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ASPECTOS GENERALES DE LA CRIMINOLOGÍA

HISTORIA DE LA CRIMINOLOGÍA
EL PERIODO PRE-POSITIVISTA

LA ESCUELA CLÁSICA DE CRIMINOLOGÍA.

La base de la teoría clásica de la criminología estaba apoyada sobre la teoría del contrato
social, que sostenía que los hombres se reunían libremente en sociedad conforme a una serie de
acuerdos que garantizaban el orden y la convivencia.
Fue Cesare Beccaria el pionero que formuló los principios de la denominada Criminología
Clásica, (1738-1774), en el espíritu del Iluminismo europeo, quien en 1764 publica De los delitos
y de las penas [Trattato dei delitti e delle pene], cuyos supuestos se basaban en las teorías del
control social de Hobbes, Montesquieu y Rousseau. La Escuela Liberal clásica no consideraba al
delincuente como un ser diferente de los demás, no partía de la hipótesis de un rígido
determinismo sobre cuya base la ciencia tuviese por cometido una investigación etiológica sobre
la criminalidad, sino que se detenía sobre todo en el delito entendido como concepto jurídico, es
decir como violación del derecho y también de aquel pacto social que se hallaba, según la
filosofía política del liberalismo clásico, en la base del Estado y del derecho.
El objeto fundamental de la escuela clásica es el estudio y análisis del delito y de la pena.
Esta escuela se basa en el principio del libre albedrio, esto quiere decir que el hombre es
responsable de sus actos. Esta escuela también puede denominarse "escuela de la disuasión
Como comportamiento, el delito surgía de la libre voluntad del individuo, no de causas
patológicas, y por ello, desde el punto de vista de la libertad y de la responsabilidad moral de las
propias acciones, el delincuente no era diferente, según la escuela clásica, del individuo normal.
En consecuencia, el derecho penal y la pena eran considerados por la escuela clásica no
tanto como un medio para modificar al sujeto delincuente, sino sobre todo como un instrumento
legal para defender a la sociedad del crimen, creando frente a éste, donde fuese necesario, un
disuasivo, es decir una contra motivación. Los límites de la conminación y de la aplicación de la
sanción penal, así como las modalidades del ejercicio de la potestad punitiva del Estado, estaban
señalados por la necesidad o utilidad de la pena y por el principio de legalidad. La Sanción Penal
según la Escuela Clásica no era un medio para modificar al sujeto delincuente, sino sobre todo
como un instrumento legal para defender a la sociedad del crimen. En este último aspecto las
escuelas liberales clásicas se situaban como una instancia crítica frente a la práctica penal y
penitenciaria del anclen régimen y tenían en la mira sustituirla por una política criminal inspirada
en principios radicalmente diferentes (principio de humanidad, principio de legalidad, principio
de utilidad).

EL CONTRATO SOCIAL.

El primer contrato social (1762), en el que Jean Jacques Rousseau afirma de forma
contundente: "Lo que pierde el hombre por el contrato social es su libertad natural y un derecho
ilimitado a todo cuanto le tienta y que puede alcanzar; lo que gana es la libertad civil y la
propiedad de todo cuando posee".
La aparición del Estado es un logro definitivo para el logro de la felicidad, disfrute de la
libertad y de la igualdad. Para asegurar esos logros, JJ Rousseau encuentra la solución en un
contrato social, o sea, encontrar una forma de asociación que defienda y proteja con la fuerza
común, las personas y bienes de cada asociado, y en virtud de esa fuerza común, cada uno al
unirse a los demás, no obedezca más que así mismo y quede tan libre como antes. El contenido
de ese contrato es fijo (no continente ni variable).
En ese acuerdo, los hombres constituyen el Estado, dando a éste sus derechos naturales
originarios, y el Estado se los devuelve convertidos en derechos civiles y políticos. Los asociados
son el pueblo, individualmente son ciudadanos, al someterse a las leyes del Estado, serán
súbditos.
El Estado protege y tutela los derechos individuales. Rousseau contrapone al Estado
feudal absolutista, un Estado ideal democrático. La ley es fruto y expresión de la voluntad del
pueblo, votada directamente por él. El pueblo es soberano, y la soberanía es inalienable,
imprescriptible e indivisible.
Rousseau afirmó, “que en un Estado bien organizado existían pocos delincuentes y que el
incremento del delito era prueba de desorganización social” estaba fallando el contrato. Dijo:
“todas las cláusulas de este contrato tácito se reducen a una sola”, a saber: “La enajenación total
de cada asociado con todos sus derechos, hecha a favor del común”.
Rousseau en sus ideas expresa: “El hombre lleva en sí mismo su valor, que no le es dado
por el puesto que ocupa (rey o príncipe), sino por el simple hecho de ser hombre. Y por esto que
todos los hombres son iguales.
En Rousseau, realmente existen dos tipos de contrato: uno que crea la sociedad civil
positiva y otro que formaliza la sociedad civil corrupta. El primero es el contrato civil por
excelencia, pues permite encontrar una solución colectiva a un problema común. El segundo,
descrito en su famoso texto Discurso sobre el origen y los fundamentos de la desigualdad entre
los hombres (1754), es una especie de acuerdo forzado por engaño dado que pretende legitimar e
instituir la creación del Estado en condiciones de desigualdad y dominación de unos pocos, los
ricos, que convencen a los pobres de someterse a su poder, mostrando los peligros de la desunión.
La primera forma de contrato es políticamente legítima, mientras que la segunda es una expresión
de arbitrariedad y, por tanto, es ilegítima.

EL ESPÍRITU NUEVO.

Para finales del siglo XVII se producen cambios de actitud frente a los hechos humanos,
que son abordados desde su problemática propia y no en relación a una realidad de otro orden
(Dios).
Para entonces, los hechos eran juzgados y apreciados a través de una óptica teológica,
regidos por El Creador, en este orden:
1. Las normas morales fueron consideradas como inscritas en la naturaleza humana.
2. La Sagrada Escritura era la Palabra de Dios, directamente transmitida a los hombres y no
podía ser objeto de discusiones, era la doctrina de Dios revelada.

LA CONCEPCIÓN DEL HOMBRE. CESAR BECCARIA.

