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Tema 2: La persona y el

derecho de la persona
Prof. Dr. María Lubomira Kubica
La persona y el ordenamiento jurídico.

 En principio, puede sorprender, por obvia, la afirmación de que todo ser


humano es persona. La calificación de persona, o, lo que es lo mismo, el
reconocimiento de la personalidad, significa atribuir la aptitud para ser titular
de derechos y obligaciones, y en consecuencia, la posibilidad de ser sujeto de
relaciones jurídicas.
 Sin embargo, históricamente la condición jurídica de persona no era atribuida
por igual a todos los seres humanos. En el Derecho Romano, como es bien
sabido, del concepto de persona quedan excluidos los esclavos, pues carecen
del status libertatis; asimismo, se exige la condición de ciudadano romano:
status civitatis; y se atiende al lugar que se ocupa en el seno de familia: status
familiae, distinguiendo según se sea sui iuris o personas libres de toda
autoridad, o bien, alieni iuris, esto es, personas que están sometidas a alguna
potestad o a la autoridad de otro. La sociedad estamental propia del Antiguo
Régimen también clasifica a las personas en función de ciertos parámetros
(nacimiento, religión…), para otorgarle más o menos derechos.
La persona y el ordenamiento jurídico.

 Con el triunfo de la Revolución Francesa y la instauración del Estado liberal se


supera el particularismo jurídico característico del Ancien Régime. Se reconoce
la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley, y el sujeto de derecho es
identificado con un sujeto abstracto, sin género, sin clase y sin raza; pero la
realidad es que tal sujeto encarna al varón, burgués, y de raza blanca,
excluyéndose de la plenitud de derechos y por tanto del propio concepto de
ciudadanía a determinados colectivos, y a la mitad de la población, esto es,
las mujeres, a quienes no alcanza el cambio social, y quienes deberán dedicar
la mayor parte de los siglos XIX y XX a luchar contra las situaciones de
desigualdad y discriminación a las que se ven sometidas en todos los ámbitos:
social, económico, político y jurídico.
 El Código Civil, heredero de la Revolución Francesa, y con un marcado tinte
liberal, parte del reconocimiento de un sujeto único de derechos, a quien
atribuye personalidad desde el momento del nacimiento (art. 29 CC).
La persona y el ordenamiento jurídico.

 Finalmente, hay que destacar que la Constitución de 1978 sitúa a la


persona como epicentro de todo el ordenamiento jurídico, titular de unos
valores y derechos que han de ser asumidos, respetados y tutelados, y es
por ello que el propio Texto Constitucional reconoce la dignidad de la
persona y los derechos fundamentales que le son inherentes, además del
libre desarrollo de la personalidad, como fundamento del orden político y
de la paz social (art. 10 CE). Además, impone el principio de igualdad (art.
14 CE) que impide una diferenciación de los sujetos al objeto de atribuirles
la capacidad para detentar derechos.
 En nuestro Derecho, junto a la persona física, o persona en sentido estricto,
se reconoce asimismo capacidad para actuar en el tráfico jurídico a un
conjunto de personas o de bienes que cumplen determinados requisitos
legales, son las denominadas personas jurídicas.
La capacidad de la persona.

•Corresponde a todas las personas: cualquier persona, con


independencia de su edad, sexo o condición, puede ser titular de
derechos y se reconoce en el momento del nacimiento.
Capacidad jurídica: aptitud
para ser titular de derechos y •Es titular de derechos de contenido no patrimonial: derecho a la
también de obligaciones. vida, a la integridad física y moral, a la intimidad, etc., y también
de derechos patrimoniales, ya sean derechos de crédito, ya
derechos reales.

Para poder disponer de tales •Se adquiere de forma gradual, en función del grado de madurez
del sujeto, lo que se mide a través de la edad.
derechos, para cumplir con las
obligaciones, y en general para •La plena capacidad de obrar se adquiere con la mayoría de
poder actuar eficazmente en el edad (art. 322 CC), y el menor de edad tiene su capacidad de
obrar limitada.
tráfico jurídico, se requiere
capacidad de obrar.
La capacidad de la persona: ejemplo.

