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200 ideas para seguir transformando la educación

venezolana

Calidad de la educación y etapas de la


transformación educativa en Venezuela
(VIII)
Por: Luis Bonilla Molina | Miércoles, 09/04/2014 02:09 PM | Versión
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Calidad de la educación y etapas de la transformación educativa


en Venezuela
200 ideas para seguir  transformando la educación venezolana[i]

Luis Bonilla-Molina[ii]

1.    Es mucho lo andado

El 28 de Marzo de 2014 el Presidente Nicolás Maduro anunció el inicio de la Consulta


Nacional sobre la calidad de la educación.  El Vicepresidente para el área social Héctor
Rodríguez recién había instalado una comisión nacional para llevar adelante esta iniciativa. 
Por su parte el Ministro del Poder Popular para la Educación Universitaria Ricardo
Menéndez señaló que “Venezuela cuenta con todos los recursos necesarios para
garantizar educación de calidad en el país,  gracias a las políticas implementadas desde la
llegada de la Revolución Bolivariana” (04-04-2014, AVN). Pareciera haberse configurado
una voluntad política integral para avanzar en el debate sobre la calidad educativa en
Venezuela, con carácter vinculante a las políticas públicas de la Revolución Bolivariana.

Esta iniciativa no es aislada, es necesario valorarla en el marco de las acciones y cambios


que desde 1999 venimos adelantando  para derrotar la peor de las exclusiones: la educativa.
Mencionaremos tan solo algunas de ellas: la creación de las Escuelas Bolivarianas, la
implementación del Programa Alimentario Estudiantil (PAE) para todas las escuelas
públicas oficiales primarias y las subvencionadas, la puesta en marcha del currículo básico
bolivariano, los liceos bolivarianos, la misión  Robinson –que permitió derrotar el
analfabetismo-, la Misión Ribas –para garantizar la prosecución y la inclusión en el
bachillerato-, la Misión Sucre –que posibilitó ser el segundo país de ALC en matrícula
universitaria- , la Misión Negra Hipólita para llevar a la educación a los niños(as) en
situación de calles y los adultos en estado de abandono, la aprobación de una novedosa
LOE, la colección de libros Bicentenario que coloca en las manos de millones de niños los
textos escolares que antes tenían que comprar a las grandes editoriales, las canaimitas y las
canaimitas universitarias para garantizar la inclusión tecnológica.  Además de ello, la
transformación de Tecnológicos y Colegios Universitarios en Universidades Politécnicas
Territoriales, la creación de universidades nacionales como la UBV y la potenciación de
otras como la UNEFA y la Simón Rodríguez (UNESR).  La permanente atención
presupuestaria  a todas las universidades oficiales, sin distinción alguna, asimismo la
dotación de bibliotecas y servicios estudiantiles en el marco de la creciente demanda por la
expansión de la matrícula universitaria de 780.000 (1998) a 2.600.000 (2013). Estos son
solo algunos elementos que evidencian lo  productivo del camino recorrido.

En este sentido quiero destacar un aspecto y alertar sobre otro.  El primero, reivindicar
públicamente la iniciativa del Ministro Héctor Rodríguez de crear una instancia permanente
de consulta con todos aquellos que han ocupado el cargo de Ministros de Educación. Esto
fortalece y consolida una nueva cultura política institucional de entender la acción
gubernamental como un proceso continuo. Qué bueno para el país que las experiencias de
gestión de Héctor Navarro, Aristóbulo Isturiz, Adán Chávez, Jennifer Gil, Maryan Hanson
contribuyan en esta nueva etapa. Todos ellos, al igual que los ex ministros de Educación
Universitaria debieran formar parte, junto a individualidades, estudiosos del hecho
pedagógico e instancias del poder popular, del Consejo Nacional de Educación que propuse
en mi anterior trabajo. En el segundo de los casos, alertar respecto a un “discurso” que
postula que hay que comenzar de cero. Ese planteamiento expresa claramente el propósito
de avanzar en contrarreformas en el sistema educativo venezolano, que borren las
conquistas alcanzadas durante el gobierno Bolivariano. Conquistas que fueron el producto
del esfuerzo del Presidente Chávez por asumir como agenda de gobierno las exigencias y
luchas del magisterio, los estudiantes y la población venezolana quienes por décadas
combatieron en las calles para impedir cualquier ataque a los principios de una educación
pública, gratuita, popular y de calidad. Si bien tenemos titánicas tareas por enfrentar en
materia educativa, es mucho lo andado y debemos sentirnos orgullosos de ello.

