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DERECHO ANIMAL Y VIOLENCIA FAMILIAR: EL SILENCIO DE LOS

TÍTULO:
INOCENTES
AUTOR/ES: Ortiz, Diego O.
PUBLICACIÓN: Temas de Derecho de Familia, Sucesiones y Bioética
TOMO/BOLETÍN: -
PÁGINA: -
MES: Octubre
AÑO: 2018

DIEGO O. ORTIZ(*)

DERECHO ANIMAL Y VIOLENCIA FAMILIAR: EL SILENCIO DE LOS


INOCENTES

I - INTRODUCCIÓN DEL TEMA


¿Es posible relacionar el derecho animal con situaciones de violencia familiar, y con el procedimiento civil
de violencia familiar o el penal por delitos especiales relacionados con la violencia de género?, en caso de
contestar afirmativamente, ¿en dónde se relacionan, y qué podemos hacer frente a ello? Tal vez, la primera
respuesta no la brinde el derecho, sino el afecto que tenemos por nuestras mascotas y el miedo de que sean
dañadas por el agresor.
El maltrato a los animales de compañía es utilizado como un medio muy poderoso de presión, opresión y
castigo a la pareja, provocando daños psicológicos inmensos a la víctima (1). Este es uno de los instrumentos de
ataque que el agresor utiliza para dañarnos, maltratar a alguien que amamos, como nuestros animales.
La idea de este artículo es mencionar la relación que existe entre el derecho animal y el procedimiento de
violencia familiar.

II - LA IMPUNIDAD COMO PERMISO PARA MALTRATAR


Las agresiones de cualquier tipo (física, psicológica, sexual, económica y simbólica) se dan generalmente
en un ámbito privado o desprovisto de la mirada de terceros, lo que acrecienta la duda sobre su veracidad y da
el agresor una carta blanca para ejercer maltrato no solo hacia su pareja e hijos, sino que también a sus
mascotas.
Los animales son testigos silenciosos de estas situaciones de violencia, que más de una vez los involucra
directamente. La cuestión se complejiza cuando a este tema no se le da la entidad suficiente que permita
tomar acciones concretas frente al maltrato padecido.
El animal se encuentra vulnerable desde varios puntos de vista, por estar imposibilitado de denunciar, por
el contexto en el que se dan los tipos de violencia y por la invisibilización de los operadores que omiten y no
detectan este tipo de situaciones. A esto se le suma la existencia de exiguas penas para frenar el maltrato
animal, los pocos aportes doctrinarios sobre el tema y la escasez de jurisprudencia que relacionen estos temas.
Saleno ha dicho, con respecto a este tema, que el hecho de que el maltrato animal esté tan poco penado y
menos perseguido resulta ser un acicate para que los maltratadores usen a los animales de compañía como
forma de herir a sus parejas, y es una clara evidencia de que es más que posible que la mujer, hijos, ancianos
o cualesquiera personas que convivan con el maltratador sean las próximas en recibir las palizas del agresor. (2)