Se rechaza la autoridad divina como conductora del estado, siglo XVIII. El siglo XVI es
para Europa el siglo de los descubrimientos y de los reencuentros. Descubrimientos de nuevos
horizontes y de otras civilizaciones. El hombre se reencuentra consigo mismo a través del
humanismo y la reforma.
El siglo XVII, se presenta como el siglo del orden, el clasicismo y el pesimismo, siglo de
guerras de religión entre las grandes potencias.
Siglo XVIII, siglo de Luces, siglo de iluminismo, de la invención y del refinamiento. En
el orden político: el despotismo ilustrado es el equivalente de la ilustración.
Es en este siglo, que la energía de los hombres se dirige al trabajo en todos los órdenes
con miras al futuro. La burguesía (compuesta por artesanos, campesinos acomodados,
mercaderes, banqueros), es una clase emprendedora en las cuales se va a concentrar el poder
económico, lo que les va a permitir tomar pate en la dirección de los asuntos políticos.
La filosofía de la era de las luces de los siglos XVII y XVIII reflejo el auge de la
burguesía. “la ética protestante” se manifiesta para destacar que el éxito personal era el resultado
de mucho trabajo; de un pensamiento racional y del abandono de las tradiciones.

EL POSITIVISMO ITALIANO: CESAR LOMBROSO, ENRICO LOMBROSO,


ENRICO-FERRI, RAFAEL GAROFALO.

El positivismo italiano surge como reacción a la escuela clásica del derecho. A la que se le
criticaba en primer término la consideración del delito como ente jurídico abstracto, sin atender la
viva realidad humana del delincuente.
El principal mérito de Lombroso fue crear una ciencia nueva, la ciencia causal explicativa
del fenómeno criminal, de la criminalidad. Así queda subordinado lo jurídico a lo biológico; y lo
social, con la Antropología criminal de Cesar Lombroso.

Caracteres de la escuela positivista:


1. Método Experimental: Dado que el delincuente es un hombre, es a él, a quien hay que
observar y estudiar. El delito un producto de factores; para encontrar la causa y hallar el
remedio, este es el método que debe emplearse.
2. La responsabilidad social: Derivada del determinismo y temibilidad del delincuente (se
responde porque se vive en sociedad). En ella se niega el libre albedrio.
3. El delito: Es un fenómeno natural y social producido por el hombre, el cual no es un ente
jurídico abstracto, sino un hecho natural y social, determinado por causas antropológicas,
físicas y sociales.
4. La pena: Como medio de defensa social, no como castigo o retribución, postulado de la
escuela clásica.

Cesar Lombroso

Nació en Verona, Italia, (1836-1909) fue un médico psiquiatra y antropólogo italiano, fue
profesor en las universidades de Pavia y de Torino y más tarde dirigió el hospital psiquiátrico de
Pessaro en 1871.
Realizó sus estudios superiores en la universidad de Pavia, Padua y en la de Viena. En
1859 presento su tesis doctoral sobre el Cretinismo. Fue médico militar, en calidad de tal recorrió
las diferentes regiones de Italia; realizando estudios antropométricos, haciendo comparaciones
entre soldados delincuentes y no delincuentes.
Caracteres específicos del tipo criminal Lombrosiano, según sus estigmas anatómicos,
fisiológicos y psicológicos:

a) Caracteres anatómicos:
- La estatura: realizando el examen externo comenzando por la estatura estableció:
predominio de la estatura elevada entre los asaltadores de caminos, los homicidas y los
ladrones; y baja estatua entre los incendiarios y los violadores. El peso en relación directa
con la estatura. Los brazos más largos que los del promedio; colocando los miembros
superiores extendidos horizontalmente, midió la distancia entre los dedos medios de cada
mano, resultado de mayor longitud que lo normal, recordándole al mono.
- Manos y pies: los sujetos que cometen delitos contra las personas tienen manos cortas y
de formas toscas; mientras que en los que comenten delitos de inteligencia, los
estafadores, los ladrones y los violadores, prevalecen las manos largas. Se encuentra el
pulgar más corto, se da también la polidactilia, tanto en las manos como en los pies.
- El tatuaje: Lombroso le concedió gran valor demostrativo de su teoría, exige un grado
apreciable de resistencia al dolor, el tatuaje se usa mucho en los pueblos primitivos, bien
como adorno o como símbolo religioso. El tatuaje los considero como prueba de la
regresión del tipo delincuente, al hombre salvaje es la expresión social, involutiva).

b) Caracteres fisiológicos:
- Escasa sensibilidad al dolor.
- La sensibilidad táctil. Su sensibilidad táctil es mayor en la mitad izquierda del cuerpo que
en la derecha.
- Agudeza visual, la misma es mayor en los delincuentes con respecto a los no delincuentes
de la misma edad, oficio o profesión.
- La sensibilidad cromática o facultad para distinguirlos colores. Se encuentra mayor
número de daltónicos entre los delincuentes.
- Fuerza muscular: tienen una acentuación mayor de la misma en el lado izquierdo,
mancinismo, es decir fuerza muscular más acentuada en el miembro superior izquierdo,
(muchos zurdos).

c) Caracteres psicológicos:
- Condición afectiva: la insensibilidad moral constituye el rasgo predominante
(paralelamente a la insensibilidad física). Se comprueba una profunda perturbación de la
sensibilidad psíquica en todas sus manifestaciones. La frialdad y la insensibilidad moral,
junto con el abuso ejercido por las pasiones violentas, sobre la mínima actividad del
espíritu (es un inestable emocional, el amigo de hoy, será el enemigo de mañana, odia
hoy, lo que amo ayer).
- Imaginación: su imaginación es poco profunda.
- Voluntad: la aptitud volitiva de los delincuentes es rudimentaria, es decir, la disposición,
la habilidad no está desarrollada, lo que explica la incapacidad de adaptación a las normas
del trabajo regular (el delincuente en prisión es apático, negligente y perezoso).
LA ANTROPOLOGÍA CRIMINAL.

