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Acción Constitucional de Amparo Nueva

ACCIÓN CONSTITUCIONAL DE AMPARO NUEVA.

HONORABLE SALA _________________ DE LA CORTE DE APELACIONES

DEL RAMO CIVIL Y MERCANTIL DE GUATEMALA, LA QUE SE DEBERÁ

CONSTITUIR EN TRIBUNAL EXTRAORDINARIO DE AMPARO.

MARIA ASUNCIÓN PRESA URBISTONDO DE LONGO , de sesenta y siete años de

edad, casada, guatemalteca, Ama de casa, con domicilio en el departamento de Guatemala,

respetuosamente ante usted comparezco y le hago saber;

I. RAZÓN DE MI GESTIÓN

INSTAURAR ACCIÓN CONSTITUCIONAL DE AMPARO

Es pertinente señalar al exponer la razón de mi gestión, que la honorable Corte de

Constitucionalidad es clara al señalar respecto al amparo que: …”El amparo tiene el carácter de

medio extraordinario y subsidiario de protección contra aquellos actos u omisiones de autoridad

que conlleven una lesión a los derechos de la persona, protegiéndole o restaurándole en la situación

jurídica afectada; sin embargo, para determinar su procedencia se hace necesaria la persistencia de

dicho acto, resolución, disposición u omisión que cause agravio o amenace causarlo en la esfera

jurídica del postulante y la persistencia o duración de los efectos gravosos de tal actuar” 1.

II. DIRECCIÓN Y PROCURACIÓN

En ese asunto actuaré bajo el auxilio, dirección y procuración de la abogada Ingrid Michelle Ortiz

Paiz, quien tiene el número de colegiado activo veintitrés mil setecientos ochenta y seis (23786) del

Colegio de Abogados y Notarios de Guatemala, y señalo como lugar para recibir notificaciones la

oficina profesional ubicada en la segunda calle, veintitrés guión ochenta, zona quince, Vista

Hermosa II, Edificio Avante, quinto nivel, oficina quinientos dos, ciudad de Guatemala.

Puedo ser localizado en el número telefónico veintitrés millones ochocientos tres mil cuatrocientos

treinta y cuatro (23803434).

IDENTIFICACIONES SUBJETIVAS

1
Expediente 2355-2014. Apelación de sentencia de amparo. 18 de julio de 2014.

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III. AUTORIDAD IMPUGNADA

JUEZ DÉCIMO DE PRIMERA INSTANCIA DEL RAMO CIVIL DE GUATEMALA, de

quien ignoro su residencia, pero puede ser notificado en la sede del Juzgado a su cargo, ubicado en

la sexta (6ta.) avenida “A” doce guion cincuenta y siete (12-57) quinto (5to.) nivel de la zona nueve

(9) de esta ciudad.

IV. TERCEROS INTERESADOS

Procedo a indicar a quienes debe darse intervención como terceros interesados, aportando

asimismo el lugar en el cual pueden ser notificados:

a) MINISTERIO PÚBLICO, A TRAVÉS DE LA FISCALÍA DE ASUNTOS

CONSTITUCIONALES, AMPARO Y EXHIBICIÓN PERSONAL; Quien de conformidad con el

artículo 34 de la Ley de Amparo, Exhibición Personal y de Constitucionalidad debe intervenir en

las acciones de ésta naturaleza y que puede ser notificado en la octava (8ª) calle, tres guion setenta

y tres (3-73), zona uno (1) de esta Ciudad.

b) MARIA ICIAR PRESA URBISTONDO, que puede ser notificada en la tercera avenida

ocho guion cincuenta y cuatro de la zona nueve de esta ciudad capital.

c) Otros que el tribunal tenga a bien señalar de oficio, tal y como lo establece el artículo ocho

(8) del Acuerdo uno guion dos mil trece (1-2013) de la Corte de Constitucionalidad, el cual indica

que: “La intervención de una persona como tercero interesado dentro del trámite de un amparo,

debe ser establecida por el tribunal de amparo, de oficio o a petición de parte…”.

RELACIONES OBJETIVAS

V. HECHOS QUE MOTIVAN EL PRESENTE AMPARO

A. De la identificación del expediente que origina la presente acción de amparo.

Los antecedentes de la presente acción de amparo son las actuaciones que constituyen el proceso

civil de conocimiento denominado como juicio ordinario número cero un mil cincuenta guion dos

mil dieciséis guion cero cero seiscientos noventa y nueve (1050-2016-00699) a cargo del Juzgado

Décimo de Primera Instancia del Ramo Civil de Guatemala, oficial cuarto (4º).

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B. Del acto reclamado.

El acto reclamado dentro de la presente acción constitucional de amparo, es el auto de fecha

veintitrés (23) de agosto de dos mil diecisiete (2017) proferido por la autoridad denunciada, por

medio del cual deniega el recurso de apelación interpuesto por mi persona en contra del auto de

fecha catorce (14) de julio de dos mil diecisiete (2017).

C. De la temporalidad.

La resolución que constituye el acto reclamado me fue notificada con fecha cuatro (4) de

septiembre de dos mil diecisiete (2017) por lo que me encuentro en tiempo para incoar la presente

acción, tal y como lo establece la Ley de Amparo, Exhibición Personal y de Constitucionalidad en

su artículo veinte (20): “La petición de amparo debe hacerse dentro del plazo de los treinta días

siguientes al de la última notificación al afectado o de conocido por éste el hecho que, a su juicio,

le perjudica.”

D. De la definitividad.

En cuanto a la definitividad, establece el artículo diecinueve (19) de la Ley Constitucional de la

materia que: “Para pedir amparo, salvo casos establecidos en esta ley, deben previamente

agotarse los recursos ordinarios, judiciales y administrativos, por cuyo medio se ventilan

adecuadamente los asuntos de conformidad con el principio del debido proceso”. De igual manera,

la Honorable Corte de Constitucionalidad se ha pronunciado respecto a la definitividad

estableciendo que: “La jurisprudencia de esta Corte afirma que la Ley de Amparo, Exhibición

Personal y de Constitucionalidad, en el artículo 19 regula el principio de definitividad, enunciado

como presupuesto procesal, que implica la obligación que tiene los postulantes de que,

previamente a pedir amparo en los asuntos judiciales y administrativos que tengan un

procedimiento establecido en la ley, debe hacer uso o no de los recursos o medios contemplados

por la legislación que norma el acto reclamado. Esto obedece a razones de seguridad y certeza

jurídica, porque el amparo, por su naturaleza subsidiaria y extraordinaria, no puede constituirse

en vía procesal paralela a la jurisdicción ordinaria, por medio de la cual los agraviados persigan

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la satisfacción de pretensiones que pueden ser tramitadas de conformidad con el procedimiento

señalado en la ley que rija el acto”2.

En el caso concreto, el acto reclamado lo constituye el auto de fecha veintitrés (23) de agosto del

presente año, el cual en su parte toral establece: “No se otorga el recurso de apelación interpuesto

por MARÍA ASUNCIÓN PRESA URBISTONDO en contra del auto de fecha catorce de julio de dos

mil diecisiete, toda vez que el mismo no tiene carácter de apelable de acuerdo a lo regulado en el

artículo 602 del Código Procesal Civil y Mercantil” (el subrayado y negrita son mías).

