UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEL BENI

"JOSE BALLIVIÁN"
FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS
GUAYARAMERÍN

Lo

UNIVERSITARIO: JULIO CESAR BARBA SAUCEDO

DOCENTE: LIC. ELI RODRIGO GUZMÁN CALLE

ASIGNATURA: MERCADOTECNIA I

FECHA: 13 - 04 -2023
 BRANDING

¿Qué es branding?

El branding es el proceso de crear y establecer una marca en la mente de los

consumidores. Es una estrategia de marketing que implica el desarrollo y gestión de
la identidad de una marca con el objetivo de diferenciarla de la competencia y
construir una relación positiva y duradera con los clientes.

El branding va más allá del diseño de un logotipo o de un nombre de marca.

Involucra la creación de una personalidad, valores, atributos y una imagen única que
se asocian con la marca en la mente de los consumidores. También implica la
gestión de la percepción de la marca a través de los mensajes de marketing, la
comunicación visual, la experiencia del cliente y la reputación de la marca en el
mercado.

Un branding efectivo puede ayudar a una empresa a destacarse en un mercado

saturado, generar lealtad y confianza en los clientes, y crear una ventaja competitiva
sostenible. También puede influir en la decisión de compra de los consumidores, ya
que una marca fuerte suele ser percibida como más confiable y preferible.

El branding se aplica a través de diversos canales de comunicación, como la

identidad visual de la marca (logotipo, colores, tipografía, etc.), la voz de la marca
(tono de comunicación, estilo de escritura, etc.), la estrategia de marketing
(publicidad, promociones, etc.), la presencia en redes sociales, la experiencia del
cliente en los puntos de contacto con la marca, entre otros.

De donde proviene

El término "branding" tiene su origen en la palabra inglesa "brand", que se refiere a

la marca o logotipo utilizado para identificar un producto, servicio o empresa. Sin
embargo, el concepto de branding como estrategia de construcción y gestión de
marcas tiene sus raíces en la antigüedad, y ha evolucionado a lo largo de la historia.

El uso de marcas para identificar productos se remonta a civilizaciones antiguas,

como los romanos, que utilizaban marcas en sus monedas para identificar la
procedencia y calidad de los productos. En la Edad Media, los artesanos y
comerciantes utilizaron marcas o sellos para identificar sus productos y diferenciarse
de la competencia.

Sin embargo, el branding moderno tal como lo conocemos hoy en día se originó en
la Revolución Industrial, con la aparición de la producción en masa y la necesidad
de diferenciar los productos en un mercado cada vez más competitivo. Marcas como
Coca-Cola, Levi's y Ford, surgieron en esta época y posteriormente las bases del
branding moderno, con la creación de identidades visuales distintivas, la promoción
de atributos emocionales y la construcción de lealtad de marca.
A lo largo del siglo XX, el branding evolucionó con la aparición de la publicidad
masiva, la televisión, el desarrollo de estrategias de marketing y la creciente
importancia de la psicología del consumidor. En las últimas décadas, con la
globalización, la digitalización y los cambios en el comportamiento del consumidor,
el branding siguió evolucionando y adaptándose a las nuevas realidades del
mercado.

Hoy en día, el branding es una disciplina estratégica y multidisciplinaria que abarca

diversos aspectos, como la identidad visual de la marca, la comunicación de
marketing, la experiencia del cliente, la gestión de la reputación, la presencia en
redes sociales y la conexión emocional con los consumidores, entre otros. El
branding se ha convertido en una herramienta fundamental para construir y
gestionar marcas exitosas en un mercado cada vez más competitivo y complejo.

Características del branding

El branding se caracteriza por varias características importantes que lo hacen único

y efectivo en la construcción y gestión de marcas. Algunas de las principales
características del branding son:

Identidad y personalidad de marca: El branding implica la creación de una

identidad y personalidad única para la marca. Esto incluye elementos visuales como
el logotipo, colores, tipografía y otros elementos de diseño, así como elementos no
visuales como la voz de la marca, los valores, la cultura y la historia de la empresa.
La identidad y personalidad de marca son fundamentales para establecer una
conexión emocional con los consumidores y diferenciar la marca de la competencia.

Consistencia y coherencia: El branding requiere de consistencia y coherencia en

la forma en que se presenta la marca en todos los puntos de contacto con los
consumidores. Esto incluye la identidad visual de la marca, la comunicación de
marketing, la experiencia del cliente y otros aspectos relacionados. La consistencia
y coherencia en el branding ayudan a crear una imagen sólida y reconocible de la
marca, y refuerzan su posicionamiento en la mente de los consumidores.

