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Doctorado en Psicología- UFLO- Ciencias Cognitivas – 2022.

Alumno: Rafael Matías Valdéz Legajo: 33840.

Para comenzar, el propósito de este trabajo no es la exhaustividad etimológica


ni tampoco detenerse demasiado allí sino la solidez teórica.
Se intentará hacer hincapié en plantear una perspectiva superadora o al menos
lo mas abarcativa posible acerca de la mente. Entendiéndola en y sobre sus
aspectos procesales. Para ello y sumado a esto, vamos a tomar y a pregonar
por un modelo no computacional para abordar la mente, esto es : La mente o
cognición 4E: La mente dinámica (enactiva), encarnada, situada y extendida.
Esto es, si entendemos que la mente o cognición es proceso, vamos a partir y
a destacar desde el comienzo y durante todo el recorrido del texto el aspecto
interactivo de la cognición. O mejor dicho, y siendo más específicos y
expeditivos, vamos a entender la cognición como sinónimo de interacción.
Así es entonces que es casi harto sabido que si hay algo que es la cognición o
si hay algo que es cognición, es proceso, procesamiento de información.
Si tomamos la definición de proceso del diccionario Oxford se define a la
palabra proceso como
1.
Conjunto de fases sucesivas de un fenómeno o hecho complejo.
"proceso mental"
2.
Procesamiento o conjunto de operaciones a que se somete una cosa para
elaborarla o transformarla.
"reunir los datos en una base que permita un proceso fácil de la información".

Teniendo como sinónimos en sus acepciones a las palabras causa, litigio,


pleito, desarrollo, transformación.

Así el estado de las cosas, nos vamos a dirigir ahora a empezar por ejemplo
hacia una de las características o aspectos de lo que sería la mente 4E.Nos
referimos a la embodied cognition , la cual puede traducirse como cognición
corpórea o cognición encarnada.
En su texto, “La cognición corpórea (o encarnada) –embodied cognition-: hacia
un conocimiento en acción” Fernando Santamaría González desde el inicio se
va a referir a la cognición encarnada como conocimiento manifestado. Con lo
cual desde ya tenemos un primer atisbo de la forma o el modo que va a tener el
conocimiento, con todo lo que ello implica. A la par de que el hecho de que el
conocimiento (como sinónimo de cognición al menos en sus aspectos
metafísicos) sea manifestado implica por supuesto o al menos una cierta
conexión con el ambiente, el entorno, el contexto, el afuera. El lanzamiento, la
manifestación del conocimiento no se puede hacer hacia ningún lugar, una
manifestación no puede ser sino una perturbación. Una manifestación no
puede no implicar una alteración del estado de las cosas. El lanzamiento se
hace hacia el exterior. Estamos aquí frente a una mente lanzada hacia el
exterior.
Seguidamente en el mismo texto Santamaria Gonzalez esboza “para
desentrañar lo que podemos entender por “conocimiento corpóreo” M. Wilson
ha establecido 6 puntos de vista de lo que se entiende por “embodied
cognition”:
1) La cognición es situada. La actividad cognitiva se llevará a cabo en un
contexto de un entorno real, y ésta implica la percepción y la acción.
2) La cognición se ve presionada por el tiempo. Como dice Andy Clark somos
“la mente en pie”, y la cognición debe ser entendida en términos de las
funciones de la forma en que bajo la presión de la interacción en un tiempo real
determinado y contextualizado.
3) Se trabaja en el entorno sin carga cognitiva. Debido a los límites de nuestras
capacidades de procesamiento de información (por ejemplo, límites en la
atención y la memoria de trabajo), que explotan el entorno para reducir la carga
de trabajo cognitivo. Hacemos que el entorno mantenga o incluso manipule la
información para nosotros con filtrados ambientales.
4) El entorno es parte del sistema cognitivo. El flujo de información entre la
mente y el mundo es tan denso y continuo que, para los científicos que
estudian la naturaleza de la actividad cognitiva, la mente por sí sola no es una
unidad significativa de análisis.
5) La cognición está hecha para la acción (principio enactivista). La función de
la mente es guiar la acción, y los mecanismos cognitivos como la percepción y
la memoria debe ser entendida en términos de su contribución final a la
conducta apropiada en tal situación.
6) La cognición off-line está basada en el cuerpo. Incluso cuando
desconectados del entorno, la actividad de la mente se basa en los
mecanismos que se desarrollaron para la interacción con el entorno – es decir,
los mecanismos de procesamiento sensorial y el control motor.

