aptitud de una cosa para sustituir a otra, desempeñar sus mismas
funciones en razón de la equivalencia de ambas.
Diversas disposiciones del Código Civil aluden a las cosas fungibles: arts. 764 (definición de
usufructo), 1656 (compensación), 2196 y 2198 (mutuo) y 2228 (depósito). Según lo expresamos, el
Código Civil, en su art. 575, confunde las cosas consumibles con las cosas fungibles. Esta confusión
es frecuente en el Derecho comparado, en el que se puede observar que varios códigos confunden la
fungibilidad con la consumibilidad.
Relación entre las cosas genéricas y las fungibles
Relacionando las cosas genéricas y las fungibles, cabe precisar que el criterio de ambas
clasificaciones es distinto.
En el primer caso, se atiende a la determinación de las cosas; en el segundo caso, se atiende a la
similitud o disimilitud de dos o más cosas, a las que se les confiere o no idéntico poder liberatorio.
Por ello, no puede sostenerse que las cosas fungibles sean necesariamente genéricas y las no
fungibles específicas o cuerpos ciertos. Una cosa puede ser fungible y al mismo tiempo un cuerpo
cierto.
Relación entre la consumibilidad y la fungibilidad
Por regla general, las cosas consumibles son al mismo tiempo fungibles (lo que explicaría la
confusión del art. 575), pero esto no quiere decir que ambas características deban concurrir
forzosamente en una cosa. Hay cosas consumibles y no fungibles (la última botella de vino hecha
con la uva de una determinada cosecha); a la inversa, existen cosas fungibles y objetivamente no
consumibles (los libros de reciente y masiva edición, los muebles nuevos y de una misma serie y
tipo).
Fungibilidad Objetiva: Corresponde al concepto de fungibilidad antes señalado.
Fungibilidad Subjetiva o por voluntad de las partes: Las partes pueden hacer fungibles cosas
que objetivamente no lo son, como acontece cuando el acreedor acepta recibir, por la suma que se le
debe, algunos bienes en dación en pago; igual puede acontecer con las obligaciones alternativas, y
en la compensación convencional. A la inversa, hay cosas que, siendo objetivamente fungibles,
subjetivamente pueden no serlo. Así, por ejemplo, un reloj corriente puede no ser fungible para su
actual propietario, por tratarse de un antiguo recuerdo de familia.
Importancia de la distinción
Tiene trascendencia este distingo:
1. En lo que respecta a las obligaciones de dar: si la cosa fuere no fungible, el deudor sólo
cumplirá en la medida en que entregue al acreedor la cosa debida y no otra. En cambio, si la
cosa fuere fungible, cumplirá entregando cualquier cosa de la misma especie y calidad.
2. El contrato de mutuo recae sólo en cosas fungibles. En cambio, los contratos de
arrendamiento o de comodato, deben recaer en cosas no fungibles.
3. Sólo puede operar la compensación cuando los sujetos se deban, recíprocamente, cosas
fungibles entre sí. Así lo establece el art. 1656: “La compensación se opera por el solo
ministerio de la ley y aun sin conocimiento de los deudores; y ambas deudas se extinguen
recíprocamente hasta la concurrencia de sus valores, desde el momento que una y otra reúnen
las calidades siguientes: 1a. Que sean ambas de dinero o de cosas fungibles o indeterminadas
de igual género y calidad”.
4) Principales y accesorias.
1) Principales: Son aquellas que que tienen existencia independiente, sin necesidad de otras.
2) Accesorias: son aquellas que están subordinadas a otras, sin las cuales no pueden subsistir.
Nuestro Código Civil no formula esta clasificación expresamente, pero la reconoce en diversas
disposiciones: arts. 658 a 660, 587, 1122, 1127, y 1830.
No sólo las cosas corporales, muebles e inmuebles, sino también las incorporales, pueden
clasificarse en principales y accesorias. Así, una servidumbre es accesoria del derecho de dominio
sobre el predio en cuyo beneficio se encuentra establecida; el derecho de prenda o hipoteca son
accesorios del crédito que garantizan; la cláusula penal es accesoria de la obligación que cauciona.
