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Aislamiento
Introducción
La intimidad es la fuerza sintónica que lleva al joven adulto a confiar en alguien como
compañero en el amor y en el trabajo, integrarse en afiliaciones sociales concretas y
desarrollar la fuerza ética necesaria para ser fiel a esos lazos, al mismo tiempo que
imponen sacrificios y compromisos significativos. El reverso de esta situación es el
aislamiento afectivo, que se expresa en el individualismo y egocentrismo sexual y
psicosocial, individual o los dos (Bordigon, 2005, pág. 57). En la etapa de intimidad
versus aislamiento, según Erikson, el éxito significa tener relaciones sanas y
satisfactorias. El fracaso significa experimentar la soledad o el aislamiento.
También, un terapeuta puede ser útil en este punto ya que, puede ayudar al individuo a
comprender los comportamientos que podrían estar impidiendo la intimidad y ayudarlo
a desarrollar estrategias para pasar del aislamiento a relaciones íntimas y satisfactorias.
Es decir, un experto en salud mental capacitado puede ayudar a la persona a prepararse
con las herramientas adecuadas para formar relaciones buenas y duraderas. De esa
manera, la armonía entre una intimidad bien dirigida y saludable y el aislamiento da
como resultado la construcción sólida de una vida con amor y la actividad profesional
encaminada hacia el éxito.
Si un adulto joven no supera esta etapa con éxito puede temer la intimidad en el futuro,
eso puede llevar a evitar abrirse a los demás o construir relaciones estrechas y sanas con
los que le rodean. A su vez, eso puede causar soledad, incluso un posible aislamiento
social y depresión. El temor a ser despedido, rechazado o lastimado puede llevarlo a
separarse de los demás. En última instancia, esto puede llevar a una baja autoestima, lo
que puede hacer que sea incluso menos propenso a aventurarse a desarrollar relaciones
o nuevas amistades. En general, el hecho de no superar esta etapa puede ser un ciclo
autodestructivo para aquel individual que sufrió daños en su relación. Por lo tanto, es
necesario que exista un justo equilibrio entre la intimidad y el aislamiento ya que eso
fortalece la capacidad de la realización del amor y el ejercicio profesional.
Bibliografías:
Valdés, A. (2015). Erick Erikson: Las ocho edades del hombre. Universidad Marista
Guadalajara. México. Obtenido de:
https://www.researchgate.net/publication/327219624_Erick_Erikson_Las_ocho_edades
_del_hombre