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PUNTOS DE VISTA TOMADOS EN CUENTA:

• Invertir en adaptar nuestra propia maquinaria para poder embotellar refrescos de otro
tamaño
• Pensar en aumentar el tamaño de las botellas para reducir costos unitarios
• Una opción de 16 onzas (473 ml- medio litro) ya que podría tener buena aceptación entre
consumidores de pocos recursos

¿QUÉ DEBEMOS TOMAR EN CUENTA PARA FIJAR UN PRECIO?

• Tener en cuenta que el objetivo que buscamos con la fijación del precio es tener mayor
presencia en el mercado
• Realizar un estudio de precios, es importante destacar los precios que el mercado puede
pagar y los precios de la competencia directa de la embotelladora
• Es necesario determinar los costos y las utilidades que se desean obtener, así como los
volúmenes de venta que se ofrecerán al mercado de acuerdo con la demanda, se menciona
que introducir una opción de 16 onzas tendría buena aceptación entre consumidores de
pocos recursos, por lo que podríamos aumentar las ventas en este segmento. Puesto que
en lugares como la CDMX los refrescos como el de manzana tienen precios muy elevados.
De esta manera buscamos que las plantas de Matamoros y En ciudad victoria y Sabinas
aumenten su producción y venta puesto que son las que menos rendimiento tienen en
comparación con la planta de Monterrey, ya que el Ing. Soto García menciona que se puede
producir más con los mismos gastos fijos.
• Además de lo anterior, las demás embotelladoras tienen mayores ventas en productos de
12 onzas por lo que podríamos sacar ventaja en promover el tamaño de 16 onzas
• Proponemos utilizar una estrategia de penetración, Esta política requiere precios bajos y
grandes volúmenes. Los encargados de fijar el precio piensan que la atracción del precio
reducido promoverá ventas de volúmenes tan grandes que el ingreso total será mayor del
que obtendrían con un precio más alto; la idea es alcanzar todo el mercado con un precio
bajo y generar así la mayor demanda posible.
• Podemos aplicar una discriminación de precios con base en el lugar para que se fijen precios
distintos con el objeto de que cada cliente pague el máximo de lo que está en posibilidad de
desembolsar, por ejemplo, en regiones como Monterrey tienen índice alto de precios en
productos de consumo, por lo que el precio podría ser más alto en comparación a estados
como Oaxaca y Guerrero donde los índices de ingresos son más bajos.

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