Una niña de pocos meses de edad tiene


capacidad jurídica, lo que le permite ser
propietaria de una finca que ha recibido por
vía de donación o de un derecho de crédito
adquirido a través de una herencia. Sin
embargo, carece de capacidad de obrar para
vender la finca, para hipotecarla, donarla, etc.
La capacidad de la persona.

La prohibición de contratar: a diferencia de la


Junto a la capacidad de obrar general, ciertas capacidad de obrar, el concepto de prohibición
normas exigen una capacidad especial para hace referencia a determinados actos jurídicos
realizar determinados actos, por ejemplo, para concretos que no pueden ser realizados por una
adoptar: a partir de los 25 años (art. 175.1 CC). persona en función de unas concretas
circunstancias en las que se encuentra,
Prohibiciones: ejemplo.

 El artículo 1459 CC contempla la prohibición de


comprar determinados bienes a personas con un
especial cargo, profesión o cometido, como los tutores,
que no pueden comprar los bienes de sus pupilos, o los
albaceas, que no pueden adquirir los bienes confiados
a su cargo. En cualquier caso, las prohibiciones han de
ser establecidas normativamente y deben ser
interpretadas de modo restrictivo.
El comienzo de la personalidad.

 El nacimiento del ser humano determina el comienzo de la personalidad


(art. 29 CC); ello no quiere decir que el ordenamiento ignore por completo
al concebido hasta ese momento, pero la adquisición de la capacidad
jurídica se produce cuando, en función de los parámetros que establece
el Código Civil, al concebido se le tiene por nacido.
 En concreto, el art. 30 CC establece que “la personalidad se adquiere en
el momento de nacimiento con vida, una vez producido el entero
desprendimiento del seno materno”, esto es, cortado el cordón umbilical.
Esta nueva redacción obedece a lo establecido en la Disposición Final
Tercera de la Ley 20/2011, de 21 de julio, del Registro Civil, que entró en
vigor al día siguiente de su publicación, y sin esperar por tanto los tres años
de vacatio legis previstos con carácter general para la mencionada
norma (Disposición Final Décima).
El comienzo de la personalidad.

 La modificación legal parte pues de la consideración de persona de todo ser humano


nacido v ivo, sin añadir ningún otro requisito, en una mayor coherencia con lo dispuesto
en los Textos Internacionales (Art. 7.1 Conv ención sobre los Derechos del Niño. Arts. 1 y 6
Declaración Univ ersal de Derechos Humanos. Art. 24.2 Pacto Internacional de Derechos
Civ iles y Políticos).
 Los requisitos tradicionales para adquirir la personalidad: con anterioridad a la reforma
legal el art. 30 CC exigía para los efectos civ iles, de carácter básicamente patrimonial, la
concurrencia de ciertos requisitos para la adquisición de la personalidad, en concreto,
que el feto tuviese figura humana y v iviese 24 horas enteramente desprendido del seno
materno.
 En cuanto al primer requisito, tener figura humana hace referencia a que el nacido tuviese
aptitud para sobrevivir, es decir, el nacido debía tener los órganos vitales que le facultaran
para la vida.
 El segundo reforzaba la exigencia de viabilidad mediante el cumplimiento del plazo de 24
horas que se empezaba a contar desde la ruptura del cordón umbilical, lo que se
explicaba en función del origen de la norma, estrechamente vinculada a cuestiones de
tipo hereditario, para evitar alteraciones sobrevenidas en el orden sucesorio.
La prueba del nacimiento.

