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● La academia, los medios y los muertos: 15- 27

- Casi todos piensan tener solución a la cuestión criminal, o por lo menos opinan de
soluciones al respecto. Esto especialmente lo hacen los medios de comunicación.
Se suele hablar de la cuestión criminal como un fenómeno local, cuando en realidad
es algo globalizado. Usualmente se le da a los técnicos el espacio mediático para
hablar, pero lo hacen en su propio complicado dialecto. Por estas complicaciones, la
gente acepta las incoherencias que los políticos difunden.
- Se dice que la realidad es mediática es en donde todo se construye; sin embargo, la
única realidad en la cuestión criminal son los muertos.
- Hay tres etapas fundamentales: lo que se nos dice a lo largo de la historia/lo que nos
dicen los académicos, la palabra de los medios, y la palabra de los muertos.
- La cuestión criminal tiene varios dialectos académicos que se odian entre sí y no
suelen entenderse entre ellos. A veces los dialectos pasan a dominarse entre sí, el
dialecto conquistado es considerado un traidor o un perdido.
- Se suele creer que el penalista es el más calificado para proporcionar conocimientos
científicos sobre la cuestión criminal, pero no es así. Conocer el Derecho no es lo
único que se necesita para entenderlo, es bastante necesario conocer los
fundamentos pero la práctica es otra cosa.
- El Derecho Penal es la rama que se dedica a trabajar la legislación penal para
proyectar la doctrina jurídico-penal. Esta doctrina orienta la manera en la que los
tribunales resuelven los casos de manera ordenada y no contradictoria.
- La ciencia del Derecho Penal enseña a las cátedras de las universidades a
interpretar las leyes penales para facilitar la labor de los juristas. Tal interpretación
se basa en la dogmática jurídica.
- La doctrina de los alemanes es la fuente principal de la ciencia jurídico-penal. Otros
como los ingleses, franceses, italianos, suizos y austriacos tienen distintas maneras
de hacerlo. La ciencia alemana se basa en la “Teoría general del delito”. Esta
establece un orden prioritario para establecer sentencia sobre si una conducta es o
no delictiva.
- El delito es una conducta típica, antijurídica y culpable. En primer lugar, esta debe
ser una acción humana dotada de voluntad. En segundo lugar, debe ser prohibida
por ley. Y por último, debe ser culpable. Todo delito también requiere lesividad; es
decir, que haya un bien jurídico lesionado o puesto en peligro. En la realidad social
el delito no existe, solo existe la acción (matar, violar, robar, hurtar, etc). El delito es
algo jurídico. Por ello, el penalista se ocupa de la ley y no de la realidad.
- La corriente neokantiana pretende un corte total en el estudio del deber ser y el ser.
Estos dividen los conocimientos en ciencias de la naturaleza y ciencias de la cultura.
Para evitar este tipo de complicaciones, la criminología se encarga de estudiar la
convergencia de muchas fuentes (como la sociología, antropología, etc) que tratan
de explicarnos el fenómeno criminal.

● El poder punitivo y la verticalización social: 29- 40


- Hay dos formas de coerción cuya legitimidad no se discute: Coerción directa
(Comúnmente conocida como poder de la policía. Está regulado por el derecho
administrativo) y Coerción para reparar o restituir (Propia del derecho civil).
- En la coerción reparadora, el poder punitivo surge cuando alguien que manda dice
“el lesionado soy yo” y se aparta a quien realmente sufrió el daño. Es decir, se
reemplaza a la víctima.
- La característica del poder punitivo es la confiscación de la víctima. Por lo que el
caso excluye esa parte tan esencial de la decisión final. A la víctima no se le
resuelve nada.
- Hay dos modelos de decisión: vertical y horizontal. El modelo reparador es
horizontal, mientras que el punitivo es vertical.
- El modelo vertical proporciona el poder colonizador; el cuál solidifica la sociedad
hasta el punto de inmovilizarla. Por ejemplo, el confiscar a la víctima servía para
fortalecer el poder de los señores feudales. Esto hizo que el poder punitivo renaciera
en los siglos XII y XIII después de su última aparición con la caída de Roma. El
poder punitivo fue el instrumento que permitió la colonización.
- La ciencia jurídico-penal nace con los comentarios al Digesto por parte de los
glosadores. Esta inyección de los primeros juristas fue llamada la “recepción del
derecho romano”. Los glosadores son considerados como los primeros penalistas
por sus comentarios sobre las leyes.
- Los comentarios de los glosadores y posglosadores solo fomentaron la
verticalización social por su legitimación del poder. De hecho, todo lo dicho sobre
criminología por los glosadores no es más que charla política funcional al poder.
- La cuestión criminal funge como una proyección al pasado y no una revisión del
presente.
- La inyección de las leyes romanas por parte de los juristas llevó a que el modelo de
la verdad pasase a hacerse por interrogación. El imputado era sometido a una
interrogatoria y la verdad le era sacada con tortura o violencia.
- La Teoría del Pacto Satánico, inventada por San Agustín, consistía en un contrato
de compraventa prohibido entre Satanás y seres inferiores (refiriéndose a las
mujeres) por razones de infertilidad o de aborto.
- La orden de Santo Domingo fueron los primeros criminólogos por su estudio de la
etiología u origen del mal. Gracias a esto no los llamaban directamente criminólogos
sino demonólogos. Por esta distinción se autonomiza la criminología de la
demonología.
- La arqueología penal estudia los modelos en sociedades lejanas.

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● La estructura inquisitorial: 41-52

● Siempre hubo rebeldes y transgresores: 53-65

● Los contractualismos: 67-78


La criminología actual ha intentado ignorar su pasado. Si bien los autores de los
discursos acerca de la cuestión criminal que provenían de las corporaciones de filósofos de
primerísima línea o de juristas que siguieron sus pensamientos, se dedicaron a criticar el
poder punitivo de su tiempo y a proponer reformas legislativas, no puede ignorarse que se
apoyaban en una criminología. Todo esto, sin duda es criminología, pues la crítica al poder
punitivo, a la forma en que se lo ejerce, a sus modalidades, etc., difícilmente puede negarse
que lo sea. Esta negación de la dimensión criminológica de los filósofos y juristas del
iluminismo y del penalismo liberal obedece a una fábula inventada a fines del siglo XIX por
Enrico Ferri.
Según Ferri todo lo que antes se dijo de la cuestión criminal era espiritismo, y le
llamó a todo eso escuela clásica, quedando él como el líder de la nueva escuela, la escuela
scuola positiva. Sin embargo, resulta inadmisible que los utilitaristas y todas las variantes
del contractualismo, los kantianos, los hegelianos, los krausistas, los déspotas ilustrados y
los revolucionarios, todos juntos, formasen una escuela (aunque en conjunto implicaron una
fuerte corriente crítica al ejercicio arbitrario del poder punitivo, fundada en la ex- periencia
de las arbitrariedades y crueldades de su tiempo, domina- do por las noblezas. Además, el
contrato era para ellos una metáfora para representar gráficamente la esencia de la
sociedad y el estado).
ESta corriente predominó en Europa continental para enfrentar a los ideólogos del antiguo
régimen quienes creían que la sociedad era un organismo natural, con un reparto de
funciones que no podía alterarse ni decidir su destino por elección de la mayoría de sus
células, por lo que todo organicismo social sería por esencia antidemocrático y sería un
caos contra la ley natural.
Para el racionalismo contractualista la sociedad no era nada natural, sino producto de un
artificio, de una creación humana, o sea, de un contrato que, como tal, podía modificarse e
incluso rescindirse.
El pensamiento crítico acerca de la cuestión criminal alcanzó uno de sus momentos
de más alto contenido pensante con los discursos de los contractualistas del iluminismo
(quien encabezaba esta escuela era Cesare Beccaria).
En función de las ideas iluministas comenzaron a sancionarse códigos, es decir,
que se derogaron las recopilaciones caóticas de leyes y se trató de concentrar toda la
materia en una única ley, redactada en forma sistemática y clara, conforme a un plan o
programa racional. Esta tendencia legislativa era una derivación del enciclopedismo, para
que hubiese claridad con base a la ley previa sobre qué era lo prohibido y qué no,
sustrayéndolo a la arbitrariedad de los jueces. En cuanto al proceso, los juicios se volvieron
públicos. Foucault resalta el cambio: en el antiguo régimen los juicios eran secretos y las
ejecuciones públicas; desde fines del siglo XVIII los juicios pasaron a ser públicos (se abolió
la tortura) y las ejecuciones secretas.
En ese momento había penas naturales, o sea que, además de los azotes, había
una supervivencia de la pena en el órgano que se había usado en el hecho, por ejemplo; la
mano del ladrón y la lengua del blasfemo. A partir del Siglo de la Razón la columna vertebral
de las penas pasó a ser la privación de libertad. La privación de libertad como pena central
es un producto del iluminismo, sea por la vía del utilitarismo (para imponer orden interno
mediante la introyección del vigilante) o del contractualismo (como indemnización o
reparación por la violación del contrato social).
En la Revolución Industrial era fundamental la actividad mercantil, por lo que como
efecto del contractualismo desde ese momento hasta la actualidad, si no cumplo con el
contrato social y cometo un delito, debo indemnizar con lo que puedo ofrecer en el mercado,
o sea, con mi capacidad de trabajo. Por eso, la pena priva la capacidad de ofrecer mi
trabajo en el mercado durante más o menos tiempo, según la magnitud de la infracción al
contrato.
Aunque creemos que esto siempre fue así, en la práctica no funcionó de ese modo.
Los europeos vieron que la prisión no alcanzaba para todos, como eran países
neocolonistas lo que hicieron fue sacar a los “molestos” y enviarlos a colonias. Estas penas
de relegación o transporte fueron aplicadas por Gran Bretaña y Francia en particular. Los
ingleses mandaban a sus indeseables a Australia, donde los prisioneros eran asignados a
colonos, en un régimen muy parecido a las encomiendas.

Los contractualismos se vuelven problemáticos


Hubo varios contractualismos, porque la metáfora del contrato permitió construir
diferentes imágenes del estado fundadas también en dispares ideas del ser humano. Se
enfrentaron el contractualismo de Hobbes con el de Locke.
Para Hobbes el origen de la sociedad se hallaba en un contrato celebrado entre
sujetos que se mataban entre ellos con placer, pero notaron que era mejor ponerse de
acuerdo entre ellos y darle todo el poder a uno (quien quedaba fuera del contrato), para que
terminara la guerra de todos contra todos. Su concepto del ser humano era un ente movido
por la ambición de poder y placer. Hobbes no acepta ningún derecho de resistencia a la
opresión. Su respuesta era que cualquier opresión es preferible al caos. exigía que las
penas fueran estrictamente legales y que se aplicasen mecánicamente.
Para Locke antes del contrato ya habían derechos, pero no estaban asegurados por
lo que decidieron celebrar el contrato como garantía. Entregan el poder a alguien, pero este
sigue sometido al contrato. Deben obedecerlo pero si viola el contrato tienen derecho de
resistencia al opresor. Locke es algo así como una de las expresiones más destacadas del
liberalismo político y, en el fondo, el inspirador de las declaraciones de derechos de las
últimas décadas del siglo XVIII.
Por otra parte, Kant sostenía la necesidad de la pena talional, con lo cual venía por
curiosa vía a coincidir con la medida de la pena de los utilitaristas.
Anselm von Feuerbach defendió el derecho de resistencia a la opresión y la idea de
derechos anteriores al contrato, profundizando la separación de la moral y el derecho
iniciada por Thomasius y seguida por Kant.
¿Contractualismo socialista?
El contractualismo también tuvo una versión socialista. Jean Paul Marat escribió un
Plan de Legislación Criminal. Parte de la base de que el talión es la pena más justa, pero
afirma que fue establecida en el contrato social cuando se repartió equitativamente el poder
entre todos, aunque unos pocos se quedaron con las de la mayoría. Esto hacía que en un
espacio geográfico reducido se acumulase la incipiente riqueza y la mayor miseria, con los
conflictos que son de imaginar.

● No todos son como la gente: 80-91

El contractualismo era un marco (hoy se llamaría un paradigma), dentro del que se daban
todas las posibles variables políticas, desde el despotismo ilustrado hasta el socialismo. Por
ende, también podía convertirse en algo peligroso para la propia clase que lo impulsaba,
que defendía la igualdad, pero que también empezaba a distinguir, entre los más y los
menos iguales.