Inmediatamente en el primer punto toma relevancia el factor del sitio, el


contexto. En relación a los cuales va a operar la percepción y la acción de la
mano.
En segunda medida podemos ver cómo son las funciones que toma la forma
de la conducta (y no tanto la forma en sí misma) lo que va a ser el fruto de la
cognición bajo la presión otra vez, de la interacción con el contexto en un
determinado tiempo real.
En el tercer punto se puede apreciar como hay una característica operativa (y
un consecuente papel activo que sugeriría un alejamiento de una preocupación
por un computacionalismo y una modularidad extrema) por parte del sujeto en
lo que concierne a que por ejemplo, hacemos que el entorno mantenga la
información para nosotros con filtrados ambientales.
El cuarto punto de la enumeración nos resulta particularmente notable
entendiendo que coincide con mucha fuerza con nuestra propuesta. Esto es,
dejar de lado, o por lo menos en parte, la mente por sí sola como una unidad
trascendente de estudio y centrarnos más sí en la eminente importancia y
alcurnia del entorno como parte del sistema cognitvo y/o nos animamos a decir,
como parte de lo que denominamos cognición. Así, el flujo de interacción entre
la cognición como mente y el ambiente sería tan denso y continuo que
importaría más y sería un movimiento más inteligente virar hacia un
centramiento en la cognición en sus aspectos procesuales interactivos o a
desde ya, seguir abocando por una cognición entendida como interacción.
En el punto cinco del texto se plantea la máxima de que la cognición está
hecha para la acción. Lo cual puede parecer un supuesto metafísico
hartamente asumido y nunca perdido de vista. No obstante en no pocas
ocasiones suele ocurrir lo contrario donde científicos toman a la cognición
desde modelos computacionales y donde el objetivo importante termina siendo
solo lo computacional de la computación descuidándose el papel de eficacia
causal que se tendría sobre la conducta.
Ahora bien, a la hora de que se vaya a abordar el sistema cognitivo se va a
entender que por ejemplo facultades como la percepción y la memoria van a
poseer la dirección de contribuir de manera final a la conducta. La cual va a
tender a ser la apropiada en determinada situación. (la definición de apropiada,
conducta pertinente o “correcta” por ejemplo en términos morales acaso, se
deja de lado debido a que rebasa el interés y los límites del presente trabajo).
De nuevo aparece la importancia del contexto en la mente 4E y no tanto la
preminencia de “lo ordinal” aislacionista internista del ordenador.
Finalmente en lo que respecta a embodied cognition hay una exhibición del
hecho de que la cognición off-line está basada en el cuerpo. La actividad (off-
line) de lo que se denomina mente , esto es, actividad procesal sensorial y
motora ha devenido de nuestro desarrollo onto y filogenético para la interacción
con el entorno. Dicha interacción por supuesto se hace con el cuerpo, el móvil
de interacción entre el entorno y la cognición , es el cuerpo. El cuerpo también
va a formar parte del sistema cognitivo, el cuerpo es un elemento del sistema
cognitivo.
En general en todos los puntos pueden sacarse conclusiones convergentes. En
lo que respecto a este último punto cobra especial relevancia el punto de vista
y la máxima de Kantor quien plantea que todo hecho psicológico es un hecho
fisiológico.
También podemos poner de relieve la conexión y/o posible utilidad de este
punto con la toma de perspectiva que la psicología toda podría adoptar y
especialmente en lo que respecta a fenómenos del sub campo de la
neuropsicología, donde el origen de la afecciones psicológicas tiene un sustrato
en el cuerpo y dicha afección un ineludible contacto con el entorno por
supuesto.
A riesgo de ser reiterativos desde el texto de Santamaría González de manera
resumida podríamos enumerar una metáfora de acoplamiento cognición/cuerpo
sumado al papel del entorno y añadido a esto la acción limitada en procesos
cognitivos. Está acción/conducta se da en un entorno.
Para entender la cognición se debe hacer un, o mejor dicho, la cognición es
análisis relacional de interacciones entre cuerpo y entorno con lo cual cobra
mucho más pesos nuestro punto de vista de que lo importante en primera o
ultima instancia sería la interacción.
Desde la cognición encarnada hay una primacía de la acción ( una ejecución
también) que va dirigida a objetivos (que se encuentran en el entorno).
Aquí el conocimiento es construcción activa de un organismo consagrado
donde sus acciones van dirigidas a un fin y no se comprende a la cognición ya
como solo mera recuperación pasiva.
Como último punto se comprende que las representaciones son y tienen origen
sensoriomotriz y no simbolismos devenidos de representaciones que han
sufrido cierto proceso de codificación.
Desde el enactivismo la metáfora de la mente subyacente, contempla a ésta
como indisoluble de la experiencia y el mundo. Aquí la cognición es interacción
continua dentro del medio.
Aquí la relación entre el mundo y nosotros se produce por el “nacimiento” de un
enlace.
La relación entre yo y el mundo es presentable (no representable en símbolos,
tampoco representable como fruto de patrones de activación de redes). Ésta
relación presente se da a través de la acción.
Mente, cuerpo y mundo va a ser inseparables. Se concibe un fenomenologismo
donde la historia de interacciones promulgan, ponen en acto a la mente y el
mundo.

