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UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL

DE LOS LLANOS OCCIDENTALES

“EZEQUIEL ZAMORA”

VICERRECTORADO DE PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO SOCIAL

PROGRAMA DE CS. JURÍDICAS

LA
EMANCIPACIÓN

DOCENTE: ABG. Liset Belandria ESTUDIANTES:

SUB PROYECTO: Derecho Civil I González Ximaray C.I V- 17.745.366

I AÑO DERECHO Gualdron Yenifer C.I V- 20.869.425

Módulo II Paredes Adrian C.I V- 30.506.636

Sayago Yurianny C.I V-28.546.923

Barinitas, Abril del 2023


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ÍNDICE

Introducción……………………………………………………………… 3

Concepto de Emancipación……………………………………………… 5

Evolución de la Emancipación…………………………………………... 6

Clases de Emancipación…………………………………………………. 9

Régimen Legal de la Emancipación…………………………………..... 11

Características de la Emancipación……………………………………. 14

Efectos de la Emancipación…………………………………………….. 16

Nulidad Relativa de los Actos Celebrados en Violación de las 17

Normas sobre Emancipación……………………………………………

Ejercicio del Comercio por parte del Menor Emancipado…………… 18

Conclusiones…………………………………………………………….. 21

Bibliografía……………………………………………………………….. 22
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INTRODUCCIÓN

El tema de emancipación varia de legislación en legislación pues la mayoría

de estas no define qué es la emancipación, sino que establece cuál es la finalidad

de dicha institución del Derecho civil, por eso al revisar en las legislaciones es

complejo poder establecer cuál es el concepto de esta.

Sus orígenes se encuentran en el Derecho romano, y era el acto de

liberación de un esclavo por voluntad de su dueño, teniendo en cuenta que en

dicho derecho el esclavo no era considerado como persona sino como objeto.

En el Derecho contemporáneo, el término se usa específicamente en el

sentido de atribuir a un menor de edad, por parte de sus padres o tutores, la

totalidad o la mayor parte de los derechos y facultades civiles que normalmente

conlleva la mayoría de edad. Consiste en anticipar, en pocos años, la extinción de

la patria potestad.

Es una institución poco utilizada en la actualidad como consecuencia de

diversos factores. Y ello se debe a que la emancipación automática se obtiene con

la mayoría de edad, esto es, cuando el sujeto cumple los dieciocho años, que es la

edad establecida en la ley para tener plena capacidad

De esta manera se puede decir, que la emancipación es aquel acto

reconocido legalmente que tiene por objeto se apruebe en favor de una persona el

goce anticipado de un estado de autonomía (capacidad de ejercicio), este acto

extingue la autoridad o potestad que se tenía sobre la persona que se emancipó.

La finalidad que persigue la emancipación es la consecución de la

autonomía personal, es decir, dejar de ser considerado un o una incapaz y gozar


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de una capacidad plena, como si fuera un mayor de edad, con ello debe cumplir

algunas obligaciones de forma personal, pero también adquiere derechos que solo

son obtenidos hasta que las personas llegan a la mayoría de edad.

Dentro del derecho civil venezolano se encuentra establecido este tema de

la emancipación lo cual es de gran relevancia profundizar y comprender sus

implicaciones. Así mismo, contribuir con el conocimiento que debe darse en un

estudiante de la carrera de derecho.

En este sentido, la investigación contempla los siguientes aspectos de la

emancipación: Concepto, Evolución, Clases, Régimen legal, Caracteres, Efectos:

en atención al gobierno de la persona y a la capacidad, Nulidad relativa de los

actos celebrados en violación de las normas sobre emancipación y el Ejercicio del

Comercio por parte del Menor emancipado


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Concepto de Emancipación

En términos del Diccionario de la Real Academia de la lengua Española,

emancipación es “Acción y efecto de emancipar o emanciparse”, y emanciparse

es “Libertad de la patria potestad, de la tutela o de la servidumbre. Salir de la

Sujeción en que se estaba”. Independientemente del concepto y de los supuestos

que se han previsto o se prevén en distintas legislaciones bajo los cuales una

persona pueda ser emancipada, se puede afirmar que la finalidad de dicha

emancipación es disminuir la incapacidad de ejercicio que por regla general tiene

el menor de edad, para que el emancipado pueda por si solo ejercer determinados

derechos y contraer y cumplir determinadas obligaciones actuando por propio

derecho.

