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CIUDADES DE PAPEL compartida y parece sellar un nosotros mismos, solo aquello nosotros le sucederá una de

nuevo destino para ambos, que queremos ver? ellas. Yo podría haber visto
(AUTOR: JOHN GREEN)
Margo desaparece dejando llover ranas. Podría haber
PRÓLOGO
SINOPSIS
tras de sí un extraño cerco de pisado Marte. Podría
Supongo que a cada quien le
En su último año de instituto, pistas. Con un estilo único que haberme devorado una
corresponde su milagro. Por
Quentin no ha aprobado ni en combina humor y sensibilidad, ballena. Podría haberme
ejemplo, probablemente
popularidad ni en asuntos del John Green, el autor de Bajo casado con la reina de
nunca me caerá encima un
corazón... Pero todo cambia la misma estrella, teje una Inglaterra o haber sobrevivido
rayo, ni ganaré un Premio
cuando su vecina, la emotiva historia a la que da durante meses en medio del
Nobel, ni llegaré a ser el
legendaria, inalcanzable y vida un inolvidable elenco de mar. Pero mi milagro fue
dictador de un pequeño país
enigmática Margo Roth personajes. Ganadora del diferente. Mi milagro fue el
de las islas del Pacífico, ni
Spiegelman, se presenta en prestigioso premio Edgar, siguiente: de entre todas las
contraeré cáncer terminal de
mitad de la noche para Ciudades de papel aborda los casas de todas las
oído, ni entraré en combustión
proponerle que le acompañe temas de la amistad, el amor urbanizaciones de toda
espontánea. Pero
en un plan de venganza y la identidad para Florida, acabé viviendo en la
considerando todas las
inaudito. Después de una plantearnos una pregunta: puerta de al lado de Margo
improbabilidades juntas,
intensa noche que reaviva el ¿vemos en los demás, y en Roth Spiegelman. Nuestra
seguramente a cada uno de
vínculo de una infancia urbanización, Jefferson Park,
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había sido una base naval. fuera una base naval, era nombre y se cambió el puesto unos pantalones

Pero llegó un momento en propiedad de un tipo que se primero por «Dr.», con D cortos blancos y una camiseta

que la marina dejó de apellidaba Jefferson, un tal mayúscula. Cuando Margo y rosa con un dragón verde que

necesitarla, de modo que Doctor Jefferson Jefferson. yo teníamos nueve años, lanzaba fuego de color

devolvió el terreno a los En Orlando hay una escuela nuestros padres eran amigos, naranja brillante. Me resulta

ciudadanos de Orlando, que lleva el nombre del Doctor así que de vez en cuando difícil explicar lo genial que me

Florida, que decidieron Jefferson Jefferson y también jugábamos juntos, cogíamos pareció la camiseta en

construir una enorme una gran fundación benéfica, las bicis, dejábamos atrás las aquellos momentos. Margo,

urbanización, porque eso es aunque lo fascinante y lo calles sin salida y nos íbamos como siempre, pedaleaba de

lo que se hace en Florida con increíble, pero cierto, del al parque, en el centro de la pie, con el cuerpo inclinado

los terrenos. Mis padres y los Doctor Jefferson Jefferson es urbanización. Me ponía sobre el manillar y con las

padres de Margo empezaron que no era doctor en nada. nervioso cada vez que me zapatillas de deporte de color

a vivir puerta con puerta en Era un simple vendedor de decían que Margo iba a morado formando una

cuanto se construyeron las zumo de naranja llamado pasarse por mi casa, porque mancha circular. Era un

primeras casas. Margo y yo Jefferson Jefferson. Al era la criatura más caluroso y húmedo día de

teníamos dos años. Antes de hacerse rico y poderoso, fue extraordinariamente hermosa marzo. El cielo estaba

que Jefferson Park fuera al juzgado, se puso que Dios había creado. La despejado, pero el aire tenía

Pleasantville, y antes de que «Jefferson» de segundo mañana en cuestión, se había un sabor ácido, como si se
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avecinara una tormenta. Por construir un cañón que aspecto de tener muchos pasos. Recuerdo que pensé

aquella época me creía dispare rocas a una órbita años. No era nuevo. El parque que si hacía un movimiento

inventor, así que, después de baja es bastante complicado.) infantil, a nuestra derecha. brusco, se levantaría y me

haber atado las bicis, mientras Había estado en aquel parque Tampoco era nuevo. Pero de atacaría. Quizá era un zombi.

recorríamos a pie el corto tantas veces que me lo repente vi a un tipo con un Sabía que los zombis no

camino que nos llevaría al conocía palmo a palmo, así traje gris desplomado a los existían, pero sin duda

parque infantil, le conté a que apenas habíamos pies del tronco del roble. No parecía un zombi en potencia.

Margo que se me había entrado cuando empecé a se movía. Eso sí era nuevo. Mientras retrocedía aquellos

ocurrido un invento llamado sentir que algo fallaba, Estaba rodeado de sangre. dos pasos, Margo dio otros

Ringolator. El Ringolator sería aunque en un primer De la boca le salía un hilo dos, también pequeños y

un cañón gigante que momento no vi qué había medio seco. Tenía la boca silenciosos, hacia delante. —

dispararía enormes rocas de cambiado. —Quentin —me abierta en un gesto que Tiene los ojos abiertos —me

colores a una órbita muy baja, dijo Margo en voz baja y parecía imposible. Las dijo. —Vámonosacasa —

lo que proporcionaría a la tranquila. Estaba señalando. moscas se posaban en su contesté yo. —Pensaba que

Tierra anillos muy parecidos a Y entonces me di cuenta de lo pálida frente. —Está muerto cuando te mueres, cierras los

los de Saturno. (Sigo que había cambiado. A unos —dijo Margo, como si no me ojos —dijo. —

pensando que sería una pasos de nosotros había un hubiera dado cuenta. Margovámonosacasaaavisar.

buena idea, pero resulta que roble. Grueso, retorcido y con Retrocedí dos pequeños Dio otro paso. Ya estaba lo
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bastante cerca como para Corrimos hacia las bicis. El madre me dijo que no, me fui cosa. La cuestión es la

estirar el brazo y tocarle el pie. estómago me daba vueltas a echar la siesta. Tanto mi siguiente: me encontré a un

—¿Qué crees que le ha por algo que se parecía padre como mi madre son tipo muerto. El pequeño y

pasado? —me preguntó—. mucho a la emoción, pero que psicólogos, lo que quiere decir adorable niño de nueve años

Quizá se deba a un asunto de no lo era. Nos subimos a las que soy jodidamente y su todavía más pequeña y

drogas o algo así. No quería bicis y la dejé ir delante, equilibrado. Cuando me adorable compañera de

dejar a Margo sola con el porque yo estaba llorando y desperté, mantuve una larga juegos encontraron a un tipo

muerto, que quizá se había no quería que me viera. Veía conversación con mi madre al que le salía sangre por la

convertido en un zombi sangre en las suelas de sus sobre el ciclo de la vida, sobre boca, y aquella sangre estaba

agresivo, pero tampoco me zapatillas moradas. La sangre que la muerte es parte de la en sus pequeñas y adorables

atrevía a quedarme allí de él. La sangre del tipo vida, pero una parte de la que zapatillas de deporte mientras

comentando las muerto. Llegamos cada uno a no tenía que preocuparme volvíamos a casa en bici. Es

circunstancias de su muerte. nuestras respectivas casas. demasiado a los nueve años, muy dramático y todo eso,

Hice acopio de todo mi valor, Mis padres llamaron a y me sentí mejor. La verdad pero ¿y qué? No conocía al

di un paso adelante y la cogí urgencias, oí las sirenas en la es que nunca me preocupó tipo. Cada puto día se muere

de la mano. — distancia y pedí permiso para demasiado, lo cual es mucho gente a la que no conozco. Si

¡Margovámonosahoramismo! salir a ver los camiones de decir, porque suelo tuviera que darme un ataque

—Vale, sí —me contestó. bomberos, pero, como mi preocuparme por cualquier de nervios cada vez que pasa
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algo espantoso en el mundo, Me levanté y abrí la ventana, pasé por allí y había un Me dijo que Robert Joyner se

acabaría más loco que una pero la mosquitera que nos montón de policías. Uno me había suicidado con una

cabra. Aquella noche entré en separaba seguía pixelándola. preguntó si trabajaba en el pistola. Entonces le pregunté

mi habitación a las nueve en —He investigado —me dijo periódico del colegio, y le por qué, y me contestó que

punto para meterme en la muy seria. Aunque la contesté que nuestro colegio estaba triste porque estaba

cama, porque las nueve era la mosquitera dividía su cara no tenía periódico, así que me divorciándose. Margo se calló

hora a la que tenía que irme a incluso de cerca, vi que dijo que, como no era y me limité a mirarla, a

dormir. Mi madre me tapó y llevaba en las manos una periodista, contestaría a mis observar su cara gris a la luz

me dijo que me quería. Yo le libretita y un lápiz con marcas preguntas. Me contó que de la luna, que la mosquitera

dije: «Hasta mañana», y ella de dientes alrededor de la Robert Joyner tenía treinta y dividía en mil cuadraditos. Sus

me contestó: «Hasta goma. Echó un vistazo a sus seis años. Era abogado. No ojos, muy abiertos, pasaban

mañana», y luego apagó la luz notas. —La señora Feldman, me dejaban entrar en la casa, una y otra vez de su libreta a

y cerró la puerta casi hasta el de Jefferson Court, me dijo pero una mujer llamada mí. —Mucha gente se divorcia

fondo. Estaba colocándome que se llamaba Robert Juanita Álvarez vive en la y no se suicida —le dije. —Ya

de lado cuando vi a Margo Joyner. Me contó que vivía en puerta de al lado, de modo lo sé —me contestó

Roth Spiegelman al otro lado Jefferson Road, en uno de los que entré en su casa nerviosa—. Es lo que le dije a

de mi ventana, con la cara pisos de encima del preguntándole si me podría Juanita Álvarez. Y entonces

casi pegada a la mosquitera. supermercado, así que me prestar una taza de azúcar. me dijo... —Margo pasó la
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página de la libreta—. Me dijo ¿Por qué? —Quizá se le ojos parecían mirar fijamente siempre. A Margo siempre le

que el señor Joyner tenía rompieron los hilos por dentro algo detrás de mí, algo gustaron los misterios. Y

problemas. Y entonces le —me contestó. Mientras monstruoso que le había teniendo en cuenta todo lo

pregunté a qué se refería, y intentaba pensar en algo que hecho quedarse muy pálida, y que sucedió después, nunca

me contestó que lo único que contestarle, me incliné hacia tuve demasiado miedo para dejaré de pensar que quizá le

podíamos hacer por él era delante, presioné el cierre de girarme a ver qué era. Pero gustaban tanto los misterios

rezar y que me fuera a llevarle la mosquitera y la retiré de la detrás de mí no había nada, que se convirtió en uno.

el azúcar a mi madre. Le dije ventana. La dejé en el suelo, por supuesto... salvo quizá el
PRIMERA PARTE
que olvidara el azúcar y me pero Margo no me dio la tipo muerto. Dejé la mano
LOS HILOS
marché. De nuevo no dije oportunidad de hablar. Antes quieta. Nos miramos

nada. Solo quería que Margo de que hubiera vuelto a fijamente, cada uno desde su 1

siguiera hablando con esa sentarme, levantó la cara lado del cristal. Nuestras El día más largo de mi vida
vocecita nerviosa por casi hacia mí y me susurró: — cabezas estaban a la misma empezó con retraso. Me
saber algo y que me hacía Cierra la ventana. Así que la altura. No recuerdo cómo desperté tarde, me entretuve
sentir que estaba cerré. Pensé que se acabó la historia, si me fui a la demasiado en la ducha y al
sucediéndome algo marcharía, pero se quedó allí cama o se fue ella. En mi final tuve que disfrutar del
importante. —Creo que quizá mirándome. Le dije adiós con memoria no acaba. Seguimos desayuno en el asiento del
sé por qué —dijo por fin. — la mano y le sonreí, pero sus todavía allí, mirándonos, para
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copiloto del monovolumen de de la banda de música del baile de graduación. —No No es que no me gusten los

mi madre, a las 7.17 de la instituto y charlábamos. Como creo en los bailes de bailes de graduación. Es que

mañana de un miércoles. la mayoría de mis amigos graduación —le recordé tampoco me gustan las

Solía ir al instituto en el coche tocaban en la banda, yo mientras giraba en una personas a las que les gustan

de mi mejor amigo, Ben pasaba casi todas las horas esquina. Incliné hábilmente los bailes de graduación —le

Starling, pero Ben había libres del instituto a menos de mis cereales para ajustarlos a expliqué a mi madre. Aunque

salido puntual, así que no cinco metros de la sala de la fuerza de gravedad. No era en realidad no era cierto. Ben

pude contar con él. Para ensayo. Pero yo no tocaba, la primera vez que lo hacía. — se había emperrado en ir. Mi

nosotros, «puntual» porque tengo menos oído Bueno, no hay nada malo en madre giró hacia el instituto, y

significaba media hora antes para la música que un sordo. ir con una amiga. Seguro que sujeté con las dos manos el

de que empezaran las clases, Aquel día iba a llegar veinte podrías pedírselo a Cassie tazón casi vacío al pasar por

porque aquellos treinta minutos tarde, lo que Hiney. Sí, podría habérselo un badén. Eché un vistazo al

minutos antes de que sonara técnicamente significaba que pedido a Cassie Hiney, que aparcamiento de los alumnos

el primer timbre eran el plato aun así llegaría diez minutos era muy maja, simpática y de último curso. El Honda

fuerte de nuestra agenda antes de que empezaran las guapa, pese a su plateado de Margo Roth

social. Nos quedábamos clases. Mientras conducía, mi tremendamente Spiegelman estaba aparcado

delante de la puerta lateral madre me preguntaba por las desafortunado apellido, que en su plaza habitual. Mi madre

que daba a la sala de ensayo clases, los exámenes y el en inglés significa «culo». — metió el coche en un callejón
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situado frente a la sala de Otra víctima. —Colega —me en un lugar seguro. Las supongo que, 3) En realidad,

ensayo y me dio un beso en la dijo Ben, que estaba delante demás conversaciones no se parecía en nada al tipo

mejilla. Al bajar vi a Ben y a de mí. Movió la cabeza, se dio impedían que se oyera la de M*A*S*H, pero, 4) Como

mis otros amigos, agrupados media vuelta, se alejó del nuestra. —Radar va a ir al quedaban tres semanas y

en semicírculo. Me dirigí a círculo y entró. Lo seguí. Ben, baile de graduación —me dijo media para que se acabara el

ellos, y el semicírculo no tardó un chico bajito y de piel malhumorado. Radar era curso, no estábamos

en abrirse para incluirme. aceitunada que a duras penas nuestro otro mejor amigo. Lo demasiado por la labor de

Estaban hablando de mi ex parecía haber llegado a la llamábamos Radar porque se buscarle otro apodo. —

novia, Suzie Chung, que pubertad, era mi mejor amigo parecía a un tipo bajito y con ¿Angela? —le pregunté.

tocaba el violonchelo y al desde quinto, cuando al final gafas de la vieja serie de Radar nunca nos contaba

parecer había creado un gran ambos admitimos la evidencia televisión M*A*S*H al que nada de su vida amorosa, lo

revuelo porque estaba de que seguramente ninguno llamaban así, salvo que: 1) El que no nos disuadía de

saliendo con un jugador de de los dos iba a encontrar otro Radar de la tele no era negro, especular cada dos por tres.

béisbol llamado Taddy Mac. mejor amigo. Además, le puso y 2) En algún momento Ben asintió. —¿Recuerdas

No sabía si era su nombre mucho empeño, y eso me después de haberle puesto el que había pensado invitar al

real. En cualquier caso, Suzie gustaba... la mayoría de las apodo, nuestro Radar creció baile a una novata, porque

había decidido ir al baile de veces. —¿Qué tal? —le unos quince centímetros y se son las únicas que no

graduación con Taddy Mac. pregunté. Estábamos dentro, puso lentillas, así que conocen la historia de Ben el
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Sangriento? Asentí. —Bueno masturbándose. Pese a que histérica. Tenía los hombros mojar pan. Mientras

—siguió diciendo Ben—, pues era clínicamente inverosímil, inclinados hacia delante, las avanzábamos, seguí

esta mañana una novatilla desde entonces Ben cargaba comisuras de sus grandes lanzándole miradas entre la

muy mona se me ha acercado con esa historia. —Vaya ojos arrugadas y la boca multitud, rápidas

y me ha preguntado si era Ben mierda —le dije. Ben empezó abierta. Pero no parecía reírse instantáneas, una serie

el Sangriento. He empezado a a contarme sus planes para por algo que hubiera dicho fotográfica titulada La

explicarle que fue una encontrar a una chica, pero Jase, ya que miraba hacia perfección se queda inmóvil

infección de riñón, pero se ha solo lo escuchaba a medias, otra parte, hacia las taquillas mientras los mortales pasan

reído y se ha largado. Así que porque entre la cada vez más del otro lado del vestíbulo. de largo. A medida que me

se acabó. Dos años atrás densa masa de personas que Seguí sus ojos y vi a Becca acercaba, pensé que tal vez

habían tenido que ingresar a llenaban el vestíbulo vi a Arrington encima de un no estaba riéndose. Quizá le

Ben en el hospital por una Margo Roth Spiegelman. jugador de béisbol, como si el habían dado una sorpresa, un

infección renal, pero Becca Estaba junto a su taquilla, al tipo fuese un árbol de Navidad regalo o algo así. Parecía que

Arrington, la mejor amiga de lado de su novio, Jase. y ella un adorno. Sonreí a no pudiera cerrar la boca. —

Margo, se dedicó a extender Llevaba una falda blanca Margo, aunque sabía que no Sí —le dije a Ben. Seguía sin

el rumor de que la verdadera hasta las rodillas y un top podía verme. —Deberías prestarle atención, seguía

razón de que orinara sangre estampado azul. Le veía la lanzarte, colega. Olvídate de intentando no perder a Margo

era que se pasaba el día clavícula. Se reía como una Jase. Dios, la pava está para de vista sin que se me notara
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demasiado. No es que fuera Lacey —me contestó, que era Roth Spiegelman, cuyas mientras ellos bebían whisky.

una belleza. Era la otra mejor amiga de épicas aventuras circulaban Margo Roth Spiegelman, que

sencillamente impresionante, Margo—. Y tu madre, colega. por el colegio como una se había colado en aquel

y en sentido literal. Y entonces Esta mañana he visto a tu tormenta de verano. Un viejo concierto diciéndole al

la dejamos atrás, entre ella y madre dándote un beso y, que vivía en una casa segurata que era la novia del

yo pasaba demasiada gente y perdóname, pero te juro por destartalada de Hot Coffee, bajista, ¿no la reconocían?,

en ningún momento me había Dios que he pensado: «Joder, Mississippi, había enseñado a vamos, chicos, en serio, soy

acercado lo suficiente para ojalá fuera Q. Y ojalá tuviera Margo a tocar la guitarra. Margo Roth Spiegelman, y si

escuchar lo que decía o pollas en las mejillas». Le Margo Roth Spiegelman, que vais a pedirle al bajista que

entender cuál había sido la pegué un codazo en las había viajado tres días con un venga a ver quién soy, os dirá

desternillante sorpresa. Ben costillas, aunque seguía circo, donde pensaban que o que soy su novia, o que

movió la cabeza. Me había pensando en Margo, porque tenía potencial para el ojalá lo fuera, y entonces el

visto mirándola mil veces y era el único mito que vivía al trapecio. Margo Roth segurata fue a preguntárselo,

estaba acostumbrado. —La lado de mi casa. Margo Roth Spiegelman, que se había y el bajista dijo: «Sí, es mi

verdad es que está buena, Spiegelman, cuyo nombre de tomado un té de hierbas novia, déjala entrar», y luego

pero no tanto. ¿Sabes quién seis sílabas solíamos decir detrás del escenario de los el bajista quiso enrollarse con

está buena de verdad? — completo con una especie de Mallionaires después de un ella, pero ella ¡rechazó al

¿Quién? —le pregunté. — silenciosa reverencia. Margo concierto en Saint Louis, bajista de los Mallionaires!
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Cuando comentábamos sus «Jacques Chirac es un gay», No me llamaba lo más mínimo compasiva—. Así que las dos

historias, siempre que resulta que es incorrecto la atención: ni bailar lentos, ni únicas estrategias que me

acabábamos diciendo: «Vaya, tanto semántica como bailar rápidos, ni los trajes, y quedan son buscar a una

¿te lo imaginas?». En general, gramaticalmente. Radar es un todavía menos el esmoquin pareja para el baile en internet

no podíamos imaginárnoslas, activo editor del Omnictionary, alquilado. Alquilar un o volar a Missouri y raptar a

pero siempre resultaban ser una enciclopedia online que esmoquin me parecía una alguna pava alimentada a

ciertas. Y llegamos a nuestras crean los usuarios. Dedica su excelente manera de pillar base de maíz. Yo había

taquillas. Radar estaba vida entera a mantener y cualquier espantosa intentado explicarle a Ben que

apoyado en la de Ben, cuidar el Omnictionary. Y esa enfermedad del anterior «pava» sonaba bastante más

tecleando en su ordenador de era una de las diversas arrendatario, y no era mi sexista y patético que

bolsillo. —Así que vas a ir al razones por las que nos intención convertirme en el «retroguay», pero se negaba

baile —le dije. Levantó la sorprendía que hubiera único virgen del mundo con a dejar de decirlo. Llamaba

mirada y volvió a bajarla. — invitado a una chica al baile de ladillas. —Colega —dijo Ben a pava a su propia madre. No

Estoy des-destrozando el graduación. —Así que vas a ir Radar—, las novatas se han tenía arreglo. —Le preguntaré

artículo del Omnictionary al baile —repetí. —Perdona enterado de la historia de Ben a Angela si sabe de alguien —

sobre un ex primer ministro —me contestó sin levantar la el Sangriento. —Radar se dijo Radar—. Aunque

francés. Anoche alguien borró mirada. Todo el mundo sabía guardó por fin el ordenador y conseguirte pareja para el

toda la entrada y escribió que yo me negaba a ir al baile. cabeceó con expresión baile será más duro que
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convertir el plomo en oro. — al bote de esteroides de que nos dejaran en paz, de Florida al año siguiente. A

Conseguirte pareja para el anabólicos con forma humana así que Chuck ni siquiera nos Jase le habían dado una beca

baile es tan duro que solo de conocido como Chuck Parson dirigía la palabra. Quizá para jugar en el equipo de

imaginarlo se pueden cortar acercándose a nosotros con porque fui yo el que le había béisbol. Nunca había entrado

diamantes —añadí. Radar dio algún propósito. Chuck contestado, o quizá no, apoyó en casa de Margo, solo

un par de puñetazos a una Parson no participaba en las dos manos en la taquilla, pasaba a buscarla. A Margo

taquilla para expresar que deportes de grupo porque eso conmigo en medio, y se no parecía gustarle tanto,

estaba de acuerdo y después lo distraería de su principal acercó lo suficiente para que pero la verdad es que nunca

soltó otra frase: —Ben, objetivo en la vida: que algún considerara qué marca de parecía que le gustase nadie

conseguirte pareja para el día lo condenaran por dentífrico utilizaba. —¿Qué tanto. —Nada —le contesté

baile es tan duro que el homicidio. —Hola, maricas — sabes de Margo y Jase? —Uf por fin. —No me jodas —

gobierno de Estados Unidos dijo. —Chuck —le contesté lo —le contesté. Pensé en todo gruñó. —Apenas la conozco

cree que el problema no más amigablemente que lo que sabía de ellos: Jase era —le dije, y puede decirse que

puede resolverse por la vía pude. Chuck no nos había el primer y único novio serio en los últimos tiempos era

diplomática, sino que exigirá causado ningún problema de Margo Roth Spiegelman. cierto. Consideró un minuto mi

el uso de la fuerza. Estaba grave en los dos últimos años, Habían empezado a salir a respuesta, y yo intenté con

pensando en otra ocurrencia porque alguien del bando de finales del año anterior. Los todas mis fuerzas no desviar

cuando los tres a la vez vimos los guays había dado la orden dos iban a ir a la Universidad la mirada de sus ojos bizcos.
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Movió muy suavemente la Conseguirte una pareja para hablar del baile de contaba con casi cuatro años

cabeza, se apartó de la el baile es tan duro que mil graduación, aunque me de experiencia mirando

taquilla y se marchó a su monos tecleando en mil importaba una mierda. Así era aquellos relojes, su lentitud

primera clase de la mañana: máquinas de escribir durante la vida aquella mañana: nada nunca dejaba de

Mantenimiento de los mil años no escribirían «Iré al importaba demasiado, ni las sorprenderme. Si alguna vez

Músculos Pectorales. Sonó el baile de graduación con Ben» cosas buenas ni las malas. me dicen que me queda un

segundo timbre. Faltaba un ni una sola vez — dije. Ben no Nos dedicábamos a día de vida, me iré directo a

minuto para que empezaran pudo resistirse a machacarse divertirnos, y nos iba las sagradas aulas de la

las clases. Radar y yo a sí mismo: —Tengo tan razonablemente bien. Pasé Winter Park High School,

teníamos cálculo, y Ben tenía pocas posibilidades que hasta las tres horas siguientes en donde se sabe que un día

matemáticas finitas. Nuestras la abuela de Q me ha clase, intentando no mirar los dura mil años. Pero, por más

clases estaban una al lado de rechazado. Me ha dicho que relojes de encima de las que pareciera que la física de

la otra. Nos dirigimos juntos a estaba esperando a que se lo diversas pizarras, y luego la tercera hora no iba a acabar

ellas, los tres en fila, pidiera Radar. Radar asintió mirándolos y nunca, acabó y de repente

confiando en que la marea despacio. —Es verdad, Q. A sorprendiéndome de que solo estaba en la cafetería con

humana se abriera lo tu abuela le encantan tus hubieran pasado unos Ben. Radar comía más tarde

suficiente para dejarnos colegas. Era patéticamente minutos desde la última vez con los demás amigos, así

pasar, y así fue. — fácil olvidarse de Chuck y que había mirado. Aunque que Ben y yo solíamos
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sentarnos solos, con un par escrito una nota. Alcé las momento, y luego Ben me Hola —le contesté. Conocía

de asientos entre nosotros y cejas en un gesto miró muy serio y me dijo: — de vista a Angela porque

un grupo de tipos de teatro. interrogante. Ben metió una Voy a dar mucho juego en la había ido a alguna clase con

Aquel día los dos comíamos mano en un bolsillo del facultad. Saldré en el Libro ella, pero no nos

minipizzas de pepperoni. —La pantalón corto y me deslizó un Guinness de los Récords, en saludábamos en los pasillos ni

pizza está buena —dije. Ben trozo de papel muy doblado. la categoría «Ha dejado a más cuando nos encontrábamos

asintió distraído. —¿Qué Lo aplané: Ben: Me pavas satisfechas». Me reí. por ahí. Le indiqué con un

pasa? —le pregunté. —Nazza encantaría ir al baile contigo, Estaba pensando que los gesto que se sentara y acercó

—dijo con la boca llena de pero ya he quedado con padres de Radar aparecían una silla a la mesa. —Chicos,

pizza. Tragó—. Ya sé que Frank. Lo siento. C. Lo doblé realmente en el Libro supongo que conocéis a

crees que es una gilipollez, de nuevo y volví a deslizarlo Guinness cuando vi por Marcus mejor que nadie —dijo

pero quiero ir al baile. —Uno: por la mesa. Recordé haber encima de nosotros a una empleando el nombre real de

sí, creo que es una gilipollez; jugado al fútbol de papel en guapa afroamericana con Radar, con los codos en la

dos: si te apetece ir, ve, y tres: aquellas mesas. —Vaya pequeñas rastas de punta. mesa. —Es un trabajo de

si no me equivoco, ni siquiera mierda —le dije. —Sí, ya ves. Tardé unos segundos en mierda, pero alguien tiene que

se lo has pedido a nadie. —Se El sonido ambiental parecía darme cuenta de que era hacerlo —le contestó Ben

lo he pedido a Cassie Hiney echársenos encima. Nos Angela, la novia de Radar, sonriendo. —¿Creéis que se

en la clase de mates. Le he quedamos callados un supongo. —Hola —me dijo. — avergüenza de mí o algo así?
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Ben se rió. —¿Qué? No —le impávido. —De verdad, raros? Pensé en cómo Aunque seguramente no es

contestó. —Técnicamente — chicos, ¿vosotros no os responder sinceramente a su muy buena con los

añadí—, deberías ser tú la preocuparíais? No sé, pregunta. —No, no. Son ordenadores. Necesitamos a

que se avergonzara de él. llevamos cinco semanas guays. Solo algo alguien bueno. Además,

Miró hacia arriba y sonrió. Una saliendo y ni siquiera me ha sobreprotectores, supongo. apuesto a que no tiene ni idea

chica acostumbrada a los llevado a su casa. —Ben y yo —Sí, sobreprotectores — del Resurrection, nuestro

piropos. —Pues nunca me ha intercambiamos una mirada convino Ben un poco videojuego favorito. Por

invitado a salir con vosotros. cómplice, y yo me estrujé la demasiado deprisa. Angela cierto, una buena salida decir

—Ahhh —dije; por fin lo cara para no soltar una sonrió y se levantó diciendo que los viejos de Radar son

pillaba—. Eso es porque se carcajada—. ¿Qué pasa? — que tenía que ir a saludar a sobreprotectores. —Bueno,

avergüenza de nosotros. Se preguntó Angela. —Nada —le alguien antes de que acabara no es cosa mía decírselo — le

rió. —Parecéis bastante contesté—. Sinceramente, la hora de comer. Ben esperó respondí. —A ver cuánto

normales. —Nunca has visto Angela, si te obligara a salir a que se hubiera marchado tarda en ver la Residencia

a Ben esnifando Sprite por la con nosotros y te llevara a su para abrir la boca. —Esta Museo del Equipo de Radar

nariz y sacándolo por la boca casa cada dos por tres... — chica es impresionante —me —dijo Ben sonriendo. La

—le dije. —Soy como una Sin la menor duda significaría dijo. —Lo sé —le contesté—. pausa casi había terminado,

enloquecida fuente que no le gustas —terminó Me pregunto si podríamos así que Ben y yo nos

carbonatada —añadió Ben, Ben. —¿Sus padres son sustituir a Radar por ella. — levantamos y dejamos las
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bandejas en la cinta mucho sobre política de los pregunté sonriendo. —Cállate DEL MUNDO DE SANTA

transportadora, la misma a la huevos de un burro —le —me contestó pegándome un CLAUS NEGROS. Aunque

que Chuck Parson me había contesté—. Oye, hablando de codazo en la barriga. —Vives había oído decir a Radar «la

lanzado el primer año de las razones por las que en una casa preciosa —le colección más grande del

instituto, lo que me envió al deberías hacer la pausa del dije. —En serio, colega — mundo de Santa Claus

inframundo de la plantilla de mediodía una hora antes, añadió Ben—. Es una chica negros» unas mil veces en la

lavaplatos de Winter Park. acabamos de comer con muy maja. No entiendo por vida, nunca dejaba de

Nos dirigimos a la taquilla de Angela. —Sí —dijo Ben qué no se la presentas a tus parecerme divertido. Pero no

Radar, y allí estábamos sonriéndole con suficiencia—, padres y le enseñas la Finca lo decía en broma. Recordé la

cuando llegó corriendo, justo quiere saber por qué nunca la Radar. Radar lanzó sus libros primera vez que había ido a

después del primer timbre. — has llevado a tu casa. Radar a la taquilla y la cerró. El ruido su casa. Tenía yo unos trece

En la clase de política he lanzó un largo soplido de conversaciones que nos años. Era primavera, varios

decidido que sería capaz de mientras giraba la cerradura rodeaba se silenció un poco meses después de las

chuparle los huevos a un de combinación para abrir la mientras levantaba los ojos al Navidades, pero los Santa

burro, literalmente, si con eso taquilla. Soltó tanto aire que cielo y gritaba: —NO ES Claus seguían en las repisas

pudiera librarme de esa clase pensé que iba a desmayarse. CULPA MÍA QUE MIS de las ventanas. Santa Claus

hasta el final del trimestre — —Mierda —dijo por fin. —¿Te PADRES TENGAN LA negros de papel colgaban de

dijo. —Puedes aprender avergüenzas de algo? —le COLECCIÓN MÁS GRANDE la barandilla de la escalera.
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Velas con Santa Claus negros esquina del cuarto de baño de Monumento a Santa Claus me ocurrirá algo. Me dirigí a la

adornaban la mesa del invitados, un cuarto de baño oficial, según la Sociedad clase de política, y Ben a una

comedor. Un cuadro de Santa empapelado con un papel Navideña. —Solo tienes que optativa sobre diseño de

Claus negro estaba colgado casero con Santa Claus contárselo, tío —le dije—. videojuegos. Contemplé

encima de la chimenea, en negros pintados y una Solo tienes que decirle: relojes durante dos clases

cuya repisa se alineaban esponja en forma de Santa «Angela, me gustas, de más y, al final, cuando

también figuritas de Santa Claus. Todas las habitaciones verdad, pero hay algo que terminé, mi pecho irradiaba

Claus negros. Tenían un de la casa, menos la de tienes que saber: cuando alivio. El final de cada día era

dispensador de caramelos Radar, estaban llenas de vayamos a mi casa y nos como un anticipo de nuestra

PEZ con cabeza de Santa Santa Claus negros de yeso, enrollemos, dos mil graduación, para la que

Claus negro comprado en plástico, mármol, barro, cuatrocientos ojos de mil faltaba poco más de un mes.

Namibia. El Santa Claus madera, resina y tela. En total, doscientos Santa Claus Volví a casa. Me comí dos

negro de plástico y con luz los padres de Radar tenían negros nos observarán. —Sí sándwiches de mantequilla de

que colocaban en el diminuto más de mil doscientos Santa —convino Radar pasándose cacahuete y mermelada para

patio desde el día de Acción Claus negros de todo tipo. una mano por el pelo rapado y merendar. Vi póquer en la

de Gracias hasta Año Nuevo Como constaba en una placa moviendo la cabeza—. No tele. Mis padres llegaron a las

pasaba el resto del año por encima de la puerta de la creo que se lo diga seis, se abrazaron y me

vigilando con orgullo en una calle, la casa de Radar era un exactamente así, pero ya se abrazaron a mí. Cenamos
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macarrones. Me preguntaron también. En nuestra habría podido ser cualquier pintada de negro y de que

por el instituto. Luego me conversación utilizó cuatro otro día... hasta justo antes de llevaba una sudadera negra.

preguntaron por el baile de veces la frase «la colección las doce de la noche, cuando —¿Estás practicando

graduación. Se maravillaron más grande del mundo de Margo Roth Spiegelman abrió cibersexo? —me preguntó. —

de lo bien que me habían Santa Claus negros» y yo me la ventana de mi habitación, Estoy chateando con Ben

educado. Me contaron que en reí cada vez. Le dije que me sin mosquitera, por primera Starling. —Eso no responde a

su época habían tenido que alegraba de que tuviera novia. vez desde aquella noche en mi pregunta, pervertido. Me

tratar con gente a la que no Me comentó que el verano que me había pedido que la reí con torpeza y luego me

habían educado tan bien. sería genial. Estuve de cerrara, hacía nueve años. acerqué a la ventana, me

Fueron a ver la tele. Yo fui a acuerdo. Era 5 de mayo, pero arrodillé y me coloqué a solo
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mi habitación a revisar el podría haber sido cualquier unos centímetros de su cara.
Al oír que la ventana se abría,
correo. Escribí un rato sobre otro día. Mis días eran No podía imaginarme por qué
me giré y vi que los ojos
El gran Gatsby para la clase apaciblemente idénticos entre estaba allí, en mi ventana, y
azules de Margo me miraban
de literatura. Leí otro rato el sí. Siempre me había con la cara pintada. —¿A qué
fijamente. Al principio solo vi
Federalista para preparar con gustado. Me gustaba la rutina. debo el placer? —le pregunté.
sus ojos, pero en cuanto se
tiempo el examen final de Me gustaba aburrirme. No Margo y yo seguíamos
me adaptó la vista me di
política. Chateé con Ben y quería, pero me gustaba. Y teniendo buen rollo, supongo,
cuenta de que tenía la cara
luego Radar se conectó por eso aquel 5 de mayo pero no hasta el punto de
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quedar en plena noche con la durmiendo en su habitación. Y cinco exigen que alguien esté delito. —No —repuse en tono

cara pintada de negro. Para a Myrna Mountweazel le da un esperándome para salir firme. —¿No es un delito o no

eso ya tenía a sus amigos, puto derrame cerebral cada corriendo. Cuando yo no vas a ayudarme? —No voy a

seguro. Yo no estaba entre vez que me ve. Vaya, que enfocaba la mirada, Margo ayudarte. ¿No puedes

ellos. —Necesito tu coche — perfectamente podría colarme era toda ojos flotando en el reclutar a alguna de tus

me explicó. —No tengo coche en la habitación, robar la caja espacio. Luego volvía a fijar la subordinadas para que te

—le contesté, y era un tema fuerte, forzarla, coger las mirada y veía el contorno de lleve? Lacey y/o Becca hacían

del que prefería no hablar. — llaves y largarme, pero el caso su cara, la pintura todavía siempre lo que ella decía. —

Bueno, pues el de tu madre. es que no merece la pena húmeda en su piel. Sus La verdad es que son parte

—Tú tienes coche —le intentarlo, porque Myrna pómulos se triangulaban del problema —me dijo

comenté. Margo infló las Mountweazel se pondrá a hacia la barbilla, y sus labios, Margo. —¿Qué problema? —

mejillas y suspiró. —Cierto, ladrar como una loca en negros como el carbón, le pregunté. —Hay once

pero resulta que mis padres cuanto asome por la puerta. esbozaban apenas una problemas —me contestó con

me han quitado las llaves del Así que, como te decía, sonrisa. —¿Algún delito? —le cierta impaciencia. —Sin

coche y las han metido en una necesito un coche. Y también pregunté. —Hum —me delitos —dije yo. —Te juro por

caja fuerte, que han dejado necesito que conduzcas tú, contestó Margo—. Dios que no te pediré que

debajo de su cama, y Myrna porque esta noche tengo que Recuérdame si el cometas ningún delito. Y en

Mountweazel, la perra, está hacer once cosas, y al menos allanamiento de morada es un aquel preciso instante se
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encendieron todos los focos todo eso. —¿Solo estás Cuando cumplí dieciséis monovolumen Chrysler.

que rodeaban la casa de charlando con Quentin? —Sí. años, mis padres me hicieron Exactamente del

Margo. En un rápido —Y entonces ¿por qué te has un regalo muy pequeño. Supe monovolumen Chrysler de mi

movimiento, saltó por mi pintado la cara de negro? en cuanto me lo dieron que madre. —¿Me regaláis una

ventana, se metió en mi Margo dudó solo un instante. eran las llaves de un coche, y llave de tu coche? —le

habitación y se tiró debajo de —Papá, responderte a esa casi me meo encima, porque pregunté a mi madre. —Tom

mi cama. En cuestión de pregunta exigiría horas y sé me habían repetido una y mil —le dijo a mi padre—, te dije

segundos, su padre salió al que seguramente estás muy veces que no podían que le daría falsas

patio. —¡Margo! —gritó—. ¡Te cansado, así que vuelve a... comprarme un coche. Pero esperanzas. —No me eches

he visto! Desde debajo de la —¡A casa! —gritó—. ¡Ahora cuando me entregaron la la culpa a mí —le respondió

cama me llegó un ahogado mismo! Margo me agarró de la cajita envuelta, pensé que me mi padre—. Estás sublimando

«Ay, joder». Margo salió camisa, me susurró al oído habían tomado el pelo y que al tus propias frustraciones por

rápidamente, se levantó, se «Vuelvo en un minuto» y salió final tendría un coche. Quité el mi sueldo. —¿Este análisis

acercó a la ventana y dijo: — por la ventana. En cuanto envoltorio y abrí la cajita, que que me sueltas no tiene algo

Vamos, papá. Solo intento hubo salido, cogí las llaves del efectivamente contenía una de agresión pasiva? —le

charlar con Quentin. Te pasas coche de encima de la mesa. llave. La observé y descubrí preguntó mi madre. —¿Y las

el día diciéndome que sería Las llaves son mías, aunque que era la llave de un acusaciones de agresión

una influencia fantástica y lo trágico es que el coche no. Chrysler. La llave de un pasiva no son agresiones
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pasivas por naturaleza? —le de opinión. —Tengo clase bien con vosotros en el puertas — demasiado ruido—

contestó mi padre. Y siguieron mañana —le dije. —Sí, lo sé instituto? —Uf —le contesté , así que, con las puertas

así un rato. La cuestión era la —me contestó Margo—. con recelo, aunque lo cierto abiertas, puse el coche en

siguiente: tendría acceso a Mañana tenemos clase, y era que siempre había punto muerto, empujé con el

ese fenómeno vehicular que pasado mañana, y si lo pienso supuesto que había sido pie en el asfalto, y el

es el monovolumen Chrysler demasiado, acabaré Margo la que había impedido monovolumen rodó por el

último modelo, menos cuando zumbada. Así que sí, es una que Chuck Parson y los de su camino. Avanzamos despacio

mi madre lo utilizara. Y como noche antes de clase. Por eso calaña nos putearan. hasta dejar atrás un par de

mi madre iba al trabajo en tenemos que irnos ya, porque Parpadeó. Se había pintado casas y luego encendí el

coche cada mañana, yo solo tenemos que estar de vuelta de negro hasta los párpados. motor y las luces. Cerramos

podría utilizarlo los fines de por la mañana. —No sé... —Q —Q —me dijo—, tenemos las puertas y conduje por las

semana. Bueno, los fines de —me dijo—. Q. Cariño. que irnos. Y fui. Salté por la sinuosas calles de la

semana y en mitad de la puta ¿Cuánto hace que somos ventana y corrimos por la interminable Jefferson Park,

noche. Margo tardó más del muy amigos? —No somos pared lateral de mi casa con la con sus casas que todavía

prometido minuto en volver a amigos. Somos vecinos. — cabeza agachada hasta que parecían nuevas y de plástico,

mi ventana, aunque no mucho Joder, Q. ¿No soy amable abrimos las puertas del como un pueblo de juguete

más. Pero durante su contigo? ¿No ordeno a mis monovolumen. Margo me que albergara decenas de

ausencia empecé a cambiar compinches que se porten susurró que no cerrara las miles de personas reales.
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Margo empezó a hablar. —El alguien en la cama? — pero, joder, últimamente es últimos, los últimos serán los

caso es que ni siquiera les Asentí—. Sí, bueno, mi madre como vivir en una dictadura primeros, y los mansos

importa, solo creen que mis ha puesto en mi habitación fascista. —¿Vas a decirme heredarán la tierra. Pero antes

hazañas les hacen quedar una mierda de monitor de adónde vamos? —Bueno, de que podamos reorganizar

mal. ¿Sabes lo que acaba de bebés para oír toda la noche primero iremos al Publix. totalmente el mundo, tenemos

decirme mi padre? Me ha mi respiración mientras Porque, por razones que te que comprar varias cosas. Así

dicho: «No me importa que te duermo. Así que he tenido explicaré después, necesito que me metí en el

jodas la vida, pero no nos que darle a Ruthie cinco que me compres unas cosas aparcamiento del Publix, casi

avergüences delante de los pavos para que durmiera en en el supermercado. Y luego vacío, y aparqué. —Oye,

Jacobsen. Son nuestros mi habitación y luego me he iremos al Walmart. —¿Cómo? ¿cuánto dinero llevas

amigos». Ridículo. Y no te vestido en la suya. —Ruthie ¿Vamos a ir de gira por todas encima? —me preguntó. —

imaginas lo que me ha es la hermana menor de las tiendas de Florida? —le Cero dólares y cero céntimos

costado salir de esa puta Margo—. Ahora es una pregunté. —Cariño, esta —le contesté. Apagué el

casa. ¿Has visto esas mierda de Misión imposible. noche tú y yo vamos a corregir motor y la miré. Metió una

películas en las que se Hasta ahora se trataba de un montón de errores. Y mano en un bolsillo de sus

escapan de la cárcel y meten escabullirse como en vamos a introducir errores en vaqueros oscuros y

ropa debajo de las sábanas cualquier puta casa normal, algunas cosas que están bien. ajustados, y sacó varios

para que parezca que hay subir a la ventana y saltar, Los primeros serán los billetes de cien dólares. —Por
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suerte, Dios ha provisto —me El problema con Margo Roth hecho una lista. Si tienes medianas. —Me tendió la lista

contestó. —¿Qué mierda es Spiegelman era que alguna duda, llámame al y un billete de cien dólares, y

esto? —le pregunté. —Dinero realmente lo único que podía móvil. Ah, ahora que lo me dijo—: Con esto bastará.

del bat mitzvah, capullo. No hacer era dejarla hablar, y pienso, antes me he tomado La lista de Margo: 3 Peces

tengo permiso para acceder a cuando se callaba, animarla a la libertad de meter algunas Gato enteros, Envueltos por

la cuenta, pero me sé la seguir hablando, por la provisiones en la parte de separado. Veet (para Afeitarte

contraseña de mis padres sencilla razón de que: 1) atrás del coche. —¿Cómo? las piernas Sin maquinilla,

porque utilizan estaba indiscutiblemente ¿Antes de que aceptara está con los cosméticos para

«myrnamountw3az3l» para enamorado de ella; 2) era una implicarme? —Bueno, sí. Mujeres) Vaselina un pack de

todo. Así que he sacado chica sin precedentes se Técnicamente sí. En fin, Seis latas de refresco

dinero. Intenté disimular mi mirara por donde se mirase, y llámame si tienes alguna Mountain Dew Una docena de

sorpresa, pero se dio cuenta 3) la verdad es que ella nunca pregunta, pero coge el bote de Tulipanes una Botella De

de cómo la miraba y me sonrió me preguntaba nada, así que vaselina que es más grande agua Pañuelos de papel un

con suficiencia. —Será la única manera de evitar el que tu puño. Hay vaselina Espray de pintura azul —Muy

básicamente la mejor noche silencio era que siguiera pequeña, vaselina mediana y interesantes tus mayúsculas

de tu vida. hablando. Ya en el una vaselina enorme, que es — le dije. —Sí, creo

aparcamiento del Publix me la que tienes que coger. Si no firmemente en las


3
dijo: —Bueno, veamos. Te he la tienen, coge tres de las mayúsculas aleatorias. Las
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reglas de las mayúsculas son quiero meterme en futuro. Levantó la mirada que obviamente a ella

muy injustas con las palabras problemas, de verdad —le dije hacia mí, ya con casi toda la también le importaba un poco,

que están en medio. No tengo a Margo al volver al coche cara limpia, y me lanzó una porque sacaba buenas notas

muy claro qué se supone que mientras se limpiaba la pintura mínima expresión de sonrisa. y por eso al año siguiente

tienes que decirle a la cajera negra de la cara con la botella —Me sorprende que toda esa entraría en un programa de

del supermercado a las doce de agua y los pañuelos. Al mierda pueda parecerte alto rendimiento de la

y media de la noche cuando parecer solo se había pintado remotamente interesante. — Universidad de Florida, pero

colocas en la cinta seis kilos para salir de su casa—. En la ¿Cómo? —Ir o no ir a la Margo se limitó a

de pez gato, Veet, el bote carta de admisión de la universidad. Meterse o no contestarme: —Walmart.

gigante de vaselina, un pack Universidad de Duke se meterse en problemas. Sacar Entramos en el Walmart y

de seis refrescos de naranja, explicita que no me aceptarán un sobresaliente o sacar un cogimos una barra de

un espray de pintura azul y si me detiene la policía. — muy deficiente en el instituto. seguridad para fijar el volante.

una docena de tulipanes. Eres demasiado nervioso, Q. Tener o no tener futuro —¿Para qué necesitamos la

Pero lo que le dije fue: —No —No nos metamos en profesional. Tener una casa barra? — le pregunté a Margo

es tan raro como parece. La problemas, por favor —le grande o una pequeña, en mientras avanzábamos por la

mujer carraspeó, pero no dije—. Vaya, que me parece propiedad o en alquiler. Tener sección de jóvenes. Margo se

levantó la mirada. —Pues lo bien que nos divirtamos y todo o no tener dinero. Es muy las arregló para soltarme uno

parece —murmuró. —No eso, pero no a expensas de mi aburrido. Empecé a decirle de sus habituales monólogos
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frenéticos sin contestar a mi vez más futuro, así que Me dio la impresión de que zumbido que resonó en mi

pregunta. —¿Sabías que, pasaba más tiempo pensando Margo divagaba para evitar mi cabeza como el equivalente

durante casi toda la historia de en él. En el futuro. Y ahora la pregunta, de modo que la auditivo de un derrame

la especie humana, el vida se ha convertido en el repetí. —¿Para qué cerebral. —Perdona. No te he

promedio de vida ha sido futuro. Vives cada instante de necesitamos la barra? Margo oído. ¿Qué decías? —me

inferior a treinta años? tu vida por el futuro... Vas al me dio un manotazo suave en preguntó. —Deja de t... Y

Disponían de unos diez años instituto para poder ir a la la espalda. —Bueno, está volvió a tocar la bocina. Un

de vida adulta, ¿no? No universidad, y así podrás claro que lo descubrirás esta empleado del Walmart algo

planificaban su jubilación. No encontrar un buen trabajo, y misma noche. Y entonces, en mayor que nosotros se

planificaban su carrera así podrás comprarte una la sección de náutica, Margo acercó. —Eh, no podéis

profesional. No planificaban bonita casa, y así podrás encontró una bocina de aire. usarla aquí —nos dijo. —

nada. No tenían tiempo para permitirte mandar a tus hijos a La sacó de la caja y levantó el Perdona, no lo sabía —le

hacer planes. No tenían la universidad para que brazo. —No —le dije. —No contestó Margo con aparente

tiempo para pensar en el puedan encontrar un buen ¿qué? —me preguntó. —No sinceridad. —Tranqui. La

futuro. Pero luego las trabajo y así puedan toques la bocina —le verdad es que no me importa.

expectativas de vida comprarse una bonita casa y contesté. Aunque cuando iba Y la conversación pareció

empezaron a aumentar y la así puedan permitirse mandar por la t de «toques», presionó zanjada, pero el chico no

gente empezó a tener cada a sus hijos a la universidad. y la bocina soltó un espantoso dejaba de mirar a Margo, y
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sinceramente no le culpo, que es mi primo —le dijo. Se 4 literatura del año pasado. En

porque es difícil dejar de colocó a mi lado, me pasó la realidad no había leído todo el
Circulábamos por una
mirarla. —¿Qué vais a hacer mano por la cintura, de modo poema al que pertenecía
autopista providencialmente
esta noche, chicos? — que sentí cada uno de sus aquel verso, pero algunos
vacía, y yo seguía las
preguntó por fin el empleado. dedos tensos sobre mi fragmentos se me habían
indicaciones de Margo. El
—No gran cosa —le contestó cadera, y añadió—: Y mi quedado grabados en la
reloj del salpicadero marcaba
Margo —. ¿Y tú? —Salgo a la amante. El chico miró al techo mente. —Ah, es una cita —me
la 1.07. —Es precioso,
una y luego iré a un bar de y se marchó. Margo dejó la dijo un poco decepcionada. Vi
¿verdad? —me preguntó.
Orange. Si quieres venir... mano en mi cintura un su mano en la guantera
Como se había girado para
Pero tienes que dejar en casa instante y aproveché la central. Podría haber metido
mirar por la ventanilla, apenas
a tu hermano. Son muy ocasión para rodearla con el también la mía, y nuestras
la veía —. Me encanta ir en
estrictos con el carnet de brazo yo también. —Eres mi manos habrían estado en el
coche deprisa a la luz de las
identidad. ¿Su qué? —No soy prima favorita —le dije. mismo sitio al mismo tiempo.
farolas. —Luz —dije—, el
su hermano —le dije con la Sonrió, me dio un golpecito Pero no lo hice. —Repítelo —
recordatorio visible de la Luz
mirada clavada en sus con la cadera y se apartó. — me pidió. —Luz, el
Invisible. —Qué bonito. —T.
zapatillas de deporte. Y Como si no lo supiera —me recordatorio visible de la Luz
S. Eliot —añadí—. Tú también
entonces Margo siguió contestó. Invisible. —Sí, joder, es
lo leíste. En la clase de
mintiendo. —La verdad es bueno. Debe de funcionarte
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con tu ligue. —Ex ligue —la sus palabras. Siempre puesto a gritar como una loca, Bueno, no es famosa por su

corregí. —¿Suzie te ha hablaba así, con ese Becca se ha abrazado a Clint personalidad ni por su

plantado? —me preguntó perceptible ritmo, como si Bauer, y Jase se ha quedado generosidad, así que será

Margo. —¿Cómo sabes que recitara poesía. —Vale, ahí plantado como un porque está buena. —No está

ha sido ella la que me ha bueno, lo siento. Pero lo gilipollas, cayéndole la baba tan buena como tú —le dije

plantado a mí? —Ay, perdona. entiendo. El guapo de mi pegajosa de su apestosa sin pensármelo dos veces. —

—Aunque sí me plantó ella — novio lleva meses follándose boca. Estaba claro que había Siempre me ha parecido

admití. Margo se rió. a mi mejor amiga. La miré, malinterpretado la escena del ridículo que la gente quiera

Habíamos cortado hacía pero, como tenía todo el pelo vestíbulo. —Qué raro, porque estar con alguien solo porque

meses, pero no culpé a Margo en la cara, no pude distinguir Chuck Parson me ha es guapo. Es como elegir los

por no prestar atención al si lo decía de broma. —¿En preguntado esta mañana qué cereales del desayuno por el

mundo de los rollos de serio? —No dijo nada—. Pero sabía de ti y de Jase. —Sí, color, no por el sabor. Es la

segunda división. Lo que esta misma mañana estabas bueno, Chuck hace lo que le próxima salida, por cierto.

sucede en la sala de ensayo riéndote con él. Te he visto. — piden, supongo. Seguramente Pero yo no soy guapa, al

se queda en la sala de No sé de qué me hablas. Me Jase le había ordenado que menos no de cerca. En

ensayo. Margo había puesto he enterado antes de la descubriera quién lo sabía. — general, cuanto más se me

los pies en el salpicadero y primera clase, luego me los he Joder, ¿por qué iba a acercan, menos guapa les

movía los dedos al ritmo de encontrado charlando y me he enrollarse con Becca? — parezco. —No es... —empecé
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a decir. —Da igual —me andamos por la sala de del Walmart. Bueno, seguro Becca están en casa.

contestó. Me pareció injusto ensayo sospechamos desde que vamos a divertirnos —dijo Probemos en la siguiente. Es

que un gilipollas como Jason hace tiempo que Becca desenvolviendo la barra de lo primero que tenemos que

Worthington pudiera tener mantiene su preciosa figura seguridad. —¿Puedo hacer. —De acuerdo —le

sexo con Margo y con Becca, porque no come nada aparte preguntarte ya adónde dije—, pero luego volvemos a

cuando individuos de las almas de los gatitos y vamos? —A casa de Becca — casa. —No, luego pasamos a

perfectamente agradables los sueños de los niños me contestó. —Oh, no —dije la segunda parte de once. —

como yo no tienen el privilegio pobres. —Becca da asco — frenando en un stop. Con el Margo, no es buena idea. —

de tener sexo con ninguna de dije para que Margo volviera a coche en punto muerto Limítate a conducir —me

las dos... ni con cualquier otra, la conversación. —Sí —me empecé a decirle a Margo que contestó. Y eso hice.

la verdad. Dicho esto, me contestó mirando por la la llevaba a su casa. —No Encontramos el Lexus de

gusta pensar que soy el tipo ventanilla. Su pelo reflejaba la cometeremos ningún delito. Jase a dos manzanas de la

de persona que no se luz de las farolas. Por un Te lo prometo. Tenemos que calle de Becca, aparcado en

enrollaría con Becca segundo pensé que quizá encontrar el coche de Jase. una calle sin salida. Margo

Arrington. Puede estar buena, estaba llorando, pero La calle de Becca es la saltó del monovolumen con la

pero también es: 1) enseguida se recuperó, se primera a la derecha, pero barra de seguridad en la mano

tremendamente sosa, y 2) una puso la capucha y sacó la Jase no habrá aparcado en su antes incluso de que

total y absoluta zorra. Los que barra de seguridad de la bolsa calle, porque los padres de hubiéramos frenado del todo.
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Abrió la puerta del conductor punto de estallarme. Giré en me cantó. Sonó una vez, dos, patio de Becca. Margo me

del Lexus, se sentó y colocó la la calle de Becca y aparqué a y luego una somnolienta voz pasó la cámara y observé

barra de seguridad en el dos casas de su McMansión. masculina contestó: —¿Sí? mientras se encendía la luz de

volante de Jase. Luego cerró Margo se arrastró hasta la —¿El señor Arrington? — una habitación del primer

con cuidado la puerta del parte de atrás del coche y pregunté. Margo quiso que piso, después la luz de la

coche. —El muy hijo de puta volvió con unos prismáticos y llamara yo porque no había escalera y a continuación la

nunca cierra el coche — una cámara digital. Miró por ninguna posibilidad de que luz de la cocina. Por último, la

murmuró subiendo de nuevo los prismáticos y luego me los reconocieran mi voz. — de la escalera del sótano. —

al monovolumen. Se metió la pasó a mí. Vi luz en el sótano, ¿Quién es? Mierda, ¿qué Ya sale —susurró Margo. No

llave de la barra en el bolsillo, pero no se veía movimiento. hora es? —Señor, creo que supe a qué se refería hasta

extendió un brazo y me pasó Me sorprendió sobre todo que debería saber que su hija está que, por el rabillo del ojo, vi a

la mano por el pelo—. Primera la casa tuviera sótano, porque ahora mismo follando con Jason Worthington asomando

parte lista. Ahora, a casa de en buena parte de Orlando no Jason Worthington en el por la ventana del sótano sin

Becca. Mientras conducía, se puede excavar muy sótano. Y colgué. Segunda camiseta. Echó a correr por el

Margo me explicó la segunda profundo sin que aparezca parte lista. Margo y yo césped en calzoncillos y,

parte y la tercera. —Una idea agua. Me metí la mano en el abrimos las puertas del coche mientras se acercaba, me

genial —le dije, aunque por bolsillo, saqué el móvil y y avanzamos agachados levanté y le saqué una foto,

dentro los nervios estaban a marqué el número que Margo hasta el seto que rodeaba el con lo cual completé la tercera
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parte. Creo que el flash nos de Jason Worthington no descubrí a mí mismo sótano — me dijo. —¿Qué?

sorprendió a los dos. Por un pude evitar reírme. —¡Joder! sintiéndome un poco mal por ¿Por qué? —Cuarta parte:

fugaz momento me miró —exclamó Margo señalando Jason. No era culpa suya llevarnos su ropa por si intenta

parpadeando en la oscuridad la foto. Al parecer, con las tener un micropene y a una volver a colarse en la casa.

y después desapareció en la prisas del momento, Jason no novia genial y vengativa. Pero Quinta parte: dejarle el

noche. Margo tiró de la pierna había podido meterse el entonces recordé que, pescado a Becca. —No. —Sí.

de mis vaqueros. Miré hacia pajarito dentro de los cuando íbamos a sexto, Jase Ahora —me dijo—. Está arriba

abajo y la vi sonriendo de calzoncillos, así que ahí prometió no darme un aguantando el chaparrón de

oreja a oreja. Extendí la mano, estaba, colgando, capturado puñetazo en el brazo si me sus padres. Pero ¿cuánto

la ayudé a levantarse y digitalmente para la comía un gusano vivo, de tiempo durará el sermón?

corrimos hacia el coche. posteridad. —Es un pene en modo que me comí un gusano Bueno, ¿qué opinas? «No

Estaba metiendo la llave en el el mismo sentido que Rhode vivo, y entonces me dio un debes cepillarte al novio de

contacto cuando me dijo: — Island es un estado —dijo puñetazo en la cara. Así que Margo en el sótano.» Es

Déjame ver la foto. Le pasé la Margo —: su historia puede no tardé mucho en dejar de básicamente un sermón de

cámara y vimos aparecer la ser ilustre, pero sin duda no es sentirme mal. Cuando miré a una frase, así que tenemos

foto juntos, con nuestras larga. Giré la cara hacia la Margo, estaba observando la que darnos prisa. Salió del

cabezas casi pegadas. Al ver casa y vi que ya habían casa con los prismáticos. — coche con el espray de pintura

la cara pálida y sorprendida apagado la luz del sótano. Me Tenemos que entrar en el en una mano y un pez gato en
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la otra. —No es buena idea — con un cinturón de piel, unas hombro y la miré con los ojos Margo me siguió. Oí la puerta

susurré. Pero me agaché, chanclas, una gorra de como platos. Se limitó a de la calle de la casa de

como ella, y la seguí hasta la béisbol con el logo de los sonreír y abrió el espray de Becca abriéndose, aunque no

ventana del sótano, que Wildcats del Winter Park y una pintura la mar de tranquila. la vi, pero ni me paré ni me

todavía estaba abierta. — camiseta azul celeste. Me giré Salté por la ventana, me giré y giré cuando una atronadora