Los pensadores de la cuestión criminal no podían ser insensibles a los temores del sector
social al que debían su posición discursiva dominante, por lo que comenzaron a adecuar su
discurso a la exigencia de no correr el riesgo de deslegitimar el poder para mantener
subordinados a los indisciplinados y fuera los colonizados y neocolonizados.
Dos momentos en la tarea académica:
● Hegelianismo Penal
○ máximo esfuerzo del pensamiento idealista
○ los ideológicos de la cuestión criminal que lo invocaban, partían de la idea
que el espíritu de la humanidad como potencia intelectual.
○ Hegel expone el espíritu absoluto como la sinterización del espíritu objetivo y
subjetivo
■ el derecho se encuentra en el esquema objetivo
■ concluye quien no tiene autoconciencia no es libre y no puede pasar
al momento objetivo o sea que su conducta no es jurídica.
■ la conducta no libre no era conducta para el derecho
■ los criminólogos y penalistas concluían que los seres humanos se
vivían en no libres y libres y que el derecho formaba parte de los
libres. (ejemplo: cuando un no libre lesionado a otro no cometió un
delito.)
■ el efecto práctico era que a los libres se le atribuía penas
proporcionales a la libertad infundida en el hecho mientras que a los
no libres se les podía someter a medidas de seguridad.
■ los no libres eran los locos, delincuentes reincidentes y los
multirreincidentes
○ el eurocentrismo de Hegel legitimaba el colonialismo
○ para Hegel el delito era la negación del derecho y la pena como la negación
del delito
● Positivismo Racista
○ se desprendía de toda racionalidad
○ hubo dos principales versiones del racismo
■ pesimista: afirma que hubo una raza superior que luego se fue
degradando por mezclarse y dieron por resultado una decadencia de
la especie.
■ fábula de la raza aria
■ para el nuevo momento de poder mundial, el racismo pesimista no
funcionaba, ya que en ese momento de la historia se buscaba
desacreditar la esclavitud pero justificar el neocolonialismo.
■ optimista
○ surge figuras como Herbert Spencer, él cual concibió el darwinismo social:
los seres humanos que sobreviven son los más fuertes y así el ser humano
va evolucionando
■ por esta razón, no se debía ayudar a los pobres porque les privaba el
derecho a evolucionar.(así justificaban la renuncia de cualquier plan
social)
■ Spencer afirmaba sobre el neocolonialismo: que los ocupados son
seres inferiores ya que no han evolucionado
■ la conclusión práctica es que se podía dominar pero no esclavizar a
los colonizados

El salto del contrato a la biología


En la segunda mitad del siglo XIX, la ciencia era la nueva ideología dominante. El
instrumento con que se controlaba a los molestos en las ciudades era la policía. Desde los
tiempos de Wier los médicos estaban ansiosos por manotear la hegemonía del discurso de
la cuestión criminal (especialmente los psiquiatras). Como la policía tenía poder sin discurso
y los medicos discurso sin poder, era inevitable una alianza (positivismo criminológico).

● Comienza el apartheid criminológico: 93-105

-La criminalidad se vinculó con los salvajes colonizados a través de un discurso cuya
historia se caracterizó por ser macabra y traer gran cantidad de consecuencias. Esta
historia se relaciona con Cesare Lombroso un investigador que nunca imaginó las
consecuencias que tendría la corriente en la que se movía, aunque hay que notar que este
no inventaría el reduccionismo biológico.
-El positivismo criminológico se desarrolló en el hemisferio norte para extenderse al sur del
planeta como parte de una ideología racista generalizada en la segunda mitad del siglo XlX
hasta que concluyó en la Segunda Guerra Mundial, tuvo múltiples autores iniciando
décadas antes que Lombroso con los médicos que buscaron exponer una etiología orgánica
del delito y mostrar la inferioridad de los colonizados.
-La síntesis lombrosiana: un bicho diferente. La tendencia a deducir caracteres psicológicos
en base a datos físicos se remonta a un viejo tratado de fisiognomía atribuido falsamente a
Aristóteles. Este saber se originó en el proceso de clasificación y jerarquización de los
animales en base a la atribución de virtudes y defectos humanos a estos como el perro fiel y
el gato diabólico, posteriormente a esto hubo quienes pensaron que por la semejanza de
algunos humanos con ciertos animales se les podía categorizar psicológicamente. En 1876
Lombroso mostró su primera división de L´uomo delincuente, en la que por los rasgos
físicos se podía identificar al criminal una especie de género humano. Donde explicaba al
criminal por su semejanza con el salvaje colonizado dando entender que eran menos
evolucionadas que la raza blanca europea, siendo que como en la época se creía que toda
la evolución desde el ente unicelular se daba en el seno de la madre, el criminal nato era un
error en este proceso un blanco que nacía mal terminado sin el último golpe del horno por
tanto un colonizado. Estos igual que el colonizado no tenían moral, ni pudor y eran
hiposensibles al dolor lo que se verifica en que se tatuaban. Siendo que como los
colonizados eran feos y malos se produjo un mecanismo fisiognómico en donde se
relacionaba la fealdad con lo malo.
-La estela del positivismo biologista: La consecuencia de la criminología positivistas de
Lombroso fue el aumento de la aceptación del positivismo criminológico dando como
resultados nuevos escritos. En esta línea el positivismo se enfrentó con el problema de la
naturalidad misma del delito ya que no podía negar que se criminaliza por decisión política y
que lo prohibido cambiaba de tiempo en tiempo y de sociedad en sociedad. A salvar esto
llegaría el barón Raffaele Garofalo, inventor del delito natural. Este afirmaba que con el
avance de la sociedad se refinaban los sentimientos de piedad y justicia, alcanzando su
punto más alto en Europa siendo expresión de esto la protección de los animales, entonces
el delito natural sería la lesión al sentimiento medio de piedad o justicia imperante en cada
tiempo o sociedad. Así construía un cuadro de valores y subvalores lesionados en el que
colocaba los distintos delitos.
Al final el positivismo criminológico desembocó en un autoritarismo policial correspondiente
a un elitismo biologicista, legitimando el neocolonialismo y la represión de las clases
subordinadas que querían mantener la elite. El positivismo restauró el discurso inquisitorial:
la criminología reemplazo la demonología y explicaba la etiología del crimen; donde el
derecho penal mostraba sus síntomas, el procesal explicaba la forma de perseguirlo sin
trabas para la policía, la pena neutralizaba la peligrosidad y la criminalística permitía
reconocer las marcas del mal.

● Los crímenes de la criminología racista: campos de exterminio y


eugenesia: 107-119
-El dominio mundial siempre ha jerarquizado a los seres humanos considerando inferiores a
los colonizados. Esto pasó con el colonialismo del siglo XV en adelante y con el
neocolonialismo a partir del siglo XVlll. La que ha sido expuesta fue la ideología racista en el
neocolonialismo en donde formaba parte la criminología positivista biologista a diferencia
del racismo del colonialismo en donde no hubo un discurso científico siendo un racismo más
bien en base a la religión, al ser los colonizados no creyentes del cristianismo.
-El racismo del neocolonialismo con su reduccionismo biologista no podía menos que
terminar muy mal. Mientras se usó para legitimar el colonialismo y controlar las clases
modestas de los países centrales funciono, pero estalló cuando se usó para legitimar un
poder punitivo sin limites en Europa en especial en cierta potencia. Con la derrota de
Alemania en la Primera Guerra Mundial y la humillación y desestabilización que sufrió,
permitió la entrada de un grupo de nacionalistas radicalizados que tomó el poder del estado
y ejerció el poder punitivo sin prudencia. Los nazistas elevaron al máximo el verticalismo
social con el objetivo de preparar a la sociedad para la colonización de todo el planeta. El
nacionalsocialismo para validar sus masacres y poder punitivo sin límites usó el discurso
criminológico ya dominante hace mucho. La idea de que el ser humano era un ser mejor
construido que otros y que estaba destinado a usar a esos humanos defectuoso o menos
sofisticados, da como resultado que estos últimos podían ser eliminados si eran un
obstáculo para los más perfeccionados. Por ende, resulta claro que los campos de
concentración eran legitimados con ideas del racismo positivista. Fue con las atrocidades
del nazismo que se rompió con el discurso racista y provocó la Declaración Universal de
1948, ya al final de la Segunda Guerra Mundial.
-Hubo un capítulo anglosajón de criminología positivista sobre la esterilización forzada de
delincuentes y de deficientes reales o supuestamente hereditarios, la contaminación de la
sangre con razas inferiores, la prohibición de matrimonios mixtos y otras aberraciones. Esto,
aunque preparado en papel por Gran Bretaña no sería ni más ni menos que Estados Unidos
quien lo llevaría a cabo de formas extremas, denominándose esto como eugenesia. Los
médicos norteamericanos después de estudios sobre la población penal hallaron personas
más débiles y con menor coeficiente intelectual y a pasar que esto solo podía ser un
indicativo de que son más torpes y por lo cual estar presos por tontos, los médico dedujeron
otra y concluyeron que la criminalidad era resultado de taras físicas y mentales en su
mayoría hereditarias. La popularidad de los autores de tales ideas y sus vinculo políticos
con presidentes provocó grandes consecuencias como fue la ley de esterilización forzada
de 1907 en Indiana, siendo que este tipo de ley provocó la esterilización de miles de
epilépticos, sordomudos, indios, ciegos, delincuentes entre otros grupos.
-La criminología del rincón de la facultad de derecho: Los penalistas en Europa no les gusto
que el estilo inquisitorial criminología les dijese cómo iban a decidir, por lo cual decidieron
recuperar su territorio por razones académicas. Los penalistas fueron arrinconando a los
criminológicos y decidieron que ellos se encargarían de definir que era delito y los
criminólogos debían limitarse de explicar la conducta causante del delito. Los penalistas
eliminaron la decisión política de que la criminología fijaba los límites de una ciencia natural,
estableciendo que era un conjunto de conocimientos auxiliares que servían al derecho
penal. Aun a lo anterior la criminología de rincón siguió siendo la misma del reduccionismo
biologista y racista de antes. Esto se vio con las clasificaciones biotipológicas ósea
correlacionar caracteres físicos y psicológicos siendo la más difundida la Ernst Kretschmer
en su libro Körperbau und Charakter dónde establecido por ejemplo que los flacos suelen
ser ladrones o los gordos estafadores.
-La agonía de la criminología del rincón: Con el fin de la Segunda Guerra Mundial la
criminología del rincón entró en crisis. El primer congreso mundial de criminología se
celebró en París en 1950, el cual eliminó el racismo ya que nadie quería cargar con sus
letales consecuencias después de la guerra. Aun lo anterior la criminología siguió siendo
etiológica pero el delincuente dejaba de ser una variable del ser humano por lo cual ésta
perdía su objeto diferenciado y natural. Al final la criminología etiológica del rincón terminó
por derretirse en las contradicciones de su plurifactorialidad. La agonía de la anterior
criminología señaló que la hegemonía del discurso criminológico dejaría de estar en mano
de médicos y abogados para pasar a otros especialistas que ya venía trabajando la cuestión
criminal, siendo el inicio de la era del sociólogo.

● El parto sociológico: 121-134

La cuestión criminalidad siempre fue un tema central para quienes ejercieron o disputaron el
poder, por lo que hacía difícil un estudio de la criminalidad para los médicos o abogados.
Sin embargo, hay profesionales que se encargan de expandir este saber a otras profesiones
como las mencionadas. Fue con esta expansión del saber del análisis de la cuestión
criminal que nació el estudio de la sociología.
Entre 1830 y 1850, Adolph Quetelet y André- Michel Guerry se interesaron por la tendencia
de los homicidios y los suicidios (estadística moral y física social que luego cambiaría su
nombre por sociología).
- “La sociedad es un organismo y debe haber una ciencia que estudie sus leyes
naturales”.
Surgió otro sociólogo, Augusto Compte, el cual cambió el nombre de la “física social” por
sociología y fue el que fundó una ciencia sobre una base anticientífica y no verificable.
Platón postuló algo parecido a la sociología anteriormente:
La ley de los tres Estados
1. El teológico (primitivo)
2. El metafísico (iluminista)
3. El científico (comenzó con las ideas de Compte)

Los verdaderos padres fundadores (de la sociología)


La criminología y la sociología nacieron al mismo tiempo, solo que la criminología no se
desarrolló al mismo tiempo porque esta se reducía al racismo. Por otro lado, la sociología se
comenzó a ver de una manera más racional a partir del siglo XIX. Los verdaderos padres
fundadores de la sociología fueron Émile Durkheim, Gabriel Tarde, Max Weber y Georg
Simmel. Estos dos últimos fueron los pioneros de la sociología funcionalista y sistémica.
- “Durkheim pensaba que el delito cumplía la función social positiva de provocar un
rechazo y con eso reforzar la cohesión de la sociedad”.
Esto quiere decir que un delito es delito en cuanto la sociedad lo considere delito.
- Weber pensaba que “sentido sostenía que el protestantismo había facilitado el
desarrollo del capitalismo”.
- Tarde se interesaba por la “imitación como clave de las conductas”.
- “Simmel, por su parte, puso el acento en la observación de que la esencia de lo
social es la interacción de las personas y en que cada día tenían menos valor las
capacidades individuales”.