III - LAS RELACIONES CON EL DERECHO ANIMAL


a) Los hechos relatados en la denuncia
Uno de los aspectos en los que se da esta relación es en los diferentes hechos de violencia que relatan las
personas cuando interponen una denuncia o solicitan algún tipo de orientación psicológica y/o asesoramiento
legal. De los mismos surgen muchas veces situaciones de violencia del agresor hacia sus mascotas.
En Reino Unido, un estudio reveló que en un 66% de los casos de violencia doméstica hacia la mujer han
sido acompañados por el maltrato físico de su animal de compañía por parte del cónyuge. (3)
Una vez que los operadores en la temática (abogado/a, psicólogo/a, médico/a, trabajadores/as sociales),
escuchan activamente estos hechos lo deben encuadrar en los tipos de violencia para realizar una determinada
intervención acorde a su disciplina, requerimiento institucional, etc.
b) Los tipos de violencia
Con respecto al análisis de los tipos de violencia, el mismo se presenta en cómo considerar el maltrato
animal en un contexto de violencia familiar como violencia ambiental, patrimonial y/o psicológica.
La violencia ambiental se refiere a la agresión que se produce en el ambiente generado por el agresor, al
arrojar objetos, romper muebles, vidrios, etc.
La violencia económica y/o patrimonial es aquella en la que se produce un menoscabo en los recursos
económicos o patrimoniales de la persona en situación de violencia, ya sea por la destrucción, retención,
desposesión, limitación, negación, etc.
La violencia psicológica supone varias conductas que realiza el agresor desde insultos, vigilancia, actos
denigratorios, chantaje, ridiculización, acoso, hostigamiento, amenaza, etc.
La ley 5420 de prevención y protección integral contra abuso y maltrato a los adultos mayores (4) de CABA,
se enmarca en un plexo normativo conformado por determinadas leyes, como la 24417 de protección contra la
violencia familiar, la ley 4203 de adhesión y la 26485 de protección integral. El artículo 5 expresa los tipos de
maltrato. Entre ellos, el maltrato ambiental alude a la destrucción de objetos personales, dañar y/o matar
animales domésticos(5), esconder pertenencias de la víctima.
Este tipo de maltrato es incluido de manera independiente, a diferencia de la ley de protección 26485 que
lo incluiría dentro del maltrato psicológico. Por otra parte, se incluye el maltrato animal dentro de este tipo, lo
que llevaría a un debate que -en resumen- sería el siguiente: el maltrato al animal de un adulto mayor, ¿es
violencia ambiental y/o psicológica?, ¿se pueden ejercer acciones para proteger al animal? En caso afirmativo,
¿qué tipo de acciones?(6)
Si tomamos a los animales como si fueran objetos de las personas agredidas, la violencia podría ser
patrimonial, porque su muerte o daño sería como la destrucción de un recurso y si en cambio los tomaríamos
como personas no humanas, este tipo de situaciones serían como violencia psicológica. La aclaración no es
terminológica, sino que implica un posicionamiento ideológico con respecto a considerar a los animales como
personas no humanas y en consecuencias actuar acorde a dicha postura.