Pasando ahora a otro orden de cosas pero no demasiado desligados de todo lo


último expuesto; desde el texto “De la Habitación China al Laboratorio de I.A.”
se plantea al fin y al cabo una serie de objeciones o reservas dirigidas a un
paralelismo u homologación demasiado fuerte entre mente/computador donde
por ejemplo se plantea que el hecho de que un programa tenga sintaxis no es
suficiente para (ni equivalente) a tener semántica al mismo tiempo que se
señala la importancia de la implementación de un programa, la importancia de
que pueda ser implementado. Un punto importante de la confección de un
programa es lo que un programa hace o es capaz de hacer, entiéndase, su
capacidad de modificar el estado actual de las cosas. Véase aquí como sin
más preámbulos aunque de manera indirecta hace su aparición nuevamente la
idea de que la cognición en su necesaria manifestación requiere perturbación
del estado de las cosas.
La inquietud por las condiciones de implementación del programa pone de
manifiesto la importancia del ambiente. La implementación alude y va a aludir
siempre a implementación en un contexto. De esta manera en este párrafo no
obstante nos estamos refiriendo a un modelo computacional no deja de
aparecer y/o vuelve a hacerse patente la necesidad ineludible de atender al
contexto en la comprensión de los fenómenos psicológicos no quedándonos
solo por ejemplo en un estudio de reglas lógicas que sucede en un plano
“herméticamente sellado” en palabras de Santamaria Gonzalez.
Es entonces que quizá más temprano que tarde se posan frente a nuestros
ojos las razones de por qué debemos adoptar un modelo de cognición 4E.
De igual manera con el objetivo de ser someros Mario Santos Sousa en “De la
Habitación China al Laboratorio de I.A.” nos advierte que llegado al punto de
que un programa pueda ser implementado correspondería preguntarnos
inmediatamente si es capaz de producir semántica.
Más adelante en el texto el autor refiriéndose a lo mismo concluye que ningún
programa por sí mismo es capaz de producir semántica. En este sentido
comunica de manera explícita el “santo grial” que estarían buscando algunos
de los científicos cognitivos, una maquina programada que pueda producir lo
que es capaz de producir un cerebro orgánico: una mente capaz de
desenvolverse en* el mundo. (la cursiva es del autor)
Rápidamente aparece otra vez el hecho de que para que una ciencia cognitiva
sea abarcadora tendrá que tener en cuenta la construcción de significado (la
construcción de sentido) y para ello deberá tener en cuenta el papel de los
factores contextuales contingenciales. Por lo que creemos que el corpus
teórico más poderoso en este sentido sería el paradigma enactivista junto a los
principios de la mente 4E toda.
En el texto “¿Qué se siente ser un murciélago?” Ángel lo que intenta hacer es
responder a los fenómenos de la actividad mental apelando en primera medida
al problema mente/cerebro, o lo que es lo mismo, en tanto estaríamos
hablando del sustrato anatomofisiologico apela a la relación mente/cuerpo.
El autor va a tomar el fenómeno de la conciencia, entendiéndola como punto
por excelencia que caracterizaría a una ciencia psicológica. En relación a lo
cual inmediatamente sugiere: el hecho de que un organismo tenga
experiencias conscientes de ninguna manera ello nos informa o da pistas sobre
el hecho de que habría algo que determinaría a ese organismo a ser ese
organismo. Por lo cual debido a que su interés es otro, va a correr su mirada
hacia la experiencia subjetiva consciente. (el carácter subjetivo de la
experiencia subjetiva).
Con un raudo paréntesis Thomas Ángel aclara que no niega que los estados y
los sucesos mentales conscientes causen la conducta o que su caracterización
funcional no sea útil sino que plantea que esto no agota su análisis.
Así para poder resolver el problema de lo especifico de la experiencia
consciente Ángel va a apelar al punto de vista fenoménico por sobre el punto
de vista reduccionista atomista. De esta manera es que se aborda el problema
general de los subjetivo y lo objetivo con miras a que pueda empezar a
vislumbrarse siquiera una teoría física de la mente si es que esa fuese la
intención.
Aquí y no es que se quiera ser redudante sino que lo consideramos alineado
con nuestra aspiración, la perpectiva enactivista es un paralelo a la visión del
autor en tanto mente, cerebro, cuerpo y mundo son inseparables y dicha
conjunción la otorga una fenomenología que es hija de una mente y un mundo
promulgados* por una historia de interacciones. (*vamos a traducir enactive de
esta manera por considerarlo más pertinente).

