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(Cat. S, B y C)
Querellante particular
Noción
El querellante particular es la víctima de un delito de acción pública que
interviene facultativamente en el proceso penal, para acreditar la
existencia de ese hecho delictuoso y la responsabilidad penal del
imputado, y lograr la condena penal de los partícipes.
2. Fundamento
La discusión
Libertad procesal
Capítulo 5
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Pero hoy se discute con renovado vigor (Cafferata Nores, 2008), si la ley
suprema otorga tanta libertad a los códigos procesales para la regulación de la
actividad acusatoria, como para que éstos impidan al damnificado la posibilidad
de intervenir como querellante (así la CSJN en “Garipe”), o si tal omisión
significaría privarlo de algún derecho o potestad que le acuerde la Constitución
o la ley penal, en especial, el derecho constitucional a la tutela judicial efectiva
de la víctima a la que nos hemos referido más arriba.
Límite
Tal como legisla el Código Penal vigente, los códigos procesales no podrán
conferir exclusivamente al ofendido la función acusatoria (fuera de los casos de
acción privada), privando a los órganos oficiales de la titularidad de la acción
(persecución) pública, porque lo impide aquél en su art. 71. Los órganos
oficiales tampoco podrán éstos supeditar su ejercicio a la previa intervención
del ofendido ni a cualquier otra condición no prevista por la ley de fondo.
Pero ello no descalifica la posible intervención del damnificado junto con los
funcionarios encargados de perseguir, o sólo frente a la inercia o desinterés de
estos últimos. La querella sólo tendería así a facilitar la punición (no a
condicionarla), determinando la intervención del órgano jurisdiccional que
resolverá si ella corresponde. Esto también se justificaría por la coincidencia
entre el interés de la víctima en lograr la sanción del ilícito y el interés estatal en
idéntico cometido Sobre si esta última alternativa (que el querellante pueda
impulsar la acción penal si el fiscal no lo comparte) es o no meramente
facultativa de los códigos procesales, existe también discrepancia de opiniones.
Pero la CSJN se inclina por esta posición (“Santillan”; “Garipe”).
3. Titularidad y representación
4. Facultades
Ampliación
Pero sobre la base de reconocer que el interés concreto de la víctima tiene un
lugar dentro de la noción de “interés general” y que la lesión a su derecho es
también protegible por la ley penal, pues integra el “bien jurídico” (lo que impide
pensar que ha abdicado de su condición de tal a favor del Estado, sino que
éste es sólo un representante de su interés como individuo o como integrante
de la sociedad), hoyparece necesario ampliar las atribuciones procesales de la
víctima (querellante). A estos fines debe dársele algún medio para provocar el
inicio de la investigación que el órgano oficial se niegue a realizar, como podría
ser una instancia ante un superior fiscal jerárquico o ante un órgano
jurisdiccional para que permita abrirla en virtud al impulso acusatorio del
particular, permitiéndole a éste participar en ella. También habría que autorizar
por ley a que continúe por sí solo la persecución penal cuando el Ministerio
Público Fiscal considere que no hay mérito para seguirla, estableciendo que, si
se permite, la sola acusación particular -previo el control judicial admitido para
cualquier acusación- viabilice la apertura del juicio, aunque el órgano oficial no
acuse y pida el sobreseimiento.
La posibilidad recursiva tampoco importará una afectación a la oficialidad del
ejercicio de la acción (persecución) penal, si no se priva a aquella autoridad del
derecho a impugnar, ni se pone condicionamiento alguno a su actuación. Sólo
se tratará de que, frente a la conformidad del acusador público, el querellante
pueda provocar un nuevo examen de la cuestión por parte de un tribunal de
alzada. También deberá permitirse que, si el fiscal requiere el sobreseimiento
(no acusando) o la absolución del acusado durante el juicio, la acusación del
querellante (previo el control judicial admitido para cualquier acusación) pueda
dar base al juicio, y el pedido de pena del querellante permita que el tribunal la
imponga en la sentencia (CSJN “Santillán”).
5. Intervención
El pedido será resuelto por decreto fundado o auto, según corresponda, por el Fiscal
o el Juez de Control, en el término de tres días.
Si el rechazo hubiera sido dispuesto por el Juez de Control, el instante podrá apelar
la resolución.
Artículo 91 - Instancia y requisitos. Las personas mencionadas en el artículo 7
podrán instar su participación en el proceso —salvo en el incoado contra menores—
como querellante particular. Los incapaces deberán actuar debidamente representados, autorizados o
asistidos del modo prescripto por la ley.
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La instancia deberá formularse personalmente o por representante con poder general o especial, que
podrá ser otorgado apud acta, en un escrito que contenga, bajo
pena de inadmisibilidad:
1) Nombre, apellido y domicilio del querellante particular.
2) Una relación sucinta del hecho en que se funda.
3) Nombre y apellido del o de los imputados, si los supiere.
4) La petición de ser tenido como parte y la firma.
Si el fiscal rechazara el pedido de participación, el querellante particular podrá
ocurrir ante el Juez de Instrucción, quien resolverá en igual término. La
resolución no será apelable. Si el rechazo hubiera sido dispuesto por el Juez de
Instrucción, el instante podrá apelar la resolución (art. 93).