Entro yo primero —me dijo. hacia Margo, que me tendió el vi a Margo inclinada sobre la voz gritó «¡ALTO!», ni siquiera

Metió los pies por la ventana y pescado envuelto y un lápiz mesa, agitando la pintura con cuando oí el inconfundible

los apoyó en la mesa del de color violeta brillante de calma. Con un movimiento sonido de una escopeta

ordenador de Becca. Tenía Becca. Me dijo lo que tenía elegante —de los que hacen cargándose. Oí a Margo

medio cuerpo dentro de la que escribir: «Mensaje de pensar en un cuaderno de mascullar «escopeta» detrás

casa, y el otro medio fuera, Margo Roth Spiegelman: Tu caligrafía o en el Zorro —, de mí —no parecía alterada,

cuando le pregunté: —¿No amistad con ella duerme con pintó la letra M en la pared, se había limitado a hacer una

puedo quedarme vigilando? los peces». Margo escondió el por encima de la mesa. observación —, y entonces,

—Mueve el culo de una vez — pescado en el armario de Extendió las manos hacia mí y en lugar de avanzar pegado al

me contestó. Y lo hice. Recogí Becca, entre pantalones tiré de ella. Estaba ya casi de seto de Becca, me tiré por

rápidamente toda la ropa de cortos doblados. Oí pasos en pie cuando oímos una voz encima de él de cabeza. No

Jason que vi en la alfombra el piso de arriba, di unos aguda gritando: «¡DWIGHT!». sé cómo pensaba aterrizar —

lila de Becca: unos vaqueros golpecitos a Margo en el Cogí la ropa y salí corriendo. quizá un hábil salto mortal o
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algo así—, pero el caso es Winter Park. Jase corría a hecho eso? —me preguntó contesté. —Da igual. Vamos a

que acabé cayendo sobre el toda velocidad, pero no Margo. Encendí las luces y, casa de Karin. Está en la

hombro izquierdo en medio de parecía dirigirse a ningún sitio circulando ya hacia delante, avenida Pennsylvania, cerca

la carretera. Por suerte, la en concreto. Volví a sentir una me metí por el laberinto de de la licorería ABC. —No te

ropa de Jase tocó el suelo punzada de remordimientos al calles en dirección a la cabrees conmigo —le dije—.

antes que yo y amortiguó un pasar por su lado, de modo autopista. —Me ha dado Un tipo acaba de apuntarme

poco el golpe. Solté un taco, y que bajé la ventanilla hasta la pena. —¿Te ha dado pena? con una puta escopeta por

antes de que hubiera mitad y le lancé la camiseta. ¿Por qué? ¿Porque lleva un ayudarte, así que no te

empezado a levantarme sentí No creo que nos viera ni a mes y medio engañándome? cabrees conmigo. —¡NO

las manos de Margo tirando Margo ni a mí, por suerte. ¿Porque seguramente me ESTOY CABREADA

de mí. En un segundo Tampoco había razones para habrá pegado vete a saber CONTIGO! —gritó Margo

estábamos en el coche y di que reconociera el qué enfermedad? ¿Porque es dando un puñetazo al

marcha atrás sin haber monovolumen, dado que —y un imbécil y un asqueroso que salpicadero. —Bueno, estás

encendido las luces, que es no quiero que insistir en el seguramente será rico y feliz gritando. —Pensé que quizá...

más o menos como pasé por tema pueda sonar a que estoy toda su vida, lo que Da igual. Pensé que quizá no

el casi desierto puesto de amargado— no puedo demuestra que el universo es me engañaba. —¿Cómo? —

torpedero del equipo de utilizarlo para ir al instituto. — absolutamente injusto? — Karin me lo dijo en el instituto.

béisbol de los Wildcats del ¿Por qué demonios has Parecía desesperado —le Y supongo que mucha gente
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lo sabía desde hacía tiempo. giré hacia Margo, la vi alzando mierda ha metido ahí huesudos que el resto de su

Pero nadie me lo había dicho. los ojos al cielo. —Mi pulso detrás?», pensé. Abrió el cuerpo, todo él curvas y

Creí que Karin solo pretendía está peligrosamente bolso y sacó un frasco de suaves protuberancias. Tenía

liarla o algo así. —Lo siento — acelerado —le expliqué. —Ni esmalte de uñas de color rojo unos dedos que daban ganas

le dije. —Sí, sí. Me cuesta siquiera recuerdo la última vez tan oscuro que parecía negro. de entrelazarlos. Los recordé

creer que me importe. —El que me puse a cien por algo —Mientras te calmas, me contra mi cadera en el

corazón me va a toda pastilla así. Adrenalina en la garganta pintaré las uñas —me dijo Walmart y me dio la impresión

— añadí. —Así sabes que y los pulmones hinchados. — mirándome a través del de que habían pasado varios

estás divirtiéndote — me Inspirar por la nariz y espirar flequillo y sonriéndome—. días. Mi corazón recuperó su

contestó Margo. Pero no me por la boca —le contesté. — Tómate el tiempo que ritmo normal e intenté decirme

parecía divertido. Lo que me Todas tus pequeñas necesites. Y nos quedamos a mí mismo: Margo tiene

parecía era que iba a darme preocupaciones. Es tan... — allí sentados, ella con su razón. No hay nada que temer

un infarto. Entré en el ¿Bonito? —¿Así es como pintaúñas en el salpicadero, y en esta noche tranquila, en

aparcamiento de un 7-Eleven, llaman últimamente a la yo tomándome el pulso con un esta pequeña ciudad.

me llevé un dedo a la yugular inmadurez? —me preguntó dedo tembloroso. El color del
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y controlé mis pulsaciones en sonriendo. Margo se coló pintaúñas no estaba mal, y
—Sexta parte —dijo Margo en
el reloj digital que parpadeaba hasta el asiento trasero y Margo tenía los dedos
cuanto volvimos a arrancar.
cada segundo. Cuando me volvió con un bolso. «¿Cuánta bonitos, más delgados y
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Movía las uñas en el aire exactamente lo que la llamé, dirigíamos a la casa de Karin, dije con solo un ligerísimo

como si estuviera tocando el pero fue algo parecido a Margo pasó a la parte de atrás toque de pena en la voz. —

piano—. Dejar flores en el «llorona, repugnante, idiota, y volvió al asiento delantero Espero que la poli lo

escalón de la puerta de Karin espalda llena de granos, con el ramo de tulipanes. encuentre descalzo,

con una nota de disculpa. — dientes torcidos, zorra culona Pegada al tallo de uno de ellos desesperado y desnudo en

¿Qué le hiciste? —Bueno, con el pelo más horroroso de había una nota que Margo alguna cuneta dentro de una

cuando me contó lo de Jase, Florida... que ya es decir». — había doblado para que semana — me contestó

de alguna manera maté al Su pelo es ridículo —observé. pareciera un sobre. Detuve el Margo sin inmutarse. —

mensajero. —¿Cómo? —le —Lo sé. Fue la única verdad coche, me tendió el ramo, Recuérdame que nunca haga

pregunté. Nos acercábamos a que le dije. Cuando le dices a corrí por la acera, dejé las enfadar a Margo Roth

un semáforo y a nuestro lado alguien barbaridades, no flores en el escalón de la Spiegelman —murmuré. Y

unos chavales en un coche debes decirle ninguna verdad, entrada de Karin y regresé Margo se rió. —Ahora en serio

deportivo aceleraron... como porque luego no puedes corriendo. —Séptima parte — —me dijo—. Estamos

si se me fuera a pasar por la retirarla del todo y ser sincera, me dijo en cuanto entré en el desatando la tormenta sobre

cabeza hacer una carrera con ¿sabes? Es decir, están los coche—: Dejar un pescado al nuestros enemigos. —Tus

el Chrysler. Cuando pisabas reflejos. Están también las agradable señor Worthington. enemigos —la corregí. —Ya

el acelerador, gemía. — mechas. Y luego están las —Me temo que todavía no veremos —me contestó al

Bueno, no recuerdo rayas de mofeta. Mientras nos habrá llegado a su casa —le instante, y entonces
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reaccionó y me dijo —: Oye, grandes y feas para gente la tapa a un boli con los césped de los Worthington y

yo me ocupo de esta parte. El grande y fea —le dije a Margo dientes y garabateó en una se escondió detrás de un

problema en casa de Jason es mientras aparcaba en letra diferente de la suya: «El roble. Me hizo un gesto con la

que tienen un sistema de Casavilla. —Tú lo has dicho. amor que MS sentía Por ti mano en la oscuridad, se lo

seguridad buenísimo. Y no Si alguna vez acabo siendo Duerme Con los Peces». — devolví y entonces respiró

podemos sufrir otro ataque de una de esas personas que Oye, deja el coche encendido dramática y profundamente,

pánico. —Hum —dije. Jason tienen un hijo y siete —me dijo poniéndose la gorra sus mejillas se inflaron, se giró

vivía justo al final de la calle dormitorios, hazme el favor de de béisbol de Jase al revés. — y echó a correr. Había dado

de Karin, en una urbanización pegarme un tiro. Aparcamos De acuerdo —le contesté. — una sola zancada cuando la

hiperrica llamada Casavilla. delante de la casa de Jase, Preparado para largarnos — casa se iluminó como un árbol

Todas las casas de Casavilla una monstruosidad añadió. —De acuerdo. Y sentí de Navidad municipal y

son de estilo español, con arquitectónica que parecía que se me aceleraba el pulso. empezó a sonar una sirena.

tejas rojas y todo eso, solo una inmensa hacienda «Inspirar por la nariz, espirar Por un momento me planteé

que no las construyeron los española, excepto por tres por la boca. Inspirar por la abandonar a Margo a su

españoles. Las construyó el columnas dóricas que se nariz, espirar por la boca.» suerte, pero seguí inspirando

padre de Jason, uno de los alzaban hasta el tejado. Con el pescado y el espray en por la nariz y espirando por la

promotores inmobiliarios más Margo cogió el segundo pez las manos, Margo abrió la boca mientras ella corría

ricos de Florida. —Casas gato del asiento trasero, quitó puerta, corrió por el amplio hacia la casa. Lanzó el
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pescado por la ventana, pero antes de que hubiera cerrado manera, se me ha acelerado otro lado de Jefferson Park, a

las sirenas hacían tanto ruido la puerta. Me detuve en el un poco el pulso. —¡Joder! — un par de kilómetros de mi

que apenas pude oír el cristal stop del final de la calle. — exclamé yo—. ¿No podrías casa, en un bonito bloque de

rompiéndose. Y entonces, ¿Qué mierda haces? Sigue habérselo dejado en el pisos, encima de una

como hablamos de Margo sigue sigue sigue sigue —me coche? ¿O al menos en el papelería, en la misma

Roth Spiegelman, se tomó un dijo Margo. —Bueno, vale — escalón? —Desatamos la manzana en la que había

momento para pintar con le contesté, porque había puta tormenta, Q, no vivido el tipo muerto, por

cuidado una bonita M en la olvidado que estaba lanzando chubascos dispersos. —Dime cierto. Había estado en aquel

parte de la ventana que no se al viento la prudencia. Pasé que la octava parte no es tan edificio porque unos amigos

había roto. Luego corrió hacia de largo los otros tres stops de espantosa. —No te de mis padres vivían en la

el coche, yo tenía un pie en el Casavilla y estábamos a un preocupes. La octava parte es tercera planta. Pero antes de

acelerador y otro en el freno, y par de kilómetros de la un juego de niños. Volvemos llegar al bloque en sí había

en aquellos momentos el avenida Pennsylvania cuando a Jefferson Park. A casa de dos puertas cerradas con

Chrysler parecía un vimos que nos adelantaba un Lacey. Sabes dónde vive, llave. Suponía que ni siquiera

purasangre de carreras. coche de policía con las luces ¿verdad? Lo sabía, aunque Margo Roth Spiegelman

Margo corrió tan deprisa que encendidas. —Ha sido muy Dios sabe que Lacey podría abrirse camino. —

la gorra salió volando, saltó al heavy —dijo Margo —. Vaya, Pemberton nunca se rebajaría ¿Lacey ha sido mala o

coche y salimos zumbando hasta para mí. Por decirlo a tu a invitarme a entrar. Vivía al buena? —le pregunté. —
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Lacey ha sido mala, sin la kilo. Se rió, me hizo un gesto su marguidad. Al final no personalidad». Todo el tiempo

menor duda —me contestó con la mano y me dijo: —Lo sabías si Margo Roth menoscabándome. Creo que

Margo. Volvía a mirar por la que pasa es que te encanta mi Spiegelman estaba gorda o nunca ha dicho nada que en

ventana, sin dirigirse a mí, de culo gordo. Desvié un estaba delgada, como no realidad no fuera un intento de

modo que apenas la oía—. segundo los ojos de la sabes si la torre Eiffel se menoscabación. —

Bueno, hemos sido amigas carretera, y no debería siente o no se siente sola. La Menoscabo. —Gracias, señor

desde la guardería. —¿Y? — haberlo hecho, porque me vio belleza de Margo era una plasta gramatical. —

Y no me contó lo de Jase. la cara, y mi cara decía: especie de recipiente de Gramático —le dije. —¡Te

Pero no es solo eso. «Bueno, en primer lugar, yo perfección cerrado, intacto e mataré! —exclamó sonriendo.

Pensándolo bien, es una no diría que es gordo irrompible. —Pues siempre Di un rodeo por Jefferson Park

pésima amiga. Por ejemplo, exactamente, y en segundo hace ese tipo de comentarios para evitar pasar por nuestras

¿crees que estoy gorda? — lugar, es espectacular». Pero —siguió diciendo Margo —. casas, por si acaso nuestros

Madre mía, no —le contesté— era más que eso. No puedes «Te prestaría estos padres se habían despertado

. No estás... —Y me detuve separar a la Margo persona pantalones cortos, pero no y habían descubierto que no

antes de decir «delgada, pero de la Margo cuerpo. No creo que te queden bien», o estábamos. Bordeamos el

eso es lo mejor de ti. Lo mejor puedes ver lo uno sin lo otro. «Eres muy valiente. Me lago (el lago Jefferson),

de ti es que no pareces un Mirabas a Margo a los ojos y encanta cómo consigues que giramos por Jefferson Court y

chico»—. No te sobra ni un veías tanto su color azul como los chicos se enamoren de tu nos dirigimos hacia el
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pequeño y artificial centro de Amistad con ms Duerme con cerrado. Se metió una mano Oí el asqueroso sonido de las

Jefferson Park, que parecía Los peces». Serpenteamos en el bolsillo y sacó un trozo tripas del pez gato

siniestramente desierto y entre los haces de luz de alambre que alguna vez reventando. Imaginé cómo

tranquilo. Encontramos el circulares de las farolas, había sido una percha. Tardó olería el todoterreno de Lacey

todoterreno negro de Lacey paseando lo más menos de un minuto en después de un día asándose

aparcado frente al restaurante disimuladamente que pueden desbloquear la cerradura. Me al sol y admito que me invadió

de sushi. Aparcamos a una pasear dos personas cuando quedé sorprendido, por una especie de serenidad. —

manzana de distancia, en el una de ellas (Margo) lleva un supuesto. En cuanto hubo Haz una M en el techo —me

primer sitio que encontramos pescado de considerable abierto la puerta del pidió Margo. No me lo pensé

que no estaba debajo de una tamaño envuelto en papel, y la conductor, extendió el brazo y ni un segundo. Asentí, me

farola. —¿Me pasas el último otra (yo) lleva un espray de abrió la de mi lado. —Hey, subí en el parachoques

pescado, por favor? —me pintura azul. Un perro ladró, y ayúdame a levantar el asiento trasero, me incliné hacia

preguntó Margo. Me alegraba los dos nos quedamos —me susurró. Levantamos el delante y rápidamente pinté

de que nos quitáramos de inmóviles, pero enseguida se asiento entre los dos. Margo con el espray una M gigante

encima el pescado, porque ya calló y no tardamos en llegar metió el pescado debajo, en el techo. Normalmente

empezaba a oler. Y entonces al coche de Lacey. —Bueno, contó hasta tres y en un solo estoy en contra del

Margo escribió con su letra en esto complica las cosas — movimiento volvimos a vandalismo, pero también

el papel que lo envolvía: «Tu dijo Margo al ver que estaba colocar el asiento en su sitio. normalmente estoy en contra
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de Lacey Pemberton, y al final centro. Eran las 2.49 de la desesperadamente aburridos. sobrevivido al apocalipsis, y el

esta última resultó ser mi madrugada. Nunca en toda mi Mientras seguía las mundo, todo aquel mundo

convicción más arraigada. vida había estado menos indicaciones de Margo por el sorprendente e infinito, se

Salté del coche y corrí en la cansado. laberinto de calles de un solo abriera ante mí para que lo

oscuridad —mi respiración sentido, vimos a varias explorara. —¿Estás


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era cada vez más acelerada y personas durmiendo en las llevándome de gira turística?
Los turistas nunca van al
más breve— hacia el aceras o sentadas en bancos, —le pregunté. —No —me
centro de Orlando, porque no
monovolumen. Al poner la pero nadie se movía. Margo contestó—. Intento llegar al
tiene nada, aparte de varios
mano en el volante, vi que bajó la ventanilla y sentí en la SunTrust Building. Está justo
rascacielos de bancos y
tenía el dedo índice azul. Lo cara una densa ráfaga de aire, al lado del Espárrago. —Ah —
compañías de seguros. Es
levanté para que Margo lo más cálido de lo habitual por dije, porque por primera vez
uno de esos centros que se
viera. Sonrió, levantó su dedo las noches. Miré a Margo y vi aquella noche disponía de
quedan absolutamente
azul, y ambos se tocaron, su mechones de pelo volando información útil—. Está al sur.
desiertos por la noche y los
dedo azul empujaba alrededor de su cara. Aunque Dejé atrás varias manzanas y
fines de semana, excepto por
suavemente el mío, y mi pulso estaba viéndola, me sentí giré. Margo señaló muy
un par de clubes nocturnos
no conseguía desacelerarse. totalmente solo en medio de contenta, y sí, ante nosotros
medio vacíos para los
—Novena parte —dijo un aquellos edificios altos y estaba el Espárrago.
desesperados y los
buen rato después—: al vacíos, como si hubiera Técnicamente, el Espárrago
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no es un espárrago ni un escultura. Aparqué delante de que incluso sus falsas Hemos allanado la morada de

derivado del espárrago. Es un parquímetro y miré a sonrisas resultaban Becca y la de Jase. Pero en

una escultura rara de diez Margo. La pillé mirando convincentes. —Vamos a este caso la poli no podrá

metros que parece un fijamente al frente con ojos valorar nuestros avances. Y el acusarnos de allanamiento de

espárrago, aunque también inexpresivos, pero no miraba mejor sitio para hacerlo es en morada, puesto que no vamos

he oído compararla con: Un el Espárrago, sino más allá. lo alto del SunTrust Building. a entrar en una morada. —

tallo de judías de vidrio. Una Por primera vez pensé que Miré al cielo. —No. No. Seguro que el SunTrust

representación abstracta de quizá algo iba mal, no del tipo Imposible. Has dicho que no Building tiene guardia de

un árbol. Un monumento a «mi novio es gilipollas», sino habría allanamientos de seguridad o lo que sea —le

Washington, pero verde, de algo malo de verdad. Y yo morada. —No es un dije. —Sí, tiene guardia de

vidrio y feo. El alegre y debería haber dicho algo. Por allanamiento de morada. seguridad —me contestó

gigantesco falo verde del supuesto. Debería haber Basta con entrar, porque hay desabrochándose el cinturón

gigante de la marca Gigante dicho un millón de cosas. Pero una puerta que no está de seguridad—. Por

Verde. En cualquier caso, de me limité a decir: —¿Puedo cerrada con llave. —Margo, supuesto. Se llama Gus.

lo que no cabe la menor duda preguntarte por qué me has es ridículo. Te asegu... — Cruzamos la puerta principal.

es de que no parece una traído al Espárrago? Se giró Estoy dispuesta a admitir que Al otro lado de un mostrador

Torre de Luz, que es como hacia mí y me regaló una esta noche ha habido semicircular estaba sentado

realmente se llama la sonrisa. Margo era tan guapa allanamiento de morada. un chico con una incipiente
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perilla y vestido con uniforme tres y cuarto de la primero —me contestó—. firme, secarme el sudor de la

de vigilante de seguridad. — madrugada..., esas cosas.» Tenemos que darnos prisa, frente e ignorar que me ardían

¿Qué tal, Margo? —le —No demasiado —le ¿vale? Se nos acaba el las piernas. Cuando llegué a

preguntó. —Hola, Gus —le contesté. —Los ascensores tiempo. Margo empezó a subir la planta veinticinco, Margo

contestó Margo. —¿Quién es no funcionan por la noche — los escalones de dos en dos, estaba esperándome en el

este crío? «¡SOMOS DE LA dijo Gus—. Tengo que a toda velocidad y con una descansillo. —Echa un

MISMA EDAD!», quise gritar, apagarlos a las tres. Pero mano en la barandilla, y yo vistazo —me dijo. Abrió la

pero dejé que Margo hablara podéis subir por la escalera. intenté seguirle el paso, pero puerta de la escalera y

por mí. —Es mi amigo Q. Q, —Genial. Hasta luego, Gus. no podía. Margo no hacía entramos en una sala enorme

este es Gus. —¿Qué te —Hasta luego, Margo. — deporte, pero le gustaba con una mesa de roble del

cuentas, Q? —me preguntó ¿Cómo cojones conoces al correr. De vez en cuando la tamaño de dos coches y unos

Gus. «Pues nada, estamos vigilante de seguridad del veía en Jefferson Park ventanales que iban desde el

repartiendo unos cuantos SunTrust Building? — le corriendo sola con los cascos suelo hasta el techo. —La

peces muertos por la ciudad, pregunté en cuanto puestos. Pero a mí no me sala de conferencias —me

rompiendo algunas ventanas, estábamos a salvo en la gustaba correr. Es más, no explicó—. Tiene las mejores

haciendo fotos a tipos escalera. —Estaba en el me gustaba hacer el más vistas de todo el edificio. —La

desnudos, dando una vuelta último curso del instituto mínimo esfuerzo físico. Pero seguí mientras recorría la

por rascacielos privados a las cuando nosotros íbamos a intenté mantener el paso sala—. Bien, pues ahí está
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Jefferson Park —dijo camiseta y tiró de mí. No callejones de la infinita Jefferson Park. Allí, en la

señalando—. ¿Ves nuestras quería que el cristal tuviera periferia de Orlando. —Qué distancia, Disney World. Allí,

casas? Las luces siguen que aguantar el peso de los bonito —dije. —¿De verdad? el parque acuático Wet’n Wild.

apagadas, así que perfecto. dos, pero siguió tirando de mí, —se burló Margo—. ¿Lo dices Allí, el 7-Eleven en el que

—Avanzó un par de sentía su puño en el costado, en serio? —Bueno, no sé, Margo se había pintado las

ventanas—. La casa de Jase. así que al final yo también quizá no —le contesté, uñas y yo hacía esfuerzos por

Las luces apagadas y sin apoyé la cabeza contra el aunque me parecía bonito. respirar. Allí estaba todo mi

coches de policía. Excelente, cristal lo más suavemente Cuando vi Orlando desde un mundo, y podía verlo con solo

aunque eso podría significar posible y eché un vistazo. avión, me pareció una pieza andar por un edificio. —Es

que ya ha llegado a casa. Desde arriba, Orlando parecía de Lego hundida en un mar más impresionante —dije en

Mala suerte. La casa de bastante iluminada. Veía los verde. Allí, por la noche, voz alta—. Desde la distancia,

Becca estaba demasiado semáforos parpadeantes en parecía una ciudad real, pero quiero decir. No se ve el

lejos, incluso desde aquella los cruces y las farolas una ciudad real que veía por desgaste de las cosas,

altura. Se quedó un momento alineadas por toda la ciudad, primera vez. Recorrí la sala de ¿sabes? No se ve el óxido, las

callada y luego se dirigió al como una cuadrícula perfecta, conferencias, y después los malas hierbas y la pintura

ventanal y apoyó la frente hasta que el centro terminaba demás despachos de la cayéndose. Ves los sitios

contra el cristal. Yo me quedé y empezaban las planta. Se veía toda la ciudad. como alguien los imaginó

atrás, pero me agarró de la serpenteantes calles y los Allí estaba el instituto. Allí, alguna vez. —Todo es más
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feo de cerca —explicó Margo. plástico. Es una ciudad de el papel. Y todas las personas cristal era casi como pegarme

—Tú no —le contesté sin papel. Mírala, Q, mira todos también. He vivido aquí a ella. —Lo siento —se

pensármelo dos veces. Se esos callejones, esas calles dieciocho años y ni una sola disculpó—. Quizá las cosas

giró, sin despegar la frente del que giran sobre sí mismas, vez en la vida me he habrían sido distintas para mí

cristal, y me sonrió. —Te doy todas las casas que encontrado con alguien que si hubiera salido contigo en

tu recompensa: eres mono construyeron para que se preocupe de lo que de lugar de... uf. Mierda. Me odio

cuando confías en ti mismo. Y acaben desmoronándose. verdad importa. —Intentaré a mí misma porque me

menos mono cuando no. Toda esa gente de papel que no tomármelo como algo importen mis supuestos

Antes de que hubiera tenido vive en sus casas de papel y personal —le dije. Nos amigos. Mira, para que lo

tiempo de decir algo, volvió queman el futuro para quedamos los dos sepas, no es que me afecte

los ojos a la ciudad y siguió calentarse. Todos los chicos observando la oscura tanto lo de Jason. O Becca. O

hablando. —Te cuento lo que de papel bebiendo cerveza distancia, las calles sin salida incluso Lacey, aunque de

no me gusta: desde aquí no que algún imbécil les ha y los terrenos de mil metros verdad me caía bien. Pero fue

se ve el óxido, la pintura comprado en la tienda de cuadrados. Pero Margo tenía el último hilo. Era un hilo débil,

cayéndose y todo eso, pero papel. Todo el mundo el hombro pegado a mi brazo, por supuesto, pero era el

ves lo que es realmente. Ves enloquecido por la manía de los dorsos de nuestras manos único que me quedaba, y toda

lo falso que es todo. Ni poseer cosas. Todas las se tocaban y, aunque no chica de papel necesita al

siquiera es duro como el cosas débiles y frágiles como estaba mirándola, pegarme al menos un hilo, ¿no? Y lo que
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le contesté fue lo siguiente: — algo entre nosotros. Me parte: te toca elegir a una Alemania. Y Gran Bretaña. Y

Puedes sentarte a comer con equivocaba. víctima. —¿Qué? —Ya tengo Estados Unidos. Y la Rusia de

nosotros mañana. —Muy decidido el castigo. Ahora te los zares. Yo soy


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amable —me dijo con un tono toca a ti elegir sobre qué va a Luxemburgo. Me siento por
Sentados en el coche, con las
cada vez más apagado. Se caer nuestra terrible ira. — ahí, vigilo las ovejas y canto
llaves en el contacto, aunque
giró hacia mí y asintió Sobre quién va a caer nuestra canciones tirolesas. —¿Qué
sin haber encendido el motor,
suavemente. Sonreí. Sonrió. terrible ira —la corregí, y me dices de Chuck? —me
Margo me preguntó: —Por
Me creí su sonrisa. Nos movió la cabeza con cara de preguntó. —Hum —le
cierto, ¿a qué hora se
dirigimos a la escalera y fastidio—. La verdad es que contesté. Chuck Parson había
levantan tus padres? —No sé,
bajamos corriendo. Al final de no hay nadie sobre quien sido una pesadilla durante
hacia las seis y cuarto, quizá.
cada tramo, saltaba desde el quiera dejar caer mi ira. Y era años, antes de que le
—Eran las 3.51—. Bueno, así
último escalón y chocaba los cierto. Siempre había creído pusieran las riendas. Además
que nos quedan dos horas y
talones para hacerla reír, y que había que ser importante del desastre de la cinta
ya hemos acabado nueve
Margo se reía. Pensaba que para tener enemigos. Por transportadora de la cafetería,
partes. —Lo sé, pero he
estaba animándola. Pensaba ejemplo: históricamente, una vez me arrastró fuera del
dejado las más difíciles para
que quizá si conseguía confiar Alemania ha tenido más colegio y, mientras esperaba
el final. En fin, las
en mí mismo, podría haber enemigos que Luxemburgo. el autobús, me retorció el
terminaremos todas. Décima
Margo Roth Spiegelman era brazo y se dedicó a repetir:
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«Di que eres maricón». Era su vergonzoso, cosa que íbamos, pero tenía clarísimo entrada de la autopista y pisé

insulto para todo, porque, intentaba explicarle mientras que no íbamos a quedarnos el acelerador. —¡No corras

como tenía un vocabulario de me retorcía el brazo y me lo en el centro. —¿Recuerdas lo tanto! —exclamó Margo —.

doce palabras, no cabía levantaba cada vez más hacia de la Escuela de Baile Crown? No vayas a romper el

esperar una amplia variedad el omóplato, pero él no dejaba —me preguntó Margo—. Chrysler. En sexto, a un grupo

de insultos. Y aunque era de decir: «Si estás tan Estaba pensándolo esta de críos, incluidos Margo,

ridículamente infantil, al final orgulloso de ser maricón, ¿por noche. —Uf, sí. —Lo siento, Chuck y yo, nuestros padres

tuve que decir que era qué no reconoces que eres por cierto. No sé por qué se lo nos obligaron a hacer clases

maricón, y me fastidió, maricón, so maricón?». Es consentí. —Bueno, no pasa de baile en la Escuela de

porque: 1) Creo que nadie evidente que Chuck Parson nada —le dije, pero recordar Humillación, Degradación y

debería emplear esa palabra, no era Aristóteles cuando de la dichosa Escuela de Baile Baile Crown. Los chicos

mucho menos yo; 2) Resulta lógica se trataba. Pero medía Crown me tocó las narices, tenían que colocarse a un

que no soy gay, y además, 3) un metro noventa y pesaba así que añadí—: Sí. Chuck lado, las chicas al otro, y

Que Chuck Parson ciento veinte kilos, que no es Parson. ¿Sabes dónde vive? cuando la profesora nos lo

consiguiera que te llamaras a poco. —Chuck estaría —Sabía que podría sacar tu decía, los chicos se

ti mismo maricón era la justificado —admití. Arranqué lado vengativo. Está en acercaban a las chicas y les

máxima humillación, pese a el coche y me dirigí a la College Park. Sal en decían: «¿Me concedes este

que ser gay no tiene nada de autopista. No sabía adónde Princeton. Giré hacia la baile?», y las chicas les
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respondían: «Te lo concedo». rechazan en la escuela de había hecho durante años. —Sé una palabra que tú no

Así funcionaba. Las chicas no baile, y lo único peor que eso Pero estaba claro que sabes — canturreó Margo—.

podían decir que no. Pero un es ir a la profesora de baile y tampoco iba a lamentar que ¡SOY LA NUEVA REINA DE

día, bailando el foxtrot, Chuck decirle llorando: «Las chicas sufriera. —Espera. No se LAS PALABRAS! ¡TE HE

Parson convenció a todas y me han dicho que no, y se enterará de que he sido yo, SUPLANTADO! —Deletrea

cada una de las chicas de que supone que no deberían». Así ¿verdad? —No. ¿Por qué? — «Suplantado» —le dije. —No

me dijeran que no. A nadie que, cómo no, fui llorando a la No quiero que piense que me —me contestó riendo—. No

más. Solo a mí. Me acerqué a profesora, y me pasé casi importa tanto como para voy a renunciar a mi corona

Mary Beth Shortz y le dije: todos los años siguientes hacerle una putada. Apoyé por un «Suplantado».

«¿Me concedes este baile?», intentando superar aquel una mano en la guantera Tendrás que pensar en algo

y me contestó que no. vergonzoso episodio. En fin, situada entre los asientos y mejor. —Perfecto —le dije

Entonces se lo pedí a otra resumiendo, Chuck Parson Margo me dio unas sonriendo. Atravesamos

chica, y a otra, y a Margo, que me impidió bailar el foxtrot, lo palmaditas. —No te College Park, un barrio

también me dijo que no, y que no parece un castigo tan preocupes —me dijo—. considerado del distrito

luego a otra, y al final me puse horrible para alguien de sexto. Nunca sabrá qué lo ha histórico de Orlando porque la

a llorar. Lo único peor a que te Y la verdad es que ya no depiladado. —Creo que te has mayoría de las casas fueron

rechacen en la escuela de estaba cabreado por aquello, inventado una palabra, construidas hace más de

baile es llorar porque te ni por nada de lo que me porque no sé lo que significa. treinta años. Margo no
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recordaba la dirección exacta hizo una fiesta, y cuando vino buena noticia es que Chuck se levanta, le cueste un huevo

de Chuck, ni cómo era su la poli, me escabullí por duerme como un oso salir de la casa a tiempo para

casa, ni siquiera en qué calle aquella ventana. Estoy casi hibernando... Lo sé porque el pillarnos. Luego joderemos un

estaba exactamente segura de que es la misma. — año pasado fui a clase de poco más a Chuck,

(«Noventa y cinco por ciento Podemos meternos en literatura con él y ni siquiera pintaremos un poco la casa y

de posibilidades de que esté problemas. —Si la ventana se despertaba cuando la saldremos. Y ni una palabra.

en Vassar.») Al final, cuando está abierta, no haremos señorita Johnston le daba un Me llevé la mano a la yugular,

el Chrysler había patrullado destrozos. Solo entraremos. golpe con Jane Eyre. Así que pero sonreí. Nos alejábamos

por tres manzanas de la calle Ya hemos entrado en el subiremos hasta la ventana del coche cuando Margo me

Vassar, Margo señaló a la SunTrust y no ha sido para de su habitación, la cogió de la mano, entrelazó

izquierda y dijo: —Aquella. — tanto, ¿verdad? Me reí. — abriremos, nos quitaremos los sus dedos con los míos y los

¿Estás segura? —le Estás convirtiéndome en un zapatos, entraremos sin hacer apretó. Le devolví el apretón y

pregunté. —Noventa y siete cabrón. —De eso se trata. ruido y yo me encargaré de la miré. Movió la cabeza

coma dos por ciento de Venga, las herramientas. joder a Chuck. Luego los dos solemnemente, volví a apretar

posibilidades. Vaya, estoy Coge la Veet, el espray de nos dispersaremos por la y me soltó la mano. Corrimos

casi segura de que su pintura y la vaselina. —De casa y cubriremos todos los hasta la ventana. Empujé

habitación es aquella —me acuerdo. Los cogí. —Ahora no pomos de las puertas con hacia arriba despacio el

dijo señalando—. Una vez te me pongas histérico, Q. La vaselina para que si alguien marco de madera. Chirrió un
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poco, pero se abrió a la huevos contra la repisa, y me me miró con insistencia y solo internet —dije por fin—. Radar

primera. Eché un vistazo. dolió tanto que solté un entonces me di cuenta de que está registrado en la página

Aunque estaba oscuro, vi a quejido, lo cual suponía un estaba bloqueándole la del instituto. —Genial —

alguien en una cama. Como la error nada desdeñable. Se salida. Así que salté de la añadió Margo. Así que llamé a

ventana estaba un poco alta encendió la luz de la mesita. Y ventana, cogí mis zapatos y Radar, pero saltó

para Margo, junté las manos, resultó que el que estaba en la eché a correr. Nos dirigimos al directamente el buzón de voz.

puso un pie encima y la cama era un viejo, sin duda no otro extremo de College Park Me planteé llamar a su casa,

impulsé. Su silenciosa era Chuck Parson. Abrió los para reorganizarnos. —Creo pero sus padres eran amigos

entrada en la casa habría sido ojos como platos, que esta vez la culpa es de los de los míos, de modo que no

la envidia de un ninja. Me aterrorizado. No dijo una dos —dijo Margo. —Vaya, la funcionaría. Al final se me

dispuse a subir, metí la palabra. —Hum —murmuró que se ha equivocado de casa ocurrió llamar a Ben. No era

cabeza y los hombros por la Margo. Pensé en largarme has sido tú —le contesté. — Radar, pero se sabía todas

ventana, y pretendía, corriendo al coche, pero me Sí, pero el que ha hecho ruido sus contraseñas. Lo llamé.

mediante una complicada quedé por Margo, con la mitad has sido tú. Nos quedamos Saltó el buzón de voz después

contorsión, entrar en la casa del cuerpo dentro de la casa, callados un minuto. Yo de haber sonado varias

en plan oruga. Podría haber paralelo al suelo. —Hum, creo conducía haciendo círculos. veces. Volví a llamar. Buzón

funcionado perfectamente de que nos hemos equivocado —Seguramente podemos de voz. Llamé otra vez. Buzón

no haberme aplastado los de casa —dijo Margo. Se giró, conseguir su dirección en de voz. —Está claro que no
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contesta — observó Margo. — prometo. —Sí, sí. Ya está. ruido a su ventana, que por siquiera parpadeó. Luego

Bueno, contestará —le dije Estaba entrando mientras te suerte era más baja que la del Margo abrió la vaselina. La

volviendo a marcar. Y decía que no... No puedo viejo con el que nos habíamos tapa hizo un blop que pareció

después de un par de evitar ayudarte. Amherst, 422. topado por casualidad, y tiré ensordecedor, pero Chuck

llamadas más, contestó. — Oye, ¿para qué necesitas la de Margo para que entrara. tampoco dio indicios de

Más te vale haberme llamado dirección de Chuck Parson a Chuck Parson estaba dormido despertarse. Me puso una

para decirme que tienes a las cuatro y doce de la boca arriba. Margo se acercó bola enorme en la mano y

once pavas desnudas en tu mañana? —Vuelve a dormir, a él de puntillas, y yo me fuimos cada uno hacia un lado

casa pidiendo la sensibilidad Benners. —Mejor pienso que quedé detrás, con el corazón de la casa. Yo me dirigí

especial que solo el gran papá ha sido un sueño —me latiéndome a toda velocidad. primero al recibidor y unté

Ben puede ofrecerles. — contestó Ben. Y colgó. Si se despertaba, nos mataría vaselina en el pomo de la

Necesito que entres en la Amherst estaba a solo un par a los dos. Margo sacó el bote puerta de la calle, y luego a la

página del instituto con la de manzanas. Aparcamos de Veet, presionó, se puso en puerta abierta de un

contraseña de Ben y me frente al 418, cogimos las la palma de la mano una bola dormitorio, donde apliqué

busques una dirección. Chuck herramientas y corrimos por el que parecía crema de afeitar y vaselina en el pomo interior y

Parson. —No. —Por favor — césped de Chuck. El rocío que muy suavemente y con después, muy despacio, cerré

le dije. —No. —Te alegrarás cubría la hierba me mojaba cuidado la extendió por la ceja la puerta, que apenas chirrió.

de haberlo hecho, Ben. Te lo las pantorrillas. Subí sin hacer derecha de Chuck, que ni Por último volví a la habitación
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de Chuck —Margo ya estaba si hubiera algo en mí que lo tiró a la cara, y cuando y vi que las luces estaban

allí—, y juntos cerramos la merecía la pena ver. Margo levanté la mirada, la pequeña encendidas, pero todavía no

puerta y untamos con vaselina asintió y me acerqué a Chuck. ninja ya había saltado por la había salido nadie, lo que

el pomo. Embadurnamos toda Me envolví la mano con la ventana. La seguí lo más demostraba con brillante

la ventana de la habitación camiseta, como me había deprisa que pude mientras simplicidad lo bien que había

con el resto de la vaselina con dicho, me incliné hacia Chuck gritaba: ¡MAMÁ! untado el pomo con vaselina.

la esperanza de que, después delante y —lo más ¡PAPÁ! ¡LADRONES! Cuando el señor Parson (o

de salir y cerrarla, resultara suavemente que pude — ¡LADRONES! Quise decirle: quizá la señora, la verdad es

difícil abrirla. Margo echó un apoyé un dedo en la ceja «Lo único que te hemos que no lo vi) corrió las cortinas

vistazo a su reloj y levantó dos derecha de Chuck Parson y robado es la ceja», pero cerré del comedor y echó un

dedos. Esperamos. Y durante retiré rápidamente la crema el pico y salté por la ventana. vistazo, nos alejábamos ya

dos minutos nos quedamos depilatoria, que arrastró Casi aterricé encima de marcha atrás hacia la calle

mirándonos. Yo observé el consigo hasta el último pelo. Margo, que estaba pintando Princeton y la autopista. —¡Sí!

azul de sus ojos. Fue bonito. Estaba todavía al lado de una M en el revestimiento de —grité—. Joder, ha sido

A oscuras y en silencio, sin la Chuck, con su ceja derecha plástico de la casa de Chuck. genial. —¿Lo has visto? ¿Le

posibilidad de que yo dijera en mi camiseta, cuando abrió Luego cogimos los zapatos y has visto la cara sin ceja? Se

algo y metiera la pata, y ella los ojos. Margo cogió el volvimos al coche cagando le ha puesto cara de

me devolvía la mirada, como edredón como una flecha, se leches. Me giré a mirar la casa interrogante. En plan: «¿En
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serio? ¿Estás diciéndome que apoyó la cabeza en mi allanar el SeaWorld — le dije. allanar nada. No lo consideres

solo tengo una ceja? hombro huesudo y su pelo me Me metí en el aparcamiento un allanamiento. Considéralo

Gilipolleces». Y me ha resbaló por el cuello. —Estoy vacío de una tienda de una visita gratis al SeaWorld

encantado tener que cansada —añadió. —Cafeína muebles y apagué el coche. en plena noche.

decidirme entre depilarle la —le dije yo. Alargó la mano —Ha llegado la hora de la
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ceja izquierda o la derecha. hasta la parte de atrás y cogió verdad — me dijo
—Mira, para empezar, nos
Sí, me ha encantado. Y cómo dos latas de Mountain Dew. inclinándose para volver a
pillarán — le dije. No había
gritaba llamando a su mamá, Me bebí la mía en dos largos encender el coche. Le aparté
encendido el coche. Estaba
el llorica de mierda. —Espera, tragos. —Bueno, vamos al las manos. —No podemos
haciendo recuento de las
¿tú por qué lo odias? —No he SeaWorld —me dijo—. allanar el SeaWorld — repetí.
razones por las que no iba a
dicho que lo odie. He dicho Onceava parte. —¿Cómo? —Ya estamos otra vez con el
ponerlo en marcha y
que es un llorica de mierda. — ¿Vamos a liberar a Willy o allanamiento. Se calló un
preguntándome si Margo me
Pero siempre has sido su algo así? —No —me momento y abrió otra lata de
veía en la oscuridad. —Pues
amiga — le dije. O al menos contestó—. Simplemente Mountain Dew. La lata
claro que nos pillarán. ¿Y
yo pensaba que era su amiga. vamos al SeaWorld, eso es proyectó la luz sobre su cara y
qué? —Es ilegal. —Q, ¿qué
—Sí, bueno, era amiga de todo. Es el único parque por un segundo la vi
problema puede causarte
mucha gente —me contestó. temático que todavía no he sonriendo por lo que estaba a
SeaWorld en términos
Margo se estiró en el coche, allanado. —No podemos punto de decir. —No vamos a
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comparativos? Quiero decir amiga, que estaba follándose cama de mis padres? ¿O quería decir la última palabra.

que, joder, después de todo lo a mi novio, para que nadie se colarme en tu habitación —Muy bien, pero cuando el

que he hecho por ti esta enterara de que quien mientras dormías y cogerte SeaWorld o quien sea escriba

noche, ¿no puedes hacer una llamaba era yo? ¿Me has las llaves del coche? No te a la Universidad de Duke

sola cosa por mí? ¿No puedes hecho de chófer no porque necesitaba, idiota. Te he diciendo que el desaprensivo

callarte, calmarte y dejar de seas importante para mí, sino elegido. Y luego tú me has Quentin Jacobsen allanó su

acojonarte tanto por cada porque necesitaba un coche y elegido a mí. —Me miró—. Y edificio a las cuatro y media

aventurilla? —Y en voz baja te tenía a mano? ¿Es esa la esto es como una promesa. Al de la madrugada con una

añadió—: Joder, échale un mierda que has hecho por mí menos por esta noche. En la muchachita de mirada

par de huevos. Entonces me esta noche? No me miraba. salud y en la enfermedad. En salvaje, la Universidad de

volví loco. Pasé por debajo del Miraba al frente, hacia el lo bueno y en lo malo. En la Duke se pondrá furiosa. Y mis

cinturón de seguridad para revestimiento de plástico de la riqueza y en la pobreza. Hasta padres también. —Q, irás a

poder acercarme a ella. — tienda de muebles. —¿Crees que el amanecer nos separe. Duke. Serás un abogado con

¿Después de todo lo que has que te necesitaba? ¿No crees Encendí el coche y salí del mucho éxito, o lo que sea, te

hecho por mí? —casi grité. que podría haber dado a aparcamiento, pero, dejando casarás, tendrás hijos, vivirás

¿No quería que confiara en mí Myrna Mountweazel un de lado su rollo sobre el tu vida mediocre y te morirás,

mismo? Pues ahí lo tenía —. sedante para que se durmiera trabajo en equipo, sentía que y en tus últimos momentos,

¿Llamaste tú al padre de mi y robar la caja de debajo de la estaba presionándome y cuando estés ahogándote en
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tu propia bilis en la residencia eso me ha elegido», pensé. Y Jefferson Park. —Esperó un Drive había varias tiendas que

de ancianos, te dirás: «Bueno, en ese momento recordé por momento antes de rematar la vendían mierda real y literal

he desperdiciado toda mi puta fin lo que me había dicho frase—: Soy demasiado de armadillo, a 4,95 dólares la

vida, pero al menos el último sobre el muerto y los hilos. Y presumida para acabar así. bolsa. Pero a las 4.50 de la

año de instituto entré en el sobre ella y los hilos. —Margo Me reí aliviado y salí de la madrugada los turistas

SeaWorld con Margo Roth —le dije rompiendo el silencio. autopista. Giramos en estaban durmiendo. Drive,

Spiegelman. Al menos, —Q —me contestó. — International Drive, la capital como todo lo demás, estaba

carpeé un diem». —Noctem Dijiste... Cuando aquel tipo mundial del turismo. En completamente muerto

—la corregí. —De acuerdo, murió, dijiste que quizá se le International Drive había mil mientras dejábamos atrás

vuelves a ser el rey de la habían roto los hilos por tiendas que vendían tiendas, aparcamientos, más

gramática. Acabas de dentro, y hace un rato has exactamente lo mismo: tiendas y más aparcamientos.

recuperar el trono. Ahora dicho lo mismo de ti, que el mierda. Mierda con forma de —El SeaWorld está justó

llévame al SeaWorld. último hilo se había roto. Se conchas, llaveros, tortugas de detrás de la autopista —dijo

Mientras avanzábamos en medio rió. —Te preocupas cristal, imanes para el Margo. Estaba de nuevo en la

silencio por la I-4, me descubrí demasiado. No quiero que frigorífico con la forma de parte de atrás del coche,

a mí mismo pensando en el unos críos me encuentren Florida, flamencos rosas de rebuscando en una mochila o

día en que el tipo del traje gris cubierta de moscas un plástico y cosas por el estilo. algo así—. Tengo un montón

apareció muerto. «Quizá por sábado por la mañana en De hecho, en International de mapas satélite y dibujé
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nuestro plan de ataque, pero trincar el Chrysler, no me trazaba nuestra ruta con el Vaya, somos ninjas. —Bueno,

no los encuentro por ninguna apetecía tener que explicarle dedo azul a la luz de la farola. quizá tú eres una ninja —le

parte. En fin, gira a la derecha a mi madre cómo y por qué su —Creo que aquí hay una valla dije. —Los dos somos ninjas,

después de la autopista, y a la coche había desaparecido en —me dijo señalando una zona solo que tú eres un ninja torpe

izquierda verás una tienda de plena madrugada de un día de de bosque con la que nos y ruidoso —dijo Margo. Se

souvenirs. —A la izquierda clase. Nos quedamos fuera, habíamos topado nada más colocó el pelo detrás de las

hay unas diecisiete mil tiendas apoyados en la parte de atrás pasar la autopista—. Lo leí en orejas, se puso la capucha y

de souvenirs. —Sí, pero justo del monovolumen. El aire era internet. La pusieron hace se la ató con el cordón. La

después de la autopista habrá tan cálido y denso que se me unos años porque un farola iluminó los agudos

solo una. Y por supuesto pegaba la ropa a la piel. borracho entró en el parque rasgos de su cara pálida.

había solo una, así que me Volvía a estar asustado, como en plena noche y decidió Quizá los dos éramos ninjas,

metí en el aparcamiento vacío si gente a la que no veía darse un baño con la orca pero solo ella lo parecía. —

y aparqué el coche debajo de estuviera mirándome. La Shamu, que no tardó en Bien —me dijo—, memoriza el

una farola, porque en noche había sido muy larga y matarlo. —¿En serio? —Sí, mapa. La parte más terrorífica

International Drive siempre llevaba tantas horas así que si aquel tipo pudo del recorrido de casi un

roban coches. Y aunque solo preocupado que me dolía la entrar borracho, seguro que kilómetro que Margo había

a un ladrón de coches barriga. Margo había nosotros, que no hemos trazado era, con diferencia, el

masoquista se le ocurriría encontrado los mapas y bebido, también podremos. foso. El SeaWorld tenía forma
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triangular. Un lado estaba que, cuando nos pillen, se preocupan por esas cosas, crucé corriendo los seis

protegido por una carretera déjame hablar a mí. Tú así que me coloqué en carriles de la autopista.

por la que Margo suponía que limítate a poner cara de cabeza, con los brazos Aunque estaba vacía, cruzar

patrullaban permanentemente bueno, medio inocente, medio extendidos, y aparté las una carretera tan grande me

vigilantes nocturnos. El seguro de ti mismo, y todo irá zarzas y la maleza mientras pareció estimulante e

segundo lado estaba bien. Cerré el coche, intenté avanzábamos hacia el foso. Al inapropiado. Después de

protegido por un lago de casi aplanarme con la mano el final se acabó la zona de cruzar nos arrodillamos en la

dos kilómetros de perímetro, y pelo alborotado y murmuré: — árboles y llegamos a campo hierba, al lado de la autopista.

en el tercero había una zanja Soy un ninja. No pretendía abierto. Veía la autopista a Margo señaló la hilera de

de drenaje. Según el mapa, que Margo lo oyera, pero de nuestra derecha y el foso justo árboles situada entre el

parecía tener la anchura de repente soltó: —¡Claro que sí, enfrente. Podrían habernos interminable aparcamiento del

una carretera de dos carriles. joder! Ahora, vamos. visto desde la carretera si SeaWorld y el agua negra del

Y en Florida, en las zanjas de Corrimos por International hubiera pasado algún coche, foso. Corrimos un minuto a lo

drenaje junto a los lagos suele Drive y luego nos abrimos pero no pasó ninguno. largo de aquella hilera de

haber caimanes. Margo me camino entre arbustos altos y Corrimos por la maleza y árboles y luego Margo me tiró

agarró por los hombros y me robles. Empecé a trazamos una curva cerrada de la camiseta desde atrás y

giró hacia ella. — preocuparme por la hiedra hacia la autopista. —¡Ahora! me dijo en voz baja: —Ahora

Seguramente nos pillarán, así venenosa, pero los ninjas no ¡Ahora! —exclamó Margo. Y el foso. —Las señoritas
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primero —le dije. —No, de ellos —se quejó Margo. —El que yo pudiera abrir la boca, colmillos habían dejado dos

verdad, como si estuvieras en auténtico ninja no salpica al la serpiente se abalanzó agujeritos de los que salía una

tu casa —me contestó. Y no saltar —le contesté. —Vale, sobre ella y le mordió el tobillo gota de sangre. Me agaché,

pensé en los caimanes ni en touché. Observé a Margo izquierdo, justo donde puse la boca en la herida y

la asquerosa capa de algas saliendo del foso, encantado acababan los vaqueros. — succioné con todas mis

salobres. Cogí carrerilla y de la vida de que no hubiera ¡Mierda! —exclamó Margo. fuerzas para intentar sacar el

salté lo más lejos que pude. caimanes. Mi pulso era Miró hacia abajo y repitió—: veneno. Escupí, y me

Aterricé con agua hasta la aceptable, aunque acelerado. ¡Mierda! La serpiente seguía disponía a volver a succionar

cintura y avancé a grandes El agua ceñía al cuerpo de aferrada a su tobillo. Me cuando Margo dijo: —Espera,

zancadas. El agua olía a Margo la camiseta negra que sumergí, agarré la serpiente la veo. Me levanté de un salto,

podrido y estaba llena de llevaba debajo de la sudadera por la cola, la arranqué de la aterrorizado. —No, no —

barro, pero al menos no me desabrochada. En resumen, pierna de Margo y la lancé al siguió diciendo—. Joder, es

había mojado de cintura para casi todo iba perfecto cuando foso. —Ay, joder —dijo—. solo una culebra. Señaló el

arriba. O al menos hasta que vi de reojo algo que ¿Qué era? ¿Era una boca de foso. Seguí su dedo y vi la

Margo saltó y me salpicó. Me serpenteaba en el agua cerca algodón? —No lo sé. pequeña culebra

giré y la salpiqué a ella. Fingió de Margo. Margo empezó a Túmbate, túmbate —le serpenteando por la

que iba a vomitar. —Los salir del agua y vi que tensaba ordené. Le cogí la pierna y le superficie, justo debajo del

ninjas no se salpican entre el tendón de Aquiles. Antes de subí los vaqueros. Los haz de un foco. Desde la
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distancia no parecía mucho agarrará de la pierna para camino asfaltado y vi el gran zona de matorrales que me

más temible que una lagartija. succionarte el veneno de una anfiteatro en el que Shamu llegaban a la cintura, pero al

—Gracias a Dios —dije serpiente». Ante nosotros me salpicó de niño. Los ver que Margo no corría, me

sentándome a su lado y había una valla de tela pequeños altavoces a lo largo detuve. Un tipo vestido de

recuperando el aliento. Tras metálica de apenas dos del camino reproducían sport y con un chaleco en el

echar un vistazo a la metros de altura. —¿En música ambiental, quizá para que ponía SEGURIDAD

mordedura y ver que ya no serio? ¿Primero culebras y tranquilizar a los animales. — SEAWORLD se acercó. —

sangraba, me preguntó: — ahora esta valla? —dijo Margo —le dije—, estamos en ¿Qué hacéis aquí? Llevaba

¿Qué tal el filete que te has Margo—. Esta seguridad es el SeaWorld. —Efectivamente en la mano una lata, supuse

pegado con mi pierna? —Muy insultante para un ninja. —me contestó. Echó a correr que de gas pimienta. Para

bien —le contesté, y era Trepó, pasó al otro lado y bajó y la seguí. Acabamos en el tranquilizarme, me

cierto. Se inclinó un poco como si fuera una escalera. acuario de las focas, que preguntaba: «¿Las esposas

hacia mí y sentí su brazo en Yo intenté no caerme. parecía vacío. —Margo, son estándares, o son

mis costillas. —Me he Atravesamos un pequeño estamos en el SeaWorld — esposas especiales para el

depilado esta mañana soto pegados a unos enormes repetí. —Disfrútalo —me SeaWorld? Por ejemplo, en

precisamente por eso. He depósitos opacos en los que contestó sin mover apenas la forma de dos delfines

pensado: «Bueno, nunca se seguramente guardaban boca—. Porque por ahí viene curvados». —En realidad

sabe cuándo alguien te animales, fuimos a parar a un un vigilante. Corrí hacia una estábamos saliendo — dijo
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Margo. —Eso seguro —le guapas. Margo tiró de su dólares que se le había degenerado, pero, bueno, el

contestó el vigilante—. La camiseta para despegarla un mojado en el foso. —Bueno — dinero está para gastarlo.

pregunta es si vais a salir poco del cuerpo. Y solo en dijo el vigilante—, y ahora Apenas la escuchaba. Lo

andando o va a tener que ese momento me di cuenta de será mejor que os marchéis. único que sentía era el alivio

sacaros el sheriff del condado que el tipo estaba hablándole Yo de vosotros no pasaría por recorriéndome la piel. Aquel

de Orange. —Si no le importa, a sus tetas. —Bueno, el acuario de las ballenas. placer en estado puro

preferimos andar —le entonces supongo que tiene Está rodeado de cámaras de compensaba todas las

contestó Margo. Cerré los que detenernos. —Lo que seguridad que funcionan toda preocupaciones anteriores. —

ojos. Quise decirle a Margo pasa es que estoy a punto de la noche, y no creo que Gracias a Dios que no nos ha

que no era el mejor momento salir, largarme a mi casa, queráis que se sepa que denunciado —dije. Margo no

para réplicas ingeniosas, pero tomarme una cerveza y dormir habéis estado aquí. —Sí, me contestó. Miraba al frente

el tipo se rió. —Supongo que un rato, pero si llamo a la señor —añadió Margo con los ojos entrecerrados. —

sabéis que hace un par de policía, tardarán lo suyo en recatadamente. Y el tipo Me sentí exactamente igual

años un tipo saltó al acuario venir. Solo estoy pensando en desapareció en la oscuridad. cuando me metí en los

grande y se mató, así que voz alta —dijo. Margo lo —Joder —murmuró Margo en Estudios Universal — dijo un

tenemos órdenes de no dejar entendió y miró al cielo. Se cuanto el tipo se hubo momento después—. Son

salir a nadie que se haya metió una mano en el bolsillo alejado—, la verdad es que no geniales, aunque no hay

colado, ni siquiera a las chicas y sacó un billete de cien quería dar dinero a ese mucho que ver. Las
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atracciones no funcionan. acuario de las focas, en el que bajo el cielo. La noche estaba miré y por un momento no

Todo lo guapo está cerrado. no había focas. No era más tan iluminada que no se veían entendí por qué había dicho

Por la noche meten a casi que un islote deshabitado con las estrellas. Y quizá sentía su mi nombre, pero de repente

todos los animales en otros salientes de plástico. Me respiración en el cuello, y desperté de mi ensoñación. Y

acuarios. —Giró la cabeza y llegaba el olor de Margo, el quizá nos quedaríamos allí lo oí. Habían subido la música

observó el SeaWorld, que sudor y las algas del foso, su hasta la mañana, y entonces ambiental, solo que ya no era

teníamos ante nosotros —. champú de lilas y el aroma a la gente pasaría por delante música ambiental. Era música

Me temo que el placer no es almendras machacadas de su de nosotros al entrar al de verdad. Un viejo tema de

estar dentro. —¿Y cuál es el piel. Por primera vez me sentí parque, nos vería y pensaría jazz que le gusta a mi padre

placer? —le pregunté. — cansado y nos imaginé que también éramos turistas, llamado «Stars Fell on

Planearlo, supongo. No lo sé. tumbados juntos en el césped y podríamos desaparecer Alabama». Incluso con

Las cosas nunca son como del SeaWorld, yo boca arriba entre ellos. Pero no. Tenía aquellos diminutos altavoces

esperamos que sean. —Para y ella de lado, pasándome un que ver a Chuck con una sola se percibía que el cantante

mí no está tan mal —admití— brazo por encima y con la ceja, y contarle la historia a podía hacer mil condenadas

. Aunque no haya nada que cabeza apoyada en mi Ben, y estaban las clases, la notas a la vez. Y sentí que las

ver. Me senté en un banco y hombro, mirándome. No sala de ensayo, la líneas de su vida y de la mía

Margo vino a sentarse hacíamos nada. Simplemente Universidad de Duke y el se extendían desde nuestra

conmigo. Observamos el estábamos tumbados juntos futuro. —Q —dijo Margo. La cuna hasta el tipo muerto,
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desde que nos conocimos la mano y le dije: —¿Me hombros y yo la sujeté por las intentamos quitarnos de la

hasta ese momento. Y quise concedes este baile? Margo caderas, con los codos ropa y de la piel el barro y la

decirle que para mí el placer me hizo una reverencia y me cerrados, a medio metro de peste del foso. Llené el

no era planificar, hacer o no cogió de la mano. —Te lo distancia. Y luego seguimos depósito de gasolina hasta

hacer. El placer era observar concedo —me contestó. Y con el foxtrot hasta que acabó donde estaba antes de que

nuestros hilos cruzándose, entonces coloqué la mano en la canción. Di un paso empezáramos la gira turística

separándose y volviéndose a la curva entre su cintura y su adelante e incliné a Margo, por Orlando. Los asientos del

juntar. Pero me pareció cadera, y ella apoyó la suya como nos habían enseñado Chrysler iban a estar algo

demasiado cursi, y además ya en mi hombro. Y uno-dosa un en la Escuela de Baile Crown. húmedos cuando mi madre

se había levantado. Los lado, uno-dos-a un lado. Ella levantó una pierna y dejó fuera al trabajo, pero

azulísimos ojos de Margo Rodeamos el acuario de las caer todo su peso sobre mí. O esperaba que no se diera

parpadearon. En aquel focas bailando foxtrot, confiaba en mí o quería cuenta, porque era bastante

momento estaba mientras la canción sobre las caerse. despistada. Mis padres creían

increíblemente guapa, con los estrellas que caen seguía que yo era la persona más
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vaqueros mojados pegados a sonando. —Baile lento de equilibrada y con menos
Compramos trapos de cocina
las piernas y la cara sexto —comentó Margo. posibilidades de allanar el
en un 7- Eleven de
resplandeciente a la luz Cambiamos de postura. SeaWorld del mundo, ya que
International Drive e
grisácea. Me levanté, extendí Colocó las manos en mis mi salud psicológica era
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prueba de su talento clases? ¿Comería conmigo y ¿Descargo la foto cuando Margo tampoco abría la boca.

profesional. Me tomé mi con Ben? —Me pregunto si llegue a casa y te la devuelvo Llenamos una bolsa del 7-

tiempo para volver a casa. mañana cambiarán las cosas en el instituto? — le pregunté. Eleven con basura para que

Evité las autopistas en favor —le dije. —Sí —añadió ella— Quería que me dijera: «Sí, en pareciera que el Chrysler

de las carreteras alternativas. . Yo también. — Dejó el el instituto, donde todo será estaba como si las últimas

Margo y yo escuchábamos la comentario colgado en el aire diferente, donde seré tu amiga seis horas no hubieran

radio e intentábamos y luego añadió—: Oye, públicamente y, además, sin existido. Margo me dio otra

descubrir qué emisora había hablando de mañana, me novio», pero se limitó a bolsa con los restos de la

puesto «Stars Fell on gustaría hacerte un pequeño contestarme: «Sí, o cuando vaselina, el bote de pintura y

Alabama», pero de repente la regalo para agradecerte tu sea». Eran las 5.42 cuando la última lata de Mountain

apagó y dijo: —En general, duro trabajo y tu dedicación entramos en Jefferson Park. Dew. Mi cerebro luchaba

creo que ha sido un éxito. — en esta noche excepcional. Bajamos por Jefferson Drive contra el agotamiento. Me

Totalmente —le contesté. Rebuscó entre sus pies y sacó hasta Jefferson Court y luego quedé un momento parado

Aunque en aquellos la cámara digital. —Toma — giramos en nuestra calle, delante del monovolumen,

momentos empezaba a me dijo—. Y utiliza con Jefferson Way. Apagué las con una bolsa en cada mano,

preguntarme cómo sería el prudencia el poder de Tiny luces por última vez y me metí y miré a Margo. —Bueno, ha

día siguiente. ¿Se pasaría por Winky. Me reí y me metí la por el camino que llevaba a mi sido una noche fantástica —

la sala de ensayo antes de las cámara en el bolsillo. — casa. No sabía qué decir y admití por fin. —Ven aquí —
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me dijo. Di un paso al frente. que no es posible — susurró. ventana, descargué la foto de días, dormilón —me dijo. —Uf

Me abrazó, y las bolsas me Se apartó, pero siguió Jase y me metí en la cama —le contesté. Me sentía

dificultaron devolverle el mirándome mientras pensando en lo que le diría a bastante más cansado que a

abrazo, pero si las soltaba, retrocedía paso a paso. Al Margo en el instituto. las 5.55, y me habría saltado

podría despertar a alguien. final alzó las cejas, sonrió y las clases, pero no tenía ni
SEGUNDA PARTE
Noté que se ponía de puntillas me creí su sonrisa. La una falta de asistencia, y
LA HIERBA
y de repente acercó la boca a observé trepando a un árbol y aunque era consciente de que

mi oído y me dijo muy subiendo hasta la repisa de la 1 no tener faltas de asistencia

claramente: —Echaré de ventana de su habitación, en Había dormido una media no era especialmente

menos salir por ahí contigo. — el segundo piso. Abrió la hora cuando sonó el impresionante ni

No tienes por qué —le ventana y se coló dentro. despertador. Las 6.32. Pero necesariamente admirable,

contesté en voz alta. Intenté Entré por la puerta principal, durante diecisiete minutos ni quería seguir con esa racha.

ocultar mi decepción—. Si ya que no estaba cerrada con me enteré de que estaba Además, quería ver cómo

no te caen bien tus amigos, llave, crucé la cocina de sonando el despertador, Margo reaccionaba conmigo.

sal conmigo. Los míos son puntillas hasta mi habitación, hasta que sentí unas manos Cuando entré en la cocina, mi

muy majos. Sus labios me quité los vaqueros, los tiré en los hombros y oí la voz padre estaba contándole algo

estaban tan cerca de mí que en un rincón del armario, al lejana de mi madre. —Buenos a mi madre mientras

sentía su sonrisa. —Me temo lado de la mosquitera de la desayunaban en la barra. Al


62
verme, mi padre interrumpió lo hebreo. Así que tengo delante de menores y cárceles. Creo padres preferían los sueños.

que estaba diciendo y me ese examen y debo escribir en que por eso yo nunca le Me duché y me puse una

preguntó: —¿Qué tal has una lengua que no sé preocupaba. Como no me camiseta y unos vaqueros. Iba

dormido? —De maravilla —le empleando un alfabeto que no dedicaba a decapitar tarde, pero siempre iba tarde.

dije. Y era verdad. Había puedo descifrar. — roedores ni me meaba en mi —Vas tarde —me dijo mi

dormido poco, pero bien. Interesante —le dije, aunque propia cara, estaba claro que madre cuando volví a la

Sonrió. —Estaba contándole en realidad no me lo parecía. era un triunfador. Una madre cocina. Intenté despejarme lo

a tu madre que tengo un No hay nada más aburrido normal podría haber dicho: suficiente como para recordar

sueño recurrente y angustioso que los sueños de los demás. «Oye, tienes pinta de estar de cómo atarme las zapatillas de

—me explicó—. Estoy en la —Es una metáfora de la bajón después de haberte deporte. —Soy consciente —

universidad, en clase de adolescencia —intervino mi pegado un atracón de le contesté medio dormido. Mi

hebreo, aunque el profesor no madre—. Escribir en una metanfetaminas y hueles a madre me llevó al instituto. Me

habla hebreo y los exámenes lengua (la edad adulta) que no algo parecido a algas. ¿Por senté en el asiento en el que

no son en hebreo. Son en una entiendes y emplear un casualidad hace un par de se había sentado Margo. Mi

jerga incomprensible. Pero alfabeto (la interacción social horas estabas bailando con madre apenas habló en el

todo el mundo actúa como si madura) que no reconoces. Mi Margo Roth Spiegelman, a la trayecto, por suerte, porque

esa lengua inventada, con un madre trabajaba con que acababa de morder una iba completamente dormido,

alfabeto inventado, fuera adolescentes locos en centros serpiente?». Pero no. Mis con la cabeza apoyada en la
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ventanilla del coche. Cuando francesa, viajando en un se acercó. —¿Estáis Miré al techo. Sonó el primer

mi madre me dejó en el barco hecho de plátanos? — disimulando? Porque sé que timbre, lo que significaba que

instituto, vi que la plaza del Un barco precioso —le estáis hablando del drama del faltaban cinco minutos para

aparcamiento de los alumnos contesté. Radar me miró, alzó baile sin pavas que es mi vida. que empezaran las clases, y

de último curso en la que solía las cejas y se dirigió hacia un Se dio media vuelta y se todo el mundo se puso a

aparcar Margo estaba vacía. árbol. Lo seguí. —He dirigió adentro. Radar y yo lo correr como perros de Pavlov.

