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Los Niños Deberían Consumir Miel

Libre de esporos de Clostridium botulinum

Por: Orlando Valega apicultor de “Apícola Don Guillermo”


Correo: valegaorlando@gmail.com
Resoluciones Conjuntas Nº 136 y 109
«La Secretaría de Agricultura de la Nación informa que se dispuso una actualización del Código
Alimentario Argentino (CAA) referida a la rotulación de envases de miel. Esta medida fue
establecida mediante resoluciones conjuntas de esta dependencia y de la Secretaría de
Políticas, Regulación y Relaciones Sanitarias, del Ministerio de Salud de la Nación. Las
resoluciones conjuntas Nº 136 y 109 incorporaron la obligatoriedad de consignar la leyenda:
«NO SUMINISTRAR A NIÑOS MENORES DE UN AÑO», en el rótulo de los envases de miel.
Esta frase deberá imprimirse con caracteres de buen realce y visibilidad y en un lugar
destacado de la cara principal del recipiente. Esta medida se fundamenta en la necesidad de
mitigar los casos de botulismo en lactantes. Los niños menores de un año constituyen el grupo
etario de mayor riesgo, ya que poseen una particular susceptibilidad a la infección intestinal por
ese patógeno.» Fin del comunicado de prensa.

Introducción:
Las Resoluciones conjuntas nº 136 y 109 representan el “Certificado de Defunción” del
Consumo de Miel en Argentina.
Años tratando de promover el magro consumo de miel en Argentina y ahora, con dos
resoluciones deciden a espaldas de los apicultores y de los intereses de los propios niños,
ensuciar la imagen de un producto tan noble como es la MIEL.
Tantos niños que mueren o se quedan con deficiencias físicas y mentales irreversibles a
consecuencia de la desnutrición, lo que bien podría evitar la MIEL, y ahora se la coloca como si
fuera un producto muy peligroso siendo que no se tienen pruebas si realmente la miel fue la
causante de alguno de los pocos casos de botulismo infantil que hubo en nuestro país.

Opinión de los Profesionales:


Según el Dr Eduardo Bianchi (CEDIA)
Existen dos formas de botulismo:
-El clásico; que se produce por la ingestión de alimentos contaminados donde el bacilo se ha
desarrollado y producido la toxina.
-El botulismo del lactante: de conocimiento reciente, fue descrito por primera vez en EEUU en
1976, en Japón en 1987 y en Argentina en 1982.
Este tipo de botulismo se debe, no a la ingestión de toxinas, sino a la ingestión de alimentos
que contienen las “esporas” del bacilo, las cuales son formas de resistencia de este
microorganismo. Estas esporas en el intestino de los lactantes de menos de 12 meses de vida,
y especialmente en los menores de 6 meses, germinan y originan los bacilos y éstos producen
la toxina,
¿Cual es la razón del desarrollo de este bacilo en el intestino de niños de menos de 12 meses
de vida y no así en niños mayores y en adultos?
En los primeros meses de vida del lactante hay un escaso desarrollo de la Flora Anaeróbica
Intestinal, en cambio, en niños mayores y en adultos, esta flora intestinal está bien desarrollada
e impide que se formen los bacilos a partir de las esporas y por lo tanto no hay producción de
toxinas. DR. EDUARDO BIANCHI

Sin Embargo el Dr. Hugo Aguirre afirma: Acá es donde las cosas se confunden; si el niño se
alimenta con leche materna, su flora intestinal -como en el adulto- no permite que esas esporas
abandonen su estado de resistencia; germinen y se transformen en microorganismos (bacilos)
que al funcionar eliminan la toxina patógena. De modo que la edad NO hace la diferencia; la
diferencia está dada por la alimentación (generalmente un lactante mayor de 6 meses
comienza a ingerir otras cosas; luego si es alimentado "artificialmente" (mamadera con leche
de otra especie -vaca, cabra, etc) a esa edad comienza a tener una flora intestinal natural que
lo protege, la misma que del adulto o el niño amamantado
Pero para que no le queden dudas: acepto que un niño menor de 1 año que consuma miel
puede contraer botulismo, como si comiere queso, papa hervida o una galletita. Es solo una
posibilidad de riesgo. NO ACEPTO QUE UN NIÑO MENOR DE UN AÑO COMA MIEL Y POR
ESO SE ENFERME DE BOTULISMO. Son dos eventualidades diferentes. La primera
eventualidad es la posibilidad del riesgo, que podría generar un hecho indeseado. La segunda,
es el hecho indeseado consumado. Por esto es que innumerables niños consumieron miel sin
contraer botulismo (incluyendo a mis hijas y ahora mi nieta).