2.    Hablemos de frente

La revolución Bolivariana levantó el paradigma de la democracia participativa y


protagónica, como sistema político que rompió con el secuestro de la democracia
representativa en el capitalismo y procura conjurar el demonio estalinista en la propuesta
socialista. Construir la nueva democracia implica un ejercicio permanente de diálogo, en
medio del asedio conspirativo de la derecha y la tentación burocrática inmanente al aparato
del Estado. El diálogo no solo se abrió paso como mecanismo de desarrollo del sistema
político en las localidades sino que generó en las prácticas de planificación participativa,
contraloría social y crítica revolucionaria, los elementos sustantivos de una nueva cultura
política. Por ello, los bolivarianos siempre estamos dispuestos a dialogar, a  conversar
donde prevalezca la razón de los más débiles de siempre, nunca para ir contra los derechos
y garantías sociales alcanzados en revolución.   En ese sentido y orientación participamos
en las I Jornadas Nacionales de Paz, Capítulo Educación, invitados por el Vicepresidente
del área social Héctor Rodríguez. Agradecemos públicamente la invitación a la par que
expresamos nuestra disposición a cooperar en esta dirección para seguir avanzando en la
transformación de nuestro sistema educativo.

3.    Las etapas de la educación en el marco de la revolución Bolivariana


La película de Akira Kurosawa (1910-1998) Derzu Uzala (El cazador, 1975) es un canto a
la solidaridad, a la amistad. Una épica a la ética del buen vivir a través de la mirada ingenua
del hombre siberiano que expresa la feroz contradicción entre la ciudad y el campo.  Derzu
le salva la vida al capitán y en su primera despedida solo le acepta la oferta de comida
porque el dinero le resulta inútil. La ruptura de su equilibrio con la naturaleza, al matar al
tigre, le obliga a refugiarse en la casa de su amigo en la ciudad, de la cuál debe marcharse
para recentrarse en el bosque, el lugar al cual pertenecía. Cada quien decide su lugar de
enunciación y un papel que jugar en cada momento histórico y realidad concreta. Como
Derzu la Revolución Bolivariana tiene sin equívocos un  compromiso con los pobres, los
desheredados de siempre, con los trabajadores.  A veces las organizaciones sociales,
populares, sindicales y magisteriales del proceso pecan de ingenuidad, pero con la
inocencia propia de la otra política, no la que se ejerce para engañar, sino “para hacer
posible lo imposible” (Harnecker, M., Bonilla y El Troudi, 2004). 

Desde 1999 el pueblo dejó de sentirse un  arrocero en las fiestas del conocimiento, la
educación y el sistema escolar. Todo este cambio forma parte de un proceso de resistencias
y logros con el cuál empalmamos los Bolivarianos. En esta oportunidad quiero trabajar en
la dirección que solicitó el Presidente Maduro de periodizar la revolución Bolivariana en
cada uno de los campos.  En este sentido considero que son tres las grandes etapas de la
revolución Bolivariana en materia educativa, a decir: (a) Resistencia (1983–1998/2004/); 
(b) Inclusión Educativa (1999-2013); (c) Calidad Educativa (2014 - ). Veamos:

(a)  Resistencia (1983–1998/2004/): la revolución democrático burguesa de


1958 requirió de un acuerdo de gobernabilidad entre la burguesía venezolana y
los partidos políticos que monopolizaron el control del aparato del Estado (AD,
COPEI y URD). El llamado Pacto de Punto Fijo, básicamente estableció unos
acuerdos para la distribución de la renta petrolera, criterios de gobernabilidad y
reglas para resolver las diferencias. Este acuerdo, en el marco de luchas
populares, insurgencias revolucionarias, resistencias magisteriales y
confrontaciones estudiantes,  funcionó como sostén del orden. El llamado
método tripartito entre Fedecamaras, la CTV y el gobierno de turno lograba
arbitrar las contradicciones entre el capital y el trabajo.  En ese marco se
contempló la ampliación de la matricula educativa en los sesenta y setenta para
responder al intento de industrialización del capitalismo criollo de ese momento.
El boom de los precios del petróleo de los setenta imprimió una nueva dinámica,
profundizando el rentismo y sustituyendo definitivamente la incipiente
producción nacional por importaciones en dólares petroleros. Esta nueva
realidad produjo la consolidación y creación de nuevas franjas de burguesía
importadora, muy vinculadas a un nuevo estamento político que comenzaba a
hacerse visible en los partidos políticos del puntofijismo. A ello se suma la
muerte de Rómulo Betancourt (1981), la disminución del poder de veto y
negociación de Jóvito Villalba, (URD,1908-1989)  y las pugnas internas en
COPEI por parte de los delfines de Caldera (1916 – 2009), caracterizando la
inminente ruptura del Pacto de Gobernabilidad.  Este Pacto entra en fase
terminal el 18 de Febrero de 1983, con el llamado viernes negro. Las pugnas
interburguesas y de la partidocracia por el control de la renta petrolera, cuyos
precios habían caído, encuentra su correlato en el inicio de un nuevo ciclo de
luchas del pueblo venezolano.  Mientras el magisterio, los estudiantes, los
universitarios salían a luchar contra los primeros rasgos de la ofensiva neoliberal
en educación, la clase política y la burguesía crearon la Comisión para la
Reforma del Estado (COPRE, 1985-1994) como instancia que recreara el Pacto
de Punto Fijo o generara uno nuevo, que expresara la nueva realidad.  Intento
fallido  como lo evidenció la revuelta estudiantil de 1987, el Caracazo (1989),
las huelgas del magisterio y los profesores universitarios (1990-1992), la
insurgencia militar (4F y 27 N de 1992), las luchas obreras contra las
privatizaciones (90s) y la abrupta caída del poder adquisitivo de los salarios.
Esta crisis de gobernabilidad continuaría incluso en los primeros años del
gobierno del Presidente Chávez, eclosionando en dos nuevos intentos de la
burguesía por controlar la renta petrolera: las militares e insurreccionales en
2001 y 2002 y, la política en 2004.  La derrota de la burguesía en el plano
militar (2002) y político (referéndum 2004) cierran el ciclo de la crisis de
gobernabilidad abierta en 1983.  A partir de 2004 se establece un nuevo
consenso de gobernabilidad de la revolución bolivariana, cuyas características y
alcances escapan a este trabajo. Entre 1983 y 1998/2004 presenciamos lo que
denomino el periodo de resistencia educativa contra la privatización, la
mercantilización educativa y el deterioro jurídico e institucional de la educación
como un derecho humano.  