La antropología criminal es una rama de la criminología que estudia los factores


antropológicos con relación a la actividad criminal.
Bajo la concepción del positivismo biológico, el criminal era considerado en términos
absolutos como un ser anormal, que sufría una desviación de base biológica que conducía a una
regresión a estados primitivos del ser humano y que se podía catalogar como una patología. Los
componentes de este paradigma se articulaban en la secuencia bio-psico-social; donde el
componente biológico, era el más importante, y el componente social muy pocas veces se tenía
en cuenta. Bajo esta concepción el italiano Cesare Lombroso, considerado figura capital de la
antropología criminal, define al delincuente como una subespecie del género humano, siendo
identificable por una serie de características fisiológicas y somáticas. En su obra L'uomo
delinquente (1876) se recogen sus investigaciones y su doctrina, además de dar una definición del
criminal nato. Esta idea del "criminal nato" ya se encuentra desarrollada en escritos anteriores del
frenólogo catalán Marià Cubí.
La idea del criminal nato, identificado por la constitución física, especialmente por la
configuración del cráneo, el cerebro y la cara, es una visión exclusivista y unilateral del
fenómeno criminal y no tiene en consideración otros factores antropológicos como los somáticos,
psicológicos y sociales.
A pesar de sus carencias, la antropología criminal de Lombroso supuso una revolución a
nivel metodológico importante: se fundamenta en datos obtenidos de una manera sistemática de
los criminales y en evidenciar una determinada correlación entre el elemento somático y el
psíquico, además de haber contribuido a perfilar una tipología humana relacionada con el
fenómeno delictivo.
Siguiendo esta corriente también encontramos los trabajos del italiano Di Tullio, el cual
consideró la predisposición al delito como consecuencia de una determinada constitución
delincuencial, con factores hereditarios y neuropsicopáticos. Otros autores han puesto en un
énfasis especial determinados factores, como el endocrino (Pende), el hereditario (Lange, Prosper
Lucas o Morel) o biológicos y psíquicos (Thompson).
Entre los precursores de la antropología criminal contemporánea cabe mencionar a
Despine, quien investigó el lado psicológico del criminal, determinando que existe una anomalía
moral por falta de conciencia y remordimiento, e insistía en la necesidad de otorgar a la pena el
carácter de tratamiento moral.
Con el surgimiento de nuevas concepciones teóricas y la relación de diferentes disciplinas
entre sí, se va a comenzar a prefigurar una concepción de carácter relativista basada ya más en el
social que en el biológico. Estas concepciones significan una ruptura con el paradigma bio-psico-
social y una reformulación de la idea de delito desde una óptica relativista. Además, remarca la
concepción que, si bien el delito puede ser una conducta no deseable en el seno de alguna
sociedad, es un hecho perfectamente normal en la vida de cualquier grupo:
Los crímenes y los criminales son producto de la sociedad, y a la vez, instrumentos y
víctimas de la misma sociedad. Un crimen es el que la sociedad elige definir como tal. Una cosa
que puede ser considerada como un crimen en una sociedad puede no serlo en otra. De aquí que
la sociedad sea la que defina al criminal y no el criminal que se defina a sí mismo. Y sugiero aquí
que casi invariablemente la sociedad es la que hace al criminal porque los criminales, en realidad,
se vuelven tales, y nacen así. Montagu, Ashley "El hombre observado".
A pesar del rechazo general de las teorías de Lombroso, ciertos aspectos de la
criminología antropológica aún tienen aplicación en los perfiles modernos criminales.
Históricamente (sobre todo en la década de 1930) la antropología criminal se ha asociado tanto
con la eugenesia como la idea de un defecto fisiológico en el género humano se asocia a menudo
con los planes para eliminar este tipo de defecto.
La antropología criminal, mediante estudios fisonómicos, también está presente en los
estudios de la psicología social y psicología forense. Las teorías de Lombroso se encuentran
también en los estudios de la respuesta galvánica de la piel y el síndrome del superhombre
(cromosoma XYY).
LA ESCUELA SOCIOLÓGICA FRANCESA: ANTECESORES ADOLFO, QUETELET Y
QUERRY.

Los precursores de las diversas escuelas que consideran el ambiente social, como factor
preponderante en la producción de la criminalidad, fueron los estadísticos Guerry de Champneuf
con su “cómputo general de la administración de la justicia criminal” de 1826, y el belga Adolfo
Quetelet.
Dada su importancia, antes de abordar el tema de las escuelas francesas, veamos unas
breves consideraciones sobre estos científicos.
Francia fue el primer país del mundo, que inicio la publicación regular de las estadísticas
criminales, y comenzó en 1827, reuniendo y analizando cifras de 1825, estas estadísticas tienen
un informe introductorio de Guerry de Champneuf.
Quetelet, el genial estadígrafo belga, quien primero intento construir el estudio social de la
delincuencia sobre las bases estadísticas. El es, sin duda alguna, la inspiración que guio a los
fundadores de la escuela francesa.
Quetelet, Lamberto Adolfo Jacobo. Matemático belga, nació en Gante (1796-1874), fue
profesor del real colegio de Gande; director del observatorio astronómico y profesor de la escuela
militar de Bruselas; director de la comisión estadística central de Bélgica. Uno de los fundadores
de la estadística demográfica. Reunió numerosos datos sobre el clima de Bélgica.

Adolfo Quetelet y A.M. Guerry

Fueron fundadores de la escuela cartográfica, que surge hacia 1830. Afirmaron que el
delito tenía raíces en el entorno físico social; utilizando mapas y datos estadísticos buscaron
medir las variaciones en el índice de la criminalidad. Encontraron que el delito se correlaciona
con lo pobreza y otros factores. Esta escuela no rechaza la responsabilidad individual por el
delito. Su investigación era de tipo descriptivo. La escuela se inició en Francia, pasando a
Inglaterra y Alemania, luego, decayó el interés, hasta que la escuela americana la redescubre y le
da un nuevo nombre “Escuela Ecológica”, pero con el mismo enfoque.
Guerry, publica, la estadística moral de Francia; es así como estos dos autores, advierten
como las infracciones se reparten en las diferentes regiones (escuelas cartográficas), método que
da lugar a la elaboración de hipótesis explicativas (la ley de la delincuencia). Guerry observa dos
cosas:
a) los crímenes contra personas predominan en las regiones del sur, y durante las estaciones
calientes,
b) los crímenes contra la propiedad predominaban en las regiones del norte y durante las
estaciones frías. Ante estas observaciones Quetelet formulo la ley térmica de la
Delincuencia y fue confirmada x ferri.
Quetelet se fija la constancia ya que los mismos crímenes producen anualmente y en el
mismo orden. Los elementos que sirven para cometerlos son empleados en las mismas
proporciones. La repartición de los crímenes a través del ano, es prácticamente cada año la
misma, de todo lo analizado Quetelet llega a las siguientes conclusiones: “la sociedad encierra en
sí los gérmenes de todos los crímenes que se van a cometer. Ella es la que en cierta manera los
prepara, y el culpable no es más que el instrumento que lo ejecuta”. Son variaciones estadísticas
ligadas a los factores sociales que pueden varias. Dice: “el número de crímenes puede disminuir
si las causas que lo producen cambian...”
Quetelet decía: “en todo orden social existen un cierto número y un cierto orden de
delitos, que resulta de su organización como consecuencia necesaria. Así como un órgano
deforme que funciona viciosamente, produce desordenes fisiológicos, enfermedad y dolor, una
sociedad mal organizada no puede producir sino perturbaciones sociales”.
En 1828, Quetelet presenta su cuadro comparativo a la academia real de ciencias y letras
de brúcelas, cuadro que comparaba la criminalidad en franca, loa países bajos e Inglaterra, en un
periodo comprendido entre 1826- 1827. También presidio ocho congresos europeos de
estadística. Quetelet, con la física social, va a fundar la estadística criminal; ni él ni Guerry,
manejaron investigaciones sobre el hombre delincuente, ni realizaron clasificaciones bio-
psiquicas de los delincuentes, no sobre la compleja etimología del delito.
ESTADÍSTICAS CRIMINALES.

