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NOMBRE DEL FALLO: Rizzo, Jorge Gabriel (apoderado Lista 3 Gente de Derecho) s/

Acción de amparo c/ Poder Ejecutivo Nacional, ley 26.855, medida cautelar (Expte. N°
3034/l3)

AÑO: 2013

HECHOS:
Entre los argumentos que sostiene la parte actora, en virtud del establecimiento de selección
mediante el voto popular previsto por la Ley en discusión, encontramos que “…so pretexto de
una mayor representatividad “democrática” establece que quien represente “a los abogados de
la matrícula federal” no sea electo por sus representados los abogados, sino por todos los
habilitados a emitir sufragio en las PASO. Con lo cual, quien aspire a “representar” al segmento
de los abogados de la matrícula federal, deberá, obligatoriamente, ser afiliado o al menos haber
acordado con un partido político su precandidatura; participar en las primarias “partidarias”,
etc., para finalmente no “representar” a los abogados (aunque lo sea), sino para “representar”
al Partido Político que le permitió llegar a ese lugar”.

La demandada plantea, por su parte, que “…todos los ciudadanos deben tener el derecho de
elegir a sus gobernantes, incluso a los Consejeros que se encargan de tomar decisiones
políticas respecto del servicio de justicia. Y la idea de voto calificado, va en dirección contraria
del voto universal, por lo cual, una mayor democratización del servicio de justicia reclamaba la
modificación instrumentada por la Ley N° 26.855.”

CUESTIONES PRESENTADAS:

Se trata de la Ley nº26.855, compuesta por 32 artículos que abarcan, entre otras cuestiones, la
modificación de la composición del Consejo y el procedimiento para elegir a sus integrantes, ue
eeentra en conflicto con el art 114 de la CN,Este nuevo artículo 114 dejó en manos de los
legisladores su reglamentación a través de una ley especial con mayoría absoluta de la
totalidad de los miembros de cada Cámara. Más establece que se “procure el equilibrio entre la
representación de los órganos políticos resultantes de la elección popular, de los jueces de
todas las instancias y de los abogados de la matrícula federal. Será integrado, asimismo, por
otras personas del ámbito académico y científico, en el número y forma que indique la ley” .

“El objetivo es crear un órgano en el cual sus integrantes provengan de fuentes diversas de
selección y elección, evitando así dejar en manos de alguno de los grupos a los que
pertenecen la posibilidad de imponer o digitar el sentido de las decisiones que adopte”.

PRIMERA INSTANCIA:
Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Criminal y Correccional Federal declaró la
inconstitucionalidad de los artículos 2°, 4°, 18 Y 30 de la ley 26.855 y del decreto del Poder
Ejecutivo n° 577/2013 y dejó sin efecto jurídico la convocatoria electoral prevista para la
elección de miembros del Consejo de la Magistratura, el Estado Nacional dedujo recurso
extraordinario por salto de instancia -en los términos del artículo 257 bis del Código Procesal
Civil y Comercial de la Nación- que fue declarado admisible por este Tribunal

SEGUNDA INSTANCIA:
No fue elevada

TIPO DE JURISDICCIÓN INVOCADA PARA ACCEDER A LA CORTE SUPREMA:


Fue elevada a la Corte Suprema de Justicia de la Nación, vía “per saltum”(5), directamente
desde la primera instancia.

OPINIÓN DEL PROCURADOR GENERAL:


Lo dictaminado la señora Procuradora General en cuanto al fondo de la cuestión
planteada, se hace lugar al recurso extraordinario por salto de instancia presentado por
el Estado Nacional y resuelve revocar la sentencia apelada.

PRINCIPIOS ELABORADOS:
Interpretar la representación en el puro sentido del contrato de mandato del derecho privado es
una tentativa de salvar lo que el texto no ha salvado. El argumento contrario corre con la
ventaja de que la representación estamentaria en la Constitución Nacional es una excepción,
en tanto que la regla republicana es la representación popular. Abunda a este respecto el
dictamen de la señora Procuradora General y, por cierto, cualquiera sea la opinión personal
acerca de la elección de los consejeros, cabe reconocer que el argumento es jurídicamente
fuerte.