(b)  Inclusión Educativa (1999-2013): Como señalo en el apartado anterior, la


crisis de gobernabilidad derivada del puntofijismo seguía presionando en los
primeros años de este periodo.  Es solo a partir de las derrotas al golpe de
Estado de Abril de 2002, las subsecuentes conspiraciones en ese sentido y la
contundente victoria electoral del Chavismo en el referéndum de 2004 que
logramos entender las potencialidades pero también los límites de la
institucionalidad heredada, dando paso a las misiones educativas. Durante todo
este periodo la acción educativa se centró en la incorporación de toda la
población residente en el territorio al sistema escolar. Esta orientación se
concretó por tres vías (1) renovadas políticas públicas a través de la
institucionalidad heredada (currículo Bolivariano, escuelas bolivarianas,
simoncitos, liceos bolivarianos, canaimitas, colección de libros de textos, etc.);
(2) Misiones educativas que rompen con el molde burocrático de la
institucionalidad y (3) la cooperación internacional, especialmente en el marco
del ALBA y con Cuba.  Los resultados de este trípode son contundentes: derrota
del analfabetismo, ampliación significativa de la matrícula universitaria
(reconocida por UNESCO) y universalización del acceso a las TIC, entre otros.
En mis libros Educación, Ruralidad y Cambios (2004), Reforma Educativa,
Poder y Gerencia (2005) y Debates educativos para el cambio (2006) inicio este
recorrido con detalles. En un artículo por separado complementare  el esfuerzo.

(c) Calidad Educativa (2014 - ): es el periodo que se inicia con la designación


de los nuevos ministros de educación (MPPE y MPPEU,2014)  y la decisión del
Presidente Maduro de impulsar una gran consulta sobre la calidad de la
educación.  Siendo justos y precisos, este esfuerzo tiene  antecedentes muy
importantes en la gestiones de Yadira Córdova, Pedro calzadilla, Héctor
Navarro y Aristóbulo Isturiz quienes abiertamente y en distintos momentos se
refirieron a la importancia de la calidad de la educación. La actual convocatoria
a una consulta nacional, no debería significar la disminución de los esfuerzos de
inclusión que se venían haciendo, sino la disposición a centrar el foco en la
elevación de la calidad de los procesos educativos institucionales y de las
misiones.  Este debate, implica un momento estelar en el cual la integralidad, la
totalidad del fenómeno pedagógico debe ser analizado, potenciado y/o
direccionado.  A mi juicio es el debate más importante de esta década en materia
educativa.