La estadística criminal es la compilación de datos numéricos referentes a los crímenes


cometidos, los individuos que delinquen y los métodos e instituciones destinados al castigo y
rehabilitación de los delincuentes convictos.
Para enfrentarse al problema del crimen es preciso contar con un sistema de estadística
criminal eficaz y sumamente organizado.
La Estadística criminal es una ciencia auxiliar del Derecho penal que da a conocer las
relaciones de causa a efecto que pueden detectarse entre determinadas situaciones personales o
sociales y la criminalidad. En este sentido, pone de manifiesto las causas de la criminalidad y el
aumento o disminución de sus formas de aparición. Los datos y conclusiones que ha
proporcionado esta ciencia contribuyen en buena medida a determinar el origen y las causas de la
delincuencia. En todo caso, esta ciencia puede encuadrarse en el panorama más amplio de la
Sociología criminal o estudio del delito como fenómeno social.
Existen varios métodos para medir la delincuencia. Ocasionalmente se realizan encuestas
públicas para estimar la cantidad de delitos que no han sido denunciados a la policía. Estas
encuestas suelen ser más fiables para evaluar las tendencias. Sin embargo, también tienen sus
limitaciones y, en general, no proporcionan estadísticas útiles para la prevención de la
delincuencia local, a menudo ignoran los delitos contra los niños y no cuentan a los delincuentes
llevados ante el sistema de justicia penal.
Los organismos encargados de hacer cumplir la ley en algunos países ofrecen
compilaciones de estadísticas sobre diversos tipos de delitos.
Dos métodos principales para recopilar datos sobre delitos son los informes de las fuerzas
del orden, que sólo reflejan delitos que se denuncian, se registran y no se cancelan
posteriormente; y el estudio de las víctimas (encuestas estadísticas sobre victimización), que se
basan en la memoria y la honestidad individuales.
En el caso de delitos menos frecuentes, como el homicidio intencional y el robo a mano
armada, los incidentes denunciados son generalmente más fiables, pero adolecen de un
subregistro; por ejemplo, en el Reino Unido no se registra más de un tercio de los delitos
violentos denunciados por la policía.
Debido a que las leyes y las prácticas varían de una jurisdicción a otra, la comparación de
las estadísticas sobre la delincuencia entre los distintos países e incluso dentro de un mismo país
puede resultar difícil: por lo general, sólo pueden compararse de manera fiable las muertes
violentas (homicidios) gracias a la presentación de informes coherentes y de alta calidad, y a la
relativa claridad de la definición.

Inicios históricos

Durante la primera parte del siglo xix el matemático belga Adolphe Quételet (1796-1874),
llamado con frecuencia «padre de la estadística», formuló una teoría matemática de las
características de la personalidad humana.
Sus trabajos demográficos, combinados con estudios de la teoría de las probabilidades,
alentaron el establecimiento de la estadística como método científico.
Los estudios que realizara sobre los fenómenos sociales originaron el reconocimiento de
la criminalidad como hecho social y la primera aplicación de la estadística al análisis del crimen
y de los criminales.
La primera estadística criminal realizada en Francia sobre una base nacional data de 1829;
en el mismo año se introdujo la estadística en Nueva York y en 1850 se compilaban datos
nacionales en Estados Unidos. En Inglaterra se ha venido publicando anualmente desde 1857.
Los investigadores europeos afirman que un consenso general identifica el cambio
demográfico como la causa principal de esta tendencia internacional. Aunque los índices de
homicidios y robos aumentaron en los Estados Unidos en la década de 1980, a finales de siglo
habían disminuido en un 40%.
Sin embargo, la investigación europea sugiere que "el aumento del uso de medidas de
prevención de la delincuencia puede ser, de hecho, el factor común detrás de la disminución casi
universal de los niveles globales de delincuencia en el mundo occidental", ya que las
disminuciones han sido más pronunciadas en los delitos contra la propiedad y menos, si es que lo
han sido, en los delitos de contacto.
Reglas de contabilización

Existen relativamente pocas normas y ninguna que permita la comparabilidad


internacional más allá de una gama muy limitada de delitos. Sin embargo, muchas jurisdicciones
aceptan lo siguiente:
- Debe haber un caso prima facie de que se ha cometido un delito antes de que se registre.
Es decir, la policía encuentra pruebas de un delito o recibe una acusación creíble de que se
está cometiendo un delito. Algunas jurisdicciones cuentan los delitos sólo cuando ocurren
ciertos procesos, tales como un arresto, la emisión de la multa, la presentación de cargos
en la corte o solamente después de haber obtenido una condena.
- Las denuncias múltiples de un mismo delito suelen considerarse un solo delito. Algunas
jurisdicciones cuentan cada denuncia por separado, mientras que otras cuentan a cada
víctima de un delito por separado.
- Cuando se cometen varios delitos al mismo tiempo, en un solo acto delictivo, sólo se
cuenta el delito más grave. Algunas jurisdicciones registran y cuentan todos y cada uno de
los delitos por separado, otras cuentan casos o delincuentes que pueden ser procesados.
- Cuando varios delincuentes están involucrados en el mismo acto de delinquir, sólo se
cuenta un acto al contar los delitos, pero cada delincuente se cuenta al ser detenido.
- El delito se cuenta en el momento en que llega a conocimiento de un agente del orden
público. Algunas jurisdicciones registran y cuentan los delitos en el momento en que
ocurren.
- El hecho de "sólo causa dolor" se cuenta como agresión en algunos países, permitió tasas
de agresión más altas, excepto en Austria, Finlandia, Alemania, los Países Bajos, Portugal
y Suecia. Pero hay excepciones, como la República Checa y Letonia. Francia fue la
excepción opuesta, con una alta proporción de asaltos sin contar los asaltos menores.

