Está en la página 1de 4

José Pedro Varela (Montevideo, 19 de marzo de 1845 - ídem, 24 de octubre de 1879,34

años) fue un sociólogo, periodista y político de Uruguay.

Juventud

Inició su actividad periodística a los 20 años de edad (1865) en un periódico de moda y


novedades literarias llamado La revista literaria publicando, entre otros artículos, Los
gauchos, artículo donde expresa su visión urbana y europeizada sobre los habitantes de la
campaña de aquel entonces.
En 1867 realizó un viaje a París —casi obligatorio para su época y condición social—
donde visitó al poeta Víctor Hugo. Poco después viajó a los Estados Unidos donde conoció
al político y escritor argentino Domingo Faustino Sarmiento, quien despertó su interés por
los temas de la enseñanza, comenzando desde entonces una serie de investigaciones,
trabajos y propuestas que más tarde finalizarían en la implantación de la enseñanza
obligatoria por parte del estado uruguayo.
En 1868, ya en Montevideo, se dedicó a la actividad política a través del diario La Paz, que
dirigió hasta 1873. Al mismo tiempo creó la Sociedad de Amigos de la Educación Popular
junto a Elbio Fernández, Carlos María Ramírez y otros jóvenes de su generación.
En 1874 publicó La educacion del Pueblo 1876 publicó La legislación escolar, libro donde
demostraba no sólo la necesidad de una reforma escolar sino también suplausibilidad. Para
ello aportó datos estadísticos sobre la población del país, que manejó como argumentos de
su tesis, siendo el primero en usar esta herramienta en la historia intelectual del Uruguay.
Muere en 1879 cuando solo tenía 34 años, su hermano Jacobo Varela se encargó de
continuar con su reforma educativa.

Ley de Educación Común

Artículo principal: Reforma Vareliana


En 1876, durante el gobierno del Coronel Lorenzo Latorre, y a pesar de ser rival político de
éste, aceptó el cargo de Director de Instrucción Pública, presentando un proyecto de ley
por el cual el Estado uruguayo establecería la enseñanza escolar laica, gratuita y
obligatoria, organizando también sus institutos reguladores y las asignaturas a dictarse.
Este proyecto fue aprobado y convertido en ley el 24 de agosto de 1877 (Decreto Ley de
Educación Común).
De esta forma, y siguiendo la tendencia europea de aquel entonces, el estado pasaba a
tener el control de la enseñanza escolar, y con ella el de la formación intelectual del pueblo
uruguayo, inculcando desde entonces una cerrada visión nacionalista y autoindulgente
sobre el país, su pasado y su futuro, al tiempo que actuaba como elemento
homogeneizador de la diversidad social y étnico cultural del país, y de justificador de la
viabilidad histórica del mismo.
A pesar de la propuesta vareliana la laicidad en la educación uruguaya tardaría varias
décadas en llegar, ya que el Decreto Ley de Educación Común instauraba los principios de
obligatoriedad y gratuidad pero no el de laicidad. Esto fue objeto en su momento de
grandes discusiones pero el poder de la Iglesia Católica llevó a quitar el principio.
Pensamiento de Varela

[pic]
[pic]
Retrato junto a su esposa Adela Acevedo.

