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INHABILIDAD A LA LIBRE EXPRESIÓN DE LA VOLUNTAD DE LOS

ELECTORES; ¿DISCORDANCIA ENTRE LA LEGISLACIÓN COLOMBIANA Y


LA CONVENCIÓN AMERICANA SOBRE DERECHOS HUMANOS, EN
RELACION A LOS DERECHOS POLÍTICOS?

Las disposiciones de las normas de Derechos Humanos tienen esa singularidad


que las hace trascendentales de las demás normas internacionales, dado que al
referirnos a los Derechos Humanos es mencionar el aspecto universal por la cual
cada individuo se reconoce como humano ante los otros, ante una nación. Por lo
que estos derechos continúan en un proceso de construcción y progresividad
sobre estas ideas, concepciones y valores sincronizados por diferentes culturas y
generaciones de personas. De modo que, se forman sistemas completos y
organizados para consentir tratados universales y determinados, Por cuando en
estos últimos años, la promoción y reguardo de los derechos humanos en el
continente americano se ha instituido en un asunto central, de un modo en el que
se ha venido adquiriendo esta relevancia al sistema de protección interamericano,
que contempla su germen dentro de un marco político regional, la OEA. Y por el
que se encuentra conformado por la Convención Americana sobre Derechos
Humanos, ratificada por Colombia el 28 mayo de 1973. La Convención
instrumentó dos órganos competentes para conocer de las violaciones a los
Derechos Humanos: La Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la
Corte Interamericana de Derechos Humanos. Por consiguiente, los derechos
políticos ameritan una esfera segura y verdadera para hacer efectiva esa
democracia como forma de gobierno, indispensable para la estabilidad, paz y el
desarrollo en la región. Por lo que la idea en una democracia, es que todos
tenemos el derecho a participar del gobierno y de las decisiones públicas, por esa
razón, lo que protege este apartado es justamente eso, además que para eso se
hacen ciertas garantías. A fin de todo esto, el artículo 23 de la Convención
Americana nos habla sobre los derechos políticos. De aquí que se examine uno de
los desarrollos significativos en materia de la compatibilidad de la facultad de la
Procuraduría General en Colombia para destituir e inhabilitar a funcionarios de
elección popular y el artículo 23 de la Convención Americana sobre Derechos
humanos, que cobra un notable enfoque para su estudio de control de
constitucionalidad y convencionalidad para observar esa sincronía que pueda
existir o no entre la legislación colombiana y la convención americana, además de
esa interpretación que ha hecho la CIDH a lo concerniente de los derechos
políticos en función de las restricciones establecidas en el artículo 23 numeral 2 de
la Convención, por cuanto para que se pueda dar dicha limitación, debe efectuarse
por un juez competente a través de un proceso penal. De modo que, lo que sigue
es un esbozo del tratamiento que se le está dando a ese factor de las facultades
de la procuraduría para destituir a servidores públicos y la concordancia con el
artículo 23 de dicha convención.

Uno de los casos que mas ha cobrado relevancia en nuestro Estado colombiano
es el del exalcalde de Bogotá, el señor Gustavo Petro Urrego quien para el año
2011 había ganado las elecciones y esto trajo consigo una serie de procesos
disciplinarios y fiscales que se abrieron en su contra en el transcurso de su
administración por parte de la Procuraduría General de la Nación y la Contraloría.
Para el año 2012 Gustavo Petro en aras de dar cumplimiento a una sentencia
proferida por parte de la Corte Constitucional decidió implementar un nuevo
sistema de recolección de basuras en cual se tuviera en cuenta la participación de
la comunidad recicladora que venia siendo objeto de discriminación. Para ese
mismo año el modelo tuvo un colapso en la recolección de basuras durante el
traslado del sector privado al público. Las consecuencias que se dieron por este
colapso del esquema de recolección fue que la Procuraduría abriera una
investigación disciplinaria contra el exalcalde en la cual se le atribuían tres faltas
contempladas en el código disciplinario único. En ese contexto a finales de ese
año el órgano de control declaro la responsabilidad disciplinaria por las
actuaciones adelantadas en su administración, lo inhabilito y lo destituyo de su
cargo por el termino de 15 años.
En efecto, fue ahí donde inicio la violación de derechos humanos por parte del
Estado Colombiano frente a las obligaciones contraídas en el marco de la
Convención Americana y más preciso en su artículo 23.2. Para empezar,
desarrollaremos la evidente violación de los derechos políticos que le asistían al
exalcalde y al mismo tiempo el desconocimiento de principios básicos como el
debido proceso y la imparcialidad que deben tener todos los estados dentro de su
ordenamiento jurídico. Si bien es sabido que en Colombia la misma constitución y
la ley le otorgan facultades a órganos de naturaleza administrativa para que
puedan proferir decisiones encaminadas a desconocer el espíritu de los derechos
políticos como una forma de consolidación de una democracia y destituir e
inhabilitar a personas que son electas popularmente, no es menos cierto que estas
facultades violen derechos humanos. En el caso de Gustavo Petro que fue
sancionado en dos oportunidades por la procuraduría y a pesar de haber
presentado todas las acciones Judiciales y mecanismos de impugnación, ninguno
de ellos tuvo efectividad. Ahora bien, cabe resaltar que es cierto que en nuestro
Estado la misma corte que debe proteger y salvaguardar los derechos políticos de
los ciudadanos dentro de su interpretación constitucional dio vía libre para que
órganos de control puedan ejercer esas acciones que cercenan la participación
política.

