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INSTITUCION EDUCATIVA DISTRITAL MARCO FIDEL SUAREZ

BARRANQUILLA-ATLANTICO

TALLER

DE

FILOSOFÍA (EL CONOCIMIENTO)

ESTUDIANTE

CAMILO REBOLLEDO

ASIGNATURA

FILOSOFÍA

DOCENTE

MARIA ELENA RODRIGUEZ QUIROZ

GRADO

UNDECIMO

CURSO

11-01
Procesos del conocimiento
El hombre es curioso por naturaleza, gracias a esa curiosidad el ser humano ha
desarrollado la capacidad de investigar el cómo, cuándo, dónde, por qué y el para
qué de la naturaleza de los objetos y seres que se encuentran a nuestro alrededor.

El proceso del conocimiento humano tiene tres etapas, las cuales presentan las
fases por las cuales el ser humano reacciona a sus impulsos de investigación
demostrando que la realidad es todo lo que existe.

SENSACIÓN

Los sentidos, con sus receptores sensoriales, son canales de información


que captan los estímulos y los transmiten al cerebro donde
se generan sensaciones.
Todo nuestro conocimiento de la realidad, toda la
información que poseemos del mundo
comienza con las sensaciones: vemos la luz y
los colores; oímos sonidos y ruidos; captamos
olores y sabores; cuando nuestra piel entra
en contacto con los objetos sentimos calor o frío, dureza o blandura.
Para que exista una sensación (como la visión de un color) son necesarios tanto
los estímulos (en este caso, las ondas de luz reflejadas en las superficies) como la
recepción de las ondas por los sentidos (conos y bastones de la retina), la
transmisión por las neuronas correspondientes (nervio óptico), y la transformación
en una cualidad sensorial (color) por las áreas sensoriales del cerebro implicadas
(corteza visual en el lóbulo occipital).
Así, entendemos por sensación:

− La respuesta cerebral que da un organismo ante la estimulación del medio


interno o externo.
− La recepción y canalización a través de los órganos sensoriales de estímulos
externos.
PERCEPCIÓN

La percepción es un proceso cognitivo por el que organizamos e interpretamos las


sensaciones y captamos conjuntos o formas (gestalt) dotadas de sentido. Es el
punto donde la cognición y la realidad se encuentran. Es la actividad cognoscitiva
más elemental, a partir de la cual emergen todas las demás.
Se trata de un proceso sensocognitivo: captamos la realidad a través de los
sentidos y la comprendemos, le damos un significado. Gracias a la percepción, la
realidad se presenta como organizada, estructurada, plena de sentido y
significado.
Sus características son:
- Es un proceso constructivo que depende de las características del estímulo (que
activa los órganos de los sentidos) y de la experiencia sociocultural y afectiva del
sujeto que percibe. El sujeto utiliza esquemas perceptivos y, al percibir, está
condicionado por sus aprendizajes previos y experiencia, su personalidad y su
cultura.
- Un proceso de información-adaptación al ambiente. El objetivo de la percepción
es dotar de sentido a la realidad que vivimos, facilitarnos información sobre el
mundo y permitir nuestra adaptación al entorno.
- Un proceso de selección. Como la información que recibimos es excesiva y los
recursos del individuo son limitados, percibimos lo que es relevante para nosotros
en cada circunstancia. Esta selección de estímulos, de gran importancia para
nuestra adaptación y supervivencia, se produce mediante la atención.
Así, no es lo mismo un proceso sensorial que un proceso perceptual:
- El proceso sensorial sólo implica la detección y discriminación de la estimulación
a través de los órganos de los sentidos.
- El proceso perceptual requiere ya una cierta interpretación por parte del
organismo de una o varias sensaciones.
Ejemplo: imaginemos una persona que tuvo en su infancia un perro Doberman al
que tenía cariño. Otra persona fue atacada en su niñez por un perro de esta
misma raza. Supongamos que, años después, caminan juntos por la calle y se
encuentran con uno de estos perros. La sensación es la misma para los dos (perro
Doberman), pero la percepción es muy distinta: a uno le despierta sentimientos
positivos mientras que el otro, probablemente salga huyendo.

MEMORIA

La percepción presenta una limitación importante como mecanismo de


conocimiento del mundo por parte del sujeto: se halla sometida a limitaciones
estrictas en cuanto al espacio y al tiempo. Solamente podemos percibir aquellos
objetos que están dentro de nuestro campo perceptivo (esto es: limitación
espacial) y sólo cuando los estímulos actúan, y mientras actúan, sobre nuestros
órganos sensoriales (limitación temporal). Percibir es, pues, percibir aquí y ahora.

No obstante, nuestro conocimiento es capaz de desbordar estas barreras gracias


a la memoria. La memoria es una de las capacidades mentales más importantes
que posee el ser humano. Casi todas las decisiones que se adoptan a lo largo del
día se basan en la memoria. Si no tuviéramos memoria seríamos incapaces de
percibir, aprender o pensar y, sin recuerdos, nos resultaría imposible sobrevivir en
un mundo en constante cambio, ni siquiera tendríamos una identidad personal.

Basta observar a una persona que padece la enfermedad de Alzheimer para ver
las innumerables limitaciones que causa la falta de memoria.

Para su estudio, el modelo más aceptado es el del procesamiento de la


información, proceso semejante a la forma en que un ordenador codifica,
almacena y recupera los datos, considerando además los factores sociales,
emocionales y biológicos que distinguen nuestra memoria de la de los
ordenadores. La memoria se define como el proceso por el cual somos
capaces de recuperar la información que previamente hemos registrado en
nuestro cerebro.
La verdad y el conocimiento

La verdad
La verdad es la correspondencia entre lo que pensamos o sabemos con la
realidad.