Importancia de la clasificación
Se resumen en el principio de que lo accesorio sigue la suerte de lo principal. Aplicando tal
principio, las cosas principales determinan la existencia y naturaleza de las accesorias; el derecho
sobre la cosa principal se extiende sobre la cosa accesoria; el dueño de una cosa lo es también de lo
que ella produce; la extinción del derecho principal acarrea la extinción del derecho accesorio;
extinguido el crédito se extingue también la caución; las cosas principales comunican su naturaleza
jurídica a las accesorias (como acontece con los muebles que se reputan inmuebles por destinación).
5) Divisibles e indivisibles.
Desde un punto de vista físico, todas las cosas corporales son divisibles, pues en último término,
todas pueden fraccionarse, aunque ello suponga su destrucción. Desde un punto de vista jurídico,
existen dos conceptos de divisibilidad: uno material y otro intelectual. Son:
1) Materialmente divisibles: las cosas que, sin destrucción, pueden fraccionarse en partes
homogéneas entre sí y con respecto al todo primitivo, no sufriendo menoscabo considerable el
valor del conjunto de aquéllas en relación al valor de éste. Un líquido, como el agua, es
materialmente divisible, mientras que un animal es materialmente indivisible, porque al
fraccionarlo, se destruye en su estado natural.
2) Intelectualmente divisibles: Aquellas que pueden dividirse en parte ideales o imaginarias
(cuotas), aunque no lo puedan ser materialmente.
Desde este punto de vista, todos los bienes corporales e incorporales, son intelectualmente
divisibles.
Los derechos, en razón de su misma naturaleza, sólo son susceptibles de división intelectual y no
material. Sin embargo, hay algunos derechos que no admiten ni siquiera una división intelectual,
como acontece con la servidumbre, pues se tiene íntegramente este derecho o no se tiene en
absoluto (arts. 826 y 827).
Los derechos de prenda y de hipoteca también son indivisibles (arts. 2405 y 2408) pero nada
impide que las partes pacten divisibilidad. Los derechos personales son divisibles o indivisibles según
lo sea la obligación que es su contrapartida, o en otras palabras, según pueda o no dividirse física o
intelectualmente el objeto al que se refieren. Así, la obligación de conceder una servidumbre de
tránsito o la de construir una casa, son indivisibles, mientras que será divisible la de pagar una suma
de dinero (art. 1524).
Divisibilidad del d° de Dominio
El derecho real divisible por excelencia es el dominio, ya que puede dividirse al infinito. Tal
divisibilidad puede considerarse desde dos puntos de vista:
1. El dominio puede considerarse un derecho divisible en cuanto es el típico derecho real que admite
desmembraciones como tal, al ser posible desprenderse de una o más facultades y transferirlas a
otro; así, es el derecho el que se divide, aunque el objeto sobre el que recae no sea tocado.
La más usual de las divisiones del derecho de dominio, desde este punto de vista, es aquella en
que el propietario mantiene la nuda propiedad y se confiere a un tercero las facultades de uso y goce,
vale decir, el usufructo. Aquí, los sujetos son titulares de derechos reales de diversa naturaleza, que
se ejercen sobre una misma cosa.
2. También debe tenerse en cuenta que sobre un mismo objeto, varias personas pueden ejercer el
derecho de dominio, es decir, hay una comunidad sobre el objeto. En este caso, en realidad no hay
división del dominio, porque cada comunero ejerce todo el derecho de dominio (con sus tres
facultades), limitado eso sí en su ejercicio por el derecho de los restantes comuneros. Aquí, los
sujetos son titulares de derechos de igual naturaleza: todos son propietarios.
Importancia de la clasificación
Se aprecia tanto en el campo de los derechos reales como personales. El Código Civil hace
aplicación de ella al tratar:
1. De la partición de bienes (art. 1337, regla 1ª.
2. De las obligaciones divisibles e indivisibles (arts. 1524 a 1534).
3. De la prenda y de la hipoteca (arts. 1526 N° 1, 2405 y 2408);
6) Presentes y futuras.
En atención a su existencia en el tiempo, las cosas se clasifican en presentes y futuras.