En el pensamiento de Marx y de Engels llama la atención el total desprecio por el


subproletariado (Lumpenproletariat), que es el nombre marxista de la mala vida positivista.
Lo consideraban una clase peligrosa, inútil, incapaz de cualquier potencial dinamizante y
siempre dispuesta a aliarse con la burguesía.

Es importante recalcar que no se puede estudiar el delito sin analizar el aparato de poder
que decide, ¿que define y que reprime como delito?
Causas del delito:
1. Desorganización social
2. Asociación diferencial
3. Tensión
4. Control
5. Conflicto

● Desorganización, asociación diferencial y control: 135-147


Desorganización social

Antes de que algo esté desorganizado, eso estaba organizado y ocurrió algo que provocó
esa desorganización. Así pasa en la ciudad, hay un grupo organizado que son los primarios
y los desorganizados, los secundarios (teoría de Cooley). Los grupos primarios, según
Cooley son los de crianza y formación. Y los secundarios las instituciones. La diferencia
entre ellos es el trato, ya que en los grupos primarios es personalizado y en los secundarios
despersonalizado, lo que provoca desigualdad.

Teoria de Thomas: Si los hombres definen las situaciones como reales, sus consecuencias
son reales.

Asociación diferencial
Una persona se vuelve delincuente por efecto de un exceso de definiciones favorables a la
violación de la ley, que predominan sobre las definiciones desfavorables a esa violación.
Con esto se puede decir que no hay delito solo en las zonas de bajo ingreso económico.
Los ricos tienden a realizar delitos de cuello blanco (grandes estafas, quiebras fraudulentas,
etc).

Control
Teoría de Sykes y Matza: proponen cinco tipos en la que los jóvenes justifican sus delitos:
1. Negación de la propia responsabilidad.
1. Negación del daño.
2. Negación de la víctima.
3. Condenación de los condensadores.
4. Apelación a lealtades superiores.
Esto nos lleva a la pregunta de ¿por qué es más fácil para unos aprender la conducta de un
delito? Por el conformismo de algunas personas (los que delinquen).

Tesis sistemáticas y conflictivas (Tensión y Conflicto)


Las tesis sistemáticas conciben que la delincuencia es un resultado de tensiones
provocadas dentro de un sistema (concurso qué hay en la sociedad por el dinero y quien
tiene más) y las conflictivas explican la delincuencia como resultado del permanente
conflicto entre grupos sociales.

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● ¡Se cayó la estantería!: 149-160

El líder no es el más hábil, sino que era el más hábil porque era el líder.
No queremos que nos cambien las reglas del juego porque con estas estoy ganando, con
unas nuevas puedo perder.
Los medios masivos manipulan la opinión.
Imaginación Sociológica de C.Mills
Las cosas no surgen de la nada, sino que requieren de alguien que las cree, que las evalúe
mediante el método científico y que les brinde credibilidad.
La criminología sociológica no podía seguir preguntándose por las causas del delito sin
reparar en el poder punitivo.
Nadie había cuestionado el poder represivo, el delito se atribuía a muchos factores sin
embargo nunca se concluía algo con verdadera certeza, por lo cual se dice que cuando
surge esta disciplina de la criminología, se cayó la estantería, es decir, cuando se cae la
estantería se debe volver a colocar todo en orden, lo que supone que nos centremos en
arreglar lo que se derrumbó debido a que era inestable, a fin de que no se vuelva a caer.
Se abre una nueva etapa de la criminología académica, a la que, por incorporar el poder
punitivo, se le llama criminología de la reacción social, aunque también puede llamarse
criminología crítica.
Se distinguen dos corrientes de esta criminología, una liberal y una radical.
Toda criminología de la reacción social critica el sistema penal y el poder punitivo.
La criminología de reacción social llega a América Latina en los 70´s y la difunden dos
criminólogas venezolanas: Lola Aniyar de Castro y Rosa del Olmo.
La criminología liberal muestra que el poder punitivo es altamente selectivo, que no respeta
la igualdad, que se funda en el prejuicio de unidad valorativa, no persigue actos sino
personas, selecciona conforme a estereotipos.

La estantería se cayó para siempre, la criminología actual no puede eludir el análisis del
sistema penal y del poder punitivo en general.

La Criminología Crítica Liberal y la Psicología Social

La criminología liberal procede directamente de la sociología, específicamente de:


psicología social(interaccionismo simbólico-todos tenemos un mi formado por las
exigencias de roles de los demás, y un yo aportado por nosotros-G.Mead) y
filosofía(fenomenología).
Demandas de rol:se hace lo que se espera de cada quien: por ejemplo, alguien que da una
conferencia- se espera que la dé correctamente, se espera del público buena conducta y así
sucesivamente…
Disrupción: cuando no se da esta Demanda de rol como debería, lo que provoca enojo. Ej:
que el conferencista no sepa nada sobre el tema a tratar
Es así que los otros configuran nuestro “mí” mediante las demandas de rol. Lo cual es
peligroso debido a los estereotipos y etiquetas que se asignan, donde, se va obligando al
personaje a responder a su demanda de rol, condicionándolo a cargar con un estigma.

La crítica liberal y la fenomenología

Libro: la construcción social de la realidad de Berger y Luckmann→ el pensamiento científico


depende de un conocimiento de sentido común previo, un sentido común que es subjetivo pero que se
objetiva por la recurrencia, se habitúa al ser humano.
Existe una disparidad entre la socialización primaria(infancia) y la secundaria(del adulto), ya
que muchas veces el etiquetamiento provoca una socialización forzosa, esta socialización
es justamente la que debe evitarse en el tratamiento penitenciario.

● La vertiente radical de la criminología crítica: 161-173

Encuentro con los marcos ideológicos que reclaman cambios sociales y civilizatorios
profundos. Responde a tantas versiones como marcos ideológicos la inspiran. Impactada
por el marxismo.
Obra: “Pena y estructura social”: profundiza el análisis del poder punitivo desde el
marxismo. Afirma que existe una relación entre el mercado de trabajo y la pena. El mercado
determina las penas conforme a la ley de menor exigibilidad, es decir, las condiciones de la
vida carcelaria debían ser inferiores a las peores de la sociedad libre.
Melossi y Pavarini sostienen que la tesis anterior peca de excesivo economicismo. Propone
una idea de disciplinamiento: cada sistema de producción tiende al descubrimiento de
castigos que corresponden a sus relaciones productivas.

Foucault: el poder punitivo no es tanto el negativo de la prisionización, sino el positivo en


forma de vigilancia. Bajo este pretexto se vigila a todos los que estamos sueltos.

Quinney: los delincuentes son rebeldes inconscientes contra el capitalismo→ si el criminal reacciona
es porque se lo brutaliza: visión romántica de los delincuentes

Chambliss: racionalidad del delito como respuesta a las contradicciones del capitalismo.

Hacia el abolicionismo y el minimalismo


El resultado práctico de la antipsiquiatría ha sido la desmanicomialización, es decir, la
reducción de la institucionalización al mínimo, para evitar el deterioro de la persona.
Thomas Szasz compara el sistema psiquiátrico con la inquisición, donde, todo lo que el
paciente alegue en contra de su condición de enfermo no será más que prueba de su
enfermedad, al igual que el hereje.

El nuevo abolicionismo surgió casi enteramente de movimientos de organizaciones que se


ocupaban de los derechos de los presos, en donde académicos ineteresados pasaron a
teorizar la abolición de la prisión. El KRUM sueco, el KROM noruego, el RAP británico, la
COORNHERT Liga holandesa…

Ruth Morris: la fe en el poder punitivo es una religión.


Berger y Luckmann dicen que el poder punitivo está naturalizado, que se piensa que
siempre ha estado allí…y afirma que este debe justificar su existencia y no a la inversa.

Ahora bien, una pregunta que se le hace al abolicionismo: ¿qué sustituye al sistema penal?

Minimalismo penal: no abolir el punitivismo, sino reducirlo. Este debe limitarse a conflictos
muy graves y resolver conflictos de menor entidad por otras vías.

● ¿De la criminología crítica se pasó al desbande?: 175-187

Desbande : Huir del problema.


El estado gendarme es aquel que utiliza las armas y cualquier otro principio
para lograr defender su territorio, los derechos de sus individuos y a sus
propios individuos. Es considerada una antítesis del Estado totalitario.

Este apartado comienza con que algunos criminólogos contienen una crítica
de que la criminología fracasó o que fue un momento de euforia o moda
superada.
Ese reemplazo propone una CRIMINOLOGÍA ADMINISTRATIVA.

Criminología Administrativa: pretende que la palabra de la academia se limite


a discutir una técnica eficaz de contención de los pobres.

Si bien, la crítica aun no termina, si no que se da un el desarrollo de una


criminología más profunda.

Los criminólogos críticos de los 70 en los países centrales se las veían de un


poder punitivo propio de los Estados de bienestar y sus sociedades de
consumo,con la sociologia sistematica de Parson y la economía de Keynes

También se aclara que para los latinoamericanos este sistema no era tan extraño

La crítica criminológica central no corresponde a nuestros sistemas penales, pues en


nuestro margen se montaba un poder punitivo que solo busca contener a los
excluidos.se nos imponen estados gendarmes con dictaduras o con políticos
corruptos posmodernismo.No tenia sentido poner en crisis aqui la idea de
resocialización, por que nuestras carceles tendia a ser o eran ya campos de
concentración,nuestras políticas eran fuerzas de ocupación territorial con frecuencia
reemplazadas por militares.

El Estado debe limitarse a mantener la supremacía de las razas superiores sin


privar a los inferiores de un derecho a la lucha que los haga fuertes y que permita
que de vez en cuando alguno salte el cerco, participando de Gran Hermano o
haciéndole un espacio en algún negocio.

Se habla del sistema penitenciario de EE.UU. en la que se da exclusión al


criminalizado y a su familia, la pena desproporcionada por la menor infracción
conforme a la tolerancia.

El estado gendarme es eso, supensamiento descarnado dice los negros en su


lugar,nosostors mandamos y al negro que molesta le cortamos la cabeza

Pero no solo es la clase media empobrecida por la demolición del estado de


bienestar, se insiste que lo más artero de este spencerismo es más que viable que
se maten los pobres, que la victimización cunde sobre los propios excluidos ya esto
se le suma la selección de policías.

La criminología pasa de ser crítica a una profunda

direcciones básicas que en el fondo no son excluyentes

A. explicar el poder punitivo y centra la atención en su ejercicio, que subestimó


el daño real que provoca el delito
B. La criminología mediática vindicativa, al construir b el ellos enemigo
mostrando como único peligro el delito común,provoca lo que se llama
pánico moral miedo al delito y nada mas de esta manera se invisibiliza otros
peligros y daños de acción. se dice que se inventa una sociedad de riesgo
donde se enfocan en un mero grupo / en este caso los adolescentes y no
otros daños , por el hecho de ese estereotipo o idea que se tiene con
respecto a los estereotipos).
C. Surgimiento de un neopunitivismo a partir de un estado gendarme.
D. Todo panorama mundial contemporáneo configura un paisaje enorme de
agresividad que provoca interrogantes que están mas allá de la sociología y
la ciencia.

Los criminólogos se preguntan lo siguiente


¿Por qué pretende la criminología mediática entre los pobres ?
Porque hay un daño real del delito, del que nos hemos ocupado poco.

¿Qué es lo que la criminología mediática se empeña en ocultar al público cuando se instala


el pánico moral a la agresión del adolecente de barrio precario?

estudiar los daños sociales que no se muestran

¿Qué es este neopunitivismo brutal?