Los delitos que constituyen una violación de la ley, pero para los que no existe ningún
castigo, a menudo no se contabilizan. Por ejemplo: El suicidio, que es técnicamente ilegal en la
mayoría de los países, puede no contarse como un delito, aunque el intento de suicidio y la ayuda
al suicidio sí lo son.
También los delitos de tráfico y otros delitos menores que pueden ser tratados mediante el
uso de multas en lugar de encarcelamiento, a menudo no se cuentan como delitos. Sin embargo,
se pueden mantener estadísticas separadas para este tipo de delitos.

LEY TÉRMICA DE LA DELINCUENCIA, ALEXANDRE LACASSAGNE, GABRIEL


TARDE, EMILE DURKHEIN.

Desde que Adolphe Quetelet formulara a mediados del siglo XIX sus célebres “leyes
térmicas de la delincuencia” numerosos han sido los esfuerzos de criminólogos y geógrafos por
comprender la incidencia de las condiciones atmosféricas la estacionalidad y el clima en el
comportamiento humano y su posible relación con el delito.
La experiencia nos ha demostrado que el clima es capaz de despertar en nosotros diversos
estados emocionales, es más fácil descubrirnos más deprimidos un día nublado que un día
soleado, más irritados un día lluvioso que un día normal y así. Pero la influencia de estos factores
ambientales, especialmente si se prolongan en el tiempo, bien podría ir más allá del plano
emocional y promover el desarrollo de manifestaciones conductuales asociadas.
Quetelet se fija en que los mismos crímenes se cometen anualmente con la misma
frecuencia, en el mismo orden y los mismos instrumentos, llegando a afirmar que el crimen y los
medios no son inventados por el delincuente, sino que éste sólo es el instrumento que lo ejecuta.
Al mismo tiempo afirma, que el crimen podía disminuir si se variaban y disminuían las causas
que lo producían, y explica que, si existe el libre arbitrio, y éste está presente cuando se comete el
delito, la sociedad y su estructura coadyuvan para que tal fenómeno se dé porque el hombre es
particularmente sensible a ciertas circunstancias fortuitas, a las que Quetelet llama “causas
accidentales”.
Alexandre Lacassagne (17 de agosto de 1843, 24 de septiembre de 1924) fue un médico y
criminólogo originario de Cahors, Francia. Fue el fundador de la Escuela Lacassagne de
Criminología, con sede en Lyon, principal rival de la escuela italiana de criminología de Cesare
Lombroso.
Alexandre Lacassagne estudió en la Escuela Militar de Estrasburgo, y trabajó durante un
tiempo en el Hospital Militar de Val-de-Grâce en París. Más adelante, tras conseguir la cátedra de
medicina legal de la Universidad de Lyon, fundó la revista Archives de l'Anthropologie
Criminelle. Entre sus ayudantes se encontraba el científico y criminalista francés Edmond
Locard.
Lacassagne fue el pionero en el campo de la jurisprudencia médica y uno de los
fundadores de la antropología criminal. Se especializó en el campo de la toxicología, y fue uno de
los primeros en estudiar los patrones de las manchas de sangre e investigar las marcas en las balas
y su relación con las armas.
El científico y criminólogo francés tenía un gran interés en la sociología y la psicología, y
su relación con las conductas de los criminales. Defendía que la predisposición biológica de un
individuo, así como su entorno social son factores importantes en el comportamiento criminal.
Lacassagne se hizo famoso gracias a la aplicación de estudios de sus áreas de
especialización en diversos asuntos penales. Entre otros, la "malle à Gouffé" en 1889, el asesinato
del presidente Marie Francois Sadi Carnot apuñalado en 1894 por el anarquista italiano Sante
Geronimo Caserio, o, por último, el caso del asesino Joseph Vacher (1869-1898), uno de los
primeros asesinos en serie de origen francés.
Políticamente, Lacassagne apoyó la iniciativa de su amigo Léon Gambetta, un
republicano, a favor de la ley del 27 de mayo 1885, "Ley sobre el descenso de los reincidentes",
que defendía el establecimiento de coloniales penales. Posteriormente, el proyecto fue rechazado
por ambos: Pierre Marie René Ernest Waldeck-Rousseau, conocido como Pierre Waldeck
Rousseau, primer ministro en Francia por aquel entonces, y por Félix Martin-Feuillée, secretario
del ministro de justicia durante el gobierno de Gambetta.
También se opuso a la abolición de la pena de muerte, propuesta en 1906 por un alianza
de radicales y socialistas, y, finalmente, rechazada en 1908, por considerar que algunos
criminales eran irredimibles.

La Escuela Lacassagne

Se trató de una escuela muy influyente en Francia desde 1885 hasta 1914. En su tesis
principal, en 1913, Lacassagne declaró:
"El entorno social es el caldo de cultivo de la criminalidad; El germen es el criminal, un
elemento que no tiene ninguna importancia hasta el día donde encuentra el caldo que hace
fermentar. Para el fatalismo que sigue inevitablemente de la teoría antropológica, nos oponemos a
la iniciativa social. La justicia marchita, corrompe la prisión y la sociedad tiene los delincuentes
que se merece".
Lacassagne fue influenciado, principalmente, por Lombroso, pero comenzó a separarse de
este último a raíz de la teoría del "criminal nato", de un "tipo criminal" y su insistencia en la
herencia. Bajo la influencia del sociólogo Jean-Gabriel De Tarde, Lacassagne puso mayor énfasis
en la influencia del medio ambiente, aunque el determinismo ambiental no excluye, desde su
punto de vista, las cuestiones hereditarias ni las anomalías físicas.

