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había nacido en

EL JARDÍN SECRETO I la India, en


donde, por una
No ha quedado
razón u otra,
Por nadie
enfermaba
continuamente.
Cuando Mary Su padre
Frances
Lennox se fue a había sido
Hodgs
vivir con su tío a empleado del
on
Misselthwaite Manor, gobierno inglés y
Burnet
todos decían sus obligaciones
t
que era una niña de eran innumerables. Su
aspecto muy madre, una mujer
desagradable; y de gran belleza,
era cierto. En su sólo se preocupaba
cara delgada se de asistir a las
reflejaba una más alegres fiestas.
expresión amarga. Su Ella no quería
cuerpo era flaco y tener una niña;
pequeño; su pelo, de por eso, cuando Mary
color amarillo, era nació, la entregó
fino y escaso; su al cuidado de
rostro era una aya a quien
también pálido, dio a entender
quizás porque que, para servir
bien a la Mem convertido en un despertó muy
Sahib debía ser tiránico y malhumorada. Se
mantenerla alejada egoísta. La joven enfadó aún más al
de su presencia. institutriz inglesa ver a su lado a
contratada para una sirvienta que no
Así, esta niña
enseñarle a leer y era su aya.
irritable, débil y
escribir le tomó
feúcha estuvo —¿Por qué has
tal antipatía que a
siempre lejos de su venido? —preguntó—
los tres meses
madre. Ella sólo . Yo no quiero
dejó su trabajo.
recordabahaber que te quedes.
Otro tanto ocurrió
visto a su Envíame a mi
con las institutrices
alrededor las caras aya.
que la sucedieron,
morenas de su
y si a Mary no Lamujer, que se
aya y de los
le hubiera veía asustada, sólo
demás sirvientes
interesado atinóa tartamudear
hindúes. Estos,
verdaderamente que su aya no
para que no llorara
saber lo que podía acudir.
o molestara a la
contenían los libros, Mary se enfureció de
Mem Sahib, la
ni siquiera habría tal manera que la
obedecían y le
aprendido a leer. sirvienta, cada vez
daban gusto en
más atemorizada,
todo. De esta Tenía casi nueve
sólo atinaba a
manera, al cumplir años cuando una
repetir que el
los seis años, mañana de intenso
aya no podía
Mary se había calor la niña
cuidar a la más sola; se dirigió corredor y hablaba
Missie Sahib. al jardín y con voz extraña a
comenzó a jugar un joven que
Esa mañana
bajo un árbol más parecía un
parecía haber
cerca de la muchacho. Mary
algo misterioso en
casa. sabía que era un
el aire y nada
Mientras fingía oficial recién
era como de
hacer pequeños llegado de
costumbre. Varios
ramos de hibiscos Inglaterra. La
empleados habían
rojos, su enojo niña los observó
desaparecido y
se fue fijamente, en
aquellos a quienes
intensificando, al particular a su
Mary divisó se
mismo tiempo madre, a quien
escabullían o
que murmuraba siempre admiraba
corrían con caras
por lo bajo todas cuando teníala
cenicientas y
aquellas palabras y oportunidad, puesto
asustadas. Pero
nombres que la Mem Sahib
nadie dijo nada a la
desagradables que —Mary a
niña acerca de lo
diría a su aya en menudo la llamaba
que sucedía y
cuanto volviera. así— era una mujer
tampoco su aya
alta, delgada y
fue a verla. A De pronto,
muy hermosa, de
medida que escuchó a su
grandes y
avanzaba la madre. Ella había
sonrientes ojos.
mañana, Mary se salido al
Sus finas ropas
sentía cada vez
parecían flotar y semanas que usted de la cabeza a
a Mary le hacía debería haberse los pies.
el efecto que dirigido a las
—¿Qué pasa?
siempre estaban montañas.
¿Qué
cubiertas de encajes.
La Mem Sahib sucede? —
Pero esa mañana
se retorció las preguntó la
sus ojos no
manos. señora
sonreían; al
—¡Ya sé que lo Lennox.
contrario, se veían
grandes y asustados debiera haber —Alguien ha
mientras, con hecho! —exclamó—. muerto —respondió
expresión implorante, Sólo me quedé el joven—. Usted
se alzaban hacia para asistir a no me dijo que
el joven oficial a esa estúpida fiesta. había estalladoentre
quien habló ¡Qué tonta fui! sus sirvientes.
con voz trémula: En ese —¡No lo sabía!
—¿De verdad, es momento se —gritó la Mem
tan seria la escuchó un fuerte Sahib—. ¡Venga
situación? —la y prolongado conmigo! ¡Venga! —
oyó decir Mary. lamento que dijo, y corrió
provenía de las hacia el interior
—Muy grave —
habitaciones de los de la casa.
contestó el joven—
sirvientes. Mary
. Terrible, señora A partir de
empezó a temblar
Lennox. Hace dos ese momento los
hechos se pánico se muchos enfermos y
sucedieron en extendió por la hasta ella
forma terrible y, ciudad porque en llegaban misteriosos
por fin, Mary casi todos los y extraños
comprendió el hogares había sonidos. En un
misterio de la víctimas de la momento se deslizó
mañana. Se había enfermedad. hasta el
declarado una violenta desierto comedor en
En medio de
epidemia de cólera donde quedaban
la confusión y el
y las personas restos de comida. El
desconcierto del
morían por cientos. desorden de las
día siguiente, Mary se
El aya se había sillas y platos
escondió en su
indispuesto durante indicaba que, por
habitación. Como
la noche y su alguna razón,
nadie se acordó
muerte fue la alguien los había
de ella, quedó en
causa del empujado al
la más completa
lamento de los levantarse de
ignorancia de los
sirvientes. Antes improviso. La
graves sucesos
de finalizar el niña comió algunas
que ocurrían en la
día, fallecieron frutas y galletas
casa. Durante
otros empleados, y, como tenía
muchas horas
y los que aún sed, bebió un
estuvo sola y a
quedaban vivos vaso de vino dulce
intervalos durmió y
huyeron presas que estaba allí, a
lloró. Únicamente
del terror. El medio consumir.
sabía que había
Luego, sintiéndose absoluto. No se embargo, pensaba, si
adormecida, volvió escuchaban voces habían mejorado
a encerrarse en ni pasos. Mary seguramente alguien
su dormitorio. Los pensó que quizás la recordaría y
gritos que oía a los enfermos se volvería a
lo lejos y el habrían mejorado y buscarla.
ruido de pasos todos los
Pero no llegó
precipitados la problemas estaban
nadie y
asustaban, pero el ya solucionados. Se
mientras seguía
vino le provocó preguntó entonces
tendida en su
tanto sueño quién cuidaría de
cama, la casa
que pronto ya no ella ahora que su
parecía cada vez
pudo mantener los aya había muerto.
más silenciosa.
ojos abiertos. Se Probablemente le
Repentinamente
recostó y por buscarían otra. No
escuchó algo que se
largas horas lloró, pues no
arrastraba bajo la
durmió profundamente era una niña afectiva
estera. Se dio
sin saber lo y jamás se
vuelta y vio
que pasaba a su preocupaba de los
deslizarse una
alrededor. demás. Pero estaba
pequeña serpiente
asustada y
Cuando que la observaba
también resentida
despertó, se quedó con ojos que
porque nadie se
tendida mirando parecían joyas.
acordaba de su
hacia la pared. Mary no se asustó
existencia. Sin
El silencio era pues sabía que
ese pequeño animal que entraban en la pie. Los dos
no le haría casa hablando en hombres vieron a
daño. Al voz baja. Nadie una pequeña y
contrario, más bien salió a recibirlos y fea niña con el
parecía querer parecía que ellos entrecejo fruncido
salir cuanto antes de mismos abrían porque estaba
la habitación. Y, puertas y las empezando a
en efecto, poco volvían a cerrar. tener hambre y
después se deslizó a sentirse abandonada.
—¡Qué desolación!
bajo la puerta y Uno de los
—oyó decir Mary—.
desapareció de su primeros en
¡Y esa preciosa
vista. descubrirla fue un
mujer! Supongo
oficial a quien
"¡Qué extraño y que la niña
Mary había visto en
silencioso está todo! también, pues oí
compañía de su
—se dijo—. Es decir que había
padre. Parecía
como si en la una niña,a pesar
cansado y
casa no hubiera de que nadie la
preocupado, mas, al
nadie más que la conoce.
verla, se
serpiente y yo"
Cuando unos sorprendió de tal
Casi al mismo minutos más tarde manera que dio un
tiempo escuchó abrieron la puerta salto hacia atrás.
unos pasos que se de la habitación
—¡Barney! —
acercaban. Eran de Mary, ella se
gritó—. ¡Que Dios
pasos de hombres encontraba de
nos ampare! ¡En un
lugar como sus compañeros—. manera, Mary
éste hay una niña! ¡Se olvidaron de descubrió que ya no
¿Quién eres? ella! teníapadre ni madre.
Habían muerto
—Soy Mary Lennox —¿Por qué se
durante la noche
—dijo la niña, olvidaron de mí? —
y los habían
enderezándose. preguntó Mary
sacado rápidamente
Ella pensó que el golpeando el
de la casa. Los
hombre era muy suelo con el
sirvientes que
mal educado al pie—. ¿Por qué no
sobrevivieron
llamar la casa de viene alguien?
abandonaron el
su padre "¡un
El joven llamado lugar sin
lugar como
Barney la miró acordarse para nada de
éste!"—. Me quedé
con pena y Mary la existencia de la
dormida cuando se
pensó que había Missie Sahib.
enfermaron de
parpadeado como Esta era la razón
cólera y recién
para librarse de por la cual la casa
he despertado. ¿Por
una lágrima. parecía tan quieta.
qué no vinieron a
—¡Pobre pequeñita! Era verdad que allí
buscarme?
—exclamó—. No no se encontraban
—¡Es la niña más que Mary y la
ha quedado
que nadie serpiente.
nadie que
conocía! —exclamó
pueda venir.
el hombre
volviéndose a De esta extraña
y repentina
II Mary parte a continuarían estancia en casa
Inglaterra haciéndolo. Como del pastor inglés,
era una niña adonde la habían
ensimismada, al conducido, sería
Como Mary apenas
encontrarse sin corta. No le
conocía a su
familia centró gustó el lugar.
madre, era difícil
más que nunca su El pastor era
que le tuviera
interés en su pobre y tenía
mucho cariño; y
propia persona. Su cinco hijos más o
ahora que ella no
mayor menos de la
existía, no le
preocupación era misma edad que
hacía falta.
saber si en la peleaban
Seguramente una
casa en la que continuamente entre
niña mayor se
iría a vivir sí. Además, Mary
habría inquietado
encontraría gente odiaba el
al quedar sola,
amable que le desorden que había
pero Mary era muy
dieratodo lo que en la casa. Se
pequeña. Además,
ella pidiera, como comportó en forma
estaba
sucedía en tiempos tan desagradable
acostumbrada a
de su aya y de que, a los dos
tener a su
los sirvientes días, los niños ya
alrededor personas
hindúes. no querían jugar
que cuidaban de ella
con ella.
y dio por Desde un
descontado que comienzo, ella Al finalizar la
supo que su semana, uno de los
niños le dijo y se tapó los pero Mary le quitó
que había oídos para no la cara.
escuchado a escuchar nada más
Esprobable que si
sus padres decir sobre el asunto.
sus padres se
que la llevarían a
En los días hubieran interesado
Inglaterra a casa de
que siguieron ella en ella, Mary habría
su tío Archibald
pensó mucho en aprendido a
Craven. La noticia la
su futuro en comportarse con
alegró, a pesar
casa de su tío. Sin quienes la
de que no sabía
embargo, el día en rodeaban. Pero la
nada acerca de él.
que le anunciaron indiferencia con
—Mis padres que navegaría a que siempre la
dicen que vive en Inglaterra, fingió trataron y el
una enorme y no interesarse por lo mismo hecho de
desolada casa de que decían. Su que muchas
campo — dijo el actitud desconcertó personas ni siquiera
niño—. No recibe a la familia conocieran su
visitas y del pastor. La existencia habían
tampoco quiere señora procuró marcado su
ver a nadie. Es mostrarse carácter.
un jorobado horrible. cariñosa con la
Mary efectuó la
niña e incluso
—No lo creo — largatravesía hasta
quiso darleun
respondió Mary; le Inglaterra al cuidado
beso de despedida,
volvió la espalda de una señora
inglesa que llevaba entusiasmó la venían a la
a sus hijos al niña. mente preguntas
colegio. En Londres que antes nunca
Entretanto Mary
la esperaba la se le habían
sentía enorme
señora Medlock, ocurrido. Se
curiosidad por
ama de llaves preguntaba por
saber detalles
del señor Craven, qué, a diferencia de
acerca de su tío
en cuya compañía otros niños,
y sobre la
haría el viaje sus padres jamás le
casa adonde se
hacia el campo. habían demostrado
dirigían. ¿Qué
La señora cariño. Sólo contaba
clasede lugar
Medlock era una con los sirvientes,
sería? ¿Le
mujer corpulenta, comida y vestidos,
gustaría? ¿Qué era
de mejillas rojas y pero a nadie le
ser jorobado? Ella no
vivos ojos negros. importaba ella.
conocía a
A Mary no le
ninguno o quizás Al subir al tren
simpatizó, lo
no existían en la que las llevaría al
que no era de
India. campo, Mary se
extrañar, porque en
sentó en una
general no le Desde que Mary
esquina del
gustaba ninguna vivía en casas
compartimiento
persona. A su ajenas y no
con expresión
vez, al ama de contaba con su
aburrida y
llaves tampoco le aya, se sentía muy
preocupada. No
sola. A menudo le
teníanada para leer,
por lo que juntó cansada de señor Craven está
sus pequeñas y observarla, el muy orgulloso de su
enguantadas manos ama de llaves propiedad y la
sobre la falda. habló con voz quiere aunque de
Su vestido negro la dura, pero una manera más
hacía verse animadamente. bien melancólica. La
aún más amarilla casa, situada al
—Supongo que
que de costumbre borde del
debo prevenirla—dijo—
y su pelo claro páramo, fue
. La llevo a un
sobresalía flácido construida hace
lugar bastante
bajo su negro seiscientos años.
extraño.
sombrero. Tiene cerca de
Mary no cien habitaciones,
"Pocas veces he
contestó y la aunque la
visto a una niña de
señora Medlock se mayoría está cerrada
aspecto tan
desconcertó ante la con llave. Hay
malhumorado",
aparente indiferencia valiosas pinturas y
pensó la señora
que demostraba la hermosos muebles
Medlock. Ella no
niña.Luego de antiguos que han
estaba
una pausa, estado allí por
acostumbrada a
continuó: años. A su
ver que niñas de
—En cierto alrededor se
la edad de Mary se
modo es un extiende un enorme
sentaran rígidas y
lugar grandioso, parque con flores
quietas sin hacer
pero deprimente. El y árboles cuyas
nada. Al fin,
ramas en sentía y el comentario de
ocasiones rozan la continuó muy quieta. una persona mayor.
tierra. Su aparente ¿Es que no le
indiferencia era interesa?
La señora
una de las
Medlock hizo —La verdad es
características más
una pausa y que no importa
desagradables de su
repentinamente si me
temperamento.
dijo: interesa o no
—Bueno —dijo —dijo Mary.
—Pero no hay
la señora
nada más. —Tiene razón
Medlock—.
—repuso la señora
Sin querer, ¿Qué le
Medlock—. No
Mary había parece?
entiendo por qué la
escuchado. La
—No lo sé — han traído a
descripción de la
contestó la vivir a
casa le interesó,
niña—. No Misselthwaite Manor,
puesto que difería
conozco esa a no ser que
de todo cuanto
clasede para el señor
ella había
lugares. Craven sea la
conocido hasta el
solución más
momento. Además, lo La explicación
sencilla. Él no se
nuevo siempre la hizo reír a la
molestará por usted,
atraía. Pero no vieja señora.
se lo aseguro;
quiso demostrar
—¡Por favor! — jamás se ha
el interés que
exclamó—. Parece
incomodado por señora Medlock le casaba por su
nadie. contaba, la miró dinero, pero yo
con sorpresa. Jamás estoy segura de
Repentinamente se
pensó que el que no fue así.
detuvo como
jorobado fuera Cuando ella murió...
si recordara
casado. Al advertir
algo que no Mary dio un
su mirada de
debía salto involuntario.
atención, el ama de
mencionar. —Él
llaves continuó su —¡Ah, falleció! —
tiene la espalda
relato. A ella le exclamó sin
torcida —dijo,
gustaba hablar y quererlo. En ese
finalmente—.
ésta era una buena momento la niña
Eso hizo de él
manera de acortar recordó un cuento
un joven
el trayecto. que había leído.
amargado, a
Este trataba de un
pesar de su —Era una dulce
pobre jorobado y
dinero y de y preciosa mujer
de una princesa,
su enorme y él estaba
por lo que Mary
casa. Sólo dispuesto a hacer
sintió mucha
cambió cuando cualquier cosa por
pena por el señor
se casó. ella. Nadie creyó
Craven.
que esa joven se
Aun cuando —Sí, murió —
casaría con él,
Mary no quería contestó la señora
pero lo hizo. Incluso
demostrar interés Medlock—. La
hubo personas que
por lo que la muerte de su
pensaban que se
esposa lo convirtió vivir en casa de su husmear dentro de
en un hombre tío habría sido la casa, el
muy extraño. Ahora más alentadora si señor Craven no lo
no le interesan las la hermosa señora aceptará.
personas, ni quiere aún viviera.
—Yo no tengo
ver a nadie. Se
—No espere intenciones de
pasa la mayor
ver al señor husmear —dijo la
parte del tiempo
Craven, porque le pequeña Mary con
viajando, y cuando
apuesto diez a amargura. En un
está en
uno que no lo verá momento determinado
Misselthwaite se
—continuó la había sentido
encierra en el ala
señora Medlock—. compasión por su
oeste de la
Tampoco confíe en tío, pero ante las
casa y no deja
que encontrará explicaciones del
entrar más que al
personas con quienes ama de llaves
viejo Pitcher, quien
hablar. Tendrá dejó de tenerle
lo cuidó de
que jugar sola. Se lástima y pensó
niño y conoce su
le indicarán las que bien se merecía
manera de ser.
habitaciones a las lo que le había
Parecía una historia que puede entrar, sucedido.
salida de un pero el jardín es
Resentida, dio
libro y la niña suficientemente
vuelta la cara
quedó muy grande para usted.
hacia la
deprimida. La Además, no podrá
ventanilla del tren
perspectiva de deambular ni
sobre la cual mantequilla que y debemos bajar
azotaba una lluvia había comprado en del tren, aunque
gris. Ante sus ojos, el una de las todavía tenemos un
paisaje se volvía estaciones. Poco largo trayecto por
cada vez más después, la niña recorrer.
obscuro, y al volvió a
Laestación era
observarlo dormirse en su
pequeña y al
fijamente, sus rincón, arrullada
parecer ellas fueron
ojos se fueron por el monótono
las únicas
cerrando hasta caer de la lluvia
pasajeras que
que se quedó que golpeaba contra
descendieron. El
dormida. el vidrio.
jefe de la
Ya empezaba estación se acercó
a obscurecer y amablemente a
III A través el tren se había saludarlas y les
del paramo detenido cuando dijo:
sintió que el ama
—El carruaje las
de llaves la
está esperando.
Mary durmió remecía.
largamente y Frente a la
—Despierte —dijo—
sólo despertó en el plataforma las
. Ya es hora de
momento en que la aguardaba una
que abra los ojos.
señora Medlock le berlina. A Mary le
Estamos en la
ofrecía pollo, gustó mucho el
estación de Thwaite
carne fría, pan y carruaje, lo mismo
que el elegante estaba asustada, del páramo de
criado que la Mary sentía cierta Missel. Sin
ayudó a subir y aprensión ante lo embargo, para ese
que, luego de que podía entonces, estará
cerrar la puerta, sucederle en una obscuro y no
se situó junto al casa situada al podrá apreciarlo
cochero. A la borde del páramo con claridad, pero
niña también le y con cien algo logrará ver.
agradó el habitaciones, la
Laniña no hizo
confortable y mayoría bajo llave.
más preguntas. En
acolchado asiento,
Repentinamente le la obscuridad de
pero, como no
preguntó a su su rincón esperó
quería volver a
acompañante. ansiosamente sin
dormir, prefirió
despegar los ojos de
mirar por la —¿Qué es un
la ventana. A
ventana, ansiosa de páramo?
través de ella
observar el camino —Si en diez sólo podía vislumbrar
que la llevaría minutos más mira ciertos detalles
hasta ese extraño por la ventana lo del camino con los
lugar al cual se verá —contestó la rayos de luz
dirigían. El ama de mujer —. Antes de que proyectaban los
llaves se había llegar a la faroles colocados a
quedado silenciosa. casa tenemos que ambos lados
Aun cuando no recorrer unas cinco del carruaje. Luego
era tímida y no millas a través de abandonar la
estación, habían de Mary durante el —¡Eh! Seguro
cruzado un trayecto que le que ya
pequeño pueblo de pareció muy largo. llegamos al
casas páramo —dijo
Súbitamente, los
blanqueadas, en el la señora
caballos cambiaron
que se distinguían Medlock.
de paso. Ahora
las luces de la
marchaban con Los faroles
taberna. Pronto
lentitud, como si del carruaje
pasaron frente a
fueran subiendo un alumbraban con
la iglesia y la
cerro. Poco una luz amarillenta
casa parroquial y
después, incluso los el áspero camino
cruzaron una o
setos y los árboles que parecía haber
dos tiendas cuyos
desaparecieron de sido abierto entre
escaparates
la vista. Como matorrales y
exhibían juguetes,
Mary no percibía pequeños arbustos, y
dulces y una
nada, excepto la que su superficie se
gran variedad de
densa obscuridad extendiera hacia
artículos. Al dejar
que la rodeaba, se el infinito.
el pueblo, se
inclinó hacia Mientras tanto, el
encontraron en la
adelante presionando viento soplaba
carretera a cuyos
su cara contra el produciendo un
lados sólo se
vidrio. En ese sonido salvaje e
veían setos y
momento, el impetuoso.
árboles. Nada más
carruaje se
despertó el interés
sacudió.
—Esto no es el lo fuera —dijo que producían
mar, ¿verdad? —dijo Mary. extraños sonidos. El
Mary, volviéndose camino subía y
—Es el viento
hacia su bajaba y en
que sopla a
compañera. varias ocasiones el
través de los
coche cruzó
—No, no lo es matorrales —dijo
pequeños puentes
—contestó el la señora Medlock—
bajo los cuales
ama de llaves—. Ni . A mí me
corría el agua
es campo, ni parece salvaje y
vertiginosamente.
montañas; sólo monótono, pero
Mary teníala
millas y millas para muchas
impresión de que el
de tierra yerma personas este lugar
camino no
en la cual nada es muy hermoso,
terminaría nunca,
crece, excepto el especialmente cuando
y que el ancho y
brezo, el tojo y florece el brezo.
desolado páramo
la retama. Aquí
Por largo era un extenso
viven sólo algunos
tiempo siguieron su océano que
mampatos y
camino en medio cruzaban a través
ovejas.
de la obscuridad de una seca franja
—Siento una y aunque la lluvia de tierra.
sensación como si se detuvo,
—No me gusta.
estuviera en medio alrededor del
De verdad no
del mar; al menos carruaje silbaban
me gusta —se
suena como si ráfagas de viento
dijo, apretando
firmemente sus impresión de una formada por
delgados labios. largabóveda. curiosos y
macizos paneles de
Al fin, después de Al salir de esa
robleadornados
subir una pequeña obscura avenida se
con enormes clavos
loma, atisbaron encontraron en un
y rematados de
una luz. El ama de gran espacio abierto.
barras de fierro.
llaves suspiró El coche se
Penetraron al
profundamente detuvo frente a
vestíbulo.
con alivio. una inmensa casa no
muy alta, que parecía Una débil luz
Poco más tarde,
extenderse daba una sensación
el carruaje
alrededor de un irreal a los
traspasaba las
patiode piedra. En rostros de los
rejas del parque;
un comienzo, retratos que
pero aún quedaban
Mary pensó que la colgaban de la
dos millas por
casa estaba a pared y a las
recorrer antes de
obscuras, pero, al armaduras que lo
llegar a la
bajar del adornaban. Mary
casa. El camino
carruaje, divisó prefirió no mirarlos.
de entrada estaba
una pequeña luz en De pie sobre el
bordeado de altos
una ventana del suelo de piedra,
árboles cuyas
segundo piso. la niña se veía
ramas se
más pequeña y
entrecruzaban en la Lagran puerta de
exigua que nunca
cima y daban la entrada estaba
y ella, por su
parte, se sentía —Lo que se fuego encendido
perdida e espera de usted, y la cena servida
insignificante. señora Medlock — sobre la mesa.
dijo el señor
Un hombre El ama de llaves
Pitcher—, es que
pulcro y delgado le dijo sin
trate de no
esperaba cerca ningún
molestar al señor
del empleado que les miramiento:
y que él no
abrió la puerta.
tenga que mirar —Bien, aquí la
—Deberá llevarla lo que no quiere dejo. Esta
a su habitación ver. habitación y la
—dijo con voz que sigue son el
Luego de estas
ronca a la lugar donde usted
palabras, Mary Lennox
señora Medlock—. Él vivirá. Y, ¡no
fue llevada al
no quiere verla, olvide!, no debe
segundo piso a
porque parte moverse de ellas.
través de una ancha
mañana a
escala. Después de Así fue como
Londres.
recorrer un largo Mary Lennox llegó a
—Muy bien, señor pasadizo, subir unos Misselthwaite Manor.
Pitcher —contestó peldaños y Nunca en su
el ama de llaves— atravesar varios vida se había
. Siempre puedo corredores, llegó sentido más
actuar bien cuando ante una puerta contrariada.
sé lo que se abierta. Adentro la
espera de mí. esperaban el
fantásticamente Martha, la
vestidas y, al joven
IV Martha
fondo, aparecían las mucama, se
torres de un enderezó y
A la mañana castillo. Al mirarlas, respondió:
siguiente, Mary Mary sintió la
—Es el
despertó al impresión de que
páramo. ¿Le
escuchar el ruido ella también
gusta?
que hacía una formaba parte de
joven mucama al la escena. A —No —dijo
limpiar la parrilla través de la Mary—. Lo
de la chimenea. ventana vio un odio.
Por unos minutos la paisaje sin árboles —Eso le sucede
observó; luego que se extendía porque no está
inspeccionó la hacia lo alto y acostumbrada a él
habitación. Jamás que parecía un —replicó Martha,
había visto un mar violáceo e volviendo a la
dormitorio tan interminable. parrilla—. Ahora le
tenebroso y raro. parece grande y
—¿Qué es eso? —
Las enormes paredes desolado. Pero algún
preguntó
estaban cubiertas de día le gustará.
apuntando
tapicerías bordadas,
hacia la —¿Le gusta a
en las que bajo los
ventana. usted? —
árboles se veían
inquirió Mary.
algunas personas
—¡Oh, sí! Claro saltando y muchacha si
que me gusta — cantando. ¡Por ningún ella la tratara
contestó Martha motivo viviría así. Martha era
alegremente, lejos de aquí! una joven regordeta
mientras continuaba y sonrosada,
Mary la
puliendo la con cara de buena
escuchaba
parrilla—. ¡Me persona; pero, al
perpleja. Los
encanta! A mí no mismo tiempo,
sirvientes en la
me parece tenía aspecto
India eran muy
desolado. Veo en él decidido y era
diferentes a Martha.
miles de cosas; bien posible que no
Jamás hablaban así
además, tiene un se dejara
a sus amos. Se
perfume muy maltratar por una
les ordenaba
agradable. Es niña y que, incluso,
trabajar y jamás
precioso en le pegara si
preguntaban el
primavera, lo ella no se
porqué. Ella nunca
mismo en el comportaba bien.
había dicho a
verano cuando el
un sirviente "por —Usted es
brezo florece y
favor", ni tampoco una mucama
huele a miel. Hay
"gracias"; además, muy rara —dijo
tanto aire fresco
acostumbraba Mary,
que el cielo se ve
maltratar a su altaneramente.
muy alto. Entretanto,
aya. Ahora se
las ovejas hacen Riendo, sin
preguntaba qué
travesuras perder su buen
haría esta
humor, Martha se señor Pitcher Martha siguió
sentó sobre los y de la restregando la
talones con la señora Medlock, parrilla.
escobilla en la nadie lleva las
—Soy la
mano. riendas de la
mucama de la
casa. Al
—¡Eh! Ya lo sé señora Medlock —
señor Craven
—dijo—. Si dijo con firmeza—.
no le interesa
hubiera una Y ella, a su vez,
lo que sucede
señora en lo es del señor
aquí y,
Misselthwaite, Craven. Pero en
además,
seguramente no algunas ocasiones
generalmente
se me habría seré su mucama,
está de viaje.
permitido ser aunque estoy
Mi puesto se
una de las segura de que no
lo debo a la
mucamas. necesitará
bondad de la
Sólo me habrían demasiada ayuda.
señora
dado trabajo en
Medlock. —¿Pero quién
el lavadero. Sé
me ayudará a
que no soy —¿Va a ser mi vestirme? —
muy bien mucama? —preguntó preguntó Mary.
educada, pero Mary, con la
esta casa misma voz —¿Es que no
tampoco es imperiosa que usaba puede vestirse
corriente. Con en la India. sola? —dijo
excepción del Martha
mirándola paseo, como si Mary se sentó
fijamente. fueran títeres. furiosa en la
cama.
—¡Por cierto —Es diferente en
que no! —contestó la India —dijo —¡Qué! —
Mary indignada—. Mary desdeñosamente, exclamó—. ¿Pensó
Jamás lo he aunque casi no que yo era
hecho. Naturalmente, podía tolerar lo una nativa?
mi aya era quien que oía. ¡Hija de cerdos!
me vestía.
Pero Martha no Martha la miró
—Bueno, ya es se abrumaba muy colorada.
tiempo de que con facilidad.
—¿A quién
aprenda —dijo
—¡Eh!, no dudo de cree que está
Martha sin darse
que debe ser insultando? —dijo—
cuenta de su
diferente —contestó . Esta no es la
insolencia—. No
con simpatía—. Es forma como se
hay duda de que le
probable que eso se comporta una
hará muy bien. Mi
deba a la enorme señorita; además no
mamá dice que
cantidad de gente debe molestarse
algunos hijos de
de color que vive por lo que he
señores son tontos,
allí. Cuando supe dicho. Créame, no
porque tienen
que usted venía tengo nada en
empleados que los
de la India, contra de la
bañan, los visten
creí que era de gente de color,
o los llevan de
color. jamás he visto
uno. Esta mañana, de pronto nada. Le pido
cuando entré a horriblemente sola, perdón; pero,
encender el fuego, lejos de todo lo que por favor, deje de
me acerqué en había sido su llorar.
puntillas a su vida y de los
El tono amistoso y
cama y con cuidado que la conocían. Se
consolador de la
levanté la sábana tiró boca abajo
joven mucama
para mirarla bien. sobre las
tuvo buen efecto. Al
Ahí estaba usted almohadas y
poco rato Mary dejó de
tan blanca como empezó a sollozar
llorar y se
yo, aunque su tan
quedó quieta.
cara tiene un color desesperadamente,
Martha la miró
bastante amarillo. que la buena
con verdadero alivio.
Martha, un poco
Mary ni siquiera
asustada y llena de —Ya es hora de
trató de
compasión, se levantarse —le
controlar su
acercó a la dijo luego—. La
rabiay su
cama y le señora Medlock
humillación.
dijo: me ordenó traerle
Estaba furiosa, la bandeja con su
—¡Eh!, no llore.
pero se encontraba desayuno a la
No me di cuenta
tan desamparada otra sala, que ha
de que la estaba
que, ante la sincera sido arreglada
disgustando. Tal
mirada de la especialmente para
como usted dijo, yo
mucama, se sintió usted. Ahora
no sé nada de
levántese y la Craven ordenó a Martha,
ayudaré con los la señora acostumbrada a
botones que, estoy Medlock que la abotonar a sus
segura, es lo comprara en hermanitas, jamás
único que no Londres. Él no se había encontrado
puede hacer quiere verla de con una niña que se
sola. negro vagando mantenía inmóvil
como alma en para que la
Cuando por fin
pena por la casa, vistieran, como si no
Mary decidió
la que se vería tuviera pies ni
levantarse, observó
aún más triste de manos.
que los vestidos
lo que es. Mi
que Martha sacó —¿Por qué no se
madre, que
del ropero para pone usted misma
siempre sabe lo
ella no eran los los zapatos? —
que se debe hacer,
que había usado preguntó a Mary,
opina que tiene
al llegar. cuando ella
toda la razón; a
extendió el pie.