Se trata de una cuestión exclusivamente política; pues bien es menester de analizarla y
estudiarla

Los aportes de la criminología académica actual nos preparan para comprender el sentido
de la criminología mediática y para escuchar mejor la palabra de los muertos, lo que nos
hace o nos permite acercarnos a la realidad de la cuestión criminal.

El daño real del delito realismo de izquierda y victimología

Junto con John Lea,Richard Kinsey y Roger Matthews sorprendió al comienzo de los 90 con
un replanteamiento que llamaron REALISMO DE IZQUIERDA y cuya consigna es tomar en
serio el delito a partir de verificar que causa graves daños a víctimas de las clases
populares urbanas, en especial a las mujeres que son más vulnerables.

La victimología se dedica a las víctimas de delitos comunes y en especial asu


comportamiento como determinante facilitador de estos.

Los Daños que oculta la criminología mediática.


Falta

El feminismo es un fuerte movimiento teórico y activista con desarrollo autónomo y cuyo


seno se mueve desde las posiciones radicales inspiradas en Marcos ideológicos
preexistentes.Hasta toda.La gama de posibilidades, matices En torno del innegable
fenómeno civilizatorio de la subordinación de la mujer.

El feminismo ha aportado dos conceptos que hoy son uso corriente: Patriarcado y género.

Patriarcado: se entiende por decirlo claro, el dominio machista y todas sus implicancias
Genero: destapa la principal trampa del patriarcado: la confucion de sexo con la del rol
asignada.El se xo es algo anatomico, pero el genero no tiene que ver nada con la anatomia.

así mismo se va haciendo todo un desarrollo de los roles tanto de la mujer como del
hombre en que si bien se dice que la criminología crítica de que las mujeres insidian menos
en la criminalización, pero no sucedió lo mismo con la victimización, por ende contrasta que
no solo tiene incidencia la delincuencia callejera , sino también otros aspectos que
perjudican a la sociedad

La sociología de la negación nos condiciona a una inferencia Moral

La criminología académica se detuvo en los homicidios seriales sensacionales y en todos


los cometidos por iniciativa privada, pero nunca en los públicos o estatales
Si queremos tomar en serio los daños sociales, no podemos ignorar estos crímenes
y además, tampoco podemos negar que su estudio corresponde a la criminología.
Sobre esto ha llamado la atención la criminología de los últimos años.

● Los homicidios estatales o crímenes de masa: 189-202

La criminología académica guardo un llamativo silencio acerca de los asesinatos estatales


en estos apartados se menciona varios autores de obras como el crimen de la civilización
y el nuevo orden mundial

Morrison reconoce que la criminología es el producto de un sector del planeta, cuyos


estados se construyeron sobre la violencia y el genocidio.De esta manera se menciona
quemuchas veces las cifras no son exactas y como tal se enfoca en un punto del delito.
se menciona que existe una estáticas que permite a la criminología registrar de manera
apartheid criminológico

Un crimen de apartheid es un acto inhumano similar a los crímenes de lesa humanidad


La criminología sólo recoge datos domésticos y condicionados por el poder de
las naciones -estado, formadas por medio de la violencia y dominado a otras
igual de modo, por ende la criminología es discurso parcial construido en torno
al mundo de hechos políticamente delimitados.

Neopunitivismo : El neopunitivismo se manifiesta en la llamada extensión del


derecho penal, la cuestión central de la política criminal pensada en los últimos
años porque presume el derecho penal actual o moderno, como se lo llama, es una
nueva ley penal, cuyas características deben ser estudiada con el nombre
neopunitivismo, el sello distintivo de este derecho penal, que incluye todas sus
partes, su deshumanización, resurgimiento de fuertes y crecientes sanciones.

habla de los imputados o condenados a sí mismo que sufren por cometer un delito
en el sentido de que se le priva de los beneficios sociales, se expulsan de sus
viviendas.
La criminología de la vida cotidiana, que apela a todos los recursos preventivos,
mecanismos electrónicos, etc. Pero, por otro lado, apela a una criminología de otro
que resucita, en definitiva, las versiones más tenebrosas del viejo positivo.
La criminología de la vida cotidiana incorpora el delito como el riesgo normal y nos
lleva a utilizar ingenios humanos preventivos. O sea que la prevención del delito no
depende de los valores morales sino de los obstáculos físicos que priva de
oportunidad.
La criminal.Del otro, basada en la venganza que se expresa como exclusión defensa
social.Neutralización del sujeto peligroso. O sea que usa el discurso del viejo
Positivismo pero en un sentido bien vindicativo .
Clinica criminologica
Inica con que el estado mantiene sus prácticas burocráticas, así mismo hace una
mención importante enfocado en el usos del apartheid

hay muchas situaciones que generan la victimización de los pobres , así mismo las
múltiples campañas mencionan y hacen uso de la victimización con respecto a
delitos para atraer , mas que todo tratan de pintar el víctima héroe y si bien se llega a
gobernar a base del miedo.

Las ciencias psi


Las características de la ciencia que la distinguen de la pseudociencia son,
primera la replicabilidad: se busca de nuevo el mismo fenómeno mediante
investigación independiente y los resultados se confirman o descartan
mediante nuevos análisis o experimentación.

Cuando la criminología crítica proviene del interaccionismo y de la Fenomenología,


puso de manifiesto los caracteres estructurales del poder punitivo.La criminología
etiológica del rincón de la Facultad de Derecho terminó del derretirse y con ella se
desprestigió la llamada clínica criminológica, o sea en estudio a la persona
criminalizada por los especialistas psi

Psi no se nutre de ideologías racistas o totalitarias si no va mas haya conforme a lo


que conlleva una investigación

Por ende, hace una investigación más que todo desde una perspectiva sociológica y
psicológica donde la sociología como tal se enfocará.En Grupo y la psicología en
solo un sujeto.

Por otro lado es inocultable, que el delito y el poder punitivo producen víctimas o sea
que ejercen violencia que afectan a muchas personas y si bien la criminología
sociológica aporta información para políticas reductoras de los daños

● ¿Somos todos neuróticos?: 203-214

• Se pasa por alto la insensatez, como se da en el capitalismo, que se basa en la


explotación y búsqueda de acumulación indefinida de lucro, sin embargo, desde
antes de el hubo masacres. ¿Por qué acumular tanto si vamos a morir?
• ¿Qué promovió el inicio de las masacres? ¿Se puede detener? En el último siglo
las condiciones de vida se han deteriorado. Quienes ejercen el poder dicen que nos
cuidemos solo de los ladrones, mientras ellos mismos son quienes venden las
armas.
• Freud usa la etnología para explicar la destructividad humana,
Afirmó que la cultura reprime las pulsiones agresivas generando un control
interno, mediante el superyó que no las elimina, las mantiene en el
inconsciente, produciendo culpa. La acción social punitiva no elimina ni
previene la criminalidad, sino que satisface la demanda de punición del
infractor.
• Si una persona se abstiene de agredir es porque una fuerza no se lo permite.

Freud dio la idea de neurosis colectiva


Herbert Marcuse: defendía que para mantener una civilización no se necesita tanta
represión (para lograr ser menos neuróticos)
Norman O. Brown: Proponía suprimir a la civilización para dejar de ser neuróticos,
uno de los signos neuróticos es la búsqueda del poder (capitalismo)

René Girard: Función de realidad mimética, es decir, todos quieren las mismas
cosas, de tal forma que se llega a la violencia colectiva, sólo cesa al canalizarse en
una víctima expiatoria, quien se convierte en el blanco del problema social, el poder
punitivo intenta canalizar la venganza.

● La criminología mediática: 215-227

Las personas tienen una idea de la cuestión criminal que se construye por los
medios de comunicación, aparecen las convergencias con prejuicios.
La televisión se impone con imágenes, con una comunicación concreta (imágenes),
que debilitan el pensamiento abstracto (base del lenguaje simbólico) y no dan lugar
a la reflexión.

• Crea una realidad de un mundo de personas decentes frente a criminales que


deben ser separados de la sociedad para dejarnos vivir tranquilos. Unos delitos se
minimizan, otros no. El homicidio de una mujer en su hogar se ignora. Se
estereotipan las víctimas.
• La sedimentación del conocimiento, en donde se presenta como obviedad, las
personas lo comentan, la televisión muestra.
• Los criminales no merecen piedad, todos son asesinos, aunque la mayoría aún no
haya asesinado a nadie, todo lo que se les haga es poco, además el Estado gasta
inútilmente el dinero de los impuestos en ellos (forma implícita de reclamar la
muerte).
• Los criminales son “heces” del cuerpo social.
• Se da una urgencia de respuesta, a falta de esta es una prueba de inseguridad, no
admite reflexión, cualquier comentario más elaborado en relación con la imagen
quita rating.
• Jueces que crean leyes para enviar mensajes a la sociedad, confundiendo el
internet con la ley penal

● La criminología mediática y la víctima héroe: 229-240


En América Latina no hay presupuesto para prisionizar a todas las minorías molestas, como
en Estados Unidos y Europa, con lo cual la venganza estimulada hasta el máximo por la
criminología mediática se traduce en mayor violencia del sistema penal, peores leyes ,
mayor autonomía policial con la consiguiente corrupción y riesgo político, vulgaridad de
politicastros, oportunistas o asustados y reducción a la impotencia de los jueces, todo lo
cual provoca muertes reales en un proceso de fabricación de cadáveres que la criminología
mediática ignora o muestra en imágenes con interpretaciones deformantes.

Lo que la criminología mediática oculta cuidadosamente al público es el efecto potenciador


del control y reductor de nuestra libertad. El “show” mediático se monta presuponiendo un
estado que, si no evitó la desgracia, fue por negligencia o por ineficacia, lo que fija en el
imaginario colectivo la peligrosa idea de que el estado debe ser omnipotente, pretendiendo
que se prevengan hasta los delitos y accidentes más patológicos e imprevisibles y que en
ningún país del mundo pueden evitarse.

En ocasiones la criminología mediática da con la víctima ideal, capaz de provocar


identificación en un amplio sector social y en tal caso la convierte en vocera de su política
criminológica, consagrándola como víctima héroe. Los que más se amedrentan son los
políticos que desconcertados, tratan de ponerla de su lado redoblando apuestas represivas
conforme a la criminología mediática, que son ampliamente difundidas por esta, junto a la
descalificación de los jueces.

La criminología mediática como reproductora

Por otra parte, la criminología mediática se atrinchera en su causalidad mágica y ni siquiera


admite que nadie sospeche de su propio efecto reproductor del delito funcional del
estereotipado, que le resulta imprescindible para sostener su mensaje e infundir el pánico
moral. De hecho, no cabe duda de que lo reproduce. También la publicidad de los delitos
difunde métodos criminales e instiga a una criminalidad amateur muy peligrosa.

La criminología mediática y la política

En términos generales, la criminología mediática impulsa la tendencia a un estado


autoritario, aunque no en el sentido más tradicional, se trata de la tendencia a un estado
autoritario cuyo modelo no es el conservador inmovilista, sino algo que no puede menos
que desembocar en un resultado caótico y violento, aumento de la llamada criminalidad
organizada.

En las dictaduras el espacio de la criminología mediática y de las mismas campañas de ley


y orden se reduce hasta casi desaparecer. Pero en las sociedades democráticas, en
algunos momentos la criminología mediática coloca la seguridad en el centro del debate
político e incide en la decisión electoral.

La criminología mediática no es producto espontáneo de las estrellas de la comunicación


televisiva que muestran sus rostros de serios formadores de opinión y de custodios de la
seguridad urbana, sino que estos son el subproducto de intereses financieros mediatizados
por las empresas comunicacionales.

● La criminología mediática y los políticos: 241-253

Los movimientos políticos de restauración del estado de bienestar actuales no son inmunes
a la criminología mediática y suelen caer en sus juegos, lo que se traduce en una
permanente ambivalencia frente al fenómeno. Como los políticos no conocen otra
criminología que la mediática, frente a los embates de esta responden conforme a su
discurso de causalidad mágica y, para demostrar que están preocupados por la seguridad,
caen en la trampa de plegarse a sus exigencias, por eso adoptan medidas paradojales.

Los políticos desconcertados no advierten que la criminología mediática es extorsiva. El


mayor riesgo político en nuestra región es que los propios políticos comprometidos con la
restauración de los demolidos estados de bienestar, haciendo concesiones acaben
serruchando la rama en que están sentados, pues la criminología mediática es parte de la
tarea de neutralización de cualquier tentativa de incorporación de nuevas capas sociales.