Jean Gabriel tarde (1843/03/12 - 1904/05/13)

Criminólogo, sociólogo y psicólogo social francés. Área: Sociología, criminología,


psicología social Nació el 12 de marzo de 1843, Sarlat-la-Canéda, Francia. Se crió en el seno de
una familia aristocrática. Cursó estudios en la escuela politécnica, después estudió Derecho en la
Universidad de Toulouse y en la Universidad de París.
Juez de instrucción en Sarlat y sus alrededores. Magistrado provincial del gobierno
francés, en 1894 fue nombrado director de Estadística Criminal del Ministerio de Justicia en
París. Instalado en la capital publicó la mayoría de sus obras.
En 1899 ocupó el asiento de Filosofía Moderna en el Colegio de Francia. Un año después,
le nombraron miembro de la Academia de Ciencias Morales y Políticas.

Mente Grupal

Concibió la sociología como basada en pequeñas interacciones psicológicas entre


individuos, siendo las fuerzas fundamentales la imitación y la innovación. Entre sus conceptos
estaba la "mente grupal", posteriormente retomado y desarrollado por Gustave Le Bon, y
propuesto para explicar la llamada psicología de masas y la psicología económica.
Distinguió tres fases recurrentes de desarrollo social: repetición, oposición y adaptación.
En 1886, publicó Criminalidad comparada, donde criticó el reduccionismo biológico del
criminólogo italiano Cesare Lombroso, exponiendo su teoría de que las causas del delito son
básicamente sociales. También escribió: Las leyes de la imitación (1890), La lógica social (1895)
y La oposición universal (1897).
Contrajo matrimonio de 1887, fue padre de tres hijos: Paul, Alfred y Guillaume. Falleció
el 13 de mayo de 1904, París, Francia.

Leyes de la imitación

Para Tarde toda la ciencia tiene como objeto comprobar repeticiones, porque el fondo es,
al fin y al cabo, una repetición que se manifiesta como ondulación en el orden físico, como
herencia en el orden orgánico, y como imitación en el orden social.
La teoría Sociológica de Tarde gira alrededor de tres conceptos centrales: invención,
imitación y oposición. Tarde dice que la invención es la fuente primaria de toda invención y
progreso, es el punto de partida. La fuente de toda invención se encuentra en las asociaciones
creativas que se originan en la mente de los individuos, los cuales:
a) Reconocen que determinada meta es deseable.
b) Tratan de llegar a esa meta con los medios existentes.
c) Por alguna razón los medios son insuficientes.
d) Afirman la necesidad de generar nuevos medios para lograr alcanzar la meta.
e) Crean, inventan, algo adecuado.

Tarde analiza las relaciones entre la invención y estratificación social, ya que las clases
superiores tienen mucho más tiempo y medios para inventar. Ciertos inventos o descubrimientos
son más fácilmente aceptados que otros, y por lo tanto más fácilmente imitados. La imitación que
es definida por Tarde como " una cuasi reproducción fotográfica de una imagen cerebral”, puede
ser de dos tipos, lógica o extralógica. (Tarde, 1969; citado en Rodríguez M., 2003)
La imitación lógica es aquella en la cual los aspectos racionales y lógicos son enfatizados,
y cuando una particular invención está más cerca de la más avanzada tecnología en la sociedad,
más será imitada. La imitación extralógica desciende de las capas sociales más altas hacia las
capas bajas, es decir que el origen de invenciones tiende a ser imitada por aquellas partes de la
sociedad que están más cerca de la fuente de invención, y posteriormente serán imitadas por las
partes más distantes.
La teoría Tardiana ha aportado indicios al estudio de la Criminología, percibiendo el
crimen desde la perspectiva empática e imitativa y el criminal como un ser empático e imitador.
Tarde menciona que el criminal imitador carece de originalidad, ya que parece un ser
hipnotizado o sonámbulo, que no sabe a ciencia cierta lo que hace, o lo hace como en estado
onírico.

Gracias al conocimiento de las leyes de la imitación, hoy en día se percibe un boom, o modus
operandi criminal en boga, ya que algunos criminales procuran estar a la vanguardia, a la moda, a
lo que remunera más y es poco riesgoso.

Pensamiento criminológico

Tarde piensa que la conducta criminal nace de la sociedad misma, con sus influjos
psicológicos y morales, con su propagación de ideas malas o buenas, la imitación influye
inmediatamente sobre el individuo más que el clima, el morbo, la herencia, o la epilepsia.
El crecimiento de las grandes ciudades es de suma relevancia, ya que en ellas el fenómeno
de la imitación es más optativo y frecuente, donde hay mayor número de bienes y satisfacciones,
y los riesgos son menores por la facilidad de camuflaje o esconderse, además de la delicadeza de
los sistemas penales.
Los factores criminógenos básicos no son la pobreza o la riqueza, sino el sentimiento de
felicidad o infelicidad, de satisfacción o insatisfacción, en la difusión de las necesidades
artificiales y en la hiperestimulación de las aspiraciones Expresa Tarde que el incremento de la
tasa de criminalidad en el mundo moderno puede deberse a 5 factores:
1. La irrupción del tabú moral basada en el sistema ético del cristianismo.
2. Impulso de las clases media y baja de la sociedad de un deseo por avanzar, por superarse
socialmente, y por una gran demanda por lujos y comodidades. éste lleva a movilidad
geográfica y aun debilitamiento de las clases tradicionales que hay en la familia.
3. La emigración del campo a la ciudad, lo que lleva a mayores empleos frente a una oferta
insuficiente.
4. Formación de subculturas desviadas, con debilitamiento de la moral.
5. Las clases superiores se convierten cada vez menos seguras en sí mismas, como un
modelo para la conducta social hacia las clases inferiores.

Tarde cree que la naturaleza humana existe, con sus virtudes y sus vicios, sus pasiones
constructivas o destructivas. Las formas de expresión cambian, algunas veces radicalmente, pero
su esencia permanece intacta.
Para Tarde los dos efectos esenciales de la personalidad son: la creencia y el deseo. La
creencia se refiere al componente cognoscitivo de la personalidad, mientras que el deseo lo hace
al afectivo. Tanto creencias como deseos son introyectados por los individuos a través de un
proceso de imitación.