Al respecto, Varela C (2018) indica “la emancipación representa una figura

que tienen como función aumentar parcialmente la capacidad de ejercicio en el

menor de edad, tal efecto, en nuestro sistema, se produce cuando se constituye

una relación de pareja reconocida por el Derecho” (p.726).

Por otra parte, Domínguez Guillén (2011) expone: “la emancipación es el

estado en que se encuentra el menor de edad que ha contraído matrimonio, en

virtud del cual adquiere el libre gobierno de su persona o autogobierno y un

aumento sustancial de su capacidad de obrar” (p.417).

Binstock Honig (1971) dice que se puede definir “la emancipación como

una situación del menor de edad que, liberado de la patria potestad o de la tutela,

goza de una limitada capacidad de obrar” (p.157).


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Para Aguilar G, (1997) los menores emancipados son aquellos “que no

están sometidos a patria potestad ni a tutela porque por las causas y en las formas

previstas por la ley han alcanzado un grado de capacidad negocial mayor que el

de los demás menores sin alcanzar la capacidad propia de los mayores de edad y

tienen, además, el libre gobierno de su persona” (p.338).

Entonces, según la visión de los autores antes expuestos, se determina que

la emancipación representa aquel estado donde el menor de 18 años de edad

recibe una ampliación de la capacidad de obrar a razón de establecer un vínculo

de pareja reconocido y protegido preferentemente por el ordenamiento jurídico

El razonamiento que justifica este supuesto especial de incremento de la

capacidad de ejercicio es que el matrimonio corresponde a un acto totalmente libre

y voluntario para los conyugues, donde el ordenamiento jurídico lo considera una

de sus figuras más importantes en el ámbito doméstico, ya que para el individuo

simboliza el ejercicio de un derecho personalísimo que permite sentar las bases

de una familia y, en términos más generales, de la sociedad; de allí que la persona

que puede celebrar tal nexo jurídico debe necesariamente salir de cualquier tipo

de sujeción personal y adquirir su libre gobierno.

Evolución de la Emancipación

La emancipación ha experimentado sensibles modificaciones en su

despliegue histórico, como en lo referente a la amplitud de sus efectos. El

antecedente primario de la emancipación, se encuentra en el Derecho Romano en

la institución de la “venia aetatis” la cual era un acto de carácter voluntario del


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titular de la “patria potestas” en virtud del cual renuncia a la potestad de un hijo o

hija o nietos, confiriéndole la condición de su iuris . En el Derecho Romano, la

emancipación es el único caso en el que transformando un alieni iuris en su iuris

hay capitis deminuto minima. En la época primitiva, la emancipatio requería una

triple venta ficticia, la cual consistía en la concesión de independencia por voluntad

del pater y se llevaba a cabo mediante tres “mancipaciones” seguida de tres

“manumisiones” si era el hijo el que salía de la patria potestad. Cuando se quería

emancipar a una hija o a un descendiente de ulterior grado, bastaba con una sola

mancipación seguida de una manumisión.

En la época post-clásica, el complejo ceremonial de mancipationes y

manumisiones exigibles para formalizar las emancipaciones es sustituido por una

resolución de la cancillería imperial “Rescriptum principis” mediante la que se

autoriza la solicitud de emancipación del pater familias conforme se establece en

una constitución del año 502 d.C del emperador Anastasio, de ahí el nombre de la

emancipación anastasiana.

En el derecho justinianeo se emancipaba a los hijos mediante una simple

declaración ante el magistrado, pero se reconocía al ascendiente sobre los bienes

del emancipado los mismos derechos que se atribuían al patrón sobre los bienes

del manumitido y si se trataba de un emancipado in puber, le correspondía al

ascendiente la tutela.