RAZONAMIENTO:
la Procuradora General de la Nación, Alejandra Gils Carbó, presentó un dictamen en el que
sostuvo que: “La elección popular prevista por la ley 26.855, así como el incremento de los
escaños asignados a los miembros pertenecientes al ámbito académico y científico, vienen a
reglamentar el artículo 114 de la Constitución de un modo más coherente con nuestro
compromiso constitucional democrático y dando una respuesta adecuada a la demanda
social de incrementar la participación ciudadana en los órganos de gobierno”.
DECISIÓN DE LA CORTE SUPREMA:
Confirma la sentencia de Primera Instancia, sosteniendo la declaración de inconstitucionalidad
de los artículos 2º, 4º, 18 y 30 de la Ley 26.855 y el Decreto 577/2013, dejando sin efecto estas
modificaciones intentadas. Para alcanzar dicha resolución, más allá de las cuestiones formales
y procesales, el planteo consistió en establecer los alcances del artículo 114 de la Constitución
Nacional, para luego poder contrastarlos con el texto de la ley en cuestión.

PRINCIPIOS ELABORADOS:
En lo referente a la incorporación del Consejo de la Magistratura en la reforma de 1994, se
“dejó de lado el sistema de naturaleza exclusivamente político-partidario y de absoluta
discrecionalidad (…) en cabeza del Poder Ejecutivo y del Senado”. Se adoptaron medidas que
fortalecen el principio de independencia judicial en tanto garantía constitucional, despolitizando
el procedimiento de selección de sus miembros, a través de sus estamentos, estableciendo un
equilibrio en su integración.

Así, “la concepción de los constituyentes (…) fue mantener en el Consejo un equilibrio entre
sectores de distinto origen sin que exista predominio de uno sobre otros (…) que ningún sector
cuente con una cantidad de representantes que le permita ejercer una acción hegemónica
respecto del conjunto o controlar por sí mismo al cuerpo”.

En el análisis también se advierte que la elección popular directa está reservada explícitamente
a las autoridades políticas nacionales, no autorizando la Constitución al legislador a determinar
este mecanismo para otras instituciones, menos aún tratándose de estructura del Poder
Judicial, donde la legitimidad democrática se la da la Constitución, y no es derivada justamente
de la elección directa.

Concluyendo este punto, “la elección de los representantes de los jueces, abogados y
académicos o científicos no puede realizarse por sufragio universal, sino que debe efectuarse
en el ámbito de sus respectivos estamentos”. Ello en virtud de una integración equilibrada, sin
preponderancia de unos sobre otros.

En el considerando 29, la Corte estima que la ley 26.855 resulta inconstitucional ya que quiebra
el equilibrio previsto por el artículo 114 de la Constitución, al vincular la elección de los
integrantes con un sistema político partidario, desconociendo el principio de representación,
comprometiendo la independencia judicial, distorsionando el proceso electoral.

A su vez, en cuanto al incremento de integrantes científicos y académicos, también atenta


contra el equilibrio constitucional, dado que la Constitución no le ha dado un rol central a este
estamento, mientras que al elevar la participación, la ley cuestionada “sobredimensiona la
representación de este sector (…) y al mismo tiempo la distorsiona al establecer su elección
por medio del sufragio universal y no por los integrantes de dicho sector”.

Por último, la ley de reforma intentó “reescribir” el artículo 114 de la Constitución, alterando su
interpretación y significancia en profundos sentidos. Ya sea modificando el sistema de elección
de consejeros, como el número de integrantes de cada sector, y aún intentando obligar a los
jueces a involucrarse en listas partidistas y procesos electorales, lo cual viola de plano la
independencia judicial.

“En la práctica, la ley contraría la imparcialidad del juez frente a las partes del proceso y a la
ciudadanía toda, pues le exige identificarse con un partido político mientras cumple la función
de administrar justicia. Desaparece así la idea de neutralidad judicial frente a los poderes
políticos y fácticos”.En lo referente a la incorporación del Consejo de la Magistratura en la
reforma de 1994, se “dejó de lado el sistema de naturaleza exclusivamente político-partidario y
de absoluta discrecionalidad (…) en cabeza del Poder Ejecutivo y del Senado”. Se adoptaron
medidas que fortalecen el principio de independencia judicial en tanto garantía constitucional,
despolitizando el procedimiento de selección de sus miembros, a través de sus estamentos,
estableciendo un equilibrio en su integración.

