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ÉTICA Y VALORES
LECTURA:
LA ÉTICA Y PROBLEMAS DE LA
ÉTICA
SEMANA I
Ética y Valores
La Ética
La ética es una de las principales ramas de la filosofía y podemos decir que requiere de
dos aspectos fundamentales: la reflexión y la argumentación. La convivencia en sociedad
implica de un consenso de valores relacionados con la argumentación. Podríamos decir
entonces que la ética es una reflexión filosófica sobre los principios y los valores.
Una doctrina ética elabora y verifica afirmaciones o juicios determinados. Esta sentencia
ética, juicio moral o declaración normativa es una afirmación que contendrá términos
tales como "bueno", "malo", "correcto", "incorrecto", "obligatorio", "permitido", etc, referido
a una acción o decisión. Cuando se emplean sentencias éticas se está valorando
moralmente a personas, situaciones, cosas o acciones. Se están estableciendo juicios
morales cuando, por ejemplo, se dice: "ese político es corrupto", "ese hombre es
impresentable", "su presencia es loable", etc. En estas declaraciones aparecen los
términos "corrupto", "impresentable" y "loable" que implican valoraciones de tipo moral.
I. DEFINICIONES DE ÉTICA
1. Definición etimológica
Como todo saber, la ética puede ser analizada etimológicamente, investigando sus raíces lingüísticas.
El término ética se deriva de la palabra griega ethos. Parece ser que el primero que usó esta palabra
fue el poeta Hornero, quien entendía por ethos: "Lugar habitado por hombres y animales". En este
sentido primigenio, un pensador contemporáneo, Martin Heidegger, se refiere al ethos como lugar o
morada, y por ello dice que la morada o ethos del hombre es el ser. Otra interpretación interesante de
la palabra ethos se encuentra en el filósofo griego Zenón de Citio, quien sostiene que el ethos es la
fuente de la vida, de la que emanan los actos singulares. Es a partir de Aristóteles que se utiliza como
sinónimo de costumbres.
Podemos definir a la ética como la disciplina filosófica que estudia cuando una conducta es buena o es
mala; así mismo podemos decir que la ética se encarga del estudio de la conducta moral del hombre.
También es definida como la ciencia que investiga las normas que deben regir los actos humanos para
alcanzar el fin propio del hombre, que es la felicidad.
relaciones humanas y en las relaciones jurídicas, con el propósito de superar los desafíos de la
discriminación racial y el trato desigual a la mujer, a discapacitados, etcétera.
6. El principio de la libertad: La persona por naturaleza es un ser libre y para la libertad. Es
precisamente la autonomía moral la que le permite decidir, con libertad y responsabilidad entre el
bien y el mal. La Declaración Universal de los Derechos Humanos señala: “Todos los seres humanos
nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia...” (Art.
1).
7. El principio de responsabilidad: Toda persona, por el hecho de ser libre y estar dotada de
razón, es responsable de sus decisiones y actos y de las consecuencias que derivan de ellos. Si por
su culpa o negligencia causa un daño tiene la obligación de repararlo. Para que exista
responsabilidad moral se requiere que se den los siguientes requisitos:
Libertad: Es decir facultad y autonomía para actuar de una manera o de otra, según su decisión.
Conciencia: Saber lo que se está haciendo, o lo que se va a hacer, y si la acción es buena o mala.
Voluntad: Desear lo que se va a hacer. Limitan o excluyen, según el caso, la responsabilidad moral,
la ignorancia sobre los deberes morales; la coacción o empleo de la fuerza, que obliga a la persona
a actuar contra su voluntad; y el miedo y los trastornos psíquicos que alteran sus condiciones
mentales.
8. El principio de equidad o justicia natural: La equidad es, ante todo, una disposición interior del
alma que nos inclina de un modo constante a dar a cada uno lo que le corresponde (Ulpiano). La
equidad es la base de la conducta imparcial y objetiva. En relación con este principio, la Declaración
Universal de los Derechos Humanos dice: “Toda persona que trabaja tiene derecho a una
remuneración equitativa y satisfactoria, que le asegure, así como a su familia, una existencia
conforme a la dignidad humana”. (art. 23).