Pocas cosas son más irracionales que la criminología mediática, lo cierto es que las
decisiones de poder se adoptan siguiendo sus incoherencias y su base causalidad mágica.

● El fin de la criminología negacionista: qué, cómo y dónde: 255-266

- Si la única verdad es la realidad, en criminología la única realidad son los cadáveres.


Sabemos que los cadáveres nos dicen que están muertos. Pero la criminología no
los escuchó. Empecemos, pues, a escuchar a los muertos donde los hay en masa:
en los asesinatos cometidos por los estados.
- No hay datos precisos de cuántos cadáveres producidos por el Estado hay por país,
solo hay unas tablas de aproximaciones como la de Wayne Morrison. Este dice que
en total hay un aproximado de 65 millones de cadáveres.
- Hay otras tablas como las de Rudolph Rummel, pero este contabiliza 165 millones
porque cuenta los cadáveres por hambre.
- Admitiendo que la lista de Rummel sea exagerada y la de Morrison estrecha,
podemos calcular que en el siglo pasado los estados produjeron unos cien millones
de cadáveres fuera de las guerras. El número de muertos en las guerras tampoco es
unánimemente aceptado, pues varía según la inclusión de más o menos víctimas no
europeas y de daños colaterales causados por el hambre y las pestes, pero lo cierto
es que su número nunca alcanza al de muertos por masacres.
- Esto significa que más de uno de cada cincuenta habitantes del planeta fue muerto
por los estados en el curso del siglo pasado.

- Debemos alarmarnos que la criminología deje estos datos por fuera y no los cuente
como homicidios. La criminología los debe empezar a contar, y que la criminología
negacionista llegue a su fin.

- Para adentrarnos en el tema, recurrimos al camino de las siete preguntas de oro de


la criminalística:
¿Qué? ¿Cómo? ¿Dónde? ¿Cuándo?
¿Con qué? ¿Por qué? ¿Quién?

Comencemos por las tres primeras (¿Qué? ¿Cómo? y ¿Dónde?).


- Para empezar a recorrer este camino no nos sirve la definición legal, que en este
caso sería la de genocidio del derecho internacional, acuñada a partir de la
propuesta de Raphael Lemkin y establecida en la fórmula de la Convención para la
prevención y sanción del delito de genocidio de las Naciones Unidas de 1918.

No nos sirve porque fue elaborada a la medida de las grandes potencias al


comienzo de la Guerra Fría y, por ende, no abarca el aniquilamiento de los grupos
políticos porque no le convenía a Stalin, exige aniquilamiento para dejar fuera las
matanzas neocolonialistas de los europeos y -también- para evitar que entren en la
definición las bombas de Hiroshima y Nagasaki. Si bien la consagración
internacional del crimen de genocidio logró sacar a la luz unos cuantos millones de
calláveres (lo que fue muy positivo), lo cierto es que hubo otros muchos millones
más cuyos gritos se intentaron acallar en el curso de las negociaciones.

Como consecuencia de este recorte microquirúrgico del concepto, en todas las


masacres posteriores se plantearon dudas jurídicas.
Aunque parezca mentira, se dudó si eran genocidios las masacres de los japoneses
en China, Corea y otras regiones; de los chinos desde que en 1950 ocuparon el
Tíbet (se calculan quinientas mil víctimas).

La indiferencia de todos los países del mundo son los que permitieron estas
masacres.

Ejemplo: Caso de Ruanda

❖ Población tutsi minoritaria y la mayoría son de Burundi. La mayoría son


hutus.
❖ Los tutsi fueron privilegiados por las colonias belgas.
❖ Cuando Ruanda se independizó, los hutus mataron a más de 14mil tutsis.
❖ En Burundi mataron a 100mil hutus.
❖ Los tutsis expulsados de Ruanda organizaron en Burundi una guerrilla que
entró en territorio ruandés. El gobierno ruandés generó pánico en la
población hutu, manipulada por la mujer del presidente, por medio de la
Radio Televisión Libre de las Mil Colinas (RTLM), que consideraba que los
tutsis eran subhumanos, y los llamaba cucarachas y serpientes.
❖ Cuando los franceses lograron un acuerdo en el que se comprometían hutus
y tutsis a resolver sus conflictos mediante un sistema con pluralidad de
partidos, la banda hutu del presidente Habyarimana temió por sus privilegios
y comenzó a preparar fuerzas paramilitares, hasta que un misterioso misil
derribó el avión presidencial y a partir de ese momento se desencadenó la
matanza de tutsis, instigada por la mencionada Radio de las Mil Colinas y a
cargo de cada jefe municipal, ejecutada por lo general a machetazos.
❖ No intervino el ejército ni la policía, pero tampoco hicieron nada por impedirlo.

- En una masacre de esa índole, los países que no actúan también son culpables.
- Conforme a la filigrana que recorta el concepto legal de genocidio, tal como lo
acabamos de expresar, tampoco hablarían los cadáveres producto de todos los
desplazamientos forzados de población, incluyendo los de la ex Yugoslavia en la
guerra de 1991-1995, que comenzó con la independencia de Croacia y Eslovenia y
terminó con el establecimiento de las fronteras internas y externas de Bosnia.
En el caso de la ex Yugoslavia, los juristas se esfuerzan por distinguir entre la
limpieza étnica y el genocidio.

- En cuanto a prevención del genocidio, la convención de 1948 fue casi una


manifestación de buena voluntad, porque las masacres del siglo pasado han cesado
sólo porque alcanzaron sus objetivos (por ejemplo en el caso armenio o indonesio),
porque intervino algún estado extranjero (como en Camboya y Bangladesh), o
porque los masacradores perdieron una guerra (como los nazis).

- Como todo esto demuestra que la definición legal de genocidio es producto de un


ejercicio de poder (de una decisión política de criminalización primaria) que no
pierde su carácter selectivo por provenir del campo internacional, se nos hace
necesario reemplazarla por un concepto criminológico.

- A ese efecto -y siguiendo con correcciones a Semelin, que es un estudioso del tema,
usaremos el término más amplio de masacre, entendiendo por tal toda práctica de
homicidio de un número considerable de personas por parte de agentes de un
estado o de un grupo organizado con control territorial, en forma directa o con clara
complacencia de estos, llevada a cabo en forma conjunta o continuada, fuera de
situaciones reales de guerra que importen fuerzas más o menos simétricas.

- El problema de la jerarquización de masacres:


Cabe advertir un riesgo gravísimo al conceptuar las masacres: aunque parezca
absurdo, se las trata de jerarquizar (mi masacre fue peor que la tuya) y esto
confunde muchísimo y hace perder de vista a los cadáveres.

Ejemplo: el asesinato a machetazos de ochocientos mil tutsis en Ruanda se


justificaría por el temor producido por la muerte de cien mil hutus en Burundi. Esta es
la inadmisible consecuencia de la jerarquización de las masacres.

Por un lado, las potencias se pelean para hacer que sólo la otra sea criminalizada,
pero por otro, las víctimas se pelean para ver quién es más víctima. En medio
quedan unos cuantos millones de cadáveres de los que ni la criminología se
acuerda.

Esto debe alertarnos sobre los riesgos de la trampa de la jerarquización. Por regla
general, la cuestión de la jerarquización se plantea frente a la Shoah, y a la pregunta
acerca de si fue única o si no se diferencia de otras masacres. En rigor, toda
masacre tiene caracteres particulares. Además, toda masacre es única para las
víctimas. El problema es que si la consideramos sustancialmente diferente, estamos
a un paso de estimar que es irrepetible.

- La característica de la criminalidad nazista -y la más dolorosa y que se niega a


asumir la civilización- es que sintetiza como nadie lo había hecho todo lo que habían
inventado otros y lo llevó a la práctica de un modo tan inexorable, aplicando la
máxima racionalidad funcional moderna en la fabricación de cadáveres (hasta el
extremo de producir con ellos jabón y cinturones y recoger sus piezas dentales de
oro).
- Presenta juntas todas las características que las otras masacres suelen ofrecer por
separado.
- El nazismo careció de la más mínima creatividad, su originalidad radicó sólo en su
brutal extremismo asesino: el racismo y el reduccionismo biologista eran el
paradigma dominante en toda Europa y Estados Unidos; la eugenesia negativa
estaba legalizada en Estados Unidos desde 1907; el odio nacionalista había sido
alimentado por la Primera Guerra Mundial.

- Esa brutalidad se explica porque creyó que se ponía a la vanguardia de la


civilización, y la vanguardia de la criminalidad no puede ser sino una mayor
criminalidad.

● ¿Cuándo se cometen las masacres?: 267-279

Las masacres pretenden un control territorial que comenzó en Europa y salió al resto del
mundo mediante el colonialismo y neocolonialismo; luego volvió a Europa. Hubo sociedades
que no cometieron masacres, entonces, ¿cuándo se cometen?.
Cuando se dan en el mismo territorio necesitan estados de policía, a menos que se
cometan contra pueblos originarios, por ej: la Campaña del Desierto Argentina. Cuando se
cometen fuera del territorio del estado genocida, puede ser por estados liberales, ej:
neocolonialismo.

Girard dice que las masacres las practican estados débiles que intentan salir de sus crisis
creando un chivo expiatorio para reafirmar su poder; si hablamos de un “grupo hegemónico
masacrador”, es cierto. Por ej: la Inquisición consolidaba el poder papal, los nazis
necesitaban concentrar poder para montar un estado totalitario, el Imperio Otomano estaba
en una crisis de disolución cuando comenzaron a masacrar armenios, etc. El chivo
expiatorio aparece cuando un grupo hegemónico débil lo crea para acumular poder, las
masacres son un instrumento de consolidación del mismo; sin embargo, no significa que es
un medio eficaz, la Alemania nazi acabó en un desastre y el Imperio Otomano se disolvió,
por ejemplo.

La regla del grupo hegemónico débil no se cumple con el neocolonialismo, la diferencia es


que se da un desplazamiento territorial de la masacre y del estado de policía.
Cuando un grupo hegemónico decide masacrar, emite claras señales que son ignoradas. El
signo más evidente son las técnicas de neutralización de Sykes y Matza (encontré esto que
explica lo de Sykes y Matza por si lo quieren leer para entender mejor lo que viene
https://www.derechoareplica.org/secciones/criminologia/828-david-matza-y-gresham-sykes-
las). Cuando estas técnicas se difunden y reiteran en el público y, aún más, se convierten
en un discurso de poder, hay un riesgo inminente.

Las masacres no se pueden hacer sin el apoyo o indiferencia de la población y la convicción


del ejecutor. Esto depende de la creación de una realidad mediática (realidad representada
en los medios) que instale un pánico moral y neutralice los valores dominantes. Tipos de
técnicas enunciadas por Sykes y Matza, y cómo operan en el discurso de los masacradores:
1. Negación de la propia responsabilidad
Se definen las situaciones como de extrema necesidad y como creadas por el grupo al que
piensan aniquilar. Por esto, el chivo expiatorio debe ser alguien a quien se le pueda atribuir
un poder capaz de generar el pánico moral. Para eso se acude a una causalidad mágica
pero, cuando este contenido mágico es muy evidente, se disfraza de científico. Por ej, se
decía que los judíos podían causar pestes por su relación con Satanás pero, luego, se decía
que poseían un veneno capaz de matar a toda la población; pasaron del diablo a la química
(de lo mágico a la ciencia).

El pánico moral casi siempre es ilusorio, no alucinado, es decir, deforma la realidad pero
rara vez la inventa del todo. Es más fácil alterar la percepción de un objeto real que hacer a
las personas creer en uno inexistente. La existencia de un objeto capaz de hacer daño
facilita manipularlo para hacer creer que debe aniquilarse para sobrevivir.

A veces se alimenta el pánico moral con un hecho desencadenante cuyo autor se


desconoce, como el incendio del Reichstag. La fuente de la supuesta emergencia es un
hecho deformado. No es que este hecho desata las masacres, más bien, este hecho se usa
como una condición, de no haber existido el hecho, se habría inventado uno.

Esto da lugar a la tesis de la provocación suficiente, en la cual el masacrador es alguien que


las circunstancias históricas pusieron en esa función y debe sacrificar algunas vidas para
salvar al resto (a la comunidad, la civilización, la raza, etc).