D.1. De cómo el auto que deniega el recurso de apelación agota la definitividad

El escueto análisis judicial en la resolución de marras hace comprensible la forma que el auto que

constituye el acto reclamado agota la definitividad que viabiliza el incoar la presente acción de

amparo. La autoridad denunciada establece en su resolución tal y como se hizo ver en el apartado

anterior, que no se otorga el recurso de apelación intentado toda vez que “el mismo no tiene

carácter de apelable”; es decir que el Juez en su resolución desnaturaliza la posibilidad del

planteamiento de un hipotético ocurso de hecho, toda vez que este remedio procesal es factible

según el artículo seiscientos once (611) del Código Procesal Civil y Mercantil: “Cuando el juez

inferior haya negado el recurso de apelación, procediendo éste…” (subrayado y negrita mías). Si

se atiende al espíritu de la procedencia del ocurso de hecho, el requisito sine qua non para que

pueda plantearse es que el recurso de apelación proceda, es decir que si no procede el recurso de

apelación (según el Juez) tampoco procede el ocurso de hecho pues como ya se hizo relación la

condición para que pueda plantearse es que el recurso de apelación proceda y de esa cuenta el

planteamiento de un ocurso de hecho deviene en improcedente. En todo caso, procedería el ocurso

de hecho si el Juez a quo hubiera rechazado el recurso de apelación por algún motivo que no fuera

una falta de procedencia pues al invocar ese presupuesto, cierra la posibilidad de poder plantear el

remedio procesal de marras, constituyendo el auto que deniega el recurso de apelación un acto

definitivo.

2
Expediente 3778-2015. Apelación de Sentencia de Amparo. 26 de noviembre de 2015.

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ARGUMENTOS Y PLANTEAMIENTOS DE DERECHO

VI. NORMAS CONSTITUCIONALES Y DE OTRA ÍNDOLE EN QUE

DESCANSA LA PETICIÓN DEL PRESENTE AMPARO

Las normas y principios constitucionales en que descansa la presente petición de amparo, a título

enunciativo son las siguientes:

1. Principio de seguridad jurídica, que se subsume en el principio general del derecho de

seguridad contenido en el artículo dos (2) de la Constitución Política de la República.

2. Derecho fundamental de libertad e igualdad, contenido en el artículo cuatro (4) de la

Constitución Política de la República de Guatemala.

3. Principio jurídico de debido proceso y tutela judicial efectiva, que se subsumen en el

derecho fundamental de defensa, contenido en el artículo doce (12) de la Constitución

Política de la República de Guatemala.

4. Derechos inherentes a la persona humana, norma contenida en el artículo cuarenta y cuatro

(44) de la Constitución Política de la República de Guatemala y de manera general e

innominada en el bloque de constitucionalidad.

Estos derechos fundamentales a lo largo de la presente acción constitucional, se explicarán desde

una triple concepción: A. Normativa; B. Doctrinaria y; C. Jurisprudencial, para que el Honorable

Tribunal de Amparo tenga a bien concluir que la autoridad denunciada efectivamente los

transgredió cuando emitió el acto reclamado.

PARTE NORMATIVA

A. Artículo dos (2) de la Constitución Política de la República de Guatemala, que contiene el

principio de SEGURIDAD JURÍDICA.

El artículo 2º de la Constitución Política de la República establece lo siguiente: “Es deber del

Estado garantizarle a los habitantes de la república la vida, la libertad, la justicia, la seguridad, la

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paz y el desarrollo integral de la persona. –La Corte de Constitucionalidad ha señalado en cuanto al

término de Seguridad, lo siguiente: “... El principio de seguridad jurídica que consagra el artículo

2º. De la Constitución, consiste en la confianza que tiene el ciudadano, dentro de un Estado de

Derecho, hacia el ordenamiento jurídico; es decir, hacia el conjunto de leyes que garantizan su

seguridad, y demanda que dicha legislación sea coherente e inteligible; en tal virtud, las

autoridades en el ejercicio de sus facultades legales, deben actuar observando dicho principio,

respetando las leyes vigentes, principalmente la ley fundamental...”. Ver Gaceta Número 61,

expediente Número 1258-00 donde se dictó la sentencia de fecha diez de julio del año dos mil uno

(2001).

Haciendo un análisis somero de la explicación que da la Honorable Corte de Constitucionalidad en

cuanto al principio de seguridad jurídica, esa confianza que debe tener el ciudadano hacia el

ordenamiento jurídico se traduce en el conjunto de leyes que garantizan su seguridad, el cual debe

ser coherente e inteligible. Establece el Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua,

que coherencia es: “actitud lógica y consecuente…”, mientras que inteligible: ”que puede ser

entendido”. En el transcurso del presente escrito se hará relación de la forma en que la autoridad

impugnada a través del acto reclamado, violó el principio de seguridad jurídica al que se hace

relación.

B. Artículo cuatro (4) de la Constitución Política de la República de Guatemala.

El artículo precitado en su parte toral establece que: “En Guatemala todos los seres humanos son

libres e iguales en dignidad y derechos. El hombre y la mujer, cualquiera que sea su estado civil,

tienen iguales oportunidades y responsabilidades.”

C. Artículos doce (12) párrafo primero de la Constitución Política de la República de Guatemala;

cuatro (4) de la ley de Amparo, Exhibición Personal y de Constitucionalidad; artículo dieciséis (16)

de la Ley del Organismo Judicial; que contienen el DERECHO DE DEFENSA Y LOS

PRINCIPIOS JURÍDICOS DEL DEBIDO PROCESO y A LA TUTELA JUDICIAL

EFECTIVA:

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El artículo 12, párrafo primero, de la Constitución Política de la República de Guatemala dispone

que "La defensa de la persona y sus derechos son inviolables. Nadie podrá ser condenado, ni

privado de sus derechos, sin haber sido citado, oído y vencido en proceso legal ante juez o tribunal

competente y preestablecido".

El artículo 4º de la Ley de Amparo, Exhibición Personal y de Constitucionalidad (Decreto número

1-86 de la Asamblea Nacional Constituyente) dispone que "La defensa de la persona y sus

derechos son inviolables. Nadie podrá ser condenado, ni privado de sus derechos, sin haber sido

citado, oído y vencido en proceso legal ante juez o tribunal competente y preestablecido. En todo

procedimiento administrativo o judicial deben guardarse u observarse las garantías propias del

debido proceso".

El artículo 16 de la Ley del Organismo Judicial dispone que "Es inviolable la defensa de la persona

y de sus derechos. Ninguno puede ser juzgado por comisión o por tribunales especiales. Nadie

podrá ser condenado ni privado de sus derechos sin haber sido citado, oído y vencido en proceso

penal seguido ante juez o tribunal competente y preestablecido, en el que se observen las

formalidades y garantías esenciales del mismo; y tampoco podrá ser afectado temporalmente en

sus derechos, sino en virtud de procedimiento que reúna los mismos requisitos".

En el transcurso del presente escrito se hará relación de la forma en que la autoridad impugnada a

través del acto reclamado, violó el derecho de defensa y los principos jurídicos del debido proceso

y tutela judicial efectiva.

D. Artículo cuarenta y cuatro (44) de la Constitución política de la República de que reconoce los

derechos inherentes a la persona humana.

El artículo artículo precitado establece que: “Los derechos y garantías que otorga la Constitución

no excluyen otros que, aunque no figuren expresamente en ella, son inherentes a la persona

humana.”

PARTE DOCTRINARIA

A. Del principio de seguridad jurídica.

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La seguridad juridíca se anuda a una cierta predicibilidad de la decisión judicial. Aquí debe

entenderse "como la posibilidad de un cálculo apriorístico razonablemente seguro de la manera y el

sentido en que los Tribunales aplicarán las normas legales” 3.

Ignacio Burgoa afirma que: “ese conjunto de modalidades jurídicas a que tiene que sujetarse un

acto de cualquier autoridad para producir válidamente desde un punto de vista jurídico la afectación

en la esfera del gobernado a los diversos derechos de éste, y que se traduce en una serie de

requisitos, condiciones, elementos, etc., es lo que constituye las garantías de seguridad jurídica.