Con el transcurso del tiempo ésta institución jurídica fue avanzado hasta

considerarse actualmente como la liberación de la patria potestad o de la tutela de

la persona sometida a ellas, aunque en varias legislaciones e inclusive


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doctrinariamente se ha considerado también que la emancipación como una

capacidad relativa.

Las disposiciones sobre la emancipación, tal como se concibe en el

ordenamiento vigente, aparecen en el Código Civil de 1873. En el primer Código

Civil (1862) la emancipación, de conformidad con el art. 19, Título VIII, del Libro

Primero, era un hecho que ponía fin a la patria potestad, y, podía ser voluntaria,

legal o judicial. No confería, por sí, al menor los derechos de la mayoría de edad,

pues el emancipado quedaba sujeto a tutela de menores, cúratela o al régimen

llamado de habilitación de edad

Esta última era una institución similar a lo que hoy día es la emancipación,

pero con efectos más amplios pues era concebida como un privilegio otorgado al

menor para que pudiera efectuar todos los actos y obligaciones que requerían la

mayoría de edad, salvo aquellos exceptuados por ley expresa. Sin embargo, el

habilitado, de conformidad con la ley, no podía enajenar, ni hipotecar sus bienes

raíces, ni aprobar las cuentas de su tutor, sin autorización judicial

En el Código Civil de 1867 se consagra la emancipación, tanto voluntaria

como legal, pero ella es entendida como una anticipación de la mayoría de edad,

en razón de que atribuía al menor la libre administración de sus bienes. Sin

embargo, existía un régimen asimilable a nuestra actual emancipación; era el

aplicable a los emancipados por matrimonio que fueran menores de dieciocho

años, pues ellos, para los actos que debían redactarse en escritura pública y para

demandar y defenderse en juicio, necesitaban el consentimiento del padre y en

defecto de éste, el de la madre y a falta de ambos la autorización judicial.


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En los Códigos siguientes (1873, 1880, 1904, 1916, 1922) ya el legislador

concibe la emancipación como estado intermedio entre el régimen de la minoridad

y el de la mayoría de edad; sólo se encuentran algunas diferencias de regulación,

especialmente en materia de inhabilidades para los cargos de la cúratela, en el

régimen para la realización de ciertos actos de disposición y en la revocación de la

emancipación.

En el Código vigente, la emancipación puede tener su causa en la voluntad

del representante legal del menor (padre, madre o tutor) o bien en la ley

(emancipación por matrimonio). La primera recibe la denominación de voluntaria,

expresa o dativa; la segunda, de legal o tácita.

Clases de Emancipación

Antes de la reforma del Código Civil de 1982, la mayoría de edad estaba

establecida en los 21 años. Se mantuvo entonces dos tipos de emancipación,

siendo la primera la conocida como la emancipación voluntaria, por la cual el

menor de edad, previo el cumplimiento de requisitos legales, que no era otra cosa

que cumplir 18 años, acudía al Juez de Primera Instancia, con autorización de su

padre o tutor, solicitando la misma.

La otra forma de emancipación es la conocida como emancipación legal, es

decir, aquella que obra de pleno derecho, pues se configuraba al mismo momento

en que el menor contraía matrimonio, siguiendo lo establecido en la legislación

vigente.
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Luego de la reforma del Código Civil de 1982, la mayoría de edad se situó

en 18 años, razón por la cual perdía importancia la emancipación voluntaria, ya

que al cumplirse tal edad, se adquiría la condición de adulto. Esto trajo como

consecuencia que se eliminara la emancipación voluntaria, quedando vigente la

legal.

Es entonces que se debe sostener que la emancipación es el hecho

mediante el cual un menor de edad deja de someterse a la potestad de otra

persona para convertirse en capaz y, por tanto, titular de derechos y obligaciones.

De allí que el artículo 382 del código Civil vigente (1982) establece que el

matrimonio produce el derecho de emancipación, la disolución del matrimonio no

la extingue a menos de que sea por anulación y en este caso solo la pierde el

contrayente que actuó de mala fe.