2. Negación del daño

Es una técnica de comunicación, resulta de que el masacrador no quiere mostrarle sus


atrocidades a su población, intenta asustarla mostrando las que supuestamente comete el
chivo expiatorio. Así busca la participación de la población, aunque su forma más frecuente
son las delaciones. Las denuncias falsas o delaciones traen pocos inconvenientes si el
poder punitivo está contenido, pero ante un poder masacrador se vuelven asesinas.

Es más fácil negar el daño si los hechos ocurren fuera del territorio; cuando ocurren en
territorio propio, se fomenta la resistencia a creer. Quienes viven en los barrios residenciales
de grandes ciudades se resisten a creer en las ejecuciones dentro las áreas marginales de
la misma urbe, se muestran como enfrentamientos. La revolución comunicacional no eliminó
la negación del daño.

3. Negación de la víctima

Es indispensable en la preparación de la masacre. El chivo expiatorio se construye sobre un


prejuicio previo que jerarquiza a las personas y permite deshumanizar a ciertos grupos y
atribuirles crímenes. Así, mediante la sustancialización, se va construyendo un ellos, un
otros diferentes perteneciente a una totalidad que tiene objetivos malignos y debe ser
eliminada para sobrevivir. Ej: negros, judíos, islámicos, inmigrantes, discapacitados, etc.
Como la negación de la víctima nace de la discriminación, el chivo expiatorio no siempre
está bien delimitado. Por ej: la “contaminación de la sangre” en la eugenesia
norteamericana, refiriéndose a las personas que tenían algún gen negro, o el poroso
concepto estalinista de enemigo del pueblo.
Cuando se extiende la ideología masacradora a la opinión pública, el que no está de
acuerdo, teme quedar solo en medio de la multitud. Las cosas se ponen peligrosas cuando
a ellos, al chivo, le comienzan a atribuir crímenes más graves y se le niega más la condición
de víctima. El ellos no tiene que ser totalmente diferente a los masacradores, la diferencia la
establecen potenciando detalles mínimos, pero, si es muy similar, necesitan crear la
diferencia.

4. Condenación de los condensadores

Los masacradores tachan a los que condenan sus crímenes de traidores, tontos que no ven
el peligro y encubridores de los supuestos crímenes que se les imputan a los otros. Sin
embargo, la condenación de los condenadores no es solo un recurso defensivo de los
masacradores, estos neutralizan sus valores hasta el punto en que no pueden retroceder
porque, si llegaran a reconocer sus atrocidades o dudar, los llevaría a un desmoronamiento
psíquico por la culpa. Por eso no hay masacradores arrepentidos, solo entre los niveles
participativos más bajos; los verdaderos responsables solo admiten algunos “excesos
inevitables” como efectos colaterales.

5. Invocación de lealtades superiores

En este componente se encuentran las construcciones megalómanas que hacen al


nosotros adquirir dimensiones míticas, como la Gran Serbia, el Occidente Cristiano, etc. (Se
refiere a la sensación de superioridad que construye el nosotros sobre los ellos)

¿Con qué y quiénes?

La respuesta a la quinta pregunta de la criminalística, ¿con qué se cometen las


masacres?, es con el poder punitivo. La Gestapo y la KGB, por ejemplo, fueron agencias
policiales. Las agencias ejecutivas del sistema penal han estado en todos los genocidios;
algunas veces fueron las fuerzas armadas pero asumiendo funciones policiales. Sea el
cuerpo armado que fuese, siempre actuaron en función punitiva. En los controles policiales
metropolitanos no hubo guerras coloniales, sino ocupaciones policiales de territorio.
Controlar el territorio, masacrar a los rebeldes, forzar al trabajo, etc, son actividades propias
de una función policial de control territorial.

Hay distintos niveles de ejecutores, están los ejecutores materiales y los ejecutores de
escritorio que probablemente no han ejercido personalmente una violencia. Los primeros
tienen una atracción al sentimiento de omnipotencia que da disponer de una vida; por eso
para los ejecutores materiales se eligen jóvenes o adultos con problemas psicológicos. Las
agencias ejecutivas nunca van a actuar sin la decisión previa de las cúpulas
gubernamentales.

La sexta pregunta de la criminalística, ¿quiénes?, se refiere a las cúpulas del poder


masacrador y sus ideólogos, no a los ejecutores materiales ni los masacradores de
escritorio. En casi todos los casos hay intelectuales que elaboraron sus técnicas de
neutralización y las llevaron a cabo. La élite que dirigía el nazismo y planeó las más atroces
masacres estaba integrada, en su mayoría, por universitarios con título máximo. El creador
del régimen del apartheid en Sudáfrica, Hendrik Frensch, también fue un académico. Cabe
preguntarse si las masacres cometidas en nuestra región también tuvieron ideólogos. Si nos
referimos al siglo XIX la respuesta es sí, especialmente hablando de aquellas contra los
pueblos originarios. Sin embargo, en las cometidas recientemente, a finales del siglo XX, no
se puede confundir a un ideólogo que presenta algunas ideas originales con repetidores de
otras tesis. Hubo intelectuales al servicio de nuestras dictaduras masacradoras, pero la
ideología de nuestras masacres era colonizada.
11
● ¿Por qué?: 281-294

¿Por qué un grupo de poder monta un estado de policía, elimina las limitaciones a su
poder punitivo y aniquila a una masa humana que señala y sustancializa como e
imita?

Podría decirse que elegir a un enemigo es un modo de canalizar


malestar y venganza, hasta el punto de que un teórico psicópata como Carl Schmitt lo
considere la esencia de la política.
Para lograr una respuesta debemos visualizar o pensar mas haya de la criminología,
Norman Brown atribuye esta conducta patológica civilizatoria a un impulso indefinido de
riqueza, lanzando la idea de que la historia humana sería la historia de una neurosis que
obedecía a la incapacidad de incorporar la muerte.
Regresando a la teoría de Norman Brown, los bienes dan poder, y cada vez se desea
obtener más poder, el cual es visto como sinónimo del conocimiento, principalmente en la
forma señorial de Dominus. La riqueza se vuelve un fin en sí mismo, el cuerpo se neutraliza
y triunfa Tanatos, y con el tiempo la venganza se asienta.
Las masacres no se limitan a nuestra civilización dominante moderna y premoderna. Las
masacres suelen encubrirse con visiones religiosas y son tan antiguas como la religión, son
pre-estatales, pues aparecen en sociedades como organizaciones muy diferentes a las
modernas y muy distintas entre sí.
Según esta tesis, la persistencia y antigüedad del fenómeno respondería a razones
biológicas o no mutantes de la biología humana (naturalizada mente)
A lo largo de nuestra breve historia sobre el pequeño planeta en el que habitamos se
consideraron naturales demasiados productos culturales, como la esclavitud o las jerarquías
racistas, y por ello no se puede dejar de sospechar que la pretendida fatalidad de las
masacres sea también un producto cultural políticamente naturalizado.

¿Qué puede hacer la criminología?

Las masacres por supuesto que son un crimen, y estamos buscando la forma de prevenir
este delito.
Para lograrlo hay dos niveles de prevención:
- Prevención primaria: Va a la raíz social del conflicto.
- Prevención secundaria: Opera contra el hecho mismo
Las masacres deben ser abordadas desde la prevención primaria, corregir nuestra neurosis
civilizatoria y detener el efecto acelerador del capitalismo salvaje, el cual debe le
corresponde a la humanidad.
El derecho penal concebido como contención jurídica de las pulsión es vindicativas del
poder punitivo y como garantía del estado de derecho, asumiría en el momento político un
papel equivalente al del derecho humanitario en el momento bélico; serviría para frenar un
factum a la guerra el derecho internacional humanitario y al poder punitivo. No podemos
creer que este mismo poder sea capaz de prevenir las masacres, pues sería como poner al
zorro al cuidado del gallinero.
El poder punitivo cumple funciones útiles, tanto en la práctica como en la teoría, en la
práctica sirve para evitar un posible caos por descontrol del principio universal, según el
cual cualquier estado puede juzgar un crimen contra la humanidad, aunque no se haya
producido en su territorio.
El derecho que no juzga al criminal contra la humanidad pierde su fuerza ética, e impunidad
dejándolo en condición de no persona.
Con esto no se previenen las masacres y, por lo tanto, analizando tantos conceptos y
definiciones, nos damos cuenta de que estos no sirven para prevenir las masacres, por lo
tanto, la criminología debe enfrentarse al tema olvidado.
El poder punitivo con su estructura selectiva criminaliza a unas pocas personas y las usa
para proyectarse como neutralizador de la maldad social. Como el poder racional que
encierra la irracionalidad en prisiones y manicomios, canalizando las pulsiones de
venganza, y proporcionando “eficacia política”.
Cuando el poder punitivo se descontrola, el fenómeno pasa directamente a la teoría política,
y esto provoca una desintegración y conflictos los cuales se neutralizan de dos modos:
Potenciando los modelos eficaces de solución de los conflictos, lo que reforzaría la cohesión
social, o con el sacrificio de la víctima expiatoria, con la masacre. Si se quiere evitar esta
última, se debe imponer fortaleza alternativa y lo más contraindicado es potenciar el poder
punitivo, es decir acelerar el camino hacia la masacre.
Se debe analizar las conflictividades violentas en todas sus particularidades locales, con el
fin de señalar la vía más adecuada para desmotivar los comportamientos violentos y motivar
los menos violentos; esta última la podríamos clasificar como tarea teórica, práctica y
militante.
Si no se logra convencer, como mínimo provocar mala conciencia y ya nunca serán
perpetradores ingenuos de masacres.
Frente a las masacres la criminología paso por dos etapas:
- La primera: la legitimación de las masacres, con él reduccionismo biológico y los
disimulos posteriores, en la que vio los cadáveres y los consideró normales.
- Luego la negacionista por omisión, en la que no se ocupó del tema; en esta los
cadáveres fueron enmudecidos. Esa etapa llega a su fin, ya que es insostenible en
el mundo contemporáneo.
- Comienza una tercera etapa, la criminología cautelar: criminología que proporcione
la información necesaria y alerta acerca del riesgo de desborde del poder punitivo
susceptible de derivar en una masacre.
Supera el negacionismo y llega a la cautela y necesidad de reconocer el poder masacrados
y el punitivo tiene la misma esencia de la venganza y más aún que la masacre es el
resultado del funcionamiento del mismo poder punitivo cuando logra hacer saltar por los
aires la contención jurídica.
Su tarea central es desarrollar los instrumentos para investigar y determinar lo más
precozmente posible los signos de esta ruptura de límites de contención y las condiciones
ambientales de esta tenebrosa posibilidad.
Concluyendo en adentrarse mínimamente en un esbozo de criminología cautelar, teniendo
claro que debemos de comenzar analizando el funcionamiento del aparato de poder
punitivo, ósea del sistema penal, y desde sus características destacar los puntos de mayor
riesgo de desborde y las modalidades que este puede asumir.

● El aparato canalizador de venganza: 295-308

El aparato canalizador de venganza

El sistema penal es el aparato que regula el poder punitivo operando el sistema de


canalización de la venganza. Su funcionamiento previene las masacres y eventualmente el
destino de nuestra especie. La sustancia del poder masacrador es la misma que
contenemos jurídicamente en el sistema penal, porque nos han hecho creer (en especial las
facultades de derecho) que el sistema penal es un instrumento de la justicia, cuando
realmente a la justicia el sistema penal le rompe la balanza y hace ir donde le dé la gana.
Poder punitivo = sistema penal.

Agencias del sistema penal:

Específicas:

· Ejecutoras o policiales (todas las policías, los servicios de inteligencia de los


Estados)

· Judiciales penales (jueces, fiscales, defensores, abogados, funcionarios


administrativos)

· Penitenciarias

· Reproducción ideológica (universidades, institutos de investigación


especializados)

· Organizaciones no gubernamentales (dedicadas al tema)

· Las internacionales (especializadas en los niveles mundial o regional)

· Transnacionales (que influyen específicamente sobre los gobiernos desde otros


gobiernos)

Inespecíficas:

· Poderes legislativos y ejecutivos

· Partidos políticos

· Medios masivos de comunicación social (o aparato de publicidad del sistema


penal)

Los sistemas penales son distintos de país a país y estas diferencias también se muestran
dentro de los países federales.