La verdad es que no podía preguntado a Angela si quería seguimos y cruzamos Los pasillos se llenaron de

culparla por llegar tarde. Sus ir al baile con Ben. Ni hablando la sala de ensayo, gente. Ben, Radar y yo nos

amigos no quedaban tan borracha. Miré a Ben, que donde los alumnos de primero detuvimos junto a la taquilla

temprano como los míos. Al estaba charlando y de segundo charlaban de Radar. —Bueno, ¿por qué

acercarme a los chicos de la animadamente. Una sentados entre un montón de me llamaste a las tres de la

banda, Ben gritó: —Jacobsen, cucharilla de plástico bailaba fundas de instrumentos. — madrugada para pedirme la

¿estaba soñando o...? — Le en su boca mientras hablaba. ¿Por qué quieres ir? —le dirección de Chuck Parson?

hice un discreto gesto con la —Qué mierda —dije—. Pero pregunté. —Colega, es Estaba pensando cómo

cabeza y cambió la segunda está bien. Quedaremos los nuestro baile de graduación. responder a su pregunta

parte de la frase— ¿O tú y yo dos y nos pegaremos una Es mi última oportunidad para cuando vi a Chuck Parson

vivimos anoche una aventura sesión maratoniana de pasar a ser un grato recuerdo viniendo hacia nosotros. Le

salvaje en la Polinesia Resurrection o algo así. Ben del instituto para alguna pava. pegué un codazo a Ben y le
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señalé a Chuck con los ojos. digáis a nadie —les dije a los Radar. —También aceptamos —Es el sonido que hago con

Por cierto, Chuck había dos. Y añadí en voz baja—: una escultura — añadió Ben. la boca cuando meto la cara

decidido que la mejor Estaba con Margo Roth Radar alzó una mano. Se la entre las tetas de una pava.

estrategia era afeitarse la ceja Spiegelman. Ben alzó la voz choqué obedientemente. — En ese punto Ben imitó lo que

izquierda. —Qué coñazo — emocionado. —¿Anoche Sí, me preguntaba si sería haría en el improbable caso

dijo Ben. Al momento Chuck estabas con Margo Roth posible que escribieras una de que su cara se topara

me empujó contra la taquilla y Spiegelman? ¿A las tres de la sextina sobre las tetas de alguna vez con unas tetas. —

acercó su cara a la mía, una madrugada? —Asentí—. Margo Roth Spiegelman. Tus Ahora mismo —dije—,

bonita cara sin cejas. —¿Qué ¿Solos? — Asentí—. Joder, si palabras clave son: aunque no saben por qué,

miráis, gilipollas? —Nada —le te has enrollado con ella, «Rosadas», «Redondas», miles de chicas de todo el país

contestó Radar—. Seguro tienes que contarme hasta el «Firmes», «Suculentas», sienten que un escalofrío de

que no estamos mirándote las último detalle. Tienes que «Flexibles» y «Blandas» — miedo y asco les recorre la

cejas. Chuck pegó un escribirme un ensayo sobre el me dijo Radar. — columna vertebral. De todas

empujón a Radar, golpeó la aspecto y el tacto de las tetas Personalmente —dijo Ben—, formas, no me enrollé con

taquilla con la palma de la de Margo Roth Spiegelman. creo que al menos una de las ella, pervertido. —Siempre

mano y se marchó. —¿Se lo Treinta páginas como mínimo. palabras debería ser igual —me contestó Ben —.

has hecho tú? —me preguntó —Quiero que hagas un dibujo «turturturtur». —Creo que no Soy el único tío que conozco

Ben, incrédulo. —No se lo realista a lápiz —me pidió conozco esa palabra — añadí. con huevos para darle a una
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pava lo que quiere y el único cansancio con el cálculo me de serlo, porque ante mí veía por supuesto tenía la mano

que no tiene oportunidades de pareció injusto. Para una sola cosa, al señor levantada, pero no sabía

hacerlo. —Qué extraña mantenerme despierto me Jiminez en la pizarra, era lo cómo había llegado hasta allí.

casualidad —le dije. La vida dediqué a escribirle una nota único que mi cerebro Lo único que más o menos

era como siempre, solo que a Margo —teniendo en cuenta procesaba, y cuando el señor sabía era cómo bajarla. Tras

estaba más cansado. Había que no iba a mandársela, era Jiminez dijo «¿Quentin?», me un considerable esfuerzo, mi

esperado que la noche un simple resumen de mis quedé muy confuso, porque lo cerebro consiguió decirle a mi

anterior cambiara mi vida, momentos favoritos de la único que sucedía en mi brazo que bajara, y mi brazo

pero no había sido así. Al noche anterior—, pero ni universo era que el señor consiguió bajar. —Solo quería

menos de momento. Sonó el siquiera así lo conseguía. En Jiminez escribía en la pizarra, preguntar si puedo ir al baño

segundo timbre y nos fuimos un determinado momento mi así que no entendía cómo —dije por fin. —Ve —me

inmediatamente a clase. boli dejó de moverse y sentí podía ser una presencia contestó el profesor. Y

Durante la primera clase de que mi campo visual se acústica y visual a la vez. — entonces alguien levantó la

cálculo me sentí reducía cada vez más, de ¿Sí? —le pregunté. —¿Has mano y preguntó algo sobre

tremendamente cansado. modo que intenté recordar si oído la pregunta? —¿Sí? — las ecuaciones diferenciales.

Bueno, estaba cansado la visión en túnel era un volví a preguntar. —¿Y has Me dirigí al baño, me eché

desde que me había síntoma de cansancio. Llegué levantado la mano para agua en la cara, me acerqué

despertado, pero combinar el a la conclusión de que debía contestar? Levanté los ojos, y al espejo por encima del
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lavabo y me observé. Me froté Buick de quince años que como un pez fuera del agua del copiloto hasta quedarme

los ojos para eliminar la rojez, habían conducido dando los últimos aletazos casi tumbado y se lo conté

pero no pude. Y entonces se impunemente los tres antes de morir. Seguías todo: Margo en mi ventana, el

me ocurrió una idea brillante. hermanos mayores de Ben, esperando y el motor volvía a Walmart, la venganza, el

Entré en un retrete, bajé la así que, cuando le llegó a él, girar un par de veces más. SunTrust Building, la entrada

tapa, me senté, me apoyé en era básicamente cinta Esperabas más y al final en una casa que no era, el

la pared y me quedé dormido. adhesiva y masilla. Su arrancaba. Ben encendió el SeaWorld y el echaré de

El sueño duró unos dieciséis nombre completo era Churro Chuco y puso el aire menos salir por ahí contigo.

milisegundos, hasta que sonó de Coche, pero lo llamábamos acondicionado a tope. Tres de Ben no me interrumpió ni una

el timbre de la segunda hora. Chuco para abreviar. El las cuatro ventanillas no se vez — era un buen amigo

Me levanté y me dirigí a clase Chuco no funcionaba con abrían, pero el aire cuando se trataba de no

de latín, luego a física y por fin gasolina, sino con el acondicionado funcionaba de interrumpir—, pero nada más

llegó la hora de comer. inagotable combustible de la maravilla, aunque los acabar me hizo la pregunta

Encontré a Ben en la esperanza. Te sentabas en el primeros minutos no era más más apremiante para él. —

cafetería. —Necesito una abrasador asiento de plástico que aire caliente que salía de Espera, cuando dices que

siesta —le dije. —Vamos a y esperabas a que arrancara, los conductos y se mezclaba Jase Worthington la tiene

comer al Chuco —me luego Ben giraba la llave y el con el aire rancio del coche. pequeña, ¿cómo de pequeña

contestó. El Chuco era un motor daba un par de vueltas, Recliné al máximo el asiento exactamente? —Es posible
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que se le encogiera, porque poco. Pero ni siquiera se rió. momento. Cuando me ser el único alumno de último

estaba superagobiado, pero Se limitó a mover la cabeza desperté, tenía encima de las curso del autobús. Cuando

¿has visto alguna vez un despacio, anonadado. — rodillas una hamburguesa del salieron, Ben llevó a Radar a

lápiz? —le pregunté, y Ben Joder, Margo es de puta Wendy y una nota: «He tenido su casa, hacia el «centro» de

asintió—. Bueno, pues ¿has madre. —Lo sé. —Es una de que irme a clase, colega. Nos Jefferson Park, cerca de

visto alguna vez la goma de esas personas que o muere vemos después del ensayo». donde vivía Lacey, y luego me

un lápiz? — Volvió a asentir— trágicamente a los veintisiete Más tarde, después de mi acompañó a mí. Vi que el

. Bueno, pues ¿has visto años, como Jimi Hendrix y última clase, traduje a Ovidio coche de Margo tampoco

alguna vez las virutas de Janis Joplin, o de mayor gana apoyado en la pared exterior estaba aparcado en su casa,

goma que quedan en el papel el primer Premio Nobel de de cemento de la sala de así que no se había saltado

cuando has borrado algo? — Genialidad. —Sí —le dije. ensayo intentando ignorar las las clases para dormir. Se

Asintió otra vez—. Diría que Rara vez me cansaba de disonancias procedentes del habría saltado las clases por

tres virutas de largo por una hablar de Margo Roth interior. Siempre me quedaba otra de sus aventuras, una

de ancho. Ben había tragado Spiegelman, pero rara vez en el instituto durante la hora aventura sin mí. Seguramente

mucha mierda de tipos como estaba tan cansado. Me extra de ensayo, porque pasaría el día extendiendo

Jason Worthington y Chuck recliné sobre el marcharme antes que Ben y crema depilatoria en las

Parson, así que pensé que reposacabezas de plástico que Radar implicaba la almohadas de otros enemigos

tenía derecho a divertirse un rajado y me quedé dormido al insoportable humillación de o algo así. Entré en casa
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sintiéndome un poco preguntaba si se sentaría rumores empezaran a correr. algo que no podemos ni

abandonado, aunque por frente a mí a la hora de comer Ben me llamó aquella noche, imaginar —le contesté. Ben

supuesto Margo sabía que de y me las contaría. Pensé que después de cenar. —He oído soltó una risita. —¿Estás

todas formas no habría ido quizá a eso se refería cuando decir que no contesta el diciendo que le gusta

con ella, porque no querría me dijo que echaría de menos teléfono. Alguien ha divertirse sola? Gruñí. —

perder un día de clase. Y salir conmigo. Sabía que se comentado en Facebook que Venga ya, Ben. Quiero decir

quién sabía si habría sido solo iría a alguna parte para dijo que quizá se mudaría a un que estará haciendo sus

un día. Quizá se había ido a tomarse otro de sus breves almacén secreto de cosas. Montándose historias.

otra excursión de tres días por descansos de Orlando, la Tomorrowland, en Poniendo el mundo patas

Mississippi o se había unido ciudad de papel. Pero cuando Disneyland. —Qué tontería — arriba. Aquella noche me

temporalmente al circo. Pero volviera, ¿quién sabía? No le dije. —Ya lo sé. Vaya, tumbé de lado en mi cama y

no sería ninguna de las dos podría pasar las últimas Tomorrowland es de lejos la observé el invisible mundo al

cosas, por supuesto. Era algo semanas de clase con los parte más cutre. Y alguien dijo otro lado de la ventana.

que no podía imaginar, que amigos que siempre había que ha conocido a un tipo en Intentaba dormirme, pero los

nunca imaginaría, porque yo tenido, así que después de la red. —Ridículo —insistí. — ojos se me abrían cada dos

no podía ser Margo. Me todo quizá las pasaría Vale, muy bien, pero por tres para controlar. No

preguntaba con qué historias conmigo. No tuvo que pasar ¿entonces? —Andará por ahí podía evitar esperar que

volvería a casa esa vez. Y me mucho tiempo para que los divirtiéndose por su cuenta en Margo Roth Spiegelman
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volviera a mi ventana y concreto, a peor. Por ejemplo, Taddy Mac y Clint Bauer han sido que nos acosaran

arrastrara mi cansado culo por el segundo año, cuando cogido el Tahoe de Clint y se todavía más. En general solo

otra noche inolvidable. Margo recorría Mississippi, han llevado por delante doce podíamos esperar a que

Becca soltó al mundo la bicis de alumnos de primero y alguien como Margo les
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historia de Ben el Sangriento. segundo. —No me jodas —le recordara lo inmaduros y
Margo se escapaba tan a
Y esa vez no fue diferente. La contesté negando con la gilipollas que eran. Pero
menudo que en el instituto no
niña que se dedicaba a tapar cabeza. —Y ayer alguien Margo me había enseñado un
se organizaban patrullas para
agujeros se había marchado. colgó nuestros números de modo de iniciar la
buscarla, pero todos
La inundación era inevitable. teléfono en el baño de los contraofensiva. Y estaba a
sentíamos su ausencia. El
Aquella mañana, como por chicos con... bueno, con punto de decir algo cuando vi
instituto no es ni una
una vez fui puntual, Ben me guarradas — añadió nuestra de reojo a un tipo alto
democracia ni una dictadura.
llevó al instituto en coche. amiga Ashley. Volví a menear corriendo hacia nosotros.
Tampoco, como suele
Encontramos a todo el mundo la cabeza y yo también me Llevaba un pasamontañas
creerse, un estado anárquico.
extrañamente silencioso ante quedé en silencio. No negro y un sofisticado cañón
El instituto es una monarquía
la puerta de la sala de ensayo. podíamos denunciarlos. Lo de agua de color verde en las
por derecho divino. Y cuando
—Tío —dijo nuestro amigo habíamos intentado muchas manos. Al pasar me dio un
la reina se va de vacaciones,
Frank muy serio. —¿Qué veces antes del instituto, y el golpe en el hombro, perdí el
las cosas cambian. En
pasa? —Chuck Parson, resultado inevitable había equilibrio y aterricé de lado en
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el cemento agrietado. Al llegar Alguien señaló el acerqué al chaval y le apoyé mañana en un campo de

a la puerta, se giró y me gritó: aparcamiento, levanté la la mano en la cabeza, que era arcoíris jugueteando con

—Te dedicas a putearnos, así mirada y vi a dos chavalines lo único que parecía animalitos». Radar se rió tan

que te vamos a empalizar. La de primero acercándose a totalmente seco. —Esto no va alto que el señor Jiminez le

voz no me sonaba de nada. nosotros con la camiseta a quedar así —le dije. Sonó el lanzó una mirada. Escribí:

Ben y otro amigo me mojada y colgando. —¡Eran segundo timbre y Radar y yo «Tengo un plan, pero

ayudaron a levantarme. Me meados! —nos gritó uno de corrimos a clase de cálculo. tenemos que descubrir quién

dolía el hombro, pero no ellos. El otro no dijo nada. Se Mientras me sentaba a mi era». Radar escribió «Jasper

quería frotármelo. —¿Estás limitaba a apartar las manos mesa, me di un golpe en el Hanson» y lo rodeó varias

bien? —me preguntó Radar. de la camiseta, lo que no brazo, y el dolor me subió veces con un círculo. Me

—Sí, muy bien. Entonces sí terminaba de funcionar. Vi hasta el hombro. Radar me sorprendió. «¿Cómo lo

que me froté el hombro. Radar chorretones resbalándole señaló su libreta, en la que sabes?» Radar escribió:

negó con la cabeza. —Alguien desde las mangas hasta los había escrito una nota «¿No lo has visto? El muy

debería explicarle que, brazos. —¿Meados animales rodeada por un círculo: imbécil llevaba la camiseta de

aunque es posible dar una o humanos? — preguntó «Hombro OK?». Escribí en la fútbol con su nombre». Jasper

paliza, y también pegar una alguien. —¡Cómo voy a esquina de mi libreta: Hanson era un alumno de

paliza, no es posible saberlo! ¿Qué pasa, que soy «Comparado con los tercero. Siempre había

empalizar a nadie. Me reí. un experto en meados? Me chavalines, he pasado la pensado que era un chaval
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tranquilo y majete, de esos un y escribí inmediatamente a mi ¿Cañones de agua? ¿Con adjunta. Cordialmente, su

poco torpes que te preguntan: viejo amigo Jason meados? ¿De verdad? amistoso vecino Némesis A

«Tío, ¿qué tal?». No esperaba Worthington. De: Madure un poco. 4. Debería los doce minutos llegó su

verlo lanzando géiseres de pis mvengador@gmail.com A: tratar a los compañeros con respuesta. Mira, Quentin,

a los de primero. jworthington90@yahoo.com respeto, especialmente a los porque sí, sé que eres tú.

Sinceramente, en la jerarquía Asunto: Usted, yo, la casa de que son socialmente menos Sabes que no fui yo el que

gubernamental del instituto Becca Arrington, su pene, etc. afortunados que usted. 5. chorreó con meados a los

Winter Park, Jasper Hanson Querido señor Worthington: 1. Probablemente debería chicos de primero. Lo siento,

era como el ayudante adjunto Deberá entregar doscientos aleccionar a los miembros de pero no controlo lo que hacen

del subsecretario de Atletismo dólares en efectivo a cada una su clan para que se los demás. Mi respuesta:

y Actividades Ilícitas. Cuando de las doce personas cuyas comporten también con Señor Worthington: Entiendo

un tipo así asciende a bicicletas destrozaron sus consideración. Soy que no controle a Chuck y

vicepresidente ejecutivo de amigos con el Chevy Tahoe. consciente de que cumplir Jasper. Pero, ya ve, estoy en

Armamento Urinario, hay que No debería suponerle un alguna de estas tareas una situación similar a la suya.

tomar cartas en el asunto de problema, dada su inmensa resultará muy difícil. Pero en No controlo al diablillo que

inmediato. Así que en cuanto riqueza. 2. El tema de las ese caso también resultará está sentado en mi hombro

llegué a casa aquella tarde, pintadas en el baño de los muy difícil no compartir con izquierdo. El diablo me dice:

me creé una cuenta de correo chicos debe concluir. 3. todo el mundo la fotografía «IMPRIME LA FOTO
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IMPRIME LA FOTO Resurrection parando más o lanzó una mirada a Chuck, barriga. Chuck apenas se

CUÉLGALA POR TODO EL menos cada media hora para que me miró y murmuró: — encogió. Dio un paso atrás

INSTITUTO HAZLO HAZLO llamar a Radar, que había Perdona, Quentin. —¿Por para darle a Ben, pero Jase lo

HAZLO». Pero en el hombro salido con Angela. Le qué? —le pregunté. —Por agarró del brazo. —Tranquilo,

derecho tengo un angelito dejamos once mensajes, decirle a Jasper que disparara colega —le dijo Jase—.

blanco. Y el ángel me dice: cada uno más impertinente y meados a los chavales de Tampoco te ha dolido tanto.

«Hombre, me juego el cuello a lascivo que el anterior. Eran primero — murmuró. Hizo una Me tendió la mano para que

que esos chicos de primero las nueve pasadas cuando pausa y siguió diciendo—: Y se la estrechara. —Me gusta

reciben su dinero a primera sonó el timbre. —¡Quentin! — por lo de las bicis. Ben abrió que tengas huevos, colega.

hora de la mañana del lunes». gritó mi madre. Ben y yo los brazos, como si fuera a Bueno, eres un capullo. Pero

También yo, angelito, también supusimos que era Radar, así abrazarlo. —Ven aquí, colega da igual. Le estreché la mano.

yo. Mis mejores deseos, Su que paramos el juego y —le dijo. —¿Qué? —Que Se metieron en el Lexus de

amistoso vecino Némesis. No salimos al comedor. Chuck vengas —le repitió. Chuck dio Jase, dieron marcha atrás y

me contestó, aunque no era Parson y Jason Worthington un paso adelante. —Más se marcharon. En cuanto

necesario. Ya nos lo estaban en la entrada. Me cerca —dijo Ben. Chuck cerré la puerta, Ben soltó un

habíamos dicho todo. Ben se acerqué a ellos. —Hola, avanzó hasta la entrada, a un fuerte rugido. —

pasó por mi casa después de Quentin —dijo Jason. Lo paso de Ben. Y de repente, Ayyyyyyyyyyyyyyyyyy. Joder,

cenar y estuvimos jugando al saludé con la cabeza. Jason Ben le pegó un puñetazo en la mi mano. —Ben intentó cerrar
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el puño e hizo una mueca de noche jugando y curándote la lunes, pero aun así me sentí techo blanco. Aquel sábado

dolor—. Creo que Chuck mano, que te has roto un poco orgulloso de haber por la mañana, como hacía

Parson se había metido un intentando pegarle un sido la persona que había solo cuarenta y ocho horas

libro en la barriga. —Se puñetazo a un tipo. No me detenido la tormenta. que se había escapado,

llaman abdominales —le extraña que Jase Worthington suponía que todavía no
3
expliqué. —Sí, claro. He oído haya decidido arrimarse a tu estaría en casa, pero aun así
Todas las mañanas miraba
hablar de ellos. Le di una árbol. —Al menos soy bueno me sentí un poco
por la ventana de mi
palmadita en la espalda y al Resurrection —me dijo. Y decepcionado al ver que la
habitación para comprobar si
volvimos a la habitación a me disparó por la espalda, persiana seguía subida. Me
en la habitación de Margo
seguir jugando al aunque estábamos jugando lavé los dientes y después,
había algún signo de vida.
Resurrection. Justo habíamos en equipo. Jugamos un rato tras darle unas pataditas a
Siempre tenía las persianas
quitado la pausa cuando Ben más, hasta que Ben se Ben intentando despertarlo,
de mimbre bajadas, pero,
dijo: —Por cierto, ¿te has acurrucó en el suelo, con el salí en pantalón corto y
desde que se había
dado cuenta de que Jase dice mando pegado al pecho, y se camiseta. Había cinco
marchado, su madre o alguna
«colega»? He vuelto a quedó dormido. Yo también personas sentadas a la mesa
otra persona de la casa las
ponerlo de moda. Y solo con estaba cansado. Había sido del comedor: mis padres, los
había subido, de modo que
la fuerza de mi genialidad. — un día largo. Suponía que padres de Margo y un
veía un trocito de pared azul y
Sí, te pasas el viernes por la Margo estaría de vuelta el afroamericano alto y
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corpulento con unas gafas después? —me preguntó el Jacobsen —le dije yo. Mi vendrá un cerrajero.

enormes, un traje gris y una señor Spiegelman. Parecía madre se levantó y apoyó las Cambiaremos las cerraduras.

carpeta marrón en las manos. bastante tranquilo. —No, ¿por manos en los hombros de la Tiene dieciocho años. En fin,

—Ay, hola —dije. —Quentin, qué? —pregunté. —Bueno — señora Spiegelman. —Debbie el detective acaba de decirnos

¿viste a Margo el miércoles contestó la madre de Margo —le dijo—, lo siento mucho. que no podemos hacer

por la noche? —me preguntó con un tono agudo—, parece Es una situación muy nada... —Bueno —lo

mi madre. Entré en el que Margo se ha escapado. frustrante. Conocía aquel interrumpió el detective

comedor y me apoyé en la Otra vez. — Suspiró—. Debe truco. Era un truco psicológico Warren—, no he dicho eso

pared, enfrente del de ser... ¿cuántas veces van llamado escucha empática. exactamente. He dicho que no

desconocido. Ya tenía ya, Josh? ¿Cuatro? —Uf, he Dices lo que la persona está es menor de edad, de modo

pensada la respuesta a esa perdido la cuenta —contestó sintiendo para que se sienta que tiene derecho a

pregunta. —Sí —le su marido, enfadado. comprendida. Mi madre lo marcharse de casa. El señor

contesté—. Apareció por mi Entonces intervino el hace conmigo a todas horas. Spiegelman siguió hablando

ventana hacia las doce, afroamericano. —La quinta —No estoy frustrada —le con mi madre. —Nos parece

hablamos un minuto y luego el vez que han presentado una contestó la señora bien pagarle la universidad,

señor Spiegelman la pilló y denuncia. —Me saludó con la Spiegelman—. Se acabó. — pero no vamos a tolerar

tuvo que volver a casa. —¿Y cabeza y dijo—: Detective Exacto —dijo el señor estas... estas tonterías.

esa fue...? ¿La has visto Otis Warren. —Quentin Spiegelman —. Esta tarde Connie, ¡tiene dieciocho años!
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¡Y sigue siendo una Ya te imaginas lo... lo mesa, y el padre de Margo se World una noche. —Sí —dijo

egocéntrica! Tiene que ver las avergonzados que estamos. inclinó para echar un vistazo. su madre—. Pistas. Estúpidas

consecuencias. Mi madre Eres un buen chico, y ella... —Pistas por todas partes. El pistas. Pero nunca puedes

retiró las manos de los Bueno. Me separé de la pared día que se marchó a seguirlas, créame. El

hombros de la señora y me quedé de pie, muy tieso. Mississippi, comió sopa de detective levantó los ojos de la

Spiegelman. —Diría que las Conocía un poco a los padres letras y dejó exactamente carpeta. —Haremos correr la

consecuencias que tiene que de Margo, pero nunca los cuatro letras en el plato: una voz, por supuesto, pero de

ver son las del cariño —le dijo había visto actuar con tan M, una I, una S y una P. Se ningún modo podemos

mi madre. —Bueno, no es tu mala leche. No me extrañaba quedó decepcionada porque obligarla a volver a casa. No

hija, Connie. A ti no lleva diez que estuviera enfadada con no supimos juntarlas, aunque, deben contar necesariamente

años pisándote como si fueras ellos el miércoles por la como le dije cuando por fin con que regresará bajo su

un felpudo. Tenemos que noche. Miré al detective. volvió: «¿Cómo vamos a techo en un futuro inmediato.

pensar en nuestra otra hija. — Estaba pasando hojas de la encontrarte si lo único que —No la quiero bajo nuestro

Y en nosotros —añadió el carpeta. —Siempre ha dejado sabemos es “Mississippi”? Es techo. — La señora

señor Spiegelman. Levantó la algún rastro, ¿no? —dijo. — un estado grande, Margo». El Spiegelman se llevó un

mirada hacia mí —. Quentin, Pistas —le contestó el señor detective carraspeó. —Y dejó pañuelo a los ojos, aunque no

lamento que intentara Spiegelman levantándose. El a Minnie Mouse en su cama parecía estar llorando—. Sé

involucrarte en su jueguecito. detective dejó la carpeta en la cuando se metió en Disney que es terrible, pero es la
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verdad. —Deb —dijo mi una persona que asegura que para el gobierno. Porque —le contesté—. De verdad

madre con su tono de no van a encontrarla, que cuando trabajas para el que no lo sé. —Muchacho, he

psicóloga. La señora siempre deja pistas que no gobierno, trabajas para la estado pensando en la chica.

Spiegelman se limitó a mover llevan a ninguna parte, que se gente. Y cuando trabajas para Lo que hace... Se mete en

ligeramente la cabeza. — escapa cada dos por tres? ¡Es la gente, tienes que Disney World, por ejemplo,

¿Qué podemos hacer? Se lo imposible! Mi madre y mi relacionarte con ella, incluso ¿verdad? Se va a Mississippi

hemos dicho al detective. padre se miraron, y luego el con los Spiegelman. Solté una y deja pistas con sopa de

Hemos presentado una detective se dirigió a mí. — risita. —Permíteme que sea letras. Organiza una gran

denuncia. Es una adulta, Hijo, me pregunto si sincero contigo, muchacho — campaña para empapelar

Connie. —Es tu hija adulta — podríamos charlar en privado. siguió diciéndome—. Esta casas con papel higiénico. —

dijo mi madre, todavía Asentí. Nos metimos en la gente sabe tanto de ser ¿Cómo lo sabe? Hacía dos

calmada. —Vamos, Connie. habitación de mis padres. Él padres como yo de hacer años, Margo había liderado el

¿Acaso no es de locos que se sentó en un sillón y yo, en dieta. He trabajado con ellos empapelado de doscientas

estemos encantados de que el borde de la cama. — otras veces y no me gustan. casas en una sola noche. No

se haya ido de casa? Pues Muchacho —me dijo cuando Me da igual que no les digas a será necesario que diga que

claro que es de locos. Pero se hubo acomodado en el los padres de Margo dónde no me invitó a participar en

estaba volviendo loca a toda sillón—, permíteme que te dé está, pero te agradecería que aquella aventura. —He

la familia. ¿Cómo buscar a un consejo: nunca trabajes me lo dijeras a mí. —No lo sé trabajado en este caso antes.
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Así que, muchacho, necesito comparte su secreto no es la contárselo, y al verlo libre, normalmente una chica,

que me ayudes. ¿Quién más obvia, no es su mejor garabateando en la libreta, y no se lleva demasiado bien

planifica estas cosas? ¿Estos amiga ni su novio. Quizá es al haberme dado cuenta de la con sus padres. Estos chicos

proyectos de locos? Ella es la alguien en quien nunca estupidez de los padres de son como globos de helio

portavoz de todo esto, la única pensarías —me dijo. El Margo..., por primera vez me atados. Tiran del hilo una y

lo bastante loca para hacerlo. detective respiró y estaba a planteé la posibilidad de que otra vez, hasta que al final el

Pero ¿quién lo planifica? punto de decir algo más hubiera desaparecido por hilo se rompe y salen volando.

¿Quién se sienta con libretas cuando lo interrumpí. —No sé mucho tiempo. Cuando acabé Y quizá no vuelvas a ver ese

llenas de diagramas para dónde está. Se lo juro por de hablar, estaba tan globo, porque aterriza en

calcular cuánto papel Dios. —Solo quería preocupado que empezaba a Canadá o donde sea,

higiénico se necesita para asegurarme, muchacho. De faltarme el aire. El detective encuentra trabajo en un

empapelar un montón de todas formas, sabes algo, no dijo nada durante un rato. restaurante y antes de que el

casas? —Supongo que ella. ¿verdad? Empecemos por Se inclinó hacia delante y miró globo se dé cuenta, lleva

—Pero debe de tener un ahí. Se lo conté todo. a la lejanía hasta encontrar lo treinta años en la misma

socio, alguien que la ayude a Confiaba en aquel tipo. Tomó que estaba buscando, y cafetería sirviendo café a los

hacer todas estas cosas algunas notas mientras yo entonces empezó a hablar. — mismos hijos de puta. O quizá

desaforadas y geniales. Y hablaba, aunque sin Mira, muchacho. Pasa lo dentro de tres o cuatro años,

quizá la persona que demasiados detalles. Pero al siguiente: alguien con espíritu o dentro de tres o cuatro días,
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los vientos predominantes tiempo uno se desanima. parece un buen chico. Y lo había visto mucho más

devuelven el globo a casa, Globos por todas partes, cada sientes por él, porque lo único preocupado de lo que

porque necesita dinero, o uno de ellos con un padre o peor que el cielo lleno de realmente estaba. Sabía que

porque se lo ha pensado una madre, o con un poco de globos que ves es lo que ve él: volvería. Se desinflaría y

mejor, o porque echa de suerte con los dos, y al final ni un día azul y despejado con volvería volando a Jefferson

menos a su hermanito. Pero, siquiera puedes verlos un único globo. Pero cuando Park. Siempre había vuelto.

mira, muchacho, el hilo no individualmente. Levantas la el hilo se rompe, muchacho, Regresé al comedor con el

deja de romperse. —Sí, pe... mirada hacia los globos del no puedes volver a pegarlo. detective, que dijo que quería

—No he terminado, cielo y los ves en su totalidad, ¿Entiendes lo que te quiero volver a la casa de los

muchacho. El problema de pero ya no los ves de uno en decir? Asentí, aunque no Spiegelman para echar un

estos putos globos es que hay uno. —Se calló y respiró estaba seguro de haberlo vistazo en la habitación de

muchísimos. El cielo está profundamente, como si entendido. Se levantó. —Creo Margo. La señora Spiegelman

lleno de globos que vuelan de acabara de darse cuenta de que volverá pronto, me abrazó. —Siempre has

un lado a otro y chocan entre algo—. Pero de vez en muchacho. Por si sirve de sido un buen chico — me

sí, y todos y cada uno de cuando hablas con un chico algo. Me gustó la imagen de dijo—. Siento que tengas que

estos putos globos acaban en de ojos grandes y con Margo como un globo, pero verte mezclado en estas

la mesa de mi despacho por demasiado pelo en la cabeza pensé que, en su deseo de ridiculeces. El señor

una razón u otra, y con el y quieres mentirle porque ser poético, el detective me Spiegelman me estrechó la
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mano y se marcharon. En cada vez que su hija se porta cuando vuelva —dije. Y al En aquel momento apareció

cuanto se hubo cerrado la mal —me dijo mi padre. —Y decirlo me di cuenta de que Ben con el pelo tan

puerta, mi padre dijo: —Uau. eso les impide comportarse era una idea absolutamente enmarañado que parecía

—Uau —confirmó mi madre. como padres de forma eficaz genial. A mi madre también le desafiar nuestros

Mi padre me pasó el brazo por —añadió mi madre. —Son brillaron los ojos, pero luego conocimientos básicos sobre

los hombros. —Han optado gilipollas —repetí. —Para ser vio algo en la expresión de mi el efecto de la fuerza de

por una dinámica que solo sincero —dijo mi padre—, padre y me contestó con su gravedad sobre la materia. —

crea problemas, ¿verdad? — seguramente tienen razón. habitual moderación. — Señor y señora Jacobsen,

Son gilipollas —le dije yo. A Seguramente Margo necesita Bueno, sin duda sería encantado de verlos, como

mis padres les gustaba que atención. Y Dios sabe que bienvenida, aunque tendría siempre. —Buenos días, Ben.

dijera tacos delante de ellos. también yo necesitaría sus inconvenientes...: vivir al No sabía que te habías

Veía el placer en sus caras. atención si esos dos fueran lado de los Spiegelman. Pero quedado a dormir. —La

Significaba que confiaba en mis padres. —Cuando vuelva cuando vuelva al instituto, dile verdad es que yo tampoco —

ellos, que era yo mismo se quedará destrozada — que aquí es bienvenida, por dijo Ben—. ¿Sucede algo? Le

delante de ellos. Pero, aun comentó mi madre—. Que te favor, y si no quiere quedarse conté a Ben lo del detective,

así, parecían tristes. —Los abandonen así... Rechazada con nosotros, hay muchas los Spiegelman y Margo, que

padres de Margo sufren una cuando más cariño necesitas. otras soluciones que nos técnicamente era una

lesión grave en su narcisismo —Quizá podría vivir aquí encantaría comentar con ella. persona adulta desaparecida.
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Cuando terminé, asintió y dijo: Radar, un duende. —Ya lo hasta la graduación. Radar sencillamente quería tomarse

—Seguramente tendríamos veo. —Ven aquí, hijo de puta me contestó como contestaría unas vacaciones. Entonces

que hablarlo ante un plato —dijo Ben girando los cualquiera que estuviera eché un vistazo por la ventana

bien caliente de Resurrection. mandos—. Papá va a meterte jugando al Resurrection, de e inmediatamente vi que

Sonreí y volví con él a mi en un barco para que cruces forma inconexa. —Todavía no alguien —supuse que el

habitación. Radar se pasó por el río Estigia. —¿Acabas de entiendo por qué se ha detective— había bajado la

mi casa poco después, y en recurrir a la mitología griega marchado, ¿solo porque persiana de la habitación de

cuanto llegó, me echaron del para fanfarronear? —le demonio delante no tío con la Margo. Pero no se veía la

equipo, porque nos pregunté. Radar se rió. Ben pistola de rayos se ha persiana. Lo que se veía era

enfrentábamos a una misión empezó a aporrear botones y quedado sin novio? Pensaba un póster en blanco y negro

difícil y, aunque era el único a gritar. —¡Cómete esa, que era más dónde está la pegado a la parte exterior de

de los tres que tenía el juego, duende! ¡Cómetela como cueva a la izquierda inmune a la persiana. Era la fotografía

no era demasiado bueno en el Zeus se comió a Metis! — estas cosas. —No —le dije—, de un hombre, con los

Resurrection. Estaba Diría que volverá el lunes — no ha sido eso, no creo. O no hombros ligeramente caídos,

observándolos avanzar por comenté—. Ni siquiera a solo eso. Odia Orlando. Dijo mirando al frente. Tenía un

una estación espacial Margo Roth Spiegelman le que es una ciudad de papel. cigarrillo entre los labios y

atestada de demonios cuando interesa perder muchas Ya sabes, todo tan falso y llevaba colgada del hombro

Ben dijo: —Un duende, clases. Quizá se quede aquí poco sólido. Creo que una guitarra con una frase
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pintada: ESTA MÁQUINA vuelva a casa. Radar ya había y Margo —dijo Radar. —Me en un escenario. Parece estar

MATA FASCISTAS. —Hay sacado su ordenador de cuesta imaginar que le gusten en una puerta o algo así. —

algo en la ventana de Margo. bolsillo y estaba buscando la sus canciones —añadí. — Creo que quiere que entremos

La música del juego se paró, y frase en el Omnictionary. —La Cierto —admitió Ben—. Este — dije.

Radar y Ben se acercaron a foto es de Woody Guthrie — tipo parece la rana Gustavo
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mí y se arrodillaron uno a comentó—. Cantante de folk, alcohólica y con cáncer de
Desde mi habitación no se
cada lado. —¿Es nuevo? — 1912- 1967. Todas sus letras garganta. Radar abrió la
veía la puerta de la calle ni el
me preguntó Radar. —He hablaban de la clase obrera. ventana, asomó la cabeza y
garaje. Para verlos teníamos
visto esa persiana por fuera «This Land Is Your Land.» miró en todas direcciones. —
que ir a la sala de estar. De
millones de veces, pero nunca Tirando a comunista. Inspiró a Pues parece que ha dejado la
modo que, mientras Ben
había visto ese póster —le Bob Dylan. Radar reprodujo pista para ti, Q. Vaya,
seguía jugando al
contesté. —Qué raro —dijo un trozo de una canción suya, ¿conoce a alguien más que
Resurrection, Radar y yo
Ben. —Los padres de Margo una voz aguda y chirriante pueda ver esa ventana?
fuimos a la sala y fingimos ver
han dicho esta mañana que a cantando sobre sindicatos. — Negué con la cabeza. Al rato
la tele mientras vigilábamos la
veces deja pistas —dije yo—. Mandaré un correo al tipo que Ben añadió: —Nos mira de
puerta de los Spiegelman a
Pero nunca algo lo bastante ha escrito casi toda esta una manera... Como si dijera:
través de un ventanal,
concreto como para página para ver si hay alguna «Prestadme atención». Y la
esperando a que los padres
encontrarla antes de que relación entre Woody Guthrie cabeza así... No parece estar
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de Margo salieran. El Crown quedado en casa. —¡Ben! — Ruthie. —Hola, Quentin —me que Margo había dejado tras

Victoria negro del detective grité. Salió como una flecha. contestó. —¿Están tus padres de sí las pistas de un misterio.

Warren todavía estaba frente Mientras los Spiegelman en casa? —Acaban de —Oye, Ruthie, tenemos que

a la casa. Se marchó unos giraban Jefferson Way para marcharse —me dijo—. Al echar un vistazo a la

quince minutos después, pero meterse en Jefferson Road, Target. —Tenía los grandes habitación de Margo —le

durante la hora siguiente no salimos corriendo a la ojos de Margo, pero castaños. dije—. Pero el caso es... Es

volvió a abrirse ni la puerta de húmeda mañana. Me miró y frunció los labios como cuando Margo te pedía

la calle ni la del garaje. Radar Atravesamos el césped de los preocupada—. ¿Has visto al hacer algo en secreto. La

y yo veíamos una comedia Spiegelman hasta la puerta. policía? —Sí —le contesté—. situación es la misma. —A

medio graciosa de porreros en Llamé al timbre, oí las patas Parecía amable. —Mi madre Margo no le gusta que entren

el canal HBO, y había de Myrna Mountweazel dice que es como si Margo en su habitación —me

empezado a meterme en la corriendo por el suelo de hubiera ido a la universidad contestó Ruthie—. Menos yo.

historia cuando Radar dijo: — madera y luego se puso a antes. —Sí —le dije. Pensé Y a veces mi madre. —Pero

La puerta del garaje. Salté del ladrar como una loca, que la mejor manera de somos amigos suyos. —No le

sofá y me acerqué a la mirándonos por el cristal resolver un misterio era llegar gusta que sus amigos entren

ventana para ver quién iba en lateral. Ruthie abrió la puerta. a la conclusión de que no en su habitación —insistió

el coche. El señor y la señora Era una niña muy dulce de había misterio que resolver. Ruthie. Me incliné hacia ella.

Spiegelman. Ruthie se había unos once años. —Hola, Pero a esas alturas tenía claro —Ruthie, por favor. —Y no
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quieres que se lo diga a mis que tenía unos diez años. estaba en la pared de al lado es literalmente la prueba más

padres. —Exacto. —Cinco Entré. Estaba más limpia de lo de la mesa del ordenador: convincente de la existencia

dólares —me dijo. Estuve a que cabría esperar de Margo, estanterías de mi altura y el de Dios que he encontrado

punto de regatear el precio, pero quizá su madre lo había doble de anchas llenas de jamás. Empecé a mirar los

pero Radar sacó un billete de recogido todo. A mi derecha, discos de vinilo. Cientos de discos. Estaban ordenados

cinco dólares y se lo dio. —Si un armario lleno a rebosar de discos. —En el tocadiscos alfabéticamente por artistas,

veo el coche en el camino de ropa. Detrás de la puerta, un está A Love Supreme, de así que los recorrí buscando

entrada, os avisaré —nos dijo zapatero con un par de John Coltrane —dijo Ben. — la G: Dizzy Gillespie, Jimmie

con un tono cómplice. Me docenas de pares de zapatos, Joder, es un álbum genial — Dale Gilmore, Green Day,

arrodillé para acariciar a la desde merceditas hasta dijo Radar sin apartar los ojos Guided by Voices, George

vieja pero siempre entusiasta taconazos. No parecía que del ordenador —. La chica Harrison. —Tiene a todos los

Myrna Mountweazel y luego faltaran demasiadas cosas. — tiene buen gusto. Miré músicos del mundo menos a

subimos corriendo a la Me pongo con el ordenador — confundido a Ben. —Era un Woody Guthrie —dije. Volví

habitación de Margo. Al dijo Radar. Ben toqueteaba la saxofonista —comentó Ben. atrás y empecé por la A. —

apoyar la mano en el pomo de persiana. —El póster está Asentí. —No me puedo creer Todos sus libros de texto

la puerta se me pasó por la pegado —observó—. Solo que Q nunca haya oído hablar están aquí —oí decir a Ben—

cabeza que no había visto la con cinta adhesiva. Nada de Coltrane —dijo Radar sin . Más algunos otros en la

habitación de Margo desde fuerte. La gran sorpresa dejar de teclear—. Su música mesita de noche. Ningún
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diario. Pero yo estaba Beatles, los Blind Boys of FASCISTAS. —¡Eh! — manos la cubierta. —Mira —

distraído con la colección de Alabama y Blondie—, y exclamé. Ben se acercó a dijo. Estaba señalando el

discos de Margo. Le gustaba empecé a ojearlos más mirar. —De puta madre — listado de canciones. El título

todo. Nunca me la habría deprisa, tan deprisa que ni dijo—. Buen trabajo. Radar «Walt Whitman’s Niece»

imaginado escuchando todos siquiera me fijé en la giró la silla. —Impresionante. estaba rodeado con un círculo

aquellos viejos discos. La contraportada del Mermaid Me pregunto qué hay dentro trazado con boli negro. —

había visto escuchando Avenue, de Billy Bragg, hasta —dijo. Por desgracia, lo que Interesante —murmuré. La

música mientras corría, pero que estaba mirando el de los había dentro era solo un madre de Margo había dicho

nunca había sospechado Buzzcocks. Me detuve, volví disco. Y el disco parecía que las pistas de Margo nunca

aquella especie de obsesión. atrás y saqué el disco de Billy exactamente un disco. Lo llevaban a ninguna parte, pero

Yo no había oído hablar de la Bragg. La portada era una puse en el tocadiscos de ahora sabía que Margo había

mayoría de los grupos y me fotografía de casas adosadas Margo y al final descubrí cómo dejado una cadena de pistas,

sorprendió descubrir que de una ciudad. Pero en la cara encenderlo y colocar la aguja. y todo parecía indicar que la

incluso los grupos nuevos contraria Woody Guthrie me Era un tipo cantando había dejado para mí.

seguían sacando discos en miraba fijamente, con un canciones de Woody Guthrie. Inmediatamente pensé en ella

vinilo. Seguí avanzando por la cigarrillo entre los labios y con Cantaba mejor que él. — diciéndome en el SunTrust

A, luego por la B — una guitarra en la que ponía: ¿Qué es esto? ¿Una simple Building que yo era mejor

abriéndome camino entre los ESTA MÁQUINA MATA coincidencia? Ben tenía en las cuando confiaba en mí
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mismo. Di la vuelta al disco y que nos indicó con un gesto Poesía. —¿Qué tiene de par de hermanos, pero no si

puse la canción. «Walt que nos acercáramos al malo? —le pregunté. —La alguno de ellos tuvo hijos.

Whitman’s Niece» era la ordenador. —Una semana poesía es tan emo —me Creo que puedo encontrarlo si

primera de la cara B. No antes de marcharse, Margo dijo—. Ay, el dolor. El dolor. quieres. Negué con la cabeza.

estaba mal, la verdad. entró un montón de veces en Siempre llueve. En mi No parecía el camino

Entonces vi a Ruthie en la el Omnictionary. Lo sé por los corazón. —Sí, creo que eso correcto. Volví a buscar por la

puerta. Me miró. —¿Puedes minutos que estuvo es de Shakespeare —le habitación. En el último

darnos alguna pista, Ruthie? conectada con su nombre de contesté despectivamente—. estante de la colección de

Negó con la cabeza. —Yo usuario, que ha quedado ¿Walt Whitman tenía alguna discos había unos libros —

también he buscado —me guardado en sus contraseñas. sobrina? —le pregunté a anuarios escolares de años

contestó con tono triste. Pero borró su historial de Radar. Radar había entrado anteriores, un ejemplar

Radar me miró y luego giró la navegación, así que no sé qué ya en la página de Walt destrozado de Rebeldes— y

cabeza hacia Ruthie. — buscaba. —Oye, Radar, Whitman del Omnictionary. varios números atrasados de

¿Puedes vigilar que no llegue busca quién era Walt Un tipo corpulento con una revistas juveniles. Sin duda

tu madre, por favor? —le Whitman —dijo Ben. —Era un enorme barba. Nunca lo había nada que tuviera que ver con

pregunté. Asintió y se marchó. poeta —le contesté—. Del leído, pero tenía pinta de ser la sobrina de Walt Whitman.

Cerré la puerta. —¿Qué siglo diecinueve. —Genial — buen poeta. —Uf, ninguna Eché un vistazo a los libros de

pasa? —le pregunté a Radar, dijo Ben mirando al techo —. famosa. Pone que tenía un su mesita de noche. Nada
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interesante. —Lo lógico sería Asintió. —Sí. ¿Podemos supuesto albergaba frigorífico y subí a mi

que tuviera un libro de largarnos ya? Puedes esperanzas: quizá Margo habitación con Walt. Era la

poemas de Whitman —dije—. llamarme chapado a la quería ver que confiaba en mí edición de Penguin Classics

Pero parece que no es así. — antigua, pero preferiría no mismo. Quizá esa vez quería de la primera edición de Hojas

¡Sí que lo tiene! —exclamó estar aquí cuando volvieran que la encontraran, que la de hierba. Leí parte de la

Ben entusiasmado. Me los padres de Margo. —¿Nos encontrara yo. Quizá... igual introducción y después hojeé

acerqué a él, que se había dejamos algo? Radar se que me había elegido a mí el libro. Había varios versos

arrodillado frente a las levantó. —La verdad es que para la noche más larga, marcados en fluorescente

estanterías, y lo vi. Había parece que ha trazado una había vuelto a elegirme a mí. azul, todos ellos del

pasado por alto el delgado línea perfectamente recta. En Y quizá al que la encontrara le épicamente largo poema

volumen del último estante, ese libro tiene que haber algo. esperasen incalculables titulado «Canto de mí mismo».

metido entre dos anuarios. Pero me parece raro... Bueno, riquezas. Ben y Radar se Y dos versos marcados en

Walt Whitman. Hojas de sin ofender, pero si siempre marcharon poco después de verde: ¡Arrancad los cerrojos

hierba. Saqué el libro. En la ha dejado pistas para sus que volviéramos a mi casa, de las puertas! ¡Arrancad las

cubierta había una foto del padres, ¿por qué esta vez iba tras haber echado un vistazo puertas de los goznes! 1 Pasé

poeta, cuyos ojos brillantes a dejártelas a ti? Me encogí de al libro y no haber encontrado buena parte de la tarde

me miraron fijamente. —No hombros. No podía ninguna pista evidente. Cogí intentando desentrañar el

ha estado mal —le dije a Ben. responderle, aunque por un trozo de lasaña del sentido de la cita, pensando
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que quizá Margo intentaba uno lo saben, estoy espero. Pasé el fin de semana que era normal, así que mi

decirme que me volviera un satisfecho. Las tres últimas leyendo, intentando verla en madre me llevó al instituto, lo

cabrón o algo así. Pero leí y estrofas del «Canto de mí los fragmentos del poema que que también era normal. Me

releí también lo que estaba mismo» también estaban me había dejado. No llegaba quedé fuera charlando un rato

marcado en azul: Ya no marcadas con fluorescente. a ninguna parte con aquellas con todo el mundo, lo que era

recibirás de segunda o de Que el lodo sea mi heredero, líneas, pero seguí pensando normal, y luego Ben y yo

tercera mano las cosas, ni quiero crecer del pasto que en ellas porque no quería entramos, lo que también era

mirarás por los ojos de los amo; Si quieres encontrarte defraudarla. Margo quería normal. Pero en cuanto

muertos, ni te alimentarás de conmigo, búscame bajo la que siguiera el hilo, que empujamos la puerta de

los espectros de los libros. El suela de tus zapatos. Apenas encontrara el lugar en el que acero, la cara de Ben se

viaje que he emprendido es comprenderás quién soy yo o estaba esperándome, que convirtió en una mezcla de

eterno Todo progresa y se qué quiero decir, pero he de siguiera su rastro hasta llegar nervios y pánico, como si un

dilata, nada se viene abajo, y darte buena salud, y a tu a ella. mago acabara de elegirlo para

morir es algo distinto de lo que sangre, fuerza y pureza. Si no hacer el truco de serrarlo por
5
muchos supusieron, y de me encuentras al principio no la mitad. Seguí su mirada por
El lunes por la mañana
mejor augurio. Si nadie en el te descorazones, si no estoy el pasillo. Minifalda vaquera.
sucedió un acontecimiento
mundo lo sabe, estoy en un lugar me hallarás en Camiseta blanca ceñida.
extraordinario. Iba tarde, lo
satisfecho, si todos y cada otro, en alguna parte te Escote generoso. Piel
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extraordinariamente increíble de todo fue que ventana de Jase. Seguí ligeramente rota, y de repente

aceitunada. Piernas que supiera mi nombre. Hizo un mirándola. No sabía qué Lacey Pemberton ya no era

despertaban tu interés por las gesto con la cabeza y crucé decir. Uno puede tener una Lacey Pemberton. Era solo...

piernas. Pelo castaño rizado detrás de ella la sala de larga e intrépida vida sin que una persona. —Ya sabes, que

perfectamente peinado. Una ensayo hasta llegar a un Lacey Pemberton le haya si estaba enfadada conmigo

chapa que decía VÓTAME bloque de taquillas. Ben se dirigido la palabra jamás, pero por algo. Pensé un segundo

PARA REINA DEL BAILE. mantuvo a mi lado. —Hola, cuando esa rara ocasión se qué contestarle. —Bueno,

Lacey Pemberton. Lacey —saludé cuando se presenta, uno no desea decir estaba un poco defraudada

Acercándose a nosotros junto detuvo. Como me llegaba su lo que no debe. Así que Ben porque no le habías dicho lo

a la sala de ensayo. —Lacey perfume, recordé aquel olor habló por mí. —Sí, salieron de Jase y Becca, pero ya

Pemberton —susurró Ben, en su todoterreno y el crujido juntos —dijo Ben, como si conoces a Margo. Lo

aunque la chica estaba a unos del pez gato mientras Margo y Margo y yo fuéramos íntimos. superará. Lacey echó a andar

tres pasos de nosotros y yo bajábamos el asiento. — —¿Estaba enfadada por el pasillo. Ben y yo la

perfectamente podía oírlo. Y, Me han dicho que estabas con conmigo? — preguntó Lacey dejamos irse, pero de repente

de hecho, esbozó una sonrisa Margo. Me limité a mirarla. — algo después. Miraba al suelo. aminoró el paso. Quería que

falsamente tímida al oír su La otra noche, con el Vi su sombra de ojos marrón. fuéramos con ella. Ben me dio

nombre. —Quentin —me dijo. pescado. En mi coche. Y en el —¿Qué? Entonces habló muy un empujoncito y empezamos

Lo que me pareció más armario de Becca. Y en la despacio, con la voz a andar juntos. —El problema
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es que ni siquiera sabía lo de con él, y ahora no tengo sé. —Vale, me voy corriendo ¡No me lo agradezcas a mí,

Jase y Becca —dijo Lacey —. pareja para el baile, y mi mejor —le dije. Sabía que Ben agradéceselo a Margo Roth

Espero poder explicárselo amiga se ha largado vete a nunca convencería a Lacey Spiegelman! —le grité sin

pronto. Por un momento me saber dónde, a Nueva York o de que fuera al baile con él, volver la cabeza. Porque

preocupó que realmente a cualquier otro sitio, pero pensé que al menos estaba claro que Margo era la

hubiera querido marcharse, pensando que hice algo que merecía una oportunidad. que me había proporcionado

pero luego abrí su taquilla, JAMÁS haría. Lancé una Corrí por los pasillos hasta mi las herramientas necesarias.

porque me sé su mirada a Ben, y Ben me lanzó taquilla y al pasar por al lado Abrí la taquilla y cogí la libreta

combinación, y siguen una mirada a mí. —Tengo que de Radar le di un golpecito en de cálculo, pero luego me

estando todas sus fotos y lo irme corriendo a clase — le la cabeza. Radar estaba quedé parado, aunque ya

demás, los libros también. — dije—. ¿Por qué has dicho hablando con Angela y una había sonado el segundo

Buena señal —le contesté. — que está en Nueva York? — alumna de primero de la timbre, inmóvil en medio del

Sí, pero ya son cuatro días. Es Creo que dos días antes de banda de música. —No me lo pasillo mientras la gente

casi un récord en ella. Y marcharse le dijo a Jase que agradezcas a mí. pasaba corriendo ante mí en

bueno, es una mierda, porque Nueva York era el único sitio Agradéceselo a Q —le oí ambas direcciones, como si

Craig lo sabía, y me he del país en el que se podía decirle a la chica de primero. yo fuera la mediana de su

enfadado tanto porque no me llevar una vida medio decente. —¡Gracias por los doscientos autopista. Otro chico me dio

lo había dicho que he cortado Quizá lo dijo por decir. No lo dólares! —me dijo la chica. — las gracias por los doscientos
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dólares. Le sonreí. El instituto que el señor Jiminez hubiera querer decir algo. Quizá para llegar antes que yo y

parecía más mío que en los empezado otra de sus quiere que abras la puerta de estaba hablando con Lacey

cuatro años que llevaba en él. interminables lecciones. Me tu mente». Me encogí de Pemberton. Se acercaba a

Habíamos hecho justicia con había llevado el ejemplar de hombros y le escribí: «O quizá ella, ligeramente encogido

los frikis de la banda que se Hojas de hierba de Margo a simplemente leyó el poema para hablarle cara a cara.

habían quedado sin bicicleta. clase, así que lo abrí por dos días diferentes con dos Hablar con Ben me resultaba

Lacey Pemberton había debajo de la mesa y empecé rotuladores diferentes». A los a veces un tanto

hablado conmigo. Chuck a leer de nuevo los pocos minutos, al mirar el reloj claustrofóbico, y eso que yo

Parson había pedido perdón. fragmentos marcados del solo por trigésimo séptima no era una tía buena. —Hola,

Conocía muy bien aquellos «Canto de mí mismo» vez, vi a Ben Starling al otro chicos —les dije al llegar. —

pasillos y al final empezaba a mientras el señor Jiminez lado de la puerta de la clase, Hola —me contestó Lacey

parecer que también ellos me escribía en la pizarra. No vi pegándose un bailoteo dando un paso atrás para

conocían a mí. Me quedé allí alusiones directas a Nueva espasmódico y con un apartarse un poco de Ben—.

parado mientras sonaba el York. Unos minutos después permiso para estar fuera de Ben estaba comentándome

tercer timbre y la multitud se le pasé el libro a Radar, que lo clase en la mano. Cuando las novedades de Margo.

dispersaba. Solo entonces me hojeó un rato y luego escribió sonó el timbre de la hora de Nadie entraba jamás en su

dirigí a la clase de cálculo y en la esquina de su libreta: «El comer, corrí a mi taquilla, pero habitación, ya sabéis. Decía

me senté justo después de subrayado verde debe de Ben se las había arreglado que sus padres no le
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permitían que sus amigos —Y según el Omnictionary, poesía. Pero una prima mía ridícula y atontada, y ya es

fueran a casa. —¿De verdad? Woody Guthrie también vivió va a la Universidad de Nueva decir, porque era una persona

Lacey asintió. —¿Sabías que en Nueva York mucho tiempo York, y le he mandado un bastante ridícula y atontada.