Artículo 93 - Rechazo. Si el Fiscal rechazara el pedido de participación, el querellante particular podrá
ocurrir ante el Juez de Control, quien resolverá en igual término. La resolución no será apelable.
Debería admitirse que el imputado tenga derecho a oponerse a la intervención
del querellante, tal como puede legalmente hacerlo respecto del actor civil
(Ferrer 2001).
6. Prueba
.
La intervención de una persona como querellante particular no la exime del deber de
declarar como testigo.
En caso de sobreseimiento o absolución podrá ser condenado por las costas que su
intervención hubiere causado.
7. Recursos
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EL IMPUTADO
1. Concepto
Adquisición de la calidad
Actos de particulares
La acción civil deberá ser ejercida por el asesor letrado cuando el titular de la
acción careciera de recursos y, sin constituirse en actor civil, le delegue su
ejercicio; o también cuando el titular de la acción sea incapaz de hacer valer
sus derechos y no tenga quien lo represente, sin perjuicio de la representación
promiscua (art. 25).
Contra quién se dirigeLa acción se puede dirigir contra los partícipes del delito
y también contra el civilmente responsable.La constitución en actor civil
procederá aun cuando no estuviere individualizado el imputado. Si en el
proceso hubiere varios imputados y civilmente demandados, la pretensión
resarcitoria podrá dirigirse contra uno o más de ellos. Y si el actor no menciona
a ningún imputado se entenderá que se dirige contra todos (art. 99).
En qué clase de proceso
Sólo podrá ejercerse la acción civil en el proceso penal si se tratare de un delito
doloso y en los delitos culposos únicamente si se tratare de un homicidio o
lesiones gravísimas. Estas limitaciones no regirán en los casos de conexión de
causas en las que se imputen delitos dolosos y culposos, ni en los casos de
conexión de causas en los que se imputen otros delitos culposos además de
los enumerados, o mediare entre ellos un concurso ideal de delitos (art. 24).
También podrá ejercerse en los delitos de acción privada (art. 424), pero no
se puede ejercer en los procesos de menores (art. 26 a contrario sensu).
1.2. Atribuciones
El actor civil podrá actuar en el proceso penal para acreditar el hecho
delictuoso, la existencia y extensión del daño pretendido y la responsabilidad
civil del demandado (art. 107).
Pero esta intervención no lo exime del deber de declarar como testigo, ni
impide que en caso de sobreseimiento o absolución pueda ser condenado por
las costas que su intervención hubiere causado (arts. 107 y 94).
Requisitos de la instancia de constitución
La instancia de constitución deberá formularse, por escrito, personalmente o
por un representante con poder general o especial que podrá ser otorgado
apud acta (art. 98).
Deberá contener, bajo pena de inadmisibilidad: 1) nombre, apellido y dirección
del accionante; 2) la determinación del proceso a que se refiere; 3) los motivos
en que la acción se basa: se relata el hecho (no es necesario invocar el
derecho) con la relación de causalidad entre el delito y el daño; 4) el carácter
que se invoca: si es víctima, heredero (en qué cuota), damnificado directo,
representante o mandatario; 5) el daño que pretende haber sufrido, detallando
en lo posible sus aspectos objetivos y subjetivos, y el monto pretendido (para
fijar el pago de tasa de justicia y, en su caso, posibilitar el pago por
consignación); 6) la petición de ser admitido como parte y la firma (art. 98).
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Desistimiento
El actor civil podrá desistir de su demanda en cualquier estado del proceso,
quedando obligado por las costas que su intervención hubiera ocasionado
(desistimiento expreso).
Se considerará desistida la acción cuando el actor civil, regularmente citado,
no comparezca a la primera audiencia del debate, no concrete la demanda o no
presente conclusiones en la oportunidad prevista en el art. 402, o se aleje de la
audiencia sin haberlas formulado (desistimiento tácito) (art. 108).
Oportunidad
El pedido de constitución deberá presentarse, bajo pena de caducidad, antes
de la clausura de la investigación penal preparatoria.
El Fiscal de Instrucción podrá pedir al Juez de Control el embargo de los bienes
(art. 532 y 533) para asegurar el pago de indemnización, gastos o costas (art.
100).
La solicitud deberá ser considerada (aceptada o no) por el tribunal de juicio
(art. 100), en el decreto de citación a juicio (art. 361, tercer párrafo), quien
notificará al imputado, al demandado civil y a sus defensores (art. 101).
Oposición
Los demandados podrán oponerse a la intervención del actor civil, bajo pena
de caducidad, dentro del término de cinco días a contar de su respectiva
notificación.
La oposición seguirá el trámite de las excepciones (art. 17 y ss) y será resuelta
por el tribunal, sin intervención del Ministerio Público. Si se rechazare la
intervención del actor civil, podrá ser condenado por las costas que su
participación hubiere causado (arts. 102 y 103).
Rechazo y exclusión de oficio
Durante los actos preliminares del juicio, el tribunal podrá rechazar y excluir
de oficio, por decreto fundado, al actor civil cuya intervención fuere
manifiestamente ilegal, salvo que su participación hubiere sido concedida al
resolverse un incidente de oposición (art. 105). Este rechazo y exclusión no
impedirá el ejercicio de la acción ante la jurisdicción civil (art. 106).