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Licenciatura en Educación Musical

Materia: Psicología Del Aprendizaje


La educación actual bajo la perspectiva del conductismo
Maestro: Adriana González
Alumno: German Oquichtzin Serrano Jiménez

22/03/2023
Introducción
El conductismo es una teoría del aprendizaje basada en la idea de que
todos los comportamientos se adquieren a través del condicionamiento, y el
condicionamiento se produce a través de la interacción con el entorno. Los
conductistas creen que nuestras acciones están moldeadas por estímulos
ambientales.

En términos simples, según esta escuela de pensamiento, también


conocida como psicología del comportamiento, el comportamiento puede
estudiarse de manera sistemática y observable independientemente de los
estados mentales internos. La teoría del comportamiento también dice que solo
debe estudiarse el comportamiento observable, como la cognición, las
emociones, y el estado de ánimo son demasiado subjetivos.

Los conductistas estrictos creen que cualquier persona,


independientemente de sus antecedentes genéticos, rasgos de personalidad y
pensamientos internos, puede ser entrenada para realizar cualquier tarea,
dentro de los límites de sus capacidades físicas. Solo requiere el
acondicionamiento adecuado.
La educación actual bajo la perspectiva del Conductismo
El conductismo se estableció formalmente con la publicación en 1913 del
artículo clásico de John B. Watson, "La psicología como la ve el conductista”.
Se resume mejor en la siguiente cita de Watson, a quien a menudo se le
considera el padre del conductismo:

"Denme una docena de bebés sanos, bien formados, y mi propio mundo


especificado para criarlos y les garantizaré que tomaré cualquiera al azar y lo
entrenaré para que se convierta en cualquier tipo de especialista que pueda
seleccionar: médico, abogado, artista, mercader jefe y, sí, hasta mendigo y
ladrón, independientemente de sus talentos, aficiones, tendencias, habilidades,
vocaciones y raza de sus antepasados.” (Malone, 2014).

Para entender la influencia del conductismo en la educación se debe


abordar los condicionamientos propuestos por este modelo; según Sarason
(1981) el condicionamiento clásico es una forma de aprendizaje que se da
mediante la asimilación de un estímulo como primera instancia, por ejemplo, en
el ingreso del docente al aula provoca que los estudiantes se pongan
inmediatamente de pie, en espera de que les ordenen sentarse, este
condicionamiento suplanta el saludo verbal normalmente usado.

En palabras de Granada (2016) el condicionamiento clásico se caracteriza


por las reacciones instintivas que no son controladas por el individuo y se
producen por percepción sensorial.

En este sentido, el condicionamiento clásico orienta a la educación, como la


visión del docente, para que los estudiantes adquieran conocimientos a través
de la memorización, es decir que sean receptores y repetidores de estos
conocimientos sin alterar ni contextualizar ningún detalle, para afirmar este
enunciado Segura (2005) menciona que “El conductismo, desde el punto de
vista del proceso de enseñanza y aprendizaje, responde a un momento
histórico determinado que requería la memorización de los estudiantes de
conocimiento científico; por esa razón, los estudiantes eran simples receptores
de información”. Otra forma de aprendizaje es que el docente garantice que los
estudiantes adquieran los conocimientos relacionando los estímulos con
respuestas, siendo estas reforzadas permanentemente para que sean
duraderas. En esta misma línea el conductismo asegura que los conocimientos
también se pueden adquirir con la interrelación entre el estudiante y el entorno
que le rodea, sin tomar en cuenta el proceso cognitivo que este realiza, lo
afirma Román y Diez (1992) al decir que el aprendizaje es algo externo al
sujeto y que se deriva de la interacción mecánica con el medio (familia,
escuela).

Se puede determinar que el docente se convierte en el principal eje del


proceso enseñanza aprendizaje, debido a que es el único que posee el
conocimiento y este pasa a ser absoluto y cerrado, el primero porque lo plantea
como la única verdad sin opción a que exista algún argumento o aporte
diferente por parte de los estudiantes y cerrado debido a que el docente y nadie
más que él podría transmitir el conocimiento; el docente es el que determina
qué debe aprender el estudiante y muchas de las veces se basa en un texto
guía o lo aprendido en su proceso de formación profesional, apoyado con
estímulos adecuados para cumplir el objetivo del aprendizaje conductista que
es moldear al alumno al deseo del profesor.

El condicionamiento operante orientado a la educación se describe como la


visión del docente para establecer, alterar y excluir conductas y aprendizajes en
un ambiente escolar, en la cual refuerce, estimule y se castigue al estudiante,
refiriéndose a este tema Skinner (1971) menciona que el condicionamiento
operante estimula y mantiene la conducta con una consecuencia la cual se
puede reforzar.

