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El poder sugestivo y

terapéutico de la
palabra

J. Barreda
J. Barreda

INTRODUCCIÓN

El objetivo central de esta publicación es simple: la divulgación


de los resultados de un trabajo científico cuyas ideas
consideramos de extraordinario valor práctico y social en el
campo de la Psicología y Psicoterapia.

Se trata, básicamente, de poner a la mano de los lectores en


especial de psicología y medicina, de pedagogía y enfermería -
un conjunto de conocimientos y técnicas que, por falta de más
ediciones - de la obra de PLATONOV, escapan a su dominio y,
por ende, a su praxis profesional. Siendo así que tales
conocimientos resultan absolutamente indispensables a su sólida
formación.

Nos ha impulsado el desconocimiento que muchos profesionales


tienen acerca de la terapia sugestiva (hipnosugestiterapia), de
raíces reflexológicas; y nos ha movido también el exagerado y
unilateral predominio de las doctrinas psicoanalíticas, pese a
haberse superado ya su pansexualismo y pese a no satisfacer ni
a sus propios partidarios, como técnica psicoterápica caso de
FRENCH Y ALEXANDER. Se ha creado una atmósfera que es
necesario renovar radicalmente.

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El Poder Sugestivo y Terapéutico de la Palabra
Los desequilibrios nerviosos que aquí se constatan están lejos de
tener una causa sexual. Ellos tienen una etiología social muy
amplia que nos remite traumas de “situaciones-limite” de la vida
diaria, del trabajo y del hogar y que, con frecuencia, implican
graves conflictos y sufrimientos de índole moral.

Reconforta constatar que, así como se superaron, primero el tabú


del sexo con FREUD y luego el tabú del hambre con JOSUE DE
CASTRO, así también se empieza a superar el tabú de la locura
y de las alteraciones nerviosas. Ellas nada tienen de misterioso
ni metafísico. El desequilibrio nervioso ha devenido tan común
como el resfrió. En Estados Unidos E.R. HILGARD y D.C.
LEIGHTON señalan 30 y 37%, respectivamente, de personas
necesitadas de ayuda psicológica. Y esto no es poco. Ya no se
considera que un histérico es un poseso (como se pensaba en la
época de la Inquisición), o que quien ha mostrado o muestra
algún desajuste sea un apestado, un indeseable y a quién se debe
mirar con temor, cuando no con innecesarias compasión, o
morbosa curiosidad. Tampoco se puede tirar aquí la primera
piedra tan fácilmente, pues nadie está libre de desajuste, como
nadie puede librarse de un cólico o de un dolor de muelas.

Por suerte el avance de las ciencias es un proceso incontenible,


y concretamente, en el caso de la psicoterapia, los métodos de la
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sugestión verbal, muestran una eficacia y un éxito tales que


puede afirmarse han de significar en la psicoterapia lo que los
antibióticos (mutatis mutandis; y sin todas sus secuelas nocivas),
significan en la farmacoterapia.

La hipnosugestiterapia ofrece técnicas, que, penetrando


hondamente en el psiquismo -K. BUHLER, permiten restablecer
su equilibrio y funciona miento normal, de una manera rápida,
eficaz, estable y económica, superando así las notorias
desventajas del psicoanálisis a cuyas aportaciones estamos lejos
de cerrar los ojos.

Arequipa, setiembre de 1,976

ARMANDO BARREDA DELGADO.

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El Poder Sugestivo y Terapéutico de la Palabra
LA OBRA DE PLATONOV (1)

Si bien la obra de PLATONOV se limita a “...mostrar el camino


que ha de seguirse para liquidar las perturbaciones funcionales
de la actividad nerviosa superior del hombre con ayuda de los
métodos psicoterápicos" (p. 5). “La tarea de nuestra monografía,
dice, consiste en demostrar lo que puede dar y da en
determinadas condicionen la psicoterapia. La efectividad de esta
última no es conocida en debida forma no sólo por los médicos
somatológos, sino con frecuencia incluso ni por los
psiquiatras"(p. 6)

(El subrayado es nuestro).

El trabajo de PLATONOV se basa en una sólida experiencia


investigatoria y clínica, que abarca un periodo de cinco décadas:
de 1910 a 1954, especialmente en el instituto Psiconeurológico
de Ucrania. - Sus investigaciones se han llevado a cabo, como

(1)
PLATONOV, Karl. La palabra como factor fisiológico y terapéutico
(Problemas de la teoría y práctica de la psicoterapia a la luz de la doctrina de
I. P. PAVLCV), Edic. en Lenguas Extranjeras, Moscú, 1958,483 pp.-

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reza el subtítulo de la obra, a la luz de las doctrinas


reflexológicas de I. P. PAVLOV.

Tratándose de una obra poco sistematizada, en la que algunos


temas se reiteran con notoria frecuencia, mientras que otros no
menos importantes, se abordan muy ligeramente, hemos
dividido esta exposición en una serie de parágrafos, guiándonos
por un criterio predominantemente didáctico y casi sistemático.

1.- IMPORTANCIA DE LA PALABRA.

Empezaremos ubicando al lenguaje. “La palabra, en virtud de


toda la vida pasada del hombre adulto, está relacionada con
todos los estímulos externos e internos que llegan a los
hemisferios cerebrales, sustituyéndolos a todos señalizándolos y
es por esto que puede provocar las mismas acciones y reacciones
del organismo que determinan aquellos estímulos" (PAVLOV,
citado por PLATONOV).

Dos aspectos debemos señalar en esta afirmación pavloviana.

1. Primero, el lugar que ocupa el lenguaje: se halla en una


posición intermedia entre el mundo interno y el mundo
externo; a mitad de camino entre el hombre y el mundo; tiene
un claro carácter instrumental, como lo establece BUHLER
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El Poder Sugestivo y Terapéutico de la Palabra
axiomáticamente. Sólo habría que agregar que no tiene el
aspecto pasivo de algunos instrumentos y útiles, sino que
está pleno de significaciones e intenciones significativas,
como dice HUSSERL, así como de cumplimientos
intencionales que alcanzan a las cosas mismas, sean estas
cosas mismas de dimensión física, fisiológica o social.

Que, además de su carácter instrumental, el lenguaje pueda


asumir otras características típicas, como esa de funcionar como
"campus", ambiente (unwelt, de los alemanes) y que vertebre, en
cierto modo, lo que CASSIRER llama muy bien el mundo de las
formas simbólicas", no le quita su carácter y función
instrumental -Y es que el lenguaje, en este sentido y sólo en este
sentido, es como nuestras nanos: con ellas podemos hacer
muchas cosas; desde escribir y tocar piano, hasta darle en las
narices a alguien o empuñar un arma.

Sus centros nerviosos se hallan en la corteza cerebral y desde allí


cumplen diversas funciones, de las cuales subrayamos algunas:

1. Nos relaciona con el mundo exterior, natural y social,


material y formal, real e irreal, presente, pasado y futuro. No
hay aspecto del mundo que escape a su simbolización o
expresión verbal.

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2. Nos relaciona estrechamente con nuestro propio mundo


interior; psíquico y fisiológico, con nuestros estratos
superficiales y profundos, concientes y subconcientes; todos
los rincones de nuestra intimidad son susceptibles de
expresarse, referirse o, por lo menos, indicarse verbalmente.
No se olvide que la función indicativa es una de las grandes
funciones del lenguaje, solo comparable, en pie de igualdad,
a la función nominativa; esta última, típicamente humana,
por lo demás.

3. Por último, las conexiones simples y complejas entre lo


externo y lo interno, son establecidas, condicionadas o
matizadas por las palabras.

Como se establece en la doctrina reflexológica, las conexiones


temporales o reflejos condicionados, cumplen una función
mediadora, de relación, entre el medio externo e interno.
“Gracias a las conexiones temporales, la corteza de los
hemisferios cerebrales dirige la interrelación del medio externo
e interno del organismo”. (pa.15).

a) En segundo lugar, debemos subrayar el poder efectivo y real


de las palabras sobre nuestro organismo y psiquismo: “Todo
el medio interno está sujeto a la influencia de la corteza

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cerebral” (p.15). En el cerebro se hallan todos los centros
vitales del organismo, sea directamente, sea por conexiones
nerviosas con centros subcorticales. El lenguaje a su vez,
actúa por múltiples y ricas conexiones neuronales sobre los
centros corticales y subcorticales, influyendo así en los
órganos y funciones corporales.

“Desde la antigüedad se ha reconocido por todos que, en ciertas


condiciones la sola acción verbal es capaz de despertar en el
hombre una reacción” emocional intensa, que puede dejar
huellas en toda la vida y actividad posterior del hombre. No en
vano se dice que la palabra “puede matar al hombre y puede
resucitarlo” (p. 23). La orden de CRISTO “¡Lázaro, levántate y
anda¡”, es un ejemplo clásico del poder de las palabras.

El dominio absoluto que se practica y que se logra en el oriente,


como en el caso de los fakires los bonzos, que se queman vivos
sin sentir dolor, da también testimonio del control efectivo que
puede lograrse sobre psiquismo y organismo, sabiendo usar
adecuadamente las palabras. PLATONOV recuerda, además, el
caso de los mártires religiosos que recibían la muerte con alegría
y los casos de estigmatización.

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Así, pues, el lenguaje “es un factor excepcionalmente poderoso


y desempeña un papel esencial en la vida individual y social, del
hombre” (p. 21).

El conocimiento de estas cuestiones es esencial y resulta, por


varias razones particularmente importante para los médicos y
para los psicólogos, para los maestros, enfermeros y, en general,
para todos aquellos profesionales que tengan que tratar con
personas, en calidad de pacientes, alumnos, casos, grupos etc. El
conocimiento científico de las funciones del lenguaje, de sus
poderes y posibilidades, así como sus límites y uso aséptico, es
indispensable para la sólida formación profesional de médicos,
psicólogos, maestros, enfermeros, etc.

La acción de la palabra es mucho más intensa sobre los niños,


los ancianos, los enfermos y las personas sub-alimentadas en
general -que son la mayoría-, por lo que en su educación y trato
las palabras están especialmente cargadas de responsabilidad
(ver. BEJTE-REV p. 34; y DE CASTRO: Josué, Geopolítica del
hambre)

2. LA SUGESTION VERBAL.

Según la doctrina reflexológica los estímulos -entre otros


criterios-, pueden agruparse en dos clases: 1.-Los que provienen
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de las cosas y sus manifestaciones, que constituyen el primer
sistema de señales; estos estímulos no rebasan el plano de La
percepción sensible. 2.- Los que provienen de las palabras y que
forman el segundo sistema de señales; estos estímulos;
fundándose en la captación sensible, implican la intuición
intelectual de las significaciones y sentidos de los símbolos.

Es muy conocida la formación de reflejos condicionados simples:


Un sonido que se ha relacionado muchas veces con la
alimentación de un perro, se hace señal segura de la alimentación.
Por la misma razón los gatos vuelan a la cocina cuando escuchan
el ruido del cuchillo que se afila. El hecho de que un sonido (o
estimulo cualquiera) se constituya en señal, quiere decir que el
perro secretará saliva no sólo a la presencia de los alimentos
mismos, sino ya al simple sonido determinado, que puede ser el
de una campana, timbre, etc.

Un reflejo más complicado, se forma si al sonido de la campana,


hacemos preceder reiteradamente el estímulo de una luz roja; al
repetirse varias veces esta asociación, llega un momento en que
el perro empezará a secretar saliva a la sola vista de la luz roja.
Se ha formado así un reflejo condicionado de segundo grado,
con estímulos del primer sistema de señales. En condiciones

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especiales se pueden formar reflejos condicionados de tercer


grado, si a la luz roja se hace preceder otro estímulo, etc.

Es en el caso del hombre donde realmente nos introducimos en


el mundo significativo y lleno de sentido del segundo sistema de
señales o lenguaje. Las palabras, para el hombre, pueden llegar
a sustituir a las cosas mismas, produciendo las mismas
reacciones que provocarían dichas cosas.

Veamos la acción real de las palabras en algunos ejemplos, La


reacción al lenguaje se produce únicamente cuando las palabras
se han conectado por lo menos una vez con el hecho, real,
corporal, físico, etc. Por ejemplo “duele” empezará a actuar
como estímulo condicionado (provocando la sensación de dolor),
cuando haya coincidido por lo menos una vez con el dolor real,
con realidad de verdad, como dice JUAN DAVID GARCIA
BACCA, muy expresivamente. Pero una vez que se ha
establecido la conexión (el condicionamiento), la simple palabra
“dolor”, o “duele”, provoca verdaderos y reales dolores, con
todas sus secuelas fisiológicas, como lo demuestra PLATONOV
y como puede verse extensa y convincentemente demostrado por
KONSTANTIN BYKOV, en su extraordinaria obra la corteza y
los órganos internos (Edit. Cartago, Bs. Aires, 1958).

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En forma experimental se ha determinado que un pinchazo de
alfiler determina, junto al natural dolor, naturales alteraciones
respiratorias y aceleración del pulso. En forma experimental
también se han constatado las mismas modificaciones orgánicas
y psicológicas a la sola palabra “duelo” (p.18).

“...la palabra, pues, es evidentemente un estímulo real, capaz de


provocar la misma reacción que despiertan los estímulos
concretos del primer sistema de señalización (p. 21), físicos,
químicos, eléctricos etc. Sugestiones verbales pueden alterar el
ritmo la respiración, el pulso, etc. los que se hacen más lentos en
el sueño sugerido. Cuando se sugiere el acto de beber -en estado
de sueño sugerido, o sueño hipnótico-, se producen cambios en
el metabolismo hídrico. En estos casos la cantidad de orina
aumenta considerablemente, al mismo tiempo se observa un
proceso de deshidratación de la sangre”. (Ver. pps/ 64 y 174).

Estos hechos hacen más fácil comprender el fenómeno de la


sugestión verbal que BEJTEREV caracteriza como un
“...enclavamiento directo... sin necesidad de argumentación, ni
demostraciones lógicas” (p. 33). No es este el lugar de
desarrollar in extenso el problema de la sugestión; basta aquí
indicar que es un hecho real, y fundado en la relación de dos
sistemas complejos, a saber, el sistema nervioso, por un lado, y
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el lenguaje, por otro. Y es la nueva ciencia Cibernética la que


está echando nuevas luces en este problema. (Véase la
Psicología de la forma de Karl BUHLER, cuyo subtítulo es
“Cibernética y vida o otras obras de Cibernética, de J. Von
NEUMANN, NOVIK, ASHBY, etc.).

Como señala Y. KANNABIJ (1928), se puede hablar de


sugestión sólo en el caso en que una exigencia verbal dada, que
encontraría, en condiciones ordinarias resistencia y sería
sometida a critica, “se ejecuta ciegamente, gracias a que en el
aparato neuro-psíquico del hombre se encuentran inhibidas
todas las demás tendencias contradictorias. Provocar en el
hombre una inhibición de este género, obligarlo a actuar sin
razonamiento, he aquí lo que se entiende por sugestión" (p. 34).

Se trata de un sometimiento total (en sueño sugerido o en vigilia,


pero subconciente), en que la persona sugestionada tiene la firme
e irrefutable convicción de que actúa por iniciativa propia. Esta
convicción falsa de que se actúa por iniciativa propia, se
demuestra mejor en los casos de sugestión post-hipnótica:
durante el estado de sueño sugerido se ordena a una persona que,
al día siguiente, por ejemplo, a la 11 a.m., beba un vaso de agua;
llegado el día y la hora el sujeto cumple la orden al pie de la letra,
en la creencia inconmovible -cono indicamos, de que ha tomado
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libremente la iniciativa de tal acto. Tanto en la reflexología,
como en el psicoanálisis se llama proceso de “racionalización”,
al hecho de que el sujeto busca y encuentra siempre “razones”
para “explicar” o justificar su conducta, diciendo, por ejemplo,
que tenía sed, etc.

Los primeros estudios sobre la sugestión se realizaron en el siglo


pasado, siendo notables los del cirujano inglés BRAID, luego los
de CHARCOT, en Paris y los de BERNHEIM, en Nancy.

CHARCOT provocaba el sueño usando estímulos breves,


súbitos y fuertes, actuando sobre la vista, el oído y el tacto, sin
dar mayor importancia a las palabras; trabajó con histéricos
llegando a la conclusión -errónea-, de que la hipnosis era una
neurosis provocada. (Esto no impide, desde luego, que puedan
provocarse neurosis en forma experimental, como PAVLON lo
hacía en sus laboratorios).

BERNHEIM hizo un planteamiento más amplio considerando a


los fenómenos hipnóticos como procesos normales.

VERWORN, por su parte, considera la hipnosis, como “el más


alto grado de la vigilia”, afirmación cuyas valiosas
implicaciones merecen estudio aparte. La potenciación de las
disposiciones médicas, perceptivas, etc., por medio de la
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sugestión verbal, todavía no ha sido debidamente evaluada ni


experimental ni teóricamente.

3. LA HIPNOTERAPIA.

La hipnoterapia es uno de los varios métodos que usa la


psicoterapia. Estamos plenamente de acuerdo con PLATONOV
cuando prefiere hablar de sugestiterapia; también se habla de
método hipno-sugestivo, la terapia reflexológica, etc.

La hipnoterapia o sugestiterapia, se basa o mejor, halla su


fundamento real y científico en la doctrina de los reflejos
condicionados de PAVLOV. Surgió desde sólidas bases
reflexológicas, de lo que testimonio la obra de PLATONOV,
quien expresa que es el -método- más fundamentado
científicamente y además procura, en los casos correspondientes,
un efecto rápido y estable, que satisface al médico y al enfermo”
(p.6).

No es este el lugar de señalar las diferencias especificas entre la


sugestiterapia y el sicoanálisis, pero se hace necesario reconocer
de paso, algunas ventajas prácticas, de la sugestiterapia.

a) En primer lugar, mientras el psicoanálisis es un método cuya


duración tiende a extenderse meses y años, la sugestiterapia
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consigue curaciones en un tiempo inmensamente más
reducido. Algunos casos se curan en una sola sesión, de
sugestión en estado de vigilia. Algunos casos graves se curan
en uno o dos meses. El alcoholismo se extirpa en sesiones
progresivamente distanciadas, que pueden abarcar el período
de un año. Lo corriente, sin embargo, es la curación rápida.

b) En segundo lugar, los efectos de la sugestiterapia son


estables y el alivio del paciente es casi inmediato. El efecto
curativo dura normalmente toda la vida. En otros casos no se
registran recidivas por 20 o más años (p.250). Algunos otros
requieren consolidar tratamiento en veinte o treinta sesiones.
Pero otras neurosis que han durado 10 o más años, se curan
en tiempos relativamente breves. De la casuística presentada
se puede inferir que la duración promedio es de dos a cuatro
semanas para los casos más frecuentes.

c) En tercer lugar y junto a la rapidez, la eficacia de la


sugestiterapia hace que este método sea más económico, y
por ello, esté al alcance de mayor número de personas que el
psicoanálisis, procedimiento que sólo está al servicio de
personas de suficientes recursos monetarios.

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d) En cuarto lugar, existe la posibilidad de usar la hipnoterapia


en forma colectiva, lo que le abre el camino a un servicio a
la comunidad que supera el clásico individualismo
psicoanalista. Existen terapias de grupo que acuden a
técnicas psicoanalíticas, pero aun así, como luego veremos,
se mueven en un plano obligadamente superficial y en el
terreno movedizo de las conjeturas.

e) Si recordamos los nueve grados de profundidad del sueño de


que habla RATKOV (1941), vemos inmediatamente que
mientras el psicoanálisis sólo toca aspectos más o menos
superficiales de la personalidad (pese a sus protestas de
penetrar en el fondo anímico subconciente e inconciente, etc),
con las técnicas sugestivas podemos penetrar hasta los
estratos más profundos de la personalidad.

f) Por último, las técnicas sugestivas verbales hacen posible


una labor preventiva y profiláctica de Higiene Mental.

4. EQUILIBRIO Y DESEQUILIBRIO NERVIOSOS

En principio, al cerebro llegan millones de estímulos e impulsos.


Solamente a los receptores llegan más de 100 millones de
estímulos por día, como se ha determinado recientemente, en
investigaciones sobre el órgano de la vista.
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Ahora bien, “todos ellos entran en colisión, chocan entre sí,
actúan recíprocamente unos sobre otros, y deben, a fin de
cuentas, sistematizarse. Como resultado final se obtiene una
estereotipia funcional, es decir, un sistema equilibrado,
coordinado de los procesos internos” (p.150; entiéndase; de los
procesos de excitación e inhibición; de sus grados de fuerza, de
su movilidad y equilibrio).

Como las situaciones se repiten, por lo general, se forman


estereotipias dinámicas, que permiten, ajustar nuestra conducta
al medio cada vez con menos uso de energías. Son los hábitos,
las costumbres. Sobre ellos se estructura la personalidad.

Sin embargo, no siempre nuestra vida transcurre por los cauces


de la tranquilidad y regularidad cotidianas. Con mayor o menor
frecuencia nos vemos enfrentados a situaciones de gran tensión
emocional que hacen o pueden hacer impacto en nuestro sistema
nervioso produciendo a veces, desequilibrios de mayor o menor
cuantía, superficiales o profundos. La velocidad con que se
relevan los procesos nerviosos fundamentales (excitación e
inhibición) tiene un límite fisiológico” (p.144). La duración de
las situaciones a que tiene que adaptarse la persona puede
medirse en segundos, minutos o lapsos mayores de tiempo. De
hecho, no hay aquí patrones universales de medida. Pero cuando
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las exigencias del medio son mayores a la capacidad de ajuste y


cambio de nuestro sistema, entonces se quiebra el normal
funcionamiento del psiquismo y se producen traumas, neurosis,
puntos patológicos, etc.

Como dice PLATONOV “...los procesos de excitación e


inhibición pueden transformarse en procesos patológicos si tiene
lugar el tránsito impetuoso, sin intervalos, del proceso de
inhibición al de excitación y a la inversa”. (p. 133). Se produce
una colisión de ambos procesos, un desajuste de los mismos, y
por ende, un desajuste interno y con el medio. La

coordinación y armonía sufren mengua o se alteran en diverso


grado. PAVLOV pone un ejemplo sencillo: si me hallo
realizando una tarea tranquilamente y de pronto alguien me
ordena en voz alta e imperativa “haz esto o lo otro”, esta
advertencia me produce enojo; y si la perturbación es grande, se
produce una alteración transitoria o de mayor duración. La
pérdida súbita de un ser querido, conductas o situaciones
inesperadas y violentas, frustraciones, cambios bruscos de
ambiente, ambientes prolongadamente hostiles y (o) agresivos
pueden tener efectos traumáticos.

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El Poder Sugestivo y Terapéutico de la Palabra
Desde luego el ideal es lograr siempre una armonía y equilibrio
entre los procesos de excitación e inhibición, pues el predominio
de la excitación perturba la inhibición, por ejemplo, cuando
alguien sufre un ataque de risa o de llanto y “no puede
dominarse”, o cuando la cólera o la ira no hallan control, o en la
irritabilidad continua, las exaltaciones sexuales, etc... A su vez,
el predominio de la inhibición perturba la excitación (PAVLOV),
por ejemplo, en el caso de personas y animales sometidos largo
tiempo a vivir duramente sometidos, en jaulas prisiones o
medios coactivos, fuertemente autoritarios, etc. Un caso es el de
mujeres educadas en colegios religiosos en los que lo sexual es
un tabú; tantas prohibiciones, tantos temores pesan sobre las
jóvenes que a la larga se tornan frígidas. Algunos comparan este
tipo de frigidez comparan este tipo de frigidez con bloques de
hielo, que es difícil deshielar. Otro caso típico es de algunos
niños, cuyos padres ejercen una autoridad tiránica tal que sus
niños apenas si pueden hablar y moverse en su presencia...

Por suerte el sistema nervioso tiene una plasticidad


extraordinaria, que permite superar vencer la mayor parte de los
desequilibrios. Gracias a su movilidad y plasticidad “...nada está
inmóvil, todo puede ser logrado y mejorado (o empeorado), con
tal que existan (o se creen) las condiciones necesarias (p.292).

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Se abren así no sólo las posibilidades de recuperar la normalidad,


sino también ilimitadas posibilidades de aprendizaje y
perfeccionamiento, ya que por lo general apenas si usamos
algunas de nuestras grandes posibilidades de rendimiento y
producción, creación, adaptación, estudio, etc. El aprendizaje
durante el sueño, de posibilidades incalculables en el campo de
la educación, se halla todavía en los umbrales de su desarrollo y
aplicación.

5. LOS MEDICAMENTOS ESPIRITUALES

Varios son los métodos que usa la medicina: el medicamentoso,


el quirúrgico, el fisioterápico, el psicoterápico, etc. Este último,
pero, tiene la ventaja de ser “parte componente de todos los
demás métodos curativos” (p.7). Sin embargo, los métodos
psicoterápicos han rebasado ya las estrechas fronteras de la
psiquiatría para constituirse en métodos necesarios en todas las
ramas de la medicina, la psicología y la pedagogía.

“La psicoterapia es el más viejo método de curación del hombre


enfermo” (p.9). A RADISCHEV, en el siglo XVIII, decía que
los medicamentos espirituales tienen tanto, derecho de existir
como los “arsenales farmacéuticos”. M. MUDROV, en 1820,
comprobó y reconoció la capacidad y efectividad de los

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remedios espirituales para curar el cuerpo doliente.
DIADKOVSKI era radical, en 1836 sostenía que “...el remedio
más importante que precisa el hombre sufriente es la fuerza
moral de la persuasión... y es un oprobio para el médico... sino
sabe hacer uso de este remedio” (p.239)

De hecho y como se ha comprobado experimentalmente las


palabras constituyen poderosos factores curativos.

Lamentablemente la significación educativa y terapéutica de la


palabra no es siempre apreciada y -comprendida- menos
conocida-, por quienes tienen en sus manos prodigar fácilmente
bienes extraordinarios a los demás.

Desde luego no son únicamente las palabras; son ellas, pero


también las personas que las usan (las mismas palabras no
significan lo mismo en boca de un sabio o de un ladrón) y son
también diversos factores sociales, culturales y situaciones que
se hallan en el campo o contexto simbólico y significativo en
que aparecen las palabras, y que les otorgan su sentido preciso
(la misma palabra “raíz”, para personas distintas significa cosas
distintas). Por otro lado, el ejemplo, las convicciones, el
prestigio, las ideas morales, filosóficas, políticas y religiosas se
hallan tras las palabras, condicionando su acción y sentido. Los

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hablantes particulares apenas son portadores de significativas


que los rebasan, pero que sabiendo usarlas y aplicarlas surten
efectos realmente maravillosos.

6. EL METODO HIPNOTERAPICO: ASPECTOS


ESENCIALES.

Ante todo, es necesario distinguir la psicoterapia mayor de la


menor, La psicoterapia menor comprende las palabras sedantes,
la persuasión y la sugestión verbal en estado de vigilia (Es la
psicoterapia explicativa de V. BEJTEREV, o la racional de
DUBOIS). La psicoterapia mayor, comprende la psicoterapia
menor reforzada con la sugestión en estado de sueño (p. 242).

La psicoterapia mayor se indica en los siguientes casos:

- Cuando el síndrome patológico es muy estable;

- En las neurosis en que el tratamiento en vigilia no surte


efectos positivos;

- Para tranquilizar rápidamente al paciente;

- En las depresiones reactivas psicógenas, incluso


delirantes y paranoides;

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- Con fines anamnésicos (hipnoanalíticos; revelándose
aquí muy superior y más rápido y efectivo que el clásico
psicoanálisis).

- Como auxiliar en las enfermedades somáticas;

- Para el diagnóstico diferencial.

El método está contraindicado en los siguientes casos:

- En la paranoia;

- En la esquizofrenia paranoide;

- En la psicastenia (p. 252).

En general, no debe usarse en todos aquellos casos en que se


advierte temor, resistencia o desconfianza.

Para una mejor aplicación se recomienda las siguientes reglas:

1. Examen del cuerpo;

2. Información anamnésica;

3. Determinación de la naturaleza del desorden, de su


duración y de su intensidad;

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4. Captación de la actitud del enfermo: deseo de curarse o


“refugio en la enfermedad”, etc.

5. Elaboración de los síntomas por el segundo sistema:


sublimación, racionalización, simbolización, etc.

6. Información sobre el modo de vida, relaciones familiares,


condiciones de trabajo, costumbres, etc.

7. Forma de pensar, concepciones erróneas acerca de la


enfermedad que deben combatirse por persuasión, etc. (p.
243).

Especial importancia tiene el tratamiento individual de cada


paciente. Para lograr un mayor acercamiento, hacia lo
característico de cada quien y además de los procedimientos
clásicos, ayuda mucho el conocimiento del tipo de sistema
nervioso (p. 255). Para este fin se recurre con acierto a la
autobiografía, en la que deben consignarse, de modo especial,
las circunstancias traumatizantes (p. 318).

La anamnesis del paciente debe sujetarse a un estricto orden


cronológico. (Y este mismo orden parece ser el más indicado en
el tratamiento a seguir (pp. 241 y 255, respectivamente). “Lo

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más justo, dice PLATONOV, es emplear el mismo mecanismo
de desarrollo del estado neurótico...” (p. 255).

Junto al orden cronológico debe atenderse a la intensidad de los


síntomas para lo que, en la terapia, debe llevarse al paciente a un
estado psicológico similar al estado en que ocurrió la neurosis...
(p. 255). Para conseguir esto objetivo ayuda mucho el
conocimiento de los nueve grados de profundidad del sueño
sugerido, establecidos por KATKOV y de los que nos ocupamos
más adelante. Estos grados deben relacionarse con los llamados
estados fásicos y, desde luego, con el caso particular que se
estudia.

La autobiografía debe contener:

1. Las quejas del sujeto o sea el cuadro interno;

2. Fecha de origen de la enfermedad y su duración;

3. Condiciones en que se desarrolló el trauma y la actitud


del enfermo hacia sus dolencias;

4. Tratamientos empleados antes y su duración y resultados;

5. Estado premórbido del enfermo (p. 318).

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“Ningún método psicoterápico será eficaz, ya sea empleado en


estado de vigilia o en estado hipnoide, sin, el análisis previo de
las causas concretas. “Como regla general cada forma de
psicoterapia debe ir siempre precedida del análisis de las
causas...”. (loc. cit.)

Un recurso y procedimiento valiosísimo para penetrar en la


historia real de los pacientes es el hipnoanálisis, es decir, la
indagación de los hechos vividos, mientras el sujeto se halla en
estado de sueño sugerido. “Las huellas de lo vivido, son en cierto
modo imborrables”. (p. 164), (el cerebro es una suerte de
grabadora perfecta).