—Esos no son ella tampoco le
mis vestidos — gusta el negro. —Mi aya lo
dijo—. Los míos hacía —dijo
—Yo también
son negros. Mary, mirándola
odio las cosas
fijamente—; ésa
—Esta es la negras —dijo
era la costumbre.
ropa que deberá Mary.
ponerse —contestó Continuamente
Martha—. El señor usaba esas mismas
palabras en la niña.Pero ella era un comienzo, no
India, pues sabía sólo una rústica se interesó por la
que, al decirlas, se joven de la charla familiar y
acababan las región de bondadosa de la
discusiones. Mas Yorkshire,educada en joven; sólo
ahora se daba una cabaña con un gradualmente fue
cuenta de que en enjambre de fijando en ella su
Misselthwaite Manor hermanos que atención.
le enseñarían aprendían desde
—¡Si usted los
nuevas cosas, muy jóvenes a
viera! —decía
como colocarse los cuidar de sí
Martha—. Somos
zapatos y los mismos. Por su
doce, y mi
calcetines, o parte, si Mary
padre gana
levantar las Lennox hubiera
dieciséis chelines a
prendas esparcidas sido una niña
la semana. Mamá
por el suelo. Si dispuesta a
tiene que hacer
Martha hubiera entretenerse, habría
milagros para dar a
sido una mucama reídode la soltura
mis hermanos su
bien entrenada, con que Martha
platode avena.
probablementehabría hablaba de sus
Como ellos juegan
asumido una actitud cosas. En cambio,
y se revuelcan
más sumisa y la escuchaba
todo el día en el
respetuosa y muy sorprendida
páramo, mamá
habría ayudado por las libertades
dice que el aire los
mucho más a la que se tomaba. En
engorda y que
comen pasto pesar de que viejos y
como los siempre quiso tener tenebrosos cuadros
mampatos. Mi uno. Así, empezó a y alrededor había
hermano Dickon interesarse por pesadas sillas de
tiene doce años y Dickon como roble. Sobre la
tiene su propio jamás se había mesa, al centro
mampato. interesado por de la sala, la
nadie, y éste esperaba un
—¿De dónde lo
fue el comienzo de suculento desayuno;
sacó? —preguntó
un sentimiento mas, como era
Mary. —Lo
muy beneficioso una persona de
encontró en el
para la niña.Al escaso apetito,
páramo. Cuando
pasar a la miró con indiferencia
era pequeñito se
habitación el platoque Martha
hicieron amigos y
contigua para tomar le ofrecía.
ahora lo sigue
el desayuno, vio
e incluso deja —No quiero —
que en la sala
que se suba sobre dijo.
que, según Martha,
él. Dickon es
habían —¿Que no quiere
muy amable con los
transformado para su platode
animales y ellos lo
ella, no había avena? —
quieren mucho.
nada con lo que un preguntó
Mary jamás niño pudiera incrédula Martha.
había tenido un entretenerse. De las —No.
animal regalón, a paredes colgaban
—Quiere decir tienen sus ¡Cómo me gustaría
que no sabe lo estómagos llenos. que Dickon o
buena que es. Si Están siempre mis otros
lo desea, puede tan hambrientos hermanos tuvieran
agregarle un poco de como los jóvenes esta rica avena en
melaza o azúcar. halcones o los sus estómagos!
zorros.
—No lo quiero —¿Y por qué no
—repitió Mary. —Yo no sé lo se la lleva?
que es tener —inquirió Mary.
—¡Eh! —dijo la
hambre —dijo
mucama—. No —No es mía —
Mary, con la
puedo permitir respondió firmemente
indiferencia
que se pierda la Martha—. Además,
que da
buena comida. Si hoy no es mi
mis hermanos la ignorancia. día de salida.
estuvieran en su Voy a mi casa
Martha la miró
lugar, ya se la sólo una vez al
indignada.
habrían comido. mes. Entonces ayudo
—¡Le haría a mi mamá
—¿Por qué? —
muy bien saberlo! — con la limpieza y
preguntó
dijo con claridad—. así ella puede
fríamente la
Yo no tengo tener un día de
niña.
paciencia con la descanso.
—¡Por qué! — gente que sólo se
Mary tomó
repitió Martha—. sienta y mira la
solamente un
Porque casi nunca buena comida.
poco de té y —Bueno, si no —Tendrá que ir
comió una quiere ir fuera, sola —contestó—.
pequeña tostada tendrá que Pronto aprenderá
con mermelada. quedarse aquí y no a jugar como
veo en qué podrá los niños que no
—Abríguese y
entretenerse. tienen hermanos.
salga a jugar
Por ejemplo, Dickon
afuera —le dijo Laniña miró a su
pasa horas
Martha—. Le hará alrededor y
jugando a solas
bien y volverá con reconoció que no
en el páramo.
apetito. había nada con
Así fue como se
qué jugar. Al
Mary se asomó hizo amigo del
preparar las
a la ventana. mampato.
habitaciones, la
Vio jardines, También tiene una
señora Medlock no
senderos y oveja que lo
pensó en buscar
grandes árboles, reconoce y pájaros
entretenciones para
pero el día estaba que comen de su
niños. Sin lugar
lóbrego y mano. Aunque
a dudas era
ventoso. tenga hambre,
preferible salir afuera
—¿Ir fuera? siempre aparta
y ver el jardín. —
¿Por qué debo unas migas para
¿Quién irá
salir en un sus regalones.
conmigo? —preguntó.
día como Martha la quedó Sin darse
éste? mirando. cuenta, el oír
mencionar a
Dickon fue lo la joven al que nadie entrara
que decidió a enseñarle el jardín. nunca más en él.
Mary a salir. En el Vaciló un Ese día cavó un
jardín habría momento y hoyo y enterró la
pájaros, aun cuando agregó—: Uno de los llave. Ahora
no así mampatos jardines está perdóneme, la
ni ovejas. Pero los cerrado. En diez señora Medlock me
pájaros serían años, nadie ha está llamando.
diferentes a los de entrado en él.
Al quedar a
la India y se Sin querer, Mary le
solas, Mary tomó
entretendría preguntó:
el camino hacia
mirándolos. Martha le
—¿Por qué?... los arbustos sin
entregó el abrigo,
Otra puerta dejar de pensar en
el sombrero y un
cerrada, además de el jardín al
par de botas
las innumerables que nadie podía
resistentes y le
habitaciones de entrar. Se
indicó la forma
esta extraña casa. preguntaba si
de llegar a la
aún quedarían flores
planta baja y así —El señor
vivas en él. Al
poder salir al Craven la mandó
poco rato de
jardín. cerrar cuando su
caminar encontró
señora murió
—En verano amplios prados y
tan repentinamente.
hay flores, pero en tortuosos senderos de
Era su jardín y
este momento nada ha bordes recortados.
él no quiso
florecido — comentó Había numerosos
árboles, espacios Mary no conocía los de aspecto con el
vacíos y jardines ingleses no verdor del verano.
macizos de hojas sabía que se
En ese
perennes recortados acercaba al huerto
momento, un
en diversas formas. en donde se
hombre de edad
Vio también una cultivan verduras y
con una pala al
gran pileta, en frutas.
hombro atravesó la
cuyo centro se
Al fondo de la puerta. Miró muy
encontraba una
pared destacaba sorprendido a la
vieja fuente de la
una puerta verde niña y se tocó la
cual ya no
y, al atravesarla, gorra a manera
manaba agua.
Mary descubrió de saludo. Su
Sin duda, éste no
que se sucedían, expresión era arisca,
era el jardín
uno tras otro, varios como si no
prohibido.Pero,
jardines amurallados estuviera contento de
¿cómo se podía
en donde se verla. Ella, por su
impedir la entrada
cultivaban árboles parte, al sentirse
a un jardín?
frutales y observada, adoptó
Mientras verduras e, incluso, su habitual
pensaba en ello, vio algunas de éstas expresión
al final del sendero bajo campanas de malhumorada.
algo que pareció vidrio. A ella no
—¿Qué lugar es
una gran pared le gustó el
éste? —
cubierta por una lugar, pero pensó
preguntó.
enredadera. Como que quizás cambiase
—El huerto — Continuó por el jardín detrás
contestó el sendero cruzando del muro.
viejo. varios jardines Afanosamente recorrió
amurallados iguales el sendero que lo
—¿Y qué es
al primero. Al fin circundaba y
eso? —dijo
encontró una puerta buscó inútilmente
Mary,
cerrada y, como una puerta. Se
apuntando
no era tímida y quedó quieta y
hacia otra
hacía siempre lo observó las ramas
puerta verde.
que quería, la de los árboles.
—Otros huertos abrió con la Allí, posado en
—contestó el esperanza de una de las más
hombre, de descubrir el jardín altas, había un
mala manera. secreto. Se pajarito de pecho
—¿Puedo entrar encontró en medio colorado. Como si
en ellos? — de más árboles quisiera llamarla,
volvió a frutales. Vio repentinamente
preguntar Mary. entonces que, por éste comenzó a
sobre la cantar su canción
—Si lo
muralla, se de invierno.
desea..., pero no
divisaban las copas
hay nada que Ella lo
de algunos
ver. escuchó con
árboles, lo que
atención y, por
Mary no daba la impresión de
alguna razón, su
respondió. que existía otro
amistoso y alegre
silbido le produjo del pajarito hizo llave. Tampoco
una gran felicidad. La aparecer una sonrisa entendía la relación
casa de su tío, el en su agrio rostro. que pudiera existir
raso páramo y los Se quedó entre el amor
grandes y escuchándolo hasta tan grande por su
desolados jardines que voló y mujer y ese
habían contribuido desapareció tras la odio al jardín que
a que se sintiera muralla. Mary se sintió cuando
más sola que de preguntó si volvería ella murió. A su
costumbre. Si a ver a ese vez, trataba de
Mary hubiera sido pajarito que parecía imaginar cuál sería su
una niña querida vivir en el jardín actitud cuando se
por los seres misterioso. encontrara por
que la rodeaban, primera vez con su
Probablemente, la
probablementelas tío. Sabía que
enorme curiosidad
actuales ella no sería de su
que sentía por
circunstancias le agrado y
ese jardín se
habrían destrozado probablementea
debía a que no
el corazón. Mas, ella tampoco le
teníaotra cosa que
como era una agradaría él.
hacer. Una y
niña sin afectos, Seguramente, el
otra vez se
sólo la abrumaba día que lo
preguntaba cuáles
la desolación. Por conociera, se
habían sido las
eso fue que el quedaría muda
razones para que su
alegre canto frente a él,
tío enterrara la
aunque deseara con atención, pero él volvió a
más que nada no se dio por decir Mary.
preguntarle por aludido hasta
—¿Qué jardín? —
qué había actuado que ella le habló.
preguntó el hombre
en forma tan
—He estado en con voz áspera,
extraña.
los otros deteniendo un
Repentinamente
jardines —dijo. momento su trabajo.
recordó al pajarito
posado sobre la —Nadie se lo —El que se
rama del árbol. impide — encuentraal otro
contestó lado de la pared
"Estoy segura de
bruscamente el —contestó Mary—.
que ese árbol
hombre. Vi un pajarito de
pertenece al jardín
pecho rojo que
secreto —se dijo—. —También fui al
cantaba posado en
Lo rodea una muralla huerto —dijo
la copa de un
y no existe Mary.
árbol.
puerta." —Ahí no hay
Para su
Con este perro que la
sorpresa, la
pensamiento volvió muerda.
malhumorada
donde el viejo —No existe fisonomía del viejo
jardinero que una puerta cambió de
continuaba cavando. hacia el expresión. Una
Se detuvo a su otro jardín, sonrisa, que se
lado y lo observó
expandió por su
cara,la hizo darse hablando al pájaro Mary se puso
cuenta de cuánto como si lo muy contenta al
más agradables hiciera con un ver lo bonito y
eran las personas niño,le preguntó—: alegre que era
que sonreían. Ella ¿Dónde has estado, con su cuerpo
nunca lo había bandido descarado? No redondo, su pico
pensado. te he visto en delicado y sus
todo el día. ¿Es esbeltas patitas.
El jardinero se
que estás Casi parecía una
volvió hacia el
cortejando, aunque persona.
huerto, silbando
todavía no ha
suavemente. Poco —¿Viene cada
llegado la
después sucedió vez que lo
estación?
algo maravilloso. llama? —
Mary sintió el El pajarito ladeó preguntó casi en
suave aleteo la cabeza y le un susurro.
del pajarito volando miró con ojos tan
—Sí, por cierto.
hacia ellos hasta brillantes como las
Lo conozco desde
que se posó sobre negras gotas de
que era un crío.
la tierra, muy rocío. La manera
Voló de su nido,
cerca del pie como lo trataba
del otro lado del
del jardinero. el viejo le parecía
muro, y como
familiar y no
—Aquí está —dijo era aún muy débil,
sentía miedo.
el viejo riendo por algunos días no
entre dientes; y, pudo volver. Al
regresar, el resto Era extraño de la cría? —
de la cría había ver al viejo preguntó.
partido. Se mirar con
—¡Quién puede
encontró solo y orgullo y
saberlo! Los padres
volvió conmigo. cariño al
los sacan del
Así fue como pequeño
nido y se
nos hicimos amigos. petirrojo.
dispersan antes de
—¿Qué clasede Mientras el que uno se dé
pájaro es? — pajarito picoteaba cuenta. Por eso, él
preguntó Mary. trabajosamente el se sintió solo.
suelo, se paraba
—Es un Mary dio un
de vez en cuando
petirrojo —dijo el paso hacia el
a mirar a la
jardinero—. Son petirrojo, lo
niña como si la
tan amistososcomo miró de manera
estuviera estudiando
los perros y es penetrante y
y, de este modo,
por eso que nos le dijo:
pudiera conocerla
avenimos.
mejor. Mary —Yo también
Además, son muy
experimentó un estoy sola.
curiosos: mire cómo
sentimiento Antes ella no se
picotea a nuestro
extraño. había dado cuenta
alrededor. Él
sabe que estamos —¿A dónde de que este
hablando de él. voló el resto sentimiento de
soledad la enojaba
y amargaba.
Ahora, al mirar dijo Mary—. Nunca Mary Lennox jamás
a los ojos del los he tenido y había oído que
petirrojo, lo jamás he jugado alguien le dijera
entendió. con otros niños. tantas verdades.
Nunca había
El jardinero los Las personas de
pensado en cómo
observó un Yorkshire tienen el
era ella. Solamente
minuto y hábito de decir lo
ahora se
nuevamente se que piensan y el
preguntaba si
puso a cavar. viejo Ben, oriundo de
sería tan poco
la zona, dijo sin
—¿Cuál es su atractiva como el
ambages:
nombre? —le señor Weatherstaff y
preguntó Mary. —Usted y yo si, hasta antes
tenemos varias de conocer al
—Ben Weatherstaff
cosas en común. petirrojo, sería tan
—le contestó, y
No somos amarga como él.
luego agregó
agraciados, miramos ¿Realmente tenía
con agriasonrisa—:Yo
con amargura y ella mal carácter?
también me siento
podría asegurar Ante tantas dudas,
solo cuando el
que ambos se sintió
petirrojo no está
tenemos mal incómoda.
conmigo. Es el
carácter. Repentinamente se
único amigo que
tengo. Esto sí que volvió al
era hablar escuchar un claro
—Yo tampoco
claramente y batir de alas. Era el
tengo amigos —
petirrojo que, posado ¿Quieres ser mi —¿Conoce a
sobre las ramas amigo? —preguntó Dickon? —
de un manzano, de al petirrojo, como preguntó Mary,
nuevo había si hablara con una volviéndose
irrumpido en una persona—. hacia él.
canción. Al oírlo, ¿Quieres, por favor?
—Dickon vaga
Ben rio a
Esta vez ella no por estos lugares
carcajadas.
hablaba con voz y todos lo
—¿Por qué hizo imperiosa; al conocen. Las
eso? —preguntó contrario, su voz zarzamoras y las
Mary. era tan suave, campanillas de
apremiante y brezo saben
—El acaba de
persuasiva, que quién es él.
decidir que quiere
Ben Weatherstaff Incluso los zorros
ser su amigo —
quedó sorprendido. le muestran sus
replicó el
carnadas y las
jardinero—. No hay —¡Vaya! —
alondras no le
duda que le ha exclamó—. Si es
esconden sus nidos.
tomado cariño. tan encantadora
como cualquier A Mary le hubiera
—¿A mí? —
niña... Incluso diría gustado hacer
preguntó Mary,
que habla igual más preguntas,
acercándose
que Dickon con pues sentía
suavemente hacia
sus regalones del tanta curiosidad
el pajarito para
páramo. con respecto a
verlo mejor—.
Dickon como posible que de Ben siguió
por el jardín momento esté cavando y su
desierto. Pero en cortejando a cara reflejó una
ese momento, el una petirroja entre expresión tan
petirrojo terminó las ramas del insociable como
su canción y, rosal. cuando recién lo
una vez más, conoció.
—¿Rosas? ¿Hay
extendió sus
rosas ahí? — —Había una
alas y voló
preguntó Mary. hace diez años —
lejos. Había
dijo.
concluido su Ben tomó la
visita y pala y empezó —¡Es que no
ahora tenía nuevamente a hay puerta! —
otras cosas cavar. exclamó Mary—.
que hacer. Pero debería
—Las había
haber una.
—Acaba de hace diez años —
volarsobre el murmuró. —No hay puerta
muro del y nadie la ha
—Me gustaría
jardín sin visto. Además,
verlas —dijo
puerta — esto no le
ella—. ¿Dónde
exclamó Mary. concierne a usted.
está la puerta?
Ahora haga el
—El nació y Tiene que haber
favor de irse a
vive allí —dijo el alguna entrada.
jugar y no
viejo Ben—. Es ande metiendo la
nariz en donde no no le atraía salir Pocos días
debe. al jardín helado después, Mary
y ventoso, prefería despertó una
Dejó de cavar,
bajar antes mañana muy
se echó la pala al
que quedarse en su hambrienta. A la
hombro y partió
pieza, donde no hora del desayuno,
sin siquiera darle
teníanada que hacer. en vez de dar la
una mirada para
Sin que ella se acostumbrada mirada
despedirse de
percatara, de desprecio al
ella.
caminar rápido, y platode avena que le
correr por los ofrecía Martha,
senderos y la tomó la cuchara
V avenida luchando y se lo comió
contra el fuerte todo.
El llanto en el
viento, la hacía —Parece que le
corredor
olvidar el frío, a gustó el
la vez que sus desayuno —dijo
Los primeros pulmones se Martha.
días que Mary Lennox llenaban de aire
—Hoy está muy
pasó en el Manor, fresco, fortaleciendo
bueno —contestó
fueron todos su cuerpo,
la niña sorprendida
iguales. Temprano coloreando sus
también de su
en la mañana, mejillas y dando
apetito.
miraba por la brillo a sus ojos,
ventana y aunque antes tan opacos.
—Es el aire Mary no gritaba, muro que no
del páramo que la pero sí observaba tenía puerta de
está fortaleciendo y cuanto había a entrada. La
le da hambre. su alrededor. muralla, cubierta de
Siga jugando en el Vagaba de un hiedras podadas y
jardín y verá lugar a otro y muy bien mantenida,
que pronto se en ocasiones conservaba un
restablecerá y buscaba a Ben trecho de hojas
perderá ese color Weatherstaff, a obscuras que daba la
amarillento. pesar de que, al impresión de haber
verla acercarse, sido olvidado por el
—Yo no juego
parecía estar jardinero. Pocos
—dijo Mary—.
siempre ocupado o días después de su
No tengo
ponía cara de primera conversación
con qué jugar.
pocos amigos. con Ben, la niña
—¡Que no tiene Incluso tomaba la estaba observando
con qué jugar! — pala y cavaba, el muro cuando
exclamó Martha—. como si lo un soplo de
Mis hermanos juegan hiciera a viento movió
con palos y propósito para no una rama y vio
piedras o corren hablarle. brillar algo rojo y
y gritan brillante. Posado en
El lugar
mostrando las la parte alta y
preferido de Mary
cosas que van con la cabeza
era el sendero
descubriendo. inclinada hacia
alrededor del alto
ella, se encontraba que el viento y El petirrojo, muy
el petirrojo de el sol están satisfecho, cantaba
Ben. espléndidos hoy? y silbaba a su
¿Por qué no vez. Por fin, el
—¡Oh! —gritó—.
saltamos juntos? pajarito extendió
¿De verdad
¡Vamos, hazlo! sus alas y,
eres tú?
bruscamente, voló a
Mary empezó a
Habló con toda la cumbre del
reír, y mientras el
naturalidad, dando árbol siempre
petirrojo volaba a
por descontado cantando con fuerza.
cortos trechos
que el pajarito la
sobre el muro, Al oírlo, Mary
entendía y aún
ella corría a la recordó la primera
más, que éste le
par que él. Por un vez que lo vio
respondería. El
momento, la posado sobre el
petirrojo le
delgada, cetrina y árbol tras el
contestó gorjeando y
feúcha Mary se muro. En esa
brincando sobre el
transformó en oportunidad ella
muro. Mary
una niña preciosa. estaba en la
pensaba que aun
huerta; en cambio
cuando no se —¡Me gustas!
ahora se
expresaba con ¡Me gustas mucho!
encontraba en el
palabras, entendía lo —gritó, imitándolo,
sendero que corría
que decía. al mismo tiempo
paralelo al muro.
que cantaba y
—¡Buenos días! Pero desde ambos
trataba de silbar.
¿No te parece puntos, tras la
muralla se veían Caminó Por otra parte, en
los mismos observando la India hacía
árboles. cuidadosamente el tanto calor que, en
muro en toda su general, no
"El petirrojo
extensión, sin deseaba moverse; en
vive en el jardín
encontrar puerta cambio, el frío
al que no se
alguna. del páramo le
puede entrar —
estaba limpiando las
se dijo—. ¡Cómo "Es muy extraño
telarañas de su
me gustaría —pensó—. Ben
joven cerebro y,
conocerlo!" Weatherstaff dijo
poco a poco,
que no había
De inmediato todas las cosas
puerta y es así;
corrió al lugar que la rodeaban
pero hace diez años
en donde había comenzaron a
existía una
estado la primera llamar su
entrada, puesto
mañana y alcanzó a atención.
que el señor
ver al petirrojo en
Craven enterróla Pasó el día
el momento en
llave". entero al aire
que éste abríasus
libre y cuando
alas para salir Se interesó
esa noche se
volando. tanto en este
sentó a comer
problema que ya no
"¡Es el jardín, tenía hambre, y se
lamentaba tener
estoy segura sentía somnolienta
que vivir en
de ello!", y muy a gusto.
Misselthwaite Manor.
murmuró. Ni siquiera se
molestó por la cuando recién ambos cuidaban las
cháchara de Martha; llegué aquí. flores, pues ningún
al contrario, le jardinero podía
—¿Por qué lo
agradaba y se entrar en él.
odia? —volvió
preparaba para Cerraba la puerta
a preguntar
hacerle una y los dos
Mary.
pregunta cuando permanecían ahí,
terminara de cenar. Martha trató de leyendo o
distraer a la conversando. Ella,
—¿Por qué el
niña hablando de que era una joven
señor Craven
otras cosas delgada, solía
odia el jardín?
pero, ante su sentarse en la
—preguntó.
insistencia, le rama de un
Con su contó todo lo viejo árbol sobre
acostumbrada que sabía: el cual trepaban las
sencillez, Martha se rosas. Un día,
—La verdad es
sentó junto a esa rama se
que si no fuera
la niña al calor quebró y la
por ese jardín el
del hogar. señora cayó y se
señor no sería
—¿Todavía piensa tan extraño como hirió tan gravemente
en el jardín? es. Era el jardín que el accidente
Sabía que le que la señora causó su muerte.
sucedería. A mí formó apenas se El señor quedó
me pasó lo mismo casó. A ella le desesperado y los
gustaba mucho y doctores temieron
que se volviera y teníaapetito. alguien lloraba muy
loco o que Descubrió también lejos, pero dentro
también muriera. que, por primera de la casa. Se
Esa es la razón vez, sentía volvió hacia
por la cual odia el compasión por Martha y
jardín y no alguien. preguntó:
permite que nadie
Junto con —¿Oyó llorar?
entre o hable
escuchar cómo
de él. Repentinamente
silbaba el viento,
Martha se
Mary no hizo oyó algo más. No
confundió.
más preguntas. sabía lo que
Mientras miraba el era, porque en un —No —contestó—
fuego, escuchaba principio apenas . Es el viento.
cómo silbaba y distinguía ese sonido. A veces suena
rugía el viento. Era muy curioso, como si alguien
Se sentía bien como si en gimiera por sentirse
pensando en las algún lugar perdido.
cosas buenas llorara un niño; —Pero escuche —
que le habían pero, en dijo Mary—. Es
sucedido desde ocasiones, alguien en la
que llegara a también el viento casa, en uno de
esa casa: llora.Siguió los corredores.
conversaba con el escuchando y, al
En ese
petirrojo, corría poco rato, Mary estuvo
momento en el
contra el viento segura de que
piso bajo se abrió puerta con Martha, pues la
una puerta y llave. Al niña,al mirarla
una ráfaga de mismo tiempo fijamente, tuvo la
viento cruzó por el se escuchó impresión de que
corredor abriendo que alguien ella no estaba
violentamente la cerraba otra diciendo la verdad.
puerta de la puerta de un
habitación en golpazo. Luego
que se todo quedó en
encontraban. Ambas calma, incluso VI
saltaron de sus por un momento el En verdad,
asientos, en el viento dejó de alguien lloraba
instante en que se rugir.
apagaban las luces
—Es el viento Al día siguiente
y el llanto se
—dijo Martha amaneció lloviendo
escuchaba más
tercamente—, o torrencialmente.
claro que nunca.
quizás, la Desde la
—¡Escuche! —dijo ayudante de cocina ventana, Mary apenas
Mary—. Le dije que ha estado podía distinguir el
que alguien está todo el día con páramo, casi oculto
llorando, y es un dolor de muelas. por la neblina y
niño. las nubes. No
Pero algo
Martha corrió a preocupaba y podría salir.
cerrar la molestaba a
—¿Qué hacen en muerto, lo llevó a —Si yo tuviera
su casa en un casa metido entre un zorrito o un
día como sus ropas para cuervo podría
éste? — calentarlo. Ahora jugar con ellos —
preguntó a vive con nosotros dijo Mary —. Pero no
Martha. junto con varios tengo nada.
animales más.
—Tratamos de no Martha la miró
molestar a mamá Lejos habían perpleja.
—contestó quedado los días en
—¿Es que no
Martha—. Los que Mary se ofendía
sabe tejer o
mayores juegan en por los relatos de
coser?
el establo y, en Martha. Ahora, en
cuanto a Dickon, cambio, no sólo la —No—contestó la
él, con buen o interesaban, sino niña.
mal tiempo, sale que se apenaba —¿Puede leer?
igual a recorrer el cuando terminaban.
—Sí.
páramo. En días de Especialmente le
lluvia descubre atraía todo lo —¿Entonces,
cosas que no ve referente a Dickon, por qué no lee o
en otras ocasiones. además de estudia su
Un día encontró un considerar muy gramática? Es lo
zorrito medio agradable la suficientemente
ahogado en un personalidad de la mayorcita como
hoyo. Como la madre. para hacerlo.
madre había
—No tengo pasaba los días contrario, no daba un
libros — sentada en su paso sin su aya y,
contestó Mary—. confortable salón. en más de una
Los que tenía En esta extraña ocasión, esta
quedaron en la casa, las continua compañía la
India. personas casi no se había cansado.
veían. Ahora, en cambio, no
—Es una pena —
sólo estaba
dijo Martha—. Si Martha la
aprendiendo a
solamente la ayudaba y servía
vestirse sin ayuda,
señora Medlock la las comidas, pero
sino que también
dejara entrar a la ningún otro
pasaba la mayor
biblioteca... Hay allí empleado se
parte del día a
miles de libros. preocupaba de
solas.
ella. El ama de
Mary no
llaves iba a De pie frente
preguntó dónde se
verla cada dos o a la ventana
encontraba la
tres días, pero no le esperó durante
biblioteca.
preguntaba qué diez minutos a
Repentinamente pensó
hacía durante el que Martha terminara
que trataría de
día. Mary suponía de limpiar la
encontrarla por sí
que esa era la parrilla y se
misma. No le
forma de educar a retirara. Pensaba en
importaba lo
los niños la biblioteca,
que dijera la señora
ingleses. En la aunque ésta no le
Medlock, pues ella
India, al interesaba
mayormente, puesto Cruzó puertas y dónde estarían
que había leído más puertas. De las ahora. Atrajo
pocos libros; paredes colgaban especialmente su
pero recordando las pinturas con atención el retrato
cien habitaciones de obscuros paisajes, de una niña de
la casa se pero la mayoría rostro poco
preguntaba qué eran retratos de agraciado que posaba
encontraría en señores y señoras muy rígida; usaba
ellas, si pudiera con extraños trajes un vestido de
entrar. y elegantes brocado y
vestidos. Jamás sostenía sobre un
¿Habría
pensó que podían dedo un loro verde.
verdaderamente
existir tantos Sus ojos la
cien habitaciones?
retratos juntos. La observaban con
Quizás podría
niña los miraba mirada aguda y
contarlas, lo que ya
con atención y le ansiosa.
sería una buena
parecía que los
entretención para —¿En dónde
personajes, a su
ese día. vives? —dijo
vez, la observaban
Mary dirigiéndose al
Salió de su a ella. También
retrato—. ¡Cómo
habitación y había varios
me gustaría que
empezó su retratos de niños de
vivieras aquí!
recorrido. Un pelo largo, Mary se
pasadizo comunicaba preguntaba cómo Era una
con el siguiente. se llamarían y mañana muy
extraña. A Mary le segundo piso se le muebles con
parecía que era el ocurrió a Mary incrustaciones que le
único ser viviente intentar abrir las recordaron los
en esta enorme y puertas. La que había visto en
tortuosa casa. mayoría estaba la India. Desde
Tanta soledad le con llave, tal una de las anchas
hacía pensar como le había ventanas se
que ella era la dicho la señora dominaba el páramo
primera persona Medlock, pero de y sobre la
que atravesaba pronto una se chimenea había
esos largos e abrió. La niña otro retrato de la
interminables sintió miedo al niña poco agraciada,
corredores. El hecho ver que la puerta que ahora parecía
de que se cedía observarla con
hubieran construido pesadamente a su mayor intensidad
tantas habitaciones impulso, aunque sin que antes.
significaba que en dificultad. Se
"Quizás éste
un momento todas encontró en medio de
fue su dormitorio
estaban ocupadas. un gran dormitorio
—se dijo Mary—. Me
Ahora, al verlas cubierto de tapices
incomoda la forma
vacías, a Mary le bordados que
en que me mira".
parecía difícil colgaban de la
creerlo. pared. Diseminados De ahí en
en la habitación adelante abrió
Únicamente al
había algunos muchas otras
llegar al
puertas hasta una cabecita que se asustarían", se
que se sintió asomaba con ojos dijo.
cansada y pensó asustados. Empezaba a
que, con toda cansarse de tanto
Se acercó
seguridad, existían caminar, por lo
lentamente y
cien habitaciones, que decidió volver
descubrió un
aunque no las a su dormitorio.
ratoncito gris. Este se
había contado. En su Pero no fue fácil. En
había comido
peregrinar por la dos o tres
parte del cojín
casa no encontró a ocasiones perdió el
para instalar a
ningún ser camino al torcer
sus seis hijos que
viviente, pero en equivocadamente
dormían encogidos en
una pieza vio por algún
el nido. Al verlos
algo. Acababa de corredor. Cuando
Mary pensó que
cerrar la puerta por fin llegó al
por lo menos allí
de un armario piso donde estaba su
había siete
cuando sintió un habitación se
ratoncitos que no se
crujido casi dio cuenta de
sentían solos.
imperceptible que la que todavía se
hizo saltar. Al "Me los llevaría
encontraba lejos de
mirar hacia el a mi
ella y no sabía
sofá que estaba al habitación si
con exactitud cómo
lado de la no fuera
la encontraría.
chimenea divisó, en porque se
uno de los cojines,
—Creo que me he un gemido de furiosa y un
equivocado niño descontento. manojo de llaves
nuevamente — en las manos.
