Está en la página 1de 10

Facilitadora:

Marcelina Rodríguez D.

Participantes:
Santa Fabiana De La Rosa Chalas

Matricula:
2018- 07356

Asignatura:
Psicopatología II

Unidad: 8

Tema:
Trastornos de Asociados a Necesidades Biológicas y Adicciones

Continuación

Carrera:
Psicología Educativa

Fecha:
Miércoles 17/2/2021
1. Prepara un argumento crítico en la cual vas a discutir lo siguiente:

1. A. ¿Cuál es la relación existente entre el Trastorno de Identidad de


Género y el Trastorno de Identidad Disociativo? 

Trastorno de Identidad de Género

Los trastornos de identidad de género (TIG) cons-tituyen un grupo de entidades


agrupadas por la presencia de una sensación de incomodidad con el sexo
biológico e identificación con el sexo opuesto, sin compromiso de la orientación
sexual ni de la morfología de genitales.

Los trastornos de identidad de género son trastornos en los que el individuo


se identifica, de un modo intenso y persistente, con el otro sexo junto con
malestar persistente por el propio sexo anatómico (asignado) o un sentimiento
de inadecuación en el papel de su sexo. Los antecedentes y un examen
psiquiátrico confirman el deseo persistente de pertenecer al sexo opuesto.

Trastorno de Identidad Disociativo

En el trastorno de identidad disociativo, antes conocido como trastorno de


personalidad múltiple, la persona está bajo el control de dos identidades
distintas de forma alternativa. Además, la persona no puede recordar
información que normalmente recordaba fácilmente, como los acontecimientos
cotidianos, información personal importante y/o acontecimientos traumáticos o
estresantes.

Los trastornos disociativos son trastornos mentales que suponen una


desconexión y falta de continuidad entre pensamientos, recuerdos, entornos,
acciones e identidad. Una persona que sufre trastornos disociativos escapa de
la realidad de formas involuntarias y poco saludables, lo que causa problemas
con el funcionamiento diario.
Relación existente entre el Trastorno de Identidad de Género y el
Trastorno de Identidad Disociativo

Es que las personas con trastorno de Identidad de Género son personas que
se identifica, de un modo intenso y persistente, con el otro sexo junto con
malestar persistente por el propio sexo anatómico (asignado) o un sentimiento
de inadecuación en el papel de su sexo.

Y las personas con Trastorno de Identidad Disorciativo esta son personas


que tiene dos o más identidades y presenta lagunas de memoria para los
acontecimientos cotidianos, información personal importante y acontecimientos
traumáticos o estresantes, así como muchos otros síntomas, como depresión y
ansiedad.

2. Presenta en una tabla los Trastornos Disruptivos del Control de los


Impulsos,  los criterios, diagnóstico diferencial, los aspectos influyentes de la
cultura y el género y las diversas técnicas de tratamientos existentes al igual
que los tratamientos psicofarmacológicos.

Trastornos Disruptivos del Control de los Impulsos


Los trastornos disruptivos del control de los impulsos y de la conducta (DSM-5, APA,
2013) incluyen afecciones que se manifiestan con problemas en el autocontrol del
comportamiento y las emociones mientras que otros trastornos del DSM-5 pueden tratar sobre
problemas de la regulación del comportamiento y las emociones, los trastornos disruptivos se
traducen en conductas que violan derechos de los demás (por ejemplo: agresión, destrucción
de la propiedad), o llevan al individuo a conflictos importantes frente a las normas de la
sociedad o las figuras de autoridad.

Trastorno Negativista Desafiante (TND)


El Trastorno negativita desafiante se presenta mediante un patrón de enfado/ irritabilidad,
discusiones/actitud desafiante o vengativa  y que se exhibe durante la interacción por lo menos
con un individuo que no sea un hermano.

Los criterios para el diagnóstico del trastorno negativista desafiante

Criterio A. Un patrón de comportamiento oposicionista, hostil y desafiante que dura por lo


menos 6 meses, estando presentes cuatro (o más) de los siguientes comportamientos:

1. A menudo se encoleriza e incurre en pataletas.


2. A menudo discute con adultos.
3. A menudo desafía activamente a los adultos o rehúsa cumplir sus obligaciones.
4. A menudo molesta deliberadamente a otras personas.
5. A menudo acusa a otros de sus errores o mal comportamiento.
6. A menudo es susceptible o fácilmente molestado por otros.
7. A menudo es colérico y resentido.
8. A menudo es rencoroso y vengativo.
Criterio B. El trastorno de conducta provoca deterioro clínicamente significativo en la actividad
social, académica o laboral.