Margo tiene unos mil discos? —dijo Ben. Asentí. —Me la cartel para que lo imprima. Lacey asintió. —Bueno, pero

—le pregunté. Lacey levantó imagino perfectamente en Voy a pedirle que lo cuelgue tampoco vayamos demasiado

las manos. —No. Es lo que Nueva York. Pero creo que en tiendas de discos. Bueno, conjuntados. Podrías ir

estaba contándome Ben. tenemos que descubrir la ya sé que hay muchas tiendas tradicional, con esmoquin

Margo nunca hablaba de siguiente pista. No puede ser de discos, pero en fin. — negro y chaleco negro. —Sin

música. Bueno, decía que le solo el libro. Debe de haber Buena idea —le dije. Se faja, ¿te parece? —Bueno, las

gustaba una canción que algún código en los versos dirigieron a la cafetería y los fajas están bien, pero sin

sonaba en la radio y cosas marcados o algo así. —Sí. seguí. —Oye —preguntó Ben muchos pliegues, ¿sabes?

así. Pero... no. Es muy rara. ¿Puedo echar un vistazo a Lacey—, ¿de qué color es tu Siguieron hablando —al

Me encogí de hombros. Quizá mientras como? —Claro —le vestido? —Hum, tirando a parecer, el nivel ideal de

era rara, o quizá los raros contesté—. O si quieres, azul zafiro. ¿Por qué? —Para pliegues es un tema de

éramos los demás. Lacey puedo hacerte fotocopias en asegurarme de que hace conversación al que pueden

siguió hablando. —Pero la biblioteca. —No hace falta. juego con mi esmoquin —le dedicarse horas—, pero dejé

estábamos diciendo que Walt Solo quiero leerlo. Vaya, que contestó Ben. Nunca había de escucharlos mientras

Whitman era de Nueva York. no entiendo una mierda de visto una sonrisa de Ben tan esperaba en la cola del Pizza
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Hut. Ben había encontrado intentaba decir, si es que pero ni siquiera estar en clase dirigí al aparcamiento de los

pareja para el baile, y Lacey intentaba decir algo. Me de literatura servía de algo. alumnos de último curso.

había encontrado a un chico devolvió el libro y se pusieron Por una vez no miré el reloj en Mientras Ben y Radar

que podía pegarse horas a hablar del baile otra vez. varios minutos, de modo que ensayaban, me senté en el

hablando del baile encantado Durante toda la tarde tuve la el timbre me sorprendió y Chuco con las puertas

de la vida. Ahora todo el sensación de que no iba bien tardé más que los demás en abiertas. Soplaba una ligera

mundo tenía pareja... menos encaminado buscando en las recoger mis cosas. Mientras brisa esquimal. Leí el

yo, que no iba a ir. La única citas marcadas, pero al final me colgaba la mochila de un Federalista para preparar un

chica a la que me habría me aburría, sacaba el libro de hombro y empezaba a salir, la examen de política que tenía

gustado llevar había la mochila, me lo ponía en las doctora Holden me sonrió. — al día siguiente, pero mi

emprendido un viaje eterno. rodillas y seguía con él. La Walt Whitman, ¿eh? —me mente había entrado en un

Cuando nos sentamos, Lacey última clase era literatura y preguntó. Asentí bucle: Guthrie, Whitman,

empezó a leer el «Canto de mí estábamos empezando a leer avergonzado. —Es muy Nueva York y Margo. ¿Había

mismo» y estuvo de acuerdo Moby Dick, así que la doctora bueno —me dijo—. Tan ido a Nueva York para

en que no le sonaba a nada, y Holden no dejaba de hablar bueno que estoy casi de meterse de lleno en la música

desde luego no le sonaba de la pesca en el siglo XIX. acuerdo en que lo leas en folk? ¿Había allí algún músico

como Margo. Seguíamos sin Dejé Moby Dick en la mesa y clase. Pero no del todo. folk secreto al que yo no

tener ni idea de lo que Margo a Whitman en las rodillas, Murmuré una disculpa y me conocía? ¿Estaba quizá en un
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piso en el que uno de ellos alegría. Empezó a tocar el No me lo ha dicho, pero lo puertas de los goznes!», le

había vivido alguna vez? ¿Y claxon, pero por supuesto no parecía. Así que al final tendré respondí. —Hay que admitir

por qué quería que yo lo funcionó, así que cada vez temita gracias a Ben el que Jefferson Park no es el

supiera? Vi por el retrovisor que lo tocaba, gritaba: ¡PIII! Sangriento. Me alegraba por mejor sitio para arrancar de

lateral a Ben y a Radar ¡PIII! ¡PIII! ¡PITA SI VAS A IR él, por supuesto, pero quería sus goznes las puertas de los

acercándose, Radar AL BAILE CON UNA PAVA, centrarme en cómo llegar a estrechos de mente —dijo

balanceando el estuche de su CON LACEY PEMBERTON! Margo. —Chicos, ¿se os ha Radar—. Quizá es lo que

saxo mientras avanzaba ¡PITA, NENE, PITA! Apenas ocurrido alguna idea? Por un quiere decir. Como aquello

deprisa hacia el Chuco. pudo mantener la boca momento no hubo respuesta, que dijo de que Orlando es

Entraron, Ben giró la llave y el cerrada de camino a casa. — pero luego Radar me miró por una ciudad de papel. Quizá lo

Chuco escupió. Esperamos ¿Sabéis por qué ha el retrovisor y dijo: —Lo de las que quiere decir es que por

un momento y el coche volvió aceptado? ¿Aparte de porque puertas es lo único marcado eso se ha marchado. Ben

a escupir. Seguimos estuviera desesperada? Creo de diferente color que lo frenó en un semáforo y se giró

esperando y al final reaccionó. que se ha peleado con Becca demás, y es además lo más para mirar a Radar. —Colega

Ben salió del aparcamiento y Arrington, porque ya sabéis, inesperado. Creo que la pista —dijo—, creo que estáis

del campus. —¿PUEDES Becca la engañó, y creo que está ahí. ¿Cómo decía? — dando a esa pava demasiado

CREERTE ESTA MIERDA? empezaba a sentirse mal por «¡Arrancad los cerrojos de las crédito. —¿Qué quieres

—gritó sin poder contener su el tema de Ben el Sangriento. puertas! / ¡Arrancad las decir? —le pregunté. —
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«Arrancad los cerrojos de las a veces acaba siendo un quedamos todos mirando la intenté desatornillar las

puertas» —comentó—. genio —me dijo Radar. puerta de la habitación de bisagras, pero no parecía que

«Arrancad las puertas de los Margo. No éramos demasiado hubiera tornillos, así que me
6
goznes.» —Sí —dije yo. El mañosos. —¿Qué demonios dediqué a buscarlos. Al final
Aparcamos delante de mi
semáforo se puso en verde y se supone que vais a hacer? Ruthie se aburrió y se fue a
casa y atravesamos la franja
Ben pisó el acelerador. El —preguntó Ben. —No hables ver la tele. Radar sacó el
de césped que separa la casa
Chuco tembló como si fuera a así delante de Ruthie — le pomo, y uno a uno echamos
de Margo de la mía, como
desintegrarse, pero empezó a dije. —Ruthie, ¿te importa que un vistazo al agujero sin pintar
habíamos hecho el sábado.
moverse. —No es poesía. No diga demonios? —No y sin pulir. Ningún mensaje.
Ruthie abrió la puerta y nos
es una metáfora. Son creemos en el demonio —le Ninguna nota. Nada.
dijo que sus padres no
instrucciones. Se supone que contestó la niña. Radar Enfadado, volví a mirar las
volverían a casa hasta las
tenemos que ir a la habitación interrumpió. —Tíos —dijo—. bisagras preguntándome
seis. Myrna Mountweazel,
de Margo, arrancar la Tíos, la puerta. Radar sacó un cómo abrirlas. Abrí y cerré la
nerviosa, dio vueltas a nuestro
cerradura de la puerta y destornillador del montón de puerta intentando entender el
alrededor. Subimos al piso de
arrancar la puerta de sus herramientas, se arrodilló y mecanismo. —El poema es
arriba. Ruthie nos llevó una
goznes. Radar me miró por el desatornilló el pomo de la jodidamente largo — dije—.
caja de herramientas del
retrovisor y le devolví la puerta. Yo cogí un ¿Creéis que el viejo Walt
garaje, y por un momento nos
mirada. —Está tan tarado que destornillador más grande e recurrió a un verso o dos para
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contarnos cómo arrancar la sorprendentemente fácil. disparabas a los demás con sentido. —Colega, eso es lo

puerta de sus goznes? No me Saqué el clavo de cada una balas de pintura en un glaciar. que quiere — observó Ben.

di cuenta de que Radar de las tres bisagras, y Ben Recibías puntos extra por Justo cuando estaba

estaba sentado frente al retiró la puerta. Inspeccioné disparar a tus enemigos en los acercándome sigilosamente a

ordenador de Margo hasta las bisagras y los trozos de huevos. Era muy sofisticado. Ben, paró el juego. —Quiere

que me contestó. —Según el madera sin pulir del marco. —Colega, está en Nueva que vayas a Nueva York —

Omnictionary, estamos Nada. —En la puerta no hay York, seguro —dijo Ben. Vi la siguió diciendo Ben—. ¿Qué

buscando un pernio. Y el nada —dijo Ben. Volvimos a boca de su rifle detrás de una pasa si lo ha organizado todo

destornillador se utiliza como colocar la puerta y Ben esquina, pero, antes de que para que sea la única manera

palanca para levantar el clavo. empujó los clavos con el pudiera moverme, me disparó de encontrarla? Que vayas. —

Por cierto, algún gamberro ha mango del destornillador. entre las piernas. —Mierda — ¿Que qué pasa? Es una

colgado que los pernios Radar y yo fuimos a casa de murmuré. —Parece que otras ciudad de doce millones de

funcionan bien porque se Ben, que era veces sus pistas apuntaban a personas. —Podría tener aquí

propulsan a pedos. Ay, arquitectónicamente idéntica un lugar. Se lo dice a Jase y a un espía —dijo Radar—. Si

Omnictionary, ¿llegarás algún a la mía, a jugar a un nos deja pistas de dos vas, ¿quién se lo dirá? —

día a ser exacto? Una vez que videojuego llamado Arctic personas que vivieron en ¡Lacey! —exclamó Ben—.

el Omnictionary nos había Fury. Jugamos a ese juego Nueva York la mayor parte de Seguro que es Lacey. ¡Sí!

explicado lo que hacer, resultó dentro del juego en el que su vida —dijo Radar—. Tiene Tienes que meterte en un
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avión y volar a Nueva York las próximas horas habría pantalla detenida y pensaba. iba a Nueva York, perdería al

ahora mismo. Y cuando Lacey algún vuelo a Nueva York. Si Margo y Lacey habían menos dos días, por no decir

se entere, Margo irá al Desde Orlando hay vuelos a fingido pelearse, ¿Lacey que mis padres me matarían

aeropuerto a buscarte. Sí. todas partes a todas horas. había fingido romper con su por comprar un billete de

Colega, voy a llevarte a tu Pero dudaba de todo lo novio? ¿Había fingido estar avión con la tarjeta de crédito.

casa, harás la maleta, te demás. —¿Y si llamas a preocupada? Lacey había Cuanto más lo pensaba, más

llevaré al aeropuerto, Lacey? —le pregunté. —¡No respondido a decenas de e- absurdo me parecía. Aunque

comprarás un billete con tu va a confesar! —me contestó mails — ninguno con si pudiera verla mañana...

tarjeta de crédito solo para Ben—. Piensa en todo lo que información real— de los Pero no. —No puedo faltar a

emergencias, y entonces, han hecho para despistar. carteles que su prima había clase —dije por fin. Quité la

cuando Margo descubra lo de Seguramente fingieron colgado en tiendas de discos pausa al juego—. Mañana

puta madre que eres, tan de haberse peleado para que no de Nueva York. No era una tengo un examen de francés.

puta madre que Jase sospecharas que Lacey era la espía. El plan de Ben era una —¿Sabes? —preguntó Ben—

Worthington no podría ni espía. —No lo sé —dijo idiotez. Sin embargo, me . Tu romanticismo es toda una

soñar con compararse Radar—, la verdad es que no atraía la mera idea de tener un inspiración. Jugué un rato

contigo, los tres iremos al parece congruente. Siguió plan, aunque faltaban solo más y luego crucé Jefferson

baile con tías buenas. No hablando, pero solo lo dos semanas y media para Park de vuelta a casa. Mi

tenía la menor duda de que en escuché a medias. Miraba la que acabaran las clases, y si madre me habló una vez de
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un niño loco con el que dibujaba circunferencias padre, y el niño dejó de dibujar a Nueva York. En cualquier

trabajaba. Había sido un niño hasta que toda la hoja de circunferencias y al parecer caso, era una idiotez. Pero

completamente normal hasta papel quedaba totalmente desde entonces vivió feliz. aquella noche, cuando volví a

los nueve años, cuando murió negra. Entonces cogía otra Pero de vez en cuando pienso mi rutina, y al día siguiente, en

su padre. Y aunque es hoja y dibujaba más en el niño de las clase, sentía que me corroía

evidente que a un montón de circunferencias. Y lo hacía circunferencias, porque de por dentro, como si la propia

niños de nueve años se les todos los días, a todas horas. alguna manera lo entiendo. rutina estuviera impidiendo

muere el padre, y la mayoría No prestaba atención en Siempre me han gustado las que me reuniera con Margo.

no se vuelven locos, supongo clase, dibujaba rutinas. Supongo que


7
que aquel niño fue una circunferencias en todos los aburrirme nunca me había
El martes por la tarde, cuando
excepción. Lo que hizo el niño exámenes, y mi madre me dijo aburrido demasiado. Suponía
hacía seis días que Margo se
fue coger un lápiz y un que el problema del niño era que no podría explicárselo a
había marchado, hablé con
compás, y empezar a dibujar que había generado una alguien como Margo, pero
mis padres. No se trataba de
circunferencias en una hoja rutina para sobrellevar su pasarte la vida dibujando
haber tomado una gran
de papel. Todas las pérdida, pero que la rutina se circunferencias me parecía
decisión ni nada de eso.
circunferencias de había vuelto destructiva. El una locura hasta cierto punto
Sencillamente hablé. Estaba
exactamente cinco caso es que mi madre razonable. Así que debería
sentado en la barra de la
centímetros de diámetro. Y consiguió que llorara por su haberme sentido bien por no ir
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cocina mientras mi padre atención —dijo mi madre, y confiar en que Margo puede De diez a doce de la noche

picaba verduras y mi madre luego añadió dirigiéndose a cuidar de sí misma. Ya ha hacen un treinta por ciento de

salteaba carne en una sartén. mí—: Pero eso no te hace mostrado un gran talento. — descuento. Quiere que la

Mi padre me tomaba el pelo responsable de su bienestar. Estoy de acuerdo —dijo mi ayude a elegir los zapatos

preguntándome cuánto iba a Mi padre echó las zanahorias padre. Pero después de para el baile. Bueno, había

tardar en leer un libro tan y las cebollas a la sartén. — cenar, cuando volví a mi comprado unos, pero pasé

breve. —La verdad es que no Sí, es verdad. Ninguno de los habitación y jugué al ayer por su casa y estuvimos

es para literatura —le dije—. dos podemos diagnosticarla Resurrection sin volumen, los de acuerdo en que no eran...

Parece que Margo lo dejó sin haberla visto, aunque oí hablando del tema en voz ya sabes, quiere los zapatos

para que lo encontrara. Se sospecho que pronto estará baja. No oía lo que decían, perfectos para la ocasión. Así

quedaron los dos en silencio, en casa. —No deberíamos pero notaba que estaban que va a devolverlos y luego

y entonces les conté lo de especular —le dijo mi madre preocupados. Aquella misma iremos a Burdines y... —Ben

Woody Guthrie y lo de en voz baja, como si yo no noche, un rato después, Ben —lo interrumpí. —Dime. —

Whitman. —Está claro que le estuviera escuchando. Mi me llamó al móvil. —Hola —le Tío, no me apetece hablar de

gusta jugar a estos juegos de padre iba a contestar, pero lo dije. —Colega —me dijo. — los zapatos de Lacey para el

no dar toda la información — interrumpí. —¿Qué debo Dime —le contesté. —Voy a ir baile. Y te diré por qué: tengo

observó mi padre. —No la hacer? —Graduarte —me a comprar zapatos con Lacey. una cosa que me impide

culpo por querer llamar la contestó mi madre —. Y —¿A comprar zapatos? —Sí. interesarme por los zapatos
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para los bailes. Se llama polla. deprimirme por el baile. Me comprar un helado al eran mías. De camino al

—Estoy muy nervioso y no negaba a sentir la más Friendly’s. Así que sí, como garaje, tuve que pasar por el

puedo dejar de pensar que en mínima tristeza por el hecho Ben, albergaba ridículas salón, donde mi madre y mi

realidad me gusta, no solo de no ir, pero —estúpida y fantasías con el baile. Pero al padre estaban viendo la tele.

para ir con ella al baile de fastidiosamente— había menos no decía las mías en —¿Quieres verlo? —me

graduación, sino que me pensado en encontrar a voz alta. A veces Ben era un preguntó mi madre—. Están a

parece una tía muy maja y me Margo, traérmela a casa idiota tan egocéntrico que punto de resolver el caso. Era

gusta salir con ella. Y quizá conmigo justo a tiempo para el tenía que recordarme a mí un programa de resolver

iremos al baile y nos baile, el sábado por la noche, mismo por qué me seguía casos de asesinato. —No,

besaremos en medio de la a última hora, y entrar en el cayendo bien. Al menos gracias —le contesté. Crucé

pista y todo será, joder, ya salón del Hilton con vaqueros algunas veces tenía ideas la cocina y entré en el garaje.

sabes, todo lo que han y camisetas raídas, justo a sorprendentemente brillantes. Busqué el destornillador plano

pensado de mí se lo llevará el tiempo para el último baile, y Lo de la puerta había sido una más grande que teníamos, me

viento... —Ben —le dije—, bailar mientras todo el mundo buena idea, aunque no lo metí en la cintura de los

deja de decir chorradas y todo nos señalaría y se maravillaría funcionara. Y era obvio que la pantalones cortos caquis y me

irá bien. Siguió hablando un de que Margo hubiera vuelto, intención de Margo había sido apreté bien el cinturón. Cogí

rato más, pero al final me libré y entonces saldríamos decirme algo más. A mí. La una galleta de la cocina, volví

de él. Me tumbé y empecé a bailando el foxtrot e iríamos a pista era mía. Las puertas a cruzar el salón con pasos
100
solo ligeramente torpes y, en mi habitación. No pude padres, así que puse la puerta móvil quizá? Era difícil

mientras veían en la tele cómo evitar sonreír. Era un trozo de en las bisagras y la dejé hacerse una idea de la escala,

se resolvía el misterio, quité papel del periódico Orlando abierta. Me metí los clavos en porque estaba rodeada de

los tres clavos de la puerta de Sentinel, con los bordes el bolsillo, fui hasta el verde. Llamé a Ben para

mi habitación. Cuando salió el rectos por un lado y ordenador y busqué un plano contárselo. —¡Tenía yo razón!

último, la puerta crujió y desgarrados por el otro. Sabía en el que apareciera el 8328 —exclamó—. Estoy

empezó a inclinarse, así que que era del Sentinel porque de la avenida Bartlesville. impaciente por contárselo a

con una mano la empujé en un lado se leía: «do Nunca había oído hablar de Lacey, que también estaba

contra la pared, y mientras la Sentinel, 6 de mayo de 2». El aquella calle. Estaba en el convencida de que era buena

colocaba, vi que de la bisagra día que se marchó. No había quinto pino, a 55,5 kilómetros idea. Pasé por alto el

de arriba salía volando un duda de que el mensaje era por la autopista Colonial comentario sobre Lacey. —

trocito de papel del tamaño de suyo. Reconocí su letra. Drive, casi en la ciudad de Creo que voy a ir —le espeté.

la uña de mi pulgar. Típico de Avenida bartlesville 8328 No Christmas, Florida. Cuando —Sí, claro, por supuesto que

Margo. ¿Para qué esconder podía volver a colocar la amplié el plano en el que tienes que ir. Iré contigo.

algo en su habitación si podía puerta en su sitio sin golpear aparecía el edificio, parecía Podemos ir el domingo por la

esconderlo en la mía? Me los clavos con el un rectángulo negro con una mañana. Estaré cansado

pregunté cuándo lo había destornillador, lo que seguro franja plateada delante y después de haber pasado la

hecho, cómo se había metido que habría alertado a mis hierba detrás. ¿Una casa noche en el baile, pero no
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importa. —No, quiero decir casa por si entra en el chat, asistencia. Ben no dijo nada. al lado de la cama. Puse la

que voy a ir esta noche —le porque últimamente Lo oí resoplar entre dientes. alarma a una hora

dije. —Colega, está oscuro. chateamos mucho... Lo corté. —Creo que estoy a punto de intempestiva, las seis de la

No puedes ir a oscuras a un —No. Esta noche. Quiero pillar algo —me comentó—. mañana, y pasé las horas

edificio que no sabes lo que verla. Sentía que el círculo Fiebre. Tos. Molestias. siguientes intentando en vano

es y con una dirección empezaba a cerrarse. Si me Dolores. Sonreí. Colgué y quedarme dormido.

misteriosa. ¿Nunca has visto daba prisa, en una hora llamé a Radar. —Estoy
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una película de terror? — podría verla. —Colega, no voy hablando con Ben —me dijo
A la mañana siguiente mi
Quizá Margo esté allí —le dije. a dejar que vayas a vete a —. Ahora te llamo. Me llamó
madre entró en mi habitación.
—Sí, y también puede estar saber qué dirección en plena un minuto después. Antes de
—Ayer noche ni siquiera
allí un demonio que se noche. Si es necesario, te que hubiera podido saludarlo
cerraste la puerta, dormilón —
alimenta de páncreas de dispararé en el culo con una siquiera, Radar me dijo: —Q,
me dijo. Abrí los ojos. —Creo
chavales —me contestó—. Taser para inmovilizarte. — tengo una migraña horrorosa.
que tengo gastroenteritis —le
Joder, al menos espera a Mañana por la mañana —me Imposible que pueda ir a clase
contesté. Y me acerqué a la
mañana, aunque después del dije sobre todo a mí mismo—. mañana. Me reí. Después de
papelera, que contenía
ensayo tengo que ir a Iré mañana por la mañana. De colgar, me quedé en camiseta
vómitos. —¡Quentin! Vaya por
encargar el ramo de Lacey y todas formas, estaba cansado y calzoncillos, vacié la
Dios. ¿Cuándo ha sido? —
luego quiero quedarme en de no tener ni una falta de papelera en un cajón y la dejé
102
Hacia las seis —le contesté, y hecho antes de meterme en la dio un beso en la frente. Sentí papá. Y vendré a echarte un

era verdad. —¿Por qué no cama porque no quería que la en la piel el pintalabios vistazo esta tarde, ¿vale?

nos has avisado? —Estaba habitación apestara toda la pegajoso. Aunque en realidad Asentí y tiré de las mantas

agotado —le dije, y también noche. Echar la papa era una no estaba enfermo, por hasta la barbilla. Aunque la

era verdad. —¿Te has mierda, pero fue un momento. alguna razón hizo que me papelera estaba limpia,

despertado porque te Mi madre se llevó la papelera sintiera mejor. —¿Quieres seguía llegándome el olor a

encontrabas mal? —me y la oí limpiándola en la que cierre la puerta? —me vómito bajo el detergente, y

preguntó. —Sí —le contesté, cocina. Volvió con la papelera preguntó alargando la mano ese olor me recordaba al acto

y esa vez no era verdad. Me limpia. Frunció los labios hacia ella. La puerta se de vomitar, que por alguna

había despertado porque la preocupada. —Bueno, creo mantuvo en las bisagras, pero razón me dio ganas de volver

alarma había sonado a las que tendré que tomarme el por poco. —No no no —le dije, a vomitar, pero respiré

seis, luego entré día... —empezó a decir, pero quizá demasiado nervioso. — despacio por la boca hasta

sigilosamente en la cocina, la corté. —Estoy bien, de Vale —me contestó—. que oí el Chrysler

me comí una barrita de verdad —le dije—. Solo tengo Llamaré al instituto de camino retrocediendo por el camino.

cereales y me bebí un vaso de el estómago revuelto. Algo me al trabajo. Si necesitas algo, Eran las 7.32. Pensé que por

zumo de naranja. A los diez habrá sentado mal. —¿Estás llámame. Lo que sea. O si una vez no me retrasaría. No

minutos me metí dos dedos seguro? —Te llamaré si me quieres que vuelva a casa. Y para ir al instituto, lo admito.

en la garganta. No lo había encuentro peor — le dije. Me siempre puedes llamar a Pero aun así. Me duché, me
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lavé los dientes y me puse gritos una canción de los alta para hablar. En cuanto kilómetros, Orlando dio paso a

unos vaqueros oscuros y una Mountain Goats. Ben se giró y salimos de Jefferson Park, los últimos campos de

camiseta negra. Me metí el me tendió el puño. Le di un bajamos la única ventanilla naranjos y a ranchos no

trozo de papel de periódico en puñetazo suave, aunque que funcionaba para que el urbanizados: la interminable

el bolsillo. Coloqué los clavos odiaba esa forma de saludar. mundo supiera que teníamos llanura toda cubierta de

en las bisagras y preparé la —¡Q! —gritó por encima de la buen gusto musical. matorrales, el musgo negro

mochila. La verdad es que no música —. ¿Qué te parece? Avanzamos por la Colonial colgando de las ramas de los

sabía qué meter, pero incluí el Supe exactamente lo que Drive y dejamos atrás los robles, inmóvil en la cálida

destornillador para abrir quería decir. Se refería a cines y las librerías por las mañana sin viento. Era la

puertas, una copia del plano, escuchar a los Mountain que había pasado toda mi Florida en la que había

indicaciones para llegar, una Goats con tus amigos en un vida. Pero esa vez era pasado noches acribillado por

botella de agua y el libro de coche, la mañana de un diferente y mejor, porque era los mosquitos y cazando

Whitman, por si estaba allí. miércoles de mayo, en busca a la hora de cálculo, porque armadillos cuando era boy

Quería hacerle algunas de Margo y del margotástico estaba con Ben y con Radar y scout. La carretera iba llena

preguntas. Ben y Radar premio que supusiera porque íbamos de camino de furgonetas, y cada dos

aparecieron a las ocho en encontrarla. —Nada que ver hacia el lugar en el que creía kilómetros, más o menos, se

punto. Me senté en el asiento con cálculo —le contesté. La que encontraría a Margo. Y al veía una salida de la

de atrás. Iban cantando a música estaba demasiado final, después de treinta autopista: pequeñas calles
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que serpenteaban habían señalado que ves desde un avión y te por la arena gris. En su

caprichosamente alrededor pseudovisiones un par de preguntas por qué a alguien momento había habido un

de casas surgidas de la nada, veces yendo con ellos en se le ocurrió un día poblar cartel que anunciaba la

como un volcán cubierto de coche, pero nunca había visto esta península. Miré el asfalto presencia de cuatro tiendas,

plástico. Algo más adelante ninguna tan desolada. vacío. El calor me porque a un lado de la

pasamos por una señal de Habíamos recorrido poco más distorsionaba la visión. Frente carretera había un poste raído

madera roída que decía de cinco kilómetros desde a nosotros vi un pequeño de más de dos metros, pero el

GROVEPOINT ACRES. Una Grovepoint Acres cuando centro comercial temblando cartel había desaparecido

carretera con el asfalto Radar apagó la música. — en la distancia. —¿Es hacía tiempo. Lo habría

agrietado de menos de cien Debe de estar a un kilómetro aquello? —pregunté arrancado un huracán o se

metros iba a parar a una gran — dijo. Respiré hondo. La inclinándome hacia delante y habría podrido de viejo. A las

extensión de tierra gris que emoción de no estar en el señalándolo. —Debe de serlo tiendas no les había ido

señalaba que Grovepoint instituto había empezado a —me contestó Radar. Ben mucho mejor. Era un edificio

Acres era lo que mi madre disminuir. No parecía un sitio pulsó el botón del equipo de de una sola planta con techo

llamaba una pseudovisión, en el que Margo se música y nos quedamos los plano, y por algunos sitios se

una urbanización escondería, ni siquiera al que tres callados mientras se veían los bloques de

abandonada antes de haberla querría ir. Nada que ver con metía en un aparcamiento hormigón al descubierto. Las

terminado. Mis padres me Nueva York. Era la Florida invadido desde hacía tiempo capas de pintura se
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desprendían de las paredes se detuvo, el olor a rancio de Orlando. La oigo diciéndome: sudor, la piel y cualquier cosa

como insectos pegados a un la muerte me invadió la nariz y «No quiero que unos críos me menos la muerte. —

nido. Las manchas de la boca. Tuve que tragarme la encuentren cubierta de ¿MARGO? —grita Radar. Un

humedad formaban dibujos bocanada de vómito que me moscas un sábado por la pájaro posado en el oxidado

abstractos de color marrón subió dolorosamente por la mañana en Jefferson Park». canalón del edificio suelta dos

entre los escaparates de las garganta. Solo entonces, tras No querer que unos críos te sílabas a modo de respuesta.

tiendas. Los escaparates haber perdido tanto tiempo, encuentren en Jefferson Park —¡MARGO! —vuelve a gritar

estaban sellados con láminas entendí lo mal que había no es lo mismo que no querer Radar. Nada. Pega una

torcidas de aglomerado. De interpretado tanto el juego de morir. No parece que haya patada en la arena y suspira.

pronto se me pasó por la Margo como el premio por pasado nadie por aquí desde —Mierda. Aquí, frente a este

cabeza una idea horrible, una ganarlo. Salgo del coche. Ben hace tiempo, excepto por el edificio, aprendo algo sobre el

de esas ideas de las que no se coloca a mi lado y Radar al olor, ese tufo rancio y dulzón miedo. Aprendo que no son

puedes librarte en cuanto han lado de Ben. Y de repente sé que diferencia a los muertos las banales fantasías de

cruzado el umbral de la que esto no tiene gracia, que de los vivos. Me digo a mí alguien que quizá quiere que

conciencia: me parecía que no se trata de demostrarle que mismo que Margo no puede le pase algo importante,

no era un lugar al que va uno merezco salir con ella. Puedo oler así, pero claro que puede. aunque lo importante sea

a vivir. Era un lugar al que se oír las palabras de Margo la Todos podemos. Me llevo el terrible. No es el asco de ver a

va a morir. En cuanto el coche noche en que recorrimos brazo a la nariz para oler el un extraño muerto, ni la falta
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de aliento cuando oyes enseña a correr, el miedo que dice Ben—. Deberíamos al frente, sino que nos

cargarse una escopeta hace que enterremos a llamar a la poli o a quien sea. miramos entre nosotros. Lo

delante de la casa de Becca nuestros muertos. El olor hace Todavía no nos hemos hace más llevadero. Al

Arrington. Este miedo no se que un desesperado pánico mirado. Los tres seguimos mirarlos, algo me hace sentir

soluciona con ejercicios de se apodere de mí. No como mirando el edificio, un edificio que Margo no está muerta si

respiración. Este no es cuando mis pulmones se abandonado desde hace no la hemos encontrado. —Sí,

comparable con ningún miedo quedan sin aire, sino como mucho tiempo que solo puede entrar —digo. Ya no sé quién

que haya sentido antes. Es la cuando lo que se queda sin albergar cadáveres. —No — es Margo, o quién era, pero

más baja de todas las aire es la propia atmósfera. dice Radar—. No no no no no. tengo que encontrarla.

emociones posibles, sientes Creo que la razón por la que Los llamaremos si hay
9
que estaba con nosotros he pasado la mayor parte de razones para llamarlos. Dejó
Rodeamos el edificio hasta la
antes de que existieras, antes mi vida asustado es quizá la dirección a Q, no a la poli.
parte de atrás y encontramos
de que existiera este edificio, porque intentaba prepararme Tenemos que buscar la
cuatro puertas de acero
antes de que existiera la y entrenar mi cuerpo para manera de entrar. —¿Entrar?
cerradas, y nada más aparte
Tierra. Es el miedo que hizo cuando llegara el miedo de —pregunta Ben dubitativo. Le
de terreno con palmeras
que los peces salieran del verdad. Pero no estoy doy una palmada en la
enanas esparcidas en una
agua y desarrollaran preparado. —Colega, espalda a Ben, y por primera
extensión de hierba verde con
pulmones, el miedo que nos deberíamos marcharnos — vez en todo el día no miramos
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matices dorados. Aquí pelo apelmazado yace distinto de lo que muchos puertas de acero. Siento

todavía hace más peste y me muerto, sin heridas visibles. supusieron, y de mejor deseos de rezar por el muerto,

da más miedo seguir Se le ha desprendido el pelo, augurio». «Que el lodo sea mi de rezar el Kadish por este

andando. Ben y Radar están que deja al descubierto una heredero, quiero crecer del mapache, pero ni siquiera me

justo detrás de mí, a mi costilla. Radar se aparta con pasto que amo; / Si quieres lo sé. Lo siento mucho por él y

derecha y a mi izquierda, arcadas, pero no llega a encontrarte conmigo, siento mucho alegrarme tanto

formando un triángulo. vomitar. Me inclino a su lado y búscame bajo la suela de tus de verlo así. —Está cediendo

Avanzamos despacio apoyo la mano entre sus zapatos.» Por un momento un poco —nos grita Radar—.

mientras recorremos la zona omóplatos. —Me alegro tanto siento un destello de Venid a ayudarme. Ben y yo

con los ojos. —¡Un mapache! de ver a ese puto mapache esperanza al pensar en el sujetamos a Radar por la

—grita Ben—. Gracias, Dios muerto —me dice cuando último verso del poema: «En cintura y tiramos de él. Radar

mío. Es un mapache. Joder. recupera la respiración. Pero, alguna parte te espero». Pero apoya un pie en la pared para

Radar y yo nos alejamos del aun así, no me la puedo luego pienso que esa primera darse más impulso y de

edificio y vamos hacia el imaginar viva aquí. Se me persona no tiene por qué ser repente los dos caen encima

animal, que está junto a una ocurre que el Whitman podría una persona. También puede de mí y me encuentro con la

zanja de drenaje poco ser una nota de suicidio. ser un cuerpo. Radar se ha camiseta empapada de sudor

profunda. Un enorme Pienso en versos que había apartado del mapache y tira de Radar en la cara. Por un

mapache hinchado y con el marcado: «Y morir es algo del pomo de una de las cuatro momento me entusiasmo,
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creo que lo hemos conglomerado de los extiende los dedos. Mientras Estoy a punto de rebatir esa

conseguido, pero entonces escaparates, pero están voy hacia él empieza a lógica absurda cuando echa a

me doy cuenta de que Radar clavadas. Radar les da decirme: —En tercero, mi correr y pasa por delante de

tiene el mango de la puerta en patadas, pero no ceden. Ben madre intentó que dejaran de mí como una flecha. Sigue

la mano. Me levanto y echo un vuelve a mi lado. —Detrás de pegarme apuntándome a acelerando mientras se

vistazo a la puerta: sigue una de esas planchas no hay taekwondo. Solo fui a tres acerca a la plancha y luego,

cerrada. —Puto pomo de cristal —me dice. Y sale clases, y solo aprendí una sin miedo, en el último

mierda del año de la pera — corriendo. Mientras corre, sus cosa, pero de vez en cuando segundo, pega un salto, gira

gruñe Radar. Nunca lo había zapatillas esparcen la arena. es útil. Vimos al maestro de el cuerpo, saca el hombro

oído hablar así. —Tranquilo Lo miro confundido. —Voy a taekwondo partir un bloque para que cargue con la fuerza

—le digo—. Alguna manera atravesar las planchas —me grueso de madera y todos del impacto y cae en la

habrá. Tiene que haberla. explica. —No podrás. Es el pensamos, colega, cómo lo ha madera. Casi espero que la

Damos la vuelta hasta la parte menos corpulento de los tres, hecho, y él nos dijo que si atraviese y deje su silueta

delantera del edificio. No que ya es decir. Si alguno actúas como si tu mano fuera recortada, como en los

vemos puertas, ni agujeros, ni tiene que intentar atravesar a atravesar el bloque de dibujos animados. Pero

túneles. Pero tengo que las planchas de los madera, y si crees que tu rebota en la plancha y cae de

entrar. Ben y Radar intentan escaparates, debería ser yo. mano va a atravesar ese culo en una zona de hierba

arrancar las planchas de Aprieta los puños y luego bloque, entonces lo atraviesa. situada en medio de la arena.
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Ben se gira hacia un lado que Radar necesita aunque no hay razón para ellos amarillentos y mordidos

frotándose el hombro. —Se descansar y lo sustituye Ben. ello. —¿Tienes una...? —No por los ratones. Me pregunto

ha roto —dice. Doy por Al final conseguimos lanzar un —me contesta también en si esto pudo ser una librería,

sentado que habla del hombro trozo grande de plancha susurros antes de que haya aunque hace décadas que los

y corro hacia él, pero se dentro del local. Meto los pies terminado de decirlo—. estantes no albergan otra

levanta y veo una grieta en la y aterrizo a ciegas en lo que Radar, ¿has traído una cosa que polvo. Nos ponemos

plancha de conglomerado, a parece un montón de papeles. linterna? Oigo a Radar en fila detrás de Radar. Oigo

su altura. Empiezo a darle Por el agujero que hemos entrando por el agujero. — algo crujir encima de nosotros

patadas y la grieta se expande abierto entra algo de luz, pero Tengo una en el llavero, pero y nos quedamos los tres

horizontalmente. Entonces no veo las dimensiones de la no es gran cosa. Enciende la quietos. Intento tragarme el

Radar y yo metemos los sala, ni si hay techo. El aire es luz. Sigo sin ver muy bien, pánico. Oigo las respiraciones

dedos en la grieta y tiramos. tan cálido y está tan viciado pero está claro que hemos de Radar y de Ben, sus pasos

Entrecierro los ojos para evitar que inspirar produce la misma entrado en una gran sala con arrastrando los pies. Quiero

que me entre el sudor y tiro sensación que espirar. Me un laberinto de estanterías salir de aquí, pero el crujido

con todas mis fuerzas hasta giro y me doy con la barbilla metálicas. Los papeles del podría ser Margo. También

que la grieta empieza a formar en la frente de Ben. Me suelo son páginas de un viejo podrían ser adictos al crack.

una abertura dentada. descubro a mí mismo calendario. Los días están —Son los cimientos del

Seguimos en silencio hasta hablando en susurros, esparcidos por la sala, todos edificio — susurra Radar,
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aunque parece menos seguro No estoy de humor para Me susurran que de acuerdo. encuentro en la pared del otro

de lo habitual. Me quedo reírme, pero sus risas Voy hacia una pared lateral de lado, iluminando con la

donde estoy, incapaz de consiguen que la sala parezca la sala y encuentro la primera linterna otro Agujero de Trol.

moverme. Al momento oigo la segura, de modo que evidencia de que alguien ha El grafiti no se parece

voz de Ben. —La última vez empezamos a explorarla. estado aquí después de que demasiado a los de Margo,

que tuve tanto miedo me meé Pasamos entre las filas de todo el mundo se hubiera pero no podría asegurarlo.

encima. —La última vez que estanterías, pero lo único que marchado. En la pared, a la Solo la he visto pintar una

tuve tanto miedo —dijo encontramos son algunas altura de mi cintura, hay un letra. Radar enfoca la linterna

Radar— tuve que copias del Reader’s Digest de túnel más o menos hacia el agujero, y yo me

enfrentarme a un Lord Oscuro la década de los setenta semicircular. Encima del agacho y entro el primero. Lo

para que los magos tiradas en el suelo. Al rato mis agujero han escrito las único que hay en la sala es

estuvieran seguros. Hice un ojos se han adaptado a la palabras AGUJERO DE una moqueta enrollada en

débil intento: —La última vez oscuridad y medio a oscuras TROL con espray naranja, una esquina. La linterna

que tuve tanto miedo tuve que empezamos a andar en además de una útil flecha que recorre el suelo y veo

dormir en la habitación de mi diferentes direcciones y a apunta al agujero. —Chicos manchas de cola en el

madre. Ben suelta una risita. diferentes velocidades. —Que —dice Radar tan alto que por hormigón, donde antes había

—Q, si yo fuera tú, tendría ninguno salga hasta que un momento se rompe el estado la moqueta. Al fondo

tanto miedo todas las noches. salgamos todos —susurro. hechizo. Sigo su voz y lo de la sala descubro otro
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agujero abierto en la pared, momento me doy cuenta de infancia. En las vitrinas, nuestros recuerdos, pienso.

esa vez sin grafiti. Gateo por que tiene razón. En medio de salpicadas de cristales rotos, No puedes regalar esta

ese Agujero de Trol hasta una la sala, cinco vitrinas forman hay camisetas mordidas por mierda. Volvemos atrás

sala con filas de estantes de un pentágono. El cristal que las polillas, aunque todavía pasando por la sala vacía y la

ropa. Las perchas de acero en su momento separaba a dobladas, en las que pone sala de las estanterías, y

inoxidable siguen colgadas en los turistas de sus mierdas ORLANDO AL SOL. Debajo gateamos por el último

las paredes con manchas de para turistas está hecho de las vitrinas, Radar Agujero de Trol. Esta sala

color vino y de humedad. Esta añicos en el suelo, alrededor encuentra una caja llena de parece un despacho, solo que

sala está más iluminada, y de las vitrinas. La pintura gris mapas y viejos folletos no tiene ordenadores, y da la

tardo un momento en darme se desconcha de las paredes turísticos que publicitan Gator impresión de que la

cuenta de que es porque en el formando bonitos dibujos. World, Crystal Gardens y abandonaron a toda prisa,

techo hay varios agujeros. La Cada polígono de pintura otras atracciones que ya no como si hubieran

tela asfáltica está colgando y desconchada es como un existen. Ben me hace un teletransportado al espacio a

veo trozos en los que el techo copo de nieve de la gesto con la mano y sin decir los trabajadores o algo así.

se hunde sobre vigas de decadencia. Pero lo raro es nada señala el caimán de Veinte mesas colocadas en

hierro descubiertas. —Una que quedan algunos artículos. vidrio verde metido en una cuatro filas. En alguna mesa

tienda de souvenirs —susurra Hay un teléfono de Mickey caja, casi enterrado entre el todavía hay bolis, y todas ellas

Ben delante de mí. Y al Mouse que me recuerda a mi polvo. Esto es lo que valen están cubiertas de
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calendarios de papel folletos de urbanizaciones años, por decir algo? —les me muestra que en la pared

gigantes. Todos los formando una casa de una pregunto. —Solo los Agujeros del fondo del despacho hay un

calendarios se han detenido planta. Extiendo los folletos de Trol —me contesta Ben. Es trozo al que se ha dado una

en febrero de 1986. Ben por si esconden alguna pista, una tumba, todo cubierto de capa de pintura blanca, como

empuja una silla de escritorio, pero no. —Nada de después polvo. —Y entonces ¿por qué si a alguien se le hubiera

que al girar chirría de 1986 —suspira Radar nos ha traído aquí? — ocurrido remodelarlo, pero

rítmicamente. Miles de post-it pasando los dedos por los pregunta Radar. Por fin hubiera abandonado el

con publicidad de la empresa papeles. Empiezo a revisar empezamos a hablar. —Ni proyecto a la media hora. Me

de hipotecas Martin-Gale los cajones. Encuentro idea— le contesto. No hay acerco a la pared y veo que

están apilados en forma de bastoncillos para los oídos y duda de que Margo no está. debajo de la pintura hay algo

pirámide inestable debajo de alfileres. Bolígrafos y lápices —Hay manchas con menos escrito de color rojo. Pero solo

una mesa. Hay cajas abiertas metidos de diez en diez en polvo — dice Radar—. En la veo indicios de pintura roja

con pilas de papel de viejas cajas de cartulina con letras y sala vacía hay un rectángulo que traspasa, no lo suficiente

impresoras matriciales que diseños retro. Servilletas de sin polvo, como si hubieran para saber lo que pone. Junto

detallan los gastos y los papel. Un par de guantes de movido algo. Pero no sé. —Y a la pared hay un bote abierto

ingresos de la empresa golf. —¿Veis el menor indicio está este trozo pintado — de pintura blanca. Me arrodillo

Martin-Gale. En una de las de que alguien haya estado observa Ben señalando a una y meto el dedo en la pintura.

mesas alguien ha apilado aquí en los últimos veinte pared. La linterna de Radar La superficie está dura, pero
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se rompe fácilmente, así que pintada han atravesado la no tiene nada de divertido. empezando por el principio,

saco el dedo blanco. No digo capa de pintura. Al momento Creo que «Esta mierda no pero el problema era que son

nada mientras la pintura me sé que esas fantasmagóricas tiene nada de divertido» es lo como ochenta páginas, es

gotea del dedo, porque todos letras grises son de Margo. que más se acerca a mi propio raro y repetitivo, y aunque

hemos llegado a la misma IRÁS A LAS CIUDADES DE terror. Y para mí está lo entendía todas las palabras,

conclusión: que alguien ha PAPEL Y NUNCA bastante cerca. Me dirijo a no entendía lo que quería

estado aquí hace poco. Y VOLVERÁS Cojo la linterna, toda prisa al Agujero de Trol. decir en sí. Pese a que sabía

entonces el edificio vuelve a enfoco directamente a la Siento que las paredes se que seguramente lo único

crujir, y a Radar se le cae la pintura, y el mensaje cierran sobre nosotros. importante eran los versos

linterna y suelta un taco. — desaparece. Pero cuando marcados, quería saber si el


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Esto es muy raro —comenta. enfoco otra zona de la pared, poema era una especie de
Ben y Radar me dejaron en
—Chicos —dice Ben. Como la vuelve a ser legible. —Mierda nota suicida. Pero no
casa. Aunque no habían ido a
linterna sigue en el suelo, doy —dice Radar en voz baja. — entendía nada. Había leído ya
clase, no podían permitirse
un paso atrás para cogerla, Colega, ¿podemos irnos ya? diez confusas páginas cuando
saltarse el ensayo. Me senté
pero entonces veo a Ben — pregunta Ben—. Porque la me puse tan histérico que
un buen rato con el «Canto de
señalando. Lo que señala es última vez que tuve tanto decidí llamar al detective.
mí mismo», y por enésima vez
la pared. Al recibir la luz miedo... A tomar por saco. Saqué su tarjeta de unos
intenté leer el poema entero,
indirecta, las letras de la Estoy acojonado. Esta mierda pantalones cortos del cesto de
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la ropa sucia. Contestó al nuestros zapatos. El detective otra cosa que escaparse, de estos días mirarás hacia

segundo tono. —Warren. — ni siquiera me dijo que no muchacho. Entiendo lo que abajo y verás que también tú

Hola, hum, soy Quentin debía entrar en edificios me dices, pero recuerda que has salido volando. Colgué

Jacobsen, un amigo de Margo abandonados, ni me preguntó lo ha hecho otras veces. Me con mal sabor de boca.

Roth Spiegelman. —Claro, qué hacía allí a las diez de la refiero a las pistas. Así le Estaba claro que lo que me

muchacho, me acuerdo de ti. mañana de un día de clase. añade un poco de teatro. llevaría hasta Margo no sería

¿Qué sucede? Le conté lo de Esperó a que hubiera Sinceramente, si hubiera la poesía de Warren. Seguí

las pistas, lo del centro terminado de hablar. —Por querido que la encontraras, pensando en los versos del

comercial y lo de las ciudades Dios, muchacho, eres casi un viva o muerta, ya la habrías final que Margo había

de papel, le expliqué que detective. Lo único que te falta encontrado. —Pero ¿no le...? marcado: «Que el lodo sea mi

desde lo alto del SunTrust es una pistola, una buena —Muchacho, tenemos la heredero, quiero crecer del

Building me había dicho que barriga y tres ex mujeres. mala suerte de que pasto que amo; / Si quieres

Orlando era una ciudad de ¿Cuál es tu teoría? —Me legalmente es una persona encontrarte conmigo,

papel, pero no había hablado preocupa que se haya... adulta y libre, ¿sabes? búscame bajo la suela de tus

de ciudades en plural, que me bueno, que se haya Permíteme que te dé un zapatos». En las primeras

había contado que no quería suicidado, supongo. —Jamás consejo: espera a que vuelva. páginas, Whitman escribe que

que la encontraran y lo de se me ha pasado por la Bueno, en algún momento ese pasto, esa hierba, es «la

buscarla bajo la suela de cabeza que esta chica hiciera dejarás de mirar el cielo, o uno cabellera suelta y hermosa de
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las tumbas». Pero ¿dónde dejaba mucho que desear. Irás a las pseudovisiones y no las personas a las que

estaban las tumbas? ¿Dónde Pero cuando busqué en la red volverás jamás. Respiré conocía, me eligiera a mí para

estaban las ciudades de en general, encontré algo hondo y me quedé mirando la encontrarlo. No me haría tanto

papel? Entré en el interesante escondido entre pantalla. La conclusión daño porque para mí no sería

Omnictionary para ver si se las entradas de un foro sobre parecía irrefutable. Aunque nuevo. Ya me había sucedido

sabía algo más sobre la propiedades inmobiliarias en todo se había roto en su antes. Tenía experiencia en la

expresión «ciudades de Kansas. Parece que Madison interior y había tomado su materia. Vi que Radar estaba

papel». Encontré una entrada Estates no va a construirse. decisión, no se permitió conectado, y estaba

enormemente detallada y útil Mi marido y yo compramos desaparecer para siempre, pinchando para hablar con él

creada por un usuario llamado una casa, pero esta semana así que había decidido dejar cuando en la pantalla me

culodemofeta: «Una Ciudad nos llamaron para decirnos su cuerpo — dejármelo a mí— apareció un mensaje suyo.

de Papel es una ciudad con que van a devolvernos la en una sombría versión de OMNICTIONARIAN96: Hola.

una fábrica de papel». Era el entrada porque no han nuestra urbanización, donde QTHERESURRECTION:

fallo del Omnictionary: las vendido suficientes casas se le rompieron los primeros Ciudades de papel =

entradas que escribía Radar para financiar el proyecto. hilos. Había dicho que no pseudovisiones. Creo que

eran exhaustivas y ¡Otra ciudad de papel para quería que cualquier niño quiere que encuentre su

tremendamente útiles, pero la Kansas! - Marge, Cawker, encontrara su cuerpo, y cuerpo. Porque piensa que

de ese tal culodemofeta Kansas. ¡Una pseudovisión! parecía lógico que, de todas podré soportarlo. Porque
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encontramos a un tipo muerto llegar. Pero no conseguía estar muerta. —No está lo encontraba por ningún sitio,

cuando éramos niños. Le calmarme, así que llamé a muerta. Es la reina del teatro. pero, después de teclear

mandé el link. Ben desde la cama y le conté Quiere llamar la atención. «urbanizaciones

OMNICTIONARIAN96: mi teoría. —Qué mierda Mira, ya sé que sus padres abandonadas», «Grovepoint

Cálmate. Espera a que vea el macabra, colega. Margo está son unos gilipollas, pero la Acres» y cosas por el estilo un

link. QTHERESURRECTION: bien. Solo está jugando. —No conocen mejor que nosotros, buen rato, conseguí una lista

OK. OMNICTIONARIAN96: parece preocuparte ¿verdad? Y sus padres de cinco lugares a menos de

Vale, no seas tan macabro. demasiado. Suspiró. — piensan lo mismo. —Cuando tres horas de Jefferson Park.

No sabes nada seguro. Creo Bueno, es un mal rollo por su quieres eres un perfecto Imprimí un mapa de Florida

que seguramente está bien. parte hacerte perder las tres capullo. —Lo que tú digas, central, lo clavé con

QTHERESURRECTION: No, últimas semanas de clase, colega. El día ha sido largo chinchetas en la pared, por

no lo crees. ¿sabes? Te tiene muy para los dos. Demasiado encima del ordenador, y puse

OMNICTIONARIAN96: Vale, preocupado, y tiene a Lacey melodrama. TTYS. Quise una chincheta en cada una de

no lo creo. Pero puede estar muy preocupada, y faltan tres reírme de él por utilizar siglas las cinco localizaciones. A

viva a pesar de los indicios... días para el baile, ¿sabes? de chat IRL, pero no tuve simple vista no detecté la

QTHERESURRECTION: Sí, ¿No podemos tener un baile fuerzas. Colgué y volví a la menor relación entre ellas.

supongo. Me voy a la cama. tranquilo y divertirnos? —¿Lo red en busca de un listado de Estaban repartidas al azar

Mis padres no tardarán en dices en serio? Ben, podría pseudovisiones de Florida. No entre las urbanizaciones más
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lejanas, así que necesitaría al talento de Ben para arrancar gilipolleces insignificantes y voz alta me tranquilizaba.

menos una semana para ir a el Chuco, fui uno de los ridículas como si el tipo del Evitaba que imaginara las

todas. ¿Por qué no me había primeros en llegar al coche que iba detrás de mí diversas posibilidades. Llegué

dejado un lugar concreto? aparcamiento de los alumnos pensaba que conducía con al letrero de madera roída de

Varias pistas jodidamente de último curso y uno de los excesiva precaución. Me Grovepoint Acres. Casi oí los

siniestras, varios indicios de últimos en salir, pero al final el habría gustado que la suspiros de alivio de los que

tragedia, pero ni un lugar. motor hizo contacto y me puse desaparición de Margo me me seguían cuando giré a la

Nada a lo que agarrarse. en camino hacia Grovepoint hubiera cambiado, pero la izquierda hacia la carretera

Como intentar subir una Acres. Conduje despacio por verdad era que no. Mientras la asfaltada sin salida. Parecía

montaña de gravilla. Ben me la Colonial, buscando otras fila de coches se arrastraba un camino de acceso a una

dio permiso para llevarme el pseudovisiones que pudieran detrás de mí como un casa pero sin casa. Dejé el

Chuco al día siguiente, porque habérseme escapado en la reticente cortejo fúnebre, me Chuco en marcha y salí. Al

iba a ir de compras con Lacey red. Llevaba detrás una larga descubrí a mí mismo acercarme, vi que Grovepoint

en su todoterreno. Así que por fila de coches y me hablando con Margo en voz Acres estaba más acabado de

una vez no tenía que esperar angustiaba pensar que estaba alta. «Seguiré el hilo. No lo que en un primer momento

a la puerta de la sala de creando un embotellamiento. traicionaré tu confianza. Te parecía. Habían abierto en el

ensayo. Sonó el timbre y corrí Me sorprendía que todavía encontraré.» Por raro que suelo dos caminos de tierra

a su coche. Como no tenía el pudiera preocuparme de parezca, dirigirme a ella en sin salida, aunque se habían
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erosionado tanto que apenas huellas, algo escrito en la encontrarlo por fin, porque utilizado para delimitar el

se veían los contornos. tierra o cualquier cosa que toda la zona estaba rodeada terreno. No olía ni veía nada

Recorrí las dos calles arriba y hubiera dejado, pero parecía de robles y ranchos, y como sospechoso, pero aun así

abajo sintiendo el calor en la que yo era la primera persona no había un cartel que sentí que el miedo se

nariz cada vez que respiraba. que andaba por aquellas indicara la entrada, Holly apoderaba de mí, y al

El sol abrasador dificultaba el calles sin nombre en años. El Meadows no se veía. Pero en principio no entendía por qué,

movimiento, pero sabía la suelo era plano y todavía no cuanto avancé unos metros pero luego lo vi: al limpiar la

bonita, aunque macabra, había crecido mucha hierba, por una carretera sin asfaltar zona para construir, habían

verdad: el calor hace que los así que tenía la vista entre los robles y los pinos, dejado un roble solitario en la

muertos apesten, y despejada en todas las apareció todo tan desolado parte de atrás del campo. Y el

Grovepoint Acres solo olía a direcciones. No vi tiendas de como en Grovepoint Acres. El árbol retorcido, con sus ramas

aire caliente y tubos de campaña, ni rastros de camino principal se diluía cubiertas de gruesa corteza,

escape. La humedad hacía hogueras, ni a Margo. Volví al lentamente en un terreno de se parecía tanto al árbol en el

que la acumulación de Chuco, me dirigí a la I-4 y giré tierra. No vi otros caminos, que habíamos encontrado a

exhalaciones se mantuviera al nordeste de la ciudad, hacia pero andando descubrí en el Robert Joyner, en Jefferson

en el aire a mi alrededor. un lugar llamado Holly suelo varios postes de Park, que estuve seguro de

Busqué pruebas de que Meadows. Lo pasé de largo madera pintados con espray. que Margo estaba allí, al otro

Margo hubiera estado allí: tres veces antes de Supuse que los habían lado del árbol. Y por primera
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vez tuve que imaginarlo: tronco y esperé a recuperar el por fin lo hice, di golpes en el bajas. Me resultaba difícil

Margo Roth Spiegelman aliento. Odiaba estar solo en suelo y grité porque nadie oírlos hablar del baile, de que

desplomada sobre el árbol, aquellos momentos. Lo podía oírme. La echaba de Lacey se había peleado con

los ojos mudos, la sangre odiaba. Si Margo pensaba menos la echaba de menos la Becca o de lo que fuera.

oscura saliéndole de la boca, que Robert Joyner me había echaba de menos la echo de Estaba esperando la

toda hinchada y deformada preparado para aquello, se menos. Me quedé allí, aunque oportunidad de contarles lo

porque había tardado mucho equivocaba. Yo no conocía a se me habían agotado los que había visto, pero cuando

en encontrarla. Ella había Robert Joyner. Yo no amaba brazos y se me habían secado por fin la tuve me di cuenta de

confiado en que la encontraría a Robert Joyner. Golpeé el los ojos. Me quedé sentado que en realidad no tenía nada

antes. Me había confiado su suelo con los nudillos y volví a pensando en ella hasta que la nuevo que contar. —Revisé a

última noche. Y le había golpearlo una y otra vez. La luz se volvió gris. fondo dos pseudovisiones,

fallado. Y aunque el olor del arena cedía alrededor de mis pero no encontré nada. Nadie
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aire solo permitía deducir que manos hasta que llegué a las pareció especialmente
Al día siguiente encontré a
se avecinaba lluvia, estaba raíces del árbol, y seguí interesado, excepto Lacey,
Ben junto a la puerta de la
seguro de que la había golpeando. El dolor me subía que meneaba la cabeza
sala de ensayo, charlando con
encontrado. Pero no. Solo era por las palmas y las muñecas. mientras contaba lo de las
Lacey, Radar y Angela a la
un árbol solitario en la tierra Hasta aquel momento no pseudovisiones. —Anoche leí
sombra de un árbol de ramas
gris. Me senté, me apoyé en el había llorado por Margo, pero en internet que los suicidas
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rompen relaciones con las tacones era más alta que él. marchó. Y de repente literatura, cuando la doctora

personas con las que están —Lacey, tenemos que volvieron al tema del baile. Holden me destrozó el final de

enfadados. Y regalan sus encontrarla. En fin, habla con Lacey levantó la cabeza del Moby Dick dando por sentado,

cosas. La semana pasada tus amigos. ¿Habló alguna hombro de Ben con aire triste equivocadamente, que todos

Margo me dio cinco vaqueros vez de ciudades de papel? y distraído, pero intentó lo habíamos leído y hablando

porque me dijo que a mí me ¿Habló de algún lugar en sonreír mientras Radar y Ben del capitán Ahab y de su

irían mejor, y no es verdad, concreto? ¿Había alguna intercambiaban historias obsesión por encontrar y

porque ella tiene muchas más urbanización en alguna parte sobre la compra de flores. El matar a la ballena blanca.

curvas. Lacey me caía bien, que significara algo para ella? día transcurrió como siempre, Pero fue divertido ver como se

pero entendí lo que me había Lacey se encogió de a cámara lenta y con mil emocionaba a medida que

contado Margo de que hombros, todavía apoyada en miradas lastimeras al reloj. hablaba. —Ahab es un loco

siempre estaba Ben. —Colega, no la Pero todavía era más que despotrica del destino. En

menoscabándola. Al presiones —me advirtió Ben. insoportable, porque cada toda la novela no se ve que

contárnoslo, empezó a llorar. Suspiré, pero no dije nada. — minuto que perdía en el quiera otra cosa, ¿verdad?

