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amargura
Cuando alguien que te importa te hace daño, puedes aferrarte a tu ira y
resentimiento, o perdonarlo y seguir adelante.
Escrito por el personal de Mayo Clinic
¿A quién no le han herido las acciones o las palabras de otra persona? Tal vez
uno de tus padres te criticó constantemente cuando crecías, un colega saboteó
uno de tus proyectos o tu pareja te engañó. O quizás tuviste una experiencia
traumática, como abuso físico o emocional de parte de una persona en quien
confiabas. Esas heridas pueden causar sentimientos persistentes de
resentimiento, amargura e ira, y, a veces, incluso odio.
Pero si te aferras a ese dolor, quizá seas tú quien pague el precio más alto.
Perdonar te puede traer paz y esperanza. Considera cómo el perdón puede
guiarte por el camino del bienestar físico, emocional y espiritual.
¿Qué es el perdón?
Perdonar significa diferentes cosas para las distintas personas, pero, en
general, implica una decisión intencional de dejar atrás el resentimiento y la ira.
Es posible que nunca olvides la acción que te hirió u ofendió, pero esforzarte
en el perdón puede disminuir la influencia que esa acción tiene en ti. Puede
ayudar a liberarte del control de la persona que te hirió. A veces, el perdón
puede incluso derivar en sentimientos de comprensión, empatía y compasión
hacia la persona que te hirió.
Perdonar no significa olvidar o justificar el daño que te hicieron, ni reconciliarte
con la persona que te causó el daño. Te trae un tipo de paz que te permite
enfocarte en ti mismo y te ayuda a continuar con tu vida.