Éstas implican, en consecuencia, el conjunto general de condiciones, requisitos, elementos o

circunstancias previas a que debe sujetarse una cierta actividad estatal para generar una afectación

válida de diferente índole en la esfera del gobernado, integrada por el summum de sus derechos

subjetivos”4.

B.El derecho de igualdad y el principio de igualdad procesal subsumido en él.

En cuanto al derecho de igualdad, enmarcado de manera general como el postulado que señala que

todos los seres humanos son libres e iguales en dignidad y derechos, también subsume otras

categorías de igualdad, como la igualdad procesal. Al respecto, este derecho fundamental está

directamente relacionado con el artículo cuarenta y cuatro (44) constitucional, pues la igualdad es

un principio inherente a la persona humana que emana de la naturaleza misma del hombre y por

ello preexiste a cualquier legislación positiva.

El principio de igualdad en el ámbito del proceso es una manifestación del principio general de

"igualdad ante la ley" consagrado en el artículo cuatro (4) constitucional. Dice Clemente Díaz que

al penetrar el principio político constitucional de la igualdad de los habitantes de la Nación en la

órbita del Derecho Procesal se transforma en la "relativa paridad de condiciones de los

justiciables, de tal manera que nadie pueda encontrarse en una situación de inferioridad

3
Bacigalupo, E. Jurisprudencia y seguridad jurídica. Pág.1.
4
Burgoa, I. Las garantías individuales. Pág. 396.

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jurídica5". Guasp, a su vez, dice que la posición igual de las partes o principio de la igualdad de

partes, significa que la condición de cada una de ellas debe tener un contenido equivalente, es

decir, que no pueden diferir en sustancia los deberes y derechos de una parte y otra. Señala este

autor que la igualdad de las partes es para el proceso un principio instrumental y no un principio

final: porque teóricamente las partes no está situadas en un mismo plano, sino en distintas

perspectivas, ya que el actor es el verdadero protagonista del proceso y el demandado sólo el sujeto

pasivo al que se refiere su reclamación6.

El principio de igualdad en materia procesal no requiere una igualdad aritmética, sino que lo que

exige es que se brinde a las partes una razonable igualdad de posibilidades7 en el ejercicio de su

derecho de acción y de defensa.

Cabe destacar, entonces, que este principio de igual tratamiento rige tanto para los actores como

también para los demandados8, sin perjuicio de las particularidades lógicas y razonables que puede

determinar el encontrarse en una u otra situación de parte (como ocurre, por ejemplo, con el tema

de la carga de la prueba). Como dicen Gómez Orbaneja y Herce Quemada, la posición jurídica de

las partes, formalmente es igual en cuanto en idéntica medida y bajo análogas condiciones, a ambas

corresponden los mismos derechos procesales. Pero materialmente puede decirse que las partes se

enfrentan en posiciones desiguales; así, la posición del demandado es más favorable, debido a las

reglas de la carga de la alegación y de la prueba, por las cuales el demandante no sólo tiene que

alegar sino también probar el hecho constitutivo del derecho que haga valer. Y en otros aspectos la

posición del actor es más favorable, en cuanto no puede ser condenado (salvo en las costas), sino

que acabado el proceso civil por sentencia de fondo, no puede terminar más que por esta

alternativa: o con la condena del demandado, o con su absolución, no cabiendo condena al actor; y

en cierta manera, también es más favorable la situación del actor en cuanto tiene más tiempo para

5
Díaz, Clemente. Instituciones del derecho procesal. Pág. 218.
6
Guasp, Jaime. Derecho procesal civil. Pág. 171-172
7
Couture, Eduardo. Fundamentos de derecho procesal civil. Pág. 185.
8
BÖTTICHER, Eduard: "La igualdad ante el juez", en Revista de Derecho Procesal, Director Hugo Alsina, año 1955, Primera Parte, págs. 127 y ss., específicamente pág. 141.

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preparar su demanda (sólo está limitado por los plazos de prescripción), en cambio el demandado

debe ejercitar su defensa dentro de los plazos que fijan al respecto los ordenamientos procesales,

que si bien normalmente son razonables para el fin perseguido, son más cortos que los que limitan

al actor.

En conclusión, se viola este principio cuando se concede o reconoce a un litigante lo que se

niega a otro. Es decir, se vulnera la garantía de igualdad entre las partes si no se otorga a todas

idénticas oportunidades de petición, afirmación, prueba y decisión oportuna, congruente y fundada.

C.1. El derecho de defensa.

Establecido desde el periodo de la antigüedad, en el derecho romano, el derecho de defensa se

presenta como una garantía pero también como un equilibrio entre los intereses personales y los de

la sociedad.9

La compresión de este principio obliga al conocimiento de los dos sentidos que comporta la idea de

defensa. Uno, material o substancial, tiene en vista un complejo de derechos y garantías con

carácter procesal, siendo esto el derecho de defensa, en sentido amplio. El segundo, formal o

institucional se limita a definir el derecho de la parte a beneficiarse de un defensor especializado,

siendo esto el derecho de defensa, en sentido limitado. Etimológicamente la expresión defensa

significa "oponerse al peligro de un daño" o, más gráficamente, "el rechazo a un ataque o

agresión". Este ataque o agresión pasa a denominarse ofensa, constituyéndose, lógicamente, en el

antecedente necesario de la defensa. Vale decir: la defensa exige previamente una ofensa y su nota

esencial en consecuencia es su carácter reactivo. Esto transpuesto al ámbito procesal significa que

de defensa procesal sólo puede hablarse a propósito de una actuación en el proceso que

desenvuelve una parte como reacción ante otra previa de la contraria.

En efecto, si la defensa consiste en una posibilidad de actuación de un litigante como respuesta

frente a otra actuación que la ha precedido, en el proceso ella se transforma en una garantía de la

intervención de las partes. Por lo tanto, lo básico para entender esto es que a los interesados se les

9
Neagu, Ion. Tratado de procedimiento penal. Pág. 98.

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permita intervenir en el proceso en que se discutan cuestiones que les conciernen, asumiendo de esa

forma, la tutela de sus propios intereses, en lo que constituye una importante exigencia de una

sociedad democrática. Pero no sólo eso, sino que a su vez, esta participación de los interesados en

el proceso constituye una de las notas esenciales de la decisión jurisdiccional. Resulta fácil concluir

que nos encontramos ante una garantía que se sitúa en el núcleo mismo de la configuración del

proceso y de allí, su trascendencia. Tanto es así, que como ha puesto de relieve con particular

vigor, el maestro italiano Fazzalari, precisamente lo que distingue al proceso jurisdiccional de un

mero procedimiento es la vigencia efectiva de la defensa, es decir, la posibilidad de los

interesados de hacerse oír, y la consiguiente obligación del juzgador de tomar en cuenta los

resultados de sus actividades al momento de pronunciar su resolución.

De ello se aprecia la importancia del proceso, porque, como todos sabemos, es el modo de solución

de conflictos, como se diría en la doctrina clásica, o de tutela de intereses en que a ambas partes

deben darse iguales o proporcionales posibilidades de participación, y eso es precisamente lo

que asegura esta garantía constitucional.10

C.2. El principio jurídico del debido proceso.

El debido proceso tiene su origen en el “due process of law” anglosajón, se descompone en: el

debido proceso sustantivo, que protege a los ciudadanos de las leyes contrarias a los derechos

fundamentales y, el debido proceso adjetivo, referido a las garantías procesales que aseguran los

derechos fundamentales. Su incorporación al constitucionalismo latinoamericano ha matizado sus

raíces, señalando que el debido proceso sustantivo se refiere a la necesidad de que las sentencias

sean valiosas en sí mismas, esto es, que sean razonables; mientras que el debido proceso adjetivo

alude al cumplimiento de ciertos recaudos formales, de trámite y de procedimiento, para llegar a

una solución judicial mediante la sentencia. En consecuencia, el debido proceso encierra en sí un

conjunto de garantías procesales contenidas en la Constitución.11

10
Carocca, Alex. Garantía constitucional de la defensa. Pág.5.
11
Sagués, Néstor. Elementos de derecho constitucional. Pág. 328.

