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ASIGNATURA:
Lenguaje y Comunicación
DOCENTE: Diana LLancapani Soto
Janina Mancilla Silva
NIVEL:
5º año Básico
UNIDAD TEMA
ESTRATEGIA DE APRENDIZAJE:
Conocer los elementos del texto narrativo a través de la lectura comprensiva del cuento
con una actitud responsable.
INSTRUCCIONES:
- Leer y destacar la información relevante.
- Leer comprensivamente e identificar elementos de la narración
- Las actividades pueden ser realizadas en la guía o desarrolladas en el cuaderno
de la asignatura.
Tipos de Narradores
Homodiegético Heterodiegetico
Ese día me preparé el sándwich más rico y gran que se haya visto jamás.
Tenía la boca hecha agua. Me lo serví en un plato para comérmelo con
tranquilidad en el patio.
Tipo de Narrador: _____________________________________
Hace tiempo vivía un hombre que tenía tres hijos: el mayor era herrero; el
del medio, carpintero, y el menor era barbero.
Tipo de Narrador: ________________________________________
COLEGIO SAN JOSÉ PUERTO MONTT
UNIDAD TÉCNICO PEDAGÓGICA
Detrás de las rejas, Llanca guiñó sus pálidos ojos verde azules, mirando
alejarse a su dueña. Apenas ella se perdió de vista, la perra dálmata se sentó,
lengüeteando las finas manchas color chocolate oscuro de su piel. Luego dio
vueltas en torno a su prisión, olió el aire y dijo para así:
“Esta isla no es el mundo. Hoy saldré para el lado de la ciudad donde hay un
olor sabroso y olfatearé a mi gusto el mercado, el muelle y el río”.
Llanca no pensaba con palabras, como nosotros, sino con formas, colores,
olores, ruidos, asperezas, suavidades, es decir, con imágenes.
Calculó que su dueña estuviera lejos y trepó la reja como había visto hacerlo
a la Gata Blanca. Los alambres se doblaron con su peso y Llanca dio un gran salto
hasta el sendero que se perdía entre las hierbas. Prefirió irse por la huella abierta
entre el pasto del huerto, porque era más escondida. Paso bajo la cabaña del árbol
donde solía jugar el Niño de la Casa Grande. Y divisó el panal de abejas instalado
en el tronco hueco de un roble.
- Tontita, no hay que meterse con las ortigas – dijo con su raro lenguaje de
pájaro loco, lleno de sonidos y tonos que subían y bajaban.
- Y tú, pajarón, estás gordo de robarle la comida a los hombres que le dan al
gallo de pelea.
Y no es que hiciera calor. La niebla ocultaba las copas de los árboles todavía
y formaba charcos blancos en los caminos disparejos.
COLEGIO SAN JOSÉ PUERTO MONTT
UNIDAD TÉCNICO PEDAGÓGICA
Con su cola de látigo se daba impulso. De repente, se paraba con una pata
en el aire y la cola recta, como si viera lo que había más adelante, detrás de los
muros y los obstáculos.
El Niño del Viento corría dando gritos raros, no como los otros humanos,
mientras los perros saltaban a su alrededor. Eran peligrosos. Ese niño podía ser
tan malo como sus animales. Cuando soplaba el viento norte, gritaba igual que
gaviota y abría los brazos entre grandes brincos, como si quisiera volar. La gente
se asustaba al verlo y los pescadores del muelle se reían. No tenía casa ni padres,
pero los marineros y los comerciantes del muelle le daban de comer y lo vestían.
Se alejó por la orilla del río, ese río no hacía ruido y cuyo nombre, Calle Calle,
predicaba el silencio.
- Localizar información
- Interpretar y relacionar
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