Pasando a los desarrollos de David Chalmers, lo importante de la facultad de la


conciencia es la experiencia consciente o, más específicamente “la cualidad
subjetiva de la experiencia” * (las comillas son de los autores).
Aquí un estado mental es consciente si está ligado a una sensación cualitativa,
la cual se denomina cualia. Un dato no menor a los fines de este trabajo es el
hecho de que esa calidad de la sensación es fenoménica teniendo en cuenta
que como habíamos adherido más arriba, será la fenomenología (o mejor dicho
un fenomenologismo enactivista) lo que nos va a permitir hilvanar mente,
cerebro, cuerpo y mundo donde sería ese el paraguas de conceptos debajo del
cual se podrían hacer caber todos los elementos de cualquier planteo
psicológico.
Los autores mencionan el problema de origen de la experiencia consciente a
partir de un sistema físico pero lo dejan de lado rápidamente por considerarlo
insuficiente o con escollos dirigiéndose hacia la persistencia de la cuestión del
vínculo entre los psicológico y lo fenoménico por considerarlo más acertado
para comprender la experiencia consciente.
De vuelta, en otro orden de cosas, desde Chalmers se expresaría que el
problema con los modelos reduccionistas no está en los detalles sino que está
en la estrategia explicativa general.
De esta manera si se asume como necesario la no supervivencia lógica de la
conciencia a lo físico acarrearía la consecuencia ontológica de abandonar el
materialismo o por lo menos tomarlo como falso en un determinado punto. Esto
conduciría a una especie de dualismo donde en el mundo existirían
características físicas y no físicas. No estaríamos hablando de un
cartesianismo de entes herméticamente sellados uno del otro sino que
plantearíamos, adhiriendo a Chalmers, un dualismo de propiedades. En
palabras de los autores: “la experiencia consciente involucra propiedades de un
individuo que no están implicadas por las propiedades físicas de un individuo,
aunque puede depender nomológicamente de esas propiedades. La conciencia
no es una “sustancia” aparte de ese mundo, pero las propiedades fenoménicas
son ontológicamente independientes de las propiedades físicas.
Hay dos maneras en las que esto podría hacerse. Primero, podríamos tomar a
ciertas propiedades fenoménicas como unas propiedades básicas del mundo,
junto con el espacio y el tiempo etc. Alternativamente, quizá exista alguna otra
clase de propiedades fundamentales nuevas de las que las propiedades
fenoménicas se derivan. Podríamos llamar a estas propiedades:
protofenoménicas. Aquí las leyes fundamentales serán leyes psicofísicas, que
especifican cómo las propiedades fenoménicas (o protofenoménicas)
dependen de propiedades físicas.”
Con todo lo expuesto se respondería sin problemas al naturalismo de la
ciencia en tanto desde este dualismo naturalista se entendería que los
fenómenos son una consecuencia de una red de propiedades y leyes básicas.
Esto es un detalle no menor, en tanto demarcado todo lo último, no fue y no es
necesario tomar a la conciencia como un ente trascendente y/o como un ente
distinguido con cualidades diferenciadas de la materia. Por lo que no se rompe
en ningún momento con el determinismo naturalista.
En la misma ruta de planteamientos fundamentales, lo físico y lo fenoménico
serían dos aspectos diferentes de una sola clase, por lo que podría decirse que
se asiste de alguna manera a un tipo de monismo en algún punto no obstante
no sería un monismo materialista, debería ser una clase de monismo más
amplio. O directamente una base ontológica que implicaría más amplitud en
todo sentido.