En cuanto a la eficacia de la psicoterapia, los porcentajes que


nos ofrece el autor hablan por si mismos:

- el 58% obtuvo el restablecimiento total;

- el 20% obtuvo una notable mejoría; (con lo que llegamos


a un 78% de casos con efecto positivo).

- el 16% alcanzó una mejoría poco sensible;

- en el 6% no surtió ningún efecto.

28
El Poder Sugestivo y Terapéutico de la Palabra
De extraordinaria importancia es el hecho de la inocuidad de la
sugestión y de la sugestiterapia. En su larga experiencia clínica
PLATONOV no encontró ningún caso en que sus tratamientos
hayan tenido efectos perjudiciales para la salud de sus pacientes.
Esta inocuidad fue confirmada ampliamente por A. PSHONIK,
en 1950 (p. 166). Muy por el contrario, junto al poder curativo
de las palabras se hallaron influencias tonificantes y
desintoxicantes muy beneficiosas.

En la práctica conviene informar a los sujetos sobre la inocuidad


de la hipnosis, ya que existe un prejuicioso temor hacia la
hipnosis y que se halla bastante generalizado.

7. OTROS ASPECTOS DE LA SUGESTION VERBAL

La sugestión verbal reviste una serie de modalidades y


relaciones con otros fenómenos psíquicos, que pasamos a
describir someramente.

a) La autosugestión.- Se produce cuando alguien usa las


palabras para conseguir efectos sobre su propia persona. Se
ha comprobado que los períodos de tiempo más apropiados
para realizar la autosugestión son los que preceden al
adormecimiento y los que siguen inmediatamente al despertar.

29
J. Barreda

Las fórmulas deben pronunciarse en tiempo presente y en modo


afirmativo. Deben decirse en voz baja, repetirse muchas veces
con recogimiento completo.

Una autosugestión sistemática y enérgica puede suprimir no sólo


síntomas neuróticos, sino verdaderas neurosis... La casuística
ofrecida por PLATONOV no es muy abundante sobre el
particular, pero las referencias que hace son suficientemente
probatorias del poder de la autosugestión. La fuerza de voluntad
y la elaboración de las fórmulas adecuadas son de gran
importancia. Supongamos con PLATONOV que se quiere quitar
la costumbre de tomar vino, la fórmula que propone es:

“He hecho voto de no beber y no pensar en el vino; me he librado


del todo de esta tentación funesta y no pienso más en el vino”.
La fórmula se repite antes de dormirse y luego de despertar,
todos los días y con la suficiente determinación y fuerza de
voluntad.

b) La contra sugestión. - Se obtiene al asumir una firme actitud


crítica frente a las palabras del hipnotizador, las mismas que
no logran los efectos deseados, aunque lo más frecuente es
que las personas mantengan una actitud pasiva y, por ende,
favorable a la influencia sugestiva.

30
El Poder Sugestivo y Terapéutico de la Palabra
c) Sugestión y aprendizaje. - El señor K, relata que cuando su
mujer empezaba a leer en voz alta a sus hijos, él se quedaba
inmediatamente dormido unos 30 a 40 minutos, pero al
despertar “todo lo leído era recordado por él” (p. 71).
Basándose en esto expresa PLATONOV “la inconveniencia
de conversaciones en alta voz en la habitación de los niños
dormidos, por cuanto estos no están privados, en este estado,
de la facultad de percepción”. (p. 71).

d) Límites de la sugestión. - No todo puede lograrse ni sugerirse.


Por ejemplo, nunca deben contradecirse los principios
morales de una persona, pues, en caso contrario...lo sugerido
no se realiza...” (p.38) Siendo posible que sobrevenga
iatrogenias o estados neuróticos. Muy por el contrario,
conviene que las sugestiones tengan un contenido moral
siempre positivo.

Las curaciones que se logran son, de hecho, muchas veces


asombrosas, pero no se hacen aquí milagros. Las enfermedades
orgánicas constituyen un límite ciertamente infranqueable.

e) Vivencias en estado de sugestión.- PLATONOV apenas si


hace referencia al aspecto, conciente de los procesos

31
J. Barreda

sugestivos, siendo así que una descripción fenomenológica


de los mismos es de la mayor importancia.

f) El reposo sugerido. - Decíamos más arriba que la sugestión


no sólo es inofensiva, sino que, al contrario, ha mostrado
poderes tonificantes y hasta desintoxicantes del organismo.
En esta dirección se halla el hecho -pues de hechos se trata y
no de simples interpretaciones y elucubraciones-, del reposo
sugerido.

PLATONOV describe experiencias que nos hacen ver cómo, por


sugestión recuperadora de energías se puede aumentar o
potenciar la capacidad de trabajo. No podemos dejar de
reproducir aquí una experiencia que consideramos
extraordinaria y preñada de sugestiones. Está en la p. 127.

“En los últimos años M. LINETSKI intentó aclarar los límites


posibles de aligeración sugerida del trabajo físico ejecutado por
un sujeto dado. El orden del experimento era el siguiente. En el
momento en que el sujeto en cuestión mostraba síntomas de
fatiga, trabajando en el ergógrafo, se le sugería: “¡La pesa que
levanta se ha aligerado en dos veces!”. Inmediatamente a esto se
restablecía la capacidad de trabajo. Una vez que la fatiga
aparecía de nuevo se le sugería que la pesa había sido aligerada

32
El Poder Sugestivo y Terapéutico de la Palabra
dos veces más. Y así consecutivamente. La capacidad de trabajo
se restablecía a cada sugestión, sin embargo, el grado de
restablecimiento cada vez se hacía menor y finalmente, no era
ya posible restituir la capacidad de trabajo. Pero, en cuanto se
sugería que el peso se había aligerado en cuatro veces más, de
nuevo el nivel de trabajo aumentaba bruscamente. Una vez
aparecida de nuevo la fatiga, se renovaba la sugestión y así
sucesivamente. Por último, llegaba un momento en que la
sugestión de haber aligerado el peso en cuatro veces ya no surtía
efecto alguno. Entonces se sugería que el peso había sido
disminuido en diez veces y de nuevo la capacidad de trabajo se
elevaba y una vez más se observaba que la sugestión al cabo de
un tiempo ya no era capaz de restablecer la capacidad de trabajo.
En este momento se sugería que el peso había sido aligerado en
veinte veces y otra vez lográbamos reponer el nivel de trabajo,
con esto la experiencia se daba por terminada".

“Los datos obtenidos ponen en evidencia que el fenómeno de


inhibición protectora se produce en las células corticales mucho
antes de que hayan sido consumidas cantidades considerables de
recursos energéticos". Huelgan comentarios...

g) El Sueño de Reposo. - En cuanto al sueño de reposo las


comprobaciones y experiencias son también incontrastables.
33
J. Barreda

En principio no debe olvidarse la sabia técnica de


PLATONOV de ordenar siempre una hora de sueño de
reposo, en los casos que así lo requieran y, en general, una
hora de sueño de reposo como refuerzo al tratamiento hecho.
En algunos casos treinta minutos de sueño pueden ser
suficientes.

El sueño sugerido prolongado sólo tiene significación aquí como


etapa final de la psicoterapia, es decir, luego de practicar la
psicoterapia en estado de vigilia y o en estado de sueño sugerido,
según los casos.

El sueño es también recomendado invariablemente en todos los


casos de “sufrimientos superintensos, operaciones quirúrgicas
complicadas, partos difíciles retardados, enfermedades
somáticas graves, fatiga general, excitación nerviosa exaltada,
etc.” (p.253). De esta manera se eleva el tono cerebral y se
mejora el anabolismo. El sueño ayuda a restablecer pronto las
fuerzas perdidas.

El sueño refuerza el tratamiento y también sirve para recuperar


y mejorar el estado de ánimo, sea en enfermos orgánicos, sea en
personas sanas que necesitan descanso, etc. ¡Para tantos usos
benéficos puede ser utilizado! ¡Y a tan poco costo!,

34
El Poder Sugestivo y Terapéutico de la Palabra
Una anciana (p. 254) luego de una neumonía gripal se hallaba
extenuada y su debilidad era grande. Luego de algunas sesiones
de sueño de reposo absoluto, la anciana recuperó las fuerzas y el
apetito perdido. Con tuberculosos se ha conseguido despertarles
el apetito, normalizarles el sueño y devolverles la fe perdida en
la propia recuperación. (p. 412).

h) Estrategia psicoterapéutica. Aunque no es este el lugar


sistemático para hablar de queremos consignar aquí lo que
nos permitimos llamar “estrategia psicoterapéutica (la
expresión es nuestra; y tiene inspiración y analogía con la
“estrategia del diagnóstico” de que nos habla CRONBACH,
en su Psicología Educativa, Edit. Pax, México, 1966, p. 176).
Esta estrategia nos parece muy acertada y sabia: La hallamos
en las siguientes afirmaciones: “De acuerdo con esto dice
PLATONOV-, empleamos generalmente la psicoterapia
explicativa (1), después la sugestión en estado de sueño
hipnótico (11) seguida, cuando esto es necesario, del sueño
de reposo sugerido” (pp. 254-255) (111)

Constituyen una excepción aquellas reacciones histéricas “como


el mutismo, diferentes paresias motoras, en las que
frecuentemente basta una sesión de sugestión verbal directa o
indirecta, practicada en estado de vigilia o sueño sugerido, para
35
J. Barreda

suprimir por completo todos los síntomas patológicos” (p. 255.


el subrayado es nuestro).

8. LAS IATROGENIAS

En 1925 OSTWALD BUMKE introdujo la palabra yatrógenos


para indicar los sufrimientos sugeridos y provocados por el
médico (del griego isthros, médico) Pese a constituir un
fenómeno “monstruoso y antinatural” (p. 282) de la vida médica,
como dice CHERNORUTSKI (1946), se dan con una frecuencia
alarmante.

Toda persona, en especial médicos, psicólogos, profesores,


religiosos, etc., lo quieran o no, influyen sugestivamente en el
psiquismo de otras personas, para bien o para mal. Pero no sólo
las personas particulares son sugestivas; también lo son las
situaciones sociales, el ambiente familiar, de trabajo, el
ambiente hospitalario, militar, etc. Las instituciones tienen su
propia fuerza sugestiva. Un hospital, por ejemplo, o un colegio,
pueden, por su prestigio, atraer a mucha gente; o, también por su
desprestigio, pueden ahuyentar a la clientela. En la sierra los
hospitales no son precisamente atractivos para los campesinos;
muchos prefieren terminar sus días en manos de curanderos.

36
El Poder Sugestivo y Terapéutico de la Palabra
Se supone y es obvio que la influencia y palabras del médico y
del psicólogo deben estar única y exclusivamente orientados
hacia la promoción del bienestar y la salud de sus pacientes. Ya
los preceptos hindúes se hacían eco de esta situación cuando
establecían entre otras cosas, que “se puede tener a la madre, el
hermano, al amigo, pero al médico nunca”. (p. 281). Por
desgracia nuestros países impedidos de desarrollar, de triste
coloniaje mental y técnico, nos muestran cuán lejos estamos
todavía de llegar a este desiderátum. Pero hay médicos que usan
en forma maestra su influencia sugestiva, acercándose al gran
galeno S.B. BOPKIN cuyo “atractivo entre los enfermos era
verdaderamente mágico, curaba a menudo con una sola palabra,
con una sola visita al enfermo”. (p. 280 ) (2) .

Varias son las formas que reviste la iatrogenia, en que los


médicos pueden reforzar síntomas ya existentes o crear nuevos
síntomas y enfermedades.

2
STEFAN ZWEIG, en su novela Amok, coloca en boca de uno de sus
personajes las siguientes expresiones: “Si encontramos a alguien que se halla
angustiado, estamos obligados a procurarle nuestro auxilio” (S ZWEIG Obras
Compl. t. IV, p.1007; Edit. Juventud, Barcelona).

37
J. Barreda

a) En 1947 V. GULIAROVSKI indicó que “en los médicos


jóvenes se observa a veces el deseo de imponer su erudición;
suelen comunicar al enfermo detalles superfluos sobre su
enfermedad, utilizando términos especializados”. Como dice
Y. KANNABIJ esto no es sino psicoterapia negativa (p. 282).

b) En las Facultades de Medicina se observa con frecuencia


grave (y podríamos mencionar varios casos ocurridos en
Centros Hospitalarios nacionales) que algunos profesores -
sea por imprudencia o por desconocimiento del poder
sugestivo de las palabras-, cuando se hallan con alumnos,
rodeando el hecho de sus pacientes, las hacen conocer a viva
voz los detalles de la enfermedad, incluyendo el diagnóstico
y el pronóstico, a veces fatal, provocando así, sin darse cuenta,
consecuencias iatrogénicas.

Sobre el particular, y en general en el trato médico y psicológico,


debe tenerse muy en cuenta la advertencia do PLATONOV en
el sentido de que “poner en conocimiento del enfermo todos los
tenores que sufre el médico es siempre una equivocación por
parte del médico y a veces un crinen”. (p. 276).

38
El Poder Sugestivo y Terapéutico de la Palabra
Los romanos eran más sabios, practicando severamente el ars
muta, el arte de saber callar. Pero sucede que cosas tan simples
como esta ni siquiera se enseñan.

En la instrucción práctica de los nuevos médicos, psicólogos,


enfermeras y obstetrices, etc., deberían tomarse precauciones
radicales a fin de evitar todo asomo de iatrogenias.

En este sentido debemos señalar que el conocimiento básico del


lenguaje y sus poderes (funciones) el uso aséptico de las palabras,
deberían constituir tenas esenciales en la formación de todo
personal que tenga que trabajar con la salud del hombre. Pero
nos preguntamos con honda preocupación: ¿saben los jóvenes
profesionales que hemos mencionado, saben siquiera lo que es
el lenguaje? ¿Y conocen cuáles son sus funciones primordiales
y sus factores decisivos y las técnicas de su buen uso profesional?
¿y dominan la reflexología tanto como el psicoanálisis?

c) En toda circunstancia el médico debe “animar al enfermo,


darle esperanzas de restablecimiento o, según el caso, de la
mejoría" (p. 276). V.BEJTEREV no se equivocaba al decir:
“Si el enfermo después de la conversación con el médico no
experimenta alivio, quiere decir que este no es médico” (p.
276) (o, mutatis mutandis: “no es psicólogo”).

39
J. Barreda

“Todos saben, dice BEJTEREV (1898) qué acción saludable,


mágica puede tener una palabra consoladora del médico, y, por
el contrario, de qué manera fatal actúa a veces sobre el enfermo
la condena fría, severa del médico, que no conoce o no quiere
conocer la fuerza de la sugestión" (p. 276).

Debiera también respetarse el criterio de DEJERINE que ya en


1912 establecía que “si a las primeras conversaciones... no se
crea una simpatía mutua...les inútil seguir adelante” (p. 277).

A modo de ilustración mencionaremos algunas expresiones y


casos de iatrogenias, empezando con una referida por el doctor
HERMILIO VALDIZAN Y que se halla en la Psiquiatría del
doctor HONORIO DELGADO (p. 104. Imprenta Santa María,
Lima 1955); Un joven acude a “un médico incompetente”, quien
lo declara tuberculoso: el paciente “se arroja delante de un tren
en marcha y la autopsia demuestra normalidad en los pulmones”.

PLATONOV menciona varias expresiones típicamente


iatrogénicas:

- “Usted tiene un corazón terrible... puede ser afectado por


la parálisis!”.

“¡Con un corazón tan enfermo no vivirá mucho!”


40
El Poder Sugestivo y Terapéutico de la Palabra
- “¡No pongo corazones nuevos y el viejo no sirve para
nada!”.

- “¡Qué dilatada tiene la aorta. Esto significa la muerte en la


calle!”.

- “¡Lleve siempre sus documentos, pues en cualquier


momento sufrirá un ataque en la calle!”.

- “Ud. está muy grave, su enfermedad es incurable y en


cualquier momento puede morir!”. (p. 280).

9. LAS DIDACTOGENIAS.

La expresión “didactogenia” fue propuesta por E. KATKOV, en


1938, para designar las neurosis y enfermedades producidas por
los maestros en los escolares (Didaskos, maestro).

Las neurosis escolares se producen con suma frecuencia no sólo


porque la infancia y juventud son edades de extraordinaria
sugestionabilidad, sino también por la imprudencia de los
maestros y porque muchos momentos del proceso educacional
van acompañados de estados fuertemente emocionales, como los

41
J. Barreda

exámenes, los trabajos de control, las salidas a la pizarra, los


castigos, las nuevas experiencias3 (1).

En esos momentos las palabras dirigen la psiquis y van plenas


de responsabilidad.

Si bien la mayoría de los escolares, dominan sus tensiones, una


parte puede sucumbir a las mismas, generándose alteraciones
nerviosas de diverso tipo.

En niños desnutridos en especial y desnutrida es nuestra


población en cerca del 90%, surgen estos desordenes, ya que su
psiquismo y su cerebro se hallan grandemente debilitados,
siendo fácil presa de las agresiones verbales y situacionales.

Los maestros debieran comprender que sus palabras en todo


momento y en particular en situaciones cruciales para los
alumnos, están cargadas de grave responsabilidad. Por ello, en
la Psicología Pedagógica, debe ocupar un lugar importante la
fisiología, la psicología y la psicoprofilaxis de la palabra. Igual
importancia debe darse a la psicoterapia escolar.

3
Es valioso el capítulo sobre la sugestión, de la Psicología de W. Stern; ver
p. 445 y ss. - Edit. Paidos, Bs. Aires, 1957).

42
El Poder Sugestivo y Terapéutico de la Palabra
A manera de ilustración citaremos algunos casos típicos:

- Un joven aviador era excelente piloto, hasta que su jefe


le dijo en tono autoritario: “¡Ud. no puede volar, está
enfermo¡” y el joven enfermo realmente. (p.288).

- Una adolescente de 16 años, era una escolar aplicada.


Acudió al dispensario, aquejada de un miedo cerval a
escribir. La anamnesis aclaró que la causa fue la maestra
quien en forma súbita y busca le dijo: “¡Mueves muy
bien la lengua, veremos cómo escribes!”. La muchacha
se turbó, sintió calor en todo el cuerpo, sudaba
profusamente, la cabeza se le “nublo” y al terminar el
ejercicio no recordaba lo que había escrito. Desde ese
momento surgió la neurosis (p. 287).

- Otro joven de 19 años, tartamudeaba, La causa: su


maestra de matemáticas le daba súbitamente problemas
desconcertantes y en un momento de tensión emocional,
luego de reprenderlo le dijo: “¡y además eres
tartamudo!”. Fue suficiente, el joven empezó a
tartamudear (p. 187).

43
J. Barreda

10. SOCIOGENIAS

Proponemos llamar así al conjunto de neurosis y enfermedades


mentales provocadas por el uso indebido de las palabras, en el
seno de la vida social. Ciertas costumbres traumatizantes
(tradiciones, prejuicios de todo tipo, supersticiones, etc.), actúan
como factores precipitantes de neurosis y transtornos
emocionales. Aquí se ubica, por ejemplo, la frigidez, motivada
por seguirse considerando lo sexual como tabú, como algo
condenable, etc.

Si consideramos que algunos médicos y maestros son los


primeros en producir desórdenes iatrogénicos, fácilmente
llegamos a la conclusión de que los demás adultos, que no tienen
la instrucción suficiente provocarán desequilibrios en mayor
cuantía. Piénsese en los padres de familia que influyen en la
psíquica de sus hijos: piénsese en los “cuidadores de niños” y
pienses en todos los adultos y personas que tratan a diario con
jóvenes, ejerciendo una influencia muchas veces funesta.

A modo de ejemplo, mencionaremos el caso de una anciana de


63 años que se quejaba de un horror indescriptible a todo lo que
le significaba “entierros”. La anamnesis indica que a la edad de
cinco años su niñera, para tranquilizarla de sus caprichos la

44
El Poder Sugestivo y Terapéutico de la Palabra
amenazó así: “¡Mira, la muerte se levantará y te llevará con ella
a la tumba!”. (p.299).

En general los niños dejados al “cuidado” de “niñeras” carentes


de toda instrucción, aunque muy versados en prejuicios y
supersticiones, están expuestos en todo momento a ser víctimas
indefensas de traumatismos emocionales cuyo impacto puede
derivar en algún desequilibrio. Los complejos y desórdenes así
originados, de hecho, acompañan a muchos durante todo resto
de sus días, como en el caso de la anciana, que acabamos de
relatar: una fobia llevaba a cuestas 58 años...

Otro ejemplo ilustrativo en el que ponemos a continuación y que


comprueba la tesis de DEJERINE de que “sin emociones no hay
psiconeurosis” y la tesis más general, que nos parece correcta,
de que cualquier situación fuertemente emocional y en ciertas
circunstancias personales, puede condicionar una neurosis (p.
299).

“La muchacha K, de 11 años, fue traída por la madre. La


muchacha se quejaba de temerosidad y nerviosidad exageradas.
El más pequeño ruido, susurro, el crujido de un papel, la
agitación de las cortinas bastaba para que la muchacha se viere
invadida por el horror, temblara, palideciera y gritara

45
J. Barreda

agudamente. Cada noche, salvo raras excepciones, se veía


perseguida por temores nocturnos acompañados de grito”... “Sus
padres, pedagogos, estaban todo el día ausentes y la muchacha
quedaba “al cuidado” completo de las niñeras, con frecuencia
casuales, sin referencias, quienes asustaban a la niña con
“gitanos”, “bichos”, “diablos”, “incendios”, “ladrones”.

En una oportunidad le había dicho “ahora vendría Dios” (sic) y


por una habitación contigua oscura se arrastró un hombre
desnudo y con barbe. “Como después pudo saberse, esta escena
había sido organizada por la niñera”. Estos hechos y otros
crearon en la niña una neurosis histérica reactiva (p. 434).

La abundancia de prejuicios y tenores que circulas en la


población mundial por diversos “patrones culturales” y
tradiciones, hacen imperativo adoptar una serie de medidas
psicohigiénicas para salvar, por lo menos parcialmente a la
comunidad de procesos neuróticos que le hacen vivir una vida
disminuida, cuando no desgraciada y a veces miserable.
Debieran desterrarse los temores infundados hacia los “cucos”,
hacia la oscuridad, hacia los diablos y aparecidos, etc.
Igualmente debiera desterraren el temor a ciertos hechos que se
consideran todavía tabú, como el sexo, el hambre, la revolución,
los uniformados, etc.
46
El Poder Sugestivo y Terapéutico de la Palabra
Entre las medidas psicohigiénicas que tenía en cuenta
PLATONOV están las siguientes:

a) La organización del trabajo y el descanso

b) El entrenamiento sistemático frente a circunstancias


difíciles, empezando por los ejercicios más simples,
hasta los más complicados, para fortalecer el sistema “Es
la enseñanza de las dificultades de que también habla
SMIRNOV, en su Psicología, Igual importancia tiene la
“educación de los refrenamientos” (p. 373).

c) Formación y educación de las inhibiciones, incluida la


formación de hábitos y buenas costumbres, que
signifiquen disciplina y organización del tiempo y de la
vida. Formación de planes, proyectos de trabajo, etc.

Se debe preparar a los jóvenes para enfrentar situaciones - limite,


ineludibles, como la muerte - de algún pariente o ser querido,
accidentes, catástrofes, estados de guerra o emergencia,
agresiones verbales, privaciones, rigores del clima, etc.

d) Evitar en la familia las querellas, las atemorizaciones y


los estados de fuerte e innecesaria tensión emocional, en
especial en las horas de comer.
47
J. Barreda

Estas y otras medidas que aconseja a la Higiene Mental podrían


disminuir en algo las sociogenias.

11. LA ACTITUD DEL PACIENTE Y DEL MEDICO A LA


LUZ DE LA REFLEXOLOGIA.

La psicología del enfermo implica -como aclara muy bien el


doctor HONORIO DELGADO-, no sólo la enfermedad, en
cuanto alteración nosológica, sino también la dolencia “en
cuanto sufrimiento que causa la impresión de estar enfermo”.
(Psiquiatría, p. 460)

A la mengua orgánica del enfermo hay que agregar la baja del


tono vital, la disminución o debilitamiento del tono cortical.
Sobre esta base orgánica se asientan una serie de actitudes y
estados psicológicos que revisten para nosotros la mayor
importancia.

En general, los enfermos y particularmente los graves, se hallan


en un estado depresivo “miran al futuro sombríamente y con
pocas esperanzas” (K.P p. 276).

Predomine en ellos un estado de alarma. Toda enfermedad


produce por si misma “el sentimiento de alarma e alarma e
inseguridad del enfermo (p. 449) y lo coloca en un estado de
48
El Poder Sugestivo y Terapéutico de la Palabra
“turbación frente a lo nuevo”. Se tiende a imaginar lo peor. El
paciente por tanto la enfermedad como sus consecuencias (H.
DELGADO) y es aquí donde ingresa la imaginación, agravando
simple, forjando complicaciones, sin evitar que el fantasma de
la muerte, en algunos casos se cierna peligrosamente sobre el
psiquismo.

A estas características del sujeto enfermo y sufriente hay que


agregar algunas otras como intranquilidad y temor, ansiedad y
angustia, en diversos grados y formas. Se tornan irritables,
agresivos, impacientes, temerosos, etc.

La baja del tono cortical disminuye sus defensas, favoreciendo


un estado de debilidad general, de astenia, que hace que el sujeto
se repliegue sobre sí mismo, indefenso y vulnerable a las
sugestiones del medio. Se torna fácilmente sugestionable, para
bien o para mal.

Frente a estos rasgos del enfermo, se halla una actitud de


esperanza e, invariablemente, cuando acude al médico o al
psicólogo, como señala BEJTEREV, lo hace “con la emoción de
espera”, con “disposición a curarse”, dispuesto a recuperar la
salud; con fe.

49
J. Barreda

Y es sobre esta actitud favorable sobre la que debe trabajar el


terapeuta. Por eso, tal vez lo primero de todo sea tranquilizar al
enfermo dándole esperanzas de curación, de restablecimiento o
según el caso, de mejoría (p. 276).

Como indicamos más arriba, si el enfermo no experimenta alivio


desde la primera conversación, quiere decir que no ha
encontrado un verdadero terapeuta (BEJTEREV). M.
IVANOVSKI (1923) sugería con razón que la “influencia
psicoterápica empieza desde el momento en que el enfermo
acude al médico. El enfermo demuestra con esto que tiene fe en
el médico, que está dispuesto a someterse a sus consejos, a su
influencia y de este modo tiene esperanzas en su curación”.
(p.278)

En enfermo debe “sentir que se le presta atención” a él como


persona y no sólo a su enfermedad. De aquí que si no se crea una
simpatía mutua...es “inútil seguir adelante”. (DEJERINE). Si se
gana la confianza y la simpatía del enfermo, se asegura el éxito
del tratamiento.

El médico cuenta a su favor no sólo con la autoridad, emanada


de la ciencia y de su prestigio, de su presencia y de su
personalidad, entre otras cosas, sino con una serie de cualidades,

50
El Poder Sugestivo y Terapéutico de la Palabra
como “calma, equilibrio espiritual, paciencia ante el enfermo,
intención sincera y cordial de prestarle ayuda, tacto y dulzura en
el trato”. (p. 281).

Todas estas cualidades “representan un conjunto de estímulos de


gran fuerza y significación”.

Jamás se debe olvidar que se está frente a una persona enferma,


que sufre y que se ve agobiada muchas veces en formas
extremadamente dolorosas; y que ciertos sufrimientos anímicos
pueden superar los dolores orgánicos.

Pero junto a su vocación y sólida formación científica, el


terapeuta debe encarnar un sentido humano a toda prueba. La
sabiduría de los hindúes se refleja en leyes que no descuidan ni
el aspecto del médico quien debe “tener apariencia noble”, e “ir
bien vestido”; sus vestiduras deben ser fragantes”. “Se puede
temer a la madre, al hermano, al amigo, pero al médico nunca”
-como ya citamos.

Por suerte para la humanidad, desde Oriente hasta Grecia y


desde Hipócrates hasta nuestros días siempre han existido
médicos que han logrado reunir cualidades extraordinarias. En
el Perú y en Arequipa en especial, hay muchos nombres ilustres.
Basta mencionar al doctor HONORIO DELGADO para
51
J. Barreda

simbolizar la medicina peruana. A modo de ilustración


mencionaremos el caso del médico S. BOTKIN, de quien
PAVLOV decía: “su atractivo entre los enfermos era
verdaderamente mágico, curaba a menudo con una sola palabra,
con una sola visita al enfermo. Cuántas veces hemos podido oir
de clinicistas discípulos suyos el reconocimiento amargo de que
las mismas recetas y, por lo visto, en los mismos casos, eran
ineficaces en sus manos mientras hacían milagros en manos del
maestro” (p. 280). PAVLOV mismo nunca olvidaba que frente
a él se hallaba una persona que a veces sufría cruelmente, por lo
que mantenía frente a los enfermos una actitud permanente “de
extraordinaria dulzura, delicadeza y cordialidad” (p. 281).

No podemos dejar de citar al doctor Delgado cuando se refiere a


la actitud del médico.

“Debe ser dueño de su propia expresión mímica y verbal, de


modo que resulte invariablemente confortativa. Una palabra o
un gesto imprudente suele ser tan nocivo como un tósigo. Por
desgracia, no siempre es una calumnia la agravación iatrógena
de una enfermedad y hasta la muerte iatrógena. No debe perder
oportunidad-occasio praeceps- para hacer o decir lo conducente
a levantar la moral del hombre que busca su asistencia. Debe
“contagiar” salud con el optimismo y la alegría pertinentes- sin
52
El Poder Sugestivo y Terapéutico de la Palabra
histrionismo-ASCLEPIADES preceptuaba que el proceder del
médico sea TUTO, CELERITER, JUCUNDE (seguro, pronto y
alegre)” (p. 461 de su Psiquiatría).

Por último, cabe señalar que el estado emocional del médico o


psicólogo es esencial y se refleja hasta en el tono de su voz. “La
señal verbal pronunciada apáticamente no provoca el reflejo
condicionado, mientras que la “orden verbal” pronunciada en
tono autoritario puede provocar con rapidez un reflejo
condicionado estable”. (PLATONOV).

12. SOBRE EL PERSONAL HOSPITALARIO.

Se supone que psicólogos, médicos y enfermeros tienen una


formación que garantiza su eficiencia - profesional en todos los
aspectos. Pero no puede decir se lo mismo, del personal
hospitalario, incluido el personal de servicio, limpieza de
habitaciones, hacedores de cama, alcanzadores de alimentos, etc.