Orientación al público objetivo: El branding se centra en comprender y conectar

con el público objetivo de la marca. Esto implica conocer a fondo a los
consumidores, sus necesidades, deseos, preferencias y comportamientos de
compra, y desarrollar una estrategia de branding que sea relevante y atractiva para
ellos. El branding exitoso se adapta a las expectativas y demandas del público
objetivo, y busca establecer una relación significativa con ellos.
Creación de valor y significado: El branding busca crear valor y significado en la
mente de los consumidores. Una marca exitosa no solo se trata de productos o
servicios, sino que representa un conjunto de valores, emociones, experiencias y
significados que los consumidores asocian con la marca. El branding efectivo busca
conectar emocionalmente con los consumidores, crear un sentido de pertenencia e
identificación, y ofrecer un valor único que los motivo a elegir la marca.

Innovación y adaptabilidad: El branding no es estático, sino que requiere de

innovación y adaptabilidad a lo largo del tiempo. Las marcas exitosas se mantienen
relevantes y actuales, y se adaptan a los cambios en el mercado, en la industria y
en las preferencias del consumidor. El branding efectivo implica estar en constante
evolución, buscando oportunidades de mejora, innovación y adaptación a las
demandas cambiantes del mercado.

Gestión integral de la marca: El branding no se limita solo a la identidad visual de

la marca, sino que implica una gestión integral de la marca en todos los aspectos de
la empresa. Esto incluye la cultura corporativa, la atención al cliente, la calidad de
los productos o servicios, la reputación de la marca, la estrategia de marketing, la
presencia en redes sociales, entre otros. El branding efectivo implica una gestión
integral y coherencia de todos estos aspectos para construir una marca sólida y
cohesiva.

¿Qué tipos de branding existen?

Existen varios tipos de branding que se utilizan en diferentes contextos y

situaciones. Algunos de los tipos de branding más comunes son:

Branding corporativo: Se refiere a la construcción y gestión de la identidad de una

empresa o corporación en su conjunto, más allá de productos o servicios
específicos. Esto implica la creación de una identidad visual y emocional coherente
que represente los valores, la cultura y la personalidad de la empresa en su
totalidad.

Branding de producto: Se centra en la construcción y gestión de la marca de

productos o servicios específicos de una empresa. Esto incluye la creación de una
identidad de marca para cada producto o servicio, que está alineada con la
identidad corporativa pero que también puede tener características y atributos
propios.

Branding de servicio: Se refiere a la construcción y gestión de la marca de

servicios, como por ejemplo servicios de consultoría, asesoría legal, servicios de
salud, servicios de transporte, entre otros. El branding de servicios implica la
creación de una identidad de marca que comunica la calidad, confiabilidad y
experiencia del servicio ofrecido.
Branding de destino: Se aplica en el ámbito del turismo y la promoción de destinos
turísticos, como ciudades, regiones o países. El branding de destino implica la
creación de una identidad de marca que represente las características y atractivos
del destino, y que invite a los visitantes a experimentar y disfrutar de lo que ofrece.

Personal branding: Se refiere a la construcción y gestión de la marca personal de

individuos, como profesionales, expertos en su campo, artistas, deportistas, y otros.
El personal branding implica la creación de una identidad de marca personal que se
base en las habilidades, experiencia, valores y personalidad del individuo, y que lo
diferencie en su ámbito de actividad.

Branding social: Se refiere a la construcción y gestión de la marca de

organizaciones sin fines de lucro, ONG, fundaciones y entidades con una misión
social o causa específica. El branding social implica la creación de una identidad de
marca que comunica la misión, valores y compromiso social de la organización, y
que genera un impacto positivo en la sociedad.

Estos son algunos de los tipos de branding más comunes, pero es importante tener
en cuenta que pueden existir otros tipos de branding específicos según el contexto y
la industria. Es fundamental adaptar las estrategias de branding a las necesidades y
características de cada marca y situación en particular

Objetivos del branding

El branding, o la gestión de marca, es un conjunto de estrategias y acciones

destinadas a construir y fortalecer la identidad de una marca en la mente del
consumidor. Los objetivos del branding pueden variar dependiendo de la empresa y
la situación específica, pero generalmente incluyen los siguientes:

Reconocimiento de marca: Uno de los principales objetivos del branding es lograr

que la marca sea reconocida y recordada por los consumidores. Esto implica crear
una identidad visual distintiva, con un logotipo y elementos visuales coherentes, que
permitan a los consumidores identificarse rápidamente la marca en diversos
contextos y establecer una conexión emocional con ella.

Diferenciación de la competencia: El branding busca destacar una marca en un

mercado competitivo, creando una propuesta de valor única y diferenciada que la
distinga de la competencia. Esto implica identificar y comunicar claramente los
atributos, valores y ventajas competitivas que hacen que la marca sea especial y
relevante para los consumidores.

