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Ensayo: Criticas al Racionalismo Positivista

Nombre del estudiante: Merari Estefanía Escamilla Aguilera

Facultad

Fecha: 19/03/2023
Introducción.
En el anterior texto leído, encontramos que Albert Dirige si critica, directamente en contra
de la interpretación positivista, de los procesos de investigación, ya que la falsa conciencia
de una praxis, reobrando sobre esta, se destaca también que la teoría analítica de la ciencia,
sea la fomentadora de la práctica de la investigación y haya realizado a portes o
contribuciones a la clarificación de decisiones metodológicas, sin embargo junto a ello, la
auto compresión positivista es algo que opera con restricciones, ya que detiene toda
reflexión vinculante en los diferentes campos de las ciencias empírico-analíticas. Además,
Albert también nos hace saber que está en contra de la función normativa de una falsa
conciencia, ya que según las prohibiciones positivistas, serían totalmente excluidos de la
discusión y también dejados a actitudes irracionales, aun cuando a mi entender, resultan ser
bien susceptibles de una clarificación critica.
Todo esto nos lleva a que si los problemas que tienen que ver con la elección de estándares
y con la influencia de los argumentos sobre las actitudes, estos serían totalmente
inaccesibles a la discusión critica, por lo cual hubieran tenido que dejarse a una simple
decisión, por otro lado, se tiene también en cuenta, otra de las cuatro criticas esenciales al
racionalismo positivista, que es el empirismo, en donde el autor, Albert, se refiere al papel
metodológico de la experiencia en las ciencias empírico-analíticas como un malentendido,
señalando que en las teorías pueden combinarse experiencias de todo tipo, las cuales
pueden provenir, o bien sea del potencial de la experiencia cotidiana, de vivencias
espontaneas o de los mitos que nos han transmitido.
Sin embargo, de estas experiencias cotidianas, basta que cumplan con la condición de poder
ser traducidas a hipótesis que puedan ser comprobadas, para realizar esta comprobación,
solamente se permite un tipo determinado de experiencia y esta es la experiencia sensible
reglamentad mediante dispositivos experimentales o algo análogo, en esto también tenemos
en cuenta la observación sistemática, ya que según Albert, nunca ha puesto en duda el
aflujo de las experiencias no reglamentadas, las cuales provienen de la fantasía creadora de
la hipótesis, además Albert, también afirma que tampoco desconoce las ventajas de las
situaciones de examen, las cuales organizan la experiencia sensible mediante
comprobaciones, las cuales están susceptibles de repetirse.