11
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C.3. El principio jurídico de tutela judicial efectiva.

De Bernardis define la tutela jurisdiccional efectiva como “la manifestación constitucional de un

conjunto de instituciones de origen eminentemente procesal cuyo propósito consiste en cautelar el

libre, real e irrestricto acceso a todos los justiciables a la prestación jurisdiccional a cargo del

Estado, a través de un debido proceso que revista los elementos necesarios para hacer posible la

eficacia del derecho contenido en las normas jurídicas vigentes o la creación de nuevas situaciones

jurídicas, que culmine con una resolución final ajustada a derecho y con un contenido mínimo de

justicia, susceptible de ser ejecutada coercitivamente y que permita la consecución de los valores

fundamentales sobre los que se cimienta el orden jurídico en su integridad” 12.

D. Derechos inherentes a la persona humana y la inclusión de la igualdad a través del bloque

de constitucionalidad.

El principio de igualdad se halla expresamente contenido en el Pacto de San José de Costa Rica,

que tiene jerarquía constitucional, el que en su artículo veinticuatro (24) establece “Todas las

personas son iguales ante la ley. En consecuencia, tienen derecho, sin discriminación, a igual

protección de la ley”. En el mismo sentido, el artículo 14 inc. 1) del Pacto Internacional de

Derechos Civiles y Políticos consigna: “Todas las personas son iguales ante los tribunales y cortes

de justicia …”.

De igual modo, resulta más que interesante acudir a los conceptos vertidos sobre el tema por los

Tribunales Internacionales. En tal sentido, y con relación al principio de igualdad de armas, la

Corte Interamericana de Derechos Humanos destaca que, para que exista debido proceso legal es

preciso que un justiciable pueda hacer valer sus derechos y defender sus intereses en forma efectiva

y en condiciones de igualdad procesal con otros justiciables. Recuerda la Corte que el proceso es

un medio para asegurar en la mayor medida posible la solución justa de una controversia. A ese fin

atiende el conjunto de actos de diversas categorías generalmente reunidos bajo el concepto de

debido proceso legal (…) y para alcanzar sus objetivos- prosigue el Alto Tribunal- el proceso debe

12
De Bernardis, Luis Marcelo. La garantía procesal del debido proceso. 1985.

12
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reconocer y resolver los factores de desigualdad real de quienes son llevados ante la justicia. Es así

como se atiende el principio de igualdad ante la ley y los tribunales y a la correlativa prohibición de

discriminación13. Tras reconocer la entidad del principio, la Corte Interamericana postula que la

presencia de condiciones de desigualdad real obliga a los Estados a adoptar medidas de

compensación que contribuyan a reducir o eliminar los obstáculos y deficiencias que impidan

reduzcan la defensa eficaz de los propios intereses. Esto es así púes, de no existir esos medios de

compensación, ampliamente reconocidos en diversas vertientes del procedimiento, difícilmente se

podría decir que quienes se encuentran en condiciones de desventaja disfrutan de un verdadero

acceso a la justicia y se benefician de un debido proceso legal en igualdad con quienes no afrontan

esas desventajas14.

La jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos también entiende que el principio

de igualdad de armas es parte de la garantía del debido proceso legal; y reiteradamente ha

expresado en relación con el carácter adversarial del procedimiento civil, que requiere un justo

balance entre las partes, aún cuando una de ellas sea el propio estado. En tal sentido afirmó que:

“todo el que es parte de tales procedimientos debe tener una oportunidad razonable de presentar

el caso ante el tribunal en condiciones que no lo sitúen en desventaja sustancial vis –a- vis con su

oponente”15.

PARTE JURISPRUDENCIAL

A.Del principio de seguridad jurídica.

La Honorable Corte de Constitucionalidad opina que: “El principio de Seguridad Jurídica que

consagra el artículo 2o. de la Constitución, consiste en la confianza que tiene el ciudadano, dentro

de un Estado de Derecho, hacia el ordenamiento jurídico; es decir, hacia el conjunto de leyes que

garantizan su seguridad, y demanda que dicha legislación sea coherente e inteligible; en tal virtud,

13
Corte Interamericana de Derechos Humanos, El Derecho a la información sobre la asistencia consular en el marco de las garantías del debido proceso legal- Opinión Consultiva
OC-16/99 del 01-10-99, Serie A, n°:16.
14
Corte Interamericana de Derechos Humanos, Opinión Consultiva 18/03 del 17-09-03.
15
Tribunal Europeo de Derechos Humanos, caso Kaufman c/ Bélgica n°: 5362/72, 42 CD 145 (1972 ) y caso Bendenou c/ Francia, A 284, párrafo 52 (1994).

13
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las autoridades en el ejercicio de sus facultades legales, deben actuar observando dicho principio,

respetando las leyes vigentes, principalmente la Ley Fundamental.” 16

B.1. Derecho de igualdad.

"...el principio de igualdad, plasmado en el artículo 4o. de la Constitución Política de la República

impone que situaciones iguales sean tratadas normativamente de la misma forma; pero para que el

mismo rebase un significado puramente formal y sea realmente efectivo, se impone también que

situaciones distintas sean tratadas desigualmente, conforme sus diferencias. Esta Corte ha

expresado en anteriores casos que este principio de igualdad hace una referencia a la universalidad

de la ley, pero no prohíbe, ni se opone a dicho principio, el hecho que el legislador contemple la

necesidad o conveniencia de clasificar y diferenciar situaciones distintas y darles un tratamiento

diverso, siempre que tal diferencia tenga una justificación razonable de acuerdo al sistema de

valores que la Constitución acoge...”17.

No obstante la relación general acerca del principio de igualdad, cito la sentencia con la cual

sustentaré mis argumentos principales dentro de la presente acción constitucional por medio de la

cual la Honorable Corte de Constitucionalidad estima oportuno hacer un giro jurisprudencial y

separarse de la doctrina legal aludida, estableciendo que: “Igual no tendría sentido que fuese

apelable solo el auto que declare con lugar la o las excepciones previas, pues ello generaría una

desigualdad en perjuicio de quien mediante aquellas ejerce su derecho de defensa para atacar las

pretensiones de su contraparte, al condicionar la revisión instancial de la decisión asumida en

primera instancia, únicamente al caso de acogimiento de la o las excepciones, negándosele la

oportunidad que obtenga un pronunciamiento por parte del Tribunal de apelación si éste

considera fundado el recurso.18”

C.1. Del derecho de defensa.

16
Expediente 1258-2000. Inconstitucionalidad parcial. Diez de julio de dos mil uno.
17
Expediente 141-92. Inconstitucionalidad en caso concreto. 16 de junio de 1992.
18
Expediente 4280-2015. Apelación de sentencia de amparo. 13 de enero de 2016.

14
Acción Constitucional de Amparo Nueva

En cuanto al derecho de defensa, la Honorable Corte de Constitucionalidad establece que: “El

derecho de defensa consiste en la observancia por parte del tribunal, de todas las normas relativas a

la tramitación del juicio y el derecho de las partes de obtener un pronunciamiento que ponga

término, del modo más rápido posible a la situación de incertidumbre que entraña el procedimiento

judicial. Su quebrantamiento es denunciable en amparo, instancia que de comprobar su vulneración

debe otorgar la protección que esta garantía conlleva.” 19

C.2. El principio jurídico del debido proceso.