 El nacimiento se inscribe en el Registro Civil, lo que constituye


prueba del mismo (art. 44.2 LRC). La Ley del Registro Civil de 2011
regula el procedimiento a seguir para la inscripción del nacimiento
(art. 44.3 LEC), así como las personas obligadas a promover la
misma (art. 45 LRC). En la inscripción de nacimiento constarán los
datos que permiten identificar al nacido, esto es, el nombre, los
apellidos que le correspondan según su filiación, el lugar, fecha y
hora del nacimiento y el sexo del nacido (arts 49 y ss. LRC).
 En caso de parto múltiple, la prioridad para acceder a los derechos
reconocidos por ley corresponderá al primer nacido (art. 31 CC).
Vid. Art. 57 CE y Ley 33/2006, de 30 de octubre, sobre igualdad del
hombre y la mujer en el orden de sucesión de los títulos nobiliarios.
La situación del concebido y no
nacido.
 El hecho de que el ordenamiento jurídico otorgue personalidad a partir del nacimiento no
significa que ignore la existencia de los concebidos aún no nacidos. En concreto, el art.
29 CC dispone que al “concebido se le tienen por nacido para todos los efectos que el
sean favorables”, siempre que efectivamente llegue a nacer. Si bien, el contexto histórico
legislativ o en el que se ha de enmarcar esta norma permite afirmar que el legislador se
refiere a los efectos puramente patrimoniales, y en ningún caso implica reconocer
personalidad, ni capacidad jurídica al nasciturus.
 En consecuencia, el art. 29 CC parte de una ficción legal según la cual el concebido se
beneficia de aquellos efectos civ iles de carácter patrimonial que le sean fav orables,
fundamentalmente, el derecho a participar en la herencia (arts. 959 y ss. CC) y recibir
donaciones (art. 627 CC), pero también otros de naturaleza más personal como el
reconocimiento de la filiación o la adquisición de la nacionalidad (RRDGRN de 31 de
marzo de 1992, 12 de julio de 1993).
 Producido el nacimiento, los efectos fav orables se retrotraen al momento de la
concepción.
La situación del concebido y no
nacido.
 El Tribunal Constitucional ha dejado claro que si bien el nascit urus es objeto de protección por el
Derecho, no es equiparable a la persona nacida, y establece que los titulares del derecho fundamental
a la vida en los términos del art. 15 CE son solo los nacidos, aunque ello no implica desproveerles de
toda protección constitucional: “La protección que la Constitución dispensa al nascit urus implica para
el Estado con carácter general establece dos obligaciones:
1. La de abstenerse de interrumpir o de obstaculizar el proceso natural de gestación, y
2. La de establecer un sistema legal para la defensa de la vida que suponga una protección efectiva de la misma y que,
dado el carácter fundamental de la vida, incluya también, como última garantía, las normas penales.
Ello no significa que dicha protección haya de revestir carácter absoluto; pues, como sucede en relación
con todos los bienes y derechos constitucionalmente reconocidos, en determinados supuestos puede y aun
debe estar sujeta a limitaciones, como veremos posteriormente” STC 53/1985, recaída en el entonces
recurso previo de inconstitucionalidad sobre el texto definitivo del Proyecto de Ley Orgánica de reforma
del art. 417 bis del Código Penal, que regulaba los supuestos de aborto no punible. En la STC 212/1996, de
19 de diciembre de 1996, que resuelve el recurso de inconstitucionalidad contra la Ley 42/1988, de 28 de
diciembre, de donación y utilización de embriones y fetos humanos o de sus células, tejidos u órganos, el
Tribunal Constitucional reitera que el art. 15 CE reconoce el derecho de todos a la vida, derecho
fundamental del que son titulares los nacidos, sin que quepa extender esta titularidad a los nascituri. En la
misma línea la STC 116/1999, que resuelve el recurso de inconstitucionalidad interpuesto contra la Ley
35/1988, de 22 de noviembre, sobre Técnicas de Reproducción Asistida.
La situación del concebido y no
nacido.
La STS de 5 de junio de 1926 aplicó la norma del
art. 29 CC para permitir que la viuda encinta
percibiese una indemnización por el
fallecimiento de su marido en concepto de
viuda con hijos, y por tanto, de superior
montante al que habría recibido si no se
hubiese tenido en cuenta el hijo que estaba
esperando.
Nondum concepti