Es a este personal al que debe instruirse siempre pero seriamente


sobre el cuidado extraordinario que deben tener cuando hablan
con los pacientes o en su presencia y aun cuando los pacientes
están dormidos...(Ver 7 c).

53
J. Barreda

La limpieza y asepsia debe extenderse a la lengua, que no por


ser lengua del pueblo es menos lapidaria y peligrosa.

Sorprende comprobar con que ingenuidad y despreocupación


habla el personal de servicio en presencia de los enfermos. Para
muestra pondremos algunos “botones” de esta flora, sin hacer
comentarios, pues son de perlas:

- “¿Dice que está Ud. muy grave?!!

- “Sabia Ud. que ya lo han desahuciado?”

- “A ese paso, éste no llega al domingo!”

- “¡El médico ha dicho que en cualquier momento se


muere!”

- “Este no aguanta un ataque más!”.

- “¡Seguro que en la operación se lo despachan!”

- A una señora con serios problemas en el alumbramiento


se vio la posibilidad de hacerle una operación cesárea,
pero la prudencia sapiente del médico no le hizo conocer
esta posibilidad a su enferma. En estas circunstancias
una empleada de servicio ingresa al cuarto de la enferma

54
El Poder Sugestivo y Terapéutico de la Palabra
y dice, sin más: “¡Prepárese Ud. para la operación
cesárea!”.

13. LAS FORMULAS.

Reproducimos algunas que son típicas:

FORMULA 1.- En estado hipnótico se hace la siguiente


sugestión: (a un peluquero).

“Ud. se ha librado completamente del miedo relacionado con


estos casos, Ud. siempre conserva el dominio de sí mismo y con
respecto a esta categoría de clientes se siente usted tranquilo y
los afeita con seguridad” (p. 92).

Además, se hace una sugestión verbal profiláctica para evitar en


el futuro la repetición de reacciones patológicas.

FORMULA 2.- “Las inquietudes se han olvidado, los espasmos


de la mano derecha al firmar los cheques han desaparecido y no
aparecerán más, se siente usted bien. Usted está ya sano de
nuevo y todo ha sido resuelto de la mejor manera”, etc. (p. 93).

FORMULA 3.- Para caso de sordera, se le hace leer: “Su


enfermedad, no es peligrosa, pronto recobrará el oído
completamente. Bastará que le pase la mano por la frente para
55
J. Barreda

que se quede dormida” y luego: “El conflicto ha sido olvidado.


Ud. se ha tranquilizado, la falta de dinero no ha tenido malas
consecuencias, al despertarse de nuevo oirá!”. A continuación:
“Ud. tiene ninguna enfermedad de los oídos que pueda ser causa
de su sordera”! (p. 106 y 107).

FORMULA 4.- Con tono “firme” se dice: “¡El médico la hará


dormir a Ud., después de lo cual a su orden se despertará con
recuperación completa del habla!”. (p. 114).

FORMULA 5. “¡A las condiciones de su vida Ud. reaccionará


tranquilamente, goza de un sueño reparador, el sentimiento
materno hacia su hijo es delicado, nada es capaz de alterar su
tranquilidad”! (p. 130).

FORMULA 6.- (Caso de irritabilidad y temor excesivo) “La


sugestión y las sesiones de hipnosis de reposo que le haremos
restablecerán sus fuerzas cada vez más, como antes Ud. es capaz
de dominarse y conservar la plena serenidad, el dominio y la
seguridad de sí misma, que le eran característicos antes... ¡Por
las noches Ud. duerme tranquila y profundamente, olvidando
todas las impresiones del día!” (p. 133).

FORMULA 7.- En la p. 135 PLATONOV establece que muchos


casos la sugestión de olvido, en estado de hipnosis o
56
El Poder Sugestivo y Terapéutico de la Palabra
somnolencia, “es un medio excelente para liquidar de una
manera definitiva las consecuencias de traumatismos psíquicos
vividos”. En las formulas anteriores que se puede apreciar la
aplicación de esta norma.

La fórmula 7 vale para profesores y en general para las llamadas


neurosis de las candilejas, formula que, desde luego, debe
completarse y adecuarse a cada caso particular:

“Usted guarda calma a indiferencia ante todo lo que le hizo sufrir


durante la lección. Tenga seguridad en su capacidad pedagógica
cuando se encuentre ante personas desconocidas” (p. 148).

FORMULA 8.- “Olvide Ud. los sufrimientos pasados, Ud.


puede mover la cabeza libremente en todas direcciones” (p. 168)
(caso de torticolis).

FORMULA 9.- Caso de estreñimiento.

“A partir de mañana, o sea, desde el 29 de enero, el intestino de


Ud. empezará a funcionar regularmente entre las 10 y las 11 de
la mañana" (p. 191)

FORMULA 10.- Caso de vómitos de embarazada.

57
J. Barreda

“¡Usted descansa, no hay más vómitos, puede comer de todo, no


siente repugnancia a los alimentos; por el contrario, siente
atracción hacia ellos, los alimentos que ingiere no se vomitan;
Ud. está segura en la conservación del embarazo y dará a luz
felizmente! ¡Así pues, no hay más vómitos, se siente bien y come
de todo a gusto!” (p.202).

FORMULA 11.- “Los ataques de asma bronquial han cesado del


todo” (p. 205) (Obsérvese el modo imperativo de la fórmula).

FORMULA 12.- “La enfermedad de Ud. ha sido producida por


la ruptura de relaciones con su marido. Ud. aún no se ha
resignado con ello y por esto el futuro le parece tan sin
perspectivas. En realidad, la separación con el marido es lo
mejor y más necesario que ha podido suceder, pues solo un
hombre sin - conciencia es capaz de abandonar a su mujer
embarazada. Nada bueno podía esperar de él. Ud. debe vivir con
un hombre serio y digno de Ud. El hecho de que tendrá un hijo
debe ser para usted un motivo de alegría, nada de deshonroso
hay en esto. El hijo será para usted un motivo de alegría, nada
de deshonroso hay en esto. El hijo será para usted el ser más
querido y más íntimo, en él tendrá usted un pequeño amigo y
nunca sentirá su vida vacía. El hijo no le será un impedimento
para seguir sus estudios; en nuestro país hay casas – cuna,
58
El Poder Sugestivo y Terapéutico de la Palabra
jardines de infancia y Ud. tiene madre que la ayudará a educarlo.
En nuestro país no hay porque temer dar a luz en esta situación,
un hijo es un orgullo y una alegría para la madre. Ud. dará a luz
con facilidad, sin dolores y felizmente. Ud. ya está en el cuarto
curso del Instituto y le queda poco; acabará con éxito sus
estudios, que tanta importancia tienen para Ud.…” etc. (p.245).

FORMULA 13.- “Así pues todo ha terminado, no hay más


vómitos” (p.246). En la p. 257 PLATONOV dice: “La misión
del médico tiene en este caso (de hipnoterapia) un carácter
creador bien definido y, al mismo tiempo, está cargada de
responsabilidad, La fórmula de sugestión por la palabra debe ser
muy precisa y estar dirigida además directamente al objetivo, la
palabra tiene que producir en la dinámica cortical del enfermo
las transformaciones necesarias profundas y estables”. (257).

FORMULA 14.- “Lo sufrido por Ud. pertenece ya al pasado y


no le inquieta más. Ud. se mantiene tranquilo respecto a ello, su
vida transcurre ahora normalmente, se siente bien, el sueño
nocturno es tranquilo y reparador”, (p. 262).

- Ud. ha olvidado ya todos los penosos sufrimientos y


cuando los recuerda por casualidad no le producen
inquietud”.

59
J. Barreda

FORMULA 15.- Para un alcohólico: “Ya no siente atracción


hacia las bebidas alcohólicas, por el contrario, experimenta una
repugnancia invencible hacia ellas”, etc.

- Recomienda PLATONOV la repetición de la fórmula


sugestiva: “varias veces”, con intervalos de tiempo, con
el fin de que las conexiones reflejo-condicionadas - que
va creando se consoliden suficientemente”. (p.263)
Fórmula de hipnosis:

“Ud. ya está en estado de calma espiritual completa, necesaria


para sumirse en somnolencia y más tarde en sueño. Todo su
cuerpo está recorrido por una sensación de languidez y molicie,
siente somnolencia agradable, los brazos y las piernas se hacen
pesados le parece que los párpados son de plomo, empieza a
experimentar que el sueño le domina invenciblemente. Ud. oye
bien mi voz, ahora voy a contar despacio hasta diez y a cada cifra
se profundizará su somnolencia: uno...dos...tres... (y así
sucesivamente hasta diez). Ud. se adormece ya, cada vez el
sueño será más profundo, tranquilo y agradable” (p.272).

FORMULA 16.- “Ninguna clase de inquietudes le provocan


ataques” (p. 344).

60
El Poder Sugestivo y Terapéutico de la Palabra
Otra fórmula de hipnosis: “Ya ve Ud. se encuentra en estado de
tranquilidad completa, respira con calma, fácilmente y bien, Ud.
se ha abstraído del todo de sus pesares, inquietudes y de las
impresiones del día, no se interesa por lo que le rodea. Continúa
percibiendo bien mis palabras. Nada le inquieta, no siente
sensaciones desagradables, su cuerpo está embargado por una
debilidad agradable, sus brazos y piernas se hacen pesados, así
como los párpados, se halla dominado más y más por la
somnolencia, no tiene deseos de moverse ni de abrir los ojos, sus
párpados se han cerrado, se sume cada vez más en sueño
profundo y tranquilo. Ud. ya duerme”. (p. 272).

14. ACERCA DE LAS FORMULAS.

Podemos considerar varios aspectos, como el contenido de las


fórmulas, sus aspectos formales, su lugar y tipos.

a) En lo referente al contenido en general tenemos:

61
J. Barreda

1. Que debe sugerirse tranquilidad inmediata, calma,


serenidad ante el sufrimiento y situaciones conflictivas.
4
(1).

2. Luego se sugiere olvido de los padecimientos; que la


persona se ha librado de la enfermedad Que las
preocupaciones han desaparecido; y que, de presentarse
en el futuro, se tomarán con - calma y tranquilidad.

3. Las fórmulas deben tener “un carácter creador bien


definido” (ver F. 13), es decir, deben tender a modificar
las actitudes y conceptos erróneos del paciente, para
imprimirle actitudes acordes con la realidad y
beneficiosas para su equilibrio psíquico. El dinamismo
cortical, como hemos indicado, tiene una plasticidad y
movilidad extraordinaria. Y es por esto que debo y puede
modificar en sentido positivo.

En este sentido el trabajo médico, psiquiátrico y psicológico


tiene una indudable dimensión artística, un vuelo arquitectónico

4
Invariablemente debe animarse al paciente, alentarlo y darle esperanzas de
mejoría y (o) según los casos, de curación.

62
El Poder Sugestivo y Terapéutico de la Palabra
inequívoco. Se trata de crear, de configurar y constituir nuevas
estereotipias funcionales y dinámicas, de construir nueva actitud
y hábitos, de poner (actos téticos; ver Ch. BUHLER) nuevas
ideas y conductas, modificando y eliminando las erróneas y
patológicas.

Como dice acertadamente PLATONOV: “tenemos la


posibilidad de dirigir, en cierta medida, el estado de la corteza
cerebral y, con ello, el estado de todo el organismo” ... (p. 449)
y psiquismo.

(Son especialmente valiosas aquí las sugestiones que las


Ciencias Psicológicas pueden tomar de la Cibernética; ciencia
cuya etimología se remonta a los griegos, entre los cuales
significaba el arte de timonear los navíos. Notables teóricos de
la Cibernética como N. WIENER, W. ASHBY, ILIA NOVIK,
mencionan a PAVLOV, como el creador de un método-el
reflexológico-, “para investigar los procesos mediante los cuales
el sistema nervioso central dirige la actividad del organismo”;
NCVIK, Sociología, Filosofía y Cibernética, Edit. Platina, Bs.
Aires, 1965, p. 19).

63
J. Barreda

4. El uso aséptico de las palabras, implica que las fórmulas


no deben ser sugestivas en sentido negativo, esto es, no
deben ser iatrogénicas.

Las preguntas no deben adelantar ya la respuesta. Por ejemplo,


no es lo mismo decir a alguien “si no ha visto un libro sobre la
mesa”, que decirle simplemente “si no ha visto algo sobre la
mesa”. Si a un paciente se le dice “¿y no le duele la cabeza?”, es
probable que en ese mismo instante surja un dolor -sugerido- y
el paciente conteste que sí. Las preguntas deben tener un carácter
general y deben dejar un amplio margen de libertad para que los
relatos de los pacientes sean espontáneos y objetivos.

En favor del médico y del psicólogo se halla el vivo deseo del


paciente de comunicar sus males, y no pocas veces de hacer una
confesión completa, lo que es extraordinariamente valioso. De
aquí que el terapeuta debe estar siempre dispuesto a escuchar...
lo que, lamentablemente, no siempre sucede.

Sin embargo, lo importante aquí es que el médico debe evitar


cuidadosamente toda acción iatrógena. Por ello las palabras
“deben elegirse cuidadosamente, ser bien pensadas, sopesadas y
comunicadas de tal forma que excluyan cualquier doble
interpretación. En esto reside lo esencial del método, pues todo

64
El Poder Sugestivo y Terapéutico de la Palabra
el arte del médico consiste en el empleo patogénico correcto de
la palabra” (p. 257).

5. Siempre deben respetarse las convicciones del paciente,


en particular sus convicciones morales.

Esto no impide infundir actitudes de ética, acordes con


los más altos valores del espíritu.

6. Se debe a intervalos adecuados, mantener la zona de


transferencia” o sea el contacto verbal con el paciente.
Para ello se le dice que nos escucha en todo momento y
que puede responder a nuestras preguntas, etc.

Este es también el momento de hacer las sugestiones


convenientes para mantener el grado de sueño deseado (ver más
adelante, los grados del sueño) o para profundizarlo, si fuera
necesario. PLATONOV sostiene que no siempre una buena
terapia necesita hacerse en los grados más profundos de sueño y
que basta, muchas veces, una ligera somnolencia para obtener
óptimos resultados.

En general, parece que lo ideal es sumir al paciente en un grado


de sueño equivalente al estado o vivencias traumatizadoras. Y
esto debe tener carácter de regla y técnica; muy recomendable.
65
J. Barreda

b) Con respecto a la forma cabe mencionar los siguientes


aspectos;

1. Las fórmulas deben ser precisas y breves. Deben apuntar


directamente a su objetivo, desechando todas las
expresiones superfluas.

2. Deben ser claras y sencillas de tal manera que sean


fácilmente comprensibles, adecuándose siempre al nivel
del paciente,

3. Deben decirse en un tono firme y seguro, con autoridad


y calma, subrayando los términos más significativos. Se
deben decir en tiempo presente y en modo imperativo,
como órdenes que deben cumplirse.

Sugestiones para el futuro, como las post hipnóticas, deben darse


en forma precisa con indicación del día y la hora. Las
sugestiones indefinidas no tienen mayor posibilidad de éxito.
También se recomienda repasar en presente los logros que se va
consiguiendo, como “Ud. ya está tranquilo, adormecido, ya
duerme”, etc.

4. Las formulas deben repetirse en cada sesión y varias


veces en la misma sesión con intervalos. Esta reiteración
66
El Poder Sugestivo y Terapéutico de la Palabra
es necesaria y graba mejor las órdenes, consolidando el
tratamiento. Tiene la reiteración una valiosa función de
refuerzo.

c) Lugar de las fórmulas. - Ellas forman parte de todo un


proceso de tratamiento y se ubican en la fase o momento
psicoterápico (Aunque, bien vistas las cosas, todas las
fases del tratamiento implican una relación
psicoterápica).

La psicoterapia debe llevarse a cabo conforme a un plan,


conforme a un proyecto estudiado cuidadosamente para cada
caso.

Dentro del plan se halla la estrategia psicoterápica, de que ya


hablamos, y en la que se usan formulas orientadas a conseguir
efectos inmediatos y mediatos, siempre según el caso y el plan
trazado, pero desde luego, manteniendo un cierto margen de
libertad y espontaneidad creadora y acordes con la naturaleza
misma del material que se tiene entre manos: el hombre.

Es necesario que las fórmulas se redacten previamente, para no


cometer errores de improvisación, para no olvidar sugestiones
esenciales, alterar el orden establecido, etc. Sólo una larga
experiencia puede exonerarnos de una labor de este tipo, pero
67
J. Barreda

aun así sigue siendo conveniente y recomendable, incluso para


fines de investigación.

d) Tipos de fórmulas. - Las fórmulas pueden ser de varios


tipos:

1. De autosugestión y de heterosugestión;

2. De sugestión directa e indirecta. La sugestión indirecta


es la que implica la - administración de un fármaco -u
otro tratamiento- acompañado de las palabras sugestivas
pertinentes, por ejemplo: “Le hemos prescrito un
tratamiento que Ud. seguirá durante...días consecutivos,
Cada toma de la mixtura indicada o manipulación
prescrita ejercerá sobre usted una acción favorable
sensible. A cada toma la enfermedad disminuirá y sus
fuerzas aumentarán considerablemente, el apetito y el
sueño serán muy buenos. Cuando usted cumpla todo lo
prescrito recuperará la salud. El tratamiento que le
hemos - señalado le curará”. Estas fórmulas tienen una
grande e inestimable importancia en la práctica médica
diaria. (p.266 267).

68
El Poder Sugestivo y Terapéutico de la Palabra
3. De hipnotizar o deshipnotizar (ver más adelante).

4. Desarrolladas de persuasión, o breves de sugestión


imperativa; o sea, dando - razones y explicaciones, o
simplemente ordenando, en pocas expresiones.

5. De sueño de reposo, de orden post-hipnótica, etc.

15. PROCEDIMIENTOS DE HIPNOTIZACION Y


DESHIPNOTIZACION.

Es abundante la literatura sobre las técnicas de hipnotizar y son


numerosos los procedimientos que se practican y aconsejan. Nos
limitaremos aquí a las técnicas seguidas por PLATONOV, tanto
por hallarse científicamente respaldadas por la Reflexología y
Psicología, cuanto por contener lo substancial de otros
procedimientos, que son ya universales.

Una ventaja que consideramos particularmente valiosa, radica


en el hecho de que, si se tienen - constantemente presentes- y en
lo posible a la mano los nueve grados del sueño propuestos en
1941 por E. KATKOV (p. 453 en el parágrafo 16, presentamos
un esquema sinóptico de estos grados), se puede determinar en
forma objetiva la profundidad del sueño en cada momento los
llamados índices fisiológicos los que nos permiten establecer el
69
J. Barreda

grado de profundidad y con ello hacer una labor adecuada a cada


caso.

Con estos índices fisiológicos se puede también estudiar la


relación entre el grado de profundidad del sueño y la eficacia de
la psicoterapia (ver & 16).

Consideramos por separado varios aspectos:

a) Explicación preliminar. - Conviene siempre tener una


conversación preliminar con el paciente a fin de
explicarle en qué consiste este procedimiento, “porque
es útil para él”, como puede contribuir al
restablecimiento de la actividad de su sistema nervioso y
a la supresión de las perturbaciones existentes” (p. 271).

Puede hacerse mención al hecho de que el sueño sugerido es


equivalente al sueño corriente y que entraña, además, un
adormecimiento tranquilo, reparador de energías y muy
beneficioso para la salud. Que de esta manera las palabras se
asimilan mejor, consiguiéndose una curación más pronta y
efectiva. Que el sueño sugerido siempre significa reposo y
descanso tonificador.

70
El Poder Sugestivo y Terapéutico de la Palabra
Los temores deben disiparse por completo, haciendo referencia
a la absoluta inofensividad de la sugestión, que ella no hace daño
alguno, siendo completamente inocua.

b) Posición y ambiente. - Sobre esto ya se ha dicho bastante


en relación al psicoanálisis, sólo que como la
hipnosugestiterapia implica -cuando es necesario-, un
buen tiempo de sueño de reposo (una hora, media hora...)
debe contarse con un sillón y además con un diván o
mueble adecuado para que el paciente pueda acostarse,
con la mayor comodidad. Puede colocarse de espaldas o
de costado, según sus costumbres para dormir. Debe
estar de espaldas a la luz, de cara al médico.

La habitación, en lo posible, debe estar aislada de ruidos


perturbadores. El ideal es una clínica especialmente
condicionada. Que tenga buenos “dormitorios”, si se nos permite
la expresión. La temperatura será agradable y se contará con
algunas frazadas. Las paredes estarán ayunas de estímulos que
distraigan la atención.

No se requiere una “torre del silencio”, pues a falta de mejores


condiciones puede sugerirse al paciente que “no escucha ni

71
J. Barreda

escuchará, mientras duerma, ningún ruido perturbador”, sino


sólo nuestras palabras, etc.

c) Los procedimientos de hipnotización. - Son varios.


Pueden usarse estímulos sensoriales (primer sistema de
señales) como fijar la vista del paciente en un pequeño
objeto brillante, o fijar su atención en el - sonido de un
metrónomo, pasar rítmicamente la mano por la cabeza
etc. Se puede actuar sobre diversos sentidos simultánea
o sucesivamente. Esta acción conjunta o convergente a
un objetivo, es muy eficaz. Ayuda también mucho una
música suave y adecuada de fondo.

Otras personas, se adormecen y duermen más pronto cuando se


usan estímulos verbales (segundo sistema de señales),
debidamente formulados.

Por último, algunos reaccionan mejor cuando se combinan


estímulos sensoriales, combinados con sugestiones verbalmente
significativas.

En general, parece que cuanto más vías de ingreso se usen para


penetrar en el sistema nervioso, tanto más rápidamente se
obtendrá éxito. I. STRELCHUK (1953), ha estudiado estas
circunstancias.
72
El Poder Sugestivo y Terapéutico de la Palabra
En todo caso es conveniente tener en cuenta los hábitos del
paciente cuando va a dormir y descansar. Algunos toman un
libro y poco después quedan dormidos. Unos son de dormir
rápido y otros de dormir retardado. Conociendo estas
modalidades y costumbres, se ahorra tiempo en cada caso. A los
que tardan mucho en dormir se les puede poner cómodos y
empezar la sugestión luego de cinco o diez minutos.

d) Fórmulas. - Reproducimos algunas que son realmente


ejemplares, con algunos comentarios.

“Ud. ya está en estado de calma espiritual completa, necesaria


para sumirse en somnolencia y más tarde en sueño. Todo su
cuerpo está recorrido por una sensación de languidez y molicie,
(sic) siente somnolencia e indolencia agradables, los brazos y las
piernas se hacen pesados, le parece que los párpados son de
plomo, empieza a experimentar que el sueño le domina
invenciblemente. Ud. oye bien mi voz, ahora voy contar
despacio hasta diez y a cada cifra se profundizará su
somnolencia: uno,.. dos,... tres,... y así sucesivamente hasta diez).
Ud. se adormece y cada vez el sueño será más profundo,
tranquilo y agradable” (p. 272), (El subrayado es nuestro, lo
mismo que en las citas que siguen).

73
J. Barreda

Las fórmulas deben decirse con voz queda, monótona, tranquila


y firme, Las partes más significativas, que hemos subrayado,
deben repetirse las veces que se considere necesario en cada caso
y conforme se adviertan progresos en el cumplimiento de las
sugestiones.

Se explicará que el adormecimiento y el sueño vienen por si


solos y que, por tanto, el paciente no debe esforzarse. El paciente
será informado para que colabore no ofreciendo ninguna
resistencia, ni poniendo rigidez en los músculos.

Luego la sugestión continúa:

“Ya ve Ud. se encuentra en estado de tranquilidad completa,


respira con calma, fácilmente y bien. Ud. se ha abstraído del todo
de sus pesares, inquietudes y de las impresiones del día, no se
interesa por lo que le rodea. Continúa percibiendo bien mis
palabras. Nada le inquieta, no siente sensaciones desagradables,
su cuerpo está embargado por una debilidad agradable, sus
brazos y piernas se hacen pesados, así como los párpados, se
halla dominado más y más por la somnolencia, no tiene deseos
de moverse, ni de abrir los ojos, sus párpados, se han cerrado, se
sume cada vez más en sueño profundo y tranquilo. Ud. ya
duerme” (p. 272).

74
El Poder Sugestivo y Terapéutico de la Palabra
Las sugestiones se reiteran y se recurre a la cuenta hasta diez,
que es muy efectiva. Entre número y número conviene intercalar
sugestiones adecuadas. Una cuenta muy rápida puede no surtir
los efectos deseados.

Luego se hacen repasos de lo ya conseguido y se mantiene la


“zona de transferencia” o contacto verbal con el paciente. Es
imprescindible mantener este contacto verbal con las
sugestiones debidas como “Ud. me escucha en todo momento”,
etc. “puede responder a mis preguntas” etc.

El modelo que estamos ofreciendo sigue así:

“Ha dejado de sentir su cuerpo, sus párpados se han cerrado del


todo, por su cuerpo se ha extendido una languidez agradable, ya
está tranquilo del todo, no siente más inquietudes. percibe mis
palabras aún más claramente y cada vez se encuentra más
sometido ellas” (p. 272).

Cuando se ha conseguido sumir al paciente en el grado,


necesario de sueño, se empiezan a recitarle las fórmulas
sugestiterápicas elaboradas especialmente para él.

e) Diferencias personales. Ya hemos visto que algunas


personas duermen más pronto a estímulos simplemente
75
J. Barreda

sensoriales, mientras que otras reaccionan mejor a


sugestiones verbales y unas terceras requieren una
combinación generosa de ambos recursos. Pero las
diferencias personales no quedan aquí, pues si hay
quienes duermen en dos o tres minutos, los hay también
que requieren 10 o 20 minutos, al comienzo. No faltan
desde luego los de “sueño súbito” y los que en la primera
sesión apenas si se adormecen. En cualquier caso, de
dormir dificultoso es recomendable hacer una sugestión
en el sentido de que “a cada sesión se sumirá cada vez
más rápida y más profundamente en sueño”. Incluso
pueden darse órdenes post-hipnóticas para facilitar las
próximas sesiones. En favor del hipnotizador se halla el
hecho del entrenamiento y condicionamiento que hacen
que en cada sesión sea más fácil y rápido conseguir los
efectos deseados.

En algunos casos dan buen resultado las fórmulas breves e


imperativas, como “¡duerma!”, “Ud. ya duerme”, en que se
produce la llamada inhibición extralimitada o ancestral,
empleada por CHARCOT, DANILIEVSKI y otros. Las
personas de poca cultura, las que se hallan subalimentadas (que
son la amplia mayoría en nuestro medio), los niños y ciertos

76
El Poder Sugestivo y Terapéutico de la Palabra
enfermos orgánicos son fácil presa de este tipo de fórmulas
breves.

No está demás reiterar la conclusión de PLATONOV, afirmando


que no siempre es necesario un sueño profundo para que las
palabras sugestivas sean eficaces y, por ende, logren efectos
terápicos. Desde luego, en ciertos casos, el sueño profundo se
hace necesario.

Dentro de las diferencias personales es importante referirse a


algunos pacientes y personas que, al intento de dormirlas,
reaccionan con inquietud visible, con temor o reacciones
histéricas, en forma de llanto, reacciones convulsivas;
mostrando labilidad emocional, deseos impulsivos de hablar, etc.
Las personas temerosas y aprensivas pueden reaccionar también
en forma negativa, de modo, contra sugestivo, etc. En todos
casos debe tranquilizarse de inmediato a la persona, devolverle
la calma y, si es necesario suspender la sesión. En nueva
conversación pueden de terminarse las causas, para actuar sobre
ellas. Considerando que pueden haber y de hecho hay personas
que resultan inhipnotizables.

f) La fase ideal de profundidad de sueño, es aquella en que


se produce la amnesia luego del despertar; esta es la

77
J. Barreda

llamada fase “sonambúlica”, que fisiológicamente


implica el establecimiento de zonas de vigilia y sueño,
manteniendo la “zona de transferencia” o de contacto
verbal con el paciente. (Ver & 16).

(No debe olvidarse que, respetando el es quema de KATKOV,


tanto la amnesia total como la “fase sonambúlica”, pueden
lograrse en grados anteriores al tercer estadio-grados 7, 8 y 9. En
realidad, mucho es todavía lo que falta investigar aquí).

g) Ayuda de somníferos. - Aunque es preferible usar - la


hipnosugestiterapia en forma pura, esto es, recurriendo
única y exclusivamente al valor sugestivo de las palabras,
algunos terapeutas, recurren a ciertas dosis de
somníferos, que dan 10 ó 15 minutos antes de cada sesión.

h) El despertar. - En general el despertar tiene que realizarse


sin prisa, evitando un paso súbito a la vigilia. El tránsito
debe en lo posible ser gradual, como en el despertar de
cada día. Esto no implica que el despertar pueda
acelerarse en forma muy prudencial.

Aquellos pacientes cuyo despertar sea lento, también saldrán


lentamente del sueño sugerido y hasta experimentarán cierta

78
El Poder Sugestivo y Terapéutico de la Palabra
somnolencia luego de terminada la sesión. En estos casos puede
recomendarse que duermen algún tiempo al volver a su casa.

Frente a quienes afirman que hay algunos que no despiertan


durante varios días PLATONOV y sus colaboradores no han
encontrado ningún caso de este tipo. Y de presentarse basta
despertarlo en la forma corriente. Una fórmula que puede servir
de pauta para deshipnotizar es la siguiente:

“Ahora despiértese. Al despertarse se encontrará descansado, se


sentirá bien y lleno de energías. Voy a contar hasta tres y a
medida que cuente se despertará del todo. Empiezo a contar:
uno...dos...tres... abra los ojos, ya se ha despertado por completo”
(p. 274).

Cuando el paciente no se despierta por completo se reiteran las


fórmulas deshipnotizadoras, incluso en estado de vigilia, lo que
saca al paciente de su natural estado de adormecimiento y de
modorra. Se pueden hacer pases por la frente, los brazos o dar
una palmada y ordenar “Ud., ya está despierto por completo y se
siente perfectamente bien”.

79
J. Barreda

16. LOS GRADOS DEL SUEÑO.

E. KATKOV, en base a los esquemas de BEJTEREV, propone


un esquema de nueve grados de profundidad del sueño sugerido
(Ver el apéndice de la p. 453). Se distinguen tres estadios, y en
cada estadio tres grados, lo que hace un total de nueve grados de
profundidad.