Desde esta perspectiva Granda (2016) señala que el condicionamiento


operante, también conocido como condicionamiento instrumental las conductas
son siempre respuestas completamente voluntarias en el que la adquisición o la
supresión de una conducta se relaciona con un estímulo el cual debe ser
reforzado ya sea de manera positiva o negativa para que esta conducta se
fortalezca o se debilite.

En el sistema educativo actual, el conductismo tiende a verse como una


filosofía educativa obsoleta. A menudo, esto se debe simplemente a que el
conductismo está asociado con la memorización, lo que va en contra de la
evolución del aula del siglo XXI. Sin embargo, si bien el salón de clases ha
cambiado y las estrategias de instrucción han cambiado, el conductismo aún
juega un papel en el salón de clases del siglo XXI. El aula tradicional se basó en
el conductismo para fomentar el aprendizaje a través de la repetición, la
memorización y la intervención del comportamiento (tanto positivo como
negativo) (Laureate Education, 2015). En el salón de clases del siglo XXI de
hoy, el conductismo juega un papel más logístico. Los estudiantes aprenden el
proceso de aprendizaje en el aula del siglo XXI a través del conductismo. Las
herramientas tecnológicas requieren capacitación, a menudo en forma de
tutoriales, para poder utilizarlas de manera efectiva (Laureate Education, 2015).

Según Kropf (2014), la utilización de herramientas en línea como videos puede


ser un enfoque conductista útil que permite a los alumnos revisar el material varias
veces, aprendiendo a su propio ritmo. Aplicar la teoría conductista al utilizar la
tecnología en el aula es un enfoque efectivo, según Johnson (2014). Sin embargo,
cabe señalar que Johnson (2014) también argumentó que los enfoques
conductistas tenían limitaciones, a saber, que no podían fomentar una
comprensión profunda del contenido debido a la falta de diferenciación individual.
Por ello, se proporcionará una diferenciación específica a los alumnos a través de
pequeños grupos y andamiajes individuales durante la realización de la tutoría.

Haciendo alusión a Granada (2016) ella sostiene que el condicionamiento


operante se mantiene vigente en la actualidad prácticamente en todos los
modelos teóricos educativos a nivel mundial pues es una herramienta
imprescindible. Las políticas de estado están orientadas a ofrecer recompensas
y estímulos variados para los estudiantes sobresalientes y basan sus códigos
de ética y convivencia en las sanciones para quienes infringen las normas.
Cuando vemos a un grupo de estudiantes que se fugan de clases y abandonan
el colegio, la reacción de las autoridades es establecer un castigo intentando
suprimir esa conducta, por el contrario cuando existe un estudiante destacado
en los estudios las autoridades refuerzan esa conducta positiva mediante
recompensas como premios, becas, etc.

Conclusión
En conclusión, si bien la teoría del conductismo no es tan popular como lo
fue antes, todavía juega un papel importante en el aula del siglo XXI.
Tradicionalmente, el conductismo era una herramienta teórica para llevar el
contenido a los estudiantes a través de la memorización y la repetición. Sin
embargo, en la sociedad actual, los educadores utilizan el conductismo para
fomentar el aprendizaje a través de enfoques individualizados y a su propio
ritmo con la ayuda de las tecnologías del siglo XXI. Al comprender los
beneficios del conductismo en el aula del siglo XXI, los educadores pueden
aprovechar el poder de la tecnología para aumentar la eficacia de la instrucción.

Bibliografía
Granda, K. (2016). El condicionamiento operante como estrategia dentro del
proceso de enseñanza en la actualidad educativa ecuatoriana.

Krapfl, J. E. (2016). Behaviorism and society. The Behavior Analyst, 39,


123-129.

Laureate Education, Inc. (2008). The impact of technology on learning.


Baltimore: Thornburg,

Malone, J. C. (2014). Did John B. Watson really “found” behaviorism?The


Behavior Analyst, 37(1), 1-12.

Román, M. y Diez, E (1992). Currículum y Aprendizaje. Un modelo de


diseño curricular de aula en el marco de la reforma. Madrid: Itaka.

Saettler, P. (2004). The evolution of American educational technology. IAP.


Segura, M. (2005). El ambiente y la disciplina escolar en el conductismo y el
constructivismo. Revista Electrónica “Actualidades Investigativas en
Educación”, (5) 1-18.

Skinner, B. (1970). Tecnología de la enseñanza. Barcelona: Labor.

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