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El trabajo científico y sus implicaciones emocionales

El quehacer científico es, sin dudarlo una de las actividades generadoras de conocimiento,
teorías, percepciones a través de la experiencia, que conllevan a generar mas incertidumbre
en el ámbito intelectual de los que son encargados de la creación de este magno universo
científico. Sin embargo, el quehacer científico requiere de un extenso esfuerzo que contrae
implicaciones emocionales y sobre todo éticas, en donde el intelectual debe mostrarse
fuerte para poder sobrellevar cualquier tipo de riesgos. Los riesgos pueden ser demasiados,
pero depende exclusivamente de la motivación y confianza que exista en uno para poder
afrontar cualquier situación. esto es importante, la confianza facilita que nuestras
habilidades actúan y se presenten de la manera correcta, al momento de aventurarnos en el
mundo científico. Muchas veces cuando nos sentimos seguros de nosotros mismos, nos
suele parecer cosa fácil mostrar a otros de nuestro trabajo, a esas personas les puede ser
fácil criticar de manera negativa todo lo que hemos desarrollado, originando así, que
seamos los primeros en mostrar buen ánimo, sentirnos bien emocionalmente después de
leer todos los malos comentarios que se nos hace, eso sin duda alguna es un tema que debe
ser trabajado para un mejor intelecto.

Por otro lado, la situación puede ser diferente, el ser profesionales de gran intelecto que nos
permita ejecutar y desarrollar todas las habilidades que tenemos para lograr grandes cosas,
eso sin duda alguna nos reconforta, nos satisface y ayuda a sentirnos orgullosos de todo. En
ese sentido es importante saber escribir, expresar ideas, mostrar fluidez sobre ciertos temas
y saber manejarlos de la mejor manera que sea posible. Como profesionales es común
mostrar malos hábitos que afectan cotidianamente nuestra supuesta vida estable
emocionalmente y sofisticada mentalmente. Es importante, para ser intelectuales saber
reconocer nuestros errores y mostrar empatía hacia el hecho de que podemos trabajar para
cambiar todo y ser mejores día a día. Hacer una reflexión sobre nuestra vida es sin duda
alguna un bien significativo.

Los riesgos al escribir se presentan continuamente cuando pretendemos realizar esta


actividad de vida, y si, sus implicaciones pueden significar mucho por decirlo así pues es
momento de pensar y de crecer en el ámbito profesional. Muchas ocasiones pasa que
cuando se hacen presentes los riesgos, es necesario determinar personalmente si es lo que a
diario queremos vivir. Superarlos no es nada fácil, pero con la confianza que existe en
nosotros mismos, la capacidad con la que realmente contamos, el apoyo y la admiración es
mas que necesario para avanzar plenamente y lograr el objetivo final.

Y volvemos a un tema principal, nuestros trabajos siempre estarán expuestos a varias


criticas de las cuales se hace presente o no su éxito rotundo. Se podría decir que es muy
bueno entregar a nuestros propios colegas nuestros trabajos para que estos sean analizados
y sometidos a reflexión para que realicen criticas que nos ayuden a mejorar, pero es difícil
lograr ese cometido, debido a que muchas veces nuestros colegas no actúan de la forma
correcta, y eso atrasa significativamente nuestros trabajos. Por otro lado, las criticas
reflexivas, certeras y entusiastas ayudan a darle otra visión contundente.

Desarrollar nuestro trabajo puede requerir de varias fuentes de apoyo, pero puede ser que
no todas les sean de gran utilidad. El borrador, por ejemplo, puede ser de gran utilidad, sim
embargo, son los encargados de darles revisión y en base a sus expectativas pueden
considerarlo bueno o malo. Aquí se presenta el dilema en relación a la selección adecuada
de nuestros revisores y tenemos dos opciones, nuestros propios colegas o nuestros
superiores, en primer lugar, puede existir una gran apreciación hacia el borrador, pero no
conocemos la intención con la que ha de dar las criticas necesarias, en segundo lugar, es
importante mostrar gran confianza en uno mismo para pensar que nuestros superiores serán
quienes lo revisen y nos sintamos listos para recibir sus notorias críticas. Ya depende de
uno mismo y del interés que le demos al trabajo científico que nos permita desarrollarnos
científica, mental e intelectualmente.

La confianza será un factor determinante en el momento de elegir lo que se adecue a


nuestro trabajo, la importancia que tenga y sobre todo el valor que merezca, entonces, las
emociones y la conducta adecuada serán las pioneras al momento de trabajar con una
metodología y con una excelente experiencia. ¿Pero en quien confiar? Imagino que existen
algunas pocas personas en quien confiar, con tanta confianza en si mismas que realmente
no se preocupan por lo que digan los otros. (Richards , 2012)

Bibliografía
Richards , P. (2012). Riesgos. En H. Becker, Manuel de escritura para científicos sociales, cómo empezar y
terminar una tesíss, un libro o un artículo. (págs. 142-153). Buenos Aires: Siglo XXI.

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