1) Presentes: Son aquellas que tienen existencia real en el momento de constituirse la relación
jurídica que las considera.
2) Futuras: Son aquellas que no tienen existencia real en el momento de constituirse la relación
jurídica que las toma en cuenta, pero se espera racionalmente que la tengan con más o menos
probabilidad en tiempo posterior.
El Código Civil no formula esta clasificación en forma explícita, pero alude en diversas
disposiciones a las cosas presentes o futuras.
Así, por ejemplo:
1. En el art. 1409, donaciones a título universal.
2. En el art. 1811, compraventa de todos los bienes que posea o espera poseer una persona.
3. En los arts. 1461 y 1813, ambos, a propósito de la compraventa de cosa futura.
7) Singulares y universales.
1) Singulares: Son aquellas que constituyen una unidad natural o artificial, simple o compleja, pero
con existencia real en la naturaleza.
2) Universales: Son agrupaciones de cosas singulares, sin conjunción o conexión física entre sí,
que por tener o considerarse que tienen un lazo vinculatorio, forman un todo y reciben una
denominación común, forman un todo funcional y están relacionadas por un vínculo determinado.
Clases de cosas universales
1) De Hecho
2) De Derecho
En el CC:
Aunque nuestra legislación no formula definiciones de cosas singulares y universales, en diversas
disposiciones distingue entre una y otras:
1. En el usufructo, art. 788.
2. En las asignaciones por causa de muerte, art. 951.
3. En la partición de bienes, art. 1317.
4. En la compraventa, art. 1864.
5. En el cuasicontrato de comunidad, arts. 2304 y 2306. vi.- La Ley Nº 20.190, sobre prenda sin
desplazamiento, también alude a las universalidades de hecho.
1) Universalidades de Hecho:
Concepto: Es el conjunto de bienes muebles, de naturaleza idéntica o diferente, que no obstante
permanecer separados entre ellos y conservar su propia individualidad, forman un solo todo, una sola
cosa, en razón de estar vinculados por el lazo de su común destinación económica.
Según se desprende de la definición, los bienes agrupados pueden ser de naturaleza idéntica o
diferente. Son ejemplo del primer caso, un rebaño o ganado; un juego de muebles; una biblioteca,
una pinacoteca, etc.; y del segundo caso, un establecimiento de comercio, que es el conjunto de
cosas corporales e incorporales (entre ellas “el derecho de llaves”), mediante el cual el comerciante
ejerce su actividad lucrativa.
Características
La doctrina las ha sistematizado de la siguiente manera:
1)Comprenden una pluralidad de cosas autónomas y distintas entre ellas. Cada elemento del
conjunto es por sí mismo un bien, cada uno aisladamente tiene un valor económico. Este rasgo las
diferencia de las llamadas “cosas compuestas” (como un edificio o una nave), las cuales suponen
un conjunto o cosas que forman una sola mediante conjunción o conexión física.
2)Lo que hace aparecer las cosas reunidas como un solo todo, es una comunidad de
destinación, especialmente económica.
En este sentido, un libro o una estampilla tienen su propia individualidad, pero si pertenecen a una
colección, el conjunto adquiere una significación económica distinta a sus elementos individualmente
considerados.
Pero no obstante presentar las universalidades de hecho una unidad económica, no se les
reconoce usualmente unidad jurídica. Por ello, generalmente las legislaciones aplican a las
universalidades de hecho el régimen jurídico que corresponde a los bienes singulares que la
componen. Sólo en casos excepcionales, se atiende por la ley a su unidad económica y las trata
como un solo todo.
Así, por ejemplo, tratándose del usufructo de animales (arts. 787 y 788), se establece que el
usufructuario de uno o más animales singularmente determinados, no está obligado a reemplazar los
que perecen o se pierden por causas naturales, pero el usufructuario del ganado considerado como
universalidad, tiene obligación, en idéntico caso, de reponer los animales con el incremento natural
del mismo ganado
A su vez, en la compraventa, el artículo 1864 permite vender dos o más cosas en un mismo
precio, cuando ellas se han comprado precisamente como “conjunto”, como acontece con un tiro,
yunta o pareja de animales o con un juego de muebles, claros ejemplos de universalidades de hecho.