Ben le pasó un brazo por la Estoy en internet —dijo instituto era otro minuto que Tiene una única obsesión. Y

cintura, y ella apoyó la cabeza Radar—, pero su nombre de no conseguía encontrarla. La como es el capitán del barco,

en su hombro, lo que no le usuario no ha entrado en el única clase remotamente nadie puede detenerlo.

resultó fácil, porque con Omnictionary desde que se interesante aquel día fue Podéis argumentar (de hecho,
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tenéis que argumentar si Holden hablaba, pensé que sonrisa. —¿Conoce a Margo de mí mismo» señala eso

decidís hacer el trabajo de era una lectora fuera de lo Roth Spiegelman? —le sobre la muerte. Eso de «Si

final de curso sobre Moby corriente. Y me había dicho pregunté. Se sentó a su mesa quieres encontrarte conmigo,

Dick) que Ahab está loco que le gustaba Whitman. Así y me indicó con un gesto que búscame bajo la suela de tus

porque está obsesionado. que cuando sonó el timbre, me sentara también yo. — zapatos». —Te dejó este libro

Pero también podríais saqué Hojas de hierba de la Nunca la he tenido en clase — —murmuró la doctora Holden

argumentar que hay algo mochila y volví a cerrarla me contestó la doctora como para sí. —Sí —le

trágicamente heroico en librar despacio mientras todo el Holden—, pero he oído hablar contesté. Siguió pasando las

una batalla que está mundo se marchaba de ella, claro. Sé que se ha páginas y señaló con la uña la

condenado a perder. ¿Es la corriendo a su casa o a las escapado. —Bueno, me dejó cita marcada en fluorescente

esperanza de Ahab una actividades extraescolares. este libro de poemas antes verde. —¿Qué es esto de los

especie de locura o es el Esperé detrás de un de... desaparecer. Le tendí el goznes? Es un gran momento

símbolo de lo humano? Tomé compañero que le pidió libro, y la doctora Holden en el poema, en el que

apuntes de todo lo que pude prórroga para entregar un empezó a hojearlo despacio. Whitman... Bueno, lo oyes

pensando que seguramente trabajo. —Mi lector de Mientras pasaba las páginas gritarte: «¡Abre las puertas!

podría hacer el trabajo de fin Whitman favorito — me dijo la le dije: —He dado muchas De hecho, ¡arráncalas!». —

de curso sin haber leído el doctora Holden cuando el vueltas a los versos Me dejó algo dentro de la

libro. Mientras la doctora alumno salió. Forcé una marcados. Al final del «Canto bisagra de mi puerta. La
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doctora Holden se rió. —Uau. —Es un gran error resumir pude sostenerle la mirada. — qué? —Porque creo que es

Inteligente. Pero es un poema este poema en algo sin ¿Qué crees tú? —No lo sé — exactamente lo que Whitman

muy bueno... No me gusta esperanza. Espero que no le contesté mirando un habría querido. Que

nada que se reduzca a una sea el caso, Quentin. Si lees montón de trabajos consideraras el «Canto de mí

lectura literal. Y parece que ha todo el poema, no entiendo corregidos encima de su mismo» no un mero poema,

reaccionado muy cómo puedes llegar a otra mesa—. He intentado leerlo sino una vía para entender

enigmáticamente ante un conclusión que la de que la entero un montón de veces, otra cosa. Pero me pregunto

poema que al final es muy vida es sagrada y valiosa. pero no he llegado muy lejos. si no deberías leerlo como

optimista. El poema trata de Pero... quién sabe. Quizá Prácticamente solo leo las poema, no leer solo esos

nuestra conexión, de que echó un vistazo para partes que Margo tiene fragmentos en busca de citas

todos nosotros compartimos encontrar lo que estaba marcadas. Lo leo para intentar y pistas. Creo que hay

las mismas raíces, como buscando. A menudo leemos entenderla a ella, no a conexiones interesantes entre

hojas de hierba. —Pero, los poemas así. Pero si fue el Whitman. Cogió un lápiz y el poeta del «Canto de mí

bueno, por lo que marcó, caso, malinterpretó escribió algo en la parte de mismo» y Margo

parece una especie de nota totalmente lo que Whitman atrás de un sobre. —Sigue. Spiegelman... Ese carisma

de suicidio —le dije. La estaba pidiéndole. —¿Y qué Estoy escribiéndolo. —¿El salvaje y ese espíritu viajero.

doctora Holden volvió a leer le pedía? Cerró el libro y me qué? —Lo que acabas de Pero los poemas no funcionan

las últimas estrofas y me miró. miró tan fijamente que no decir —me explicó. —¿Por si solo los lees a trozos. —De
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acuerdo, gracias —le dije. revolvían las tripas, no por el las ocho, y encendí el FUEUNAINFECCIONRENAL:

Cogí el libro y me levanté. No muerto, sino porque ordenador. Ben estaba ¿Sabes qué día es?

me sentía mucho mejor. recordaba que ella lo había conectado, así que le mandé QTHERESURRECTION:

Aquella tarde volví en coche visto primero. Ni siquiera en el un mensaje. Sábado, 15 de mayo.

con Ben y me quedé en su parque infantil de nuestro QTHERESURRECTION: FUEUNAINFECCIONRENAL:

casa hasta que fue a buscar a barrio había sido capaz de ¿Qué tal la fiesta? Colega, el baile empieza

Radar para ir a una especie encontrar un cadáver por mí FUEUNAINFECCIONRENAL: dentro de once horas y

de fiesta previa al baile en mismo... ¿Cómo demonios Aburrida, claro. Todas las cuarenta minutos. Tengo que

casa de nuestro amigo Jake, iba a encontrarlo en ese fiestas a las que voy son recoger a Lacey en menos de

cuyos padres no estaban en la momento? Intenté volver a aburridas. nueve horas. Todavía no he

ciudad. Ben me pidió que me leer el «Canto de mí mismo» QTHERESURRECTION: limpiado y abrillantado el

apuntara, pero no me al llegar a casa aquella noche, Siento no haber ido. Te has Chuco, que, por cierto, lo

apetecía. Volví a mi casa pero, pese al consejo de la levantado pronto. ¿Quieres dejaste hecho una pena.

andando y crucé el parque en doctora Holden, seguía venir a jugar al Resurrection? Luego tengo que ducharme,

el que Margo y yo habíamos pareciéndome un batiburrillo FUEUNAINFECCIONRENAL: afeitarme, sacarme los pelos

encontrado al muerto. de palabras sin sentido. Al día ¿Estás de broma? de la nariz y sacarme brillo

Recordé aquella mañana, y al siguiente me desperté QTHERESURRECTION: también yo. Joder, no

recordarla sentí que se me temprano, poco después de No... empecemos. Tengo mucho
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que hacer. Mira, te llamo QTHERESURRECTION: olvidaran. Pero, en cualquier para que podamos hacerte

luego si puedo. Radar Joder. ¿En serio? caso, yo no podía olvidarla. Mi fotos? —Mamá, ¿de verdad

también estaba conectado, OMNICTIONARIAN96: Q, madre y mi padre estaban aún necesitas fotos mías yendo al

así que le mandé un mensaje. mañana, pasado mañana, el en la cama, viendo una baile solo? Quiero decir, ¿no

QTHERESURRECTION: día siguiente y todos los días película antigua en la tele. — ha sido mi vida ya lo bastante

¿Qué le pasa a Ben? que me quedan de vida estaré ¿Puedo coger el coche? — humillante? Se rió. —Llama

OMNICTIONARIAN96: Para encantado de participar en tu pregunté. —Claro, ¿por qué? antes del toque de queda —

el carro, vaquero. investigación. Pero tengo —He decidido ir al baile de me dijo mi padre. El toque de

QTHERESURRECTION: novia. Quiere que el baile de graduación —contesté de queda era a las doce de la

Perdona, solo me cabrea que graduación sea bonito. Yo inmediato. Se me ocurrió la noche. —Claro —le contesté.

piense que el baile es tan también quiero que el baile de mentira mientras la decía —. Fue tan fácil mentirles que me

importante. graduación sea bonito. No es Tengo que recoger un descubrí a mí mismo

OMNICTIONARIAN96: Pues culpa mía que Margo Roth esmoquin y pasarme por casa preguntándome por qué hasta

vas a cabrearte bastante Spiegelman no quisiera que de Ben. Iremos los dos solos. aquella noche con Margo

cuando sepas que me he nuestro baile de graduación Mi madre se incorporó apenas lo había hecho. Tomé

levantado tan temprano solo fuera bonito. No supe qué sonriendo. —Bueno, la I-4 hacia Kissimmee y los

porque tengo que ir a recoger decir. Quizá tenía razón. estupendo, cariño. Te lo parques temáticos, pasé a la

mi esmoquin, ¿verdad? Quizá Margo merecía que la pasarás genial. ¿Volverás I-Drive, desde donde Margo y
125
yo nos habíamos metido en el Hollow había un simple letrero En el centro de la preguntándome si Margo

SeaWorld, y luego tomé la de plástico clavado en el urbanización habían estaba en el fondo, esperando

autopista 27 hacia Haines suelo. Al entrar vi carteles de construido un lago que me pusiera un traje de

City. En esa zona hay muchos plástico de EN VENTA, perfectamente circular y, por buzo para encontrarla. Estaba

lagos, y alrededor de los lagos UBICACIÓN IDEAL y alguna razón, lo habían seguro de que no podía estar

de Florida siempre se GRANDES vaciado. Mientras me en Quail Hollow. Lindaba con

congregan los ricos, de modo OPORTUNIDADES DE acercaba con el coche vi que demasiadas urbanizaciones

que parecía poco probable URBANIZACIÓN A diferencia debía de tener un metro de para ser un buen sitio para

encontrar una pseudovisión. de las pseudovisiones profundidad y unos ciento esconderse, tanto si estabas

Pero la página de internet que anteriores, alguien se cincuenta de diámetro. Una vivo como si estabas muerto.

había consultado ofrecía ocupaba del mantenimiento manguera zigzagueaba por el Pero, de todas formas, miré, y

detalles concretos sobre un de Quail Hollow. No habían fondo hasta el centro, donde mientras recorría las calles en

terreno embargado en el que construido casas, pero las se alzaba una fuente de acero coche me sentía cada vez

nadie había llegado a edificar. parcelas estaban señaladas y aluminio. Me descubrí a mí más desesperanzado. Quería

Lo reconocí de inmediato, con postes y el césped estaba mismo alegrándome de que el alegrarme de que no estuviera

porque el acceso a todas las recién podado. Todas las lago estuviera vacío, porque allí. Pero si no era Quail

demás urbanizaciones estaba calles estaban asfaltadas y así no tendría que mirar Hollow, sería la siguiente, o la

vallado, mientras que en Quail tenían placas con el nombre. fijamente el agua siguiente, o la siguiente. O
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quizá nunca la hallaría. ¿Era allí después de nosotros. de aquellas puertas: se abrían tamaño considerable corrió

lo mejor que podía pasar? Avancé con el coche hasta la hacia dentro. Me acerqué a la por las vigas. Me estremecí.

Terminé la ronda sin haber parte de atrás y aparqué al puerta del despacho de la Varias lagartijas se movieron

encontrado nada y volví a la lado de un contenedor empresa hipotecaria y en el foco de luz. Se veía un

autopista. Compré algo de oxidado por el que no había empujé. Se abrió sin ofrecer la único rayo de luz procedente

comer en un restaurante con pasado un camión de basura más mínima resistencia. de un agujero del techo, en la

servicio para coches y comí en décadas. Supuse que Joder, qué idiotas éramos. Sin esquina delantera de la sala, y

conduciendo hacia el oeste, podría colarme entre la cinta duda la persona que se desde el otro lado del

hacia el pequeño centro adhesiva si era necesario, y ocupaba del edificio sabía que conglomerado se filtraba algo

comercial abandonado. me dirigía hacia la fachada la puerta no estaba cerrada de luz, pero prácticamente

cuando observé que en las con llave, lo cual hacía que la dependía de la linterna.
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puertas de acero de la parte cinta adhesiva pareciera Recorrí las filas de mesas
Al entrar en el aparcamiento
de atrás de las tiendas no se todavía más fuera de lugar. observando los objetos que
observé que habían tapado
veían las bisagras. Gracias a Me quité la mochila que me habíamos encontrado en los
con cinta adhesiva azul el
Margo había aprendido un par había preparado por la cajones y que habíamos
agujero que habíamos hecho
de cosas sobre bisagras, así mañana, saqué la potente dejado allí. Era
en el conglomerado. Me
que entendí por qué no linterna de mi padre y pasé la absolutamente espeluznante
pregunté quién habría estado
habíamos tenido suerte al tirar luz por toda la sala. Algo de ver mesa tras mesa con el
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mismo calendario: febrero de empecé a buscar otra vez en crujidos del edificio se puesto la cinta en el

1986. Febrero de 1986. los cajones, prestando volvieron irrelevantes. Sentí conglomerado para mantener

Febrero de 1986. Junio de especial atención a la mesa una euforia perversa. No la privacidad. En aquel

1986. Febrero de 1986. Me de junio: servilletas, lápices podía saber si era el mismo momento decidí quedarme

giré y enfoqué a una mesa con punta, informes de frasco, por supuesto, pero sin hasta el día siguiente. Si

situada en el centro de la sala. hipotecas dirigidas a un tal duda era el mismo color. Giré Margo había dormido allí,

Habían cambiado el Dennis McMahon, un paquete el frasco y vi sin el menor también yo podría hacerlo. Y

calendario a junio. Me incliné vacío de Marlboro Light y un género de duda una diminuta así empezó una breve

y observé el papel del frasco casi lleno de esmalte mancha de espray azul en la conversación conmigo

calendario esperando ver el de uñas rojo. Cogí la linterna parte externa del vidrio. De mismo. Yo: Pero hay ratas.

bloque dentado que queda con una mano, el pintaúñas sus dedos manchados de Yo: Sí, pero parece que se

después de haber arrancado con la otra, y lo observé de espray. Entonces estuve quedan en el techo. Yo: Pero

las páginas, o alguna marca cerca. Era tan rojo que casi seguro. Había estado allí hay lagartijas. Yo: Oh, vamos.

de bolígrafo en la página, pero parecía negro. Había visto después de que nos De pequeño les cortabas la

la única diferencia respecto a antes ese color aquella noche. separáramos aquella cola. Las lagartijas no te dan

los demás calendarios era la En el salpicadero del mañana. Quizá todavía miedo. Yo: Pero hay ratas. Yo:

fecha. Me coloqué la linterna monovolumen. De pronto, las estaba allí. Quizá solo salía Pero las ratas no pueden

entre el cuello y el hombro, y carreras por las vigas y los por la noche. Quizá había hacerte daño. Les asustas
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más tú a ellas que ellas a ti. explorar. Sabía que quedaban desplazara tres centímetros 1960, pero la caja estaba tan

Yo: Vale, pero ¿qué pasa con cosas por encontrar, y ya por el suelo mientras me cubierta de polvo que estaba

las ratas? Yo: Cállate. Al final estaba listo para encontrarlas. acostumbraba a los sonidos. claro que Margo no había

no importó que hubiera ratas, Me metí por un Agujero de Al rato me aburrí y gateé por sacado su contenido. No

al menos no mucho, porque Trol y llegué a la sala del el último Agujero de Trol hasta empecé a encontrar indicios

estaba en un sitio en el que laberinto de estanterías. la tienda de souvenirs. de que alguien había estado

Margo había estado viva. Recorrí los pasillos un buen Rebusqué entre las allí hasta que volví a la sala

Estaba en un sitio que la rato. Al final me metí en el camisetas. Saqué la caja de vacía. En la pared

había visto después de mí, y siguiente Agujero de Trol y folletos turísticos de la vitrina desconchada de la moqueta

aquella calidez hacía que el gateé hasta la sala vacía. Me y los hojeé en busca de algún descubrí nueve agujeros de

centro comercial fuera un senté en la moqueta enrollada mensaje escrito a mano de chincheta. Cuatro agujeros

lugar casi cómodo. Bueno, no contra la pared del fondo. La Margo, pero no encontré formaban una especie de

me sentía como un niño en pintura blanca desconchada nada. Volví a la sala que me cuadrado, y los otros cinco

brazos de su mamá, pero ya crujió al apoyar la espalda. Me descubrí a mí mismo estaban dentro del cuadrado.

no me quedaba sin quedé allí un rato, el tiempo llamando la biblioteca. Hojeé Pensé que quizá Margo había

respiración cada vez que oía suficiente para que el rayo los Reader’s Digests y pasado allí tiempo suficiente

un ruido. Y al sentirme más dentado de luz que entraba encontré una pila de National como para colgar algún

cómodo, me resultó más fácil por un agujero del techo se Geographics de la década de póster, aunque a primera vista
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no pareció que faltara ninguno bocadillo y algún Mountain champú de lilas y la loción de conocía a Margo. Conocía su

cuando inspeccionamos su Dew, pero la mayor parte del almendras, y más allá, la débil olor, y sabía cómo actuaba

habitación. Desenrollé parte día la pasa en esta moqueta o suavidad de su piel. Y volví a conmigo, y sabía cómo

de la moqueta e cerca de ella. Me pareció una imaginármela: desenrolla actuaba con los demás, y

inmediatamente encontré imagen demasiado triste para parte de la moqueta todas las sabía que le gustaba el

algo más: una caja chafada ser real. Demasiado solitaria y noches para no clavarse la Mountain Dew, la aventura y

que en su momento había nada propia de Margo. Pero cadera en el hormigón cuando los gestos dramáticos, y sabía

contenido veinticuatro barritas los indicios de los últimos diez duerme de lado. Se mete que era divertida, inteligente y

de cereales. Me descubrí a mí días parecían conducir a una debajo de la manta, utiliza el en general superior a todos

mismo imaginando a Margo sorprendente conclusión: resto de la moqueta como nosotros. Pero no sabía qué la

allí, sentada en la moqueta Margo era —al menos buena almohada y se duerme. Pero había llevado allí, o qué la

enrollada y enmohecida, parte del tiempo— muy poco ¿por qué aquí? ¿Por qué está había retenido allí, o qué

apoyada contra la pared y propia de Margo. Desenrollé aquí mejor que en su casa? Y había hecho que se marchara

comiéndose una barrita de un poco más la moqueta y si está tan bien, ¿por qué de allí. No sabía por qué tenía

cereales. Está sola y no tiene encontré una manta azul de marcharse? Es lo que no miles de discos, pero nunca

otra cosa que comer. Quizá punto, casi tan fina como un conseguía imaginar, y caigo había dicho a nadie que le

una vez al día va en coche a periódico. La cogí, me la llevé en la cuenta de que no podía gustaba la música. No sabía

una tienda a comprarse un a la cara y sí, sí. Su olor. El imaginármelo porque no qué hacía por las noches, en
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la oscuridad, con la puerta estábamos en el coche, que internet, ni tele, ni música. Me zona del suelo de cemento

cerrada, en la sellada íbamos a buscar a Radar y a aburría, así que seguía que tenía manchas de agua,

privacidad de su habitación. Y Angela, y que me quedaría despistándome el hecho de exactamente debajo del

quizá era lo que necesitaba con Ben toda la noche. Me que hubiera elegido ese lugar, agujero del techo, me senté

más que nada. Necesitaba pidió que no bebiera, le dije porque Margo siempre me con las piernas cruzadas e

descubrir cómo era Margo que no bebería, me dijo que había parecido una persona incliné el libro para que el rayo

cuando no estaba siendo estaba orgulloso de mí por con una tolerancia muy de luz le cayera justo encima.

Margo. Me tumbé un rato con haber decidido ir al baile de limitada al aburrimiento. Y por alguna razón pude por

la manta que olía a ella y miré graduación y me pregunté si Quizá le gustaba la idea de fin leerlo. El caso es que el

el techo. Por un agujero veía lo estaría por haber decidido vivir en plan pobre. Lo dudo. poema empieza muy lento,

un trocito del cielo de la tarde, hacer lo que en realidad Margo llevaba vaqueros de con una especie de larga

como un lienzo dentado estaba haciendo. El sitio era marca cuando nos colamos introducción, pero hacia el

pintado de azul. Era el sitio un aburrimiento. Quiero decir en el SeaWorld. La ausencia verso noventa Whitman

perfecto para dormir. Podían que en cuanto pasabas de los de estímulos alternativos me empieza por fin a contar una

verse las estrellas por la roedores y del misterioso llevó de nuevo al «Canto de historia, así que empecé por

noche sin mojarte si llovía. crujido de las paredes, como mí mismo», el único regalo ahí. Whitman está sentado en

Llamé a mis padres. Contestó si fuera a caerse el edificio, no que sin duda había dejado la hierba (él dice tendido), y

mi padre y le dije que había nada que hacer. Ni para mí. Me trasladé a una entonces: Un niño me
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preguntó: ¿Qué es la hierba?, misma es un niño... Y algo encima de nuestros cuerpos verla no eran pocas. Me había

trayéndola a manos llenas, después: O un jeroglífico enterrados. La hierba era centrado en lo que había sido

¿Cómo podría contestarle? uniforme, que significa: muchas cosas diferentes a la de ella, pero allí, intentando

Yo tampoco lo sé. Sospecho crezco por igual en las vez. Era desconcertante. La entender la multiplicidad de la

que es la bandera de mi regiones vastas y en las hierba es una metáfora de la hierba y con el olor de la

carácter tejida con estrechas, crezco por igual vida, y de la muerte, y de la manta todavía en la garganta,

esperanzada tela verde. Ahí entre los negros y los blancos. igualdad, y de que estamos me daba cuenta de que la

estaba la esperanza de la que Así que quizá la hierba es una conectados, y de los niños, y pregunta más importante era

me había hablado la doctora metáfora de que somos de Dios, y de la esperanza. No a quién estaba buscando.

Holden. La hierba era una iguales y estamos lograba descubrir cuál de Pensé que si resultaba tan

metáfora de la esperanza. básicamente conectados, estas ideas era el meollo del complicado responder a la

Pero eso no es todo. Sigue como me había dicho la poema, suponiendo que pregunta «¿Qué es la

diciendo: O el pañuelo de doctora Holden. Y luego dice alguna lo fuera. Pero pensar hierba?», también debía de

Dios, una prenda fragante de la hierba: Y ahora se me en la hierba y en las diferentes ser complicado responder a la

dejada caer a propósito, La figura que es la cabellera maneras de verla me hizo pregunta «¿Quién es Margo

hierba es una metáfora de la suelta y hermosa de las pensar en todas las maneras Roth Spiegelman?». Como

grandeza de Dios, o algo así. tumbas. Así que la hierba es en que había visto y mal visto una metáfora inasible por su

O sospecho que la hierba también la muerte. Crece a Margo. Las maneras de amplitud, en lo que me había
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dejado había lugar para utilizado la del cajón con el un libro. El libro se titulaba SeaWorld había sido solo la

imaginar infinitamente, para pintaúñas y el calendario en el Roadside America y se había primera parada de una

una serie infinita de Margos. mes de junio. Gateé por un publicado en 1998, después especie de torbellino de

Tuve que acotarla, y supuse Agujero de Trol, volví a la de que se abandonara aquel aventuras. Sí. No era ninguna

que tenía que haber cosas biblioteca y recorrí de nuevo lugar. Lo hojeé sujetando la tontería. Así era Margo. De

que estaba viendo mal o que las estanterías metálicas linterna entre el cuello y el alguna manera descubrió

no estaba viendo. Quería abandonadas. Busqué en hombro. El libro ofrecía una aquel sitio, fue a recoger

arrancar el techo para que todos los estantes marcas sin relación de cientos de provisiones, pasó una noche o

entrara la luz y verlo todo a la polvo que indicaran que atracciones turísticas, desde dos y siguió su camino. Me la

vez, no cada cosa por Margo los había utilizado para la bola de cuerda más grande imaginaba dando tumbos

separado con la linterna. algo, pero no encontré del mundo, en Darwin, entre trampas para turistas.

Aparté la manta de Margo y ninguno. Pero de repente el Minnesota, hasta la bola de Mientras los últimos rayos de

grité lo bastante alto para que foco de la linterna pasó por sellos más grande del mundo, luz entraban por los agujeros

me oyeran las ratas: —¿Voy a algo que estaba en un estante en Omaha, Nebraska. Alguien del techo, encontré más libros

encontrar algo aquí? Volví a de una esquina de la sala, había doblado las esquinas en otros estantes: Guía

las mesas del despacho, pero justo al lado del escaparate de varias páginas, al parecer general de Nepal, Grandes

cada vez parecía más obvio con la plancha de al azar. El libro no tenía atracciones de Canadá,

que Margo solo había conglomerado. Era el lomo de mucho polvo. Quizá el América en coche, Guía
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Fodor de las Bahamas y había soñado. En lugar de imaginarme lo siguiente: había llevado hasta allí para

Vamos a Bután. No parecía irrumpir en el baile juntos, me Margo comprando esos libros darme las pistas para que

que hubiera la menor relación senté, me apoyé en su en diversos mercadillos, descifrara el itinerario? Quizá.

entre los libros, excepto que moqueta enrollada, con su comprando todas las guías de Por supuesto, yo estaba bien

todos eran de viajes y la fecha manta de punto tapándome viajes que caían en sus lejos de haber descifrado el

de publicación era posterior al las rodillas, y me puse a leer manos a precio de saldo. itinerario. A juzgar por los

abandono del edificio. Me las guías de viajes a la luz de Luego yendo allí —incluso libros, podía estar en

metí la linterna debajo de la la linterna, inmóvil en la antes de que desapareciera— Jamaica, Namibia, Topeka o

barbilla, cargué en los brazos oscuridad mientras las para leerlas alejada de Pekín. Pero no había hecho

la pila de libros, que me cigarras cantaban a mi miradas indiscretas. más que empezar a mirar.

llegaba desde la cintura hasta alrededor. Quizá se había Leyéndolas e intentando


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el pecho, y los llevé a la sala sentado allí, en la ruidosa decidir adónde dirigirse. Sí.
En mi sueño, yo estaba
vacía, que entonces oscuridad, y sintió que le Viajaría y se escondería, un
tumbado boca arriba, y ella
imaginaba que era el invadía la desesperación, y globo volando por el cielo,
tenía la cabeza apoyada en mi
dormitorio. De modo que quizá le resultó imposible no haciendo cientos de
hombro. Solo la moqueta nos
resultó que sí pasé la noche pensar en la muerte. Podía kilómetros al día con la ayuda
separaba del suelo de
del baile de graduación con imaginármelo, por supuesto. de un perpetuo viento de cola.
cemento. Me rodeaba el
Margo, solo que no como Pero también podía Y la imaginaba viva. ¿Me
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pecho con el brazo. que había descubierto e aclamación y luego volvió la ¡Sí! ¡Te ha tocado! ¡Me alegro

Estábamos simplemente imaginado sobre Margo. Casi voz de Ben—. ¡Sí, Quentin! de que hayas contestado! ¡Es

tumbados, durmiendo. Dios me llegaba su tufo a alcohol. ¡Sí! Colega, tienes que venir. fantástico! ¡Tengo que estar

mío, ayúdame. El único Aquella única palabra, tal y —¿Adónde? —le pregunté. — en casa a las seis! ¡Y te ha

adolescente del país que como la había gritado, tenía ¡A casa de Becca! ¿Sabes tocado llevarme! ¡SÍÍÍÍÍÍ! —

sueña con dormir con chicas, más signos de exclamación dónde está? Resultó que ¿No puedes quedarte a pasar

y solo dormir. Pero entonces que cualquier cosa que me sabía perfectamente dónde la noche? —le pregunté. —

sonó el móvil. Mis manos hubiera dicho en toda su vida. estaba. Había estado en su ¡NOOO! Buuu. Un buuu para

tardaron dos tonos más en —Entiendo que el baile va sótano. —Sé dónde está, pero Quentin. ¡Venga, todos!

encontrar a tientas el teléfono, bien. —¡SÍÍÍ! ¡Quentin son las tantas de la ¡Buuuu, Quentin! —Y me

que estaba encima de la Jacobsen! ¡El Q! ¡El mejor madrugada, Ben. Y estoy en... abuchearon—. Están todos

moqueta sin enrollar. Eran las Quentin del país! ¡Sí! —Su —¡SÍÍÍ! Tienes que venir borrachos. Ben, borracho.

3.18 de la madrugada. El que voz se alejó, aunque seguía ahora mismo. ¡Ahora mismo! Lacey, borracha. Radar,

me llamaba era Ben. — oyéndola—. A ver, callaos —Ben, tengo cosas más borracho. Nadie puede

Buenos días, Ben —le dije. — todo el mundo, espera, importantes que hacer —le conducir. En casa a las seis.

¡¡¡¡¡¡SÍÍÍ!!!!!! —me gritó. Supe callaos... ¡TENGO A contesté. —¡TE HA TOCADO Se lo prometí a mi madre.

de inmediato que no era el QUENTIN DENTRO DEL CONDUCIR! —¿Qué? — ¡Buuu, Quentin, dormilón! ¡Te

momento de explicarle todo lo TELÉFONO! —Oí una ¡Que te ha tocado conducir! ha tocado conducir! ¡SÍÍÍ!
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Respiré hondo. Si Margo Becca Arrington poco antes Cassie Hiney mientras yo jugadores de béisbol

hubiera querido aparecer, de las cuatro. A ambos lados lanzaba proyectiles de líquido sujetando a un Ben con

habría aparecido antes de las de su calle había decenas de rosa hacia un cuadro de Ígor. esmoquin, patas arriba, sobre

tres. —Estaré allí dentro de coches aparcados, y sabía Creo que la experiencia nos un barril de cerveza. Tenía

media hora. —¡¡¡¡¡¡SÍ SÍ SÍ SÍ que dentro habría todavía amargó a los dos las metido en la boca el grifo del

SÍ SÍ SÍ SÍ SÍ SÍ SÍ SÍÍÍÍÍÍ!!!!!! más gente, porque muchos borracheras para siempre. barril, y toda la sala lo miraba.

¡SÍ! ¡SÍ! Ben seguía afirmando habían llegado en limusina. Bueno, hasta esa noche. Ya Todos cantaban al unísono:

cuando colgué el teléfono. Me Encontré sitio a un par de sabía que Ben estaría «Dieciocho, diecinueve,

quedé un momento tumbado, coches del Chuco. Nunca borracho. Lo había oído al veinte», y por un momento

diciéndome a mí mismo que había visto a Ben borracho. teléfono. Nadie sobrio dice pensé que estaban

tenía que levantarme, y por fin Unos años atrás me había «sí» tantas veces por minuto. haciéndole una putada o algo

me levanté. Gateé por los bebido una botella de «vino» Sin embargo, cuando pasé así. Pero no. Mientras

Agujeros de Trol medio rosado en una fiesta de la entre varias personas que chupaba del grifo como si

dormido, pasé por la banda de música. Tenía tan estaban fumando en el fuera la leche de su madre,

biblioteca, llegué al despacho, mal sabor al tragarlo como al césped de Becca y abrí la pequeños chorros de cerveza

abrí la puerta de atrás del vomitarlo. Fue Ben el que se puerta de su casa, no le resbalaban a ambos lados

edificio y me metí en el coche. sentó conmigo en el baño esperaba ver a Jase de la boca, porque estaba

Llegué a la urbanización de estilo Winnie the Pooh de Worthington y a otros dos sonriendo. «Veintitrés,
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veinticuatro, veinticinco», —me gritó Angela. Resopló y Radar, que levantó los dos —Al parecer, el keg stand

gritaban todos suspiró. Parecía tan molesta vasos de cerveza y siguió más largo de la historia de

entusiasmados. Al parecer, como yo. —¡Sí, joder, es una contando. Parecían todos Winter Park es de sesenta y

estaba sucediendo algo buena pregunta! — dijo Radar muy orgullosos de saber dos segundos —me explicó—

importante. Toda la escena con un vaso rojo de plástico contar. —Incluso ahora es . Lo consiguió Tony Yorrick.

me resultaba trivial y lleno de cerveza en cada monísimo —me contestó. — Tony Yorrick era un tipo

bochornosa. Chicos de papel mano. —Los dos son suyos — Qué asco —le dije. Radar me gigantesco que se graduó

con su diversión de papel. Me me explicó Angela con un dio un golpecito con un vaso cuando nosotros estábamos

abrí camino hacia Ben entre la tono tranquilo. —¿Por qué no de cerveza. —¡Mira a nuestro en primero de instituto y que

multitud y me sorprendió te han pedido a ti que los Ben! Es como un sabio autista en ese momento jugaba en el

encontrarme con Radar y lleves a casa? —le pregunté. en un keg stand. Parece que equipo de fútbol americano de

Angela. —¿Qué mierda es —Te querían a ti —me quiere batir un récord o algo la Universidad de Florida. No

esto? —les pregunté. Radar contestó—. Pensaron que así así. —¿Qué es un keg stand? tenía nada en contra de que

dejó de contar y me miró. — vendrías. Miré al techo. —le pregunté. —Eso —me Ben batiera un récord, pero no

¡Sí! —exclamó—. ¡Ha llegado Angela miró también al techo contestó Angela señalando a pude unirme al grupo, que

el conductor! ¡Sí! —¿Por qué compadeciéndome. —Debe Ben. —Ah —dije—. Bueno, gritaba: «¡Cincuenta y ocho,

todo el mundo se dedica a de gustarte mucho —le dije es... Vaya, ¿no es muy duro cincuenta y nueve, sesenta,

decir «sí»? —Buena pregunta señalando con la cabeza a estar colgado cabeza abajo? sesenta y uno, sesenta y dos,
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sesenta y tres!». Entonces hasta ponerse de pie. Me divertidísimo, y por eso les exclamó Ben—.

Ben sacó la boca del grifo y pasó un brazo por el hombro. caemos simpáticos nosotros ¡Impresionante! Pero no besó

gritó: —¡SÍÍÍ! ¡SOY EL —¡SÍ! —repitió—. ¡Quentin también. —Uau —exclamé a Cassie. Se giró y me dijo: —

MEJOR! ¡QUE TIEMBLE está aquí! ¡El gran Quentin! dirigiéndome tanto a Radar ¡Cassie quiere besarme! —Sí

ELMUNDO! Jase y varios ¡Un aplauso para Quentin, el como a todos los demás. Ben —le contesté. —Es

jugadores de béisbol le dieron mejor amigo del puto se apartó de nosotros y lo vi impresionante —dijo. Y luego

la vuelta y se lo subieron a campeón del mundo de keg agarrando a Cassie Hiney. Le pareció olvidarse tanto de

hombros. Entonces Ben me stand! Jase me pasó la mano puso las manos en los Cassie como de mí, como si la

vio, me señaló y soltó el más por la cabeza y me dijo: — hombros y ella puso las suyas idea de besar a Cassie Hiney

apasionado «SÍÍÍ» que he ¡Ese eres tú, Q! —Por cierto en las de Ben. —Mi pareja fuera mejor que besarla en

oído en mi vida. Vaya, ni los —me dijo Radar al oído —, esta noche casi ha sido la realidad. —Esta fiesta es

jugadores de fútbol se somos como héroes para esta reina del baile —le dijo Ben. genial, ¿verdad? — preguntó

entusiasman tanto cuando peña. Angela y yo hemos —Lo sé —repuso Cassie—. Cassie. —Sí —le contesté. —

ganan la copa del mundo. Ben venido porque Ben me ha Es genial. —He deseado Nada que ver con las fiestas

saltó de los hombros de los dicho que me recibirían como besarte cada día en los de la banda, ¿eh? —

jugadores de béisbol, aterrizó a un rey. Vaya, coreaban mi últimos tres años —dijo Ben. preguntó. —Sí —repuse yo.

agachado, en una incómoda nombre. Al parecer, todos —Creo que deberías hacerlo —Ben está sonado, pero me

postura, y luego se tambaleó creen que Ben es —le contestó Cassie. —¡SÍ! — encanta —me dijo. —Sí. —Y
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tiene los ojos muy verdes — contesté—. Utilicé crema en aquella fiesta, o en miles Seguramente era el mejor día

añadió. —Ay, ay. —Todas depilatoria. Me pegó un de fiestas como aquella. La de su vida. Tenía derecho a

dicen que tú eres más mono, manotazo bastante fuerte en vida vista con sus ojos. La disfrutarlo. Así que encontré

pero me gusta Ben. —Vale — todo el pecho. —Eres un imaginé escuchando las una escalera y me dirigí al

le contesté. —Esta fiesta es capullo —me dijo, aunque se chorradas de Chuck Parson y sótano. Había pasado tantas

genial, ¿verdad? — dijo. —Sí reía—. Hay que tener cojones, pensando en largarse, tanto horas a oscuras que me

—le contesté. Hablar con una colega. Y ahora eres como un viva como muerta. Imaginaba apetecía seguir estándolo.

persona borracha era como kapo de mierda. Bueno, quizá los dos caminos con igual Solo quería tumbarme en

hablar con un niño de tres solo estoy borracho, pero claridad. —¿Quieres una algún sitio medio tranquilo y

años muy alegre y con serias ahora mismo me encanta tu cerveza, comepollas? —me medio oscuro, y seguir

lesiones cerebrales. Mientras culo de capullo. —Gracias — preguntó Chuck. Podría haber imaginando a Margo. Pero al

Cassie se alejaba, Chuck le contesté. Me sentía olvidado que estaba ahí, pero pasar por la habitación de

Parson se acercó a mí. — totalmente al margen de la peste a alcohol de su Becca oí unos ruidos

Jacobsen —me dijo como si aquella mierda, de aquel rollo aliento hacía difícil pasar por amortiguados —para ser

tal cosa. —Parson —le de que se acaba el instituto y alto su presencia. Negué con exacto, gemidos—, así que

contesté. —Tú me afeitaste la tiene que quedar claro que en la cabeza y se marchó. Quería me detuve en la puerta, que

puta ceja, ¿verdad? —En el fondo todos nos queremos volver a casa, pero sabía que estaba entreabierta. Vi los dos

realidad no te la afeité —le mucho. Y me imaginé a Margo no podía meter prisa a Ben. tercios superiores de Jase, sin
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camisa, encima de Becca, buenísima, Margo —le las voces humanas. Siempre Bueno, mear —le contesté. —

que lo rodeaba con las contestó Jase. —¿Qué? — tardo un par de segundos en ¿Qué tal? —me preguntó

piernas. No estaban dijo Becca, furiosa. Y no tardé empezar a mear después de desde el otro lado de la

desnudos, pero iban en en darme cuenta de que no haber preparado todo el cortina. —Bien, bien. Sacudí

camino. Y quizá una buena iba a ver a Becca desnuda. equipo, así que esperé un las últimas gotas, me subí la

persona se habría marchado, Empezó a gritar. Me aparté de segundo y luego empecé a cremallera y me ruboricé. —

pero la gente como yo no la puerta, pero Jase me vio. — mear. Acababa de llegar a la ¿Quieres darte una vuelta por

tiene muchas oportunidades ¿A ti qué te pasa? —me gritó. fase en la que te estremeces la bañera? —me preguntó—.

de ver a gente como Becca —Pasa de él —gritó Becca—. de alivio cuando desde la No estoy tirándote los tejos.

Arrington desnuda, de modo ¿A quién le importa una bañera me llegó una voz Tardé un momento en

que me quedé en la puerta mierda? ¿Qué pasa conmigo? femenina. —¿Quién está ahí? contestar. —Claro —dije por

fisgando. Entonces se dieron ¿Por qué estás pensando en —¿Lacey? —pregunté. — fin. Aparté la cortina. Lacey

la vuelta, Becca quedó ella y no en mí? Me pareció el ¿Quentin? ¿Qué mierda estás me sonrió y subió las rodillas

encima de Jason, suspiraba mejor momento para haciendo aquí? Quería hasta el pecho. Me senté

mientras lo besaba y retirarme, así que cerré la detener la meada, pero no frente a ella, con la espalda

empezaba a bajarse la blusa. puerta y me metí en el baño. podía, claro. Mear es como un pegada a la fría porcelana.

—¿Crees que estoy buena? Tenía que mear, pero sobre buen libro: cuando empiezas, Entrelazamos los pies.

—le preguntó. —Sí, sí, estás todo necesitaba alejarme de es muy muy difícil parar. — Llevaba unos pantalones
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cortos, una camiseta sin divertido. Pero luego me he no me escuchaba demasiado. tocaron las suyas. —Nadie

mangas y unas chanclas muy peleado con Becca, me ha Está borracho. Ni siquiera la será jamás la nueva Margo —

monas. Se le había corrido un llamado puta, se ha puesto de tengo. La tuve. Ya está añadí—. De todas formas,

poco la pintura alrededor de pie en el sofá, ha pedido a curada. Da igual. Pero no soy tienes lo que ella realmente

los ojos. Llevaba el pelo todo el mundo que se callara una guarra. Fue un tío. Un quiere. Gustas a la gente.

medio recogido, todavía con y ha dicho que tengo una comemierda. Joder, no me Creen que eres más guapa

el peinado del baile, y tenía enfermedad de transmisión creo que se lo contara. que ella. Lacey se encogió de

las piernas bronceadas. Hay sexual. Hice una mueca. — Tendría que habérselo hombros tímidamente. —

que decir que Lacey Joder —exclamé. —Sí. Estoy contado solo a Margo, sin ¿Crees que soy superficial?

Pemberton era muy guapa. perdida. Es que... Joder, qué Becca delante. —Lo siento — —Bueno, sí. —Pensé en mí

No era el tipo de chica que mierda, de verdad, porque... le dije—. El problema es que mismo en la puerta de la

podía hacerte olvidar a Margo es tan humillante, y ella sabía Becca está celosa. —¿Por habitación de Becca,

Roth Spiegelman, aunque sí que sería humillante, y... qué qué iba a estar celosa? Es la esperando que se quitara la

era el tipo de chica que podía mierda. Entonces me he reina del baile. Está saliendo blusa—. Pero yo también lo

hacerte olvidar un montón de metido en la bañera, y Ben ha con Jase. Es la nueva Margo. soy. Como todo el mundo.

cosas. —¿Qué tal el baile? — bajado, pero le he pedido que Tenía el culo dolorido contra Muchas veces había

le pregunté. —Ben es muy me dejara sola. No tengo la porcelana, así que intenté pensado: «Ojalá tuviera el

dulce —me contestó—. Me he nada en contra de Ben, pero recolocarme. Mis rodillas cuerpo de Jase Worthington.
141
Andaría como si supiera comercial. Ben me lo contó. — todo esto. Pensé en los de abrir del todo y apoyó la

andar. Besaría como si Sí, podemos ir cuando quieras versos marcados de cabeza en las frías baldosas

supiera besar». —Pero no de —le contesté. Le conté que Whitman: «Si nadie en el del baño, dormida. No decidí

la misma manera. Ben y yo había pasado allí la noche, mundo lo sabe, estoy despertarla hasta que dos

somos superficiales de la que había encontrado un satisfecho, / Si todos y cada personas entraron en el baño

misma manera. A ti no te frasco de pintaúñas y una uno lo saben, estoy a mear. Eran casi las cinco de

importa una mierda caer bien manta de Margo. Lacey se satisfecho». —Quizá es lo que la madrugada y tenía que

a los demás. Lo que en parte quedó un momento callada, quería, que la vida siguiera — llevar a Ben a su casa. —

era cierto, y en parte no. —Me respirando por la boca. dije. —No suena a mi Margo Lace, despierta —le dije

importa más de lo que Cuando por fin lo dijo, fue casi —comentó. Y pensé en mi rozándole la sandalia con mi

quisiera —le dije. —Sin Margo en un susurro. Parecía una Margo, en la Margo de Lacey, zapato. Movió la cabeza. —

todo es una mierda — repuso. pregunta, aunque lo en la Margo de la señora Me gusta que me llamen así

También ella estaba pronunció como una Spiegelman, y en todos —me dijo—. ¿Sabes que

borracha, pero su modalidad afirmación: —Está muerta, nosotros observando su ahora mismo eres mi mejor

de borrachera no me verdad. —No lo sé, Lacey. Lo imagen en un espejo distinto amigo? —Me alegro mucho —

molestaba. —Sí —admití. — pensaba hasta esta noche, de una casa de los espejos. le contesté, aunque estaba

Quiero que me lleves a ese pero ahora no lo sé. —Ella Iba a decir algo, pero la boca borracha y cansada, y

sitio — me dijo—. Al centro muerta, y nosotros... haciendo abierta de Lacey se terminó mentía—. Mira, vamos a subir
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los dos, y si alguien dice algo preguntar a los tipos que cerveza y me dio un golpecito Me levanté. —¡SÍ! ¡Radar, tú y

de ti, defenderé tu honor. — había junto al barril si habían en cada hombro. —Por el yo! ¡En pelotas debajo de la

Vale —me dijo. Así que visto a Ben cuando entró poder de la espada de latas toga! ¡En la graduación! ¡Será

subimos juntos. La fiesta se corriendo en la sala. Llevaba de cerveza pegadas, por la increíble! —Bueno —le dije—

había dispersado un poco, en la cabeza un gorro azul de presente te nombro mi , será muy erótico. —¡SÍ! —

pero todavía quedaban varios bebé y blandía una espada conductor. —Gracias —le me contestó—. ¡Jura que lo

jugadores de béisbol, incluido hecha con ocho latas vacías dije—. No eches la pota en el harás! Ya he conseguido que

Jase, encima del barril de de Milwaukee’s Best Light, coche. —¡SÍ! —gritó. Y Radar lo jurara. RADAR, LO

cerveza. La mayoría estaban que supuse que había cuando intentaba levantarme, HAS JURADO, ¿VERDAD?

durmiendo en sacos de dormir pegado. —¡TE HE VISTO! — me empujó hacia abajo con la Radar giró ligeramente la

tirados por el suelo. Había gritó Ben apuntándome con la mano que tenía libre y volvió a cabeza y abrió un poco los

varios apretujados en un sofá espada—. ¡HE AVISTADO A pasarme por los hombros la ojos. —Lo he jurado —

cama. Angela y Radar QUENTIN JACOBSEN! ¡SÍ! espada de latas de cerveza. murmuró. —Bueno, pues

estaban tumbados juntos en ¡Ven aquí! ¡Arrodíllate! — —Por la fuerza de la espada entonces yo también lo juro —

un sofá de dos plazas. A ¿Qué? Ben, cálmate. —¡DE de latas de cerveza, por la le dije. —¡SÍ! —Y se volvió

Radar le colgaban las piernas RODILLAS! Me arrodillé presente declaro que en la hacia Lacey—: Te quiero. —

por un lado. Iban a quedarse obedientemente y lo miré. graduación no llevarás ropa Yo también te quiero, Ben. —

a dormir. Estaba a punto de Levantó la espada de latas de debajo de la toga. —¿Qué? No, yo te quiero. No como una
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hermana quiere a su hermano Becca y dijo: —¡Tu fiesta ha dirigimos a la puerta. —Ben — conseguimos despegar todas

ni como un amigo quiere a su molado un huevo! ¡Aunque tú le dije—, vas a tener que dejar las latas menos la que estaba

amigo. Te quiero como un tipo das asco! Tu corazón no la espada aquí. —Vale —me pegada a la mano de Ben. Por

totalmente borracho quiere a bombea sangre, sino mierda. contestó. Cogí el extremo de más que tirara, su mano iba

la mejor chica del mundo. Pero gracias por la cerveza. la espada y tiré, pero Ben se detrás, como si la lata fuera el

Sonrió. Di un paso adelante Becca estaba sola, tumbada negó a soltarla. Estaba a hilo y su mano la marioneta.

con la intención de evitar que encima de la colcha y mirando punto de empezar a gritarle —Tenemos que irnos —dijo

siguiera haciendo el ridículo y al techo. Ni siquiera miró a que era un borracho de Lacey por fin. Y nos fuimos.

le puse una mano en el Ben. Se limitó a murmurar: — mierda cuando me di cuenta Sentamos a Ben en el asiento

hombro. —Si tenemos que Uf, vete a la mierda, imbécil. de que no podía soltar la de atrás y le abrochamos el

estar en tu casa a las seis, Espero que tu pareja te pegue espada. —Ben, ¿te has cinturón. Lacey se sentó a su

deberíamos ir saliendo —le las ladillas. —Encantado de pegado la espada a la mano? lado porque «así controlo que

dije. —Vale —me contestó—. hablar contigo —le contestó —le preguntó Lacey riéndose. no vomite, se pegue un golpe

Voy a darle las gracias a Ben sin un ápice de ironía. Y —Sí —le contestó Ben—, me con la lata de cerveza y se

Becca por esta increíble cerró la puerta. Creo que ni se la he pegado con Super Glue. mate, o algo así». Pero estaba

fiesta. Lacey y yo lo seguimos había enterado de que Así nadie me la robará. —Bien tan ido que Lacey no tuvo

al piso de abajo, donde abrió acababan de insultarle. pensado —dijo Lacey, problema en hablarme de él.

la puerta de la habitación de Volvimos a subir y nos impávida. Lacey y yo —Tengo algo que decir sobre
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la insistencia, ¿sabes? —me puerta del conductor de Light pegada en su mano. viajes que había encontrado

dijo mientras avanzábamos camino a su casa. —Gracias Intentó cerrar el puño y abollar el día anterior. Esperé a las

por la autopista—. Bueno, sé —me dijo. Asentí. Crucé la un poco la lata, pero no se la doce para llamar a Ben y a

que insiste demasiado, pero urbanización. Ya no era de pudo arrancar. La miró un Radar. Llamé primero a Ben.

¿por qué iba a ser malo? Y noche, pero todavía no había minuto y movió la cabeza. — —Buenos días, su señoría —

además es muy dulce, amanecido. Ben roncaba La Bestia está pegada a mí — le dije. —Oh, Dios mío —dijo

¿verdad? —Supongo —le flojito en el asiento de atrás. observó. Saltó del coche y Ben con un tono que destilaba

contesté. A Ben le colgaba la Aparqué delante de su casa, avanzó tambaleándose por la la más abyecta miseria—. Oh,

cabeza, como si no la tuviera salí del coche, abrí la puerta acera de su casa. Cuando Jesusito de mi vida, ven a

unida a la columna vertebral. corredera del monovolumen y llegó al porche, se giró consolar a tu hermano Ben.

No me pareció especialmente le desabroché el cinturón de sonriendo. Lo saludé con la Oh, Señor, cólmame de tu

dulce, pero bueno. Llevé seguridad. —Hora de irse a mano. La cerveza me devolvió gracia. —Tengo un montón de

primero a Lacey al otro casa, Benners. Olisqueó, el saludo. novedades sobre Margo —le

extremo de Jefferson Park. movió la cabeza y se dije entusiasmado—, así que


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Cuando Lacey se inclinó y le despertó. Levantó las manos tienes que venir. Voy a llamar
Dormí unas horas y luego
dio un pico, se espabiló lo para frotarse los ojos y también a Radar. Ben no
pasé la mañana leyendo
suficiente para murmurar: pareció sorprenderse de ver pareció haberme oído. —Oye,
atentamente las guías de
«Sí». Lacey se acercó a la una lata de Milwaukee’s Best ¿cómo es posible que cuando
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mi madre ha entrado en mi beberme diez mil litros de verdad era que a Ben también insulsos. Cinco minutos

habitación esta mañana, a las agua y tomarme diez mil le había importado una mierda después de que me colgara

nueve, y he estirado los ibuprofenos. Te veré mañana yo. Quizá nuestra amistad volví a llamarlo al móvil. Como

brazos, hayamos descubierto en el instituto. Respiré hondo siempre había sido por no me contestó, le dejé un

una lata de cerveza pegada e intenté no parecer conveniencia, porque no tenía mensaje: «¿Quieres ser guay

en mi mano? —Pegaste un defraudado. —Crucé Florida a nadie mejor con quien jugar como Chuck, Ben el

montón de latas de cerveza central en plena noche para a videojuegos. Pero a partir de Sangriento? ¿Es lo que

para hacerte una espada, y llegar sobrio a la fiesta más entonces ya no tenía que ser siempre has querido? Pues

luego te la pegaste a la mano. borracha del mundo y dejar tu amable conmigo ni felicidades. Ya lo has

—Oh, sí. La espada de culo gordo en casa, y es... preocuparse por las cosas conseguido. Y te lo mereces,

cerveza. Me suena de algo. — Habría seguido hablando, que me importaban, porque porque eres un mierda. No

Ben, pásate por aquí. — pero me di cuenta de que Ben tenía a Jase Worthington. hace falta que me llames».