Los sistemas penales de la región latinoamericana son el foco de este análisis, esto se debe
a que sus aristas suelen ser más violentas que las centrales, pues corresponden a
sociedades más estratificadas. En los sistemas centrales es más difícil detectar las semillas
de las masacres.

Todos los sistemas penales presentan dos características estructurales: sus agencias son
compartimentalizadas y cada una de ellas tiene un doble discurso.

La compartimentación hace que las agencias carezcan de una dirección común, incluso
cada una depende de una autoridad diferente. Una orquesta sin director (o con muchos
directores) o una fábrica en la que cada sección tiene su propia gerencia general y su propio
control de calidad del producto. Nadie es responsable del producto final; por el contrario,
suelen imputárselo recíprocamente.

Partiendo de la idea de fines manifiestos y latentes de Merton:

Fines manifiestos: Discurso público

· Moralizante para la policía

· De justicia para los jueces

· Resocializador para lo penitenciario

· De información para los medios masivos

· De bien común para los poderes legislativos y ejecutivos

· Etc.

Fines latentes: Discursos hacia el interior de las propias agencias

· Mayor autonomía en el caso de la policía

· Mejor infraestructura y estabilidad burocrática en lo judicial

· Orden interno y seguridad preventiva de fugas y motines para lo penitenciario

· De rating y sintonía con intereses corporativos más amplio para los medios
masivos

· Electorales para los políticos.

· Etc.

El poder punitivo lo ejercen las agencias ejecutivas:

Todas las agencias del sistema penal inciden sobre el poder punitivo, pero no todas lo
ejercen. Las que realmente ejercen el poder punitivo son las policiales (en sentido amplio:
servicios de inteligencia, aduanera, bancaria, de fronteras, tributaria, etc.) Las otras
agencias influyen sobre estas, las limitan o las impulsan, pero no ejercen directamente el
poder punitivo. En el aspecto del poder punitivo que tiene verdadera importancia, los jueces
no tienen injerencia alguna. El poder punitivo de criminalización secundaria no tiene mucha
importancia, porque recae sobre un número muy chiquito de personas y que está
compuesto por algunos psicópatas y muchos ladrones bobos.
Puede objetarse que hay algún preso VIP, pero esto es rarísimo, nos damos cuenta de que
cayó bajo el poder punitivo porque peleó con otro poderoso y le fue retirada la cobertura.
Además, para mantener su vida tiene que dársele un trato carcelario especial, lo que nos
demuestra que la prisión no está hecha para esta clase de individuos.

La criminología mediática lo exhibe como la contracara del self made man, para proyectar
una imagen social, igualitaria y con movilidad vertical (el conserje se volvió gerente, el
poderoso acabo en la cárcel, son casos publicitarios plurifuncionales).

También hay masacradores presos, pero cuando perdieron el poder y los que se sirvieron
de ellos les retiraron la cobertura, porque ya no les fueron útiles (o les resultaban
contaminantes) y los libraron al poder punitivo.

Lo políticamente importante del poder punitivo es la vigilancia que las agencias ejecutivas
ejercen sobre todos los que andamos sueltos. Esos pocos ladrones tontos y los aislados
psicópatas son los que legitiman nuestro sometimiento a crecientes medidas de control.

En comparación con nuestros abuelos, nos van quedando cada vez menos espacios sin
vigilancia. Compartimos la vida con personas que se sienten seguras, con más controles y
no se dan cuenta de que vamos recto a la inseguridad más absoluta al caer en manos de un
estado gendarme neoestalinista. A este estado le son indispensables los bobos y algunos
psicópatas asesinos; y si no los hubiera los inventa.

Para el poder es más importante que criminalizar a un ladronzuelo saber todo de nosotros
(donde vamos, con quien hablamos, que leemos, que vemos, qué bancos usamos, que
amantes tenemos, etc.) porque todo eso es tanto material de control como de eventual
extorsión. Y este poder se le sale de las manos al mismo estado, se privatiza. Crecen las
bases de datos personales que manejan las corporaciones que pasan a ser servicios de
inteligencia privados.

La información no queda en manos estatales, sino de corporaciones. El enorme aparataje


de registros aumenta en sofisticación y en descontrol de su empleo, la privacidad
desaparece.

Espías eran los de antes. Hoy esa profesión está desprestigiada porque todos nos espían.

En América Latina hemos copiado la Constitución de Estados Unidos, pero no el modelo de


policía comunitaria norteamericano, sino el borbónico de ocupación territorial con orden
militarizado, es decir que no hemos salido mucho del modelo colonialista.

En el siglo XIX, cuando nuestros países se organizaron, las autoridades políticas pactaron
con las agencias policiales la concesión de áreas de recaudación autónoma a cambio del
control de las mayorías como garantía de gobernabilidad, sin ocuparse de los medios de los
que estas se valían, habilitando toda forma de violencia, siempre que recayese sobre las
clases subalternas y los disidentes.

A medida que avanzaba el siglo XX, este modelo de policía asumió formas más complejas
como resultado de los movimientos de ampliación de ciudadanía. No obstante, se mantuvo
con variables más o menos técnicas y acomodándose a las nuevas condiciones sociales.

Lo cierto es que en la región hasta el momento no existe un modelo propio de policía,


democrático y adecuado a nuestras sociedades y necesidades. Siguen las prácticas del
siglo XIX, un poco más técnico y con algunas iniciativas ordenadores, pero sin dejar el
esquema jerarquizado militarizado.
El descuido de las policías indica un bajo nivel de inteligencia política de la dirigencia. Ante
los problemas de su organización, soluciones emparchadas; piénsenlo como se reparan las
carreteras acá.

Por lo general, los políticos no tienen una idea clara de la cuestión policial, lo que es grave,
pues no hay país sin policía, ya que es una cuestión fundamental de la vida social moderna
y su descuido señala una falla de imprevisibles consecuencias políticas generales. El
modelo del siglo XIX hace tiempo dejó de ser funcional para nuestras democracias, porque
es incapaz de hacerle frente a las nuevas formas de tráficos e incluso al delito convencional
y porque posibilita golpes de estado.

La desconfianza de la población repercute en el esclarecimiento de los delitos, pues da


lugar a la resistencia, a denunciar, a proporcionar información y a testimoniar.

Es un modelo suicida, que sirvió para una sociedad estratificada y oligárquica que ya no
está. Hoy en día destruye una institución necesaria, porque va anulando su funciona
manifiesta, pierde eficacia preventiva, se le descontrolan los mandos medios, no es posible
el control interno cuando se vuelve muy grande, el reclutamiento indiscriminado solo
acrecienta los males, la imagen del estado se deteriora y cunde el desengaño.

La criminología mediática oscila: algunas veces hace eco del discurso policial que atribuye
el fracaso a las garantías penales y en otras lo atribuye a la corrupción o ineficacia policía,
según los momentos políticos.

Además, el modelo vigente permite una violencia que por momentos alcanza límites de
masacre. El grado depende del nivel de deterioro institucional que se haya alcanzado. Este
modelo lleva a una violación de los derechos humanos de los más vulnerables de la
sociedad y también a una violación de los derechos humanos del propio personal policial
que sufre pésimas condiciones de trabajo.

Además de la precariedad salarial y el escaso entrenamiento, se lo somete a un régimen


disciplinario militarizado que en la práctica no es más que un verticalismo autoritario y
arbitrario. Cuando un hecho violento repercute sobre la imagen pública policial, se lo
entrega a la justicia penal.

La recaudación autónoma del modelo no se reparte con equidad, se difunde de forma de


pirámide invertida, o sea, que la mayor parte se destina a las cúpulas. Esa recaudación
cumple muy poca función social interna.

Esta particularidad hace que las cúpulas se resistan a cualquier forma de sindicalización del
personal policial, que desnudaría su injusta distribución. Esto causa que los policías no
tengan las mismas garantías laborales de cualquier otro trabajador, esto conspira
seriamente contra el cremento de la conciencia profesional. Es natural que los policías no
tengan el derecho a la huelga, como todos los servicios de primera necesidad, pero no por
eso se niega al personal de esos servicios el derecho a sindicalizarse.

Hoy los políticos van quedando presos de un poder policial que amenaza su estabilidad: las
policías automatizadas protagonizan y precipitan nuevas formas de golpes de estado. Un
par de hechos simulados que son presentados por los empresarios de comunicación masiva
y aprovechado por algún sector político como signo de caos, para crear un despiche social
capaz de arrastrar a un gobernante.

Se ha profundizado la privatización de la seguridad, con empresas que superan la


capacidad de la policía estatal. Si no hay controles rígidos, estas pueden generar
actividades cercanas al pago de protección.
Hay otra funcionalidad preocupante de este modelo policial suicida, que es la que se asigna
en el control de la exclusión social.

El excluido urbano es un producto potenciado por el irresponsable festival de mercado de


las últimas décadas del siglo pasado. Se diferencia del explotado porque este es parte de
un sistema, en cambio, el excluido es un humano descartable, que se sitúa en las periferias
urbanas y que de alguna manera es necesario controlar. Estos precaristas son el enemigo
del estado gendarme contra el cual emprenderá sus guerras.

El modelo de policía de ocupación territorial se refuerza a veces en función de


defraudaciones.

Sobre la composición del personal policial, el de menor nivel es seleccionado de las capas
sociales más humildes y entrenado en un proceso de miedos que es en parte bastante
análogo al deterioro por criminalización. La persona es sumergida en un medio con
discursos contradictorios y en una funciona asociada con un estereotipo negativo. El
estereotipo del policía no es nada positivo, en particular en las clases medias (no confiable,
vivo, astuto, machista, violento y en nuestra región en particular, corrupto). Nada tiene que
ver que la persona sea correcta o no, el estereotipo lo ensucia. En América Latina padecen
muchísimos policías de una suerte de aislamiento social, cuando no de rechazo. Este
fenómeno lo sufre más fuertemente el llamado personal de tropa, que es el que está en
contacto con la misma población de la que se selecciona a los criminalizados y victimizados
con los que debe convivir como resultado de su pertenencia al mismo segmento social y al
mismo vecindario. No es el mejor estado psicológico el del funcionario que sufre tanto en
tantos frentes.

La institución solamente suele ocuparse en serio de su personal cuando sufre un accidente


fatal de trabajo. Entonces inmediatamente se organiza un sepelio militar, mostrando al
soldado caído en batalla. Cuando cualquiera de los otros integrantes de otra agencia del
sistema penal es víctima fatal de un hecho violento con relación a su función, pasa a ser un
héroe y la publicidad es enorme; cuando lo sufre un policía, es una noticia sin mayor
trascendencia, más allá del simbólico sepelio militar funcional a la imagen bélica y a la
pasajera manipulación mediática.

El autor no sabe cuáles derechos humanos se violan más, los de los criminalizados o lo de
los policizados; no sabe de qué lado opera con mayor crueldad el modelo. Cuanto más
deteriorada esté la institución policial en un país como resultado de la vigencia de este
modelo, mayor será el grado de deterioro que provoque en su personal y, por supuesto,
menor el grado de eficacia específica.

La victimización se reparte de igual modo selectivo sobre los segmentos más carenciados
de los barrios más peligrosos. Como no pueden pagar seguridad privada, a veces quedan
en manos de justicieros locales o de traficantes que controlan la zona, y en cualquier caso
padecen las consecuencias de un servicio de seguridad deteriorado y con personal en el
que no confían.

La vulnerabilidad victimizante se reparte de modo tan desparejo como la criminalizante y


también afecta a las personas de los mismos sectores sociales carenciados.

El resultado es que criminalizados, victimizados y policizados se seleccionan de los mismos


sectores sociales.

En los desajustes peligrosos del sistema penal no suele haber conspiraciones maquinadas
por ningún genio maligno, sino que son tendencias que se van dando y nadie las detiene en
la medida en que resultan funcionales a los diferentes intereses sectoriales. En este caso es
muy funcional que los pobres se maten entre ellos, pues mientras se entretienen en matarse
no puede coaligarse, dialogar ni tomar conciencia de su situación, neutralizando toda
posibilidad de participación política coherente. Se trata de la forma más sutil al mismo
tiempo brutal de control social de la exclusión.

Los escuadrones de la muerte, los justicieros barriales, las muertes por tóxicos o para
eliminar competidores en su distribución o en el mercado y la ejecución policial sin proceso,
como también la victimización de los habitantes del propio barrio y la de policías, son todos
aspectos funcionales a esta táctica de control de la exclusión social. Esta serie de muertes
configura una masacre por goteo, muertes día tras día en vez de todas de una sola vez.
Muertes que no preocupan a los internacionalistas.