En el contrato de arrendamiento, encontramos otro caso en el artículo 1984. Dispone el precepto
que a falta de estipulación de los contratantes, pertenecerán al arrendatario:
1° Todas las utilidades de reporten los ganados dados en arrendamiento (pues el arrendatario
tiene el goce de las cosas arrendadas, de manera que entre tales utilidades, están los frutos que
puedan obtenerse del ganado).
2° Los ganados mismos, con la obligación de dejar en el predio al fin del arriendo igual número de
cabezas de las mismas edades y calidades. Si al finalizar el contrato faltaren animales, el
arrendatario pagará la diferencia en dinero. El arrendador, sin embargo, no será obligado a recibir
animales que no estén aquerenciados al predio. Es interesante consignar que en este caso, el
contrato de arrendamiento está operando como un título traslaticio de dominio, respecto de los
ganados, atendido que usualmente se trata de cosas fungibles. No acontece lo mismo en el
usufructo, aunque en este caso, la ley es más benigna con el usufructuario, pues no está obligado a
restituir “igual número de cabezas de las mismas edades y calidades”.
3)La universalidad de hecho comprende sólo elementos puramente activos, bienes, y no pasivos
o deudas, como acontece tratándose de las universalidades de derecho.
2) Universalidades de Derecho:
Concepto:
Siguiendo a la doctrina italiana, podría definirse como el conjunto de relaciones jurídicas
constituidas sobre una masa de bienes, reguladas de modo especial por la ley y que forman,
desde el punto de vista jurídico, una unidad, un todo.
Para la doctrina francesa, es un conjunto de bienes y relaciones jurídicas activas y
pasivas consideradas jurídicamente como formando un todo indivisible.
Características
1. Contienen tanto elementos activos como pasivos.
2. Existe una correlación funcional entre los elementos activos y pasivos, de modo que puede
decirse que el activo se da precisamente para responder del pasivo existente o eventual. Esta
relación entre el activo y el pasivo se ve claramente en la masa hereditaria, en la herencia,
universalidad de derecho por excelencia al decir de la doctrina europea (aunque veremos que no
en la nuestra, en estricto rigor). También se aprecia entre los elementos del activo y del pasivo
del patrimonio de la sociedad conyugal (arts. 1725 y 1740).
3. Dentro del conjunto de bienes que componen la universalidad jurídica, opera, como norma
general, el principio de la subrogación real, por el cual los bienes que ingresan a la universalidad,
pasan a ocupar la misma situación jurídica de aquellos que salieron de ella.
Casos de Universalidades de Derecho
No hay unanimidad en la doctrina. A juicio de algunos autores, como Coviello, la única
universalidad de derecho en ciertas legislaciones sería la herencia.
En opinión de otros, como Ruggiero, habría que incluir todos los patrimonios especiales o
separados que la ley considera como masa distinta de sus elementos: el patrimonio del deudor sujeto
a un procedimiento concursal de liquidación; el de la sociedad conyugal; el del ausente; el que
constituye los bienes reservados de la mujer casada; el del menor adulto que desempeña un trabajo;
etc.
Diferencia entre Universalidades de Hecho y de Derecho
1. Las universalidades de hecho sólo comprenden activo; las de derecho, activo y pasivo.
2. Las universalidades de hecho, por regla general, no tienen una regulación jurídica especial; las
universalidades de derecho sí tienen una regulación jurídica especial.
3. Las universalidades de hecho están conformadas sólo por bienes muebles; las universalidades
de derecho están formadas tanto por muebles como por inmuebles.
8) Comerciables e incomerciables.
Las cosas se clasifican en comerciables e incomerciables, según puedan o no ser objeto de
relaciones jurídicas.
1)Comerciables: Son los que pueden ser objeto de relaciones jurídicas privadas.
De manera que sobre ellos puede recaer un derecho real o puede constituirse a su respecto un
derecho personal (arts. 1461 y 2498). Pueden incorporarse por ende, al patrimonio de una persona.
2)Incomerciables: Son los que no pueden ser objeto de relaciones jurídicas privadas.