El esquema es particularmente valioso y de gran “importancia


práctica dado que permite determinar el grado de susceptibilidad
a la hipnosis del paciente, la profundidad del sueño sugerido en
las sesiones sucesivas, esclarecer la dependencia existente entre
el grado de profundidad del sueño sugerido y la eficacia de la
psicoterapia y, finalmente, utilizar en todos los casos un sistema
unificado de determinación de la profundidad de la hipnosis” (p.
453). En algunas experiencias hemos podido establecer que si
bien el esquema tiene una gran utilidad y constituye una pauta
sumamente valiosa, requiere todavía de un análisis y estudio más
detenidos, pues procesos distintos se superponen, índices afines
figuran en diversos grados y falta distinguir claramente los
grados del sueño corriente de los que corresponden al sueño
sugerido, ya que este último está muy influenciado por las
ordenes y sugestiones del hipnotizador, se puede, por otro lado,
pasar y saltar de un grado a otro, bajando, por ejemplo, del
80
El Poder Sugestivo y Terapéutico de la Palabra
primero al quinto grado, etc. Pero nada de esto quita el valor
orientador y referencial del esquema de KATKOV, En todo caso
él constituye un excelente punto de partida y de referencia; y su
valor práctico no queda menguado, en absoluto.

a) Primer estadio. Hay una disminución del tono cortical.


La irradiación de la inhibición abarca el analizador
cinestético.

b) En el Segundo estadio. - El tono cortical disminuye más


y la disgregación de la actividad cortical; concretamente
la correlación de los procesos de inhibición y excitación
hace posible la formación de la “zona de transferencia”,
Aparecen fenómenos de catalepsia y analgesia
espontánea, que pueden reforzarse. Surge la fase
equilibradora: estímulos fuertes y débiles producen la
misma reacción.

c) La “Zona de Transferencia” queda plenamente


constituida, y es la única que permite el contacto verbal.
con el paciente. Todas las demás áreas del cerebro se
hallan inhibidas (por la ley de la inducción negativa).
Surge la fase paradójica: los estímulos débiles tienen

81
J. Barreda

respuestas más acentuadas que los estímulos fuertes. Se


produce la amnesia al despertar.

A fin de facilitar una rápida visión de los nueve grados


presentamos un cuadro sinóptico, en el que consignamos una
columna de rasgos y otra de índices fisiológicos.

GRADOS DEL SUERO

RASGOS INDICES FISIOLOGICOS


PRIMER ESTADIO
Grado 1. Se percibe lo circundante.
Reposo conciente.... . Hay control de ideas,

Grado 2. Brazos levantados, vuelven


Adormecimiento. activamente a la misma
Relajamiento posición o a otra. Deglución.
Pesadez o ligereza.
Grado 3. Brazo levantado cae sin
Somnolencia. Gran pesadez. fuerzas. (No puede mover
Mayor relajamiento. miembros ni abrir párpados)
Conserva la conciencia. Contesta despacio, demora o
guarda silencio.

82
El Poder Sugestivo y Terapéutico de la Palabra

SEGUNDO ESTADIO
Grado 4. Respiración regular.
Somnolencia invencible.... Brazo levantado queda en el
Catalepsia ligera aire y cae lentamente.
Grado 5 Duerme
Declara que duerme. Prueba del algómetro
Catalepsia cérea. Analgesia
espontánea, que puede
reforzarse.
Grado 6
Fenómenos fásicos; Fase de Ilusiones de calor, peso, olor,
equilibración. Catalepsia (Imposibilidad de abrir puño,
tetánica. (a veces) Ilusiones de mover brazo, etc.).
sugeridas, con ojos cerrados.
Se realizan sugestiones
motoras.
TERCER ESTADIO
Grado 7 Desaparece catalepsia
Desaparece catalepsia espontánea (1)
espontánea. Ilusiones y Se logran sugestiones
alucinaciones sugeridas, con motoras de toda clase.

83
J. Barreda

ojos cerrados, menos ópticas (1) Brazo levantado cae con


y acústicas. rapidez.
Grado 8 “Caza de mariposas” con ojos
Alucinaciones positivas de cerrados. Se realizan
carácter óptico sugestiones motoras con
facilidad.
Grado 9.
Alucinaciones de todo tipo, Alucinaciones de todo tipo,
con ojos abiertos. con los ojos abiertos.

Sugestiones post-hipnóticas Posibilidad de producir la


incluso absurdas. “hipnosis relámpago”.

Amnesia completa al Al despertar la persona


despertar. muestra los ojos húmedos y
Traslado a edades pasadas. cierta opacidad.

Muy sugerente es la idea de completar el cuadro, hasta donde


sea posible, con una columna de índices psicológicos, que
correspondan a las vivencias propias de cada uno de los grados.
Para ello la descripción fenomenológica que PLATONOV
tímidamente anota, tendría que desarrollarse ampliamente.
84
El Poder Sugestivo y Terapéutico de la Palabra
CASUISTICA

Presentamos una selección de casos típicos por considerarlos de


gran valor para los lectores.

CASO 1.-

“El enfermo K. de 37 años, barbero de una unidad militar, acudió


a nosotros con quejas de que durante los últimos 5 años sufría
una idea fija de miedo, que no le permitía afeitar a los jefes de
alta graduación. En cuanto aparecían en la barbería clientes de
este género se sentía embarazado por una inquietud invencible,
sentía una debilidad general, las manos y las piernas le
temblaban. Estos fenómenos estaban relacionados con el miedo
de cortar al cliente. El diagnóstico del dispensario era
“psicastenia”. Todas las medidas terapéuticas empleadas
durante este tiempo no habían dado resultado alguno".

“Durante la conversación con el enfermo pudimos establecer


que la causa de la aparición de este síndrome neurótico había
sido que un día, mientras afeitaba a un jefe de alta graduación,
al acabar de afeitarle una mejilla, acercase a la habitación vecina
a afilar la navaja. Allí, el encargado de la barbería le dijo en un
tono preventivo y alarmante: “¡Oye! ¿Sabes a quién afeitas? ¡Es

85
J. Barreda

el jefe de nuestra unidad! ¡No ves que lleva tres rombos! ¡Cui
dado con cortarle!”.

“Yo me quedé aturdido ante la palabra “jefe” -decía el enfermo-;


y se me fijó la idea de que podía cortarle. A duras penas y con
inseguridad le afeite la otra mejilla, temblando y por poco no le
corte. Desde entonces no puedo afeitar a los clientes con rombos
en las presillas, tengo miedo, tiemblo...

“En este caso se había elaborado un reflejo condicionado


patológico firmemente consolidado surgido en estado de miedo
invencible, que se manifiesta en forma de incoordinación de los
movimientos como respuesta a una situación determinada” (p.
91).

Fórmula. - “Hicimos al enfermo, en estado hipnótico, la


siguiente sugestión: “Las inquietudes que Ud. ha sufrido a
consecuencia de haber afeitado a los jefes de alta graduación han
sido ya olvidados”, “Ud. se ha librado completamente del miedo
relacionado con estos casos Ud. siempre conserva el dominio de
si mismo y con respecto a esta categoría de clientes se siente Ud.
tranquilo y los afeita con seguridad”.

A las tres sesiones de hipnoterapia seguidas de una hora de sueño


sugerido de reposo, se logró liquidar completamente esta
86
El Poder Sugestivo y Terapéutico de la Palabra
reacción condicionada patológica, al mismo tiempo que se hizo
la sugestión verbal profiláctica, necesaria para evitar en el futuro
la repetición de reacciones de esta clase. Pudimos observar a esta
persona durante 10 años sucesivos, durante los cuales tuvo una
catamnesis positiva”. (p.92)

CASO 2

“El enfermo Z., de 42 años, jefe de contaduría de una empresa


importante, se dirigió a nosotros con quejas de movimientos
espasmódicos de la mano derecha al escribir, espasmos que
aparecían sobre todo al firmar cheques bancarios, cuanto más si
estaban presentes otras personas. Además del temblor de las
manos y de la contracción convulsiva de los dedos se observaba
también un movimiento involuntario de apartar la mano en este
momento. Por cuanto estos fenómenos se mantenían ya durante
varias semanas, provocaban en el enfermo un estado de
intranquilidad y preocupación. Debe señalarse que al firmar
otros documentos estos fenómenos no se observaban” (p. 93).

“Este complejo sintomático nos hizo suponer un origen reflejo


condicionado. Por medio de la conversación anamnésica
establecimos que este fenómeno se había desarrollado
gradualmente; habiendo empezado un día en que el enfermo se

87
J. Barreda

vio obligado a firmar apresuradamente un gran número de


cheques bancarios de grandes sumas, operación que, según sus
palabras “Tenía al fin de la jornada, con la cabeza cansada, es
una situación de trabajo intenso, apremiante y agitado”. En esta
situación por culpa del enfermo se estropeó uno de los cheques
de gran suma de dinero, firmado ya por el director de la empresa.
Esto trajo consigo muchas contrariedades, que aumentaron aún
más la alarma del enfermo sobre el estado de su sistema
nervioso”.

“El enfermo nos contó que al firmar este cheque sintió que los
dedos no le obedecían y la firma que puso tenía un aspecto tan
raro que no podía ser reconocido como auténtico por el banco.
A partir de este momento le era imposible firmar cheques
bancarios, sobre todo cuando tenía que hacerlo en presencia de
otras personas”.

Fórmula.- “Se llevó a cabo una psicoterapia explicativa


tranquilizante, que finalizó con tres sesiones de sugestiones
imperativas de contenido adecuado: “Las inquietudes se han
olvidado, los espasmos de la mano derecha al firmar los cheques
han desaparecido y no aparecerán más, se siente Ud. bien. Ud.
está ya sano de nuevo y todo ha sido resuelto de la mejor
manera”, etc.
88
El Poder Sugestivo y Terapéutico de la Palabra
“Las sugestiones fueron hechas en estado “somnolencia
hipnótica del enfermo, es decir, en las mismas condiciones de
hipotonía cortical en que había surgido el síndrome patológico.
Al final de cada sesión se le mantenía durante una hora en estado
de sueño sugerido de reposo” (p. 94).

CASO 3.-

“El enfermo D, de 28 años, conductor de tranvía, se quejaba de


palpitaciones del corazón y excitabilidad exaltada, pero, sobre
todo, según sus palabras, “no puede ver indiferente cómo los
muchachos se cuelgan del tranvía”. En el acto, nos decía, “se me
parte el corazón”, “me cubro de sudor”, “he tiemblan las piernas”
y “no puedo trabajar”. Esta neurosis apareció un año atrás,
después que un muchacho cayó bajo las ruedas del tranvía”.

“Durante varios meses había sido tratado sin resultado alguno en


la policlínica y en el sanatorio, con el diagnóstico de “neurosis
cardiaca”, se empleó en este caso la psicoterapia, tres sesiones
de sugestión verbal adecuada en estado de sueño sugerido y se
obtuvo la liquidación estable del síndrome patológico. Fue
observado por nosotros durante un año, no hubo recidivas (p. 94).

89
J. Barreda

CASO 4.-

“A la enferma R. de 62 años, cinco meses atrás le había sido


amputado el brazo derecho a causa de una neoplasia maligna que
le provocaba dolores insoportables. Sin embargo, después de la
amputación le quedó la sensación imaginaria del miembro
amputado y los dolores atormentadores continuaron con la
misma intensidad, los narcóticos no daban ningún efecto. La
enferma sufría dolores e insomnio.

R. Shlifer aplicó en este caso un tratamiento hipnosugestivo (12


sesiones), que liquidó los dolores y al mismo tiempo suprimió el
insomnio.

CASO 5.-

“La enferma Z, cajera, de 21 años se quejaba de pérdida


completa de la audición, suceso que tuvo lugar inesperadamente
cinco días atrás, según las explicaciones del marido, la pérdida
del oído estaba relacionada con un conflicto surgido por lo
haberle pagado una compradora totalmente una suma de dinero.
A la tarde de este mismo día, la enferma notó una disminución
del oído y más tarde una sordera bilateral completa. A los cuatro
días, sin causa aparente tuvo lugar cierto mejoramiento; la
enferma empezó a distinguir la voz susurrada; sin embargo,
90
El Poder Sugestivo y Terapéutico de la Palabra
según contaba el marido, no percibía las palabras pronunciadas
en alta voz. Al poco tiempo, de nuevo la sordera se hizo total.
Antes no le había sucedido a la enferma nada parecido, no había
padecido nunca enfermedades del oído, que siempre había oído
bueno. La enferma fue siempre aprensiva, poco comunicativa,
tenía siempre toda clase de conflictos y los evitaba. Pertenecía,
por lo visto, al tipo débil general del sistema nervioso y en
particular al artístico”.

Formula, Para tranquilizar a la enferma, escribimos en una hoja


de papel y le dimos a leer lo siguiente: “Su enfermedad no es
peligrosa, pronto recobrará el oído completamente. Bastará que
le pase la mano por la frente para que se quede dormida”, A los
pocos pases la enferma empezó a dormirse, la respiración se hizo
regular. Después de esto empezamos a pincharle ligeramente
con un alfiler uno de los pabellones de la oreja, es decir, se
intentó desinhibir de esta manera la zona auditiva de la corteza
cerebral.

“Al mismo tiempo se le sugirió, al principio con voz susurrada,


después a media voz, pasando gradualmente a la voz normal.
“¡El conflicto ha sido olvidado, Ud. se ha tranquilizado, la falta
de dinero no ha tenido malas consecuencias, el despertarse de
nuevo oirá!”, Después se le sugirió: "Ud. no tiene ninguna
91
J. Barreda

enfermedad de los oídos que pueda ser causa de su sordera!”.


Simultáneamente con fines profilácticos se le creó una aferencia
favorable para el caso de posibles traumatismos psíquicos en el
futuro. La enferma se despertó con el oído completamente
restablecido. Durante dos años estuvo bajo nuestra observación,
no hubo recidivas (observación de Z. Kopil-Livina)” (p.107).

CASO 6.-

“El enfermo L. de 42 años, se quejaba de graves ataques diarios


de vértigos acompañados de vómitos o hiperhidrosis muy
acusada, así como de padecer zumbidos intensos en los oídos.
Le era imposible mirar a los objetos en movimiento, no oía por
el oído derecho, sufría un estado grave de depresión y vivía bajo
amenaza constante de estos ataques. Se sentía enfermo más de
un año y medio, cada día disminuía su capacidad de trabajo”.

“A la tercera sesión de sugestiterapia (hecha en estado de


somnolencia hipnótica) se observó un mejoramiento notable, a
la sexta sesión el enfermo reanudó el trabajo; después de la
décima desapareció el zumbido en los oídos y el enfermo
empezó a oír por el oído derecho. En total se hicieron veinte
sesiones, que restablecieron completamente su capacidad de

92
El Poder Sugestivo y Terapéutico de la Palabra
trabajo y suprimieron de un modo definitivo su temor los ataques”
(p. 109).

CASO 7.-

“El enfermo B. de 54 años, durante un cuarto de siglo padecía


síndrome de Meniere, que en el último trienio se había hecho
más acentuado y más frecuente. A menudo se observaban
ataques en serie, uno tras otro acompañados de vértigos, vómitos
y sudación que le obligaban a guardar cama. Se quejaba de
zumbidos atormentadores del oído izquierdo sobre todo cuando
a su alrededor reinaba el silencio. No oía por el oído izquierdo
desde 1925. En 1950, después de un ataque grave acaecido en la
calle (durante el cual estuvo a punto de ser atropellado por un
tranvía) apareció el temor de andar solo, disminuyendo la
capacidad de trabajo y se encontraba en depresión por la
conciencia de su incurabilidad. En la anamnesis se señalaban
traumatismos psíquicos y reminiscencias penosas”.

“Las sesiones de sugestiterapia hechas en estado de somnolencia


hipnótica, practicadas sistemáticamente, mejoraron
bruscamente el estado general del enfermo, suprimieron el temor
ante los ataques. A las treinta sesiones los ataques cesaron, el
zumbido del oído se debilitó mucho en intensidad y se

93
J. Barreda

restableció la percepción auditiva del oído izquierdo a pesar de


que los otiatras, lo consideraban perdido. la actualidad trabaja,
utiliza todas las formas del transporte, cosa que le había sido
imposible durante muchos años (observación de Katkov.)” (p.
109).

CASO 8.-

“La enferma B., sufría durante 4 años amaurosis del ojo


izquierdo, considerada por los oftalmólogos como un síntoma de
neuritis retrobulbar. Nosotros establecimos, la existencia de un
traumatismo psíquico anterior, lo que nos permitió liquidar esta
amaurosis por medio de una sola sesión de hipnosugestiterapia.
El efecto estable obtenido fue observado durante cuatro años
sucesivos” (p. 110).

CASO 9.-

“La enferma K, de 23 años, cobradora de tranvía. En la


anamnesis se recogió el hecho de que la enferma había sufrido
una caída del tranvía de espaldas, sin que recibiera por esto
contusión de la nuca, después de lo cual, en el mismo día,
apareció un tic del nervio accesorio en forma de los llamados
espasmos del saludo (movimientos incesantes de asentimiento
de la cabeza). A pesar del tratamiento aplicado, este tic
94
El Poder Sugestivo y Terapéutico de la Palabra
continuaba haciéndola sufrir en el transcurso de algunas
semanas”.

“Bajo la acción de la sugestión, la enferma se durmió de una


manera rápida y profunda. Durante el proceso de
adormecimiento los movimientos forzados de la cabeza
empezaron a disminuir y durante el sueño sugerido cesaron por
completo, Fueron hechas sugestiones de carácter tranquilizador,
alentador y de olvido. Al despertarse, los movimientos forzados
de la cabeza desaparecieron, los espasmos de saludo cesaron y
no aparecieron más. Así, pues, una sesión de sugestión verbal,
hecha en estado de sueño sugerido, fue suficiente para suprimir
de una manera definitiva la hiperquinesis obsesiva que padecía”,
(p. 112).

CASO 10.-

“La enferma G., de 16 años, padecía un síndrome de corea típica.


El reposo en cama durante meses y el tratamiento tonificante
general no habían dado efecto, por cuya causa la madre, de la
enferma se dirigió a nosotros. Durante la conversación se aclaró
que, unos días antes de la enfermedad, la hermana de la enferma
había muerto de meningitis en los brazos de la misma paciente,
en ausencia de la madre. Este suceso causó a la enferma una gran

95
J. Barreda

impresión, que la llevó a culparse a sí misma de la muerte de la


hermana. La enferma empezó a adelgazar y gradualmente
aparecieron movimientos desordenados irrefrenables típicos de
la corea. Al cabo de un año estos movimientos eran ya muy
acentuados. Durante los últimos ocho meses, el estado de la
enferma era particularmente grave. Los métodos habituales de
curación no habían dado resultado”.

“Después de una conversación, la enferma declaró a sus


parientes que se sentía mejor: “El doctor se ha dicho que no
tengo la culpa de la muerte de mi hermana, pues ella padecía de
una meningitis de forma grave, incurable. A la segunda
conversación se observó una mejoría notoria y a las tres semanas
los movimientos desordenados de la corea disminuyendo
gradualmente, desaparecieron por completo. Desde entonces la
muchacha se sintió bien acabó sus estudios en el Conservatorio
y pasó a actuar en la escena. Cuando a los 3 años embarazó de
nuevo aparecieron movimientos incordinados, que cesaron al ser
practicado el aborto” (p. 113). La psicoterapia en forma de dos
conversaciones, anamnésica y explicativa, practicadas en estado
de vigilia de la enferma, bastaron para liquidar completamente
el síndrome patológico”. (p.113).

96
El Poder Sugestivo y Terapéutico de la Palabra
CASO 11.-

“La enferma P., de 57 años, fue enviada a nosotros con la


siguiente conclusión médica: “En los órganos laríngeos no se ha
descubierto alteraciones patológicas”. Al primer examen se
observó en la enferma un mutismo manifiesto y afonía. Lloraba,
estaba inquieta. De las palabras del marido, que la acompañaba,
supimos que la paciente antes de la enfermedad era aprensiva,
su esfera emocional muy 1ábil, de carácter complaciente,
laboriosa y cumplidora. Un mes y medio antes de aparecer la
enfermedad fue reprendida injustamente, en forma grosera, lo
que la ofendió mucho. Después de este suceso cayó en un estado
de depresión, lloraba continuamente. Una mañana no se despertó
como de costumbre y continuó durmiendo de esta manera
durante 10 días consecutivos. Durante este tiempo solo se
levantaba, sin despertarse, para hacer sus necesidades
fisiológicas. Cuando se despertó no podía hablar, se hizo llorona
y sufría de insomnio. El tratamiento medicamentoso no sufrió
efecto alguno durante un mes, no recupero el habla”.

“Después de un interrogatorio por escrito y del examen somático


y neurológico previo, le dijimos en tono firme: “¡El médico la
hará dormir a Ud., después de lo cual a su orden se despertará
con recuperación completa del habla!”. La enferma se
97
J. Barreda

adormeció rápidamente. Una vez hecha la sugestión


correspondiente, al despertarse, la enferma había recuperado
completamente el habla. Está enferma se encontró bajo
observación médica durante seis años, no se registraron
recidivas (observación de M. Kashpar)”. (p. 114).

CASO 12.-

“La enferma T. de trece años, padecía espondilitis tuberculosa.


Durante tres meses, estaba acostada en un molde de yeso día y
noche. Era muy irritable, caprichosa, su conducta muy
intranquila, dormía mal. Todos estos transtornos eran
provocados porque la muchacha no quería conformarse con su
inmovilidad forzada y la imposibilidad de cambiar de postura. A
consecuencia de esto había sufrido tanto y torturado tanto a sus
padres, que éstos estaban ya dispuestos a renunciar a que su hija
continuara en el molde de yeso, aunque éste era para su
enfermedad muy necesario e importante”.

“Se practicaron tres sesiones de psicoterapia, en estado de


somnolencia sugerida, que dieron resultados positivos. La
enferma se tranquilizó y posteriormente continúo acostada en el
molde de yeso en la misma posición durante varios meses sin
quejas, aumentó el apetito y recuperó el sueño normal” (p. 129).

98
El Poder Sugestivo y Terapéutico de la Palabra
CASO 13.-

“La enferma S. de 25 años, se dirigió a nosotros con quejas de


irritabilidad exagerada, irascibilidad que llegaba hasta la
“maldad”, según la expresión de ella, de maltratar a su hijo
querido de poca edad, Antes era buena, tranquila, sociable,
laboriosa y voluntariosa. Después de las “explosiones” de ira
que le sucedían sentía gran debilidad y disomnio. El comienzo
del estado neurótico estaba enlazado con la circunstancia de que
en el segundo año de su matrimonio se creó una situación
familiar penosa que traumatizaba su psíquica, Su suegra, que
vivía con ellos, era alcohólica y el hermano menor de su marido
era débil mental y exigía cuidados constantes como el tiempo el
estado neurótico progresó, sobre todo en relación con que su
marido también se embriagaba habitualmente. Aparecieron
dolores en el estómago y vómitos después de la comida. En el
dispensario establecieron el diagnóstico de úlceras de estómago.
La enferma siguió al punto la dieta que le prescribieron los
médicos, empezó a adelgazar, las medidas terápicas a que estuvo
sometida no dieron resultado alguno. Más tarde se aplicaron
sesiones de psicoterapia”.

“Los datos anamnésicos indicaban la presencia de un grave


síndrome neurasténico psicógeno (situacional), en forma de
99
J. Barreda

debilidad excitable, desarrollada en condiciones de traumatismo


psíquico crónico. Después de una conversación sedante y
explicativa se practicaron seis sesiones de sugestión verbal,
hecha en estado de sueño sugerido, del siguiente contenido”
(FORMULA):

“¡A las condiciones de su vida Ud. reaccionará tranquilamente,


goza de un sueño reparador el sentimiento materno hacia su hijo
es delicado, nada es capaz de alterar su tranquilidad”, etc. Al
acabar cada sesión era sumida durante una hora en estado de
sueño sugerido de reposo. La dieta fue suprimida por completo
inmediatamente. A cada nueva sesión se observaba una mejoría
gradual del bienestar general, así como la realización completa
de la acción familiar” (p. 130) (adviértase la creación de un
nuevo estereotipo dinámico, o nueva actitud) el mismo
PLATONOV, anota al final de la p. 131: “Así, pues, por medio
de la sugestión verbal es posible en ciertos casos modificar la
actitud del hombre en relación a situaciones familiares, de vida
y de trabajo, que pueden traumatizar su psíquica”.

CASO 14.-

“La enferma M. de 45 años, llegó a nosotros con quejas de


irritabilidad excesiva temor obsesivo de no comportarse como

100
El Poder Sugestivo y Terapéutico de la Palabra
es debido con sus clientes. Por ser incapaz de refrenar su
irritabilidad desmesurada a pesar de la conciencia clara de la
enferma de su responsabilidad, a veces en efecto perdía la
facultad de dominar sus acciones” ...

“En este caso, se practicaron seis sesiones de psicoterapia, hecha


en estado de sueño sugerido, después de cada sesión se le sumía
en estado de sueño sugerido de reposo durante una hora.
Comprobando que la irritabilidad de la enferma y el sentimiento
de hostilidad hacia las personas era en efecto consecuencia de su
agotamiento psíquico, le sugerimos; “La sugestión y las sesiones
de hipnosis de reposo que le haremos restablecerán sus fuerzas
cada vez más; como antes Ud. es capaz de dominarse y
conservar la plena serenidad, el dominio y la seguridad de sí
mismo, que le eran característicos antes... ¡Por las noches Ud.
duerme tranquila y profundamente, olvidando todas las
impresiones del día!”, etc.

CASO 15.-

“El enfermo T. de 40 años, en abril de 1934, fue hospitalizado


con quejan de sufrir ataques de lloriqueo, tristeza, vértigo,
dolores de las extremidades, languidez física, fatiga.
101
J. Barreda

Objetivamente se observaba: hipersudación, taquicardia (98


latidos al minuto) tremor de los párpados, síntoma de GRAEFE,
los reflejos tendinosos y cutáneos eran vivos, adelgazamiento.
No se descubrieron perturbaciones orgánicas. Por parte de la
psíquica se registraba emotividad acentuada, tendencia a
derramar lágrimas cada vez que se le recordaban sucesos
penosos pasados”.

“La enfermedad apareció en febrero de 1934, cuando


conduciendo un tren se encontró en una situación peligrosa que
amenazaba con la catástrofe de dos trenes de viajeros. La
catástrofe casi inminente fue evitada solamente gracias a que el
enfermo dio a tiempo señales de alarma y detuvo a tiempo el tren.
A continuación de este suceso apareció una diarrea profusa (de
20 a 30 deposiciones al día) y a las dos semanas se produjeron
ataques de lloriqueo varias veces al día” ...

“Por lo visto, la enfermedad había sido consecuencia no sólo de


la supertensión extremada de ambos procesos corticales, sino
también de las exigencias extraordinarias para el sistema
nervioso del enfermo, del relevo rápido de un proceso por otro.
Todo esto requirió la movilización intensa e impetuosa, en el
transcurso de uno o dos segundos, de todos los recursos de que
disponía la corteza y los centros subcorticales” (p. 144).
102
El Poder Sugestivo y Terapéutico de la Palabra
CASO 16.-

“El enfermo Z. de 62 años, actor de profesión, acudió con quejas


de temor obsesivo de salir escena y olvidar el texto de su papel,
obsesión que había surgido tres años atrás. Esta idea fija de la
posibilidad de un lapsus de memoria durante la representación
teatral, que en realidad había ya tenido lugar varias veces, había
provocado en el enfermo una sensación de desconfianza en si
mismo, acompañada de temblor interno” e idea obsesiva durante
la representación de “¡ahora lo olvido!”. “Esta obsesión estaba
relacionada solamente con lugares determinados del segundo y
cuarto cuadro de una misma obra teatral, en un papel que había
interpretado antes cerca de 650 veces, sin que hubieran surgido
ni lapsos de memoria ni inquietudes de ninguna clase. Al
principio, según las palabras del enfermo, esto sucedía así; “De
pronto olvido el texto y ya no soy capaz de seguirlo, me parece
como si el cerebro se hubiera quedado vacío después de la última
réplica”. Ahora me pasa lo siguiente: “Olvido el texto, pero soy
capaz de rellenar este lugar con mis propias palabras”. Sin
embargo, el día del espectáculo se sentía perseguido desde la
mañana por la idea obsesiva de que puede olvidar el texto”.

“El mismo enfermo relacionaba la aparición de estos fenómenos


con las viscitudes que había sufrido a consecuencia de habérsele
103
J. Barreda

obligado a modificar radicalmente la manera de representar el


papel. La dirección del teatro, había exigido que prehiciera la
interpretación del papel que se le había encomendado. El
reconocimiento forzado de su error provocó en el paciente
violentos sufrimientos morales. Por esta causa la nueva manera
de interpretar el personaje en cuestión, exigida por el director,
costó al enfermo muchos esfuerzos morales”.

“Como es sabido, IVAN PAVLOV, señalaba que la inclusión de


nuevos estímulos sobre todo “en gran número y de una vez o el
cambio de lugar de puchos estímulos antiguos, representa un
proceso nervioso de gran intensidad, un trabajo que es superior
a las fuerzas de muchos sistemas nerviosos y que a veces termina
con la quiebra del sistema y se manifiesta en la imposibilidad
temporal de ejecutar un trabajo normal”, mientras que “las
oscilaciones dentro de límites previstos, del sistema representa
una tarea relativamente fácil”. El ejemplo acabado de citar es
precisamente un caso de quiebra del sistema nervioso provocado
por la ruptura del viejo estereotipo dinámico. Recordemos que
el papel teatral había sido grabado muy profundamente” (p. 151).

104
El Poder Sugestivo y Terapéutico de la Palabra
CASO 17.-

La enferma SH. de 28 años, se quejaba de sufrir estado depresivo,


frecuentes desmayos, a veces ataques reactivos convulsivos, con
pérdida del conocimiento, transtornos del sueño, pérdida de la
capacidad de trabajo y de interés por la vida, propensión al llanto.
Antes se consideraba sana por completo era laboriosa,
equilibrada, y se distinguía por su firme carácter. No presentaba
estigmas hereditarios”.

“Enfermo seis meses atrás después de la trágica muerte de su


marido, con el que había estado casada ocho años y al que,
“quería con locura”. A seguida de la muerte del marido
aparecieron alucinaciones cuando se quedaba sola, veía a su
marido, oía su voz, hablaba con su retrato. Sufría alucinaciones
hipnogógicas del mismo contenido, constantemente veía en
sueños a su marido. A veces estos fenómenos se acompañaban
es sollozos histéricos, que terminaban en ataques convulsivos
con pérdida de conocimiento” ...