El criterio en este sentido es el siguiente: el debido proceso…”implica la posibilidad efectiva de

ocurrir ante el órgano jurisdiccional competente para procurar la obtención de la justicia, y de

realizar ante el mismo todos los actos legales encaminados a la defensa de sus derechos en juicio,

debiendo ser oído y dársele oportunidad de hacer valer sus medios de defensa, en la forma y con las

solemnidades prescritas en las leyes respectivas. Se refiere concretamente, a la posibilidad efectiva

de realizar todos los actos encaminados a la defensa de su persona o de sus derechos en juicio. Si al

aplicar la ley procesal al caso concreto se priva a la persona de su derecho de accionar ante jueces

competentes y preestablecidos, de defenderse, de ofrecer y aportar prueba, de presentar alegatos, de

usar medios de impugnación contra resoluciones judiciales, entonces se estará ante una violación

de tal garantía constitucional que por ser un derecho inherente a la persona humana, es deber del

Estado proteger su ejercicio”20.

C.3. El principio jurídico de tutela judicial efectiva.

”… para que el derecho a la tutela judicial se estime respetado, quien acude al ente jurisdiccional,

además de acceder al mismo y de que sus pretensiones se gestionen conforme el debido proceso,

debe encontrar solución a la controversia formulada, mediante la emisión de resoluciones fundadas

y motivadas, que den respuesta o solución al debate sometido a conocimiento del tercero imparcial

19
Expediente 1194-2004. Apelación de sentencia de amparo. Siete de septiembre de dos mil cuatro.
20
Expediente 3214-2007. Apelación de sentencia de amparo. Dieciocho de marzo de dos mil nueve.

15
Acción Constitucional de Amparo Nueva

que es el juez. Los tribunales de amparo deben velar, ante denuncias de resoluciones imperfectas,

que tales señalamientos no sean tales que degeneren en inacceso a aquella debida tutela judicial” 21.

VII. AGRAVIO ESPECÍFICO Y FORMA EN QUE A TRAVÉS DEL ACTO

RECLAMADO SE VIOLAN LOS DERECHOS CONSTITUCIONALES Y

PRINCIPIOS JURÍDICOS DESCRITOS.

A. AGRAVIO ESPECÍFICO

El agravio específico que me ocasiona el acto reclamado es que el auto de fecha veintitrés (23) de

agosto del presente año, el cual en su parte toral establece: “No se otorga el recurso de apelación

interpuesto por MARÍA ASUNCIÓN PRESA URBISTONDO en contra del auto de fecha catorce de

julio de dos mil diecisiete, toda vez que el mismo no tiene carácter de apelable de acuerdo a lo

regulado en el artículo 602 del Código Procesal Civil y Mercantil” (el subrayado y negrita son

mías). Es decir que ese rechazo liminar (aunque no lo nomina así expresamente) pero que se

materializa al no haber un razonamiento de fondo en cuanto al rechazo, constituye el AGRAVIO

EN ESPECÍFICO, pues conculca los derechos fundamentales expresados toda vez que no me

permite hacer uso de un recurso que de manera general sirve para revisar la decisión del juez

inferior y luego de hacer un análisis fáctico-jurídico confirmar, modificar o revocar su decisión,

análisis que me fue negado.

A.1. El agravio específico y la violación del principio de seguridad jurídica que se subsume en

el derecho fundamental de seguridad.

Tal y como lo definió la Honorable Corte de Constitucionalidad, el principio de seguridad jurídica

consiste en la confianza que tiene el ciudadano, dentro de un Estado de Derecho, hacia el

ordenamiento jurídico; y demanda que dicha legislación sea coherente e inteligible; en tal virtud,

las autoridades en el ejercicio de sus facultades legales, deben actuar observando dicho principio,

respetando las leyes vigentes, principalmente la ley fundamental. Con el agravio específico (el no

otorgamiento del recurso de apelación porque a criterio del juez no procedía) se viola dicho

21
Expediente 1066-2006. Apelación de sentencia de amparo. Dieciséis de agosto de dos mil seis.

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Acción Constitucional de Amparo Nueva

principio, toda vez que la decisión judicial implica una impredecibilidad que raya en lo

discrecional, pues no se me da el derecho de defenderme ante una decisión que considero puede ser

examinada por un órgano superior y en consecuencia ser modificada o revocada (no tendría sentido

plantear un recurso si mi pretensión fuera que la decisión que considero me afecta, sea

confirmada). De tal manera que la seguridad jurídica que debe entrañar todo el ordenamiento

jurídico no es tal, si dentro de un proceso que presupone igualdad de condiciones, a una parte se le

proporcionan todas las armas procesales para satisfacer su pretensión, y a la otra no.

A.2. El agravio específico y la forma en que violó el derecho de igualdad.

Como ya se expresó en los apartados respectivos, el derecho de igualdad no solamente es un

derecho constitucional y reconocido expresamente como tal en la Constitución, sino también es un

derecho inherente a la persona humana y como tal sujeto de protección constitucional, sujeto de

protección a través de Tratados Internacionales en materia de Derechos Humanos, y sujeto de

estudio como Principio General del Derecho. Como colofón, cito nuevamente el giro

jurisprudencial que da la Corte de Constitucionalidad respecto a un caso que se origina de la

producción de un acto reclamado idéntico al de esta acción constitucional: “No obstante el criterio

mencionado, en el presente caso, esta Corte estima oportuno hacer un giro jurisprudencial y

separarse de la doctrina legal aludida, con base en la facultad que le otorga el artículo 43 de la

Ley de Amparo, Exhibición Personal y de Constitucionalidad.

De esa cuenta, estima que el criterio emitido por el Tribunal a quo, de no entrar a conocer del

recurso de apelación interpuesto contra el auto que resolvió las excepciones previas de

incompetencia, demanda defectuosa, prescripción y falta de personalidad en el demandante no se

encuentra ajustado a derecho, dado a que de ser acogidas las excepciones de falta de personalidad

y de prescripción se pondría fin al proceso, especialmente la excepción de prescripción que es una

excepción de efecto “material”. Igual no tendría sentido que fuese apelable solo el auto que

declare con lugar la o las excepciones previas, pues ello generaría una desigualdad en perjuicio

de quien mediante aquellas ejerce su derecho de defensa para atacar las pretensiones de su

17
Acción Constitucional de Amparo Nueva

contraparte, al condicionar la revisión instancial de la decisión asumida en primera instancia,

únicamente al caso de acogimiento de la o las excepciones, negándosele la oportunidad que

obtenga un pronunciamiento por parte del Tribunal de apelación si éste considera fundado el

recurso.22” Subrayado y negrita mías.

A.3. El agravio específico y la forma en que violó el derecho de defensa y el debido proceso.

El derecho de defensa es bastante amplio, pero de manera muy específica tal y como lo establece la

Honorable Corte de Constitucionalidad, consiste en la observancia por parte del tribunal, de todas

las normas relativas a la tramitación del juicio. Con todas las normas relativas a la tramitación del

juicio se refiere a que tanto sustantiva como adjetivamente, el órgano jurisdiccional debe

obligatoriamente cumplir con lo establecido en la normativa creada para el efecto. Por el principio

de iura novit curia no es necesario explicarle al Honorable Juzgador cuál es el derecho aplicable en

el caso en concreto, sin embargo considero oportuno hacer relación a este principio (de que el juez

debe conocer el derecho) pues es relevante para la comprensión de la violación de mis derechos

fundamentales a través del acto reclamado.