No puede existir a su respecto un derecho real ni personal. Por ende, no pueden incorporarse a
patrimonio alguno.
2.Hay ciertos derechos que no sólo no pueden enajenarse, sino que en general no pueden
traspasarse por acto entre vivos ni por causa por muerte
Como ocurre con los llamados derechos personalísimos, entre ellos el derecho de alimentos
futuros17, el de uso y el de habitación (art. 819), el derecho legal de goce del padre o madre sobre los
bienes del hijo no emancipado (art. 252) y ciertos derechos del cónyuge sobreviviente o conviviente
civil, que pueden ejercer en el marco de una partición (art. 1337, regla 10ª).
La característica de las cosas incomerciables es la de no poder ser objeto de ningún derecho
privado. Si la cosa está sujeta simplemente a una prohibición de ser enajenada, es comerciable, porque
no obstante la aludida limitación, constituye el objeto de una relación jurídica de derecho privado. Así,
los derechos personalísimos son intransferibles e intransmisibles, pero están en el patrimonio privado
de sus titulares; son en consecuencia comerciables, aunque inalienables.
No confundir inalienable con incomerciable
En este orden de ideas, no debemos confundir la inalienabilidad con la incomerciabilidad: una cosa
es inalienable cuando no puede ser enajenada, y es incomerciable cuando no puede formar parte del
patrimonio privado, cuando no puede ser objeto de ningún derecho de este carácter. En síntesis: todas
las cosas fuera del comercio son inalienables, pero no todas las cosas inalienables están fuera del
comercio. Tal distinción se recoge con toda claridad, en el art. 1464 Nºs. 1 y 2.
Las cosas consagradas al culto divino
En cuanto a las llamadas cosas consagradas al culto divino, el Código Civil se remite, en su art.
586, al Derecho Canónico, específicamente en lo tocante a las “cosas consagradas”, entendiéndose
por tales los bienes muebles e inmuebles que mediante la consagración o bendición han sido
dedicadas al culto divino. El art. 587, por su parte, deja en claro que estos bienes, ubicados en
posesiones particulares, son bienes comerciables. Finalmente, el art. 1105 se refiere al legado de
cosas pertenecientes al culto divino. También hay remisión al Derecho canónico. Este admite que los
particulares puedan tener en dominio las cosas consagradas al culto divino, siempre que sean
tratadas con reverencia y sin que se las pueda aplicar a usos profanos o impropios.
9) Apropiables e inapropiables.
Relacionada con la clasificación anterior, pero en base exclusivamente al dominio, las cosas se
clasifican en apropiables e inapropiables, según sean o no susceptibles de propiedad.
1) Cosas apropiables:
Son las que pueden ser objeto de apropiación, y se subdividen en apropiadas e inapropiadas.
1. Apropiadas: Son las que actualmente pertenecen a un sujeto de derecho.
2. Inapropiadas: Son las que actualmente no pertenecen a nadie, pero que pueden llegar a tener
un dueño si el hombre ejecuta un hecho de apropiación privada.
Algunas cosas son inapropiadas porque nunca han tenido un dueño, como los animales que viven
en estado salvaje; y otras lo son porque si bien pertenecieron a un sujeto de derecho, éste las
abandonó con la intención de desprenderse de su dominio. Las primeras se denominan res nullius y
las segundas res derelictae.
En la legislación chilena, sólo las cosas muebles pueden no tener dueño, puesto que el art. 590
confiere al Estado el dominio de los inmuebles que carecen de otro dueño. Los muebles que no
tienen dueño se denominan mostrencos y los inmuebles vacantes, expresiones que provienen de la
antigua legislación española. En Chile, sólo existen los mostrencos, de acuerdo a lo que
indicábamos.
Debemos precisar que el art. 590 se refiere únicamente al dominio del Estado, no existiendo
disposición alguna que establezca que el Fisco tiene, por el ministerio de la ley, la posesión de los
terrenos que carecen de dueño. Por ende, si un particular tiene la posesión de un inmueble que no
esté inscrito (situación hoy en día bastante hipotética), podría adquirir el dominio a través de la
prescripción.