"Se oye más
murmuró Mary, al
cerca que anoche —¿Qué hace aquí?
observar lo que
—pensó Mary; su —le gritó tomándola
parecía el final de
corazón latía del brazo y
un corto
rápidamente —. No empujándola fuera—.
pasadizo cuya pared
hay duda: alguien ¿No le dije que no
estaba cubierta
llora." debía salir de
por un tapiz—. No
sus habitaciones?
sé qué camino Inadvertidamente,
tomar; todo está posó su mano —Al doblar en
tan silencioso. sobre la el corredor me
tapicería y ésta se equivoqué de
Repentinamente,
movió, camino —explicó
algo rompió la
sobresaltándola. El Mary—. Estabaperdida
calma. Era un
tapiz cubría una cuando escuché
llanto, pero no
puerta abierta a que alguien lloraba.
exactamente como el
través de la
que había En ese
cual continuaba el
escuchado la momento odiaba
corredor. En ese
noche anterior. al ama de
momento vio a la
Amortiguado por las llaves, pero
señora Medlock
paredes, llegó hasta luego la
que se acercaba a
ella más bien como odió aún más.
ella con expresión
—Usted no ha amo debiera haber En dos
oído nada que se buscado a una ocasiones había
le parezca — gobernanta, como escuchado el
dijo el ama de dijo que haría. llanto y estaba
llaves—. Y ahora Sin duda, usted convencida de
vuelva de necesita que se la que descubriría
inmediato a su vigile de cerca. quién lloraba.
dormitorio o Yo tengo otras Durante la
le daré un cosas que hacer. mañana se había
bofetón. enterado de muchas
Salió golpeando
Casi cosas y sentía
la puerta detrás
empujándola, la como si hubiera
suyo mientras Mary,
llevó por el hecho un largo
pálida de rabia,
corredor hasta y entretenido
se sentaba al
que, por fin, viaje: había jugado
borde de la
bruscamente la con algunos
chimenea. No
hizo entrar en su adornos en las
lloró, pero le
habitación. habitaciones vacías
rechinaban los
y había
—Y ahora — dientes.
encontrado a los
dijo— se —¡En verdad, pequeños ratoncitos en
quedará aquí,como alguien estaba el cojín de
se le ha llorando! ¡Era terciopelo.
indicado, o la verdad! —dijo.
encerraremos. El
VII La llave tan azul y que el —Yo creí que en
del jardín páramo podía Inglaterra
tomar un siempre llovía
delicado color y estaba
Dos días más
azulado. obscuro —dijo
tarde, al abrir los
Mary.
ojos, Mary se sentó —¡Claro! —dijo
muy derecha en la Martha muy —No, por
cama y dijo a animada—. Por el supuesto que no —
Martha: momento la repuso Martha—.
tormenta ha pasado; Cuando sale el
—¡Mire hacia el
cada año sucede lo sol, la región de
páramo!
mismo durante Yorkshire es el
Terminada la esta época. lugar más
tormenta de lluvia, Desaparece en asoleado del mundo.
tanto la neblina una noche como Le dije que al
como las nubes si pretendiera poco tiempo le
grises desaparecieron demostrar que gustaría el
barridas por el nunca estuvo y páramo. Espere a
viento, que ya no que no volverá. Es que florezca, y va
soplaba, y un la primavera que a querer
cielo azul y brillante está por llegar, levantarse al
enmarcaba el aun cuando todavía amanecer y pasar
páramo. Mary jamás falta un buen tiempo. todo el día fuera,
soñó que podía como lo hace
existir un cielo Dickon.
—¿Podré algún Mientras pulía la —Aunque no la
día ir hasta su parrilla, la conozco, me
casa? —preguntó mucama pensaba gusta su
ansiosamente Mary, que en la carita mamá —dijo
mientras miraba de la niña ya no Mary.
ese azul que se se veía la
Martha se sentó
perdía en amargura del primer
sobre sus talones
lontananza. Era un día. Ahora, en
con expresión
color maravilloso, cambio, al igual
perpleja mientras se
celestial, que ella que sus hermanas, su
frotaba la punta
nunca había rostro reflejaba un
de la nariz con el
visto. enorme deseo de
dorso de la
conseguir lo que
—No lo sé — mano. Luego
quería.
repuso Martha—. dijo rotundamente:
Hay cinco millas —Hoy, como es
—La verdad es
de camino hasta mi día de salida,
que no me
nuestra casa y podré ir a mi
extraña; toda la
usted no está casa y le
gente la estima,
acostumbrada a preguntaré a mi
la conozcan o no.
usar sus piernas. mamá. Ella
Ella es una mujer
siempre encuentra
—A pesar de de muy buen
una solución
todo, me carácter, sensible y
acertada.
gustaría trabajadora. Por mi
conocerla. parte, cuando
atravieso el páramo ¿qué pensará Dickon lo pensé
camino a casa, de usted? antes.
salto de alegría de
—No le gustaré Al oír esto, Martha
sólo pensar que
—dijo Mary hizo una pequeña
estaré con ella.
con voz fría y mueca como si
—También me dura—. No le recordara algo
gusta Dickon, gusto a personal. Luego
aunque nadie. dijo:
tampoco lo
Martha la miró —Hace algún
conozco —
asombrada. tiempo, mi mamá
agregó Mary.
me hizo esta misma
—Y usted,
—Bueno —dijo pregunta. Nos
¿se gusta a sí
Martha encontrábamos en
misma? —le
resueltamente—. Ya el lavadero y yo
preguntó realmente
le dije que los estaba de mal
interesada en oír
pájaros, los conejos, humor por lo
su respuesta.
las ovejas y los que hablé mal de
mampatos e Mary vaciló y, algunas personas. Mi
incluso los zorros luego de madre se volvió
lo quieren. Me pensarlo, y me dijo: "¡Miren
pregunto —agregó, contestó: la arpía! Hablando
mirándola —No, realmente mal de unos y de
pensativamente—, no. La verdad otros. ¿Y qué
es que nunca me dices de ti?
¿Acaso te espacio recostada tierra —contestó
gustas?". sobre una nube. el jardinero,
Más tarde fue al mientras seguía
Esto me hizo reír y
huerto en donde cavando—. Ya
de inmediato entré
trabajaba Ben junto está lista para hacer
en razón.
a dos jardineros. crecer azafranes,
El saber que El cambio de narcisos y otras
Martha no estaría tiempo parecía plantas bulbosas.
en la casa ese haberle hecho ¿Las conoce?
día hizo que Mary se bien pues le habló
—No, porque en
sintiera más sola amablemente.
la India
que nunca. Salió
—Ya llega la después de las
rápidamente al
primavera. lluvias hace mucho
jardín y sólo se
¿Puede olería? calor y todo está
sintió algo más
muy mojado. Creo
animada luego de Mary olfateó y
que hay plantas
dar diez vueltas a pensó que
que crecen durante
la fuente. El sol realmente
la noche.
hacía que todo se olía.
viera diferente. —Aquí no crecen
—Puedo oler
Mary miró varias durante la noche
algo agradable,
veces hacia el —dijo Ben—.
fresco y
cielo tratando de Tendrá que esperar
húmedo —dijo.
imaginar cómo sería que, poco a poco,
el flotar por el —Esa es la aparezca una punta
riqueza de la
aquí y otra allá; Ben indignado—. —El jardín
que una hoja abra Sin contar las del viejo rosal —dijo;
hoy y otra, más personas, él conoce no podía dejar
tarde. Tendrá cada planta y de preguntar pues
que observarlas cada rama del tenía ansias de
crecer. —Claro que lo jardín. Lo que saber—. ¿Todas las
haré —contestó sucede es que él flores murieron o
Mary. no ha visto algunas renaceránen
jovencitas como verano? ¿Quedan
Poco después
usted y está todavía rosas?
oyó el susurro de
tratando de
las alas del —Pregúntele a
averiguar cómo
petirrojo que, muy él —dijo Ben
es, así es que no
vivaracho y animado, señalando al
trate de engañarlo.
brincaba cerca de petirrojo—. En los
sus pies. Ladeó la —¿También están últimos diez años,
cabeza y la creciendo las plantas es el único
miró con tanta malicia en el jardín que lo ha visto.
que ella le donde él vive?
Laniña se alejó
preguntó a Ben —quiso saber Mary.
lentamente
Weatherstaff:
—¿Qué jardín? — pensando que hasta
—¿Cree que gruñó Ben con poco tiempo atrás,
me recuerda? expresión en general a
malhumorada. ella no le gustaba
—¡Que si la
la gente. Ahora,
recuerda! —exclamó
en cambio, desde Escuchó un si conversaran.
que se sentía gorjeo a su Mary lentamente se
atraída por el izquierda y vio aproximó a él y
jardín, quería al que el petirrojo trató de imitar su
petirrojo, a quien pretendía picotear la canto.
consideraba como tierra tratando de
¡Pensar que el
a una persona, a insinuarle que no la
pajarito la dejaba
Dickon y a la había acompañado
acercarse sin temer
madre de Martha. hasta allí; pero
nada de parte de
En verdad era un ella sabía muy bien
ella! Mary se sentía
buen número. que el pajarito la
tan feliz que casi no
había seguido.
Al fin llegó al podía respirar. El
sendero que —¡Me recuerdas! petirrojo, que saltaba
circundaba el —gritó, casi buscando gusanos, se
muro cubierto de temblando de posó de pronto
hiedra sobre el felicidad—. ¡Verdad sobre tierra
cual se veían las que sí! Eres recién removida
copas de los precioso. por un perro que
árboles. Al quería hacer
Ella le habló
recorrerlo por salir a un topo de
persuasivamente
segunda vez, le su madriguera.
mientras él, a su
sucedió algo Mary miró hacia
vez, brincaba y
verdaderamente ese lugar y, en
movía la cola
extraordinario. medio de la
gorjeando como
tierra, vio algo
que parecía un otros. Por eso
anillo de hierro ella quería conocerlo.
VIII El perirrojo
o bronce oxidado. También era posible
que mostró el
Al agacharse a que hubieran
camino
recogerlo se dio sucedido cosas
cuenta de que extrañas. Pero lo que
era algo más que un Durante mucho más la atraía
anillo: era una rato se quedó era la idea de
vieja llave que, a mirando y dando poder ir allí
juzgar por su vueltas a la cada día, encerrarse
aspecto, había llave. ¿Sería la y jugar a solas,
estado enterrada del jardín sin que nadie
durante largo cerrado? Y si supiera dónde
tiempo. encontraba la estaba. El
puerta, ¿podría aislamiento en
Mary la recogió
entrar y ver lo que vivía en esa
y la miró
que había detrás enorme casa, en
con expresión
del muro? la que no había
casi asustada.
¿Existiría el viejo nada con qué
—Quizás ha rosal? Ese jardín entretenerse,
estado enterrada había estado activaba su cerebro
por diez años — cerrado durante y despertaba su
murmuró—. ¿Será tantos años, imaginación.
la llave del jardín? que teníaque ser Mary puso la
diferente a los llave en su bolsillo
y caminó la casa con la pájaros empezaban
lentamente por el llave y decidió que a levantarse y
sendero, con la cada vez que saliera los conejos
vista fija en la la llevaría consigo correteaban por
hiedra que cubría por si algún ahí. Esta vez no
el muro. La día encontraba la hice todo el
hiedra la puerta. trayecto a pie,
desconcertaba, pues un hombre me
Laseñora
pues, aunque la trajo en su carreta.
Medlock permitió a
observó fijamente, ¡Me encantó el
Martha alojar
no vio nada más paseo! Mamá
esa noche en su
que tupidas y estaba feliz de
casa, mas a la
brillantes hojas verme y juntas
mañana siguiente
verdes. Se sentía cocinamos y
volvió muy
muy desilusionada, a lavamos la ropa de
animada y con las
la vez que renacía la familia.
mejillas más
su antiguo espíritu También hice unos
sonrosadas que
rebelde al panecillos con azúcar
nunca.
observar la copa de rubia para los
los árboles del —Me levanté a niños.
jardín amurallado, las cuatro de la
En la tarde,
tan cercanos pero mañana —dijo—. El
cuando la familia
tan lejanos, pues no páramo estaba
estaba reunida
podía llegar a precioso al
junto al fuego
ellos. Volvió a amanecer. Los
y ella y su
madre remendaban habré contado merodeaba por
la ropa y los muchas cosas York!
calcetines, Martha más. Estoy segura
—La India es
les había hablado de que les
muy diferente a
de la niñita llegada gustará saber
Yorshire —dijo
de la India. cómo se
suavemente la
anda en elefante
—Les gustó niña. Reflexionó
o en
mucho saber de unos instantes y
camello, o
usted —dijo a luego preguntó—:
sobre los oficiales
Mary—. Querían Y a Dickon y
que salen a
conocer hasta los a su mamá,
cazar tigres.
menores detalles: ¿les interesó saber
cómo eran los —¡Por supuesto! cosas de mí?
nativos y del Estarán encantados —¡Por supuesto!
barco en que —exclamó Los ojos de Dickon
vino, pero yo no Martha—. ¿De verdad casi se salían de
sabía mucho... que me contará, sus órbitas —
Por un señorita Mary? contestó Martha—. En
momento Mary ¡Será tan cambio, mi mamá
reflexionó; estupendo como quedó preocupada
luego dijo: antes, cuando se al saber que
relataban historias usted está tan
—Antes de sobre la bestia sola. Dijo que alguien
que vuelva a salvaje que debería encargarse
su casa le
de enseñarle y de escondido bajo el "¡Mamá, mira!,
acompañarla. delantal. tiene cuerdas de
También me hizo saltar con mangos
—¡Qué le parece!
ver cómo me rojo y azul".
—dijo—. Le
sentiría yo, Entonces mamá
traje un regalo.
vagando a solas buscó en su
por esta enorme —¡Un regalo! — bolsillo hasta
casa, sin que exclamó Mary—. encontrar dos
nadie se ¿Cómo es posible peniques y me
ocupara de mí. Le que una familia de dijo: "Tengo muchos
prometí que yo catorce personas gastos, pero como
trataría de pueda hacer me has traído tu
animarla. regalos? sueldo, le
—Esta mañana compraré a la
Mary la miró
llegó hasta nuestra niñita una cuerda
largay
casa un vendedor de saltar". Y
atentamente.
ambulante con aquí la tiene.
—Pero si ya
ollas y sartenes. Muy orgullosa la
me da ánimos.
Mamá no tenía sacó de debajo
Me encanta
dinero para del delantal. Era
oírla hablar.
comprarlas pero, una cuerda firme
Martha salió del cuando el y muy bonita,
dormitorio y vendedor ya se pero Mary la miró
volvió poco iba, una de mis perpleja sin saber
después con algo hermanas gritó: qué pensar. Jamás
había visto una. — preguntándose qué —¡Es estupendo!
¿Para qué sirve? estaba haciendo —exclamó—. Su
—preguntó llena de esta extraña joven mamá es muy
curiosidad. frente a ellos. amable. ¿Cree
Pero Martha no los que podré aprender
—¡Cómo! ¿Me va
veía. Mientras saltaba a saltar como
a decir que en la
hasta llegar a usted?
India tienen
cien, se sentía
camellos y —Debe tratar —
encantada ante la
elefantes y no la urgió Martha
expresión de interés y
tienen cuerdas de entregándole la
curiosidad que se
saltar? Míreme y cuerda—. En un
reflejaba en la
le mostraré. comienzo no podrá
carita de Mary.
saltar hasta
Corrió al centro
—Cuando tenía cien, pero si practica
de la habitación
doce años, llegué podrá hacerlo.
y tomando un
hasta quinientos, Mamá dice que le
mango en cada
pero ahora estoy hará muy bien saltar,
mano empezó a
más gorda y he y que una cuerda
saltar, saltar y
perdido la práctica es el mejor
saltar, mientras
—dijo al juguete que un
Mary la observaba.
detenerse. niño puede tener.
Parecía que también
Ella quiere que
los rostros de los Mary se levantó
salte al aire libre
retratos la muy excitada.
para que se le
miraban con estupor
robustezcan las
piernas y los gracias! —dijo hermana, me habría
brazos. muy rígida. No estaba besado.
Sin duda, acostumbrada a
Mary la miró
cuando Mary empezó agradecer y ni
más rígida
a saltar, sus siquiera se daba
que nunca.
piernas y brazos cuenta cuando las
personas hacían —¿Quiere que la
no tenían mucha
algo por ella—. bese?
fuerza. Pero no le
importó hacerlo Gracias —repitió, y Martha rio
mal, sólo quería le dio la mano nuevamente.
seguir saltando. Se porque no sabía
—¡No, por
puso su abrigo y, qué otra cosa podía
supuesto que
con la cuerda hacer.
no! Y ahora
bajo el brazo, Martha estrechó su salga a
abrió la puerta. mano torpemente, jugar con su
En esto se volvió como si cuerda.
despacio hacia tampoco estuviera
Mary se sintió
Martha, como si acostumbrada a
molesta. Las
repentinamente se esta clasede cosas.
personas de
hubiera acordado de Luego rio.
Yorkshire actuaban en
algo.
—¡Eh! —dijo—. forma extraña y
—Martha, esto es Esto es costumbre ella no entendía
parte de su de viejas. Si bien a Martha, a
salario. ¡Muchas hubiera sido mi pesar de que
ahora le mismo tiempo cuerda —dijo
gustaba, lo que no que hablaba al Mary—. Estoy
sucedía cuando petirrojo que empezando y sólo
recién la brincaba a su puedo contar
conoció. alrededor. Ella hasta veinte.
continuó saltando
Lacuerda de —Entonces
confiada en que él
saltar era continúe —dijo
la vería y, en
maravillosa. Ella Ben—. La cuerda
efecto, Ben la
contó y saltó, es estupenda
miró con curiosidad.
saltó y contó para la gente joven.
hasta que sus mejillas —¡Bueno, quién Mire cómo la
se colorearon. lo diría! — observa el
Nunca había exclamó—. petirrojo. Ayer la
estado tan Después de todo, acechó y hoy
contenta. El sol tiene sangre joven en continúa haciéndolo.
resplandecía y las venas en Quiere saber en
una leve brisa soplaba vez de leche qué consiste saltar
trayendo oleadas de agria. El saltar la cuerda, puesto
tierra recién con la cuerda ha que no lo había
removida. Siguió coloreado sus visto antes. La
saltando por el mejillas. ¡Jamás lo curiosidad lo
jardín hasta hubiera creído! perderá si no
llegar a la anda con cuidado.
—Nunca había
huerta donde
saltado con una
Ben cavaba, al
Mary continuó —Ayer encontraste atención de la niña
saltando alrededor la llave y hoy porque no estaban
del jardín. debes mostrarme podadas como las
Finalmente llegó al la puerta, aunque demás. Mary,
sendero que tanto no creo que sepas que se había
la atraía y dónde está. acercado al
quiso probar si petirrojo, vio que
Mary Lennox
podía llegar al repentinamente
había escuchado
final sin parar. algunas hiedras se
a su aya contar
Pero, antes de la balanceaban hacia un
muchas historias
mitad, teníatanto lado. Con gran
sobre magia, por
calor que casi sin rapidez, ella saltó
eso pensó que lo
resuello se vio hacia adelante y
que sucedió a
obligada a cogió la rama.
continuación no
detenerse; sin Bajo la hiedra vio
teníaotra explicación.
embargo, había un pomo
contado hasta Una fuerte redondo que, hasta
treinta y esto la ráfaga de viento entonces, había
teníamuy contenta. El sopló a través estado cubierto
petirrojo, que la del sendero, agitólas por las hojas.
seguía, la saludó ramas de los Era el pomo de
con un gorjeo. Al árboles y una puerta.
verlo, la niña le removió las hiedras
Mary empujó las
dijo riendo: trepadoras que
hojas hacia un
habían llamado la
lado. La hiedra
caía suelta como años atrás! Sacó la contra la puerta,
una cortina, aunque llave de su bolsillo miró a su
algunas hojas se y la encajó. alrededor mientras
habían introducido Dio vuelta a la respiraba muy rápido
entre la madera llave y, aun cuando casi ahogada por la
y el fierro. El tuvo que hacerlo emoción y el
corazón de Mary con ambas manos, asombro que le
latía fuertemente la puerta se produjo su
mientras sus manos abrió. Miró hacia descubrimiento.
temblaban por la atrás para ver si
¡Estaba en el
emoción y la venía alguien, pero
jardín
alegría. Entretanto, parecía que jamás
secreto!
el petirrojo, tan iba nadie hacia
entusiasmado como ese lado del jardín.
ella, gorjeaba y
Respiró
brincaba de lado a IX La más
profundamente,
lado con su extraña de
echó hacia atrás
cabecita inclinada. las casas
la cortina de
¿Qué era esto
hiedra, empujó la
que tocaban sus
puerta, que se
manos? Era el lugar
abrió con
más encantador y
¡Era la lentitud, y la
misterioso que
cerradura de la atravesó, cerrando
hubiera podido
puerta que había tras de sí. Con la
encontrar. En él
sido cerrada diez espalda apoyada
había una enorme enlazado unos con cuanto ella había
variedad de rosas. otros visto con anterioridad.
Algunas trepadoras componiendo arcos
—¡Qué tranquilo
cubrían los altos de ramas secas,
está!—susurró—.
muros con tupidos por lo que Mary se
¡Qué quieto!
y enmarañados preguntó si volverían
tallos. También en a florecer. Estas Esperó un
el suelo ramas grises momento y
cubierto de pasto que se esparcían escuchó el silencio
sobresalían grupos como un manto que la rodeaba.
de arbustos que, nebuloso sobre Incluso el petirrojo
con toda murallas, árboles y posaba inmóvil
probabilidad, habían pasto, formaban sobre la copa de
sido rosales. Otros una maraña un árbol, sin ni
crecían muy alto, y misteriosa que siquiera mover las
los más cubrían los hacía del jardín alas; sólo miraba a
árboles con sus un lugar aún Mary.
ramas formando más escondido. —No me extraña
verdaderas cortinas Mary siempre pensó que esté tan quieto
oscilantes que daban que este jardín —susurró
al lugar un sería muy distinto, nuevamente—. En
carácter extraño y a pero en realidad diez años soy la
la vez maravilloso. teníaun aspecto primera persona
Aquí y allá, algunos completamente que ha hablado
rosales se habían diferente a todo aquí.
Se alejó de la de estas cuatro quería cubierto de
puerta pisando paredes, que en el rosas.
con suavidad, como resto de la
Como teníaconsigo
si temiera propiedad o en el
la cuerda de
despertar a alguien. páramo. A medida
saltar, decidió
que Mary avanzaba, el
—¿Habrán muerto recorrer saltando los
petirrojo la seguía
todas las senderos de pasto
brincando y
plantas? ¿Será que aún existían y
gorjeando como
éste un jardín detenerse cuando
si quisiera
quieto y sin quisiera ver algo. En
mostrarle el lugar. El
vida? cada rincón podía
jardín le parecía
—murmuró. distinguir montones de
extraño y le
hojas bajo las
Con seguridad daba la sensación de
cuales había
Ben Weatherstaff estar a cientos
piedras cubiertas de
habría podido de millas del resto
musgo que servían
contestarle; ella, en del mundo; pero no
de asiento. De
cambio, sólo veía se sentía sola. Su
repente vio cómo,
ramilletes grises y única
entre las hojas,
cafés, o ramas preocupación era
sobresalían de la
que no mostraban saber si las
negra tierra
señales de vida. rosas volverían a
algunas puntas
El sol brillaba florecer. Ella no
verdes muy
aun con mayor quería un jardín
afiladas, lo que la
intensidad dentro sin vida; lo
hizo recordar lo
que Ben había innumerables brotes —Ahora ya
dicho. más. pueden respirar —
—Si hay dijo—. Haré lo
—Después de
pequeños brotes es mismo con los
todo no es un
posible que sean otros y si no
jardín muerto —
azafranes o alcanzo hoy, volveré
dijo—. Incluso, si
narcisos — susurró, mañana.
las rosas no
mientras se florecen, otras Inconscientemente,
agachaba para oler la plantas lo harán. sonreía mientras
fragancia de la trabajaba con
Ella no sabía
tierra mojada. entusiasmo
nada sobre
—Quizás hay desmalezando todo lo
jardines pero, sin
otros brotes que podía. Por su
embargo, pensó
—dijo—. Daré parte, el
que los pequeños
una vuelta petirrojo parecía
brotes que
para ver. encantado al ver
intentaban salir a
que esta niñita
Dejó de saltar la luz no tenían
cavaba la tierra
y caminó sitio suficiente para
desenterrando comida
lentamente con los crecer. Con un
para él.
ojos fijos en el palo puntiagudo
suelo. Su sacó malezas y Tan entretenida
entusiasmo pasto dejándoles estaba que, sin
aumentó al espacio. darse cuenta, se
descubrir que había atrasó para el
almuerzo y quedó saber lo bien ocurría una nueva
muy sorprendida al que le ha hecho idea.
advertir que había saltar con la
—¡Dickon! ¡Él
trabajado más de cuerda —dijo.
puede hacer
dos horas.
En el jardín crecer flores en
—Volveré esta Mary había una muralla de
tarde —dijo descubierto una ladrillos! Mi mamá
mirando su nuevo raíz blanca que dice que las hace
reino y parecía cebolla y crecer con sólo
hablando a los aprovechó de murmurarles cuando
árboles y a las preguntar a Martha todavía están bajo
rosas como si qué era. tierra.
pudieran oírla.
—Son bulbos — —¿Cuántos años
Martha se sintió contestó Martha—. De viven los
muy contenta al ellos crecen lindas bulbos? ¿Viven
verla llegar con las flores en sin que nadie
mejillas sonrosadas primavera. Dickon los ayude? —
y los ojos brillantes. plantó varios en preguntó Mary
Además, se sirvió nuestro jardín. ansiosamente.
dos porciones de —Ellos se ayudan
—¿Entonces Dickon
carne y dos de a sí mismos.
conoce los bulbos?
budín de arroz. Esta es la razón
—preguntó Mary
—Mi mamá mientras se le por la que la
estará feliz al gente pobre puede
tenerlos. Si no se —¿Para qué —Este es un
les destruye, toda desea una lugar tan grande
una vida trabajan pala? — y aislado —dijo
bajo tierra preguntó lentamente, como
esparciéndose y Martha—. ¿Quiere si pensara las
reproduciéndose. cavar? palabras a medida
que hablaba—.
—¡Cómo deseo Mary miró el
Todo es solitario,
que llegue la fuego pensando
tanto la casa
primavera! — que debía ser
como el jardín.
exclamó Mary—. cuidadosa si quería
Además, hay tantos
Quiero ver todo lo mantener su reino
lugares cerrados. En
que crece en en secreto. Aun
la India yo no
Inglaterra. cuando estaba
hacía demasiadas
segura de que no
Terminado el cosas pero, al
le hacía daño a
almuerzo se menos, había
nadie, sabía que si
sentó junto gente a quien
el señor Craven
a Martha al mirar. Observaba
se enteraba, se
lado de la a los nativos, o
enojaría y le
chimenea. a los soldados
quitaría la llave.
—Me gustaría marchando, o las
Sólo la idea de no
tener una bandas de música.
volver a entrar
pequeña pala — También mi aya me
en el jardín le
dijo la niña. contaba historias.
era insoportable.
Aquí con excepción de
usted y de —¡Qué cantidad de firmes como
Ben Weatherstaff, no cosas sabe su para trabajar con
tengo con quién mamá! ellas.
hablar. Pero ambos
—Claro —dijo —¡Tengo más
deben trabajar y
Martha—. Ella dice: que eso en mi
no me hablan a
"Una mujer que billetera! —dijo
menudo. Creo que si
cría doce hijos, Mary—. Antes de
tuviera una pala
aprende algo más llegar tenía algo de
podría cavar, y
que leer y dinero y la
si consiguiera
escribir". señora Medlock
unas semillas, tendría
me da un chelín
un jardín. —¿Cuánto cuesta
a la semana a
una pala
La cara de nombre del señor
pequeña? —
Martha se Craven. No sabía
preguntó Mary.
iluminó. en qué gastarlo.
—Bueno —dijo
—¡Pero si eso —¡Eso sí que es
Martha
fue lo que dijo mi riqueza! ¡Vaya,
reflexionando—. En
mamá! Que hay por lo menos
una de las tiendas
tanto espacio él se acordó
de la aldea de
que bien podrían de eso! —
Thwaite venden un
darleun pedacito y exclamó
juego de jardín
así plantar aunque Martha—. Con
por dos chelines. Y
fuera perejil o ese dinero
me parecieron lo
rabanitos. puede
suficientemente
comprar lo —Sí —contestó —Yo tengo —
que quiera. Mary. dijo Martha—. Iré
Pero se me a buscarlo.
Martha movió la
ocurre algo —
cabeza. Mientras Martha
agregó poniendo las
corría en busca
manos en —Dickon sólo
del papel, Mary,
sus caderas. puede leer letras
de pie frente a
impresas. Escríbale y
—¿Qué? —dijo la chimenea, se
pídale que le
ansiosamente retorcía las manos
compre las
Mary. de puro gusto.
herramientas y las
—En la tienda semillas. —Si consigo
de Thwaite venden una pala —
—Realmente
paquetes de murmuró—, podré
usted es muy
semillas de flores arreglar la tierra
buena. ¡No sabía
por un penique y sacar las
cuan bondadosa
cada una y Dickon malezas. Con las
es! Si hago un
conoce las más semillas haré crecer
esfuerzo, puedo
bellas y sabe flores y el
escribir con letras
cultivarlas... ¿Puede jardín, una vez
de imprenta.
escribir con letra de más, cobrará vida.
Pidámosle al
imprenta? — ama de llaves papel Ese día Mary no
preguntó y tinta. volvió a salir,
repentinamente. sino que se quedó
esperando que
Martha terminara traerá —¡Pensar que
con sus obligaciones. personalmente. Le casi lo olvido!
No le era fácil encanta venirpor Mamá me dijo
escribir, puesto estos lados. que le preguntara
que apenas le a la señora
—¿Entonces veré a
habían enseñado y Medlock si puedo
Dickon? No
su ortografía no llevarla un día a
pensé que lo
era buena, pero mi casa a comer
conocería.
con esfuerzo podía queque de avena
imprimir las letras. —¿De verdad caliente y un vaso de
Al fin terminó la que lo quiere leche.
carta que Martha conocer? —le
Parecía que todas
le dictó, en la preguntó Martha al
las cosas buenas
que pedía a Dickon ver tan contenta a
le estaban
herramientas y la niña.
sucediendo al
semillas bonitas y —¡Por supuesto! mismo tiempo.
fáciles de cuidar. Jamás conocí a ¡Pensar que
—Pondremos el alguien a quien atravesaría el
dinero en el los zorros y los páramo a plena
sobre y el cuervos quieran. luz del día y
carnicero se lo Martha se conocería una
entregará. Son sobresaltó pequeña casa en la
buenos amigos. como si que vivían tantos
Dickon comprará recordara algo. niños!
todo y se lo
—¿Cree que la pensativa. Se —Como se
señora Medlock sentó junto a demorabaen llegar,
me dará permiso? — Martha y esperó caminé por el
preguntó la hora de la corredor para ver si
ansiosamente. cena. Sin venía. En ese
necesidad de hablar, momento volví a
—Sí, creo que sí.
ambas se sentían escuchar un llanto
Conoce lo
bien estando juntas. igual al de la
limpia y
otra noche. Hoy no
ordenada que es Solamente cuando
hay viento, así es
mamá. Martha salió a
que no puede
buscar su
—Entonces podré ser eso.
comida, le
conocer a su
preguntó: —¡Eh! —dijo
mamá también —
Martha inquieta—.
dijo Mary muy —¿Continúa con
No debe caminar
contenta —. Ella no dolor de
por el corredor
se parece en muelas la
oyendo cosas. El
nada a las mamas ayudanta de
señor Craven se
que conocí en la cocina?
enojaría mucho si
India.
Martha la miró lo supiera.
El trabajo en el con algo de
—No intentaba
jardín y los susto.
escuchar, sólo la
acontecimientos de
—¿Por qué lo estaba esperando.
la tarde la
pregunta?
dejaron cansada y
Esta es la tercera jardín y la encantado. Afuera
vez que lo oigo. cuerda de quedaba el resto
saltar la del mundo y
—Debo irme —dijo
habían dejado nadie sabía
Martha—. Está
agradablemente dónde se
sonando la
cansada. encontraba. Le
campana de la
recordabalos
señora Medlock.
jardines secretos
Ante lo cual descritos en los
salió casi X libros de
corriendo de la cuentos, aun cuando
Dickon
habitación. ella no pretendía
—Esta es la dormir en él por
casa más extraña Durante una cien años. Al
en que alguien semana el sol contrario, cada día se
pueda vivir — brilló en el jardín sentía más alerta,
dijo Mary. secreto, como lo le gustaba más
llamaba Mary. Le estar fuera de la
Apoyó la cabeza gustaba el casa, amaba el
en el cojín de nombre, pero lo viento, corría
un sillón y que la hacía más rápido y
pronto se más feliz era que, al podía saltar
quedó cerrar la puerta, le hasta cien.
dormida. El parecía estar en Probablemente otro
aire puro, el un lugar tanto les sucedía
trabajo en el
a los bulbos del suelo. Al le molestaba la
del jardín. Les verlos, se presencia de la
llegaban el sol y preguntaba cuándo niña; más bien se
la lluvia y así florecerían y sentía orgulloso de
cobraban nueva trataba de imaginar ver el interés
vida. cómo se vería el con que ella lo
jardín cubierto de buscaba.