En este sentido, la verdad supone la concordancia entre aquello que afirmamos


con lo que se sabe, se siente o se piensa. De allí que el concepto de verdad
también abarque valores como la honestidad, la sinceridad y la franqueza.

Asimismo, la verdad se refiere a la existencia real y efectiva de algo, es decir, a


la realidad, a la existencia concreta en el plano de los hechos.

El problema de la verdad
En la filosofía se ha visto la verdad como problema formal: cómo explicar la
coherencia del pensamiento con la realidad.

Las soluciones a este problema han dado origen a muy diversas ideas sobre el
conocimiento. Desde un punto de vista extremo se considera que todo aquello que
es formulado por nuestro entendimiento es algo que existe realmente y que es tal
y como ha sido formulado.

La teoría sobre el conocimiento que está detrás de esta idea sobre la verdad del
conocimiento es la que sostiene que nuestra mente no es más que un fiel reflejo
de la realidad: la realidad se impone a la mente y el conocimiento corresponde a la
realidad.

Pero pronto estos pensadores se dieron cuenta de que entre distintos hombres
podía haber ideas diversas sobre una misma realidad, podían existir diferencias de
opinión sobre algo.

Para salvar esta dificultad empezaron a hacer la distinción entre opinión y razón,
haciendo ver que esta última es la única que puede proporcionar un conocimiento
verdadero de la realidad.

Cuando la razón del hombre ha podido superar las apariencias de las cosas y ha
podido, según el modo de intelección que le es propio, distinguir la esencia de las
mismas, ha llegado a la verdad.
Criticas de la verdad
Muchas personas y sobre todo los mismos filósofos han negado y niegan la
existencia de la verdad en Filosofía, ignorando con ello que la función del
pensamiento es la búsqueda incesante de la verdad y que el sistema conceptual
que la niega termina por perder el derecho a la existencia y se niega a sí mismo. De
hecho, la verdad existe e incluso podemos esbozarla como una única verdad
aceptable y suprema de toda la Humanidad para todos los tiempos y todas las
épocas históricas: la verdad que señala que el primer y el último fin y objetivo de los
seres humanos, todos los seres humanos por igual, es alcanzar el bienestar de la
Humanidad misma en su conjunto como un deber imperativo moral de la fraternidad
universal. Ésta verdad absoluta y suprema se fundamenta con las verdades
relativas individuales que en una dialéctica entre subjetividad y objetividad va
fundamentando y descubriendo paulatinamente lo real concreto para unirse y
desembocar unidos como especie humana.

La verdad en Filosofía puede, inicialmente, definirse como búsqueda incansable de


compatibilidad y coincidencia entre el lenguaje, el pensamiento, la voluntad, la
conciencia y la acción práctica de los seres humanos con la realidad misma, viendo
todos estos momentos en movimiento y desarrollo, que llegan, al mismo tiempo, a
conclusiones imperativas categóricas y contundentes. La verdad es, por tanto, un
reflejo no mecánico ni simplemente imitativo de la realidad, sino un proyecto
existencial de vida que coincide con el devenir del mundo adaptándose cada vez a
su maleabilidad progresiva, que, además, revisa y prueba críticamente los hechos
y los testimonios existenciales, las situaciones y las circunstancias en que han
tenido lugar éstos últimos en la Historia.

Hay múltiples definiciones filosóficas de la verdad, pero hay algunas que tienen un
poder y un contenido de relevancia universal más que otras, como, por ejemplo, la
definición de Adam Schaff quien dice que “la verdad es un juicio verdadero o
proposición” verdadera “, o sea un juicio o una proposición que se
corresponden…Así pues, por verdad entendemos la cualidad de un juicio que se
basa en la correspondencia del pensamiento con la realidad objetiva”. Esto significa
la concordancia o el acuerdo entre lo que se piensa, se dice y se hace en todo el
mundo de la vida.

Pero todas las verdades filosóficas establecen a pesar de sus diferencias, una
integración universal del pensamiento humano que se construye en base a
fragmentos que son aportes que constituyen un aspecto de todo el contenido de la
verdad suprema, y que se unen para que la Filosofía sea “el discurso de la ciencia
y la ciencia del discurso”, puliendo siempre cada verdad para que no se pierda el
contenido objetivo y humanizador de la verdad suprema inicial. Por eso la Filosofía
nos involucra a todos, al ser también “el lenguaje profundizador del pensamiento y
el pensamiento profundizador del lenguaje”.

La verdad en Filosofía es el proyecto científico ciudadano universal de ayudar a


descubrir la riqueza oculta en un texto que tal vez ni su propio autor o autora han
visto o hubiesen sospechado, ello con la finalidad de extraer del pensamiento
relativo una cualidad absoluta de esperanza verdadera que pueda contener el texto
asimilado comprensiva y ontológicamente. Por eso Hans Georg Gadamer en su
teoría y método filosófico de la Hermenéutica ha dicho que “el ser que desea ser
comprendido es el lenguaje”. El ser humano es el único que puede compartir a
través del habla y el lenguaje, por lo tanto, su verdad debe residir en la
profundización de una comunicación integral ya que la vida se comprende y se vive
y tiene que ser comprendida para poder vivirse feliz y sanamente.

Por tanto, la verdad en Filosofía es un mensaje de exigencia conjunta de


explicación, aclaración, esclarecimiento y exhortación espiritual, intercultural y
política entre las personas, las naciones, los Estados, las sociedades y los pueblos
que hablan, sienten y se comunican entre sí; mensaje que se propaga para verificar
la determinación histórica por saber y conocer las raíces y las alas del mundo
planetario en el que vivimos y nos toca residir.

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