2) Cosas inapropiables:
Son las que no pueden ser objeto de apropiación, como las cosas comunes a todos los hombres
(res comunis omnium), pues están sustraídas a la propiedad privada y su uso es común a todos (art.
585).
1. Bienes nacionales de uso público: Son aquellos cuyo dominio pertenece a la nación toda y su
uso a todos los habitantes de la misma (calles, plazas, puentes, caminos, mar adyacente y sus
playas, etc.).
Cabe advertir que “la nación” no debe confundirse con el Estado. Éste no es el dueño de los
bienes nacionales de uso público. Tales bienes a nadie pertenecen, porque son de dominio de toda
la nación. Y esta ha de ser entendida como la comunidad nacional formada por todos quienes
habitan el territorio de la República, en cuanto es receptora de las tradiciones y costumbres que le
dan una fisonomía propia en el concierto de los países.
Como expresa Borda, “¿Es el dominio público del Estado un derecho de propiedad?
Evidentemente no. El Estado es apenas un administrador, que se limita a reglamentar su uso por los
particulares; carece de todos los atributos esenciales del propietario; no puede gozar exclusivamente
de la cosa, puesto que su uso es común; no puede disponer de ella. Es más bien un dominio
eminente del cual se desprenden algunas facultades que acompañan también a la propiedad; el
derecho de reivindicar el bien, de ejercer acciones posesorias, de disponer de sus frutos, de
conceder permisos a particulares, etcétera”.
La tuición de estos bienes está encargada a distintas autoridades, según su naturaleza: Ministerio
de Obras Públicas, Fuerzas Armadas, Ministerio de Bienes Nacionales, municipalidades, etc. Leyes
especiales reglamentan cada caso.
Características
1. Pertenecen a toda la nación.
2. Su uso pertenece a todos los habitantes del país.
3. Están fuera del comercio humano: si bien ninguna disposición del Código Civil establece
directamente la incomerciablidad de los bienes nacionales de uso público, ella resulta de la propia
destinación de éstos. Por ello, nuestra Corte Suprema reiteradamente ha declarado que sobre los
bienes nacionales de uso público, no cabe alegar posesión exclusiva, dominio privado o
servidumbre.
4. Son imprescriptibles: consecuencia de su carácter incomerciable. En efecto, de acuerdo a lo
previsto en el art. 2498, por la prescripción adquisitiva sólo puede ganarse el dominio de los bienes
raíces o muebles que están en el comercio humano.
5. Son inalienables: también por su carácter incomerciable. No pueden enajenarse, venderse,
hipotecarse o embargarse.
6. Las características anteriores no se oponen a que la autoridad otorgue a determinados particulares
“permisos” o “concesiones” sobre algunos bienes nacionales de uso público o más usualmente
sobre un sector o parte de un bien nacional de uso público, para destinarlo a fines específicos de
los que se beneficie, en último término, también la colectividad.
Los artículos 599 y 602 se refieren a estas autorizaciones. Los derechos de los beneficiarios de
estos permisos, el uso y goce que se les concede, no puede sin embargo impedir el uso y goce de
los demás habitantes de la República.
No sería posible, por ejemplo, conceder a un individuo el derecho de servirse exclusivamente de
una playa o de una calle, pero sí podría autorizársele para instalar un quiosco, porque es una
concesión que no llega a extinguir por completo el uso y goce del bien en cuestión, por los demás
particulares.
Sobre el particular, el art. 36 de la Ley N° 18.695, “Orgánica Constitucional de Municipalidades”,
dispone: “Los bienes municipales o nacionales de uso público, incluido su subsuelo, que administre la
municipalidad, podrán ser objeto de concesiones y permisos. / Los permisos serán esencialmente
precarios y podrán ser modificados o dejados sin efecto, sin derecho a indemnización. / Las
concesiones darán derecho al uso preferente del bien concedido en las condiciones que fije la
municipalidad. Sin embargo, ésta podrá darles término en cualquier momento, cuando sobrevenga un
menoscabo o detrimento grave al uso común o cuando concurran otras razones de interés público. /
El concesionario tendrá derecho a indemnización en caso de término anticipado de la concesión,
salvo que éste se haya producido por incumplimiento de las obligaciones de aquél”. De esta manera,
si se trata de bienes municipales, podrán ser objeto de una “concesión”. En cambio, los bienes
nacionales de uso público, sólo pueden ser objeto de un “permiso”.