 Para ser titular de derechos, como se ha dicho, hay que tener capacidad
jurídica, lo que corresponde a todas las personas desde el nacimiento, y
por consiguiente, quedan excluidos aquellos que aún no han nacido. Y si
bien el ordenamiento jurídico contempla una excepción para los
concebidos no nacidos, a efectos de permitirles la adquisición de
derechos, no amplia tales consecuencias jurídicas con carácter general a
los no concebidos (nondum concepti).
 No obstante, existen ciertas figuras reguladas en el Código Civil que tienen
en cuenta directa o indirectamente la futura existencia de personas que
no han sido aún ni siquiera concebidas para otorgarles efectos. En estos
casos, se parte de una atribución temporal de bienes, que han de ser
administrados o protegidos, con el objetivo de ser posteriormente
transmitidos a ciertas personas en caso de que llegasen hipotéticamente a
existir.
Nondum concepto- ejemplo

 Por ejemplo, en la sustitución fidecomisaria (arts. 781 y


ss. CC), el testador dispone de una serie de bienes a
favor de una persona que debe conservarlos y
entregarlos a otra que podría no haber aún nacido.
También en el caso de la donación con cláusula de
reversión a favor de terceros (art. 641 CC), el donatario
podrá ser sustituido por otro que aún no existiese en el
momento de perfeccionarse la donación.
Resumen

a) Persona: En este caso denominada persona física, para diferenciarla de la persona jurídica, que
goza de capacidad jurídica a partir del nacimiento, y cuya capacidad de obrar la adquiere de forma
gradual, alcanzando la plena capacidad de obrar con la mayoría de edad.

Concebido no nacido o nasciturus: Se le tiene por nacido para todos aquellos efectos que le
beneficien, condicionado a que efectiv amente llegue a nacer en los términos que establece la ley
(art. 29 CC).

No concebido (nondum concepti): en estos casos, sólo en contadas ocasiones se refiere a ellos el
Código Civ il, para hacerlos partícipes del disfrute de ciertos bienes a trav és de determinados actos inter
v iv os o mortis causa.
El fin de la personalidad.

 Así como la personalidad comienza con el nacimiento, el fallecimiento de una


persona determina el fin de la personalidad (art. 32 CC).
 Art. 32 C.C. “la personalidad civil se extingue por la muerte de las personas”.
 Efectos del fallecimiento:
1. Desaparece la persona
2. Se extinguen los derechos y relaciones de carácter personlísimo que le
competían
3. Se abre la sucesión
4. El patrimonio se transforma en la herencia
5. El cuerpo de la persona se transforma en una cosa

 Muerte: cese irreversible de las funciones cardiorrespiratorias o encefálicas.


La prueba de la muerte.

 La prueba del fallecimiento se articula a través de la


inscripción de la defunción en el Registro Civil. La inscripción
en el Registro Civil de la defunción es obligatoria, y hace fe
de la muerte de una persona y de la fecha, hora y lugar en
que se produce. La inscripción de la defunción se practicará
en virtud de declaración documentada en el formulario
oficial, acompañado del certificado médico de la
defunción. Una vez practicada, el Encargado del Registro
Civil expedirá la licencia para el entierro o incineración en el
plazo que reglamentariamente se establezca (art. 62 LRC).
La premoriencia y comoriencia.

 Si varias personas llamadas a sucederse entre sí fallecen de


forma simultánea, de manera que no se pueda determinar
con exactitud si murieron a la vez (conmoriencia), o una
antes que otra (premoriencia), el Código Civil establece
como solución aplicable una presunción iuris tantum, y por
tanto salvo prueba en contrario, de conmoriencia, de forma
que no tendrá lugar transmisión alguna de derechos
sucesorios entre ellas. Si alguien está interesado en que se
establezca el fallecimiento de alguno con anterioridad a
otro, deberá demostrarlo a través de todos los medios de
prueba admitidos en Derecho (art. 33 CC).
Declaración de fallecimiento.