Sólo el matrimonio produce emancipación, es decir, sólo los menores de

edad que contraigan matrimonio serán emancipados. No obstante, con la entrada

en vigencia de la Ley Orgánica de Registro Civil, incluye a las uniones estables de

hecho, como consecuencia y desarrollo de la consagración de tal figura en el

artículo 77 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

Tal consideración permite aceptar que si las uniones estables de hecho

otorga los mismos derechos que están establecidos para el matrimonio, lógico

pensar que los menores que declaren su unión estable de hecho, alcanzarán, de

igual manera, su emancipación.


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Régimen Legal de la Emancipación

Tomando en cuenta la normativa legal en Venezuela, respecto de la

emancipación se cita lo contemplado en el Código Civil (1982) específicamente

en el Titulo IX, Capítulo II de la Emancipación, que va del artículo 382 al 386.

Artículo 382.- El matrimonio produce de derecho la emancipación. La

disolución del matrimonio no la extingue. Si el matrimonio fuese anulado, la

emancipación se extingue para el contrayente de mala fe, desde el día que

la sentencia de nulidad pase en autoridad de cosa juzgada.

Artículo 383.- La emancipación confiere al menor la capacidad de realizar

por si sólo actos de simple administración. Para cualquier acto que exceda

de la simple administración, requerirá autorización del Juez competente.

Para estar en juicio y para los actos de jurisdicción voluntaria, el

emancipado deberá estar asistido por uno de los progenitores que ejercería

la patria potestad y a falta de ellos, por una curador especial que el mismo

menor nombrará con la aprobación del Juez.

Artículo 384.- Las cuentas de la administración de los bienes del menor,

anterior a la emancipación, se rendirán al emancipado, asistido de

conformidad con lo dispuesto en el artículo anterior. Si la asistencia al

emancipado corresponde al que ha de rendir las cuentas, el menor

nombrará un curador especial con aprobación judicial.

Artículo 385.- En todo caso de oposición de intereses entre el menor

emancipado y quien debe asistirlo de conformidad con el artículo 384, aquél

nombrará, con la aprobación del Juez competente, un curador especial.


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Artículo 386.- La nulidad de los actos ejecutados en contravención a las

disposiciones de este Título, relativas al interés del menor, puede oponerse

por el representante del menor, por éste, o por sus herederos o

causahabientes.

Según lo expuesto por el Código Civil (1982) La emancipación constituye el

estado en que se encuentra el menor de edad que contrae matrimonio, en virtud

del cual adquiere el autogobierno y aumenta su capacidad de obrar. Esto último,

pues el adolescente casado pasa de un régimen de incapacidad absoluta o

representación a uno de autorización y asistencia que implica la emancipación.

Constituye así la emancipación una forma de extinción de la patria potestad,

de la tutela o de la colocación. Para algunos un final anticipado de tales

regímenes, toda vez que el final natural de los mismos viene dado por la

“mayoridad”. Tal régimen está consagrado en los artículos antes especificados

existe una sola clase de emancipación y es la Emancipación Legal, la cual se

encuentra establecida en el artículo 382 de C.C; En este sentido, el cambio de

situación jurídica depende del hecho del matrimonio y no del desarrollo real del

menor.

Así mismo, se deduce que el menor emancipado queda sometido a un

régimen de autorización en el ámbito negocial y un régimen de asistencia en el

ámbito procesal. Pues el artículo 383 del C.C le confiere capacidad plena (para

realizar por sí solo) actos de simple administración, pero precisa de Autorización

Judicial para los actos que excedan de la simple administración o actos de

disposición; el emancipado requiere Asistencia en el ámbito procesal (para estar

en juicio y para actos de jurisdicción voluntaria), de uno de los progenitores que


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ejercería la patria potestad o, en su defecto, un curador ad hoc, esto es para el

caso concreto, así lo especifica el articulo 384 del C.C.