Criterio C. Los comportamientos en cuestión no aparecen exclusivamente en el transcurso de


un trastorno psicótico o de un trastorno del estado de ánimo.

Criterio D. No se cumplen los criterios de trastorno disociar, y, si el sujeto tiene 18 años o más,
tampoco los de trastorno antisocial de la personalidad.

Diagnóstico diferencial

Para determinar si tu hijo tiene un trastorno negativita desafiante, es probable que el


profesional de salud mental haga una evaluación psicológica completa. Como el trastorno
negativita desafiante por lo general ocurre junto con otros problemas de conducta o de salud
mental, puede resultar difícil distinguir los síntomas del trastorno de los síntomas relacionados
con otros problemas.

Los aspectos influyentes de la cultura y el género

El Trastorno Negativista Desafiante será diagnosticado en un niño que presenta un


comportamiento disruptivo para su edad y cultura, caracterizado por un patrón persistente de
mal humor o irritabilidad, que discute o presenta comportamientos desafiantes y/o vengativos
por lo menos durante los últimos 6 meses.

Las diversas técnicas de tratamientos existentes


Entrenamiento a los padres.
Terapia de interacción padres-hijos.
Terapia individual y familiar. 
Entrenamiento para la solución de problemas cognitivos. 
Entrenamiento para las habilidades sociales.

Los tratamientos psicofarmacológicos

El tratamiento para el trastorno negativista desafiante consta principalmente de intervenciones


familiares, pero puede incluir otros tipos de psicoterapia y entrenamiento, tanto para el niño
como para los padres. Con frecuencia, el tratamiento dura varios meses o más. Es importante
que se trate cualquier problema que ocurra al mismo tiempo, como un trastorno del aprendizaje,
porque si no se lo trata, esto puede generar o empeorar los síntomas del trastorno negativista
desafiante.
Trastorno Explosivo Intermitente (TEI)
El Trastorno Explosivo Intermitente (TEI) es un trastorno psicológico que se caracteriza por la
presencia de un patrón aleatorio de reactividad conductual agresiva y desproporcionada sin un
motivo ni objetivo concreto, ocasionando alteraciones o perjuicios graves en el entorno físico y
social y el propio individuo.

Criterios:
Arrebatos recurrentes en el comportamiento que reflejan una falta de control de los impulsos
de agresividad, manifestada por un de los siguientes aspectos:

a) Agresión verbal (berrinches, pataletas, disputas verbales, peleas…) o agresión física contra


la propiedad    (pública o privada), animales u otra personas, en promedio de 2/semana, durante
un periodo de 3 meses.

b) 3 arrebatos en el comportamiento que provoquen daños o destrucción de la propiedad o


agresión física con    lesiones a animales u otras personas, sucedidos en los últimos 12 meses.

 Sin previo aviso: Los arrebatos propios del TEI presentan un inicio rápido y sin avisar.

 Magnitud desproporcionada: la agresividad expresada durante los arrebatos recurrentes


es bastante desproporcionada con respecto la provocación o cualquier factor estresante
psicosocial desencadenante.

 NO existe intencionalidad: Los arrebatos agresivos recurrentes no son premeditados (es


decir, son impulsivos o provocados por la ira), ni persiguen ningún objetivo tangible (por
ejemplo: dinero, poder, intimidación.

 Impacto negativo: Los arrebatos agresivos recurrentes provocan un gran malestar en la


persona que los padece, alteran su rendimiento laboral-académico y/o sus relaciones
personales (pareja, familia, amigos...) o tienen consecuencias económica o legales
(detección, multas, retirada de permisos…).

 El individuo debe ser mayor de 6 años o un grado de desarrollo equivalente.

Diagnóstico deferencial
Los arrebatos recurrentes NO se explican mejor por otro trastorno mental (por ejemplo:
trastorno depresivo mayor, trastorno bipolar, trastorno de desregulación disruptiva del estado de
ánimo, trastorno de la personalidad antisocial, trastorno de la personalidad límite), ni se puede
atribuir a otra patología médica (ejemplo: traumatismo, Alzheimer), ni a los efectos fisiológicos
de alguna sustancia (por ejemplo: drogadicción, medicación, etc.).