Liberalismo y positivismo

Varela participa de la creación de un partido radical liberal democrático (el cual peleó por el
voto universal, la igualdad en los derechos de la mujer, etc.) y que se oponía a los partidos
tradicionales. Desde donde se acusa a quienes se aprovechaban de la ignorancia del
pueblo para disputarse el poder político.
2 corrientes son las que predominan en el campo filosófico y político:
1. El liberalismo: la Constitución del año 1830 era liberal y contenía la idea del libre
comercio, la igualdad ante la ley, etc. En el siglo XIX van a surgir pensadores los cuales
van a reflexionar sobre como darle mayor participación a los sectores populares.
2. El positivismo: corriente filosófica que habla del conocimiento y del progreso humano,
cuyo principal representante fue Augusto Comte.
Comte había planteado la necesidad de sustituir el esquema clásico de la religión, por un
esquema dogmático que buscaba que la ciencia se convirtiera en una institución,
sustituyendo así a la Iglesia por la ciencia. Comte consideraba que las clases sociales eran
algo natural en la sociedad, y que la clave para solucionar todos los conflictos entre los
individuos y la sociedad era la enseñanza de las ciencias a todos los hombres (es decir, la
ciencia debía ser la encargada de decirle a los hombres lo que debían hacer). El
Positivismo se encuentra vinculado con las necesidades de los Nuevos Estados
Latinoamericanos y por esto algunos autores van a plantear la creación de una nueva
cultura, la cual se encuentre basada en las ciencias. Consideran a la educación como un
sinónimo de la regularidad social, control, progreso, estabilidad, etc.
En este contexto Varela considera que la educación era necesaria para el ejercicio de la
ciudadanía. “...La educación es cuestión de vital importancia, para aquellos pueblos que,
como el nuestro, han adoptado la forma de gobierno democrático-republicana (...) La
extensión del sufragio a todos los ciudadanos exige... la educación difundida a todos: ya
que sin ella el hombre no tiene la conciencia de sus actos”.
Considera que los pueblos que no tienen gobierno democrático-republicano no tienen
libertad en todas sus manifestaciones: “llamando a todos a tener participación activa en el
gobierno, dejando abierto el campo a todas las aspiraciones”. Sostiene que esta forma de
gobierno “despierta la acción y el pensamiento del individuo, en un grado desconocido para
los pueblos que viven bajo otra forma de gobierno”.
Fuente: La educación en la democracia.
“No profesemos ningún culto, pero tengamos la religión del porvenir, con la mirada fija en la
estrella de la justicia, que nos alumbre; marchemos incesantemente preparando el
establecimiento de la democracia, en la que el pueblo convertido en sacerdote y en rey
tendrá por guía y por Dios a la libertad”.
En este fragmento se observa claramente la concepción positivista porque establece que
no tengamos ningún culto, y liberal porque habla de las libertades.
Fuente: La Iglesia Católica y la Sociedad Moderna.
“La ilustración del pueblo, es la verdadera locomotora del progreso”. En esta frase
podemos apreciar nuevamente la ideal del Positivismo en José Pedro Varela, que habla del
progreso. Al utilizar la locomotora plantea la idea de la modernización, desde el punto de
vista de la educación la que llevará al progreso de la sociedad.
Varela consideraba que la educación y que el ideal Positivista, resolverían las
contradicciones del liberalismo clásico. Considera que el liberalismo clásico no puede
desarrollar el interés individual sin afectar al interés colectivo y que este problema se
resuelve con educación. Considera que la tiranía y que el militarismo se eliminaría de la
sociedad porque los pueblos podrían autogobernarse (ya que los individuos al poseer
educación, se encontrarán capaces de elegir su gobierno y ser libres).
Fuente: Los Gauchos.
Plantea también, que los conflictos sociales entre las distintas “clases sociales” (aunque no
habla de clases sino de humildes y de ricos) se resuelven con la convivencia. Juntas desde
sus primeros pasos en la educación los más privilegiados aprenderán a ser solidarios con
los que menos tienen y así superarán el egoísmo.

Su visión histórica

[pic]

José Pedro Varela.


En el siglo XIX la historia recién se estaba integrando a las universidades como tal, se
considera que la historia atravesó por 4 etapas:
1. La horda: constituye una etapa primitiva, en la cual las sociedades no producen su
existencia (son depredadores). No poseen agricultura, ganadería, etc.
2. La barbarie: es la etapa en la cual aparecen tribus más grandes con caudillos. Se
identifica al caudillismo con los grupos sueltos de la Edad Media, y a los gauchos se los
ubica en esta etapa. Se pensaba que los gauchos solo podían pertenecer a esta clase.
3. Etapa dirigida por las religiones: se encuentra constituida por los Estados Antiguos los
cuales eran gobernados por las diversas religiones.
4. Etapa del desarrollo del Capitalismo: se establece que el mejor sistema es la democracia
y era la meta de Varela, ya que era republicano, proponía la creación de un partido
democrático anticlericalista.

Su anticlericalismo

“El ideal moderno es la democracia. El reino de los cielos ha bajado a la tierra. Ya no basta
a la actividad humana un Dios como Júpiter, que permanece inmóvil en su trono, sin que
los dolores y las alegrías de los hombres lleguen a conmoverlo. Considera que es
necesario un Dios que se encarne en cada hombre, que vive y que palpite con el corazón
del pueblo. No un Dios de muerte, sino un Dios de vida”.
En este fragmento Varela hace referencia al Deísmo y al Ateísmo. Considera que para
crear una democracia se debe separar a la religión del Estado. Lo que se presenta como
un pensamiento identificado con la laicidad y las libertades intelectuales humanas.
Obras literarias

• Los gauchos (La Revista Literaria, n° 13, julio de 1865)


• Las Revoluciones (La Revista Literaria, n° 14, agosto de 1865)
• Francisco Bilbao y el catolicismo (El Siglo, 24 de noviembre de 1866)
• La Iglesia católica y la Sociedad moderna (El Siglo, 15 de diciembre de 1866)
• Ecos perdidos (poemas, 1868)
• Impresiones de viaje
• El sacerdote y la mujer en sus relaciones con la familia (1869)
• La educación del pueblo (1874)
• La legislación escolar (1876)

También podría gustarte