4.    Saltando en el trapecio

Las escuelas granjas siguen siendo una hermosa experiencia de inclusión educativa. Hace
años, presencie en una escuela granja rural de primaria un incidente que aún hoy recuerdo. 
Eran las 1 y 30 pm y ya, los niños(as) habían almorzando y corrían por los pasillos,
jardines, canchas y cualquier espacio abierto de la escuela.  Cuanta energía acumulada
tienen a esa edad; saltaban, lanzaban pelotas al aire, gritaban a los cuatro vientos. Otros, los
menos, comían de los frutales: guayabas, mangos pomarrosas o naranjas. En fin una escuela
viva. Sonó el timbre para la formación y uno a uno fueron llegando al patio ubicado frente a
la oficina del director, para ordenarse e ir a las actividades académicas, deportivas y de
trabajo productivo de la tarde. Manuel –el subdirector- observó como un niño se había
trepado a una mata de mango y sentado en una de sus ramas bajas terminaba de comerse un
mango. Y entonces, micrófono en mano, con un tono amable señaló: “el niño que está en la
mata de mango bájese inmediatamente e incorpórese a la formación”. Era un árbol tupido
de verdes hojas y cargado de frutas. El niño bajo del árbol y corrió a la formación.  Pero
detrás de él comenzaron –literalmente- a caer, uno, dos tres… seis, siete, niños más, como
si un ventarrón los hubiese lanzado del frutal.  Unos al caer permanecían parados, otros
rodaban por la grama con sus caras plenas de la tinta del mango. Era imposible verlos desde
donde estaba Manuel, pero allí habían estado comiendo mangos también. Así es la realidad
educativa, mucho más compleja que lo percibimos a simple vista, pero las consecuencias de
cualquier decisión que tomemos siempre beneficiaran o sufrirán los sujetos principales de
la educación: los niños, niñas, adolescentes y adultos; seres humanos que tienen sus
esperanzas cifradas en la escuela/universidad. 

No todo está por hacerse. Hay importantes experiencias pedagógicas en desarrollo en todo
el país, que deben ser inventariadas y valoradas.  Tal vez solo alcancen a evidenciar logros
parciales, pero no por ello deben ser desechadas, al contrario sistematizadas para ponderar
los alcances y contribuir a la mejora de todas su dinámicas.  Por ello la relevancia de la
mirada desde el espacio concreto que se quiere transformar: la escuela/universidad. No es
lo mismo hablar de la educación y su transformación desde unos referentes simplemente
teóricos, que desde una necesaria combinación teoría-praxis.  Estos elementos y la
identificación de lo sustantivamente pedagógico deben orientar todas y cada una de las
consultas.

Si uno estudia, muchas de las preguntas de PISA –sobre lo cual volveré en otro trabajo- es
imposible dejar de sorprenderse por la orientación de consultas de satisfacción al
cliente/usuario y de vinculación del mercado/consumo con la formación. Hay que estudiar
en detalle, tanto nuestras experiencias de consulta como aquellas de las cuales hemos
decidido tomar distancia, pues de ambas aprendemos para no repetir errores. Por ello, la
consulta nacional debe guardar distancia de las preguntas orientadas a una simple
satisfacción al cliente o de adaptación a los entornos laborales y el consumo académico. La
consulta en buen medida prefigurará la dimensión de los resultados finales.   

Trabajar en la calidad de la educación requiere una visión precisa de la totalidad y las


particularidades del fenómeno educativo y del hecho escolar; capacidad y disposición para
aceptar las denominadas buenas prácticas pedagógicas y plantearse su potenciación en un
marco de compatibilidad y complementariedades; así como un marco conceptual preciso
acerca de dónde queremos ir.  Ese marco no es otro que la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, La LOE y el Plan de la Patria, valorados desde la centralidad
pedagógica.

En la oportunidad que fui a una función de circo en los Andes venezolanos, en cuya
presentación no desfilaban animales a hacer tristes espectáculos sólo posibles por su
condición de presos, forzosamente domesticados y obligados a actuar, al final cuando las
puertas se abrieron y las luces comenzaron a apagarse me acerqué a uno de los trapecistas. 
Había saltado de un lado a otro del escenario sin protección alguna en el suelo.  Se
columpiaba de un lado a otro, saltando de trapecio en trapecio como si fuera un Peter Pan.
Quería saber cuál era el “truco” o el por qué de su osadía. No recuerdo el nombre del
acróbata pero ante mi pregunta el me sonrió e invito a acercarme al trapecio que aun se
balanceaba. Y me dijo: -son cuatro los trucos. El primero, debe gustarte hacerlo y tener
plena conciencia de los riesgos que esta actividad tiene. No se trata de saberlos sino de
tener plena conciencia de ello.  Segundo, practicar muchas horas todos los días y tomar
nota de los errores.  Trabajar las fallas y mejorar los éxitos. Tercero, conformar un buen
equipo técnico de apoyo sobre el cuál confiar el desempeño.  Mira el trapecio –me dijo
acercándose a uno y tomándolo- solo un buen armado del mismo garantiza que no se
desarme o tenga inestabilidad ocasionando una tragedia. La gente que arma esto sabe que
un buen trapecio no solo depende de la calidad de los materiales sino de la destreza con la
cual se entrelazan, se tejen las eslingas y los mosquetones. Cuarto, aprender en qué
momento se cambia de dirección. Y por supuesto, hasta que no se domina plenamente el
arte, ensayar muy cerca del piso o con una red de protección. El magisterio venezolano es
sabio y diestro en materia de cambios educativos, construyamos con ellos cada uno de los
elementos de nuestro trapecio: las didácticas generales y específicas, los currículos
procesuales, la planeación compartida, la gestión democrática de los centros escolares, la
evaluación de procesos, la relación con la comunidad y el proyecto de país, el horizonte
liberador que borre los modelos educativos que promueven la sumisión, la obediencia y la
dominación.  Todos ellos unidos, amarrados perfectamente por la pedagogía y el
pensamiento crítico.   

