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Las emociones se producen cuando una persona considera que una determinada situación es relevante
(cualquier cosa que una persona desee y valore), por ejemplo, ser tratado con justicia. Por tanto, si alguien
nos insulta es muy probable que sintamos una emoción como la tristeza o el enojo, mientras que, si nos
elogian, sentiremos una emoción cómo la felicidad, puesto que tanto el elogio como el insulto son sucesos
relevantes para nosotros, relacionados con sentirnos tratados de un modo justo.
NO EXISTEN emociones
negativas
Existe una clasificación habitual Si no controla…
que se realiza en el ámbito
emocional. Aquella que lleva a
• La alegría, pierde el
considerar las emociones como
positivas o negativas. Esta control de su cuerpo y
clasificación es errónea, ya que desbordarse
si bien, las emociones pueden emocionalmente.
llegar a ser agradables o • El miedo, puede
desagradables, nunca
negativas, sino son innatas en el ser humano.
paralizarse y evitar por
Si consideramos las emociones como positivas y negativas, completo dichas
trataríamos de reprimir emociones o nos sentiríamos situaciones.
culpables por experimentarlas, y eso no nos ayudaría a ser • La tristeza, puede
emocionalmente saludables. deprimirse.
Es por esto que cuando se experimente una emoción, • El enojo, puede gritar,
debemos evitar molestarnos por ello; al contrario, se debe golpear o herir con sus
tener empatía con su emoción, es decir ponernos en su palabras.
lugar. Podemos decirle cosas como “comprendo que estés
molesto porque quieres salir, esperaré a que te calmes para
conversar sobre ello”.
Sin embargo, algunas veces los adolescentes o púberes
presentan conductas que resultan desagradables, como hacer gritar, contestar de forma inadecuada, etc.
En estos casos, la emoción no es lo negativo, lo que se considera negativo es el desborde emocional ya que
cuando se llega a perder el control de sus emociones no toma buenas decisiones y no soluciona sus
problemas. Es por esto que el objetivo como padres es enseñarles a sus hijos a bajar la intensidad de sus
emociones.
¿Cómo ayudar a nuestros hijos a que controlen sus emociones?
Los primeros años de vida son una etapa importante en la vida de un niño. En esta
etapa los niños deben desarrollar un sentimiento de seguridad y confianza que lo
acompañará durante toda su vida.
Para que un niño pueda desarrollar una sana autoestima es fundamental que los
padres acepten incondicionalmente a sus hijos, que tengan expectativas claras y
aterrizadas de sus capacidades y que se desenvuelva en un ambiente de respeto y
valoración.
No categorizar
Ponerles etiquetas (peleadora, floja, mentirosa, llorona, flaquita, gordita)
sólo los hace afianzarse en ese rol sobre todo si quienes los llaman así son
su familia, ya que los consideran como ciertos y que no pueden cambiar.
Por ende, formar un auto concepto negativo de sí mismos.
Estos niños suelen ser críticos consigo mismos, se muestran tímidos o
retraídos e intentan pasar inadvertidos. De igual forma, pueden expresar
conductas agresivas, desafiantes o de riesgo, tendiendo a descontrolarse
fácilmente, mostrar inseguridad y una baja tolerancia a la frustración,
dificultades en su autonomía, en su regulación emocional, y en la
capacidad de confiar en sí mismo y en los demás.
Asimismo, pueden provocar rechazo en los demás, lo que a su vez
repercutirá negativamente en su autovaloración.
Usted No tiene un hijo robot
Muchos padres son intolerantes a los errores de sus hijos, esto hace que su auto
concepto y su auto valoración sean negativos cada vez que cometen un error.
Ellos se consideran tontos, fracasados, sin derecho a ser queridos, etc. Deben
mostrar que equivocarse es natural y no significa fracasar, enseñándole que los
errores pueden ser una fuente de aprendizaje. Además, darles a entender que
hagan lo que hagan los seguirán queriendo y que el afecto de sus padres será
incondicional, a pesar de sus errores.
Respeto
Los padres suelen molestarse mucho ante las malas conductas de sus hijos, los
critican, les gritan, les pegan, los desvalorizan, etc. Estos padres no respetan a
sus hijos y olvidan que ellos tienen diferentes ideas, gustos, pensamientos,
criterios, etc., los cuales son igual de validos que los de ellos. Eso no significa que
hagan todo lo que ellos desean. Si no estamos de acuerdo con los niños hay que
explicarles con amor porqué su punto de vista no es el más adecuado o porque
la decisión que tomaron no fue la mejor.