El debido proceso, consagrado como derecho fundamental en la Constitución, encuentra su

contenido central en el derecho de defensa y la garantía de un juez imparcial, que implican una

cierta inmutabilidad de los linderos trazados por las partes en el litigio. En el contexto de un Estado

de Derecho, en algunas ocasiones en el ejercicio de la función jurisdiccional se presenta una

tensión entre el acceso a la administración de justicia y la regla jurídico-procesal de la congruencia

de las resoluciones, que hace parte del debido proceso. Esta tensión se evidencia en la aplicación

del aforismo iura novit curia, que presume el conocimiento del Derecho por parte del juez, y que

posibilita decidir de fondo un asunto a pesar del yerro jurídico de los sujetos procesales, pero que le

impone al juez alejarse de los planteamientos jurídicos de las partes. Así, cuando el juez al

momento de emitir una resolución constata que la calificación jurídica de los hechos formulada en

la demanda no resulta adecuada, y que por tanto debe ser modificada para poder resolver de fondo

22
Expediente 4280-2015. Apelación de sentencia de amparo. 13 de enero de 2016.

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Acción Constitucional de Amparo Nueva

el caso concreto, como se lo exige el derecho de acceso a la administración de justicia, se ve

obligado a tomar una decisión que puede ser calificada de incongruente, vicio que implica el

desconocimiento del debido proceso. En referencia al iura novit curia también resulta oportuno

señalar que la aplicación de la norma jurídica es una función procesal del juez y un deber legal

cuyo cumplimiento no puede eludirse por ignorancia, y ni siquiera por inexistencia de la norma

misma, caso en el cual debe acudirse a las demás fuentes del derecho, como los principios

generales o la analogía, situación conocida como plenitud hermética del ordenamiento jurídico y

materializada a través de la norma de clausura contenida en el artículo quince (15) de la Ley del

Organismo judicial. El derecho de acceso a la administración de justicia, que subsume al principio

de iura novit curia se ha reconocido como fundamental, pues la función de la administración de

justicia es un servicio a cargo del Estado, y uno de los bienes básicos sin el cual los demás no

tendrían lugar, siendo presupuesto para la dignidad humana que se debe ponderar con el

utilitarismo restringido traducido en las formas procesales que deben cumplirse.

Las funciones ya expuestas del iura novit curia en últimas llevan a concluir que su papel, además

de presumir el conocimiento del derecho por parte del juez, es indicar que en el proceso lo que al

derecho se refiere queda reservado al juez, y lo relacionado con el mundo fáctico está a cargo de las

partes, constituyéndose así como función macro el reparto de tareas en el proceso.

La distinción entre los hechos y el derecho se torna mucho más compleja en el ámbito del proceso,

puesto que este es un contexto jurídico regulado por normas y en él se busca probar hechos para

resolver controversias jurídicas acerca de derechos; se busca determinar el hecho cuando este es

supuesto para aplicar normas del caso concreto. Por ello resulta imposible hablar de hechos

totalmente aislados del derecho; los hechos que resultan importantes en el proceso, lo son en la

medida en que se refieren a derechos allí discutidos, y dicha relación es sumamente relevante en la

aplicación del derecho en la decisión judicial.

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Acción Constitucional de Amparo Nueva

En ese orden de ideas, es inexcusable que la autoridad impugnada haya interpretado y aplicado

erróneamente el derecho invocado a través del recurso de apelación (para que la resolución sobre la

cual se está inconforme sea revisada por el superior), pues se basa en interpretaciones

aparentemente taxativas de la ley adjetiva, las cuales sin embargo (para despejar cualquier duda)

fueron interpretadas por la Honorable Corte de Constitucionalidad, a través de los expedientes

cuatro mil doscientos ochenta guion dos mil quince (4280-2015) y seiscientos setenta y siete guion

dos mil dieciséis (677-2016) en los cuales establece: “no tendría sentido que fuese apelable solo el

auto que declare con lugar la o las excepciones previas, pues ello generaría una desigualdad en

perjuicio de quien mediante aquellas ejerce su derecho de defensa para atacar las pretensiones de su

contraparte, al condicionar la revisión instancial de la decisión asumida en primera instancia,

únicamente al caso de acogimiento de la o las excepciones, negándosele la oportunidad que

obtenga un pronunciamiento por parte del Tribunal de apelación si éste considera fundado el

recurso”. Si bien es cierto, el criterio relacionado forma parte de una innovación jurisprudencial,

este apartado (Del principio Iura Novit Curia) es precisamente para que el Tribunal de Amparo

tenga como fundamento de apreciación de los derechos fundamentales que se estiman vulnerados,

que la autoridad impugnada no podía ignorar que la no admisión del recurso de apelación contra el

auto que resuelve excepciones previas, constituye una violación a los derechos constitucionales ya

relacionados.

A.4. El agravio específico y la forma en que violó el principio jurídico de la tutela judicial

efectiva.

Dentro de los deberes del Estado contenidos en el artículo dos (2) de la Constitución Política de la

República de Guatemala, está entre otros, el de garantizar la justicia a todas las personas. La

necesidad de que el Estado asuma para sí la potestad de resolver los conflictos de relevancia

jurídica, radica en la necesidad de proscribir el ejercicio de la autotutela fuera de los cauces

permitidos por el ordenamiento jurídico. Si el Estado asume en exclusiva la titularidad de esa

potestad, es preciso que su organización establezca mecanismos idóneos para brindar la tutela que

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Acción Constitucional de Amparo Nueva

las personas requieren para solucionar sus controversias. El Honorable Juez al resolver como lo

hizo, viola el principio de tutela judicial efectiva, ya que con su actuar está ocasionando

exactamente lo contrario a la efectiva tutelaridad jurídica, al negarme la posibilidad de que (aunque

sea incierto que se resuelva a mi favor) al menos tenga un pronunciamiento al respecto.

A.5 De la necesidad de ordenar la admisión del recurso de apelación.

Como se hizo relación en reiteradas ocasiones, la presente acción constitucional gira en torno a la

violación de mis derechos fundamentales a través del acto reclamado, pues la negativa de admitir

liminarmente el recurso de apelación (aunque no establezca expresamente que es un rechazo

liminar, pero materialmente sí lo es) me deja en un absoluto estado de indefensión, lo cual es

confirmado por la Honorable Corte de Constitucionalidad al realizar un giro jurisprudencial y

separarse de su doctrina anterior, estableciendo que: “…ello generaría una desigualdad en

perjuicio de quien mediante aquellas ejerce su derecho de defensa para atacar las pretensiones

de su contraparte, al condicionar la revisión instancial de la decisión asumida en primera

instancia, únicamente al caso de acogimiento de la o las excepciones, negándosele la

oportunidad que obtenga un pronunciamiento por parte del Tribunal de apelación si éste

considera fundado el recurso”. Cito una vez más este razonamiento de la Corte de

Constitucionalidad, porque constituye la parte toral de mis argumentos y siendo atendida mi

pretensión, se desvanece la violación a los derechos descritos.

Es importante soslayar, que el Juez no hace ningún razonamiento acerca del rechazo del recurso de

apelación instado, únicamente haciendo relación que no tiene carácter de apelable, sin indicar por

qué. Importante es mencionar que el recurso de apelación se había planteado en contra del auto de

fecha catorce (14) de julio de dos mil diecisiete (2017) por medio del cual la autoridad impugnada

declaró sin lugar las excepciones previas de demanda defectuosa, falta de personalidad y falta de

personería interpuestas por mi persona, y las excepciones previas de demanda defectuosa y falta de

personalidad interpuestas por María Iciar Urbistondo Jáuregui. A título enunciativo y a sabiendas

que no es la materia del presente amparo, pero sí teniendo relación con la razón aparente por la que

21
Acción Constitucional de Amparo Nueva

la autoridad impugnada rechazó mi recurso de apelación, hago de su conocimiento generalidades

de las excepciones que me fueron declaradas sin lugar y que eran el objeto del planteamiento del

recurso rechazado, para que el tribunal superior hiciera el análisis fáctico-jurídico que solicito.