Los aspectos influyentes de la cultura y el género


 Los factores causantes del trastorno explosivo intermitente son factores biológicos y de
entorno.

 En tal sentido, los antecedentes de maltrato físico incrementan el riesgo de padecer el


trastorno explosivo intermitente. Sobre todo cuando el maltrato se ha sufrido en la niñez.

 De igual forma, se ha determinado que las personas que en la niñez sufrieron de episodios
traumáticos múltiples son más propensas a la aparición de este tipo de trastorno.

Los tratamientos psicofarmacológicos;

El tratamiento farmacológico, se busca equilibrar los niveles de serotonina a través de


inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (IRSS), así como controlar el estado de
ánimo mediante el uso de estabilizadores, además de fenitoína, betabloqueantes, agonistas alfa
2 y antipsicóticos. 

Las diversas técnicas de tratamientos existentes;

Terapia conductual.
Técnicas de relajación.
Entrenamiento en habilidades sociales.
Entrenamiento cognitivo.

Trastorno de la Conducta
El trastorno de conducta se manifiesta a través de un patrón repetitivo y persistente
de comportamiento en el que no se respetan los derechos básicos de otros, las normas o reglas
sociales propias de la edad. 

Criterios diagnostico
Un patrón repetitivo y persistente de comportamiento en el que no se respetan los derechos
básicos de otros, las normas o reglas sociales propias de la edad, lo que se manifiesta por la
presencia en los doce últimos meses de por lo menos tres de los quince criterios siguientes en
cualquier de las categorías siguientes, existiendo por lo menos uno en los últimos seis meses:

Agresión a personas y animales (criterios 1-7), destrucción de la propiedad (criterios 8 y


9), engaño o robo (criterios 10-12) e incumplimiento grave de normas (criterios 13-15):

1. A menudo acosa, amenaza o intimada a otros.


2. A menudo inicia peleas.
3. Ha usado un arma que puede provocar serios daños a terceros (p. ej., un bastón, un ladrillo,
una botella rota, un cuchillo, un arma).
4. Ha ejercido la crueldad física contra personas.
5. Ha ejercido la crueldad física contra animales.
6. Ha robado enfrentándose a una víctima (p. ej., atraco, robo de un monedero, extorsión,
atraco a mano armada).
7. Ha violado sexualmente a alguien.

Los aspectos influyentes de la cultura y el género;


Se ha demostrado una alta correlación entre los factores biológicos (género, los factores pre y
perinatales, y bioquímicos, la dieta, etc.) y el desarrollo de trastornos del comportamiento
perturbador. Sin embargo, esta relación resulta bastante imprecisa al estar relacionada con
otros muchos trastornos psicopatológicos y no se podría establecer claramente una relación de
causa-efecto.

Diagnóstico diferencial;

No existe ningún examen real para diagnosticar el trastorno de conducta. El diagnóstico se


hace cuando un niño o adolescente tiene un antecedente de comportamientos de
dichos trastornos. Una exploración física y exámenes de sangre pueden ayudar a descartar
afecciones que sean similares al trastorno de conducta.

Las diversas técnicas de tratamientos existentes;

Asesoramiento y pautas a la familia. 


Asesoramiento y pautas a la escuela.
Grupos de Autocontrol.
Reeducaciones conductuales.
Detección, diagnóstico y tratamiento precoz de los problemas de comportamiento.
Consulta y seguimiento psiquiátrico.

Los tratamientos psicofarmacológicos;

Los tratamientos que se han demostrado su eficacia en estudios controlados son:


 Antipsicóticos: Risperidona.
 Psicoestimulantes: Metiifenidato (liberacion inmediata y sostenida).

Trastorno de la personalidad Antisocial

La persona que presenta una personalidad antisocial manifiesta un patrón general de desprecio
y violación de los derechos de los demás que se presenta desde la edad de 15 años. Entre los
compartimientos recurrentes encontramos: fracaso para adaptarse a las normas sociales en lo
que respecta al comportamiento legal; irritabilidad y agresividad, indicados por peleas físicas
repetidas o agresiones; falta de remordimientos, como lo indica la indiferencia o la justificación
del haber dañado, maltratado o robado a otros; despreocupación imprudente por su seguridad o
la de los demás, irresponsabilidad persistente, indicada por la incapacidad de mantener un
trabajo con constancia o de hacerse cargo de obligaciones económicas, impulsividad o
incapacidad para planificar el futuro, etc.