HABILIDADES COMUNICATIVAS
¿QUÉ ES LA ASERTIVIDAD Y EMPATÍA?
La asertividad es la habilidad de comunicación interpersonal que se basa en la
capacidad para poder transmitir opiniones y sentimientos, de forma clara, sin
agredir (comunicación agresiva) a los demás ni ser agredido (comunicación
pasiva). Quien es empático puede mantener un diálogo con una interacción
comunicativa de manera positiva para ambos, de tal manera que se respete lo
que piense y siente cada uno para
buscar acuerdos mutuos que
puedan beneficiar a ambos. La
empatía nos permite entender las
necesidades, sentimientos y pensamientos de los demás,
poniéndose en su lugar. Por otro lado, la asertividad nos permite
relacionarnos con otros de forma adecuada solucionando
conflictos y fortaleciendo nuestros vínculos
¿Cómo ser un padre asertivo y empático?
Para enseñar a nuestros hijos a ser asertivos y empáticos debemos emplear este estilo de comunicación y
demostrar empatía, es decir debemos de tomar en cuenta las emociones, ideas y opiniones de nuestros hijos.
Asimismo, debemos tener en cuenta que nuestros hijos no son una extensión de nosotros y aunque algunas
situaciones nos podemos ver reflejados en ellos, son personas distintas, con otras reacciones, opiniones, ideas
o formas de ver lo que sucede.
Para hacer esto, no solo debemos escuchar las opiniones de nuestros hijos, sino respetarlas, esto implica
tomarlas en cuenta aun si no estamos de acuerdo. Por ejemplo, si vamos a salir y le pedimos a nuestro hijo
que se ponga la casaca y el niño manifiesta que siente calor, primero
debemos escucharlo y explicarle porqué se tiene que abrigar, si el niño
insiste en que no siente frio, es mejor que no lo obliguemos o amenacemos.
Podemos llegar a acuerdos para que lleve su casaca y en cuanto sienta frio se
la pondrá.
Al darle una indicación, es importante no molestarnos si los niños no lo
hacen con la rapidez que nosotros esperamos. Hay que ser empáticos con
sus tiempos y formas de hacer las cosas, ya que no son iguales a los de un
adulto.
Asimismo, no es necesario gritar o ser
agresivos con los niños al querer darles alguna indicación. Siendo ellos lo más
importante para nosotros, debemos controlar nuestras emociones, si
logramos controlarnos en nuestro centro laboral, con más razón debemos
controlarnos con nuestros hijos, ya que, si gritamos y somos agresivos con
ellos, ellos pueden tomar esto de ejemplo y también lo serán con sus pares y
hasta con adultos. De igual manera, puede ocurrir que nuestros hijos sientan
temor de expresar sus opiniones y sean niños pasivos. Si nos imponemos y no
explicamos las cosas a nuestros hijos, ellos no comprenderán porqué deben
hacerlo.
Es importante entonces que cuando disciplinemos a los niños,
comuniquemos nuestro enojo con control y respeto
hacia ellos, así aprenderán a decir lo que les molesta sin
conversar es la única manera en faltar el respeto a ninguna persona y no quedarse
callado cuando se sienten enojados.
que podemos saber cómo está la Debemos tratar de decir las cosas de forma positiva;
situación con cada uno de los solemos utilizar el “no” antes de cada indicación: “No,
miembros de la familia, y qué no toques eso”, “No, ahí no juegues”, “No, no comas eso”.
Siendo padres asertivos tenemos que comunicarnos
podemos hacer en familia para
de forma positiva, explicando con argumentos
revertir alguna dificultad, pero suficientes para que nuestros hijos lo entiendan, si no
siempre unidos. queremos que jueguen en casa con la pelota, podemos
decir “si juegas con la pelota dentro de la casa puedes
lastimarte o puedes lastimar a alguien, sería mejor
jugar en el parque”.
Para lograr estas habilidades debemos prestar atención
cuando opinen y tomar su opinión en cuenta, aunque
en algunos casos sus opiniones sean limitadas debido a
su edad. No obstante, el objetivo es enseñarles a defender sus ideas y a usar las palabras para solucionar sus
problemas, ya que son valiosas; de igual manera es importante evitar juzgar sus deseos e ideas