Colega, estoy hecho una había colgado. Me había Tenía el récord del instituto de Luego llamé a Radar. —Hola

mierda. —Entonces me colgado. Gilipollas. A medida keg stand. Había ido al baile —le dije. —Hola —me

pasaré yo por tu casa. ¿A qué que pasaba el tiempo iba con una tía buena. Había contestó—. Acabo de potar en

hora? —Colega, no puedes cabreándome cada vez más. aprovechado la primera la ducha. ¿Puedo llamarte

venir. Tengo que dormir diez Una cosa era que Margo le oportunidad para pasarse al luego? —Claro —le dije

mil horas. Tengo que importara una mierda, pero la grupo de los imbéciles intentando no parecer
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enfadado. Solo quería que menos una noche después de escritorio y le conté a Radar lo por el dolor de cabeza y lo

alguien me ayudara a analizar que desapareciera. —Voy de mi noche en el edificio por hojeó. —Apunta —me dijo—:

el mundo de Margo. Pero para allá. Cuatro minutos. el que había pasado Margo, Omaha, Nebraska. Sac City,

Radar no era Ben. Me llamó a Radar apareció por mi intentando no dejarme ningún Iowa. Alexandria, Indiana.

los dos minutos. —Era tan ventana al cabo de cuatro detalle significativo. Sabía Darwin, Minnesota.

asqueroso que he potado minutos exactos. —Que que Radar era mejor que yo Hollywood, California.

mientras lo limpiaba, y luego, sepas que me he cabreado con los rompecabezas, así Alliance, Nebraska. Ya está.

mientras lo limpiaba por con Ben —le dije mientras que esperaba que Son los lugares que a Margo

segunda vez, he vuelto a trepaba. —Estoy demasiado ensamblara las piezas de —bueno, o a quien leyera este

potar. Es como una máquina resacoso para mediar entre este. No dijo nada hasta que libro— le parecieron

que no para. Si sigo vosotros —me contestó con le comenté: —Y entonces Ben interesantes. —Se incorporó,

comiendo, puedo pasarme el tono calmado. Se tumbó en la me llamó y fui a la fiesta. — me levantó de la silla y se giró

resto de la vida potando. — cama, con los ojos medio ¿Tienes ese libro, el de las hacia el ordenador. Radar

¿Puedes venir? ¿O puedo cerrados, y se frotó el pelo, esquinas dobladas? —me tenía un talento increíble para

pasarme yo por tu casa? —Sí, casi rapado—. Es como si me preguntó. Me levanté, lo seguir hablando mientras

claro. ¿Qué pasa? —Margo hubiera caído encima un rayo. busqué con la mano debajo tecleaba—. Hay un grupo de

estuvo viva en el centro — Resopló—. Bueno, ponme de la cama y lo saqué. Radar mapas que te permite entrar

comercial abandonado por lo al día. Me senté en la silla del lo levantó, entrecerró los ojos múltiples destinos y te ofrece
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diversos itinerarios. No creo Orlando y terminaban en grande del mundo a nuestra Unidos al lado del de las

que Margo conociera el Hollywood, California. — lista de posibles pseudovisiones. Clavé una

programa, pero quiero echar ¿Estará en Los Ángeles? — localizaciones de Margo. —El chincheta en cada uno de los

un vistazo. —¿Cómo sabes sugirió Radar. —Puede ser — viaje coincidiría con una de las seis lugares que Margo (o

toda esa mierda? —le le contesté—. Pero no hay citas de Whitman: «El viaje alguien) había señalado en el

pregunté. —Uf, recuerda que manera de saber su ruta. — que he emprendido es libro. Intenté mirarlos como si

me paso la vida entera en el Cierto. Y ninguna otra pista eterno». Radar siguió formaran una constelación,

Omnictionary. En la hora apunta a Los Ángeles. Lo que encorvado delante del descubrir si formaban una

desde que he llegado a casa le dijo a Jase apunta a Nueva ordenador, y yo fui a sentarme forma o una letra, pero no vi

esta mañana y me he metido York. El «irás a ciudades de en la cama. —Oye, ¿puedes nada. La distribución era

en la ducha, he reescrito de papel y nunca volverás» imprimir un mapa de Estados totalmente azarosa, como si

arriba abajo la página de los parece apuntar a una Unidos para que marque los se hubiera vendado los ojos y

peces abisales Lophiiformes. pseudovisión de esta zona. El puntos? —le pregunté. — hubiera disparado dardos al

Tengo un problema. Vale, pintaúñas, ¿no apunta Puedo marcarlos aquí. —Ya, mapa. Suspiré. —¿Sabes lo

mira esto. Me incliné y vi también a que quizá sigue por pero me gustaría tener el que estaría bien? —me

varias rutas trazadas en un aquí? Creo que ya solo nos mapa a la vista. La impresora preguntó Radar—. Encontrar

mapa de Estados Unidos. falta añadir la localización de arrancó a los dos segundos y alguna prueba de que revisó

Todas empezaban en la bola de palomitas más colgué el mapa de Estados su e-mail o cualquier otra cosa
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en internet. La busco todos los fin —siguió diciendo—, porque eres así. Mis padres como tú, y Ben tiene que dejar

días. Tengo una alerta por si ¿podemos pasar a los tienen una tonelada de Santa de pensar que tú deberías ser

entra en el Omnictionary con videojuegos? —La verdad es Claus negros, pero está bien. como él, y a ver si os calmáis

su nombre de usuario. Y que no estoy de humor. — Ellos son así. A veces estoy los dos de una puta vez. —

rastreo las IP de los que Pues ¿llamamos a Ben? — tan obsesionado con una Muy bien —dije por fin. Y

buscan las palabras No. Ben es un gilipollas. página web que no contesto llamé a Ben. La noticia de que

«ciudades de papel». Es Radar me miró de reojo. —Por cuando me llaman mis amigos Radar estaba en mi casa y

increíblemente frustrante. — supuesto. ¿Sabes cuál es tu o mi novia, y también está quería jugar a videojuegos

No sabía que estabas problema, Quentin? Siempre bien. Así soy yo. Me aprecias hizo que se recuperara de la

haciendo tantas cosas —le esperas que la gente no sea igualmente. Y yo te aprecio a resaca milagrosamente. —

dije. —Sí, bueno, solo hago lo quien es. Quiero decir que yo ti. Eres divertido e inteligente, Bueno —dije después de

que me gustaría que hicieran podría odiarte por llegar y es verdad que apareces colgar—, ¿qué tal Angela?

conmigo. Sé que no era amiga siempre tarde, por tarde, pero al final siempre Radar se rió. —Muy bien, tío.

mía, pero se merece que la preocuparte solo de Margo apareces. —Gracias. —Sí, Está muy bien. Gracias por

encontremos, ¿sabes? —A Roth Spiegelman y por no bueno, en realidad no estaba preguntar. —¿Todavía eres

menos que no quiera —le dije. preguntarme nunca cómo me echándote piropos. Solo digo virgen? —le pregunté. —No

—Sí, supongo que es posible. va con mi novia... pero me que tienes que dejar de quisiera ser indiscreto, pero

Todo es posible. Asentí. —En importa una mierda, tío, pensar que Ben debería ser sí. Uf, y esta mañana hemos
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tenido nuestra primera está bien, pero resulta que es Ben? —le dije. —Gracias por me encontré con otra parte

bronca. Hemos ido a una gilipollez. No pretenden llevarme a casa anoche, que me descubrí a mí mismo

desayunar a Waffle House y expandir el dogma del Santa colega. leyendo y releyendo. «Ahora

ha empezado a decir que los Claus negro. Si fuera eso, no haré otra cosa que
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Santa Claus negros son harían Santa Claus negros. escuchar», escribe Whitman.
Aunque solo faltaba una
fantásticos, que mis padres Pero lo que hacen es intentar Y en las dos páginas
semana para los exámenes
son geniales por comprar todas las reservas siguientes solo escucha: el
finales, pasé la tarde del lunes
coleccionarlos, porque es mundiales. En Pittsburgh hay pito de vapor, el sonido de la
leyendo el «Canto de mí
importante no dar por sentado un viejo que tiene la segunda voz humana, el coro de la
mismo». Quería ir a las dos
que toda la gente guay de colección más grande del ópera... Se sienta en la hierba
últimas pseudovisiones, pero
nuestra cultura, como Dios y mundo, y siempre intentan y deja que el sonido penetre
Ben necesitaba su coche. Ya
Santa Claus, es blanca, y que comprársela. Ben habló en su cuerpo. Y eso es lo que
no buscaba pistas en el
los Santa Claus negros desde la puerta. Al parecer, también intentaba yo,
poema tanto como intentaba
fortalecen a toda la llevaba un rato allí. —Radar, supongo: escuchar todos los
sobre todo buscar a la propia
comunidad afroamericana. — que no hayas conseguido pequeños sonidos de Margo,
Margo. Esa vez había leído
La verdad es que creo que zumbarte a esa pava es la porque antes de que alguno
más o menos la mitad del
estoy de acuerdo con ella —le mayor tragedia humana de de ellos pudiera tener sentido
«Canto de mí mismo» cuando
dije. —Sí, bueno, como idea nuestro tiempo. —¿Qué hay, había que escucharlo.
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Durante mucho tiempo no mesa, y escuché una voz levanté de la silla hasta que mi madre al rato—. Quentin,

había escuchado realmente a cantando con un tono menor. padre me llamó para cenar, un ¿cómo te ha ido el día? —Muy

Margo —la había visto Intenté escuchar, en una álbum y medio después. bien —le contesté—.

gritando y había pensado que canción que no había Durante la cena mis padres Preparándome para los

estaba riéndose—, y escuchado antes, la voz que hablaron de la política de exámenes finales, supongo.

entonces descubría que era después de doce días me Oriente Próximo. Aunque —No me puedo creer que sea

eso lo que tenía que hacer. costaba recordar. Seguía estaban perfectamente de tu última semana de clases —

Intentar, aun cuando nos escuchando, en ese momento acuerdo, se dedicaban a dijo mi padre —. Parece que

separara una enorme otro de sus favoritos, Bob hablar a grito pelado y decir fue ayer... —Sí —dijo mi

distancia, escuchar su ópera. Dylan, cuando mi madre llegó que fulano era un mentiroso, madre. En mi cabeza una voz

Ya que no podía oír a Margo, a casa. —Papá llegará tarde que mengano era un dijo: ATENCIÓN NOSTALGIA

al menos podía oír lo que ella —me dijo desde el otro lado mentiroso y un ladrón, y que ALERTA ATENCIÓN

había oído alguna vez, así de la puerta cerrada—. casi todos ellos debían dimitir. ATENCIÓN ATENCIÓN. Mis

que me descargué el álbum Estaba pensando en hacer Me centré en la hamburguesa padres son buena gente, pero

de versiones de Woody hamburguesas de pavo. — de pavo, que estaba con tendencia a ataques de

Guthrie. Me senté ante el Suena bien —le contesté. buenísima, bañada en ingente sentimentalismo. —

ordenador, con los ojos Volví a cerrar los ojos y a ketchup y cubierta de cebolla Estamos muy orgullosos de ti

cerrados y los codos en la escuchar la música. No me frita. —Bueno, basta —dijo mi —dijo mi madre—, pero, Dios,
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te echaremos de menos el un gilipollas. A la gente cariño. Diferentes niveles de ellos como si fueran personas.

próximo otoño. —Sí, bueno, siempre le pasaba algo que enfermedad, diferentes Mi padre terminó de masticar

no habléis antes de tiempo. iba más allá de ser un capullo: niveles de neurosis y algo, dejó el tenedor en la

Todavía puedo suspender tenían trastornos de diferentes niveles de mesa y me miró. —Cuanto

literatura. Mi madre se rió y socialización, o trastorno autorrealización. Pero, mira, más tiempo llevo en mi trabajo

luego dijo: —Ah, adivina a límite de personalidad, o lo siempre me ha caído bien —me dijo—, más cuenta me

quién vi ayer en la Asociación que sea. Mi madre cogió el Betty y siempre he tenido doy de que los seres humanos

de Jóvenes Cristianos. A hilo. —Pero Chuck tiene esperanzas con Chuck. Así carecemos de buenos

Betty Parson. Me dijo que dificultades de aprendizaje. que está bien que vaya a la espejos. Es muy difícil para

Chuck irá a la Universidad de Tiene todo tipo de universidad, ¿no crees, cualquiera mostrarnos cómo

Georgia en otoño. Me alegré problemas... como cualquiera. Quentin? —Sinceramente, se nos ve, y para nosotros

por él. Siempre ha luchado Sé que para ti es imposible mamá, no me importa lo más mostrar a cualquiera cómo

mucho. —Es un gilipollas — ver así a tus compañeros, mínimo. Pero pensé que si nos sentimos. —Muy bonito

dije. —Bueno —dijo mi pero cuando te haces mayor, todo el mundo somos —dijo mi madre. Me gustaba

padre—, era un matón. Y su empiezas a verlos (a los personas, ¿por qué mis que se gustaran entre sí—.

conducta era deplorable. malos chicos, a los buenos y padres odiaban tanto a los Pero, en el fondo, ¿no es eso

Típico de mis padres. Para a todos) como personas. Son políticos de Israel y de también lo que hace tan difícil

ellos nadie era sencillamente solo personas que merecen Palestina? No hablaban de que entendamos que los
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demás son seres humanos En todas mis elucubraciones leía libros de viajes para cómoda allí porque la Margo

exactamente igual que previas había un fallo. escapar porque tenía que vivir persona vivía siempre así, en

nosotros? Los idealizamos Siempre —no solo desde que en una ciudad de la que una habitación abandonada,

como dioses o los se había marchado, sino escapa tanta gente. Alguien con las ventanas tapadas, en

descartamos como animales. desde hacía diez años— la que —como nadie pensaba la que solo entraba luz por los

—Cierto. La conciencia había imaginado sin que era una persona— no agujeros del techo. Sí. El error

también cierra ventanas. Creo escucharla, sin saber que su tenía a nadie con quien fundamental que siempre

que nunca lo había pensado ventana estaba tan cerrada hablar. Y de repente entendí había cometido —y que, para

en este sentido. Me apoyé en como la mía. Y por eso no me cómo se sentía Margo Roth ser justos, ella siempre me

el respaldo de la silla y la imaginaba como una Spiegelman cuando no inducía a cometer— era el

escuché. Escuchaba cosas persona que pudiera tener estaba siendo Margo Roth siguiente: Margo no era un

sobre mi madre, sobre miedo, que pudiera sentirse Spiegelman: vacía. Se sentía milagro. No era una aventura.

ventanas y sobre espejos. aislada en una sala llena de rodeada por un muro No era algo perfecto y

Chuck Parson era una gente, que pudiera infranqueable. Pensé en ella precioso. Era una chica.

persona. Como yo. Margo avergonzarse de su colección durmiendo en la moqueta con


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Roth Spiegelman también era de discos porque era solo aquel trocito dentado de
El reloj era siempre
una persona. Nunca había demasiado personal para cielo por encima de su
implacable, pero sentir que
pensado en ella así, la verdad. compartirla. Alguien que quizá cabeza. Quizá se sentía
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estaba cerca de desatar los envuelta en servilletas de Sinceramente, dejando de conozco. —Sí. —Por eso me

nudos hizo que el martes papel que me había sobrado lado todo lo demás, me gusta cuesta imaginarla en una sala

pareciera haberse detenido. de la comida. Todavía no me descubrir cosas de ella. asquerosa, oscura y llena de

Habíamos decidido ir al centro había comido una cuarta parte Quiero decir, cosas que no polvo. —Sí —le dije—. Y con

comercial abandonado justo cuando Lacey Pemberton se sabía. No tenía ni idea de ratas. Lacey acercó las

después de clase, así que la sentó a mi lado. Le ofrecí un quién era en realidad. La rodillas al pecho y adoptó la

espera se me hizo trozo, pero me dijo que no. verdad es que siempre había posición fetal. —Qué asco.

insoportable. Cuando el Hablamos de Margo, claro. El pensado en ella como una Tampoco eso es propio de

timbre sonó por fin, después problema que compartíamos. amiga guapa y loca que hace Margo. No sé cómo Lacey se

de la clase de literatura, corrí —Lo que tengo que descubrir todo tipo de locuras bonitas. adjudicó el asiento del

escaleras abajo, y estaba casi es el sitio —le dije —Cierto, pero no se ponía a copiloto, aunque era la más

en la puerta cuando me di limpiándome el aceite de la hacer esas cosas por las bajita de todos. Ben conducía.

cuenta de que no podíamos pizza en los pantalones—. buenas —le dije—. Quiero Suspiré ruidosamente cuando

marcharnos hasta que Ben y Pero ni siquiera sé si voy por decir que todas sus aventuras Radar, que estaba sentado a

Radar hubieran salido del buen camino con las tenían cierta... No sé. — mi lado, sacó su ordenador de

ensayo. Me senté a pseudovisiones. A veces Elegancia —añadió Lacey—. bolsillo y empezó a trabajar en

esperarlos y saqué de mi pienso que vamos totalmente Es la única persona joven el Omnictionary. —Estoy

mochila una ración de pizza desencaminados. —Sí, no sé. totalmente elegante que borrando las gamberradas de
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la página de Chuck Norris — siquiera se refería a eso con lo vistazo a la bola de cuerda serio —siguió diciendo Ben—

me dijo—. Por ejemplo, de «ciudades de papel», más grande del mundo. — . Tengo las bolas tan grandes

aunque estoy de acuerdo en ¿sabes? Tenemos muchas Entonces ¿crees que Margo que, cuando pides patatas

que es especialista en pistas de sitios, pero nada está haciendo una gira fritas en el McDonald’s,

patadas circulares, no creo concreto. Radar levantó la turística por el país en busca puedes elegir entre cuatro

que sea correcto decir: «Las mirada un segundo y volvió a de las bolas más grandes del tamaños: pequeño, mediano,

lágrimas de Chuck Norris bajarla hacia la pantalla. — mundo? —preguntó Ben grande y mis bolas. Lacey le

curan el cáncer, pero Personalmente, creo que está mirando por el retrovisor. lanzó una mirada y le dijo: —

desgraciadamente nunca ha lejos, haciendo una ridícula Radar asintió. —Bueno — Comentario fuera de lugar. —

llorado». Pero, bueno, borrar gira por lugares turísticos y siguió diciendo Ben—, alguien Perdón —murmuró Ben—.

las gamberradas solo me creyendo equivocadamente tendría que decirle que Creo que Margo está en

exige un cuatro por ciento del que ha sabido dejar volviera a casa, porque aquí Orlando. Observando cómo la

cerebro. Entendí que Radar suficientes pistas para mismo, en Orlando, Florida, buscamos. Y observando que

intentaba hacerme reír, pero encontrarla. Así que creo que puede encontrar las bolas sus padres no la buscan. —Yo

yo solo quería hablar de una ahora mismo está en Omaha, más grandes del mundo. sigo apostando por Nueva

cosa. —No estoy convencido Nebraska, viendo la bola de Están en una vitrina especial York —dijo Lacey. —Todo es

de que esté en una sellos más grande del mundo, conocida como «mi escroto». posible —repuse. Una Margo

pseudovisión. Quizá ni o en Minnesota, echando un Radar se rió. —Lo digo en para cada uno de nosotros... y
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cada una era más un espejo a poco la sala empezó a acercándose a nosotros. — el mundo fuera, por la puerta.

que una ventana. El centro dibujarse en gris borroso. Gente —murmuró Ben Tranquilos pero deprisa.

comercial parecía igual que Veía las mesas alineadas, agachándose detrás de la Acababa de dar un paso

un par de días antes. Ben todavía esperando a los mesa de Margo y tirando de cuando oí un vozarrón

aparcó y los llevé hasta el empleados. Encendí la Lacey. —¿Qué? ¿Dónde? — gritando: ¿QUIÉN ANDA

despacho por la puerta que se linterna, y los demás ¡En la otra sala! —dijo—. AHÍ? Mierda. —Ejem —dije—

abría empujando. —No encendieron también las Llevan máscaras. Parecen , solo hemos venido a echar

encendáis todavía las suyas. Ben y Lacey se polis. Vámonos. Radar enfocó un vistazo. Menuda gilipollez

linternas —les dije cuando ya dirigieron juntos hacia el su linterna hacia el Agujero de estrafalaria. Una luz blanca

estábamos todos dentro—. Agujero de Trol para Trol, pero Ben la bajó de un procedente del Agujero de

Esperad a que los ojos se inspeccionar las demás salas. manotazo. —¡Tenemos que Trol me cegó. Podría haber

acostumbren a la oscuridad. Radar vino conmigo a la mesa salir de aquí! Lacey me sido Dios en persona. —

—Sentí unas uñas de Margo. Se arrodilló para miraba con los ojos como ¿Cuáles son vuestras

recorriéndome el brazo—. observar de cerca el platos, seguramente un poco intenciones? La voz imitaba

Tranquila, Lace. —Glups — calendario congelado en el cabreada, porque le había ligeramente el acento

dijo Lacey—. Me he mes de junio. Estaba prometido que no correría británico. Observé a Ben, que

equivocado de brazo. Entendí inclinándome a su lado peligro, y no parecía cierto. — se acercó a mí. Me sentí

que buscaba el de Ben. Poco cuando oí pasos rápidos Vale —susurré—. Vale, todo mejor acompañado. —
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Estamos investigando una ¿Qué haces tú aquí? — carretera se ve que se puede nada del otro mundo. Pero

desaparición —dijo Ben muy Explorando —contestó. Ben entrar, vendría un montón de seguramente la hemos visto,

seguro de sí mismo—. No se sintió lo bastante seguro gente que no tiene ni puta no sé, más de la mitad de las

íbamos a romper nada. La luz como para acercarse a los idea de explorar. veces que hemos venido en

se apartó y parpadeé hasta otros dos chicos y tenderles la Vagabundos, adictos al crack los dos últimos años. Estaba

que vi tres figuras, las tres con mano. Se presentaron como y todo eso. Di un paso hacia buena, ¿eh? —¿Estaba? —

vaqueros, camiseta y una As y el Carpintero. Me ellos. —Entonces vosotros... preguntó Lacey con énfasis.

máscara con dos filtros atrevería a suponer que eran bueno... ¿sabíais que Margo —Se ha escapado, ¿no? —

redondos. Una de ellas se seudónimos. Cogimos sillas estuvo aquí? — pregunté. ¿Qué sabéis del tema? —les

subió la máscara a la frente y de oficina con ruedas y nos Antes de que Gus contestara, preguntó Lacey. —Nada, por

nos miró. Reconocí la perilla y sentamos formando más o As habló sin quitarse la favor. Hace un par de

la boca grande. —¿Gus? — menos un círculo. —¿Fuisteis máscara. Su voz era semanas vi a Margo con él —

dijo Lacey levantándose. Era vosotros los que rompisteis el ligeramente modulada, pero dijo Gus señalándome—. Y

el vigilante del SunTrust. — tablón? —preguntó Gus. — resultaba fácil entenderlo. — luego me dijeron que se había

Lacey Pemberton. Por Dios, Bueno, fui yo —le explicó Ben. Tío, Margo se pasaba la vida escapado. Unos días después

¿qué estáis haciendo aquí? Y —Lo cerramos con cinta aquí. Nosotros solo venimos se me ocurrió que podría estar

sin máscaras... Aquí hay porque no queríamos que un par de veces al año. Hay aquí, así que vinimos. —

toneladas de asbesto. — nadie más entrara. Si desde la asbesto y, en fin, tampoco es Nunca he entendido por qué
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le gustaba tanto este lugar. tenía trece años —dijo Gus— As. —Ni siquiera hacía fotos pegó una patada a su silla. —

Apenas hay nada —dijo el . Encontraba la manera de —dijo el Carpintero—. Ni ¿Y nunca se os ocurrió

Carpintero—. Explorar aquí entrar en cualquier sitio. En buscaba cosas por ahí. Solo preguntarle por qué estaba

no tiene gracia. —¿Qué es aquella época lo hacíamos de quería entrar y sentarse. ¿Os deprimida? ¿O por qué se

eso de «explorar»? — vez en cuando, pero ahora acordáis de la libreta negra? pasaba el día en estos

preguntó Lacey a Gus. — salimos unas tres veces por Se sentaba en un rincón y tugurios de mierda? ¿Nunca

Exploración urbana. semana. Hay sitios por todas escribía, como si estuviera en te lo has planteado? Estaba

Entramos en edificios partes. En Clearwater hay un su casa haciendo deberes o delante de él, gritándole

abandonados, los exploramos psiquiátrico abandonado. Es algo así. —Sinceramente, desde arriba, así que Gus se

y hacemos fotos. Ni cogemos increíble. Se puede ver dónde nunca entendió de qué iba el levantó también. Era casi un

ni dejamos nada. Somos ataban a los locos para darles tema —dijo Gus—. La palmo más alto que ella. —

simples observadores. —Es electrochoques. Y cerca de aventura. En realidad, parecía Por Dios, que alguien

un hobby —dijo As—. Gus aquí, hacia el oeste, hay una bastante deprimida. Quería tranquilice un poco a esta

solía dejar que Margo se antigua cárcel. Pero Margo no dejar que siguieran hablando, zorra —dijo el Carpintero. —

apuntara a explorar con estaba realmente metida en el porque pensaba que todo lo ¿Qué has dicho? —gritó Ben.

nosotros cuando todavía tema. Le gustaba entrar, pero que dijeran me ayudaría a Y antes de que me diera

íbamos al instituto. —Tenía luego quería quedarse. —Sí, imaginar a Margo, pero de cuenta de lo que estaba

muy buen ojo, aunque solo joder, era un fastidio —añadió repente Lacey se levantó y pasando, Ben pegó un
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empujón al Carpintero, que que suele emplear mi centímetros del papel. —Creo siempre había imaginado.

resbaló aparatosamente de la madre—, Ben, ya está. Ya lo que no escribieron nada en la Mientras todos los demás

silla y fue a parar al suelo. Ben has dejado claro. Gus y As página de mayo —dijo—. El salen a explorar, a hacer fotos

se sentó a horcajadas encima levantaron al Carpintero. — papel es muy fino y no veo y a saltar por las paredes,

del tipo y empezó a pegarle, a Joder, nos vamos de aquí, marcas. Pero no puedo Margo se sienta en el suelo a

darle fuertes bofetadas y ¿vale? Todo vuestro. As cogió asegurarlo. Se puso a buscar escribir. —¡Q! ¡Tenemos algo!

puñetazos en la máscara. — su equipo fotográfico y los tres más pistas y vi las linternas de —gritó Ben desde la puerta.

¡NO ES UNA ZORRA! ¡ESO salieron corriendo por la Lacey y de Ben metiéndose Me sequé el sudor de la cara

LO SERÁS TÚ! Me levanté y puerta trasera. Lacey empezó por un Agujero de Trol, pero con las dos mangas y me

agarré a Ben por un brazo a explicarme de qué lo yo me quedé en el despacho agarré a la mesa para

mientras Radar lo sujetaba conocía. —Él estaba en el imaginándome a Margo. levantarme. Crucé la sala,

por el otro. —¡Estoy muy último curso cuando Pensé en ella yendo a gateé por el Agujero de Trol y

cabreado! —gritó mientras lo nosotros... Pero le indiqué con edificios abandonados con me dirigí hacia las tres

apartábamos—. ¡Estaba la mano que lo dejara correr. aquellos tipos, cuatro años linternas que recorrían la

divirtiéndome pegando a ese No importaba. Radar sabía lo mayores que ella. Aquella era pared por encima de la

tipo! ¡Quiero volver a pegarle! que importaba. Volvió la Margo a la que había visto. moqueta enrollada. —Mira —

—Ben —le dije, intentando inmediatamente al calendario Pero la que se quedaba en los dijo Ben trazando un

parecer tranquilo, con el tono y acercó los ojos a dos edificios no era la Margo que cuadrado en la pared con el
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foco—. ¿Te acuerdas de los supuse que era una agenda o primera vez que entramos. encontraba, prefería hacerlo

agujeritos que nos algo así. Vaya, nunca le Uno de los folletos era de yo solo.

comentaste? —Sí. —Deben pregunté por esa libreta. Me Grovepoint Acres. Esparcí los
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de haber sido cosas clavadas he cabreado con Gus, que ni demás conteniendo la
En cuanto mi madre llegó a
aquí —dijo Ben—. Por el siquiera era amigo suyo, pero respiración. Corrí a buscar mi
casa el viernes, le dije que iba
espacio que hay entre los ¿alguna vez le pregunté algo mochila, que estaba al lado de
a un concierto con Radar, cogí
agujeros, creemos que yo? —De todas formas, no te la puerta, volví corriendo con
el coche y me dirigí a las
postales o fotos que quizá se habría contestado —le dije. un boli y una libreta, y anoté
afueras del condado de
llevó al marcharse. —Sí, No era honesto fingir que los nombres de todas las
Seminole para ver Collier
puede ser —le contesté—. Margo no había participado en urbanizaciones que aparecían
Farms. Resultó que todas las
Ojalá encontráramos la libreta su propia confusión. en los folletos. Reconocí una
demás urbanizaciones que
de la que ha hablado Gus. — Seguimos dando vueltas por de inmediato: Collier Farms,
aparecían en los folletos
Sí. Cuando lo ha dicho, he allí durante una hora, y justo una de las dos urbanizaciones
existían, la mayoría de ellas al
recordado esa libreta —dijo cuando estaba convencido de de mi lista a las que todavía
norte de la ciudad. Las habían
Lacey. El foco de mi linterna le que habíamos hecho el viaje no había ido. Terminé de
terminado hacía tiempo. Solo
iluminaba solo las piernas—. en balde, mi linterna pasó por copiar los nombres y volví a
reconocí el desvío hacia
Siempre llevaba una encima. los folletos que estaban meter la libreta en la mochila.
Collier Farms porque me
Nunca la vi escribiendo, pero colocados en forma de casa la Llamadme egoísta, pero si la
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había convertido en un coche y seguí a pie. La complejo estaba directamente doce cervezas. Volví con

experto en caminos sin maleza me arañaba las relacionado con el centro esfuerzo al coche y me dirigí a

asfaltar difíciles de ver. Pero pantorrillas y a cada paso que comercial abandonado. El un lugar llamado Logan Pines,

Collier Farms era diferente de daba se me hundían las suelo estaba tan lleno de más al norte. Tardé una hora

las demás pseudovisiones zapatillas en el fango. No maleza que tenía que avanzar en llegar. Había dejado atrás

que había visitado. Estaba pude evitar esperar que muy despacio por cada nuevo el Bosque Nacional de Ocala,

extremadamente descuidada, hubiera montado una tienda escenario y comprobar todos ya casi fuera del área

como si llevara cincuenta de campaña en algún trozo los sitios lo bastante grandes metropolitana de Orlando,

años abandonada. No supe si del terreno a unos metros por para que cupiera una cuando me llamó Ben. —

era más antigua que las otras encima del resto para que el persona. Al final de la calle vi ¿Qué pasa? —¿Has ido a

o si la tierra baja y pantanosa agua de la lluvia no se entre el barro una caja de esas ciudades de papel? —

había hecho que todo creciera quedase estancada. cartulina azul y blanca, y por me preguntó. —Sí, ya casi he

más deprisa, pero en cuanto Caminaba despacio porque un momento me pareció la llegado a la última. Todavía no

me metí por el desvío me había más cosas que ver que misma caja de barritas de he encontrado nada. —Oye,

resultó imposible seguir en cualquiera de las demás cereales que había colega, los padres de Radar

avanzando, porque todo el pseudovisiones, más lugares encontrado en el centro han tenido que marcharse de

camino estaba cubierto de en los que esconderse, y comercial. Pero no. Era la caja la ciudad a toda prisa. —

gruesos arbustos. Salí del porque sabía que aquel destrozada de un pack de ¿Pasa algo? —le pregunté.
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Sabía que los abuelos de colección. Así que vamos a media vida. Estoy pidiéndote de todas formas, no tenía

Radar eran muy mayores y invitar a la peña. —¿Quiénes? que pases dos o tres horas nada más que buscar

vivían en una residencia de —Tú, Radar y yo. Somos los bebiendo cócteles de vino después de Logan Pines. —

ancianos de Miami. —Sí, anfitriones. —No sé —le dije. como una nenaza, y otras dos Iré a esta última y luego me

escúchame: ¿recuerdas al Nos quedamos un momento o tres horas vomitando dichos pasaré por casa de Radar.

tipo de Pittsburgh que tenía la en silencio y luego Ben me cócteles por la nariz. Y luego Había depositado grandes

segunda colección más llamó por mi nombre puedes seguir paseándote esperanzas en Logan Pines

grande del mundo de Santa completo. —Quentin —me por urbanizaciones porque era la última

Claus negros? —Sí, ¿y? — dijo—, sé que quieres abandonadas. Me molestaba pseudovisión de Florida

Acaba de palmar. —Estás de encontrarla. Sé que es lo más que Ben solo quisiera hablar central, o al menos la última

broma. —Colega, yo no hago importante para ti. Perfecto. de Margo cuando se trataba de la que yo tenía noticias.

bromas sobre el fallecimiento Pero nos graduamos la de una aventura que le atraía, Pero no vi ninguna tienda de

de coleccionistas de Santa semana que viene. No estoy que pensara que me campaña mientras recorría

Claus negros. Al tipo le ha pidiéndote que dejes de equivocaba centrándome más con la linterna en la mano su

dado un derrame cerebral, y buscarla. Estoy pidiéndote en ella que en mis amigos, única calle sin salida. Ningún

los viejos de Radar están que vengas a una fiesta con porque ella no estaba, pero indicio de hoguera. Ningún

volando a Pennsylvania para tus dos mejores amigos, a los ellos sí. Pero Ben era Ben, envoltorio de comida. Ni rastro

intentar comprar toda su que conoces desde hace como había dicho Radar. Y, de gente. Ni rastro de Margo.
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Al final del camino encontré coche en casa, me puse un pregunté. Radar me señaló guardando Santa Claus en un

un agujero de hormigón polo y mis únicos vaqueros con la cabeza el comedor. En tocador con mucho cuidado.

hundido en la tierra, pero no decentes, recorrí Jefferson las mesas a ambos lados del —¿Sabes? Cuando los ves

habían construido nada Way hasta Jefferson Court y sofá había tres juegos de todos juntos, te preguntas

encima. Era solo el agujero, luego giré a la derecha hasta muñecas rusas con forma de cómo imaginamos nuestros

como la boca abierta de un Jefferson Road. En Jefferson Santa Claus negros. Mientras mitos. Radar miró al techo. —

muerto, rodeado de una Place, la calle de Radar, había metía unos dentro de los otros Sí, me descubro a mí mismo

maraña de zarzas y maleza ya varios coches aparcados a no pude evitar observar que preguntándome cómo

de casi un metro de altura. No ambos lados. Solo eran las en realidad eran muy bonitos. imagino mis mitos todas las

entendía por qué Margo nueve menos cuarto. Abrí la Estaban pintados a mano con mañanas, cuando estoy

habría querido que viera estos puerta y me encontré con todo lujo de detalles. Aunque comiéndome mis cereales

sitios. Y si había ido a las Radar, que llevaba en las no se lo dije a Radar, porque con una puta cuchara de

pseudovisiones para no manos un montón de Santa temía que me matara a golpes Santa Claus negro. Sentí una

volver, conocía un lugar que Claus negros de yeso. — con la lámpara del Santa mano frotándome el hombro.

yo no había descubierto en Tengo que guardar los más Claus negro del comedor. Era Ben, que movía los pies a

mis investigaciones. Tardé bonitos —me dijo—, no sea Llevé las muñecas rusas a la toda velocidad, como si

una hora y media en volver a que alguno se rompa. — habitación de invitados, estuviera meándose. —Nos

Jefferson Park. Aparqué el ¿Necesitas ayuda? —le donde Radar estaba hemos besado. Bueno, me ha
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besado ella. Hace unos diez chicas —me dijo, lo que solo pánico. Hice una mueca y dije: Radar. —La mera idea es tan

minutos. En la cama de los era cierto, y con suerte, si se —Está detrás de mí, ofensiva que está prohibido

padres de Radar. —¡Qué entendía por «chicas» las ¿verdad? —«La lengua decir «la lengua de Ben

asco! —exclamó Radar—. No chicas de la banda—. Colega, humana es como el wasabi» Starling» en la tele —dije yo.

os enrolléis en la cama de mis estoy pidiéndote consejo. —repitió Lacey con una voz —El castigo por violar esta

padres. —Uau, pensaba que Estuve tentado de preguntarle profunda y ridícula que esperé norma son diez años de cárcel

ya habías superado esa fase por los interminables rollos que no se pareciera a la mía. o un chupeteo de Ben Starling

—le dije a Ben—. ¿No eras que nos pegaba sobre las Me giré—. La verdad es que —añadió Radar. —Todo el

tan chulito? —Cállate, colega. diversas maneras de excitar creo que la lengua de Ben es mundo... —dije. —Prefiere...

Estoy acojonado — me cuerpos diversos, pero me como el protector solar. Es —dijo Radar sonriendo. —La

contestó mirándome con los limité a decirle: —Hasta bueno para la salud y debes cárcel —dijimos los dos a la

ojos casi bizcos—. No creo donde yo sé, hay dos normas aplicarlo generosamente. — vez. Y entonces Lacey besó a

que sea muy bueno. —¿En básicas: 1) No muerdas nada Estoy a punto de potar —dijo Ben delante de nosotros. —

qué? —Besando. Y bueno, sin permiso, y 2) La lengua Radar. —Lacey, acabas de Dios mío —exclamó Radar

ella ha besado mucho más humana es como el wasabi. quitarme las ganas de seguir pasándose las manos por

que yo en los últimos años. No Es muy potente y debe hablando —añadí. —Ojalá delante de la cara—, Dios

quiero morrear tan mal que utilizarse con moderación. De pudiera dejar de mío, me he quedado ciego.

me deje. Tú gustas a las repente le brillaron los ojos de imaginármelo —contestó Me he quedado ciego. —
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Basta, por favor —supliqué historias de la banda, de Ben entonces los chicos fresco. Lacey, avergonzada,

yo—. Estáis molestando a los Starling, de los primeros empezaron a sumarse a la se llevó una mano a la cara.

Santa Claus negros. La fiesta besos—, pero Lacey no, y de idea. Por alguna razón, las —Eres un novio desafiante —

acabó con las veinte personas todas formas seguían siendo chicas se resistían. —Tu comentó —. Gratificante, pero

metidas en la sala de estar de divertidas. Me quedé bastante negativa hace que me desafiante. Nos reímos. Era lo

la segunda planta de la casa al margen hasta que Ben dijo: cuestione el sentido de que más me gustaba de mis

de Radar. Me apoyé en una —Q, ¿cómo vamos a nuestro amor —dijo Radar a amigos, que nos bastaba con

pared, con la cabeza a graduarnos? —Sin ropa Angela. —No lo entiendes — sentarnos a contar historias.

escasos centímetros de un debajo de la toga —le comentó Lacey —. No es que Historias ventana e historias

Santa Claus negro pintado contesté sonriendo. —¡Sí! nos dé miedo. Es solo que ya espejo. Yo solo escuchaba.

sobre terciopelo. La gente se Ben dio un trago a su refresco. hemos elegido el vestido. — Las historias que tenía en

había amontonado en uno de —Yo ni siquiera me llevaré Exacto —dijo Angela mente no eran tan divertidas.

esos sofás por módulos. Al ropa para no rajarme —dijo señalando a Lacey. —Más os No podía evitar pensar que el

lado de la tele había un Radar. —¡Yo tampoco! Q, jura vale que no haga viento — instituto y todo lo demás se

frigorífico con cervezas, pero que no te llevarás ropa. añadió Angela. —Espero que acababa. Me gustaba estar

nadie bebía. Se contaban Sonreí. —Jurado queda —le sí haga viento —dijo Ben—. A algo apartado de los sofás,

historias entre sí. Había oído dije. —¡Me apunto! —exclamó las bolas más grandes del observándolos. No me

la mayoría de ellas — nuestro amigo Frank. Y mundo les sienta bien el aire importaba que fuera un poco
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triste. Me limitaba a escuchar verme. —¿Te lo has pasado «Iracundas y amargas olas escuchando y ahogándose—,

dejando que toda la alegría y bien? —Sí —le contesté—. me cortan, casi me ahogo». Whitman empieza a escribir

toda la tristeza de aquel final Ha sido una fiesta muy Pensé que era perfecto. sobre los viajes que puede

giraran a mi alrededor, cada tranquila. —Como tú —me Escuchas a las personas para hacer con la imaginación, y

una intensificando la otra. dijo sonriendo. Aquel ataque poder imaginarlas, oyes todas enumera todos los lugares a

Casi todo el tiempo parecía sentimental me pareció un las cosas terribles y los que puede ir tumbado en

que fuera a explotarme el tanto hilarante, pero no dije maravillosas que las personas la hierba. «Las palmas de mis

pecho, pero no era nada. Se levantó, tiró de mí y se hacen a sí mismas y a los manos abarcan continentes»,

exactamente una sensación me dio un beso en la mejilla. demás, pero al final escuchar escribe. Pienso en mapas, en

desagradable. Me marché —Me gusta mucho ser tu te ahoga todavía más que la cómo de niño observaba de

justo antes de las doce. madre —me dijo. —Gracias gente a la que intentas vez en cuando un atlas, y el

Algunos iban a quedarse —le contesté. Me metí en la escuchar. Recorrer mero hecho de observarlo era

hasta más tarde, pero yo tenía cama con el libro de Whitman pseudovisiones e intentar como estar en otro sitio. Eso

que estar en casa a esa hora, y pasé las páginas hasta la escuchar a Margo no era lo que tenía que hacer.

y además no me apetecía parte que me había gustado, resquebraja tanto el caso de Tenía que oír e imaginar mi

quedarme. Mi madre estaba donde se dedica a escuchar Margo Roth Spiegelman camino en su mapa. Pero ¿no

medio dormida en el sofá, ópera y a la gente. Después como me resquebraja a mí. lo había intentado? Levanté la

pero se espabiló nada más de escucharlo todo, escribe: Unas páginas después — mirada hacia los mapas que
166
estaban por encima del imaginara correctamente. Me que recoger las putas que habían estado los mapas,

ordenador. Había intentado levanté, me dirigí a los mapas chinchetas. Cuando hube los cuatro agujeros formando

trazar sus posibles viajes, y tiré de ellos. Las chinchetas acabado, volví a meterme en un rectángulo, y los agujeros

pero Margo representaba se desprendieron con el papel la cama y le pegué un dentro del rectángulo,

demasiadas cosas, como la y cayeron al suelo. Arrugué puñetazo a la almohada con repartidos al azar. Había visto

hierba. Parecía imposible los mapas y los lancé a la los dientes apretados. Intenté antes un dibujo similar. En la

ubicarla en los mapas. Era papelera. De vuelta a la cama seguir leyendo el libro de sala vacía, por encima de la

demasiado pequeña y el pisé una chincheta, como un Whitman, pero entre la lectura moqueta. Un mapa. Con

espacio que abarcaban los idiota, y aunque estaba y el no dejar de pensar en puntos marcados.

mapas, demasiado grande. enfadado, agotado y me Margo, me sentí lo bastante


18
Eran más que una pérdida de había quedado sin ahogado por esa noche, así
El sábado, la luz me despertó
tiempo. Eran la pseudovisiones y sin ideas, que al final dejé el libro. Ni me
poco antes de las siete de la
representación física de la tuve que recoger todas las molesté en levantarme a
mañana. Por increíble que
ineficacia de todo aquello, mi chinchetas esparcidas por la apagar la luz. Me quedé
parezca, Radar estaba
absoluta incapacidad de moqueta para no pisarlas mirando la pared,
conectado en el ordenador.
desarrollar palmas que después. Lo que me pedía el parpadeando cada vez más. Y
QTHERESURRECTION:
abarcaran continentes, de cuerpo era pegarle un cada vez que abría los ojos
Pensaba que estarías
tener una cabeza que puñetazo a la pared, pero tuve veía el trozo de pared en el
167
durmiendo. mapa? Sunshine» delante de su Entramos en el despacho,

OMNICTIONARIAN96: No, OMNICTIONARIAN96: Como ventana, solo conseguimos corrimos a la biblioteca, nos

tío. Estoy despierto desde las una ruta. que la abriera y nos pegara la paramos un momento a

seis, ampliando el artículo de QTHERESURRECTION: bronca. —No pienso hacer revisar los agujeros de la

un cantante pop malayo. Pero Exacto. nada hasta las doce —dijo pared y entramos en la tienda

Angela sigue en la cama. OMNICTIONARIAN96: con tono autoritario. Así que de souvenirs. El edificio ya no

QTHERESURRECTION: ¿Quieres que vayamos? fuimos Radar y yo solos. Me me asustaba lo más mínimo.

Ooh, ¿se ha quedado en tu Aunque tengo que esperar a habló un rato de Angela, me En cuanto hubimos recorrido

casa? OMNICTIONARIAN96: que Angela se levante. contó que le gustaba mucho y todas las salas y confirmado

Sí, pero mi pureza sigue QTHERESURRECTION: Muy que era raro enamorarse unos que estábamos solos, me

intacta. Aunque la noche de la bien. Me llamó a las diez. meses antes de que cada uno sentí tan seguro como en mi

graduación... Puede ser. Pasé a recogerlo en coche y fuera a una universidad casa. Debajo de una vitrina

QTHERESURRECTION: luego fuimos a casa de Ben, diferente, pero me costaba encontré la caja de mapas y

Oye, ayer se me ocurrió una porque supusimos que la prestarle atención. Quería folletos en la que había

cosa. Los agujeros de la única manera de despertarlo aquel mapa. Quería ver los rebuscado la noche del baile.

pared del centro comercial... era con un ataque por lugares que había marcado. La levanté y la apoyé en la

¿No serán agujeros de sorpresa. Pero aunque Quería volver a clavar las esquina de una vitrina con el

chincheta clavadas en un cantamos «You Are My chinchetas en la pared. cristal roto. Radar buscaba
168
cualquier cosa que tuviera un mapa de la pared. Era un lo que había hecho en aquella también tres de las cinco

mapa, y yo la desplegaba y mapa amarillento y oscura y silenciosa sala. localizaciones, seguramente

revisaba si tenía agujeros. quebradizo de Estados Viajar tumbada, como al retirar el mapa de la pared.

Estábamos llegando al fondo Unidos, del tamaño de los que Whitman, mientras se —Más arriba y a la izquierda

de la caja cuando Radar sacó hay en las clases, marcado preparaba para lo que —me dijo Radar—. No, baja.

un folleto en blanco y negro con posibles destinos. Por las realmente iba a hacer. Volví al Sí. No te muevas. Clavamos

titulado CINCO MIL arrugas del mapa entendí que despacho y encontré un por fin el mapa y empezamos

CIUDADES Margo no había pretendido puñado de chinchetas en una a cuadrar los agujeros del

ESTADOUNIDENSES. El que fuera una pista. Era mesa contigua a la de Margo. mapa con los de la pared. No

copyright era de 1972, de la demasiado exacta y segura Luego Radar y yo llevamos nos costó demasiado

empresa Esso. Mientras con sus pistas como para con cuidado el mapa ensamblar los cinco puntos.

desplegaba el mapa con enturbiar las aguas. En desplegado a la habitación de Pero, como algunos agujeros

cuidado e intentaba alisar los cualquier caso, habíamos Margo. Lo sujeté contra la estaban rasgados, era

pliegues, vi un agujero en la encontrado algo que no había pared mientras Radar imposible determinar la

esquina. —Es este —dije previsto, y al ver lo que no intentaba meter las localización EXACTA. Y la

alzando la voz. Junto al había previsto, volví a pensar chinchetas por los agujeros, localización exacta era

agujero había un trozo roto, que había previsto muchas pero tres de las cuatro importante en un mapa en el

como si hubieran arrancado el cosas. Y pensé que quizá era esquinas se habían roto, y que aparecían los nombres de
169
cinco mil poblaciones. La letra en Nueva York, que, a juzgar Radar—. Sería interesante. York, sobre las montañas de

era tan pequeña que tuve que por su posición en la pared, Margo no es muy hippy, pero Catskill, sobre la capital del

subirme a la moqueta y correspondía a uno de los lleva ese rollo de espíritu libre. país y sobre el concierto de

acercar los ojos a unos cinco distritos de la ciudad. — —No sé —le contesté—. El 1969 en Woodstock. Nada

centímetros del mapa para Encaja con lo que sabemos. último está en la ciudad de parecía servir. Me sentí como

intentar descubrir cada —Sí —le dije—. Pero, joder, Washington o quizá en si hubiéramos tirado del hilo y

población. Empecé a decir ¿en qué parte de Nueva Annapolis o la bahía de no hubiéramos encontrado

nombres, y Radar sacó su York? Esa es la cuestión. — Chesapeake. En realidad nada. Aquella tarde, después

ordenador de bolsillo y los Nos dejamos algo —repuso— puede estar en un montón de de haber dejado a Radar en

buscó en el Omnictionary. . Alguna pista. ¿Dónde están sitios. —Ayudaría un poco su casa, me senté a leer el

Había dos agujeros sin los otros puntos? —Hay otro que solo hubiera un punto en «Canto de mí mismo» y a

rasgaduras. Uno parecía ser en el estado de Nueva York, el mapa —dijo Radar con tono estudiar sin demasiado

Los Ángeles, aunque en el sur pero no está cerca de la sombrío. —Pero seguramente entusiasmo para los

de California había tantas ciudad. Bueno, mira, todas las va de un sitio a otro —le dije. exámenes finales. El lunes

ciudades juntas que los ciudades son diminutas. Emprendiendo su viaje tenía cálculo y latín,

nombres se solapaban. El otro Podría ser Poughkeepsie, eterno. Me senté un rato en la probablemente las dos

agujero intacto estaba en Woodstock o el parque de moqueta mientras Radar me asignaturas más duras, así

Chicago. Había uno rasgado Catskill. —Woodstock —dijo leía información sobre Nueva que no podía permitirme
170
pasarlas del todo por alto. ¿Has pensado alguna vez recordado que una vez, entró Ben, y lo invité a una

Estudié casi todo el sábado cuánto tiempo tuvo que estando de compras, se sala de chat conmigo y con

por la noche y el domingo, dedicar Margo a planearlo dedicó a acercar la libreta a Lacey. Hablaron ellos dos casi

pero justo después de cenar todo? los bolsos que le gustaban todo el tiempo —yo seguía

se me ocurrió una idea. Dejé HABITODEPENITENCIA: Sí, para asegurarse de que traduciendo—, hasta que se

un momento de lado las ¿te refieres a dejar letras en el cabía. conectó Radar y lo invité a la

traducciones de Ovidio y plato de sopa antes de ir a QTHERESURRECTION: sala. Entonces dejé el estudio

encendí el ordenador. Vi a Mississippi y orientarte hacia Ojalá tuviera esa libreta. por aquella noche.

Lacey conectada. Acababa de el centro comercial? HABITODEPENITENCIA: OMNICTIONARIAN96:

enterarme de su nick por Ben, QTHERESURRECTION: Sí, Seguramente la lleve encima. Alguien de Nueva York ha

pero supuse que la conocía lo no son cosas que se te QTHERESURRECTION: Sí. buscado hoy a Margo Roth

suficiente para escribirle un ocurren en diez minutos. ¿No estaba en su taquilla? Spiegelman en el

mensaje. HABITODEPENITENCIA: HABITODEPENITENCIA: No, Omnictionary.

QTHERESURRECTION: Quizá la libreta... solo libros de texto FUEUNAINFECCIONRENAL:

Hola, soy Q. QTHERESURRECTION: perfectamente apilados, como ¿Sabes exactamente de

HABITODEPENITENCIA: Exacto. siempre. Seguí estudiando en dónde?

¡Hola! HABITODEPENITENCIA: Sí. mi mesa y esperé a que se OMNICTIONARIAN96:

QTHERESURRECTION: Lo he pensado hoy porque he conectara alguien más. Al rato Desgraciadamente, no.
171
HABITODEPENITENCIA: OMNICTIONARIAN96: Tengo mapa fuera una pista —y los bien. Tuvimos hora y media

Todavía hay carteles en una nueva teoría. Va a agujeros desgarrados para comer y para

varias tiendas de discos. aparecer en la graduación, parecían indicar que no lo despejarnos antes del

Seguramente ha sido alguien sentada entre el público. pretendía—, suponía que segundo turno de exámenes.

que quería saber quién era. FUEUNAINFECCIONRENAL: teníamos todas las pistas que Radar estaba esperándome

OMNICTIONARIAN96: Ah, Yo tengo una vieja teoría: está había previsto y mucho más. en mi taquilla. —Acabo de

claro. Lo había olvidado. en algún lugar de Orlando, Sin duda, tenía lo que catear español —me dijo. —

Mierda. manipulándonos y necesitaba. Pero seguía Seguro que te ha ido bien.

QTHERESURRECTION: Eh, asegurándose de que es el sintiéndome muy lejos de ella. Radar tenía una buena beca

entro y salgo porque estoy centro de nuestro universo. para Dartmouth. Era muy
19
con la página que me mostró HABITODEPENITENCIA: inteligente. —Tío, no lo sé.
El lunes por la mañana, tras
Radar para trazar rutas entre ¡Ben! Casi me duermo en el oral.
tres largas horas a solas con
los lugares que marcó con FUEUNAINFECCIONRENAL: Pero es que me he pasado la
ochocientas palabras de
una chincheta. Lo siento, pero tengo toda la mitad de la noche despierto
Ovidio, crucé los pasillos con
FUEUNAINFECCIONRENAL: razón. Siguieron así, haciendo un programa. Es
la sensación de que iba a
Link? charlando de sus Margos, increíble. Tecleas una
salírseme el cerebro por las
QTHERESURRECTION: mientras yo intentaba trazar categoría (puede ser tanto
orejas. Pero me había ido
thelongwayround.com su ruta. Si no pretendía que el una zona geográfica como
172
una especie animal) y luego Entonces apareció Ben. —Q, de Chicago, a Los Ángeles y vida a risa. No se había

puedes leer en una sola te juro por Dios que Lacey y volver a Orlando son quitado de en medio para

página las primeras líneas de yo estuvimos en el chat hasta exactamente veintitrés días. engañarnos. —Te lo digo,

unos cien artículos del las dos de la mañana liados Además, es una broma de colega. Búscala en la

Omnictionary que tratan sobre con la página que nos anormal, pero es cosa de graduación. Allí estará. Negué

ese tema. Pongamos que pasaste. Y ahora que hemos Margo. Haces que todo el con la cabeza. Como todo el

estás buscando una especie trazado todas las rutas que mundo piense que te has mundo tenía la misma hora

de conejo en concreto, pero Margo podría haber hecho quitado de en medio. Te para comer, la cafetería

no te acuerdas del nombre. entre Orlando y esos cinco rodeas de un halo de misterio estaba hasta los topes, así

Puedes leer la introducción de puntos, me doy cuenta de que para que todos te presten que ejercimos nuestro

las veintiuna especies de he estado equivocado en todo atención. Y justo cuando derecho como alumnos de

conejo en la misma página en momento. No está en empieza a esfumarse el último curso y fuimos en

tres minutos. —¿Has hecho Orlando. Radar tiene razón. interés, apareces en la coche al Wendy’s. Intenté

ese programa la noche antes Volverá para la graduación. — graduación. —No —le dije—. centrarme en el examen de

de los exámenes finales? —le ¿Por qué? —Está Imposible. Ya conocía mejor a cálculo, pero empecé a sentir

pregunté. —Sí, ya lo sé, perfectamente cronometrado. Margo. Sí que creía que le que la historia tenía más hilos.

¿vale? Bueno, te lo mandaré Ir en coche desde Orlando a gustaba llamar la atención, Si Ben tenía razón en lo de los

por correo. Es una frikada. Nueva York, a las montañas pero Margo no se tomaba la veintitrés días de viaje, el dato
173
era sin duda interesante. Después de haber estado escuchar para convertirse en conseguido sentirme cómodo

Quizá era lo que había escuchando y oyendo a la otra persona: «No pregunto al en la casa encantada y llena

planificado en su libreta gente, y viajando con ella, herido cómo se siente, soy el de ratas en la que Margo lo

negra, un largo y solitario viaje Whitman deja de escuchar y herido». Dejé el libro y me había planificado todo. Había

por carretera. No lo explicaba de viajar y empieza a tumbé de lado, mirando por la visto. Había escuchado. Pero

todo, pero encajaba con el convertirse en otras personas. ventana que siempre había todavía no podía convertirme

talante planificador de Margo. Como si habitara en ellas. estado entre nosotros. No en la persona herida. Al día

Y tampoco me acercaba a Cuenta la historia de un basta con verla o escucharla. siguiente hice como pude los

ella. Bastante difícil era ya capitán de barco que salvó a Para encontrar a Margo Roth exámenes de física y política,

localizar un punto en un trozo todo el mundo menos a sí Spiegelman tienes que y el martes me quedé hasta

de mapa arrugado para que mismo. El poeta dice que convertirte en Margo Roth las dos de la madrugada

encima el punto se moviera. puede contar esa historia Spiegelman. Y había hecho terminando el trabajo de fin de

Después de un largo día de porque se ha convertido en el muchas de las cosas que curso de literatura sobre Moby

exámenes finales, volver al capitán. Y escribe: «Yo soy el quizá ella había hecho. Había Dick. Decidí que Ahab era un

cómodo hermetismo del hombre, yo padecí, yo estaba conseguido unir a la pareja héroe. No tenía especiales

«Canto de mí mismo» era casi allí». Unos versos después más inverosímil del baile. motivos para tomar esa

un alivio. Había llegado a una queda todavía más claro que Había acallado a los perros de decisión —sobre todo

parte rara del poema. Whitman ya no necesita la guerra de castas. Había teniendo en cuenta que no
174
había leído el libro—, pero lo me sentaba en ese instituto a momentos en aquel instituto. como Jonah. A lo largo del día

decidí y actué en escribir un trabajo con una Y el último día es muy difícil me descubrí pensando que

consecuencia. La reducida mano metida en un libro azul. recordar los malos, porque en quizá aquel sentimiento era la

semana de exámenes La última vez que miraba el cualquier caso había hecho su razón por la que Margo lo

implicaba que el miércoles reloj. La última vez que veía a vida allí, como yo. La ciudad había planificado todo de

fuera nuestro último día de Chuck Parson merodeando era papel, pero los recuerdos forma tan compleja y precisa.

clase. Y durante todo el día por los pasillos con una no. Todo lo que había hecho Aunque quieras marcharte, es

me resultó difícil no pasear sonrisa medio desdeñosa. allí, todo el amor, la pena, la muy difícil. Necesitó

por ahí pensando en todo lo Joder. Empezaba a sentir compasión, la violencia y el preparación, y quizá sentarse

que hacía por última vez. La nostalgia de Chuck Parson. rencor seguían manando en aquel centro comercial a

última vez que formaba un Debía de estar enfermo. Algo desde mi interior. Aquellas escribir sus planes era una

corro junto a la puerta de la así debió de sentir también paredes de hormigón labor tanto intelectual como

sala de ensayo, a la sombra Margo. Mientras hacía sus encaladas. Mis paredes emocional, su manera de

del roble que ha protegido a planes, sin duda sabía que se blancas. Las paredes blancas imaginarse a sí misma en su

generaciones de frikis de la marcharía, y seguramente ni de Margo. Durante mucho destino. Ben y Radar tenían

banda. La última vez que siquiera ella pudo ser del todo tiempo habíamos estado un ensayo maratoniano con la

comía pizza en la cafetería inmune a aquel sentimiento. cautivos entre ellas, banda para asegurarse de

con Ben. La última vez que Había pasado buenos atrapados en su estómago, que tocarían «Pompa y
175
circunstancia» en la Coloqué una papelera en el no volveremos a escribirnos circunstancia». Seguí

graduación. Lacey se ofreció banco y abrí mi taquilla. Lo notas en la clase de cálculo, andando. Fuera hacía calor,

a llevarme a casa, pero decidí primero que hice fue despegar nunca volveré a ver a Margo aunque no tanto como de

vaciar mi taquilla, porque la una foto de Radar, Ben y yo en el pasillo». Era la primera costumbre. Era soportable.

verdad era que no me sonriendo de oreja a oreja. La vez en mi vida que tantas «En casi todo el camino hasta

apetecía volver al instituto y metí en mi mochila y empecé cosas no volverían a suceder. casa hay aceras», pensé. Y

tener que sentir de nuevo mis el asqueroso proceso de Y al final fue demasiado. No seguí andando. Y por

pulmones ahogándose en revolver entre la porquería pude quitarme de encima paralizantes y tristes que

aquella obstinada nostalgia. acumulada durante todo un aquel sentimiento y se me fueran todos aquellos «nunca

Mi taquilla era un auténtico año —chicles envueltos en hizo insoportable. Extendí los más», me pareció perfecto

agujero de mierda, mitad cubo trozos de papel de libreta, brazos, los metí hasta el fondo marcharme así por última vez.

de la basura y mitad almacén bolis sin tinta, servilletas de la taquilla y lo empujé todo Una marcha pura. La forma

de libros. Recordé que grasientas— y tirarla a la —fotos, notas y libros— a la más depurada posible de

cuando Lacey abrió la taquilla papelera. Mientras lo hacía, papelera. Dejé la taquilla liberación. Todo lo importante,

de Margo, los libros estaban pensaba: «Nunca volveré a abierta y me marché. Al pasar menos una foto malísima,

perfectamente apilados, como hacer esto, nunca volveré a por la sala de ensayo, oí al estaba en la basura, pero me

si tuviera la intención de ir a estar aquí, esta taquilla no otro lado de la pared el sonido sentía genial. Empecé a

clase al día siguiente. volverá a ser mía, Radar y yo amortiguado de «Pompa y correr, porque quería poner
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todavía más distancia entre el marcharme es tan estimulante 20 con migas de pan. Y si ese era

instituto y yo. Marcharse es que sé que no puedo volver el caso, el mapa que no había
El miércoles por la noche y el
muy duro... hasta que te atrás. ¿Y entonces? ¿Me pretendido que viéramos
jueves entero intenté emplear
marchas. Entonces es lo más dedico a marcharme de sitios podría ser nuestra mejor baza
todo lo que ya sabía de Margo
sencillo del mundo. Mientras una y otra vez? ¿Emprendo para encontrarla. Pero las
para descubrir algún sentido
corría, sentí que por primera un viaje eterno? Ben y Radar marcas del mapa no eran lo
en las pistas de las que
vez me convertía en Margo. pasaron por mi lado a medio bastante concretas. Incluso el
disponía, alguna relación
Lo sabía: «No está en kilómetro de Jefferson Park. parque de Catskill, que me
entre el mapa y los libros de
Orlando. No está en Florida». Ben pegó un frenazo justo interesaba porque era el único
viajes, o quizá algún vínculo
Marcharse es fantástico en delante de Lakemont, pese a punto que no estaba en una
entre Whitman y el mapa que
cuanto te has marchado. Si que la carretera estaba llena gran ciudad, ni siquiera cerca,
me permitiera entender su
hubiera ido en coche, no a pie, de coches. Corrí al coche y era demasiado grande y tenía
diario de viaje. Pero cada vez
seguramente también habría subí. Querían jugar al demasiados habitantes como
me daba más la impresión de
seguido adelante. Margo se Resurrection en mi casa, pero para encontrar a una persona.
que quizá estaba demasiado
había marchado y no iba a tuve que decirles que no, El «Canto de mí mismo»
fascinada por el placer de
volver ni para la graduación ni porque estaba más cerca de mencionaba lugares de la
marcharse como para ir
para ninguna otra cosa. Margo que nunca. ciudad de Nueva York, pero
dejando el camino señalado
Estaba seguro. Me marcho, y había demasiadas
177
localizaciones como para divertido. —Solo te gradúas manos. —Venga, ábrelo. — —¿Es mío? —¡Sí! —casi gritó

rastrearlas todas. ¿Cómo una vez —me dijo mi madre. No puede ser —dije mirando mi madre. ¡Ya tenía coche!

ubicar un punto en un mapa —Sí —le contesté. Se el paquetito. Era del tamaño ¡Coche! ¡Mío! Solté a mis

cuando parece que el punto sentaron en la cama. Observé de una llave. Pesaba como padres, grité «gracias gracias

se mueve de una ciudad a que se miraban y sonreían. — una llave. Al agitar la caja, gracias gracias gracias

otra? El viernes por la mañana ¿Qué pasa? —les pregunté. sonó como una llave. — gracias» corriendo por el

estaba ya levantado, —Bueno, queremos darte tu Ábrelo ya, cariño —me instó comedor y abrí la puerta de la

hojeando guías de viajes, regalo de graduación —dijo mi mi madre. Arranqué el papel. calle vestido solo con una

cuando mis padres entraron madre—. Estamos muy ¡UNA LLAVE! La observé de camiseta vieja y calzoncillos.

en mi habitación. Como rara orgullosos de ti, Quentin. Eres cerca. ¡La llave de un Ford! Aparcado en el camino de

vez entraban los dos juntos, el mayor logro de nuestra Ninguno de nuestros coches entrada, con un enorme lazo

me dio un vuelco el estómago vida, hoy es un gran día para era un Ford. —¿Me habéis azul, había un monovolumen

—quizá tenían malas noticias ti y estamos... Eres un chico comprado un coche? — Ford. Me habían regalado un

de Margo—, pero de pronto genial. Sonreí y bajé la Exacto —me contestó mi monovolumen. Podrían haber

recordé que era el día de mi mirada. Entonces mi padre padre—. No es nuevo, pero elegido cualquier coche, pero

graduación. —¿Estás listo? sacó un regalo muy pequeño tiene solo dos años y treinta eligieron un monovolumen.

—Sí. Bueno, no es tan envuelto en papel azul. —No mil kilómetros. Salté de la Un monovolumen. Oh, Dios

importante, pero será —dije quitándoselo de las cama y los abracé a los dos. de la Justicia Vehicular, ¿por
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qué te burlas de mí? ahí con tus amigos —añadió sentarme en una buena fila una noticia estupenda, de

¡Monovolumen, eres mi cruz! mi padre. Y pensar que eran para poder hacer fo... — verdad. ¿Puedo pasar por tu

¡Tú, marca de Caín! ¡Tú, especialistas en analizar y Puedo coger MI COCHE —lo casa a dejar una nevera en el

miserable bestia de techo alto entender la psicología interrumpí—. Puedo ir SOLO maletero? Tengo que llevar a

y pocos caballos! Puse buena humana... —Oye —dijo mi en MI COCHE. Sonreí de mis padres a la graduación y

cara cuando me giré. — padre—, deberíamos ir oreja a oreja. —¡Ya lo sé! — no quiero que la vean.