Naturaleza jurídica del d° del concesionario
En la doctrina, especialmente administrativa, se ha discutido la naturaleza jurídica del derecho del
concesionario.
Maurice Hauriou, afirma que la concesión de un bien nacional de uso público implica la existencia
de un derecho real administrativo que se caracteriza por ser precario, pues no es definitivo sino
revocable.
Entre los autores nacionales, Leopoldo Urrutia estima que el derecho del concesionario es un
verdadero derecho real de uso, pero distinto al reglamentado en el art. 811. Fundamenta su
afirmación en dos argumentos:
1. La enumeración que de los derechos reales contemplan los arts. 577 y 579 no es taxativa, desde
el momento que no aluden al derecho legal de retención (que el Código Civil consagra en diversas
instituciones, como el usufructo, el arrendamiento, el comodato, el depósito, el mandato, etc.), que
para algunos, entre los cuales estaría el derecho del concesionario.
2. En el derecho del concesionario, existe la característica fundamental del derecho real: ejercerlo sin
respecto a determinada persona.
Jurisprudencia
La jurisprudencia ha acogido en algunos fallos este criterio.
Así, ha declarado un fallo: “El derecho concedido por la autoridad a un particular sobre un bien
público (aunque se califique de uso especial y no se estime que sea igual al derecho de uso definido
por el art. 811) participa de los caracteres esenciales del derecho real, porque recae sobre una cosa y
se ejerce sin respecto a determinada persona. Nada significa que este derecho no figura en la
enumeración que de los derechos reales hace el art. 577 del Código Civil, pues esta disposición sólo
cita algunos”.
Se agrega que una consecuencia práctica de esta concepción es la procedencia de las acciones
posesorias, que permiten conservar o recuperar la posesión de derechos reales constituidos en
bienes raíces (art. 916).
Luis Claro Solar refuta la doctrina de Urrutia, sosteniendo que la teoría de los derechos reales
administrativos no tiene en realidad base jurídica, y desnaturaliza el concepto de derecho real de uso,
ya que éste es una limitación al dominio, que atribuye a una persona un derecho en cosa ajena.
Señala además que la existencia sobre los bienes públicos de derechos exclusivos en provecho de
determinados individuos, es contraria a la naturaleza de estos bienes. Concluye Claro Solar que las
concesiones implican sólo un permiso de ocupación para un objeto determinado y a título
precario.
Doctrina que niega el carácter de d° real que tiene el concesionario
Los que niegan el carácter de derecho real que tiene el concesionario sobre los bienes nacionales
de uso público que privativamente ocupa, invocan el art. 602, en virtud del cual, el concesionario no
tiene sino el uso y goce de las obras construidas y no la propiedad del suelo; al decir “la propiedad
del suelo”, se afirma que el legislador habría tomado la palabra “propiedad” en un sentido amplio,
como expresiva tanto del dominio como de los demás derechos reales. Por tanto, los mismos
términos de la ley excluirían la constitución de cualquiera de estos derechos sobre el suelo.
Se añade también por la doctrina que puesto que estamos ante bienes inalienables (en sentido
amplio, pues no se pueden transferir ni gravar) es inadmisible la constitución de cualquier clase de
derechos sobre ellos; el concesionario no tiene ninguno de estos derechos sobre el suelo público que
ocupa con sus obras, posee un uso que emana de la simple tolerancia del Estado. Y este uso es
precario: la administración, por motivos de interés colectivo, puede ponerle término en cualquier
momento.
Desafectación de los bienes nacionales de uso público
Los bienes nacionales de uso público pueden dejar de tener esta calidad, pero sólo en virtud de
una ley que declare su “desafectación”, es decir, su sustracción al dominio de la nación toda, de su
condición de bien nacional de uso público, quitándole tal calidad y destino.