La responsabilidad

En su obra llamada Filosofía Penal, Tarde sugiere dos fundamentos de la responsabilidad:


la identidad personal y la similitud social.
La identidad personal. Para que se pueda hacer a un sujeto responsable tiene que haber
coincidencia entre su personalidad y el delito, pues su personalidad tiene que ser idéntica antes
del delito, en el momento del delito y después del delito.
La similitud social. Dentro del grupo social cada individuo debe estar adaptado, es decir,
que el sujeto debe tener similitud con su grupo social, si el sujeto carece de esas similitudes su
responsabilidad es limitada o no existe. Si el sujeto es inadaptado no puede ser responsable, por
lo tanto, a este sujeto no se le podrá imponer una pena, deberá imponérsele una medida de
seguridad.

Emilio Durkheim (1858-1917)


Émile Durkheim (Épinal, Alsacia-Champaña-Ardenas-Lorena, 15 de abril de 1858 –
París, 15 de noviembre de 1917) fue un sociólogo y filósofo francés. Estableció formalmente la
sociología como disciplina académica y, junto con Karl Marx y Max Weber, es considerado uno
de los padres fundadores de dicha ciencia.
Teoría sociológica

Los sociólogos anteriores veían la sociología no como un ámbito autónomo de


investigación, sino a través de acercamientos psicológicos u orgánicos. Durkheim, por el
contrario, concibió la existencia de fenómenos específicamente sociales («hechos sociales»), que
constituyen unidades de estudio que no pueden ser abordadas con técnicas que no sean
específicamente sociológicas. Así mismo, redefinió la sociología como la ciencia que tiene como
objeto el estudio de estos hechos.
Durkheim definió a los hechos sociales en Las reglas del método sociológico como: «[...]
modos de actuar, pensar y sentir externos al individuo, y que poseen un poder de coerción en
virtud del cual se imponen a él.
Dichos «hechos sociales» existen con anterioridad al nacimiento de un individuo en
determinada sociedad y por lo tanto, son exteriores a él. Son colectivos porque son parte de la
cultura de la sociedad, y son coercitivos porque los individuos se educan conforme a las normas y
reglas de la sociedad solo por el hecho de nacer en ella. Durkheim afirmó: «si existían antes es
que existen fuera de nosotros» y menciona como ejemplos la lengua natal, la escritura y el
sistema monetario.
Durkheim también afirmó que la sociedad es algo que está fuera y dentro del individuo al
mismo tiempo, gracias a que este adopta e interioriza sus valores y su moral. El «hecho social»
tiene una fuerte capacidad de coerción y de sujeción respecto del individuo. Por ende, el hecho
social no puede reducirse a simples datos psicológicos, y la conciencia colectiva prima siempre
sobre el pensamiento individual, siendo entonces la sociedad, y no el individuo, la unidad de
análisis primordial de la sociología.
«Amar la sociedad es amar algo más allá de nosotros mismos y algo en nosotros mismos».
Esta curiosa frase de Émile Durkheim expresa la influencia que puede tener la sociedad en las
personas. Reconociendo que la sociedad existe más allá de nosotros mismos, ella es mucho más
que los individuos que la componen; la sociedad tiene una vida propia que se extiende más allá
de nuestras experiencias personales. La sociedad tiene el poder de determinar nuestros
pensamientos y acciones.
Siguió siendo una fuerza dominante en la vida intelectual francesa hasta su muerte en
1917, presentando numerosas conferencias y publicando trabajos sobre una variedad de temas,
incluida la sociología del conocimiento, la moralidad, la estratificación social, la religión, el
derecho, la educación y la desviación. Desde entonces, términos durkheimianos como conciencia
colectiva han entrado en el léxico popular

El crimen, fenómeno normal

La normalidad para Durkheim es un estado de hecho, no un juicio moral o filosófico; es


una conclusión estadística. El delito debe ser aceptado como un hecho social, como parte
integrante de una sociedad, el cual no puede ser eliminado con un acto de voluntad. En sí el delito
es un hecho normal, no deduciéndose de esto que el criminal como individuo sea normal desde el
punto de vista biológico o psicológico. Cualquier sociedad normal siempre ha tenido algunos
individuos anormales.
Hacer del crimen una enfermedad social, dice Durkheim, sería admitir que la enfermedad
no es cualquier cosa accidental, sino al contrario, deriva en ciertos casos de la constitución
fundamental del ser viviente.
Afirma Durkheim que, en primer lugar, el crimen es normal, porque una sociedad que
estuviera exenta de él es a todas luces un hecho imposible, y agrega que si hay un hecho penal en
el que el carácter patológico parece incontestable, éste es el crimen.

Utilidad del crimen

Subraya Durkheim que hay " una conexión entre el delito y las condiciones fundamentales
de la sociedad, y este es útil, porque las condiciones de las cuales forma parte son indispensables
a la normal evolución de la moral y el derecho. Sin las desviaciones no se puede verificar
adaptación, evolución, progreso; sin este karma la sociedad no podría sobrevivir" (Durkheim,
1977:70).
El crimen es por lo tanto indispensable: está ligado a las condiciones fundamentales de la
vida social, pero por ello mismo es útil; estas condiciones en las que el crimen es solitario, son
indispensables a la evolución normal de la moral y el derecho.
La anomia

En su obra " El suicidio", Durkheim (2003:60) clasifica en suicidio en tres tipos


diferentes:
a) El egoísta, con una excesiva afirmación del ego, el yo individual se afirma con exceso
frente al yo social.
b) El altruista, es por el contrario una despersonalización, y tiene como causa el espíritu de
renunciación y de abnegación.
c) Anómico, caracterizado por la ausencia de normas de conducta claramente definidas en el
sujeto que se priva de la vida.

De aquí inicia la teoría de la anomia, Durkheim reconoce dos formas de anomia:


- Anomia aguda, producida en casos de rápido y violento cambio social, en los cuales las
reglas tradicionales son eliminadas y los individuos y las clases pierden su lugar y su
proporción.
- Anomia crónica, que surge al aceptarse indiscriminadamente la doctrina del progreso más
rápido y despiadado, en la que las relaciones industriales y comerciales quedan libres de
todas las restricciones.
- Anomia reflejada como, la falta de normas cuando la desintegración del orden colectivo
permite que las aspiraciones del hombre se eleven por encima de toda posibilidad. La
sociedad no impone disciplina, no hay normas sociales que definan los objetivos de la
acción.
- Durkheim llega a la conclusión de que " los hechos fundamentales de la criminología se
presentan a nosotros bajo un aspecto enteramente nuevo. Contrariamente a las ideas
corrientes, el criminal no aparece más como un ser radicalmente insociable, como una
suerte de elemento parásito, de cuerpo extraño e inasimilable, introducido al seno de la
sociedad; es un agente regular de la vida social" (Durkheim, 1977:71).
LA ESCUELA CRIMINOLÓGICA ALEMANA “FRANZ VON LISZT”.