Según el Dr. Julio Cesar Días:


Técnicamente, se puede decir que el riesgo de botulismo en la miel, que afecte al lactante, es
posible, pero desde las probabilidades es más fácil que le caiga un avión en la cabeza. El
Clostridium botulinum, o mejor dicho sus esporas, infectan mayoritariamente la tierra y en
menor escala todo lo que vemos y tocamos. Hay tantos Clostridios en la miel, como en el
repasador con que se limpia la boca del bebé o la toalla con la que secamos nuestras manos.
Solamente habría una remotísima posibilidad de producir el botulismo si se usara una miel que
haya caído en la tierra y fuera recogida.
Argentina tiene una estadística de más de 24 años, respecto a bebés intoxicados y muertos por
botulismo. No son más de 185. Una simple cuenta nos dirá que 185 en 40.000.000 de
habitantes en 24 años, no puede ser considerado "PELIGRO". Por si esto fuera poco, en esa
estadística no hay ningún caso demostrado de que haya sido la miel, entonces la cuenta se
reduce a cero.-

Rodolfo Kummerfeldt Comenta: Por otro lado, en nuestro país se consumen aprox. 250
gr./hab./año, los países desarrollados superan casi 20 veces más esa cantidad, si fuera verdad
que la miel contagia botulismo a lactantes, ellos debieran tener 20 veces más botulismo infantil,
o más, ya que ellos usan muchísimo más miel desde el nacimiento que azúcar y edulcorantes,
por sus cualidades nutritivas Sin embargo según las estadísticas esto no es así.
El tema es al revés, en nuestro país son más frecuentes y muy conocido por todos los
problemas de desnutrición, de la falta de algunos nutrientes, básicamente oligoelementos, que
producen alteraciones metabólicas, malformaciones y problemas de desarrollo que terminan en
deficiencias mentales y enfermedades crónicas de por vida. En la miel y el polen tenemos
TODOS (o el 99%) de los nutrientes necesarios para que los niños se puedan desarrollar con
salud, no hay otro alimento natural que tenga esto.
Se muere un chico por desnutrición cada 8 segundos en el mundo que la miel podría salvar,
por lo tanto sugiero que no seamos necios, que levantemos un monumento a nuestras amigas
las abejas por entregarnos no solo un buen alimento, también un excelente medicamento.
Rodolfo Kummerfeldt

Conclusiones:
1º) Los niños que son amamantados no tienen riesgo ya que reciben las defensas de la madre.
Dr. Hugo Aguirre
2º) No está comprobado si los niños que murieron por el botulismo infantil, que son ciertamente
muy pocos, ingirieron las esporas de los yuyos de las infusiones, el polvo del suelo, del chupete
o de la miel.
3º) Todos los alimentos pueden tener las esporas del botulismo, ¿Por qué se discrimina
colocando a la miel como la única fuente peligrosa?
4º) Las estadísticas indican que es muy bajo el porcentaje de muertes por botulismo y no se ha
comprobado que el portador de la espora haya sido la miel
5º) Produce mucho mas daño a la salud de los niños la DESNUTRICIÓN , muerte o daños
irreparables , lo que muy bien podría ser subsanado alimentándolos con miel.

¡Por eso el título! “Los Niños Deberían Consumir Miel”, limpia, bien manipulada y libre de
esporos de Clostridium botulinum.
Otro trabajo de investigación coincide con mi apreciación:

