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Tarea 3 América Latina en el Mapa Geopolítico Mundial

Geopolítica

Presentado por:

Leidy Tatiana Ortiz Garzón

Tutora:

Betty Castellar

Grupo:

Universidad Abierta y a Distancia

Administración de empresas- CEAD La Dorada

2023
1. Dar respuesta en el Foro Tarea 3, a las siguientes preguntas:

a) ¿Cuál ha sido a través de la historia el rol de América Latina en el mapa geopolítico


mundial?

Su rol ha comenzado con potencial en la exportación de materias primas


requeridas en países de occidente, esto debido a que en países extranjeros de Europa o
América del sur se comenzaron a agotar recursos o la mano de obra era muy costosa y
optaron por acudir a estos países ya que la mano de obra y recursos eran asequibles y
los tratados de comercio no poseían tantos procedimientos y aranceles para realizar los
trámites en los envíos.

El desarrollo teórico de la geopolítica muestra el análisis de los acontecimientos


políticos y económicos en América Latina que debieron ser asimilados por la política
internacional de los Estados Unidos.
Esto permite que los procesos y conflictos adquieran mayor relevancia en un
contexto mundial, ya que la movilización social como acción política se da en un ámbito
alejado de los temas relevantes del desarrollo, el progreso y todas las metanarrativas de la
modernidad. De hecho, a través de estos procesos alternos de movilización social, es
posible observar la reestructuración geopolítica emprendida por países como Ecuador,
Venezuela, Bolivia, Nicaragua, Brasil, Chile y Argentina a través del desarrollo de aspectos
como la nacionalización de los hidrocarburos, la implementación del estado multiétnico, en
busca de una buena vida - una buena vida, reforma agraria, pero sobre todo cambiar el
discurso (interno y externo) en los asuntos políticos de la comunidad internacional.
Los procesos geopolíticos en el territorio Colombiano en el desarrollo histórico que
ha tenido, se logra apreciar que la globalización neoliberal requiere de acciones de
integración bajo la bandera de la modernización institucional que hace sucumbir los
nacionalismos y la noción de lo público, apropiándose de nuevas maneras y estrategias para
mejorar el buen vivir que ha sido arrasando contra sus costumbres, relaciones culturales y
tradiciones ancestrales por la lógica de un sentido consumista, mercantilista y de
invisibilizarían cultural. En efecto, las empresas se exponen bajo la lógica del
“darwinismo” donde deben esforzarse en función de mejorar la productividad, la
rentabilidad, la sostenibilidad y toda una serie de aforismos que engloba la economía
liberal, bajo la lógica de sobrevivir en la recién creada selva comercial, donde las banales
empresas estatales no tienen oportunidad de competir y subsistir en el mundo financiero,
posteriormente se inician las olas de venta y privatización de empresas estales al mejor
licitador, siendo el Estado reducido a un punto imparcial en la toma de decisiones frente a
la intervención pública, según los economistas neoclásicos la acción del Estado generaría
más daño que bien en el mercado. Mientras lo público se limita a la esfera de lo privado.
No obstante, los medios para hacer frente tienen sus raíces en el nivel nacional y son
inadecuados e incompletos, debido a su incapacidad para fortalecer los bienes públicos
globales que padecen escasez crónica, mientras que los males se acumulan y siguen
amenazando los medios de subsistencia. Esta es precisamente la razón de la provisión de
bienes públicos comunes a nivel transnacional en una gama cada vez más amplia de
dominios, ya que tiene la distinguibilidad e insustituibilidad de los bienes privados
provistos a través del mercado, bajo una lógica que trasciende estrictamente el espacio
nacional y el estado.

b) ¿La inserción de Latinoamérica en el mapa geopolítico mundial con el tiempo ha


traído consigo diferencias sustanciales entre estos países?