“En el dispensario se practicaron, durante tres semanas, ocho


sesiones de psicoterapia, hecha en estado de sueño sugerido,
seguidas de sesiones de sueño de reposo sugerido de una hora de
duración. Se observó que a cada sesión los síntomas patológicos

105
J. Barreda

se debilitaron, a la quinta sesión desaparecieron por completo.


No obstante, se hicieron tres sesiones complementarias después
de las cuales el estado de la paciente mejoró, empezó a trabajar,
mientras que desde la muerte del marido había sido declarada
inválida para el trabajo...”.

“Precisamente casos análogos tenía en cuenta PAVLOV: ... a mi


parecer los graves sufrimientos morales a consecuencia del
cambio de vida habitual, de ocupaciones usuales, de la pérdida
de seres queridos, sin hablar ya de las crisis de conciencia y
quiebra de creencias tienen en gran medida su base fisiológica
en las perturbaciones y cambios del estereotipo dinámico y en
las dificultades que representan el establecer otro”. En otro lugar
añadía:"... ciertas reacciones histéricas, como respuesta
fisiológica provocada por estímulos intensos, por reveses
extraordinarios de la vida, pueden producirse también en los
tipos nervioso más o menos fuerte” (pp. 152-153).

CASO 18.-

“El enfermo Sh, de 35 años, sufría ataques “de mando”


acompañados de pérdida del conocimiento e hiperquinesis de los
músculos de la mitad derecha del cuerpo. Este síndrome había

106
El Poder Sugestivo y Terapéutico de la Palabra
aparecido y se había consolidado después de una contusión
grave sufrida”.

“Por medio de sugestiones verbales, hechas en estado de sueño


sugerido”, le trasladamos” a los años pasados de su vida. La
sugestión de la edad infantil se realizó en todos sus detalles.
Trasladándolo, de esta manera, de año en año, llegamos al
período en que se había manifestado su enfermedad. En este
momento pudimos observar la reproducción exacta del cuadro
clínico que había sufrido. Ante nosotros apareció de nuevo el
enfermo de antes, con los mismos fenómenos hiperquinéticos,
acompañados de la mímica, conducta y aspecto
correspondientes de los que habíamos sido testigos
anteriormente” ...

“Pasando un tiempo, hicimos una nueva experiencia,


aprovechando un encuentro casual con el paciente, a los nueve
años de su completo restablecimiento. Después de haberlo
sumido en estado hipnoide le sugerimos solamente: “¡Hoy es el
día en que por primera vez acudió a nosotros, despiértese!”. Esto
bastó para que al despertar se reprodujera de nuevo el síndrome
patológico integro. De la misma manera que la vez pasada, el
síndrome fue liquidado una vez más, mediante la sugestión
verbal de contenido inverso (p. 158).
107
J. Barreda

CASO 19.-

“El enfermo R. de 37 años, se presentó el 20 de diciembre de


1929 en un estado de irritabilidad extrema, reaccionaba al más
fútil motivo de una manera violenta y agresiva, exigía que se le
recibiera inmediatamente. Andaba apoyándose en un bastón,
con marcha de tipo atáxico cerebeloso... Durante los primeros
días de estancia en el hospital se observaron manifestaciones
depresivas, era de carácter sombrío, silencioso, no prestaba
atención a las personas que le rodeaban, andaba con la mirada
baja y errante, rechinando los dientes y con contracciones de los
músculos de la mitad derecha de la cara, del cuello y del hombro
derecho. No mantenía contacto con otros enfermos, El ruido o el
golpe más leve, le hacían estremecerse, provocaban excitación
nerviosa, estallaba en sollozos. Se quejaba de sufrir ansiedad y
tristeza. No era posible examinarlo, pues el más ligero
rozamiento, empezaba a temblar. No contestaba a las preguntas
o lo hacía groseramente, pedía que “lo dejaran tranquilo”, pues,
sin esto ya le era penoso”. No permitía que se examinara el
estado somático, los intentos de comprobar los reflejos y la
sensibilidad dolorosa provocaban reacciones motoras defensivas,
acompañadas de expresión de pánico en la cara y lágrimas en los
ojos. Si a pesar de todo, se conseguía golpear con el martillo

108
El Poder Sugestivo y Terapéutico de la Palabra
neurológico el ligamiento de la rodilla o pincharle con la aguja
estesiométrica, aparecía una reacción motora difusa, llanto,
hiperhidrosis de la cara y del cuello, aceleración del pulso. Al
intentar registrar los datos anamnésicos, las palabras
“catástrofe”, tren”, etc. provocaban lágrimas y ligeras
convulsiones de los músculos faciales. Mantenía una actitud
hostil con respecto a los médicos y en general contra la medicina,
que no era capaz de aliviarlo. Durante los primeros tres a cuatro
días, se observaron transtornos del sueño, dormía una a dos
horas por la noche alucinaciones ópticas que reproducían el
traumatismo psíquico sufrido, el enfermo intentaba ahorcarse
con la toalla, se registraban ataques breves de desorientación, le
parecía que se encontraba en la cárcel y quería obstinadamente
irse del hospital. A veces perdía el contacto con el ambiente
circundante, veía paisajes invierno y quería irse hacia ellos. Más
al intentar levantarse para irse, volvía en si en el acto. En los
períodos más o menos lúcidos, el enfermo contestaba algunas de
nuestras preguntas. En estos momentos se lograba recoger datos
aislados de su anamnesia, estaba bien orientado en el tiempo y
en el espacio, se quejaba de la gravedad de su estado, de la
melancolía que le embargaba y de ataques de obsesión de
suicidio, pedía que le escondieran la toalla y el cinturón, etc. Se
consideraba enfermo, expresaba el deseo de recuperar su salud,
109
J. Barreda

pero nos decía que “ya hace varios años que se sentía peor y
peor”.

Considerando el carácter histérico de todo el síndrome,


decidimos someter a este enfermo, a un tratamiento
hipnosugestiterápico como medio auxiliar para la sedación de la
esfera neuropsíquica. Por medio de la sugestión verbal fue cosa
fácil hipnotizar al paciente, quien a los pocos minutos se,
adormeció. En este estado se le hicieron varias sugestiones de
carácter sedativo y se le mantuvo durante 15 minutos en estado
de sueño sugerido para reposar. Esta sesión en gran medida
mejoro el estado del paciente, lo que hizo innecesario el traslado
del enfermo al hospital psiquiátrico. A medida que mejoraba el
estado del paciente se logró, por fin, que nos comunicará los
datos referentes a su pasado.

En 1918 fue detenido por las bandas de Petliuria y en 1919


estuvo a punto de ser fusilado, después de la cual empezó a sufrir
una irritabilidad exaltada. En 1922, en un mes perdió a su mujer
y dos hijos. En 1923, en la estación ferroviaria en la que prestaba
servicio desde 1922 como subjefe, ocurrió un descarrilamiento,
este suceso aumentó su nerviosidad. En 1924 fue testigo de otra
catástrofe ferroviaria y en 1925 se desarrolló en el paciente un
estado neurasténico bien acusado. Estuvo bajo tratamiento en el
110
El Poder Sugestivo y Terapéutico de la Palabra
Instituto de Fisioterapia de Sebastopol y recuperó la salud por
completo. En 1926, a consecuencia de un nuevo traumatismo
psíquico, se renovó el estado de irritabilidad y la propensión al
llanto. Un curso de hidroterapia le procuró cierto alivio. En junio
de 1927 sufrió una contusión del cráneo con pérdida del
conocimiento. La nerviosidad se hizo más marcada aún,
apareció un sentimiento de desconfianza hacia el personal
subalterno. En junio del mismo año, mientras sostenía una
conversación telefónica, cayó un rayo en las cercanías, lo que
agravo todavía más el estado neurótico que sufría. De nuevo
estuvo durante un mes en el mismo Instituto de Fisioterapia, pero
el mejoramiento obtenido fue insensible. En 1928 sufría con
frecuencia insomnio, disminuyó el interés por el trabajo, al que
hasta entonces siempre había mostrado celo. Se desarrolló un
estado depresivo, aparecieron ataques de melancolía. En agosto,
de nuevo estuvo en curación en el Sanatorio del Institute
Sechenov de Fisioterapia. En este período se observó en el
enfermo un estado depresivo, lloraba sin cesar, se mantenía
solitario, todo le irritaba. Reanudó el trabajo en el mismo estado,
la salud empeoraba cada día al insomnio se añadieron
alucinaciones, veía el entierro de su mujer y de sus hijos, paisajes
de invierno, catástrofes ferroviarias. El estado de salud
empeoraba progresivamente, se observaron en el paciente
111
J. Barreda

elementos paranoides”. “En agosto de1979 fue herido en la


cabeza y trasladado al hospital con pérdida del conocimiento. El
27 de marzo tuvo un ataque convulsivo, con pérdida del
conocimiento. El 13 de septiembre este ataque se repitió, durante
el trabajo, lo que le obligó a abandonar el servicio. Las
alucinaciones se hicieron más frecuentes, apareció temblor de
los brazos y todo el cuerpo, ataxia, podía andar sólo con ayuda
del bastón, experimentaba la sensación constante de que el suelo
temblaba bajo sus pies, no le abandonaba el estado de ansiedad,
sufría ideas fijas de suicidio, hipersudación, frecuentes deseos
de orinar, perdió el dominio de sí mismo, era hasta la
agresividad”. Surgió en é1 la convicción de la impotencia de la
medicina para curarlo.

“Ulteriormente fueron practicadas seis sesiones de psicoterapia.


A cada sesión el estado salud mejoraba y al mes, el 20 de enero
de 1930, fue dado de alta, reanudó el trabajo”.

Se trata de una neurosis grave, desarrollada progresivamente.

“Al año, el 20 de febrero de 1931, se encontraba casualmente,


por cuestiones de servicio en nuestra ciudad y aprovechamos la
ocasión para intentar reproducir en él las huellas del estado
patológico sufrido. Tanto nuestras observaciones anteriores

112
El Poder Sugestivo y Terapéutico de la Palabra
relativas a la reproducción de edades pasadas del hombre, como
nuestras procedentes investigaciones referentes al enfermo Sh.,
nos permitían abrigar esperanzas de obtener en este caso éxito”.

“R. dio su consentimiento y, después de sumirlo en estado de


sueño sugerido, le dimos la siguiente instrucción verbal: “¡Hoy
es 20 de diciembre de 1929 (fecha de su ingreso en el hospital),
despiértese!”. Hemos de constatar que en la conversación
sostenida con R., no nos referimos en absoluto, a propósito, a los
síntomas patológicos que había padecido R. R, se despertó y, en
efecto, pudimos ver ante nosotros al enfermo que conocíamos:
la expresión del rostro era ansiosa y deprimida, miraba a su
alrededor con espanto, a las preguntas contestaba con disgusto,
manifestaba nerviosidad” ... y así “poco a poco su irritabilidad
aumentaba y, finalmente estallaba en sollozos. A la instrucción
verbal: “¡Duerma!”, se adormeció al instante y en este estado se
le hizo la sugestión inversa: “¡Hoy es el 20 de febrero de 1931,
despiértese!”. Se despertó en buen estado y no recordaba el
contenido de la sesión” (p. 161). a

“...Estas sesiones experimentales no alteraron el estado de salud


de R., ni le impidieron seguir ejerciendo un servicio intenso en
la línea ferroviaria. No se registraron recidivas de la enfermedad”
(p. 163).
113
J. Barreda

Es, pues, posible reproducir estados patológicos sufridos en el


pasado.

Al respecto PAVLOV hace una indicación de extraordinaria


importancia: “... son muchas las personas en quienes en estado
nervioso mórbido se mantiene más o menos en los límites de la
normalidad solamente hasta el momento en que les conciernen
componentes, por insignificantes que sean o incluso en forma de
alusiones verbales, de aquellos estímulos fuertes complejos que
determinaron al principio la enfermedad nerviosa. En nuestros
casos estas alusiones insignificantes (¿) se referían a la “fecha”
del ingreso en el hospital”.

Es obvia la importancia teórica y práctica de esta observación


pavloviana. Pueden derivarse interesantes conclusiones sobre
las estructuras psicológicas, según el principio pars pro toto, etc.

CASO 20.-

“El enfermo M. de 30 años, acudió a la clínica de enfermedades


nerviosas con quejas de sufrir ataques con pérdida del
conocimiento, convulsiones y mordeduras de la lengua,
seguidos de sueño. Los ataques aparecieron a la edad de cinco
años a continuación del sobre salto sufrido al ser golpeado en la

114
El Poder Sugestivo y Terapéutico de la Palabra
cabeza con piedras. Había sido reconocido inútil para el servicio
militar. Los ataques se repetían regularmente dos veces al mes”.

Como en los casos anteriores, se reprodujo en estado de sueño


sugerido, el estado patológico y luego, con sugestiones
adecuadas se cortó los ataques.

De los casos últimos se deduce que los métodos psicocatárticos


(obligar al enfermo a reproducir las situaciones psicotraumáticas
del pasado) los métodos hipnoanalíticos (recuerdo de las
situaciones traumáticas vividas), tienen un fundamento real. (p.
165).

Estos métodos tienen un incuestionable valor diagnóstico y


terápico.

CASO 21.-

“En 1924, a la clínica propedéutica de enfermedades nerviosas


del Instituto de Medicina de Jarkov acudió el enfermo B., de 17
años, con quejas de padecer tartamudeo desde los cinco años de
edad. Ni é1 mismo ni su madre podían aclarar las causas que
provocaron la enfermedad. Después de sumir al enfermo en
estado de sueño sugerido, le sugerimos que tenía cinco años de
edad. Una vez hecho esto, el enfermo recordó con facilidad y en
115
J. Barreda

todos sus detalles, cómo a esta edad, durante unas fiestas con
iluminaciones, se incendió un farolillo de papel en el jardín de
su casa, suceso que le produjo gran espanto y le impresionó hasta
el punto de haber sido la causa inmediata del transtorno de la
dicción que padecía”. (p. 165).

CASO 22.-

“La G. de 28 años, acudió con quejas de sufrir torticolis, que le


causaba graves sufrimientos. Esta enfermedad se prolongaba ya
ocho años, y había aparecido durante un serio altercado con su
marido, que le había ofendido groseramente. Este traumatismo
psíquico fue sufrido en el mismo momento en que la enferma
mantenía la cabeza en rotación extrema a la izquierda. Desde
entonces esta postura quedó fijada patológicamente y no
desaparecía incluso durante el sueño. En el transcurso de ocho
años, la enferma había estado sometida a diferentes tratamientos,
sin resultado alguno”. “Este estado atormentador la llevaba hasta
la obsesión del suicidio. “Había perdido por completo”, la fe en
la medicina y en los médicos” (p. 168).

Sometida a la hipnoterapia y “una vez hecha la sugestión


especial: “¡olvide los sufrimientos pasados. Ud. puede mover la
cabeza libremente en todas direcciones!”, la tortícolis, que no

116
El Poder Sugestivo y Terapéutico de la Palabra
había cesado durante ocho años, desapareció por completo” “Al
despertar se habían restablecido por completo todos los
movimientos de la cabeza. Quedó solamente una ligera
“sensación embarazosa” del cuello, que desapareció después de
la segunda sesión, que tuvo lugar al día siguiente”. “Dos
sesiones de hipnosugestiterapia fueron pues suficientes para
librar por completo y definitivamente a esta enferma de un
padecimiento tan grave mantenido durante ocho años.

“Está enferma pertenecía aparentemente al tipo nervioso fuerte,


desequilibrado y en particular al tipo artístico. Este caso fue
demostrado por nosotros en 1925 en la sesión de la Sociedad
Médica de la ciudad de Dnipropetrovsk, cuyos miembros habían
considerado a esta enferma incurable durante tantos años”, (p.
168).

CASO 23.-

La enferma B. de 56 años, ingresó en grave estado de ansiedad,


sufría celos obsesionantes hacia la tía de su marido, organizaba
escenas feroces de celos que a veces se prolongaban por toda la
noche, padecía insomnio total. Enfermó un año y medio atrás
después de un traumatismo psíquico relacionado con una
conversación sostenida con la tía de su marido (la cual tenía 60

117
J. Barreda

años), esta le dijo sin ninguna intención que el marido de la


paciente solía visitarla. Esta conversación le causó gran ansiedad,
la dejó muy intranquila, pasó toda la noche en llanto sin dormir,
empezó a reprochar a su marido que “le había ocultado las
relaciones que mantenía con su tía”. A partir de este momento la
enferma no pudo librarse de los celos obsesivos”. (p. 170)
“Desde los primeros días de la enfermedad estuvo atendida por
el neuropatólogo de distrito y después por el psiquiatra quien le
prescribió bromo, glucosa e insulina. sin que notara mejoría
sensible. A causa del estado de ansiedad y de las ideas obsesivas
de suicidio manifestadas, la enferma fue traslada a un hospital
psiquiátrico, donde permaneció durante cinco meses con
diagnóstico de paranoia climatérica presenil. Entre otras
medidas terapéuticas fue empleado el sueño medicamentoso
durante una semana (¿?) ¡¡¡FUE DADA DE ALTA SIN
MEJORIA ALGUNA!!!” (el subrayado es nuestro).

En doce sesiones de hipnoterapia la paciente sanó por completo.


“El ejemplo mencionado demuestra que los médicos suelen
olvidar el origen psicógeno de algunas enfermedades. En este
caso, el diagnóstico banal de “psicosis presenil” estableció
anteriormente HABIA SIDO CAUSA DE UN
TRATAMIENTO FARMACOLOGICO INNECESARIO E

118
El Poder Sugestivo y Terapéutico de la Palabra
INUTIL (el subrayado es nuestro). Es importante señalar el
tratamiento con el sueño farmacológico tampoco dio resultado,
en tanto que la psicoterapia practicada en sueño sugerido
suprimió por completo el síndrome patológico” (p. 171).

CASO 24.-

“La enferma N. de 30 años, acudió a nosotros con quejas de


adelgazamiento debilidad general, atormentadores tenesmos
diarios de defecación, acompañados de evacuaciones liquidas
con mucosidades, en número de dos a tres veces al día y dos
veces por la noche. Se encontraba enferma desde hacía cinco
meses. Era bailarina de profesión y había sido reconocida como
inválida. Al comienzo de la enfermedad las evacuaciones
intestinales se producían, tanto de día como de noche, diez veces.
Más tarde, disminuyeron hasta cinco veces al día (2 o 3 veces
durante el día y 2 veces por noche), pero siempre iban
acompañadas de gran cantidad de mucosidades. Los médicos
establecieron el diagnóstico de enterocolitis y la enferma se vio
obligada a observar una dieta extrenuadora. La toma de sulfidina
y disulfán daban efecto solamente durante el periodo en que se
empleaban; los demás métodos terapéuticos, como enemas,
fomentos, medicamentos, no prestaban alivio alguno, tampoco
dio resultado el tratamiento balneológico.
119
J. Barreda

“Descubrimos en esta enferma un traumatismo psíquico. La


disfunción intestinal, empezó al día siguiente de que la enferma
se hundió súbitamente hasta, las rodillas en una fosa llena de
agua fría, hecho que le causó gran espanto. La tarde era fría y la
enferma temía enfriar las piernas. Al otro día de este suceso, se
manifestó la disfunción intestinal descrita, estado que se
mantuvo durante cinco meses” ...

“Teniendo en cuenta esta circunstancia, nosotros, con el


asentimiento del médico del sanatorio y del profesor auxiliar K.,
aplicamos, la psicoterapia en forma de sugestión verbal, sedante,
hecha en estado de ligera somnolencia, dirigida a que olvidara el
caso sufrido. Las sesiones de psicoterapia eran seguidas de una
hora de sueño de reposo sugerido”. (p. 189) ...

“Ulteriormente, la enferma recuperé con rapidez de capacidad


de trabajo, Estuvo bajo nuestra observación durante cinco años
completamente sana”.

“Dos sesiones de sugestión verbal, hechas en estado de


somnolencia hipnótica, seguidas de una hora de sueño de reposo
sugerido fueron, pues, suficientes para liquidar por completo la
disfunción intestinal que se había mantenido durante varios
meses” (p. 189)

120
El Poder Sugestivo y Terapéutico de la Palabra
CASO 25.-

“La enferma N. de 46 años, ingresó con quejas de sufrir dolores


en la región del estómago durante un año y medio, diarreas y
estreñimiento alternativos esporádicos (por cuya causa temía
tomar alimentos) adelgazamiento progresivo irritabilidad e
insomnio. Había sido diagnosticado “cáncer de estómago y se le
había recomendado la operación correspondiente. En la
conversación anamnésica se descubrió un traumatismo psíquico
grave, sufrido hacia un año y medio. Este traumatismo estaba
relacionado con el asalto efectuado a su casa por unos bandidos.
Se practicaron en días alternos ocho sesiones de sugestión verbal,
hecha en estado de sueño sugerido. Se le sugirió calma general,
serenidad, ante lo sucedido, Cese de los dolores, funcionamiento
normal del intestino, la vuelta al bienestar que gozaba antes, la
recuperación del apetito y buen sueño nocturno, etc. Estas
sugestiones dieron efecto positivo. La enferma recuperó por
completo la salud, aumentó dos kilos de peso en el transcurso.

CASO 26.-

“La enferma U. de 28 años, después de haberle sido practicada


una operación abdominal sufría durante mucho tiempo
estreñimiento obstinado hasta tal punto que le era menester

121
J. Barreda

acudir constantemente a los enemas. La enferma fue sumida en


estado de somnolencia hipnótica, y en este estado se le sugirió
en tono imperativo: “¡A partir de mañana, o sea, desde el 29 de
enero, el intestino de Ud. empezará a funcionar regularmente
entre las 10 y las 11 de la mañana!”. Más tarde la enferma nos
comunicó que desde el 29 de enero no había pasado día sin que
el intestino funcionará por sí mismo, precisamente por la
mañana y a la hora indicada”. (p. 191).

“Limitémonos a este ejemplo, que fácilmente podríamos


multiplicar, pues los transtornos corticógenos de la función
gastrointestinal son muy frecuentes. En el sistema digestivo es
donde se refleja con más claridad la función reguladora y de
puesta en acción de la corteza cerebral, demostrada por los
experimentos de los laboratorios de K. BIKOV” (p. 191).

CASO 27.-

“La enferma N. de 36 años, había ingresado en el hospital a


causa de radiculitis. Durante la amamantación de su hijo de tres
meses, recibió una noticia desagradable relacionada con el
despido del marido del trabajo, que la inquietó en gran manera,
perdió el apetito y el sueño y lloró mucho. Al día siguiente notó

122
El Poder Sugestivo y Terapéutico de la Palabra
disminución busca de la secreción de leche; al exprimir los
pechos podía obtener apenas unas cuantas gotas de leche” ...

“Se practicaron tres sesiones de sugestión verbal, hechas en


estado de somnolencia hipnótica, que bastaron para tranquilizar
del todo a la enferma y para restablecer la lactación normal” (p.
198).

CASO 28.-

“La enferma M. de 18 años. acudió a nosotros con quejas de


sufrir menstruaciones muy prolongadas, que más tarde se
convirtieron en menorragias tenaces y continuas. Las medidas
tomadas que llegaron incluso a la defloración previa para
practicar el raspado de la matriz, no dieron efecto alguno.
Durante la conversación anamnésica que sostuvimos con la
enferma se aclaró la existencia de graves sufrimientos morales
de carácter familiar que habían precedido a la menorragia.

Se practicaron tres sesiones de psicoterapia, hechas en estado de


sueño sugerido, acompañadas de las sugestiones
correspondientes. Este tratamiento suprimió las hemorragias y
reguló las menstruaciones ulteriores” (p. ISTOMIN, citado por
PLATONOV, p. 199).

123
J. Barreda

CASO 29.-

“La enferma G. de 35 años, sufría durante tres años hemorragias


uterinas tenaces abundantes, acompañadas de fuertes dolores.
Había sido tratado sin resultado alguno en varias clínicas. Cada
vez que al aplicarle un nuevo tratamiento se le decía. “Esto la
ayudará”, el estado de la enferma mejoraba, pero pasado este
momento la enfermedad de nuevo adquiría el carácter anterior”
(p. 199 y ss).

“Una vez, en el sanatorio el médico de cabecera le dijo: “¡Dentro


de 4 meses Ud. mejorará, pero su enfermedad es tan grave que
una sola estancia en el sanatorio no será suficiente Ud. debe
volver al sanatorio, al año siguiente!”. En efecto, a los cuatro
meses la enferma notó mejoría, aunque no duró más de mes y
medio, pasado este período de nuevo empeoró y se agudizaron
los dolores. En los últimos meses se había observado un
empeoramiento progresivo, las hemorragias se hicieron más
abundantes, adelgazó de una manera acentuada, el número de
eritrocitos disminuyó 3,600.000 y el índice de hemoglobina
descendió hasta el 26%.

124
El Poder Sugestivo y Terapéutico de la Palabra
“En vista de esto se le recomendó la extirpación inmediata de la
matriz y de los ovarios. La enferma acudió al dispensario
psicoterapéutico por propia iniciativa”.

“La anamnesis puso de manifiesto que la enferma hacía tres años,


durante el periodo menstrual, se había visto obligada a viajar
muy entrada la noche en el estribo de un vagón de tren lleno de
pasajeros. En esta situación se vio inquietada por la idea de que
la menstruación “podía cortarse”. A la noche siguiente la
menstruación se convirtió en abundante hemorragia
acompañada de fuertes dolores, desde entonces la hemorragia no
se había interrumpido”,

“Se aplicaron en este caso, sesiones de psicoterapia hechas en


estado de somnolencia hipnótica ligera durante las cuales se le
sugirió: “¡La enfermedad que Ud. padece es resultado del temor,
inquietud y autosugestión, todo esto ha pasado por completo, las
hemorragias han cesado, no hay más dolores, todo va bien e irá
bien en adelante!”. Después de la sesión, la enferma nos decía
que “se sentía otra, no experimentaba dolores, había
desaparecido la presión que sentía en el bajo vientre, donde
ahora tenía una sensación de vacío y ligereza”. Se marchó sola
a su casa a pie, y como nos dijo la misma enferma, “cuanto más
andaba con tanta más energía lo hacía”, subió hasta el cuarto
125
J. Barreda

piso, cosa que no había podido hacer sin ayuda desde que
enfermo. Las hemorragias y dolores cesaron en el mismo día en
que fue practicada la sesión de psicoterapia. Al mes y medio,
completamente sana, viajó por Crimea y el Cáucaso, donde hizo
excursiones por las montañas, la menstruación se hizo normal.
Se encontró bajo observación durante seis años, las
menstruaciones fueron siempre normales. Los disgustos y
amarguras de la vida no se reflejaron en la regularidad de la
menstruación (observación de N. VAREN) (P. 200).

“En este caso bastó pues, una sola sesión de psicoterapia para
liquidar radicalmente una enfermedad grave de origen sicógeno,
que se había desarrollado en una persona de carácter aprensivo,
inquieto, perteneciente aparentemente a la variedad fuerte del
tipo débil general del sistema nervioso”.

A continuación, PLATONOV se refiere a la posibilidad de


detener los vómitos incoercibles de las embarazadas... (p. 200).

CASO 30.-

“La enferma B., de 27 años acudió al dispensario a la octava


semana de un tercer embarazo (los dos primeros habían sido
interrumpidos a causa de ala sialorrea y vómitos). Sufría
salivación constante de día y noche. El número de vómitos
126
El Poder Sugestivo y Terapéutico de la Palabra
diarios era de 50 a 60, padecía hambre, se encontraba extenuada
y era incapaz por completo para el trabajo".

“Fue sumida en estado de somnolencia hipnótica, durante la cual


se le sugirió el cese de los vómitos. El efecto obtenido fue
positivo: la secreción salival se redujo en gran medida y no se
observaron más vómitos hasta la mañana siguiente. Durante este
día se produjeron más de 20 vómitos, pero el estado general de
la paciente había mejorado de una manera bien marcada.
Después de las siguientes sesiones el vómito y la sialorrea
cesaron del todo y recuperó el apetito. Al quinto día del
tratamiento la enferma reanudó el trabajo” (p. 201).

CASO 31.-

“La enferma A. de 22 años, embarazada por segunda vez (el


primer embarazo había sido interrumpido a causa de los vómitos)
había empezado a sufrir vómitos a la octava semana de
embarazo actual y a la décima semana los vómitos se producían
de 30 a 40 veces al día. Fue hospitalizada, se le administraron
preparados de bromo, cloral y se practicó la autohemoterapia.
Estas medidas surtieron cierto efecto, y al parecer, incluso
resultados positivos de momento. Pero la debilidad general y la
repugnancia a los alimentos no la abandonaban, según decía la

127
J. Barreda

misma enferma. Al ser dada de alta los vómitos se repitieron de


nuevo (de 30 a 40 veces de día y noche) y la repugnancia a los
alimentos se renovó. La farmacoterapia no dio resultado alguno.
La enferma no podía abandonar la cama, sufría frecuentes
desmayos y adelgazaba progresivamente. Uno de los tocólogos
recomendó el aborto y fue fijado el día de la operación. Por
consejo de otro tocólogo el marido de la enferma decidió ponerla
en manos de los psicoterapeutas”.

“En vísperas de la operación se practicó la primera sesión de


psicoterapia. Se provocó un estado de reposo hipnótico y más
tarde somnolencia. Se utilizó la siguiente formula sugestiva:
“¡Ud. descansa, hay más vómitos, puede comer de todo, no
siente repugnancia a los alimentos; por el contrario, siente
atracción hacia ellos, los alimentos que ingiere no se vomitan;
Ud. está segura en la conservación del embarazo y dará a luz
felizmente. Así, pues, no hay más vómitos se siente bien y come
de todo con gusto”, al despertarse se observó bienestar general,
la enferma comió con ostensible satisfacción dos bocadillos y
tomó un poco de caldo. En este mismo día no se registraron
vómitos, comió, el bienestar se mantuvo todo el día. Más tarde,
en los días en que se practicaban sesiones no se registraban
vómitos, comía más y con mayor apetito, mejoró el estado

128
El Poder Sugestivo y Terapéutico de la Palabra
general. Fuera de los días de las sesiones los vómitos aparecían
solamente a cada intento de comer.” (p. 202).

Luego de una serie de sesiones dio a luz con felicidad.