¡Gracias gracias gracias! — pensando en salir si me contestó mi madre QTHERESURRECTION:

les dije, aunque seguro que queremos pillar buenos entusiasmada. Y qué cojones, Claro, está abierto. ¿Para qué

no parecía tan efusivo ahora asientos. No me había al fin y al cabo un coche es un es la nevera?

que estaba fingiendo. — duchado, ni vestido, ni nada. coche. Seguro que conducir OMNICTIONARIAN96:

Bueno, sabíamos que te Bueno, para ser exacto, mi monovolumen estaba un Bueno, como nadie bebió en

encantaba el mío —me dijo mi tampoco tenía que vestirme, peldaño por encima de mi fiesta, quedaron 212

madre. Estaban los dos pero en fin. —No tengo que conducir el monovolumen de cervezas, así que las

radiantes, sin duda estar allí hasta las doce y otra persona. Volví al llevaremos a casa de Lacey

convencidos de que me media —les dije—. Tengo que ordenador e informé a Radar para su fiesta de esta noche.

habían regalado el vehículo arreglarme. Mi padre frunció y a Lacey (Ben no estaba QTHERESURRECTION:

de mis sueños. —Es el entrecejo. —Bueno, la conectado) de lo del coche. ¿212 cervezas?

fantástico para que vayas por verdad es que quiero OMNICTIONARIAN96: Es OMNICTIONARIAN96: Es
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una nevera grande. Entonces También podría ir, pensé. centro comercial abandonado solo cuando dejas atrás algo

Ben entró en el chat Tenía coche, como ella. con su libreta, haciendo importante, algo que te

GRITANDO que ya se había Podría ir a los cinco puntos del planes. Quizá está importaba. Arrancar la vida

duchado, que estaba desnudo mapa y, aunque no la planificando un viaje por desde la raíz. Pero no puedes

y que solo le faltaba ponerse encontrara, sería más carretera y utiliza el mapa hacerlo mientras tu vida no

la toga y el birrete. Hablamos divertido que pasarme otro para ver las rutas. Lee a haya echado raíces. Por eso

todos un buen rato sobre verano abrasador en Orlando. Whitman y señala «El viaje cuando se marchó, se marchó

nuestra graduación Pero no. Era como colarte en que he emprendido es para siempre. Pero no podía

desnudos. Cuando ya todos el SeaWorld. Exige un plan eterno», porque es lo que le creerme que hubiera

se habían desconectado para impecable, luego lo llevas a gusta imaginarse, el tipo de emprendido un viaje eterno.

prepararse, me metí en la cabo brillantemente, y luego... cosas que le gusta planificar. Estaba seguro de que había

ducha, levanté la cabeza para nada. Luego es el SeaWorld, Pero ¿es el tipo de cosas que ido a algún sitio, a un sitio en

que el agua me cayera solo que más oscuro. Margo realmente le gusta hacer? No. el que pudiera quedarse el

directamente en la cara y me dijo que el placer no es Porque Margo conoce el tiempo suficiente para que le

mientras el agua me hacer algo. El placer es secreto de marcharse, el importara, el tiempo suficiente

aporreaba empecé a pensar. planificarlo. Y en eso pensaba secreto que yo acabo de para que la siguiente marcha

¿Nueva York o California? debajo del chorro de la ducha: aprender: marcharse te hace la hiciera sentirse tan bien

¿Chicago o Washington? en el plan. Está sentada en el sentirte bien y es auténtico como la anterior. «Hay un
180
rincón en el mundo, en algún y pedí un radio de treinta York, muy conocida por el gobierno local, con un 5 por

lugar lejano, en el que nadie kilómetros. Me salieron cien concierto de 1969 que llevó su ciento de participación de la

sabe lo que significa “Margo respuestas, desde Navy Pier nombre (véase Concierto de ciudad de Nueva York, que

Roth Spiegelman”. Y Margo a Deerfield. En la pantalla Woodstock), un evento de tres recibe buena parte de su agua

está sentada allí, escribiendo aparecía la primera línea de días en el que actuaron de los embalses situados

en su libreta negra.» El agua cada entrada, así que las leí artistas como Jimi Hendrix y parcialmente dentro del

empezó a enfriarse. Ni en unos cinco minutos. No vi Janis Joplin, aunque en parque. Roscoe, Nueva York,

siquiera había tocado la nada destacable. Luego lo realidad el concierto se es una aldea del estado de

pastilla de jabón, pero salí, me intenté con el código postal celebró en una población Nueva York que, según un

enrollé una toalla en la cintura del parque de Catskill, en cercana. El Lago Katrine es censo reciente, cuenta con

y me senté frente al Nueva York. Esa vez hubo un pequeño lago del condado 261 familias. Agloe, Nueva

ordenador. Abrí el correo de menos resultados, ochenta y de Ulster, Nueva York, al que York, es un pueblo ficticio

Radar con el programa del dos, organizados por la fecha suele ir Henry David Thoreau. creado por la empresa Esso a

Omnictionary y me lo en la que se había creado la El parque de Catskill abarca principios de la década de

descargué. La verdad es que página en el Omnictionary. casi tres mil kilómetros 1930 y que incluyó en los

era genial. Primero entré el Empecé a leer. Woodstock, cuadrados de las montañas mapas turísticos como trampa

código postal del centro de Nueva York, es una ciudad del de Catskill y es propiedad para controlar los derechos de

Chicago, cliqué «localización» condado de Ulster, Nueva conjunta del Estado y del autor. A estos pueblos ficticios
181
también se les llama ciudades los colocan en un lugar poco Nueva York, empezó a Omnictionary contienen

de papel. Pinché en el link y visible de su mapa. Si la aparecer en mapas de otras subpáginas en las que

me llevó al artículo completo, entrada ficticia aparece en el empresas. Esso sospechó pueden verse todas las

que seguía diciendo: Agloe, mapa de otro cartógrafo, es que habían infringido las leyes ediciones que se han hecho

situado en el cruce de dos evidente que ese mapa ha de derechos de autor y se en la página y cualquier

carreteras sin asfaltar al norte sido plagiado. A estas dispuso a demandarlas, pero comentario al respecto de los

de Roscoe, Nueva York, fue trampas también se las en realidad un habitante miembros del Omnictionary.

creado por los cartógrafos denomina trampas clave, desconocido había construido La página de Agloe no había

Otto G. Lindberg y Ernest calles de papel y ciudades de el Supermercado Agloe en el sido editada por nadie en casi

Alpers, que se inventaron el papel (véase también cruce que aparecía en el un año, pero había un

nombre de la población entradas ficiticias). Aunque mapa de la Esso. El comentario reciente de un

formando un anagrama con muy pocas empresas supermercado, que sigue en usuario anónimo: para la

sus iniciales. Desde hace cartográficas admiten su pie (falta cita), es el único información de quien Edite

siglos se introducen trampas existencia, las trampas siguen edificio de Agloe, que sigue esto: la Población de agloe

en los mapas para controlar siendo un rasgo frecuente apareciendo en muchos Será de Una persona hasta el

los derechos de autor. Los incluso en mapas mapas y cuya población suele 29 de mayo a las Doce del

cartógrafos crean lugares, contemporáneos. En la consignarse como cero. mediodía. Reconocí las

calles y municipios ficticios y década de 1940, Agloe, Todas las entradas del mayúsculas de inmediato.
182
«Las reglas de las todo para evitar preguntarme fila. Oí a Ben gritándole: — Busqué en la red rutas en

mayúsculas son muy injustas obsesivamente si estaba viva, ¡Dile que más le vale que esté coche desde Orlando hasta

con las palabras que están en que no me había dado cuenta desnudo! —Radar —le dije Agloe, pero el programa de

medio.» Sentí un nudo en la de lo aterrorizado que había intentando expresar que era mapas nunca había oído

garganta, pero me obligué a estado hasta entonces, pero, importante—. Busca la página hablar de Agloe, de modo que

tranquilizarme. Había dejado oh, Dios mío. Estaba viva. Me de Agloe, Nueva York. ¿La lo cambié por Roscoe. El

el comentario hacía quince levanté de un salto, dejé que tienes? —Sí, estoy leyendo. ordenador decía que, a una

días. Se había quedado allí la toalla se cayera y llamé a Espera. Uau. Uau. ¿Podría media de cien kilómetros por

todo ese tiempo, Radar. Apoyé el teléfono en ser el Catskills señalado en el hora, el viaje duraría

esperándome. Miré el reloj del un hombro y lo sujeté con la mapa? —Sí, creo que sí. Está diecinueve horas y cuatro

ordenador. No me quedaban barbilla mientras me ponía muy cerca. Ve a la página de minutos. Eran las dos y

ni veinticuatro horas. Por unos calzoncillos y unos comentarios. —... —¿Radar? cuarto. Tenía veintiuna horas

primera vez en semanas no pantalones cortos. —¡Sé lo —Joder. —¡Lo sé, lo sé! — y cuarenta y cinco minutos

tuve la menor duda de que que significa ciudades de grité. No oí su respuesta para llegar. Imprimí la ruta,

estaba viva. Estaba viva. Y papel! ¿Llevas encima el porque estaba poniéndome la cogí las llaves del coche y

estaría viva al menos un día ordenador portátil? —Sí. Tío, camiseta, pero cuando el cerré la puerta de la calle. —

más. Me había centrado tanto deberías estar ya aquí. teléfono volvió a mi oreja, lo oí Está a diecinueve horas y

tiempo en localizarla, sobre Estamos a punto de formar la hablando con Ben. Colgué. cuatro minutos de distancia —
183
dije por el móvil. Había Ahora te llamo. Y corre. en este tema concreto la mi coche era mejor que el de

llamado al móvil de Radar, ¡Tenemos que ponernos en la persona con impuntualidad mi madre, pero no mucho

pero había contestado Ben. — fila ahora mismo! —No voy a crónica debería escuchar a la más— hacia el instituto.

¿Y qué vas a hacer? —me ir. No puedo arriesgarme a persona que siempre es Llegué al aparcamiento del

preguntó —. ¿Vas a coger un perder tiempo —le dije. Pero puntual. Pero tienes que venir gimnasio en tres minutos. No

avión? —No, no tengo estaba hablando al aire. al menos un segundo, porque aparqué. Paré el coche en

bastante dinero, y además Radar me llamó un minuto tus padres se van a poner mitad del aparcamiento y

está a unas ocho horas de después. —A una media de histéricos si te llaman y no salté. Mientras corría hacia el

Nueva York, así que iré en cien kilómetros por hora, sin apareces, y, además, no es gimnasio vi a tres tipos con

coche. De repente Radar pararte y teniendo en cuenta que sea lo más importante, toga corriendo hacia mí. La

recuperó el teléfono. — el promedio de la densidad de pero... toda nuestra cerveza toga de Radar volaba hacia

¿Cuánto dura el viaje? — tráfico, tardarás veintitrés está en tu coche. —Está claro los lados, así que vi sus largas

Diecinueve horas y cuatro horas y nueve minutos. Eso que no tengo tiempo —le piernas oscuras, y a su lado

minutos. —¿De dónde es el supone que llegarías después contesté. Ben se acercó al estaba Ben, que llevaba las

dato? —Google Maps. — de la una, así que vas a tener teléfono. —No seas gilipollas. zapatillas de deporte sin

Mierda —dijo Radar—. que ganar tiempo cuando Serán cinco minutos. —Vale, calcetines. Lacey iba detrás

Ninguno de esos programas puedas. —¿Qué? Pero el... — de acuerdo. Giré a la derecha de ellos. —Coged la cerveza

de mapas calcula el tráfico. No es por criticar, pero quizá en rojo y pisé el acelerador — —les dije sin dejar de correr—
184
. Tengo que hablar con mis llevo el móvil encima escalera y corrí hacia el TERCERA PARTE

padres. Las familias de los [respiración], por favor, no os coche. Estaba dentro, había
EL RECIPIENTE
graduados estaban repartidas enfadéis conmigo y muchas arrancado y empezaba a
HORA UNO
por las gradas. Recorrí el gracias de nuevo por el coche. moverme cuando vi a Ben

campo de baloncesto un par —¿Qué? —dijo mi madre sentado en el asiento del Se necesita un rato para que

de veces hasta divisar a mis pasándome el brazo por la copiloto. —¡Coge las cada uno explique a sus

padres, más o menos en el cintura—. Quentin, ¿qué cervezas y sal del coche! —le padres que 1) ninguno vamos

centro. Estaban haciéndome estás diciendo? Cálmate. — grité. —Vamos contigo —me a ir a la graduación, que 2)

gestos con las manos. Como Me voy a Agloe, Nueva York, contestó—. Te quedarías nos vamos en coche a Nueva

subí los peldaños de dos en y tengo que irme ahora mismo dormido si condujeras tantas York, a 3) una ciudad que

dos, estaba casi sin aliento —le contesté—. Nada más. horas. Me giré y vi a Lacey y a técnicamente puede existir o

cuando me arrodillé a su lado. Vale, tengo que irme. No Radar con el móvil pegado a puede no existir, con la

—Bueno —les dije—, no voy puedo perder más tiempo. la oreja. —Tengo que esperanza de 4) localizar a la

a [respiración] quedarme Llevo el móvil. Vale. Os decírselo a mis padres —me persona que ha colgado un

porque [respiración] creo que quiero. Me sujetó sin excesiva explicó Lacey tapando el comentario en el

he encontrado a Margo y fuerza, pero me liberé de su teléfono —. Vamos, Q. Vamos Omnictionary, que, por lo que

[respiración] tengo que mano. Antes de que hubieran vamos vamos vamos vamos Indica el uso Aleatorio de las

marcharme ahora mismo, podido decir nada, bajé la vamos. mayúsculas, es 5) Margo Roth
185
Spiegelman. Radar es el espejo retrovisor. —¡UN abastecimiento. Enumera en de la biblioteca, varios tíquets

último en colgar el teléfono, y VIAJE EN COCHE, YUJU! — voz alta las provisiones de de compra, treinta y cinco

cuando por fin lo hace, dice: le digo. A su pesar, se le que disponemos para el viaje: dólares y una tarjeta de las

—Me gustaría comunicaros dibuja una sonrisa en la cara. la mitad de un Snickers que gasolineras BP. —¡Qué

algo: mis padres están muy El placer de marcharse. Ben estaba comiéndose emocionante! —dice Lacey

enfadados porque no esté en Estamos en la I-4, y el tráfico cuando he llamado para desde la parte trasera del

la graduación. Mi novia es fluido, lo que en sí mismo contarles lo de Margo; las monovolumen —. ¡Somos

también está muy enfadada, roza lo milagroso. Vamos por doscientas doce cervezas del como pioneros sin

porque habíamos organizado el carril de la izquierda a diez maletero; las rutas que he provisiones! Aunque ojalá

algo muy especial dentro de kilómetros por hora por imprimido y los siguientes tuviéramos más dinero. —Al

ocho horas. No quiero entrar encima del límite de artículos de su bolso: ocho menos tenemos la tarjeta BP

en detalles, pero más vale que velocidad, que es de noventa, chicles de menta, un lápiz, —le digo—. Podemos

el viaje sea divertido. —Tu porque una vez me dijeron pañuelos de papel, tres comprar gasolina y comida.

habilidad para no perder la que solo te pillan si te pasas tampones, unas gafas de sol, Miro por el retrovisor y veo a

virginidad es una inspiración más de quince kilómetros. No una barra de protector labial, Radar, con su toga de

para todos nosotros —le dice tardamos en repartir los las llaves de su casa, un graduación, mirando en el

Ben, que está sentado a mi papeles. Lacey, en la parte de carnet de la Asociación de bolso de Lacey. Como la toga

lado. Miro a Radar por el atrás del todo, se ocupa del Jóvenes Cristianos, un carnet tiene el cuello bastante bajo,
186
le veo varios pelillos rizados tendremos que parar para que que cruzáramos Washington decide a ir a ciento quince.

del pecho. —¿No llevarás el coche no se quede sin hacia las tres de la Empieza a temblar y parece

algún calzoncillo aquí dentro? gasolina, las gasolineras BP madrugada. Según mis que vaya a descuajaringarse.

—le pregunta. —En serio, que hay en nuestro camino, cálculos, nuestra velocidad de Sigo en el carril de la

mejor hacemos una parada en cuánto durará cada parada y crucero debería ser ciento izquierda, aunque no soy el

una tienda de ropa —añade cuánto tiempo perderemos quince kilómetros por hora. coche más rápido de la

Ben. Radar saca su reduciendo la velocidad del ¿A qué velocidad vas? —A carretera y me sabe mal que

ordenador de bolsillo y coche en las salidas de la cien —le contesto—. El límite tengan que adelantarme por

empieza con su labor: autopista. —Pararemos es noventa. —Ponlo a ciento la derecha, pero necesito

documentación y cálculos. cuatro veces para poner quince —me dice. —No tener la carretera despejada,

Está sentado solo detrás de gasolina. Las paradas tendrán puedo. Es peligroso y me porque, a diferencia de los

mí, con las rutas y el manual que ser muy muy cortas. Seis pondrán una multa. —Ponlo a demás, no puedo reducir la

del monovolumen extendidos minutos como máximo fuera ciento quince —me repite. velocidad. Y este es mi papel.

a su lado. Está calculando a de la carretera. Pasaremos Piso a fondo el acelerador. La Mi papel consiste en conducir

qué velocidad tenemos que por tres grandes zonas en dificultad radica en parte en y en ponerme nervioso. Se me

viajar para llegar antes de las obras, más el tráfico en que no me decido a ir a ciento ocurre que ya he hecho este

doce del mediodía de Jacksonville, Washington y quince, y en parte también papel alguna vez. ¿Y Ben? El

mañana, cuántas veces Filadelfia, aunque estaría bien que el monovolumen no se papel de Ben es tener que
187
mear. Al principio parece que noticia es que no será antes de él y empieza a hacerle Sigo conduciendo. Giramos

su papel principal vaya a ser de cuatro horas y media. — cosquillas en la cintura. Ben hacia el norte y nos metemos

quejarse de que no tenemos Creo que aguantaré —le se ríe y se queja, y yo me río en la I-95 para subir por la

CD y de que todas las contesta Ben. Pero a las 3.10 también sin dejar que el costa de Florida, aunque no

emisoras de radio de Orlando nos comunica: —De verdad indicador de velocidad baje de exactamente por la costa.

son una mierda menos la de la que tengo que mear. De los ciento quince kilómetros Aquí todo son pinos

universidad, que ya no verdad. —Te aguantas —le por hora. Me pregunto si demasiado delgados para su

pillamos. Pero enseguida deja contestamos a coro. —Pero... Margo ha provocado este altura, como yo. Pero

de lado ese papel en favor de —dice. —Te aguantas — viaje conjunto a propósito o básicamente solo veo la

su verdadera y fiel vocación: volvemos a contestarle a coro. por accidente, pero en carretera, adelanto coches y

tener que mear. —Estoy De momento tiene gracia que cualquier caso es lo más de vez en cuando nos

meándome —dice a las 3.06. Ben tenga que mear y que divertido que he hecho desde adelanta alguno, estoy

Llevamos cuarenta y tres nosotros tengamos que la última vez que me pasé siempre atento a los que van

minutos en la carretera. Nos decirle que se aguante. Se ríe horas al volante de un delante y a los que van detrás,

queda aproximadamente un y se queja de que si se ríe monovolumen. a los que se acercan y a los

día de camino. —Bueno — todavía le entran más ganas que salen del carril. Ahora
HORA DOS
dice Radar—, la buena noticia de mear. Lacey se adelanta Lacey y Ben se han sentado

es que pararemos. La mala de un salto, se coloca detrás juntos, Radar está en el


188
asiento de atrás y juegan a Radar—. Eso solo es trágico. y juego al veo veo metafísico. Ben ha vuelto a sentarse en el

una estúpida versión del veo —Al final te gustarán los Lo trágicamente a la última asiento del copiloto. Sigo

veo que consiste en decir solo vestidos — dice Lacey resulta ser no conseguir conduciendo. Todos tenemos

cosas que no pueden verse sonriendo—. Disfrutas de la devolver las togas alquiladas hambre. Lacey reparte un

físicamente. —Veo veo algo brisa. —¡Ya sé! —digo yo—. a tiempo. Dejo atrás a toda chicle de menta a cada uno,

trágicamente a la última — Ves un viaje por carretera de velocidad un coche de policía pero es un triste consuelo.

dice Radar. —¿La sonrisa veinticuatro horas en un parado en la mediana de Está haciendo una lista

torcida hacia la derecha de monovolumen. Está a la hierba. Sujeto el volante con interminable de todo lo que

Ben? —pregunta Lacey. —No última porque los viajes por fuerza, con las dos manos, vamos a comprar en la

—le contesta Radar—. Y no carretera siempre están a la convencido de que va a gasolinera cuando paremos

seas tan empalagosa con última, y es trágico porque la perseguirnos y a hacernos por primera vez. Mejor que

Ben. Es repugnante. —¿La gasolina que chupa este parar. Pero no. Quizá el poli sea una gasolinera

idea de viajar hasta Nueva coche destruirá el planeta. sabe que voy a esa velocidad excepcionalmente

York sin llevar nada debajo de Radar dice que no y siguen porque no me queda más abastecida, porque vamos a

la toga, cuando los de los intentando adivinarlo. Me remedio. arrasarla. Ben no deja de

coches que nos adelantan mantengo en ciento quince mover las piernas. —
HORA TRES
dan por sentado que llevas un kilómetros por hora, rezo para ¿Quieres parar? —Hace tres

traje? —No —le contesta que no me pongan una multa horas que me meo. —Ya lo
189
has dicho. —El pis me ha que bajar. Se me está como un hombre. Mantenlo cerveza. —Menos mal que el

subido hasta las costillas — saliendo el pis. —Se gira dentro como una dama tapón es de rosca —dice Ben

dice—. De verdad que estoy hacia atrás—. Radar, ¿cuánto victoriana mantiene su cubriéndose la mano con un

hasta arriba. Colega, ahora falta para que paremos? — virginidad. Sostenlo con trozo de toga y abriendo la

mismo el setenta por ciento de Tenemos que seguir por lo dignidad y elegancia, como se botella. Ben baja la ventanilla,

mi peso es pis. —Vaya —le menos doscientos veinte supone que el presidente de y yo observo por el retrovisor

digo esbozando apenas una kilómetros más para no pasar Estados Unidos tiene que lateral el chorro de cerveza

sonrisa. Tiene gracia, no digo de las cuatro paradas, es sostener el destino del mundo volando y salpicando la

que no, pero estoy cansado. decir, si Q mantiene el ritmo, libre. —SI NO ME DAIS ALGO carretera. Ben consigue

—Creo que si me pongo a una hora y cincuenta y cuatro VOY A MEARME EN EL meterse la botella debajo de la

llorar, lloraré pis. Esta vez sí. coma seis minutos. —¡Estoy ASIENTO. ¡Y RÁPIDO! — toga sin que veamos las bolas

Me río un poco. La siguiente manteniendo el ritmo! — Joder —dice Radar supuestamente más grandes

vez que echo un vistazo, a los exclamo. Estamos al norte de desabrochándose el cinturón del mundo, y los demás

pocos minutos, Ben tiene la Jacksonville, acercándonos a de seguridad. Se inclina sobre esperamos, porque nos da

toga levantada y se aprieta la Georgia. —No aguanto, el respaldo, alarga el brazo y asco mirar. —No puedes

entrepierna con una mano. — Radar. Dadme algo para que abre la nevera. Vuelve a esperar un... —empieza a

¿Qué mierda haces? —le mee. Gritamos a coro: NO. De sentarse, se inclina hacia decir Lacey. Pero todos lo

pregunto. —Colega, tengo ninguna manera. Aguanta delante y le da a Ben una oímos. Es la primera vez que
190
oigo ese sonido, pero lo —grito. —¡Marchando otra una toga aparece una botella ojos hacia mí y me lanza una

reconozco: el ruido del pis botella! En un segundo veo a de cerveza llena de pis (que sonrisa de superioridad sin

golpeando el fondo de una Radar inclinado sobre el se parece muchísimo a la dejar de mear. —Vas a

botella de cerveza. Casi respaldo, con la cabeza en la cerveza). Ben deja la botella necesitar un cuchillo gigante,

parece música. Música nevera, sacando una botella llena en el posavasos, coge la colega —me contesta. Y por

asquerosa a ritmo muy rápido. de entre el hielo. La abre vacía de la mano de Radar y fin oigo que el chorro afloja.

Echo un vistazo y veo el alivio directamente, baja una suspira aliviado. Entretanto, Acaba enseguida, y con un

en los ojos de Ben. Sonríe ventanilla, saca la botella y la los demás no podemos evitar movimiento rápido lanza la

mirando al frente. —Cuanto vacía. Luego salta hacia contemplar el pis del segunda botella por la

más esperas, mejor te sientes delante, mete la cabeza entre posavasos. La carretera no ventana. Y después la

—dice. El tintineo del pis Ben y yo y le tiende la botella tiene excesivos baches, pero primera. Lacey finge tener

golpeando la botella da paso a Ben, que mira de un lado al las sacudidas del arcadas, o quizá las tiene de

al ruido del chorro del pis en el otro aterrorizado. —Uf, va a monovolumen no están nada verdad. —Joder, ¿te has

pis. Y luego la sonrisa de Ben ser... complicado... cambiar la mal, de modo que el pis va de despertado esta mañana y te

se desvanece lentamente. — botella —dice Ben. Veo un lado al otro del cuello de la has bebido setenta litros de

Colega, creo que necesito movimientos debajo de su botella. —Ben, si me salpicas agua? —dice Radar. Pero

otra botella —dice de repente. toga e intento no imaginar qué de meados el coche nuevo, te Ben está radiante. Levanta el

—¡Otra botella ahora mismo! pasa cuando de debajo de corto las pelotas. Levanta los puño triunfante, y grita: —¡Ni
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una gota en el asiento! Soy —¿Ya llegamos? —pregunta razón, hablar de la comida una parada en boxes. —Otra

Ben Starling. Primer clarinete Lacey por primera vez. Nos que vamos a comprar en la vez —dice Lacey. —Soy el

de la banda del Winter Park. reímos. Pero estamos en gasolinera alivia las hombre de la gasolina —dice

Récord de keg stand. Georgia, un estado que amo y punzadas. Lacey prepara una Radar—. En cuanto empiece

Campeón de mear en coche. adoro única y exclusivamente lista de la compra para cada a llenarse el depósito, entro

¡Que tiemble el mundo! ¡Soy por la siguiente razón: el límite uno de nosotros, que escribe corriendo mientras el surtidor

el mejor! Treinta y cinco de velocidad es de ciento con letra pequeña en la parte bombea gasolina, aunque se

minutos después, cuando diez, lo que significa que de atrás de los tíquets que supone que no puedo

llevamos ya casi tres horas de puedo subir a ciento había encontrado en su bolso. moverme del surtidor en

camino, pregunta en voz baja: veinticinco. Por lo demás, Le pide a Ben que se asome ningún momento, y te doy la

—¿Cuándo vamos a parar? Georgia me recuerda a por la ventanilla del copiloto tarjeta. Luego vuelvo al

—Dentro de una hora y tres Florida. Pasamos la cuarta para ver en qué lado está la surtidor. —Yo le doy la tarjeta

minutos, si Q mantiene el hora preparando nuestra tapa del depósito de gasolina. al tipo que esté en el

ritmo —le contesta Radar. — primera parada. Es una Nos obliga a memorizar la mostrador —dice Lacey. —O

Vale —dice Ben—. Vale. Bien. parada importante, porque lista y luego nos la pregunta. chica —añado. —No es

Porque tengo que mear. tengo mucha mucha mucha Repasamos la incursión en la importante —me contesta

mucha hambre y estoy gasolinera varias veces. Lacey. —Solo digo que... no
HORA CUATRO
deshidratado. Por alguna Tiene que ser tan eficaz como seas tan sexista. —Da igual,
192
Q. Le doy la tarjeta a la en el coche y arranco, así que de seguridad desabrochado, Lacey le explica a la mujer de

persona que esté en el más os vale estar todos tiene una mano en el tirador pelo canoso (es

mostrador. Le digo que pase dentro. Si no, os juro que os de la puerta del copiloto y la efectivamente una mujer) que

todo lo que llevamos. Y me dejo tirados. Tenéis seis otra en el salpicadero. vamos a comprar un montón

voy a hacer pis. —Entretanto, minutos —dice Radar. —Seis Mantengo la máxima de cosas, que tenemos

yo estoy cogiendo todo lo de minutos —digo asintiendo. — velocidad que puedo durante muchísima prisa y que vaya

mi lista y lo llevo al mostrador Seis minutos —repiten el máximo tiempo que puedo, pasando los artículos a

— añado. —Y yo estoy también Lacey y Ben. A las y luego freno en seco delante medida que los vayamos

meando —dice Ben—. 5.35 de la tarde, con mil del dispensador de gasolina. dejando, que lo cargue todo a

Cuando acabo de mear, cojo cuatrocientos kilómetros por El monovolumen pega una su tarjeta BP. La mujer parece

las cosas de mi lista. —Lo delante, Radar nos informa de sacudida y salimos a toda algo desconcertada, pero

más importante son las que, según su ordenador, en velocidad. Radar y yo nos acepta. Radar entra

camisetas —dice Radar—. La la siguiente salida hay una cruzamos delante del coche. corriendo, con la toga

gente no deja de mirarme y de gasolinera BP. Mientras entro Le tiro las llaves y corro hacia volando, y le da la tarjeta a

sonreír. —Yo firmo el tíquet en la gasolinera, Lacey y la sección de comida. Lacey y Lacey. Entretanto, corro por

cuando salgo del baño —dice Radar se agachan detrás de Ben me empujan contra las los pasillos cogiendo todo lo

Lacey. —Y en cuanto el la puerta corredera de la parte puertas, pero no es grave. de mi lista. Lacey está en las

depósito esté lleno, me meto de atrás. Ben, con el cinturón Mientras Ben corre al baño, bebidas, Ben en los artículos
193
no perecederos, y yo en la en los que el pavo parece grita Lacey. Casi me da un cojo varios paquetes con

comida. Hago un barrido jamón. Cojo dos. De vuelta a ataque. Doy vueltas buscando queso y con mantequilla de

como si fuera un guepardo y la caja me detengo para coger por la tienda, intentando cacahuete, y unas galletas de

las patatas fritas, gacelas un par de paquetes de recordar qué he olvidado. la abuela por si acaso, vuelvo

heridas. Llevo al mostrador un caramelos Starbursts, un Echo un vistazo a mi lista. corriendo a la caja y lo dejo

puñado de bolsas de patatas, paquete de pastelitos Parece que está todo, pero todo en el mostrador. La mujer

cecina y cacahuetes, y luego Twinkies y una indeterminada me da la impresión de que ya ha llenado cuatro bolsas de

corro al pasillo de las cantidad de barritas GoFast. estoy olvidando algo plástico. Casi cien dólares en

golosinas. Un puñado de Vuelvo a la caja. Ben, con su importante. Algo. «Vamos, total, sin contar la gasolina.

Mentos, un puñado de toga de graduación, le tiende Jacobsen.» Patatas fritas, Tendré que pasarme el

Snickers y... Oh, no está en la a la mujer camisetas y gafas golosinas, sándwiches de verano devolviendo dinero a

lista, pero lo cojo, me de sol de cuatro dólares. pavo que parece jamón... ¿y los padres de Lacey. El único

encantan los caramelos Lacey corre con litros de qué más? ¿Qué más tipos de momento de pausa es

Nerds, así que añado tres refrescos, bebidas comida hay? Carne, patatas después de que la cajera haya

cajas. Vuelvo atrás y me dirijo energéticas y agua. Botellas fritas, golosinas y, y, y, ¡y pasado la tarjeta de Lacey.

al expositor de la charcutería, grandes, de las que ni siquiera queso! ¡CRACKERS!, Miro el reloj. Se supone que

formado básicamente por Ben puede llenar de una exclamo en voz alta. Corro tenemos que salir en veinte

sándwiches rancios de pavo meada. —¡UN MINUTO! — hacia las galletas saladas, segundos. Oigo por fin el
194
tíquet imprimiéndose. La sé qué aspecto tengo, pero sé volvemos a meternos en la seguir avanzando

mujer lo arranca de la cómo me siento: joven. Torpe. interestatal. Vamos cuatro eternamente.

máquina, Lacey garabatea su Infinito. Observo a Lacey y segundos por delante de lo


HORA CINCO
firma, y Ben y yo cogemos las Ben entrando por la puerta previsto. Y como en los boxes
De acuerdo, pensándolo bien,
bolsas y corremos al coche. corredera. Luego entro yo, de NASCAR, nos chocamos
quizá no estamos tan bien
Radar revoluciona el motor, que aterrizo encima de bolsas las manos y nos damos
abastecidos. Con las prisas,
como diciéndonos que nos de plástico y en el torso de palmaditas en la espalda.
resulta que Ben y yo hemos
demos prisa, y corremos por Lacey. Radar arranca Estamos bien abastecidos.
cometido varios errores leves
el aparcamiento. Como la mientras cierro la puerta y Ben tiene un montón de
(aunque no fatales). Radar va
toga de Ben vuela al viento, sale a toda pastilla del envases para mear. Yo tengo
solo delante, y Ben y yo nos
tiene un ligero parecido con aparcamiento, lo cual señala bastantes raciones de cecina.
sentamos en la primera fila de
un brujo, salvo en que se le la primera vez en la larga y Lacey tiene sus Mentos.
asientos, sacamos las cosas
ven las piernas blancas y en notoria historia de los Radar y Ben tienen camisetas
de las bolsas y se las
que lleva bolsas de plástico en monovolúmenes que una para ponérselas encima de la
pasamos a Lacey, que va
las manos. Veo la parte de persona los utiliza para toga. El monovolumen se ha
detrás. Por su parte, Lacey
atrás de las piernas de Lacey quemar caucho. Radar gira a convertido en una biosfera.
coloca las cosas en montones
bajo su vestido, avanzando la izquierda en la autopista a Con gasolina, podremos
siguiendo un criterio de
con las pantorrillas prietas. No velocidad poco segura y
195
organización que solo ella contesto. Le paso a Lacey la abuela. Y la abuela nunca te Desenvuelvo hasta la mitad

entiende. —¿Por qué el comida que queda en la última haría daño. Lacey se aparta una barrita de bizcocho de

antihistamínico no va en el bolsa. —Q —me dice—, un mechón de la cara de un chocolate y dulce de leche y

mismo montón que las ¿dónde está la comida que... soplido. Parece muy se la acerco a la boca a

pastillas de cafeína? —le ya sabes... la comida? — mosqueada. —Además —le Lacey. —Huélela —le digo—.

pregunto—. ¿No deberían ir ¿Cómo? Lacey saca una digo—, hay barritas Huele el manjar vitaminado.

juntos todos los copia de la lista que hizo para energéticas. ¡Están —Vas a hacerme engordar. —

medicamentos? —Q, cariño, mí y la lee. —Plátanos, reforzadas con vitaminas! — Y a llenarte de granos —dijo

eres un crío. No sabes cómo manzanas, arándanos secos Sí, vitaminas y como treinta Ben —. No olvides los granos.

van estas cosas. La cafeína y uvas pasas. —Ah —digo—. gramos de grasa —me Lacey coge la barrita y le da

va con el chocolate y el Ah, vale. El cuarto grupo no contesta. —No sigáis un mordisco de mala gana.

Mountain Dew, que también eran galletas saladas. —¡Q! hablando mal de las barritas Tiene que cerrar los ojos para

tienen cafeína, que sirve para —exclama furiosa—. ¡Yo no energéticas —interviene ocultar el placer orgásmico

mantenerte despierto. El puedo comer nada de esto! Radar —. ¿Queréis que pare inherente a comerse una

antihistamínico, que da Ben la coge por el codo. — el coche? —Cada vez que me barrita energética. —¡Madre

sueño, va con la cecina Bueno, pero puedes comer como una barrita —dice mía! Un sabor esperanzador.

porque comer carne hace que las galletas de la abuela. No te Ben— pienso que así sabe la Al final abrimos la última

te canses. —Fascinante —le sentarán mal. Las ha hecho la sangre para los mosquitos. bolsa. Contiene dos
196
camisetas grandes, que bolsa de basura que una primeras que he visto, colega. por la noche. Nos quedamos

entusiasman a Radar y a Ben, camiseta. Es más pequeña —No me vengas ahora con varios kilómetros atascados

porque les permitirán ser tipos que las togas, pero no mucho colega — dice Radar, aunque entre el tráfico, y aunque

con camiseta gigante encima más. Pero este problema casi mueve la cabeza y se ríe. Le Radar está desesperado por

de una absurda toga en lugar se queda en nada comparado paso su camiseta. Sujeta el saltarse el límite de velocidad,

de solo tipos con una absurda con el otro, que es que las dos volante con las rodillas y se la con suerte puede ir a

toga. Pero cuando Ben camisetas llevan estampada pone—. Ojalá me pare la poli. cincuenta. Radar y yo vamos

desdobla las camisetas, se la bandera de la Me gustaría ver qué cara delante e intentamos no

encuentra con dos pequeños Confederación. Encima de la ponen al ver a un negro con preocuparnos jugando a un

problemas. El primero, que bandera se lee PATRIMONIO una camiseta de la juego que acabamos de

resulta que una camiseta de CULTURALNO ODIO. —Oh, Confederación encima de una inventarnos y que se llama

talla grande de una gasolinera no —dice Radar cuando le toga negra. «Ese tío es un gigoló».

de Georgia no es del mismo muestro por qué nos reímos— Consiste en imaginar la vida
HORA SEIS
tamaño que una camiseta de . Ben Starling, no deberías de las personas de los coches
Por alguna razón, el tramo de
talla grande de, pongamos, haber comprado una que nos rodean. Vamos al
la I-95 al sur de Florence,
unos grandes almacenes. La camiseta racista a la persona lado de una mujer hispana
Carolina del Sur, es el lugar
camiseta de la gasolinera es que cubre tu cuota de amigos que conduce un viejo y
ideal para conducir un viernes
inmensa. Parece más una negros. —He cogido las destartalado Toyota Corolla.
197
La observo en la temprana cómo va vestida. Ha tardado sin pestañear. Hay mucha Sonrío. Cojo la media barrita

oscuridad. —Dejó a su familia cinco años, pero está a punto gente. Resulta sencillo olvidar energética que había dejado

para venirse aquí —digo—. de sacarse el título de lo lleno de personas que está en mis rodillas y le doy un

Sin papeles. Manda dinero a abogada ella también. No el mundo, abarrotado, y cada mordisco. Por un momento

su casa el tercer martes de tiene niños ni marido. Pero una de ellas es susceptible de nos quedamos callados y

cada mes. Tiene dos hijos tiene un novio que es algo ser imaginada y, por lo tanto, pienso en cómo vemos y no

pequeños. Su marido es inconstante. Le asusta el de imaginarla mal. Me da la vemos a las personas, en las

inmigrante. En estos compromiso. Un tipo blanco al impresión de que es una idea ventanillas tintadas que me

momentos vive en Ohio. Solo que le pone cachondo el rollo importante, una de esas ideas separan de esa mujer que

pasa tres o cuatro meses al étnico. —Lleva anillo de a las que tu cerebro tiene que conduce a nuestra derecha,

año en su casa, pero su casada — puntualizo. Debo dar vueltas muy despacio, en que los dos coches, con

familia se las arregla bastante decir, en defensa de Radar, como las pitones cuando ventanas y espejos por todas

bien. Radar se inclina hacia que yo he podido observarla comen, pero antes de que partes, avanzamos juntos a

delante y la mira un segundo. mejor. Está a mi derecha, haya podido avanzar un paso paso de tortuga por esta

—Venga, Q, no es tan justo debajo de mí. La veo a más interviene Radar. —Se lo autopista abarrotada. Cuando

melodramático como lo través de los cristales tintados pone para que los pervertidos Radar empieza a hablar, me

pintas. Es secretaria en un de su coche. La observo como tú no se le acerquen — doy cuenta de que también él

despacho de abogados. Mira cantando y mirando al frente me explica. —Puede ser. ha estado pensando. —Lo
198
que pasa con «Este tipo es un de hierba, pero el juego hace tenía que mear, y por una Hace un momento, a las

gigoló» —dice Radar—, que me pregunte si en sencilla razón: está nueve, he colocado a Lacey

bueno, quiero decir como realidad podemos durmiendo. A las seis en para que duerma en el asiento

juego en sí, es que al final dice convertirnos totalmente en punto se ha tomado un de atrás, en la misma

mucho más de la persona que otro. antihistamínico. Se ha posición. La despertaremos a

imagina que de la persona tumbado en el asiento de las dos. La idea es que todo el
HORA SIETE
imaginada. —Sí —le atrás y Lacey y yo le hemos mundo duerma por turnos
Al final pasamos por delante
contesto—. Estaba pensando abrochado los dos cinturones para que mañana, cuando
de un camión al que se le
lo mismo. Y no puedo evitar de seguridad, lo que le ha lleguemos a Agloe, no nos
había desenganchado el
sentir que Whitman, por su hecho sentirse todavía más caigamos de sueño. El
remolque y volvemos a
belleza furiosa, quizá fue incómodo, pero 1) era por su monovolumen se ha
acelerar, pero Radar calcula
demasiado optimista. bien, y 2) todos sabíamos que convertido en una especie de
mentalmente que de aquí a
Podemos oír a los demás, y en veinte minutos no le casa diminuta. Yo estoy
Agloe tendremos que llevar
podemos viajar hasta ellos sin importaría lo más mínimo sentado en el asiento del
una media de ciento
movernos, y podemos estar incómodo, porque copiloto, que es la sala de
veinticinco kilómetros por
imaginarlos, y todos estamos estaría durmiendo como un estar. Creo que es la mejor
hora. Ha pasado una hora
conectados por un loco tronco. Y ahora mismo lo está. habitación de la casa. Es
desde que Ben anunció que
sistema de raíces, como hojas Lo despertaremos a las doce. amplia y el asiento es muy
199
cómodo. Esparcido por la central, o la cocina. Aquí turno de descanso. El mío pavo que parece jamón y

alfombra de debajo del tenemos una buena reserva empieza a las doce, cuando varias Coca-Colas. La casa es

asiento del copiloto está el de cecina, barritas y una Ben se levante. La primera fila muy recomendable. Está

despacho, que contiene un bebida energética mágica de asientos es la primera tapizada de arriba abajo.

mapa de Estados Unidos que llamada Bluefin, que Lacey habitación. Es la menos Tiene aire acondicionado y

Ben ha cogido en la había añadido a la lista de la cómoda, porque está cerca de calefacción central. Dispone

gasolinera, las rutas que yo he compra. El Bluefin está la cocina y de la sala, donde la de altavoces. Es cierto que el

imprimido y el trozo de papel envasado en pequeñas gente está despierta espacio habitable es de solo

en el que Radar ha hecho los botellas de cristal de forma charlando y a veces está cinco metros cuadrados, pero

cálculos sobre la velocidad y estrambótica y sabe a puesta la radio. Detrás está la la amplitud es insuperable.

la distancia. Radar está en el algodón de azúcar azul. segunda habitación, que es


HORA OCHO
asiento del conductor. El También te mantiene más oscura, más tranquila y
Justo después de entrar en
comedor. Se parece mucho a despierto mejor que cualquier mejor que la primera. Y detrás
Carolina del Sur, pillo a Radar
la sala, pero en el comedor no otra cosa en toda la historia de está el frigorífico, o la nevera,
bostezando e insisto en
puedes relajarte tanto. la humanidad, aunque te pone que en estos momentos
conducir yo. De todas formas,
También está más limpio. algo nervioso. Radar y yo contiene 210 cervezas en las
me gusta conducir. Vale que
Entre el comedor y la sala hemos decidido tomarlo hasta que Ben todavía no ha
estamos hablando de un
tenemos el compartimento dos horas antes de nuestro meado, los sándwiches de
200
monovolumen, pero es mi quince kilómetros por hora, —No es mierda —le dado solo dos mordiscos a la

monovolumen. Radar se pero resulta que sí lo soy. contesto—. Es pipi. —Fuera cuarta del día y se me ha

desplaza a un lado del asiento Además, no sabía que si —me dice. Así que la tiro. La revuelto el estómago. Abro la

y se mete en la primera mezclas un montón de veo por el retrovisor lateral guantera del medio y la dejo

habitación mientras yo sujeto meados con un poco de aterrizando en el asfalto y ahí. A esta parte de la cocina

el volante con fuerza, salto por Bluefin, el resultado es un explotando como un globo la llamamos la despensa. —

encima de la cocina y me sorprendente color turquesa lleno de agua. Radar también Ojalá tuviéramos manzanas

coloco en el asiento del brillante. Es tan bonito que me la ve. —Joder —dice Radar— —dice Radar—. Joder, ¿no

conductor. Estoy dan ganas de poner el tapón a . Espero que sea uno de esos sería fantástica una manzana

descubriendo que viajando la botella y dejarla en el episodios traumáticos que ahora mismo? Suspiro.

aprendes muchas cosas de ti salpicadero para que Lacey y hieren tanto mi sensibilidad Mierda de cuarto grupo.

mismo. Por ejemplo, nunca Ben la vean cuando se que directamente olvido que Además, aunque hace horas

había pensado que fuera una despierten. Pero Radar no han sucedido. que he dejado de beber

de esas personas que mean opina lo mismo. —Si no Bluefin, sigo extremadamente
HORA NUEVE
en una botella casi vacía de la lanzas esa mierda por la nervioso. —Sigo muy
No sabía que es posible
bebida energética Bluefin ventana ahora mismo, nervioso —digo. —Sí —me
cansarse de comer barritas
mientras conducen por acabaré con nuestros once contesta Radar—. Yo no
energéticas. Pero lo es. Le he
Carolina del Sur a ciento años de amistad —me dice. puedo dejar los dedos
201
quietos. Echo un vistazo y lo haciendo es muy fácil, que botella de Bluefin. Y la levantarse. Nada. Enciendo la

veo tamborileando con los conducir por la autopista es lo abrimos. radio y encuentro una emisora

dedos en las rodillas. —De más fácil y lo más placentero de canciones antiguas.
HORA DIEZ
verdad que no puedo parar — del mundo. Lo único que Suenan los Beatles, la
Ha llegado la hora de volver a
me dice. —Bueno, yo no estoy tengo que hacer es canción «Good Morning».
parar. Son las 12.13 de la
cansado, así que seguiremos mantenerme entre las líneas, Subo el volumen. No
noche. Mis dedos no parecen
hasta las cuatro, luego los asegurarme de que nadie se reaccionan. Entonces Radar
dedos. Parecen movimiento
despertamos y nos echamos me acerca demasiado y de lo sube todavía más. Y más. Y
en estado puro. Repiquetean
a dormir hasta las ocho. — que yo no me acerco cuando llega el estribillo, se
el volante mientras conduzco.
Vale —me contesta. Nos demasiado a nadie, y seguir pone a cantar. Y yo me pongo
Radar busca en el ordenador
quedamos callados. Ahora la avanzando. Quizá también a cantar también. Creo que lo
la siguiente gasolinera BP y
carretera se ha quedado Margo sintió lo mismo, pero que al final los despierta son
decidimos despertar a Lacey y
vacía. Estoy solo yo y los nunca me habría sentido así mis gallos. —¡APAGA ESO!
a Ben. —Hey, chicos, vamos
camiones, y siento que mi yo solo. Radar rompe el —grita Ben. Apagamos la
a parar —les digo. No
cerebro procesa información silencio. —Bueno, si no música. —Ben, vamos a
reaccionan. Radar se gira y
a un ritmo once mil veces vamos a dormir hasta las parar. ¿Tienes que mear?
apoya una mano en el hombro
superior al habitual. Pienso de cuatro... Termino su frase: — Silencio. Oigo ruido en la
de Lacey. —Lace, es hora de
repente que lo que estoy Sí, quizá podríamos abrir otra parte de atrás y me pregunto
202
si tiene alguna estrategia para luego tienes que conducir —le preocuparme. Lacey y Ben se de la toga de graduación. Por

comprobar el nivel de su dice Radar—, así que han despertado lo suficiente cierto, ¿tiene pantalones? El

vejiga. —Creo que voy bien — despiértate de una vez. Se para colocarse junto a la tipo lo mira desconcertado. —

me contesta. —Vale, incorpora y, con su voz de puerta corredera, como la vez Tenemos pantalones de

entonces te ocupas de la siempre, dice: —Eso ya no me anterior, y cuando paramos camuflaje al lado del aceite

gasolina. —Como soy el único encanta tanto. Nos metemos delante del surtidor, todos para motores. —Perfecto —le

chico que todavía no ha por la salida. La gasolinera salimos corriendo. Le lanzo contesta Radar. Y entonces

meado en el coche, pido ir al está a un kilómetro y medio, las llaves a Ben, que las pilla se gira hacia mí y me dice—:

baño el primero —dice Radar. que no es tanto, pero Radar en el aire. Radar y yo Sé bueno y cógeme unos

—Chis —murmura Lacey—. dice que seguramente pasamos como una flecha por pantalones de camuflaje. ¿Y

Chis. Callaos todos. —Lacey, perderemos cuatro minutos, delante del hombre que está quizá una camiseta? —Eso

tienes que levantarte y mear que el tráfico de Carolina del en el mostrador, pero Radar está hecho —le contesto.

—le dice Radar—. Vamos a Sur nos ha hecho perder se detiene al ver que el tipo Resulta que los pantalones de

parar. —Compra manzanas tiempo y que podemos está mirándolo fijamente. —Sí camuflaje no llevan las tallas

—le digo. —Manzanas — encontrarnos con serios —le dice Radar tan habituales. Hay solo

murmura contenta con una problemas dentro de una tranquilo—, llevo una medianos y grandes. Cojo

bonita voz femenina—. Me hora, cuando empiecen las camiseta de PATRIMONIO unos medianos y una

encantan las manzanas. —Y obras. Pero no me permito CULTURAL NO ODIO encima camiseta grande de color rosa
203
en la que pone LA MEJOR momento de confusión, corro nadie le haya comprado unos que se gira y dice: —Q,

ABUELA DEL MUNDO. Cojo al coche. —Hemos perdido un pantalones. Dice que le pica el necesito de verdad ir al baño,

también tres botellas de minuto —dice Ben desde el culo. Y pensándolo bien, tiene y de todas formas estamos

Bluefin. Le paso todo a Lacey asiento del copiloto. Lacey se ganas de mear. perdiendo tiempo detrás de

cuando sale del baño y me mete en la carretera que nos este camión. Asiento. No
HORA ONCE
meto en el de chicas, porque llevará de vuelta a la puedo culparla. Yo habría
Llegamos a las obras. La
Radar todavía está en el de autopista. —Perdón —dice obligado a parar hace rato si
autopista se estrecha en un
chicos. No recuerdo si había Radar desde el asiento de no pudiera mear en una
carril y nos quedamos
entrado alguna vez en el baño atrás, donde está sentado a botella. Era heroico que
atascados detrás de un tráiler
de chicas de una gasolinera. mi lado, poniéndose los hubiera aguantado tanto. Se
que va exactamente a la
Diferencias: No hay máquina pantalones de camuflaje por mete en una gasolinera
velocidad límite de las
de condones Menos pintadas debajo de la toga—. Pero al abierta toda la noche y salgo
carreteras en obras, sesenta
No hay urinarios El olor es menos tengo pantalones. Y para estirar las piernas.
kilómetros por hora. Lacey es
más o menos el mismo, lo que otra camiseta. ¿Dónde está la Cuando Lacey vuelve al
la mejor conductora en estos
me parece bastante camiseta, Q? Lacey se la da. coche corriendo, estoy
casos. Yo estaría aporreando
decepcionante. Cuando —Muy divertido. Se quita la sentado en el asiento del
el volante, pero ella charla
salgo, Lacey está pagando y camiseta y se pone la de la conductor. Ni siquiera sé
tranquilamente con Ben hasta
Ben toca la bocina. Tras un abuela. Ben se queja de que cómo he ido a parar a ese
204
asiento, por qué acabo yo ahí desierta. Incluso la mayoría Sería un detalle —le contesto. pensado que Lacey estaba

en lugar de Lacey. Da la de los camioneros se han ido —Colega, tengo que decirte buenísima, que era increíble y

vuelta hasta la puerta a dormir. Durante muchos que me preocupa un poco guay, pero ahora, cuando

delantera y me ve. La minutos no veo luces de que... si las cosas no van realmente estoy con ella... no

ventanilla está bajada. — frente. Ben va a mi lado y me como las has planeado, te es lo mismo. Las personas

Puedo conducir yo —le digo. da conversación para lleves una gran decepción. — son diferentes cuando puedes

Al fin y al cabo, es mi coche. Y mantenerme despierto. Solo quiero encontrarla —le olerlas y verlas de cerca,

mi misión. —¿Seguro? —me Charlamos sobre Margo. — digo, y es verdad. Solo quiero ¿sabes? —Lo sé —le

pregunta. —Sí, sí, puedo ¿Has pensado cómo vamos a que esté viva y a salvo. contesto. Sé que durante

seguir. Abre la puerta encontrar Agloe? —me Encontrarla. Que el hilo siga mucho tiempo me he

corredera y se tumba en el pregunta. —Bueno, tengo una su curso. Lo demás es equivocado, y mucho,

primer asiento. ligera idea de dónde está el secundario. —Sí, pero... No imaginándola. —Solo digo

cruce —le contesto—. Y solo sé —dice Ben. Noto que está que antes era fácil que me
HORA DOCE
es un cruce. —¿Y Margo va a mirándome muy serio—. gustara Lacey. Es fácil que te
Son las 2.40 de la madrugada.
estar en una esquina, sentada Pero... Pero recuerda que guste alguien desde la
Lacey está durmiendo. Radar
en el maletero del coche, algunas veces las personas distancia. Pero cuando deja
está durmiendo. Yo
esperándote con la barbilla no son como crees que son. de ser algo increíble e
conduzco. La carretera está
apoyada en las manos? — Por ejemplo, siempre había inalcanzable y empieza a ser
205
una chica normal, con una pegarme un sermón? A veces que no podemos saltar, ni Piso el freno, pero por

extraña relación con la eres tan... Me callo porque al pasar por debajo, ni costumbre, sin expectativas.

comida, bastante final de la luz de los faros veo esquivarla. Solo podemos No hay manera de evitarlo. No

cascarrabias y mandona... algo que no tardará en chocar con ella. Sé que Ben sé por qué, pero levanto las

entonces básicamente tiene matarme. En medio de la también la ve, porque oigo manos, como si me rindiera.

que empezar a gustarme una autopista hay dos vacas tan que deja de respirar. Dicen Pienso en la cosa más banal

persona totalmente diferente. tranquilas. Aparecen en mi que la vida pasa ante tus ojos, del mundo: que no quiero que

Siento que me arden las campo de visión de golpe, una pero en mi caso no es así. pase. No quiero morir. No

mejillas. —¿Estás diciéndome vaca con manchas negras en Nada pasa ante mis ojos quiero que mis amigos

que en realidad no me gusta el carril de la izquierda, y en aparte de esa enorme mueran. Y para ser sincero,

Margo? Después de todo nuestro carril una criatura extensión de pelo blanco, mientras el tiempo se ralentiza

esto... Ya llevo doce horas inmensa, del tamaño de ahora a solo un segundo de y tengo las manos en el aire,

metido en este coche y crees nuestro coche, totalmente nosotros. No sé qué hacer. me permito pensar en una

que no me importa Margo inmóvil, con la cabeza girada No, no es ese el problema. El cosa más, y pienso en Margo.

porque no... —Me hacia atrás, mirándonos con problema es que no hay nada Le echo la culpa de esta

interrumpo—. ¿Crees que los ojos en blanco. Es que hacer, salvo chocarse ridícula y fatal persecución...

porque tienes novia puedes absolutamente blanca, una contra esa pared blanca, por ponernos en peligro, por

subirte a la montaña y enorme pared blanca de vaca matarla y matarnos nosotros. convertirme en un gilipollas
206
que se pasa la noche sin la vaca, y de repente estamos están ahí, y lo están. Me miro contenido la respiración todo

dormir y conduce demasiado en el arcén y luego en la las piernas. Están ahí. Hay ese tiempo. Me siento mucho

deprisa. No iría a morirme de hierba. Oigo los neumáticos cristales. Miro alrededor. Se mejor cuando la recupero.

no haber sido por ella. Me mientras Ben gira el volante han roto las botellas. Ben me «Inspirar por la nariz, espirar

habría quedado en casa, con fuerza en la dirección mira. Se toca la cara. Parece por la boca.» —¿Quién está

como siempre, y habría contraria. Dejo de mirar. No sé que está bien. Se pasa las herido? —grita Lacey. Se ha

estado seguro, y habría hecho si cierro los ojos o si manos por el cuerpo como yo. desabrochado el cinturón, se

la única cosa que siempre he sencillamente dejo de ver. Mi Su cuerpo todavía funciona. incorpora y se inclina hacia la

querido hacer, que es crecer. estómago choca con mis Solo me mira. Veo la vaca por parte de atrás. Cuando me

Aunque he abandonado el pulmones y se aplastan entre el retrovisor. Y ahora, con giro, veo que la puerta de

control de la nave, me sí. Algo afilado me golpea en retraso, Ben grita. Me mira y atrás se ha abierto, y por un

sorprende ver una mano en el la mejilla. Nos paramos. No sé grita con la boca muy abierta, momento pienso que Radar

volante. Giramos antes de por qué, pero me toco la cara. un grito grave, gutural y ha salido disparado del coche,

que me dé cuenta de por qué Retiro la mano y veo una aterrorizado. Deja de gritar. pero de repente se levanta.

estamos girando, y entonces mancha de sangre. Me toco Algo me pasa. Siento que me Se pasa las manos por la

veo que Ben está girando el los brazos, como si me desmayo. Me arde el pecho. cara. —Estoy bien. Estoy

volante hacia él, girando en un abrazara a mí mismo, aunque Entonces trago aire. Había bien. ¿Estáis todos bien? —

desesperado intento de evitar solo estoy comprobando si olvidado respirar. Había pregunta. Lacey ni siquiera
207
contesta. Salta hacia delante, es grave, e intento decirlo, apago. Al apagarlo, oigo que las cervezas — vuelve a decir

entre Ben y yo. Se apoya en la pero sigo llorando. Lacey pierde líquido. Más que señalando la nevera, que está

cocina y mira a Ben. —Cariño, presiona el corte con los gotear, chorrea. —Creo que abierta y de la que chorrean

¿dónde te has hecho daño? dedos, delgados y suaves, y deberíamos salir —dice litros de líquido espumoso.

Tiene los ojos llenos de agua, grita a Ben que le dé algo que Radar. Mantengo la bandera Intentamos llamar a Ben, que

como una piscina en un día sirva como venda, y de de la Confederación pegada a no nos oye porque se dedica

lluvioso. — repente tengo una franja de la la cara. Sigo oyendo el ruido a gritar ¡VA A EXPLOTAR!

EstoybienestoybienQestásan bandera de la Confederación del líquido. —¡Es gasolina! corriendo por el campo. Su

grando. Se gira hacia mí, y no pegada a la mejilla, justo a la ¡Va a explotar! —grita Ben. toga vuela a la luz grisácea

debería llorar, pero lloro, no derecha de la nariz. — Abre la puerta del copiloto y del amanecer y se le ve el culo

porque me duela, sino porque Apriétalo un momento —me sale corriendo, aterrorizado. huesudo. Oigo un coche, así

estoy asustado, yo levanté las dice—. No es nada. ¿Te has Salta una valla y corre por un que me giro y miro hacia la

manos, y Ben nos ha salvado, hecho algo más? Le digo que campo de heno. Yo también autopista. La bestia blanca y

y ahora esta chica me mira, y no. Entonces me doy cuenta salgo, aunque no tan deprisa. su amiga con manchas han

me mira como mira una de que el coche sigue en Radar también está fuera, y llegado tranquilamente, sanas

madre, y no debería marcha, que está parado solo mientras Ben sale por patas, y salvas, a la otra cuneta,

romperme, pero me rompo. porque todavía estoy pisando se ríe. —Es la cerveza —dice. impasibles. Al volver a

Sé que el corte en la mejilla no el freno. Quito la marcha y lo —¿Qué? —Se han roto todas girarme veo que el
208
monovolumen está contra la brazo por los hombros. —grita Radar—, parece que —le digo golpeándole en la

valla. Estoy valorando los Contemplamos los dos el está perfecto. —Radar —le espalda, seguramente

daños cuando Ben vuelve por riachuelo de espuma fluyendo digo—, el coche ha dado unas demasiado fuerte —. Eres el

fin de mala gana. Al girar, hacia la zanja de la cuneta. — ocho vueltas. Seguro que no mejor copiloto que he visto en

debimos de rozar la valla, ¿Qué ha pasado? —me está perfecto. —Pues parece mi vida. Me da una palmada

porque en la puerta corredera pregunta. Se lo cuento: perfecto —dice Radar. —Eh en la mejilla con su mano

hay un bollo profundo, tan estábamos muertos, pero Ben —digo agarrando las New grasienta. —Lo he hecho para

profundo que si te acercas, consiguió girar el coche en la Balance de Ben—. Eh, venga, salvarme a mí mismo, no a ti

ves el coche por dentro. Pero, dirección correcta, como si sal de ahí. Sale —contesta—. No he pensado

por lo demás, parece fuera una brillante bailarina arrastrándose, le tiendo la en ti ni un segundo, créeme.

inmaculado. No hay más vehicular. Ben y Radar se han mano y tiro de él para que se Me río. —Ni yo en ti —le

abolladuras. Ninguna ventana metido debajo del levante. Se ha manchado las contesto. Ben me mira a punto

rota. Ninguna rueda pinchada. monovolumen. Ninguno de manos de grasa. Lo abrazo. Si de sonreír. —Bueno, era una

Voy a cerrar la puerta de atrás los dos sabe una mierda de yo no hubiera soltado el puta vaca enorme. Más que

y observo las 210 botellas de coches, pero supongo que así volante, y si él no hubiera una vaca, era una ballena de

cerveza rotas, todavía se sienten mejor. Por un lado asumido el control tan tierra. Me río. Radar sale de

burbujeantes. Lacey se asoma el dobladillo de la toga hábilmente, estoy seguro de debajo del coche. —Tío, de

acerca a mí y me pasa un de Ben y su culo al aire. —Tío que estaría muerto. —Gracias verdad que creo que está
209
perfecto. Solo hemos perdido y volvemos a meternos en la cosas como esta dan —Vamos a jugar al veo veo

cinco minutos. Ni siquiera autopista. Estamos a 872 medallas. —Lo he dicho antes metafísico —dice Lacey—.

tenemos que aumentar la kilómetros de Agloe. y lo repito ahora: no he Veo veo el corazón de un

velocidad de crucero. Lacey pensado en ninguno de héroe, un corazón que late no


HORA TRECE
observa el monovolumen vosotros. Lo que quería era para sí mismo, sino para toda
Cada dos minutos, Radar
abollado frunciendo los labios. salvar mi culo. —Mentiroso. la humanidad. —NO ESTOY
dice: —Chicos, ¿recordáis
—¿Qué opinas? —le Heroico y adorable mentiroso SIENDO HUMILDE.
aquella vez en que todos
pregunto. —Vamos —me —dice Lacey. Y le da un beso SENCILLAMENTE NO ME
íbamos a morir y entonces
contesta. —Vamos —vota en la mejilla. —Eh, chicos, QUERÍA MORIR —exclama
Ben agarró el volante, esquivó
Radar. Ben hincha las mejillas ¿recordáis aquella vez en que Ben. —Chicos, ¿recordáis
una puñetera vaca gigante,
y resopla. —Sobre todo estaba tumbado en la parte de aquella vez, en el coche, hace
giró el coche como las tazas
porque me gusta presionar al atrás, con los dos cinturones veinte minutos, que por
de Disney World y nos
grupo: vamos. —Vamos — de seguridad puestos, y la alguna razón no nos
salvamos? Lacey se adelanta
digo yo—. Pero os aseguro puerta se abrió de golpe, matamos?
hasta la cocina y apoya una
que no vuelvo a conducir. Le todas las cervezas se
HORA CATORCE
mano en la rodilla de Ben. —
paso a Ben las llaves y rompieron, pero sobreviví
Eres un héroe, ¿te das Una vez superado el shock
subimos al coche. Radar nos totalmente ileso? —dice
cuenta? —le dice—. Por inicial, limpiamos. Intentamos
guía por un pequeño terraplén Radar—. ¿Cómo es posible?
210
meter todos los trozos de cambiar el panel lateral: 300 Un grupo de robles oculta los el mundo cambie demasiado.

cristal de botellas de Bluefin dólares más la pintura. Este campos de maíz que se Lacey me abrocha los

posibles en hojas de papel y viaje sale cada vez más caro, extienden hasta el horizonte. cinturones de seguridad. —

los dejamos en una bolsa de pero conseguiré devolver el El paisaje cambia, pero nada Tienes que descansar —me

plástico para tirarlos después. dinero este verano, más. Las grandes autopistas dice—. Lo has pasado mal.