Urge definir nuevos modelos policiales, si es que se quieren prevenir nuevas masacres y
detener las masacres por goteo en curso.

El poder punitivo real y políticamente significativo lo tiene las agencias ejecutivas, al


contrario de lo que afirma el discurso jurídico. La dinámica real del poder punitivo es: los
legisladores habilitan ámbitos de arbitrio selectivo al poder punitivo sin saber sobre quién ni
cuándo habrá de recaer, en tanto que los jueces no pueden hacer más que limitarse a
decidir en los procesos de criminalización secundaria que ponen en funcionamiento los
policías.

El aparato de la justicia penal (jueces de todas las instancias penales, fiscales, abogados,
defensores, con el consiguiente equipo administrativo) tiene un importante papel de control
y contención sobre el ejercicio del poder punitivo negativo, aunque no así sobre el de
configuración o positivo. La criminología mediática señala a los jueces como responsables
de la violencia social.

Poder punitivo:

· Poder legislativo y ejecutivo: poder positivo de configuración

· La justicia penal: control y contención sobre el ejercicio del poder punitivo


negativo

· Las policías: ejecución del poder punitivo negativo

● El resultado: La prisionización reproductora: 309-321

Desde el siglo XIX la privación de libertad es en todo el mundo la columna vertebral del
sistema de penas.

En la mayoría de los países se sabe los efectos deteriorantes de la prisión, es por esto que
solo se llevan a prisión los crímenes mayores, y no aquellos de infracciones menores.

Criminología mediática:

- Las medidas impulsadas son absurdas, pues llevan a un círculo vicioso, más
prisionización, más homicidios.
- Encarcelar a todo infractor, sin importar el grado de su delito, llevaría a las prisiones
a ser campos de concentración.
- Aumentan el efecto reproductor del crimen.
Medida cautelar:

- Forma de lenguaje encubridor, propio de todo poder punitivo.


- En algunos sistemas se sustituye con la prisionización sin caus
- Secuestros estatales, basados en el discurso de la peligrosidad. El cual es
racista y segregador.
- Se propone a esta prisionización sin causa una pena por nada: se trata de
extorsionar al imputado a que negocie con el fiscal para que acepte una
pena, así se ahorran juicios. Esto lleva a que culpables se beneficien o que
inocentes se perjudiquen.

La prisión como institución deteriorante:

- El preso sufre un proceso de regresión.


- Los presos se vuelven menos capaces.

La reincidencia

- La adquisición de alguna habilidad profesional puede ayudar a evitar la reincidencia,


pues cambia la autopercepción.
- Existe el aparato fijador de roles, que básicamente logra crear un estereotipo, lo que
hace que aquellos urgidos por asumir una identidad logren esa identificación.

Labilidad personal:

- Necesidad de definir identida


- La criminología mediática pretende que las conductas desviadas surgen de
elecciones individuales. Pero esto no es así, pues una persona lábil vivencia estas
conductas desviadas como su única alternativa.
- Esto no significa la idealización de la criminalidad, sólo se pretende tener una visión
más amplia del fenómeno.

Durante años se trató de solucionar los crímenes violentos con leyes violentas, y las
novedosas leyes inventadas por los políticos no cambian este hecho. Y entre tanta ley
penal, se lesiona la seguridad de todos, pues la ley penal pierde certeza, nadie sabe lo que
está prohibido y lo que no.

● La criminología cautelar preventiva de masacres: 323-335

El sistema es inestable, ya que un desequilibrio, ya sea de origen (entre sus agencias) o


externo (el ambiente) puede descontrolar sus agencias ejecutivas o permitir que más
agresivas asuman su función. Por eso es importante controlar en el corto y mediano plazo el
aparato y evitar desequilibrios.

En todo gobierno existe un área de seguridad, partiendo de eso, la criminología mediática


construye una realidad de seguridad bastante difusa, pero de ella deduce de inmediato un
derecho a la seguridad.

Esto genera una falsa percepción de derechos, pues el derecho a la seguridad es un


recurso retórico de clonación de derechos y realidad. A nadie se le afecta el supuesto
derecho a la seguridad, sino una serie de derechos como la vida, integridad, etc.

Los tres frentes de la criminología.


La criminología debe ser militante si quiere ser cautelar, esto quiere decir que debe estar
siempre atenta y vigilante.

La criminología militante debe tener un espacio académico para estar en las calles, en los
medios y la formación de profesionales, de operadores del sistema penal y del personal
policial y penitenciario.

La criminología cautelar tiene tres frentes que atender:

a. Analizar condiciones sociales favorables a la creación mediática y prevenir las


tentativas de instalación de las primeras manifestaciones orgánicas.
b. Los daños reales del delito, es decir, la victimización y sus consecuencias.
c. Investigar y proponer públicamente los medios más eficaces para reducir los
anteriores.

La actitud militante no puede ser otra que el diálogo. El criminólogo debe vencer el
obstáculo que no le permite comunicarse con todos los sectores sociales y detectar sus
prejuicios. El diálogo rompe el sector del sistema penal que alimenta prejuicios, en la
medida que cada uno ve un poco del todo. El prejuicio más común es el del personal policial
y penitenciario.

La prevención del mundo paranoide.

Se debe estar atento a las condiciones que favorecen la instalación de un mundo paranoide
por parte de la criminología mediática. La cual requiere un campo de inseguridad
existencial, que proviene del:

- Desbaratamiento de los estados de bienestar (desempleo, inseguridad laboral,


deterioro de servicios).
- Violencia difusa se expresa en actitudes xenófobas, clasistas, racistas y en toda
forma de discriminación posible.
- La excesiva angustia pulsa la búsqueda anárquica de responsables de la
inseguridad.

Se retroalimentan hasta que se vuelven insoportables, pero en cuanto se consigue un chivo


expiatorio como fuente de la inseguridad existencial, el nivel de angustia desciende porque
se convierte en temor a la amenaza de la emergencia desatada por el enemigo.

● No se puede prevenir lo que no se conoce: 337-348

La criminología mediática busca explicar el fenómeno criminal por medio de la


generalización no científica. Ejemplo: Los de hatillo o de Desamparados son criminales (no
brinda razones sociológicas). La criminología cautelar busca las razones sociales por medio
de un procedimiento científico de estadística de por qué las personas delinquen. Ejemplo:
¿Los crímenes suceden más en comunidades con personas con estudios o sin estudios?

Los resultados de estos estudios científicos sirven para realizar una criminología
preventiva del Estado, es decir, enfocarse en la prevención de las actividades criminales por
medio de las acciones del Estado. Cuando se piensa en el ejercicio punitivo del Estado se
piensa en cómo se juzga a los criminales, sin embargo, el poder punitivo tiene que buscar
como objetivo la cautela/prevención de las actividades criminales, es por eso que se llama
criminología cautelar.
Durante la lectura se menciona que el sistema penal no sirve para prevenir delitos.
Al contrario de lo que la ideología re (reinserción del preso por medio de prisión) o la
criminología mediática proponen las personas no les tienen miedo a las leyes penales, a las
normas o penas que estos indiquen. El miedo al sistema penal no es una forma eficiente de
terminar con la delincuencia, en CR las penas subieron el máximo de años de 25 a 50, esto
no representó una medida preventiva real porque hace uso del miedo y no de la estadística
criminológica. Esto nos lleva al siguiente punto, la necesidad de la estadística. No hay
táctica posible sin un cuadro de situación, es irresponsable establecer una táctica de
prevención criminal sin antes realizar una revisión extensa y científica de lo que se pretende
solucionar.

La policía juega un rol fundamental en la ejecución de la justicia, es por lo general, la


única forma de Estado presente en las vidas de muchas personas. Es necesario deconstruir
las ideologías y la idiosincrasia de los policías para que no utilicen su autoridad como jueces
y ejecutores de la ley. Los policías suelen enmarcar a los criminales y su trato hacia estos
es despectivo, lo que genera dentro de la psicología del criminal una capacidad reducida
para sentirse parte funcional de la sociedad. Fuerza a los criminales a encasillarse como
miembros disfuncionales de la sociedad y continuar su vida por este camino. El autor
también remarca que los presupuestos estatales que se usan en seguridad son mucho
mayores a los que se usan en prevención, y que esto es totalmente erróneo. El Estado
debería dedicar parte de su presupuesto a la búsqueda de aquellas medidas sociales que
ayuden a reducir la criminalidad y después usar el resto del presupuesto en esas medidas.
Por ejemplo, se ha comprobado mediante estudios científicos que el ingreso per cápita
promedio está directamente relacionado con la tasa de criminalidad, excepto en Estado
Unidos.

El sistema penal estadounidense está basado en la ideología re, por lo que, la


prisión es vista como un método de reinserción social. El autor remarca que esta visión es lo
que hace a Estados Unidos el único país con una criminalidad alta y un ingreso per cápita
por ciudadano alto. La cárcel debería de ser el último medio disponible para un criminal,
debido a que se ha demostrado que la ideología re (tratar a la prisión como método de
reinserción social) genera hacinamiento, violaciones de los derechos humanos de los
presos y una reinserción social muy baja.

● Criminología cautelar y contención jurídica: 349-363


La criminología mediática puede influir de manera violenta y agresiva en las
decisiones judiciales, puede recibir estos fallos si no son a su gusto, de manera explosiva e
indignada, sin embargo, el juez no debe de sentirse intimidado por esto. De la misma
manera los sistemas judiciales deben mantenerse firmes ante las ideas de criminología
mediática, como la existencia de un gobierno más autoritario, que brinden más seguridad
pero que arrebaten la libertad de la población. De esta manera Zaffaroni critica a los
sistemas judiciales como el sistema penal alemán en el periodo Nazi, que opto por la
burocracia y la defensa de la validez del proceso que estaban siguiendo. Aunque el proceso
esa válido, estaba lleno de criminología mediática que pretendía culpar a los grupos judíos
de todos los males del mundo. Esta burocracia judicial que regula el sistema penal formal
puede si se descuida dejar que el Estado opere con un sistema paralelo limitado, es decir,
que mediante poderes excepcionales realice detenciones y juicios a ciudadanos. Este caso
es exactamente lo que ocurre en El Salvador, debido a la criminología mediática que
culpaba de todos los problemas sociales de ese país a los mareros, se estableció un
regimen con poderes excepcionales y actualmente se violan los derechos de muchas
personas en El Salvador. Es importante que los operadores jurídicos, es decir, los jueces,
posean independencia interna y externa. La independencia interna es poder fallar de
manera justa sin miedo a la jerarquía interna del Poder Judicial. La externa es no estar
influidos en su labor por poderes externos, como la Asamblea Legislativa.
En vistas de que la criminología mediática causa un proceso de autodestrucción del
Estado, en el que los políticos se benefician, se puede argumentar que es necesario usar la
censura de los medios para obtener mejores resultados sociales. Sin embargo, utilizar la vía
de la censura es la peor opción debido a que no solo no informa a la población, sino que
también transgrede un derecho fundamental a la libertad de prensa. Lo que es necesario es
que se establezcan en estos medios de comunicación un autocontrol ético que se base en
ciencia. Es decir, que cuando realicen sus reportajes estos estén basados en una
investigación científica de la criminología cautelar y no solo busquen ratings y ganancias. Es
importante entender que la criminología mediática está basada en prejuicios y estos a su
vez están basados en discriminación hacia un grupo en específico. Por ejemplo, si ocurre
una corriente de noticias sobre muertes violentas de personas gays, esto empoderará a
otros a realizar actos de odio contra este grupo social.
El fenómeno del crimen organizado fue un concepto creado por la prensa que
después pasó a ser analizado por la criminología. Los grupos de crimen organizado sirven
en el plano social político como tapadera de todos los problemas sociales, políticos y
económicos de un país. Además, el constante movimiento de sus capitales por medio del
lavado de dinero en países que cuentan con regulaciones tributarias escasas (paraísos
fiscales), mantiene un constante crecimiento a la economía que hace pensar a muchos
economistas que parte de la economía mundial está sostenida con actividades de grupos de
crimen organizado. Es por esto y por ser el chivo expiatorio de los poderosos que no se
toman medidas reales contra los paraísos fiscales y la existencia del crimen organizado no
sólo es tolerada, es necesitado por un sistema de criminología mediática.

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