IV - LAS POSIBLES INTERVENCIONES


a) La visibilización del operador del derecho de las situaciones de maltrato animal dentro del
contexto de violencia familiar
Dada la situación de vulnerabilidad en la que se encuentran los animales que atraviesan situaciones de
violencia doméstica, es importante el rol de los operadores en visibilizar este maltrato para poder actuar en
consonancia con el mismo. Un ejemplo lo configura el rol del juez que debe proteger la integridad psicofísica de
la parte denunciante y detectar este maltrato para responsabilizar penalmente al agresor.
Si bien este no es un fallo de carácter civil sino penal, plantea la conexión entre delitos vinculados a
situaciones de violencia familiar y el derecho animal. En el fallo (7), en la audiencia de juicio abreviado se
interroga al imputado.
En la Subcomisaría de Lavalle, la señora manifiesta que, en fecha 10/2/2018 a las 09:00 horas, salió de su
domicilio rumbo a su trabajo. Al regresar, cuando se dispuso a preparar la mesa para comer, escuchó que el
perro de su padre comenzó a ladrar, momento en que Ariel Eduardo Gutiérrez en aparente estado de ebriedad
realizó un golpe con la planta del pie a la puerta de ingreso causando daños, ya que desprendió una parte del
marco fijo; que en la mesa se encontraba comiendo su padre quien logró agarrar el plato. Posteriormente, la
denunciante sacó al acusado hacía la vereda, quien tomó un pedazo de ladrillo y hacía ademanes de lanzárselo
al perro a la vez que arrojaba golpes de puño hacia la pared.
El día 6/2/2018, el acusado ingresó al domicilio sin previo aviso. Luego, su mascota, que es un perro de
porte mediano -desconoce su raza-, pelaje negro, aullaba fuerte en el baño, por lo que al ir a verificar lo que
sucedía y querer ingresar vio al acusado trabándole la puerta ocasión en la que pudo observar que Ariel lo
estaba ahorcando al perro. Por tal motivo le solicitó que abriera la puerta y soltara al animal. Fue en esos
momentos que la dicente agarró al perro, mientras el acusado que se encontraba en el baño en aparente
estado de ebriedad le profirió insultos, agregando que el acusado es una persona con problemas de adicciones
y que en el terreno no se encontraban ninguno de sus otros hermanos.
Señalando que los hechos así descriptos han sido calificados como constitutivos de los delitos de daños,
malos tratos a los animales y desobediencia judicial (dos hechos).
Haciendo saber que la escala penal aplicable para el concurso delictivo asignado, y las pautas contenidas
en los artículos 40 y 41 del Código Penal, han acordado la pena de cuatro meses de prisión de ejecución
efectiva por resultar autor material y penalmente responsable de los delitos de daño, malos tratos a los
animales y Desobediencia Judicial por el que viene acusado.
En la audiencia del juicio abreviado, el imputado junto a su abogado defensor reconoció su responsabilidad
y aceptó la pretensión punitiva del órgano acusador.
En lo que respecta al delito de malos tratos a los animales y conforme ha quedado delineado el factum de
la hipótesis acusatoria, se tribuye al encausado un comportamiento orientado voluntariamente a infligir malos
tratos al perro del padre de la denunciante, al sujetarlo por el cuello con una soga y pretender ahorcarlo y con
ello lograr la muerte del animal, lo que no pudo concretar en virtud de la oportuna intervención de la señora C.
Al respecto cabe recordar que el delito de maltrato de animal es un delito de resultado material que requiere
de la muerte o una lesión que cause al animal un grave menoscabo físico, esto es, que requiera una primera
asistencia veterinaria y tratamiento facultativo o quirúrgico.
Con la muerte o las lesiones queda consumado el delito, permitiendo las formas imperfectas de ejecución,
cuál sería la acción de no llegar a causar la muerte o una lesión grave pese al maltrato cruel infligido, causando
solo lesiones leves, siempre que se trate de un maltrato de mayor gravedad que atendiendo a la intensidad y
al número de actos realizados objetivamente hubiesen podido acabar con la vida del animal o herirlo
gravemente.
El tipo subjetivo del delito está integrado por el ensañamiento, elemento que puede ser entendido como
un dolo directo de hacer sufrir perversamente al animal y un carácter deliberado y premeditado de la acción,
sabiendo que esta acción ejercida o la omisión causarán dolor o la muerte o causarán un malestar innecesario
al animal. En tal sentido, las normas de la ley 14346 protegen a los animales de los actos de crueldad y
maltrato, no ya en un superado sentimiento de piedad sino como un reconocimiento normativo de una esfera o
marco de derechos para otras especies que deben ser preservadas, no solo de la depredación sino también de
un trato incompatible con la mínima racionalidad. El concepto de persona incluye en nuestras sociedades
pluralistas y anonimizadas también un modo racional de contacto con los animales que excluye los tratos
crueles y degradantes, considerando que el respeto hacia los animales por el hombre está ligado al respeto de
los hombres entre ellos mismos.
La señora vocal falla: I - condenando a la pena de cuatro meses de prisión de ejecución efectiva y costas
por resultar autor material y penalmente responsable de los delitos de daños, malos tratos a los animales y
desobediencia judicial (dos hechos) en concurso real [arts. 183, CP; arts. 1 y 3, inc. 7), L. 14346 y arts. 239,
55, 26, 29, párr. tercero, 40, 41, 45, CP]. Disponiendo que el nombrado se inmediatamente alojado en la
unidad carcelaria local; II - disponiendo que G. reciba tratamiento psicoterapéutico por la adicción al consumo
de bebidas alcohólicas que dijo padecer, debiendo el señor director de la unidad carcelaria local arbitrar todas