No dar miel a los bebés: Una recomendación que debe ser reevaluada
por Mamdouh AbdulRhman, M.D., y Nermeen Tayseer, M.D. edición de junio de 2005
Journal J Am Apither Soc
Nota del editor: La Sociedad Estadounidense de Apiterapia, al publicar este estudio,
busca informar a los lectores sobre la controversia con respecto a alimentar a los
bebés con miel. La decisión de publicar el estudio no representa la aprobación de
ninguna posición en particular sobre este asunto.
Resumen
La posible asociación de Clostridium botulinum (C. botulinum) en Miel de Abeja (BH)
y la recomendación de no administrarla antes de 1 año son controvertidas. Este estudio
tuvo como objetivo identificar una posible relación entre la ingesta de BH antes de la
edad de 1 año y el botulismo infantil. El estudio se llevó a cabo en el Hospital Nacional
Al Khafji en el Reino de Arabia Saudita. Examinamos 221 muestras de BH de
diferentes fuentes sin detectar esporas de C. botulinum. Se realizó un cuestionario entre
719 madres sobre la ingesta de BH durante el primer año de vida de un bebé y
encontramos que 1525 bebés de 545 madres recibieron BH durante ese tiempo sin
mortalidad o morbilidad significativa que pudiera atribuirse al botulismo infantil.
Además, no se notificó ningún caso de botulismo infantil entre 1995 y 2002 en todos los
hospitales de Al Khafji, ni en la oficina de salud local. Por lo tanto, concluimos que se
debe reevaluar la recomendación de no dar miel de abeja a niños menores de 1 año.
Abreviaturas utilizadas
Miel de abeja BH
Miel de abeja BHO vía oral
C. botulinum Clostridium botulinum
Hospital Nacional KNH Al Khafji
KSA Reino de Arabia Saudita
Introducción
La miel de abeja es una solución sobresaturada de azúcares, principalmente fructosa,
glucosa y azúcares similares a la maltosa, con trazas de sacarosa, glucosa oxidasa,
peróxido de hidrógeno, fenoles, flavonoides, terpenos, etc. [1]. Los azúcares hacen que
la miel sea higroscópica (absorbe la humedad) y viscosa, y la concentración de azúcar
más otros factores, como el bajo pH, el peróxido de hidrógeno y los flavonoides, fenoles
y terpenos, hacen de la miel un agente antimicrobiano [2]. La alta acidez de la miel
juega un papel importante en el sistema que previene el crecimiento bacteriano. El pH
de la miel varía de 3,2 a 4,5 (pH promedio = 3,9), lo que la hace inhóspita para el ataque
de la mayoría de las bacterias. Su bajo contenido de humedad también forma parte
importante del sistema que protege la miel del ataque de microorganismos. La
naturaleza hiperosmótica de la miel impide el crecimiento de bacterias y levaduras, ya
que extrae agua de los organismos y los mata por desecación [3].
La miel de abeja era el medicamento más utilizado en el antiguo Egipto. De los casi
1000 remedios diferentes en récord, más de 500 eran a base de miel [4]. Se ha
demostrado que la BH tiene múltiples beneficios, incluidos efectos antiinflamatorios
[5], antimicrobianos [2], cicatrizantes [4] y expectorantes mucolíticos [4], [5], [6].
Algunos investigadores han identificado la miel como una posible fuente de esporas de
C. botulinum. Desaconsejan dárselo a bebés menores de 1 año porque, en casos
extremadamente raros, la flora intestinal de algunos bebés puede no estar lo
suficientemente madura para combatir estas esporas, y esto puede provocar botulismo
infantil [7], [8], [9]. , [10].
Sin embargo, otros [11], [12], [13] no han detectado estas esporas en la miel de abeja.
Además, el botulismo infantil es una enfermedad principalmente inevitable, y la
mayoría de los pacientes probablemente inhalan y luego tragan esporas de clostridios en
el aire; estos casos no se pueden prevenir [7]. Se observó que algunas personas en Al
Khafji de KSA solían dar BH a sus hijos, incluidos los menores de 1 año,
intencionalmente como un alimento de buen valor nutritivo y como medicina no
tradicional para tratar diferentes enfermedades, sin consultar a sus médicos
Objetivo del estudio
Queríamos averiguar cualquier posible relación entre la ingesta de BH antes de la edad
de 1 año y el botulismo infantil. Esto se lograría mediante (1) el examen de muestras de
BH de diferentes fuentes para detectar la presencia de esporas de Clostridium botulinum
y (2) una encuesta en busca de información sobre la frecuencia de consumo de BH por
debajo de la edad de 1 año y la prevalencia del botulismo infantil en Al Khafji. del
Reino de Arabia Saudita (KSA).
Sujetos y métodos
Este estudio se llevó a cabo en el Hospital Nacional Al Khafji (KNH) de KSA entre
febrero de 1998 y noviembre de 2002. Consistió en (1) un examen de muestras de BH
para detectar la presencia de esporas de Clostridium botulinum, (2) un cuestionario
sobre la ingesta de BH durante el primer año de vida, y (3) una estimación de la tasa de
prevalencia del botulismo infantil en Al Khafji entre 1995 y 2002, como se muestra en