Las alfombras del trabajando en el despacho de como esta convierten el país Me sorprende que nadie me

monovolumen están mi padre, y de todas formas en un único lugar: haya echado la culpa por no

pegajosas y empapadas de no es un rescate tan elevado McDonald’s, BP y Wendy’s. haber sabido reaccionar en la

Mountain Dew, Bluefin y tratándose de Margo. El sol Sé que seguramente debería batalla contra la vaca.

Coca-Cola Light, e intentamos empieza a salir por nuestra odiar este aspecto de las Mientras me quedo dormido,

secarlas con los pocos derecha. Sigue sangrándome autopistas y añorar los felices los oigo haciéndose reír. No

pañuelos de papel que la mejilla. Ahora la bandera de días del pasado, cuando oigo las palabras exactas,

tenemos. Pero el coche la Confederación se ha podías empaparte del color sino la cadencia, las subidas y

necesitaría una buena quedado pegada a la herida, local de cada sitio, pero en fin. bajadas de tono de su charla.

limpieza, como mínimo, y no así que ya no tengo que Me gusta. Me gusta la Me gusta escuchar tumbado

tenemos tiempo antes de sujetarla. regularidad. Me gusta en la hierba. Y decido que si

llegar a Agloe. Radar ha conducir quince horas llegamos a tiempo pero no


HORA QUINCE
buscado lo que me costará seguidas desde casa sin que encontramos a Margo, eso es
211
lo que haremos. Buscaremos HORA DIECISIETE coche. Cree que debería le contesto. Lacey me sonríe y

un sitio en Catskill para pasar llamarse Lurlene, porque asiente. —Sí, yo también. Es
Duermo.
un rato, tumbarnos en la suena bien. —¿Quieres como si pudieran suceder
HORA DIECIOCHO
hierba, charlar y hacernos llamarlo Lurlene? — pregunta demasiadas cosas como para

bromas. Quizá saber que está Duermo. Ben elevando la voz, estar preparado para todas.

viva hace que vuelva a ser HORA DIECINUEVE horrorizado—. ¿No ha pasado —Sí —comento. —Espero

posible, aunque no tengo ya por bastante este pobre que sigamos siendo amigos
Cuando me despierto, Radar
pruebas de que lo esté. Casi vehículo? Me desabrocho un este verano —me dice. Y por
y Ben discuten en voz alta
puedo imaginarme la felicidad cinturón y me siento. Lacey se alguna razón me siento mejor.
sobre el nombre del coche. A
sin ella, mi capacidad de gira. —Buenos días —me Nunca sabes qué va a hacer
Ben le gustaría llamarlo
dejarla marchar, de sentir que dice—. Bienvenido al gran que te sientas mejor. Radar
Mohamed Alí, porque, como
nuestras raíces están estado de Nueva York. — está diciendo que el coche
Mohamed Alí, el
conectadas aunque nunca ¿Qué hora es? —Las nueve debería llamarse Ganso Gris.
monovolumen recibe un
vuelva a ver esa hoja de cuarenta y dos. —Se ha Me adelanto un poco para que
puñetazo y sigue avanzando.
hierba. recogido el pelo en una coleta, todos me oigan. —El Dreidel.
Radar dice que no se puede
pero los mechones más Cuanto más lo giras, mejor
HORA DIECISÉIS poner el nombre de un
cortos le quedan sueltos —. funciona. Ben asiente. Radar
Duermo. personaje histórico a un
¿Cómo estás? —Asustado —
212
se gira. —Creo que deberías asciende heroicamente. La saber que has salvado tres susurrarle algo a Ben al oído.

ser el nombrador oficial. conversación se interrumpe vidas? —No, y creo que a Ben se pone rojo. —Vale,

un momento y Ben se inclina vosotros dos ya no os quedan prometo no ser cursi —dice
HORA VEINTE
a encender la radio. —Veo turnos para adivinar. —Vale, Radar—. Veo veo algo que
Estoy sentado en la primera
veo metafísico —digo. ¿qué es? —Lacey —contesta. todos estamos sintiendo. —
habitación con Lacey. Ben
Empieza Ben. —Veo veo algo Lo veo mirándola por el ¿Un enorme cansancio? —
conduce. Radar navega. La
que me gusta mucho. —Ya sé retrovisor. —Gilipollas —le pregunto. —No, aunque
última vez que pararon estaba
—dice Radar—. El sabor de digo—, se supone que es un excelente respuesta. —¿Esa
dormido, pero compraron un
las pelotas. —No. —¿El sabor veo veo metafísico. Tienen extraña sensación de que el
mapa de Nueva York. No
de las pollas? —pregunto. — que ser cosas que no se ven. corazón no late tan deprisa
aparece Agloe, pero al norte
No, gilipollas —me contesta —Y lo es —me contesta—. Y como todo tu cuerpo por el
de Roscoe solo hay cinco o
Ben. —Hum —dice Radar—. es lo que más me gusta... exceso de cafeína? —dice
seis cruces. Siempre había
¿El olor de las pelotas? —¿La Lacey, pero no la Lacey que Lacey. —No. ¿Ben? —Hum,
pensado que Nueva York era
textura de las pelotas? — se ve. —Voy a vomitar —dice ¿sentimos ganas de mear, o
una metrópolis que se
pregunto. —Venga ya, Radar. Pero Lacey se soy yo solo? —Solo tú, como
extendía infinitamente, pero
capullos, no tiene nada que desabrocha el cinturón de siempre. ¿Alguna más? —
aquí solo se ven colinas por
ver con los genitales. ¿Lace? seguridad y se inclina por Nos quedamos callados—. La
las que el monovolumen
—Hummm, ¿la sensación de encima de la cocina para respuesta correcta es que
213
todos sentimos que seríamos madre. «No iría mal que la siempre un brillante estratega, los edificios abandonados. —

más felices después de una encontráramos», pienso, pero se había reservado media Lleva una libreta negra —

interpretación a capela del no lo digo. Al final Ben hora extra sin decirnos nada. digo. Ben se gira hacia mí. —

«Blister in the Sun». Y así es. enciende la radio y busca una Esto es bonito. La luz de la Vale, Q. Si veo a una chica

Aunque tengo menos oído emisora de baladas de rock mañana ilumina los viejos exactamente como Margo en

para la música que un sordo, para que cantemos todos árboles. Incluso los edificios Agloe, Nueva York, no pienso

canto tan alto como los juntos. de ladrillo de las ruinosas hacer nada si no lleva una

demás. Y cuando hemos poblaciones por las que libreta. Esa será la señal. No
HORA VEINTIUNO
acabado digo: —Veo veo una pasamos parecen nuevos con le hago caso. Solo quiero
Después de más de 1.800
gran historia. Por un momento esta luz. Lacey y yo contamos recordarla. Por última vez,
kilómetros por autopista, casi
nadie dice nada. Solo se oye a Ben y a Radar todo lo que quiero recordarla mientras
ha llegado la hora de salir. Es
el ruido del Dreidel devorando se nos ocurre para ayudarlos aún espero volver a verla.
totalmente imposible conducir
el asfalto y acelerando para a que encuentren a Margo.
AGLOE
a ciento veinticinco kilómetros
subir la colina. —Esta, ¿no? Les recordamos detalles. Nos
por hora por la autovía de dos El límite de velocidad baja de
—dice al rato Ben. Asiento. — los recordamos a nosotros
carriles que nos lleva más al noventa a setenta, y luego a
Sí —dice Radar—. Si mismos. Su Honda Civic
norte, hacia Catskill, pero nos sesenta. Cruzamos unas vías
conseguimos no matarnos, plateado. Su pelo castaño,
las arreglaremos. Radar, de tren y llegamos a Roscoe.
será una historia de puta muy liso. Su fascinación por
214
Avanzamos despacio por una No hay nada abierto. Pasado ser esto —digo. —Es el al norte. La autovía gira hacia

población adormecida con el centro, la carretera cruza la camino de una casa — Cat Hollow Road y seguimos

una cafetería, una tienda de autovía, y en esa carretera contesta Ben. Pero Radar gira hasta que vemos una

ropa, una tienda de todo a un solo está el vecindario de de todas formas. Lo cierto es carretera sin asfaltar idéntica

dólar y un par de escaparates Roscoe y una escuela que parece el camino de una a la anterior, esta vez a la

cerrados con tablones. — primaria. Los gruesos y altos casa, abierto en la tierra derecha, que conduce a una

Puedo imaginármela aquí — árboles hacen que las apisonada. A nuestra especie de granero derruido

digo inclinándome hacia modestas casas de madera izquierda crece la hierba, que de madera gris. En los

delante. —Sí —admite Ben— parezcan enanas. Nos alcanza la altura de los campos, a ambos lados de

. Tío, de verdad que no quiero metemos en otra autovía y neumáticos. No veo nada, nosotros, hay enormes balas

allanar edificios. No creo que aumentamos la velocidad, aunque me temo que sería cilíndricas de heno, pero la

me vaya muy bien en las aunque Radar sigue fácil esconderse en cualquier hierba ha empezado a crecer.

cárceles de Nueva York. conduciendo despacio. parte de este campo. Radar no supera los diez

Aunque la idea de explorar Hemos hecho poco más de un Avanzamos un trecho, y la kilómetros por hora.

estos edificios no me parece kilómetro cuando vemos a la carretera va a parar a una Buscamos algo raro. Alguna

especialmente alarmante, ya izquierda un camino sin granja victoriana. Damos falla en este paisaje

que todo el pueblo da la asfaltar y sin un cartel que nos media vuelta y regresamos a perfectamente idílico. —

impresión de estar desierto. indique su nombre. —Puede la autovía de dos carriles, más ¿Creéis que puede haber sido
215
el Supermercado Agloe? — del techo del coche. Sabe madera. Dentro del edificio el estancia. Tengo que

pregunto. —¿Ese granero? — Dios cómo ha llegado hasta sol entra por los muchos atravesar con la mirada un

Sí. —No sé —me contesta allí, porque no hay ningún agujeros del techo e ilumina gran haz de luz que entra por

Radar—. ¿Los camino. Radar para, salgo de partes del suelo de madera el techo, pero veo ese rincón.

supermercados parecen un salto y corro hasta el podrido. Mientras la busco, Dos paneles de plexiglás de

graneros? Dejo escapar un coche. Vacío. Abierto. Abro el tomo nota mentalmente de aproximadamente un metro

largo soplido entre los labios maletero. También vacío. todo lo que veo: las tablas del de altura, sucios y tintados de

fruncidos. —No sé. —Es Solo hay una maleta abierta y suelo mojadas. El olor a color gris, se apoyan entre sí

ese... mierda, ¡es su coche! — sin nada. Miro a mi alrededor almendras, como ella. Una formando un ángulo pegado a

grita Lacey a mi lado—. ¡Sí sí y me dirijo hacia lo que ahora vieja bañera con patas en la pared de madera. Es un

sí sí sí su coche su coche! creo que son los restos del forma de garra en una cubículo triangular, si un

Radar detiene el Supermercado Agloe. Ben y esquina. Está tan lleno de cubículo puede ser triangular.

monovolumen mientras sigo Radar me adelantan mientras agujeros que el edificio es a la Y lo que sucede con las

el dedo de Lacey, que señala corro por el campo segado. vez interior y exterior. Siento ventanas tintadas es que

más allá del campo, detrás del Entramos en el granero no por que alguien me tira fuerte de dejan pasar la luz, así que veo

edificio. Un destello plateado. la puerta, sino por uno de los la camiseta. Giro la cabeza y la inquietante escena, aunque

Me agacho, coloco la cara al grandes agujeros que se han veo a Ben, que desplaza los en una escala de grises:

lado de la suya y veo el arco formado al caerse la pared de ojos hacia un rincón de la Margo Roth Spiegelman está
216
sentada en una silla de oficina dice: —¿Margo, Margo? desde que los ojos sin vida de Pero aquí está, la observo a

de piel negra, inclinada sobre Margo se levanta de puntillas, Robert Joyner me miraron en través del plexiglás, y parece

un pupitre de escuela, con las manos en las paredes Jefferson Park. Se queda un Margo Roth Spiegelman, la

escribiendo. Lleva el pelo del improvisado cubículo. Si le buen rato en silencio, y me chica a la que conozco desde

mucho más corto —el flequillo sorprende vernos, sus ojos no asustan demasiado sus ojos que tenía dos años, la chica

desigual por encima de las lo muestran. Aquí está Margo para acercarme a ella. «Yo y que era una idea que amaba.

cejas y todo alborotado, como Roth Spiegelman, a metro y este misterio nos enfrentamos Y solo ahora, cuando cierra la

para resaltar la asimetría—, medio de mí, con los labios aquí», escribió Whitman. — libreta, la mete en una mochila

pero es ella. Está viva. Ha agrietados, sin maquillar, con Dadme cinco minutos —dice que tiene a su lado, se levanta

trasladado su despacho de un las uñas sucias y los ojos por fin. Vuelve a sentarse y y se acerca a nosotros, me

centro comercial abandonado mudos. Nunca había visto sus sigue escribiendo. La observo doy cuenta de que esa idea es

de Florida a un granero ojos muertos hasta ese punto, escribir. Parece la misma de no solo equivocada, sino

abandonado de Nueva York, y pero quizá nunca antes había siempre, excepto en que está también peligrosa. Qué

la he encontrado. Nos visto sus ojos. Me observa. un poco sucia. No sé por qué, engañoso creer que una

acercamos a Margo los Estoy seguro de que está pero siempre pensé que persona es algo más que una

cuatro, pero no parece observándome a mí, no a estaría diferente. Más mayor. persona. —Hola —le dice a

vernos. Sigue escribiendo. Al Lacey, Ben o Radar. No me Que apenas la reconocería Lacey sonriendo. Abraza

final, alguien —quizá Radar— había sentido tan observado cuando por fin volviera a verla. primero a Lacey, luego le da la
217
mano a Ben y por último a con la sensación de estar Levanta los dos pulgares—. te has enrollado con él —dice

Radar. Alza las cejas y dice: rompiendo una oración Estoy OK. —Podrías Margo. —Te lo digo —le

—Hola, Q. Y me abraza silenciosa. Se aparta el habernos llamado para contesta Lacey—. Y te digo

rápidamente y sin apretar. flequillo a un lado. Parece decírnoslo —dice Ben con que es genial. Y te digo que

Quiero que se quede ahí. estar decidiendo qué decir cierto tono de frustración—. eres una zorra. Y te digo que

Quiero que suceda algo. exactamente antes de decirlo. Nos habríamos ahorrado un me largo. Encantada de verte,

Quiero sentirla sollozar contra —Yo... bueno... bueno... viaje que ha sido un infierno. Margo. Gracias por

mi pecho, con las lágrimas pocas veces me quedo sin —Según mi experiencia, Ben aterrorizarme y hacerme

resbalando por sus sucias palabras, ¿verdad? No he el Sangriento, cuando te sentirme como una mierda

mejillas hasta mi camiseta. hablado mucho últimamente. marchas de un sitio, lo mejor durante todo el último mes de

Pero se limita a abrazarme Supongo que deberíamos es marcharte. ¿Por qué te has mi último año de instituto, y

rápidamente y se sienta en el empezar por: ¿qué demonios puesto un vestido, por cierto? por ser una zorra cuando te

suelo. Me siento frente a ella. hacéis aquí? —Margo —dice Ben se ruboriza. —No lo buscamos por todas partes

Ben, Radar y Lacey se sientan Lacey—. Por Dios, llames así —interviene Lacey. para asegurarnos de que

también en línea conmigo, de estábamos muy preocupados. Margo lanza una mirada a estás bien. Ha sido un placer

modo que estamos los cuatro —No teníais que preocuparos Lacey. —Vaya, ¿te has conocerte. —Para mí

delante de Margo. —Me —le contesta Margo enrollado con él? — Lacey no también. Sin ti, ¿cómo habría

alegro de verte —digo al rato alegremente—. Estoy bien. — dice nada—. No me digas que sabido lo gorda que estaba?
218
Lacey se levanta y sale que hacerle. Mientras se había imaginado yo no pude ser yo, Margo,

pisando fuerte. Sus pasos levanta y se dirige de nuevo a correctamente. —Daba por porque pensé que estabas

vibran en el suelo su cubículo, empiezo por la sentado que tendrías una muerta. Casi todo el tiempo.

destartalado. Ben sale detrás más obvia: —¿Por qué te buena razón para no haberte Así que tuve que hacer todo

de ella. Echo una ojeada y veo comportas como una niña puesto en contacto con nadie tipo de mierdas que jamás

que Radar se ha levantado mimada? Se gira, me agarra desde aquella noche. Pero... habría hecho. Ahora me grita

también. —No te conocía por la camiseta y me grita a la ¿esta es tu razón? ¿Para y me coge de la camisa para

hasta que supe de ti por tus cara: —¿De qué coño vas poder vivir como una colocarse cara a cara. —

pistas —dice Radar—. Tus presentándote aquí sin vagabunda? Me suelta la Tonterías. No has venido para

pistas me gustan más que tú. avisar? —¿Cómo narices iba camiseta y se aleja de mí. — asegurarte de que estoy bien.

—¿De qué mierda está a avisarte si desapareciste de ¿Y ahora quién está siendo un Has venido porque querías

hablando? — me pregunta la faz de la Tierra? Veo que niño mimado? Me marché de salvar a la pobrecita Margo de

Margo. Radar no contesta. Se parpadea y sé que no tiene la única manera que puede su naturaleza problemática

limita a marcharse. También respuesta, así que sigo. Me uno marcharse. Arrancas tu para que estuviera tan

yo debería marcharme, por ha decepcionado. Por... por... vida de golpe, como una tirita. agradecida a mi caballero de

supuesto. Ellos son más No sé. Por no ser la Margo Y entonces tú eres tú, y Lace brillante armadura que me

amigos míos que Margo, sin que esperaba. Por no ser la es Lace, y cada quien es quitara la ropa y te suplicara

duda. Pero tengo preguntas Margo que pensé que por fin quien es, y yo soy yo. —Pero que me hicieras tuya. —
219
¡Gilipolleces! —grito, y en alguna vez lo que significaba papeles hace que yo recupere Puedo jurarte que no. —El

buena medida lo son—. Solo marcharte? ¿Has pensado en los míos. Intento hablar como «Canto de mí mismo» —le

estabas jugando con Ruthie? ¿En mí, en Lacey o mi madre. —Me callo. digo —. Guthrie me llevó a

nosotros, ¿verdad? Solo en cualquiera de las personas Estamos los dos enfadados. Whitman. Whitman me llevó a

querías asegurarte de que a las que les importabas? No. Por mi parte... hay muchas la puerta. La puerta me llevó

incluso después de marcharte Claro que no. Porque si no te cosas sin resolver. Se sienta al centro comercial

a divertirte por ahí, todo pasa a ti, no le pasa a nadie. en la silla, con los pies abandonado. Descubrimos

seguía girando a tu alrededor. ¿Verdad, Margo? ¿Verdad? apoyados en lo que había sido cómo leer la pintada oculta.

Y ella me grita también, más Ya no se enfrenta a mí. Se la pared de su despacho. Mira No entendía lo de «ciudades

alto de lo que habría creído suelta, se gira y vuelve a su hacia un rincón del granero. de papel», porque también

posible. —¡Ni siquiera te he despacho. Pega una patada a Nos separan al menos tres significa urbanizaciones que

decepcionado yo, Q! ¡Te ha las paredes de plexiglás, que metros. —¿Cómo demonios no se han llegado a construir,

decepcionado la idea de mí resuenan contra el escritorio y me habéis encontrado? — así que pensé que habías ido

que te metiste en la cabeza la silla antes de caer al suelo. Pensé que querías que te a una de esas urbanizaciones

desde que éramos niños! —CÁLLATE CÁLLATE encontráramos —le contesto. y que nunca volverías. Pensé

Intenta girarse, pero la agarro IMBÉCIL. —Muy bien —le Hablo en voz tan baja que me que estabas muerta en uno de

por los hombros y la sujeto contesto. El hecho de que sorprende que me oiga, pero esos sitios, que te habías

frente a mí. —¿Has pensado Margo pierda totalmente los gira la silla para mirarme. — matado y por alguna razón
220
querías que yo te encontrara. bastante largo para que le la que todo el mundo quiere. de la historia del mundo. Pero

Así que fui a un montón de caiga en la cara. —Odio este —Se queda un momento ¿crees que lo habría hecho si

urbanizaciones a buscarte. corte de pelo —me dice —. callada y luego dice—: Sabía no lo hubiera necesitado? —

Pero luego encajé el mapa de Quería cambiar de imagen, que no debía haber escrito Mueve la cabeza. Se inclina

la tienda de souvenirs con los pero... es ridículo. —A mí me eso en el Omnictionary. Solo por fin hacia mí, con los codos

agujeros de chincheta. gusta —le digo—. Te enmarca pensé que sería divertido que en las rodillas, y hablamos. A

Empecé a leer el poema con muy bien la cara. —Siento lo encontraran después. cierta distancia, pero da

más atención y pensé que haber sido tan zorra —me Pensé que la poli llegaría a igual—. No se me ocurría otra

probablemente no ibas de un dice—. Tienes que encontrarme, pero no a manera de marcharme sin

lado a otro, que te habías entenderlo... Bueno, tiempo. El Omnictionary tiene que me arrastraran de vuelta.

encerrado a planificar. A aparecéis por aquí de la nada mil millones de páginas. —Me alegro de que no estés

escribir en esa libreta. y me acojonáis... —Podrías Nunca pensé... —¿Qué? — muerta —le digo. —Sí, yo

Encontré Agloe en el mapa, vi haberte limitado a decir: He pensado mucho en ti, si también —me contesta.

tu comentario en la página del «Chicos, me estáis eso responde a tu pregunta. Y Sonríe, y es la primera vez

Omnictionary, me salté la acojonando» —le digo. Se en Ruthie. Y en mis padres. que veo esa sonrisa que tanto

graduación y vine en coche burla. —Sí, claro, porque esa Por supuesto, ¿vale? Quizá he echado de menos—. Por

hasta aquí. Se pasa una mano es la Margo Roth Spiegelman soy la persona más eso tuve que marcharme. Por

por el pelo, pero ya no es lo que todo el mundo conoce y a tremendamente egocéntrica jodida que sea la vida,
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siempre es mejor que la privacidad, así que voy a cuesta creer que haya estado autosuficiente —me dice, ya a

muerte. Suena mi móvil. Es echar un vistazo. Contra la viviendo así, con esta mi lado—. Hay una letrina,

Ben. Contesto. —Lacey pared del despacho, pero en irreconciliable mezcla de pero en bastante mal estado,

quiere hablar con Margo — la esquina opuesta del pulcra zona residencial y así que suelo ir al baño en la

me dice. Me acerco a Margo, granero, Margo ha montado espeluznante deterioro. Y parada de camiones al este

le paso el teléfono y me quedo una especie de cama: cuatro también me cuesta creer el de Roscoe. También hay

ahí mientras ella escucha con palés con una colchoneta tiempo que he perdido duchas, y las de las mujeres

los hombros encorvados. hinchable encima. Su creyendo que estaba viviendo están bastante limpias,

Oigo los ruidos procedentes reducida colección de ropa, de cualquier otra manera. — porque no hay muchas

del teléfono, y entonces oigo a perfectamente doblada, está Están en un motel del parque. camioneras. Y tienen internet.

Margo interrumpiendo a en otro palé, al lado de la Lace me ha dicho que se Es como si esto fuera mi casa,

Lacey. —Oye —le dice—, lo cama. Hay un cepillo y pasta marchan mañana por la y la parada de camiones fuera

siento mucho. Solo estaba de dientes, además de una mañana, contigo o sin ti —me mi casita en la playa. Me río.

muy asustada. Y silencio. taza grande de plástico. Estas dice Margo a mi espalda. Se adelanta, se arrodilla y

Lacey empieza a hablar de cosas están encima de dos Cuando dice «ti» en lugar de mira debajo de los palés de la

nuevo, y al final Margo se ríe libros: La campana de cristal, «nosotros», pienso por cama. Saca una linterna y un

y dice algo. Siento que de Sylvia Plath, y Matadero primera vez lo que va a venir trozo cuadrado de plástico. —

deberían tener cierta cinco, de Kurt Vonnegut. Me después. —Soy casi Es lo único que he comprado
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en todo el mes, aparte de y pensaba marcharme a la hubiera incluido en sus planes negra. Se sienta en el suelo,

gasolina y comida. Solo me he mañana siguiente. Pero no desde el principio. —Ya me cruza las piernas y da

gastado unos trescientos aguanté más. De verdad que pondrás al corriente —le dije palmaditas al trozo de suelo

dólares. Cojo el cuadrado y no podía aguantar ni una hora intentando sonreír—. Bueno, que está a su lado. Me siento.

veo por fin que es un más. Y cuando me enteré de me pregunto muchas cosas. Apoya la mano en la libreta

tocadiscos a pilas. —Me traje lo de Jase... Pensé: «Lo tengo Qué habías planificado y qué cerrada. —Esto se remonta a

un par de discos —me dice — todo planificado. no. Qué significaba cada hace mucho tiempo —me

. Pero conseguiré más en la Sencillamente cambio la cosa. Por qué las pistas iban dice—. Cuando estaba en

ciudad. —¿La ciudad? —Sí, fecha». Pero lamento haberte dirigidas a mí. Por qué te cuarto, empecé a escribir un

hoy me voy a Nueva York. De asustado. Intenté no marchaste... Esas cosas. — relato en esta libreta. Era una

ahí lo del Omnictionary. Voy a asustarte, pero la última parte Hum, vale, vale. Para contarte especie de historia de

empezar a viajar en serio. En fue muy precipitada. No ha esa historia, tenemos que detectives. Pienso que si le

un principio, hoy era el día en sido mi mejor trabajo. Como empezar por otra. Se levanta quitara la libreta, podría

que pensaba marcharme de planes de huida precipitados y sigo sus pasos, que evitan hacerle chantaje. Podría

Orlando. Iba a ir a la llenos de pistas, me hábilmente los trozos de suelo utilizarla para que volviera a

graduación, a hacer todas las parecieron bastante podridos. Vuelve a su Orlando, ella podría buscarse

sofisticadas bromas de la impresionantes. Pero sobre despacho, mete la mano en la un trabajo para el verano y

noche de graduación contigo, todo me sorprendía que me mochila y saca la libreta vivir en un apartamento hasta
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que empezara la universidad, tú en todo, menos en que es que le gusta el Quentin de la libreta y me muestra una

y al menos tendríamos el valiente, heroico, estaría diez años. —Bueno, pues en página. El texto es

verano. Pero me limito a dispuesto a morir por el relato —sigue diciendo indescifrable, no porque

escucharla. —Bueno, no me protegerme y todo eso. Margo— Quentin, Margo y Margo tenga mala letra, sino

gusta chulear, pero es una También está Myrna Myrna Mountweazel están porque encima de las líneas

obra literaria brillante como Mountweazel, que es igual investigando la muerte de horizontales hay líneas

pocas. Es broma. Son las que Myrna Mountweazel, pero Robert Joyner, y su muerte es verticales. —Escribo cruzado

estúpidas divagaciones llenas tiene poderes mágicos. Por exactamente igual que —me dice—. Es muy difícil

de deseos y magia de cuando ejemplo, en el relato todo el aquella muerte real, pero en que lo descifre alguien que no

tenía diez años. La que acaricia a Myrna lugar de haberse disparado a sea yo. Bueno, vale, te

protagonista es una niña Mountweazel no puede mentir sí mismo en la cara, le ha contaré el final, pero antes

llamada Margo Spiegelman, durante diez minutos. Y Myrna disparado alguien. Y la tienes que prometerme que

que es como era yo a los diez habla. Claro que habla. historia trata de nosotros no vas a enfadarte. —Te lo

años, menos en que sus ¿Alguna vez un niño de diez descubriendo quién lo mató. prometo —le contesto. —

padres son amables y ricos y años ha escrito un libro sobre —¿Quién lo mató? Se ríe. — Resulta que el crimen lo

le compran todo lo que quiere. un perro que no sepa hablar? ¿Quieres que te cuente el cometió el hermano

A Margo le gusta un chico Me río, aunque sigo pensando final? —Bueno —le alcohólico de la hermana de la

llamado Quentin, que es como en la Margo de diez años a la contesto—, mejor lo leo. Abre ex mujer de Robert Joyner,
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que estaba loco porque había matarte, porque el otro único decido que me marcho a casas, más viajes en coche y

sido poseído por el espíritu de final posible era acabar en la Mississippi. Y entonces muchas otras cosas. La libreta

un malvado gato del Egipto cama, y la verdad es que no escribo todos mis planes para está medio llena cuando

antiguo. Como he dicho, un estaba emocionalmente el épico acontecimiento en empezamos el último año y es

relato de primera. Pero, preparada para escribir esas esta libreta, encima del relato entonces cuando decido que

bueno, en la historia, tú, yo y cosas a los diez años. —Lo anterior, y al final me voy. voy a hacer una sola cosa

Myrna Mountweazel nos entiendo —le digo—. Pero Cojo el coche de mi madre, más, algo grande, y luego me

enfrentamos al asesino, que cuando lo revises, quiero un hago casi dos mil kilómetros y marcharé. Va a seguir

intenta dispararme, pero tú poco de acción. —Quizá dejo pistas en la sopa. Ni hablando, pero tengo que

saltas, te colocas delante y después de que el malo te siquiera me gustó el viaje, la detenerla. —Me pregunto si

mueres heroicamente en mis haya disparado. Un beso verdad. Me sentí muy sola. era cosa del sitio o de la

brazos. Me río. —Genial. La antes de morir. —Muy Pero me encanta haberlo gente. ¿Qué habría pasado si

historia era tan prometedora, amable. Podría levantarme, hecho, ¿eh? Entonces la gente que te hubiera

con la chica guapa a la que le acercarme a ella y besarla. empiezo a superponer más rodeado hubiera sido

gusto, el misterio y la intriga, y Podría. Pero todavía puedo historias, bromas e ideas para diferente? —¿Cómo puedes

resulta que la palmo. — estropear demasiadas cosas. emparejar a ciertas chicas con separar una cosa de la otra?

Bueno, sí —me dice —En fin, terminé el relato en ciertos chicos, enormes La gente es el sitio, y el sitio

sonriendo—. Pero tenía que quinto. Unos años después campañas de empapelado de es la gente. Y bueno, no
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pensaba que hubiera nadie por mi cuenta cada dos por plan ocupa unas setenta supiera lo mucho que me

más de quien pudiera ser tres, solo para pasar el rato y páginas, y está a punto de habían decepcionado antes

amiga. Pensaba que todos escribir mis planes. Y hacia el cumplirse, ha ido todo muy de abandonarlos para

estaban asustados, como tú, último año, todos los planes bien, pero descubro lo de siempre. »Pero todavía quería

o que les daba igual, como a empezaron a girar en torno a Jase y decido marcharme. hacerlo contigo. Todavía me

Lacey. Y... —No estoy tan la última escapada. Y no sé si Inmediatamente. No necesito gustaba la idea de convertirte

asustado como piensas —le es porque leía mi viejo relato graduarme. ¿Qué sentido quizá en algo parecido al

digo. Y es verdad. Solo me cuando iba, pero enseguida te tiene graduarse? Pero antes héroe de puta madre de mi

doy cuenta de que es verdad incluí en mis planes. La idea tengo que atar los cabos relato infantil. »Y entonces me

cuando ya lo he dicho. Pero era que íbamos a hacer todas sueltos. Así que todo ese día, sorprendes —me dice —.

aun así. —Ya estoy llegando esas cosas juntos —como en el instituto, llevo la libreta Para mí habías sido un chico

a esa parte — dice casi entrar en el SeaWorld, que conmigo, intentando como de papel todos estos años...

quejándose—. Cuando estoy estaba en el plan original — y una loca adaptar el plan a Dos dimensiones como

en primero, Gus me lleva al yo te presionaría para que Becca, Jase, Lacey y todo el personaje en el papel y otras

Osprey... — Niego con la fueras un capullo. Esa noche que no era tan amigo mío dos dimensiones diferentes,

cabeza, confundido—. El te liberaría. Y luego como yo pensaba, intentando pero también planas, como

centro comercial desaparecería y tú siempre que se me ocurrieran ideas persona. Pero aquella noche

abandonado. Y empiezo a ir me recordarías. »Al final el para que todo el mundo resultó que eras real. Y acaba
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siendo tan raro, divertido y canción del disco y marco los las páginas del calendario que —Una ciudad de papel para

mágico que vuelvo a mi dos versos del «Canto de mí había utilizado y quité también una chica de papel —me

habitación por la mañana y te mismo» en un color diferente el mapa, que había tenido contesta—. Leí lo de Agloe en

echo de menos. Quiero pasar del que había utilizado colgado desde que vi que un libro de «cosas

a buscarte, salir por ahí y cuando lo leí. Luego, cuando incluía Agloe. Y entonces, sorprendentes» cuando tenía

charlar, pero ya he decidido ya te has ido al instituto, me como estoy cansada y no diez u once años. Y nunca me

marcharme, así que tengo cuelo por tu ventana y meto el tengo adónde ir, duermo allí. lo quité de la cabeza. La

que marcharme. Y entonces, trozo de periódico en la En realidad, al final paso allí verdad es que cada vez que

en el último segundo, se me puerta. Esa misma mañana dos noches, intentando reunir subía al SunTrust Building

ocurre mandarte al Osprey. voy al Osprey, en parte el valor, supongo. Y también, (incluida la última vez que fui

Dejártelo a ti para que te porque todavía no me siento no sé, pensé que quizá lo contigo), lo que pensaba al

ayude a seguir avanzando por preparada para marcharme, y encontrarías enseguida. Y mirar hacia abajo no era que

el camino de no ser un gatito en parte porque quiero entonces me fui. Tardé dos todo era de papel. Miraba

asustado. »Y sí, eso es todo. dejártelo limpio. En fin, el caso días en llegar aquí. Y aquí he hacia abajo y pensaba que yo

Pienso en algo rápidamente. es que no quería que te estado desde entonces. era de papel. Yo era la

Pego el póster de Woody en la preocuparas. Por eso cubrí la Parece haber terminado, pero persona débil y plegable, no

parte de fuera de la persiana, pintada. No sabía que me queda otra pregunta. —¿Y los demás. Y esa es la

rodeo con un círculo la conseguirías verla. Arranqué por qué precisamente aquí? cuestión. A la gente le
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encanta la idea de una chica podría empezar a convertirse de mi muñeca parecía tan Como líneas defectuosas en

de papel. Siempre le ha en real. Y me parecía una blanca e indefensa que no las que las cosas no encajan

encantado. Y lo peor es que a manera de decirle a esa chica pude. Era como si lo que yo bien. —Me gusta —le digo—.

mí me encantaba también. Lo a la que le preocupaba la quería matar no estuviera en O como grietas en el casco de

cultivaba, ¿sabes? »Porque popularidad, la ropa y todo lo esa piel, ni en el ligero pulso un barco. —Sí, sí. —Al final te

es genial ser una idea que a demás: «Irás a las ciudades azul que saltaba bajo mi hundes. —Exacto —me dice.

todo el mundo le gusta. Pero de papel. Y nunca volverás». pulgar, sino en alguna parte Ahora estamos dialogando. —

no podía ser la idea de mí —La pintada —le dije—. Por más profunda, más secreta y No puedo creerme que no

misma, no del todo. Y Agloe Dios, Margo, he recorrido mucho más difícil de quisieras que te encontrara.

es un lugar en el que una muchas urbanizaciones alcanzar.» Vuelve a sentarse —Perdona. Si vas a sentirte

creación de papel se convierte abandonadas buscando tu a mi lado, muy cerca, frente a mejor, estoy impresionada.

en real. Un punto en el mapa cadáver. De verdad pensé... mí. La tela de nuestros Además, está bien tenerte

se convirtió en un lugar real, De verdad pensé que estabas vaqueros se toca sin que aquí. Eres un buen

más real de lo que las muerta. Se levanta, rebusca nuestras rodillas lleguen a compañero de viaje. —¿Es

personas que crearon ese un momento en su mochila, rozarse. —Sé de lo que habla una propuesta? —le

punto habrían imaginado. saca La campana de cristal y —dice Margo—. Ese algo más pregunto. —Puede ser —me

Pensé que quizá aquí la me lee. —«Pero cuando llegó profundo y más secreto. Son contesta sonriendo. El

silueta de papel de una chica el momento de hacerlo, la piel como grietas dentro de ti. corazón lleva tanto tiempo
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dándome vueltas en el pecho vivir la vida como hay que en el Osprey. En si te esperaba que esa soledad y

que esta especie de vivirla: universidad, trabajo, acostumbrarías. En si ese nerviosismo me hicieran

borrachera me parece casi marido, hijos y todas esas dejarías de preocuparte por volver atrás. Pero no ha sido

soportable, pero solo casi. — gilipolleces. El problema es las ratas. —Así fue —le así. Es lo único que no puedo

Margo, si vuelves a casa a que yo sí creo en la contesto—. Empezó a hacer, Q. Asiento. Lo

pasar el verano... mis padres universidad, en el trabajo y gustarme. La verdad es que entiendo. Imagino que es duro

han dicho que puedes vivir quizá en los hijos algún día. pasé allí la noche del baile. volver atrás cuando las

con nosotros, o puedes Creo en el futuro. Quizá es Sonríe. —Increíble. Me palmas de tu mano abarcan

buscar trabajo y un una tara de mi carácter, pero imaginaba que al final te continentes. Pero lo intento

apartamento para el verano, y en mi caso es congénita. — gustaría. Nunca me aburría en una vez más. —¿Y qué

luego empezarán las clases y Pero la universidad te amplía el Osprey, pero era porque en pasará después del verano?

no tendrás que volver a vivir las oportunidades —le digo algún momento tenía que ¿Qué pasará con la

con tus padres. —No es solo por fin—. No te las limita. volver a casa. Cuando llegué universidad? ¿Qué pasará

por ellos. Volvería a Sonríe con suficiencia. — aquí sí que me aburría. No con el resto de tu vida? Se

quedarme atrapada y nunca Gracias, orientador hay nada que hacer. He leído encoge de hombros. —¿Qué

saldría de allí. No son solo los universitario Jacobsen —me mucho desde que llegué. No pasará? —¿No te preocupa el

cotilleos, las fiestas y toda esa dice, y cambia de tema —. conocer a nadie me ponía futuro? —El futuro está

mierda, sino la perspectiva de Pensaba mucho en ti metido cada vez más nerviosa. Y formado por ahoras —me
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contesta. No tengo nada que su lado hacia el campo un error y a partir de ahora te los dedos empiezan a

decir. Estoy dándole vueltas mientras habla con sus llamaré. Quizá no llamaré a ponérsele rojas. Luego lo deja

cuando Margo dice: —Emily padres. —Hola, soy Margo... mamá, pero te llamaré a ti... caer al suelo. Su grito es

Dickinson. Como te he dicho, Estoy en Agloe, Nueva York, ¿Los miércoles?... Los breve, pero ensordecedor, y

estoy leyendo mucho. Creo con Quentin... Vaya... Bueno, miércoles no puedes. Hum. mientras resuena soy

que el futuro merece que no, mamá, solo estoy Vale. ¿Qué día te va bien?... consciente por primera vez

creamos en él. Pero es difícil pensando cómo contestarte Los martes... Sí, cada del miserable silencio de

llevarle la contraria a Emily con sinceridad... Mamá, martes... Sí, incluido este Agloe. —Se cree que lo que

Dickinson. Margo se levanta, vamos... No lo sé, mamá... martes. —Margo cierra los tengo que hacer es

se cuelga la mochila de un Decidí trasladarme a un lugar ojos y aprieta los dientes—. complacerla, que no debería

hombro y me tiende la mano. ficticio. Eso es lo que pasó... Muy bien, Ruthers, ¿puedes desear otra cosa, y cuando no

—Vamos a dar un paseo. Sí, bueno, de todas formas no pasarme a mamá?... Te la complazco... me echa. Ha

Mientras salimos, Margo me creo que vaya por ahí... quiero, mamá. Todo irá bien. cambiado las cerraduras. Es

pide el teléfono. Teclea un ¿Puedo hablar con Ruthie?... Te lo prometo... Sí, vale, tú lo primero que me ha dicho.

número y cuando voy a Hola, guapa... Sí, bueno, yo te también. Adiós. Se detiene y Por Dios. —Lo siento —le

apartarme para dejarla hablar quise primero... Sí, lo siento. cuelga el teléfono, pero se lo digo apartando la hierba

me sujeta del brazo para que Fue un error. Pensé... No sé lo queda un minuto. Lo aprieta amarillenta, que nos llega a

me quede con ella. Camino a que pensé, Ruthie, pero fue tan fuerte que las puntas de las rodillas, para coger el
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teléfono—. Pero ¿bien con pegándote orgías todas las todavía olía como tú. Y ella no puede ser yo. Quizá

Ruthie? —Sí, es muy maja. noches con un montón de cuando se lo digo, su mano Whitman tenía un don que yo

Me odio a mí misma por... ya animadoras. Caminamos roza la mía, y se la cojo no tengo. Por lo que a mí

sabes... no haber hablado con despacio por el campo porque me da la impresión de respecta, tengo que

ella. —Sí —le digo. Me da un desigual. No parece grande, que ahora ya no hay tanto que preguntarle al herido dónde

empujón en broma. —¡Se pero a medida que estropear. Me mira. —Tenía tiene la herida, porque no

supone que deberías hacer avanzamos me doy cuenta de que marcharme. No debería puedo convertirme en el

que me sintiera mejor, no que no hay manera de que haberte asustado, fue una herido. El único herido que

peor! —me dice —. ¡Es tu nos acerquemos a los árboles estupidez, tendría que puedo ser es yo mismo.

papel! —No sabía que lo que del fondo. Le cuento que me haberme ido de otra manera, Pisoteo la hierba y me siento.

tenía que hacer era salté la graduación y lo del pero tenía que irme. ¿Lo Margo se tumba a mi lado,

complacerla, señorita milagroso giro del Dreidel. Le entiendes ahora? —Sí —le con la mochila como

Spiegelman. Se ríe. —Ay, me cuento lo del baile, la pelea de digo—, pero creo que ya almohada. Me tumbo boca

comparas con mi madre. Qué Lacey con Becca y mi noche puedes volver. De verdad lo arriba también yo. Saca un

insulto. Pero me lo merezco. en el Osprey. —Fue la noche creo. —No, no lo crees —me par de libros de la mochila y

Bueno, ¿qué tal te ha ido? Si en que supe que no había contesta. Y tiene razón. Me lo me los pasa para que me

Ben está saliendo con Lacey, duda de que habías estado ve en la cara. Por fin entiendo hagan de almohada. Una

seguro que tú estás allí — le digo—. La manta que no puedo ser ella, y que antología de poemas de Emily
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Dickinson y Hojas de hierba. tiempo he pensado que fue me decía... No te ofendas, profundidad me atrae y me

—Tenía dos ejemplares —me cuando citaste a T. S. Eliot. — pero me decía: «Joder, no me eleva. —Sí, es verdad —le

dice sonriendo. —Es Pero no era eso —le digo—. creo que pensara que Quentin digo. Pero lo pienso un

buenísimo —le digo—. No Te sorprendieron mis bíceps y Jacobsen era un supertío segundo y añado—: Pero

podrías haber elegido mejor. mi elegante salida por la bueno, superleal defensor de también es verdad que si no

—Fue una decisión impulsiva ventana. Sonríe. —Cállate y la justicia». Pero... bueno... lo imaginas, nunca pasa nada.

aquella mañana, de verdad. déjame piropearte, eras. Podría girarme, y ella Imaginar no es perfecto. No

Recordé el fragmento sobre gilipuertas. No fue ni la poesía también podría girarse. Y puedes meterte dentro de otra

las puertas y pensé que era ni tus bíceps. Lo que me podríamos besarnos. Pero persona. Nunca me habría

perfecto. Pero luego, al llegar sorprendió fue que, a pesar de ¿qué sentido tiene besarla imaginado la rabia de Margo

aquí, volví a leerlo. No lo tus ataques de ansiedad y ahora? Es algo que no irá a cuando la encontramos, ni la

había leído desde el segundo todo eso, realmente eras ninguna parte. Los dos historia que estaba

año de instituto y, sí, me como el Quentin de mi relato. contemplamos el cielo sin escribiendo. Pero imaginar

gustó. He intentado leer un Bueno, llevaba años nubes. —Las cosas nunca que eres otra persona, o que

montón de poesía. Intentaba escribiendo encima de esa suceden como imaginas —me el mundo es otra cosa, es la

descubrir... qué fue lo que me historia, y cada vez que dice. El cielo es como un única manera de entrar. Es la

sorprendió de ti aquella escribía, leía también esa cuadro monocromático máquina que mata fascistas.

noche. Y durante mucho página, y siempre me reía y contemporáneo, su ilusión de Se gira hacia mí, apoya la
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cabeza en mi hombro y nos lenta como una reina de la pregunta es: ¿para quién arrastra una pequeña nube de

quedamos tumbados, como belleza. Me coloco de lado y estamos cavando? —De polvo. Abrimos un agujero

nos imaginé en la hierba del veo a Margo Roth Spiegelman acuerdo. ¿Para quién grande y profundo. La tumba

SeaWorld. Hemos necesitado arrodillada y con las manos en estamos cavando? — debe ser apropiada. No tardo

miles de kilómetros y muchos el suelo a unos metros de mí, Estamos cavando tumbas en llegar a los codos. Se me

días, pero aquí estamos: su los vaqueros se le ajustan a para la pequeña Margo, el ensucia la manga de la

cabeza sobre mi hombro, su sus piernas. Tardo un pequeño Quentin, la camiseta cuando me seco el

respiración en mi cuello y el momento en darme cuenta de cachorrilla Myrna sudor de la mejilla. Las

enorme cansancio de los dos. que está cavando. Me arrastro Mountweazel y el pobre mejillas de Margo están cada

Estamos ahora como habría hasta ella y empiezo a cavar a Robert Joyner muerto —me vez más rojas. Me llega su

deseado estar entonces. su lado. La tierra debajo de la contesta. —Creo que apoyo olor, y huele como aquella

Cuando me despierto, la hierba está seca como polvo esos entierros —le digo. La noche antes de que

mortecina luz del día hace que entre mis dedos. Me sonríe. tierra es grumosa y seca, saltáramos al foso en el

parezca que todo es Me late el corazón a la perforada por el paso de SeaWorld. —Nunca he

importante, desde el cielo velocidad del sonido. —¿Qué insectos como un hormiguero pensado en él como en una

amarillento hasta los tallos de estamos cavando? —le abandonado. Hundimos las persona real —me dice.

hierba por encima de mi pregunto. —No es la pregunta manos en el suelo una y otra Mientras habla, aprovecho la

cabeza, que oscilan a cámara correcta —me dice—. La vez, y cada puñado de tierra ocasión para hacer una pausa
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y me siento en cuclillas. — chiflado. Como yo. —Sí — hundir la mano. La tierra aquí de verlo. Quizá los hilos se

¿En quién, en Robert Joyner? digo al rato, mientras vuelvo a es mucho más oscura que en rompen, o quizá nuestros

Sigue cavando. —Sí. Bueno, cavar—. Siempre fue solo un Orlando. Lanzo un puñado a barcos se hunden, o quizá

ya sabes, fue algo que me cadáver para mí. —Ojalá la pila que está detrás de somos hierba y nuestras

sucedió a mí. Pero antes de hubiéramos podido hacer algo nosotros y me siento. Se me raíces son tan

que fuera una figura menor en —dice Margo—. Ojalá está ocurriendo una idea e interdependientes que nadie

el drama de mi vida, era... en hubiéramos podido demostrar intento abrirme camino hacia está muerto mientras quede

fin, la figura central del drama lo heroicos que éramos. —Sí. ella. Nunca he dicho tantas alguien vivo. Lo que quiero

de su propia vida. Yo tampoco Habría estado bien decirle palabras seguidas a Margo en decir es que no nos faltan las

he pensado nunca en él como que, fuera lo que fuese, no nuestra larga y notoria metáforas. Pero debes tener

persona. Un tipo que jugó en tenía por qué ser el fin del relación, pero ahí va, mi última cuidado con la metáfora que

la tierra como yo. Un tipo que mundo. —Sí, aunque al final actuación para ella. —Cuando eliges, porque es importante.

se enamoró como yo. Un tipo lo que sea te mate. Me encojo pensaba en él muriendo, que Si eliges los hilos, estás

al que se le rompieron los de hombros. —Sí, lo sé. No admito que no ha sido muchas imaginándote un mundo en el

hilos, que no sintió que las estoy diciendo que pueda veces, siempre pensaba en lo que puedes romperte

raíces de su hoja de hierba sobrevivirse a todo. Solo que que dijiste, en que se le irreparablemente. Si eliges la

estuvieran conectadas con el puede sobrevivirse a todo, habían roto los hilos por hierba, estás diciendo que

campo, un tipo que estaba menos a lo último. Vuelvo a dentro. Pero hay mil maneras todos estamos infinitamente
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interconectados, que traído hasta ti, me ha ayudado nos fallamos y nos hacemos ellas. ¿Cuándo nos vimos tú y

podemos utilizar ese sistema a imaginarte como una daño. Y el recipiente empieza yo cara a cara? No hasta que

de raíces no solo para persona real. Pero no somos a agrietarse por algunos me viste entre mis grietas, y

entendernos unos a otros, brotes diferentes de la misma sitios. Y, sí, en cuanto el yo a ti entre las tuyas. Hasta

sino para convertirnos los planta. Yo no puedo ser tú. Tú recipiente se agrieta, el final ese momento solo veíamos

unos en los otros. Las no puedes ser yo. Puedes es inevitable. En cuanto ideas del otro, como mirar tu

metáforas implican cosas. imaginarte a otro... pero empieza a entrar la lluvia persiana, pero sin ver lo que

¿Entiendes lo que te digo? nunca perfectamente, dentro del Osprey, ya nunca había dentro. Pero cuando el

Margo asiente. —Me gustan ¿sabes? »Quizá es más como será remodelado. Pero está recipiente se rompe, la luz

los hilos —sigo diciendo —. has dicho antes, que todos todo ese tiempo desde que las puede entrar. Y puede salir.

Siempre me han gustado. estamos agrietados. Cada grietas empiezan a abrirse Se lleva los dedos a los labios,

Porque así lo siento. Pero uno de nosotros empieza hasta que por fin nos como si estuviera

creo que los hilos hacen que siendo un recipiente desmoronamos. Y solo en ese concentrándose, o como si

el dolor parezca más fatal de hermético. Y pasan cosas. tiempo podemos vernos unos me ocultara la boca, o como si

lo que es. No somos tan Personas que nos dejan, o a otros, porque vemos lo que quisiera sentir sus palabras.

frágiles como nos harían creer que no nos quieren, o que no hay fuera a través de nuestras —Eres especial —me dice por

los hilos. Y también me gusta nos entienden, o que no las grietas, y lo que hay dentro se fin. Me mira. Mis ojos, sus ojos

la hierba. La hierba me ha entendemos, y nos perdemos, nos ve también a través de y nada entre ellos. No voy a
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ganar nada besándola, pero que me besa sé sin la menor un puñado de tierra. —Ve con sus cosas: la ropa, los

ya no pretendo ganar nada. — duda que llevamos caminos Dios, valiente ciudadana de artículos de aseo y la silla. El

Hay algo que tengo que hacer distintos. Se levanta y se Orlando Margo Roth momento es tan valioso que,

—le digo. Asiente dirige hacia donde estábamos Spiegelman —digo lanzando en lugar de facilitar la

ligeramente, como si supiera tumbados para coger su otro puñado. —Ve con Dios, conversación, la hace más

qué es ese algo. Y la beso. El mochila. Saca la libreta, mágica cachorrilla Myrna difícil. Estamos frente al

beso acaba un rato después, vuelve a la tumba y deja la Mountweazel —dice Margo aparcamiento de un motel de

cuando me dice: —Puedes libreta en el suelo. —Te lanzando otro puñado. una sola planta cuando la

venir a Nueva York. Será echaré de menos —susurra. Y Empujamos la tierra sobre el despedida es inevitable. —

divertido. Será como no sé si habla conmigo o con libro y apisonamos el suelo. Conseguiré un móvil y te

besarnos. —Besarnos es la libreta. Y tampoco yo sé con La hierba no tardará en volver llamaré — me dice—. Y te

especial —le digo. —Estás quién hablo cuando digo: — a crecer. Para nosotros será escribiré e-mails. Y

diciéndome que no —me Yo también. Ve con Dios, la cabellera suelta y hermosa comentarios misteriosos en la

contesta. —Margo, toda mi Robert Joyner. Lanzo un de las tumbas. Volvemos al página de las ciudades de

vida está allí, y no soy tú, y... puñado de tierra sobre la Supermercado Agloe cogidos papel del Omnictionary.

Pero no puedo decir nada libreta. —Ve con Dios, joven y de la mano, que están Sonrío. —Te escribiré un e-

más, porque vuelve a heroico Quentin Jacobsen — ásperas por la tierra. Ayudo a mail cuando lleguemos a casa

besarme, y en el momento en dice Margo lanzando también Margo a cargar en el coche —le digo—, y espero
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respuesta. —Prometido. Y Y quizá imaginando esos espacio físico que nos separa la veo casi a la perfección en

nos veremos. No vamos a futuros podemos hacerlos se desvanece. Tocamos las esta agrietada oscuridad.

dejar de vernos. —A finales reales, o quizá no, pero en cuerdas rotas de nuestros
NOTA DEL AUTOR
de verano quizá pueda ir a cualquier caso tenemos que instrumentos por última vez.
Me enteré de la existencia de
verte, antes de que empiecen imaginarlos. La luz se Siento sus manos en mi
las ciudades de papel porque
las clases —le digo. —Sí — desborda y lo inunda todo. espalda. Y aunque está
me topé con una en un viaje
me contesta—. Sí, buena Estoy en este aparcamiento oscuro, no cierro los ojos
en coche durante mi
idea. Sonrío y asiento. Se gira pensando que nunca he mientras la beso, y Margo
penúltimo año de universidad.
y estoy preguntándome si lo estado tan lejos de casa, y tampoco. Está tan cerca de mí
Mi compañera de viaje y yo
decía en serio cuando veo aquí está la chica a la que que puedo verla, porque
íbamos y veníamos por el
que encorva los hombros. amo y a la que no puedo incluso ahora aparece el signo
mismo tramo desolado de una
Está llorando. —Nos vemos seguir. Espero que sea la externo de la luz invisible,
carretera de Dakota del Sur
entonces. Y entretanto te misión del héroe, porque no incluso por la noche en este
buscando una población que
escribiré —digo. —Sí —me seguirla es lo más duro que he aparcamiento a las afueras de
el mapa aseguraba que
contesta sin girarse, con voz hecho en mi vida. Pienso que Agloe. Después de besarnos
existía. Si no recuerdo mal, la
ronca—. Yo también te subirá al coche, pero no lo nos miramos tan de cerca que
población se llamaba Holen.
escribiré. Decir estas cosas hace. Al final se gira hacia mí nuestras frentes se tocan. Sí,
Al final nos metimos por un
evita que nos desmoronemos. y veo sus ojos mojados. El
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camino que llevaba a una Esso la buscaban, de modo alguien acabaría Christian Fünfhausen,

casa y llamamos a la puerta. que alguien construyó un reconstruyéndolo. Rosanne Lauer, Irene

A la amable mujer que nos supermercado y convirtió Vandervoort y Steve Meltzer.


AGRADECIMIENTOS
abrió le habían hecho la Agloe en real. El negocio de la —Mi tenaz agente, Jodi
Quisiera dar las gracias a: —
misma pregunta en otras cartografía ha cambiado Reamer. —The Nerdfighters,
Mis padres, Sydney y Mike
ocasiones. Nos explicó que la mucho desde que Otto G. que tanto me han enseñado
Green. Nunca pensé que diría
población que estábamos Lindberg y Ernest Alpers sobre lo que significa
esto, pero gracias por
buscando solo existía en el inventaron Agloe. Pero impresionante. —Mis
haberme criado en Florida. —
mapa. La historia de Agloe, muchos fabricantes de mapas compañeros escritores Emily
Mi hermano y colaborador
Nueva York — tal y como se siguen incluyendo ciudades Jenkins, Scott Westerfeld,
favorito, Hank Green. —Mi
describe en este libro—, es en de papel como trampas para Justine Larbalestier y
mentora, Ilene Cooper. —
su mayor parte cierta. Agloe proteger el copyright, como Maureen Johnson. —Dos
Toda la editorial Dutton, pero
empezó siendo una ciudad de atestigua mi desconcertante libros especialmente útiles
especialmente a mi
papel creada con la intención experiencia en Dakota del sobre desapariciones que leí
incomparable editora, Julie
de proteger los derechos de Sur. El supermercado que fue mientras me documentaba
Strauss-Gabel, a Lisa
autor del mapa. Pero las Agloe ya no existe. Pero creo para este libro: The Dungeon
Yoskowitz, Sarah Shumway,
personas que utilizaban que si volviéramos a poner la Master, de William Dear, e
Stephanie Owens Lurie,
aquellos viejos mapas de población en nuestros mapas, Into the Wild, de Jon
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Krakauer. También quisiera Johnson; Brian Lipson y Lis y Marshall Urist. —Sarah Urist más alto de las listas de

dar las gracias a Cecil Adams, Rowinski, de Endeavor; Katie Green, mi primera lectora, ventas en todo el mundo

el cerebro que está detrás de Else; Emily Blejwas, que hizo primera editora, mejor amiga y desde su publicación.

«The Straight Dope», cuyo conmigo aquel viaje a la favorita compañera de

breve artículo sobre las ciudad de papel; Levin equipo. John Green nació en

trampas para proteger los O’Connor, que me ha Indianápolis en 1977, y se

derechos de autor es —hasta enseñado la mayor parte de lo graduó en Lengua y Literatura

donde yo sé— la fuente que sé sobre lo divertido; Inglesa y Teología en el

definitiva sobre este tema. — Tobin Anderson y Sean, que Kenyon College. Tras iniciar

Mis abuelos: Henry y Billie me llevaron de exploración su carrera en el mundo

Grace Goodrich, y William y urbana en Detroit; la editorial como crítico y editor,

Jo Green. —Emily Johnson, bibliotecaria Susan Hunt y ha sido galardonado con el

cuyas lecturas de este libro todos aquellos que arriesgan Premio de honor Printz y el

fueron de incalculable valor; sus puestos de trabajo por Premio Edgar. Su última

Joellen Hosler, la mejor oponerse a la censura; novela, Bajo la misma estrella,

psicóloga que un escritor Shannon James; Markus ha sido recibida por la prensa

podría pedir; mis primos Zusak; John Mauldin y mis con un aluvión de críticas

políticos Blake y Phyllis maravillosos suegros, Connie entusiastas y permanece en lo


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