las diligencias encaminadas a dar efectivo cumplimiento a la medida dispuesta y remitir las constancias
correspondientes en el término de 72 horas, con expreso apercibiendo de incurrir en desobediencia judicial.
b) Comentarios al fallo
En el fallo mencionado anteriormente, de los hechos surgen situaciones de maltrato animal en un contexto
de violencia de género, en su modalidad doméstica caracterizado por amedrentamientos, violación de
domicilio, agresión verbal, daños, adicción al alcohol, etc.
Entre las situaciones de maltrato animal encontramos amenazas de lanzar objetos a la mascota de la
familia. Previamente el imputado lo había intentado ahorcar con una soga.
Todas estas situaciones tienen como finalidad dañar no solo al animal, sino a la integridad psicofísica de la
persona.
En lo que respecta al delito de maltrato animal, se analiza que la actitud del imputado ha sido orientada a
infligir malos tratos al perro. Agrega que las normas de la ley 14346 protegen a los animales de los actos de
crueldad y maltrato, no ya en un superado sentimiento de piedad sino como un reconocimiento normativo de
una esfera o marco de derechos para otras especies que deben ser preservadas, no solo de la depredación sino
también de un trato incompatible con la mínima racionalidad. El concepto de persona incluye en nuestras
sociedades pluralistas y anonimizadas también un modo racional de contacto con los animales que excluye los
tratos crueles y degradantes, considerando que el respeto hacia los animales por el hombre está ligado al
respeto de los hombres entre ellos mismos.
Podemos pensar que la pena impuesta es mínima en razón de lo acontecido. Sin embargo, lo exiguo de la
pena no impide el reconocimiento del fallo al visibilizar este tema en este contexto de violencia.
c) La presencia de los animales como asistentes en estos supuestos
Como corolario del presente trabajo y dado la relación entre el derecho animal y las situaciones de
violencia familiar, vale agregar como aporte la labor de los perros asistentes en casos de violencia familiar.
Advertimos de antemano que el debate que puede surgir con respecto a este tema es la utilización de un
animal para esta labor, su posible explotación e imposibilidad de desarrollarse libremente en su medio
ambiente. No obstante a los fines informativos explicaré este sistema.
El sistema de perros de asistencia judicial consiste en la utilización de perros profesionalmente entrenados,
en los juzgados penales y de familia, para proporcionar apoyo emocional a todas las personas que participan o
acuden al sistema judicial, especialmente a menores víctimas de delitos sexuales, o violencia intrafamiliar, y
personas vulnerables. Estos perros acompañan a niñas, niños, adolescentes y adultos en las audiencias
reservadas ante los jueces. Es un servicio judicial gratuito, que se solicita ante la unidad de atención al público
del tribunal respectivo.
El fundamento de su intervención es que el perro es un elemento de apoyo para que el niño
emocionalmente se encuentre mejor.
Finalmente, los perros constituyen una herramienta para el fiscal y el juez, ya que permiten lograr
declaraciones testimoniales más detalladas y veraces, que lógicamente afectarán al fallo judicial, al obtener la
mayor cantidad de información, y de la manera menos dañina y traumática para los menores. (8)
Respecto de los antecedentes, el uso de los perros de asistencia judicial fue desarrollado en Estados
Unidos por la entonces fiscal Ellen O’Neill-Stephens, de la división criminal de Seattle, en 2003. Un niño
bloqueado se negaba a hablar con el fiscal sobre los abusos que había sufrido por parte de su madre, a la vez
que dos gemelas de siete años aguardaban aterrorizadas ante la idea de testificar contra su padre frente a un
juez en un caso de abuso sexual. Por los pasillos de las oficinas de la fiscalía del condado de King (Seattle)
correteaba Jeeter, un labrador rubio y sociable. Entonces, la fiscal algo frustrada y atascada ante el silencio de
los menores tuvo una idea: presentar al perro a los traumatizados pequeños y dejarles pasar un tiempo con él.
Los menores jugaron con Jeeter media hora en una sala. El experimento surtió efecto, disminuyendo el estrés,
a la vez que junto al animal las víctimas pudieron abrirse, hablar y proporcionar a la fiscal suficiente
información para presentar cargos contra los acusados.
Ellen no tardó en darse cuenta de las capacidades de aquel labrador (neutralidad y energía positiva), para
reducir la tensión en la atmósfera hostil de un tribunal, y enseguida sintió la necesidad de poner el concepto en
marcha de una forma organizada. Pronto, la idea se extendió a los sistemas judiciales de Canadá y Chile.
En el caso puntual del Primer Juzgado de Familia de Santiago de Chile, a cargo de la doctora Alejandra
Valencia, se implementó el proyecto, con una perra labradora llamada Peseta y su hija (Rayén), su sucesora.
Su tarea consiste en apoyar emocionalmente a los niños que tienen que prestar declaración en las causas que
por ante ese tribunal tramitan, siendo la mecánica la de jugar con ellos y acompañarlos posteriormente a la
Sala de Audiencias, para que puedan responder a las preguntas de los jueces sin la tensión propia de este tipo
de trámites procesales. El perro juega con el niño tiempo antes de llevarse a cabo las audiencias, a las que lo
acompañará, por cuanto se encontrará solo frente a un magistrado.
Peseta empezó a trabajar en el tribunal en enero/2010, autorizada por una resolución de la Corte de
Apelaciones, y es solicitada, en promedio, 16 veces al mes para acompañar a adultos mayores, personas con
discapacidad, mujeres embarazadas, adolescentes y, sobre todo, a niñas y niños.