Como un instrumento limitado en el tiempo y careció en general de la idea de


vincular los incentivos al desempeño. El sistema de tipos de cambio múltiples convirtió,
además, el manejo del tipo de cambio en un complemento de la política comercial. La
capacidad para gravar implícitamente las importaciones de productos competitivos y las
exportaciones tradicionales, y para subsidiar las exportaciones no tradicionales,
empleando los tipos de cambio como instrumento, resultaba atractiva en términos de su
conveniencia administrativa, ya que solo exigía una decisión de los bancos centrales,
que los gobiernos controlaban, en vez de un debate mucho más dispendioso en los
parlamentos. Además, como establecer impuestos explícitos a las exportaciones
tradicionales era políticamente difícil, en la mayoría de los países los tipos de cambio
discriminatorios eran el único medio disponible para hacerlo. Sin embargo, en materia
del régimen cambiario hubo mejoras considerables desde mediados de la década de
1950 (bajo una fuerte presión por parte del FMI), y sobre todo en la etapa “madura”,
cuando se simplificó o eliminó la mayor parte de los regímenes de tipos de cambio
múltiples. En contra de la visión de que la sobrevaluación fue una característica central
de la industrialización dirigida por el Estado, Jorgensen y Paldam (1987) han
demostrado que no hubo una tendencia de largo plazo hacia la apreciación del tipo de
cambio oficial en términos reales durante el período 1946-1985 en ninguno de los ocho
países latinoamericanos más grandes.

Así, lo más preocupante del régimen cambiario de la época fueron las marcadas
fluctuaciones en la tendencia de largo plazo del tipo de cambio real subyacente,
especialmente en las economías más inflacionarias, patrón que se ha intentado
modificar desde a mediados de la década de 1960 mediante la introducción de un
sistema de pequeña depreciación. La inestabilidad en el tipo de cambio real afecta
negativamente la creación de un incentivo estabilizador para nuevas exportaciones y
crea una necesidad adicional de protección en los sectores que compiten con las
importaciones como defensa contra la apreciación cíclica del tipo de cambio real.

Brasil y Colombia han podido evitar la inestabilidad del tipo de cambio real
desde mediados hasta fines de la década de 1960 gracias a un sistema de pequeñas
devaluaciones. Lo mismo ocurriría en Chile luego del trauma de los años 70 (alta
inflación durante el período de la unidad popular seguida de severos desequilibrios
macroeconómicos en la primera fase de la dictadura que la sucedió), pero no en
Argentina porque se ha mantenido una persistente inestabilidad de los mercados. Los
tipos de cambio están bien entrados en el siglo XXI.

c) ¿Cómo lograr condiciones favorables en materia política, económica, social y


cultural que faciliten la inserción de América Latina al actual escenario geopolítico
mundial?

Hay una variedad de teorías que intentan explicar tales comportamientos, y varían
según el contexto político, económico y social en el que se presenten. Se cree que el primer
concepto de “integración” se originó en la comprensión de “comunidad internacional”
porque desde el momento en que nos reconocemos como entes inmersos en un sistema que
comparte espacio con otros jugadores, vemos Oportunidades construir interacciones a
medida que empezamos a reconocer nuestras vulnerabilidades y amenazas. Hedley Bull
(1977) señala que existen tres concepciones de sociedad internacional: la "hobbesiana"
donde los Estados son entes individualistas, la "kantiana" donde es posible la cooperación
pacífica entre los Estados y la "gramsciana" que contempla a una sociedad internacional
donde los conflictos podrán surgir debido a la divergencia de intereses, pero existirán a la
vez reglas e instituciones definidas para controlarlos.

Si tenemos en cuenta los precios internacionales más bajos de las materias primas,
el ritmo más lento de expansión del comercio y las condiciones financieras restringidas, el
futuro es incierto. Persisten las desigualdades entre los grupos socioeconómicos y las
instituciones no responden a las necesidades de la sociedad. La región debe adaptarse a un
nuevo patrón internacional, multipolar y multirregional.

En este escenario, América Latina se enfrenta al desplazamiento del dinamismo


económico y geopolítico desde el Atlántico hacia el Pacífico. Las regiones del Asia
Pacífico, Indo Pacífico y Gran Eurasia surgen como los nuevos centros que determinan la
dinámica internacional. Esto conlleva un nuevo ordenamiento económico y geopolítico, que
le exige a la región introducir cambios de políticas públicas en busca de una mejor
inserción en la economía mundial.

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