5.    Quitándonos el velo de alquitrán en la mirada: el sistema educativo

La naturaleza “objetiva” de Hellboy (1994), es ser un demonio cuya maldad


destructiva está representada por sus cuernos. Sin embargo, el personaje de Mike
Mignola (1960-     ) desarrolla una conciencia plena de sus posibilidades creativas a
través del proceso de educación que resulta de su interacción durante años con el
doctor Trevor Bruttenholm. Más allá que la historia estimula la dicotomía entre el
bien y el mal y la yuxtaposición de la superchería con la ciencia, dándole un aire
gnóstico al nazismo, la ruptura de sus cuernos por el propio personaje representa el
triunfo de la subjetividad en su relación con el contexto, en la conformación de la
personalidad.  Lo que hace diferente a Hellboy es su apropiación del contexto
afectivo, la naturaleza de su aprendizaje científico, el acceso a los elementos de la
cultura humana, más allá de la escolaridad.

Es muy importante distinguir educación como proceso complejo de la realidad de


las dinámicas inherentes al aparato escolar.  Cuando hablamos de educación nos
estamos refiriendo a los valores, a la moral contingente, a la estructura de
funcionamiento social, imaginarios, cultura; conocimientos  que se reciben en la
familia, la comunidad, los grupos religiosos, los clubes deportivos, los espacios
sociales de encuentro, la televisión, los videos juegos, las Tecnologías de la
Comunicación y la Información (TIC), la literatura, la cultura local, las expresiones
artísticas, los partidos políticos y el propio aparato escolar.

Sin embargo, cuando hablamos de calidad de la educación pareciera que nos


centramos más en lo escolar y no es así.  Al trabajar los cinco niveles (ver calidad de
la educación del I al VI, del autor), estos tocan no sólo el fenómeno escolar sino el
educativo en general. De allí la importancia de una consulta nacional que abra paso
a la transformación progresiva o rápida, según sea el caso, de todos los elementos
internos y externos al aparato escolar que inciden o coadyuvan a una autentica
calidad educativa.  

6.    La autentica “cajita feliz” El Sistema Escolar  

Como en “La Liberte” (60´s) de George Moustaki (1934-2013) el gran desafío de toda
escuela/universidad es “ayudar a largar amarras”. Escuchando al cantautor, escritor y artista
recientemente fallecido uno capta en cada una de sus letras el drama que va implícito en
ganar la libertad, en una sociedad mundial panóptica, carcelaria y explotadora.  Sociedad
que ha logrado llevar a millones de seres humanos a la educación en las aulas,  mientras
otro tanto no tiene acceso siquiera a agua potable. Paradojas del “mundo civilizado”, de la
“civilización” neoliberal. El grito libertario de Moustaki se redimensiona hoy en la
angustiosas denuncias de Snowden presentando un renovado desafío para la educación
sobre los “limites” del control y la libertad en el capitalismo globalizado.

El auge de las tecnologías de la comunicación y la sobresaturación informativa generan la


disyuntiva a la escuela/universidad de ser escenarios que contribuyan a la formación
integral de la personalidad y fuente cierta de aprendizajes ó simples “ocupadores” del
tiempo útil para niños(as) y jóvenes en tanto logran ser parte de la maquinaria productiva
del capitalismo globalizado. Mientras a escala mundial la expectativa social sobre la
escuela/universidad como lugar de enunciación de una nueva sociedad de justicia social,
democracia económica y libertad sigue siendo importante, los resultados de las reformas
neoliberales cada vez son más cuestionados. 
En Venezuela incluimos en la estructura, definiciones y tareas del aparato escolar a la
educación inicial (maternal y preescolar), ampliamos significativamente la matrícula –
aunque tenemos retos y tareas para alcanzar cobertura del 100%-  y estamos llegando al
momento de las particularidades, de la integración dialéctica entre lo general y lo particular.
El debate de la calidad educativa debe servirnos para re-pensar las aspiraciones e
indicadores de logro que se tienen no sólo por niveles, modalidades y etapas, sino incluso
por grados para cumplir con las aspiraciones sociales de un perfil del egresado, como está
contemplado por la CRBV (1999) y la LOE (2009). Una vez reordenados será posible
establecer indicadores para avanzar en las evaluaciones de calidad educativa.