V - ACCIONES A IMPLEMENTAR FRENTE A ESTE FLAGELO


Frente a lo expuesto, hay una realidad incontrastable en donde el problema puede ser visibilizado pero no
existe un marco protector específico para ser utilizado por el operador para poder frenar este tipo de
situaciones. En donde el juez puede detectar las situaciones de maltrato animal en una denuncia de violencia
familiar, pero se encuentra imposibilitado de accionar, dada la escasez o ausencia de herramientas a aplicar
para el agresor.
Saleno, con respecto a esto, postula como acciones la formación de los veterinarios en la detección del
maltrato relacionado con la violencia de género, la elaboración de un protocolo de actuación y el
endurecimiento de las penas a los maltratadores de animales serían unas excelentes medidas preventivas de
protección a las personas indefensas.
Debemos luchar en todos los frentes contra la lacra de la violencia de género hasta su total eliminación, y
en esto, los centros veterinarios pueden representar un pilar muy importante en su detección temprana. (9)

VI - CONCLUSIÓN
Como conclusión, debemos desnaturalizar el maltrato animal dentro de las situaciones de violencia familiar
para poder proteger a nuestros seres queridos que sufren en silencio la violencia perpetrada en los hogares.
 

Notas:
(*) Abogado (UBA). Profesor universitario en Ciencias Jurídicas (UBA). Especialista en Violencia Familiar (UMSA). Autor
de libros y artículos de su especialidad
(1) Saleno, Delia: “Violencia de género y maltrato animal, una conexión habitual” - Diario de Mallorca - 10/11/2015 -
https://www.diariodemallorca.es/opinion/2015/11/10/violencia-genero-maltrato-animal-conexion/1069615.html
(fecha de consulta: 17/5/2018)
(2) Saleno, Delia: “Violencia de género y maltrato animal, una conexión habitual” - Diario de Mallorca - 10/11/2015 -
https://www.diariodemallorca.es/opinion/2015/11/10/violencia-genero-maltrato-animal-conexion/1069615.html
(fecha de consulta: 17/5/2018)
(3) Estadística citada por Saleno, Delia: “Violencia de género y maltrato animal, una conexión habitual” - Diario de
Mallorca - 10/11/2015 - https://www.diariodemallorca.es/opinion/2015/11/10/violencia-genero-maltrato-animal-
conexion/1069615.html (fecha de consulta: 17/5/2018)
(4) BO: 8/1/2016
(5) El destacado me pertenece
(6) Ortiz, Diego, O.: “Breves comentarios a la ley (CABA) 5420 sobre prevención y protección integral contra abuso y
maltrato a los adultos mayores” - 3/3/2016 - MJ-DOC-7626-AR|MJD7626
(7) “Juicio abreviado - G., Ariel E. por daños, malos tratos a los animales y desobediencia judicial en perjuicio de C., R.
I.” - Expte. JUI N° 148.910/18 - A.P. Nos. 137/18 y 158/18 - Subcom. Villa Lavalle L.I.F. N° 14/18 de la Fiscalía Penal
N° 4, Salta Capital - 12/3/2018
(8) Martínez, Paulina: “Sistema de perros de asistencia judicial: hacia una humanización del proceso penal y de
familia. Experiencia comparada. El caso de Chile” - Ed. IJ Editores
(9) Saleno, Delia: “Violencia de género y maltrato animal, una conexión habitual” - Diario de Mallorca - 10/11/2015 -
https://www.diariodemallorca.es/opinion/2015/11/10/violencia-genero-maltrato-animal-conexion/1069615.html
(fecha de consulta: 17/5/2018)
 

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