CASO 32.-

“La enferma S, de 45 años, sufría accesos de asma bronquial


aparecidos en el período de la menopausia. Hacía cuatro años
que habían empezado los accesos en forma de tos fuerte,
palpitaciones y estado asmático. Estos ataques se prolongaban
habitualmente durante dos o tres horas. Al principio los accesos
aparecían con intervalos de varios meses, pero con el tiempo se
hicieron más frecuentes, repitiéndose cada cinco o seis días. La
farmacoterapia no fue eficaz (p. 204) ...

“Se practicó una sesión de psicoterapia racional, después de la


cual se observó cierta calma en la enferma, quien empezó a
abrigar esperanzas en su restablecimiento” ...

“Después de un curso de tratamiento (seis sesiones de


sugestiterapia) comenzó a salir a la calle, se sentía bien, trataba
de conservar la tranquilidad con respecto a los estímulos que
antes temía. Tuvo una catamnesis positiva durante dos años. La

129
J. Barreda

paciente, dominaba fácilmente ella misma las ligeras recidivas


que surgían de cuando en cuando”.

CASO 33.-

“Una mujer, trabajando en el campo, sufrió un gran espanto al


ver que se había producido un incendio en el pueblo, donde
habían quedado sus pequeños hijos. Sobrecogida por el terror,
subió corriendo, jadeante, una cuesta de un kilómetro y medio
hasta que por fin pudo comprobar que el incendio había surgido
en la parte opuesta de donde estaba situada su casa, hecho esto
cayó extenuada. Al poco tiempo aparecieron accesos de
sofocación provocados por cualquier emoción negativa, que más
tarde se manifestaron en forma de ataques de asma. Estos
accesos se prolongaban hacía ya cinco años. Se practicó un curso
de psicoterapia, consistente en diez sesiones de sugestión hecha
en estado de sueño sugerido, las cuales suprimieron por
completo los ataques (observación de E. KATKOV) (p. 205).

CASO 34.-

A continuación, un caso de transtornos funcionales del sistema


cardiovascular.

130
El Poder Sugestivo y Terapéutico de la Palabra
“Hacía 19 años que el enfermo K. de 46 años, sufría de 10 a 15
accesos de taquicardia paroxismal al día. Eran raros los períodos
de calma, que a veces se prolongaban 10 días. El pulso era de
150 a 180 latidos al minuto. El enfermo relacionaba el comienzo
de la enfermedad con una angina sufrida hacía 19 años. El
primer acceso de taquicardia duró 10 días Hubo un período de 7
años sin anginas, desde entonces los accesos adquirieron un
carácter más leve, eran más cortos (unos minutos) y más raros”
(p. 208) ...

“En este caso practicamos varias sesiones de psicoterapia. A la


segunda sesión, hecha en estado de sueño sugerido, los ataques
graves no se repitieron más, pero el temor a las lecciones (era
profesor) se mantenía, a pesar de que “durante las lecciones ya
no sufría ataques”. A la sexta sesión los accesos eran pasajeros,
desapareció el temor a las lecciones, que ya podía dar con
facilidad, el sueño nocturno mejoró. Se practicaron en total 13
sesiones, en las tres últimas el efecto obtenido fue consolidado.
Estuvo bajo observación 3 meses. La catamnesis fue positiva, el
estado general mejoró en gran manera, recobró la seguridad de
sí mismo y el “deseo de vivir y trabajar”. Durante este tiempo
dirigió una conferencia científica importante, concluyó dos
trabajos científicos, daba las lecciones sin embarazo, si alguna

131
J. Barreda

vez se repetían los ataques no perdía, pese a esto, el hilo del tema
expuesto y la capacidad, de dominarse. Los ataques eran
pasajeros, los períodos de calma duraban dos o tres días, Los
efectos positivos obtenidos fueron confirmados por el médico
internista (observación de E. KATKOV y B. SPIVAKOV)”
(209).

CASO 34.-

“El enfermo Z. de 20 años, yacía en el lecho en completa


postración, pálido, el pulso daba 160 pulsaciones al minuto.
Después de este agravio, experimentó al principio transtornos
del sueño y más tarde una taquicardia tenaz". (p. 210).

“El paciente fue sumido en estado de sueño sugerido y se le


sugirió tranquilidad completa y olvido de la ofensa. Al
despertarse había recobrado la calma, hablaba sin agitación de
la ofensa, no se observaban reacciones por parte del corazón, la
taquicardia cesó por completo. El resultado obtenido fue
positivo y estable” (Observación de V. JISLOV).

CASO 35.-

“La enferma M. de 27 años se quejaba de sufrir placas de


alopecia de la región occipital. Era ya la tercera vez que estas
132
El Poder Sugestivo y Terapéutico de la Palabra
placas aparecían por espacio de un año, fenómeno que se repetía
cada vez que sufría fuertes impresiones. El primer caso había
sucedido hacía 6 años, cuando al regresar de vacaciones
encontró a su padre moribundo. El padre la recibió con las
siguientes palabras: “De cuánto hablaríamos si me encontrara
bien!”. Se me crisparon los puños -decía la enferma-, y
experimenté un fuerte espasmo de la garganta y una comezón
terrible por toda la cabeza” Al día siguiente observó que los
cabellos empezaban a caerse, este fenómeno no se detuvo hasta
la completa calvicie, que se produjo a las tres semanas. Según la
Paciente, el médico le dijo, al parecer: “Una impresión
emocional es capaz de destruir los cabellos, otra no menos fuerte,
puede restablecerlos”. A los seis meses, después de la muerte
repentina de la madre, los cabellos de la enferma, de nuevo
empezaron a crecer y al poco tiempo, la calvicie había
desaparecido. Tres años más tarde, el hijo de la paciente se
escaldo con agua hirviente, a consecuencia del sobresalto
sufrido, la cabeza de la enferma comenzó a los pocos días a
cubrirse a los pocos días de placas de alopecia”. (p. 211).

CASO 36.-

“El enfermo B. de 43 años ingresó en el dispensario


Psiconeurológico con eczema húmedo de las piernas.
133
J. Barreda

acompañado de prurito tenaz que le impedía dormir. Hacía 14


años que padecía esta enfermedad y los medios farmacológicos
habituales no habían dado efecto alguno. Se había establecido el
diagnóstico de epidermodermitis. El eczema desapareció a las 6
sesiones de psicoterapia hechas en estado de somnolencia,
seguidas de sesiones de sueño de reposo hipnótico prolongado.
En este caso, a pesar de que no se logró descubrir la existencia
de causas psicógenas de la enfermedad, el efecto terapéutico fue
completo (observación de I. Murajovakaia) (p. 212).

CASO 37.-

“La enferma D., de 22 años, estudiante, se presentó con quejas


de sufrir fuertes dolores de cabeza, estado depresivo, llanto
inmotivado, somnolencia durante el día, el insomnio por la
noche, miedo al parto que esperaba, ideas de muerte. Al quinto
mes de embarazo había sido abandonada por el marido, por cuya
razón se avergonzaba del embarazo, no quería dar a luz y “con
horror pensaba en la educación y mantenimiento del futuro hijo”.
Era incapaz de asimilar las asignaturas que estudiaba y ceso de
presentarse a los exámenes”.

“Se practicó una sesión de psicoterapia explicativa: “La


enfermedad de Ud., ha sido provocada por la ruptura de

134
El Poder Sugestivo y Terapéutico de la Palabra
relaciones con su marido. Ud. aun no se ha resignado con ello y
por esto, el futuro le parece tan sin perspectivas. En realidad, la
separación con el marido es lo mejor y más necesario que ha
podido suceder, pues solo un hombre sin conciencia es capaz de
abandonar a su mujer embarazada. Nada bueno podía esperar de
é1. Ud. debe vivir con un hombre serio y digno de Ud.

“El hecho de que tendrá un hijo debe ser para Ud. un motivo de
alegría y nada de deshonroso hay en ello. El hijo será para Ud.
el ser más querido y más íntimo, en él tendrá Ud. un pequeño
amigo y nunca sentirá su vida vacía. El hijo no le será un
impedimento para seguir sus estudios; en nuestro país hay -
casas-cuna, jardines de infancia, y Ud., tiene madre que la
ayudará a educarlo. En nuestro país no hay por qué temer a dar
a luz en esta situación, un hijo es un orgullo y una alegría para
la madre. Ud., dará a luz con facilidad, sin dolores y felizmente.
Ud. ya está en el cuarto curso del instituto y la queda poco;
acabará con éxito sus estudios, que tanta importancia tienen para
Ud...” etc.

“La enferma escuchó hasta el fin con atención y después de la


sesión marchó tranquila, convencida de la razón de los
argumentos argüidos. Al cabo de varias conversaciones de esta
clase desaparecieron todas las quejas de la enferma. Recuperó la
135
J. Barreda

calma y el sueño normal, cesaron los dolores de cabeza, los


miedos e inquietudes ya no la atormentaban. Se avivo el interés
por los estudios, que siguió con éxito, dio a luz con felicidad y
el sentimiento maternal se desarrolló con toda su amplitud. Dejó
de pensar en el marido” (observación de 2. KOPIL-LEVINA
1940) (p. 245).

“Vemos pues, que cuando el médico sabe abordar los


sufrimientos personales del enfermo, unas cuantas sesiones de
psicoterapia explicativa, bastan Para liquidar las secuelas de la
ruptura de la actividad nerviosa superior”.

CASO 38.-

La enferma Z. de 22 años, venía padeciendo durante tres meses


del embarazo vómitos continuos, solo podía tomar alimentos
líquidos y aún estos en pequeñas porciones, no soportaba ciertos
olores (tabaco, Jabón y otros). Cada día sufría accesos de dolores
parecidos a jaqueca que duraban de 20 a 30 minutos, escalofríos,
palpitaciones seguidas de vómitos y postración que se
prolongaba dos o tres horas”. (p. 246).

“Después de la conversación anamnésica sostenida y de haber


hecho saber a la enferma la posibilidad de curación del vómito

136
El Poder Sugestivo y Terapéutico de la Palabra
del embarazo por medio de la sugestión verbal se la rogó que
viniera al día siguiente.

“Al acompañarla a la puerta del gabinete la detuvimos


inesperadamente y con tono autoritario, mirándole a los ojos, le
dijimos con rapidez: “¡Así, pues todo ha terminado, no hay más
vómitos!”. “¡Pero si Ud. no ha empezado el tratamiento!” -nos
objetó la paciente con perplejidad y cierta turbación y asombro-.
“¡No! el tratamiento ya ha empezado”. - le contestamos -
“¡Pasará tal como hemos dicho. Hablar más es inútil. Vaya a
casa! ¡Hasta la vista! La enferma se marchó confusa”.

“Al día siguiente se presentó optimista y con alegría nos declaró


que “desde ayer ha desaparecido todo”. Por la noche había
cenado, (por primera vez después de tres meses) ... los olores le
eran indiferentes por primera vez desde que quedó embarazada
no había sufrido dolores de cabeza y por la mañana había comido
sin tener nauseas”.

“Observamos a esta paciente durante un mes y continuaba sana.


Fue presentada por nosotros en una conferencia médica. Dio a
luz felizmente en el plazo debido” ...

137
J. Barreda

“...Este método puede ser también aplicado con fines


psicoprofilácticos en el periodo pre-operatorio y en la
preparación de las embarazadas para el parto sin dolor”.

CASO 39.-

(Comentario Previo) “La acción verbal del médico debe tener en


este caso el carácter de explicación motivada, persuasión o
afirmación. “Este género de psicoterapia decía BEJTEREV-
(1911)-repetida en varias sesiones y no acompañada de sueño
hipnótico, da generalmente buenos resultados, incluso en los
casos graves”. BEJTEREV- consideraba que la sugestiterapia en
estado de vigilia está basada en el hecho de que muchos de los
fenómenos neuróticos son debidos a la autosugestión o a la
sugestión involuntaria. Por esto se comprende que “sea
necesario emplear la antisugestión o la sugestiterapia para
suprimir los síntomas más penosos de la enfermedad”. Este
método ha sido llamado por nosotros métodos de BERHEIM-
BEJTEREV. A continuación, ponemos un ejemplo de la eficacia
de este método” (p. 248).

(Caso) “La enferma M. de 39 años, se dirigió a nosotros con


quejas de sufrir irritabilidad exaltada, ser incapaz de dominarse
y al mismo tiempo padecer debilidad extrema indecisión,

138
El Poder Sugestivo y Terapéutico de la Palabra
impaciencia y agitación, estado constante de depresión y espera
angustiosa de “algo doloroso”. Observaba que tenía miedo y
desconfianza de todo”, era muy pendenciera y tenía celos de su
marido. A consecuencia de estos sufrimientos experimentaba en
los últimos meses la sensación permanente de “no querer vivir
en esta situación”. Hacía 8 años que había empezado a
manifestarse este - síndrome, después de una operación
quirúrgica (extirpación de un fibroma uterino).

Se dirigió a nosotros con el ruego de que la libráramos de este


penoso estado, y, sobre todo, de los celos, que, por lo visto,
estaban fundados en el hecho de que su marido tres años más
joven que ella, le decía a cada momento que “ya era vieja”. Por
cuanto parecía, en efecto, más vieja de lo que era, la enferma se
encontraba bajo la influencia sugestiva de las palabras de su
marido”.

“Se practicaron 6 sesiones de psicoterapia en estado de vigilia


por el método de BEJTEREV las sugestiones fueron de carácter
tranquilizador y explicativo. A la tercera sesión se observó una
mejoría notable; la enferma se tranquilizó, era capaz de
dominarse, desaparecieron los celos y ya no le inquietaba la
diferencia de edad con el marido. A la quinta sesión nos
comunicó que el período premenstrual, habitualmente muy
139
J. Barreda

penoso (irritabilidad exaltada, melancolía) había pasado en


completa calma. Al cabo de un mes, el nuevo periodo
premenstrual transcurrió también tranquilo, los celos no se
repitieron, el estado general era bueno” (p. 249).

CASO 40.-

“El enfermo P. de 46 años, se dirigió a nosotros a causa de sufrir


un grave síndrome neurasténico (irritabilidad exaltada, disomnio
rápida fatigabilidad, pesadillas) que se había desarrollado en él
hacía casi un año después de un grave conflicto sufrido en el
trabajo durante el que le fue inferida una ofensa muy penosa para
su amor propio exageradamente sensible. Este acontecimiento
fue causa del estado neurótico mencionado y de la pérdida
completa de la capacidad de trabajo (había. sido reconocido
como inválido). La hidroterapia tonificante y el tratamiento con
bromo no habían dado efecto alguno. Por esta razón se
practicaron 6 sesiones de psicoterapia hechas en estado de sueño
sugerido, las cuales en un plazo muy breve (6 días)
restablecieron el estado normal del enfermo, el sueño y la
capacidad de trabajo (dib. 81).

“Hay que destacar que el efecto positivo inicial puede obtenerse


en algunos casos ya en la primera sesión de sugestiterapia

140
El Poder Sugestivo y Terapéutico de la Palabra
practicada en el estado transitorio de somnolencia al sueño
sugerido. Para lograr un efecto positivo estable son precisas, sin
embargo, cinco o seis sesiones de psicoterapia practicadas en
estado de sueño sugerido. A veces, cuando los síntomas
neuróticos son muy estables, pueden ser necesarias veinte o
treinta sesiones y aún más. La duración del tratamiento viene
indicada por el grado de inercia de los procesos corticales. Un
efecto positivo particularmente rápido de la psicoterapia hecha
en estado de sueño sugerido se observa habitualmente en las
personas susceptibles a la hipnosis” (Pág. 251).

CASO 41.-

“Para ilustrar la eficacia del estado de reposo profundo, sugerido


durante el sueño hipnótico, publicamos la siguiente observación.

“Una enferma de 66 años, después de una neumonía se


encontraba muy debilitada, extenuada y adinámica.
Experimentaba repugnancia hacia los alimentos, sufría insomnio
tenaz.

“Se practicaron sesiones, de reposo profundo sugerido. La


primera sesión, que duró media hora, devolvió a la enferma
durante varias horas suficientes energías físicas y atracción hacia
los alimentos. Las sesiones siguientes de 8 horas cada una,
141
J. Barreda

restablecieron por completo el apetito y el sueño nocturno. Las


fuerzas físicas de la enferma se reforzaron y al cabo de una
semana podía andar fácilmente y se sentía suficientemente
animosa...”.

“De acuerdo con esto empleamos generalmente la psicoterapia


combinada: al principio (después de la anamnente) la
psicoterapia explicativa, después de la sugestión en estado de
sueño hipnótico seguida, cuando esto es necesario, del sueño de
reposo sugerido.

CASO 42.-

“(Comentario previo) para demostrar cuan finalmente debe el


médico en muchos casos analizar las causas que han originado
la enfermedad neurótica, insertamos la siguiente observación:

“La enferma F. de 36 años, ama de casa, se dirigió al dispensario


Psiconeurológico de Ucrania, en el verano de 1947, aquejada de
“dolores en la cabeza y el corazón”, de ojos saltones”, insomnio
y estado general apático y abúlico, sobre cuya base aparecía de
vez en cuando accesos de obnubilación de la conciencia,
acompañados de conducta incorrecta.

142
El Poder Sugestivo y Terapéutico de la Palabra
“Mediante varias conversaciones anamnésicas prolongadas
establecimos lo siguiente. Se había casado instigada por los
familiares, no había querido nunca a su marido, del que estaba
muy descontenta y con quien era muy quisquillosa, siendo al
mismo tiempo una mujer fiel, madre amante y buena ama de
casa. Hacía muchos años que había sufrido una intensa
hemorragia uterina y angina. Hacia un año que había empezado
el estado morboso actual y continuaba progresando. En la
primavera del año 1947, el estado general empeoró
considerablemente; apareció ansiedad, se hizo apática, no
cuidaba del hogar, se lamentaba constantemente de que “ella era
una carga para todos”, lloraba con frecuencia, importunaba a los
suyos y a los médicos con interminables quejas de diferentes
sensaciones somáticas.

“Los accesos de obnubilación de la conciencia se manifestaban


en forma de intranquilidad, de búsquedas de alguien, llamaba a
su hija que ya no existía. A consecuencia de los fuertes dolores
de cabeza que sufría ingresó en la clínica de enfermedades
nerviosas donde se estableció el diagnóstico de “síndrome
diencéfalico postinfeccioso”. En la clínica el estado de la
enfermedad empeoró y, al mismo tiempo, se manifestó en la
paciente una autosugestibilidad exaltada, de tal manera que,

143
J. Barreda

conociendo el diagnóstico de sus vecinas de sala y observando


los síntomas que padecían, los sentía en el acto en si misma y se
atribuía estas enfermedades. Después de un mes y medio de
tratamiento; fue dada de alta sin mejoría alguna. Se hizo aún más
distraída, no permitía que el marido se separara de ella ni un
momento. En la esperanza de que la ayudará el tratamiento
mediante la sugestión, acudió a un psicoterapéutico quien
practico cinco sesiones de hipnosugestiterapia. Durante las
sesiones, la enferma dormía, pero no encontró ningún alivio.
Después de esto, se dirigió al dispensario antes indicado”.

“El médico del dispensario, sopesando la ineficacia del


tratamiento en los centros médicos anteriores, procedió de otra
manera. Para ello dio la posibilidad a la enferma de que se
extendiera largamente, acerca de su enfermedad, de las
condiciones en que transcurría su vida familiar, de sus gustos,
aficiones, El médico escuchó con paciencia a la enferma”.
Durante estas conversaciones notó que, aunque la enferma
hablaba mucho de sí, no era franca y ocultaba aspectos íntimos
de su vida, que el médico podía sólo adivinar.

“Finalmente cuando el médico se orientó respecto a la enferma


y se le hizo clara la vida familiar de la misma. Empezó como por
casualidad a contarle las relaciones familiares y los sufrimientos
144
El Poder Sugestivo y Terapéutico de la Palabra
de la heroína de una conocida novela inglesa y a describirle la
situación familiar contrahecha, por esta heroína. En conclusión,
el médico hizo como lector una moraleja, en la que reprochaba
a la heroína y se condolía del marido. La conversación fue
sostenida con objeto de demostrar que en la familia de la
paciente existía una situación análoga; su marido, ingeniero,
trabajaba mucho, llegaba a casa tarde, no dormía lo necesario,
gastando fuerzas y su descanso para cuidarse de la familia. La
enferma, a pesar de que físicamente era sana, consideraba, sin
embargo, que no podía trabajar, las tareas del hogar las había
encomendado al marido, a quien el estado de su mujer había
llevado hasta la desesperación.

“La paciente escuchó con mucha atención al médico sin


interrumpir la conversación, pero desde entonces no volvió más
al dispensario. Luego supimos que después de ésta conversación
la enferma había cambiado por completo. Se avivo, se hizo
activa, desaparecieron los malestares que la aquejaban, la
ansiedad y los temores, se equilibró su sistema nervioso y se hizo
laboriosa. Cuando le preguntaban las causas de su cambio,
contestaba: “Una sola palabra del médico me salvo y me curó”.
Como se aclaró más tarde, esta palabra había sido la de
“muñeca”, la enferma comprendió que el médico había hecho

145
J. Barreda

una analogía directa entre ella y la heroína de la novela que vivía


como parásito en su familia y que la había comparado con una
muñeca. Según la enferma. “Esta comparación la había
ofendido”, y le había hecho comprender que ella representaba en
su familia el mismo lastimoso papel que la heroína mencionada”
(Observación de M. KASHUR)” (p. 261).

CASO 43.-

“La parturienta K. de 33 años, daba a luz por primera vez.


Reaccionaba intensamente a las contracciones uterinas, estaba
muy excitada y agitada. Después de persuadirla de la necesidad
de inyectarle una sustancia analgésica se le inyectó
subcutáneamente en la región glútea 1 cm 3, de una sustancia
indiferente. La parturienta se tranquilizó en seguida, señalando
con satisfacción el cese completo de los dolores y
experimentando, según ella, solamente una sensación “de peso
en la cintura”. El examen con el espéculo demostró la apertura
del cuello de la matriz en un través y medio de dedo. Las
contracciones continuaron, por cuya razón se repitieron las
inyecciones. No se quejó más de dolores y hasta el término del
parto continuó en calma. En su referencia escribía: “después de
la administración del medio analgésico no sentía más dolores
durante todo el periodo del parto, salvo una sensación de presión
146
El Poder Sugestivo y Terapéutico de la Palabra
en la cintura”. El raspado de la matriz y la sutura del cuello
uterino también fueron indoloros (Observación de K.
PRONIAEVA) (p.266).

CASO 44.-

“He aquí un ejemplo de empleo con éxito por una enferma de la


autosugestión en el tratamiento de una dermatosis (Eczema de
las manos), desarrollada sobre el fondo de una enfermedad
neurasténica”.

“La enferma L. de 43 años, médica de profesión, conocedora de


los métodos autosugestivos, acudió con quejas de padecer un
eccema psicógeno que había aparecido en ambas manos, estado
neurasténico prolongado durante varios años y extenuación,
relacionados con el eccema pruriginoso, que había disminuido
en gran manera su capacidad de trabajo” (p. 268).

“Después de haber sido tratado con los medios habituales sin


resultado, acudió a nosotros para ser empleada la psicoterapia,
Se le aclaró el mecanismo reflejo-condicionado del origen y
desarrollo de su enfermedad, después de lo cual y de haber leído
la monografía de A. KARTAMISKEV (1942), sobre este
problema y de haberle sido mostrado el fenómeno ideomotor de
TARJANOV empezó a luchar con decisión consigo misma
147
J. Barreda

contra los deseos, de rascarse la piel en el lugar del prurito, lo


que lograba a cuenta de grandes esfuerzos abstrayendo la
atención. No obstante, consiguió que el prurito se debilitara.
Pero bastaba que fijara su atención en las manos, para verse
dominada por la sensación de escozor y para que, ante sus
mismos ojos, sin que rascara la piel aparecieran vesículas llenas
de líquido seroso que pronto se convertía en purulento. A
consecuencia de esto sufría la obsesión de esperar con tensión
nerviosa la aparición de estas vesículas. Para combatir
activamente estas obsesiones, la paciente empezó, esforzando la
voluntad A AHOGAR EN SI ESTE TEMOR Y ESTA ESPERA.
Se sugería así misma tranquilidad e indiferencia respecto al
prurito. Al cabo de un mes de esta lucha obstinada comenzó a
NO REPARAR EN EL PRURITO, a no temerlo, sin necesidad
de abstraer la atención (lo que era muy penoso). Por el contrario,
pensaba en el prurito, pero LO HACIA DE UNA MANERA
TRANQUILA Y SIN INQUIETUDES” (p. 269).

“Esta lucha duró dos semanas, después de las cuales, las ideas,
representaciones o conversaciones acerca del eczema, que podía
sostener sin ninguna inquietud, YA NO PROVOCABAN MAS
NI PRURITO NI ECZEMA”.

148
El Poder Sugestivo y Terapéutico de la Palabra
CASO 45.-

“Señalamos que en casos adecuados empleamos a veces en


calidad de medio terapéutico auxiliar la sugestión de sueños” (p.
269).

“Así, una enferma que temía mantenerse de pie y andar


(estasobasofobia) se le sugirió, en estado hipnótico, un sueño en
el que se veía a si misma andando libre y fácilmente por las
tiendas”. Este sueño, al realizarse produjo una impresión tan
grande en la enferma que reforzó su fe en la curación y aumentó
su disposición a ejecutar con tenacidad los ejercicios que le
prescribíamos de andar sola por la casa y más tarde por la calle.
Después de este sueño se observó una mejoría considerable y se
reforzó aún más la seguridad en el restablecimiento”. (p. 269).

CASO 46.-

“Indiquemos también la posibilidad de “reavivar en la memoria”


del enfermo en estado de sueño sugerido el contenido de sueños
olvidados, que habían estado relacionados indirectamente con el
desarrollo de unos u otros síntomas neuróticos. Al analizar la
génesis del estado neurótico es conveniente tener en cuenta esta
circunstancia. Ilustremos esto con una observación nuestra”.

149
J. Barreda

“La enferma B., de 22 años, acudió aquejada de un estado


neurótico que había surgido, según ella, al despertarse un día en
estado de alarma indefinida. Desde ese día se vio asaltada por la
inquietante espera de “algo” terrible y por una intranquilidad
constante. Así como irritabilidad exaltada, palpitaciones
enfriamiento de las extremidades y disomnio”

“El desarrollo súbito del estado neurótico después del sueño


nocturno nos hizo sospechar la existencia de algún sueño
relacionado de una manera u otra con la enfermedad. Con este
fin obligamos a la enferma a recordar el sueño olvidado
mediante el sueño sugerido, profundizado por repetidos
despertares y adormecimientos acompañados de las sugestiones
correspondientes. La enferma contó que “había visto en sueños
cómo unos bandidos habían asaltado su casa”. Sin sacarla del
estado hipnótico le hicimos varias sugestiones aclarativas y la
sugestión de que olvidará del todo este sueño, seguida de una
hora de sueño de reposo sugerido. Al despertarse, la enferma
había recobrado la tranquilidad y el ánimo, todas las
manifestaciones del estado neurótico habían desaparecido. Se
encontró bajo nuestra observación durante varios meses. El buen
estado y bienestar general no la abandonaron”. (p.270).

150
El Poder Sugestivo y Terapéutico de la Palabra
CASO 47.-

“Una vez se presentó en el gabinete de S. BOTKIN una persona


que sospechaba padecer una enfermedad de los pulmones.
Anteriormente había visitado todas las clínicas terapéuticas,
pero en todas le habían declarado que no sufría ninguna
enfermedad y que era solamente enfermo de aprensión”. Sin
embargo, estas respuestas no le satisfacían. S. BOTKIN después
de interrogar y escuchar al enfermo muy atentamente, le dijo: Si,
verdaderamente algo hay, pero tan insignificante que es fácil
pasarlo por alto. En todo caso esto demuestra que la enfermedad
no tiene importancia. Tome este medicamento y dentro de unos
días se curará”. Cuando el enfermo se había marchado S.
BOTKIN se dirigió a los estudiantes que estaban presenten y les
dijo: “Verdaderamente, él está sano físicamente, pero algo tiene.
Este algo es la aprensión, basada en sensaciones subjetivas. Si
yo lo hubiese recibido como lo han hecho otros médicos, hubiera
continuado sufriendo como antes, mientras que ahora se ha
marchado con la seguridad de que al fin ha encontrado un
médico que ha comprendido su enfermedad y podemos en
consecuencia curarle cualquiera que sea el medicamento
prescrita” (p. 280).

151
J. Barreda

CASO 48.-

“El enfermo O. de 36 años, acudió a nosotros en compañía de su


mujer aquejado de un conjunto de fobias: temor de andar solo
por la calle (por eso lo acompañaba siempre su mujer), temor de
quedarse solo en su casa, de volverse loco, de quedarse solo con
el hijo, temor de los cuchillos. Hacia 6 años que estaba enfermo,
los métodos fisioterápicos habían proporcionado un alivio
temporal” (p. 284).

“La causa de su enfermedad residía en un traumatismo psíquico


inferido por el médico radiólogo (con la exclamación respecto a
la aorta antes citada) Ver Iatrogenias). Se habían desarrollado
paulatinamente una serie de ideas fijas provocadas por la
ansiedad constante por el estado de su aorta. No dormía lo
suficiente a causa de este estado de angustia. El síndrome
neurastónico iba acompañado de sensaciones desagradables en
la cabeza y debilidad de la atención. De aquí el temor de perder
la razón. “¿¡Y si de pronto me vuelvo loco!? Recordaba por
asociación que en su juventud había visitado un manicomio
donde había oído que los locos golpean a los familiares y se
cortan las venas con el cuchillo”. Mediante el mecanismo de la
autosugestión se desarrolló el temor de quedarse a solas con su
único hijo y el miedo a los cuchillos. Esta neurosis obsesiva, fue
152
El Poder Sugestivo y Terapéutico de la Palabra
suprimida radicalmente mediante varias sesiones de sugestión
verbal practicadas en estado hipnoide” (p. 284).

CASO 49.-

“El enfermo M. de 49 años, ingresó aquejado de sufrir ideas fijas


de enfermar de cáncer y de la inestabilidad de una próxima
muerte. Padecía estado de angustia y depresión, transtornos de
sueño, disminución de la capacidad de trabajo. Hacía ocho
meses que había enfermado, después de que el médico del
sanatorio expresó sus sospechas de que el enfermo tenía un
tumor maligno en el muelo. Cuando el paciente declaró a este
médico que siempre le habían reconocido un lipoma benigno,
recibió la siguiente tranquilización “abdica”: “Vaya con cuidado,
los tumores benignos se transforman en malignos”. Desde
entonces, el enfermo se sintió asaltado por el estado depresivo.
La psicoterapia combinada con la fisioterapia libraron al
enfermo en el plazo de dos semanas de las ideas fijas que sufría
y restablecieron su capacidad de trabajo (observación de A.
SOSIEDKINA) (P, 284).