Aunado al Código Civil es necesario abordar lo establecido por la

Convención sobre los Derechos del Niño y la Ley Orgánica para la Protección de

Niños, Niñas y Adolescentes que promueven un esquema de capacidad

progresiva. Dado que la evolución del Derecho de la Niñez y Adolescencia ha

introducido un nuevo esquema en la forma de regular la realidad infanto-juvenil, la

institución de la emancipación en los términos del Código Civil entra en algunos

aspectos en contradicción con el referido paradigma proteccionista.

En efecto, se evidencia que la emancipación legal o por efecto de la unión

de pareja, debe quedar restringida a casos muy excepcionales, pues, la edad para

contraer matrimonio o establecer una unión estable de hecho debe equipararse a

la mayoridad, es decir, que en principio solo deberían contraer el vínculo los

mayores de edad. Obviamente, debe mantenerse la posibilidad muy restringida de

que el juez de protección pueda conceder una licencia o autorización cuando se

compruebe que efectivamente el adolescente que aspira a celebrar el vínculo

posee, además del desarrollo físico, el mental necesario para asumir las

responsabilidades que se derivan de tal decisión, que no son otros que la

conformación de una familia y la probable carga que implica el hogar y la

descendencias.

Esto último en obsequio al respeto de la capacidad natural, lo cual lleva a

tocar el tema de si la emancipación no queda solapada con el nuevo modelo de

determinar la capacidad de ejercicio en los niños y adolescentes. En

consecuencia, la emancipación, actualmente, produciría su verdadero efecto


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jurídico es en la materia personal, por cuanto implicaría un aumento de capacidad

en dicho aspecto al salir el emancipado del régimen de representación con el cual

se encontraba ligado. Y justamente dicha consecuencia es la más distintiva y

básica del instituto, Lo que caracteriza la emancipación es ser la causa de la

independencia jurídica del menor de edad, porque por ella sale de la patria

potestad o de la tutela y pasa a una nueva situación jurídica.

Características de la Emancipación

El artículo 382 del Código Civil dispone lo siguiente:

Artículo 382. El matrimonio produce de derecho la emancipación. La

disolución del matrimonio no la extingue. Si el matrimonio fuese anulado, la

emancipación se extingue para el contrayente de mala fe, desde el día que

la sentencia de nulidad pase en autoridad de cosa juzgada.

Del artículo citado y siguiendo lo establecido por Aguilar G. (2005) la

emancipación contempla las siguientes características:

1. Se produce de pleno derecho. En tal sentido, al contraer matrimonio o

declarar la unión estable de hecho, queda el adolescente emancipado, con

independencia de su voluntad o la de tercera persona. Es una norma de

orden público, razón por la cual no puede relajarse por las partes

intervinientes.

2.   Es definitivo. Así pues, la emancipación no se extingue con la disolución

del matrimonio, sea por muerte o por divorcio, ni tampoco para el cónyuge
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de buena fe en caso de nulidad del matrimonio. Es decir, sobrevive a la

disolución del matrimonio.

3. Es irrevocable. Este carácter se encuentra indisolublemente ligado al

anterior, pues por ser la emancipación definitiva, ciertamente no es

revocable. No es posible sustraerle al menor la emancipación una vez

adquirida. La emancipación legal por matrimonio no es revocable. Esto era

posible respecto de la emancipación voluntaria, pero en razón de que esta

se suprimió con la reforma del 82, subsistiendo solo la emancipación legal,

tal posibilidad ya no resulta viable.

Al quedar abolida la emancipación voluntaria, también ha

desaparecido la posibilidad de revocatoria. Esta solo se reduce al caso de

la nulidad de matrimonio contraído de mala fe.

4. Es de orden Público. Es decir, forma parte de aquellas instituciones

sustraídas de la voluntad de los particulares. El Estado tiene interés en

preservar las normas relativas a la capacidad, y entre estas se deriva la

emancipación.

El menor se emancipa al margen de su voluntad y debe regirse por

las normas relativas a la emancipación. De allí que si el menor emancipado

para realizar un acto de disposición requiere de autorización judicial

(articulo 383 CC.) y no de la intervención de algunos de sus padres, salvo

que este actué por representación voluntaria.


