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Infla un globo con levadura, azúcar y agua.

Con la misma levadura con la que se hace el pan, agua y un poco de azúcar,
uno puede divertirse inflando un globo sin necesidad de soplar. Es un uso poco
corriente de la levadura pero estupendo para aprender montones de cosas sobre
el reino hongos y la fermentación.

Materiales:
• Una botella, preferiblemente de plástico.
• Un globo.
• Un sobre de levadura de panadería (Saccharomyces cerevisiae). Las
levaduras químicas no sirven para este experimento.
• Una cucharada sopera de azúcar.
• Agua caliente, pero que no queme.
• Una jarra (o similar) y una cuchara para remover.

Procedimiento:
• Echa agua en la botella, aproximadamente tres cuartos de su
capacidad.
• Saca el agua de la botella y caliéntala un poco, por ejemplo en una
jarra en el microondas. Ten cuidado, si el agua está muy caliente la
levadura morirá.
• Añade el sobre de levadura (el nuestro contenía 7 gramos) y una
cucharada sopera de azúcar.
• Remueve hasta que se disuelva
• Vierte el contenido de la jarra en la botella.
• Hincha el globo a pulmón, deshincha y colócalo en la boca de la botella.
• Estirando previamente la goma, el globo se hinchará más fácilmente
durante el experimento.
• Dentro de nada empezarán a aparecer burbujitas.
• Espera y observa la formación de pequeñas burbujas. En unos minutos el
globo comenzará a inflarse.
• Cuando veas que la actividad cesa y que el globo no se hincha más,
retíralo y añade más azúcar a la mezcla. La acción comenzará de nuevo
y podrás inflar otro globo.
EL HUEVO QUE NO SE ROMPE

¿A quién no le ha pasado de caérsele un huevo de la nevera o mismamente


de las manos y ponerlo todo perdido? ¿Y si te decimos que es posible hacer
un huevo irrompible? Sí, uno que no se rompe y que es saltarín como una
pelota de goma. ¿Intrigados? Apuntad lo que hacer y manos a la obra:
Materiales:
• Un huevo, blanco o marrón.

• Un bote de cristal con tapa

• Agua

Preparación:
1. Coge el bote de cristal y métele dentro el huevo con mucho cuidado.

2. Llena 2/3 del tarro con vinagre de vino blanco.

3. Tapa el frasco y déjalo reposar 48 horas. Tras dos días después, el huevo se
habrá tornado de color anaranjado y ya no se romperá.

4. Saca el huevo del bote, sécalo y ponlo a botar.

Explicación: esto sucede porque la cáscara de huevo está compuesta de


carbonato de calcio, una sustancia que se disuelve en el vinagre y que en su
lugar crea un capa gruesa, gomosa, resistente y difícil de romper. Pero, eh,
no imposible. El huevo por dentro sigue siendo líquido y tienes muchas
papeletas de partirse.

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