 La tercera y última etapa que prevé el ordenamiento


jurídico (después de la declaración judicial de la
desaparición y de la ausencia legal que se van a
estudiar con posterioridad),para los supuestos de
desaparición de una persona, parte del aumento
objetivo de las posibilidades de que la persona
desaparecida haya fallecido, bien por haber
transcurrido periodos de tiempo prolongados sin noticias
de su paradero, bien por haber desaparecido la
persona en situaciones de evidente riesgo para la vida
(declaración de fallecimiento).
Declaración
La La ausencia
de
desaparición legal
fallecimineto
Los supuestos de la declaración de
fallecimiento.
Por ausencia de
noticias en 10 años o 5
años, si pasado éste Violencia contra la Operaciones de
plazo el ausente vida o siniestro natural campaña
hubiera cumplido
sesenta y cinco años;

Naufragio Siniestro aéreo


Declaración de fallecimiento.

 Transcurridos los plazos señalados, los interesados podrán solicitar la


declaración de fallecimiento mediante un procedimiento judicial regulado en
los arts. 2014 y ss. LEC, que terminará con un auto que declare a la persona
como fallecida, dando lugar a los efectos consiguientes al fallecimiento de la
persona y a su desaparición de la esfera jurídica.
 La declaración de fallecimiento deberá establecer con exactitud la fecha
exacta a partir de la cual se entiende la muerte de la persona, siguiendo las
reglas de los arts. 193 y 194 en función de cuál sea la causa de la desaparición
(STS 10 junio 2010).
 Hay que recordar que esta tercera fase en la desaparición de la persona no
tiene que venir precedida necesariamente por las anteriores, de forma que
puede solicitarse la declaración de fallecimiento sin haber instado antes ni las
medidas de protección del desaparecido ni la declaración de ausencia legal.
 La declaración de fallecimiento debe pues inscribirse en el Registro Civil, al
margen de la inscripción de nacimiento de la persona (art.78 LRC)
La declaración de fallecimiento-
efectos legales.
Apertura de la sucesión y reparto de la herencia del declarado fallecido ex art. 196.1 CC:
•El reparto de la herencia del declarado fallecido debe seguir, no obstante, una serie de reglas particulares dictadas en
prev isión de la posible reaparición de quien se declaró muerto.
•La obligación de realizar un inv entario de los bienes muebles e inmuebles (art.196.4 CC), prohibición a los herederos de
realizar actos de disposición a título gratuito con los bienes recibidos en herencia hasta pasados 5 años (art. 196.2 CC) y
posposición en la entrega de los legados hasta 5 años desde la declaración de fallecimiento (art.196.3 CC).

Disolución del matrimonio del declarado fallecido ex art. 85 CC;

•El cónyuge del desaparecido podrá v olv er a contraer matrimonio, sin que la reaparición del desaparecido suponga en
ningún caso reanudación del v ínculo matrimonial extinto.

Cesarán los cargos y medidas establecidas judicialmente en base a alguna de las anteriores
fases de desaparición (art. 195 CC): fin declaración de ausencia legal, cese del cargo de
representante.
La aparición del declarado fallecido.

 La aparición o las noticias sobre la existencia de quien fue


declarado fallecido puede derivar en auto por el que se dejará
inefectiva la declaración de fallecimiento (art.2043 LEC).
 El ausente tendrá derecho a recuperar su patrimonio en el estado
en que se encuentren los bienes, sin que quepa reclamar frutos o
beneficios ni exigir responsabilidad a los herederos por la
administración (art. 197 CC), esto es, podrá recuperar sus bienes,
por ejemplo su vivienda, en el estado en que se encuentre, sin que
quepa demandar por su deterioro ni reclamar las ganancias
obtenidas por su arrendamiento.
El estado civil de la persona.