En mi caso apuesto por la simplificación curricular en esta labor.  Debemos romper con la
lógica capitalista de “acumular” –en esta oportunidad contenidos- como indicadores de
logro. En consecuencia pareciera que una escuela/universidad es mejor si su currículo es
más extenso. El currículo no es el centro de la actividad educativa, sino un componente,
importante como los demás, de la Pedagogía y ésta a su vez de un Proyecto Político-
Pedagógico.  Pensar los procesos escolares en la dialéctica entre la totalidad y la
especificidad debería ser el sello epistémico del debate sobre la calidad educativa.  Si nos
aproximamos a la escolaridad desde una perspectiva fragmentada seguramente tendremos
un “bonito” currículo que presentar, unos recursos para el aprendizaje novedosos, unas
propuestas evaluativas y didácticas técnicamente impecables, modelos de gestión
democrática de los centros de trabajo; todo esto sólo crearía grandes expectativas pero no
revolucionarían el aparato escolar. Por ello, la idea de consulta nacional sobre la calidad de
la educación, de cara a todo el país, resulta tan potente, como convergencia de múltiples
miradas sobre el hecho pedagógico que posibiliten el camino para un cambio estructural del
mismo. En esa dirección todos los ciudadanos(as) debemos sentirnos convocados para
lograr los necesarios consensos en esta materia. 

Al referirnos al sistema escolar, lo hacemos no como la “cajita feliz” que quiere el


capitalismo para adoctrinar y homologar ciudadanía a consumidores, sino como un espacio
para la construcción de ciudadanía plena, capaz de entender y actuar en una sociedad en
transformación con un horizonte emanciapador. En este sentido es imposible no referirnos a
elementos concretos que potenciarían este propósito de identidad en la escuela/universidad;
uno de ellos el arte. 

Armando Reveron (1889-1954) es uno de los pintores emblemáticos de Venezuela.  Su


obra es de interés mundial a la par que forma parte de los elementos artísticos que
configuran nuestra identidad como pueblo y nación. Sin embargo, difícilmente nuestros
hijos y alumnos podrán observar directamente su obra en conjunto. Aún es poco lo que
hemos hecho para recuperar la obra de este artista plástico, cuya apropiación por terceros
forma parte del saqueo cultural que se le ha hecho a Venezuela a través del tiempo. Tal vez
los más afortunados puedan llegar a visitar el Museum of Modern Art (MoMA) de Nueva
York y, mientras evidencian lo que es un imperio cultural que saquea la producción
artística de todos los países que ha colonizado, logren ver y captar la grandeza de la obra de
este artística, ya sea en sus trabajos con el negro o en el periodo blanco.

La calidad de nuestra educación y de nuestro sistema escolar está muy asociada al rescate
de la identidad nacional y la re-armonización de cada uno de sus componentes. Armando
Reveron y su obra nos pertenecen a todos los venezolanos, quien junto con Alí, Simón
Díaz, Mateo Manaure, entre otros tantos, expresaron formas particulares y síntesis de la
mirada venezolana de nuestra realidad. 

Para los opositores educativos, para la derecha educativa venezolana lo que hacemos
quieren convertirlo en el drama de “La nave va” (1983) de Federico Fellini (1920-1993),
llevando las cenizas de una diva para lanzarlas al mar; en el cual, al final el barco se hunde.
Al contrario de la metáfora de Fellini la revolución Bolivariana, en documentos públicos
como el primer plan socialista y ahora en el Plan de la Patria (2014.2019) plantea con
fuerza el tema de la identidad nacional en cuya dirección se han realizado múltiples
acciones que garantizan que el barco de nuestro proyecto como sociedad nuestramericana
arribe exitosa a su destino.  Tarea que no debemos abandonar pues con ello abriríamos paso
a las contrarreformas educativas que plantea el capital.

7.    Enseñanza Aprendizaje

De donde viene esa moda de la ruptura entre enseñanza aprendizaje? Identifico dos grandes
lugares de enunciación, paradójicamente colocados en las antípodas del pensamiento.
Primero, la mala interpretación de las opiniones de Marx (1818-1883) sobre los límites de
la enseñanza como adoctrinamiento o simple repetición memorística de contenidos y
conceptos y; segundo, el modelo de educación de las llamadas escuelas democráticas del
modelo Sudbury que plantean el aprendizaje sin maestros.

Más adelante cuando analicemos la educación desde la perspectiva socialista, trabajaremos


con mayor amplitud y detalles el pensamiento educativo de Marx. En este momento sólo
me interesa destacar que el filósofo Alemán hizo una crítica mordaz contra lo que décadas
después Paulo Freire (1921-1997) llamara la educación bancaría. Como diría mi madre,
Marx criticó la educación a caletre porque solo sirve para formar borregos, quienes repiten
como loros -a lo cual le agregaría- sin tener capacidad crítica de analizar el conocimiento
en su dialéctica teoría-práctica.