Mary, además de
flores pequeñas.
ser muy decidida, no Esta mañana él
era una niña Durante esa estaba más
corriente. Ahora asoleada mañana comunicativo
que había encontrado creció su que de
algo interesante intimidad con Ben costumbre.
que hacer pasaba Weatherstaff. En
—¿Cuánto tiempo
las horas absorta más de una ocasión
lleva aquí? —
en la tarea de lo había
le preguntó a
cavar y sorprendido al
trompicones.
desmalezar. El aparecer
trabajo era para repentinamente a —Creo que más o
ella como un su lado, como si menos un
juego fascinante. brotara de la mes —contestó
Cada día aparecían tierra. La verdad ella.
nuevos brotes era que ella temía —Está empezando
verdes, algunos que él se alejara a darlecrédito a
tan pequeños que si la veía venir. Misselthwaite —dijo—
apenas sobresalían Pero a él ya no . Está más gorda
y no tan pálida A ella le pareció a alguna dama
como cuando que el pajarito y luego decirle
llegó. Al estaba más lindo que eres el
comienzo parecía un que nunca con su petirrojo más fino
cuervo amarillo sin pecho rojo del páramo y
plumas. Yo pensé brillante y que siempre estarás
que jamás había haciendo gracias listo a luchar
visto en alguien con su cola y por ella?
tan joven una cabeza. A toda Mary casi no
cara tan fea y costa deseaba ser podía creer lo
amargada. admirado por Ben, que veía al
pero éste había observar cómo el
Como a Mary no
amanecido petirrojo voló y se
le importaba
sarcástico. posó en el mango
mucho su físico,
no se ofendió —¡Ah, con que de la pala de
por este comentario. ahí estás! Ahora Ben. La arrugada
vienes a verme cara del viejo se
—Ya sé que
cuando no tienes transformó,
estoy más gorda
a nadie más. mientras se
—dijo—. Mis medias
¿Es que durante quedaba inmóvil,
ahora no se
estas dos asustado hasta de
arrugan. ¡Mire,Ben!,
semanas te has respirar, para que el
ahí está el
pasado lustrando pajarito no se
petirrojo.
tus alas y el volara. Luego le
pecho para cortejar
habló en un —No, soy soltero rosas y las
susurro. y alojo en la amaba como a
casa del guarda. hijos, incluso las
—¡Miren cómo
besaba. Esto sucedió
sabe conquistarse —Si tuviera un
hace diez años.
a un jardín, ¿qué
hombre! Es flores —¿En dónde se
casi plantaría? encuentraella? —
sobrenatural. preguntó Mary
—Bulbos y
muy interesada.
Permaneció muy flores con
quieto hasta aroma, —En el cielo,
que el pajarito especialmente según dicen
agitósus alas y rosas. algunos.
voló. El jardinero
La cara de —¿Qué pasó con
observó el mango
Mary se sus rosas? —
como si tuviera
iluminó. preguntó la
poderes mágicos y,
niña más
en silencio, volvió a —¿Le gustan las
interesada
cavar. rosas?
que nunca.
Mary le —Aprendí sobre
—Están
preguntó: ellas de una joven
abandonadas.
para la cual
—¿Tiene usted
trabajaba de —¿Las rosas
su propio
jardinero. Ella tenía un mueren cuando
jardín?
lugar cubierto de no se las
cuida? — ramitas, y si hacer ni nadie
aventuró. encuentrapequeñas con quien jugar.
protuberancias observe
—Bueno, como —Bueno —dijo
lo que pasa luego
ambos las Ben, mientras la
de una lluvia
amábamos, una o observaba—, es
tibia —respondió;
dos veces al muy cierto.
pero de pronto
año voy a podarlas
miró con curiosidad Lodijo de tan
y arreglo la
la cara expectante extraña manera
tierra. Las que
de la niña y que Mary se
sobrevivieron crecen
preguntó—: ¿Qué preguntó si él
en forma
significa este sentiría pena por
silvestre.
repentino interés por ella. Ella jamás se
—Cuando están las rosas? había
sin hojas y compadecido de sí
La cara de
tienen color gris o misma; sólo se
Mary enrojeció y
café, ¿cómo se había sentido
con algo de
sabe si están vivas? cansada y enojada
miedo
—preguntó Mary. porque no le
contestó:
gustaba la gente
—Espere a
—Quiero jugar que la rodeaba.
que llegue la
a que tengo mi Ahora su mundo
primavera y
propio jardín — estaba cambiando
verá lo que sucede.
tartamudeó—. No para mejor y si
Busque entre los
tengo nada que nadie descubría su
tallos y
secreto, lo gozaría Mary tomó un flauta de
para siempre. camino rodeado de madera. Se le
laureles que daba veía limpio y
Se quedó
vuelta alrededor teníala nariz
junto a Ben
del jardín secreto y respingada y las
tratando de
terminaba en mejillas rojascomo
averiguar lo más
una puerta que amapolas. Mary
que pudo mientras él
comunicaba con el jamás había
contestaba con
bosque. En ese visto a un niño de
sus acostumbrados
momento sintió un ojos tan azules.
gruñidos.
suave y peculiar Junto a él,
—¿Ha vuelto a sonido y abrió sobre un tronco,
ver las rosas? la puerta para una ardilla café lo
—preguntó saber de dónde observaba y
ella. provenía. detrás de un
—Este año no he arbusto un faisán
Era algo
estado por estiraba el cuello
extraordinario y
culpa del para ver qué pasaba.
Mary, al
reumatismo. Cerca del niño,
observarlo, dejó de
dos conejos
Luego, enojado, le respirar. Un niño de
sentados olfateaban
pidió que lo dejara cerca de doce
con narices
tranquilo y no le años, de aspecto
trémulas. Daba la
hiciera más divertido, estaba
impresión de que,
preguntas. sentado bajo un
poco a poco, se
árbol tocando una
iban acercando conejos saltaron que le habría
para escuchar el lejos, pero encantado poder
curioso sonido de ninguno de los hablarle con
la flauta. animales parecía naturalidad.
asustado.
Al ver a Mary, —¿Recibiste la
le habló —Soy Dickon — carta de
con una voz dijo el niño—. Y Martha? —
tan suave tú eres la preguntó.
como la señorita Mary. Me
—Por eso he
misma flauta. levanté despacio
venido —asintió
porque si el
—¡No se mueva! moviendo su roja
cuerpo se mueve
—le dijo—, o cabeza—. Aquí tengo
rápido, los
los asustará. las herramientas y
animales salvajes se
también te traje un
Mary se quedó asustan.
desplantador.
inmóvil. El dejó de
El habló como
tocar y se —¿Podrías
si se conocieran
levantó mostrarme las
de siempre; en
calladamente, como si semillas? —pidió
cambio Mary,
no se moviera. Mary.
que no conocía
Entonces, la ardilla
otros niños, Al acercarse,
correteó hacia los
por cortedad le ella notó que él
matorrales, el
habló rígidamente olía a brezo
faisán volvió la
a pesar de fresco, a pasto
cabeza y los
y a hojas. A
Mary le gustó y, cara sonriente, mí también
al mirarlo de preguntó: me conoce.
cerca, se olvidó
—¿Dónde está el —¡Claro que te
de su cortedad de
petirrojo que conoce y le
genio. Juntos se
nos llama? gustas! —dijo
sentaron sobre el
Dickon con voz
tronco y —¿De verdad
suave—. En un
esparcieron los que nos llama?
minuto me contará
paquetes de —preguntó
todo sobre ti.
semillas con los ella.
dibujos de las Con movimientos
—Por supuesto —
flores, mientras lentos, él se
contestó Dickon
Dickon le acercó al
como si fuera
explicaba los matorral y dio
lo más natural
nombres y si sonidos casi iguales
del mundo —. Él
eran fáciles de a los del
está llamando a su
cultivar. petirrojo; éste
amigo y le
contestó como si
—Las amapolas dice: "Aquí estoy,
respondiera a su
son preciosas y mírame, quiero
pregunta.
crecen con conversar". ¿De
sólo silbarles. quién es? —Dice que es tu
amigo.
Repentinamente —Es de Ben
calló, y, Weatherstaff, —¿Tú crees
volviendo su pero creo que a que lo es? —
preguntó
ansiosamente páramo, que me previsto esta
Mary. siento como si eventualidad.
fuera uno de
—No se —Porque te
ellos.
acercaría si no dieron un pedazo
fuera tu Volvió a de jardín,
amigo y le sentarse a su ¿verdad? —dijo
gustaras — lado y continuó Dickon sorprendido al
contestó Dickon. explicándole la advertir su
manera de plantar turbación—. ¿O es
—¿Entiendes
las flores, que no te lo
todo lo que
observarlas y quieren dar?
dicen los
alimentarlas.
pájaros? — Apretando aún
inquirió Mary. —Oye —le dijo—, más las manos
si tú ella volvió
Lasonrisa de
quieres, te las sus ojos hacia
Dickon se acentuó
plantaré. ¿Dónde él.
al mismo tiempo
está tu jardín?
que se frotaba su —Yo no
áspera cabeza. Mary unió conozco otros
fuertemente sus niños —dijo
—Creo que sí y
manos y cambió lentamente—.
creo que ellos
de color. Se ¿Puedes guardarme
también me
sentía miserable y una confidencia? Es
entienden —dijo—. He
no sabía qué un jardín secreto
vivido por tanto
decir. No había y creo que me
tiempo en el
moriría si lo —He robado un que alentó a
descubren — jardín —dijo la niña.
terminó diciendo rápidamente Mary—.
—¿Dónde se
con fiereza. No es mío, pero
encuentra? —
tampoco le
Dickon estaba preguntó Dickon,
pertenece a nadie.
cada vez más bajando la
No lo quieren y
extrañado. Volvió voz.
no entran en él.
a rascarse la
Por eso no tienen Sin importarle
cabeza y respondió
derecho a lo que pudiera
con buen humor:
quitármelo porque suceder, ella se
—Yo siempre lo han dejado levantó y, en un
guardo los destruirse —terminó instante, volvió a
secretos. Si no lo diciendo ser la imperiosa
hiciera, otros apasionadamente niña de antes.
niños sabrían mientras se cubría —Ven conmigo y
dónde se su cara con los te lo
encuentran las brazos y rompía mostraré —dijo.
crías de los zorros a llorar. ¡Pobre
o los nidos de Dickon la siguió
pequeña Mary!
los pájaros y con una mirada
Los curiosos extraña y triste.
nada estaría a
ojos de Dickon Tenía la
salvo en el
reflejaron sensación de que lo
páramo. ¡Sí, sé
simpatía, lo único que iba a
guardar secretos!
descubrir era algún
nido de pájaro. —¡Eh! — —Jamás pensé
Mas, cuando Mary murmuró—, es un que vería este
levantó la cortina extraño y lugar —dijo
de hiedra, se precioso lugar; en un
sobresaltó al me parece estar murmullo.
ver que cubría soñando.
—¿Entonces sabías
una puerta. La
que existía? —
niña empujó
preguntó Mary.
suavemente y
entraron juntos. XI El nido del Ella habló
tordo fuerte y él
Mary se detuvo,
le indicó
agitósu mano
Por dos o que bajara la
provocativamente
tres minutos, Dickon voz.
y dijo:
se quedó inmóvil —Debemos hablar
—¡Este es el mirando a su bajo, puesto
jardín secreto alrededor, mientras que si nos
y soy la Mary lo observaba. escuchan se
única que Luego empezó a preguntarán qué
quiere que caminar lentamente. hacemos aquí.
sobreviva! Sus ojos parecían
—¡Lo olvidé! —
Dickon miró a su ver y apreciar
dijo Mary asustada
alrededor una y todo al mismo
tapándose la
otra vez. tiempo.
boca con sus
manos—. Pero dime,
¿sabías que había Sin darse ramas florecieron
un jardín cuenta, Mary le el año pasado y
cerrado? puso la mano aquí viene un
sobre el nuevo brote.
—Martha me
brazo y
contó que existía —¿De verdad
susurró:
un jardín al que florecerá? —
que nadie había —¿Puedes preguntó Mary,
entrado y yo decirme si tocando el brote
tenía deseos de habrá rosas con reverencia.
saber cómo o están
—Está tan viva
era. todas
como tú o
muertas?
Se detuvo como yo —dijo
mirando Él se adelantó Dickon, sonriendo
encantado la hacia el árbol abiertamente.
gris maraña de más cercano y
—¡Qué felicidad! —
ramas que lo sacó un grueso
exclamó la niña
rodeaba. cuchillo de su
llena de excitación—.
bolsillo para hacer
—En la ¿Por qué no
algunos cortes en
primavera todos recorremos el
las ramas.
los pájaros harán jardín y
sus nidos aquí — —Hay mucha contamos cuántas
dijo—. No hay un madera seca que brotarán?
lugar más seguro debe ser cortada —
Dickon parecía
en toda Inglaterra. dijo—. Pero algunas
igualmente
entusiasmado cuando, ver alguna rama —Pero habías
al hacer algunos de aspecto dicho que no
cortes, le explicó marchito pero cuyo sabías nada
que las ramas interior todavía sobre
verdosas o que se estaba verde, jardines —
veían jugosas estallaba en exclamó.
estaban vivas; en silenciosa felicidad.
—No sé nada —
cambio, si el
Estaban contestó la niña—,
interior aparecía
trabajando junto ni siquiera
seco y se
a uno de los conozco su
quebraba fácilmente,
grandes rosales, nombre, pero como
entonces no había
cuando él son tan pequeñas y
más remedio que
exclamó muy parecía que les
cortarlas.
sorprendido. faltaba espacio
Fueron de árbol para respirar, limpié
—¿Pero quién
en árbol y de las malezas.
hizo esto?
rama en rama.
—¡Ni un
Él sabía muy Era uno de los
jardinero pudo hacerlo
bien usar su cuchillo lugares que Mary
mejor! —dijo el
para cortar la había limpiado
muchacho—. Ahora
madera seca. A para dar luz a los
crecerán bien. Estos
la media hora, pequeños brotes.
son azafranes y
Mary ya había —Yo lo hice — copitos de nieve,
aprendido a dijo Mary. y aquellos
reconocerlas, y al
narcisos y otros pequeñas plantas —. ¡No me resfrío
bulbos. ¡Has hecho luego de una jamás!
un gran trabajo lluvia. Cuando
Aunque
para ser tan llueve, muchas
charlaba con Mary,
pequeña! —agregó, veces salgo al
no dejaba de
mirándola. páramo y me
trabajar y ella, a
tiendo bajo los
—Ahora estoy su vez, ayudaba con
matorrales a
más gorda y la pala y el
escuchar como
me siento más azadón.
caen las gotas de
fuerte —explicó
lluvia sobre el —Hay mucho
Mary—. Ya no me
brezo. que hacer
canso como
aquí —dijo
antes y menos —¿Y no te
exaltado.
cuando cavo la resfrías? —preguntó
tierra. Mary, —¿Vendrás
observándolo. Ella nuevamente a
—¡Es estupendo
jamás había ayudarme? —le
para ti! —dijo
conocido alguien rogó Mary—. Estoy
Dickon moviendo la
tan divertido y segura de que yo
cabeza—. No hay
tan simpático. también te puedo
nada mejor que el
ayudar. ¡Por favor
olor a tierra —¡Claro que
ven, Dickon!
limpia, con no! —dijo Dickon
excepción del fresco —mientras sonreía —Si tú
olor que despiden las haciendo una mueca quieres, vendré
todos los días,
tanto si hay sol petirrojo como lo secreto; pero creo
como si está hago yo y, así, lo que, además del
lloviendo —contestó pasaremos petirrojo, alguien ha
firmemente—. El estupendamente. estado aquí en los
estar encerrado últimos años.
Recorrieron el
aquí tratando de
lugar para —Pero la puerta
salvar el jardín es
decidir cómo estaba cerrada y
lo más divertido
lo arreglarían. la llave enterrada —
que he hecho en
dijo Mary:—. ¿Quién
mi vida. —No quiero
podría entrar?
que se parezca a
—Si haces
otros jardines — —Aun así, alguien
renacer el jardín,
dijo Mary—. Me ha estado
no sabré cómo
encanta que crezca aquí y allá.
agradecértelo —dijo
en forma
Mary, esperanzada. Aunque
desordenada, con
transcurrieran muchos
—Yo te diré ramas
años, Mary nunca
qué puedes hacer balanceándose y
olvidaría la primera
por mí —respondió enlazándose unas
mañana que vio
Dickon, con alegre con otras. De
cómo empezaba
gesto—. Engordarás otro modo, no
a florecer su
y tendrás tanta parecería un jardín
jardín, no sólo en
hambre como un secreto.
los lugares que
zorrito. Aprenderás
—Sí —dijo ambos limpiaron,
a hablar con el
Dickon—, es sino también las
semillas que Dickon se sentó dijo—, pero tú lo
plantaron. en sus talones eres aún más.
y le dirigió
Mientras Entonces Mary le
una mirada
trabajaban, Mary preguntó algo
divertida.
contó a Dickon que jamás
lo desgraciada —¡Sólo te gustan soñó hacer.
que había sido en cinco
—¿Te gusto a
la India en personas! ¿Y
ti?
casa del pastor y quiénes son las
lo antipáticos otras cuatro? —¡Por supuesto
que eran sus hijos. que sí! —contestó
—Tu mamá,
Entonces, volviéndose Dickon de todo
Martha, el
hacia él, le corazón—.
petirrojo y
dijo: También creo que le
Ben
gustas al
—Eres tan Weatherstaff.
petirrojo.
simpático como
Dickon se rio de
Martha piensa —Eso hace dos
tal manera que,
que eres.Ahora para mí —dijo
para no hacer
son cinco las Mary.
ruido, se puso los
personas que me Alsentirque el relojdel
brazos alrededor de
gustan y, patiodaba el
la boca.
créeme, jamás mediodía, Maryse
pensé que llegaría —Sé que me
sobresaltó.
a ese número. consideran un
muchacho raro —
Trabajando pan y tocino. A ella volviera. Le
intensamente, las Mary no le pareció parecía demasiado
horas se le un almuerzo muy bueno para ser
habían pasado sin bueno, pero él se verdad. Se volvió
sentir. veía muy contento, a mitad de
mientras se sentaba camino.
—Tengo que
a comer,
irme —dijo —Espero que
apoyado contra el
apenada—. pase lo que
tronco de un
Supongo que tú pase no dirás
árbol.
también tendrás nada a nadie
que ir a —Llamaré al —le dijo.
almorzar. petirrojo y le
Con la boca
daré a probar
Dickon hizo una llena de pan con
una orilla de tocino
mueca. tocino, Dickon le
—dijo—. Les encanta
sonrió y le
—Mi almuerzo lo la grasa.
dijo alentadoramente:
acarreo conmigo —
De mala gana
repuso—. Mamá —Si tú fueras
Mary decidió partir;
siempre me pone un tordo que
mas, repentinamente,
algo en el bolsillo. me mostrara su
se le ocurrió
nido,¿crees tú
De su que quizás Dickon
que yo lo diría a
chaqueta sacó, era una especie de
los demás? ¡Jamás
envueltos en un hada y que no
lo haría! Tu
limpio pañuelo, estaría cuando
jardín está tan a
gruesos pedazos de
salvo como el servido y Martha pero estaba
nido del tordo. la esperaba. contenta.
Luego de —Ha llegado —Bueno —dijo—
escucharlo, tarde —le . Es el mejor
ella tuvo la dijo. de los
certeza de muchachos
—¡He visto a
que era así. pero jamás
Dickon! —
pensé que
exclamó Mary—.
fuera buen mozo.
¡He visto a
Su nariz es
Dickon!
XII respingada y
—Sabía que sus ojos
¿Puedo tener un
vendría —dijo demasiado
pedazo de
Martha redondos, aunque
tierra?
jubilosa—. ¿Y tienen un
qué le bonito color.
Mary corrió pareció?
tan rápido que —Me gusta su
—Creo que es nariz —dijo Mary—,
llegó a su pieza muy buen mozo
casi sin resuello, y me encantan
—respondió sus ojos, que tienen
con el pelo Mary, con
alborotado y las el color del cielo
voz decidida. azul sobre el
mejillas sonrosadas.
Su almuerzo estaba Martha se páramo.
sorprendió,
Martha resplandecía —preguntó que pudo; mas, al
de satisfacción. Mary. querer salir
corriendo otra vez,
—Mamá dice —Jamás pensé
Martha la detuvo.
que tienen ese que no las traería;
color de tanto Dickon es un —Tengo algo
mirar pájaros y muchacho en que comunicarle —
nubes. Pero su boca quien se puede le dijo—. El
es muy grande. confiar. señor Craven
volvió esta mañana
—Me gusta su Cuando Martha
y quiere verla.
boca —dijo Mary le preguntó en
obstinadamente—. dónde pensaba —¿Por qué quiere
¡Cómo me plantar las verme ahora si
gustaría que la semillas y a quién no quiso hacerlo
mía fuera así! había preguntado cuando llegué? —
si podía preguntó, muy pálida.
Martha rio
disponer de un
encantada. —Bueno —dijo
terreno, Mary se
Martha—, creo que se
—¿Le gustaron las asustó.
debe a mamá.
semillas y las
—No lo he Ella se encontró
herramientas de
pedido todavía con el señor
jardín? —
—contestó Craven esta
preguntó.
vacilando. mañana y le
—¿Cómo sabe dio a entender
Mary comió lo
que las trajo? que sería bueno
más rápidamente
que la viera antes aunque al escritorio del señor
de partir regresar descubriera Craven.
nuevamente. su secreto.
Las mejillas de
—¡Así es que se En ese Mary se tornaron
va de nuevo! momento se pálidas y pronto
—exclamó abrió la volvió a ser la
Mary—. puerta y niña altanera, poco
entró la atractiva y
¡Cuánto me
señora silenciosa de antes.
alegro!
Medlock con su No pronunció ni
—Sí, y esta mejor vestido una palabra mientras
vez por largo negro. Estaba se vestía, ni
tiempo. nerviosa y tampoco al seguir
Probablemente no excitada. al ama de llaves
volverá hasta el a través de los
—Su pelo está
otoño o el innumerables
desordenado —dijo
invierno —le dijo corredores. ¿Qué
rápidamente—.
Martha. podía decir? A
¡Vaya a
Si él no volvía ella la obligaban a
cepillárselo! Martha la
por varios meses, ver al señor
ayudará a ponerse
pensó la niña, Craven y estaba
su vestido nuevo
por lo menos segura de que
porque la tengo
tendría tiempo de ella no le
que llevar al
observar cómo gustaría, como
renacía su jardín,
tampoco él le llamaré cuando cara habría sido
gustaría aella. tenga que llevarla atrayente si no
de vuelta —dijo el hubiera dado la
Se encaminaron
señor Craven. impresión de que él
hacia un ala de
no sabía qué
la casa en la Mary esperó de
hacer con ella.
cual no había pie retorciéndose las
estado con manos. Ella podía —¿Te encuentras
anterioridad. Por ver que el hombre bien aquí?
fin, el ama de sentado frente a ¿Te cuidan? —
llaves golpeó en ella no era le preguntó.
una puerta y al precisamente
—Sí—contestó
oír: "¡Entre, por jorobado sino, más
Mary.
favor!", ella abrió bien, teníalos hombros
y ambas se torcidos. Su negra Él se restregó la
encontraron frente cabellera estaba frente y la
a un hombre salpicada de rayas observó de
sentado en un blancas. El volvió su arriba abajo.
sillón, junto al cabeza por sobre —Eres muy delgada
fuego. sus altos hombros y —dijo.
le habló:
—Esta es la —Estoy
señorita Mary — —¡Ven acá! engordando
dijo el ama. ahora —
Mary se le
—Puede irse y acercó. Él no contestó la
dejarla aquí.La era feo; incluso su niña.
El señor Craven decir? — —Sí, creo que sí
teníauna expresión preguntó él. —replicó el
descontenta. Sus señor Craven.
—¡Por favor!,
ojos, que parecían no
por ahora no —Como ella
ver a Mary,
me envíe tiene doce niños,
miraban por sobre
una gobernanta. sabe cómo
ella como si le
educarlos —dijo
fuera difícil El volvió a
Mary.
mantener la vista en frotarse la
una persona. frente y la Pareció que él
miró fijamente. se animaba.
—Tenía la
intención de —¿Qué es lo —¿Qué es lo
enviarte una que dijo la que quieres
gobernanta o mujer hacer?
una institutriz, Sowerby? —
—Quiero jugar
pero lo olvidé —dijo. murmuró
al aire libre —
distraído.
—¡Por favor!... — contestó Mary,
empezó Mary, Entonces Mary se esperando que no
pero un nudoen envalentonó. le temblara la
la garganta le voz—. A pesar
—¿No es la
impidió seguir. de que no me
madre de
gustaba hacerlo en
—¿Qué es lo Martha? —
la India, acá sí,
que quieres tartamudeó.
y eso es lo que
me está dando
hambre y me ha y veo las cosas —¡No me mires
hecho engordar. crecer de la tan asustada! —
tierra, y no le exclamó—, ¡por
Él la miraba
hago daño a nadie. supuesto que puedes!
atentamente.
Recuerda que, aunque
—¡No estés
—La señora no soy un buen
tan asustada! —le
Sowerby dice que te tutor para ti, porque
dijo con voz
hará bien, y, quizás, estoy enfermo,
preocupada—. Una
tenga razón. amargado y
niña como tú no
Ella piensa que es distraído, quiero
hace daño. ¡Puedes
mejor que te que seas feliz aquí.Yo
hacer lo que
fortalezcas antes no entiendo de
quieras!
de empezar tus niños, pero la
clases... ¿En dónde Mary puso su señora Medlock se
juegas? —le mano en la encargaráde que no
preguntó a garganta asustada de te falte nada.
continuación. que él notara el Hoy te llamé
nudode excitación porque la señora
—En todos los
que se le había Sowerby me dijo
lados —dijo
formado. Se acercó que debía
con voz
a él. hacerlo, que su
entrecortada—. La
mamá de Martha —¿De verdad hija le había
me envió una que puedo?— hablado de ti.
cuerda de saltar preguntó Cuando ella me
y salto y corro trémula. detuvo, pensé
que era muy —¿Podría —dijo pasó la mano
atrevida, pero me Mary con voz por los ojos.
explicó que la temblorosa—
—¿Tanto te
señora Craven tener un
gustan los
había sido muy pedazo de
jardines? —le
amable con ella... tierra?
preguntó
—Parecía que le
En su lentamente.
costaba nombrar a
inquietud,ella no se
su señora, pero —Yo no sabía
dio cuenta de lo
continuó—: Sin nada sobre
extrañas que
embargo, creo que es jardines —dijo
sonaron sus
una mujer respetable Mary—. En la
palabras.
y ahora, que te India siempre
he visto, pienso —¡Tierra! — hacía mucho
que tiene razón. replicó él—. ¿Qué calor o estaba
Puedes jugar es lo que enferma o
todo lo que quieres decir? cansada; aquí es
quieras. ¿Te diferente.
—Para plantar
gustaría tener semillas y El señor Craven
algo? —le hacer que se levantó y
preguntó crezcan flores caminó
repentinamente—. —titubeó Mary. despacio por la
¿Quieres juguetes, pieza.
El la observó un
libros o
momento y —Un pedazo de
muñecas?
rápidamente se tierra —repitió él,
y Mary pensó que nadie lecciones. Dele comida
que sus palabras le necesite? sencilla y
habían recordado saludable, déjela
—Cualquiera —
algo. Luego, al correr libremente
contestó—. Y
hablarle, sus negros y no la vigile
ahora debes
ojos parecían suaves demasiado; ella
irte porque
y cariñosos. necesita de
estoy
libertad. La señora
—Puedes tener cansado.
Sowerby vendrá de
cuanta tierra
Tocó la vez en cuando
quieras —le dijo—.
campanilla y para saber si le
Me recuerdas a
llamó a la falta algo y ella a
alguien que amaba
señora su vez podrá ir
la tierra y le
Medlock. a su casa.
maravillaba ver
cómo crecían las —Adiós —dijo El ama de llaves
plantas... Cuando a la niña—, se sintió aliviada
encuentres un estaré ausente al saber que no
lugar que te durante el verano. tendría que vigilar
guste, ¡tómalo, Señora Medlock — muy estrechamente a
niña,y hazlo continuó—, ahora Mary. Le parecía
florecer! que he visto a la una carga molesta
niña,creo que ella y había tratado
—¿Puedo usar
tiene que recuperarse de verla lo menos
cualquier lugar
antes de posible.
empezar sus Simpatizaba,
además, con la —Martha —dijo por sobre el
madre de Martha. Mary solemnemente—, muro y la
él es encantador, observaba desde
Cuando el
sólo que tiene cara de uno de los rosales.
ama de llaves la
ser una persona
dejó en el —¡Se ha ido! —
muy desgraciada.
corredor, Mary corrió dijo apenada—.
a su dormitorio Comió rápidamente ¿O es que
en donde la y salió al jardín, sólo era un
esperaba Martha. porque sabía hada madrina?
que Dickon tendría
—¡Puedo tener Repentinamente le
que volver a su
mi jardín en llamó la
casa. Al
donde quiera! — atención que, clavado
deslizarse por la
gritó Mary—. Todavía con una espina
puerta cubierta de
no me enviarán entre los arbustos,
hiedra, vio que las
una gobernanta, había un pedazo
herramientas estaban
veré a su mamá de papel. Era un
ordenadas bajo un
y podré visitar dibujo de Dickon
árbol y Dickon
su casa. que representaba un
no se veía por
nido con un pájaro
—¡Eh! —dijo ninguna parte. El
y una sola palabra
Martha jardín estaba
toscamente escrita:
encantada—, él desierto, con
"¡Volveré!"
se portó excepción del
muy gentil. petirrojo que
acababa de volar
XIII Soy Colin nido y ella era Mary se sentó en
como el tordo. la cama
¡Cómo le gustaba sintiéndose muy
A la hora de
ese niño,a la desdichada y
comida, Mary
vez extraño y sin enojada.
mostró a
complicaciones!
Martha el —La lluvia es
dibujo de Esperando verloal más antipática de lo
Dickon. día siguiente, se que yo era —dijo—
quedó dormida. . Vino porque
—¡Eh! —dijo
Pero en Yorkshire el sabía que yo no
Martha muy
tiempo puede quería que
orgullosa—. No
variar mucho, lloviera.
sabía que mi
especialmente en
hermano fuera capaz Furiosa se tiró
primavera. Esa
de dibujar en sobre las
noche Mary
tamaño natural un almohadas
despertó con el
tordo en su enterrando la
ruido de las
nido. cara en ellas. No
gotas de lluvia
lloró, pero se
Al oír esto, Mary al caer sobre las
quedó tendida
supo que el dibujo ventanas. Llovía a
odiando el ruido
era un mensaje: torrentes y el
de la lluvia y
significaba que viento soplaba en
el viento. Las
Dickon mantendría las esquinas de la
grandes goteras
el secreto. Su vieja casa y dentro
golpeaban
jardín era su de la chimenea.
fuertemente la Como su puerta lo que diga la
pared. estaba entreabierta, señora Medlock.
se pudo dar cuenta
"Suena como si Tomó la
de que ese llanto
alguien llorara y palmatoria de su
quejumbroso
estuviera perdido en velador y sin
provenía de la
medio del hacer ruido,
parte más alejada
páramo", pensó. salió de su
del corredor.
habitación al
Por cerca de Mientras más
corredor largo y
una hora se escuchaba más se
obscuro.
dio vueltas en convencía de que
la cama sin teníaque saber Creía recordar
lograr dormir. quién lloraba. dónde teníaque
De pronto, Esto le pareció más doblar para
algo la hizo extraño que el encontrar la puerta
sentarse en la jardín secreto o cubierta por la
cama. que la llave tapicería, tras la
enterrada. Quizás cual caminaba el
Escuchó
su propia rebeldía la ama de llaves el
atentamente.
hizo sentirse día que ella se
—Ahora no es encontraba perdida.
intrépida.
el viento —dijo El sonido
en un murmullo—. —Iré a ver —
provenía del
Es diferente, es el dijo—. Todos
pasadizo.
mismo llanto están en cama
Alumbrándose con la
que escuché antes. y no me importa
vela, trataba de cual se vislumbraba aguzada de
hallar el camino, una luz. Alguien delicado color marfil,
mientras su corazón muy joven lloraba con unos ojos que
latía tan fuerte en esa habitación. parecían demasiado
que le parecía grandes. Una gran
Mary abrió la
poder escucharlo. mata de cabello
puerta y se
Como el llanto le caía en
detuvo. Era una
continuaba, le mechones sobre
enorme pieza
fue fácil guiarse la frente, lo
con bellos muebles.
por él, aunque en que le
El fuego
varias ocasiones empequeñecía aún
resplandecía desde
titubeó sin saber más la cara. Tenía
la chimenea y
qué camino tomar. aspecto de niño
una luz de vela
Por fin se enfermo, pero no
iluminaba una cama
encontró frente a la parecía llorar de
con cuatro pilares
puerta con la dolor sino, más
de la que pendían
tapicería. La empujó bien, de cansancio y
cortinajes de
suavemente y de rabia.
brocado. En ella, un
cerró tras ella.
niño lloraba Mary, de pie en
Ahora podía oír
quejumbrosamente. el umbral, contuvo
con claridad el
Mary se preguntó si la respiración.
llanto: procedía de
se encontraba en Luego dio unos
detrás de una
un lugar real o pasos dentro de la
puerta situada a
estaba soñando. El pieza y, a
su izquierda, bajo la
niño teníauna cara medida que se
acercaba, la luz dejar de notar que teníaun hijo.
atrajo la cuan extraños eran ¿Por qué no me lo
atención del niño. sus grises ojos dijeron?