Así, “la concepción de los constituyentes (…) fue mantener en el Consejo un equilibrio entre
sectores de distinto origen sin que exista predominio de uno sobre otros (…) que ningún sector
cuente con una cantidad de representantes que le permita ejercer una acción hegemónica
respecto del conjunto o controlar por sí mismo al cuerpo”.

En el análisis también se advierte que la elección popular directa está reservada explícitamente
a las autoridades políticas nacionales, no autorizando la Constitución al legislador a determinar
este mecanismo para otras instituciones, menos aún tratándose de estructura del Poder
Judicial, donde la legitimidad democrática se la da la Constitución, y no es derivada justamente
de la elección directa.

Concluyendo este punto, “la elección de los representantes de los jueces, abogados y
académicos o científicos no puede realizarse por sufragio universal, sino que debe efectuarse
en el ámbito de sus respectivos estamentos”. Ello en virtud de una integración equilibrada, sin
preponderancia de unos sobre otros.

En el considerando 29, la Corte estima que la ley 26.855 resulta inconstitucional ya que quiebra
el equilibrio previsto por el artículo 114 de la Constitución, al vincular la elección de los
integrantes con un sistema político partidario, desconociendo el principio de representación,
comprometiendo la independencia judicial, distorsionando el proceso electoral.

A su vez, en cuanto al incremento de integrantes científicos y académicos, también atenta


contra el equilibrio constitucional, dado que la Constitución no le ha dado un rol central a este
estamento, mientras que al elevar la participación, la ley cuestionada “sobredimensiona la
representación de este sector (…) y al mismo tiempo la distorsiona al establecer su elección
por medio del sufragio universal y no por los integrantes de dicho sector”.

Por último, la ley de reforma intentó “reescribir” el artículo 114 de la Constitución, alterando su
interpretación y significancia en profundos sentidos. Ya sea modificando el sistema de elección
de consejeros, como el número de integrantes de cada sector, y aún intentando obligar a los
jueces a involucrarse en listas partidistas y procesos electorales, lo cual viola de plano la
independencia judicial.

“En la práctica, la ley contraría la imparcialidad del juez frente a las partes del proceso y a la
ciudadanía toda, pues le exige identificarse con un partido político mientras cumple la función
de administrar justicia. Desaparece así la idea de neutralidad judicial frente a los poderes
políticos y fácticos”.

DISIDENCIA O CONCURRENCIA:
El voto mayoritario fue firmado por los jueces Ricardo Lorenzetti, Elena Highton de Nolasco,
Carlos Fayt y Juan Carlos Maqueda, mientras que Eugenio Zaffaroni votó en disidencia
PRINCIPIOS ELABORADOS:
En la sentencia los magistrados destacaron el control de constitucionalidad que realizan los
jueces y se enumeraron una serie de normas que fueron impugnadas por violar derechos
protegidos por la Carta Magna. En ese sentido, el voto mayoritario agrega que esa “atribución
moderadora” que tienen los jueces es una de las mayores garantías para asegurar los
derechos constitucionales contra los abusos posibles e involuntarios de los poderes públicos.

RAZONAMIENTO:

Por su parte, Petracchi y Argibay observaron que: “De todas las democracias posibles, la
única que pueden profundizar los poderes constituidos es la organizada por la Constitución
Nacional sobre la base de las autoridades por ella creadas y ninguna otra. Éste es el
recto sentido de su artículo 22. Por lo tanto dicha cláusula no da pie para alterar la
composición y el modo de elección de una de las autoridades del Gobierno Federal,
como el Consejo de la Magistratura”.
En su voto en disidencia, Zaffaroni puntualizó sobre la reforma constitucional que creó al
Consejo de la Magistratura como órgano y que delegó en el Congreso la tarea de finalizar
determinados aspectos de su estructura. Sobre este punto, detalló que en menos de veinte
años fue objeto de “tres reformas regulatorias dispares y profundas”. También, retomó el
argumento utilizado en el dictamen de la Procuración sobre las dificultades que se observan en
su funcionamiento para nombrar jueces y cubrir las vacantes.
“Es perfectamente posible que la elección por listas y por partidos políticos genere dificultades,
pero también las ha generado la elección estamentaria, cuyas consecuencias están a la vista”,
sostuvo.

OBITER DICTUM SIGNIFICATIVO:

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