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1. Fase de Constitución
Se produce cuando los miembros del grupo toman contacto por primera vez
entre ellos y empiezan a conocerse unos a otros. Posterior a esto se designan, ya
sea consciente o inconscientemente, los roles y estatus que cada uno desempeña
dentro del grupo, dejándose claramente establecida la función y sobre quién
recaen los distintos liderazgos.
Un ejemplo práctico de cómo facilitar la constitución de un equipo lo vi en una
empresa internacional con la que trabajo. Cada vez que se constituye un equipo
para liderar un proyecto internacional con personas de diferentes
nacionalidades, realizamos un outdoor training como forma de facilitar el
contacto y la confianza entre los miembros del grupo.
2. Fase de Conflicto
Es donde empiezan a aparecer problemas, las personas empiezan a tener dudas
y muchas no se sienten integradas en el grupo. En inglés a esta fase se le llama
“Storming” (tormenta). Se lucha por influir, liderar, adoptar roles, empiezan a
aparecer distintos liderazgos. Si además la comunicación es deficiente e ineficaz,
esto dará origen a muchas dificultades que pueden llegar incluso a que el grupo
se quede parado sin llegar a superar esta fase.
Los mejores equipos son aquellos que viven el conflicto y las diferencias, que
hablan de ellas y que las confrontan.
Si pasamos de puntillas por el conflicto, seguramente éste volverá cuando
estemos ejecutando la tarea y sus consecuencias serán mucho más graves.
Es evidente que, aunque exista conflicto, tenemos que evitar los
comportamientos tóxicos y “hacernos daño”.
3. Fase de Normalización
Cuando el conflicto ya ha tenido lugar emerge la normalización. Aquí todos los
enfrentamientos son reemplazados por una focalización mayor en la tarea, en
definir cómo se va a llevar a cabo, quién o quiénes asumirán qué roles y cómo se
tomarán las decisiones. En este momento, si todo ha ido bien, las personas
empiezan a tener la sensación de que es beneficioso trabajar en equipo y
empiezan a aportar lo mejor de sí mismos. En esta fase se establecen las
normas, procedimientos, roles, estructuras y formas de ejecutar. Es una fase
crucial para dar lugar a malentendidos.
4. Fase de Ejecución
Si las tres fases anteriores las hemos hecho bien ahora toca llevar a cabo el
proyecto. Uno piensa ¡Qué locura! ¿Para qué estas tres fases anteriores? ¡Qué
pérdida de tiempo! Ése es el principal escollo de muchos equipos, que se ponen
directamente a “producir” y acaban por no hacer un buen trabajo, acabar
distanciados y con conflictos irresolubles.
Por este motivo es tan fundamental llegar a la ejecución después de la formación
– conflicto – normalización.
En esta etapa el objetivo esencial es el éxito y la participación plena de todos los
miembros hacia esa situación. Todos tienen que dar el 100%.
5. Fase de Terminación
Bruce Tuckman se dio cuenta de que los equipos necesitaban ser conscientes de
una fase extra, la disolución del equipo. Una vez que se ha completado la tarea el
grupo ha de ser lo suficientemente maduro para poder sacar conclusiones,
sentirse felices por el trabajo realizado y poder cerrar el proyecto para acometer
nuevos retos.
1. Reconocimiento
Si los miembros del equipo cumplen con eficiencia los objetivos, es muy
importante que sean reconocidos. Deben saber que su trabajo y contribución
se valora positivamente. Y es que no hay nada más gratificante que ser valorado
y reconocido por nuestro trabajo.
Estar consciente del papel que se desempeña en el trabajo en equipo, y cómo
ello repercute en el cumplimiento de las metas, mantendrá al equipo motivado.
Además, eliminará el sentimiento de frustración en el desempeño
laboral.
Los miembros del equipo se implicarán con mayor fuerza en el proyecto si se
sienten realizados. Una felicitación, un regalo, una promoción, etc., son
incentivos que motivarán al equipo. Para ellos significarán mucho.
2. Remuneración justa
No hay un sentimiento peor que considerar que no se nos está pagando como
merecemos. Si no quieres echar en falta a algún miembro del equipo,
debes pagarle lo que se merecen. De hecho, según un estudio de ADP, The
Workforce View in Europe 2017, que exploró las opiniones y los puntos de vista
de casi 10.000 trabajadores en todo el continente europeo, un 47 % de los
empleados manifestaron que el sueldo y la remuneración son los factores
que más les motivan.
3. Comunicación
Promover la comunicación entre los directivos y los miembros del equipo es una
forma efectiva para inspirar y motivar. Sentirse escuchado y que se forma
parte de la toma de decisiones mejoran los resultados del trabajo. ¿Por qué?
Pues de esta forma se refuerza la autoestima de los miembros y se logra mayor
proactividad. En cambio, la falta de comunicación entre el equipo puede
llevar a errores en el trabajo y a la desmotivación.
Se deben habilitar canales de comunicación que fomenten el feedback y
el engagement. De estos espacios de diálogo, surgirán cambios o sugerencias
para mejorar el desarrollo del proyecto. Así, se construirá una atmósfera de
trabajo bien entrelazada y con más confianza entre los miembros. Además, se
mantendrá un alto nivel de motivación del equipo.
También se pueden realizar reuniones efectivas con la participación activa
de todos los miembros. De esta manera, se conocerá las inquietudes y
aspiraciones de ellos. Una de las ventajas de otorgar voces a nuestros miembros
es que sabremos cómo está funcionando nuestra empresa. Además, podremos
detectar problemas a tiempo. La comunicación efectiva es una pieza clave en
la gestión de equipos de trabajo.
Lograr una buena comunicación es esencial, en equipos de trabajo en remoto.
Hay varias herramientas de trabajo para la comunicación, entre ellas el
correo electrónico, Hangouts o Skype.
4. Formación y oportunidades de crecimiento
10. «Un barco no avanza si cada uno está remando en una dirección»
– Proverbio Swahili
Esta frase no puede ser más gráfica. Y si la hacemos más cotidiana, podemos
verla cuando montamos kayak con alguien. Si no llegamos a un acuerdo hacia
dónde ir y no nos coordinamos, simplemente navegaremos en círculos. Es
primordial definir una meta específica en la que todos estén de acuerdo y
trabajar coordinados para alcanzarla.