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Efectos de la emancipación

Los efectos de la emancipación abarcan dos importantes aspectos: Uno

dirigido al ámbito personal del menor y otro proyectado a su capacidad de obrar.

Por el primero, el menor adquiere el libre gobierno de su persona; en razón del

segundo, el menor pasa de un régimen de representación a uno de autorización y

asistencia.

En tal sentido, dentro de los efectos están:

1. El libre gobierno de su persona: A partir del momento en el cual queda

emancipado, el menor deja de estar bajo la potestad de otra persona, sea que

se encontraba bajo el régimen de la patria potestad o bajo la tutela de otra

persona.

Como consecuencia de ello, el menor deja de estar sometido a la

responsabilidad de crianza y adquiere la plena dirección y gobierno de su

persona, pudiendo separarse de la casa paterna y determinar su propio

domicilio o residencia.

El autor Carrasco P. (1996) Enfatiza que “en el plano personal el menor

emancipado no tiene limitación alguna, al dejar de estar sometido a la patria

potestad o la tutela, está habilitado para regir su persona como si fuese mayor”

(p.109). En principio el menor emancipado es dueño de su persona. Tiene

derecho a escoger un domicilio separado pues la ley solo atribuye domicilio

legal a los menores emancipados.

2. Modificación de la capacidad negocial: Este efecto se desprende del

encabezado del artículo 383 del Código Civil, según el cual, la emancipación
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confiere al menor la capacidad de realizar por si solo actos de simple

administración. Para cualquier acto que exceda la simple administración,

requerirá autorización del Juez competente. Esta capacidad se entiende

limitada, ya que bien podrá administrar sus bienes, pero al tratarse de la

disposición de los mismos, con lo que pudiera afectarse su patrimonio, deberá

contar con la debida asistencia de un curador nombrado por el tribunal.

3. Modificación de la capacidad procesal. El único aparte de la norma

precitada dispone que para estar en juicio y para los actos de jurisdicción

voluntaria, el emancipado deberá estar asistido por uno de los progenitores

que ejercía la patria potestad y a falta de ellos, por un curador especial que el

mismo menor nombrará con la aprobación del Juez.

Si bien al emancipado se le reconoce el libre gobierno y dirección de su

personalidad, al existir un conflicto de intereses que active la jurisdicción, sea

contenciosa o voluntaria, también es cierto que la ley le otorga un mecanismo de

protección que corresponde a la asistencia o la autorización de quien ejercía la

patria potestad o la tutela.

Nulidad relativa de los actos celebrados en violación de las normas sobre

emancipación

De acuerdo con la ley, la nulidad de los actos celebrados en contravención

a las disposiciones del Título IX ( De la Tutela y de la Emancipación), puede

oponerse sólo por el representante del incapaz, por éste, o por sus herederos o

causahabientes ( C., art. 386). En consecuencia, en el caso de emancipación sólo


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puede invocar esa nulidad: el emancipado (quien intentará el juicio asistido por su

curador si es que no ha cumplido la mayoridad), o sus herederos o

causahabientes.

Cuando el menor emancipado haya realizado actos sin la asistencia

requerida.

Según el artículo 386 del Código Civil “La nulidad de los actos ejecutados

en contravención a las disposiciones de este Título, relativas al interés del menor,

puede oponerse por el representante del menor, por este, o por sus herederos o

causahabientes.”

En este sentido, todos los actos que se ejecuten sin el cumplimiento de las

formalidades señaladas, es decir, según los casos sin autorización del juez

competente (actos que excedan de la simple administración), o con la debida

asistencia, estarán afectados de anulabilidad y la acción correspondiente la puede

proponer el menor, sus herederos o causahabientes.

El ejercicio del comercio

La emancipación no produce entre sus efectos la adquisición de la

capacidad para ejercer el comercio, tan solo posibilita la obtención de la

autorización para el ejercicio del mismo. La habilitación para el ejercicio del

comercio puede ser general o limitada a algún ramo de la actividad mercantil.

