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1 Valery Agramonte

3 los actos administrativos: Concepto de acto administrativo


El acto administrativo es toda afirmación de voluntad administrativa; esto
es, una disposición que toma un órgano de la Administración Pública y que
tiene efectos jurídicos sobre el gobernado.
El acto jurídico (que siempre produce efectos jurídicos) tiene por esencia
el interés, evolución o conclusión de derechos u obligaciones. En cambio,
el acto administrativo no es sino una de las especies del acto jurídico (que
es el género), y que tiene consecuencias jurídicas para el destinatario o
administrado.
Si bien no es la única forma de manifestarse que posee la Administración
Pública, el acto jurídico si es el único acto atacable. Se distingue de los
actos internos de la Administración Pública, porque estos no tienen
consecuencias sobre el administrado.
Por su lado los actos civiles de la Administración Pública, que son los que
ella ejerce en la esfera del derecho privado, dejan de lado el derecho
público (ejemplo: contrato de alquiler con un particular para instalar una
dependencia de la Administración Pública).

4 clasificación de los actos administrativos.


Los actos administrativos se clasifican en varias categorías, de acuerdo al
punto de vista desde el cual se consideren, a saber:
Desde el punto de vista de su relación con la ley, se clasifican en actos
discrecionales y actos reglados.
Acto discrecional: Es el que se produce cuando la administración ejercita
una facultad que le otorga la ley para obrar libremente.
Acto reglado: es el que está determinado en todos sus aspectos por una
norma legal. Esta clasificación tiene especial importancia en la materia
contenciosa-administrativa.

5 Desde el punto de vista del radio de acción del acto, se clasifican en


internos y externos, según que solo produzcan sus efectos en el seno de
la Administración o se extiendan más allá de ella.
6 Desde el punto de vista de su finalidad, se clasifican en actos
constitutivos y en actos de ejecución.
Actos constitutivos son los que definen y concretan, para los individuos,
los derechos y las obligaciones que la ley establece en forma abstracta o
impersonal.
Actos de ejecución son los que tienen que hacer cumplir las obligaciones
impuestas por la ley o por un acto administrativo.

7 Desde el punto de vista de las voluntades que intervienen en el acto, se


dividen en unilaterales y bilaterales.
Actos Unilaterales: Se entiende como acto administrativo unilateral al
acto jurídico, adoptado unilateralmente por una autoridad administrativa,
que modifica o rechaza modificar los derechos o las obligaciones de los
administrados independientemente de su consentimiento.
Actos bilaterales son aquellos que para su formación requieren de la
manifestación de voluntad de varias partes.
Desde el punto de vista de su contenido, se dividen en:
 Actos que no crean una relación jurídica inmediata entre la
Administración y los particulares, a pesar de que ambos intervienen,
como los registros y certificaciones.
 Actos que crean obligaciones a cargo de los particulares, que son los
que se conocen con el nombre de órdenes de la autoridad, o
propiamente disposiciones.
 Actos que crean derecho a favor del particular, aunque conlleven
ciertas cargas, como actos de admisión, las autorizaciones, permisos
y licencias.
 Actos que crean al mismo tiempo derechos y obligaciones para los
particulares, como lo contratos administrativos, y su especie, as
concesiones administrativas.

8 Elementos del acto jurídico administrativo.


Los elementos que constituyen el acto jurídico administrativo ordinario se
agrupan en dos categorías: los elementos externos y los elementos
internos.
Los elementos externos del acto administrativo son:
1.- La Competencia del órgano que lo realiza; y
2.- Los requisitos de forma que la ley establece.
Los elementos internos:
1.- La existencia de una voluntad libre;
2.- La existencia de un objeto posible y lícito;
3.- La existencia de un motivo legal; y
4.- Una finalidad concordante con la que establece la ley.

9 efectos jurídicos del acto administrativo.


El efecto jurídico del acto administrativo consiste en generar, modificar o
extinguir una situación jurídica individual, o condicionar el nacimiento,
modificación o extinción, para un caso particular, de una situación general.
Ese efecto se produce entre la administración, por una parte, y el
particular, por la otra.
Como regla general, sujeta a algunas excepciones, los derechos que un
particular obtiene y las obligaciones que sume o resultan de su cargo por
obra de los actos administrativos, son intrasmisibles, salvo nuevo acto de
la administración.
Generalmente, los derechos y obligaciones que resultan de los actos
administrativos son personales, en el sentido que a este término no se da
en el Derecho Civil, esto es, como contraposición a los derechos reales.
Se ha sostenido que, en ciertos casos, los actos administrativos no solo
crean derechos y obligaciones personales, sino que entre ellos se puede
señalar algunos que dan nacimiento a derechos y obligaciones reales, que
guardan gran semejanza con los de la misma naturaleza conocidos en el
derecho civil.
En realidad, el concepto de derecho real civil es inaplicable tratándose de
bienes del dominio público; y los derechos administrativos que sobre ellos
pueden establecerse corresponden a una categoría jurídica diferentes.
Examinados a fondo, no son otra cosa sino tolerancias que la
Administración puede conceder cuando no se infrinja la regla de la
inalienabilidad.
Tratándose de los actos administrativos, se pude afirmar que el principio
que regula sus efectos es precisamente contrario al rige, en materia civil,
los efectos relativos a derechos patrimoniales, es decir que la regla
general en este caso es que las situaciones jurídicas creadas por el acto
administrativo son oponibles a todo el mundo.
Sin embargo, esa regla general tiene excepción. Existen derechos de los
particulares que la Administración está obligada a representar, o que solo
puede afectar mediante ciertos requisitos.
De tal manera que, cuando realiza un acto administrativo, este es
oponible a todos, siempre que se observe aquel respeto o cumpla con los
requisitos establecidos para afectar el derecho del tercero.
Lo cual, en otras palabras, quiere decir que el acto administrativo no
puede violar derechos anteriores, creados por otro acto administrativo, o
por un título especial de derecho público o de derecho privado.
De lo anterior resulta que, en el derecho administrativo, solo existe el
concepto de tercero, en los casos ya aludidos, pero no el de
causahabiente.

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