La CIDH como órgano que se encarga de velar porque los Estados cumplan con
sus obligaciones de brindar protección de los DDHH hallo en este caso en
particular que se estaban presentando dichas violaciones y es que en su defensa
el Estado colombiano alegaba que no se estaban vulnerando estos derechos ya
que la misma corte constitucional había dicho que esas disposiciones no violaban
las normas de la convención americana. La CIDH le recordó al estado colombiano
que los únicos órganos que están llamados a realizar las interpretaciones de la
convención son ellos y no una corte de algún estado miembro. De este modo es
importante recalcar otro informe que se marca como precedente por parte de la
CIDH el cual examina el caso López Mendoza vs Venezuela en donde refirió que
la única forma que la convención reconoce una inhabilidad para afectar los
derechos políticos de una persona era que se hiciera a través de un proceso penal
y se diera una sentencia en firme. En este mismo sentido la comisión refirió esta
postura y se la recordó al estado colombiano para que a la hora de afectar los
derechos políticos de un ciudadano no debía hacerlo a través de una autoridad
administrativa ya que esto constituía una vulneración a las obligaciones
contraídas. Por lo anterior el mismo estado por vía judicial y acogiendo las
recomendaciones de la comisión restableció los derechos políticos de gustavo
Petro.

En conclusión el caso Petro ,termina por dar la razón a su defensa en vista que
según argumentos muy bien fundamentados por la convención americana de
derechos, como por la CIDH la cual considera de forma precisa la violación de los
derechos políticos del señor Gustavo Petro en relación con los artículos 1.1 y 2 de
la convención americana, violación de derechos por parte del estado colombiano,
al permitir que fuera la procuraduría general de la nación lo que básicamente fallo
contra del entonces alcalde de Bogotá .Gustavo Petro , argumentos que sustenta
en la convención , alegando que este ente de control no tiene competencia por
así decirlo para determinar un estado de inhabilidad política e imposición de
multas a la persona en mención , con base a el artículo 23 de la convención
americana la cual reconoce la participación política través del derecho al sufragio
activo casi como el derecho al sufragio pasivo ,esto para decir que el alcalde
Gustavo Petro fue elegido por voto popular ,y de forma legal cumplimiento con los
requisitos señalados por la normatividad lo que nos ocupa analizar de este caso
es que en conclusión el artículo 23.2 de la convención estipula el ejercicio de los
derechos políticos, por lo tanto la CIDH concluye que al momento de establecer
una inhabilidad política, el estado colombiano en este caso en concreto causó
afectación no solamente a la persona en cuestión sino también a la libre expresión
de la voluntad de los electores ,la corte concluye que en este proceso , la condena
por juez competente debió ser por proceso penal con el motivo de que las
sanciones por este proceso son más estrictas que las garantías de debido proceso
que se exigen en los procedimientos administrativos, en resumen ambos órganos
del sistema interamericano llegaron a la misma conclusión de desprender el ART
23.2 que dice que una sanción de inhabilitación para ser elegido en un cargo de
elección popular ,debe ser impuesta a través de condena penal en firme y no por
vía administrativa como lo mencionamos anteriormente ,así mismo la comisión
también concluye y considera sumamente preocupante la reciente promulgación
del ART 5 de la ley 1864 que según la comisión es contrario a el ART 23 de la
convención americana , lo cual desemboca en otra violación de los derechos
políticos del señor Petro , posición con el cual se está de acuerdo en vista que
existen precedentes anteriores donde se abordan temas similares , y es la
convención americana en el momento de hacer su justificación realiza una
interpretación incorrecta del ART 23 antes mencionado, en virtud de lo anterior la
CIDH llega a la conclusión que efectivamente el estado colombiano es
responsable por la violación de los artículos 23.1 y 23.2 de la convención
americana en relación con los artículos 1.1 y 2 del mismo documento ,así
afectando a el señor Petro Urrego ,en conclusión la corte le señala a el estado
colombiano que es necesario una reforma interna en su ordenamiento legal
empezando inclusive desde la constitución ,y el código único disciplinario ,que
dejan en evidencia la facultad a la procuraduría General de la nación para destruir
e inhabilitar a funcionarios de elección popular ,en nuestra opinión hubo por parte
del estado colombiano una clara violación al deber de adoptar la justicia
competente para este caso en concreto como conclusión general la CIDH
establece que el estado colombiano violó el derecho a que la decisión
sancionatoria sea emitida por autoridad imparcial así como el principio de
presunción de inocencia , a su vez en virtud de todo el análisis que realizó la CIDH
se queda en evidencia la violación por parte del estado colombiano de los
derechos establecidos en los artículos 8.1 ,8.2 y 25.1 de la convención americana
en relación con los artículos 1.1 y 2 del mismo modo comento, que esto ha
causado graves perjuicios a el señor Gustavo Petro, sumando a ello también la
violación de derechos políticos y de igualdad .

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