Franz Ritter von Liszt (Viena, 2 de marzo de 1851-Seeheim-Jugenheim, 21 de junio de


1919) fue un jurista y político alemán de origen austríaco conocido por sus aportes en el campo
del derecho penal y del derecho internacional público.
Von Liszt integra la corriente "causalista naturalista" en la teoría del delito, a la que
también pertenece Ernst von Beling. Según los causalistas naturalistas, la acción es una causación
o no evitación de una modificación (de un resultado) del mundo exterior mediante una conducta
voluntaria.
En 1881 el alemán Von Liszt, expone su interés por indagar a la criminalidad a través de
conocimientos criminologicos con tintes bio-sociologicos, desarrollando así una tendencia por el
conocimiento científico. Liszt realiza la mezcla entre elementos de la Escuela Clásica y Escuela
Positivista para así dar génesis a una teoría ecléctica dando lugar a un esquema de la teoría del
crimen llamada Causalismo Naturalista del Crimen. Liszt ademas de esto él acepta una
«conciencia común» y se proclama por el vínculo entre penas y medidas de seguridad.

Aportaciones de la Joven Escuela:


- Sustituir a las especulaciones filosóficas por el pragmatismo
- El estado peligroso en lugar del libre albedrío
- Se desconoce al libre albedrío, pero se admite la existencia de una impresión de libertad
interna en el individuo
- Expone al crimen como un fenómeno natural y ente jurídico
- La pena con base en la defensa social
- Aceptación de las penas y medidas de seguridad
- Clasificación de los criminales en normales y anormales

Franz von Liszt, inaugura la cátedra en la Universidad de Marburgo en 1882, postulando una
ciencia total de Derecho Penal, incluyendo la Antropología Criminal, la Psicología Criminal y la
Estadística Criminal. En la escena académica del imperio alemán, los estudios penales reciben tal
impulso que surge una moderna escuela, en contraparte a la de Ferri en Italia.
Franz von Liszt

Fundador de la Escuela de Marburgo, y de la Unión Internacional del derecho Penal.


Concibe el delito como un ente jurídico y como fenómeno natural o social producto de factores
endógenos y exógenos. Se pronuncia contra el tipo criminal, afirma que es errónea toda
concepción puramente biológica del crimen. Dice. “la teoría del crimen causal y explicativa,
puede ser llamada Criminología”, como ciencia sintética abarca en su contenido la Antropología
Criminal y la Sociología Criminal. Deja fuera de la Criminología a la Política Criminal, ésta
juega una función que hace necesaria la reforma de la legislación penal, hacia la pena fin, como
instrumento de tutela de los bienes jurídicos y por lo cual la pena se justifica, afirmando que la
pena justa es la pena necesaria.

La doctrina de Franz Von Liszt

Von Liszt sostuvo que el delito es el resultado de causas de diversa índole, unas de
carácter individual, otras de carácter externo, físicas y sociales, primordialmente económicas.
Franz von Liszt establece una orientación positiva biosociológica. El delito tiene base
predeterminada.
Liszt sostuvo que el delito es el resultado de causas de diversa índole, unas de carácter
individual, otras de carácter externo, físicas y sociales, primordialmente económicas.
La pena se justifica porque mantiene el orden jurídico y como consecuencia de ello, la
seguridad social. La pena es de carácter preventivo y no sólo retributivo.
La característica esencial de esta doctrina está por el rechazo de la concepción
antropológica y unilateral del delito, al par que se realiza la importancia de los sociales, de donde
deriva su designación.
Franz Von Liszt inspirado en los principios de la Escuela de Marburgo funda en 1888 La
Unión Internacional De Derecho Penal junto a Adolfo Merkel y Ricardo Hamel. Se encauza en la
línea de escuelas intermedias.
LA PSIQUIATRÍA

Esta se encarga de lo que es psíquicamente anormal, de los criminales anormales y de las


personas que sufren alguna anomalía y que producto de esto llegan a cometer algunos delitos,
estos realmente llegan a representar un número muy pequeño dentro de los casos delictivos. La
psiquiatría en esta rama se ocupa del estudio de las anomalías del delincuente desde un punto de
vista empírico, y así poder determinar el nivel de peligrosidad, imputabilidad y responsabilidad
del imputado, en la rama forense, esta se relaciona con criminología para aportar datos en cuanto
a casos que lo ameriten y de esta manera poder realizar los informes forenses pertinentes, de esta
manera el juez tendrá una base fundamental para dictaminar una sentencia y depende de esta se
tomaran las medidas para la administración de justicia. En casos severos se dictamina la reclusión
del acusado en instituciones psiquiátricas, pero en Venezuela lamentablemente no se cuenta con
este tipo de instituciones, por ende, se lleva a cao lo que se conoce como arresto domiciliario.
En su aporte Phillippe Pinel, consideraba las enfermedades mentales como un desarreglo
de las facultades cerebrales causadas por ciertos números de situaciones, como, por ejemplo,
causas físicas, herederas y por causas morales.

EL PSICOANÁLISIS

Es un método investigativo y de tratamiento terapéutico de algunas enfermedades


mentales, que parte desde la comprensión del comportamiento, modos de pensar del paciente y
sus sentimientos. Este método fue fundado por el medico neurólogo austriaco Sigmund Freud a
finales del siglo XIX, cuando buscaba el tratamiento para los pacientes neuróticos o histéricos. La
principal aportación de este médico como padre del psicoanálisis es su revolucionaria forma de
acercarse a la realidad de explicar el comportamiento humano y las causas de las neurosis. Este
señala que los actos del ser humano no encuentran su fundamento en la razón, sino más bien en
ese saber no sabido del inconsciente.
El concepto del inconsciente es en su mayor parte imaginario, en el sentido de que nunca
ha sido observado directamente, pero al mismo tiempo es metódico, por el hecho de representar
una consecuencia necesaria para explicar, de una manera lógica y sistemática. El estudio de los
contenidos del inconsciente permite explicar y demostrar que los actos mentales tienen una causa
definida, siguen un propósito y son emocionalmente lógicos. Para Freud los lapsus y el sueño son
el mejor camino para llegar al inconsciente.

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