Generación de confianza y credibilidad: Una marca sólida y bien gestionada

genera confianza y credibilidad en los consumidores. El branding busca establecer
una relación de confianza con los consumidores a través de la consistencia en la
calidad de los productos o servicios ofrecidos, el cumplimiento de las promesas de
marca y la transparencia en las comunicaciones de marketing.

Fidelización de clientes: Una marca fuerte puede crear una conexión emocional
con los consumidores, demostrar lealtad y fidelidad a largo plazo. El branding busca
crear una relación duradera con los clientes, demuestra un vínculo emocional que
va más allá de las transacciones comerciales y fomenta la repetición de compra y la
recomendación de la marca a otros.

Expansión de mercado: El branding puede ayudar a una marca a expandirse a

nuevos mercados o segmentos, al crear una imagen positiva y relevante para
diferentes grupos de consumidores. Una marca bien posicionada y reconocida
puede tener más oportunidades de expansión en nuevos territorios o segmentos de
mercado.

Generación de valor de marca: Una marca sólida y bien gestionada puede tener
un valor intangible que puede contribuir al valor económico de una empresa. El
branding busca crear una marca con un valor intangible que se refleje en el precio
de los productos o servicios ofrecidos, así como en el valor de mercado de la
empresa en su conjunto.

Adaptación al cambio: El branding también puede ayudar a una marca a

adaptarse a los cambios en el mercado, la industria o el entorno empresarial. Una
marca bien gestionada puede ser más flexible y capaz de enfrentar desafíos y
oportunidades emergentes, manteniendo su relevancia y posición en el mercado.

Cómo aplicaría el branding en una empresa

Aplicar el branding en una empresa implica establecer una estrategia integral de

marca que abarque varios aspectos de la organización. Aquí hay algunos pasos
generales que una empresa podría seguir para aplicar efectivamente el branding:

Definir la identidad de marca: El primer paso para aplicar el branding es definir la

identidad de marca de la empresa, lo cual incluye la misión, visión, valores y
personalidad de la marca. Esto ayudará a establecer la base para el desarrollo de la
marca en todos los aspectos de la empresa.

Diseñar el logotipo y elementos visuales: El logotipo y los elementos visuales de

la marca, como los colores, tipografía y estilo de diseño, son elementos importantes
del branding. La empresa debe desarrollar un logotipo y elementos visuales que
reflejen su identidad de marca y que sean coherentes en todos los puntos de
contacto con los clientes, incluyendo el sitio web, redes sociales, productos,
empaques, publicidad y más.
Crear un tono de voz y mensajes de marca consistentes: La empresa debe
establecer un tono de voz y mensajes de marca que sean coherentes en todas las
comunicaciones de la empresa, incluyendo el sitio web, redes sociales, publicidad,
atención al cliente y más. Esto ayudará a establecer una personalidad de marca
única y a comunicar de manera efectiva los valores y mensajes clave de la empresa.

Implementar guías de estilo de marca: La empresa debe desarrollar guías de

estilo de marca que establezcan cómo se deben usar los elementos visuales y de
voz de la marca en diferentes contextos. Estas guías deben ser compartidas con
todo el personal de la empresa y utilizarse para asegurar la coherencia en la
aplicación de la marca en todos los aspectos del negocio.

Integrar la marca en todas las áreas de la empresa: La marca debe ser integrada
en todas las áreas de la empresa, incluyendo el producto, servicio al cliente,
estrategias de marketing y comunicaciones internas. Esto implica asegurarse de que
la marca se refleje en la calidad del producto o servicio, en la forma en que se
brinda el servicio al cliente, en las actividades de marketing y publicidad, y en la
cultura interna de la empresa.

Monitorear y adaptar la marca: La empresa debe monitorear constantemente la

percepción de la marca por parte de los clientes y el mercado en general, y estar
dispuesta a adaptar la marca en función de los cambios en el mercado, la evolución
de la empresa y las necesidades de los clientes.

Fomentar la coherencia en la aplicación de la marca: Es importante asegurarse

de que todos los aspectos de la empresa estén aplicando consistentemente la
marca en todas sus actividades y puntos de contacto con los clientes. Esto incluye a
todo el personal, desde los empleados de atención al cliente hasta los equipos de
marketing y ventas.

En resumen, aplicar el branding en una empresa implica establecer una identidad de

marca clara, desarrollar elementos visuales y de voz consistentes, integrar la marca
en todas las áreas de la empresa y monitorear su aplicación en el tiempo. La
coherencia y consistencia en la aplicación de la marca son clave para construir una
marca sólida y reconocida en el mercado.