Este volvió la rodeados de negras
—¡Acércate!—dijo
cara y la miró pestañas.
el niño,con
fijamente con sus
—No —contestó, expresión
grises ojos tan
luego de un ansiosa.
abiertos, que se
momento—,
veían enormes. Ella se acercó
soy Colin.
a la cama
—¿Quién eres?
—¿Qué Colin? y él le
—le preguntó en un
tocó la mano.
murmullo asustado—. —Soy Colin Craven;
¿Eres un y tú, ¿quién —¿Eres real,
fantasma? eres? verdad? —dijo—. A
veces sueño
—No, no lo —Soy Mary Lennox
cosas tan reales
soy —contestó y el señor
que tú puedes ser
Mary, también en Craven es mi
parte de un
un murmullo, tío.
sueño.
aunque algo menos —Él es mi
asustada—. ¿Es Antes de salir de
padre —dijo
que tú lo eres? su dormitorio,
el niño.
Mary se había
El la miraba y —¡Tu padre! — puesto un chal de
la miraba tanto se asombró Mary—. lana y ahora puso
que Mary no pudo Nadie me dijo una de sus puntas
entre los dedos saber quién —¿Por qué? —
del niño. era. ¿Por qué estabas preguntó Mary.
llorando?
—Apriétalo y —Porque la
verás qué grueso —Porque gente me
y caliente es — tampoco podía asusta y no
dijo—. O, si dormir y me dejo que nadie
quieres, te puedo duele la cabeza. me vea o
pellizcar para Repíteme tu nombre. me hable.
demostrarte cuan
—Mary Lennox. —¿Pero por
real soy. Por un
¿Pero no te qué? —insistió
momento, yo
dijeron que Mary, cada
también pensé que tú
vine a vivir vez más
eras parte de un
aquí? desconcertada.
sueño.
Él continuaba —Porque
—¿De dónde
restregando el siempre estoy
vienes? —
chal, aun cuando enfermo y
preguntó él.
parecía que ahora tendido en
—De mi creía que ella era cama. A mi
dormitorio. El real. padre
viento soplaba tampoco
—No —contestó—
tan fuerte que no
. Quizás no se le gusta que
podía dormir, y
atrevieron. me hablen y a
al oír que alguien
los empleados no
lloraba quise
les permiten que
discutan sobre mi verte? — escuché hace tiempo.
persona. Si llego a aventuró Mary. El casi me odia.
grande, seré un
—Algunas veces, —Desde que
jorobado; pero no
pero en general ella murió, él
viviré. Mi padre
cuando estoy odia el jardín —
odia la idea de
dormido. Él no dijo Mary medio
que pueda
quiere verme. hablando para sí.
parecerme a él.
—¿Por qué? —no —¿Qué jardín? —
—¡Pero qué casa
pudo dejar de preguntó el
más extraña! —dijo
preguntar Mary. niño.
Mary—. Todo aquí es
secreto, piezas y Una especie de —Es solamente
jardines cerrados sombra el jardín que a
con llaves. Y tú, tormentosa ella le gustaba —
¿también estás pasó por la tartamudeó Mary—.
encerrado? cara del niño. ¿Has estado
siempre aquí?
—No, yo me —Al nacer
quedo aquí yo, mi madre —Casi siempre. En
porque prefiero murió. Por eso mi ocasiones me han
no salir. Me padre se siente llevado cerca
canso desgraciado al del mar, pero no
demasiado. verme. El cree me gusta porque la
que yo no lo gente me mira.
—¿Tu padre
sé, pero lo Antes usaba un
viene a
aparato de fierro
para sostener mi creer que estoy —¿Si no te
espalda. Pero un despierto. No quiero gusta que te
gran doctor que tú seas un vean, no
londinense vino a sueño. quieres que
verme y dijo me vaya?
—¡Pero si
que era estúpido
estamos despiertos! —No —dijo—, si
que lo usara,
—dijo Mary te vas pensaré
pero en cambio
abarcando con la que era un
sugirió que me
mirada el alto sueño; pero si
sacaran al aire.
techo, los eres real,
Pero odio el aire y
obscuros rincones y siéntate en
no quiero salir.
el fuego que ese piso y
—A mí apenas alumbraba— háblame de ti.
tampoco me gustaba . Parece un
Mary dejó a un
al llegar acá — sueño porque
lado la vela y se
dijo Mary—. ¿Por estamos en medio
sentó en un
qué me miras de de la noche y,
taburete acolchado.
ese modo? con excepción
Ella no deseaba
nuestra, el resto
—Porque los partir, prefería
de la casa
sueños son tan quedarse en esta
duerme.
reales —contestó pieza escondida y
apenado—. A En esto a hablar con el
veces, cuando abro Mary se le niño misterioso.
los ojos, no puedo ocurrió algo:
—¿Qué quieres las cosas en indiferentemente—.
que te cuente? forma diferente a Además, nadie
otros niños. cree que llegaré a
—Quiero saber
Desde chico grande —continuó
desde cuándo
sabía leer y como si
vives aquí,en
pasaba los días estuviera
dónde queda tu
leyendo o acostumbrado a la
dormitorio y qué
mirando las idea y ya no le
haces durante el
ilustraciones de importara.
día. También quiero
preciosos libros.
saber si te Parecía gustarle la
Aun cuando su
gusta el páramo voz de Mary,
padre rara vez lo
y en dónde vivías puesto que medio
visitaba, le daba
antes de llegar adormecido seguía
toda clasede cosas
a Yorkshire. escuchándola con
maravillosas para
interés. Ella pensó
Ella contestó a que se entretuviera.
que se había
sus preguntas Pero aun así, parecía
dormido, pero en
mientras él tendido estar siempre
ese momento él le
sobre sus aburrido.
hizo una pregunta
almohadas la
—Todos están que les dio un
escuchaba
obligados a hacer nuevo tema de
atentamente. Mary se
lo que yo quiero, conversación. —
dio cuenta de
porque si me ¿Cuántos años tienes?
que, por ser
enojo me enfermo
inválido, apreciaba
—dijo
—Tengo diez llave? ¿Quién lo sintiera atraído
años y tú hizo? —preguntó. por la idea de un
también — jardín secreto.
—Es el jardín
contestó, Por eso sus
que odia el señor
olvidando toda preguntaseran
Craven —dijo
prudencia. innumerables.
Mary muy nerviosa—.
—¿Cómo lo El cerró la puerta —Nadie habla
sabes? —preguntó y nadie sabe sobre él;
el niño sorprendido. dónde enterró la creo que los
—Porque cuando llave. han obligado a
naciste la puerta guardar
—¿Qué clasede
del jardín fue silencio.
jardín es? —
cerrada y
persistió Colin. — —Yo haré que me lo
enterraron la
No está permitido digan —dijo
llave, y de
entrar —contestó Colin. —¿De
eso hace diez años.
cautelosamente verdad
Colin, muy Mary. puedes? —
interesado, se titubeó Mary,
Pero ya era
sentó volviéndose empezando a
demasiado tarde
hacia ella. —¿Qué asustarse. Si
para usar de cautela.
puerta del jardín se él hacía
Colin se parecía a
cerró? ¿Dónde preguntasquién
ella: el no tener
enterraron la sabe lo que
nada en qué pensar
podía suceder.
hacía que se
—Todos me también deseosa de pienso mucho en
obedecen, desviar su ello y lloro mucho.
porque este atención del jardín.
—Te he oído
lugar algún
—Eso creo — llorar tres veces
día será mío.
contestó indiferente— —dijo Mary—,
Mary jamás . Mi doctor, pero no sabía
pensó que ella que es un primo quién eras. ¿Por
hubiera sido una de papá, lo cree.Él qué llorabas?
niña consentida, es pobre y si
Ella quería
pero se daba cuenta yo muero él
que él olvidara
de que este heredará
el jardín,
misterioso niño lo Misselthwaite a la
pero él insistió.
era. El creía que el muerte de mi
mundo le padre; por eso —Mejor
pertenecía; además, creo que él desea hablemos de otra
a ella le parecía que yo no viva. cosa, por
muy peculiar la ejemplo del jardín.
—¿Quieres vivir?
forma que él ¿Te interesaría verlo?
—preguntó
teníade hablar de —Sí —contestó
Mary.
que no viviría. Mary en voz
—No —contestó
—¿De verdad baja.
cansadamente—,
crees que no —Yo quiero
pero tampoco quiero
vivirás? —le verlo—insistió él—.
morir. Cuando
preguntó ansiosa y Creo que jamás
estoy enfermo
quise ver algo. ¡Por favor! — —¡Un secreto!
Quiero que gritó. ¿Qué quieres
desentierren la decir?
Él la miró como
llave, abran la
si estuviera Las palabras de
puerta y me
loca. Mary salieron
lleven en mi
atropelladas.
silla, así tomaré aire. —¿Por qué? —
exclamó—. ¿No —¡Entiende! —
A medida que
dijiste que lo exclamó—. Si
crecía su
querías ver? nadie sabe fuera
entusiasmo, sus
de nosotros que es
ojos brillaban como —Por supuesto
posible que exista
estrellas. Mary, en que quiero —dijo
una puerta
cambio, afligida, casi en un
escondida, tal
apretaba sus manos sollozo—. Pero si
vez podríamos
pensando que todo se haces abrir la
encontrarla y, al
echaría a perder. puerta y que te
cerrarla detrás de
Dickon no volvería lleven, ya no
nosotros, nadie
al jardín y será un secreto.
sabría que
ella no sería nunca Él se inclinó estábamos dentro
más como el aún más hacia del jardín.
tordo con su nido adelante y Pretenderíamos
escondido y seguro. preguntó: que somos tordos
—¡Por favor, no y que el jardín
lo hagas! es nuestro nido.
Podríamos ir cada —¿Llegó ya la mejor si fuera
día, cavar, plantar primavera? — un secreto?
y ver cómo preguntó el niño—.
Él se tendió
renace el jardín. ¿Cómo es? No se
nuevamente en
la ve en los
—¿Está seco? la cama
dormitorios.
—la con una rara
interrumpió— él. —Es el sol expresión en su
que brilla en la cara.
—Lo estará si
lluvia y la
nadie se —Jamás he
lluvia cae cuando
preocupa por él — tenido un secreto
hay sol. Entonces, en
continuó ella—. —dijo—, excepto
ese momento, las
Los bulbos florecerán, que los que me
cosas tratan de
pero no así las rodean no saben
brotar de la
rosas... que sé que no
tierra —dijo
llegaré a grande.
Nuevamente él Mary—. Si el
Pero prefiero esta
la interrumpió jardín fuera
otra clasede
entusiasmado: secreto, podríamos
secreto.
—¿Qué son bulbos? ir cada día y
ver brotar lo —Si tú no
—Pequeñas plantas pides que te
que pudiera
que tratan de abran el jardín
salvarse. ¿No te
brotar cuando —rogó Mary—,
das cuenta de
llega la estoy segura de
que sería mucho
primavera. que algún día lograré
entrar en él. Y gustaría tanto historias del
como el doctor que no permitiría pajarito ella se
quiere que tomes que otros se lo sintió menos
aire y tú haces lo estropearan. asustada. "La
que quieres, sonrisa lo hace
—En caso de
podemos encontrar un verse casi
que podamos entrar,
niño que te empuje buen mozo",
te diré como
y así iríamos pensó Mary.
creo que puede
solos, y Al principio lo
ser—dijo ella.
continuaría siendo había
un jardín Él se mantuvo encontrado
secreto... muy quieto, incluso menos
escuchándola agraciado que
Mary respiró
explicarle cómo ella misma.
más tranquila al
quizás las rosas
darse cuenta de —Como he
habrían crecido o
que la idea le vivido encerrado,
de los posibles
gustaba a Colin. no sabía que los
nidos de
Ella estaba segura pájaros actuaban
pájaros.
de que si le así. Tú sabes muchas
seguía hablando Le habló cosas. Estoy
del jardín y largamente del pensando que quizás
hacía que él con petirrojo y de tú has estado
su imaginación lo Ben Como el dentro del jardín.
viera como ella lo niño sonreía al
había visto, le escuchar las
Ella no supo La cortina corrió fuera más fuerte.
qué contestar,pero descubriendo un Mejor corre la
calló al ver que él retrato de una cortina
no esperaba una niña riendo. Tenía nuevamente.
respuesta. Poco el pelo brillante y
Mary hizo lo
después, el niño le amarrado con una
que le pedía
dio una sorpresa. cinta azul. Sus
y volvió a
alegres ojos eran
—Te voy a su asiento.
iguales a los
mostrar algo —le
tristes ojos de —Aunque ella es
dijo—. ¿Ves aquella
Colin. más linda que tú,
cortina de seda
tiene tu misma
color rosa que cuelga —Ella es mi
forma y color de
sobre la repisa mamá —dijo
ojos. ¿Por qué la
de la chimenea? Colin quejándose—. No
cubre la cortina?
sé por qué murió.
Mary no la
A veces la odio Él se movió
había visto y
por haberlo hecho. inconfortable.
pensó que
Si ella no hubiera —Yo la hice
sería un cuadro.
muerto, yo no poner —dijo—.
—Hay un cordón estaría siempre Cuando estoy
que cuelga de enfermo. Incluso, enfermo y me
él, por favor, puede que a mi siento mal, me
tíralo. padre no le molesta que sonría
Muy perpleja, importara mirarme o, todo el tiempo.
Mary tiró del cordón. quizás, mi espalda Además, ella es
mía y no quiero —Yo también lo diciendo que quiero
que cualquier persona estoy —dijo estar solo.
la vea. Mary—. Vendré lo ¿Conoces a
más seguido que Martha?
Por unos
pueda, pero... —
minutos —La conozco
vaciló— tendré
guardaron muy bien —dijo
que buscar la
silencio; luego Mary—; ella
puerta del jardín.
Mary preguntó: me ayuda.
—¡Sí, por
—¿Qué hará la Él indicó con la
supuesto! —dijo
señora cabeza la
Colin—, y
Medlock si habitación
después me
sabe que he vecina.
cuentas.
estado aquí?
—Ella está
Guardó silencio
—Ella hará lo durmiendo allí
durante un
que yo diga — porque la
momento y,
contestó él—. enfermera tenía
luego, agregó:
Además, le diré que salir. Martha te
que quiero que —Creo que tú indicará cuándo
vengas todos los también serás un puedes venir.
días a conversar secreto. No lo
En ese
conmigo. Estoy diré mientras no lo
momento Mary
muy contento de descubran. Puedo
entendió la
que hayas venido. enviar fuera a
preocupación de
la enfermera,
Martha cuando
ella le preguntó —Creo que eso dormido. Mary se
quién lloraba. me gustará — levantó silenciosa,
dijo el niño, tomó la
—He estado
adormilado. palmatoria y se
mucho tiempo
deslizó suavemente
aquí —dijo Mary—. Ella tenía
fuera de la
¿Me voy ahora? compasión por él
pieza.
Parece que tienes y no quería
sueño. que se quedara
despierto; por
—Antes de
eso empezó a
que te vayas, XIV El joven
acariciarle la
me gustaría raja
mano y entonó
quedarme
una canción hindú.
dormido —dijo
con vergüenza. —Me gusta — El páramo había
dijo él, cada desaparecido tras la
—Cierra los neblina mañanera
vez más
ojos —replicó Mary y la lluvia no
soñoliento.
acercándose—. había cesado de
Haré lo que hacía Por fin sus caer en toda la
mi aya en la negras pestañas noche. No podría
India. Te cayeron sobre salir fuera. En la
acariciaré la mano sus mejillas al tarde Mary le pidió
y te cantaré cerrar los ojos y a Martha que se
algo suave. quedarse sentara con ella.
profundamente Esta trajo su tejido,
el que no no debiera haberlo —Él no estaba
abandonaba cuando hecho. Yo jamás enojado y no
no teníaotra cosa le conté nada quería que me
que hacer. sobre él y ahora viniera. Incluso
perderé mi trabajo. me mostró el
—¿Qué le pasa?
¡Qué hará mi mamá! retrato de su
—le preguntó en
mamá. Martha
cuanto se sentó— —No perderá su
quedó
. Parece que trabajo —dijo
boquiabierta.
quiere decirme algo. Mary—. Colin estaba
contento de verme —Casi no lo
—Descubrí quién
y conversamos mucho. puedo creer —
lloraba —dijo
exclamó—. Si él
Mary. —¡No —¿De verdad
se hubiera
puede ser! — que estaba
encontrado como
exclamó. contento? ¿Está
acostumbra, habría
segura? Usted no
—Lo oí durante despertado a
sabe cómo se pone
la noche — toda la casa con su
cuando algo lo
continuó Mary—, rabieta. No deja
molesta. Si se
me levanté y que los extraños lo
enoja, grita para
encontré a Colin. vean. Pero,
asustarnos; sabe
Lacara de Martha ¡qué voy a hacer!
muy bien que no
se puso roja del Si la señora
osamos
susto. —¡Pero Medlock se entera,
contradecirlo.
señorita Mary! — pensará que
dijo casi llorando—,
desobedecí sus volvió loco. Incluso en cama. No lo
órdenes. los doctores dejaban caminar
pensaron que tendrían por temor a
—Por el
que llevarlo a un que su espalda no
momento será un
manicomio. Él no resistiera. Luego, un
secreto —dijo
quería ver al famoso doctor de
firmemente Mary—.
niño y desvariaba Londres que vino a
Él quiere que
diciendo que si verlole hizo quitar
vaya a conversar
era un jorobado unos fierros que le
con él enviándome
como él, habían colocado y
recado con usted.
preferiría que le dijo al médico
—Entonces quiere muriera. de la familia
decir que lo que le habían
—¿Colin es
embrujó —decidió dado demasiadas
jorobado? A mí
Martha, dando un medicinas y que lo
no me lo
largo suspiro. habían dejado
pareció —dijo
—¿Qué es lo hacer lo que él
Mary.
que tiene? — quería.
—Todavía no lo
preguntó Mary. —Creo que es un
es. Pero todo empezó
—Nadie lo niño muy regalón
mal. Mi mamá
sabe exactamente — —dijo Mary.
dice que desde
dijo Martha—. Cuando chico pensaronque —Ahora está
nació y murió tendrían que peor que nunca.
la señora, el señor mantenerlo tendido Claro que en
Craven casi se
varias ocasiones ha y no pasa todo el las rosas del
estado gravemente día tendido de estanque. Acto seguido
enfermo. Un día espaldas leyendo y empezó a
creyendo que no la tomando remedios. Él estornudar y
oía, la señora es débil y no le uno de los
Medlock comentó gusta molestarse jardinerosque no lo
delante de él en salir. Además, se conocía pasó por su
que lo mejor enfría con lado y lo miró
que podía suceder facilidad y cae con curiosidad.
era que muriera. De enfermo. Esto le dio un
pronto vio a ataque de rabia, al
Mary miraba
Colin mirándola creer que lo
pensativa el
fijamente y él le miraba porque
fuego.
dijo: "Déjese de iba a ser
hablar y tráigame —Me pregunto — jorobado. Lloró de tal
sopa". dijo despacio— si manera, que esa
le haría tan noche enfermó
—¿Cree que
bien como a mí gravemente.
morirá? —
salir al jardín y
preguntó Mary. —Si se enoja
ver cómo crecen
conmigo, no iré
—Mamá dice las cosas.
a verlonunca
que no existe
—Una de las más —dijo
ninguna razón
peores rabietas la Mary.
para que no viva, si
tuvo un día que lo
toma aire fresco
llevaron junto a
—Si él lo me dijo: "Quiero los libros y
quiere, tendrá que venga Mary cuadros hacían
que ir —le Lennox a que la pieza se
contestó Martha—. Es conversar conmigo y viera confortable, a
mejor que lo sepa acuérdese de no pesar del cielo
desde ahora. decir nada a nadie". gris y la lluvia
que caía. Colin parecía
Poco después Mary partió de
un cuadro.
sonó la campanilla. inmediato. Aun
Envuelto en una
Era la enfermera cuando hubiera
bata de terciopelo,
que llamaba a preferido ver a
se encontraba
Martha para que se Dickon, también le
acomodado sobre
quedara con el interesaba
cojines de
niño.A los pocos conversar con Colin.
brocado y sus
minutos volvió
Al entrar en la mejillas estaban
con cara perpleja.
habitación del muy rojas.
—No hay duda de niño,por primera
—¡Entra! —dijo—
que lo embrujó — vez a la luz
, toda la noche
dijo—. Colin, del día, se dio
he pensado en ti.
sentado en el cuenta de que
—Yo también pensé
sofá rodeado de era un dormitorio
en ti —le respondió la
sus libros, ordenó muy hermoso. Tanto
niña—. No te
a la enfermera las cortinas como
imaginas lo
que no volviera los tapices tenían
asustada que está
hasta las seis y colores brillantes, y
Martha, cree que le
echarán la culpa —Si yo te ¿En qué estás
de haberme contado ordeno que traigas pensando?
y perderá su a la señorita
—Pienso en
empleo. Mary nadie osará
dos cosas —dijo
reprenderte — dijo
El frunció el Mary sentándose en
el joven señor.
entrecejo. un piso a su
—Yo sólo quiero lado—. La primera
—Anda a la
cumplir con mi es que una vez en
pieza del
deber, señor. la India vi a
lado y dile
un joven raja
que venga. —Tu deber es
que hablaba a la
hacer lo que yo
Martha entró gente como tú lo
quiero que hagas.
temblando y acabas de hacer.
Ahora puedes
Colin le habló Todos le tenían
marcharte —dijo
severamente. que obedecer, de lo
Colin con voz
—¿Es que no contrario,
grandiosa.
sabes que tanto probablemente los
Cuando la mandara matar.
tú como los
puerta se cerró
demás empleados —Más adelante
tras Martha, Colin vio
deben hacer lo quiero que me
que Mary lo miraba
que yo les pido? cuentes sobre los
fijamente.
—Sí, señor — rajaes; ahora
—¿Por qué me quiero saber qué
dijo Martha.
miras así? —
le preguntó—.
otra cosa estabas flauta, los más rojasque nunca
pensando. animales se acercan le pidió:
a oírlo.
—Pensaba —dijo —Cuéntamemás
Mary—, cuan Tomando uno de sobre él.
diferente eres de los libros, él le
Ella le contó
Dickon. mostró un
cómo Dickon
maravilloso dibujo
—¿Quién es sabía guardar los
de un encantador de
Dickon? —dijo— secretos de los
serpientes.
. Qué nombre animales y pájaros,y
tan extraño. —¿Puede Dickon varios pormenores
hacer eso? — de lo mucho
—Es el
le preguntó que conocía con
hermano de Martha
ansiosamente. respecto al
y tiene doce años —
páramo. —¿Le gusta
explicó—. No se —Como él ha
el páramo? —
parece a ninguna vivido toda su
preguntó Colin—. Es
otra persona, puesto vida en el
un lugar tan
que es capaz de páramo, conoce la
enorme, vacío y
encantar a los manera de atraer a
monótono.
animales y pájaros,tal los animales y
como los nativos pájaros. —¡Es precioso! —
de la India protestó Mary—.
Colin se sentó
hacen con las Crecen miles de
sobre los cojines
serpientes. Cuando pequeñas cosas y
y con las mejillas
Dickon toca su cientos de
criaturas hacen también lo has luego dijo
sus nidos en él. visto y oído. valientemente:
—Y tú, ¿cómo —Cuando se —Bien podrías ir
lo sabes? — está enfermo no se en alguna
dijo Colin, ve nada —dijo ocasión.
volviéndose a Colin nervioso—. Su
Él se movió
mirarla. mirada era la de
sorprendido y
una persona que
—En realidad no le preguntó:
escucha algo en la
he estado ahí —
distancia sin saber —¿Cómo puedo
recordó
de qué se trata. ir al páramo
repentinamente
si voy a
Mary—. Sólo lo crucé —Claroque si te
morir?
una noche y en quedas dentro
esa ocasión me de la casa no —¿Y cómo lo
pareció espantoso. puedes ver sabes? —le dijo
Más tarde, cuando nada —dijo ella sin ninguna
Martha y Dickon Mary. simpatía. No le
me hablaron de él, gustaba la forma en
—No puedo ir
cambié de que él hablaba de
al páramo —
opinión. En cuanto morir. Le parecía
respondió
Dickon te explica que se jactaba de
ofendido.
algo, sientes la ello.
impresión de que tú Mary se quedó
—Desde que
silenciosa y
puedo recordar lo
he estado muy contento. Incluso acaso que ibas a
escuchando —dijo— pienso que mi morir?
. Ellos quieren padre lo desea.
—No, solamente
que muera.
—No lo creo — le escuché
Mary se enojó. replicó Mary decir muy
Se mordió los obstinadamente. enojado que si
labios y me lo
—¿De verdad no
dijo: proponía, viviría.
lo crees? —
Que debían
—Si ellos lo dijo Colin
tratar de
quieren, yo no reclinándose en
hacérmelo
lo querría. los cojines.
entender.
¿Quién quiere
Por largo
que mueras? —Yo creo que
rato se quedaron
Dickon podría
—Los empleados silenciosos, como
intentarlo —dijo
y, por supuesto, el si reflexionaran
Mary reflexionando—.
doctor Craven sobre cosas que,
El siempre habla
porque heredaría por lo general, los
de cosas vivas,
Misselthwaite y niños no
jamás de cosas
dejaría de ser piensan.
muertas o
pobre. Claro
—Me gusta el enfermas.
que no se atreve
doctor londinense
a decirlo, pero Ella acercó su
porque te sacó los
cada vez que me piso al sofá y
fierros —dijo
enfermo se le ve le dijo:
Mary—. ¿Te dijo
—No hablemos de mientras Colin la risa se abrió
morir, no me escuchaba con la puerta y
gusta. ¿Por qué no gran atención. Juntos entraron el doctor
hablamos sobre los rieron de Craven y la
vivos? pequeñeces e señora Medlock.
Conversemos sobre hicieron tanto
Al ver a los
Dickon y luego ruido como
niños, el doctor
miremos tus libros. cualquier otro niño.
se alarmó y
Ese día, la niña sin
El referirse a retrocedió
cariño y el
Dickon fue lo sorprendido. La
niño enfermo que
mejor que ella señora Medlock
creía que iba a
pudo hacer. Ello casi se cayó de
morir gozaron de
representaba hablar espaldas al ser
estar juntos.
del páramo y de empujada por él.
sus habitantes. De —¿Sabes que
—¡Gran Dios!
la mamá de hay algo que no
—exclamó la
Dickon, de la hemos
pobre ama de
cuerda de saltar, mencionado? —
llaves con los
del sol y los preguntó Colin—.
ojos desorbitados.
verdes brotes Somos primos...
que salían de la —¿Qué significa
Esto les pareció
negra tierra. esto? —
tan extraordinario
Todo ello estaba vivo. preguntó el
que rieron aún
Mary habló doctor Craven.
más. En medio de
largamente
Colin contestó empleados tienen excitado y
como si la orden de no sabes
alarma del doctor hablar y jamás perfectamente
y el terror de lo harían. que no te
la señora Medlock hace bien —dijo.
—Nadie ha
no tuvieran —Me excitaré si
dicho nada —dijo
importancia. mi prima no
Colin—. Ella me
—Esta es mi escuchó llorar y viene —contestó
prima Mary Lennox vino a verme. Estoy Colin con los ojos
—dijo—. Yo le muy contento de peligrosamente
pedí que viniera a que lo haya hecho. brillantes—. Estoy
conversar conmigo. No sea tonta, mucho mejor,
Ella deberá hacerlo señora. por lo que tomaré
cada vez que yo se el té con ella.
Mary se dio
lo pida. Tanto el doctor
cuenta de que el
El doctor Craven doctor estaba como el ama se
se volvió con disgustado. Sin miraron perturbados,
mirada de atreverse a mas evidentemente
reprobación hacia contradecir al no había nada
la señora Medlock. niño,se sentó a que hacer.
su lado y le —En realidad
—No sé cómo
tomó el pulso. tiene mejor
ha sucedido, señor
—contestó el —Me temo que cara —aventuró
ama—. Los estás muy
la señora Al abandonar la Pero si comes
Medlock. habitación, el conmigo de esos
doctor no parecía panecitos calientes, yo
El doctor no se
satisfecho. Dio también comeré. Y
quedó por mucho
una perpleja mirada ahora cuéntame
tiempo, pero antes
a la niña sentada sobre los rajaes.
de partir dio
en el piso, la
instrucciones sobre
que silenciosa y
Colin. Entre
rígida no daba la
ellas, que no
impresión de ser XV Construyendo el
hablara demasiado
una compañía muy nido
porque se cansaba
atractiva. Con un
rápidamente. Al
profundo suspiro,
oírlo, Mary pensó Luego de otra
salió al corredor,
que no lo semana de lluvia,
mientras pensaba
dejaban olvidar las de nuevo
que en realidad el
cosas desagradables. apareció el alto
niño teníamejor
Descontento, arco del cielo con un
aspecto.
Colin dijo al sol que calentaba
—Siempre me fuertemente. Aun
doctor:
hacen comer cuando Mary no
—Mary me hace cuando no quiero había podido ir
olvidar los malos —dijo Colin al al jardín secreto ni
momentos, por ver a la enfermera ver a Dickon, se
eso quiero que entrar con la había divertido
venga a verme. bandeja del té—. mucho conversando
con Colin. Miraron enfermera, que podía confiar en
espléndidos libros teníala intención de él.
y, en más de abandonar su
Mary pensaba en
una ocasión, leyeron puesto, ha
la posibilidad de
por turnos. Cuando decidido quedarse.
llevarlo al jardín
el niño estaba
Al conversar con sin que los demás
entretenido, Mary
Colin sobre el lo descubrieran.
olvidaba que era
jardín secreto, la Creía firmemente
inválido.
niña era muy cauta. que el aire fresco,
Un día la Quería averiguar, Dickon, el
señora Medlock le sin hacerle petirrojo y el
dijo a Mary: — preguntasdirectas, si ver crecerlas
Usted actuó era la clasede plantas, le harían
muy astutamente la niño que podía guardar olvidar su
noche que salió de un secreto. Sin obsesión por la
su dormitorio demostrar tanto muerte. Días atrás,
tratando de interés como al mirarseen un
averiguar lo que Dickon, a Colin espejo, ella se
pasaba. Pero ha también le percató de lo
sido una bendición entusiasmaba la mucho que había
para todos. Desde idea de un jardín cambiado desde su
que se hicieron escondido, lo llegada de la
amigos, él no ha que tal vez India; incluso
tenido rabietas, e indicaba que se Martha lo había
incluso la notado. Podía
ser que a Colin le señora; ella se es Dickon, que
sucediera otro tanto, asustó tanto sabe en donde
aunque era posible que salió corriendo. viven los zorros
que no aceptara y encanta a los
—Me extraña
que Dickon lo animales.
que no gritaras la
mirara. —¿Por qué te
noche que entré Esta conversación
enojas cuando te
a tu pieza — dio a Mary la
miran? —le
dijo Mary sonriendo. certeza de que no
preguntó un día.
teníaque temer
—Creí que eras un
—Siempre lo he por Dickon.
fantasma o un
odiado —contestó—
sueño, y Laprimera
. Incluso de
éstos no mañana que el
pequeño. Cuando
desaparecen si cielo mostró su
me sacaban en la
gritas. —¿Te color azul, Mary
silla, la gente se
enojarías si un despertó temprano.
paraba a hablar
niño te viera? Tan alegres eran los
con la enfermera
—preguntó rayos del sol
sobre mí. Otras
con cierta que traspasaban las
personas me
incertidumbre. persianas, que
palmeaban la
—Hay un niño — saltó de la cama,
cara y decían:
dijo lentamente, abrió la
"¡Pobre niño!". En
como si pensara ventana y, junto
una ocasión grité y
cada palabra— que no con aspirar el
le mordí la
me importaría. Él aire fragante, vio el
mano a una
páramo que se en ese momento muro. Por aquí y
extendía ante sus tordos y por allá se
ojos. Su color azul le petirrojos. Sin vislumbraban tallos
pareció obra de poder contenerse, púrpura y amarillos.
magia. corrió a través Seis meses atrás
de los senderos la señorita Mary no
Corrió hacia
hacia el jardín se habría dado
fuera
secreto. cuenta de que el
deteniéndose a
mundo despertaba;
observar el pasto —Se ve
en cambio ahora
que en pocos diferente —dijo—. El
no perdía detalle.
días se había tornado pasto está más
verde intenso. El verde, todo florece Al llegar a la
sol la calentaba y las hojas se puerta cubierta de
mientras escuchaba están enredaderas, oyó el
los gorjeos y cantos desarrollando. Estoy graznido de un
provenientes de los segura de que cuervo que la
matorrales. Juntó esta tarde vendrá miraba desde lo
sus manos y Dickon. alto del muro.
alegremente miró Jamás había
Lalargae intensa
los colores visto uno tan de
lluvia había
primaverales cerca y se
tenido extraños
mientras sentía el sintió inquieta.
efectos en las
impulso de cantar Poco después el
plantas que
muy fuerte, tal pájaro despegó
bordeaban el
como lo hacían sus alas y voló
sobre el jardín —¡Eh! —dijo—. Me Al ver que el
secreto posándose levanté antes niño conversaba
sobre las ramas que él. ¡Cómo con una criatura
de un manzano podía quedarme extraña, se
enano a cuyos en cama cuando acercaron el animalito
pies había un esta mañana el de cola roja y el
animalito de cola mundo empieza a cuervo.
rojiza. Ambos renovarse! Los
—Esta es la
observaban el pájaros construyen
cría del zorro y
cuerpo encorvado sus nidos y el
su nombre es
y la cobriza suelo despide
Captain —dijo,
cabellera de Dickon nuevas fragancias.
sobando la pequeña
quien, de rodillas, Al salir el sol, el
cabeza—. Este es
trabajaba arduamente. páramo saltó de
Soot. Ambos
gozo y yo lo
—¡Oh Dickon! — vinieron conmigo
atravesé cantando
gritó—. ¿Cómo desde el
porque sabía
pudiste llegar páramo.
que el jardín
tan temprano? El
me esperaba. Ninguno de los
sol apenas se
dos parecía
está levantando. —¡Dickon!, estoy
asustado con la
tan feliz que apenas
Él se enderezó presencia de Mary.
puedo respirar —
riendo Caminaron a su
dijo Mary
entusiasmado. lado mientras Dickon
entusiasmada.
le mostraba cómo
empezaban a muchas veces así alegrías de la
brotar los floridos —dijo Dickon. tierra. Un pajarito
bulbos de de pecho rojo
Fue tanto lo
variados colores. Al llevando algo en su
que corrieron de
ver los pequeños pico voló hacia los
una parte a
brotes, Mary se árboles situados en
otra del jardín
inclinó y los uno de los
descubriendo
besó una y otra rincones. Al verlo
maravillas que, en
vez ante la Dickon se quedó
varias ocasiones,
extrañada sonrisa quieto y puso su
tuvieron que
de Dickon. mano sobre Mary.
recordar que debían
—No beso así a hablar bajo. Él le —No podemos
las personas —dijo mostraba las yemas movernos —
ella al levantar la de las mismas murmuró—. El
cabeza—. Pero las rosas que antes petirrojo de Ben
flores son parecían muertas y encontró pareja y
diferentes. las miles de ahora está
pequeñas puntas haciendo su nido.