Criterios

 Desprecio de la ley, indicado por la comisión repetida de actos que son motivo de arresto.
Ser engañosa, indicada por mentir repetidamente, usar alias, estafar a otros para beneficio
personal o por placer.
 Actuar impulsivamente o no planificar el futuro.

 Es provocado fácilmente o agresivo, que se manifiesta con peleas físicas constantes o


agresiones a los demás.
 Imprudentemente descartando su seguridad o la de los demás.

Diagnósticos diferenciales

El trastorno de personalidad antisocial debe distinguirse de lo siguiente:

 Abuso de sustancias: la determinación de si la impulsividad y la irresponsabilidad son el


resultado del trastorno por uso de sustancias o un trastorno de personalidad antisocial puede
ser difícil pero es posible sobre la base de una revisión de la anamnesis del paciente,
incluyendo los antecedentes tempranos, para comprobar si hay períodos de sobriedad.

 Desorden de conducta: el trastorno de conducta tiene un patrón general similar de


violación de las normas sociales y las leyes, pero el trastorno de conducta debe estar
presente antes de los 15 años.
 Trastorno de personalidad narcisista: los pacientes son igualmente explotadores y
carentes de empatía, pero tienden a no ser agresivos ni engañoso como ocurre en el
trastorno de personalidad antisocial.
 Trastorno de personalidad limítrofe: Los pacientes son igualmente manipuladores, pero lo
hacen para ser alimentados en lugar de para conseguir lo que quieren (p. ej., dinero, poder),
como ocurre en el trastorno de personalidad antisocial.

Los aspectos influyentes de la cultura y el género;

 Antecedentes familiares de trastorno de personalidad antisocial u otros trastornos de la


personalidad o trastornos de salud mental.

 Maltrato o descuido durante la infancia.

 Vida familiar inestable, violenta o caótica durante la infancia.

Técnicas de tratamientos existentes;


Terapia cognitivo-conductual o medicamentosa (p. ej., litio, valproato, inhibidores selectivos de
la recaptación de serotonina). Los antipsicóticos atípicos pueden ayudar, pero hay menos
evidencia sobre su uso.

Los tratamientos psicofarmacológicos;


Psicoestimulante, burpropcion sales de litio, carbamazepina, ácido valproico, beta-bloqueantes.
Antipsicóticos, antidepresivos, serotoninergicos, benzodiacepinas.

Piromanía
La persona denominada pirómana muestra un comportamiento caracterizado por la reiteración
de actos o intentos de prender fuego a las propiedades u otros objetos, sin motivo aparente
junto con una insistencia constante sobre temas relacionados con el fuego y la combustión.
Estas personas pueden estar también interesadas de un modo anormal por coches de
bomberos u otros equipos de lucha contra el fuego, con otros temas relacionados con los
incendios y en hacer llamadas a los bomberos.

Cleptomanía

La cleptomanía es un trastorno psicológico por el cual la persona denominada cleptómana o


cleptomaníaca tiene una conducta repetitiva de apropiarse de aquello que le es ajeno. Hay que
distinguirlo de la actividad del ladrón esporádico o habitual, cuyo objetivo es el enriquecimiento
ilícito buscando un beneficio personal. En cambio, en la cleptomanía, el momento del robo se
convierte en sí mismo en la finalidad del acto, no persiguiendo un enriquecimiento personal ni el
perjuicio de la persona a quien roba.
 
Otro trastorno disruptivo, del control de los impulsos y de la conducta especificado
Esta categoría se aplica a presentaciones en las que se predomina los síntomas característicos
de un trastorno disruptivo, del control de los impulsos y de la conducta, que causan un malestar
clínicamente significativo o deterioro en las aéreas social, laboral o de otro tipos importante para
el individuo, pero que no cumplen todos los criterios de ninguno de los trastornos de la categoría
diagnostica de trastorno disruptivo, del control de los impulsos y de la conducta.

Bibliografía

American Psychiatric Association (2002). Manual Diagnóstico y Estadístico de


los Trastornos Mentales (DSM-IV-TR), 1ª Ed. Barcelona: Editoral MASSON.
American Psychiatric Association (2014). Manual Diagnóstico y Estadístico de
los Trastornos Mentales (DSM-5), 5ª Ed. Madrid: Editoral Médica
Panamericana.

También podría gustarte