los registros de los hospitales de Al Khafji (KNH, Government Hospital y Arabian Oil
Company Hospital) y la oficina de salud local de Al Khafji.
Examen de muestras de BH para esporas de C. botulinum
Se examinó un total de 221 muestras de BH para detectar la presencia de esporas de C.
botulinum mediante tinción directa con Gram y cultivos durante 48 horas en
condiciones anaeróbicas estrictas [14]. Ciento quince (115) muestras eran productos de
KSA; 70 de estos fueron de origen comercial, mientras que 45 fueron de productores
locales. Las 106 muestras de BH restantes procedían de EE. UU., Alemania, Suiza,
China, Australia, Pakistán, Turquía, Al Shishan, Egipto, Yemen, Sudán, Siria e Irán.
Encuesta de ingesta de BH durante el primer año de vida
Se hicieron preguntas directamente a 719 madres que fueron elegidas al azar de los
archivos familiares de KNH. Se les preguntó cuántos niños recibieron miel de abeja por
vía oral (BHO) antes de la edad de 1 año, y a qué edad se comenzó a usar BHO, y si
hubo alguna mortalidad o morbilidad significativa que pudiera atribuirse al botulismo
infantil entre estos niños.
Resultados
No se detectaron esporas de Clostridium botulinum en ninguna de las muestras de BH
examinadas. El cuestionario reveló que 545 de 719 madres (75,8 %) dieron BHO a sus
hijos (1525 bebés) al menos una vez antes del año de edad sin mortalidad ni morbilidad
significativa que pudiera atribuirse al botulismo. Ninguno de esos bebés desarrolló
manifestaciones sugestivas de botulismo y ninguno desarrolló una enfermedad
respiratoria grave que requiriera intubación o ventilación. Un total de 378 madres (69%)
usaron BH intencionalmente como alimento y como medicamento con lo que
observaron recuperación de enfermedades y posteriores consultas médicas menos
frecuentes. Por otro lado, 167 madres (31%) usaron BH intencionalmente solo como
alimento.
Tabla 1. Edad de inicio de la administración de BHO según lo revelado por el cuestionario (número
total de bebés = 1525)
edad Número de lactantes (%)
1 – 28 dias 57 (3.7)
1 – 6 meses 611 (40.1)
6 meses a un 857 (56.2)
año
Además de los hallazgos presentados en la Tabla 1, la encuesta reveló que 19 madres
comenzaron a darle BHO a su bebé durante los primeros días de vida. De ellos, 10 (52,6
%) lo utilizaron para tratar la ictericia neonatal. No se notificó ningún caso de botulismo
infantil entre 1995 y 2002 en los 3 hospitales de Al Khafji o en la oficina de salud local.
Discusión
La medicina ideal es tanto segura como efectiva; esto se aplica a BH, que se ha utilizado
con éxito durante siglos y ha demostrado tener muchas propiedades curativas [2], [3],
[5], [16], [17] mientras que se han informado efectos secundarios graves.
Sin embargo, la controversia rodea la posible existencia de esporas de C. botulinum en
BH. Algunos investigadores [7], [8], [9], [10] detectaron estas esporas, mientras que
este y otros estudios [11], [12],[13] no encontró tales esporas. En ninguna de las
investigaciones se especificó el tipo de miel, panal (cruda, sin procesar) o procesada.
Huhtanen y sus colegas [13] intentaron averiguar la incidencia y el origen de las esporas
de C. botulinum en la miel. Probaron 80 muestras de miel. Todos dieron negativo por
un método, mientras que cinco y seis, respectivamente, dieron positivo por otros dos
métodos de prueba, con algunos resultados ambiguos cuando se volvieron a probar con
otro método más. Experimentalmente inocularon a las abejas con esporas
alimentándolas con una solución de agua azucarada y encontraron que las esporas se
incorporaron a la miel producida.
Las esporas de C. botulinum se encuentran ampliamente en la naturaleza: en el suelo, el
polvo, el aire y los productos agrícolas crudos. También se han detectado en jarabe de
maíz, carnes frescas y procesadas, frutas y verduras [7]. Por lo tanto, la recomendación
de no administrar BH antes de la edad de 1 año también debe incluir todas las demás
fuentes de esporas de C. botulinum, y esto puede no ser factible. Además, los chupetes,
los biberones, los juguetes, las manos de un bebé y los alimentos pueden contaminarse
con el polvo doméstico, que es otra fuente de esporas de C. botulinum.
La implicación de la miel como causa del botulismo infantil se ha basado en el hecho de
que un pequeño número de bebés que desarrollaron la enfermedad fueron alimentados
con miel que contenía las esporas. Sin embargo, en nuestra opinión, esto no es
suficiente para concluir que la miel es responsable del botulismo. Primero debemos
excluir la posibilidad de tragar las esporas de otras fuentes, como el aire [7]. En
resumen, se debe reevaluar la recomendación sugerida de no dar miel de abeja a niños
menores de 1 año.

Orlando Valega: correo: valegaorlando@gmail.com

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