 Con la expresión estado civil se quiere hacer referencia a determinadas


situaciones en las que se puede encontrar la persona que definen su
situación jurídica en la sociedad, conformadores de ciertas facultades o
acciones y que, en algunos casos, afectan o condicionan su capacidad
de obrar.
 Pero en ningún caso, la legislación vigente permite que el estado civil
incida en la capacidad jurídica, que es inmutable y uniforme para todas
las personas. En el caso de los estados civiles, se aplica un mismo régimen
jurídico de forma homogénea a todos aquellos sujetos que se hallan en la
misma situación: mayores o menores de edad, casados o solteros,
españoles o extranjeros.
Los estados civiles.

Nacionalidad y vecindad. El art. 9.1 CC establece


que “La ley personal correspondiente a las El matrimonio y la filiación. Los cónyuges tienen
personas físicas es la determinada por su una serie de deberes entre sí y para con la familia,
nacionalidad. Dicha ley regirá la capacidad y el son los denominados deberes conyugales que
estado civ il, los derechos y deberes de familia y la configuran el estatuto jurídico del matrimonio.
sucesión por causa de muerte”. La v ecindad civ il También la relación paterno-filial origina derechos
determina la aplicación al sujeto del Derecho civ il y obligaciones (por ej., el derecho de alimentos
común o del Derecho foral (art. 14 CC). Es decir, del art. 142 CC). Se ha de recordar en todo caso
ciertos derechos y obligaciones v ienen que los hijos son iguales ante la ley con
determinados por la nacionalidad o la v ecindad independencia de cuál sea su filiación (art. 39 CE).
civ il.

La edad. Se ha de distinguir el estado de mayor


edad (art. 315 y 322 CC), el de menor de edad, y La incapacitación. También en estos casos se v e
el de emancipado (art. 314 CC). Pues se ha de afectada la capacidad de obrar de la persona
adv ertir que si bien el artículo 323 CC habilita al judicialmente incapacitada, a quien se le
menor emancipado para gestionar su persona y imponen una serie de restricciones que determina
bienes como si fuera mayor de edad, lo cierto es la sentencia que pone fin al procedimiento, y con
que excepciona una serie de actos y negocios las garantías que deriv an de la reserv a de ley en
jurídicos que el emancipado no puede realizar sin cuanto a las causas de incapacitación (art. 200
el complemento de sus padres o, en su defecto, CC).
del curador.
Los estados civiles.

 Los estados civiles son regulados por normas imperativas; son


intransmisibles, indisponibles, imprescriptibles, irrenunciables y no cabe
transigir sobre ellos (art. 1814 CC) ni someterlos a arbitraje (art. 2 de la Ley
60/2003, de 23 de diciembre, de Arbitraje). Tienen eficacia erga omnes y la
prueba de los mismos se articula mediante la correspondiente inscripción
en el Registro Civil.
 Para ejercitar los derechos y deberes que derivan del estado civil el
interesado cuenta con las llamadas acciones de estado, que pueden
estar dirigidas a obtener una resolución judicial que declare la existencia
de un determinado estado civil, reclamarlo cuando está siendo
ilegítimamente detentado por otro sujeto, modificarlo o impugnarlo (arts.
748 y ss. LEC). Ej. Se solicita la rectificación del sexo que figura en el
Registro Civil para adecuarlo a la efectiva identidad de género del sujeto.
Los estados civiles.

 No obstante lo dicho, son muchas las voces autorizadas


que abogan por suprimir la categoría de los estados
civiles, cuyo origen y razón históricos no casan bien con
los actuales valores constitucionales de igualdad y
dignidad de la persona. Y si bien en cierta medida se
podría justificar la separación diferenciada de ciertos
colectivos a quien otorgarles una especial protección
(menores, incapacitados), no se puede negar su
entronque con experiencias del pasado de difícil
encaje en el actual sistema democrático.
Bibliografía

Ángel López/Rosario Valpuesta


Fernández (ed.), Derecho civil I. Parte
general y Derecho de la persona,
Tirant lo Blanch, Valencia, 2013.

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