Y todo esto lo traemos a colación acaso de vincular o intentar responder al
menos en un principio, a un modelo asociacionista como lo es conductismo
radical donde sus bases serían: monismo, materialismo y determinismo. Para
desde allí intentar ir quizás hacía un andamiaje mixto de modelos de desarrollo
de ciencia cognitiva.
Continuando, para la construcción de una teoría no atomista se deberán dirigir
los esfuerzos hacia la manera en cómo se relaciona la consciencia con todo lo
demás en el mundo exigen los autores.
Obsérvese aquí como regresa la ineludible necesidad quizá de entender a la
cognición como: 1) interacción con el mundo y 2) atender a los factores
contextuales por supuesto, esa interacción es con el mundo.
Para seguir con su propósito los autores proponen elaborar una teoría con
características similares a las teorías físicas donde las características de
algunos elementos no derivaría de la existencia de ningún otra cosa más
básica sino que se formularían concepciones detalladas y específicas de cómo
estos elementos se interrelacionan.
Se formularía un conjunto simple pero potente de leyes de la interacción de las
que todo tipo de fenómenos específicos derivaría como consecuencia de dicha
interacción.
De este modo la propuesta interactiva de la cognición que viene desde los
principios de la mente 4E parecería ser una teoría superadora, un posible
salvataje o al menos la solución a pequeñas pero molestas hiancias teóricas,
dejando de lado que planteado así todo el esqueleto conceptual siempre
existirá la restricción metodológica de que invariablemente se deberá tomar al
informe verbal de un agente como indicador de su experiencia consciente por
lo que la verificación intersubjetiva rigurosa sería imposible.
Hacia el final de su exposición Barbara Gojlik y demás van a sugerir el
experimento mental de la menstruación en relación a los cualia concluyendo
que existirían otros factores que influirían en el hecho de experimentar dicho
cualia. Su emergencia estaría ligada a otros aspectos además de una
organización funcional determinada. Estos otros aspectos serían culturales.
Una vez más hacen su aparición los componentes del mundo, pero nombrar
solamente su interjección no arroja demasiada luz sobre los fenómenos sino
que lo que se intenta pregonar es la perspectiva interactiva de la cognición
como inexcusable de la cuál el contexto es un elemento indisoluble donde
además, dicho sea de paso, no puede haber intencionalidad si no hay
interacción con un contexto hacía donde dirigir dicha intencionalidad.
Se intentó así desde un modelo filosófico teórico no computacional poder
establecer un terreno vasto y firme para el planteamiento de procesos
psicológicos básicos y aplicados, el cual también serviría como un intento de
resolución de la problemática mente/materia viéndose implicados dentro de
este marco también cuales y cómo serían tenidos en cuenta los componentes
de un sistema cognitivo desde un modelo de desarrollo mixto.
La cognición sería interacción de un sujeto con su ambiente.
Bibliografía:

 Ángel Thomas “¿Qué se siente ser un murciélago?”. (2000)


 Gojlik Bárbara, Oukacha Bouchra, Dumitrache Cristina, Sanchez
Piazuelo Paula. “David Chalmers”.
 Kantor, J.R “Principles of Psychology” (1949).
 Oxford English Dictionary (1884).
 Santamaría González, Fernando : “La cognición corpórea (o encarnada)
–embodied cognition-: hacia un conocimiento en acción.” (2010)
 Santos Sousa, Mario “De la habitación china al laboratorio de I.A.”
(2005)

 Tirapu-Ustárroz.J. , Muñoz-Céspedes J.M. , Pelegrín-Valero. C. “Hacia


una taxonomía de la conciencia”. (2003).

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