—Cuando vuelvo
verdes que Sólo se quedará
de mis correrías y
trataban de salir a aquí si no lo
mi mamá me
la superficie. molestamos.
espera en la
puerta de la casa, Esa mañana el Se sentaron en
la he besado jardín secreto les el pasto y
reveló todas las
se quedaron ella observó a su Mary muy bajo—;
inmóviles. compañero tengo un asunto
pensando que a lo que contarte. ¿Sabes
—No
más se algo de Colin? —
demostraremos
transformaría en murmuró.
que lo estamos
algo verde, o le
observando —dijo Volviendo la
saldrían ramas y
Dickon—, porque nos cabeza, él la
hojas para parecer
abandonaría para miró.
árbol. Pero él
siempre. Hasta
sólo bajó la voz y —¿Qué sabes tú
que termine su
se quedó inmóvil. acerca de él?
nido no tendrá
—le preguntó.
tiempo de conversar —Desde que
ni de visitarnos. comenzó el mundo, —Toda esta semana
Debemos aparentar los nidos se lo he visto y
que somos como construyen durante conversado
el pasto o los la primavera. Hay con él.
árboles y así que entender este Luego de la
sabrá que no proceso y no primera
nos interpondremos ser muy curioso. Es sorpresa, la
en su camino. fácil perder algún cara de Dickon
amigo durante demostró alivio.
Mary no estaba
este período.
segura de —¡Cuánto me
entender a Dickon. —Hablemos de alegro! Esto lo
Por unos minutos otra cosa —dijo hace todo más fácil.
Sabía que no te secretos de los Aunque el señor
lo podía comentar doce años". Craven le compra
y no me gusta todo lo que el
Mary le contó
ocultar cosas. dinero puede
su visita
dar, pretende olvidar
—¿Es que nocturna a Colin y
que su hijo existe.
prefieres no lo que le habían
Tiene miedo de
mantener el impresionado su
que algún día
secreto del pálida cara y
sea jorobado como
jardín? sus sombreados y
él. —Por eso Colin
extraños ojos.
—Eso jamás lo tiene miedo de
diré —contestó—. A —¿Tú crees sentarse —dijo
mi mamá le que él desea Mary.
conté que teníaun morir? —
Asegura que si
secreto que no murmuró Mary.
algún día siente
era malo. A
—No lo creo, una protuberancia en
ella no le
pero pienso que su espalda, se
importó. Al
habría preferido no volverá loco y
contrario, riendo
haber nacido. Mi gritará hasta
me dijo: "Jovencito,
mamá opina que lo morir.
puedes tener
peor que le puede
todos los —El no debiera
suceder a un
secretos que pasar tendido en
niño es sentir
quieras: conozco los su cama y
que no lo
menos pensar así
quieren.
—dijo Dickon—. como si una sobre la tierra.
Ningún muchacho neblina o un ¿Podrás
puede mejorar en velo de gasa verde entusiasmarlo para
esas condiciones. lo cubriera. que venga a
sentarse en su
Mientras —¡Claro! —dijo
silla bajo los
conversaban, Dickon Dickon—. Todo el
árboles?
sobaba el cuello gris desaparecerá.
del zorrito. ¿Puedes adivinar lo —Eso mismo
Repentinamente que estoy pienso cada vez
dijo: pensando? que estoy con él
—dijo Mary—. A
—La primera —Sé que debe
través de los
vez que entramos ser algo bueno y
libros conoce
aquí todo parecía probablementese
muchas cosas,
gris. ¡Mira ahora! trata de Colin —dijo
pero nada más. Eso sí,
¿Ves la diferencia? Mary con lentitud.
le entusiasma oír
Mary miró a su —Exactamente. Si hablar de este
alrededor y estuviera aquí con jardín porque es
por un minuto nosotros, no secreto.
se le cortó pensaría en su
—Tendremos que
la respiración. espalda. Su salud
traerlo aquí.
mejoraría y estaría
—¡Mira! — Yo puedo
ansioso de
gritó—, la pared empujar su
observar cuando
gris está cambiando
irrumpen los brotes
de color. Es
silla —dijo construyendo un Mary recordó a
Dickon. nido,pero no se lo Colin.
—¡Oye!, ¿has digas a nadie.
—Dígale a
notado cómo el Si bien el Colin que no puedo
petirrojo y su petirrojo no ir a verlohasta
pareja trabajan contestó porque más tarde —dijo
mientras nosotros teníauna ramita en a Martha —.
conversamos? El el pico, sus Estaré ocupada en
trata de elegir el brillantes ojos el jardín.
mejor lugar en indicaron que no
Martha se asustó.
donde colocar contaría el
esa ramita. secreto. —¡Señorita Mary!
Se pondrá de
Dickon dio un
muy mal humor.
pequeño
silbido y A Mary no le
XVI
le habló importó. Ella no
¡No lo haré! era una persona
al petirrojo
con voz que se sacrificara
amistosa. por los demás.
Fueron tantas las
—Tú sabes cosas que hicieron —No puedo
que no te esa mañana en el quedarme —
molestaremos —le jardín que sólo en contestó—. Dickon
dijo—. Nosotros el último momento me espera.
también estamos
Latarde fue tal como lo jardín, decidieron
aún más entretenida hacía el regresar a sus
que la mañana y petirrojo. En una casas.
trabajaron muy ocasión, como el
—El tiempo
duro. Dickon trajo su muchacho no le
estará espléndido
propia pala y contestó, Soot se
mañana —dijo
enseñó a Mary a paró sobre su
Dickon—. Empezaré a
usar sus hombro y con su
trabajar de
herramientas. El largo pico gentilmente
madrugada.
zorrito y el le torció la
cuervo estaban oreja. —Yo también —
tan ocupados como contestó Mary.
Cuando
ellos y el Ella corrió a
quisieron descansar,
petirrojo y su la casa. Quería
se sentaron bajo un
compañera volaban contar a Colin
árbol y el
de un lado a detalles sobre el
niño tomó la
otro como zorrito, el cuervo y
flauta y tocó
pequeñas líneas lo que estaba
suaves y
luminosas. En sucediendo con la
extrañas melodías
varias ocasiones el llegada de la
que atrajeron a
cuervo con sus primavera. Mas, al
dos ardillas.
negras alas voló abrir la puerta de
Solamente cuando
desde la copa de su dormitorio, la
los rayos del sol
los árboles para esperaba Martha
poniente traspasaban
hablarle a Dickon, muy afligida.
los árboles del
—¿Qué sucede? — pretendía interferir Al entrar en la
preguntó Mary—. con lo que a habitación del
¿Le dio mi ella le gustaba. niño,éste estaba
recado a Mary no sabía cuan tendido en la
Colin? dignas de cama y no se
compasión son las volvió hacia
—¡Cómo
personas que no ella. Mary se
desearía no haberlo
pueden controlar su disgustó, y con su
hecho! —exclamó
enfermedad y expresión más
Martha—. Casi le
nerviosismo y altanera se acercó.
dio una rabieta y
cuánto hacen
nos ha costado —¿Por qué no te
padecer también a
mucho entretenerlo. levantaste?
los demás. Cuando
No hace más que
en la India —Esta mañana
mirar el reloj.
ella sufría de me levanté, pero al
Mary se mordió dolor de cabeza, saber que no
los labios. Ella, al hacía lo posible vendrías me volví a
igual que Colin, no porque los que la acostar. Me duele
estaba acostumbrada rodeaban también lo la espalda y la
a considerar a sintieran. En esa cabeza. ¿Por qué no
las otras época ella creía viniste? —Estaba
personas. No que actuaba bien; con Dickon
comprendía por ahora, en cambio, trabajando en el
qué un niño de no aceptaba la jardín —dijo
mal genio actitud de Colin. Mary.
Colin frunció el harás —dijo niños de la
ceño y Colin. calle se habrían
condescendió a pegado, mas con
—¡No lo haré!
mirarla. palabras llegaron
—Te obligaré — muy cerca de
—Si te vas
dijo Colin—. Te ello.
con él, en
arrastrarán
vez de —Eres una egoísta
hasta aquí.
visitarme, no —gritó Colin.
dejaré que —Podrán
—¿Y tú, qué
ese niño venga. arrastrarme, pero no
eres? —dijo
me pueden obligar
A Mary le dio Mary—. Los
a hablar. Me
una rabia egoístas siempre
sentaré con los
tremenda. dicen eso y
dientes apretados y
Sin importarle jamás hacen lo
ni siquiera te
las que no quieren
miraré —contestó
consecuencias le hacer. Tú eres
Mary cruelmente.
dijo: más egoísta que
Se lanzaban yo.
—Si echas a
tan feroces
Dickon, no —No lo soy —
miradas el uno al
volveré más a replicó Colin
otro, que no era
esta habitación. tercamente—. ¡El
nada agradable
egoísta es Dickon!
—Si yo lo mirarlos. En las
Te mantiene
quiero, lo mismas
jugando con tierra
circunstancias, dos
sabiendo que yo —¡Es mil veces —Yo no soy
estoy solo. mejor que egoísta. Recuerda
cualquier raja! — que estoy
Los ojos de
le devolvió Mary. siempre enfermo y
Mary despedían
además me moriré.
fuego. Como ella era
más fuerte que él, —¡No morirás! —
—Es el niño
Colin empezó a le contradijoMary,
más encantador
flaquear. Jamás sin ninguna
que existe —
había discutidocon simpatía.
dijo—. ¡Es un
alguien parecido a
ángel! El abrió los
él. Más aún, aunque
ojos indignado. En
Parecía ridículo ninguno de los
ese momento sintió
decir aquello, dos se daba cuenta,
una mezcla de
pero a la la pelea estaba
furia y placer.
niña no le surtiendo muy buen
pareció así. efecto en él. —¿Que no moriré?
Colin volvió la —gritó—. ¡Tú
—¡Un ángel! —
cabeza y una sabes que sí!
gritó Colin, con
gran lágrima rodó Todos lo
furibundo desprecio—.
hasta la dicen.
Él es sólo un
niño cualquiera almohada. Sentía —No lo creo —
que vive en una mucha pena de sí dijo Mary
pequeña casa del mismo. agriamente—. Tú lo
páramo. dices para que
sintamos compasión
por ti. Si fueras —Te venía a tenido una
un niño encantador contar muchas hermana con quien
lo creería, pero cosas pelear, ya se
eres muy estupendas; habría mejorado.
desagradable. ahora no
—¿Cree que
sabrás nada.
A pesar de su morirá?
espalda Al salir encontró a
—No lo sé y
inválida, Colin se la enfermera
no me importa —
sentó furioso riendo. Sin
dijo la enfermera—
en la cama. duda había
. La mitad de
estado
—¡Sal de mi lo que tiene es
escuchando.
pieza! —gritó histeria y mal
tirándole una —¿De qué se genio.
almohada que cayó a ríe?
—¿Qué es
los pies de Mary.
—De ustedes histeria?
Por la dos —dijo la
—Ya lo sabrá
expresión de su enfermera—. Lo
cuando sus
cara parecía como mejor que le
palabras le
si la hubieran pudo pasar a
provoquen
pinchado. Corrió hacia ese niño enfermo y
una rabieta.
la puerta, pero mimado es que se
antes de le opusiera alguien Mary volvió a
traspasarla le tan regalón como su dormitorio
dijo: él. Si hubiera enojada y
desilusionada. Era tal había una caja de que alguien la
su amargura, que madera llena de recordara y pronto
sentía que Dickon, paquetes. se sintió
el velo verde reconfortada.
—Se los ha
que se arrastraba
enviado el señor —Lo primero
por el muro y
Craven —dijo que haré será
el suave viento
Martha—. Parecen escribirle contándole
que soplaba desde
libros con lo muy contenta
el páramo habían
ilustraciones. que estoy con su
quedado muy lejos.
regalo.
Estaba preparada Abrió los
para contar a paquetes y vio Si Colin hubiera
Colin sus experiencias que contenían varios sido su amigo,
del día, y ahora, libros con dibujos habría corrido a
en cambio, pensaba y dos sobre mostrarle sus
que ni siquiera se jardines. Había regalos. Estaba
le podía confiar juegos y una segura de que
un secreto. Si así preciosa caja con habría olvidado
lo quería, que se útiles para escribir sus temores
quedara en su con su monograma. mientras miraban los
pieza para El regalo era libros o jugaban
siempre. tan maravilloso una partida.
que, rápidamente,
Martha la El miedo de
olvidó su enojo.
esperaba ansiosa. Colin provenía de
Ella no esperaba
Sobre la mesa una ocasión en
que oyó al ama de Mary se quedó que la hizo saltar
llaves murmurar pensando. de la cama.
que la espalda de ¿Qué podía
—Dije que no
su padre se ser? Al momento
volvería —vaciló—.
había empezado creyó saberlo.
Pero quizás volveré
a torcer cuando Las puertas se
mañana por si
era un niño.Este abrían y
quiere verme.
pensamiento lo cerraban. Se sentían
hacía sufrir pies que corrían
constantemente y, por el corredor
con excepción de XVII Una rabieta junto con horribles
Mary, jamás llantos y gritos.
habló del temor
—¡Es Colin! —
de deformarse. En Como se había
dijo—. Está con
general, sus levantado temprano y
esa rabieta que la
rabietas provenían trabajado duro en el
enfermera llama
de este miedo jardín, Mary estaba
histeria. ¡Es atroz!
que aumentaba cansada y con
cuando se sueño, por lo Al escuchar
cansaba o se que tan pronto pensaba que con
sentía disgustado. comió, se acostó. razón los de la
Probablemente ese casa ante estos
Era casi
día no habría gritos preferían
medianoche cuando
pensado en otra darle gusto en
despertó con un
cosa. todo. Sintiéndose
ruido espantoso
enferma, temblando —¡Tienen que golpeando
se tapó los oídos. hacerlo callar! con el pie.
¡Deben
—¡No sé qué —Así es —dijo
hacerlo! —gritó.
hacer! ¡No la enfermera—.
puedo En ese Por eso vaya y
soportarlo! momento oyó que regáñelo. Dele algo
alguien corría y nuevo en qué pensar.
Aun presionando
abríala puerta de ¡Hágalo lo más
las manos sobre
su dormitorio. Era pronto posible!
sus oídos
la enfermera
continuaba Sólo más tarde
muy pálida.
escuchando los Mary pensó que la
espantosos gritos —Le ha dado situación había
que llegaban hasta histeria —dijo sido tragicómica.
ella. Estaba tan apurada—. Se Divertida, por el
atemorizada que hará daño y nadie hecho de que los
repentinamente se puede controlarlo. mayores tuvieron
enojó y creyó ¿Por qué no viene que recurrir a
que también a y trata de una niña porque
ella le daríauna animarlo? Usted le ellos estaban
rabieta. Lo asustaría gusta. asustadosy no
a él, como él sabían cómo
—Esta mañana
lo hacía con actuar.
me echó de su
ella.
pieza —dijo Ella corrió y
Mary, a medida que se
acercaba al escucharla fue el tan fuerte que te
dormitorio de mejor remedio asustarás tanto
Colin su ira iba en para este niño como me asusté
aumento. Al histérico, a quien yo al oírte.
empujar la puerta nunca nadie
Él había dejado
se sentía lo contradecía.
de gritar y
bastante malvada
Tendido de las lágrimas
como para
boca golpeaba las corrían a
acercársele y
almohadas con las torrentes por su
gritar:
manos y casi cara.
—¡Debes saltó al oír la
—¡No puedo
callarte! ¡Cállate! Te furiosa voz de la
parar! ¡No
odio, y todos te niña.Su cara se
puedo! ¡No
odian. Quisiera veía espantosa,
puedo!
que con tus gritos blanca e
todos huyeran y hinchada, boqueando —¡Sí puedes! —
te dejaran solo. y tosiendo, pero a gritó Mary—. La
Morirías gritando. la pequeña y mitad es
salvaje Mary no le histeria y
Una niña
importó. mal genio.
encantadora y
simpática jamás —Si gritas —Sentí la
habría dicho nuevamente —le protuberancia en mi
estas palabras, dijo—, yo espalda —sollozó
pero la sorpresa de también gritaré y Colin—. Sabía
que me saldría y Colin la oyó y Nadie mejor
ahora moriré. dijo: que Colin supo el
efecto que estas
—No tienes —Muéstresela,
rabiosas palabras
ningún bulto, es ¡ella puede
surtieron en él. Si
sólo histeria. No le verla!
con anterioridad
pasa nada a tu
Era una espalda hubiera tenido
horrible espalda.
delgada y penosa con quien hablar
Date vuelta y
de mirar porque sobre sus
déjame mirar...
en ella se temores o a quien
¡Enfermera! Venga
contaban las costillas. hacer preguntas.
y muéstreme la
Se escuchó un Si hubiera tenido
espalda de Colin.
minuto de silencio la compañía de
Laenfermera, la mientras Mary miraba otros niños y
señora Medlock y atentamente la no pasara tendido
Martha, de pie espalda, con tanta respirando una
junto a la atención como si atmósfera de
puerta, la miraban lo hiciera el miedo, rodeado de
con la boca abierta. doctor londinense. gentes ignorantes y
—Quizás no —No hay ningún aburridas de él, se
me dejará — bulto, ni siquiera habría dado cuenta
dijo en voz del tamaño de un de que, en parte,
baja la alfiler. Si vuelves su enfermedad la
enfermera. a decir que tienes había creado él
uno, me reiré. mismo. Ahora, al
escuchar la Mary, quien a canción de mi
insistencia con que su vez le alargó aya? —murmuró.
la niña le decía la suya como si
—¡Sí, por favor!
que no estaba hicieran las paces.
Aunque dijiste
enfermo, pensó
—Saldré que me contarías
que quizás era
contigo, Mary —le muchas cosas.
cierto.
dijo—. En ¿Has descubierto
—Yo no sabía adelante no odiaré algo sobre el
que él creía tener el aire fresco y jardín secreto?
un bulto en su Dickon podrá
—Creo que sí —
espalda —dijo la empujar mi silla.
le contestó
enfermera —. Sólo la
Una vez que la mirando la
tiene débil por no
enfermera rehízo pequeña y
querer sentarse.
la cama y cansada cara del
—¿Es verdad? — dio a los niños niño—. Trata de
preguntó Colin una taza de caldo, se dormir y te
patéticamente. fue dejándolos contaré mañana.
solos. Mary
—Sí, señor. —¡Oh Mary!, si
aproximó el piso y
puedo entrar en
Larabieta se le tomó la mano
él, creo que podré
había pasado y del niño.
vivir y crecer. En
el cansancio y
—¿Quieres que te vez de cantarme,
debilidad lo hicieron
cante la ¿me puedes contar
ser gentil.Estiró su
nuevamente cómo
mano hacia
crees que es tranquilo, pero sombrero puesto y
por dentro? enfermo y con el niño la miró
fiebre, como desilusionado. Estaba
El cerró los
sucedía siempre que en cama con la
ojos y ella,
lloraba hasta cara penosamente
teniéndolo de la
agotarse. pálida y
mano, le habló
obscuros círculos
suavemente de —Él me pide si
rodeaban sus ojos.
cómo imaginaba puede ir a
el jardín verlolo antes —¡Cuánto me
cerrado. Al fin posible —dijo alegro de que
Colin se quedó Martha—. Es increíble vinieras! —le dijo—.
dormido. cómo se ha Me duele la
encaprichado con cabeza y todo el
usted. Imagínese cuerpo. ¡Estoy
que me lo pidió tan cansado! ¿A
XVIII Nodebes con un "por favor". dónde vas?
perder el ¿Irá, señorita Mary?
Mary se inclinó
tiempo
—Iré; tengo sobre la
algo que decirle cama y le
Mary no —dijo con dijo:
despertó temprano. súbita
—No tardaré. Iré
Cuando Martha le inspiración.
a ver a Dickon
llevó el desayuno le Al aparecer frente pero volveré. Se
dijo que Colin estaba a Colin llevaba su trata de algo
relacionado con el Cinco minutos Se sentaron
jardín. más tarde sobre el pasto,
Mary se con Captain
La cara de
encontró en el acurrucado a los
Colin se iluminó
jardín con pies y Soot desde
y sus mejillas
Dickon, el un árbol
se colorearon.
zorrito y el escuchaba
—¿De verdad? — cuervo que solemnemente.
dijo—. ¡Soñé habían venido Nut y Shell
toda la noche con él. husmeaban cerca.
con él! Entre También traía El ambiente era
sueños te oí decir consigo dos tan perfecto, que a
algo sobre el ardillas mansas. Mary le parecía
cambio del gris al casi imposible poder
verde y que —Esta mañana
abandonar el
estaba en un vine en el
lugar, pero al
lugar cubierto de mampato —dijo
contar a Dickon
pequeñas hojas él—. Estas dos
los sucesos de la
con pájaros y ardillas viajaron en
noche, la cara
nidos. Todo se mi bolsillo. Una se
del niño se
veía tan suave y llama Nut y la
transformó, ante lo
quieto que me otra Shell. Al
cual ella poco a
tenderé y pensaré nombrarlas
poco cambió de
en ello hasta saltaron sobre sus
parecer.
que tú vuelvas. hombros.
Se daba cuenta Cuando Dickon rio entre dientes
de que él hablaba sobre Dickon—. Lo
sentía mayor algo que le divertirá mucho, y
compasión interesaba, usaba no hay nada mejor
por Colin. el acento cerrado de que una buena
Yorkshire.En otras carcajada.
Mirando el
ocasiones lo
cielo y lo que lo —Desde hoy le
modificaba para
rodeaba, Dickon le hablaré con
que Mary entendiera
hizo ver lo que el acento
mejor. Pero a
era la vida del de Yorkshire
ella le encantaba
pobre niño —rio a su
ese modo de
encerrado; jamás vez Mary.
hablar y trataba
dejaría de pensar El jardín
de aprenderlo. En
en sus males si presentaba un
esa ocasión, ella
nunca podía salir aspecto tan
habló algunas
para ver cómo la maravilloso que
palabras, ante las
naturaleza se parecía como si
muecas de Dickon al
desarrollaba en unos magos lo
ver los esfuerzos de
primavera. hubieran atravesado
la niña que torcía
—¡No perdamos la lengua para dibujándolo. Era
más tiempo! imitar el acento difícil
¡Traigámoslo aquí del muchacho. abandonarlo,
para que se particularmente
—Así debes ahora que Nut
empape de sol!
hablarle a Colin —
había saltado a naciste aquí,¿lo conocer al bosque.
su falda y Shell la entiendes? No Era pequeño y
observaba. Pero me extrañaría de desgreñado, con
Mary volvió a la que te avergüences una hermosa cara y
casa, se sentó de no hacerlo. nariz aterciopelada.
junto a la Delgado y de piernas
Ambos rieron a
cama de Colin y musculosas, Dickon
carcajadas y
le habló con el lo había hecho
cuando llegó la
abrupto acento de que le pasara su
señora Medlock a
la región. pezuña y la
ver qué pasaba, se
besara en la
—¿Qué te quedó sorprendida
mejilla con su
sucede? —le al verlos tan
hocico.
preguntó el niño—. contentos.
Nunca te había —¿De verdad
Tenían tanto de
oído hablar así. Es que él
que hablar. Parecía
muy divertido. entiende todo lo
que Colin jamás se
que dice Dickon?
—Te estoy cansaría de escuchar
dando una detalles sobre los —Parece que sí
muestra de animalitos de —contestó Mary—.
Yorkshire,a pesar Dickon, Dickon dice que los
de que no lo especialmente sobre animales son
hablo tan bien el mampato llamado verdaderamente
como Dickon o Jump, el que sus amigos y se
Martha. Tú, que Mary había ido a entienden.
Colin se quedó también eres así. no haberte dicho
quieto Los tres nos que echaría a
mirando hacia parecemos. Claro Dickon de aquí!
la pared. que yo me siento Además me reí
ahora menos porque dijiste
—¡Cómo me
triste que antes que parecía un
gustaría ser amigo
de conocer al ángel, pero quizás
de las cosas!
petirrojo y a lo es.
Pero no lo soy.
Dickon.
Nunca he tenido —Suena
amigos y no —¿Sentías como divertido —admitió
soporto a la si odiaras a Mary con franqueza—,
gente. las personas? pero si un ángel
llegara a
—¿Me soportas a —Sí —contestó
Yorkshire y viviera
mí? —le Mary sin afectación—.
en el páramo,
preguntó Mary. Te habría
estoy segura de
detestado si te
—Claroque sí y, que, tal como lo
hubiera conocido
aunque sea hace Dickon,
antes de
divertido, me entendería a las
cambiar.
gustas. criaturas salvajes y
—Mary —dijo se convertiría en
—Ben dice que
Colin estirando su su amigo.
soy como él —
delgada mano y
dijo Mary—. Ambos —No me importa
tocando la de
tenemos mal genio que Dickon
ella—. ¡Cómo quisiera
y creo que tú
me vea. ¡Quiero —¿Puedo confiar —¡Oh, qué
conocerlo! — en ti? Confié estupendo! —
dijo Colin. en Dickon, gritó encantado
porque los Colin.
—Me alegro —
pájaros se
contestó Mary—, —Pero eso no es
fían de él.
porque... todo —dijo Mary
Pero, de verdad, pálida y con
Súbitamente se ¿puedo confiar en gran seriedad—. El
dio cuenta de ti? —imploró. resto es aún mejor.
que había llegado
Su cara tenía Encontré la puerta
el momento de
una expresión que da al jardín.
contarle su secreto.
Colin comprendió tan solemne Si Colin hubiera
que algo pasaba y que él sido un niño sano,
ansiosamente contestó en un posiblemente habría
preguntó: murmullo: gritado: ¡Hurra,
—¡Oh, sí! ¡Sí! hurra!, pero como
—¿Por qué, qué?
era débil y algo
Mary estaba —Dickon vendrá
histérico, sólo abrió
tan excitada a verte
mucho los ojos y
que se levantó mañana y
respiró para tomar
y tomó a traerá a
aire.
Colin de ambas sus animalitos
con él. —¡Oh Mary! —
manos.
casi sollozó—. ¿Podré
entrar en él?
¿Crees que viviré —Parece como doctor Craven
y podré verlo? — si ya lo luego de la
le dijo mientras hubieras visto — rabieta de Colin.
agarraba sus manos dijo al fin. Siempre se hacía
atrayéndola hacia y cada vez se
—Lo he visto y
él. encontraba con el
he estado en él.
niño acostado,
—¡Por supuesto Encontré la llave y
temblando,
que lo verás! entré hace varias
malhumorado y
—replicó Mary semanas. No me
con rastros de
indignada—. No atreví a
histeria. Al doctor
seas tonto. contarte porque
no le agradaban
teníamiedo de no
Lanaturalidad de estas visitas. En
poder confiar
ella lo hizo volver esta ocasión, al
por completo en ti
a la realidad y llegar preguntó a
—contestó Mary,
rio de sí mismo. la señora
francamente.
Poco después ella le Medlock cómo
contó cómo seguía su paciente.
era el jardín en
—Bueno, señor
la realidad. Al
XIX —contestó el
escucharla, Colin
¡Ha llegado! ama de llaves—,
sintió que los
usted casi no lo
dolores y el
va a creer, pero
cansancio
Naturalmente esa niña poco
desaparecían.
que se llamó al agraciada lo ha
embrujado. Anoche Colin hablando como Ahora me gustará
como una fiera le un raja—. En porque saldré
ordenó que se uno o dos días con mi prima y
callara, y lo saldré en mi no llevaré a la
consiguió. silla al jardín. enfermera —
Quiero tomar agregó en tono de
Laescena que vio
aire fresco. magnificencia—, y
el doctor lo
un niño que tiene
dejó abismado. El doctor lo
fuerza y empujará
Los niños observó y le
mi silla.
conversaban y reían tomó el
mirando uno de los pulso El doctor se
libros sobre mirándolo con sintió alarmado.
jardinería. Al curiosidad. Si este niño
ver al doctor, histérico se
—Si sales,
Mary se quedó quieta mejoraba, él
tiene que haber
y Colin lo miró perdería todas las
sol; además, hay
preocupado. posibilidades de
que tomar
heredar
—Siento saber precauciones para
Misselthwaite Manor.
que estuviste que no te canses.
Pero aun cuando
enfermo anoche —
—El aire fresco era un hombre
dijo el doctor
no me cansará — débil, tenía
nerviosamente.
contestó el niño, escrúpulos y no
—Estoy mejor, con sus ademanes permitiría que su
gracias —contestó de joven raja—.
paciente corriera del doctor fue vez y, a la
ningún peligro. corta. No dio mañana siguiente, al
medicinas ni abrir los ojos sonrió
—Necesito saber
órdenes. Cuando sin saber por
quién te
bajó para encontrarse qué. Era maravilloso
acompañará —
con la señora estar despierto. Su
dijo.
Medlock iba mente estaba
—Dickon — verdaderamente llena de planes y
contestó Mary. perplejo. se sentía feliz de
Ella pensaba que tener algo en
—Es inaudito,
todos lo qué pensar.
pero no se puede
conocían y, en
negar que se ve Al poco rato, oyó
efecto, así era
mejor que antes correr a Mary
porque al oír su
—dijo el doctor. por el pasillo; la
nombre el doctor
niña traía consigo
sonrió aliviado. —Creo que la
una ráfaga de
madre de Martha
—Con Dickon aire fresco, unido
tiene razón. Ella
estará a salvo, a la fragancia
dice que los niños
tiene más fuerza mañanera. Había
necesitan de los
que los mampatos estado corriendo
niños —dijo el
del páramo. afuera; su pelo
ama de llaves.
Ese día era la estaba suelto y
Esa noche el aire había
primera vez que,
Colin durmió sin enrojecido sus
luego de una
despertar ninguna mejillas.
rabieta, la visita
—¡Está precioso! — Mary abrió la profundamente
dijo casi sin ventana de par en una y otra vez
aliento—. Jamás lo par y, junto hasta sentir
he visto así. ¡Ha con entrar la que algo nuevo y
llegado la fresca fragancia del maravilloso le
primavera! Creí aire, se oyó el estaba sucediendo.
que había venido múltiple canto de
Mary le explicó
días atrás, pero los pájaros.
que las plantas
era sólo un anuncio.