Clasificación de los bienes nacionales de uso público
Se distingue entre dominio nacional:
1. Marítimo.
2. Terrestre.
3. Fluvial y lacustre
4. Aéreo.
39. La propiedad.
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40. La comunidad o copropiedad.
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41. La posesión.
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42. Los modos de adquirir el dominio.
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Taxatividad de los modos de adquirir el dominio.
Si se analiza desde la creación o reserva legal si hay taxatividad. Pero de la enumeración no,
porque hay algunos que agregan que la ley puede operar como un modo de adquirir el
dominio, por ejemplo, en el artículo 810 CC, o incluso la jurisprudencia y la doctrina señalan
que la ley puede funcionar como título y modo en la expropiación.
43. Ocupación y accesión (nociones generales: conceptos y clases).
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44. Tradición.
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45. Prescripción adquisitiva.
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46. Derechos reales en cosa ajena: usufructo, uso, habitación, servidumbres (nociones
generales: concepto y clases).
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47. Acción reivindicatoria.
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48. Acciones posesorias (nociones generales: concepto, clases y requisitos).
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72. Promesa.
73. Compraventa.
74. Cesión de derechos (nociones generales: concepto, clases y requisitos)
75. Arrendamiento (nociones generales: concepto, tipos de arrendamiento, obligaciones de
las partes, oponibilidad del arrendamiento a terceros).
76. Mandato.
77. Transacción.
78. Comodato (nociones generales: concepto, requisitos, obligaciones, precario y
comodato precario).
79. Fianza.
80. Prenda civil y sin desplazamiento.
81. Hipoteca.
X. LA FAMILIA
82. Concepto
83. Acuerdo de unión civil.
84. El matrimonio y sus propiedades esenciales.
85. Requisitos del matrimonio.
86. Formas de celebración.
87. Deberes entre cónyuges.
88. Separación de los cónyuges: de hecho y judicial.
89. Nulidad del matrimonio.
90. El divorcio.
Casos específicos del 54.
Art. 54 cc:
El divorcio podrá ser demandado por uno de los cónyuges, por falta imputable al otro, siempre
que constituya una violación grave de los deberes y obligaciones que le impone el matrimonio,
o de los deberes y obligaciones para con los hijos, que torne intolerable la vida en común.
Se incurre en dicha causal, entre otros casos, cuando ocurre cualquiera de los siguientes
hechos:
1. Atentado contra la vida o malos tratamientos graves contra la integridad física o psíquica
del cónyuge o de alguno de los hijos;
2. . Trasgresión grave y reiterada de los deberes de convivencia, socorro y fidelidad propios
del matrimonio. El abandono continuo o reiterado del hogar común, es una forma de
trasgresión grave de los deberes del matrimonio;
3. Condena ejecutoriada por la comisión de alguno de los crímenes o simples delitos contra
el orden de las familias y contra la moralidad pública, o contra las personas, previstos en el
Libro II, Títulos VII y VIII, del Código Penal, que involucre una grave ruptura de la armonía
conyugal;
4. Conducta homosexual;
4. Suprimido.
5. Alcoholismo o drogadicción que constituya un impedimento grave para la convivencia
armoniosa entre los cónyuges o entre éstos y los hijos, y
6. Tentativa para prostituir al otro cónyuge o a los hijos.
*Nota: Las materias que son sucedidas por la expresión entre paréntesis “nociones
generales” exigen solo los conocimientos de sus contenidos fundamentales o básicos, y no
los desarrollos más pormenorizados o reglamentarios.
EXCLUSIONES
Las materias que se consignan a continuación no forman parte del contenido a evaluar en el
examen de grado:
Abreviaciones:
-AJ: Acto Jurídico.
-CC: Código Civil.
-CCom: Código de Comercio.
-CPC: Código de Procedimiento Civil.
-CPP: Código Procesal Penal.
-CPR: Constitución Política de la República de Chile.
-Ctto: Contrato.
-CV: Compraventa.
-D°: Derecho.
-D.O: Diario Oficial.
-E°: Estado.
-NCPR: Nueva Constitución Política de la República.
-PJ: Persona Jurídica.
-Ppio: Principio.
-RG: Regla General.