Desarrollo.
Por otra parte, el autor Popper objeta al empirismo, ya que solo podemos aprehender y
constatar hechos, a través de la luz de nuestras teorías, ya que incluso en ocasiones, llega a
calificar los hechos del producto común del lenguaje y la realidad. No obstante, las
constataciones protocolarias, las cuales dependen totalmente de una organización fijada
metódicamente de nuestras experiencias, esto les supone una relación de correspondencia
con los hechos. La parcialidad de Popper a la teoría de la verdad como correspondencia, no
parece ser muy consecuente según Albert, debido a que esta supone a los hechos, como
algo en si, pasando por alto que el sentido de la validez empírica de la constatación de los
hechos, viene determinada gracias a la definición de las condiciones de falsación. Por lo
cual se considera que lo lógico sería , en lugar de eso intentar de examinar más a fondo, la
conexión entre las teorías científicas y los presuntos hechos, ya que con ello
aprehenderíamos el marco de nuestra propia interpretación basada en la experiencia
adquirida. Ya alcanzada dicha etapa de reflexión, lo más lógico, sería no aplicarlo al
termino hechos, sino a todo lo que tenga que ver con experiencias, que queda organizada de
antemano, esto con el fin de realizar la comprobación de teorías científicas, puesto a que
solo así, se lograrían entender los hechos como lo que verdaderamente son en realidad, algo
producido.
Ya como segundo malentendido que es reprochado por Albert, es el problema de los
enunciados básicos, los cuales Popper tiene en consideración como a aquellos enunciados
singulares de existencia, los cuales son aptos para hacer la refutación de una hipótesis
legaliforme, la cual se expresa en forma de enunciados de existencia negativos, cabe
destacar que los enunciados básicos, son los que formulan por lo general, el resultado de
observaciones sistemáticas, también se encargan de designar el punto en el cual las teorías
entran en contacto con la realidad, pero los enunciados básicos no pueden asentarse en la
experiencia, sin que se generen discontinuidades.
Esto se debe a que ninguna de las expresiones universales que en ellos aparece, podría
verificarse mediante observaciones, por numerosas que estas fueran. No obstante, la
aceptación o rechazo de los enunciados básicos, descansa en el último término a la hora de
tomar una decisión. Cabe destacar que las decisiones no son tomadas arbitrariamente, sino
de conformidad con las reglas. Dichas reglas son fijadas previamente de forma
institucional, por lo cual, no son fijadas de forma lógica. Estas nos motivan a orientar las
decisiones de ese tipo con el fin de lograr una meta tácticamente pre-entendida, mas no es
una meta definida. El autor afirma también que así procedemos en la forma de
comunicarnos cotidianamente con los demás, y así lo hacemos también al realizar la
interpretación de algún texto. Por lo cual, no tenemos más opción, cuando nos movemos en
un círculo y sin embargo insistimos y no renunciamos a explicar.
Ya en el tercer malentendido al cual el autor afirma que ha sucumbido, según Albert se
refiere a la relación entre enunciados metodológicos y enunciados de carácter empírico.
Moore y Husserl, partiendo de distintas perspectivas, llevaran a cabo una estricta
separación entre investigaciones de carácter lógico e investigaciones psicológicas,
reestableciendo de esta manera, una vieja idea kantiana, también los positivistas
abandonaron por completo su naturalismo, todo esto bajo la impresión de los progresos, los
cuales se habían cosechado en la lógica formal, después aparecería Wittgenstein y el circulo
de Viena, lo cual convirtió el dualismo de enunciados y estados de cosas en fundamento de
sus análisis del lenguaje. Es desde ese entonces que pueden mezclarse ingenuamente en un
mismo puchero, tanto las cuestiones de génesis, como las cuestiones de validez. Albert
llama al orden acerca de la tal trivialidad, sin embargo no se acerca al problema expuesto
por el autor, ya que a este le interesa el estado de cosas de que a despecho de esa clara
distinción, precisamente en la metodología de las ciencias experimentales y también en la
dimensión de la crítica científica se establecen relaciones entre enunciados formales y
enunciados empíricos. Ya que la lógica de la ciencia, presenta precisamente en el ámbito en
que se trata de mostrar la verdad de las teorías científicas y experimentales, un ramalazo de
empiría.
Ya en el cuarto malentendido, tenemos la separación y estándares de hechos, en el cual se
refiere al dualismo de hechos y decisiones, este bien puede declararse recurriendo a la
diferencia entre las leyes naturales y las normas culturales. También se destaca que las
hipótesis sobre uniformidades empíricas pueden fracasar definitivamente al enfrentarse a
los hechos, a diferencia de la elección de estándares, la cual puede apoyarse críticamente, a
lo sumo, con argumentos advenientes o acumulativos. Lo cual resulta tentador, por lo tanto,
pasar a establecer como tal, una clara distinción entre un ámbito informativo
científicamente fiable y aquel ámbito de saber práctico del que nos aseguramos mediante la
forma hermenéutica de argumentación.
Por otro lado en una nueva edición de la “sociedad abierta” Popper ha desarrollado la
relación de asimetría entre estándares y hechos, mediante la decisión de hacerse con una
propuesta, se crea el correspondiente estándar, por lo menos tentativamente, esto en
cambio, mediante la decisión de aceptar una proposición no se creó el correspondiente
hecho. Para este punto el autor discute propuestas y juicios, sin embargo, dicha discusión
no genera ciertamente hechos, pero tampoco se puede afirmar, que genere estándares.
Ya por último, se plantean dos estrategias en donde Albert se adentra en una serie de
cuestiones, polemiza, pero sin embargo las abandona de nuevo, por lo cual no se logra
descubrir principio alguno en esa consecuencia de cuestiones, y se ha intentado aclarar
cuatro malentendidos básicos, esto con el fin de crear una base de entendimiento, sobre la
cual se pueda discutir, si equivocar los términos.
Hay que tener en cuenta también que la dimensión en la que se forma este nexo entre lo que
se conoce como proceso de investigación y proceso de la vida social, no pertenece ni al
ámbito de los hechos, ni al de las teorías, es aquí cuando se sitúa aquende un dualismo, el
cual solo tiene sentido para las teorías científico-experimentales.

Conclusión.
Finalmente para concluir, observamos la critica que se le hace al racionalismo positivista,
en la cual se habla de la incapacidad que tiene el método de las ciencias físico-naturales
para tener conocimiento de los objetos de estudio en cuanto a las ciencias sociales, esto se
debe ya que poseen propiedades, como por ejemplo la intencionalidad, también tenemos la
autor reflexividad y la creación de significado, los cuales son dejados por la epistemología
positivista. También concluimos que hay posturas positivistas, las cuales van más allá de la
lógica y el empirismo, en el sentido de que estas afirman más cosas, afirmando que todas
las teorías que construyamos acerca de la realidad, deben ser validadas lógica y
empíricamente. Son algunas de las ideas de algunos positivistas en particular,
pertenecientes a alguna corriente basada en el positivismo, como por ejemplo, el empirismo
lógico. Sin embargo mantengo una posición neutral en cuando a estas posiciones, solo que
esto implica un cambio de línea de investigación muy importante, con respecto al no
positivismo. Así se rechazarán hipótesis del tipo “milagro” o “acción divina” mientras no se
encuentre evidencia para ello, también se rechazan apriorismos derivados de cualquier
prejuicio o ideología, corriente de la cual es más notable su influencia en las ciencias
médicas y ciencias sociales, lo cual es rechazable desde el positivismo.

Bibliografías.
Habermas, J. (1988). La lógica de las Ciencias Sociales. Madrid, España: Tecnos, pp. 45-
70. https://epistemologiauv.files.wordpress.com/2014/08/64849213-habermas-jurgen-1967-
la-logica-de-las-ciencias-sociales-130217190311-phpapp02.pdf

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