En ningún momento Marx planteo que no había una dialéctica entre la enseñanza y el
aprendizaje.  El se focalizó en la crítica a una educación que desvinculaba la enseñanza de
conceptos, contenidos, saberes, praxis en el mundo material del trabajo. Marx se refería
fundamentalmente a la educación de los trabajadores (as).

Esta “confusión” ha llegado hasta nuestros días, expresada en la máxima que he


mencionado y sobre la cual he tomado distancia, que señala que “nadie enseña a nadie”.  El
propio Paulo Freire se vio obligado a aclarar al respecto, puntualizando que para que ocurra
una educación liberadora se requiere un maestro que enseñe, que sepa enseñar. Freire dice:
“enseñar hace parte del proceso más grande (de la educación) conocer y enseñar implica
necesariamente aprender.  (…) el educador tiene que educar, el profesor tiene que enseñar
y el educando tiene que aprender. La cuestión es saber cómo se dan estas relaciones de tal
manera que sea una práctica democrática” (https://www.youtube.com/watch?
v=amA_xoBh4f4). 
En consecuencia, dentro de las estrategias para la calidad educativa, partiendo de la
centralidad pedagógica y la comprensión de la educación como un hecho político, es muy
importante revalorizar la relación entre enseñanza aprendizaje con sus implicaciones en la
formación docente, las didácticas, el currículo, la evaluación, la planeación, entre otras.  Es
urgente superar este bache que solo sirvió para generar vergüenza de enseñar entre los
educadores. Claro está, entendiendo la enseñanza en una perspectiva pedagógica
emancipatoria.

El segundo de los argumentos surge de un modelo capitalista (educación privada) que


postula que la educación y la política no tienen nada que ver. La primera de estas escuelas
Sudbury (1968) fue creada en  Massachusetts, Estados Unidos como alternativa desde el
capital a las presiones del magisterio, los estudiantes y la sociedad por mayor inversión
pública en la educación y reformas sustantivas de los sistemas escolares. Estas escuelas se
extendieron a Europa, Japón e Israel, existiendo aún unas docenas de ellas. 

Escuelas para privilegiados donde se postula el rompimiento del concepto de clase, se


cuestiona el principio de autoridad de los adultos, fundamentalmente los educadores, se
desarrollan modelos de evaluación y gestión flexibles.  Hablemos claro, son escuelas para
niños(as) y jóvenes con grandes posibilidades de acceder a un mundo cultural, tecnológico
y de aprendizajes muy variado y rico en sus casas y entorno, a quienes no les interesa la
estructura cognitiva de orden, secuencia, procesos, resultados.

Al atacar la enseñanza lo que se cuestiona con fuerza es a los pedagogos.  A partir de ese
enunciado los neoliberales se preguntan: ¿para qué gastar dinero público en la formación de
maestros?, o ¿par qué garantizarles un salario digno a su ejercicio profesional, si no son
imprescindibles y su papel se reduce a ser simples cuidadores?.  

Los limitados resultados de la experiencia Sudbury –si es que los hay, solo he conseguido
referencias parciales-  han sido ampliamente difundidos por la industria cultural y
comunicacional del capitalismo.  Se continua propagando su “paradigma” de auto
aprendizaje en una “casita feliz” con nombre de escuela/universidad.

Fíjense ustedes que la enseñanza fue atacada desde los dos flancos más importantes, desde
las perspectivas tanto “seudosocialistas” como capitalistas, con el irrefutable propósito de
atacar a la docencia y con ella la educación pública, gratuita y de calidad como un derecho
humano fundamental y conquista de la humanidad. 

Por ello, reiteramos que sin la relación dialéctica y emancipadora entre enseñanza y
aprendizajes, lo que estamos es atacando la existencia de la educación pública, de la
escuela, de la universidad. Es urgente aclarar esto y reflejarlo en los discursos de nuestras
comunidades, políticos y decisores para apuntalar desde este campo el esfuerzo del
gobierno Bolivariano en materia de calidad educativa.
Libro Patas Arriba: La Escuela del Mundo Al Revés de Eduardo Galeano

En este libro Galeano nos presenta al mundo actual, cotidiano, en el que


habitamos día a día, lo bueno, lo malo, lo feo, en otras palabras lo real, es decir lo
que obviamos fácilmente porque no nos gusta detenernos a pensar en lo
complicado que es mirar o tomar conciencia de la realidad en la que vivimos y de
la que somos parte.

En el apartado, la escuela del mundo al revés “El mundo al revés premia al


revés”.