CASO 50.-

“La enferma R. de 23 años, se encontraba en grave estado de


depresión. Según contó el marido se aclaró que durante cinco
153
J. Barreda

años la paciente sufría tuberculosis pulmonar y estaba bajo


observación médica. Se mantenía tranquila respecto a su
enfermedad y el estado general era satisfactorio. La paciente
decidió ir con el marido a la ciudad de KISLOVODSK y se
dirigió al dispensario tuberculoso para aclarar que hacía tiempo
que era abacilar y que había aumentado de peso.

“No hay que aclarar nada -dijo el médico-, tiene tuberculosis en


tercer grado o estadio. Que no tenga bacilos y que haya
aumentado de peso no quiere decir nada. La tuberculosis es
incurable. Si tiene dinero disponible puede ir al balneario”.
(p.284).

“Después de estas palabras que el marido también oyó, el estado


de la paciente cambió bruscamente: se sintió embargada por una
grave depresión. Se vio perseguida por la idea fija de una muerte
cercana sufría insomnio y por las mañanas vómito de origen
neorógeno, perdió el apetito. Al poco tiempo de haber visitado
el dispensario, un gran mechón de sus cabellos encaneció. Uno
de los médicos locales intenté practicar la sugestión en hipnosis,
por cuanto las explicaciones y persuasiones en estado de vigilia
no daban resultado, las persuasiones no sólo no traían alivio,
sino que angustiaban aún más a la paciente. No se logró provocar
el sueño hipnótico. La paciente se encontraba todo el tiempo
154
El Poder Sugestivo y Terapéutico de la Palabra
bajo la idea fija de la “inutilidad de vivir padeciendo una “forma”
de tuberculosis como la suya, pues la muerte es inevitable”. Las
persuasiones del psicoterapeuta resultaron también inefectivas”.

“A pesar de todos los esfuerzos no se consiguió tranquilizar a la


enferma en estado de vigilia y tampoco se logró provocar ni la
más ligera somnolencia. La enferma abandonó la ciudad
continuando en el mismo estado y al poco tiempo de volver a su
casa puso fin a su vida dejando la siguiente nota: “¡hay que saber
hablar con los enfermos!”, la tuberculosis es incurable. De una
u otra manera tenía que morir. ¡El doctor me convenció de esto!”.
Este desenlace nos fue comunicado por el marido, al que
habíamos escrito para saber el estado anterior de la enferma”.
(p.285).

“Este último caso, como otros muchos similares, demuestra el


resultado profundamente funesto a que conduce la ignorancia
por parte de los médicos de la posibilidad de producir por sí
mismos traumatismos psíquicos. (El subrayado es nuestro).

Después de una condena “amedrentadora”, de este género, se


produce en el enfermo una emoción asténica, temor y turbación,
que disminuye el tono de la corteza cerebral y contribuye a la
creación de un patológico”.

155
J. Barreda

“El médico debe ser prudente en sus palabras, incluso si el


enfermo, a consecuencia de su grave estado, tiene obnubilada la
conciencia. El médico no debe expresar en alta voz sus
pensamientos acerca de la enfermedad sospechada o del carácter
de los síntomas observados. A. FOREL (1928). describió un
caso de los primeros años de su práctica cuando sin desearlo
sugirió a una enferma que tenía úlceras de estómago. Durante
una sesión psicoterápica expresó en alta voz sus sospechas al
mismo tiempo que palpaba con diligencia el epigastrio de la
paciente y después de la sesión la prescribió guardar cama
durante varios meses con la enfermedad sugerida. “A FOREL
subrayaba que el pronóstico desfavorable que muchos médicos
comunican sin piedad equivale a la profundización de la
enfermedad (El subrayado es nuestro). K. BIKOV (1947) señala
que “...a causa de la ignorancia del estado psíquico del paciente
pueden manifestarse y desarrollarse nuevas enfermedades, y en
estos casos el médico en vez de curar es la causa de la
enfermedad, de lo que ya hablaba HIPOCRATES (p. 285).

CASO 51.-

“La enferma K. de 44 años se quejaba de que “se moría por estar


gravemente enferma y ser incurable” y llamaba a su enfermedad
“estenocardia”. Hacía cinco meses que estaba enferma, sin poder
156
El Poder Sugestivo y Terapéutico de la Palabra
trabajar, guardaba cama, durante el día se veía perseguida por
ideas de muerte y del corazón. Todo había empezado con (sic!,
léase “cuando”) el médico de distrito le había diagnosticado
hacia cinco meses “estenocardia” y le había prescrito guardar
cama rigurosamente. La enferma tomó un libro de enfermedades
internas y sin terminar de leer el capítulo de angina de pecho
cayó en la cama en grave estado. Desde este día llamaba
diariamente al médico, y durante el último mes llamaba dos
veces cada día al médico de urgencia para que le aplicaran
“inyecciones cardiacas” que, sin embargo, no le procuraban
alivio.

“Objetivamente se observaba posición forzada de la enferma


estaba acostada, en tensión, rodeada de almohadas, hablaba
mucho de sus sensaciones, acompañando estas descripciones de
lágrimas y sollozos, pues se consideraba “condenada a morir”.
Los miembros de su familia estaban muy agitados y
atormentados por el estado de la paciente” (p. 286).

“Después de una conversación explicativa, se practicó una


sesión de sugestión en estado de ligera somnolencia. A
continuación, la enferma se levantó de la cama, por primera vez
después de cinco meses, empezó a hablar con más calma y sin
sollozos. A los dos días vino sola al dispensario para la segunda
157
J. Barreda

sesión. Después de la tercera sesión de psicoterapia empezó a


cuidarse del hogar abandonado, iba al mercado y tranquilidad
escuchaba los consejos de la vecina de “no sobrecargarse y no
fatigarse”. A la quinta sesión, la paciente recobró el equilibrio
espiritual y se vio libre de las ideas fijas que sufría (observación
de A. SOSIEDKINA) (p. 286).

CASO 52.-

(Caso de didactogenia). - “Liudmila V. de 16 años, alumna de la


novena clase, era una muchacha sana, laboriosa, asidua, (según
contaba la madre). Acudió al dispensario aquejada de “un miedo
corval”, por el que se veía asaltada desde hacía algún tiempo
cada vez que tenía que hacer en la escuela ejercicios por escrito.
Mucho antes del día del ejercicio estaba invadida por la alarma
interior, en espera angustiosa y tensa de “algo terrible e
irremediable”. En estos días disminuía, además el apetito, el
sueño se hacía intranquilo y no podía preparar los deberes.
Durante el mismo ejercicio escrito experimentaba perplejidad,
no podía concentrase no podía recordar lo escrito, y lo hacía todo
con apresuramiento, como si todo sucediera entre nieblas”. A
consecuencia de esto hacía muchos lapsus y faltas gramaticales
graves, inhabituales para ella, a pesar de saber muy bien las
reglas gramaticales. En estado de calma no cometía nunca estas
158
El Poder Sugestivo y Terapéutico de la Palabra
equivocaciones. En esta situación se originaban conflictos con
la maestra y se desarrolló un grave estado neurótico con ideas de
la “inutilidad de los estudios” Al mismo tiempo, en casa
ejecutaba bien los ejercicios sin inquietudes ni equivocaciones”
(p. 287).

“La conversación anamnésica sostenida descubrió un


tratamiento psíquico. Cuando estudiaba en la cuarta clase, la
muchacha fue trasladada a una nueva escuela. La maestra de
gramática la recibió enemistosamente y en las respuestas
verbales le daba tareas muy complicadas. A pesar de esto la
muchacha salía muy bien de estos ejercicios verbales. Durante
el primer ejercicio escrito la maestra, acercándose a ella con
gesta brusco le dijo: Mueves muy bien la lengua, veremos cómo
escribes”. La muchacha se sintió turbada en el acto por la idea.
“¡Qué pasará si hago faltas!”. Sintió “calor por todo el cuerpo”;
las manos, la cara y todo el cuerpo se cubrieron de sudor, se le
“ennubló” la cabeza y escribió todo el ejercicio sin darse cuenta
de lo que hacía. “¿Qué he escrito? No recuerdo”. Al saber que
había recibido mala calificación por este trabajo, tanto más que
la maestra le devolvió el cuaderno diciéndole “¡Ya me lo
imaginaba!”, sintió algo que le sucedía: “Como si dentro de mi
todo se derrumbará y de nuevo se “me ennubló la cabeza”.

159
J. Barreda

Desde este día apareció el miedo ante los ejercicios escritos en


clase”. (p. 287).

Con doce sesiones de psicoterapia quedaron eliminados las


secuelas del traumatismo.

CASO 53.-

“El joven S. de 19 años, acudió aquejado de dificultades de la


dicción cuando se emocionaba, sobre todo en los exámenes.
“Apenas puedo pronunciar las palabras, llego a los exámenes
cubierto de sudor en cuanto la bola (balota) aparece por un
instante la idea de que voy a tartamudear”. Esta emoción
invencible le acogía incluso cuando estaba bien preparado para
el examen” (p. 288).

“El interrogatorio anamnésico estableció que estos fenómenos


habían aparecido mientras estudiaba en la sexta clase. La
maestra de matemáticas lo llamaba con frecuencia de improviso
y le daba problemas “desconcertantes” con lo que le dejaba
“turbado por completo”. Toda la clase se rió, el muchacho se
quedó avergonzado y “turbado por completo”. Desde entonces,
cada vez que lo llamaba a la pizarra, la maestra se burlaba “de
que había empezado a tartamudear”. A partir de entonces se
emocionaba cuando empezada a sentir dificultades de hablar y a
160
El Poder Sugestivo y Terapéutico de la Palabra
tartamudear. “Si me emociono no puedo hablar”. Después de su
ingreso en el Instituto, las emociones y el tartamudeo se
incrementaron aún más, lo que le hacía sufrir penosamente.
Señalaba que en calma no experimentaba ninguna dificultad de
dicción” (observación de E. KATKOV).

A la novena sesión de tratamiento se observó una mejoría


notable.

CASO 54.-

“La joven F. de 20 años, se presentó con quejas de


“enrojecimiento atormentador del rostro” cada vez que daba
exámenes y que el maestro la llamaba: “No puedo contestar, me
arde toda la cara y a veces las manos. Cuando le era difícil
contestar se sentía confusa, pero si sabía la lección enrojecía
menos. Sufría penosamente este defecto suyo:

“Me parece que todos se dan cuenta de ello. Mejor es dejar los
estudios y trabajar, que sufrir tales martirios” (p. 288).

“Como se logró aclarar estos fenómenos habían aparecido


cuando estudiaba en la séptima clase. Una vez que fue llamada
a la pizarra, el maestro le dijo bruscamente: “Tú siempre te
pones encarnada cuando no sabes la lección”. La muchacha ya
161
J. Barreda

antes de este caso “temía mucho al maestro” y después de las


palabras citadas “me ardió toda la cara y las manos, me eché a
temblar...no recuerdo cómo se senté en mi sitio”. La muchacha
no era susceptible a la hipnosis, por esto se practicaron diez
sesiones de psicoterapia, según BEJTEREV-BERHEIM, las
cuales dieron una mejoría considerable. Recobró el interés por
los estudios y continuo con éxito sus ocupaciones escolares
(observación de E. KATKOV)”.

CASO 55.-

“Es conocido el caso de un alumno de la escuela de aviación que


tenía gran afición por los vuelos y quien empezó a experimentar
un invencible terror” a entrar en barrena”, que antes no sentía”.
El análisis de este caso demostró que este terror se había
originado por la acción sugestiva de una nota inoportuna dejada
para él por el instructor al marcharse, en la que decía: “¡Espero
vernos pronto, pero ten cuidado con la barrena!”.

CASO 56.-

“En el frente sucedió un caso en el que el inspector de técnica de


pilotaje dijo al salir de la cabina a un piloto, con tono autoritario
“¡Ud. no puede volar, está enfermo!”. Y este piloto
completamente sano enfermó en realidad” (p. 288).
162
El Poder Sugestivo y Terapéutico de la Palabra
CASO 52.-

(Caso de curandería). “Yo soy maestra. Padezco muchas


enfermedades y me he curado muchas veces en Sebastopol,
Odesa y Dniepropetrovsk. Ahora he abandonado toda idea de
curación y he aquí por qué: el traumatismo sufrido en mi tierna
infancia dejó su huella para toda la vida, los médicos son
incapaces de librarme de ella. Estoy cansada de repetir a su
ruego el relato de mi vida, por esto he dedicado no hablar más
de ello. Me encuentro muy enferma e imposibilitada de hablar al
ver que nada ni nadie puede ayudarme, he intentado poner fin a
mi vida; después de analizar la coincidencia de casualidades
absurdas en mi vida he decidido firmemente abandonarla. Pero
muchos me han convencido de ponerme a tratamiento con la
hipnosis y he venido, no para curarme de los nervios, sino para
librarme de lo que me atormenta toda la vida” (p.289).

Trataré de contar en resumen mi vida: tengo 33 años, en la


infancia viví corto tiempo con mi madre en la aldea: a los 3 ó 4
años padecí la enfermedad inglesa”, Una curandera convenció a
mis padres de hacer lo siguiente: muy entrada, una noche de
enero mi padre cogió un pequeño perro negro, trajo un cubo de
agua, me sentaron en una tina, me colocaron en la cabeza un
cedazo, en el cedazo metieron al perro y sobre el perro vertieron
163
J. Barreda

un cubo de agua fría. Yo recuerdo nada más cómo el perro me


arañaba con desesperación la cabeza y un ladrido aullante
inconcebible. Perdí la razón. Según me contó mi padre, yo grité
y caía como muerta en la tina. En grave estado me llevó mi padre
a Simferopol a la Clínica del profesor N. KABLUKOV, Tres
meses estuve entre la vida y la muerte y salí con vida. Pero
después de esto, experimento verdadero horror por los perros y
sobre todo por los perros negros, ando solo de día y doy vuelta
a cinco o seis manzanas con tal de evitar el encuentro con un
perro. Ni bajo amenazada de muerte se me puede obligar a entrar
sola o acompañada en la casa o en el patio en que hay un perro.
Las gentes se ríen de esto, pero yo me escondo de los perros y
oculto mi horror invencible hacia ellos. La vida hizo que desde
los doce años abandonara la familia, y vivo desde entonces por
mi cuenta. Teniendo suficiente fuerza de voluntad he hecho
todos los esfuerzos posibles para librarme de este horror, pero
no he conseguido nada y me ha costado grandes sufrimientos
vivir torturada 33 años” ...

“No hay duda de que, en este caso, bajo la acción de un grave


traumatismo psíquico sufrido en la infancia, se originó una
neurosis histérica profunda. Por desgracia, la histérica resultó ser

164
El Poder Sugestivo y Terapéutico de la Palabra
inhipnotizable y la psicoterapia explicativa y persuasiva
prolongada practicada por nosotros fue inefectiva”. (p. 290).

CASO 58.-

“La enferma K. de 63 años, acudió aquejada de cualquier


encuentro con entierros y todo lo que está relacionado con ellos
(réquiems, marchas fúnebres, olor de incienso, etc.) provocaban
durante toda su vida “un horror indescriptible”, acompañado de
síntomas vegetativos muy pronunciados y a veces de estado de
sincope. Este horror determinaba toda su conducta: había tenido
que cambiar la profesión elegida, procuraba vivir alejada de los
cementerios (en los cuales no había estado en su vida) se
marchaba con horror de los conciertos a los primeros sonidos de
una marcha fúnebre, etc.” (p. 299).

“En el proceso de aclaración de las causas de tal reacción


patológica pudimos establecer que un día, a la edad de cinco
años, fue llevada por la niñera a un entierro y cuando durante el
réquiem empezó a caprichosear, la niñera la amenazó con la
difunta: “Mira se levantará y te llevará con ella a la tumba!”, Me
sentí asaltada por el horror, decía la enferma, temblaba toda, y
abrazando las piernas de la niñera, escondí la cabeza entre sus
rodillas y así seguí temblando hasta que se acabó el réquiem”.

165
J. Barreda

Durante su narración, la enferma presentaba una reacción


emocional bien acentuada con síntomas vegetativos bien
pronunciados (enrojecimiento de la cara, sudor de la frente,
aceleración del pulso), acompañada de temblor general y
sensación de olor a incienso” que saturaba el aire durante el
réquiem”.

En este caso una sola excitación emocional, pero


extraordinariamente fuerte, provocada por un estímulo verbal,
bastó para originar y consolidar durante muchos años una
reacción reflejo-condicionada patológica a la situación en
cuestión en forma de sensación de horror”.

“Tal fobia existente durante muchos años fue extinguida por


completo mediante dos sesiones de sugestión, hechas en estado
de somnolencia. Debe señalarse que ya después de la primera
sesión (cuando iba a casa), la enferma resistió con calma el
encuentro con un entierro. Al poco tiempo tuvo que cambiar de
ciudad y se conformó con vivir cerca de un cementerio (lo que
nos fue comunicado por el marido en una carta). La enferma
estuvo bajo observación durante cuatro años y las fobias no se
repitieron” (p. 300).

166
El Poder Sugestivo y Terapéutico de la Palabra
CASO 59.-

“El enfermo Z. de 24 años, acudió en mayo. de 1930, aquejado


de miedo obsesivo de volverse loco, pérdida de fe en sus fuerzas,
completa incapacidad para el trabajo, martirizante “conciencia
de ser inútil para la vida y el trabajo”. El estado del enfermo
empeoraba progresivamente a pesar de los deseos de recuperar
la salud. Hacia un año que estaba enfermo”. (p.303)

“Al interrogar al enfermo se aclaró que mientras un día miraba


por tercera vez una película, que le interesaba poco y para más,
en la última sesión se quedó medio dormido. Pero en el momento
de la escena más álgida, en que representaba el transtorno mental
del héroe, le empujaron y le sacaron del estado de somnolencia.
A medio abrir los ojos miró a la pantalla y oyó en este momento
las siguientes palabras pronunciadas en voz baja por su vecino:
“así tú te volverás loco”. Se sintió asaltado por el horror y la
angustia con gran ansiedad y dificultad siguió hasta el final la
película”.

“Después de aclarar la causa de su estado, se practicó una


conversación explicativa y sedante, que, sin embargo, no le
tranquilizó. Al día siguiente volvió en el mismo estado. Resultó
ser muy hipnotizable, se practicaron cinco sesiones de sugestión

167
J. Barreda

en estado de sueño sugerido. La fórmula de la sugestión incluía


lo dicho en el día anterior agregando la fórmula de la
“indiferencia a lo sufrido” y “olvido de las inquietudes”. Estas
sesiones fueron seguidas de una hora de sueño de reposo
hipnótico. El efecto fue asombroso.” Cuando yo decía el
paciente después de la primera sesión, salí a la calle sentí
satisfacción. Miraba a los transeúntes y me preguntaba “¿En
realidad, qué es lo que temo? las gentes andan sin temores y yo
tengo miedo!”. Pude dominarme y llegué a casa alegre. Es
verdad que aún temo la llegada de la noche, pero no tanto como
antes”. Después de la segunda sesión notó mejoría y después de
la cuarta y la quinta sesión se sintió bien del todo. “Mi alegría
no tiene límites, decía el enfermo”.

CASO 60.-

“La enferma L. de 21 años, de herencia sana, fue traída al


dispensario por la madre, en noviembre de 1930, aquejada de
estado de angustia y depresión acentuado, adelgazamiento
pronunciado, insomnio. Desde hacía un mes se veía perseguida
por el temor de padecer distintas enfermedades y de morir pronto.
Este estado la obligaba a visitar sin descanso los dispensarios y
laboratorios, en búsqueda insistente de que el laboratorio
confirmara sus enfermedades imaginarias” (p. 304).
168
El Poder Sugestivo y Terapéutico de la Palabra
“Según la madre, la paciente se había hecho en los últimos
tiempos “anormal por completo”, no comía no dormía por las
noches, lloraba y sólo hablaba de enfermedades. La policlínica
le había dirigido al hospital psiquiátrico a causa de sufrir el
cuadro clínico llamado “psicosis ideoobsesivo”, mientras que
antes de la enfermedad era sana, animosa, llena de optimismo y
laboriosa”.

“Se aclaró que hacía un mes había estado enferma de tifus


abdominal. Cuando se encontraba con la conciencia obnubilada
y la temperatura alcanzaba los 40,2 grados, se reunieron
alrededor de su cama los médicos en consulta, quienes en voz
baja expresaron sus conjeturas acerca de las posibles
complicaciones: “El tifus de por si no es peligroso, pero pueden
esperarse complicaciones”, “Es posible que se complique con
meningitis o con “uremia”, “Es preciso consultarse con el
neuropatólogo”, se habló también de la encefalitis, de las
parálisis, de los flemones. Como después se supo, estas palabras
llegaban a la conciencia de la enferma” (p. 305).

“Yo comprendía confusamente-decía después la enferma-, que a


mi alrededor había médicos y los nombres de las complicaciones
se me metían en la cabeza”. Durante la convalescencia, las frases
escuchadas se reavivaron y la enferma empezó a sentir los
169
J. Barreda

síntomas de todas aquellas complicaciones. “Me vi asaltada por


el horror ante ellas”. decía la paciente. Paulatinamente
maduraron en ellas las ideas, fijas, que se agudizaron cuando una
enferma, su vecina de sala, al intentar levantarse se cayó.
Recordando lo que había dicho el médico a cuenta de las
parálisis, la enferma decidió: “¡A mí no me pasará igual!”.

“Cuatro sesiones de psicoterapia, practicadas en estado de sueño


sugerido, seguidas de media hora de sueño de reposo hipnótico,
bastaron para suprimir este síndrome. El diagnóstico en este caso
fue: Neurosis obsesiva, iatrógena, nosofobia”. Estuvo bajo
observación durante 6 años, sin que se registraran recidivas”.

CASO 61.-

“El enfermo K. de 33 años, ingresó aquejando de temor obsesivo


e insistente de muerte, que no le abandonaba durante varios
meses. La causa de la neurosis residía en las palabras “parece
que ha muerto” oídas cuando se encontraba embriagado. Estas
palabras provocaban en el paciente un pavor intenso y sirvieron
para desembriagarlo. Desde aquel momento se veía perseguido
por el miedo obsesivo de morir” (p.306) El caso se curó en dos
sesiones.

170
El Poder Sugestivo y Terapéutico de la Palabra
CASO 62.-

“La enferma K. de 38 años, acudió aquejada de ideas fijas y


temor, irritabilidad impropia de ella, mal sueño, miedo de
volverse loca y, en relación con esto, temor a la integridad de su
psíquica. Antes se consideraba equilibrada. juiciosa, voluntarios,
sufrida, laboriosa. Hacía varios meses que había enfermado y la
capacidad de trabajo había disminuido”. (p. 309).

“Mediante la conversación anamnésica se aclaró que el estado


obsesivo había empezado mientras había estado ocupada en
ayudar a una conocida que sufría enfermedad mental. Había
tenido que llevarla por los médicos, gestionar su ingreso en un
hospital psiquiátrico, etc., pero la paciente no estaba inclinada a
creer que esto podía ser la causa de su estado, por cuanto se
mantenía respecto a la enfermedad de la conocida con
tranquilidad relativa, “como un asunto a gestionar” y el estado
mental de su amiga no le había producido impresión alguna. Sin
embargo, cuando la interrogamos más profundamente
descubrimos un hecho que a nuestro parecer nos permitió
acercarnos a la génesis del estado obsesivo que padecía, lo que
fue confirmado por el éxito de la psicoterapia ulterior. Resultó
que las gestiones en favor de la conocida coincidieron con los
días de la menstruación de nuestra paciente y aquellas zozobras
171
J. Barreda

habían provocado cansancio y el sueño había sido insuficiente


en aquellos días.

La coincidencia de estos factores no pudo dejar de suscitar la


disminución del tono de la corteza cerebral, sobre la cual
llegaban como supimos más tarde, las palabras de los parientes
y conocidos, quienes todo el tiempo la advertían de que “el
contacto permanente con enfermos mentales podía ser causa de
que ella misma enfermara psíquicamente”, Todas estas
circunstancias hablaban en favor de la formación del temor
obsesivo según el mecanismo fisiológico de la sugestión”.

“Se explicó a la enferma el mecanismo fisiológico de formación


de las ideas fijas y lo infundado de sus aprensiones respecto al
estado de su psíquica, lo que la tranquilizó por completo. Las
ideas fijas y el temor de volverse loca fueron suprimidos con tres
sesiones de psicoterapia practicadas en estado de somnolencia.
La paciente abandonó el dispensario habiendo recobrado la
calma completa; el destino ulterior de esta enferma nos es
desconocida”.

“Si en el caso expuesto la patogenia estaba relacionada con el


periodo menstrual, en los casos que siguen se demuestra la

172
El Poder Sugestivo y Terapéutico de la Palabra
influencia negativa que ejerce en determinadas condiciones el
embarazo sobre la actividad nerviosa superior”.

CASO 63.-

“La enferma N. de 41 años, acudió aquejada de verse perseguida


por el temor obsesivo de las conversaciones acerca de robos
porque en este caso le aparece la idea de que “la culpable del
robo es ella”. A cualquier alusión a un robo, la enferma palidecía,
se turbaba empezaba a temblar, sentía zumbidos de oído, temía
leer los periódicos, recelando encontrar en ellos noticias sobre
robos. Abandonó la sociedad para evitar conversaciones sobre
robos. Se encontraba en poder de esta fobia durante ocho años”.

“Pudimos aclarar que, a la edad de 33 años, cuando estaba


embarazada de 6 meses, estuvo invitada en casa de su suegra. En
este tiempo tuvo lugar en la casa un robo de dinero. Cuando se
hicieron las pesquinas, el dinero desaparecido fue descubierto en
su bolsa de labores, donde había sido arrojado por la muchacha
que lo había robado. Esta muchacha era sobrina de la suegra y
sufría cleptomanía. En relación con este suceso, la enferma había
sufrido penosas zozobras, después de las cuales se originó la
fobia descrita. La psicoterapia racional no surtió efecto alguno
por cuanto la conversación sobre lo sucedido inquietaba aún más

173
J. Barreda

a la enferma. Fueron necesarias seis sesiones de psicoterapia


practicadas en estado de somnolencia sugerida para suprimir
esta fobia” (p. 310).

CASO 64.-

“El enfermo M. de 28 años, nos comunicó que hacía un mes le


habían descubierto a los rayos x alteraciones patológicas del
vértice pulmonar derecho “en forma de sombra focal de
dimensiones de una ciruela”. Esto no le causó impresión y
continuo sano y optimista, pues hacía dos años que conocía la
existencia de esta sombra. Pero a la semana, mientras se quedaba
dormido, le surgió súbitamente la idea “de qué pasará si el
proceso se extiende y empieza pronto la putrefacción”. Se asustó
de esta idea que le hizo despertarse, pero pronto se quedó
dormido de nuevo. Sin embargo, desde entonces, esta idea se
hizo obsesiva. “sentía la ciruela", estaba angustioso y deprimido.
Si hasta ese día se encontraba tranquilo respecto a su enfermedad
y no pensaba en el vértice enfermo, desde entonces había
perdido la calma”. (p. 314).

“Se practicó una sesión de psicoterapia explicativa, durante la


cual se le demostró lo infundado de sus alarmas y se le aportaron
muchos ejemplos de personas aprensivas e inquietas en las que

174
El Poder Sugestivo y Terapéutico de la Palabra
se habían producido ideas, e incluso estados obsesivos de este
género. Se presentó de nuevo al cabo de un mes y nos comunicó
que la “idea fija” había “palidecido”, había perdido su carácter
“invencible” y se sentía libre de ella”.

CASO 65.-

“El enfermo K. de 37 años, acudió aquejado de miedo obsesivo


de morir de parálisis del corazón, idea que había surgido hacia
cinco meses en las circunstancias siguientes. Una noche, en el
momento que se disponía a dormir, leyó acostado en la cama que
el célebre actor SHUKIN había muerto de parálisis al corazón.
El paciente conocía personalmente a SHUKIN y esta noticia le
causó una gran impresión, lo que no le impidió, sin embargo,
dormirse y dormir, como siempre con tranquilidad. Pero por la
mañana, adormilado, le pareció la idea punzante: “Yo también
moriré de repente como SHUKIN”.

“Desde entonces esta idea tomó carácter obsesivo y la obsesión


era tan intensa que le privó de tranquilidad y le impedía trabajar.
Temiendo por su corazón, al que nunca había prestado atención,
fue al hospital. Al examen, los rayos x no le descubrieron
alteración alguna. Pero el diagnóstico “neurosis del corazón”, lo
alarmó aún más. Otro médico le estableció el diagnóstico de

175
J. Barreda

“miocarditis”. Después de leer el artículo sobre “miocarditis de


curso rápido”, decidió que tenía miocarditis de curso rápido.
Cuando le dimos explicaciones tranquilizadoras nos contestó:
“Comprendo lo absurdo de mi obsesión, pero no puedo
dominarme ni vencerme”. Dos sesiones de sugestión practicadas
en estado de somnolencia hipnótica, bastaron para suprimir esta
obsesión”. (p. 315).

CASO 66.-

“El enfermo Z. de 37 años, ingresó aquejado de un miedo


invencible de muerte, ideas fijas de perder la razón y dolores de
cabeza. Se consideraba enfermo desde hacía un año y medio,
desde que una noche vi un sueño muy en relieve y que le
asombró: se le acercó una mujer vestida de blanco y le dijo en
tono solemne: “¡Soy la muerte, ahora me voy, pero volveré
dentro de dos horas!”. El paciente se despertó, levantó en el acto
a su mujer para contarle el sueño. La mujer encendió la luz muy
inquietada, miró al reloj y en espera de que pasaran estas dos
horas no apagó la luz. Al cabo de dos horas el paciente perdió el
conocimiento durante uno o dos segundos; se le enfriaron las
manos y los pies y creyó que lo visto en el sueño “tenía un
carácter fatal”. Desde este día empezó a tener sueños con
pesadillas. Al saber esto, alguien le dijo con reticencia: “Si al
176
El Poder Sugestivo y Terapéutico de la Palabra
cabo de tres días el sueño no se cumple se cumplirá
forzosamente dentro de un año”. El paciente empezó a esperar
la muerte dentro de un año, en estado de angustia y depresión.
Esto le privó de calma día y noche. Se consideraba predestinado
a morir, enfermo incurable. Acudió a los médicos en busca de
consejos, prestaba oídos a las más diversas conversaciones
acerca de posibles “enfermedades fatales”. Se hizo aprensivo en
extremo, que no lo era antes, si no por el contrario, se distinguía
siempre por tener confianza en él mismo, ser equilibrado, fuerte
y laborioso. En el frente había sido tanquista, no había abusado
de bebidas alcohólicas, no existían taras hereditarias”. (p. 316).