Al respecto, la normativa en esta competencia, el Código de Comercio

(1955) indica:
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 El menor, o en la nueva terminología, el niño o adolescente no

emancipado no puede ejercer personalmente el comercio, ni aun

siquiera ejecutar actos aislados de comercio. La emancipación no

modifica esa situación, pero hace posible modificarla, ya que el incapaz

puede ser autorizado para ejercer el comercio y ejecutar actos aislados

de comercio.

Esas disposiciones, que se encuentran en el Código de Comercio, deben

aplicarse teniendo en cuenta las modificaciones del Código Civil de 1982. En

consecuencia, “tener por curador a su padre o madre” debe entenderse como

“si el menor solicita la autorización asistido por uno de los padres que ejercía

su patria potestad” y “tener por curador a otra persona”, debe entenderse como

“si el menor solicita la autorización asistido por un curador especial”.

 Los requisitos para la habilitación de acuerdo con el Código de

Comercio especifica el artículo 11, ap 2° este varían si el emancipado

tiene por curador a su padre o a su madre, basta con la autorización del

curador; y 2° Caso contrario, se requiere, además de la autorización del

curado, la aprobación del Juez de Primera Instancia en lo Civil del

domicilio del incapaz, quien no la acordará sino después de tomar por

escrito y bajo juramento los informes que creyese necesarios sobre su

buena conducta y discreción.

 Quienes sin tener 18 años de edad han sido autorizados para comerciar

conforme a las normas arriba expuestas, se reputan mayores en el uso

que hagan de esa autorización, y pueden comparecer en juicio por sí y


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enajenar sus bienes inmuebles (C. Com., art. 12), de modo que, en la

esfera del Derecho Mercantil, la habilitación para ejercer el comercio

produce los efectos de una declaración de la mayoridad (salvo contadas

excepciones), a diferencia de la emancipación que en materia civil sólo

tiene por efecto colocar al incapaz en una condición intermedia entre el

no emancipado y el mayor de edad.

 La autorización para comerciar puede revocarse con aprobación del

Juez de Primera Instancia en lo Civil del domicilio del habilitado, con

audiencia de éste. La revocación se hará por documento público que el

curador hará registrar y fijar. La revocación no perjudica nunca los

derechos adquiridos por terceros (C. Com, art. 14).


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CONCLUSIONES

La emancipación constituye un final anticipado de la patria potestad o de la

tutela que se adquiere por el solo efecto de matrimonio. La misma coloca al menor

en un estado intermedio entre la mayoridad y la minoridad, porque el bien no

convierte al menor en plenamente capaz, ciertamente le otorga un mayor grado de

capacidad de obrar a la vez que le concede el libre gobierno de su persona.

En tal sentido, la emancipación como efecto del matrimonio y la unión

estable de hecho se encuentra plenamente justificada por cuanto la equiparación

se efectúa desde el propio texto constitucional. En cuanto a los efectos generales

que produce actualmente la emancipación, ellos no pueden estar divorciados del

modelo de infancia que surge de la Convención sobre los Derechos del Niño, la

Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes y que recoge

explícitamente el texto constitucional. Por tanto, si los instrumentos aludidos hacen

referencia clara a un sistema de capacidad progresiva para los menores de 18

años, dicho esquema se extiende en todas las relaciones jurídicas donde

interactúa un niño o adolescente


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BIBLIOGRAFÍA

Aguilar J (1997.) Derecho Civil I (personas). 13ª, UCAB.

Aguilar J. (2005). Personas. Derecho Civil I. 17ª Ed. Caracas: Universidad

Católica Andrés Bello.

Código Civil (1982) Gaceta Nº 2.990 Extraordinaria del 26 de Julio de 1982.

Congreso de la República de Venezuela.

Código de Comercio

Domínguez M. (2011). Manual de Derecho Civil I (personas). Ediciones

Paredes. Caracas, 2011.

Graterón M. (2010). Derecho Civil I. Personas. 2ª Ed. Caracas: Ediciones

Paredes.

Hung F. (1999). Derecho Civil I. Caracas: Vadell Hermanos Editores.

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