—Ahora respira apiñadas trataban de
¡Hoy está aquí!
a grandes brotar a la
—¡De veras bocanadas: eso es superficie y las flores
llegó! —gritó lo que hace Dickon empezaban a
Colin aunque sin en el páramo. El abrir. Había
saber realmente llena de aire sus brotes por todas
en qué consistía—. venas y por partes y un
Abre la ventana — eso se siente velo verde cubría
añadió, sentándose fuerte y cree casi por completo la
en la cama y que vivirá para pared gris. Los
riendo de felicidad. siempre. pájaros apresurados
Luego, lleno de terminaban de
—¡Para siempre!
imaginación, fabricar sus nidos,
¿De veras que él
exclamó—: ¡Quizás mientras otros
siente eso? —dijo
escuchemos peleaban por
Colin, mientras
trompetas encontrar un lugar
respiraba
doradas! en el jardín
secreto. Dickon respirando animalitos. Los
llevaba a diario profundamente el quiero aquí,dígale
a sus pequeños aire puro que entraba a Martha que los
animales y ahora por la ventana acompañe. Él es
había agregado un abierta. Así los su hermano y es
corderito recién encontró la un encantador de
nacido que había enfermera. Muy animales.
encontrado al sorprendida,
Comieron con
lado de su mamá preguntó:
gran apetito y no
muerta. Lo llevó a
—¿Está seguro esperaronmucho
su casa envuelto en
de que no hasta escuchar un
su chaqueta y,
tiene frío, graznido dentro de
junto al fuego,
señorito Colin? la casa.
lo alimentó con
—dijo.
leche tibia. —Ese es Soot —
Esa mañana, en el —No —contestó— dijo Mary—.
jardín, lo había , estoy ¿Escuchas un
depositado en la tomando aire para balido?
falda de Mary. robustecerme. Hoy
—Sí —dijo
¡Un corderito que desayunaré en el
Colin enrojeciendo
parecía un bebé! sofá con mi prima.
de excitación.
Además quiero
A medida que —Es el
decirle que un
ella describía todo corderito recién
niño vendrá a
esto, Colin la nacido. ¡Ya
verme con sus
escuchaba vienen!
Las botas de Soot en el ni incómodo.
Dickon eran gruesas derecho. La cabeza Caminó hasta el
y pesadas y, a de Shell se sofá y despacio
pesar de que asomaba por el colocó al
trató de caminar sin bolsillo de su corderito en la
hacer mucho abrigo. falda de Colin.
ruido, sus fuertes Inmediatamente la
Colin los miró
pisadas retumbaron criaturita empezó a
fijamente con
en el corredor. — acurrucarse entre
admiración y
Si lo permite el los pliegues de la
encanto. La verdad
señor —anunció bata del niño y a
era que aun cuando
Martha abriendo la golpear con su
le habían descrito
puerta—, aquí está mi cabeza. Colin no
a Dickon, no se
hermano con sus pudo dejar de
lo había podido
animalitos. preguntar qué era lo
imaginar. Colin jamás
que quería.
Dickon entró había hablado a
con su mejor otro niño y en —Quiere a su
sonrisa. Llevaba al este momento, mamá —dijo
corderito entre abrumado de Dickon sonriendo—.
sus brazos mientras felicidad y curiosidad, Le traje la botella
el pequeño zorro se quedó mudo. de leche porque
trotaba a su sabía que tendría
Dickon, en
lado. Nut se había hambre. Le gustará
cambio, no se
sentado en su ver cómo se
sentía avergonzado
hombro izquierdo y alimenta.
Terminada la solemnemente momento crecían en
leche el saliendo y el jardín.
animalito se durmió entrando por la
—¡Las tengo
y Dickon le ventana, a la
que ver! —gritó
contó a Colin vez que graznaba
Colin—. ¡Las
cómo lo había observaciones sobre
veré!
encontrado. Estaba el paisaje.
escuchando una También Nut y —Sí —dijo
alondra que volaba Shell excursionaban Mary muy seria—,
cada vez más alto, entre los y no debes
cuando oyó un grandes árboles tardar.
sonido diferente y del exterior.
supo que era un Captain, en cambio,
corderito hambriento. se había
XX Viviré para
Lo buscó por acurrucado cerca
siempre
largo rato hasta de Dickon, junto
que por fin vio un a la chimenea.
bulto blanco Tuvieron que
Miraron los
cerca de una esperar más de
dibujos de los
roca. Al trepar, lo una semana antes
libros de
encontró medio de que Colin pudiera
jardinería y Dickon,
muerto de frío. salir al jardín. Se
que conocía los
Mientras nombres de las sucedieron días
conversaban, Soot flores, les mostró ventosos y el
volaba las que en ese niño estuvo a
punto de coger los niños se que ese secreto era
un resfrío. Con centraba en hacer su mayor
anterioridad, este planes para la encanto.
inconveniente lo futura salida de
Una mañana,
habría puesto Colin y ver la
Roach, el
furioso; en cambio, forma en que lo
jardinero jefe, se
ahora, con la transportarían al
presentó muy
diaria visita de jardín secreto.
inquieto ante Colin.
Dickon y su Pensaban que, luego
El no conocía al
charla sobre los de atravesar los
niño y sólo había
tejones que matorrales y de
oído los rumores
moraban a orillas asegurarse de que
que corrían entre
de los riachuelos, nadie los viera,
los empleados.
o sobre las tomarían el largo
ratas de agua y camino que —No se extrañe
de campo en sus circundaba el si encuentradentro
madrigueras, se muro de hiedra. del dormitorio
sentía encantado una casa de
A medida que
escuchando todos animales —le había
pasaban los días,
esos detalles que dicho Martha.
Colin estaba cada
conocía el Y, a pesar de
vez más decidido a
encantador de que se lo
conservar el
animales. advirtieron, casi
misterio que
Sin embargo, el rodeaba el jardín, retrocedió
mayor interés de pues consideraba asustado al oír el
graznido de un para darleunas órdenes para que vuelvan a
cuervo que lo muy importantes. sus trabajos.
observaba desde
—Muy bien, señor —Muy bien, señor
el respaldo de
—contestó el —contestó el
una silla. Colin,
jardinero, mientras jardinero aliviado de
sentado en un
pensaba que ojalá no no tener que
sillón, teníaa su
lo hicieran cortar hacer cambios en el
lado un corderito
todos los robles jardín.
que movía la
de la avenida, o
cola, mientras Dickon Colin, actuando
transformar el
le daba la como si fuera
huerto en un
mamadera y un raja, le indicó
jardín acuático.
una ardilla lo que teníapermiso
miraba desde su —Esta tarde para retirarse, pero
hombro. La niña de saldré al jardín que recordara cuan
la India —dijo Colin—, y importantes eran las
observaba la es posible que lo órdenes recibidas.
escena sentada en haga a diario. A las
Al salir, Roach
un piso. dos de la tarde
comentó a la
no quiero ver a
—¿Así que usted señora Medlock
ningún jardinero
es Roach, el que el niño parecía
cerca del camino
jardinero? —le un joven lordpor la
largo junto al
dijo observándolo de manera de dar
muro. Después
arriba abajo—. Lo he órdenes a los
enviaré un recado
mandado llamar empleados.
—Así ha sido agrandan cuando gran procesión,
desde que era piensas. rodeadas de música.
pequeño —dijo el Fue por eso que te
—No puedo
ama—. El piensa pregunté si
dejar de
que tiene derecho a aparecerían
reflexionar en
mandar a todas trompetas
cómo será la
las personas. Pero doradas.
primavera. Si
estoy segura de
alguna vez la vi, —¡Qué gracioso! —
que si la niña de
no la recuerdo. dijo Mary—. Eso es
la India se
exactamente lo
queda en la A pesar de
que uno siente.
casa, se que Colin había
Porque si todas
encargaráde vivido enfermo y
las plantas, flores,
enseñarle a valorar encerrado, tenía
hojas y pájaros
a sus semejantes. más imaginación
pasearan juntos,
que Mary. Además
Sentada junto habría una multitud
conocía
a Colin, danzando al son de
innumerables libros
Mary se la música.
con ilustraciones.
preocupó al
Ambos rieron
verlopensativo. —El día que
encantados
me dijiste: "¡Ha
—¿En qué estás con la idea.
llegado!", me sentí
pensando?
extraño. Pensé Mientras la
Tus ojos se
que las cosas saldrían enfermera lo
como en una arreglaba, Colin
trató de ayudarla. —Tienen Aunque no se
Este hecho la hizo permiso para divisaba ningún
comentar al doctor retirarse. jardinero, pasearon de
Craven que el un sendero a
Ellos entraron en
niño se sentía otro según lo
la casa riendo.
más fuerte. planeado, sintiendo el
Dickon empujó la placer del
—Veré qué tal
silla lentapero misterio. Cuando al
resulta la
firmemente fin tomaron el
experiencia de
mientras Mary camino del muro
salir —dijo el
caminaba a su lado. se sentían más
médico—. Vendré más
Colin, tendido, excitados que nunca
tarde a saber.
observaba el y por alguna
Un robusto cielo que se veía curiosa razón
lacayo trasladó al muy alto y las hablaban sólo en
niño en brazos y pequeñas nubes murmullos.
lo sentó en su blancas que
Mary le fue
silla de ruedas entre parecían pájaros
indicando a Colin las
chales y cojines. con las alas
etapas seguidas
Colin, como un extendidas. El
por ella hasta
raja, levantó su viento soplaba
encontrar la puerta
mano y dijo a suavemente desde
escondida: el
los empleados: el páramo con
lugar en donde
una dulce
Ben trabajaba,
fragancia.
donde vio por
primera vez al la silla, la que gris de los sitiales
petirrojo y el atravesó rápidamente de piedra. Aquí y
punto preciso en la puerta. allá resplandecían
que removió la pequeñas manchas de
Tan excitado
tierra y variados colores y
estaba Colin,
apareció la llave. sobre su cabeza
que se dejó caer
Luego, el se extendía el
sobre los cojines
momento en que se rosa y blanco de
cubriendo sus ojos
movió la algunos árboles,
con las manos.
enredadera y unido al
Sólo cuando
ella descubrió la revoloteo de alas y
estuvieron dentro
puerta. al zumbido que los
de las cuatro
envolvía junto a
Sin poder paredes y la
las diversas
contener su puerta se cerró
fragancias.
entusiasmo, tras ellos, abrió
Colin gritó: los ojos mirando El sol caía tibio
lentamente cada sobre el rostro
—¡Quiero verlo!
rincón. Poco a y las manos de
¿En dónde
poco descubrió el Colin, en tanto
está?
velo verde de que, encantados,
Mary se pequeñas hojas Mary y Dickon
adelantó, movió la que se observaban lo
enredadera y balanceaban. El diferente que se
Dickon dio un pasto bajo los veía el color de su
fuerte empujón a árboles y el cara.
—¡Mejoraré!—gritó cielo que empieza a amables ante el niño.
el niño—. ¡Mary, cambiar de color. Posiblemente la
Dickon, mejoraré y El sol se levanta bondad celestial
viviré por siempre con una majestad envió a la
jamás! que no cambia, primavera para
como lo ha que cubriera con
hecho por miles sus brotes el
de años, lugar.
XXI Ben entonces sólo por un
—¡Está maravilloso!
Weatherstaff momento se
—dijo Dickon—. En
experimenta esa
mis doce años he
sensación.
Una de las visto muchas tardes,
cosas más Eso fue lo pero jamás vi
extrañas de la que sintió Colin una como ésta.
vida es que sólo cuando por primera
—Creo —dijo
muy de vez en vez vio y sintió
Colin,
cuando se siente la primavera dentro
soñadoramente
la impresión de de las cuatro
— que llegó
que se vivirá paredes del jardín
expresamente
para siempre. Esta secreto. Esa tarde
para mí.
sensación se tiene en todos los
elementos se Empujaron la
ocasiones como
combinaron para silla bajo el ciruelo
cuando se sale al
aparecer perfectos, color blanco nieve
amanecer y se
radiantes y del que emanaba la
mira el pálido
música que Luego Dickon —¿Es ése un
producían las abejas. empujó la silla árbol muy
Era como estar alrededor del jardín viejo? —
sentado bajo el mostrándole las preguntó.
dosel del trono maravillas de la
Los niños se
del rey de las primavera. Era
alarmaron.
hadas. Colin, como si
Prontamente Dickon,
desde su silla, mostraran sus
con voz suave, le
observaba cómo dominios al rey. A
explicó que si
Dickon y Mary medida que
bien ahora se
trabajaban. Ellos le avanzaba la tarde
veía seco y viejo,
traían brotes y el sol parecía
una vez que las
abiertos y cada vez más
rosas trepadoras
cerrados, ramitas radiante, nuevamente
lo cubrieran sería el
cuyas hojas recién colocaron la silla
árbol más lindo
empezaban a bajo el dosel
del jardín.
verdear, la pluma del ciruelo para
de un pájaro escuchar a Dickon —Parece como
carpintero que tocaruna melodía si una de sus
encontraron sobre el con su flauta. En gruesas ramas se
pasto, o la esto Colin vio algo hubiera roto —dijo
pequeña cáscara que hasta Colin—. ¿Cómo
vacía de un entonces no había sucedería?
huevo. notado.
—Sucedió muchos nuevas preguntas niño que gritaba y
años atrás — sobre el árbol, mordía almohadas.
comentó Dickon. Dickon comentó en
Como tenían
secreto a Mary
En ese hambre pidieron
que su mamá
momento pasó volando que les llevaran
creía que la señora
el petirrojo en una canasta con
Craven vagaba por el
busca de comida. comida y, en
jardín buscando a
Con gran alivio, cuanto estuvieron
su hijo y que
Dickon se lo a solas, la
probablementeella los
mostró al niño, acarrearon hasta
había impulsado a
distrayendo así su el jardín
trabajar ahí y los
atención del árbol. secreto. Fue una
había hecho
Este al verlocon merienda estupenda.
llevar a su
algo en el pico Tomaron té caliente
hijo. A su vez,
comentó riendo: con tostadas y
Mary pensó que la
panecitos,
—Le lleva té a oportuna llegada
mientras vanos
su pareja. Quizás del petirrojo había
pájaros acudieron a
son las cinco de sido obra de magia,
investigar y a
la tarde. Creo como lo era
picotear migajas.
que a mí también también la forma
Nut y Shell se
me gustaría comer en que se
llevaron un trozo
algo. comportaba Colin.
de pan dulce al
Pasado el peligro Parecía imposible
árbol cercano;
de que Colin hiciera que fuera el mismo
Soot partió a un
rincón con media termine —dijo Jamás habían
tostada y, luego Colin—. Pero volveré preguntado qué
de darlevarias mañana y todos los era lo que sucedía
vueltas, decidió días. Tomaré mucho con sus piernas.
tragársela de aire y ahora
—¡Claro que sí!
una sentada. que he visto la
—dijo Dickon
Latarde había primavera, veré
firmemente—. Tienes
avanzado y el también el verano.
piernas como
color del sol se Sabré cómo
cualquier niño.
hacía más crecen las rosas
y yo creceré Mary se sintió
profundo. Los niños
con ellas. muy asustada,
estaban sentados
hasta que
con la canasta —Y luego
oyó que Colin
arreglada y podrás caminar y
decía:
preparados para cavar como
partir. A su vez, cualquier otro niño — —Mis piernas
las abejas volvían dijo Dickon. sólo están débiles
a su colmena y y flacas; por
—¡Caminar y
los pájaros eso tiemblan y no
cavar! ¿Crees
pasaban cada vez me atrevo a
que podré
con menos pararme.
hacerlo? —exclamó
frecuencia. Dickon y Mary
Colin enrojeciendo.
—No quiero dieron un
Dickon y Mary lo
que la tarde suspiro de
miraron con cautela.
alivio.
—Cuando dejes actividades y fuera mi
de tener miedo, rodeaban a los hija, le daría
no te temblarán niños. una paliza.
—dijo Dickon Repentinamente se
Mary se le
con renovada sobrecogieron al
acercó.
alegría—. Pronto lo escuchar a Colin
harás. que murmuraba —Ben, fue el
alarmado: petirrojo que sin
—¿De verdad
darse cuenta
crees que lo —¿Quién es
me mostró el
haré? — ese hombre?
camino —le
preguntó Colin,
Mary y Dickon dijo.
todavía
se levantaron al
incrédulo. Aún furioso y
unísono y vieron
no creyendo una
Se quedaron la indignada cara de
palabra de cuanto
inmóviles mientras el Ben Weatherstaff
ella decía sintió
sol caía. Era la que, parado sobre
que se le caía la
hora en que todo se una escalera, los
mandíbula al
aquieta y ellos observaba desde
observar quien se
estaban cansados lo alto del muro.
acercaba.
luego de la Apuntando a
excitación del día. Mary le dijo: Dickon empujaba la
Incluso los silla de un niño
—Si yo no
animalitos habían que, sentado entre
fuera soltero
cesado sus lujosos cojines,
y usted
parecía un joven con la cara roja de Era demasiado
raja. furia, se para Colin. Él no
enderezó muy tieso y sabía que se
—¿Sabes quién
gritó: comentaba que
soy yo? —le
teníalas piernas
preguntaba —¡Yo no soy un
torcidas. El
Colin, con inválido!
escuchar a Ben
voz imperiosa.
Ben nuevamente era más de lo
Los ojos de se pasó la mano que podía
Ben lo miraban por la cara, soportar. La furia y
como si vieran temblando. Él el orgullo dolido
un fantasma.Se era un viejo le hicieron olvidar
pasó la mano por los ignorante y sin su pasado y le
ojos y contestó tino, que sólo dieron una fuerza
con voz extraña: recordabalo que le casi sobrenatural.
habían contado.
—¡Los que me —¡Ven aquí!
miran son los —¿Es que acaso —le gritó a
ojos de su no tiene la espalda Dickon—.
madre! Tiene y las piernas ¡Ven aquí,
que ser el torcidas? —le dijo al
inválido. con voz ronca. momento!
Olvidándose de —¡No! —gritó Dickon corrió
que había tenido Colin. a su
la espalda lado,
enferma, Colin, mientras
Mary, cabeza echada gente. ¡Que
muy hacia atrás. Dios lo
pálida, bendiga!
—¡Mírame! —le
repetía:
disparó a Dickon lo
—¡Él puede
Ben—. sujetaba firmemente,
hacerlo! ¡Él
¡Mírame ahora! pero Colin no
puede
desmayaba. Muy
hacerlo! —¡Es tan derecho
tieso miró cara a
como yo! —gritó
El niño hizo a un cara a Ben y le
Dickon—. ¡Tan derecho
lado las mantas dijo:
como cualquier
que lo cubrían y,
muchacho de —Cuando mi
ante la vista de
Yorkshire! padre no está, yo
todos, aparecieron
soy el amo y
sus delgadas A continuación
me tiene que
piernas. Colin se Ben hizo algo
obedecer. Este es mi
tomó del brazo extraño.
jardín y no
de Dickon y Atragantado, tosió
quiero que diga ni
apoyó suspies en el mientras las lágrimas
una palabra sobre
pasto. Por fin corrían por sus
él. Baje de la
estaba de pie, arrugadasmejillas.
escalera y Mary le
tan derecho como Juntando las manos,
mostrará la
una flecha y dijo:
entrada. ¡Quiero
lanzando chispas —¡Por favor! hablarle!
por sus ojos. Se Las mentiras
veía muy alto con su que cuenta la
Ben, con su encontrar a Ben, Dickon hizo una
cara todavía Dickon, que mueca
húmeda por las continuaba divertida.
lágrimas, parecía no sosteniendo a
—Tú mismo
poder apartar los Colin, lo
produces la
ojos de la juvenil observaba con
magia —
figura de Colin. mirada aguda.
contestó.
Mas el niño no
—¡Muchacho! —
demostraba huellas Colin le
murmuró—. ¡Mi
de flaqueza. propuso caminar
muchacho!
unos pasos y
—¡Puedo
En esto, como esperar a Ben de
pararme! —dijo
recordando quién pie apoyado contra
orgulloso, con la
era, se tocó la un árbol. Aunque
cabeza en
gorra y el tronco lo
alto.
desapareció tras el sostenía, a primera
muro. De repente, vista esto no se
Colin recordó algo advertía y así en
que Mary había esa posición lo vio
dicho sobre la Ben al entrar.
XXII Al caer el magia de Dickon. Mary murmuró una y
sol otra vez:
—¿Estás
haciendo magia? —Puedes
Entretanto Mary —preguntó hacerlo. Te
corría a bruscamente.
dije que podías tengo las hacen más que
hacerlo. piernas mentir. Pero no
torcidas? entiendo por qué se
Ella quería a
encerró.
toda costa que Ben, que
Colin se mantuviera todavía, no se —Porque todos
de pie. No reponía de la creían que iba a
soportaba la idea de impresión, morir —dijo el
que fuera a contestó con su niño secamente—.
caer frente a acostumbrada ¡Pero no moriré!
Ben. Pero el niño no franqueza:
—¡Morir! Claro
se dio por vencido
—¡Claro que que no —dijo
y Mary quedó
no! Pero, ¿cómo Ben, jubiloso—.
impresionada de lo
ha permitido que la Cuando vi lo
atractivo que se
gente piense rápido que se
veía a pesar de
que está inválido o levantaba de la
su flacura.
medio tonto? silla, supe que estaba
Fijando los bien. Y ahora,
—¿Medio tonto?
ojos en Ben, el señor, siéntese en
—dijo Colin
niño le ordenó esa manta, que
enojado—.
con voz estoy a sus
¿Quién dice
imperiosa: órdenes.
eso?
—¡Mírame bien! El joven raja
—Muchos. El
¿Acaso soy un condescendió a
mundo está repleto
jorobado o sentarse bajo el
de burros que no
árbol preguntando abarcándolo con la —¡Pero si por
a Ben cuál era su mirada. diez años nadie ha
trabajo. entrado! —gritó
—Ahora es mi
Colin—. No había
—Cualquiera — jardín y, como
puerta.
contestó el me gusta mucho,
jardinero—. Me vendré cada día — —Subí por el
aceptan porque dijo Colin—. Pero muro. El
saben que ella me tiene que ser un reumatismo
quería. secreto. Mi prima me impidió
y Dickon han volver a
—¿Ella? —
trabajado para hacerlo intentarlo.
preguntó Colin.
revivir. De vez en
—¡Ahora
—Su mamá — cuando lo haré
entiendo quién
contestó Ben llamar para que
podó! —
Weatherstaff. nos ayude, pero
exclamó Dickon.
—¿Mi mamá? — tendrá que hacerlo
a escondidas. —Ella era una
dijo Colin mirando a
joven tan
su alrededor—. —He venido en
hermosa y quería
¿Entonces éste varias ocasiones y
tanto el jardín
era su jardín? nadie lo ha
—dijo Ben—, que
—Claro que lo advertido. La
en una ocasión
era y a ella le última vez hace
me pidió que si se
gustaba mucho — dos años.
enfermaba o
contestó Ben, teníaque partir, yo
me hiciera cargo perseverancia logró Ben corrió
de sus rosas. remover la tierra. olvidándose de su
Cuando ella partió, reuma. Dickon
—Dijeron que no
cumplí la orden ayudó a cavar
podría caminar y
y por eso venía un hoyo profundo,
lo he hecho.
de vez en cuando mientras Mary se
Ahora estoy
a trabajar aquí. apresuró a buscar
cavando. En un
—Me alegro de un tarro con agua.
comienzo pensé
que lo hayas que me incitaban a —Quiero
hecho —dijo hacerlo para plantarla antes de
Colin—. Sin duda contentarme, pero que el sol
sabes mantener un hoy es sólo mi desaparezca por
secreto. primer día. completo —dijo Colin.
Mary había —¿Le gustaría Ben volvió
dejado su plantar algo? muy entusiasmado
herramienta cerca —le preguntó con una rosa del
del árbol, y al Ben—. Le invernadero. Colin
verla Colin la alcanzó y puedo traer esparció la tierra
empezó a excavar una rosa. — como hacen los
la tierra. Su ¡Tráigamela rápido! reyes al
delgada mano —dijo Colin inaugurar un lugar.
estaba débil, entusiasmado—. Entretanto Mary lo
pero con ¡Rápido! observaba
inclinada y Soot se
adelantaba a esperaba impaciente. Colin muy serio—. Iré
ver qué sucedía. El pobre hombre de todas maneras.
Nut y Shell lo miró muy serio.
Incluso Mary se
parloteaban desde
—No debieras había dado cuenta
un cerezo.
quedarte tanto de cuan rudo era
—Terminamos, y tiempo fuera. Colin al dar órdenes
el sol aún se Recuerda que no a los que lo
desliza por el debes agotarte. rodeaban. Como
horizonte —dijo había vivido
—No estoy
Colin riendo —. como un rey en
cansado —dijo
Ayúdame, Dickon, una isla desierta,
Colin—. Al
a tenerme en educándose a sí
contrario, me siento
pie. Quiero estar mismo, no tenía
tan bien que mañana
frente a él con quién
saldré todo el
cuando desaparezca. compararse. Mary
día al jardín.
había sido como él
—No creo que y gradualmente
deba permitirlo — descubrió que sus
XXIII Magia contestó el modales no la
doctor—. No me hacían simpática.
parece prudente. Por esta razón
Cuando por fin
—Le aconsejo quería conversar
regresó Colin a la
que no me lo con Colin sobre
casa, el doctor
impida —dijo ese tema.
Craven lo
—Siento pena serenamente —Sí, pero el
por el doctor Colin. hacer
Craven —le siempre sólo lo
—Si el doctor
dijo ella. que quieres te
fuera de
hace muy
—Yo también — aquellos que dan de
especial.
contestó bofetadas, ya lo
calmadamente Colin en habría hecho — Colin la miró
tono satisfecho—. respondió Mary. amenazadoramen
Ahora no moriré y te.
—Pero no se ha
no obtendrá la
atrevido —dijo —¿Es que soy
casa.
Colin. raro? —le
—Más bien preguntó.
—No lo ha
pensaba en lo
hecho —contestó —Sí —contestó
desagradable que
cuidadosamente Mary—, pero no
debe de haber
Mary—, porque debes enojarte
sido para él tener
eras un pobre niño por lo que digo,
que soportar por
que iba a morir. porque tanto Ben
diez años a un
como yo
niño grosero —dijo —Pero ya no
también lo somos.
Mary—. Yo jamás seré nunca más un
Sólo que ya no lo
lo habría consentido. pobre niño —
soy tanto. Desde
contestó
—¿Es que soy que encontré el
porfiadamente Colin.
grosero? — jardín y me
inquirió gustan las
personas, he —Y aunque no Los brotes se
cambiado. la haya, desarrollaban y se
imaginaremos que la llenaban de colores
—No quiero
hay. Sólo sé que diferentes. Las
ser raro. Dejaré de
"algo existe" en el semillas plantadas
serlo —dijo Colin,
jardín. por Dickon y
resueltamente,
Mary crecían como
frunciendo el Continuaron
si las hadas las
ceño. llamando magia a
hubieran cuidado.
"eso" que existía
Colin era un
en el jardín Los días que no
niño muy orgulloso y
durante los llovía, Colin se
por un momento
maravillosos y tendía en el
quedó pensativo.
extraordinarios pasto y
Luego una sonrisa
meses que observaba con
iluminó su rostro.
siguieron. Sucedieron atención los
—Si voy cada cosas asombrosas. En cambios que se
día al jardín, un comienzo parecía producían. Veía
estoy seguro de que jamás crecer todo a su
que dejaré de terminarían de alrededor. Vigilaba a
ser un niño asomar brotes los activos
extraño. Ahí existe verdes en la insectos mientras
buena magia. tierra, en el trasladaban su
—Yo también lo pasto e incluso comida, o incluso
creo así — entre las grietas cuando trepaban
contestó Mary. de las murallas. por el pasto
como si conseguía. Por —Muy bien, señor
quisieran explorar el esta razón decidió —contestó Ben, a
país. Otra mañana hacer un pesar de que no
estuvo absorto experimento. Mandó sabía lo que
contemplando cómo llamar a Ben, significaba un
un topo, con quien lo experimento
sus largas encontró de pie científico...
pezuñas que parecían bajo un árbol. Se
Era la primera
manos de veía grandioso y
vez que Mary oía
duende, fabricaba un una sonrisa
algo así, pero no le
montículo en su embellecía su
llamó la
madriguera. rostro.
atención. A medida
Pero ésta era —Buenos días, que pasaban los
sólo parte de la Ben. Quiero que, días se daba cuenta
magia. El hecho junto con Dickon de que Colin,
de haberse y Mary, aunque era algo
mantenido de escuche lo que extraño, había
pie lo hacía tengo que decir leído mucho, lo
reflexionar sobre un que lo hacía
continuamente. Él experimento muy convincente en
pensaba que la científico que voy a sus argumentos.
magia consistía en hacer. Cuando
—Trataré de
creer en algo con sea mayor deseo
descubrir qué
tanta fuerza, dedicarme a la
significa para mí la
que al fin se investigación.
magia, pues creo al mirar a realizarlo? ¿Creen
que hay magia en través de los que resultará?
todo lo que nos árboles siento —¡Claro que
rodea. Cuando una extraña resultará! —le
Mary encontró este felicidad, como si contestó Dickon
jardín, parecía ésta me obligara a sonriendo más que
muerto —continuó respirar más rápido. nunca—. Será igual
el orador—. Luego Esta misma magia que cuando las
ella lo revivió y me ha permitido semillas crecen
las cosas que un mantenerme de porque el sol
día no existían, pie y ahora sé brilla sobre ellas.
aparecieron al que viviré hasta
Como Colin se
día siguiente. Yo llegar a ser un
sentía cansado,
jamás he sido hombre. Desde hoy
sugirió que se
observador, pero en adelante, cada
sentaran bajo el
ahora tengo mañana me diré:
árbol con las
curiosidad de "Puedes hacerlo.
piernas cruzadas.
saber cada vez Puedes hacerlo". A
más. Continuamente la vez trataré de —¡Eh! —dijo
me pregunto: "¿Qué llegar a ser Dickon—, no
es esto?", y si tan fuerte como digas que
es algo que no sé Dickon. Este es mi estás
por qué sucede, lo experimento. ¿Me cansado,
llamo magia. ayudarán a estropearás la
Por ejemplo, a veces magia.
Una vez jardín — fuerte —repetía—.
sentados en círculo, anunció. ¡Puedo sentirla!
Colin empezó a
Formaron una Sin duda algo lo
cantar alabanzas a
especie de mantenía derecho.
la magia que
procesión, que Una o dos veces
permitía que el sol
caminó lentapero se sentó en los
brillara y
dignamente, asientos o sobre
florecieran las
encabezada por el pasto y en
flores. También
Colin, con Dickon más de una ocasión
alabó la magia
y Mary a ambos se detuvo; pero no
personal de cada
lados y se dio por vencido
uno de ellos y, al
seguidos de Ben. A hasta que terminó
fin, pidió una y
continuación iban los el recorrido del
otra vez que esta
animalitos. Colin se jardín. Al volver
misma magia le
apoyaba en Dickon hasta el árbol
ayudara a vivir y
aunque, en un dosel, sus mejillas
fortalecerse.
momento estaban rojasy se
Entretanto, los
determinado, caminó veía triunfante.
niños y Ben lo
unos pocos pasos
escuchaban —¡Lo hice! ¡La
sin la ayuda
extasiados. magia resultó!
del muchacho.
Este es mi primer
—Ahora
—La magia descubrimiento
caminaré
está dentro de mí científico —dijo.
alrededor del
y me hace más
—¿Qué dirá el vuelva a estimulaba era
doctor Craven Misselthwaite Manor, imaginar el día en
cuando lo caminaré hasta su que se presentaría
sepa? —lo escritorio y le diré: ante su padre. El
interrumpió "Papá, aquí estoy. que su padre lo
Mary. Soy como ignorara, era una de
cualquier niño y las peores
—No se lo
viviré hasta tristezas de sus
diremos y éste
llegar a hombre. pasados días.
será el mayor
Lo conseguí a
secreto. Lo
través de un
ocultaremos hasta
experimento
que esté lo
científico". XXIV Déjenlos
suficientemente
fuerte y pueda —Creerá que reír
caminar y correr está soñando —
como cualquier dijo Mary. Dickon, además
otro niño. Todos los de trabajar en el
Colin enrojeció
días vendré aquí en jardín secreto,
triunfante. El
mi silla y me cultivaba verduras
intentaba creer
devolverán en para su madre en un
que mejoraría y
ella. No quiero que mi pequeño huerto
ello representaba
padre sepa hasta junto a la
más de la mitad
que el experimentó casa, con sus
de la batalla.
sea un éxito animales regalones.