La excepción en el derecho procesal es una figura jurídica que la doctrina ha visto desde dos

ángulos diferentes: a) El primero de ellos es en sentido abstracto, en el que la excepción es el poder

que tiene el demandado de oponer, frente a la pretensión del actor, cuestiones que obstaculizan un

pronunciamiento de fondo que el juzgador debe de hacer respecto de la pretensión, o bien, que el

pronunciamiento traiga como resultado la absolución del demandado, que fue la persona que hizo

valer en su favor la excepción. Este significado abstracto es correlativo de la significación abstracta

de la acción, en cuanto poder jurídico del actor para plantear una pretensión ante el titular de un

órgano jurisdiccional. El derecho de hacer valer una excepción se tiene cuando se cuenta

efectivamente con la posibilidad de formular cuestiones que son contrarias a la pretensión del actor,

con independencia de que se ejerza o no ese poder e independientemente de la fundamentación o

injustificación de las cuestiones que se hayan opuesto. b) El segundo ángulo desde donde se

contempla a la excepción es en sentido concreto. La excepción vista desde esta plataforma, se

objetiviza en las cuestiones concretas que el demandado plantea frente a la pretensión del actor, con

dos finalidades:

I. De oponerse a que la secuela procesal continúe, argumentando como razón de esta posición, que

no se han satisfecho en su totalidad todos y cada uno de los presupuestos procesales;

II. Oponerse al reconocimiento del juzgador de la fundamentación de la pretensión que persigue la

parte actora, con base en la existencia de hechos extintivos, modificativos o impeditivos de la

relación jurídica descrita por el actor en su demanda.

Es por este simple análisis, que no se me puede dejar de oír, que sería una falla absoluta en el

Estado de Derecho que no pueda hacer valer el desarrollo de mi argumentación anterior ante un

órgano ad quem, y que en tal virtud solicito que la presente acción me sea declarada con lugar.

FUNDAMENTO DE DERECHO

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Acción Constitucional de Amparo Nueva

El artículo 265 de la Constitución Política de la República de Guatemala dispone que: "Se instituye

el amparo con el fin de proteger a las personas contra las amenazas de violaciones a sus derechos o

para restaurar el imperio de los mismos cuando la violación hubiere ocurrido. No hay ámbito que

no sea susceptible de amparo, y procederá siempre que los actos, resoluciones, disposiciones o

leyes de autoridad lleven implícitos una amenaza, restricción o violación a los derechos que la

Constitución y las leyes garantizan".

DE LA PROCEDENCIA DEL AMPARO:

I.1 DOCTRINARIAMENTE:

El tratadista Ignacio Burgoa puntualiza que "... el control de legalidad se ha incorporado a la

teleología del juicio de amparo desde que el principio de legalidad inherente a todo régimen de

derecho, se erigió a la categoría de garantía constitucional... De ahí que cualquier acto de

autoridad, independientemente de la materia en que se emita o del órgano estatal del que

provenga, al no ajustarse o al contravenir la ley secundaria que deba normarlo, viola por modo

concomitante dicha garantía, haciendo procedente el amparo, cuyo carácter extraordinario como

medio de tutela de la legalidad en general se traduce en la circunstancia de que, antes de su

interposición, deben promoverse todos los recursos ordinarios o medios de defensa de que

normativamente disponga el gobernado para obtener la invalidación del acto de autoridad que lo

agravie (principio de definitividad)" -EL JUICIO DE AMPARO. Editorial Porrúa, S.A., México

1983, decimonovena edición, página 152.

I.2 CASOS DE PROCEDENCIA DE LA PRESENTE ACCIÓN DE AMPARO:

El artículo 265 de la Constitución Política de la República de Guatemala dispone que: "Se instituye

el amparo con el fin de proteger a las personas contra las amenazas de violaciones a sus derechos o

para restaurar el imperio de los mismos cuando la violación hubiere ocurrido. No hay ámbito que

no sea susceptible de amparo, y procederá siempre que los actos, resoluciones, disposiciones o

leyes de autoridad lleven implícitos una amenaza, restricción o violación a los derechos que la

Constitución y las leyes garantizan".

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Acción Constitucional de Amparo Nueva

El artículo 44, párrafo tercero, de la Constitución Política de la República de Guatemala dispone

que "Serán nulas ipso jure las leyes y las disposiciones gubernativas o de cualquier otro orden que

disminuyan, restrinjan o tergiversen los derechos que la Constitución garantiza".

El artículo 10, inciso a) y b) de la Ley de Amparo, Exhibición Personal y de Constitucionalidad

(Decreto número 1-86 de la Asamblea Nacional Constituyente) dispone que “La procedencia del

amparo se extiende a toda situación que sea susceptible de un riesgo, una amenaza, restricción o

violación a los derechos que la Constitución y las leyes de la República de Guatemala reconocen,

ya sea que dicha situación provenga de personas y entidades de derecho público o entidades de

derecho privado. Toda persona tiene derecho a pedir amparo, entre otros casos: a) Para que se le

mantenga o restituya en el goce de los derechos y garantías que establece la Constitución o

cualquier otra ley; b) Para que se declare en casos concretos que una ley, un reglamento, una

resolución o acto de autoridad, no obligan al recurrente por contravenir o restringir cualquiera de

los derechos garantizados por la Constitución o reconocidos por cualquier otra ley…;”.

En el presente caso, procede el amparo toda vez que encuadra en el caso de procedencia

establecido en la literal a) del artículo 10 anteriormente relacionado ya que a mi persona le es

imperativo que se le restituyan el goce de sus derechos, sobretodo el sagrado derecho de igualdad,

defensa, debido proceso para que tal y como se le permite al actor hacer valer sus pretensiones, se

me permita a mí hacer valer mis defensas y que en todo caso de no estar de acuerdo con la

resolución de un Juez de Primera Instancia, el derecho humano de hacer valer mi inconformidad

ante un órgano superior.

III. DEL PLAZO PARA LA SOLICITUD DE PROTECCIÓN MEDIANTE EL AMPARO:

El artículo 20 de la Ley de Amparo, Exhibición Personal y de Constitucionalidad (Decreto número

1-86 de la Asamblea Nacional Constituyente) dispone que: "La petición de amparo debe hacerse

dentro del plazo de los treinta días siguientes al de la última notificación al afectado o de conocido

por éste el hecho que a su juicio, le perjudica. El plazo anterior no rige cuando el amparo se

promueve en contra del riesgo de aplicación de leyes o reglamentos inconstitucionales a casos

24
Acción Constitucional de Amparo Nueva

concretos; así como ante la posibilidad manifiesta de que ocurran actos violatorios a los derechos

del sujeto activo".

En el presente caso, señalo que el día cuatro (04) de septiembre del año dos mil diecisiete (2017) a

las once (11) con veinticuatro (24) minutos, fui notificada de la resolución de fecha veintitrés (23)

de agosto de dos mil diecisiete (2017) la cual constituye el acto reclamado, por lo que me encuentro

en tiempo para el planteamiento de la presente acción constitucional.

III. DE LA COMPETENCIA:

El artículo 13, inciso b) de la Ley de Amparo, Exhibición Personal y de Constitucionalidad

(Decreto número 1-86 de la Asamblea Nacional de Constituyente) dispone que: “Las Salas de la

Corte de Apelaciones del orden común, en sus respectivas jurisdicciones, conocerán de los

amparos que se interpongan contra: (…) b) Los funcionarios judiciales de cualquier fuero o ramo

que conozcan en primera instancia;”.