Se señala que el grupo más vulnerable de la sociedad son los niños, por lo
tanto son los más perjudicados y discriminados por una sociedad en la que los
niños no son solo niños sino que son lo que su situación económica y social ha
predestinado para ellos, son lo que se espera que sean: niños ricos hombres ricos,
de éxito, consumistas, materialistas; niños pobres hombres pobres, casi
delincuentes, fracasados. La discriminación y explotación impera y rebasa las
expectativas: niños esclavizados obligados a trabajar en condiciones
infrahumanas ya que son de gran utilidad las herramientas que poseen (sus
pequeños brazos y manos), o como carne de cañón engrosan las filas de los
ejércitos subversivos; y las niñas que son explotadas sexualmente.

Dentro de este contexto, el autor acota que  “La economía mundial exige
mercados de consumo en perpetua expansión”. En un mundo en el que la
igualdad uniforma el pensamiento e impone costumbres y desiguala en las
oportunidades que brinda, siempre hay vencedores y vencidos, explotadores y
explotados, desarrollados y en vías de desarrollo. La televisión que se encuentra
en cada hogar de esta sociedad nos enseña a confundir la calidad de vida con la
cantidad de cosas, y nos muestra la violencia en todas sus formas haciéndola
parecer común normal parte de nuestra existencia.

La pobreza extermina gente que muchos consideran excedentes de


población y es el criterio que esto ocurre para ayudar a regular la población
mundial, eso nos lo decimos para justificar la desigualdad, la injusticia, para vivir
en el mundo que nos conviene, en el cual los pobres han nacido en condición de
pobres situación que no cambiara.  Las mujeres y los negros siempre serán
grupos discriminados, en cada sitio, de diferentes formas y penados al silencio y al
miedo, pues genéticamente fueron diseñados para eso, como en las civilizaciones
existieron y aún existen pueblos que nacieron para ser libres y los que nacieron
para ser esclavos.

Hay cada vez más gente que aplaude el sacrificio de la justicia en los altares
de la seguridad. Cada vez que un delincuente cae acribillado, la sociedad siente
alivio ante la enfermedad que la acosa. Los países que más armas venden el
mundo son los mismos países que tienen a su cargo la paz mundial.
Afortunadamente para ellos, la amenaza de la paz se está debilitando, mientras el
mercado de la guerra se recupera y ofrece perspectivas de exterminios rentables.

La gente que roba, mata, se prostituye para poder sobrevivir, ya que no tiene
suficientes recursos económicos para hacerlo de otra forma, es el objeto de
detención de la policía que los encarcela sin tener en cuenta por que han cometido
tales delitos; sin embargo, toda la cantidad de gente que se está enriqueciendo a
nuestra costa, es impune a estas medidas de detención,  porque disponen de
recursos para que los defiendan o que los absuelvan de los delitos que han
cometido.  El robo en pequeña proporción es delito contra la propiedad, el robo
grande es derecho de los propietarios. Por eso la mayoría de los presos que
habitan nuestras cárceles, son pobres.

Hay tanto desempleo que nos debemos conformar con lo que nos ofrecen, al
salario que nos imponen, con condiciones de trabajo obligatorias para no
arriesgarnos a ser despedidos o desempleados.  Otro factor que perjudica a los
trabajadores es el desarrollo de la tecnología, que ha incrementado la
desocupación, sembrando el miedo a perder el empleo de los trabajadores,
sustituyéndolos por máquinas que harían su trabajo, y a quienes no se les paga ni
se les brinda seguridad. El miedo al desempleo permite que impunemente se
burlen los derechos laborales. “El derecho laboral se está reduciendo al derecho
de trabajar por lo que quieran pagarte y en las condiciones que quieran imponerte.
Tómelo o déjelo, que la cola es larga”  “Todos somos iguales ante la Ley, ¿pero
ante qué Ley?” Los medios de comunicación están en pocas manos y actúan
orientados hacia el pequeño grupo que los dirige y la información que ellos les
convienen difundir.  La cultura de consumo ha hecho de la soledad el más
lucrativo de los mercados.  El sistema habla en nombre de todos y dirige sus
mandatos de consumo y de la moda efímera, cambiante que en corto tiempo deja
obsoleta los artículos recién adquiridos con el afán de promover el consumismo, lo
que beneficia a los productores de estos artículos o insumos; es decir se hace
más rico el rico.

Los movimientos sociales alternativos no solamente se expresan a través de


los partidos políticos, en el mundo entero, están surgiendo fuerzas nuevas, que
pretenden rescatar de las democracias, la tolerancia, la solidaridad, la vida
comunitaria y la protección al medio ambiente; pese a los modelos establecidos en
nuestras naciones. Hay muchas cosas por cambiar, pero la principal debería ser:
tomar conciencia, cambiar nuestros paradigmas de vida, pensar como comunidad,
inculcar y practicar los valores que como seres humanos poseemos. La realidad
es ésta, ¿qué vamos a hacer al respecto? ¿Por qué si todo está al revés
simplemente no le damos la vuelta? ¿Nos lo permitirán?  ¿Quiénes lo haremos?
Es hora de aterrizar sobre nuestros pies.

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