Se practicaron seis sesiones de sugestiones motivadas, en estado


de sueño sugerido, que bastaron para suprimir el síndrome
patológico. El enfermó se tranquilizó y recobró la confianza en
si mismo. Se encontró bajo observación durante un año, sin que
aparecieran recidivas”. (Observación de A. SOSIEDKI- NA) (p.
316).

CASO 67.-

“EL enfermo A. de 29 años, de herencia sana acudió aquejado


de la imposibilidad de cumplir el acto sexual a causa de la
eyaculación prematura, que se producía al primer contacto. Su

177
J. Barreda

primer intento de coito a los 20 años fracasó y desde entonces


durante nueve años todos los intentos en este sentido habían sido
infructuosos, a pesar de que la erección tenía lugar. A
consecuencia de esto se había reforzado la idea de su impotencia
sexual, desarrollado un estado de depresión, rehuyendo la idea
del matrimonio”. (p. 332).

“Se practicaron cuatro sesiones de psicoterapia en estado de


somnolencia: se le sugirió convencimiento en la posibilidad de
realizar el acto sexual normal y actitud serena en este sentido. El
efecto obtenido fue positivo. El enfermo se casó y empezó la
vida sexual normal” (p. 332).

CASO 68.-

“Un enfermo de 30 años, se presentó aquejado de impotencia


completa. Se había tratado con electrizaciones, baños de aguas
minerales, etc. Hacía dos años que estaba casado, su mujer
continuaba virgen. Innumerables intentos fracasados durante
dos años provocaron un grave estado psíquico y amenazaban con
destruir las relaciones matrimoniales, que en lo demás no
dejaron nada que desear. La fisioterapia no había dado resultado.
La enfermedad había sido causada por inquietudes, relacionadas
con la idea del posible fracaso al intentar el primer contacto

178
El Poder Sugestivo y Terapéutico de la Palabra
íntimo con su mujer. El intento fracasado de realizar el acto
sexual lo conducía a un final desafortunado inevitable. Acudió a
nosotros unos cuantos días antes de terminar un tratamiento sin
resultados en el balneario de Kislovodsk”, (p. 358).

“Se practicaron seis sesiones de sugestión verbal en estado de


somnolencia. Las sugestiones se motivaban con referencias a su
salud física, a la infundamentación de sus tenores e inquietudes,
al convencimiento completo de su capacidad en realizar el acto
sexual, etc. El efecto obtenido fue positivo y las relaciones
familiares se arreglaron”.

CASO 69.-

“Un enfermo de 24 años, acudió aquejado de impotencia. A los


13 años tuvo que guardar cama varios días a consecuencia de
que al caer de un caballo recibió una contusión en los testículos.
Según el paciente su abuela lloraba en relación con esto y le
decía continuamente que “sería incapaz para la vida sexual”. A
los 18 años, mientras realizaba el coito con una mujer casual, el
acto sexual fue interrumpido por los golpes que se dejaban oír
en la habitación vecina. A causa del susto producido, la erección
se paralizo y no pudo ser provocada ulteriormente. Apareció la
idea de impotencia sexual: “Me vinieron a la memoria las

179
J. Barreda

palabras de la abuela”. El siguiente intento de coito fue


acompañado de inquietudes y no pudo realizar el acto sexual.
Surgió la idea: “La abuela tenía razón, soy un incapaz”. Desde
entonces, durante seis años, la erección no se producía a pesar
de que la libido existía. Se había tratado con varios especialistas,
mediante masaje de la próstata, sondeos, electrización, sin que
se obtuvieran resultados”. (338).

“Se practicaron en estado de vigilia tres sesiones de psicoterapia


explicativa, sedante y esperanzadora. Al cabo de una semana nos
comunicó que la función sexual se había restablecido por
completo”.

CASO 70.-

“La enferma K, de 28 años, acudió aquejándose de que al


interpretar durante los últimos tres años el papel de Gilda de la
ópera “Rigoletto” experimentaba un temor invencible de la nota
más alta en la escena con la vela (en el segundo acto), siendo
completamente tranquila en lo que se refería a las restantes
partes de la ópera. Antes de este acto, la cantante se veía asaltada
por el temor de que podía fracasar en estas notas. Ejecutaba el
aria “en estado de gran inquietud”, que aumentaba a medida que
se acercaba a “la nota difícil”, aparecían espasmos de la laringe

180
El Poder Sugestivo y Terapéutico de la Palabra
y trataba de “enmascarar” esta nota con diferentes “trucos”
profesionales. En los últimos tiempos empezaba a sentir
inquietud unos días antes de la representación. Antes ejecutada
siempre esta aria con seguridad, calma y con toda perfección
incluso hasta la nota final”. (p. 339).

“Durante la primera sesión aclaramos que hacía tres años, en el


día en que debía ejecutar el papel de Gilda, su madre, que sufría
tuberculosis, tuvo una hemoptisis. Se vio obligada a cantar el
aria de Gilda en estado de inquietud y angustia, siendo esta aria
de gran responsabilidad para ella y a cuya ejecución atribuía
gran importancia.

A causa de su estado de angustia e inquietud extraordinaria,


inhabitual en ella, por el estado de su madre, fijó particularmente
la atención en la nota final y desde el mismo momento en que
empezó a cantar el aria le asaltó la zozobra de cómo ejecutaría
esta nota alta. La cantante tomó la nota, pero no como de
ordinario, estaba segura de que en este momento decisivo se
“hacia comprometido”, lo que le produjo una fuerte impresión
negativa. Por lo visto, esta soprano había cantado en condiciones
de disminución del tono cortical y desde este momento
experimentó inseguridad en sí misma en relación con esta nota
y cada vez que cantaba el aria de Gilda la inquietud crecía. Esto
181
J. Barreda

la obligó a renunciar a este papel en la opera de “Rigoletto”, que


según el reconocimiento general era el mejor de su repertorio.
Sus actuaciones en otras óperas no le causaban inquietud alguna”
(p. 340).

“Se practicaron cuatro sesiones de sugestión verbal en estado de


somnolencia, que dieron efectos positivos; se suprimió el temor
de carácter de reflejo condicionado y como demostró la
observación ulterior, durante ocho años, no se renovó más”.

CASO 71.-

(Un caso de “epilepsia). Debemos indicar que la


patosintomatología, característica al parecer de la “epilepsia
genuina” convulsiva y por esto difícil de curar, induce en
muchos casos a los médicos a errores de diagnóstico y
tratamiento. Existen fundamentos para afirmar que los factores
efectivos (sustos en la infancia) como origen de la epilepsia son
muchas veces desconocidos por los médicos, lo que les hace
tratar esta enfermedad como “genuina”. Nosotros junto con P.
ISTOMIN (1926), hemos observado resultados positivos con el
empleo de la hipnosugestiterapia, en enfermos en los que
existían todos los datos como para considerarlos como
epilépticos “genuinos”. (p. 344, el subrayado es nuestro).

182
El Poder Sugestivo y Terapéutico de la Palabra
“De nuevo nos referimos a la observación (p. 13 de
PLATONOV) de un enferme de 30 años. sufría epilepsia desde
la edad de cinco años; los ataques epilépticos típicos se habían
originado bajo la acción de un susto. Las sesiones de
hipnosugestiterapia se practicaron en el dispensario al principio
en días alternos, después cada dos o tres días, una vez a la
semana y, finalmente una vez cada dos o tres semanas y así
durante cinco meses. Si antes del tratamiento los ataques se
repetían regularmente en la primera y tercera década de cada
mes, después de dos meses de tratamiento hipnosugestiterápico
(con exclusión de los preparados de bromo, que antes el enfermo
tomata a grandes dosis), no se observaron ataques durante los
seis meses siguientes. El primer ataque sucedido a los seis meses
de haber interrumpido la sugestiterapia tuvo lugar bajo la acción
de una fuerte emoción (encuentro con un amigo al que había
relatado los accesos que había sufrido) y el segundo surgió
después de un tratamiento psíquico (muerte del padre). Teniendo
en cuenta esta circunstancia, en la siguiente serie de sesiones le
hicimos la sugestión especial: “Ninguna clase de inquietudes le
provocan ataques!”, etc. Durante el año que siguió no hubo, en
efecto, más ataques, a pesar de los sufrimientos espirituales
padecidos; el estado del enfermo era bueno, trabajaba y aumento
de peso”. (p. 344).
183
J. Barreda

CASO 72.-

“La enferma N., de 32 años, acudió a la clínica a causa de


ataques acompañados de pérdida del conocimiento,
convulsiones, mordedura de la lengua y, a veces, emisión de
orina. Los ataques eran seguidos de sueño y habían empezado a
la edad de 16 años después de un susto y se producían con más
frecuencia durante la noche, dos tres veces al mes. No se
observaron alteraciones en el estado neurológico de la enferma,
por parte de la psíquica se registraba debilitación de la memoria,
estado depresivo, tenía celos infundados de su marido, era
irascible. Durante los seis últimos meses, antes del comienzo de
la psicoterapia los ataques se producían dos veces al mes, casi
siempre un ataque en cada segunda y tercera década del mes” (p.
344).

“Se practicó la hipnosugestiterapia. En la primera sesión se logró


el sueño profundo. Se le sugirió calma espiritual”, actitud
condescendiente con las personas, ausencia de celos, buen sueño
nocturno y fe en el restablecimiento. Durante el mes siguiente
no hubo ataques. Más tarde se observó un ataque por la noche,
después de haberse fatigado mucho y otro al mes y medio “tras
haber bebido cerveza y de excesos sexuales”. (p. 344).

184
El Poder Sugestivo y Terapéutico de la Palabra
“El tratamiento se prolongó cuatro meses, una sesión a la semana.
Durante seis meses no se registraron accesos, la enferma
abandonó nuestra ciudad. Así, pues, durante nueve meses solo
se produjeron dos ataques”.

CASO 73.-

“Una enferma de 32 años, ingresó en la clínica de enfermedades


nerviosas aquejada de ataques epilépticos que se repetían dos o
tres veces al mes desde la edad de 13 años. La observación
clínica estableció el tipo de los accesos, Se practicaron sesiones
de sugestión en estado de sueño sugerido durante tres meses (al
principio dos o tres veces a la semana, después una vez a la
semana y las dos últimas sesiones una vez al mes). Durante todo
este tiempo no se observaron ataques. Según las noticias
recibidas, tampoco se repitieron en 5 meses siguientes” (p. 345).

“Hemos podido observar más de una vez en el aura epiléptica se


refleja el contenido del factor psicotraumático. Así, en una
enferma la aura que precedía al ataque típico epiléptico se
expresaba en forma de fuertes dolores opresivos en el pecho. Se
aclaré que el primer ataque había sido provocado por la
violación que había sufrido en el pasado, durante la cual el

185
J. Barreda

violador le había oprimido el pecho con el codo” (el subrayado


os nuestro).

“Todo esto nos convence de que carece de fundamento la


opinión existente entre los psiquiatras y neuropatólogos acerca
de la “inadmisibilidad de emplear la sugestión y la hipnosis en
la epilepsia”. Es preciso modificar las opiniones reinantes hasta
ahora en este sentido.

Tenemos fundamentos para esperar que pasos más en esta


dirección PUEDAN ABRIR NUEVAS Y AMPLIAS
PERSPECTIVAS EN EL ESTUDIO DE LAS REACCIONES
EPILEPTICAS Y SU TRATAMIENTO. No debe olvidarse que
el estudio del papel desempeñado por el traumatismo psíquico
en el desarrollo de los ataques epilépticos puede ser
especialmente fructífero a base de la revisión del problema de la
epilepsia desde el punto de vista fisiológico manifestado por
PAVLOV en uno de sus miércoles. La epilepsia decía I.
PAVLOV-, es una enfermedad concentrada en un punto
determinado de los hemisferios cerebrales y se asienta en cierto
estado patológico de un punto aislado de la corteza”.

186
El Poder Sugestivo y Terapéutico de la Palabra
CASO 74.-

“Un estudiante del tercer curso del Instituto de Medicina no


soportaba la vista de heridas y sangre durante las operaciones
quirúrgicas. Este espectáculo le conducía, hasta el estado de
sincope, por cuya causa tenía planteado el problema de
abandonar el Instituto”. (p. 346).

“Cuatro sesiones de sugestión, practicadas en estado de sueño


sugerido, lo libraron por completo de estas reacciones. El
enfermo recobró la salud y cursó sus estudios en el Instituto”. (p.
346).

CASO 75.-

“En que medida la psicoterapia practicada en estado de sueño


sugerido es un medio eficaz, viene demostrado por el siguiente
caso, singular por su extraordinaria gravedad y complicado no
sólo por su etiología, sino también por sus manifestaciones
clínicas”. (p. 348 y ss.).

“La enferma S., de 24 años, acudió a nosotros en junio de 1924,


aquejada de estado constante de angustia y depresión,
irritabilidad exaltada, adelgazamiento, extremo, debilidad
general, transtornos del sueño, sueños acompañados de
187
J. Barreda

pesadillas (se adormecía al amanecer, “cuando la ciudad se


anima”) Más sufría, sobre todo, a causa de varios temores
obsesivos con temores atormentadores”.

“A causa de estos temores invencibles y obsesivos la enferma


“llevaba una vida de ermitaño”, era “inválida por completo”,
mientras que antes de la enfermedad era sintónica y esténica.
Deseaba recuperar la salud y se sentía irritada por la
infructuosidad del tratamiento”.

“La enfermedad había comenzado en 1918, después de una serie


de traumatismos psíquicos de carácter agudo, sufrido durante la
guerra civil, que había predeterminado el contenido de sus
fobias” ...

“Entre sus fobias figuraban Temor de andar sola por las calles,
temor de la muchedumbre, temor de los locales con las puertas
cerradas, tenor de los crepúsculos, de la oscuridad, del silencio
nocturno (sobre todo en la calle y en la casa), temor de ir en
ferrocarril.

“Al llegar la noche y el silencio nocturno se veía transida de


angustia, sentía ruidos en la cabeza, vértigos, escalofríos,
inquietud. Saltaba de la cama, despertaba al marido y si éste
estaba ausente despertaba a los vecinos. Se quedaba dormida
188
El Poder Sugestivo y Terapéutico de la Palabra
sólo al amanecer; sentía, además temor de ir en ferrocarril, le
asustaba “que no pudiera desnudarse de prisa, sobre todo de no
poder quitarse con rapidez los zapatos, de desatarlos”.

“Todos los fenómenos descritos obligaban a la enferma a estar


siempre en casa y a no participar ya durante cinco años en la vida
social. Su vida se había convertido “en una vegetación
atormentadora inútil para sí y los demás y una carga para el
marido”, quien “se veía obligado a estar a su lado”, pues solo su
presencia proporcionaba cierta tranquilidad. Todo el tiempo se
encontraba en estado de angustia y depresión, era irritable,
lloraba con frecuencia, el sueño estaba perturbado y tenía
terribles pesadillas. Pasaba todo el tiempo en casa, sólo ocupada
en algunas de las tareas del hogar. Se había tratado durante estos
años en diferentes dispensarios y médicos. Sin embargo, ni la
farmacoterapia, ni la hidro y electroterapia le procuraban alivio;
por el contrario, el estado de salud empeoraba progresivamente”.

“Siendo por su carácter muy viva, sufría muy penosamente su


inactividad forzada, La ausencia de esperanzas en su curación la
sumía en la desesperación. Según el marido, intentó poner fin a
su vida en uno de estos accesos”.

189
J. Barreda

“Se le recomendó la psicoterapia”... Anamnésis. Era hija de un


maestro rural, no presentaba taras hereditarias, se desarrolló
físicamente bien. Era enérgica, sociable, estónica, cuando hacía
falta era muy audaz. Al mismo tiempo, era desde la infancia muy
asustadiza (a consecuencia de la intimidación producida por los
cuentos de náyades, silvanos, locos etc.), pero a medida que
crecía este rasgo de su carácter se hizo menos acentuado”.

“Veamos los episodios que determinaron los síntomas


neuróticos”.

“A los trece años (1913) tuvo que pasar por un campo al ir por
setas al bosque. Sin darse cuenta se internó en unas malezas, se
asustó, se vio invadida por el horror y huyó corriendo sin parar,
- “presa de horror”. Al llegar de nuevo al campo continuó
sintiendo miedo, que aumentaba a medida que se acercaba a la
mitad del camino y empezó a disminuir en tanto que se
aproximaba a su casa. Para combatir el miedo se mordió el dedo
pulgar”.

En 1914 se separó de sus padres a causa de la guerra, con lo que


volvió a juntarse en 1917, luego de múltiples pesquinas.

“A fines de 1917 (durante la época de Getman y Petliuria), tomó


parte en el movimiento insurreccional. Estuvo escondida en el
190
El Poder Sugestivo y Terapéutico de la Palabra
bosque para evitar el arresto y fusilamiento. En julio de 1918,
los 18 años de edad, fue atacada por una gran banda de
partidarios de Petliuria. En noviembre de 1916 fue víctima de un
descarrilamiento del tren, en el que fue aprisionada por la pared
del vagón, y liberada a través de la ventanilla, después de lo cual,
perseguida por el cuadro terrible del descarrilamiento “se lanzó
a correr sin saber a dónde”. Al encontrarse EN EL CAMPO
SOLA de nuevo experimentó horror, sobre todo al sentir a su
alrededor “UN SILENCIO SINIESTRO”. Después trabajo con
celo en espera del Ejército Rojo”.

“A principios de 1919 fue perseguida por los blancos. Teniendo


la detención, cambió varias veces de domicilio. Al llegar el
ejército Rojo, animada por la lucha, combatió con audacia en un
carro blindado, Una vez se encontró en una situación sin salida;
sola, en la ciudad ocupada por el enemigo, llevando consigo
documentos importantes. En las calles continuaban los disparos.
Al recorrer sola LAS CALLES VACIAS se vio invadida por el
horror, pero logro evadirse.

Por cuanto la buscaban e intentaban detener huyó con pasaporte


falso a casa de sus parientes, a 100 kilómetros de distancia. Viajó
sola en un vagón de noche; temiendo ser detenida saltó del tren
antes de llegar a la estación y se escondió en el bosque en espera
191
J. Barreda

del amanecer. Por la mañana llegó a su casa, todo el día estuvo


embargada por la zozobra y por la noche sintió miedo: “van a
detenerme, hay que huir, hay que ocultarse en algún sitio”. (p.
351).

“Al segundo día fue detenida y encerrada en una habitación bajo


llave. No durmió en toda la noche, pensando en cómo evadirse,
pero se resistió con desesperación. El policía, después de decirle
“Así te pudrirás en la cárcel”, salió y cerró de nuevo da puerta.
Se vio invadida por el horror y la desesperación y le pareció que
en efecto se pudriría allí. Acudieron a su imaginación cuadros
de la novela de GORKI. La Madre. Pronto fue liberada bajo
fianza y no salía de casa por temor a la calle. Se sentía tranquila
nada más que a la ventana, “POR DONDE EN CASO
NECESARIO PODIA HUIR".

“A los pocos días, fue arrestada de nuevo a altas horas de la


noche. Resistió con estoicidad las ofensas que le infirieron
durante el interrogatorio. Se la condenó a ser pasada por las
baquetas y, a los pocos días, en vista de la proximidad del
Ejército Rojo, a ser fusilada. Fue conducida al fusilamiento junto
con otras personas, AL CAER EL CREPUSCULO. En estado
de desesperación y horror fue conducida por el campo. Después
de haber estado tres días en la cárcel en calidad de “condenada
192
El Poder Sugestivo y Terapéutico de la Palabra
a muerte”, fue de nuevo trasladada una noche a la casa del jefe
del destacamento punitivo y encerrada en una habitación donde
en la mesa había armas y granadas de mano. El jefe la amenazó
de muerte si se resistía a ser suya. En el forcejeo rompió los
cristales de la ventana a fin de huir. En la lucha la abandonaron
las fuerzas siendo violada. Fue trasladada al hospital sin
conocimiento, de donde fue sacada a los pocos días para
ejecutarla. Pero uno de los guardias le ayudó a huir por la
ventana. Nos contaba como en plena agitación espiritual SE
DESATO LOS ZAPATOS PARA HUIR Estuvo escondida dos
días en casa de los amigos, esperando al Ejército Rojo” ...

“En junio de 1924, fue empezada la psicoterapia, practicada en


estado de sueño sugerido. Se le sugirió calma, olvido de lo
sufrido y de los temores, convencimiento en su restablecimiento,
fé en sus fuerzas y en su capacidad de trabajo y sueño nocturno
reparador. Después de la primera sesión, practicada en estado de
somnolencia, se notó una franca mejoría de estado general. Las
sesiones sucesivas iban seguidas de sueño de reposo sugerido
durante una hora. Esto contribuyó a mejorar progresivamente su
estado. Después de la décima sesión su estado mejoró hasta el
punto de que la enferma reanudó la vida normal; andaba
libremente de día y de noche por la ciudad, viajaba en tranvía,

193
J. Barreda

desapareció el temor de la muchedumbre, etc. Después de la


vigesimoquinta sesión se encontró muy bien”: sentía interés por
la vida, no temía las puertas cerradas, ni los crepúsculos, ni la
oscuridad, ni el silencio nocturno, iba a veces al cine. En
noviembre del mismo año empezó a trabajar” (p. 352) ...

“Solamente en 1947, acudió a nuestro dispensario a causa de la


recidiva poco acentuada de ciertas fobias, aparecidas con el
climaterio”.

CASO 76.-

“La enferma K., de 28 años, acudió aquejada de torticolis


espástica que, durante un año, con la cabeza rotada en extremo
a la derecha y algo extendida hacia atrás. Esta posición se
mantenía durante el sueño, por lo que los médicos consideraban
esta enfermedad como orgánica. No podía trabajar hacía un año
los tratamientos aplicados en el dispensario habían dado
resultado alguno, había sido reconocida como inválida. La causa
de esta enfermedad.

Residía en un traumatismo psíquico en forma de ofensa


inmerecida inferida en la fábrica en que trabajaba durante el
transporte a cadena de losas de cerámica, trabajo que estaba
relacionado con la rotación forzada de la cabeza de la operaria a
194
El Poder Sugestivo y Terapéutico de la Palabra
la derecha y algo hacia atrás. En el momento en el que le
infirieron la ofensa, la enferma mantenía la cabeza precisamente
en esta posición (dib. 85)” (p. 390).

Se prescribió psicoterapia. La sugestión practicada en estado de


somnolencia, dio desde la primera sesión mejoría creciente. A
las dos semanas del comienzo del tratamiento la torticolis fue
corregida del todo y la paciente fue dada de alta para reanudar el
trabajo. Está enferma fue presentada en la conferencia del
dispensario (observación de F. TSEIKINSKAIA)”. (p. 390).

CASO 77.-

“El enfermo J. de 35 años, abusaba casi diariamente de las


bebidas alcohólicas hacía diez años, al principio cuando le
tentaban, después por su iniciativa. Había estado sometido a
tratamiento fisioterápico e inyecciones de estricnina. Mientras
estaba bajo tratamiento no bebió alcohol, más al día siguiente de
haber concluido el tratamiento experimento de nuevo
inclinación por la bebida. Una vez, con “objeto de curarse
mediante la hipnosis “acudió a un psiquiatra quien, según el
enfermo, se negó a emplear la sugestión y le aconsejó fricciones
de agua y emplear otras medidas. Más instigado por el ejemplo

195
J. Barreda

de un compañero, curado mediante la sugestión verbal, se


presentó en nuestro dispensario” (p. 407).

Se practicaron diez sesiones de hipnosugestiterapia y desde la


tercera sesión ceso de abusar del alcohol, Fue durante seis años
indiferente a las bebidas alcohólicas, no tomaba parte cuando
otros bebían, y como se observa en algunos, “convidaba a otros
sin deber él mismo”.

CASO 78.-

“El enfermo P. ingresó a la clínica el 18 de noviembre de 1951


a causa de agudización de úlcera del estómago; presentaba
fuertes dolores, vómitos casi diarios después de la toma de
alimentos y otros fenómenos dispépticos. Se sentía enfermo
desde 1945; en enero de 1950 los dolores se agudizaron y se
registró hemorragia gástrica. Desde noviembre de 1951
experimento empeoramiento marcado, dolorosidad exaltada a la
palpación del epigastrio, estado depresivo, reactividad elevada.
La radiografía descubría un nicho ulceroso en la curvatura del
estómago” (p. 417).

“Se practicó el sueño de reposo sugerido, además durante 21 días


el enfermo dormía de 15 a 17 horas diarias. De cuando en cuando
se le hacían en dicho estado sugestiones verbales adecuadas. El
196
El Poder Sugestivo y Terapéutico de la Palabra
sueño se provocaba mediante sugestiones y desde el primer día
el enfermo se adormecía bien, más durante los diez primeros días
el paciente se despertaba a causa de los dolores. Después los
dolores se mitigaron, durante la segunda mitad de tratamiento el
enfermo dormía tranquilo y profundamente, sin sueños, tanto
durante el sueño sugerido como por la noche. A medida que se
mitigaban los dolores mejoraba paulatinamente el bienestar, el
estado emocional del enfermo y el apetito, en tanto que los
fenómenos dispépticos disminuyeron hasta cesar por completo.
Desapareció la apatía y recobro la fe en el restablecimiento. A
pesar de no estar sometido a dieta estricta no experimentaba
dolores. Al examen de control a los rayos x no se descubrió el
nicho; el enfermo fue dado de alta habiendo recuperado el
equilibrio emocional y aumentado de peso 3.5 kilos después de
haber permanecido en la clínica 24 días”. (p. 418).

CASO 79.-

“Una enferma de 20 años, acudió aquejada de accesos de


palpitaciones que aparecían sin causa visible varias veces al día
y duraban hasta cuatro horas, llegando la frecuencia del pulso
hasta 140 latidos por minuto. Padecía esta enfermedad hacía ya
dos años, habiéndose tratado todo este tiempo en el dispensario

197
J. Barreda

(fármaco e hidroterapia), bajo el diagnóstico de taquicardia


paroxismal, sin que notara mejoría” (p.418).

“Durante la conversación anamnésica se estableció que la


enfermedad estaba relacionada con un traumatismo psíquico,
una vez, estando en el palco de un teatro, vio a su novio con otra
muchacha. Esto le causó gran impresión, sintió palpitaciones y
no pudo tranquilizarse largo tiempo. Pasó la noche mal a causa
de las palpitaciones que no cesaban se quedó dormida sólo al
amanecer. Aunque se despertó por la mañana sin taquicardia y
recobró la calma en el transcurso de varios años, los accesos de
taquicardia se repitieron al cabo de varios días y se vio invadida
por el temor de que estos accesos se reprodujeran”.

“Practicamos la hipnosugestiterapia seguida después de cada


sesión de sueño de reposo sugerido prolongado. Después de diez
sesiones los accesos de taquicardia no se renovaron, más se
conservó largo tiempo el temor de que se repitieran. Salía a la
calle solo en compañía de sus parientes, Las siguientes sesiones
suprimieron este temor. La catamnesis positiva fue observada
durante 2 años, sin que se registraran recidivas (observación de
E. VORONINA) (p. 418).

198
El Poder Sugestivo y Terapéutico de la Palabra
CASO 80.-

“Yuri P. de 11 años, alumno de la cuarta clase, era un muchacho


tranquilo, equilibrado. Fue traído por su madre aquejado de
irritabilidad exaltada, ser desobediente colérico, grosero,
travieso y pícaro. Si durante las riñas con los muchachos no
podía “contestarles”, al llegar a casa tenía “accesos histéricos”;
se tiraba por el suelo, manoteaba y pataleaba, arrojaba las cosas,
rompía los cristales de la ventana, lloraba. Lo mismo sucedía
cuando le hacía cualquier amonestación la madre, a quien trataba
con grosería y no respetaba. A veces, a una reprimenda de la
madre se volvía y se marchaba de casa, aunque fuera tarde. Si al
volver veía que la madre seguía tranquila y no le prestaba
atención, empezaba a arrojar con furia las sillas, los libros, las
almohadas, los colchones y todo lo que había encina de la mesa.
Durante estos accesos gritaba habitualmente: “Me marcharé y
no volveré más!”. Después que la madre lo distraía con algo, se
tranquilizaba, empezaba a llorar, a pedir perdón, que le besara y
que le demostrara que lo había perdonado de verdad”. (p. 432).

...“Su nerviosismo duraba ya un año y medio, y había empezado


luego de un viaje. “Antes de este viaje era sano y equilibrado.
Había ido a Jabárovsk en las siguientes circunstancias hacía siete
años que su padre había marchado a Jabárovsk engañando a su
199
J. Barreda

mujer y se había quedado a vivir en esta ciudad, casándose con


otra. Yuri quería mucho a su padre y lo añoraba. Un día, cuando
la madre del muchacho estaba en el hospital para ser operaba,
llegó el padre con la otra mujer y se llevó al niño consigo, de
acuerdo con la que temía morir”.

“Más la vida en Jabárovsk fue para Yuri penosa; nadie se


cuidaba de é1, ni del padre, quien con frecuencia estaba ausente
y, si estaba en casa, era para verlo borracho. El muchacho
añoraba a la madre, y cuando ésta se restableció, mantuvo
correspondencia con ella, tratando de reunirse con ella. La madre
llegó y se llevó al muchacho. Desde entonces el pequeño odiaba
a su padre. En la escuela estudiaba bien, siendo uno de los
primeros en clase y su conducta era buena”.

Establecimos el diagnóstico de neurosis histérica reactiva.


Durante tres semanas se practicaron siete sesiones de
psicoterapia en estado de somnolencia. Ya desde la segunda
sesión, la madre notó en el muchacho mejoría y al cabo del
tratamiento Yuri estaba desconocido: equilibrado, tranquilo,
cortés, aseado, sin ninguna clase de reacciones históricas.
Estuvo bajo observación 18 años”.

200
El Poder Sugestivo y Terapéutico de la Palabra

Editado por:

Ps. César Augusto Díaz Talavera

20/V/2023

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