25
Acción Constitucional de Amparo Nueva

Por su parte, el artículo cuarto (4º.), inciso b) del Auto Acordado uno guion dos mil trece (1-2013)

emitido por la Honorable Corte de Constitucionalidad el catorce de noviembre de dos mil trece

(2013), dispone lo siguiente: “Las Salas de la Corte de Apelaciones y demás tribunales de

igualdad categoría, en sus respectivas jurisdicciones y competencias, conocerán de los amparos

que se interpongan contra: (…) b) Los funcionarios judiciales de cualquier fuero o ramo que

conozcan en primera instancia. (…)”

IV.DEL AMPARO PROVISIONAL:

El artículo 27 de la Ley de Amparo, Exhibición Personal y de Constitucionalidad (Decreto número

1-86 de la Asamblea Nacional Constituyente) dispone que "La suspensión provisional del acto

reclamado procede tanto de oficio como a instancia de parte. En cualquier caso el tribunal, en la

primera resolución que dicte, aunque no hubiere sido pedido, resolverá sobre la suspensión

provisional del acto, resolución o procedimiento reclamados, cuando a su juicio las circunstancias

lo hagan aconsejable".

El artículo 28, inciso c), de la Ley de Amparo, Exhibición Personal y de Constitucionalidad

(Decreto número 1-86 de la Asamblea Nacional Constituyente) dispone que "Deberá decretarse de

oficio la suspensión provisional del acto, resolución o procedimiento reclamado, entre otros, en los

casos siguientes:...c) Cuando la autoridad o entidad contra la que se interponga el amparo esté

procediendo con notoria ilegalidad o falta de jurisdicción o competencia".

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Acción Constitucional de Amparo Nueva

Así mismo, los primero dos párrafos del artículo 24 del Acuerdo uno guion dos mil trece (1-2013)

emitido por la Honorable Corte de Constitucionalidad de fecha nueve (9) de diciembre de dos mil

trece (2013), se establece lo siguiente: “En la primera resolución que se dicte, sin perjuicio de que

se exija la subsanación de requisitos de admisibilidad, cuando fuere procedente el tribunal de

amparo competente podrá decidir respecto de la suspensión provisional del acto, resolución o

procedimiento reclamados o diferir el pronunciamiento respectivo, al momento de cumplirse el

término para la remisión de antecedentes o informe circunstanciado a la autoridad denunciada. En

caso de concederse el amparo provisional, el tribunal deberá precisar los alcances y efectos de su

pronunciamiento. (…)”

En el presente caso, es necesario que se decrete el amparo provisional teniendo como efecto que se

deje en suspenso el acto reclamado y en consecuencia se ordene conocer el recurso de apelación

para que el órgano superior tenga a bien conocerlo.

Por lo anteriormente expuesto, y como se desprende de todo lo relacionado en el presente escrito,

deviene procedente que este Honorable Tribunal de Amparo decrete el siguiente amparo

provisional:

a) “Se deje en suspenso la resolución de fecha

veintitrés (23) de agosto de dos mil diecisiete (2017), y en consecuencia se emita una nueva

que declare con lugar el recurso de apelación instado.

OFRECIMIENTO DE MEDIOS DE PRUEBA

Ofrezco probar mis proposiciones de hecho con los siguientes medios de prueba:

I. DOCUMENTOS:

I.1) Constancias procesales y actuaciones que constan dentro del expediente de juicio ordinario

número cero un mil cincuenta guion dos mil dieciséis guion cero cero seiscientos noventa y nueve

(1050-2016-00699) a cargo del oficial cuarto (4º) que se tramita en el Juzgado Décimo de Primera

Instancia Civil de Guatemala, el cual deberá remitir la autoridad impugnada.

27
Acción Constitucional de Amparo Nueva

II. DECLARACIÓN DE PARTE, POR MEDIO DE POSICIONES Y SIN

POSICIONES.

III. DICTAMEN DE EXPERTOS.

IV. RECONOCIMIENTO JUDICIAL.

V. MEDIOS CIENTÍFICOS DE PRUEBA.

VI. PRESUNCIONES LEGALES Y HUMANAS que de los hechos probados se deriven.

En virtud de lo anterior, formulo a esa honorable Sala constituida en tribunal extraordinario de

amparo, la siguiente;

PETICIÓN

I. DE TRÁMITE:

1. Que con el presente escrito y documentos adjuntos se inicie la formación del expediente

respectivo;

2. Se tome nota de la dirección y procuración profesional propuesta, así como del lugar

señalado para recibir notificaciones;

3. Se admita para su trámite la presente ACCIÓN CONSTITUCIONAL DE AMPARO

interpuesta en contra del JUEZ DÉCIMO DE PRIMERA INSTANCIA DEL RAMO

CIVIL DE GUATEMALA..

4. Se soliciten los antecedentes y/o informe circunstanciado a la autoridad impugnada,

dentro del plazo perentorio de cuarenta y ocho horas;

5. Por la urgencia, y porque las circunstancias lo hacen aconsejable y necesario, se otorgue

de inmediato amparo provisional decretando para el efecto el siguiente: “Se deje en suspenso

resolución de fecha veintitrés de agosto de dos mi diecisiete.

6. Recibidos los antecedentes se confirme al amparo provisional decretado y se de vista al

solicitante y a los terceros interesados, por el plazo de cuarenta y ocho horas.

7. Se tengan por ofrecidos los medios de prueba relacionados en el apartado respectivo del

presente memorial y por acompañados los documentos adjuntos.

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Acción Constitucional de Amparo Nueva

8. Que se tome nota de que la autoridad impugnada puede ser notificada en la dirección

relacionada en la parte expositiva del presente escrito.

9. En su oportunidad se abra a prueba la presente acción constitucional de amparo por el

plazo de ocho días;

II. DE SENTENCIA:

Que al resolver en definitiva se declare:

II.1 PROCEDENTE la ACCIÓN CONSTITUCIONAL DE AMPARO en contra del JUEZ

DÉCIMO DE PRIMERA INSTANCIA DEL RAMO CIVIL DE GUATEMALA, con base en

las proposiciones de hecho y de derecho anteriormente indicadas.

II.2 En consecuencia: Se deje en suspenso en forma definitiva la resolución de fecha veintitrés

(23) de agosto de dos mil diecisiete (2017).

II.3. Se ordene a la autoridad impugnada que dicte el auto que en derecho corresponda, a efecto de

que me restituya en el goce de mis derechos constitucionales, legales y garantías procesales que

fueron señalados anteriormente, para que de esa forma se declare con lugar el recurso de apelación

instado y se eleven las actuaciones al órgano jurisdiccional correspondiente.

II.4. Se hagan las demás declaraciones que en derecho corresponden.

Fundo mi petición en los artículos citados y en los siguientes:12, 28, 29, 203, 204 de la

Constitución Política de la República de Guatemala; 1, 2, 3, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 21, 22, 23, 24, 28,

33, 35, 36, 37, 38, 39, 42, 43, 44, 45, 46, 49, 52, 53, 54, 55, 56, 57, 58 de la Ley de Amparo,

Exhibición Personal y de Constitucionalidad (Decreto número 1-86 de la Asamblea Nacional

Constituyente); 1, 82, 87, 91, 95, 96, 97, 98, 99, 100, 149, 151, 153, 154, 155, 188, 189, 190, 191,

196, 197 y 198 de la Ley del Organismo Judicial.

Acompaño siete (7) copias del presente memorial y documentos adjuntos.

Guatemala, cuatro (4) de octubre de dos mil diecisiete (2017)

A RUEGO DE LA PRESENTADA, QUIEN DE MOMENTO NO PUEDE FIRMAR Y EN

SU AUXILIO Y DIRECCIÓN.

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