9. El principio de solidaridad: Se refiere a la disposición de los seres humanos a unir esfuerzos y
prestarse ayuda mutua. Todos necesitamos de los demás para atender nuestras necesidades y
sobrevivir, del mismo modo que los demás necesitan de nosotros. Sólo viviendo en comunidad
podemos alcanzar nuestra calidad humana y realizarnos. Este hecho nos plantea el deber de
fortalecer la vida comunitaria, trabajando por la paz, la unidad y el bien de todos.
10. Principio de la educación: Toda persona tiene el deber y el derecho de educarse. Este principio
ético es contemplado como un derecho de rango constitucional en diversos países. Directamente
conectado con este principio se encuentra el deber y el derecho a adquirir la mayor capacitación
profesional posible, de acuerdo con las propias a aptitudes y capacidades.
Artículo escrito por Násere Habed López,
El nuevo diario. Principios éticos.
Domingo 22 de mayo de 2005.
Managua, Nicaragua.
Si partimos de la tesis de que la ética estudia una forma de comportamiento humano, regido por
la moral y que este comportamiento humano se distingue por presentar dos aspectos: uno histórico
y otro social.
Cada hombre es la afirmación de su espacio-tiempo; de sus usos y costumbres (las costumbres
son colectivas); de sus creencias, hábitos (los hábitos son individuales o particulares) y
comportamientos.
Cada ser humano tiene una particular manera de conducirse individualmente y socialmente.
Aspectos como estudiar, trabajar, sentir, amar, vivir, etc.
Nacemos en una sociedad que posee una serie de normas, creencias, ideas, valores,
prohibiciones, pautas de conducta, etc. que caracterizan su forma de vida. Nuestras acciones
morales se dan en sociedad, en nuestra convivencia con los demás, quienes las aprueban o las
rechazan en función de estas normas y valores válidos para todos. Por ello, el ser humano
necesita convivir con los demás para desarrollarse como ser moral. No obstante, como ya hemos
dicho, el individuo debe interiorizarlas, es decir, debe reconocerlas como suyas, no como algo
impuesto desde fuera, de modo que las cumpla de modo libre, conscientemente y habiéndolas
pensado racionalmente.
Nos encontramos, en conclusión, que, a diferencia de los animales que se rigen por unas pautas
instintivas que no les permiten elegir su modo de actuar, el ser humano, por el contrario, tiene
libertad de acción, esto es, puede elegir y decidir por propia voluntad, cómo actuar. Esta libertad
no es total, está condicionada por su naturaleza genética y por el medio sociocultural, la época y
el lugar en el que vive. Pero, aun así, le queda bastante libertad para decidir racionalmente cómo
actuar, lo cual, le convierte en responsable moral de sus actos.
Finalmente, decía el filósofo griego Aristóteles que "la virtud moral es un hábito" ¿qué quería decir?
Veamos, un hábito es un comportamiento que se repite, una forma de actuar estable. Según
Aristóteles, "un solo acto no hace a uno virtuoso", es decir, una persona no se convierte en
generosa porque un día dé limosna a un necesitado o sincera porque un día dijo la verdad. Por el
contrario, la virtud moral hay que conquistarla en el día a día, habituándose a actuar bien,
repitiendo actos generosos o sinceros y es, este hábito, lo que me convierte en una persona
buena, sincera, honrada, etc. Pero esta actitud permanente a actuar bien no es fácil de conseguir,
requiere:
Conocer lo que se debe hacer y tener voluntad para hacerlo, a lo primero te va a ayudar la
Ética, lo segundo, lo tendrás que poner tú.
Referencias
Bonilla Mercado, L. (2020). Modulo de ética y valores. Trujillo: s/e.
García Cázares, A., & Ximénez, L. (2009). Ética y valores 1. México: Cengage Learning.
Nuño, F. (2004). Filosofía, Ética, Moral y Valores. México: Thomson.
Sierra, M., & Cortes, M. (2009). Ética y Valores 1. México: Limusa.