Pero lo que más lo
completo. Cuando él
Muy temprano en la jugando en el presencia de Mary la
mañana y parque. Pocos causa del cambio
también al días más tarde los en el carácter
atardecer, hacía niños decidieron del niño enfermo. A
maravillas en su hacerla partícipe de su vez se
plantación. En la su secreto y interesó por conocer
tarde, cuando la Dickon le relató la reacción del
señora Sowerby los emocionantes doctor y de los
teníaun momento momentos en empleados ante la
libre, se sentaba que descubrieron el transformacióndel
sobre el muro jardín; la amistad aspecto de Colin.
a escuchar de su de Colin con Mary, Así se enteró de
hijo las noticias luego del drama de que los dos primos
del día. la noche de la trataban de no
rabieta; la forma levantar sospechas
Fue durante
en que llevaron al en cuanto a su
una de estas
niño al jardín recuperación.
conversaciones
secreto y de
que ella supo los —Me imagino lo
qué modo se
últimos que gozará ese
enfrentó con Ben.
acontecimientos par de niños al
del Manor. En un Laseñora intentar engañar al
comienzo su hijo Sowerby hizo muchas doctor y a los
sólo le contó preguntas. Estaba empleados —dijo
que Colin estaba encantada de la madre de
muy entusiasmado escuchar que era la Dickon—. A esa
edad les encanta problema eran los Laseñora
actuar. Cuéntame ataques de risa. Sowerby se rio
cómo lo hacen. Apenas llegaban al mucho al
jardín tenían escuchar el relato
Dickon contó a
que sofocarlosentre y de inmediato
su madre las
los cojines para ideó la manera de
diarias aventuras de
que nadie los ayudarlos. Cada
los dos primos. En
escuchara. Pero la mañana les enviaría
la mañana, cuando
mayor dificultad leche con crema
el lacayo
consistía en que y pan con pasas
acarreaba a Colin
cada día se sentían del que comían
hasta su silla de
más hambrientos y, sus hijos. Así
ruedas, el niño se
como pedían podrían satisfacer su
hacía el
más comida, los hambre sin que los
desvalido rezongando
empleados empezaron descubrieran.
que no lo
a sospecharque Lamadre de
trataban con
Colin ya no era un Dickon teníarazón
cuidado. Mary seguía
inválido. Mary había al pensar que el
la actuación
intentado darle su actuar era una
diciendo: "¡Pobre
parte de comida, gran entretención
Colin! ¿Te duele
pero él no aceptó, para Colin y para
mucho, o es
porque, según Mary. La idea
que estás tan
decía, ambos había nacido un
débil que no resistes
debían robustecerse día en que la
tanto
juntos. enfermera y el
movimiento?". El
doctor, admirados dará fiebre porque comer menos, lo
de los progresos y me estoy que era muy difícil
del apetito de empezando a cuando, al
Colin, propusieron enojar. despertar con apetito,
escribir al señor lo esperaba un
—No te
Craven contándole suculento desayuno.
preocupes,
las buenas nuevas.
muchacho —le Una mañana,
Ante la calmó el luego de haber
insistencia del doctor—. No trabajado por dos
doctor, Colin decidió escribiremos sin tu horas, Dickon
fingir que no permiso. Eres sacó de detrás del
estaba tan bien demasiado rosal un jarro de
como aparentaba. sensible, no eches leche y
a perder lo panecitos envueltos en
—No quiero
que has progresado. una servilleta para
que le escriban a
conservar su calor.
mi padre —dijo— Desde ese día
La sorpresa produjo
. Sería Mary y Colin se
gran alboroto. ¡Qué
tremendo alarmaron. Al
maravillosas eran las
desilusionarlo si mismo tiempo
ideas de la
vuelvo a recaer, planearon la forma de
madre de Dickon!
incluso puedo actuar para no
Sin duda ella era
empeorar esta misma ser descubiertos.
inteligente y
noche. Si escriben a Por una parte,
muy buena.
mi padre me Colin trataría de
—Creo que, igual En el bosque varias veces
que Dickon, en que lindaba con el durante la jornada.
ella hay magia — parque, Dickon Las caminatas lo
dijo Colin—. descubrió una tenían cada vez
Siempre piensa pequeña hondonada más robusto y, a
cosas buenas. en la cual podían medida que pasaban
construir un los días, el
Este fue el
pequeño horno de trayecto se
comienzo de varios
piedras para asar alargaba.
incidentes muy
papas y huevos,
agradables entre Aun cuando
los que fácilmente
los que participaban creía cada vez con
podían comprar y
del secreto del mayor intensidad
así en la
jardín. Al mismo en los efectos de
pequeña casa del
tiempo, los niños la magia, fue Dickon
páramo no se
se dieron cuenta de quien le enseñó
vería disminuida la
que la señora los ejercicios que, a
ración de comida.
Sowerby teníacatorce la larga, le
personas a quienes En las serían de gran
alimentar. Por eso le mañanas de buen utilidad. El
preguntaron si tiempo se reunían muchacho teníaun
podían pagarle en círculo bajo el amigo que era
algunos de los dosel del árbol. campeón de lucha
alimentos. Luego Colin y que le había
caminaba, enseñado la manera
ejercicio que repetía de fortalecer las
piernas, brazos y Dickon le enseñó de Dickon y los
músculos en general. varios alimentos que asaban
Cuando le habló movimientos, algunos en el horno de
de esto a Colin, de los cuales piedra, no habrían
el niño le podía hacerlos podido continuar
preguntó con enorme sentado. A su rechazando las
entusiasmo: vez, Mary también comidas de la
empezó a casa. El doctor
—¿Me puedes
practicarlos. Al estaba cada día
enseñar esos
verlos, Soot se más perplejo.
ejercicios?
perturbó porque no Aparentemente los
¿Lo harás?
podía ejecutarlos. niños no comían,
—Por supuesto — Muy pronto, esta pero, en cambio,
contestó Dickon—. práctica formó cada día se les
Sólo que mi amigo parte de la veía más saludables.
me advirtió que los rutina diaria y,
Después de
ejercicios se deben poco a poco,
varios días sin
hacer con cuidado pudieron ejecutar los
haber examinado
y jamás ejercicios sin
a Colin, el
cansarse. Además, cansarse. Cadadía
doctor no pudo
hay que aspirar tenían más apetito
dejar de decir al
profundamente y si no hubiera
observarlo:
entre cada uno. sido por las
provisiones que —Siento saber
Lenta y
enviaba la madre que no estás
cuidadosamente
comiendo. preguntó al —También la
Perderás lo ama de llaves: niña —dijo la
ganado, aunque señora Medlock—.
—¿Hay alguna
has mejorado de Desde que ha
manera de
una manera engordado, ha perdido
que estos
impresionante. ¿Cómo la mirada agriay
niños
es que hasta está empezando a
consigan comida
hace pocos días verse bonita. Su
fuera de
comías tan bien? pelo está creciendo
casa?
con fuerza y
Al escucharlo,
—No, no la brillante. Ella, que
Mary casi se atoró
hay —contestó era sombría y
de la risa. Más
ella—. A no callada, ahora no
tarde, a solas
ser que caven la deja de reírse.
con Colin, le explicó
tierra o la Quizás engordan
que al oír decir
saquen de los con sólo reír.
que no comía,
árboles.
había recordado —Quizás es así
cómo devoraba las —Bueno —dijo —dijo el
papas y los el doctor—, no doctor—.
panes con crema debemos ¡Déjenlos reír!
y mermelada. preocuparnos si
aun no comiendo
El doctor, muy
tienen buena
perplejo, le XXV La cortina
salud. El niño es
otra persona.
Incluso en días —Hay cerca de jardín
lluviosos, Mary y cien y en la secreto.
Colin encontraban mayoría no —¿Qué te parece
algo en que entra nadie si las recorremos
entretenerse. Una —dijo Mary—. en mi silla de
mañana en que Un día de ruedas? No sabrán
llovía lluvia me en dónde estamos.
torrencialmente, introduje en
Colin se sintió varias y no —Esa era mi
inquieto. Ese día se me intención —dijo
vería obligado a descubrieron, Mary—. Hay galerías
quedarse sentado en aunque estuve en las que puedes
el sofá, porque si a punto de correr y hacer
caminaba podría que la señora tus ejercicios.Existe
ser descubierto. En Medlock lo una sala hindú
esto Mary tuvo una hiciera al con elefantes de
inspiración. detenerme en marfil y una
el corredor al cantidad de
—Colin —le dijo habitaciones
escuchar tu
misteriosamente—, fantásticas.
llanto.
¿sabes cuántas
habitaciones hay en Cien piezas Dieron orden a
esta casa? misteriosas la enfermera de
parecían tan llamar a un
—Supongo que criado para que
mil —respondió. fascinantes
como un transportara al niño
en su silla hasta —Estosdeben lugar por primera
la galería de ser mis antepasados vez, algunas de las
retratos, a la —dijo Colin—. Y cuales no sabían
que se llegaba probablementela niña para qué servían.
por unas escalas. del loro es mi tía Fue una mañana
Luego lo bisabuela. Se muy entretenida
despidieron y parece a lo vagando por una
continuaron solos. que eras cuando casa en que, a
recién te conocí; pesar de estar
Esa mañana
ahora, en cambio, habitada, no se
olvidaron los
eres mejor que sentía a sus
problemas de un
ella. moradores.
día lluvioso. Estaban
encantados y en Jugaron con los Ese día al volver
cuanto el criado elefantes y para el
desapareció de la encontraron el almuerzo tenían
vista, Colin cojín en donde el tanto apetito
abandonó la silla. ratón había hecho que no
Corrieron, hicieron su nido.Los pudieron dejar de
ejercicios,miraron ratoncitos habían comer. Al
retratos y crecido y advertir los
encontraron el de abandonado el platos vacíos,
la niñita con el lugar. Descubrieron la cocinera
loro en la mano. muchas cosas exclamó:
más que cuando
Mary visitó el
—Esta casa es adelante quedarán —En este
misteriosa, así. Ahora no me momento te pareces
pero aún más molesta que mi tanto a ella,
misteriosos mamá ría. Dos que pienso si no
son estos noches atrás serás su fantasma
niños. desperté con la luz convertido en
de la luna. Estaba muchacho.
Esa tarde
tan brillante que
Mary notó algo nuevo Laidea pareció
me levanté a
en la pieza de impresionar a
mirar por la
Colin. Sin decir Colin. Pensó un
ventana. Como el
nada miró fijamente momento y luego
resplandor caía
hacia el cuadro contestó lentamente.
sobre la cortina,
que colgaba de la
tiré el cordón y —Si yo fuera
chimenea. La
mi mamá me su fantasma,mi
cortina estaba
miró como si padre me
corrida.
estuviera encantada querría.
—Ya sé lo de verme frente —¿Quieres que él
que me quieres a ella. Desde te quiera? —
decir —le dijo Colin—. ahora en le preguntó Mary.
Te estás adelante quiero verla
preguntando por —Lo odiaba
siempre reír. Creo
qué las cortinas porque él no
que ella es una
están corridas. De me teníacariño.
persona mágica.
ahora en Pero si me
quisiera, creo que le
hablaría sobre la se afirmaran en la extendidos y
magia y le tierra. Colin era expresión jubilosa
daríala alegría tan diestro en gritó:
que le falta. esta tarea como
—¡Mary, Dickon!
cualquiera de los
¡Por favor,
otros niños, e
mírenme!
incluso como
XXVI Ben que les Dejando sus
ayudaba. Al mismo herramientas
¡Es mamá!
tiempo era capaz de ellos lo miraron
hablarles seriamente. con detención.
A la mañana
—La magia —¿Recuerdan el
siguiente, luego de
actúa mejor primer día que
la intensa lluvia
cuanto más se la me trajeron aquí?
tuvieron mucho
ayuda —les dijo—. —les preguntó—.
que desmalezar,
Esta mañana la Hace un momento
porque si bien la
puedo sentir en cuando cavaba lo
lluvia es
mis huesos y recordé. Tuve que
beneficiosa para las
músculos. levantarme para
flores, también lo
convencerme de
es para las Dejando de
que lo que hago es
malezas. Había lado su
real. ¡Y es real!
que sacarlas desmalezador, se
¡Estoy bien, he
rápidamente para puso de pie y
mejorado!
que sus raíces no con los brazos
—¡Claro que sí! aquello que crece. ¿Por qué no cantas
—dijo Dickon. Siento la tú, Dickon?
necesidad de dar las
A pesar de Dickon
gracias con alegría.
que Colin lo sabía sencillamente y
y continuamente —Si quiere, casi por instinto
pensaba en ello, en puede cantar un natural entendía
este preciso himno de acción mejor que el
momento lo alcanzó de gracias — mismo Colin lo
una corriente de sugirió Ben con un que le sucedía. Se
entusiasmo junto gruñido seco. sacó la gorra y
al convencimiento de en medio de los
—¿Qué es eso? —
que lo que le rosales entonó un
preguntó.
sucedía era real. himno de acción
Por ello quiso —Los que se de gracias al
expresarlo en voz cantan en la Padre, al Hijo y
alta. iglesia —dijo al Espíritu Santo.
Dickon.
—¡Viviré para —Es una canción
siempre! —gritó —Deben de preciosa —dijo
con fuerza—. Igual ser muy bonitos, Colin—, y
que Dickon, pero no los significa lo mismo
conoceré miles de conozco —repuso—. que cuando
cosas sobre las He estado muy agradezco a la
personas, las enfermo para asistir magia cuanto ha
criaturas y todo a la iglesia. hecho por mí. —
Se quedó un capa azul e devoraban con la
momento pensativo y iluminaba su mirada.
continuó—: Quizás encantadora y
—Incluso estando
sean la misma sonriente cara.Parecía
enfermo
cosa. salida de una
deseaba
ilustración de
En ese conocerla —le
algún libro de
momento Colin vio dijo.
Colin. Sus ojos
algo insólito.
bellos y La emocionada
—¿Quién es? — afectuosos cara del niño la
dijo abarcaban cuanto hizo enrojecer y
rápidamente—. la rodeaba. sus ojos se
¿Quién viene? nublaron.
—¡Es mamá! —
Lapuerta del gritó Dickon, —¡Querido
jardín se había corriendo a muchacho! —dijo
abierto dando recibirla. Colin y temblorosa como
paso a una señora Mary caminaron si le hablara a
que los escuchaba hacia ella su propio hijo.
inmóvil y cuya sintiendo que el —¿Le sorprende
repentina presencia no pulso les latía verme tan
pareció indiscreta. fuertemente. Colin le bien? —le
El sol que extendió la mano preguntó Colin.
atravesaba los con timidez, mas
árboles daba de Puso las manos
sus ojos la
lleno sobre su sobre los
hombros del viejo jardinero se mirándola como
niño y le acercó a la una madre, le
dijo: señora dijo:
Sowerby y le
—¡Claro que lo —Y tú
dijo:
estoy! Eres también, querida
tan parecido a —¿Qué le parecen niña.Estoy segura
tu mamá las piernas del de que te pareces
que me muchacho? Hace a tu mamá que,
emocionas. dos meses eran según me han
como dos palillos e dicho, era muy
—¿Cree usted
incluso se decía hermosa. Cuando
que mi papá
que las tenía seas mayor serás
me querrá? —
torcidas. como una bella rosa
le preguntó algo
encarnada. ¡Dios
incómodo. —En poco tiempo
te bendiga!
más será tan fuerte
—¡Por supuesto
como cualquier Mary no había
que sí! —le
muchacho de tenido tiempo de
contestó dándole
Yorkshire —dijo pensar en el
una suave
Susan, riendo—. cambio de su
palmada en el
Debemos dar gracias cara,sólo sabía que se
hombro—. Él
al Señor. veía diferente. Ahora
debe volver cuanto
feliz escuchaba
antes a casa. A su vez puso las
decir que se
manos en los
En ese parecería a su
hombros de Mary y,
momento el
madre, a quien cara se redondea Colin—. Cadadía
siempre admiró. como la luna, imagino nuevas
¿qué haremos?, formas dedecírselo,
Laseñora
¿cómo podremos pero hasta ahora
Sowerby había
seguir ocultando la creo que lo más
enviado un canasto
verdad? apropiado será correr
de provisiones
a su habitación y
que Dickon sacó de —No tendrán
comunicárselo.
su escondrijo. Se que seguir
sentaron a comer, actuando por mucho —Será estupendo
mientras la madre tiempo —dijo la para él. Por
observaba encantada señora Sowerby—. El eso debe volver.
cómo devoraban señor Craven Ese día
su comida. Los tendrá que volver también planearon
hizo reír con sus pronto a casa. una visita a la
historias e, inclusive, De lo contrario se casa de Dickon.
les enseñó nuevas le romperá el Viajarían en coche a
palabras del dialecto corazón al saber través del páramo
de Yorkshire. por otra persona de cubierto de brezo,
tu recuperación. conocerían a los
—Hay algo que
Supongo que sería doce niños,
me preocupa —dijo
terrible para ti, almorzarían al
Mary—. Si Colín
¿no es verdad? aire libre y sólo
sigue comiendo
como hasta —No podría volverían cuando se
ahora y su soportarlo —dijo cansaran.
Susan Sowerby se su pecho, lo más extraordinarios
levantó para volver arrebujó bajo su de este siglo ha
a su casa. capa como si sido el que los
Además era tiempo fuera hermano de pensamientos son
de que Colin fuera Dickon. Con los tan poderosos
trasladado en su ojos húmedos le como las pilas
silla de ruedas. dijo: eléctricas, tan
Antes de partir, buenos como la luz
—¡Querido
él fijó sus ojos y tan peligrosos
muchacho! Estoy
llenos de como el
segura de que tu
adoración en ella y veneno. Si
mamá está en
tomando su mano permitimos que un
este jardín, ella
le dijo: pensamiento triste
jamás podría
o malo se
—Usted es abandonarlo. Tu
introduzca en
exactamente como papá volverá pronto,
nuestra mente es
la imaginaba. ya lo verás.
tan arriesgado como
¡Cómo me
dejar que un
gustaría que fuera
virus se apodere de
mi mamá así
XXVII En el nuestro cuerpo. Si
como lo es de
jardín se le permite
Dickon!
quedarse, es posible
Al oír esto Susan que no podamos
se inclinó y, Uno de los desprendernos nunca
atrayéndolo hacia descubrimientos más de él.
Mientras en la el páramo y histérico e
mente de Mary no extraños jardineros, hipocondríaco. No
hubomás que todo cambió. La conocía el sol ni
pensamientos primavera y el la primavera.
desagradables sobre jardín la hicieron Tampoco suponía
las personas que no renacer, y en su que podría
le agradaban, mente ya no levantarse y
nada la contentaba huboespacio para sanar. Cuando los
y tampoco se pensamientos nuevos
interesaba por las desagradables. pensamientos echaron
cosas. Era una fuera todos
Igualmente,
niña de cara esos horribles
mientras Colin se
amarillenta, temores, la vida
encerró en su
enfermiza, renació en él. La
dormitorio a
aburrida y sangre corrió por
pensar sólo en su
desdichada. Sin sus venas y le
miedo y en su
embargo, sin que inundó una enorme
debilidad, detestando
ella se dieracuenta fuerza. Su
a las personas
las circunstancias la pensamiento
que lo rodeaban y
ayudaron. Cuando científico no tenía
obsesionado por
en su mente nada de extraño.
descubrir
sólo hubo Era una fórmula
protuberancias o
pensamientos para simple y práctica
pensar en la
petirrojos, de desechar a
muerte, fue un
pequeñas casas en tiempo los
niño medio
pensamientos sin repentinamente recorrido muchos
esperanzas, para una enorme pena lo países sin detenerse en
dar cabida a inundó, rehusó ninguno. Trepó
una enorme con obstinación montañas para
determinación y toda clasede observar cómo se
valentía. esperanza. Olvidó iluminaban los cerros
su hogar y vecinos con el sol
Al mismo tiempo
desertó de él, naciente; mas, a
que el jardín
abandonando sus pesar de que
secreto renacía, y
deberes. Su aspecto teníala sensación de
dos niños volvían
desgraciado hacía que el mundo
a la vida junto
que los extraños lo nacía en ese
a él, un hombre
consideraran como instante, esa luz
se paseaba solo
un loco o, quizás, jamás lo
por hermosos fiordos
como alguien iluminó. Un día,
noruegos y los valles
que teníaun secreto caminando por un
y montañas suizas.
culpable. Él era un valle del Tirol
Durante diez años
hombre alto, de austríaco, por primera
saturó su mente
cara cansada y vez en diez años se
de negros y
hombros torcidos. Su dio cuenta de
descorazonadores
nombre era que algo extraño le
pensamientos, sin
Archibald Craven. sucedía. Había
tener la valentía
caminado un largo
de rechazarlos. Desde que
trecho. Cansado, se
Había sido feliz, recibiera a Mary en
recostó sobre el
pero cuando su escritorio, había
tapiz de musgo gradualmente se levantarse sintió
que cubría las calmaban. Pensó como un
orillas de un que se dormiría, despertar. Dio un
alegre riachuelo. En pero no fue así. En profundo y largo
cierto momento cambio, atisbo los suspiro, maravillado
creyó sentir cientos de al darse cuenta
una leve risa pequeños brotes de que algo ocurría
producida por el azules que crecían dentro de él,
ruido del agua, en al borde del como dejándolo
la que los pájaros agua, semejantes libre.
acudían a a los que viera
—¿Qué es? —dijo
enterrar sus muchos años atrás.
calladamente,
cabecitas para beber. Como entonces, le
pasándose la
Todo parecía tan parecieron
mano por la
vivo y, al mismo preciosos. Sin
frente—. Siento
tiempo, la quietud darse cuenta,
como si
era tan profunda... este pensamiento
estuviera vivo.
El valle estaba lentamente empezó
inmóvil. a calmar su corazón No le era
junto con el posible comprender
Sentado,
valle que se por qué le había
observando el
aquietaba cada vez sucedido algo tan
agua, Archibald
más. Él no sabía maravilloso. No
Craven sintió
qué era lo que le teníaexplicación.
que su mente y
sucedía, sólo que al Sólo varios meses
su cuerpo
más tarde, estando que parezca, hubo A medida que la
de vuelta en minutos y hasta paz del lugar
Misselthwaite, medias horas en cambiaba sus
recordaría ese que, sin que se pensamientos, su
momento al dieracuenta, lo cuerpo también se
descubrir por abandonaba su fortaleció. Recordó su
casualidad que ese pesimismo y casa y se
mismo día Colin, volvía a "vivir". preguntó si no
al entrar en el era tiempo de
Cuando el
jardín secreto, volver. Pero desistió
dorado verano se
había gritado: al recordar la
transformó en
"Viviré por cara marfileña de su
otoño, se dirigió
siempre jamás". hijo tendido en
al lago Como, en
una cama.
Archibald Craven donde, por fin,
conservó esta calma pudo soñar. Pasaba Fue un día
singular durante los días frente al maravilloso; caminó
toda la jornada; azul cristalino del hasta tan lejos
pero, lago o caminaba que al volver a
desgraciadamente, al hasta que el la villa la luna
día siguiente de cansancio lo rendía, muy alta iluminaba el
nuevo lo por entre el lago con sombras
sobrecogieron sus verde follaje de púrpuras y
obscuros los cerros para así plateadas. Como
pensamientos. Sin tratar de dormir el espectáculo era
embargo, por extraño mejor. grandioso no entró
a la villa, sino levantado sueño. "En el
que atrajo una bruscamente. jardín —se dijo
silla hasta el pensativo—. Pero la
—"¡Lillias! ¡Lillias!
borde del agua puerta está cerrada
—contestó—.
para respirar el y la llave
¿Dónde estás?".
perfume de la enterrada". Miró las
noche. Se quedó —"En el jardín" cartas y vio
dormido. —resonó la voz que una de ellas,
como si fuera escrita con una
No supo en
una flauta letra de mujer que él
qué momento empezó
dorada—. "En el no conocía,
a soñar, pero su
jardín". provenía de
sueño fue tan
Ahí terminó el Yorkshire.La abrió.
real que, al mismo
tiempo que sueño, pero él "Estimado señor:
escuchaba el no despertó.
Soy Susan
chapoteo del agua, A la mañana Sowerby, la que un
oyó con claridad siguiente un día en el páramo
una voz que lo sirviente le llevó se atrevió a
llamaba dulcemente: una bandeja con interceder por la
—"¡Archie! varias cartas. señorita Mary.
¡Archie!". Nuevamente a Como en aquella
solas, Archibald ocasión, nuevamente
Tan real fue la
volvió a le hablaré con
voz que creyó
quedarse inmóvil franqueza. ¡Por
que se había
reflexionando sobre el
favor, señor, Pocos días más ser tan débil que
vuelva cuanto tarde se todos pensaron
antes a la encontraba que moriría. Pero
casa! Creo que se nuevamente en para sorpresa de
alegrará de Yorkshire.Durante el aquellos que lo
hacerlo, y largo trayecto en cuidaban vivió, a
excúseme, señor, tren pensó en su pesar de que se
pero creo que si su hijo como no lo suponía que sería
esposa estuviera había hecho deforme e
aquí, le pediría hasta entonces. inválido.
que lo hiciera. Todos estos
Él no había
años deseó olvidar
Su servidora. querido ser un
que él existía.
mal padre. Buscó
Susan Sowerby" Volvieron a su
para el niño
El señor Craven memoria los días de
doctores, enfermeras
leyó dos veces delirio porque el
y todo el lujo
la carta niño estaba vivo y,
que le podía
recordando el en cambio, la
dar, pero sólo pensar
sueño. madre había
en el niño,que se
muerto. En ese
"Volveré a hundía cada vez
entonces rehusó
Misselthwaite — más en su
verlo, y al
se dijo—. Me miseria, lo
fin, cuando se
iré de abrumaba. La
decidió, se
inmediato". primera vez que,
encontró ante un
luego de un
año de ausencia, para calmar sus Sowerby se había
volvió a la furias, tan molestado en
casa, no pudo peligrosas para el escribirle. Quizás el
soportar la mirada propio niño, había niño estaba peor o
triste de esos que darlegusto en mortalmente
pálidos ojos grises todo. enfermo, y él
de negras podría ayudarlo.
Aunque estos
pestañas, tan
pensamientos no El camino a
parecidos y a la
eran optimistas, través del páramo
vez tan diferentes a
este hombre, que se fue muy
los ojos felices
sentía "renacer", tranquilizador; su
que él había
consideró nuevas belleza le hizo
adorado. En esa
alternativas. sentir como si
ocasión se alejó
le dieran la
pálido como la "Quizás he
bienvenida. Su
muerte y desde estado equivocado
corazón se
ese día apenas lo todos estos
ensanchó de alegría,
visitó. Solía ir a años —se dijo—.
en un sentimiento
verlomientras dormía Posiblemente ha
muy diferente al
y lo único que pasado mucho
experimentado en
sabía de él tiempo y ahora
otras ocasiones.
era que, además de es muy tarde."
¿Sería posible que el
ser inválido, teníaun A la vez se niño estuviera mejor?
temperamento preguntaba por
histérico y que, qué Susan
Tan clara había sino que envió repentinamente
resonado la voz por la señora comenzó a hacerlo
durante el sueño Medlock. Ella entró en grandes
que se prometió en la biblioteca cantidades y
tratar de encontrar excitada y ahora nuevamente
la llave o intentar nerviosa. devuelve las comidas
abrir la puerta sin tocar. Por
—¿Cómo está
del jardín. Sentía, otra parte, no sé
Colin? —le
sin saber por si recuerda, señor,
preguntó.
qué, la imperiosa que jamás
necesidad de —Muy bien, señor permitía que lo
hacerlo. —contestó el sacaran al parque.
ama—, pero no Sin embargo, luego
Al llegar a su
es el mismo. de una de las
casa, los
—¿Se encuentra peores rabietas
empleados lo
peor? que le he
recibieron con la
escuchado, insistió
ceremonia —Verá, señor —
en salir con la
acostumbrada y trató de explicarle—,
señorita Mary y el
comentaron entre ni el doctor ni
hijo de Susan,
ellos que teníamejor la enfermera
quien le empuja la
aspecto. Contra su saben qué pensar
silla. Se ha
costumbre, no de él. Ha
encariñado mucho
subió cambiado mucho. El,
con ambos y
directamente a que no comía
sus aposentos, nada,
pasan todo el días allí y no cubierta por la
día fuera de casa. permite que nadie enredadera, la
se acerque; tiene recordabacon nitidez.
—¿Qué aspecto
miedo de que lo Se detuvo y
tiene? —fue
miren. miró a su
la próxima
alrededor. En
pregunta. Hizo un
ese preciso
esfuerzo para pensar
—Si comiera momento pensó si
en dónde se
como debe, no estaría
encontraba y, sin
diría que ha soñando
más, el señor
engordado, pero nuevamente. Tras el
Craven salió rumbo
me temo que es muro se
al murallón
sólo hinchazón. escuchaba ruido
cubierto de hiedra.
Además, cuando de pisadas que se
Iba caminando
está a solascon la perseguían entre
lentamente y con la
señorita Mary se ríe los árboles y el
vista fija en el
en forma extraña y sonido de voces
suelo, como si
antes jamás lo y exclamaciones
lo empujaran
hacía. apagadas. Parecía
hacia el lugar
—¿En dónde se la risa incontrolable
prohibido por él. Al
encuentraahora? de gente joven
llegar junto a
—preguntó el tratando de no
la puerta, sus
señor Craven. ser oída. ¿Qué
pasos se
significaba todo
—En el jardín, acortaron. A
señor. Pasa los pesar de estar
esto? ¿Estaría señor Craven al corriendo y
perdiendo la razón? verloextendió sus ganando una carrera,
brazos para no era aún mejor
Llegó un
caer ante esta tromba, que todo lo
momento en que las
Luego, al imaginado por él.
voces olvidaron
sujetarlo, lo miró
callarse y los —¡Papá! —dijo—
tan sorprendido
pies corrieron aún , soy Colin. No
que se le cortó
más rápido cerca lo puedes creer,
la respiración.
de la puerta ¿verdad? Yo casi no
Era un niño alto y
del jardín. Se lo creo, pero soy
buen mozo. Con el
escuchaba la Colin.
pelo echado hacia
rápida respiración de
atrás lo miraba El niño no
gente joven,
con sus sonrientes entendía por
unida a fuertes
ojos sombreados de qué su padre
risas no contenidas.
largas pestañas. repetía una y
En ese momento la
otra vez:
puerta se abrió, —¿Qué?
se balanceó la ¿Quién? — —¡En el jardín!
cortina de hiedra tartamudeó. ¡En el jardín!
y un niño salió —Sí —se
Esta no era la
corriendo a todo adelantó Colin—,
clasede encuentro
escape. Sin ver al fue el jardín
planeado por Colin,
intruso, se que lo logró;
pero quizás el
precipitó entre también Mary,
haber salido
sus brazos. El Dickon, los
animalitos y la Colin puso su Y entonces lo
magia. Nadie lo mano en el condujeron al
sabe. Lo brazo de su jardín.
mantuvimos en padre.
El lugar era un
secreto hasta tu
—¿Estás conjunto
llegada. Estoy
contento, papá? esplendoroso de
tan bien que incluso
—le preguntó—. colores otoñales
puedo ganarle a
Viviré por con gavillas de lirios
Mary en una carrera.
siempre jamás. de variadas
Seré un atleta.
tonalidades. El
El señor Craven
Se le veía recordabamuy bien el
puso sus manos
como el más momento en que los
sobre los
saludable de los habían plantado,
hombros del niño
niños. Con la esperando esta
manteniéndolo quieto.
cara enrojecida, época para que
Por un momento,
estaba tan revelaran su color.
no se atrevió a
excitado que las Rosas tardías
hablar.
palabras se le trepaban y
atropellaban. Al —¡Llévame al colgaban y el
oírlo el señor jardín, hijo! — obscuro sol daba
Craven se dijo al fin—. mayor intensidad
estremeció de ¡Cuéntame lo al amarillo de los
alegría. que ha pasado! árboles. Parecía la
bóveda de un
templo dorado. El
recién llegado se mezcla de misterio, —Y ahora —
detuvo silencioso magia, criaturas, dijo al finalizar su
mirando a su encuentros y la historia—, ya no
alrededor. llegada de la será necesario que
primavera. sea un secreto.
—Pensé que
También le hablaron Creo que se
estaría muerto
del orgullo herido asustarán de muerte
—dijo.
del joven, que cuando me vean,
—También Mary lo como un raja se pero nunca más
pensó — había levantado volveré a la
contestó Colín—, para desafiar a silla. Caminaré a la
pero renació. Ben, la actuación y casa contigo, papá.
Colin de pie el gran secreto
Los deberes de
quiso contar la celosamente
Ben raramente lo
historia, mientras los guardado. El
acercaban a la
demás se señor Craven se
casa, pero en
sentaron bajo el árbol rio hasta
esta ocasión buscó un
a escucharlo. cansarse, pero
pretexto para llegar
Archibald Craven también sus ojos se
hasta las cocinas
pensó que era humedecieron. El
y entrar al
una extraña historia atleta, el orador
salón de los
aquella que le y el descubridor
empleados a
fue relatada a la científico, era un
beber un vaso de
manera de los joven saludable y
cerveza. Él quería
niños, con una encantador.
estar presente en
el más dramático de —No los el cual los
los momentos escuché —dijo sirvientes que la
que esa generación Ben—. Pero han rodeaban se
iba a presenciar. estado ocurriendo acercaron para mirar
cosas muy también. Los ojos
Como la señora
extrañas que ustedes casi se les salieron
Medlock sabía
no sospechan. Ya de las órbitas.
que Ben venía
las sabrán. Caminando por el
del jardín, trató de
prado, radiante de
averiguar detalles Dos minutos
felicidad, venía un
del encuentrode su más tarde
señor Craven
amo con el niño. apuntó
desconocido para la
solemnemente
—¿Vio a alguno mayoría de los
hacia la
de ellos? — empleados. A su
ventana.
le preguntó. lado, Colin, con la
—¡Mire! —le cabeza en alto y
—Sí, claro que los
dijo—. ¿No le los ojos llenos de
vi —contestó
parece curioso? risa, avanzaba fuerte
con expresión
Mire quién camina y firmemente,
significativa.
a través del prado. como cualquier
—¿Vienen juntos?
Al mirar, la niño de Yorkshire.
—le preguntó la
señora Medlock
señora Medlock
levantó los brazos
muy excitada—.
y dio un
¿Qué se dijeron?
pequeño chillido, ante
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